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Guía Dramático Primera PDF
Guía Dramático Primera PDF
Segunda Parte:
Género Dramático
Este género literario agrupa las obras, cuya característica esencial consiste en que la acción
es transmitida al lector-espectador directamente por los personajes. No encontramos, en este caso,
un narrador que medie entre los acontecimientos y el lector.
El género dramático se caracteriza, además, por representar un conflicto humano entre dos
fuerzas contrarias de temática variada: la lucha de una mujer por independizarse, una conquista
amorosa, la venganza, etc.
En pocas palabras, la obra dramática implica la presencia de dos fuerzas en pugna que
intentan establecer su hegemonía.
a).- Tragedia:
Clásica griega. La tragedia corresponde a una etapa en la evolución histórica del género
dramático. Se caracteriza por:
- El héroe trágico: el protagonista de la tragedia es, como dice Aristóteles, un hombre que se sitúa
sobre la media; posee cualidades que le permiten destacar entre sus pares. De esta forma, el destino
–representado en los dioses- triunfa sobre una persona virtuosa y, a todas luces, superior al resto.
- Catarsis: una vez que el héroe es derrotado por el destino, el lector – espectador contempla la
altura de su caída. Lo grande y majestuoso del pasado se convierte en miseria y dolor del presente.
Esta sensación de piedad y miedo que se aloja en el alma del espectador recibe el nombre de
catarsis.
b) Tragedia moderna. Los tiempos modernos implicaron una ruptura con las visiones de
mundo precedentes: el politeísmo de la Antigüedad clásica dio paso al monoteísmo cristiano, quien,
a su vez, desembocó en el humanismo y racionalismo cartesiano. En este contexto, la tragedia
adoptó una nueva forma histórica, pues cambió su forma y su contenido. Veamos las características
de la tragedia moderna:
- Destino trágico moderno: se configura mediante la oposición de dos fuerzas simétricas: por un
lado, el héroe trágico y, por otro, su actuar en el mundo. En este caso, el destino trágico deviene del
propio accionar del protagonista; sus decisiones y su comportamiento lo harán el principal
responsable del desenlace de su vida.
- El héroe trágico: el héroe trágico moderno es, al igual que el anterior, un hombre de cualidades
extraordinarias o que detenta un cargo de gran responsabilidad, como en el caso de las obras de
Shakespeare.
Tragedia Comedia
Protagonista: hombre sobre la media. Protagonista: hombre bajo la media, defectuoso.
Característica esencial: destino trágico. Característica esencial: crítica social mediante
la ironía.
c) Drama. Manifestación histórica del género dramático, propia de la época moderna, consistente
en representar los seres humanos, con sus defectos y virtudes, combinando y sintetizando los
elementos de la tragedia y la comedia. Sus conflictos se relacionan con los problemas del hombre en
los nuevos tiempos: la explotación, la soledad, el absurdo, la crueldad, etc.
a) Acto. Cada una de las partes en que se divide una obra dramática. En la época clásica, cada acto
se correspondía con una instancia dramática: presentación del conflicto, desarrollo – clímax y
desenlace. Se reconoce, en el teatro, por el cierre del telón.
Podemos concluir, en este sentido, que una obra dramático teatral se divide en actos,
quienes, a su vez, lo hacen en cuadros y éstos en escenas.
a) Presentación del conflicto. Se produce cuando conocemos tanto las fuerzas opositoras como sus
propósitos y objetivos. Por lo general, se produce en el primer acto de la obra.
b) Desarrollo. Las fuerzas en pugna disputan la hegemonía y luchan por alcanzar sus objetivos. Se
ubica entre el inicio y el final de la obra. El desarrollo se lleva a cabo, además, por dos movimientos
opuestos, que son:
Tensión dramática: Se produce cuando las fuerzas en conflicto se enfrentan directamente y parecen
acercarse a una solución definitiva que beneficia a una u otra parte. Sin embargo, no se resuelva
totalmente el problema.
d) Desenlace. Una de las fuerzas se impone y triunfa sobre la otra, propiciando así una solución al
conflicto planteado. Se produce en el último acto.
a) Diálogo: Característica esencial del género dramático. Instrumento mediante el cual los
personajes presentan el conflicto y acción dramática.
c) Aparte: Corresponde a lo dicho en voz alta por un personaje, suponiendo que no es escuchado
por los demás, sino sólo por el público.
d) Acotación: Indicaciones que el dramaturgo dirige al director y actores de la obra teatral para
especificar el movimiento de los personajes, el tono o intención con deben ser dichas determinadas
palabras, o bien para señalar la entrada o salida de personajes, describir los cuadros, etc.
Lea con atención los siguientes fragmentos de textos dramáticos y luego realiza las
siguientes actividades:
2
- Identifica el subgénero de cada uno. Fundamenta tu respuesta.
- Indica cual es el protagonista y el antagonista en este fragmento.
- Indica cuál es el conflicto dramático que se puede identificar en este fragmento.
Texto N° 01
Víctor: (alegre) ¿dónde va lo hermoso?
Yerma: ¿cantabas tú?
