Nuestra palabra, nuestro canto y nuestro grito,
es para que ya no mueran más los muertos. Para
Edita: Intersindical Canaria.
Sección
Sindical
Ayuntamiento de La Laguna
que vivan luchamos, para que vivan cantamos.
Cuarta Declaración de la Selva Lacandona, EZLN,
enero 1996.
Es vieja nuestra voz. Se formó en la esperanza de los que creí-
an en la justicia, la democracia y la libertad, allá por los años treinta
del siglo que se nos fue. Las gargantas de los que menos tenían hablaron
y cantaron y se encontraron en las sonrisas de los trabajadores y traba-
jadoras que juntaron sus manos y sus luchas por un mundo mejor, sin
caciques, sin explotadores, sin dictadores, sin asesinos.
El avance imparable de las fuerzas progresistas en Canarias acabó
violentando al poder de las oligarquías, de las viejas aristocracias, de ese
pequeño sector social que no quería perder sus privilegios y su control so-
bre todos y todas las que se levantaban cada mañana para ser explota-
dos por el mísero jornal de una o dos pesetas. Su absolutismo económico e
ideológico estaba siendo amenazado por quienes se despojaron de la mor-
daza. Y eso no era permisible. El pueblo canario exigía justicia y reparto
de la riqueza que sólo unos pocos ostentaban. Exigía, con sus puños le-
vantados, saliendo del ostracismo, construyendo la ilusión, un mundo pa-
ra los de abajo, un mundo de libertad.
¿Pero quién era el pueblo para exigir? ¿Quién le había otorgado ese dere-
cho? El poder económico tenía que ponerse de nuevo en su sitio. Tenía que
recuperar el dominio que podía perder. Tenía que someternos a sus leyes.
Tenía que cortar cualquier posibilidad de cambio en el orden establecido.
Invocaron pues al Dios que castiga a los rebeldes y al Ejército que los
mata. Con esas armas empezaron, el 18 de julio de 1936, a cercenar la
palabra que, ante las detenciones, los juicios sumarísimos, las desapari-
ciones, los embargos de bienes, los fusilamientos, los despidos y el exilio,
acabó por callarse y meterse en las casas, a llorar por los muertos, sin Si tomamos como número aproximado de trabajadores
que nadie la viera, y a sufrir en silencio. del Ayuntamiento en 1936 los 84 con los que contaba en

La palabra calló, pero no desapareció. Se resguardó segura en la concien- 1938, tenemos un porcentaje de expedientados que se ele-
cia y siguió viva hasta que el sol la fue calentado y acabó por brotar, de va al 45,2%. Una cantidad bastante alta que no hace sino
nuevo, en la voz de los hijos y las hijas del sufrimiento.
corroborar la idea que habíamos lanzado en un principio, es
En este Primero de Mayo, las mujeres y los hombres de Intersindical Ca- decir, que las nuevas autoridades municipales realizan con
naria no queremos olvidar. La voz de nuestros compañeros, los que traba- especial celo la represión sobre los trabajadores, conscien-
jaron en este Ayuntamiento y fueron represalidados por el fascismo cruel
vuelve a hablar, para recordarnos que la lucha por la libertad es perma- tes de la labor política que estos tenían que jugar como pri-
nente. Su palabra de entonces es hoy nuestra palabra, que sigue cantando mer eslabón de conexión del régimen militar con el conjunto
y gritando por la mejora de las condiciones de vida de todos los trabaja-
dores y trabajadoras. El poder de ayer, el del “glorioso movimiento nacio- de los ciudadanos.
nal” se transforma y se hace internacional y emprende la operación de la
justicia permanente y verdadera, la misma que somete al ochenta por cien-
to de los humanos a sobrevivir y a morir en la miseria y para el resto se
asegura el altar de la abundancia. Ahora, también, Intersindical Canaria
está con la mayoría que sufre en silencio y con la minoría que resiste y
crece.

Este es nuestro homenaje sincero, de hermano, que queremos tributar a

nuestros compañeros que, como nosotras y nosotros, también creyeron en
un mundo más justo e igualitario. Algunos murieron y otros fueron silen-
ciados por la fuerza del terror. Hoy escuchamos de nuevo su palabra,
para seguir aprendiendo con su ejemplo. Hoy nos tomamos de la mano y
con la alegría de la dignidad, marchamos juntos en este Primero de Ma-
yo.

