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Prevención del Cáncer

Cáncer es el nombre común que recibe un conjunto de enfermedades relacionadas en las que se
observa un proceso descontrolado en la división de las células del cuerpo.

Medidas para prevenir muchos tipos de cáncer incluyen no fumar, mantener un peso saludable, no
excederse en el consumo de alcohol, una alimentación equilibrada (abundantes verduras y frutas,
granos integrales en lugar de refinados, baja cantidad de carnes procesadas y rojas), vacunar contra
determinadas enfermedades infecciosas y evitar exposiciones excesivas a la luz solar. La inflamación
crónica y ciertas enfermedades autoinmunes se asocian con la aparición de malignidad. Entre ellas,
la enfermedad celíaca no diagnosticada o no tratada es la que tiene las asociaciones más fuertes y
más extensas; se relaciona con un aumento del riesgo de desarrollar todo tipo de cánceres, siendo
la probabilidad de desarrollar cánceres gastrointestinales un 60 % superior a la de la población
general.1819 La dieta sin gluten estricta tiene un papel protector y es la única opción para prevenir
contra ciertos raros tipos de cáncer en celíacos, muy agresivos.

El tratamiento del cáncer debe ser multidisciplinario, pues exige la cooperación entre distintos
profesionales. Se fundamenta principalmente en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia.
Otras posibilidades de tratamiento incluyen la hormonoterapia, inmunoterapia, nuevas dianas
terapéuticas no citotóxicas y el trasplante de médula.

Tratamiento
El tratamiento del cáncer se fundamenta
en cuatro pilares: cirugía, quimioterapia,
radioterapia e inmunoterapia. Otras
posibilidades de tratamiento incluyen la
hormonoterapia y el trasplante de
médula ósea. El tratamiento debe ser
multidisciplinario en todos los casos, pues
exige la cooperación entre distintos
profesionales: médico de familia,
cirujano, radioterapeuta, oncólogo,
dermatólogo, neumólogo, ginecólogo,
imagenólogo, gastroenterólogo, etc.

La elección del tratamiento más


adecuado puede consultarse con el médico si es que existe más de una opción disponible. Si las
decisiones sobre el tratamiento son complejas, el paciente podrá solicitar una segunda opinión, y
en algunas ocasiones puede participar en un estudio o investigación que se esté realizando en el
hospital o sector sanitario donde recibe atención, tales estudios, llamados ensayos clínicos, se
diseñan para mejorar las terapias contra cáncer. La respuesta al tratamiento puede ser completa, si
se ha producido la desaparición de todos los signos y síntomas de la enfermedad, o parcial, si existe
una disminución significativa de todas las lesiones mensurables.
Prevención del cáncer de pulmón
La principal prevención del cáncer de pulmón, es evitar el tabaco, debido a que el tabaco es el
principal factor de riesgo y que casi se puede llamar factor causal, si la población abandonara el
hábito tabáquico, la incidencia del cáncer de pulmón descendería más de un 85%, prácticamente a
las cifras de principios del siglo XX (cuando la gente no fumaba). Para ello es necesario la
participación de los gobiernos en la promoción de la salud. En la actualidad resulta paradójico o
absurdo que se dicten leyes y programas antitabaco en España, cuando el estado recibe ingentes
cantidades de dinero de los y en ese caso se puede desarrollar con mucho tiempo del tabaco. Se
estima que los ingresos del Estado español originados por los impuestos del tabaco son el doble que
los gastos sanitarios ocasionados por las enfermedades relacionadas con el tabaco. Ante esta
situación es difícil (pero no imposible) la prevención primaria o promoción de la salud necesarias
para evitar el cáncer de pulmón.

Prevención del cáncer de próstata


El cáncer se produce cuando algunas células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse
descontroladamente. Si bien el cáncer de próstata no se puede prevenir de manera segura, se
pueden controlar los principales factores de riesgo tales como la edad, la raza, y los antecedentes
familiares.