Víctor: yo
Yerma: ¡qué bien! Nunca te había sentido
Víctor: ¿no?
Yerma: y qué voz tan pujante. Parece un chorro de agua que te llena toda la boca
Víctor: soy alegre
Yerma: es verdad
Víctor: como tú triste
Yerma: no soy triste, es que tengo motivos para estarlo
Víctor: y tu marido más triste que tú
Yerma: él, sí. Tiene un carácter seco
Víctor: siempre fue igual. (Pausa. Yerma está sentada) ¿viniste a traer la comida?
Yerma: Sí (lo mira. Pausa) ¿qué tienes aquí? (señala la cara)
Víctor: ¿dónde?
Yerma: (se levanta y se acerca a Víctor) aquí…, en la mejilla; como una quemadura
Víctor: No es nada
Yerma: me ha parecido. Pausa
Víctor: debe ser el sol
Yerma: quizá…
Texto N° 02
(…) Edipo: No hubiera venido a matar a mi padre ni me apellidaran esposo de
aquella que me dio la vida. Hoy me abandonan los dioses, hijo soy de unos seres impuros.
¡Infeliz! , he engendrado en el seno de donde he salido. Y si alguna desgracia hay peor que la
misma desgracia, ¡la he sufrido yo, Edipo!
El Corifeo: ¡Habitantes de mi patria Tebas, mirad! Este es Edipo, el que adivinó los
famosos enigmas y era un varón poderosísimo. ¿Quién no miraba con envidia sus fortunas? En
qué torbellinos de tremendas desgracias se ve envuelto! Así que deben ponerse los ojos en el
último día y no proclamarse feliz a ningún mortal, antes de llegar al término de su vida sin
haber sufrido desgracia alguna.
Texto N° 03
(…) Desdémona: (despertando) ¿quién es? ¿Otelo?
Otelo: Sí, soy yo, Desdémona.
Desdémona: ¿te quieres acostar, esposo mío?
Otelo: Desdémona, ¿rezaste esta noche?
Desdémona: sí.
Otelo: Pues si te acuerdas de algún crimen que gracia aún no logró y perdón del cielo, ruega
por él al punto.
Desdémona: ¡dios piadoso! ¿Qué me quieres decir, dueño mío?
Otelo: hazlo y sé breve. Me retiro en tanto. Sin confesión matarte no quisiera: ¡no, no permita
dios que tu alma mate!
Desdémona: ¿cómo? ¿hablas de matar?
Otelo: sí…
Desdémona: ¡entonces piedad, gran dios!
Otelo: ¡amén con toda el alma!
Desdémona: matarme no podrás cuando eso dices.
Otelo: ¡hum!
Desdémona: te temo, sin embargo: eres terrible cuando los ojos giras de esa suerte. Mas por
qué temo ignoro, pues ignoro que haya delito en mi. Con todo, tiemblo.
Otelo: Recuerda tus pecados.
Desdémona: Son amores que a ti te tengo
Otelo: Sí; por eso mueres
Desdémona: ¿me matas porque te amo? ¡oh muerte cruel!
3
Otelo: ¡calla! ¡silencio!
Desdémona: Lo haré. Pero ¿qué sucede?
Otelo: aquel pañuelo que yo te di, que yo apreciaba tanto, lo diste a Casio
Desdémona: ¡No, por mi vida y alma! ¡manda por él, pregúntale!
Otelo: cuidado, cuidado con jurar en falso. Confiesa tu infidelidad francamente: pues negar tus
culpas, no lograrás. Has de morir
Desdémona: Entonces que dios se apiade de mi
Otelo: Amén, te digo
Desdémona: Y tú también. No te ofendí en mi vida. Jamás a Casio amé; le quise sólo con el
amor que el cielo santifica.
Otelo: ¡cielo santo! Yo mismo vi en sus manos mi pañuelo. (La estrangula)
Texto N° 04
Escena décima.
Texto N° 05
Harpagón: Muy bien veo que habéis oído algunas palabras. Es que hablaba a solas del trabajo que
hoy cuesta conseguir dinero y decía que es dichoso quien pueda tener hoy en su casa diez mil
escudos.
Cleante: Vacilábamos en acercarnos por el temor de interrumpiros.
Harpagón: Os digo esto para que no os vayáis a tomar las cosas al revés, imaginando que digo que
soy yo quien tiene diez mil escudos.
Cleante: No nos metemos en vuestros asuntos.
Harpagón: Pluguiere a Dios que los tuviese, esos diez mil escudos.
Cleante: Yo no creo…
Harpagón: Buen negocio sería para mí..
Elisa: Ésas son cosas …
Harpagón: Buena falta me harían.
Cleonte: Creo que…
Harpagón: Eso me pondría a mis anchas.
Elisa: Sois…
Harpagón: Y no me quejaría de que los tiempos andan mal.
Cleante: Pero, padre, por Dios; no tenéis de qué lamentaros, pues se sabe que poseéis bastantes
bienes de fortuna.
Harpagón: ¿Cómo? ¿Que tengo bastantes bienes? Mienten quienes tal dicen. Nada más falso; los
que hacen correr esos rumores son unos pillos.
Molière, El Avaro.