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La Documentacion Musical Fuentes para Su PDF
La Documentacion Musical Fuentes para Su PDF
de los sonidos:
la gestión de
fondos musicales
Colección ESTUDIOS PROFESIONALES ■ 02
Colección Estudios Profesionales 02
Dirección: Luis Hernández Olivera
EDICIÓN DE PEDRO JOSÉ GÓMEZ GONZÁLEZ /
LUIS HERNÁNDEZ OLIVERA / JOSEFA MONTERO GARCÍA /
RAÚL VICENTE BAZ
El archivo
de los sonidos:
la gestión de
fondos musicales
© Pedro José Gómez González, Josefa Montero García, Raúl Vicente Baz y Luis Hernández Olivera, 2008
© Raúl Vicente Baz, Jon Bagüés, Josefa Montero García, Pedro José Gómez González, Patricia Burgueño Rioja,
Reynaldo Fernández Manzano, Carmen Hidalgo Brinquis, Pilar Diaz Boj, Ana Jiménez Colmenar, Silvia Rodrí-
guez Sánchez, Andrés Serrano Rivas; Pedro Hidalgo Brinquis, Fernando Carbajo Cascón, Vanessa Jiménez
Serranía, José López Calo, Juan José Alonso Martín, Isabel Lozano Martínez, José Carlos Gosálvez Lara, Margarida
Ullate i Estanyol, Miguel Manzano Alonso, Antonio Álvarez Cañibano y María José González Ribot, 2008.
© Ampudia Fotografía para la fotografía de cubierta, 2008.
© Manuel Lorenzo González Gómez para las fotografías de interior, 2008.
Revisión de textos:
Juan Giráldez Jiménez
Diseño y maqueta:
Helvética edición y diseño
w w w.helvetica.es
Impresión:
Europa Artes Graficas
Impreso en España
ISBN:
Depósito Legal: S
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ni transmitido, ni registrado por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio,
sin el permiso previo, por escrito de la Asociación de Archiveros de Castilla y León (A C AL).
ÍNDICE DE CONTENIDOS
PRÓLOGO ............................................................................................................................................................................. 7
PRESENTACIÓN ..................................................................................................................................................... 13
19
A. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL
La documentación musical:
fuentes para su estudio
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
1. INTRODUCCIÓN
Consideraremos como fuente para el estudio de cualquier aspecto relacionado con la musi-
cología a todo documento, material bibliográfico o persona, que pueda proporcionar infor-
mación al investigador sobre cualquiera de los campos de esta ciencia.
Según la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español, artículo 49,
se entiende por documento “ toda expresión en lenguaje natural o convencional y cualquier
otra expresión gráfica, sonora o en imagen, recogidas en cualquier tipo de soporte material,
incluso los soportes informáticos. Se excluyen los ejemplares no originales de ediciones” .
De lo expresado más arriba, se ve que el concepto de fuente es más amplio que el
de documento, pues éste no comprende la mayor parte de la bibliografía que se ocupa de
los temas objeto de estudio, que no proporciona información “ de primera mano ” , pero que
en muchos casos orienta significativamente al investigador.
Entre las fuentes de que se sirve el músico o musicólogo para abordar su trabajo, se
encuentran dos clases diferenciadas y desarrolladas según su nivel de importancia en la in-
vestigación: fuentes documentales y bibliografía. A medio camino entre las dos está la lla-
mada “literatura gris” , que es el conjunto de documentos que no se publican o se distribu-
yen mediante otros canales: tesis doctorales, actas de congresos, memorias o informes de in-
vestigación, etc.; estos trabajos suelen aparecer en algunas bases de datos y, en general, sólo
pueden consultarse con permiso del autor.
2. FUENTES DOCUMENTALES
Frente a las fuentes bibliográficas, que están presentes en la mayoría de las bibliotecas, las
documentales suelen ser de más difícil acceso, permaneciendo en muchos casos semiocultas
o desconocidas. De ahí la necesidad de darlas a conocer, estudiarlas y rescatarlas.
Por otra parte, los autores no se ponen de acuerdo en la clasificación de las distintas
fuentes, apareciendo términos lingüísticos diferentes para expresar los mismos conceptos.
Por ello, se explicará detalladamente la terminología utilizada en este artículo.
