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Área: SOCIAL
Introducción ......................................................................................................................................................... 1
1. ¿Qué es el Hombre? ......................................................................................................................................... 2
1.1 La persona ................................................................................................................................................................... 3
1.2 Condición del ser humano ........................................................................................................................................... 3
1.3 Libertad ........................................................................................................................................................................ 3
a. Responsabilidad.................................................................................................................................................... 4
b. Autonomía o Libertad ............................................................................................................................................... 5
2. Tendencias morales .......................................................................................................................................... 5
2.1 Relativismo sofista ....................................................................................................................................................... 5
2.2 Normativismo .............................................................................................................................................................. 6
2.3 Utilitarismo inglés y el pragmatismo americano ......................................................................................................... 7
a. Stuart Mill (1806-1873) ............................................................................................................................................. 7
b. Bentham (1748-1832) ............................................................................................................................................... 7
2.4. El Existencialismo ........................................................................................................................................................ 8
2.5. La moral Cristiana ....................................................................................................................................................... 8
3. Ética profesional ............................................................................................................................................... 9
Cierre .................................................................................................................................................................. 10
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Curso: ÉTICA PROFESIONAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
La persona Relativismo
Condición de ser
Normativismo
humano
Utilitarismo y
La libertad
Pragmatismo
Existencialismo
Cristianismo
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Introducción
Scarleth es una adolescente madre de Arturo, un niño alérgico a la proteína de la leche de vaca; Alexis, su
pololo y padre del niño, tiene recién 16 años y ha decidido dejar de estudiar para trabajar y poder comprar los
alimentos para su hijo de siete meses, puesto que sus padres han decidido no ayudarle en la crianza de su
nieto. Scarleth tiene problemas para amamantar desde los dos meses de Arturo, por lo que lo ha destetado a
los seis meses. La leche que debe tomar su hijo es cara, y en el trabajo aún no le pagan a Alexis, por tal motivo
ha decidido robarla.
Como revisaremos en este módulo, el ser humano tiene la facultad elegir, en este sentido, goza de cierta
libertad. A su vez, esta libertad nos impone la tarea de inventarnos, de construirnos día a día; elegimos quién
queremos ser. Como vemos en el caso, la tarea de elegir e inventar nuestra vida a cada instante resulta ser una
carga bastante pesada, Alexis eligió robar para alimentar al pequeño Arturo, pero también los padres de Alexis
y abuelos de Arturo decidieron no ayudarlos.
Nuestra sociedad, para aliviar esa carga social, posee normas de conducta; el niño desde pequeño aprende
“qué debe hacer” y qué es “bueno” dentro de esa sociedad. Como aprendimos anteriormente, ese conjunto
de normas, principios, criterios, y valores que guían nuestro comportamiento, nuestras acciones dentro de
una sociedad es lo que llamamos moral. En este sentido, la moral es un hecho social que es vivido colectiva e
individualmente y que los mismos miembros de la sociedad justifican. Ahora bien, dado que no toda forma de
justificación resulta ser razonable o racional, sucede con frecuencia que los mismos que justificaron una norma
moral en un momento, en otro, se opongan radicalmente a ella. O que un grupo de personas justifique bajo
ciertos fundamentos un tipo de comportamiento y otros lo desaprueben bajo otro conjunto de fundamentos.
(El aborto terapéutico en Chile es un claro ejemplo)
En este módulo analizaremos el concepto de hombre, junto con los conceptos de libertad y responsabilidad y
las distintas teorías descritas sobre la moral, que nos permitirán comprender por qué algunos aceptos ciertos
actos que otros rechazan rotundamente.
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El filósofo español Ortega y Gasset y el filósofo francés Sartre rescatan la misma idea con respecto al Hombre.
Ambos señalan que el Hombre es un proyecto, esto quiere decir que el ser humano no es un ser terminado o
completado, por el contrario, el Hombre es un ser temporal, inacabado, que existe en virtud de tres tiempos,
pasado, presente y futuro (podemos decir que el hombre se construye sobre su pasado, pero lo hace en
dirección a su futuro y este proceso de construirse, de elegirse es contante).
Se trata de un animal social que posee la capacidad de tomar elecciones conscientemente. Es, en tanto ser
social, responsable de su accionar dentro de una sociedad, es responsable de sus elecciones, las que a su vez,
irán determinando su personalidad. Sin embargo, la responsabilidad del hombre no termina en su
individualidad, ya que también es responsable de los demás hombres.