La Laguna a 29 de abril de 2002

19
Además de estos trabajadores, también fueron expedienta-
dos otros ocho, según hemos podido comprobar en los lega-
jos de Oficios del A.M.L.L. correspondientes a los años 1936
y 1937.

Fueron: cuatro guardias forestales, dos guardias muni-

cipales, un recaudador de impuestos y el delegado de la al-
caldía en el barrio de Geneto. Uno de ellos fue restituido en
el cargo y el resto separados definitivamente.
La represión
El balance final de la represión sobre los trabajadores del
franquista sobre los
Ayuntamiento lo podemos observar en el siguiente cuadro.
trabajadores del
Expedientados Destituidos Sanciones Detenidos*
Ayuntamiento
38 24 14 5 de La Laguna
FUENTE: Expedientes personales y Oficios de 1936.
Jose Manuel Hernández Hernández
*La cifra de detenidos puede ser mucho mayor, pues sólo hemos inclui-
do el número de los que tenemos pruebas documentales.

18
 “De filiación política multiforme, pues
ha recorrido todos los partidos, sien-
do últimamente muy sencible [sic] su
significación marxista, hasta el extre-
mo de que el Ayuntamiento último,
integrado sólo por socialistas y co-
munistas, lo peor de la localidad, le
designó como un hombre de confian-
za para que actuara de secretario.
Sujeto algo listo y con cierta cultura,
es un perfectísimo intrigante que sa-
be actuar perniciosamente y con
habilidad de hacer daño sin compro-
meterse. Fue el asesor he [sic] insti-
gador de la mayoría de las tropelías
cometidas por el último Ayuntamien-
to, cuyos miembros manejaba casi a
su antojo”.8