Dentro de las fuentes, algunas serán propiamente musicales, como las partituras, re-
gistros sonoros, etc., y otras perimusicales; estas últimas no contienen directamente música,
pero proporcionan información relacionada con ella. En este grupo encontraremos actas de
reuniones, libros de cuentas y un largo etcétera.
Las fuentes documentales directas son aquéllas que han generado las actividades de las per-
sonas o instituciones a estudiar. Por ejemplo, serían fuentes directas las partituras manus-
critas de un compositor o el fichero informático correspondiente en el caso de composito-
res actuales, también las actas de reuniones de entidades que desarrollan o desarrollaron
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
actividades musicales, o los libros de cuentas donde constan salarios de músicos o gastos
realizados en material musical.
Las fuentes indirectas se obtienen a partir de las directas, como resultado de distin-
tos procesos de estudio, clasificación o catalogación, y necesitan la intervención de una ter-
cera persona. Valgan como ejemplo los inventarios de partituras o instrumentos musicales
pertenecientes a un autor o entidad, realizados por personas encargadas de su custodia o
por un investigador; esta clase de fuentes sirven como documento interno y eficaz instru-
mento de consulta para localizar las correspondientes fuentes directas, y facilitan enorme-
mente las labores de investigación.
Para identificar claramente las fuentes, es fundamental conocer el funcionamiento y
organización de la institución o persona que ha generado el archivo, ya que estos factores
determinan la clase de documentación que forma parte del mismo, y orientan al investiga-
dor sobre cómo y dónde buscar.
En cuanto a la tipología de los documentos estrictamente musicales, Torres Mulas (2000) in-
dica dos clases: música anotada (partituras, borradores, reducciones, particellas) legibles di-
rectamente, y música programada, que sólo es legible con un aparato intermediario (discos,
rollos de pianola, cilindros fonográficos, cintas magnetofónicas, CDs...).
Los documentos de música anotada proporcionan información sobre el estilo perso-
nal de un autor o época y también sobre su caligrafía, en el caso de que sean autógrafos.
Además, si se trata de borradores, suelen contener anotaciones, tachones y otras indicacio-
nes, que informan sobre el proceso compositivo que seguía el autor y las circunstancias en
que se compuso la obra, arreglos realizados, el destino de esa partitura o la importancia que
le daba el mismo autor. Suelen encontrarse, en papel o soportes informáticos, en archivos
personales o familiares y en instituciones donde prestó servicios el autor o a las que han lle-
gado por ventas o donaciones.
Los documentos de música programada constituirán una de las fuentes más direc-
tas y fiables, en especial cuando registran interpretaciones de obras musicales a manos de
su compositor o dirigidas por él, entrevistas con el mismo, o testimonios directos de perso-
nas involucradas en la producción. Suele encontrarse material muy importante de esta cla-
se en los archivos de emisoras de radio y televisión o en filmotecas y archivos relacionados
con el cine.
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
En el caso de la música vocal dramática, los compositores han puesto música a un libreto es-
crito generalmente por un autor literario; lo mismo ocurre con los textos de los innumera-
bles villancicos que se cantaron en todos los centros religiosos españoles, durante las princi-
pales celebraciones de la liturgia. En muchos casos, estos libretos y textos, tanto impresos
como manuscritos, fueron utilizados por varios compositores, y nos pueden proporcionar pis-
tas sobre la práctica musical para la que sirvieron. Los libretos pueden encontrarse en nu-
merosos archivos y bibliotecas y, especialmente, en los archivos de los teatros o entidades re-
lacionadas.
A medida que los compositores han tenido instrucción en otras ramas de la cultura, han pro-
liferado los escritos en los que manifestaban su opinión sobre sus propias obras y las de otros
autores (críticas y análisis estéticos), y también reivindicaciones profesionales de algún tipo.