Esto es así, ya que sus acciones influyen en quienes los rodean. Pensemos en la influencia que han tenido en
cada uno de nosotros nuestros padres, nuestros amigos, nuestros profesores, e incluso los personajes públicos
con los que no tenemos una relación directa, todos ellos son un factor en la constitución de nuestra
personalidad, y así como los que nos rodean influyen en nosotros, así también nosotros influimos en quienes
nos rodean.
Ahora bien, así como el ser humano no se encuentra terminado y debe construirse día a día, así también, la
vida no se nos entrega hecha o terminada; la vida tenemos que hacérnosla nosotros. En este sentido la vida es
quehacer, nos encontramos siempre forzados a hacer algo, pero algo no determinado. (El ser humano debe
decidir por su cuenta y correr el riesgo que pesa sobre lo que va a hacer, por lo tanto, vivir es siempre correr
el riego, es arriesgarse).
Podemos sintetizar lo dicho hasta aquí de la siguiente manera: El Hombre es un proyecto que se va
construyendo continuamente, a su vez la vida del ser humano no es algo acabado, no es estática, es un
continuo hacerse, es la realización permanente de ese proyecto que es cada uno de nosotros.
La persona es un ser concreto y único, pero al mismo tiempo es fundamento y fuente de actos de diversa
índole que emanan de su capacidad de pensar, querer, sentir, crear y destruir, manipular, entre otros. En
consecuencia la persona está centrada en los límites de su propia subjetividad, como dice Emmanuel
Mounier:
“Soy persona desde mi más elemental existencia y en lugar de despersonalizarse, mi existencia encarnada es
un factor esencial de mi personal asentamiento. No puedo pensar ni existir, ni me evidencio, a mí mismo, al
mundo, al otro. Gracias a él escapo de la soledad de un pensamiento que no sería más que pensamiento de mi
pensamiento. Rehusando transparentemente por completo a mí mismo, me lleva sin cesar fuera de mí en la
problemática del mundo y las luchas del hombre.”
• La autoconciencia.
• La autodeterminación.
1.3 Libertad
La libertad nos hace conocer nuestra capacidad para razonar y así conocer el mundo. Es necesario, por tanto,
justificar racionalmente nuestra conducta frente a aquellos que nos juzgan. En definitiva, la libertad nos hace
seres morales, nos hace humanos.
Tomando lo anterior como premisa, podemos decir que a diferencia de los animales, las personas son:
• Conscientes.
• Inteligentes.
• Libres.
• Capaces de apercibirse tanto de su propia realidad personal como de la realidad que les rodea.
• Pueden esforzarse en comprender ambas realidades.
• Deben asumir la responsabilidad de ordenar y dirigir su propia conducta.
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“Debemos hacer lo que debemos hacer y debemos evitar hacer cualquier cosa”.
a. Responsabilidad
Este concepto se basa en la reflexión de la persona sobre sus propios actos. La responsabilidad es al orden
moral, lo que la imputabilidad al orden jurídico; así, el Derecho juzgará, como actos imputables legalmente,
solo los actos exteriores del hombre.
Por lo tanto, la persona en cuanto totalidad, es responsable, de todos sus actos, aún de los más íntimos,
ejecutados en el ámbito de su conciencia, y en tanto elige su vida, es responsable del tipo de persona que es,
fue y será.
“Cuando decimos que el hombre es responsable de sí mismo, no queremos decir que el hombre es responsable
de su estricta individualidad, sino que es responsable de todos los hombres”
“Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige [a
sí mismo], pero también queremos decir con esto que, al elegirse, elige a todos los hombres.
En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no
cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser. (…) Así,
nuestra responsabilidad es mucho mayor de lo que podríamos suponer, porque compromete
a la humanidad entera. (…) Así soy responsable para mí mismo y para todos, y creo cierta
imagen del hombre que yo elijo; eligiéndome, elijo al hombre.”
(El existencialismo es un humanismo)
Es importante comprender que debemos tomar las decisiones correctas y hacernos cargo de nuestra
responsabilidad individual y social. La miseria del hombre es el efecto del olvido de esta responsabilidad.
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Así como cada uno es responsable de su propia vida y si algo de ella no le gusta debe tomar las decisiones correctas
y efectuar las acciones para cambiarla, así también, si algo en nuestra sociedad no nos gusta, debemos tomar las
decisiones y ejercer las acciones que permitan modificar dicha realidad, ya que tanto nuestra vida como la sociedad
son nuestra responsabilidad.
b. Autonomía o Libertad
El acto moral se fundamente en la persona, específicamente, en su autonomía, que incluye:
La persona, a diferencia de los demás objetos, es libre, de modo que solo obedece a las leyes morales dictadas
por su propia razón. La persona, es un fin en sí misma, es por esto que no debe tomarse nunca a la persona
como un simple medio para conseguir otro fin, ya que esto supeditaría la persona a las cosas.
