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¿Qué es

el Congreso de
los Pueblos?

Es un proceso de articulación que viene juntando


diferentes dinámicas de pueblos, sectores y regio-
nes en torno a la transformación del panorama
nacional, que permita disfrutar de una vida dig-
na a la mayoría de la población. Convoca a todas
aquellas dinámicas populares y sociales que estén
dispuestas a emprender una construcción legisla-
tiva común, a juntar esfuerzos y a sumar propues-
tas para conseguir un mandato popular para el
futuro y presente de nuestro país.

El congreso de los Pueblos (CP) es un camino


que se viene recorriendo desde el 2010, y se espera
que como proceso continúe sesionando hasta reco-
ger lo que se ha dado a llamar Mandato de Mandatos.

Como punto de partida se busca evaluar y proyectar


el camino andado en los procesos de articulación
política y social durante las últimas dos décadas
en nuestro país, que nos arroje un diagnostico
desde las comunidades mismas; luego recoger di-
ferentes experiencias que expresan las apuestas
de vida de los procesos y las posturas que debemos
defender en conjunto frente al modelo actual de
muerte, y por ultimo sumar las propuestas que
desde los pueblos se traigan para hacer posible el
país para la vida digna.

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Nos proponemos:

1. Desarrollar las líneas temáticas que trazarán en ade-


lante la motivación y construcción común de el Plan de
Vida Digna Nacional. Como forma de hacer posibles los
mandatos populares, programar agendas de las co-
munidades y procesos a través del plan de vida.

2. Elaborar el marco de un Mandato de Mandatos que re-


coja los acumulados de distintos procesos regionales,
sectoriales y de pueblos. Se necesitan realizar dife-
rentes congresos en las localidades, regiones y a nivel
nacional, que recojan desde las comunidades las pro-
puestas de vida digna sobre asuntos puntuales de la
realidad nacional.

3. Construir y proponer una plataforma de movilización


y acción para proyectar y asumir los próximos años de
manera conjunta y con una apuesta estratégica frente
al país. La vida digna se abre a los espacios de demo-
cracia a través de la movilización social en las calles
buscando sumar fuerzas con todas las personas que
quieran resistir y manifestar su indignación.

4. Definir los criterios organizativos y metodológicos de


la articulación social y política con todos los procesos
que le apuesten a la construcción de propuesta de país.

5. Recoger y fortalecer una agenda internacional para


avanzar en la integración de los pueblos.

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¿Desde cuando se viene

caminando
la palabra?

Caminar la palabra, el lema con el que se identificó el


Congreso en su instalación, se configuró años antes
del evento inaugural del CP en la ciudad de Bogotá en
2010, como la apuesta nacional de las organizaciones
pertenecientes a la Mınga de Resıstencıa Socıal y
Comunıtarıa, además de otros procesos que en el ca-
mino se fueron sumando.

Mandato En este año se desarrolló la “Minga por la

Indígena y Vida, la Justicia, la Alegría, la Autonomía y la


Libertad de los pueblos” en la ciudad de Cali,
Popular
con la participación de comunidades indíge-
(2004)
nas y campesinas principalmente. Al evento
asistieron cerca de 80.000 personas promul-
gando lo que se conoce como el “Mandato In-
dígena y Popular” en septiembre de 2004.

Cumbre de En un contexto de represión y persecución

Organizaciones al movimiento social, desde los municipios


de sur occidente colombiano, se organizó el
Sociales
espacio, para que junto a estudiantes, cam-
(2006)
pesinos, afro e indígenas denunciaran la arre-
metida de la fuerza pública en sus territorios.

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Minga de Resistencia
Social y Comunitaria
(2008)
Desde este año, los procesos de trabajadores, afrodecendien-
tes, campesinos, mestizos, indígenas y pobladores urbanos se
acercaron a esta forma organizativa que rememora el trabajo
colectivo. El objetivo era ganar aliados, y fuerza con la gente,
“caminando la palabra por el territorio nacional”.

En su recorrido logró acercar nuevas colectividades por el cues-


tionamiento permanente a las políticas gubernamentales de la
llamada “seguridad democrática”. Se hizo parte de la mesa de
negociaciones interministerial frente a los acuerdos incumpli-
dos por el Estado. Al mismo tiempo, se sucedieron las tulpas (re-
uniones) de pensamiento y las comisiones políticas realizadas
en distintas ciudades con el fin de ir convocando a diversos sec-
tores y procesos sociales para construir una propuesta de país.