Además de estos trabajadores, también fueron expe-

dientados otros ocho, según hemos podido comprobar en
8 A.M.L.L. Ibidem. 17
chas eran suficientes para ejercer la represión.
Se conservan, además, en el Archivo Municipal de La
Laguna, otros cuatro expedientes personales de trabajado-
res destituidos por el Ayuntamiento. Se tratan de: un guardia
municipal, detenido en los primeros días del golpe y someti-
do a juicio sumarísimo, junto a otro guardia lagunero, por el
delito de excitación a la rebelión. Fue condenado a ocho
años de prisión mayor. Su falta fue manifestar, en varias
ocasiones, que el golpe no había triunfado.
Los otros tres eran: dos jardineros, acusados y deteni-
dos en los primeros meses del golpe por su militancia políti-
ca y el secretario del Ayuntamiento. Éste fue detenido en la
madrugada del 10 de noviembre de 1936. De su expediente
queremos entresacar el informe íntegro que emite la agru-
pación de La Laguna de Acción Ciudadana y que constituye
un ejemplo bastante significativo de lo que fueron sus acu-
saciones. Dice así:
16 7 A.M.L.L. Ibidem.
Con el levantamiento militar y el inicio de la Guerra
Civil, se abre en Canarias y en el conjunto del Estado, una
nueva fase de la lucha de clases en la que la represión, so-
bre todo en el campo franquista, va a jugar un papel político
fundamental: la eliminación física e ideológica del enemigo
es la mejor garantía de triunfo para los sublevados.
En el Archipiélago, con una fuerza militar limitada y
una presión emergente de los partidos y sindicatos de clase,
los sublevados tuvieron que dotarse, desde el principio, de
un aparato represivo amplio y eficaz en sus objetivos. Fue-
ron investigados, encarcelados o asesinados todos aquellos
que tuviesen alguna relación con la coalición de izquierdas,
el Frente Popular, que había triunfado en las elecciones de
1936. Los grupos paramilitares -–Falange, Acción Ciudada-
na, etc. – se pusieron en marcha desde los inicios del golpe.
Su misión era sembrar el terror, fomentado por las nuevas
autoridades militares, como medida más eficaz para persua-
dir a la población de cualquier intento de resistencia.
Pero la represión, efectuada de forma generalizada,
5
también tuvo un matiz selectivo. Los líderes del movimiento
obrero y los dirigentes de partidos políticos de izquierda,
fueron rápidamente encarcelados o asesinados. Con su
desaparición se podían desbaratar los intentos de organiza-
ción de una resistencia activa a la sublevación militar.
Otra de las prioridades del aparato represivo fue la de-
puración de trabajadores que desarrollaban su labor en las
instituciones locales. En Canarias, con municipios de esca-
sa entidad y con una larga tradición caciquil, el control de
los ayuntamientos era imprescindible para lograr el triunfo
del levantamiento. Y esto no se podía conseguir si no era
con una depuración férrea de los trabajadores que iban a
estar bajo las órdenes de las autoridades facciosas.
6 6 A.M.L.L. Ibidem.
ción.
Para tramitar el expediente se designa a un concejal
como juez instructor y a un funcionario como secretario. Las
informaciones son suministradas por los organismos encar-
gados de la represión (y por personas e instituciones – los
curas son consultados en casi todos los casos – que pue-
dan aportar datos sobre el pasado político y social del en-
cartado. En ocasiones las propuestas de sanción del juez
son revocadas por la Comisión Gestora del Ayuntamiento o
por las autoridades militares. Es el caso de un guardia muni-
cipal que fue acusado de haber pertenecido al Frente Popu-
lar. Sin embargo, las informaciones de Falange indicaban
que había cooperado con el “Movimiento Salvador de Es-
paña, incluso haciendo guardias nocturnas nacidas de
su propia voluntad”6. La propuesta del juez fue de no des-
titución. Pero la Comisión Gestora, “dada la índole del car-
go de Guardia Municipal del encartado, que debe ser de
absoluta confianza por las funciones que le están enco-
mendadas, se acordó su destitución con pérdida de
haberes durante el tiempo en que ha estado suspendi-
do”7. Como se puede observar, las más mínimas sospe-
5 A.M.L.L. Expedientes personales 15
 tor).4
LA DEPURACIÓN EN EL AYUNTAMIENTO DE LA
LAGUNA
La lista, como es habitual en este tipo de documen-
tos, está llena de subrayados en rojo, tachones, números
al margen, cruces, etc. Lo que evidencia que fue bastante
“trabajada”.
El 18 de julio de 1936, atendiendo al artículo 5º del
bando de guerra dictado en Canarias por el general Franco,
en el que se recoge la destitución de los “Gobernadores
Hemos localizado 11 expedientes personales, instrui-
Civiles y Delegados del Gobierno, Ayuntamientos, Ca-
dos a otros tantos trabajadores incluidos en la relación que
bildos, Mancomunidades Interinsulares....”, y la sustitu-
estamos comentando. Cinco de ellos son destituidos definiti-
ción de éstos por delegados de la autoridad militar, en el
vamente y otros seis condenados a penas de suspensión de
Ayuntamiento de La Laguna se persona un teniente de la
empleo y sueldo durante uno varios meses. Es el Coman-
Guardia Civil, jefe de la línea de la ciudad, y destituye a la
dante Militar de Canarias quien insta a las autoridades loca-
corporación republicana, erigiéndose como alcalde-
les para que se le transmita “con la posible urgencia, pero
presidente de la Comisión Gestora. Ésta la forman, además,
con urgencia, nota explicativa y justificativa, nominal de
el mayor contribuyente de La Laguna – Ángel Nuñez López
cuantas personas, dependientes de su autoridad, en to-
– y el “jefe” de la familia más numerosa, Agustín Montever-
dos los grados existan que no le inspiren confianza por
de y Lugo. Esto sucede a las 12.30 horas del 18 de julio.
haber pertenecido o actuado en el llamado Frente Popu-
Por la tarde de ese mismo día se convoca una nueva sesión
lar, o significado como partidario de las teorías avanza-
de constitución del Ayuntamiento, en la que asumirá el car-
das y disolventes de la sociedad, contra las que esta-
go de alcalde, nombrado directamente por el Comandante
mos luchando los amantes verdaderos de
Militar de Canarias, Santiago Cuadrado Díaz, comandante
España” 5. Se debe elevar, además, una propuesta de san-
de la Guardia Civil.¹
14 4 A.M.L.L. Documentos, 1936
7
 indeseables, peligrosos y de acción. Su
domicilio fue centro de reunión, aún des-
Una de las prioridades del nuevo alcalde fue el inicio pués del 18 de julio, de elementos de
de las averiguaciones sobre el comportamiento político de aquella condición. Su mujer era activa pro-
los funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento, que deri- pagandista de dichos ideales. Cabecilla
varían en el consiguiente proceso depurativo. Era necesario para la inscripción de sus compañeros en
rodearse de trabajadores afectos a la nueva situación, dis- el Sindicato de Trabajadores (informe del
puestos a acatar las nuevas órdenes y a dar efectividad y Jefe de la Guardia Municipal).
agilidad a la tramitación de expedientes gubernativos cuyo
fin era la represión indiscriminada sobre sindicatos y parti-
dos de clase. Y esto parecía estar bastante claro en las Temistócles Arvelo y Arvelo. Oficial de 2º.
mentes de los nuevos responsables de las instituciones lo- Propagandista del Frente Popular desde
cales: que este asaltó el poder público. Es indivi-
duo que frecuenta las tabernas y dentro
“....la administración debe rodearse de estos círculos efectúa descaradamente
de empleados de confianza, para no una campaña derrotista del movimiento
incurrir nuevamente en el lamenta- nacional. Juntamente con sus sobrinos,
ble error de tener a sus servicios a los hermanos Buenafuente Arvelo, se han
personas que en un momento dado, dedicado ha propagar toda clase de noti-
en lugar de servir fielmente a sus in- cias falsas creándose tal ambiente popular
tereses pudieran convertirse en es- por esta causa que después del movimien-
pías, pagados por las Corporacio- to se le conoce con el apelativo de “la ra-
nes; hecho éste que seguramente dio clandestina”. (Informe de el Interven-