En conclusión, el concepto de persona hace referencia a aquello que le da un valor al hombre como ser racional,
emocional y capaz de dominar sus propios actos, siendo capaz de sentir y actuar por sí mismo de forma
autónoma. Por lo tanto, podemos decir que se considera también a la persona como la unificación de todos
los actos de la interioridad y conscientes del hombre.
En una cultura de la ética en las organizaciones, podemos encontrar distintas posturas que están avaladas por
teorías, las que pretenden situarnos frente a la búsqueda del sentido frente a la vida, es decir, ¿qué somos?
Para tratar de explicar esta pregunta y a lo mejor otras que se desprenden, partiremos de la historia más
antigua que corresponde a los sofistas y luego nos iremos a una más reciente. Ambas responden a conductas
que hoy encontramos aún.
2. Tendencias morales
2.1 Relativismo sofista
La Acrópolis de Atenas, fue el centro cultural y religioso de la vida pública en la Grecia clásica. En el interior del
recinto amurallado se encuentran varios templos, entre ellos el Partenón, que estaba dedicado a la diosa del
pensamiento y de la sabiduría, Atenea.
Los sofistas, que vivieron en el siglo V a.C., fueron algunos de los primeros pensadores griegos en estudiar
las costumbres, los problemas culturales y las leyes morales. En sus consideraciones adoptaron una postura
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De esta manera, la verdad y el error, lo justo o lo injusto, la bondad o la maldad son aspectos relativos y
variables, pues para cada persona es bueno lo que ella estima como bueno y malo lo que ella estima como
malo. Por lo tanto, podemos decir que para los sofistas, BUENO es lo que nos parece bueno, y MALO lo que
nos parece malo, y lo mismo sucedería con el resto de los valores.
2.2 Normativismo
El normativismo ético o ética normativista es la tendencia que estima el carácter práctico o normativo de la
ética, en detrimento de su naturaleza teórica. Según el normativismo, la ética se reduciría a una especie de
prescriptiva encaminada a normar la conducta del hombre, tal como podemos ver en muchos manuales de
ética que desembocan en un normativismo, sosteniendo que la ética consiste en la fácil tarea de prescribir
normas y así, incluyen capítulos meramente prescriptivos que hablan sobre las obligaciones del hombre hacia
Dios, la Patria, la Familia, etc., para el logro de la dicha.
La ética normativista pretende formular reglas de conducta, dar normas a las que se deben ajustar nuestros
actos. Por ejemplo, Wundt considera la ética como una ciencia normativa, tal como la Lógica y la Estética.
También se puede señalar el caso de Dilthey, que después de reflexionar en forma breve sobre el verdadero
sentido de la ética, enumera deberes y derechos y cae, de este modo, en una ética prescriptiva.
Si consideramos como sociedad lo bueno o malo de las conductas es porque, como personas nos hemos puesto
de acuerdo y consensuado que ciertos actos son lícitos o ilícitos, y a través de la tradición hemos transmitido
por generaciones dichas acciones, ya que el tiempo puede ir modificándolas. Ejemplo de ello es normar el uso
del celular, la silla de los menores en los autos, el uso obligatorio del cinturón de seguridad de los autos, etc.
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b. Bentham (1748-1832)
El filósofo inglés Jeremy Bentham afirmaba que la felicidad de las personas coincide con la satisfacción de sus
deseos e intereses. Ahora bien, esto nos exige preocuparnos, por nuestro prójimo y vivir en armonía con él,
pues las relaciones amables son útiles, es decir, fuentes de alegrías, satisfacciones y placeres.
En una línea análoga, Stuart Mil intentó elevar el utilitarismo hedonista e individualista hacia un utilitarismo
humanista y altruista; al respecto, por una parte, nos señaló la superioridad de los bienes y de los placeres
espirituales sobre los materiales:
Y por otra, nos indicó que debemos trabajar, al mismo tiempo, por nuestra utilidad y por la utilidad general de
la humanidad: intentar conseguir el mayor número de bienes posibles para el mayor número posible de
personas. Por lo que al pragmatismo se refiere, no existen valores, fines, ni normas objetivas, sino, solamente,
los intereses o los deseos personales y las dificultades y problemas que plantean su satisfacción.
Situación de análisis
En la noticia sobre: "Caen sujetos que compraban vehículos de lujo con vales vista adulterados",
podemos ver que para lograr lo que nos lleva a tener éxito y en este caso lo económico, se actúa
ilícitamente a través de los vales vistas que eran adulterados. Para los involucrados es una forma de
actuar que ellos avalan. En consecuencia, hay una actitud desde la ética del pragmatismo para lograr
lo que se quiere sin importar el daño que se está realizando y desde la ética sofista, relativismo, su
máxima es su propio ingenio para defraudar.
