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La ley de Moore

La Ley de Moore es un término informático originado en la década de 1960 y que


establece que la velocidad del procesador o el poder de procesamiento total de las
computadoras se duplica cada doce meses. En un principio, la norma no era muy popular
pero sí se sigue utilizando hasta el día de hoy. Quien la acuñó fue Gordon Moore, el
cofundador de la conocida empresa Intel de microprocesadores. Cuando las revistas de
electrónica le preguntaron cómo se desarrollaría el área en los próximos diez años, él
escribió un artículo en el que predijo el funcionamiento del mercado.

Si miramos las computadoras de 1970 y las comparamos con las de la actualidad,


podemos pensar que la ley está llegando a un límite, y si lo comparamos vemos que en
los últimos diez años esto se cumple. Por eso es importante también tener en cuenta en la
ley de Moore el número de transistores en un CPU.

Son los semiconductores, transistores y la creación del circuito integrado los que hacen
posible la Ley de Moore. Antes de los transistores, en electrónica, se utilizaban los
tubos de vacío, que tenían una tendencia a romperse y generaban demasiado calor. Por
otra parte, el semiconductor es un material que actúa como conductor y aislante, y
recién en 1947 se creó el primer transistor de la mano de John Bardeen y Walter
Brattain. En 1958, Jack Kilby creaba el circuito integrado, y finalmente se creó el
transistor plano. Todos estos elementos fueron los que permitieron que la tecnología
avanzara de forma tan rápida, ya que todo esto permitía hacer componentes cada vez
más pequeños y compactos.

Volviendo al artículo que escribió Moore, él decía que a medida que las técnicas y los
productos mejoraban, el precio de producción de cada componente se reducía. Pero
también tuvo en cuenta que, si bien cada componente era más barato de producir, los
circuitos complejos seguían siendo caros, pero indispensables. El costo por componente
y el costo por circuito crearon un efecto de balance en la industria que resultó en una
tendencia de crecimiento lineal.

Para 1975, Moore escribió para el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos


(IEEE), en el que explicaba que las técnicas habían mejorado y por ende había menos
errores. La producción era más eficiente y se abría paso al terreno de la innovación.
También confiaba en que la ley se siguiera cumpliendo por unos cuantos años más, pero
teniendo en cuenta que la industria de los semiconductores estaba llegando al límite de
algunas técnicas, la velocidad de los avances se iba a frenar, haciendo que el período
fuera de veinticuatro y no de doce meses.

Si vamos a lo justo, la Ley de Moore no es ni siquiera una ley, ya que no tiene


fundamentos físicos, y solo se vuelve real por las acciones de los seres humanos. Pero,
¿qué es lo que hace que el ciclo siga funcionando? Muchas de las razones son
puramente psicológicas y están influidas por el mercado: las compañías están luchando
unas contra otras por conseguir circuitos más potentes y microprecesadores que
funcionen mejor. La parte de investigación y desarrollo es inmensa y busca la
producción de componentes más pequeños pero con mejor performance.

El otro factor es simplemente el reto: siempre se ha dicho que la Ley de Moore llegará a
un fin, pero los ingenieros siguen trabajando para atrasarlo. Por otra parte, los
consumidores se han acostumbrado a este hecho y siempre están buscando la novedad,
por lo que no hay razones para no encontrar algo mejor en el mercado el próximo año.

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