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Poética estructuralista

TZVETAN TODOROV

Traducción de
Ricardo Pochtar
Primera edición en esta colección: noviembre de 2004
© Editorial Losada
Viriato, 20 - 28010 Madrid, España
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Producido y distribuido por Editorial Losada, S. L.
Calleja de los Huevos, 1, 2° izda. - 33003 Oviedo
Impreso en España
Título original: QU'est-ce que le structuralisme? Poétique
© Éditions du Seuil, Paris, 1968
© Traducción: Ricardo Pochtar
© Introducción: Francois Wahl
Supervisor de la corrección: Javier Augusto Gómez Montero
Queda hecho el depósito qiíe marca la ley 11723
Marca y características gráficas registradas en el Instituto Nacional
de la Propiedad Industrial.
Depósito legal: B-42821-2004

ISBN 84-96375-11-0
Nota

El siguiente texto difiere bastante del


escrito en 1967, que figuraba con igual
título en el volumen colectivo ¿Qué es el
estructuralismo? Esto obedece a una doble
razón: actualmente el campo de la poética
ya no es lo que era hace seis años, y yo
mismo no siempre lo sigo enfocando de la
misma manera. Pero un texto totalmente
nuevo no podría integrarse ya a nuestro
proyecto inicial. Por consiguiente, he con-
servado la intención general y el marco de
la primera versión, así como ciertos análi-
sis y ejemplos, modificando sin embargo la
exposición cada vez que fue necesario para
dar cuenta del estado actual de la poética.

TZVETAN TODOROV
Mayo de 1973

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1
Definición de la poética

Para comprender qué es la poética hay que


partir de una imagen general y, por supues-
to, un poco simplificada, de los estudios
literarios. En consecuencia, no es necesario
describir las corrientes y las escuelas exis-
tentes; bastará con recordar cuáles son las
posiciones que se adoptan ante las diversas
elecciones fundamentales.
Ante todo, cabe distinguir dos actitudes.
Según la primera, el texto literario mismo
es un objeto de conocimiento suficiente; de
acuerdo con la segunda, cada texto parti-
cular es considerado como la manifesta-
ción de una estructura abstracta. (Dejo de
lado, pues, de entrada, los estudios acerca
de la biografía del autor, porque los consi-
dero no literarios; y lo mismo ocurre en el
caso de los escritos de estilo periodístico,
que no son "estudios"). Como se verá,
ambas opciones no son incompatibles;
puede decirse incluso que se ubican recí-
procamente en una relación de necesaria
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

complementariedad; sin embargo, según se comentario, la que a su vez es coextensiva


ponga el acento en una o en otra, es posi- a la historia de la humanidad.
ble distinguir claramente entre las dos ten- En efecto: interpretar una obra, literaria
dencias. o no, por sí misma y en sí misma, sin aban-
Digamos ante todo algunas palabras donarla ni por un instante, sin proyectarla
acerca de la primera actitud, aquella según fuera de sí misma, esto en cierto sentido es
la cual la obra literaria es el objeto último y imposible. O más bien: tal tarea es posible,
único: de aquí en adelante la llamaremos pero en ese caso la descripción es una mera
interpretación. La interpretación -denomi- repetición, palabra por palabra, de la obra
nada también a veces exégesis, comentario, misma. Se apega tanto a las formas de la
.explicación de texto, lectura, análisis o sim- obra que ambas sólo forman una unidad .
plemente crítica (esta enumeración no sig- Y, en cierto sentido, toda obra constituye
nifica que sea imposible distinguir o incluso de por sí la mejor descripción de sí misma.
contraponer algunos de estos términos)- se Lo que más se aproxima a esta descrip-
define, en el sentido que aquí le damos, por ción ideal pero invisible es la simple lectu-
aquello a lo que apunta, que consiste en ra, en la medida en que ésta no es más que
nombrar el sentido del texto examinado. una manifestación de la obra. Sin embargo
Este objetivo determina, de una sola vez, su el proceso de lectura no deja de implicar ya
ideal -que consiste en hacer hablar al texto ciertas consecuencias: dos lecturas de un
mismo; en otras palabras: se trata de la libro nunca son idénticas. Al leer se traza
fidelidad al objeto, al otro, y por consi- una escritura pasiva; se agrega y se supri-
guiente la desaparición del sujeto- y su me en el texto leído aquello que se quiere o
drama, que consiste en no poder alcanzar no encontrar en él; desde el momento en
nunca el sentido sino únicamente un senti- que existe un lector, la lectura ya no es
do, sometido a las contingencias históricas inmanente.
y psicológicas. Ideal y drama que serán ¿ Qué se dirá entonces acerca de esa
modulados a lo largo de toda la historia del escritura activa y ya no pasiva que es la crí-
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tica, sea ésta de inspiración científica o ese público no se engañaba acerca de ellas.
artística? ¿Cómo cabe escribir un texto Los hechos de significación -que constitu-
permaneciendo fiel a otro texto, conser- yen el objeto de la interpretación- no se
vándolo intacto? ¿Cómo es posible articu- prestan para la "descripción", si a esta
lar un discurso que sea inmanente a otro palabra se le quiere atribuir el sentido de lo
discurso? Por el hecho de que hay escritu- absoluto y de la objetividad. Así sucede en
ra y ya no sólo lectura, el crítico dice algo los estudios literarios: lo que se deja "des-
que la obra estudiada no dice, aun en el cribir" objetivamente -la cantidad de pala-
caso de que pretenda estar diciendo lo bras o de sílabas o de sonidos- no permite
mismo. Por el hecho de que escribe un deducir el sentido; y, recíprocamente, allí
nuevo libro, el crítico suprime aquél del donde se decide el sentido, la medida mate-
cual habla. rial resulta de poca utilidad.
Esto no significa que tal transgresión de Pero decir "todo es interpretación" no
la inmanencia no esté sujeta a gradaciones. significa "todas las interpretaciones son
Uno de los sueños del positivismo en las equivalentes". La lectura es un recorrido
ciencias del hombre es la distinción, la dentro del espacio del texto; recorrido que
oposición incluso, entre interpretación no se limita a la concatenación de las letras
-subjetiva, vulnerable, en última instancia de izquierda a derecha y de arriba a abajo
arbitraria- y descripción, actividad segura (éste es el'único recorrido no plural, por
y definitiva. Desde el siglo XIX, se formula- ello el texto no tiene un único sentido),
ron proyectos para una "crítica científica" sino que separa lo contiguo y reúne lo ale-
que, por haber expulsado toda "interpreta- jado, y constituye precisamente al texto
ción", ya sólo sería una pura "descrip- como espacio y no como linealidad. El
ción" de las obras. Apenas publicadas, famoso "círculo hermenéutica", que pos-
tales "descripciones definitivas" eran rápi- tula la copresencia necesaria del todo y de
damente olvidadas por el público, como si sus partes y precisamente anula con ello la
en nada difiriesen de la crítica anterior; y posibilidad de un comienzo absoluto, ates-

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tigua ya la pluralidad necesaria de las de leyes generales de las que ese texto par-
interpretaciones. Pero todos los "círculos" ticular es el producto.
no son equivalentes: permiten pasar por Dentro de esta segunda actitud, cabe
más o por menos puntos del espacio tex- distinguir muchas variedades, a primera
tual, obligan a omitir un número mayor o vista muy alejadas entre sí. En efecto:
menor de sus elementos. Y en la práctica encontramos aquí yuxtapuestos estudios
cada uno sabe que hay lecturas más fieles psicológicos o psicoanalíticos, sociológicos
que otras, aun cuando ninguna lo es por o etnológicos, pertenecientes a la filosofía
completo. La diferencia entre interpreta- o a la historia de las ideas. Todos ellos nie-
ción y descripción (del sentido) es una dife- gan el carácter autónomo de la obra litera-
rencia de grado, no de naturaleza; pero no ria y la consideran como la manifestación
por ello carece de utilidad dentro de una de leyes exteriores a ella y referentes a la
perspectiva pedagógica. psique o a la sociedad o, incluso, al "espí-
Si la interpretación era el término gené- ritu humano". El objetivo del estudio con-
rico para el primer tipo de análisis al que es siste entonces en transponer la obra al
sometido el texto literario, la segunda acti- dominio que se considera fundamental; se
tud anunciada más arriba se deja inscribir trata de un trabajo de desciframiento y de
dentro del marco general de la ciencia. Al traducción; la obra literaria es la expresión
emplear aquí esta palabra -por la cual el de "algo" y el objetivo del estudio consiste
"hombre medio literario" no demuestra en llegar a ese "algo" a través del código
mayor afecto- no quisiéramos referirnos poético. Según sea la naturaleza de ese
tanto al grado de precisión alcanzado por objeto que se intenta alcanzar, filosófica o
esa actividad (precisión necesariamente psicológica o sociológica o cualquier otra,
relativa) como a la perspectiva general que el estudio en cuestión habrá de inscribirse
el ana lista escoge: su objetivo ya no es la dentro de uno de estos tipos de discurso
descripción de la obra singular, la designa- (una de estas "ciencias"), cada una de las
ción de su sentido, sino el establecimiento cuales -por supuesto- tiene múltiples sub-
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divisiones. Tal actividad se asemeja a la bles. Esto hace que tal ciencia ya no se
ciencia en la medida en que su objeto ya no preocupe por la literatura real sino por la
es el hecho particular sino la ley (psicológi- literatura posible; en otras palabras: por
ca' sociológica, etc.) ilustrada por el hecho. aquella propiedad abstracta que constitu-
ye la singularidad del hecho literario, la
La poética viene a quebrar la simetría literariedad. El objetivo de este estudio
establecida así entre interpretación y cien- ya no consiste en articular una paráfrasis,
cia dentro del campo de los estudios lite- un resumen razonado de la obra concre-
ranos. ta, sino en proponer una teoría de la
Por oposición a la interpretación de estructura y del funcionamiento del dis-
obras particulares, no se propone nombrar curso literario, una teoría que presente
el sentido sino que apunta al conocimiento un cuadro de los posibles literarios, tal
de las leyes generales que presiden el naci- que las obras literarias existentes aparez-
miento de cada obra. Pero por oposición a can como casos particulares realizados.
ciencias como la psicología, la sociología, Entonces la obra resultará proyectada
etc., busca tales leyes dentro de la literatu- sobre algo distinto de sí misma, como en
ra misma. Por consiguiente, la poética es el caso de la crítica psicológica o socioló-
un enfoque de la literatura a la vez "abs- gica; sin embargo, ese algo distinto ya no
tracto" e "interno". será una estructura heterogénea sino la
El objeto de la poética no es la obra estructura del mismo discurso literario. El
literaria misma: lo que ella interroga son texto particular sólo será un ejemplo que
las propiedades de ese discurso particular permita describir las propiedades de la
que es el discurso literario. Entonces toda literatura.
obra sólo es considerada como la mani- ¿ Acaso el término "poética" es adecua-
festación de una estructura abstracta do para tal noción? Como se sabe, el senti-
mucho más general, de la cual ella es do de este último varió a lo largo de la
meramente una de las realizaciones posi- historia; pero basándose tanto sobre una
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURA LISTA

tradición antigua como sobre algunos formalistas rusos ya habían intentado resu-
ejemplos recientes -aunque aislados-, es citado. Por último, aparece en los escritos
posible utilizado sin temor. Valéry, que ya de Roman jakobson- para designar a la
sostenía la necesidad de tal actividad, le ciencia de la literatura.
había dado el mismo nombre: "El nombre Volvamos ahora a la relación entre la
de Poética nos parece que le cabe, enten- poética y los otros enfoques de la obra lite-
diendo esa palabra según su etimología, es raria que acabamos de evocar.
decir, como nombre de todo aquello que se La relación entre poética e interpreta-
relaciona con la creación o con la compo- ción es por excelencia la de complementa-
sición de obras de las cuales el lenguaje es riedad. Una reflexión teórica sobre la
al mismo tiempo la substancia y el medio, poética que no se nutra de observaciones
y no en el sentido restringido de colección sobre las obras existentes resulta ser estéril
de reglas o de preceptos relativos a la poe- e inoperante. Los lingüistas conocen muy
sía" l. La palabra Poética se referirá en este bien tal situación; y Benveniste declara con
texto a toda la literatura, sea o no versifi- razón que "la reflexión acerca del lenguaje
cada; incluso casi se tratará exclusivamen- sólo es fructífera cuando en principio se
te de obras en prosa. refiere a las lenguas reales". La interpreta-
También cabe recordar, en defensa de ción precede y sucede al mismo tiempo a la
este término, que la más célebre de las
Poéticas -la de Aristóteles- no era más que 2 Para que sea más fácil situar nuestra utilización del término,

una teoría relativa a las propiedades de indiquemos que se aproxima a la que Valéry describe más arriba,
aunque no a la de su curso sobre la poética (cf. Yggdrasill, 11, 1937-
ciertos tipos de discurso literario. Por lo 1938, IlI, 1938-1939); que tiene rasgos en común con la que de ese
demás, fuera de Francia el término es utili- término hace Jakobson, sobre todo en lo vinculado con su relación
con la ciencia en general y con la lingüística en particular, pero sin
zado frecuentemente en ese sentido, y los embargo se distingue por el hecho de que no abarca la descripción
de las obras concretas (cf. R. Jakobson, "Linguistique et poétique",
Essais de linguistique génerale, Minuit, París, 1963); y que coinci-
1 P. Valéry, "De l'enseignement de la poétique au Collége de de bastante con lo que Roland Barthes denominó la "ciencia de la
France", Variété v, Gallimard, París, 1945, p. 291. literatura" (Critique et Vérité, Seuil, París, 1966).

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poética: las nociones de ésta se forjan según su objeto: la literatura. Pero semejante afir-
las necesidades del análisis concreto, el cual mación va en contra de los principios ele-
por su parte sólo puede progresar utilizan- mentales de la investigación científica. La
do los instrumentos elaborados por la doc- unidad de la ciencia no se constituye a par-
trina. Ninguna de las dos actividades es tir de la unicidad de su objeto: no hay una
anterior con respecto a la otra: ambas son "ciencia de los cuerpos" aunque los cuer-
"secundarias". Tal interpenetración ínti- pos sean un objeto único, sino una física,
ma, que determina que el libro de crítica una química, una geometría. Y nadie exige
sea a menudo un vaivén incesante entre la que se otorguen iguales derechos dentro de
poética y la interpretación, no debe impe- una "ciencia de los cuerpos" a un "análisis
dir que distingamos netamente -en lo abs- químico", a un "análisis físico" y a un
tracto-los objetivos de cada una de ellas. "análisis geométrico". ¿Acaso es preciso
Por el contrario, entre la poética y las recordar una vez más ese lugar común
otras ciencias que pueden tomar a la obra según el cual el método es el que crea el
literaria como objeto, la relación es (al objeto, y el objeto de una ciencia no está
menos a primera vista) de incompatibili- dado en la naturaleza sino que representa el
dad. Lo es, por mucho que lo lamenten, resultado de una elaboración? Freud hizo
ciertamente, los eclécticos, que tanto abun- análisis de obras literarias: éstos pertenecen
dan entre los "literarios": éstos estarían no a la "ciencia de la literatura" sino al psi-
más bien dispuestos a admitir -con igual coanálisis. Las demás ciencias del hombre
benevolencia- un análisis de la literatura de pueden utilizar a la literatura como materia
inspiración lingüística, y luego otro de ins- para sus análisis; pero si estos últimos son
piración psicoanalítica, y luego un tercero buenos forman parte de la ciencia en cues-
basado sobre la sociología, y luego un cuar- tión, y no de un comentario literario difu-
to basado sobre la historia de las ideas. so. y si el análisis psicológico o sociológico
Según se nos dice, la unidad de todas estas de un texto no es considerado digno de for-
operaciones estaría dada por la unicidad de mar parte de la psicología o de la sociolo-

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

gía, es difícil comprender por qué debiera dieran continuamente, como si no se halla-
ser acogido automáticamente en el seno de ran íntimamente unidas en un esfuerzo
la "ciencia de la literatura". general de expresión. N o puedo imaginar
la composición de un libro encarnada en
La idea de una reflexión científica sobre una serie de bloques aislados; ni concebir,
la literatura choca de inmediato con tanta en una novela digna de mención, un pasaje
desconfianza que es necesario -antes de de descripción que no tenga intención
tratar los problemas de la poética- recor- narrativa, un pasaje de diálogo que no
dar algunos de los argumentos suscitados tenga intención descriptiva, una reflexión
contra esta reflexión misma. Al intentar cualquiera que no participe de la acción o
combatir tales argumentos, quizá pueda la una acción cuyo interés posea una razón
poética evitar con mayor o menor facilidad que no sea aquella, general y unívoca, que
ciertos peligros que se le señalan. explica el éxito de toda obra de arte: la de
Cada uno de esos argumentos fue emiti- poder servir como ilustración. La novela es
do múltiples veces; por consiguiente se un ser vivo, uno y continuo, como cual-
impone una elección entre las diferentes quier otro organismo, y pienso que se
formulaciones. He aquí una página extraí- advertirá que vive precisamente en la medi-
da del célebre artículo de Henry James, da en que en cada una de sus partes apare-
"The Art of Fiction": ce algo de todas las otras. El crítico que, a
"Existen todas las posibilidades de que partir de la textura cerrada de una obra
él [el novelista] adopte una actitud tal que terminada, pretenda trazar la geografía de
esta distinción caprichosa y literal entre sus unidades, se verá obligado a colocar
descripción y diálogo, descripción y acción, fronteras tan artificiales, me temo, como
le resulte desprovista de sentido y poco todas las que ha conocido la historia".
esclarecedora. A menudo la gente habla de Así acusa James al crítico que se per-
tales cosas como si existiese una neta dis- mite la utilización de nociones tales como
tinción entre ellas, como si no se confun- "descripción", "narración", "diálogo",

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

etc., de cometer simultáneamente dos fal- la novela con un organismo vivo, para
tas: 1. Creer que tales unidades abstractas medir los límites de su alcance: en todo
pueden existir en estado puro dentro de "pedazo" de nuestro cuerpo hayal mismo
una obra. 2. Atreverse a utilizar nociones tiempo sangre, músculos, linfa y nervios:
abstractas que fragmentan ese objeto ello no nos impide disponer de todos esos
intangible (ese "ser vivo") que es la obra términos y utilizarlos sin que nadie protes-
de arte. te. También suele decirse: no hay enferme-
La perspectiva dentro de la cual se colo- dades, sino enfermos; felizmente para
ca la poética hace que el primer reproche nosotros, la medicina no siguió ese precep-
pierda toda su fuerza: precisamente, la poé- to. ¿Pero a quién correríamos el riesgo de
tica sitúa esas nociones abstractas no en la matar si defendiésemos posiciones absur-
obra particular, sino en el discurso literario; das en el terreno de los estudios literarios?
afirma que sólo pueden existir allí, mien- Más aun: nadie, y menos que cualquier
tras que en la obra siempre nos encontra- otro Henry J ames, ·puede evitar el empleo
mos con una manifestación más o menos de términos descriptivos y, por consiguien-
"mixta"; la poética no se ocupa de talo te, de una teoría sobre la cual se basan
cual fragmento de una obra, sino de aque- éstos; simplemente esa teoría puede quedar
llas estructuras abstractas que denomina implícita o bien se la puede discutir explí-
"descripción" o "acción" o "narración". citamente. -
El segundo argumento es el más impor-
tante y por lo demás es con mucho el más La pertenencia de este ensayo a un con-
frecuente. Aún en la actualidad pesa sobre junto dedicado al estructuralismo suscita
la obra de arte un noli me tangere. Tal una nueva pregunta: ¿cuál es la relación
rechazo del pensamiento abstracto no de este último con la poética? La dificul-
carece de cierta fascinación. Sin embargo, tad de la respuesta es directamente pro-
a J ames le hubiese bastado con extender porcional a la polisemia del término
más allá su comparación -ya ambigua- de "estructuralismo" .