Las acciones de la Minga durante el 2008 tuvieron un impacto


significativo tanto a nivel nacional como internacional, mos-
trando la fuerza de la organización indígena y popular en cuanto
a la defensa de sus territorios, visualización de problemáticas
y su rotunda oposición a los tratados de libre comercio. De esta
actividad se derivaron eventos como asambleas, tomas de la vía
Panamericana y una citación al presidente de Colombia para que
respondiera a los interrogantes y reclamos indígenas. Dadas las
dificultades que se presentaron como la muerte de indígenas por
parte de la Fuerza Pública y el fracaso del encuentro con el pre-
sidente, las comunidades indígenas organizaron un desplaza-
miento reivindicativo hasta Bogotá.

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Instalación del
Congreso de
los Pueblos
Octubre de 2010

Con la realización de tulpas de pensamien-


to, encuentros de experiencias, y mingas
de resistencia por todo el territorio, se deci-
de desde la Minga convocar a la realización
del Congreso de los Pueblos, como el
escenario donde se podrían encontrar tan-
to los espacios rurales como urbanos para
confluir en una propuesta de país común.

La Universidad Nacional recibió a cerca de


30 mil personas de todas partes del terri-
torio nacional, que llegaron entre los días
9 a 12 de octubre de 2010 a participar de la
construcción de mandato popular, pues allí
se definió la hoja de ruta para recoger las
necesidades y propuestas de los pueblos.

Se planea volver a reunirse en plenaria con-


junta luego de recorrer el camino de con-
gresos temáticos y territoriales con una
perspectiva del diálogo que aborda las si-
guientes consideraciones:

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Que el país de abajo legisle. 
Que los pueblos manden.
Que la gente ordene el territorio,
la economía y la forma de gobernarse.
Que camine la palabra.

• La profundidad de la crisis mundial que vivimos expresa


la crisis de la civilización occidental y en consecuencia,
la inviabilidad del capitalismo como modelo de vida.

• La puesta en cuestión de toda la racionalidad que ha es-


tructurado nuestros críticos sistemas sociales actuales.

• La urgencia de un nuevo pensamiento y un nuevo orde-


namiento que restablezca el equilibrio social y natural
del planeta.

• El paradigma de lo comunitario como visión-acción de


un nuevo proyecto social: el Buen Vivir.

• La negación sistemática de los poderes existentes a


aceptar la necesidad de replantear el orden impuesto.

• El sentido de la acción social en este momento históri-


co: de la exigencia de los derechos al ejercicio de los
derechos, la vida plena e integral.
El Congreso de los Pueblos es la puesta en marcha de un
proyecto de país que ponga en todos los escenarios los ejes que
consideramos fundamentales para avanzar hacia la Colom-
bia digna y soberana para todas y todos. Desde la Minga se
venían trabajando 5 puntos fundamentales, pero el caminar
abrió campo a nuevas visiones de trabajo, para completar 7
ejes temáticos que convoquen y sintonicen los acumulados
de acción y pensamiento, que se tienen en los distintos pro-
cesos y organizaciones comprometidas en hacer Congreso de
los Pueblos:

1 TIERRA, TERRITORIO Y SOBERANÍA: 


para dar cuenta de la construcción territorial
y regional que como comunidades realiza-
mos a diario, en una apuesta de autonomía
y autodeterminación.

ECONOMÍA PARA LA VIDA Y CONTRA LA

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LEGISLACIÓN DEL DESPOJO:
estamos enfrentando un modelo de produc-
ción en el cual el despojo y la desigualdad
han sido la regla general. Proponemos dar
cuenta de otra lógica económica posible,
protagonizada por la gente en convivencia
con la naturaleza.

CONSTRUYENDO PODER
3 PARA EL BUEN VIVIR: 
la política y las dinámicas del poder entendi-
dos como proceso y como medio para liberar
las potencialidades de la vida social y natu-
ral que permita recuperar su integralidad y
su armonía.

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4 CULTURA, DIVERSIDAD
Y ÉTICA DE LO COMÚN: 
dando cuenta de las múltiples maneras en las
que construimos vida en común, pensándo-
nos un país diverso.

