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Scere rea tence
Serer
de cultura Lat multiples aeepciones cel concepto de cultura
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‘onstante ente [as dicplinas anttopoldgicas por encontrar lo
‘especifco del ser humane en sociedad Esta oposcion
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os aportes pos een eat ates
asi come Horkheimer Adorno y Benjamin, ente otros Bolivar
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(UAUTANL UNA
9 HN NL26 LADIMENSION CULTURAL DELA VIDA SOCIAL
Lato be cuErURA EN
{La idea de cultura en el discurso moderno se construye en
torno a liconviceién inamovible pero contradictoria de que
hay una substancia “espivtual” vacia de contenidos 6 cuali-
dlades que, sin regir a vida humana nila plenitud abigaceada
de sus determinaciones, es sin embargo la prueba distintic
va de su *hamanidad’. Esta nocién inconsistent, segin Ia
coal la vaciedad aparece como garaneia de la plenitud, lo
abstracto como emblema de lo concreto, consi
cleo de la idea de culeura en el discurso moderno. Por esta
ra6n, a actividad que se afiema como puramente cultural,
como una actividad que persigue efectos culturales de mac
nera especial y auténama es comprendida como
verdad init (sem
fanatorio— dt
fide) inecesato incluso pro.
Ainwesenca deo humane: el epi, La ober esta de
gullo porque eatece su “humnanidad’y de incom,
Gidad —porque enciende el confit de su entfesion
mundo de eva moderna —inmensae Intrincada
maquinacia
través de cuya compleji
la técnica racional ha 9
yes propecinesnabreablsy 2
i impenable ese: humano de
(eas sn embargo, peebido por hom
desarroll :
en el
1 actividad, siempre coma un inmenso encan:
miento, como una realidad que descansara en un conju
fo, en una palabra migica, supuesta pero imprescindible,
innombrable pero determinante, Un conjuro que eaviera la
‘onsiscenciade un fantasma.y que habitara en su mecanismo,
LAIN
SION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL
aque fuera coextensive a su estructura @ al propio material
con el que estéhecho, un “ghost in the machine” (A, Koestle)
Una palabra magica o un fantasma sin el eual la maquina,
cen si misma perfects, carcceria de substancia
La inversin de la relacin
‘cuentra cl valor econdmico de ls cosas respect de su valor
acxplicar ls ininitas diferen
cias cualitativas del mundo de las cosas como una emanacién
les el generador de ese valor
econémico— no Hleva al hombre modemo a abandonar la
nocién de espircu como una capacidad meta-fsica 0 sobre:
nacural que acta directamente para ororgat realidad a las
dependencia
dde-uso—inversién que obliga
del sujeto humana, dado g
cosas y al mundo de la vida; lo leva mis bien a eatifcatla y
a re-encontrat esa capaciad en el ser humane, delegada en
definixivamenceen tanto que sujeto del proceso de trabajo
especialmente, en ranco que agente del know how racional
referida a la estructura técnica de este p
El discursa modemo reconace en calidad de “espiritu”
ala traduecidn mitifieada de algo que se percibe en Ia ex:
periencia radical o canstcusiva del nicl civilieatorio de la
‘modernidad, la experiencia de que lo Oso, vencido por el
hombre, se encuentra en proceso de cede a &te su potencia
ello que es el principal instru
y de incrementar en él a
‘mento de su propia deteota: la capacidad de lat
ional de incrementar explosivamente la productividad del
proceso de trabajo.
El téxmino culeura apatecié en la sociedad de la Roma
antigua com I tradcein del palabra riga ade: “rian
2a de losnifios eaduecién que, desussdamente, no respeta
del cado Ia etimologia de dicha palabra.® Desde entances
2 dq el comet de pain, lei por Wager ide, for
sacs del bore rio28 LA DIMENSION CULTURAL DELA VIDA SOCIAL
con extraa firmer sc
\cepto, enraizado en la nocién
‘ulcivo", ha mantenido invariable sa nucleo semancico. Se
caltvo de la bumanitas, de aquella que distingue al
ser humano de todas los dems sere; de una bumanitas conc
bid, primero, como la relacin de las comunidades greeoro-
‘manas con los dioses eutelares de su mundo; después, como
el conjunto de ls eostumbes, las
cs y fa sabidurta que se
generaron en ese mando, y, por dltimo, esta vez en general,
como la actividad de un espitcu (nous) metaisco eneatnade
cen fa vida humana, En un sentido para bien, yen otto para
imal, esta acepcién oceidentalisa y espiritalista que esti en
l micleo del concepto de cultura slo se ha visto cuestiona
dda en la segunda mitad del siglo xx gracias ala propagacién
{que ha tendo fa terminologia propia de ki a
pica funcionalista a través de los mass media
En la perspectva de! presente curso, resultan especialmente
aleccionadoras ls peripecias de exe micleo semntico del
login em-
‘ino “culeura” en la historia del discurso moderno relaadas
por Norbert Elias en su libro Sobre el proceso del civitizacin
Eleoncepro de cultura aparece alli sobte rode dentro del ope
lade “civilizacién’.
sicién que enfrenca la idea d
cule
La redefiniciin moderna del viejo término “cultura” co
menz6 a gestarse con una intencién neodldsica en el siglo
xvnt en Alemania, en contraposicién al sentido que el tée-
mino barroco civilization cenia en las cortes Fis
elesas. Aparece junco con la afirmacion de un
ii fiir seman, e concep de ii io, estumbre
moral, reigio~ que parece ob
renin, jel ‘edo de vie ele dlr com nous Cepist)
sera jsamente principio uel ela conga I eoherenet de
LA DIMENSION CULTURAL DE LA VIDA SOCIAL
dase
cence fa nobleza y la burguesfa, Estas dos clases habfan esta
blecido encre si determinadas rlaciones de compromiso, un
stasis qua que servia ala burguesia para implantar el modo:
produccién captalista mientras permit
ia intelectual, al amparo del conflicto empatado
surar y exagerar sus prvilegios. En medio de la coexistencia
pacifca entre elas, aparece esta capa intelectual, rep
‘ante de la fraccidn ms radical de la burguesia, y comienza
2 plantearse la distincién entre lo que seria propiamente una
cultura "viva", que ella exalt come lo mis expirituah y lo que
cslacultura muertao simplemente “cviizada”, que ella de-
nigra como una traicin al esprit,
Los intelectuales pequefioburgueses se atteven a “mirar
por encinia del hombzo", en el terreno del espiriu, a los
acstécratas, cuyo comportamicnta vacio y frivolo desdice
de la superiori
ad jerdequica que ostentan en lo social y lo
politico. Ilustrados, seguidores de los “philosephes”Franceses,
afirman que lo valioso, lo que corresponds a la verdadera
culcura, consiste en marchar con ef desarallo de faciencia,
com la comprensién efectiva de lo que encierran las formas
del universo, comprensién que capacitaal hombre para mo-
difcarls de
Para alguien como Kane, situado en fa linea que leva de la
Tustracién alemana (la Aufblirung) al Romanticism, ser “ci
vilizado” consiste en reducir la moralidad a in mes
cuerdo a sus necesidades
manejo
externa de los usos o las formas que rigen el buen compor-
tamiento en las cores de estila versalleco, con indiferencia
respecto del contenido ético que las pudo haber vis
tun tiempo; ser “culta”, en cambio, es poscer la capacidad de
«tear nuevas formas a patir de contenidos inéditos.
sca oposicin semsdncica original va a cambiar més ade
lante, a comienzos del siglo xix, en Alemania, El concepto
icado en