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURA LISTA

Si se toma esta palabra en su acepción to a la metodología general de la actividad


amplia, toda poética -y no sólo tal o cual científica; ha sido una escuela (más o
de sus versiones- es estructural: porque el menos frecuentada) de rigor de pensamien-
objeto de la poética no es el conjunto de to, de método de argumentación, de proto-
los hechos empíricos (las obras literarias) colo de las operaciones. Nada más natural
sino una estructura abstracta (la literatu- en el caso de dos disciplinas que son el
ra). Pero entonces la introducción de un resultado de la transformación de un
punto de vista científico en un dominio mismo dominio: la filología. Pero también
cualquiera ya es siempre estructural. se concederá que tal relación es puramente
Si, en cambio, se designa mediante ese existencial y contingente: en circunstancias
vocablo un cuerpo de hipótesis restringido, diferentes cualquier otra disciplina científi-
históricamente fechado -que reduce ellen- ca hubiese podido desempeñar el mismo
guaje a un sistema de comunicación o con- papel metodológico. Hay otro ámbito, sin
vierte los hechos sociales en productos de embargo, donde por el contrario esa rela-
un código-, la poética tal como es presen- ción se hace necesaria: sucede que la litera-
tada aquí no tiene nada particularmente tura es, en el sentido más fuerte, un
estructural. Cabría incluso decir que el producto del lenguaje (Mallarmé decía:
hecho literario y, por consiguiente, el dis- "El libro, expansión total de la letras ... ").
curso que se hace cargo de él (la poética), Todo conocimiento del lenguaje tendrá,
por su misma existencia, constituyen una por esa razón, un interés para el poetista.
objeción a ciertas concepciones instrumen- Pero, así formulada, la relación no une
talistas del lenguaje que fueron formuladas tanto a la poética con la lingüística, como
en los comienzos del "estructuralismo". a la literatura con el lenguaje: por consi-
Esto nos lleva a precisar las relaciones guiente, a la poética con todas las ciencias
entre poética y lingüística. La lingüística ha del lenguaje. Ahora bien, así como la poé-
desempeñado -para muchos de los "poe- tica no es la única que toma como objeto a
tistas"- el papel de mediadora con respec- la literatura, la lingüística (al menos tal

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

como actualmente existe) tampoco es la específico y de lo singular. Hemos visto que


única ciencia del lenguaje. Su objeto está las dos operaciones son necesariamente
constituido por un cierto tipo de estructu- complementarias, y que toda jerarquiza-
ras lingüística s (fonológicas, gramaticales, ción está vedada; sin embargo, si ahora
semánticas), con exclusión de otras, que se ponemos el acento sobre la poética, lo
estudiarán en antropología, en psicoanáli- hacemos por razones puramente estratégi-
sis o en "filosofía del lenguaje" . Por consi- cas: ¡por un Lessing que describe las leyes
guiente, la poética podrá encontrar ayuda de la fábula, cuántos exégeta s que nos
en cada una de esas ciencias, en la medida explican el sentido de talo cual fábula! La
en que el lenguaje forme parte de su obje- historia de los estudios literarios se caracte-
to. Sus parientes más cercanas serán las riza por un desequilibrio masivo en benefi-
otras disciplinas que tratan del discurso y cio de la interpretación: a ese desequilibrio
el conjunto formará el campo de la retóri- hay que combatido, y no al principio de la
ca, entendida en el sentido más amplio interpretación.
como ciencia general de los discursos. En estos últimos años ha aparecido un
En este sentido participa la poética del peligro simétrico e inverso, peligro de
proyecto semiótica general, que unifica sobre-teorización: dentro de un movimien-
todas las investigaciones cuyo punto de to que por su parte se solidariza con los
partida es el signo. principios de la poética pero que "quema
La poética definirá necesariamente su las etapas", se proponen versiones cada vez
trayecto entre dos extremos: lo muy parti- más formalizadas de la poética, en un dis-
cular y lo demasiado general. Sobre ella curso que ya sólo se tiene como objeto a sí
pesa una tradición milenaria que, a través mismo. Esto entraña olvidar hasta qué
de muy variados razonamientos, conduce punto nuestro conocimiento más inmediato
siempre al mismo resultado: es necesario del hecho literario es débil, hasta qué punto
abandonar toda reflexión abstracta, es nuestras observaciones siguen siendo
necesario atenerse a la descripción de lo incompletas y groseras, hasta qué punto los

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hechos que manejamos son parciales. Esta II


situación hace que optemos aquí por la teo- El análisis del texto literario
ría antes que por la metodología; nuestro
objeto será el discurso de la literatura, pre-
firiéndolo en lugar del de la poética; y antes
de formalizar trataremos de conceptualizar. l. Introducción. El aspecto
Haremos propia esta reflexión reciente de semántica
un sociólogo norteamericano enfrentado
con una situación análoga: "Ante un domi- Se lee un libro. Se desea hablar de él. ¿Qué
nio fundamental del comportamiento, pre- tipo de hechos cabe observar, qué clase de
fiero el enfoque vagamente especulativo y cuestiones se habrán de suscitar? La varie-
no la ceguera rigurosa". dad de los hechos y de los problemas pare-
Por el momento, la poética sólo se ce tal a primera vista, que se duda de la
encuentra en sus comienzos; y presenta existencia de cualquier tipo de orden. Pero
todos los defectos característicos de ese no finjamos inocencia: el discurso acerca
estadio. La segmentación del hecho litera- de la literatura es congénito a la literatura
rio que encontramos en ella todavía es misma, y no se trata tanto de inventar un
grosera e inadecuada: se trata de primeras orden como de escoger entre las numerosas
aproximaciones, simplificaciones excesi- posibilidades que se nos ofrecen; escoger
vas y sin embargo necesarias. Además, la de la manera menos arbitraria posible.
siguiente exposición sólo presenta una Ante todo, dividiremos los innumerables
parte de las investigaciones que en buena juegos de relaciones que se observan en el
ley cabe inscribir dentro del marco de la texto literario en dos grandes grupos: rela-
poética. Deseamos que no se interprete la ciones entre elementos copresentes, in prae-
torpeza de estos primeros pasos en una sentia; relaciones entre elementos presentes y
nueva dirección como la prueba de que tal ausentes, in absentia. Estas relaciones difie-
dirección es errónea. ren tanto en naturaleza como en función.

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POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Como toda división muy general ésta no salidad (no de una evocación); en síntesis, la
puede ser considerada absoluta. Existen palabra, la acción, el personaje no signifi-
elementos ausentes del texto que se encuen- can ni simbolizan aquellas otras palabras,
tran tan presentes en la memoria colectiva acciones, personajes, sino que lo fundamen-
de los lectores de una determinada época, tal es el hecho de que se yuxtaponen a ellos.
que prácticamente nos enfrentamos en el Esta oposición ha recibido muy variados
caso de ellos con una relación in praesen- nombres: en lingüística se habla de rela-
tia. Inversamente, segmentos de un libro ciones sintagmáticas (in praesentia) y
suficientemente extenso pueden encontrar- paradigmáticas (in absentia) o incluso, más
se a tal distancia el uno del otro que su generalmente, de un aspecto sintáctico y de
relación no difiere de una relación in un aspecto semántica del lenguaje.
absentia. Sin embargo, esta oposición nos Sin embargo, la literatura no es un siste-
permitirá una primera clasificación de los ma simbólico "primario" (como, por ejem-
elementos constitutivos de la obra literaria. plo, la pintura puede serio; o como, en
¿A qué corresponde tal oposición en cierto sentido, lo es la lengua) sino "secun-
nuestra experiencia como lectores? Las rela- dario": utiliza como materia prima un siste-
ciones in absentia son relaciones de sentido ma ya existente, el lenguaje. Esta diferencia
y de simbolización. Tal significante "signifi- entre sistema lingüístico y sistema literario
ca" tal significado, tal hecho evoca otro, tal no se observa uniformemente en todo
episodio simboliza una idea, tal otro ilustra ejemplo de literatura: tiene su mínima
una psicología. Las relaciones in praesentia expresión en los escritos de tipo "lírico" o
son relaciones de configuración, de cons- de sabiduría, donde las frases del texto se
trucción. Aquí los hechos se concatenan organizan directamente entre sí; y su máxi-
entre sí, los personajes forman entre sí antí- ma expresión la tiene en el texto de ficción,
tesis y gradaciones (no simbolizaciones), las donde las acciones y los personajes evoca-
palabras se combinan dentro de una rela- dos forman por su parte una configuración
ción significante, por la fuerza de una cau- relativamente independiente de las frases

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

concretas que nos la hacen conocer. tales coincidencias ocultan a veces diferen-
Subsiste el hecho de que, por más leve que cias profundas, y sólo se podrá juzgar acer-
sea, la diferencia siempre está; resultado de ca del contenido de los términos aquí
ello es la existencia de una tercera serie de propuestos una vez que se haya cumplido
problemas, vinculados con la representa- con su descripción.
ción verbal del sistema de la ficción (que, Los tres aspectos del texto literario son
en última instancia, podemos imaginar conocidos de manera muy desigual; inclu-
representado por otro medio, como el so podrían caracterizarse los diferentes
filme); esto nos obliga a tomar en conside- períodos de la historia de la poética según
ración el aspecto verbal del texto literario. que la atención de los especialistas haya
De esta manera, podemos agrupar en estado referida preferentemente a talo cual
tres secciones los problemas del análisis aspecto de la obra.
literario, ya sea que se refieran al aspecto El aspecto sintáctico (lo que Aristóteles
verbal, sintáctico o semántica del texto. denominaba, en el caso de la tragedia, las
Esta subdivisión -si bien con diferentes "partes de la extensión") fue el más descui-
nombres y formulada, en los detalles, de dado, hasta que en los años veinte de este
acuerdo con variados puntos de vista- está siglo los formalistas rusos lo sometieron a
presente desde hace mucho tiempo en nues- un examen riguroso; a partir de entonces
tro dominio. Así es como la antigua retóri- fue el centro de la atención de los investiga-
ca dividía su campo en elocutio (verbal), dores, particularmente de aquellos inscritos
dispositio (sintáctica) e inventio (semánti- dentro de la tendencia "estructural".
ca); así es como los formalistas rusos divi- El aspecto verbal de la literatura fue
dían el campo de los estudios literarios en objeto de atención para numerosas tenden-
estilística, composición y temática; así es cias críticas recientes: se estudió el "estilo"
también como en la teoría lingüística con- dentro del marco de la estilística; las
temporánea se distingue entre la fonología, "modalidades" de la narración, dentro del
la sintaxis y la semántica. Sin embargo, de las investigaciones morfológicas, en

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Alemania; los "puntos de vista", dentro de razones de ello es la circunstancia de que


la tradición de Henry James, en Inglaterra hechos muy diferentes -aunque vincula-
y en Estados Unidos. dos todos con lo "semántico"- resultaron
En el caso de lo que aquí llamamos el agrupados. Por consiguiente, nuestra tarea
aspecto semántico del texto la situación es consistirá ante todo en colocar los proble-
un poco diferente. En cierto sentido, todas mas en serie (antes que en resolverlos).
las interpretaciones lo colocan en primer En primer lugar, sería preciso -siguiendo
plano, y por consiguiente es el más abun- en esto a la lingüística contemporánea-
dantemente tratado. Pero casi nunca lo es distinguir dos tipos de preguntas semánti-
dentro de la perspectiva de la poética: el cas: formales y sustanciales; es decir:
interés se refiere al sentido de determinada ¿cómo significa un texto? y ¿qué significa?
obra en particular y no a las condiciones La primera pregunta se ubica en el cen-
generales del nacimiento del sentido. tro de la atención de la semántica lingüís-
Dentro del marco de esta exposición, no tica. Ocurre sin embargo que el enfoque
podemos transformar tal situación; para lingüístico sufre de dos limitaciones: por
ello sería preciso inventar, cuando nuestra una parte, se atiene a la mera "significa-
ambición sólo se limita a presentar y a sis- ción", en el sentido estricto, dejando de
tematizar. Pero para evitar un desequilibrio lado todos los problemas de connotación,
demasiado grande, dado que los capítulos de uso lúdico del lenguaje, de metaforiza-
ulteriores estarán dedicados a la descrip- ción; por otra parte, prácticamente no se
ción de los aspectos sintáctico y verbal, en va más allá de los límites de la frase, uni-
las páginas siguientes trataremos de pre- dad lingüística fundamental. Ahora bien,
sentar brevemente la problemática semán- estos dos aspectos de la semántica formal
tica del texto literario. -los sentidos "secundarios" y la organiza-
ción significante del "discurso"- son par-
Si la teoría semántica literaria por el ticularmente pertinentes para el análisis
momento ha quedado detenida, una de las literario; y desde hace mucho tiempo han


TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

atraído la atención de los especialistas. relativamente mejor es la variedad abstracta


¿Qué sabemos de ellos en la actualidad? de las relaciones que se establecen entre
El estudio de los sentidos diferentes del ambos sentidos: la retórica clásica las deno-
sentido "propio" formaba parte tradicio- minaba sinécdoque, metáfora, metonimia,
nalmente de la retórica; más exactamente, antifrasis, hipérbole, litote; la retórica
constituía el capítulo de los tropos. En la moderna quiso interpretar tales relaciones
actualidad ya no se mantiene la oposición en términos lógicos de inclusión, exclusión,
entre el sentido propio y derivado, oposi- intersección, etcétera+,
ción de origen histórico o normativo; pero En lo referente a las propiedades simbóli-
se distingue entre el proceso de significación cas de segmentos superiores a la frase, es
(en el que un significante evoca un significa- necesario saber si el simbolismo es o no
do) y el de simbolización, en el que un pri- intratextual. En el primer caso, una parte del
mer significado simboliza un segundo; la texto designa a través de sí a otra: un perso-
significación está dada en el vocabulario (en naje será "caracterizado" por sus acciones o
los paradigmas de las palabras), la simboli- por detalles descriptivos, una reflexión abs-
zación se produce en el enunciado (en el sin- tracta será "ilustrada" por el conjunto de la
tagma). La interacción que se opera entre el intriga (en cierto sentido, la primera frase de
primer sentido y el segundo (a veces deno- Ana Karenina contiene en forma condensa-
minados, siguiendo a 1. A. Richards, "vehí- da el restodel libro). En el segundo caso se
culo" y "tenor") no es una mera sustitución trata de la exégesis en el sentido corriente, es
ni una predicación, sino una relación espe- decir, del paso entre el texto literario y el
cífica cuyas modalidades apenas han texto crítico (corrientemente el acto global
comenzado a estudiarse". Lo que se conoce
4 Entre las numerosas reimerpretaciones modernas de la matriz
3 El pionero en este campo fue W. Empson, The Structure of trópica, la más completa es la de Jacques Dubois et al., Rhétorique
Complex Words, Chatto & Windus, Londres, 1950. La parte teó- générale, Larousse, París, 1970, particularmente pp. 91-122. Para
rica de su investigación se tradujo al francés con el título una perspectiva gramatical acerca de los tropos, cf Christine
"Assertions dans les mots", Poétique, 6, 1971, pp. 239-270. Brooke-Rose, A Grammar of Metaphor, Londres, 1958.