Como ejemplo podríamos citar los abundantes artículos en revistas musicales en que nues-
tros compositores del siglo XIX, abordaron sus inquietudes sobre la creación de una ópera
nacional, analizaron la recepción de determinadas obras musicales, etc. Probablemente To-
más Bretón fue uno de los autores que más discutió sus ideas musicales por medio de car-
tas y artículos, que aparecieron en las principales revistas de su época, y que ahora nos sir-
ven como fuente inestimable para estudiar su figura. Además, él mismo nos indica dónde
podemos encontrar estos escritos, en los interesantes diarios que escribió entre 1881 y 1888,
y que publicó Jacinto Torres en 1995. Los manuscritos originales de estos diarios son una im-
portante fuente manuscriscrita, que ha originado una no menos útil fuente bibliográfica al
ser publicados.
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
Los estatutos y reglamentos de una institución reflejan las obligaciones y derechos de todos
sus empleados; en el caso de instituciones que tienen o tuvieron músicos a su servicio, es ne-
cesaria la consulta de estas fuentes para conocer las competencias de estos músicos y la or-
ganización y funcionamiento de la entidad.
En muchas ocasiones, el investigador puede obtener la información a partir de personas que por
su entorno o profesión, poseen una serie de conocimientos relacionados con un tema de inves-
tigación. Es el caso de los etnomusicólogos que estudian la música tradicional de un determi-
nado entorno y buscan información entre las personas para las que esta música forma o for-
maba parte de su vida; a partir de sus relatos e interpretaciones, obtendrá unas fichas en papel
(como se hacía antiguamente) o una grabación audiovisual, que será la base de su estudio.
Un caso parecido sería el de los investigadores de la obra de un autor aún vivo, con
el que sería imprescindible mantener varias entrevistas. En el caso, más frecuente, de que se
trate de compositores fallecidos, si existen herederos o personas cercanas, éstos pueden tam-
bién proporcionar informaciones de interés.
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
Los instrumentos musicales que han conservado particulares o instituciones, testimonian mu-
chos aspectos relacionados con la actividad musical. Uno de los ejemplos más característicos
son los numerosísimos órganos de nuestros templos, los famosos Stradivarius del Palacio
Real y otros muchos instrumentos que conservan entidades o particulares. Las características
de estos instrumentos, y el hecho de que hayan pertenecido a entidades o particulares, nos
hablan directamente de la práctica musical de una época y sirven para construir réplicas con
las que nos podamos aproximar al sonido de un determinado momento histórico.
Las representaciones artísticas que reflejan escenas u objetos relacionados con la música
constituyen también una fuente documental destacada. Un buen ejemplo con información
musical, son las numerosas esculturas de ángeles músicos y personajes que tocan instru-
mentos en las portadas, capiteles, ménsulas y otros lugares de los templos.
En lo que respecta a pinturas, se pueden encontrar motivos musicales en las paredes
de los templos, entre las que destacan las pinturas románicas, de las que tenemos un ejem-
plo en la Capilla de San Martín de la catedral salmantina. También existen numerosos cua-
dros que representan veladas musicales con gran fidelidad, donde aparecen partituras con la
notación musical de una época e instrumentos musicales, con claros detalles de su estructu-
ra y de la posición que adopta el intérprete para tocar. También es habitual ver dibujos de
músicos tocando en los libros y tratados musicales; uno de los ejemplos más conocidos por
su interés y calidad, es el códice de las Cantigas de Santa María , que se conserva en el Mo-
nasterio de El Escorial.
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
2.1.1.11. Ceremoniales
Son libros que reflejan las costumbres y rituales de las ceremonias, casi siempre con un cierto bo-
ato, que tenían lugar en instituciones como catedrales y universidades, en fiestas solemnes y oca-
siones extraordinarias. Como la música era imprescindible en todas las celebraciones, estos libros
indican detalles como dónde se situaban los músicos, qué se cantaba en cada parte de la cele-
bración, qué instrumentos se utilizaban y otros datos importantes para un estudio musicológico.
Son documentos que recogen todo el proceso de provisión de las plazas de música vacantes
en instituciones con actividad musical y contienen abundante información biográfica y otros
detalles interesantes para la investigación. Existen numerosa documentación de esta clase en
los archivos eclesiásticos, generalmente relativa a las plazas de maestro de capilla y organista.
Entre estos documentos se encuentran los edictos convocatorios de la plaza con las
condiciones que debían reunir los candidatos, las instancias presentadas por éstos con curri-
culum vitae y otros datos biográficos, descripciones de las pruebas realizadas e informes fi-
nales del tribunal. En muchos casos, se conservan también los exámenes escritos realizados
por los opositores.