VIDA, JUSTICIA Y CAMINOS PARA LA PAZ: 


es imposible construir un país para todos y
5 todas sin hacer una apuesta por la paz y la
justicia. La esencia del conflicto la constituye
el desequilibrio social y natural que el modelo
dominante ha producido, por tal razón, nues-
tro marco para pensar su superación no es
coyuntural ni parcial, parte del carácter de la
vida misma y la dimensión de sus relaciones.

VIOLACIÓN DE DERECHOS
Y ACUERDOS INCUMPLIDOS: 
6 en todos estos siglos de camino, los acuerdos
que hemos hecho con los gobiernos han sido
traicionados, tergiversados, rotos e irrespe-
tados; de la misma forma, nuestros derechos
han sido sistemáticamente violados y des-
conocidos. Como un ejercicio de memoria
que fortalezca y fundamente nuestra lucha,
tenemos que dar cuenta de esta historia, de
la manera como se han desconocido nuestros
intereses.

INTEGRACIÓN DE LOS PUEBLOS


Y GLOBALIZACIÓN DE LAS LUCHAS:
Colombia no es nuestra frontera limitante.
6 En América Latina y el mundo entero los
pueblos vienen caminando otras visiones de
mundo y de relacionamiento internacional
posible que se corresponden con nuestras pro-
pias apuestas. Articularlas y proyectarlas en
conjunto es nuestro reto.

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Congreso
de Tierras
Territorios y
Soberanías
2011
Este fue el primer congreso temático que se desarrolló a nivel nacional.
Reuniéndose en la Universidad del Valle de la ciudad de Cali, entre el 30
de septiembre y el 4 de octubre de 2011, cerca de 11.500 delegadas y dele-
gados de las organizaciones campesinas y de trabajadores y trabajadoras
del campo y las ciudades, de los pueblos indígenas y afro-descendientes,
de pobladores urbanos, las organizaciones de víctimas de crímenes de
Estado y de víctimas del desarrollo capitalista, en torno de la defensa de
la vida y de la Madre Tierra, para ratificar la voluntad de trabajo y mo-
vilización conjunta, y continuar el proceso de legislación propia sobre
el territorio.

Se acordaron conjuntamente 9 mandatos sobre la madre tierra, su pro-


tección, uso y distribución:

• Consolidar la unidad del movi- • Cuidar la Madre Tierra y recono-


miento y las organizaciones po- cerle sus derechos. Quien no cui-
pulares para cuidar a la Madre da la Madre Tierra no la merece.
Tierra, defender los territorios y
• Realizar –como organizaciones
consolidar la soberanía popular.
sociales populares-- todas las ac-
ciones políticas civiles para cons-
truir un camino hacia la solución
política del conflicto armado.

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Porque esta tierra es nuestra.
El territorio los construimos los pueblos.
La Madre Tierra es de quien la cuida,
los territorios son de los pueblos,
la soberanía es popular

• Profundizar la liberación de la Ma- • Emprender todas las acciones ne-


dre Tierra y la realización partici- cesarias hasta que los responsa-
pativa de la reforma agraria. bles intelectuales y materiales del
exterminio contra nuestros pue-
• Constituir a las organizaciones so-
blos sean juzgados.
ciales y comunidades como protec-
toras del agua. • Los niños y niñas presentes en
Congreso aprobaron un mandato
• Construir una economía propia y
adicional:  se deben consolidar
articulada de los pueblos.
espacios para que deliberen y sus
• Realizar una reforma territorial aportes sean tenidos en cuenta. 
del país que contenga un ordena-
miento territorial urbano popular
democrático.

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Congreso
para la Paz
2013
“A nuestro juicio, no podrá consolidarse una sociedad en paz sin los cambios
necesarios que ataquen de manera decidida las raíces del conflicto y sin rever-
tir las acciones del Estado que vulneran los derechos de los pueblos. Las graves
problemáticas que vive la mayoría del pueblo colombiano son factores que pro-
fundizan el conflicto, por esa razón avanzamos en delinear una agenda social de
paz planteada en perspectiva de superar las condiciones de pobreza, desigualdad, 
marginalidad, impunidad y exclusión política que han caracterizado al régimen
político imperante, a través de la lucha organizada. Esa agenda social de paz es
expresión de los anhelos de las comunidades, pueblos y organizaciones sociales
que buscan una sociedad con una paz genuina basada en la plena garantía de los
derechos humanos y la construcción de un país más equitativo.”