53
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

de interpretación se reduce a esto): la exége- Ante todo, cabe preguntar en qué medi-
sis misma estará circunscrita por diversas da el texto literario describe el mundo (su
hermenéuticas o reglas abstractas que rigen referente); en otros términos, cabe plante-
su funcionamiento. La más elaborada de ar el problema de su verdad; decir que el
éstas -en la tradición occidental- es la que se texto literario se refiere a una realidad,
formó en torno de la lectura de la Biblia. Las que esta realidad constituye su referente,
hermenéuticas no siempre se preocupan implica en efecto instaurar una relación
por describir sus procedimientos; es posible de verdad y arrogarse la capacidad de
que en ese nivel transfrásico se descubran someter el discurso literario a la prueba
también las mismas categorías trópicas, los de la verdad, la capacidad de decir acerca
mismos problemas de interacción de los sen- de él que es verdadero o falso. Ahora bien,
tidos (la alegoría era figura antes de ser acerca de este punto se puede observar
género); pero sólo poseemos aún conoci- una convergencia y una oposición bastan-
mientos parciales en lo que se refiere a la te curiosa entre los lógicos, especialistas
estructura simbólica de los discursos>, en los problemas que plantea la relación
de verdad, y los primeros teóricos de la
La segunda gran pregunta, aquella que novela. Estos últimos acostumbraban
define la semántica sustancial, es: ¿qué se oponer la ciencia histórica y la novela, o
significa?; también aquí es importante los demás géneros literarios, para afirmar
separar problemas frecuentemente trata- que si bien la primera debía ser siempre
dos en conjunto. verdadera, la segunda podía ser incluso
totalmente falsa. Así Pierre-Daniel Huet
5 R. M. Browne trató de extender la teoría de los tropos a la escribía en su Traité de l'origine des
estructura del discurso, cf. "Typologie des signes litréraires",
Poétique, 7, 1971, pp. 334-353. No tiene sentido que intentemos romans que las novelas "pueden incluso
brindar una bibliografía acerca de la "interpretación"; cabe forjar- ser totalmente falsas, tanto globalmente
se una idea acerca de la variedad de los enfoques críticos en este
terreno, consultando los dos números especiales de la revista New como en detalle". A partir de esto sólo
Literary History: III (1972), 2 Y IV (1973), 2. basta dar un paso para advertir la seme-

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

janza entre las novelas y las mentiras, la su exacta contrapartida. Semejante perspec-
palabra fingida; el mismo Huet considera tiva es perfectamente legítima pero nos lleva
que el origen de la novela se ubica en los fuera de la poética; al poner a la literatura
árabes, que serían una raza particularmen- en el mismo plano que cualquier otro docu-
te dotada para la mentira ... mento, se renuncia evidentemente a consi-
La lógica moderna (al menos a partir de derar aquello que la califica como literatura.
Frege) ha revertido en cierto sentido ese Este problema de la relación entre lite-
juicio: la literatura no es una palabra que ratura y hechos extraliterarios fue frecuen-
puede o debe ser falsa, por oposición a la temente confundido -bajo el nombre de
palabra de las ciencias, es una palabra que, "realismo"- con otro, que se refiere a la
precisamente, no se deja someter a la prue- conformidad del texto particular con res-
ba de la verdad; no es ni verdadera ni falsa. pecto a una norma textual externa a él;
Plantear tal pregunta carece de sentido: esta conformidad produce la ilusión del
esto define su estatuto mismo de "ficción". realismo y determina que califiquemos a
Lógicamente hablando, pues, ninguna tal texto de verosímil.
frase del texto literario es verdadera o falsa. Si se estudian las discusiones que nos legó
Esto no impide en absoluto que la obra el pasado, advertimos que la obra es juzgada
entera posea una cierta capacidad descripti- como verosímil en relación con dos grandes
va: con muy variados grados, las novelas tipos de normas. El primero es lo que se
evocan "la vida" tal como ésta se desarrolló denomina las reglas del género: para que
efectivamente. Por consiguiente, cuando se una obra pueda ser juzgada como verosímil
estudia una sociedad, es posible utilizar, es preciso que se adecue a tales reglas. En
entre otros documentos, textos literarios. determinadas épocas, una comedia sólo es
Pero la ausencia de una rigurosa relación de juzgada como verosímil si en el último acto
verdad debe al mismo tiempo tornarnos los personajes descubren un grado cercano
extremadamente prudentes: el texto puede de parentesco entre sí. Una novela sentimen-
tanto "reflejar" la vida social como asumir tal será verosímil si el desenlace consiste en

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

el casamiento del héroe con la heroína, si la ductible. Cuando nos colocamos desde el
virtud es recompensada y el vicio castigado. punto de vista de la historia, encontramos
Lo verosímil, tomado en este sentido, desig- algo distinto: la sucesiva diversidad de las
na la relación de la obra con el discurso reglas del género. La opinión común es un
literario; más exactamente, con ciertas sub- único género, que pretende sub sumir a
divisiones de éste que forman un género. todos los demás; por el contrario, los géne-
Pero existe una verosimilitud distinta, ros propiamente dichos admiten la diversi-
que a menudo también se la considera dad y la coexistencia.
como una relación con la realidad. Sin Es útil confrontar, dentro de esta pers-
embargo, ya Aristóteles había dicho clara- pectiva, la doctrina del clasicismo con la del
mente que la verosimilitud no es una rela- naturalismo del siglo XIX. Por una parte, la
ción entre el discurso y su referente poética clásica se refiere explícitamente a las
(relación de verdad), sino entre el discurso reglas de género sin pretender que la con-
y aquello que los lectores creen que es ver- formidad con ellas se identifique con la ver-
dad. Por consiguiente, aquí la relación se dad. El poeta "debe más bien transformar
establece entre la obra y un discurso difuso [la verdad] entera -escribe Chapelain- para
que pertenece en parte a cada uno de los dejarle algo que sea incompatible con las
individuos de una sociedad, pero cuya pro- reglas de su arte". Por otra parte, los teóri-
piedad ninguno puede reclamar; en otras cos del clasicismo están dispuestos a admitir
palabras, pertenece a la opinión común. la existencia de numerosos géneros y, por
Esta última evidentemente no es la "reali- consiguiente, de numerosas verosimilitudes.
dad", sino sólo un tercer discurso, indepen- Los diferentes medios de que dispone el
diente de la obra. Por consiguiente, la poeta pueden contribuir todos a la verosi-
opinión común funciona como una regla de militud, pero dentro de diferentes géneros.
género que se referiría a todos los géneros. Ya en el Arte poética, Horacio escribe que el
La oposición entre estos dos tipos de yambo conviene a la sátira, el "dístico al
verosimilitud sólo a primera vista es irre- verso de longitud desigual", a la queja y al

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

agradecimiento, etc. En cuanto a la opinión una verdadera tipología, es una condición


común, ésta posee derechos diferentes en los necesaria para el conocimiento del texto",
diferentes géneros: el poema "aunque siem- Por último, lo que podríamos denomi-
pre verosímil" -dirá Huet-lo es menos que nar la hipótesis de una temática literaria
la novela. En otras palabras: la ley de cier- general pertenece a un tercer campo. Desde
tos géneros coincide con la opinión común; hace mucho tiempo ha surgido la pregunta
pero ésta no tiene derechos absolutos. acerca de la posibilidad de presentar los
La doctrina del naturalismo se sitúa en el temas de la literatura no como una serie
polo opuesto. Los naturalistas no admiten abierta y desordenada sino como un con-
que se refieren a reglas de género; sus escri- junto estructurado. Por el momento, la
tos tienen que ser verdaderos, y no verosí- mayoría de tales tentativas toman como
miles. De hecho, esto significa que la única punto de partida una organización exterior
regla que admiten es la de la opinión común. a la literatura: los ciclos de la naturaleza o
La consecuencia directa de este principio es la estructura de la psique humana, etc.;
la reducción de todos los géneros a uno solo; cabe preguntarse si no sería preferible fun-
si las reglas de un género contradicen tal dar esa hipótesis dentro del lenguaje y de la
verosimilitud, se suprime el género; en la literatura. Subsiste el hecho de que la exis-
doctrina del naturalismo no hay sitio para tencia misma de tal temática general está
el poema. Así, hablando de la poesía, el rea- lejos de haber sidoprobada".
lista ruso Saltykov Chtchedrin dice: "No
entiendo por qué hay que caminar por una 6 Acerca del problema del realismo, cf, "Le discours réaliste",
Poétique, 16, 1973.
cuerda y además ponerse en cuclillas cada 7 He aquí, a título de muestra, algunos libros recientes que explo-
tres pasos". A partir de esta comparación ran esta hipótesis: N. Frye, Anatomy of Criticism, Atheneum,
Nueva York, 1967 (1.' ed., 1957; la traducción francesa de esta
cabe concluir que, al menos en teoría, el obra es inutilizable); G. Durand, Les struetures anthropologiques de
naturalismo rechaza la variedad de los dis- l'imaginaire, Bordas, París, 1969 (1. ed., 1960); R. Girard,
3

Mensonge romantique et vérité romanesque, Grasset, París, 1961;


cursos; ahora bien, el reconocimiento de A. J. Greimas, Sémantique strueturale, Larousse, París, 1966; T.
esta última, y la elaboración subsiguiente de Todorov, Introduetion a la littérature fantastique, Seuil, París, 1970.

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

2. Registros del habla caremos a poner en evidencia sólo algunas


categorías, cuya presencia o ausencia crea
"La obra literaria está hecha con pala- un registro de la lengua. Por lo demás,
bras", diría con gusto actualmente un críti- debe agregarse inmediatamente que nunca
co que tratase de reconocer la importancia se trata de presencia y ausencia absolutas,
del lenguaje en literatura. Pero, como cual- sino de predominios cuantitativos (que,
quier otro enunciado lingüístico, la obra por otra parte, apenas estamos en condi-
literaria no está hecha con palabras: está ciones de medir: ¿cuántas metáforas debe
hecha con frases y estas frases pertenecen a haber por página para calificar a un estilo
diferentes registros del habla (a esta noción de "metafórico"?). No se trata de verdade-
se aproximan ciertos usos de la palabra ras oposiciones sino de características gra-
"estilo"). Nuestra primera tarea consistirá duadas y continuas.
en describirlos porque es necesario comen-
zar viendo cuáles son los medios lingüísti- I. Una primera categoría muy evidente,
cos de que dispone el escritor y es preciso que permite caracterizar un registro, es lo
conocer cuáles son las propiedades del que, en el uso cotidiano, denominamos la
habla antes de su integración dentro de la naturaleza "concreta" o "abstracta" del dis-
obra. Este estudio preliminar relativo a las curso. En uno de los extremos de este conti-
propiedades lingüística s de los materiales nuum se encuentran las oraciones en las que
preliterarios es necesario para el conoci- el sujeto designa un ser singular, material y
miento del discurso literario mismo, estu- discontinuo; en el otro, las reflexiones
dio que abordaremos a continuación: esto "generales" que enuncian una "verdad"
es tanto más cierto por cuanto entre ambos fuera de toda referencia espacial y temporal.
no existe una frontera infranqueable. Entre ambos extremos, se sitúa una infini-
Aquí no intentaremos resumir en pocas dad de casos intermedios, según que el obje-
palabras los trabajos ya numerosos que se to evocado sea más o menos abstracto. El
refieren a "los estilos"; más bien nos dedi- lector reacciona siempre intuitivamente ante
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

esta propiedad del discurso, valorizándola aquello que se deja describir como tal. La
de manera diferente: por ejemplo, la novela figura no es más que una particular dispo-
realista se especializa en la presentación de sición de palabras, que sabemos nombrar y
detalles materiales (todos recuerdan las describir. Si las relaciones entre dos pala-
uñas de León en Madame Bovary, o el bras son de identidad, hay figura: es la
brazo de Ana Karenina); en cambio, la repetición. Si tales relaciones son de oposi-
novela romántica privilegia el "análisis", los ción, también hay figura: la antítesis. Si
vuelos líricos, las reflexiones abstractas (por una palabra denota una cantidad más o
lo demás, también son perfectamente posi- menos grande que la que denota la otra,
bles todas las mezclas entre ambas). también se hablará de figura: será la gra-
dación. Pero si la relación entre ambas
II. Una segunda categoría, también noto- palabras no admite ser denominada por
ria aunque más problemática, está deter- ninguno de esos términos, si sigue siendo
minada por la presencia de figuras diferente, entonces declararemos que tal
retóricas (relaciones in praesentia que discurso no es figurado, hasta que algún
deben ser distinguidas de los tropos, rela- día un nuevo retórico nos enseñe cómo
ciones in absentia): se trata del grado de describir esa relación imperceptible".
figuralidad del discurso. Pero, ¿qué es una Por consiguiente, toda relación entre
figura? Si bien numerosas teorías buscaron dos (o más? palabras copresentes puede
un denominador común a todas las figu- convertirse en figura; pero tal virtualidad
ras, casi siempre se vieron obligadas a sólo se realiza a partir del momento en que
excluir ciertas figuras de su campo para el receptor del discurso percibe la figura
poder explicar las restantes mediante la (porque ésta no es más que el discurso per-
definición propuesta. De hecho, tal defini- cibido como tal). Esta percepción quedará
ción no debiera ser buscada en la relación
de la figura con algo distinto de sí misma, 8 Cf. nuestro estudio "Tropes et Figures", en T. Todorov,
sino en su propia existencia; es figura Littérature et Signification, Larousse, París, 1967.
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

asegurada ya sea por el recurso de esque- La teoría de las figuras constituía uno de
mas que están netamente presentes en los capítulos fundamentales de la antigua
nuestro espíritu (de aquí la frecuencia de retórica. Bajo el impulso de la lingüística
las figuras basadas sobre la repetición, la contemporánea, se ha intentado en varias
simetría, la oposición), ya sea por una oportunidades dotar de una base más
insistencia particular en poner en evidencia coherente al rico pero desordenado catálo-
ciertas relaciones verbales: Jakobson pudo go que ese pasado nos legara. Una de las
de este modo identificar un gran número teorías más populares acerca de las figuras
de "figuras gramaticales" ignoradas hasta (que, por otra parte, se remonta por lo
entonces, basándose sobre un análisis menos a Quintiliano) quiso ver en ellas la
exhaustivo del tejido lingüístico de tal o infracción a una cualquiera de las reglas
cual poema particular. lingüística s (teoría de la desviación). Por
Lo contrario de la figura, la transparen- ejemplo, ésta es la vía explorada por Jean
cia -la invisibilidad del lenguaje- sólo exis- Cohen en su libro sobre la Structure du
te como un límite (al que probablemente langage poétique",
nos acercamos más en el caso de un dis- Tal definición permite describir de
curso puramente utilitario, funcional); manera más precisa ciertas figuras; pero
límite que es necesario pensar pero al que choca con graves objeciones cuando se la
no cabe tratar de aprehender en estado desea extender al conjunto.
puro. De nada vale considerar a las pala-
bras como la mera vestimenta de un cuer- 111. Otra categoría que permite identificar
po ideal: Peirce nos dice que "esa diferentes "registros" en el seno del len-
vestimenta jamás puede ser quitada del
9 Flammarion, París, 1966. Otras versiones de esta teoría se
todo, sino solamente cambiada por otra encontrarán en S. Levin, "Deviation-Statistical and Determínate-
más diáfana". El lenguaje no puede desa- in Poetic Language", en Lingua, 1963, pp. 276-290; J. Dubois et
al., Rhétorique générale, op, cit. Ver también el tratado clásico de
parecer completamente convirtiéndose en las figuras: P. Fontanier, Les figures du discours, Flammarion,
un puro mediador de la significación. París, 1968.

