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Fotografia Planificada o de Instinto
Fotografia Planificada o de Instinto
Puede que seas de los que se lanzan durante horas a la calle esperando encontrar
el momento justo, el detalle que te cautive, el gesto que te emocione, la historia
gráfica que más te seduzca, el rostro divertido o el alma perdida de un viandante
que te conmueva. Eso sería la fotografía de instinto.
Fotografía de Enric Fradera bajo licencia Creative Commons
Por el contrario, puedes ser de esas personas que necesitan controlar todos los
aspectos de una fotografía. Que estudia un paisaje, su luz a lo largo del día, las
aves que pasan por allí en su migración en un momento del año, el efecto de la
niebla al caer sobre las rocas o cuándo sube o baja la marea, etcétera. O que se
mueve como pez en el agua sólo cuando lo tiene todo bajo control en la
comodidad de su estudio.
No todo el mundo vale para realizar ambos tipos de fotografía. Para la fotografía
instintiva necesitas rapidez, capacidad de observación, empatía, ojo fotográfico…
Para una fotografía más planificada hay que ser perseverante, paciente,
detallista, ¡incluso madrugador! ;)
Esto no significa que no puedas practicar ambos tipos de fotografía, claro que
puedes. Pero poco a poco irás descubriendo qué tipo de imágenes te gusta más
capturar, aquellas con las que te encuentras de golpe y te seducen al instante o
las que requieren planificación y previsión. Averiguarás cuál de las dos se te da
mejor, con cuál puedes obtener mejores resultados o conquistar al espectador.
En nuestra humilde opinión, esto es algo que va con la personalidad. Hay quienes
necesitan planificar y controlar todo lo que le rodea, trabajan con una agenda
detallada, gestionan su tiempo perfectamente, saben lo que van a hacer dentro
de tres semanas o tres meses y no les gustan las sorpresas ni los imprevistos.
Luego están los que viven el momento, no saben ni lo que van a hacer al día
siguiente, ni siquiera si van a hacer algo ;), aman las sorpresas y ven en los
imprevistos una nueva oportunidad. ¿Son mejores unos que otros? Pues no. Pues
igual ocurre en fotografía, vamos a verlo.
¿Es mejor una fotografía de paisaje planificada que una que te encuentras de
sopetón? En realidad lo importante es saber capturar el instante, crear la
fotografía, sentirla y lograr que quien la contemple la sienta como tú. No importa
si era una fotografía espontánea o planificada, importa el resultado. Tal vez la
fotografía de paisaje no sea el mejor ejemplo, pues en estos casos una buena
planificación juega mucho a tu favor, pero qué pasa si esperas un día soleado, te
pegas el madrugón y ahora te encuentras que va a ser un día en hay overbooking
de nubes negras en el cielo, ¿te vas a ir a casa? ¿O vas a intentar sacar lo mejor
de ti y lo mejor del paisaje?
La fotografía es arte y en el arte vale todo lo que sirva para emocionar, conmover,
enamorar, seducir… Da igual que planifiques o que te dejes llevar por el instinto,
la clave está en aprovechar cada ocasión, en encontrar la fórmula para cada
momento o lugar. Es esencial que sepas dónde te sientes mejor para buscar unas
situaciones inesperadas o provocar otras con suficiente antelación. Pero para ello
tienes que conocer ambas formas de trabajo y ese es tu próximo reto.
Para lograrlo tendrás que probar ambas. Dedica por ejemplo una semana a
capturar fotografías de instinto, a salir a la calle y escuchar lo que dicta tu corazón,
a trasgredir las normas y a dejarte llevar.