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Unidades 1 y 2
CONSIGNAS
Zelaznik plantea tres formas de abordar el análisis de gobierno como fenómeno político.
La primera considera al gobierno como un conjunto de individuos que ejercen el poder
de autoridad en un sistema político. El concepto aquí está centrado en determinados
autores individuales o colectivos que ocupan los puestos de liderazgo político y en
consecuencia determinan la orientación política de una sociedad. En este sentido puede
sostenerse que el gobierno es “una red de funcionarios públicos íntimamente ligados al
poder ejecutivo que participan en los procesos de diseño y ejecución de políticas como
miembros de dicha red y cuya permanencia es inseparable de la del ejecutivo”. En los
modernos sistemas políticos el poder de gobierno se encuentra institucionalizado y
formalizado en el orden constitucional y legal. En este sentido es posible distinguir entre
estructuras de autoridad (instituciones que confieren poder) y las autoridades (los
titulares de los roles de autoridad), quedando claro que el poder es del cargo y solo pasa
a la persona en la medida que lo ocupa (el poder deja de ser subjetivo). La
institucionalización del poder marca los límites de la actuación de los gobernantes, por
lo que remite a la idea de gobierno como estructura.
La segunda de las perspectivas considera al gobierno como un conjunto de actividades
vinculadas al proceso de toma de decisiones políticas; en este sentido, el concepto se
caracteriza por hacer referencia a funciones. No existe ninguna actividad que haya sido
ejecutada “exclusivamente” por el gobierno, pero son pocas las actividades que en
diferentes momentos históricos no han sido consideradas como propias del gobierno.
Sin embargo, la función básica del gobierno es tomar decisiones políticas, es decir,
decisiones vinculantes para todos los miembros de la comunidad cuya obligatoriedad
está garantizada por la amenaza del uso de la violencia física legítimamente
monopolizada por el Estado. Mientras que la toma de decisiones es la función típica del
gobierno, la implementación de esas decisiones es asignada a un conjunto de
funcionarios profesionales que conforman la burocracia pública (Weber). Así, la idea de
gobernabilidad democrática descansa no solo en la capacidad del gobierno para tomar
decisiones sino también en su capacidad para garantizar que la burocracia las
implemente.
Finalmente, desde un tercer abordaje, el termino gobierno hace referencia a las
instituciones a partir de las cuales se ejerce la autoridad, más concretamente, a las
estructuras de toma de decisiones políticas. Enfocar al gobierno en términos
institucionales requiere diferenciarlo respecto del concepto de sistema político y
régimen político. El concepto de sistema político refiere a un conjunto de instituciones,
grupos y procesos políticos caracterizados por un cierto grado de interdependencia
recíproca. Está compuesto por tres elementos centrales: la comunidad política, el
régimen político y las autoridades. A su vez, el régimen político posee un carácter
diferenciable respecto del sistema político. Los elementos que constituyen un régimen
político son: un conjunto de estructuras de autoridad encargada de tomar decisiones e
implementarlas; un conjunto de normas, procedimientos y reglas de juego y una serie de
ideologías, valores y creencias que se encuentran institucionalizados y legitiman el
régimen. El gobierno como institución forma parte de las estructuras de toma de
decisiones que posee el régimen político de un sistema político dado.
Foucault hace un rastreo de la noción de gobierno para lograr una descripción que vaya
más allá de lo estatal. La palabra gobernar, antes de adoptar su significación
propiamente político en el siglo XVI, abarcaba un dominio semántico muy amplio.
Aludía al dominio que se puede ejercer sobre uno mismo y los otros, pero también sobre
el alma y la manera de obrar de determinados sectores poblacionales como los niños, los
locos, los pobres o los feligreses. De todos modos, hay una coincidencia: nunca se
gobierna un Estado, o un territorio, o una estructura política. Los gobernados son
hombres, individuos, colectividades. No existía la idea de gobernar una población. Uno
de los primeros usos de la idea de gobierno era la referida a los pastores cristianos, el
poder pastoral.
Ya desde el siglo XVII y más claramente en el siglo XVIII, estas variadas formas de
gobierno fueron progresivamente articuladas al nivel del ejercicio de la soberanía
política. Esto coincide con el periodo final del feudalismo y la centralización de poder
bajo las instituciones del Estado moderno.
Para Foucault, el Estado moderno surge cuando la gubernamentalidad se convierte en
una práctica política meditada y calculada. Las relaciones de poder trascienden los
espacios institucionales y se ejercen más allá de los aparatos estatales, pero el Estado no
es una forma más entre las muchas posibles en el ejercicio del poder, porque ha habido
históricamente un proceso de estatización de las gubernamentalidades donde el Estado
ha adquirido características propias. Este proceso surge por la preocupación generada en
torno a la soberanía política tras la centralización de los poderes paraestatales y el
advenimiento del capitalismo.
3) Identificar los elementos principales de la modalidad de análisis de políticas estatales
que proponen Oscar Ozslak y Guillermo O´Donell (1995). Establecer las diferencias
entre “asuntos” y “cuestiones”; y entre “políticas” y “políticas estatales”.
Ozslak y O’Donell definen las políticas estatales como un conjunto de acciones que
manifiestan una determinada modalidad de intervención del Estado en relación a una
cuestión que concita el interés público y la movilización de otros actores de la sociedad
civil. Las políticas de Estado cuentan con un sustento legal para su implementación, que
traspasa la temporalidad de los gobiernos y que, por lo tanto, ha logrado un consenso
mucho más amplio para su formación. El estudio de las políticas estatales permiten una
visión del estado en acción, a través de las diferentes tomas de posición ante una
determinada cuestión. Las cuestiones son asuntos o necesidades que han sido
socialmente problematizadas por ciertos grupos, organizaciones, clases y/o individuos
situados en una posición estratégica que creen que puede y debe hacerse algo al
respecto, iniciando por promover su incorporación a la agenda. La resolución de esas
cuestiones puede recibir la debida atención del Estado, ser dejada a la sociedad civil o
resolverse porque otra cuestión ha ingresado a la agenda, monopolizando la atención.
En cambio una política propone una intervención para alterar alguna circunstancia o un
modo de conducta en particular, y por lo general dependen de las prioridades del poder
Ejecutivo.
4) Describir los modelos de análisis de políticas públicas, evaluando sus potencialidades
y/o límites.
El policy analysis implica una mirada neutra, una postura no comprometida. Aquí, el experto se
inclina sobre una política pública sin asumir a priori, de manera consciente, una alternativa
preestablecida, una opción precisa entre las múltiples posibles. El análisis consiste en identificar
las consecuencias de todas las alternativas, disponibles o consideradas, y describir la cadena de
efectos previsibles (Meny y Thoenig)
Public choice
Para el public choice, la política sigue las mismas reglas que la economía. Los individuos
buscan maximizar su utilidad, guiados por su interés personal, lo que a su vez determina una
redefinición de lo público y privado. Los políticos, gobernantes, partidos y electores se mueven
por sus intereses egoístas y no por un hipotético bien común (Hernández)
Hace un fuerte hincapié en el contenido y proceso de las políticas públicas y la forma en que
estas influyen en lo político.