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

guaje está dada por la presencia o la Tomemos un ejemplo conocido: la his-


ausencia de referencias a un discurso ante- toria de la rodilla herida en Tristram
rior. Podríamos denominar monovalente al Shandy (VIII, 20), retornada en Jacques el
discurso (que también sólo cabe pensar Fatalista. Por cierto, en este caso no se
como límite) que no evocase de ningún trata de un plagio sino de un diálogo. Hay
modo "maneras de hablar" anteriores; y muchos detalles cambiados, de manera tal
polivalente, a aquel que sí lo hace de mane- que el texto de Diderot -si bien se aproxi-
ra más o menos explícita. ma mucho al de Sterne- sólo resulta com-
La historia literaria clásica ha tratado prensible cuando se tiene en cuenta la
con cierta dosis de sospecha a este segun- distancia entre ambos. Así, a Jacques le
do tipo de escritura. La única forma auto- ofrecen "una botella de vino" y él bebe
rizada era aquella que ridiculiza y rebaja "uno o dos tragos a la apurada"; este
las propiedades del discurso precedente: gesto adquiere todo su sentido cuando se
la parodia. Si el matiz crítico se encuentra piensa que a Trim le ofrecen "algunas
ausente de este segundo discurso, el his- gotas [de cordial] sobre un terrón de azú-
toriador de la literatura habla de "pla- car". Esta correspondencia era totalmente
gio". Es un grueso error considerar que evidente para el lector contemporáneo (y
el texto pastichant es reemplazable por el el propio Diderot así lo señala); no se
texto pastiché. Se olvida que la relación puede comprender el texto sin tener en
entre ambos textos no es una relación de cuenta su doble significación: significa
mera equivalencia, sino que admite una tanto el gesto mismo de la mujer, como el
gran variedad; y se olvida sobre todo que texto de Sterne.
el juego con el otro texto en ningún caso La importancia de este rasgo del lengua-
debe ser obliterado. Las palabras de un je comenzó a ser reconocida gracias a los
discurso polivalente remiten en dos direc- formalistas rusos. Ya Sklovski escribía:
ciones; privarlo de una de ellas implica no "La obra de arte es percibida en relación
comprenderlo. con las otras obras artísticas y con la

68
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

ayuda de las asociaciones que se establecen otro contexto, ya marcado por la interpre-
con ella ... No sólo el pastiche sino toda tación del otro. Su pensamiento sólo
obra de arte es creada paralelamente y por encuentra palabras que ya están ocupa-
oposición a un modelo cualquiera"?". Pero das". Dentro de una óptica similar, más
fue Bajtin el primero que formuló una ver- recientemente, al inaugurar un psicoanáli-
dadera teoría de la polivalencia intertex- sis de la historia literaria, Harold Bloom ha
tual; afirma: "En cada nuevo estilo se hablado de una "angustia de influencia"
encuentra un cierto elemento de lo que se que todo escritor experimenta cuando por
denomina reacción al estilo literario prece- su parte toma la palabra (la pluma): escri-
dente; representa por consiguiente una be siempre en pro o en contra del libro ya
polémica interior, una antiestilización disi- existente de algún otro (y el recorrido entre
mulada, por así decir, del estilo ajeno, y el pro y el contra admite una variedad infi-
con frecuencia va acompañada de la fran- nita de matices); las voces de los otros
ca parodia. [...] El artista de la prosa evo- habitan su discurso, y de golpe este último
luciona dentro de un mundo lleno de se vuelve "polivalente'v".
palabras ajenas, a través de las cuales Cuando el texto presente evoca no a otro
busca su camino ... Todo miembro de una texto particular sino a un conjunto anóni-
colectividad hablante se encuentra con mo de propiedades discursivas, nos enfren-
palabras que no son neutras, no son «Iin- tamos con una versión diferente de la
guísticas», no están libres de apreciaciones polivalencia. En su obra de pionero,
y orientaciones provenientes del otro, sino Milman Parry había formulado esta hipóte-
con palabras que están habitadas por voces sis relativa a la poesía oral tradicional
ajenas. Las recibe a través de la voz del (tanto los cantos de Hornero como los de
otro, colmadas con la voz del otro. Toda los bardos yugoslavos): en ella el epíteto se
palabra de su propio contexto proviene de
II M. Bajtin, La Poétique de Dostoievski, Seuil, París, 1970; H.

Bloom, The Anxiety of Inf/uence, Oxford Univ. Press, Nueva York,


10 Théorie de la littérature, Seuil, París, 1965, p. 50. 1973.
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURA LISTA

une con el sustantivo no para precisar su ser tanto estilística como temático o
sentido, sino porque ambos se encuentran narrativo, y que desempeña un papel deci-
ligados entre sí tradicionalmente; la metá- sivo en la constitución del sentido de un
fora no figura allí para aumentar el espesor discurso. El fundador de la estilística
semántica del texto, sino porque pertenece moderna, Charles Bally, había descrito
al arsenal de los ornamentos poéticos y hechos de este mismo tipo -aunque dentro
porque al utilizarla el texto significa su per- de la lengua hablada- con el nombre de
tenencia a la literatura, o a una de sus sub- efectos de evocación por el ambiente'>,
divisiones. Pero Parry creía que esta Así, el bufoso -por oposición a revólver-
particularidad era propia sólo de la litera- evoca para nosotros un ambiente, el
tura oral, y que se imponía por la necesidad ambiente, o los textos que describen ese
de los bardos de improvisar y por consi- ambiente. Reiterémoslo: con esto sólo
guiente de abrevar en un reservorio de fór- hemos presentado algunas de las numerosas
mulas hechas. Más adelante, tal hipótesis variedades del discurso polivalente.
pudo ser extendida a la literatura escrita;
esta extensión provocó una restricción en la IV. El último rasgo que seleccionamos aquí
naturaleza de lo "evocado". El nuevo texto para caracterizar la variedad de los regis-
no se realiza con la ayuda de una serie de tros verbales es lo que podríamos denomi-
elementos pertenecientes globalmente a la nar, sigúiendo a Benveniste, la
"literatura", sino por referencia a conjun- "subjetividad" del lenguaje (opuesta a su
tos más específicos: tal estilo, tal tradición "objetividad"). Todo enunciado lleva en sí
particular, tal tipo de uso de las palabras o mismo huellas de su enunciación, del acto
de los procedimientos poéticos. Esta trans- puntual y personal de su producción; pero
formación de la hipótesis de Parry relativa
al lenguaje poético de fórmulas fue realiza- 12 M. Parry, The Making of Homeric Verse, Clarendon Press,
Oxford, 1971; M. Riffaterre, "Le poerne cornrne représentation ",
da por Michel Riffaterre. Esto nos lleva a Poétique, 4, 1970, pp. 401-418; Ch. Bally, Traité de stylistique
una teoría generalizada del clisé, que puede [rancaise, Ginebra-París, 1909.

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

tales huellas pueden ser más o menos inten- posiciones de su locutor. Quien dice "Este
sas. Para dar sólo un ejemplo: en francés el libro es hermoso" establece un juicio de
passé simple confiere un mínimo de subje- valor y con ello se introduce entre el enun-
tividad al discurso; todo lo que podemos ciado y su referente; pero quien dice "Este
saber es que el acto descrito es anterior al árbol es grande" enuncia un juicio del
acto de la descripción (tal es la débil huella mismo género, aunque menos evidente, y
que en este caso deja la "subjetividad"). nos informa por ejemplo acerca de la flora
Las formas lingüística s que tales "hue- de su propio país. Toda oración entraña una
llas" adoptan son múltiples, y han sido evaluación pero con diferentes grados, y
objeto de más de una descripción':'. Podrían esto nos permite oponer un discurso "eva-
distinguirse dos grandes series: las indica- luativo" a los demás registros del habla.
ciones acerca de la identidad de los interlo- Dentro de este registro subjetivo se han
cutores y acerca de las coordenadas distinguido algunas clases con propieda-
espacio-temporales de la enunciación, que des más rigurosamente definidas. El más
habitualmente son transmitidas por morfe- conocido es el discurso emotivo (o expre-
mas especializados (los pronombres o las sivo ); el estudio clásico de este registro es
terminaciones verbales); y aquellas que se el de Charles Bally. Numerosas investiga-
refieren a la actitud del locutor y/o del alo- ciones aislaron luego sus manifestaciones
cutor con respecto al discurso o a su objeto a través de rasgos fónicos, gráficos, gra-
(que no son más que semas, aspectos del maticales y Iéxicos':'.
sentido de otras palabras). Precisamente por Otro tipo de subjetividad se realiza a
este atajo el proceso de enunciación penetra través de un sector muy aislado del voca-
en todos los enunciados verbales: cada frase bulario: se trata del discurso modalizante.
entraña una indicación respecto de las dis- A él se remiten los verbos y los adverbios

13 Para una visión de conjunto sobre los problemas de la enuncia- 14 Para una visión de conjunto, cf. E. Srankiewicz, "Problerns of
ción, cf. el número 17 de Langages (1970), titulado L'Énonciation Emorive Language", en Th. A. Sebeok et al. (comps.), Approaches
(con una bibliografía). to Semiotics, Mouton, La Haya, 1964.

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

modales (poder, deber; quizá, ciertamente, palabras", ponen en evidencia el proceso


etc.). También en este caso el sujeto de la de enunciación: es Bloom quien piensa; y
enunciación y -a través de él- el acto en su su pensamiento es presentado en un
totalidad, son puestos en evidencia. "monólogo interior", forma que combina
muchas características de los registros
Nunca estaría de más volver a insistir en emotivo y evaluativo: por ejemplo, las fra-
la interpenetración de todos estos registros ses nominales, las elipsis, el presente, las
en los textos concretos. La literatura actual inversiones, etcétera.
nos ofrece casos novedosos y particular- Esta enumeración de los registros del
mente complejos de esto último. He aquí, habla no puede aspirar a ser exhaustiva: su
por ejemplo, un extracto del Ulises: objetivo consiste sólo en brindar una ima-
"Dejando de sonreír, avanzaba, y una gen de su variedad, tal como opera en el
pesada nube invadía lentamente el sol libro de ficción. Tampoco presenta un sis-
ensombreciendo también la morosa facha- tema coherente y lógico, para alcanzar este
da del Trinity College. Los tranvías se cru- resultado se necesitarían muchas investiga-
zaban, subían, bajaban, hacían sonar sus ciones basadas sobre los conocimientos
campanas. Inútiles, las palabras. Las cosas que nos proporciona la lingüística. Pero
marchaban igual, días tras día; escuadro- una lectura no podría ser exigente si igno-
nes de empleados que salen y vuelven a rara tales recursos del habla que se le ofre-
entrar; tranvías ida y vuelta. Esos dos cen a la literatura. La literatura actual, en
perros jugueteando. Dignam despachado", particular, nos obliga a tenerlos en cuenta
etcétera. continuamente: no se contenta con hacer
La primera frase de este enunciado pare- coincidir su distribución misma en la obra
ce pertenecer a un discurso objetivo: ¿pero con la de una estructura distinta formada
quién piensa "morosa", Bloom o el narra- por la. intriga, para reforzar a esta última,
dor que la dice? Sin ruptura visible, las sino que esa distribución es la que propor-
siguientes frases, a partir de "Inútiles, las ciona la organización global y primaria de

77
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

la obra, y los demás niveles del texto le primero, una cierta realidad, y luego, su
están subordinados. representación por medio del texto. El dato
es el texto literario; a partir de él, median-
te un trabajo de construcción -que se pro-
3. El aspecto verbal: modo, tiempo duce en la mente de quien lee pero que de
ninguna manera es individual, porque tales
Después de haber pasado revista a aque- construcciones son análogas en los diferen-
llas propiedades lingüísticas de un discur- tes lectores-, se llega a ese universo donde
so cuya presencia sistemática crea un viven personajes comparables con las per-
"registro", ahora debemos volvernos sonas que conocemos "en la vida".
hacia aquello que constituye esencialmen- Esta metamorfosis del discurso en ficción
te el "aspecto verbal" de la literatura: puede producirse gracias a que el discurso
problemática cercana y sin embargo dis- contiene un conjunto de informaciones:
tinta de la anterior. conjunto éste necesariamente incompleto
El libro de ficción opera el paso -cuya (se trata del "esquematismo" del texto lite-
omnipresencia disimula su importancia y rario, del que habla Ingarden) porque las
su peculiaridad- de una serie de frases a un "cosas" nunca quedan agotadas por su
universo imaginario. Al dar la vuelta a la nombre; por obra de esta ausencia de abso-
última página de Madame Bovary, segui- luto, existen mil "maneras" de evocar la
mos en contacto con una cierta cantidad de misma cosa. Tales informaciones serán
personajes cuyo destino conocemos en moduladas y calificadas segun muchos
mayor o menor medida; ahora bien, lo que parámetros. La distinción de esos paráme-
teníamos entre nuestras manos no era más tros nos permitirá articular el problema del
que un discurso lineal. No hay que ceder a "aspecto verbal" de la ficción literaria">.
la ilusión representativa que durante
15 En el resto de este capítulo me inspiro mucho en el ensayo dedi-
mucho tiempo contribuyó para que tal cado por Gérard Genette al aspecto verbal del relato: "Discours du
metamorfosis permaneciese oculta: no hay, récit", en Figures JIl, Seuil, París, 1972.

79
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALlSTA

En la presente exposición, se distingui- vista de la ficción y nos referiremos a ella


rán tres tipos de propiedades que caracteri- mediante el término de voz.
zan las informaciones que nos permiten
pasar del discurso a la ficción. La categoría La categoría del modo nos aproxima
del modo concierne al grado de presencia bastante a los registros verbales que exami-
de los acontecimientos evocados en el namos anteriormente; pero en este caso se
texto. La categoría del tiempo remite a la trata de un punto de vista diferente. El texto
relación entre dos líneas temporales: la del de ficción debe situarse necesariamente en
discurso de ficción (representada para relación con el siguiente problema: con la
nosotros por la concatenación lineal de las ayuda de palabras, se evoca un universo
letras en la página y de las páginas en el que en parte está hecho de palabras y en
volumen) y la del universo ficticio, mucho parte de actividades (o sustancias o propie-
más compleja. Por último, la categoría de la dades) no verbales; por consiguiente, la
visión (mantengo este término que actual- relación no será la misma ya se trate de un
mente es de uso corriente, a pesar de que vínculo entre el discurso (que leemos) y otro
tiene ciertas connotaciones indeseables): el discurso, o bien entre aquél y una materia
punto de vista desde donde se observa al no discursiva.
objeto y la calidad de tal observación (ver- En la poética clásica (para comenzar, en
dadera o falsa, parcial o completa). A estas Platón) esa distinción era designada con los
tres categorías debe agregárseles una cuar- términos mimesis (relato de palabras) y die-
ta, que ya no está situada sobre el mismo gesis (de "no palabras"). Hablando propia-
plano pero que está de hecho inseparable- mente, en nuestro caso no corresponde
mente vinculada con ellas: se trata de la evocar ningún tipo de mímesis (salvo en el
presencia del proceso de enunciación en el caso marginal de la armonía imitativa)
enunciado, que en el plano estilístico aca- como se sabe, las palabras son "inmotiva-
bamos de examinar en el capítulo anterior; das". En el primer caso, se trata más bien
aquí la consideraremos desde el punto de de la inserción en el texto presente de pala-

80 8r
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

bras presuntamente pronunciadas o for- las apreciaciones afectivas, etc. Una


muladas para sí mismo; en el segundo, se variante intermedia entre el estilo directo
trata de la designación de hechos no ver- y el estilo indirecto es aquello que en fran-
bales mediante palabras (lo cual es siempre cés se denomina "estilo indirecto libre":
y necesariamente "arbitrario"). en este caso se adoptan las formas grama-
Por consiguiente, el relato de aconteci- ticales del estilo indirecto, pero se conser-
mientos no verbales no conoce variedades van los matices semántica s de la réplica
modales (sino sólo variantes históricas, "original", particularmente todas las
que con mayor o menor éxito producen indicaciones relativas al sujeto de la enun-
-de acuerdo con las convenciones de la ciación; no hay verbo declarativo que
época- la ilusión de "realismo"), las cosas introduzca y califique la oración trans-
no llevan de ninguna manera su nombre puesta. 3. El último grado de transforma-
inscrito en sí mismas. En cambio, el relato ción de las palabras del personaje es aquel
de palabras conoce muchas especies, por- que puede denominarse "discurso conta-
que las palabras pueden ser "insertadas" do": en este caso nos contentamos con
con mayor o menor exactitud. registrar el contenido del acto de palabra
Gérard Genette ha sugerido que se dis- sin retener ninguno de sus elementos.
tingan tres grados de inserción: 1. El esti- Imaginemos la siguiente frase: "Informé a
lo directo: aquí el discurso no sufre mi madre dé mi decisión de casarme con
ninguna modificación; a veces se habla de Albertina"; indica, por cierto, que ha
"discurso referido". 2. El estilo indirecto habido una acción verbal y también indi-
(o "discurso transpuesto") donde se con- ca el tenor de la misma; pero nada sabe-
serva el "contenido" de la réplica presun- mos de las palabras que habrían sido
tamente pronunciada pero integrándolo "realmente" (es decir, ficticiamente) pro-
gramaticalmente en el relato del narrador. nunciadas.
Por lo demás, a menudo los cambios no El modo de un discurso consiste, pues,
son gramaticales, se abrevia, se eliminan en el grado de exactitud con el cual ese dis-
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

curso evoca su referente: grado máximo en Tales hechos relativos a la temporalidad


el caso del estilo directo, mínimo en el del han sido recientemente objeto de detalla-
relato de hechos no verbales; grados inter- dos estudios, esto nos dispensará de insis-
medios en los demás casos. tir aquí ampliamente sobre ellosl7; nos
contentaremos con indicar los principales
Otro aspecto de la información que nos problemas que dentro de ese marco se
permite pasar del discurso a la ficción es el plantean.
tiempo. Existe un problema del tiempo
porque dos temporalidades se encuentran 1. La relación más fácil de observar es la de
puestas en relación: la del universo repre- orden: el del tiempo que cuenta (del discur-
sentado y la del discurso que lo representa. so) nunca puede ser perfectamente paralelo
Esta diferencia entre el orden de los acon- al del tiempo contado (de la ficción); nece-
tecimientos y el de las palabras es evidente, sariamente se producen inter-versiones en
pero no entró con pleno derecho en la teo- el "antes" yel "después". Tales inter-ver-
ría literaria hasta que los formalistas rusos siones se deben a la diferencia de naturale-
la utilizaron como uno de los principales za entre ambas temporalidades: la del
índices que permitían oponer la fábula discurso es unidimensional, la de la ficción
(orden de los acontecimientos) al tema plural. La imposibilidad de paralelismo
(orden del discurso); más recientemente, conduce, pues, a anacronías, entre las cua-
una orientación de los estudios literarios les evidentemente habrá que distinguir dos
en Alemania colocó esa oposición entre especies principales: las retrospecciones -o
Erzdhlzeit y erzdhlte Zeit en la base de su vueltas atrás- y las prospecciones -o antici-
doctrina 16.
17 Cf. A. A. Mendilov, Time and the Novel, Londres, 1952; D.
16 CF. G. Müller, "Erzahlzeit und erzahlte Zeit", en Festschrift für Likhatchev, Poetilea drevnerusskoi literatury, Leningrado, 1967,
P. Kluckhohn und H. Schneider, 1948, pp. 195-212; cf. también E. pp. 212-352; J. Ricardou, Problémes du nouueau roman, Seuil,
Larnmert, Bauformen des Erzahlens, J. B. Metzlersche Verlagsbuch- París, 1967, pp. 161-171; G. Genette, Figures lIT, Seuil, París,
handlung, Stuttgart, 1955. 1962, pp. 77-182.
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