Prevención primaria
La información actual sobre los factores de riesgo del cáncer de próstata, sugiere que algunos casos
pueden ser prevenidos. Un posible factor de riesgo que puede ser cambiado es la dieta. Se puede
disminuir el riesgo de padecer cáncer de próstata siguiendo una dieta baja en grasas y rica en
verduras, frutas y cereales.

La Sociedad del Cáncer de EE. UU. recomienda comer una variedad de comida saludable, con énfasis
en la de origen vegetal, y limitando el consumo de carne roja, especialmente la que contiene grasa
o está procesada. Es recomendable comer cinco o más raciones de fruta y verduras cada día. El pan,
cereales, productos con fibra, arroz, pasta y legumbres también son recomendados. Estas
recomendaciones de nutrición también sirven para disminuir el riesgo de otros tipos de cáncer y se
recogen en el código europeo contra el cáncer.3

Los tomates (crudos, cocinados o elaborados como en salsas y ketchup), los cítricos y sandía son
ricos en licopenos. Estas sustancias parecidas a las vitaminas son antioxidantes que pueden ayudar
a prevenir las mutaciones del ADN y, por lo tanto, disminuir el riesgo de cáncer de próstata.

Los suplementos de vitamina A y vitamina E según las últimas investigaciones, puede aumentar el
riesgo. Hay que consumir suplementos vitamínicos y minerales con precaución. Es más
recomendable una dieta ricamente variada con predominio de alimentos de origen vegetal que
animal, que contienen micronutrientes y que actúan positiva y sinérgicamente.
Prevención secundaria
El cáncer de próstata a menudo puede ser detectado precozmente con la prueba del PSA (prostate-
specific antigen: antígeno específico de la próstata) en sangre. También puede detectarse el cáncer
de próstata precozmente cuando se realiza un tacto rectal. Debido a que la glándula prostática se
localiza justamente delante del recto, con el tacto rectal se puede apreciar si hay nódulos o áreas
de consistencia dura (leñosa) en la próstata que indican a menudo que existe un cáncer. Si estas
pruebas se realizan anualmente de rutina y alguno de los resultados fuera anormal, se tiene la
probabilidad de diagnosticar un cáncer en estado precoz.

Cáncer de mama
Factores de riesgo

Hoy en día, el cáncer de mama, como otras formas de cáncer, es considerado el resultado de daño
ocasionado al ADN. Este daño proviene de muchos factores conocidos o hipotéticos (tales como la
exposición a radiación ionizante). Algunos factores como la exposición a estrógenos llevan a un
incrementado rango de mutación, mientras que otros factores como los oncogenes BRCA1, BRCA2,
y p53 causan reparo disminuido de células dañadas.

El principal motivo de consulta en relación a las mamas de una mujer es la detección de una masa
o tumoración. Aproximadamente el 90 % de todas las masas mamarias son causadas por lesiones
benignas. Las que son suaves y masas elásticas se asocian generalmente con un fibroadenoma en
mujeres de 20 a 30 años de edad y quistes en las mujeres entre 30 y 40 años.4142 Las masas
malignas de mama se caracterizan por ser solitarias, no muy notorias, duras y dolorosas a la
palpación.

El riesgo de padecer cáncer de mama se incrementa con la edad, pero el cáncer de mama tiende a
ser más agresivo cuando ocurre en mujeres jóvenes.23 La mayoría de los casos de cáncer de mama
avanzado se encuentra en mujeres de más de 50 años. Las mujeres tienen 100 veces más
probabilidades de sufrir cáncer de mama que los hombres.

Los síntomas del cáncer de mama avanzado pueden abarcar:

 Bulto en el pecho
 Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (adenopatías) en la axila
 Cambios en el tamaño, textura de la piel o color de la mama
 Enrojecimiento de la piel
 Formación de depresiones o arrugas
 Cambios o secreción por el pezón
 Descamación
 Tracción del pezón hacia un lado o cambio de dirección
 Dolor óseo.
 Dolor o molestia en las mamas.
 Úlceras cutáneas.
 Hinchazón de un brazo (próximo a la mama con cáncer).
 Pérdida de peso.
El Diagnóstico mediante un examen de seno es una medida de prevención de este tipo de cáncer.

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