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 A lo largo de la historia, la sociología se ha encargado de investigar los comportamientos

sociales del ser humano, su interacción con los individuos y su entorno, así como los
contextos en los que ha ido evolucionando tanto el hombre como sus diversas épocas y
momentos, es así que la Sociología se apoya de muchas más ciencias para hacer la mayor
parte de su investigación y entendimiento, la Comunicación así como la Sociología, han
ido de la mano desde el inicio de los tiempos, una sin otra no podrían existir y
precisamente es esa coexistencia lo que hace que el hombre sea en varias situaciones
el ser animal racional por naturaleza.

Los sociólogos miran hacia el futuro

Vivir los cambios trascendentales que produjeron la Revolución Francesa y la Revolución


Industrial debió de ser al mismo tiempo excitante y peligroso. Resulta muy difícil para el
ciudadano del siglo XXI imaginar cómo debió de haber sido. Pero este fue precisamente el
periodo que vivieron los primeros sociólogos y la razón que les condujo a intentar entender esos
cambios y a considerar hacia dónde conducían. La sociología fue la consecuencia inevitable de
todos estos cambios.

Revolución industrial

Causas de la aparición y desarrollo de la Sociología

La sociología aparece relacionada con acontecimientos sociales. Muchos autores como George
Ritzer dicen que es el contexto social el que determina el pensamiento sociológico.

Los fenómenos sociales que van unidos al origen y desarrollo del pensamiento social han sido:

La Revolución Francesa: (1789-1799) y la revolución política que les siguieron fueron el factor
condicionante de la aparición de la sociología. Los efectos perversos de estas revoluciones
fueron: caos político, hubo dos puestos, República e Imperio, efectos sociales, desintegradores
de las instituciones y efectos económicos llevan a distintos pensadores a preocuparse por
conocer e intentar orientar a la sociedad. Los padres de la Sociología francesa, después de la
Rev. Francesa fueron: Comte y Augusto Durkey. Éstos intentan conocer las causas de la
desintegración para orientar a la sociedad.

La Revolución Industrial: (1760-1840) Nace en Inglaterra, y se exporta a toda Europa (Alemania


y Francia). Va a cambiar el sistema de producción que transformará profundamente la
organización del trabajo y como resultado la organización de toda la sociedad. La R.I transforma
el mundo rural y convierte a la sociedad en urbana e industrial. Con la R.I nace un nuevo sistema
económico y unas nuevas relaciones laborales de explotación del trabajador. Como reacción a
esta nueva realidad, pensadores como Hengels y Marx van a dar origen a la sociología radical.

La Revolución Urbana: Es consecuencia de la Revolución Industrial. La industrialización hace que


trabajadores del campo vayan a las ciudades a vivir concentrados en asentamientos urbanos,
cada vez con mayor densidad demográfica y con nuevos problemas sociales: masificación,
carencia de infraestructura y servicios, contaminación, nuevas relaciones sociales,...etc. Esta
nueva situación creada en las grandes ciudades comienza a ser objeto de estudio en una época
más tardía (1º S.XX) y desde la Sociología americana, fundamentalmente la Escuela de Chicago
(autores de esta corriente fueron Coorley y Mead).
Las tres revoluciones citadas forman parte de un conjunto de profundas transformaciones que
han dado lugar a los cambios más espectaculares de la historia humana que comienza en el
S.XVIII, se incrementa en el S.XIX y continúa a lo largo del S.XX y XXI sin que se pueda predecir el
final.

Con todo, los sociólogos reaccionaron de manera diferente ante el nuevo orden social, del
mismo modo que responden de manera diferente a la sociedad de hoy en día.
Revolución francesa

La Revolución Francesa (1789-1799) ha sido tradicionalmente considerada como el indicador del


final de una época histórica y el punto de arranque de una nueva etapa: la Edad Contemporánea.
Por este motivo puede aceptarse que, aunque cronológicamente el siglo XIX comenzase en
1801, históricamente se inició en 1789. Ciertamente, el estallido de la Revolución Francesa
señala una línea divisoria entre dos sistemas sociopolíticos opuestos: en el Antiguo Régimen,
anterior a la Revolución Francesa, el absolutismo monárquico regía una sociedad feudal; en el
Nuevo Régimen surgido tras la misma, en cambio, reconocemos muchos de los rasgos que
caracterizan la organización política y social del mundo contemporáneo.

En el terreno político, la Revolución Francesa acabó con el sistema de monarquías absolutas que
había prevalecido durante siglos en muchos países europeos. Dicho sistema político se basaba
en el principio de que todos los poderes (el de promulgar las leyes -legislativo-, el de aplicarlas -
ejecutivo-, y el de determinar si las leyes habían sido o no cumplidas -judicial-) residían en el rey.
El monarca era fuente de todo poder por derecho divino; tal derecho era la base jurídica y
filosófica de su soberanía.

En el plano social, las consecuencias de la Revolución Francesa serían igualmente trascendentes.


El Antiguo Régimen se había caracterizado por consolidar un tipo de organización social rígido y
de carácter marcadamente estamental, en la que se habían consagrado dos grupos o
estamentos inamovibles: el clero y la nobleza. Estos estamentos gozaban de una jurisdicción
especial que les eximía de pagar impuestos, entre otros privilegios. El tercer estamento lo
integraban los campesinos, que estaban obligados a sostener los gastos del Estado con el pago
de tributos.

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