paciones. Hay prospección cuando se gruente o no con el relato principal, cabe


anuncia de antemano lo que sucederá des- calificada de interna o externa. El relato
pués: el ejemplo canónico de los formalis- (necesariamente) sucesivo de dos aconteci-
tas era el cuento de Tolstói La muerte de mientos simultáneos será por ejemplo una
Jvan Ilitch, que contiene su desenlace en el anacronía "interna", de "alcance" nulo.
título. Las retrospecciones, más frecuentes,
nos relatan después lo que sucedió antes; II. Desde el punto de vista de la duración,
en el relato clásico, la introducción de un puede compararse el tiempo que presun-
nuevo personaje es seguida comúnmente tamente dura la acción representada, con
por un relato de su pasado, cuando no por el tiempo que se necesita para leer el dis-
una evocación de sus antepasados. Estas curso que la evoca. De hecho, este último
dos especies pueden combinarse entre sí tiempo no se puede medir con el reloj, y
teóricamente hasta el infinito (retrospec- siempre nos vemos obligados a hablar de
ción dentro de la prospección en la retros- valores relativos. Aquí pueden distinguirse
pección ... cf. esta frase de Proust citada por claramente muchos casos: 1. La suspensión
Genette: "Muchos años más tarde supimos del tiempo, o pausa, se realiza cuando al
que si aquel verano habíamos comido casi tiempo del discurso no le corresponde nin-
todos los días espárragos era porque su gún tiempo de la ficción; tal será el caso de
olor le producía a la pobre chica de la coci- la descripción, de las reflexiones generales,
na encargada de pelados crisis asmáticas etc. 2. El caso inverso es aquél en el que
de tal violencia que se vio obligada final- ninguna porción del tiempo discursivo
mente a irse"). Por otra parte cabe distin- corresponde al tiempo que transcurre en la
guir entre el alcance de la anacronía (la ficción; se trata evidentemente de la omi-
distancia temporal entre los dos momentos sión de todo un periodo, o elipsis. 3. El ter-
de la ficción) y su amplitud (duración cer caso fundamental ya lo conocemos, es
englobada por el relato dado en carácter de el de una coincidencia perfecta entre
digresión); según sea la anacronía con- ambos tiempos; sólo puede realizarse a tra-

86
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

vés del estilo directo, inserción de la reali- curso iterativo donde un único discurso
dad ficticia en el discurso que de ese modo evoca una pluralidad de acontecimientos
da lugar a una escena. 4. Por último, cabe (semejantes). El relato singulativo no necesi-
concebir dos casos intermedios: aquel en el ta comentarios. El relato repetitivo puede
que el tiempo del discurso es "más largo" ser resultado de diferentes procesos, el
que el de la ficción y aquel en el que es mismo personaje puede retomar obsesiva-
"más corto". Parece que la primera varian- mente la misma historia, muchos persona-
te nos remite ineludiblemente a otras dos jes pueden hacer relatos complementarios
posibilidades que ya encontramos: la des- del mismo hecho (esto produce una ilusión
cripción o la anacronía (pensemos, por "estereoscópica"), muchos personajes
ejemplo, en las veinticuatro horas de la pueden hacer relatos contradictorios, que
vida de Leopold Bloom que difícilmente nos llevan a dudar de la realidad o del
podrían leerse en veinticuatro horas). Lo tenor exacto de un acontecimiento parti-
que "infla" al tiempo son precisamente las cular. Como se sabe, los novelistas ingleses
acronías y las anacronías. La segunda de del siglo XVIII explotaron este recurso,
estas posibilidades está ampliamente docu- particularmente en sus obras epistolares
mentada, es el resumen, que condensa en (Richardson, Smollett); en Las relaciones
una frase años enteros. peligrosas, Lados lo utiliza para poner en
evidencia la ingenuidad de unos (Cecilia,
III. Una última propiedad esencial de la Danceny, Mme. de Tourvel), y la perfidia
relación entre tiempo del discurso y tiempo de otros (Valmont, Mme. de Merteuil).
de la ficción es la frecuencia. Aquí se ofrecen Evidentemente, tales procedimientos entra-
tres posibilidades teóricas: un relato singula- ñan otros elementos del "aspecto verbal";
tivo en el cual un discurso único evoca un puntualicemos aquí la necesaria "deforma-
acontecimiento único; un relato repetitivo ción" temporal que resulta de ellos, dado
donde muchos discursos evocan un solo y que la sucesión de los discursos ya no corres-
único acontecimiento; por último, un dis- ponde a una sucesión de acontecimientos.

88
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Por último, el relato iterativo -que con- eso, ella le respondía con un poco de des-
siste en designar mediante un solo discurso precio", etc.). El efecto global de este pro-
(una frase) acontecimientos que se repiten- cedimiento puede ser una cierta suspensión
es un procedimiento conocido por toda la del tiempo de los acontecimientos.
literatura clásica, donde sin embargo
desempeña un papel limitado: habitual-
mente el escritor evoca un estado estable 4. El aspecto verbal: visiones, voz
inicial mediante verbos en el imperfecto *
(con valor iterativo) antes de introducir la La tercera gran categoría que permite
serie de acontecimientos singulares que caracterizar el paso del discurso a la fic-
habrán de constituir su relato propiamente ción es la de la visión: los hechos que com-
dicho. Como mostró Genette, Proust fue ponen el universo ficticio nunca nos son
uno de los primeros en conferirle al iterati- presentados "en sí mismos" sino de acuer-
vo un papel dominante, hasta tal punto do con una cierta óptica, a partir de un
que recurre a ese modo para contar hechos cierto punto de vista. Este vocabulario
acerca de los cuales no cabe ninguna duda visual es metafórico, o más bien sinecdó-
de que sólo pudieron haberse producido quico: la "visión" reemplaza aquí a toda
únicamente una vez (Proust crea un "pseu- la percepción; pero se trata de una metá-
do-iterativo": así aparece en ciertas con- fora cómoda,'porque las múltiples carac-
versaciones que probablemente no terísticas de la "verdadera" visión tienen
hubiesen podido repetirse sin cambios y todas equivalentes en el fenómeno de la
que Proust de todos modos introduce ficción.
mediante fórmulas de este tipo: "Y si Antes del comienzo del siglo XX no se le
Swann le preguntaba qué entendía ella por prestó mucha atención al problema de las
visiones; fue por ello sin duda que a partir
* Nótese que el tiempo francés irnparfait corresponde al pretérito de ese momento se creyó que en ellas resi-
indefinido en español. (N. del E.) día el secreto mismo del arte literario. El
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

libro de Percy Lubbock, que es el primer Es importante advertir que las visiones
estudio sistemático dedicado a este asunto, literarias no se refieren a la percepción real
se llama significativamente The Craft of del lector, la cual sigue siendo siempre
Fiction. El hecho es que las visiones tienen variable y depende de factores externos a
una importancia de primer orden. En lite- la obra, sino a una percepción presentada
ratura, nunca nos enfrentamos con aconte- dentro de esta obra, si bien de acuerdo con
cimientos o hechos brutos, sino con un modo específico. También aquí la his-
acontecimientos presentados de una cierta toria de la pintura ofrece ejemplos elo-
manera. Dos visiones diferentes de un cuentes. Basta con recordar los cuadros
mismo hecho lo convierten en dos hechos anamórficos, dibujos cifrados, incompren-
distintos. Todos los aspectos de un objeto sibles cuando se los ve de frente, punto de
están determinados por la visión que nos lo vista éste que es el más frecuente pero que,
ofrece. En las artes visuales, siempre se des- desde un punto de vista particular (por lo
tacó esta importancia, y la teoría literaria general paralelo al cuadro), ofrecen la ima-
puede aprender mucho de la teoría de la gen de objetos muy conocidos. Esta distor-
pintura. Para citar sólo un ejemplo entre sión entre el punto de vista inherente a la
otros: a menudo se ha hecho notar la pre- obra y el punto de vista más frecuente
sencia de las visiones, y su papel decisivo pone en evidencia tanto la realidad del pri-
para la estructura del cuadro de los icono s mero como la importancia de las visiones
bizantinos: es evidente que, dentro de un para la comprensión de la obra.
mismo icono, se utilizan muchos puntos de Existen ya muchas teorías acerca de las
vista de acuerdo con el papel que tiene que visiones en literatura: puede decirse inclu-
desempeñar el personaje representado, la so que éste fue el aspecto de la obra más
figura principal se vuelve hacia el especta- estudiado por la poética en lo que va del
dor, aun cuando -de acuerdo con la escena siglo. Luego del libro mencionado de
representada- debiera hacerlo hacia su Lubbock hay que citar aquí -y sólo se trata
interlocutor. de una indicación rápida-las obras de Jean

93
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Pouillon, Temps et roman; de Wayne y al segundo subjetiva. Es necesario no


Booth, Rhetoric of Fiction; de B. Uspenski, confundir este hecho con la posibilidad de
Poétika kompozicii; de Gérard Genette presentar un relato entero "en primera per-
sobre el discours du récit. Estas investiga- sona"; por más que la narración esté con-
ciones elucidaron numerosos aspectos de ducida en primera o en tercera persona,
nuestro problema y para una discusión siempre puede entregarnos los dos tipos de
más detallada es pertinente referirse a ellas. información. Henry James llamaba a los
Por nuestra parte nos dedicaremos aquí -a personajes que no sólo son percibido s sino
la inversa de la mayoría de los citados estu- que también son percipientes, "reflecto-
dios- no tanto a la descripción de las espe- res". Si los otros personajes son ante todo
cies particulares de la visión, como a la de imágenes reflejadas en una conciencia, el
las categorías que permiten distinguir entre reflector en cambio es esta conciencia
esas especies. En efecto, cada ejemplo de misma. Para dar sólo un ejemplo, de En
visión -tal como fue estudiado hasta el busca del tiempo perdido extraemos la
presente- combina muchas características mayor parte de nuestras informaciones
distintas, que nos interesará examinar en acerca de Marcel no de sus actos, sino de
forma sucesiva. la manera en que percibe y juzga los de los
demás.
1. La primera categoría en la que nos
detendremos es la del conocimiento subje- II. Esta primera categoría -que se refiere,
tivo u objetivo que tenemos de los aconte- en resumidas cuentas, a la dirección del
cimientos representados (conservaremos trabajo de construcción a que se entrega el
estos términos a la espera de otros mejo- lector (a partir de una percepción nos vol-
res ... ). Una percepción nos informa tanto vemos hacia su sujeto o hacia su objeto)-
acerca de aquello que es percibido como tiene que ser netamente distinguida de una
acerca de aquel que percibe: al primer tipo segunda, que ya no se refiere a la calidad
de información la denominamos objetiva, sino a la cantidad de la información recibi-

94 95
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

da o, si se prefiere, al grado de ciencia del ciones peligrosas, Valmont y Merteuil ven


lector. Ateniéndonos siempre a la metáfora a los demás personajes "desde el interior",
visual, podemos separar. -dentro de esta mientras que la pequeña Volanges sólo
segunda categoría- dos nociones distintas: puede describir el comportamiento de
la extensión (o el ángulo) de la visión y su quienes la rodean o bien dar interpretacio-
profundidad, o el grado de su penetración. nes erróneas. También es fuerte el contras-
En lo que hace a la "extensión", ambos te entre las visiones de Quentin y de Benjy
polos extremos son habitualmente desig- en El ruido y la furia.
nados como visión interna y externa, o No hay una diferencia muy grande entre
también "desde adentro" y "desde afue- el "ángulo" de la visión así definido y su
ra". De hecho, la visión puramente "exter- "profundidad"; bien se puede no querer
na", aquella que se limita a describir actos limitarse a la "superficie" -ya sea ésta físi-
perceptibles sin agregarles ninguna inter- ca o psicológica- sino querer penetrar en
pretación, ninguna incursión en el pensa- las intenciones inconscientes de los perso-
miento del protagonista, nunca existe en najes, querer presentar una disección de su
estado puro, pues si así fuese nos llevaría a espíritu (que ellos mismos serían incapaces
lo ininteligible. de realizar).
No es casual, por lo demás, que esta téc-
nica haya encontrado una utilización tan Tomemos un ejemplo que ilustra estas
intensa en las novelas policiales de Dashiell dos categorías: la "dirección" y la "ciencia".
Hammett, donde cumple la función de "Miraba sin embargo a Mme. Dambreuse
reforzar el misterio. Por consiguiente, no se y la encontraba encantadora, a pesar de su
trata tanto de una oposición interna-exter- boca un poco grande y de los agujeros de
na como de grados en la presencia de lo su nariz demasiado abiertos. Pero su gracia
"interno". La visión más interna sería era particular. Los bucles de su cabellera
aquella que nos presentase todos los pen- tenían una especie de apasionada langui-
samientos del personaje. Así en Las rela- dez y su frente color ágata parecía contener

97
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

muchas cosas, y denotaba un maestro". de acuerdo con estos nuevos parámetros.


(La educación sentimental). Un solo personaje puede ser visto "desde
Disponemos aquí de una información dentro" (y esto conduce a la "focalización
objetiva acerca de Mme. Dambreuse, y interna"), o todos pueden serio -lo cual
subjetiva acerca de Frédéric -esta última produce el relato con "narrador omnis-
la extraemos de su manera de percibir y ciente" -. El segundo caso es el de Boccaccio
de interpretar-o La percepción de Mme. en El Decamerón: el narrador conoce de
Dambreuse se realiza según un ángulo rela- manera idéntica las intenciones de todos
tivamente reducido, pues de ella sólo se los personajes. El primer caso es el de la
nos dan las cualidades físicas. Frédéric novela más reciente; el principio fue apli-
propone algunas interpretaciones, pero cado con peculiar rigor por Henry James.
observemos con cuánta prudencia éstas Del mismo modo, una visión interna puede
son introducidas: la languidez está precedi- aplicarse a un personaje a lo largo de todo
da por un "una especie de", su frente el relato o bien sólo durante una de sus
"parece" contener y "denota" (verbo que partes (como sucede en Camps retranché,
equivale a "significar", y no a "ser"). Por de John Cowper Powys), y tales cambios
consiguiente, Flaubert no ratifica ninguna en la visión pueden o no ser sistemáticos.
de las suposiciones de su "reflector". Si, por ejemplo, James ve "desde adentro",
durante una misma novela, a muchos per-
III. Aquí cabe introducir dos categorías sonajes, el paso de uno a otro se ajusta a
que nos permitirán establecer subespecies un trazado riguroso que a veces constituye
de las visiones, pero que hablando propia- la armazón misma del libro. Pero la prácti-
mente nada tienen de "óptico": se trata de ca de James no significa en absoluto que
las oposiciones entre unicidad y multiplici- éste sea el caso más difundido -rii incluso
dad por una parte, constancia y variabili- el más deseable.
dad por la otra. En efecto, cada una de las Observemos también, con Uspenski,
anteriores categorías puede ser modulada que el cambio del punto de vista -particu-

99
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

larmente el paso de una visión externa a de un personaje: puede tratarse de una disi-
una visión interna- asume una función mulación deliberada.
comparable a la que desempeña el marco Para creer en una ilusión se necesita dis-
en el cuadro: sirve de transición entre la poner de una información, aunque ésta sea
obra y su entorno (la "no obra"):". inapropiada. También es posible el caso
extremo en el que se da una total ausencia
IV. Nuestras informaciones acerca del uni- de información, pero entonces no estamos
verso ficticio pueden ser de naturaleza en la ilusión, sino en la ignorancia. No
objetiva, o subjetiva, pueden ser más o olvidemos, al mismo tiempo, que nunca
menos extensas (internas y externas), pero ninguna descripción puede ser completa,
aún queda una dimensión por referencia a por la naturaleza misma del lenguaje; por
la cual tenemos que caracterizarlas: pue- lo tanto, a ninguna se le puede reprochar el
den estar ausentes o presentes y, en este hecho de que sea incompleta mientras no
último caso, pueden ser verdaderas o fal- aparezca una página ulterior por la que
sas. Hasta aquí hemos hablado como si nos enteremos de que en un punto preciso
tales informaciones siempre fuesen verda- del relato algo nos ha sido disimulado (el
deras, pero hubiese bastado con que primer ejemplo que se nos ocurre -pero
Frédéric interpretase mal la forma de los que sólo es el, más llamativo entre otros
bucles de Mme. Dambreuse y que confiá- mil- es el de El asesinato de Rogelio
semos ciegamente en él para que nos hallá- Ackroyd, donde el narrador "omite" decir-
semos no ante una información, sino ante nos que él ha cometido el asesinato ... ). Por
una ilusión. Esta visión imperfecta no está consiguiente, ignorancias e ilusiones susci-
necesariamente acompañada por el error tan dos tipos de "correcciones" (sólo a
partir de las cuales aquéllas comienzan a
existir): las informaciones en sentido
18 Cf. B. Uspenski, "L'alternance des points de vue interne et
externe en tant que marque du cadre dans une ceuvre littéraire", estricto y las reinterpretaciones de lo que
Poétique, 9, 1972, pp. 130-134. ya sabíamos -aunque imperfectamente.