Ejemplos hay por montones que explican pero que no se justifican las actuaciones.
La moral pragmatista es, por consiguiente, individualista y relativista; individualista, pues la conducta de cada
persona se justifica por su éxito personal y relativista, porque no admite principios de valor universal. En el
fondo, para el pragmatismo lo único importante es saber bandearse en la vida, acertar a triunfar.
2.4. El Existencialismo
Existen dos grupos de existencialistas; los cristianos, entre los cuales encontramos a Jaspers y Marcel; y los
ateos, como lo son Heidegger y Sartre.
Para el existencialismo el hombre comienza por existir, tiene existencia y no esencia, es decir, no está definido.
Esta situación, como revisamos anteriormente, deja al ser humano en condición de permanente elección, debe
elegirse, construirse permanentemente, es, por tal motivo, libre. Esta libertad lo sitúa como radicalmente
responsable de su vida. Cada ser humano debe hacer su propia esencia, puesto que esta no se nos entrega
dada.
En este sentido:
Al ser una moral centrada en una divinidad, lo bueno siempre será bueno y lo malo siempre será malo, por lo
tanto, no existe relativismo. (El caso más claro es el del aborto, el cual, bajo la moral cristiana, de ninguna manera
puede ser aceptado, sin embargo, bajo conceptos morales no juedo-cristianos es perfectamente aceptable.)
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Para saber más revisar, Martínez, H. M. (2011). Ética con los clásicos, en:
https://ebookcentral.proquest.com/lib/ippsp/reader.action?ppg=92&docID=3221381&tm=1516828007829
3. Ética profesional
Como señalamos al inicio, toda persona tiene una responsabilidad consigo mismo y también con la sociedad,
y en este sentido, debe cumplir con las normas éticas que le impongan su propia consciencia y la convivencia
social.
A lo anterior debemos agregar que, en el caso de los profesionales, el ejercicio de su profesión le impone una
responsabilidad adicional. La sociedad deposita su confianza en los conocimientos y habilidades del profesional
al que se le otorgó un título para ejercer una determinada actividad, debiendo este último respetar dicha
confianza entregada cumpliendo con la normativa ética referente a su profesión, es decir, debe mantener una
ética profesional intachable.
En este sentido, podemos decir que, así como la Moral es el conjunto de costumbres y normas que guían el
comportamiento de las personas en una comunidad o sociedad; la Ética profesional es el conjunto de normas
y valores que guían el comportamiento de las personas en el ejercicio de su profesión.
En los siguientes módulos continuaremos con los temas referentes a la responsabilidad social y los códigos de
ética profesionales, por ahora, revisaremos algunas de las ventajas de la Ética profesional, para así poder
evidenciar su importancia.
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Si continuamos a través de la historia nos encontramos con la postura del utilitarismo y el pragmatismo, las
que están en la línea de que el ser humano su máxima está centrada en la búsqueda de la felicidad, ya que se
comprende que como personas no se quiere la infelicidad, y por consiguiente la búsqueda de la felicidad nos
lleva a tener éxito. Por lo tanto, su búsqueda atraviesa los actos, que no son medidos en ningún parámetro de
bien o mal, solo es una meta que se debe alcanzar. Si no se tienen valores y normas a seguir a través de esta
mirada se podría llegar a la ilicitud.
Los cristianos, por su parte, consideran que la felicidad se encuentra en la contemplación de Dios, mientras
que los existencialistas ateos como Sartre señalan que: “Si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la
existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto, y que este
ser es el hombre”.
Todas estas corrientes nos muestran que no existe solo una manera de estudiar o concebir la moral de una
sociedad, algunos aceptarán actos que otros rechazan, y justificarán acciones con argumentos que otros
resultarán inválidos.
Finalmente, debemos tener claro que cada época, cada sociedad, cada cultura y también cada profesión posee
sus propias costumbres, normas, prácticas, conceptos y categorías con las cuales comprende lo que lo rodea;
así también, poseen distintas normas y códigos morales que guían el comportamiento de sus miembros.
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Obligatoria
Varela, F. G. (2010). Ética. México, D.F., MX: Instituto Politécnico Nacional. 23-35
Martínez, H. M. (2011). Ética con los clásicos. México, D.F., MX: Plaza y Valdés, S.A. de C.V. P.p.24-33
Complementaria
Martínez, H. M. (2011). Ética con los clásicos. México, D.F., MX: Plaza y Valdés, S.A. de C.V. P.p. 49-51.