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Las tecnologías informáticas han alcanzado hoy un grado de desarrollo notable; no

podemos hablar de Informática y Telecomunicaciones como realidades separadas. sino


más bien de Telemática; además estamos en un estadio de microinformática, la progresiva
miniaturización y abaratamiento de los equipos, el incremento de la velocidad de proceso y
del volumen de información que puede tratarse, ha permitido la generalización del uso de
equipos para el tratamiento de la información, utilizados antes sólo por las grandes
compañías y órganos de la Administración; así, aparece. la informática doméstica.

El continuo desarrollo de las tecnologías informáticas de almacenamiento de datos y acceso


a los mismos ha dado lugar a muchas preocupaciones, desde los puntos de vista:

 Tecnológico: hay que velar por la seguridad de las redes de telecomunicaciones, e


impedir los accesos no autorizados a los centros de proceso de datos.
 Económico: los datos no son ya simplemente informaciones que se solicitan para
prestar servicios o bienes por la Administración o las empresas, sino que se les
considera elementos susceptibles de tráfico económico, mercancías, se les asigna
un valor económico y se fomenta su intercambio.
 Político: hay que conjugar el derecho de acceso a las Bases de Datos de la
Administración Pública con la seguridad del Estado y la defensa nacional.
 Sobre todo, desde el punto de vista de los ciudadanos, que ven perdido el control
de sus datos personales, con la inquietud de que éstos puedan ser utilizados no
para prestarles un servicio, que es para lo que se cedieron, sino para lesionar sus
bienes y derechos.

La sociedad moderna es la sociedad de la información informatizada. La tecnología


informática, computarizada o no, ha llegado a significar no sólo verdaderos y notables
avances para el desarrollo material de la humanidad, sino que a la vez ha significado
verdaderos peligros para el pleno desarrollo de la persona y la sociedad. Ante esta situación
nueva, el derecho, que es lo debido por ser lo justo, ha respondido materialmente con el
reconocimiento de un nuevo derecho fundamental: el derecho a la autodeterminación
informativa; y ha respondido también procesalmente con la creación de un nuevo
mecanismo de protección fundamental: el hábeas data.

Veamos otra vez lo que nos dice este derecho en la constitución peruana Art 2 inc. 6: “Toda
persona tiene derecho a que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o
privados, no suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar”.
recuérdese que en estos tiempos es muy difícil procurar la intimidad de las personas
(información personal, familiares cercanos, fotos, videos), pues la sociedad actual está
diseñada precisamente para que todo tipo de información circule, se podría decir que es
como un libro informático que, al aprender a leerlo, puedes obtener cualquier dato de
cualquier persona, objeto o situación.

El Derecho a la Autodeterminación Informativa, surge ante la necesidad de otorgarle al


titular de la información, una protección real y efectiva frente a posibles violaciones de sus
datos personales. Este derecho es diferente e independiente de otros derechos y figuras
jurídicas. Su independencia proviene tanto de su origen, como de su finalidad, de su objeto
a proteger y del tipo de derecho que es. Podemos decir que es un elemento del sistema de
protección de datos personales, más no un símil, pues lo consideramos un derecho como
tal; no como un sistema, ni una herramienta, ni una acción.

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