roo ror
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

V. Por último, identificaremos en el seno de Luego de haber explotado febrilmente


la visión una categoría un poco marginal, los procedimientos suscitados por la toma
que es la apreciación que se hace acerca de de conciencia de las visiones -en una serie
los acontecimientos representados. La des- de escritores que va desde Henry James
cripción de cada parte de la historia puede hasta Faulkner- la literatura ya no parece
entrañar una evaluación moral; por lo asignarle la misma importancia a esta cues-
demás, la ausencia de tal juicio constituye tión. Quizá esto se explique por el hecho
también una toma de posición significati- de que una cierta orientación de la escritu-
va. Para que tal apreciación nos llegue, no ra moderna no se propone hacernos ver
es necesario que esté explícitamente for- nada: es discurso sin ser ficción. He aquí
mulada, para adivinar la apreciación que cómo se articula un texto sin visión:
se hace recurrimos a un código de princi- "Parece que hablo, no soy yo, no es de
pios y de reacciones psicológicas que se mí. Algunas generalizaciones para comen-
presentan como "naturales". Así como el zar. ¿ Cómo hacer, cómo voy a hacer, cómo
lector no está obligado a atenerse a una proceder? Por pura aporía o bien por afir-
visión "externa" sino que puede deducir maciones y negaciones refutadas progresi-
un "interior" totalmente diferente de ella, vamente, o tarde o temprano. Esto de una
también en este caso puede no aceptar los manera general.. Tiene que haber otros ata-
juicios éticos y estéticos inherentes a la jos. Si no sería desesperar de todo. Pero es
visión; la historia de la literatura conoce como para desesperar de todo" (S. Beckett,
numerosos ejemplos de una inversión de El innombrable).
los valores que nos hace estimar a los En este discurso que continuamente
"malos" y despreciar a los "buenos" de vuelve sobre sí mismo, que no trata más
una ficción que se encuentre suficiente- que de sí mismo, ya no hay sitio para las
mente alejada de nosotros. visiones. Su papel está asegurado por los
registros de la palabra: si bien en James la
armazón de una obra estaba constituida

102
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALlSTA

por el juego de las visiones, en Maurice así de su concepción de la "psicología"; él


Roche en cambio lo está por la particular es quien escoge entre el discurso directo y
disposición de los registros. Aquí llegamos el discurso transpuesto, entre el orden cro-
a un límite: el de la pertinencia que puede nológico y los cambios en el orden tempo-
caberle al estudio del aspecto verbal del ral. No hay relato sin narrador.
texto, dado que este aspecto está en rela- Sin embargo, también los grados de pre-
ción de solidaridad con la ficción misma. sencia del narrador pueden variar. No sólo
porque sus intervenciones -como las que
Todas las categorías del aspecto verbal acabamos de evocar- pueden ser más o
examinadas hasta aquí podrían ser reto- menos discretas, sino porque el relato posee
rnadas dentro de una perspectiva diferente un medio suplementario para hacer que el
en la cual ya no relacionaríamos el discur- narrador esté presente: consiste en hacerlo
so con la ficción creada por él, sino el con- figurar dentro del universo ficticio. La dife-
junto de ambos con aquel que asume tal rencia entre ambos casos es tan grande que
discurso, el "sujeto de la enunciación" o a veces se han utilizado dos términos dife-
-como es habitual expresarse en literatu- rentes para caracterizarlos, hablando de
ra- el narrador. Esto nos lleva a los pro- narrador sólo cuando se trata de una repre-
blemas de la voz narrativa. sentación explícita como la que acabamos
El narrador es el agente de todo ese tra- de señalar, y reservando el término de autor
bajo de construcción que acabamos de implícito para el caso general. No hay que
observar; por consiguiente, todos los ingre- creer que la aparición de la primera perso-
dientes de este último nos informan indi- na ("yo") basta para distinguir entre
rectamente acerca de aquél. El narrador es ambos: el narrador puede decir "yo" sin
quien encarna los principios a partir de los intervenir en el universo ficticio, represen-
cuales se establecen juicios de valor; él es tándose no como un personaje sino como
quien disimula o revela los pensamientos un autor que escribe el libro (el ejemplo clá-
de los personajes, haciéndonos participar sico es el de Jacques el Fatalista).

1°4 1°5
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

A menudo, se tendió a minimizar el "él corre", hay "él", sujeto del enunciado,
papel de esta oposición, porque se partía y "yo", sujeto de la enunciación. En "yo
de una concepción reduccionista del len- corro", se intercala entre ambos un sujeto
guaje. Ahora bien, hay un límite infran- de la enunciación enunciado, que toma de
queable entre el relato en el que el narrador cada uno de ellos una parte de su conteni-
ve todo lo que su personaje ve pero no apa- do previo pero no los hace desaparecer
rece en escena, y el relato en el que un per- totalmente: se limita sólo a sumergidos.
sonaje-narrador dice "yo". Confundidos Porque el "él" y el "yo" siempre existen,
sería reducir el lenguaje a cero. Ver una ese "yo" que corre no es el mismo que el
casa y decir "yo veo una casa" son dos que lo enuncia. "Yo" no reduce dos a uno
actos que no sólo difieren sino que se opo- sino que transforma a dos en tres.
nen. Los acontecimientos nunca pueden El verdadero narrador, el sujeto de la
"contarse por sí mismos"; el acto de ver- enunciación del texto en el que un perso-
balización es irreductible. Si no fuese así, se naje dice "yo", sólo resulta con ello más
confundiría el "yo" con el verdadero suje- disfrazado. El relato en primera persona
to de la enunciación, que cuenta el libro. no explicita la imagen de su narrador, sino
Cuando el sujeto de la enunciación se con- que, por el contrario, la hace más implíci-
vierte en el sujeto del enunciado, ya no es ta. Y todo intento de explicitación sólo
el mismo sujeto quien enuncia. Hablar de puede conducir a una disimulación cada
sí mismo significa ya no ser el mismo "sí vez más perfecta del sujeto de la enuncia-
mismo". El autor es innombrable, si se le ción; ese discurso que confiesa ser discurso
quiere dar un nombre, nos deja el nombre no hace más que ocultar pudorosamente su
pero ya no se vuelve a encontrar detrás de carácter de discurso.
éste; se refugia eternamente en el anonima- Pero también sería erróneo separar por
to. Es tan escurridizo como cualquier suje- completo a ese narrador del autor implíci-
to de la enunciación, el cual -por to y considerado simplemente como un
definición- no puede ser representado. En personaje entre otros. Aquí podría resultar

106 1°7
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

esclarecedora la comparación del relato aquí un ejemplo del primer caso entre
con el drama. En este último caso, cada muchos otros: Memorias del sub suelo, y uno
personaje es (y sólo es) una fuente de pala- del segundo: Los hermanos Kararnazou.
bras. Pero la diferencia entre ambas formas Entre ambos se sitúan innumerables casos
literarias es más profunda: en un relato en intermedios donde encontraremos (para
el que el narrador dice "yo" un personaje citar sólo algunos ejemplos divergentes) a
desempeña un papel aparte diferente del de Zeitblom en Doctor Faustus, a Tristram
los demás; en el drama todos se encuentran Shandy, así como al famoso doctor
en el mismo nivel. Y ese personaje-narra- Watson. A partir del momento en que se
dor está delineado de una manera diferen- identifica al narrador (en el sentido
te que los otros, si bien podemos leer tanto amplio) de un libro, también hay que reco-
las réplicas de los personajes como su des- nocer la existencia de su partenaire, aquél
cripción por el narrador; en cambio el per- a quien se dirige el discurso enunciado y
sonaje-narrador sólo existe en su palabra. que actualmente recibe el nombre de
Más exactamente, el narrador no habla, narratario'", El narratario no es el lector
como lo hacen los protagonistas del relato, real, así como el narrador no es el autor, y
cuenta. De este modo, lejos de fundir en sí no hay que confundir el papel con el actor
mismo al héroe y al narrador, quien "cuen- que lo asume. Esta aparición simultánea
ta" el libro posee una posición totalmente sólo es un caso de la ley semiótica general
única, diferente tanto del personaje que de acuerdo con la cual "yo" y "tú" (o más
hubiese sido si se lo llamase "él", como del bien, el emisor y el receptor de un enuncia-
narrador (autor implícito) que es un "yo" do) son siempre solidarios. Las funciones
potencial. del narratario son múltiples: "Constituye
Hay que agregar que ese personaje-narra- un nexo entre el narrador y el lector, ayuda
dor puede desempeñar un papel central en
la ficción (ser el personaje principal) o, por I9 Cf. Gerald Prince, "Introduction a l'étude du narraraire",
el contrario, ser sólo un discreto testigo. He Poétique, 14, 1973, pp. 178-196.

108 1°9
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALlSTA

a determinar el marco de la narración, sirve obedece al mismo tiempo a muchos órde-


para caracterizar al narrador, pone de relie- nes. Si decimos que un libro ilustra más
ve ciertos temas, hace progresar la intriga, bien una determinada estructura que otra,
se convierte en el vocero de la moral de la es porque la relación en cuestión predomi-
obra" (Prince, op. cit.). Estudiarlo es tan na en ella. Esta noción de predominio o de
necesario para el conocimiento del relato importancia ya apareció muchas veces en
como estudiar al narrador. el presente estudio, pero todavía no esta-
mos en condiciones de explicitarla por
completo. Nos limitaremos a decir que este
5. El aspecto sintáctico: estructuras predominio tiene aspectos cuantitativos
del texto (designa el tipo de relación más frecuente
entre unidades) tanto como cualitativos
Consideraremos ahora el último grupo de (tales relaciones entre unidades aparecen
problemas del análisis literario, grupo que en momentos privilegiados).
hemos reunido bajo el nombre de aspecto Siguiendo una sugerencia de Toma-
sintáctico del texto. Aquí se postula que chevski, distinguiremos dos tipos princi-
todo texto se deja descomponer en unidades pales de organización del texto: "La
mínimas. El tipo de relaciones que se esta- disposición de los elementos temáticos se
blece entre esas unidades copresentes nos realiza de acuerdo con dos tipos principa-
servirá como primer criterio para distinguir les: o bien obedecen al principio de causa-
entre ellas muchas estructuras textuales. lidad inscribiéndose dentro de una cierta
En vista de las distinciones subsiguien- cronología o bien son expuestos sin consi-
tes, es preciso afirmar de entrada que es deración temporal, o sea en una sucesión
prácticamente imposible encontrarlas por que no toma en cuenta ninguna causalidad
separado: una obra particular utiliza al interna" (Théorie de la littérature, p. 267).
mismo tiempo muchos tipos de relación Al primer tipo lo denominaremos "orden
entre sus unidades, y por consiguiente, lógico y temporal", y al segundo -que

110 111
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Tomachevski identifica negativamente- determinista que inconscientemente asocia-


"orden espacial" . mos al género mismo del relato. "La clave
de la actividad narrativa es la confusión
misma entre la consecución y la consecuen-
1. El orden lógico y temporal cia, lo que viene después resulta leído en el
La mayoría de los libros de ficción del relato como lo causado por; en tal caso, el
pasado están organizados según un orden relato sería una aplicación sistemática del
al que cabe calificar al mismo tiempo de error lógico denunciado por la escolástica
temporal y lógico (apresurémonos a agre- bajo el rótulo post hoc, ergo propter hoc",
gar que la relación lógica en la que habi- escribe Roland Barthes'". Para el lector, la
tualmente se piensa es la implicación o, serie lógica es una relación mucho más
como se dice normalmente, la causali- fuerte que la serie temporal; si ambas mar-
dad). chan juntas, sólo ve a la primera.
La causalidad está estrechamente vincu- Es posible concebir casos en los que lo
lada con la temporalidad, incluso es fácil lógico y lo temporal se encuentran en esta-
confundidas. He aquí cómo Forster ilustra do puro, separados el uno del otro, pero
su diferencia, suponiendo que toda novela para ello estaríamos obligados a abandonar
las posee a ambas, pero que mientras la el campo de,lo que habitualmente se deno-
primera forma su intriga, la segunda cons- mina literatura. El orden cronológico puro,
tituye su relato: "'El rey murió y después la desprovisto de toda causalidad, predomina
reina murió' es un relato. 'El rey murió y en la crónica, los anales, el diario íntimo o
luego la reina murió de pena' es una intri- "de a bordo". La causalidad pura predomi-
ga" (Aspects of the Novel). na en el discurso axiomático (el del lógico)
Pero si bien casi todo relato causal posee o en el discurso teleológico (a menudo el del
también un orden temporal, sólo raramen- abogado, el del orador político). En litera-
te llegamos a percibir este último. Esto se
explica por un cierto estado de espíritu 20 Communications, 8, 1966.

II2 II3
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURAL/STA

tura encontramos una versión de la causali- Estos casos excepcionales sólo ponen
dad pura en el género del retrato o en otros más en evidencia la solidaridad habitual
géneros descriptivos en los que la suspen- entre temporalidad y causalidad, donde
sión del tiempo es obligatoria (un ejemplo esta última es la que desempeña el papel
característico es el cuento Una mujercita, de dominante. Pero también la causalidad
Kafka). A veces, en cambio, una literatura puede analizarse en muchas especies.
"temporal" rechaza, al menos en aparien- Desde nuestro punto de vista, hay una
cia, la sumisión a la causalidad. Tales obras oposición que importa más que cualquier
pueden asumir lisa y llanamente la forma de otra: implica saber si las unidades mínimas
una crónica o de una "saga", como Los de causalidad entran recíprocamente en
Buddenbrook. Pero el ejemplo más llamati- una relación inmediata, o si sólo lo hacen
vo de sumisión al orden temporal es el por intermedio de una ley general de la
Ulises de Joyce. La única, o al menos la cual resultan ser ilustraciones. Dado el uso
principal, relación entre las acciones es su que en él se haga de una u otra causalidad,
pura sucesión: se nos informa, minuto a denominaremos a un relato donde predo-
minuto, de lo que sucede en un lugar o en la mina la primera causalidad "relato mitoló-
mente del personaje. Aquí ya no son posi- gico", y a aquel donde lo hace la segunda
bles las digresiones, tal como las conoció la "relato ideológico" •.
novela clásica, porque en el caso de haber-
las señalarían la existencia de una estructu- les que el discurso provee acerca de su propia enunciación; esta ins-
ra distinta de la temporal; la única forma en tancia misma es la que define al tiempo presente como tiempo de
la enunciación; la obra que obedece a esta temporalidad está en un
la que cabe admitidas son los sueños y los perpetuo presente. A esta segunda temporalidad podemos denorni-
recuerdos de los personajes';'. narla el "tiempo de la escritura", por oposición al tiempo repre-
sentado. A veces la obra está constituida por el juego explícito
entre estas dos temporalidades. Así sucede en L'emploi du temps de
2I El relato no conoce sólo esta forma de temporalidad referen- Butor, donde el tiempo de la escritura desempeña un papel cada vez
cia!' Junto a la temporalidad del enunciado, existe también una más importante hasta que, al final del libro, aplasta al tiempo
temporalidad de la enunciación formada por la concatenación de representado en una confluencia última de las dos temporalidades:
las "instancias del discurso", es decir, de las coordenadas ternpora- el narrador ya no tiene tiempo para contamos la historia.