En abril del 2013 se instaló en Bogotá el Congreso para la Paz,


en un contexto nacional propenso al dialogo. Se llevan a cabo
los diálogos de paz entre la insurgencia de las FARC – EP y el
gobierno, y los acercamientos con el ELN, lo cual marca una
necesidad importante para la sociedad colombiana, su parti-
cipación en la resolución del conflicto social, cultural, políti-
co, económico y armado. El Congreso para la Paz recogió una
agenda común de acción de los procesos y organizaciones po-
pulares para avanzar en la consecución de la Paz.

Previo al Congreso Nacional, el trabajo de las organizaciones


fue desarrollar Congresos Regionales que permitieran abordar
la resolución del conflicto desde los territorios, sus problemá-
ticas locales, y sus soluciones inmediatas. El Congreso región

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“A nuestro juicio, no podrá consolidarse una
sociedad en paz sin los cambios necesarios
que ataquen de manera decidida las raíces del
conflicto y sin revertir las acciones d que vul-
neran los derechos de los pueblos.

Sur occidente sesionó en Popayán los días 15, 16 y 17 de marzo, simul-


táneamente el Congreso de la región centro en Bogotá, el Congreso del
Magdalena Medio en Barrancabermeja y el Congreso regional Antioquia
y Eje cafetero en Medellín.  También se desarrolló el Congreso Regional
del Nororiente de Colombia, que sesionó en el Catatumbo, Norte de San-
tander, los días 19, 20 y 21 de marzo y el Congreso regional del Caribe en
Barranquilla que tuvo lugar el 5 y 6 de abril de 2013.

¿Porque el Congreso para la Paz?


Nuestro país vive inmerso en un conflicto social, político y armado de
más de 50 años que ha causado la pérdida de vidas humanas, la desinte-
gración de la sociedad, la ausencia de un futuro sostenible. Es una nece-
sidad imperante terminar la guerra en la que vivimos cotidianamente.
Pero no basta con decir “que termine Ya éste conflicto”. La sociedad en
general debe actuar para el logro de salidas reales. En la base estructural
del conflicto se encuentran las desigualdades sociales, la inequidad en
la distribución de la riqueza, la falta de garantías para la organización y
movilización social, las continuas violaciones a los derechos humanos
y un régimen antidemocrático que ha favorecido el saqueo, el despojo,
la corrupción y el asesinato; un régimen, al servicio de los intereses del

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gran capital, que ha gobernado el país por más de 200 años. La guerra y
la paz son asuntos estructurales en nuestro país.

En medio de este contexto tan difícil, el pueblo colombiano ha genera-


do diversas iniciativas y experiencias de paz, construyendo comunidad,
educación propia, economía alternativa, autonomía; hechos y expresio-
nes de la posibilidad de una vida digna. Se han construido en la lucha,
la resistencia y la confrontación, porque en nuestro país las garantías
han sido escasas. Por eso mismo, dichas experiencias son diversas, tie-
nen rasgos indígenas, afros, campesinas, de pobladores urbanos, de
detenidos políticos; tienen trazos y huellas de hombres, mujeres, jó-
venes y trabajadores, emanados de las realidades territoriales de todo
el país y con el color de los múltiples pensamientos emancipadores.

De ahí nace la decisión y la autoridad para pensar y proponer que el mo-


vimiento social y popular está resuelto a convertirse en parte activa y
permanente de la construcción de paz y de la solución política y nego-
ciada del conflicto social y armado que vive el país. La paz no es asunto
solamente de quienes están armados, no se reduce a una mesa de ne-
gociación y son las experiencias de lucha del pueblo colombiano las que
brindan las claves para la paz.

Proponemos consolidar y posicionar una propuesta colectiva de país en


paz desde la articulación de visiones, apuestas e iniciativas sociales loca-
les, regionales y nacionales que aporte en la construcción de paz integral
para Colombia y en la generación de iniciativas y mandatos concretos
para el momento que vive el país, para lo que requerimos avanzar hacia
la construcción integral de paz.

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Conclusiones del Congreso para la Paz
Las consecuencias de las lógicas extractivistas que conjugan las políticas
represivas y excluyentes de un régimen establecido durante décadas, ha
desatado en los territorios, una crisis humanitaria que pone en riesgo el
bienestar de la población. La crisis se manifiesta en la militarización de
los territorios,, en la violación de DDHH, en la precarización de la pobla-
ción carcelaria, en especial los y las detenidas políticas, en la sistemática
violencia sexual ejercida contra las mujeres y niños, y la precarización
de la vida.