8 ¹ Archivo Municipal de La Laguna (en adelante A.M.L.L.)Libro de Actas, 1936. 13

miento – otros los serán por autoridades militares superiores
-, con sus correspondientes antecedentes políticos , facilita-
dos por los servicios de investigación (Policía Municipal, Co-
misaría de Investigación y Vigilancia, Falange, Acción Ciu-
dadana, informes de las diversas secciones del Ayuntamien-
to: Secretaría, Intervención....). Prácticamente todos son mi-
litantes activos, no simples afiliados, de las organizaciones
de izquierda. Las acusaciones políticas se apoyan en otras
de tipo moral, como el alcoholismo. Veamos algunos ejem-
plos:
“Domingo Ramos Martín. Fosero del Ce-
menterio de esta Ciudad. Alcohólico. Ab-
solutamente carente de cultura; su casa
era centro de reunión de gente marxista,
lo que ha hecho que en alguna ocasión
pueda suponerse el Cementerio o sus in-
mediaciones como sitio de conspiración
(informe de Secretaría).
Santiago Córdoba Hernández. Peón jardi-
nero. Comunista con todos los caracteres
12
cuando se normalicen las circuns-
tancias será tenido en cuenta por el
Gobierno Nacional de Burgos, con
el fin de rodearse de personal que
merezca la absoluta confianza, para
servir al Estado, Provincias y Muni-
cipios, con todo patriotismo y leal-
tad”.²
Siguiendo estas instrucciones, la represión contra los
trabajadores del Ayuntamiento de La Laguna se llevó a cabo
con una celeridad increíble. En sesión del 21 de julio de
1936, tres días después del golpe, se producen los primeros
informes sobre trabajadores expedientados. El 22 de julio se
efectúan los primeros ceses. Las investigaciones, los expe-
dientes y las destituciones se alargarán hasta finales de
1937.³
La primera “lista negra” que tenemos corresponde al 9
de noviembre de 1936. En ella aparecen los veintidós traba-
jadores que serán expedientados a iniciativa del ayunta-
² A.M.L.L. Legajo: Oficios, 1936. 9
³ A.M.L.L. Libros de Actas, 1936 y 1937.
 11
10 Archivo Municipal de La Laguna, Oficios 1936.
Archivo Municipal de La Laguna, Oficios 1936.