114 115
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

a) El relato que aquí denominamos Esto nos lleva a los relatos comúnmente
mitológico fue el primero en haber suscita- llamados "psicológicos" (pero hemos de
do trabajos de inspiración "estructural". ver que este término puede referirse a rea-
Retornando las ideas de los formalistas, lidades diferentes). En su "Introducción al
que eran sus contemporáneos, el folcloró- análisis estructural de los relatos", Roland
logo ruso Vladimir Propp publicó, en Barthes mostró hasta qué punto es preciso
1928, el primer estudio sistemático de este matizar la noción de causalidad: junto con
tipo de relato='. Verdad es que Propp se las unidades que causan o son causadas
interesa por un único género, a saber, el por unidades semejantes (él las denomina
cuento de hadas; y sólo lo estudia sobre la "funciones"), existe otro tipo de unidades,
base de ejemplos rusos; pero en ellos se ha denominadas "índices", que remiten "no a
creído observar los elementos primarios de un acto complementario y consecuente,
todo relato de este tipo, y los numerosos sino a un concepto más o menos difuso
estudios inspirados en aquél se orientan pero necesario, no obstante, para el sentido
habitualmente hacia una generalización=. de la historia: índices de carácter relativos
En los capítulos siguientes volveremos a a los personajes, informaciones concer-
tratar con más detalles este tipo de relato. nientes a su identidad, notaciones de
La causalidad inmediata no debe ser 'atmósfera', etcétera".
reducida únicamente a la relación entre
acciones (como Propp tiende a hacerlo). b) El relato ideológico no establece
También es posible que la acción provoque una relación directa entre las unidades
un estado o sea provocada por un estado. que lo constituyen, pero éstas se nos apa-
recen como otras tantas manifestaciones
22 V. Propp, Morphologie du conte, Seuil, París, 1970. de una misma idea, de una sola ley. A
23 Para una visión de conjunto sobre estos desarrollos, cf el. veces resulta necesario llevar bastante
Brémond, Logique du récit, Seuil, París, 1973; y Ph. Hamon, "Mise
au point sur les problemes de l'analyse du récit", Le Francais lejos la abstracción para encontrar la rela-
moderne, 40 (1972), pp. 200-221. ción entre dos acciones cuya copresencia

rr6
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

aparece a primera vista como puramente deseo, es decir, de causar la infelicidad de


contingente. aquel que no sabe satisfacedo.
Observemos con mayor detenimiento un La segunda ley de este universo -ram-
ejemplo: Adolfo, de Constant. En este caso bién moral- será formulada así por
las reglas que gobiernan el comportamien- Constant: "La gran cuestión en la vida es
to de los personajes son fundamentalmen- el dolor que se provoca, y la más ingenio-
te dos. La primera deriva de la lógica del sa metafísica no consigue justificar al hom-
deseo tal como es afirmada por ese libro; bre que ha desgarrado el corazón que lo
se la podría formular así: se desea lo que amaba". No es posible regular la propia
no se tiene, se huye de lo que se tiene. Por vida en relación con la búsqueda del bien,
consiguiente, los obstáculos fortalecen al puesto que la felicidad de uno es siempre la
deseo, y toda ayuda lo debilita. El amor de infelicidad del otro. Pero cabe organizada
Adolfo recibirá un primer golpe cuando partiendo de la exigencia de hacer el menor
Eleonora abandone al conde de P'~':-,:-para mal posible: este valor negativo será el
irse a vivir con él. El segundo golpe se pro- único que tendrá aquí esta tus absoluto.
ducirá cuando ella lo cure con abnegación Los mandamientos de esta ley tendrán más
luego de haber sufrido la herida. Cada vigencia que los de la primera cuando
sacrificio de Eleonora exaspera a Adolfo, ambas se encuentren en contradicción. Por
cada vez le quita más cosas que desear. En ello le costará tanto a Adolfo decide la
cambio, cuando el padre de Adolfo decide "verdad" a Eleonora. "Al hablar así, vi su
provocar la separación de ellos, el efecto es rostro cubierto repentinamente de lágri-
inverso, y Adolfo lo enuncia explícitamen- mas, me detuve, retrocedí, desmentí, expli-
te: "Creyendo que me separa de ella, bien qué" (cap. 4). En el capítulo 6, Eleonora
podría Ud. estar ligándome a ella para escucha todo hasta el final, pierde el cono-
siempre". Lo trágico de esta situación resi- cimiento y entonces Adolfo sólo puede
de en el hecho de que el deseo no por obe- tranquilizada asegurándole su amor. En el
decer a esta peculiar lógica deja de ser capítulo 8 hay un pretexto para abando-

118 II9
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

nada, pero él no lo aprovechará: "¿Acaso piración inicialmente fantástica sustituyó


podía castigada por las imprudencias que la causalidad del buen sentido por una cau-
yo le hacía cometer, y, fríamente hipócrita, salidad que podríamos denominar irracio-
podía yo buscar un pretexto en tales nal; en tal caso estamos en el dominio de la
imprudencias para abandonada despiada- anti-causalidad, pero todavía se trata del
damente?". La piedad prima sobre el deseo. dominio de la causalidad. Esto vale para
Así, acciones aisladas e independientes, los relatos de Kafka o de Gombrowicz y,
realizadas a menudo por diferentes perso- de una manera diferente, para la reciente
najes, revelan la misma regla abstracta, la "literatura del absurdo". Una causalidad
misma organización ideológica. evidentemente bastante distinta de la de
Boccaccio.
La literatura del siglo xx aportó impor- Al referirnos a la causalidad, debemos
tantes correctivos a las antiguas imágenes evitar reducida a lo que podríamos deno-
de la causalidad. Con mucha frecuencia minar la causalidad explícita. Hay una
intentó escapar por completo a su domi- diferencia entre "Juan arroja una piedra.
nio; pero incluso cuando se somete a éste La ventana se rompe" y "La ventana se
lo transforma considerablemente. Por una rompe porque Juan arroja una piedra". La
parte, desde fines del siglo pasado los auto- causalidad está tan presente en un caso
res disminuyeron mucho la importancia como en el otro, pero sólo en el segundo lo
absoluta de los acontecimientos descritos, está de manera explícita. A menudo esta
mientras que hasta entonces las hazañas, el distinción ha sido utilizada para diferen-
amor y la muerte constituían el terreno ciar entre los buenos y los malos escritores,
predilecto de la literatura; con Flaubert, indicando que estos últimos son quienes
Chéjov y Joyce ésta se vuelve en cambio cultivan la causalidad explícita; pero ésta
hacia lo insignificante, lo cotidiano; y su parece ser una afirmación sin fundamento.
causalidad parece un pastiche de causali- Así, se dice que la literatura de masas (poli-
dad. Por otra parte, una literatura de ins- ciales, ciencia ficción, espionaje) se carac-

120 121
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURA LISTA

teriza por su causalidad evidente y grosera; poesía que en prosa. De este modo, fue
pero vimos que Hammett representa el estudiado sobre todo dentro de la poesía.
tipo mismo del escritor que suprime toda Cabe caracterizar este orden, de una mane-
indicación de orden causal. ra general, como la existencia de una cier-
Si un relato se organiza de acuerdo con ta disposición más o menos regular de las
un orden causal, pero conserva una causa- unidades del texto. Las relaciones lógicas o
lidad implícita, con ello mismo obliga al temporales pasan a segundo plano o des-
lector virtual a realizar el trabajo que el aparecen; son las relaciones espaciales
narrador se negó a hacer. En la medida en entre los elementos las que constituyen la
que esta causalidad es necesaria para la organización. (Este "espacio" tiene que ser
percepción de la obra, el lector tiene que tomado evidentemente en un sentido parti-
proporcionarla; entonces, se encuentra cular, y tiene que designar una 'noción
mucho más determinado por la obra que inmanente al texto.)
en el caso contrario; a él es a quien le El siguiente poema ilustra una primera
incumbe, de hecho, la reconstitución del variedad en la estructura espacial:
relato. Podría decirse que todo libro exige
una cierta cantidad de causalidad: el narra- 1yslyslyslyslys
dor y el lector la proporcionan entre .Iyslyslyslyslys
ambos, y el esfuerzo de cada uno de ellos 1yslyslyslyslys
resulta ser inversamente proporcional al 1yslyslyslyslys
del otro. 1yslyslyslyslys
lyslyslyslyslys='
2. El orden espacial
Las palabras organizadas de acuerdo con
este orden no son llamadas habitualmente
"relato"; este tipo de estructura en cues- 24 L. Y P. Garnier, "Poernes architectures", Approches, 1, 1965;
tión estuvo en el pasado más difundido en éste es sólo un extracto.

122 123
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALlSTA

Este texto, cuya disposición está forma- casual que a continuación de la discusión
da por el orden de las letras, es sólo evi- que Jakobson dedica al paralelismo haya
dentemente una ilustración un poco una referencia a la geometría, ni tampoco
ingenua de un principio fundamental de la lo es que la formulación más abstracta de
poesía. Podemos recordar aquí todos los la "función poética" adopte en él la
dibujos trazados con letras; piénsese en Un siguiente forma: "En todos los niveles de la
coup de dés o también en los Calligrammes lengua, para la poesía, la esencia de la téc-
de Apollinaire. Más importantes son los nica artística consiste en repetidas reitera-
anagramas, textos algunas de cuyas letras ciones" 25. "Todos los niveles" indica
forman una palabra no sólo tal como están ciertamente la omnipresencia de las rela-
dadas una al lado de otra, sino también ciones espaciales: un relato entero puede
cuando han sido extraídas de su lugar y también obedecer a ese orden, basándose
vueltas a colocar en un orden diferente. sobre la simetría, la gradación, la repeti-
Esas letras que remiten a otras letras, o esos ción, la antítesis, etc. Proust también rei-
sonidos que remiten a otros sonidos, dibu- vindicaba una comparación espacial para
jan un espacio en el nivel del significante. describir su obra: la catedral.
El estudio más sistemático del orden En la actualidad, la literatura se orienta
espacial en literatura fue realizado por hacia relatos de tipo espacial y temporal,
Roman Jakobson. En sus análisis de la en detrimento de la causalidad. Un libro
poesía mostró que todos los estratos del como Drame, de Philippe Sollers, pone en
enunciado, desde el fonema y sus rasgos juego -en una compleja interrelación- esos
distintivos, hasta las categorías gramatica- dos órdenes acentuando el tiempo de la
les y los tropas, pueden entrar dentro de escritura y haciendo alternar dos tipos de
una organización compleja, en simetrías,
gradaciones, antítesis, paralelismos, etc.,
25 R. Jakobson, Questions de poétique, Seuil, París, 1973, p. 234.
formando en conjunto una verdadera Se encontrarán otros análisis inspirados en los mismos principios,
estructura espacial. Por lo demás, no es en N. Ruwet, Langage, musique, poésie, Seuil, París, 1972.

I24 I25
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

discurso conducidos por un "yo" y por un mayor detenimiento cuál es la naturaleza


"él". Otras obras se organizan alrededor de tales unidades. Con este objetivo, esta-
de una alternancia de registros verbales o bleceremos tres tipos de unidades, dos de
de categorías gramaticales, de redes las cuales son construcciones analíticas,
semánticas, etcétera. mientras que la tercera está dada empírica-
De hecho, en literatura sólo encontra- mente: se trata precisamente de la proposi-
mos la mezcla de esos órdenes. La pura ción, la secuencia y el texto. Para ilustrar
causalidad nos remite al discurso utilitario, estas nociones, tomaremos como ejemplo
la pura temporalidad a las formas elemen- algunos cuentos de El Decamerón.
tales de la historia (ciencia), la pura espa-
cialidad al logátomo letrista. ¿Acaso no 1. El establecimiento de la unidad narrati-
será ésta una de las razones de las dificul- va más pequeña es un problema que ya se
tades que se encuentran cuando se intenta le planteó a uno de los precursores de los
hablar de la estructura del texto? formalistas, el historiador de la literatura
Alejandro Vesselovski. Para designada
utiliza el término motivo, tomado de la
6. El aspecto sintáctico: sintaxis poética del folclore, y da la siguiente defi-
narrativa nición intuitiva de éste: "Por motivo
entiendo la unidad narrativa más simple
En los dos capítulos siguientes nos limita- que responde, de una manera figurada, a
remos a una sola especie de organización las diversas interrogaciones de la mentali-
sintáctica: la que caracteriza al relato dad primitiva o de la observación de las
"mitológico" . costumbres". Un ejemplo de motivo sería
Desde el comienzo, estipulamos que éste: el dragón rapta a la hija del rey. Pero
nuestro objeto hasta aquí estaba constitui- Propp, aunque se inspira en el trabajo de
do por las relaciones de las unidades narra- Vesselovski, ya critica esta manera de ver:
tivas entre sí. Ahora es preciso ver con tal frase no es todavía una entidad indes-

I26 I27
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

componible, ¡contiene no menos de cua- X es una joven.


tro elementos, el dragón, el rapto, la hija, y es el padre de X.
el rey! Para paliar este inconveniente, Z es un dragón.
Propp introduce un criterio selectivo Z rapta a X.
suplementario que es la constancia y la
variabilidad; advierte, por ejemplo, que A esta unidad mínima la denominare-
en el cuento de hadas ruso el elemento mos proposición narrativa. Es evidente que
estable es el rapto, mientras que los otros la proposición entraña dos especies de
tres varían de un cuento a otro y declara constituyentes, a los que se ha convenido
que únicamente el primero merece el en llamar respectivamente actantes (X, Y,
nombre de función, que se convierte en su Z) y predicados (raptar, ser una joven, ser
unidad fundamental. un dragón, etc.).
Pero al introducir el criterio de constan- Los actantes son unidades con dos
cia y de variabilidad, Propp se ve obligado caras. Por una parte, permiten identificar
a salir de la poética general y a entrar en la elementos discontinuos, situados con pre-
de un género particular (el cuento de cisión en el espacio y el tiempo; se trata de
hadas, y además en Rusia); cabe perfecta- una función referencial que, en la lengua
mente concebir otro género en que la cons- natural, es asumida por los nombres pro-
tante sería el rey y los demás "motivos" pios (así como por las expresiones acom-
serían variables. Para evitar el reproche pañadas por un demostrativo), sin cambiar
que Propp le hace a Vesselovski sin com- nada en la anterior presentación, podría-
prometerse por ello en una poética "gené- mos poner "María" en el lugar de X,
rica", la mejor solución sería reducir el "Juan" en el de Y, etc.; por cierto, esto es
"motivo" inicial a una serie de proposicio- lo que sucede en los relatos reales donde
nes elementales, en el sentido lógico del los actantes corresponden habitualmente
tema; por ejemplo: (aunque no siempre) a seres individuales y,
además, humanos. Por otra parte, ocupan

129
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

una cierta posición en relación con el representa el paso de una situación a otra.
verbo: en la última proposición de las men- [... ] Los motivos que cambian la situación
cionadas más arriba, por ejemplo, Z es un se denominan motivos dinámicos, y los
sujeto y X es un objeto. Se trata de la fun- que no la cambian se denominan motivos
ción sintáctica de los actantes, los cuales estáticos". Esta dicotomía explicita la dis-
desde este punto de vista no se diferencian tinción gramatical entre adjetivo y verbo
de las funciones sintácticas propias de la (el sustantivo es asimilado aquí al adjeti-
lengua y que en muchas lenguas se expre- vo). Agreguemos que el predicado adjetival
san en la forma del caso (por lo demás, de es dado como anterior al proceso de deno-
aquí deriva el origen del término "actan- minación, mientras que el predicado verbal
te"). Según las investigaciones de Claude es contemporáneo de ese mismo proceso;
Bremond, los principales actantes-papeles como dirá Sapir, el primero es un "existen-
serían el agente y el paciente, y cada uno de te" y el segundo es un "ocurrente".
éstos se especificaría de acuerdo con Tomemos un ejemplo que nos permitirá
muchos parámetros: el primero como ilustrar estas "partes del discurso" narrati-
influyente y mejorador (degradador) y el vo. Peronella recibe a su amante estando
segundo como beneficiario y víctima. ausente su marido, un pobre albañil. Pero un
Los predicados pueden ser de todo tipo, día éste vuelve temprano. Peronella, oculta
porque corresponden a toda la variedad del al amante en un barril; cuando el marido ha
léxico, pero desde hace mucho tiempo se ha entrado, le dice que hay alguien que quiere
convenido en identificar dos grandes clases comprar el barril y que en ese momento lo
de predicados, eligiendo como criterio dis- está examinando. El marido le cree y se
criminatorio la relación de un predicado alegra por la venta. Va a raspar el barril
con el predicado anterior. Tomachevski para limpiado; mientras tanto, el amante
formuló del siguiente modo esta distinción le hace el amor a Peronella que ha pasado
que, en su vocabulario, se aplica a los su cabeza y sus brazos por la boca del
motivos: "La fábula [es decir, el relato] barril y de ese modo lo ha tapado (VII, 2).