Para confluir en un proyecto de Paz que frene la crisis que atraviesa el


país, y solucione su conflicto socio-político se requiere:

• Un modelo económico que democratice los medios de pro-


ducción, de manera que los ingresos y la riqueza se redis-
tribuyan en la población de manera equitativa. Un nuevo
modelo cuyo objetivo no sea la acumulación de capital, sino
el bienestar de la población. Una economía que parta de la
soberanía nacional, renuncie al neoliberalismo, la privati-
zación, la mercantilización, el despojo, el autoritarismo y la
dependencia.

• La reinvención de la política, planteando nuevas formas de


gobernabilidad, formas que incluyan las expresiones de go-
bierno de los territorios.

• Transformar el modelo de justicia que legitima un conjunto


de medidas que le apuestan a garantizar el orden social y
política impuesto, que posibilita el despojo y la extracción de
nuestro territorio. Los pueblos necesitan un modelo de justi-
cia donde sea central la garantía integral de los derechos de
los pueblos, y parta de los mecanismos comunitarios y popu-
lares que existen y han existido, y proyectándose hacia las
grandes decisiones judiciales que se toman en el país,

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• Luchar por una salud y una educación pública, gratuita y de cali-
dad requiere luchar en contra de medidas regresivas como la Ley
100 de 1993, y cualquier otra norma que atente contra los derechos
de los pueblos.

• El problema de la tierra y el territorio es un factor central para la


resolución del conflicto, su uso, tenencia y propiedad debe ser reori-
entada. Es inaplazable la formulación de figura jurídica y política
que garantice el territorio y la territorialidad para el campesinado
como base para una genuina política de reforma agraria integral.

• Oponernos a las concesiones de territorios a empresas transnacio-


nales, para la extracción de materias primas. Seguiremos expul-
sando a esas compañías de nuestras regiones. Buscaremos derogar
las normas que legalizan el despojo y que  amenazan la vida y la
permanencia en los territorios. Crear una ley marco de hidrocar-
buros que reivindique elementos de soberanía nacional y  redistri-
bución de la renta petrolea y gasífera. 

• Consolidar un movimiento cultural que involucre el conjunto de


acciones que promuevan la cultura de la vida, desde la educación,
las comunicaciones, el arte, el deporte y la recreación.

• Seguir trabajando con otros procesos latinoamericanos como


CLOC-Via Campesina, Frente Popular Darío Santillán, Coordina-
dora de Movimientos Populares de América (COMPA), Movimiento
de los Sin Tierra y otros. Buscaremos interlocución ante la UN-
ASUR, el MERCOSUR, la CELAC y ALBA en camino de lograr acom-
pañamiento efectivo para el proceso de paz en Colombia y para
presentar nuestra agenda de país para la vida digna.

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En consecuencia, la construcción de esta agenda social del Con-
greso para la Paz ratifica y propone como escenarios para la ac-
ción política: 

1. Configurar espacios regionales y locales de diálogo (insurgencia, gobi-


erno, comunidades) para solucionar la crisis.

2. Promover y establecer una comisión de la verdad para esclarecer los


crímenes, los beneficiarios y los autores intelectuales de la crisis hu-
manitaria al tiempo que avanzamos en la exigencia de la libertad
inmediata para las personas detenidas (presas y presos políticos) ar-
bitrariamente y le exigimos tanto al Estado como a las insurgencias el
cese bilateral al fuego. 

3. La Ruta Social Común para la Paz, en la que seguiremos participando


de manera más activa y aunaremos esfuerzos para vincular otras orga-
nizaciones sociales y políticas que le apuestan hoy a la Paz. 

4. La construcción de un espacio multilateral de dialogo, donde juegue


nuestra visión de paz, permita la participación directa y decisoria de
sectores populares, sociales y democráticos. 

5. La construcción del movimiento social por la paz persiguiendo una


gran confluencia democrática y popular por la paz y los cambios. En
este propósito no partimos de cero, ya tenemos unos acumulados en
cuanto a movilización y encuentro con otros, requerimos que se es-
cuchen muchas más voces. Debemos retomar las experiencias que di-
versas comunidades han venido construyendo en la conformación de
territorios de paz.

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