13° 131
TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALISTA

Peronella, el amante y el marido son los un medio para evitar el castigo; esto es lo
agentes X, Y Y Z. Las palabras "amante" y que hará Peronella; lo consigue disfrazan-
"marido" nos indican además un cierto do la situación de desequilibrio (la trans-
estado: lo que aquí está en cuestión es la gresión de la ley) y presentándola como
legalidad de la relación con Peronella; fun- una situación de equilibrio (la compra de
cionan, pues, como adjetivos. Tales adjeti- un barril no viola la ley familiar). Ha y
vos describen el estado inicial: Peronella es aquí, en consecuencia, un nuevo verbo:
la esposa del albañil, no tiene derecho a "disfrazar". El resultado final es nueva-
hacer el amor con otros hombres. mente un estado, y por lo tanto un adjeti-
Luego viene la transgresión a esta ley: vo: se ha instaurado una nueva ley, si bien
Peronella recibe a su amante. Se trata evi- no explícita, según la cual la mujer puede
dentemente de un verbo que podría desig- seguir sus inclinaciones naturales.
narse como: "violar", "transgredir" (una
ley). Introduce un estado de desequilibrio Il. Habiendo dado de este modo una des-
porque la ley familiar ya no es respetada. cripción mínima de la unidad que es la
A partir de este momento, caben dos proposición, podemos volver a nuestra
posibilidades para restablecer el equilibrio. pregunta inicial relativa a las relaciones
La primera sería castigar a la esposa infiel; .
entre tales unidades mínimas. Puede decir-
se de inmediato que, desde el punto de
pero esta acción hubiese servido para res-
tablecer el equilibrio inicial. Ahora bien, el vista de su contenido, esas relaciones se
cuento (o al menos los cuentos de reparten entre los diferentes "órdenes" que
Boccaccio) nunca describe tal repetición hemos revisado en el capítulo anterior: se
del orden inicial. El verbo "castigar" está trata de las relaciones lógicas de causalidad
presente, pues, dentro del cuento (es el o de inclusión, etc.; de las relaciones tem-
peligro que acecha a Peronella) pero no se porales, de sucesión o de simultaneidad; de
realiza, permanece en estado virtual. La las relaciones "espaciales", de repetición,
segunda posibilidad consiste en encontrar de oposición, y así sucesivamente. Pero la

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POÉTICA ESTRUCTURALISTA

combinación de las proposiciones presenta que describen un estado (de equilibrio o de


otras particularidades. desequilibrio) y los que describen el paso
Ante todo, se impone el establecimiento de uno de ellos a otro. Ya se habrá recono-
de una unidad superior. Las proposiciones cido que se trata de las proposiciones atri-
no forman cadenas infinitas; se organizan butivas y verbales. Naturalmente es
en ciclos que todo lector reconoce intuiti- posible que la secuencia esté cortada en el
va mente (se tiene la impresión de un todo medio (paso del equilibrio al desequilibrio
acabado) y que el análisis no tiene dema- solamente, o a la inversa), o incluso en par-
siada dificultad para identificar. A esta uni- tes más peq ueñas todavía 26.
dad superior se la denomina secuencia, el La fórmula "paso de un estado a otro"
límite de la secuencia está marcado por (o, como dice Tomachevski, "de una situa-
una repetición incompleta (preferiríamos ción a otra") capta los hechos en el nivel
decir: una transformación) de la proposi- masis ab
a stracto. P ero este ""paso pue d e rea-
ción inicial. Si, para mayor comodidad, se lizarse por diferentes medios. Claude
admite que esa proposición describe un Bremond se dedicó al estudio de la ramifi-
estado estable, de esto se sigue que la cación del esquema inicial abstracto, en su
secuencia completa está compuesta -siem- Logique du récit, donde intenta hacer una
pre y únicamente- por cinco proposicio- tabla sistemática de todos los "posibles
nes. Un relato ideal comienza con una narrativos" .
situación estable que una fuerza cualquiera Tal como la hemos definido, la secuen-
viene a perturbar. Esto produce un estado cia entraña un número mínimo de proposi-
de desequilibrio, por la acción de una fuer- ciones; pero puede entrañar más, sin que
za dirigida en sentido inverso el equilibrio por ello sea posible identificar dos secuen-
es restablecido; el segundo equilibrio es
muy semejante al primero, pero ambos no 26 En su A Grammar of Stories (Mouton, La Haya, 1973), Gerald
son nunca idénticos. Por consiguiente, en Prince identifica la secuencia con lo que para nosotros es una semi-
secuencia (tres proposiciones). Pero esto es simplemente un asunto
un relato hay dos tipos de episodios: los de convención.

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cias autónomas: ocurre que todas las pro- III. Lo que el lector encuentra ernpinca-
posiciones no entran dentro del esquema mente no es la proposición ni tampoco la
básico. También en este caso Tomachevski secuencia, sino un texto entero: novela,
propuso una primera distinción (aplicán- nouvelle o drama. Ahora bien, un texto
dola siempre a los "motivos", que abarcan entraña casi siempre más de una secuencia.
en él, pues, al mismo tiempo los predicados Tres tipos de combinación entre secuencias
y las proposiciones): "Los motivos de una son posibles.
obra son heterogéneos. Una simple exposi- El primer caso, frecuente en El
ción de la fábula nos revela que ciertos Decamerón, es la imbricación. Aquí una
motivos pueden ser omitidos sin que con secuencia entera reemplaza a una proposi-
ello resulte destruida la sucesión de la ción de la primera secuencia.
narración, mientras que otros no pueden Por ejemplo: Bergamino ha llegado a una
serlo sin que se altere el vínculo de causali- ciudad extranjera y ha sido invitado a comer
dad que une a los acontecimientos. Los por Maese Cane; en el último momento éste
motivos que no se pueden excluir se deno- anula la invitación sin dar satisfacción a
minan 'motivos asociados'; los que se pue- Bergamino. Este último se ve obligado a gas-
den descartar sin derogar la sucesión tar mucho dinero, pero un día se encuentra
cronológica y causal de los acontecimien- con Maese Cane y le cuenta la historia de
tos son 'motivos libres"'. Ya se habrá reco- Primas y el abate de Cluny. Primas había ido
nocido en lo anterior la oposición que a una comida ofrecida por el abate sin que
formula Barthes entre "funciones" e "índi- éste lo hubiese invitado, y el abate le había
ces". Se sobrentiende que tales proposicio- negado la comida. Presa luego de remordi-
nes facultativas ("libres", "índices") sólo mientos, el abate cubrió a Primas de gracias.
son tales desde el punto de vista de la cons- Maese Cane comprende la alusión y le
trucción secuencial y a menudo son de lo reembolsa el dinero a Bergamino (1, 7).
más necesarias dentro del texto. La secuencia principal incluye todos sus
elementos obligatorios: el estado inicial de

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TZVETAN TODOROV POÉTICA ESTRUCTURALlSTA

Bergamino, su degradación, el estado de Helena deja al clérigo enamorado de ella


penuria en que se encuentra, el medio que en el jardín durante una noche de invierno
descubre para salir de él, su estado final (primera secuencia), luego el clérigo la
semejante al primero. Pero la cuarta pro- encierra completamente desnuda en una
posición es un relato que, a su vez, forma torre durante un cálido día de verano
una secuencia: tal es la técnica de la imbri- (segunda secuencia). Ambas secuencias tie-
cación. nen estructuras idénticas; esta identidad es
Existen muchas variedades de imbrica- acusada por la oposición de las circunstan-
ción, según el nivel narrativo de ambas cias espacio-temporales. La concatenación
secuencias (mismo nivel o nivel diferente, conoce también muchas subespecies
como en el caso citado) y según el tipo de semántica s y sintácticas: Sklovski distin-
relación temática que se establece entre guía, por ejemplo, el "enhebrado", donde
ellas: relación de explicación causal; rela- un mismo protagonista atraviesa diversas
ción de yuxtaposición temática, así como aventuras (tipo Gil Bias), la "construcción
sucede en los cuentos-argumentos o ejem- en paliers" o paralelismo de las secuencias,
plos, o en las historias que forman con- etcétera.
traste con la anterior; finalmente, como lo La tercera forma de combinación es la
hacía notar Sklovski, es posible "contar alternancia' (o entrelazamiento), que colo-
nouvelles o cuentos para retardar la reali- ca en relación de sucesión unas veces una
zación de una acción cualquiera": el ejem- proposición de la primera secuencia y otras
plo que inmediatamente se nos ocurre es el una de la segunda. El Decamerón presenta
de Sherezade. pocos ejemplos de este tipo (cf. sin embar-
La concatenación presenta otra posibili- go v, 1); pero la novela utiliza con fre-
dad de combinación. En este caso, las cuencia esta construcción. Así, en Las
secuencias son puestas una después de la relaciones peligrosas alternan las historias
otra en vez de ser imbricadas. Así ocurre de Mme. de Tourvel y de Cecilia; la alter-
en el séptimo cuento de la octava jornada: nancia está motivada por la forma episto-
POÉTICA ESTRUCTURALISTA
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lar del libro. Estas tres formas elementales po demasiado elevada y demasiado peque-
pueden combinarse todavía entre sí, como ña. Demasiado pequeña, si se piensa que
se sobrentiende. todas las acciones posibles tienen que des-
embocar, por medio de reagrupamientos
empíricos, en sólo treinta y una; demasia-
7. El aspecto sintáctico: do elevado, si no se parte de la variedad de
especificaciones y reacciones las acciones sino de un modelo axiomático.
En consecuencia, se ha convertido en un
Tras esta visión de conjunto, tenemos que lugar común de la crítica de Propp el indi-
volver sobre algunos aspectos de los predi- car la posibilidad de reunir muchas funcio-
cados narrativo s acerca de los cuales nada nes en una sola sin dejar por ello de
hemos dicho hasta ahora. preservar su diferencia; Lévi-Strauss escri-
be, por ejemplo: "Se podría tratar a la 'vio-
1. Nuestra anterior descripción podía lación' como la inversa de la 'prohibición',
hacer creer que cada predicado es absolu- ya ésta como una transformación negativa
tamente diferente de todos los demás. de la 'injuncióri'">".
Ahora bien, incluso una inspección super- En la lengua, estas categorías, que per-
ficial permite observar el parentesco que miten al mismo tiempo especificar una
existe entre ciertas acciones y por lo tanto acción e indicar los rasgos que ésta posee
advertir la posibilidad de presentadas en común con otras, se expresan mediante
como si fuese una acción poseedora de las terminaciones verbales, los adverbios o
muchas formas. Propp había hecho un pri- las partículas. El ejemplo más simple y el
mer intento en este sentido, al reducir más difundido sería la negación (junto con
todos los cuentos de hadas a sólo treinta y su variante, la oposición). Bergamino es
una "funciones". Sin embargo, la elección rico, luego pobre, luego nuevamente rico:
aparentemente arbitraria de tal cifra no
27 "La structure et la forme", Cahiers de ['lSEA, 99,1960, p. 28.
convenció a sus lectores: es al mismo tiem-
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es importante ver que aquí no hay dos pre- nes; inversamente podemos especificar una
dicados autónomos sino dos formas, posi- misma acción según esté realizada de talo
tiva y negativa, del mismo predicado. cual manera.
La negación corresponde a lo que se Tal análisis lógico (más que gramatical,
denomina el "estatus" del verbo. Otra a pesar de las apariencias) no es un mero
categoría verbal es el aspecto: así, una artificio de notación; nos permite llevar el
acción puede sernos presentada en su análisis hasta sus unidades indescomponi-
comienzo, en el proceso de su desarrollo y bles, lo cual es una condición necesaria
como resultado (en gramática tales aspec- para toda descripción exigente.
tos se denominan: incoativo, progresivo,
terminativo). Más importante aún para la 11. Parece evidente que en el caso de los
narración es la categoría de modalidad; ya predicados hay que proceder a este reagru-
observamos un ejemplo de ella en la histo- pamiento y a esta clasificación, desembo-
ria de Peronella, donde la prohibición del cando en el establecimiento de categorías
adulterio desempeñaba un papel esencial; que sirven para modificar (o para especifi-
pues bien, ¿qué es la prohibición sino una car) el predicado inicial. Existe otra mane-
proposición de estatuto negativo enuncia- ra de reagrupar los predicados, ya no
da bajo la modalidad de la obligación según sus modaljdades sino según su natu-
("No debes ... ")? raleza primaria o secundaria.
Este tipo de especificación nos parece En efecto, existen acciones primarias
aceptable cuando está inscrito en la gra- que no presuponen la realización de ningu-
mática de la lengua; pero es necesario na otra acción. Por ejemplo: podemos
tomar conciencia de que cualquier adver- enterarnos -para volver a un caso ya men-
bio de modo desempeña un papel análogo. cionado- que el dragón rapta a María, sin
Podemos caracterizar toda clase de accio- saber que ésta es hija de un rey; tales pro-
nes como "bien" o "mal" realizadas, y posiciones están en relación de sucesión y a
establecer de esa manera sus rasgos comu- veces se concatenan causalmente, pero
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nada les impide existir también en forma representación de ese mismo proceso de
aislada. Sucede algo muy distinto con una lectura al que la sometemos. Los persona-
acción como, precisamente, enterarse. jes construyen su realidad a partir de los
Imaginémonos que Iván se entera del rapto signos que reciben, así como nosotros
de María. Diremos que esta acción es construimos la ficción a partir del texto
secundaria, porque presupone la existencia leído; su aprendizaje del mundo es una
de una proposición anterior que es la figuración de lo que nosotros tenemos que
siguiente: alguien rapta a María. Forzando hacer con el libro.
un poco el sentido de las palabras, podría- Por consiguiente, volveremos a encon-
mos hablar en el primer caso de acciones y trar aquí todas las categorías que estableci-
en el segundo de reacciones: estas últimas mos en nuestra descripción del "aspecto
aparecen siempre y necesariamente luego verbal" de la obra literaria y podremos uti-
de otra acción. lizarlas para afinar la tipología de los pre-
¿Pueden enumerarse racionalmente dicados narrativos. Consideremos el
todas las reacciones? En verdad, ya lo ejemplo del tiempo. Así como nosotros,
hemos hecho una vez, y no es casual que en lectores, podemos enterarnos de una
el párrafo anterior la palabra "enterarse" acción antes o después del momento en
haya aparecido dos veces, una vez con el que ella se produjo -ficticiamente- (pros-
sujeto "nosotros" (el lector) y otra con el pecciones y retrospecciones); del mismo
sujeto "Iván" (el personaje). Así como nos modo, los personajes no se contentan con
entregamos a un trabajo de construcción vivir una acción sino que también pueden
de la ficción a partir de un discurso, del acordarse de ella o proyectarla: otras tan-
mismo modo los personajes -elementos de tas "reacciones" que sólo pueden existir, si
la ficción- tienen que reconstituir, partien- cabe expresarse así, sobre las espaldas de
do de los discursos y de los signos que los otra acción. Por lo demás existen numero-
rodean, su universo perceptivo. Toda fic- sos predicados vinculados con este juego
ción contiene, pues, en su interior, una con el tiempo, según su relación con el

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sujeto enunciador, con el grado de aproba- como si fuese una situación de compra del
ción dado a la acción emprendida, etc. Por barril. La poética clásica ha establecido el
ejemplo, proyectar o decidir son acciones repertorio de la acción complementaria de
asumidas por ese sujeto y que sólo se refie- reinterpretación, de descubrimiento de la
ren a él; prometer o amenazar, en cambio, verdad (en una de sus versiones al menos),
conciernen también a aquel a quien se le bajo el nombre de reconocimiento. He
habla; y en acciones como tener esperanzas aquí la fórmula aristotélica: "El reconoci-
o temer, el desenlace de los acontecimien- miento, como por lo demás su nombre lo
tos no depende del sujeto. indica, es el paso de la ignorancia al cono-
Si consideramos el problema de la trans- cimiento ... " (Poética, 1452 a). De esto
misión de la información en el interior de la surge que el reconocimiento corresponde a
ficción, volvemos a encontrar las categorías dos partes de la intriga: ante todo, un
del modo: aquí las cosas pueden ser conta- momento de "ignorancia" y luego el del
das o dichas o representadas con mayor o "conocimiento". En ambos momentos
menor fidelidad, con mayor o menor dis- -para nosotros, ambas proposiciones- es
tancia (y, en el universo ficticio, el acto de evocado el mismo hecho, pero la primera
contar una cosa, que es una " reacción", ./" vez alguien se equivocó de interpretación,
puede tener más importancia narrativa que lo cual originó, una acción secundaria o
el de vivida). reacción. Los ejemplos más frecuentes se
Pero las más variadas y múltiples reac- refieren a la identidad de un personaje: la
ciones se vinculan con las diferentes cate- primera vez, Ifigenia toma a Orestes por
gorías que identificamos en el seno de la otro, la segunda vez lo identifica. Pero se
visión. advierte que no es necesario reducir el
El caso más simple es el de la ilusión o reconocimiento al descubrimiento de una
información falsa, y el de su eliminación. verdadera identidad: toda revelación acer-
Se recordará la hábil acción de Peronella, ca de una acción, sobre la cual antes se ha
que disfrazaba la situación de adulterio dado una falsa interpretación, se identifica

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POÉTICA ESTRUCTURALISTA

con un "reconocimiento". Este caso no mas de un mismo predicado; en el segun-


difiere mucho del de la ignorancia que do, de dos tipos de predicados diferentes,
implica una "reacción" de aprendizaje. primarios y secundarios, o acciones y reac-
Al decir que el personaje podía "temer" o ciones. La presencia y la posición de tal o
"tener esperanzas" de la llegada de tal acon- cual tipo de predicados influye fuertemen-
tecimiento, sólo reteníamos el valor tempo- te sobre nuestra percepción de un texto.
ral de tales reacciones; ahora bien, éstas Qué más llamativo, en un relato como La
implican evidentemente, al mismo tiempo, búsqueda del Graal, que estas dos "reac-
un juicio de valor, una apreciación -que ciones": por una parte, todos los aconteci-
naturalmente puede adoptar formas dife- mientos que ocurren son anunciados de
rentes de la división en "bien" y "mal"-. antemano; por la otra, una vez que ocurren
Por último, el mero hecho de transponer reciben una nueva interpretación en un
una acción de su estado objetivo a la subje- código simbólico particular. La literatura
tividad de un personaje equivale a la exis- de fines del siglo XIX apreció particular-
tencia de una visión: "Peronella engaña a su mente la representación del proceso de
marido" es una acción; "el marido piensa conocimiento; en un Henry James o en un
que Peronella lo engaña" es una reacción Barbey d' Aurevilly llega a su máxima
(pero ella no ocurre en el cuento de expresión el procedimiento según el cual a
Bocaccio). menudo sólo se nos cuenta el proceso de
De este modo, todo lo que en el nivel del aprendizaje sin que jamás nos enteremos
discurso podía aparecer como un mero de qué se trata: porque no hay nada de qué
procedimiento de presentación, en el nivel enterarse o porque la verdad es incognos-
de la ficción se transforma en el elemento cible. Tales textos realizan en grado parti-
temático. cularmente extremo aquella "puesta en
Es importante advertir la diferencia abismo" que es propia de toda literatura:
entre especificaciones y reacciones; en el como el mundo, el libro debe ser interpre-
primer caso se trataba de las diversas for- tado.

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