Suelen contener documentos varios, como contratos de restauración de órganos, cartas, ho-
jas con indicaciones sobre interpretación de obras, listados de villancicos interpretados en al-
guna ocasión y otros. A veces, como refieren Ezquerro y González Marín (1991, 3) con res-
pecto a la Catedral de Zaragoza, aparecen entre las partituras documentos como cartas y
textos de villancicos, cuya ubicación no conviene cambiar para no separarlos de las obras a
las que acompañan. Entre ellos, se encuentran interesantes cartas de maestros de capilla1.
Con objeto de obtener datos biográficos, suele recurrirse a estos libros, que contienen par-
tidas de bautismo, matrimonio o defunción, y que actualmente es frecuente encontrar en los
archivos diocesanos.
Se pueden poner numerosos ejemplos de búsquedas biográficas en este tipo de docu-
mentos. Como homenaje al célebre musicólogo Higinio Anglés, que tanto hizo avanzar a nues-
tra ciencia, citaremos su búsqueda de datos para completar la biografía de Juan Bautista Ca-
banilles2. Otro gran musicólogo, José Subirá (1958), dedicó un artículo a la obtención de datos
biográficos de personajes relacionados con la música, a partir de los Libros de Defunciones de
la Parroquia de San Martín de Madrid; allí aparecen detalles de los difuntos, si habían hecho o
no testamento y circunstancias relacionadas con el entierro. Entre estas necrológicas se en-
cuentran maestros de capilla, instrumentistas, cantores, capellanes, organeros y personas de su
entorno, como un niño “ hijo de un trompetista ”, la criada de un maestro de capilla, etcétera.
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
Esta clase de documentos también contiene información sobre asuntos relacionados con la
música. Poniendo como ejemplo la Catedral de Salamanca, una bula papal de Sixto IV (1481)3
nos muestra el origen de las medias raciones de maestro de capilla y organista; en este do-
cumento se decreta la extinción de la primera ración que vacase en la Catedral salmantina, y
se dividen los frutos de esta ración suprimida entre estos dos puestos musicales, que se con-
virtieron así en medio racioneros; para evitar diferencias, ambos fueron autorizados a entrar
en el coro, asistir con hábito a las procesiones y percibir partes iguales de la ración.
Los protocolos notariales son documentos privados que se han extendido ante notario y dan
fe pública de contratos, donaciones, testamentos, arrendamientos, obligaciones, etc. Estos do-
cumentos proporcionan detalles de la vida cotidiana de los ciudadanos, y los músicos no son
una excepción. También pueden encontrarse en los protocolos escrituras relacionadas con la
música, como contratos para la construcción de órganos, etc. Normalmente están deposita-
dos en los archivos históricos provinciales, aunque también puede haberlos en otros archivos.
Esta documentación es muy abundante, pues la sociedad siempre ha tenido que dar
fe de los actos jurídicos. Sin embargo, la búsqueda de datos en estos documentos se puede
ver dificultada porque suelen estar ordenados por orden cronológico, o por escribanos, sin
tener en cuenta los asuntos que tratan.
Como ejemplo, podemos citar el caso de Joaquín Lázaro, maestro de capilla que fue
de Oviedo y que por razones de salud se trasladó a Mondoñedo (Casares Rodicio, 1975,
184). En el archivo de protocolos de esta última ciudad, se encuentra su testamento, por el
que donaba sus obras a la catedral de Oviedo, a cambio de que ésta protegiera a las sobri-
nas que habían vivido con él.
Para estudiar qué música estaba en cartel en una época determinada, es obligado consultar la
prensa general, así como las revistas y periódicos especializados en música. Estas publicaciones
contienen carteleras, críticas y reseñas de conciertos, así como artículos sobre los compositores de
éxito. Puede ponerse como ejemplo el siglo XIX español, donde surgieron multitud de publicacio-
nes relacionadas con la música, sobre las que ha hecho interesantes estudios Jacinto Torres (1991).
En muchas bibliotecas y archivos se conservan los carteles que anunciaban los conciertos y
los programas de los mismos. Los carteles reflejan la importancia mediática que tenía cada
concierto y el tipo de música que se interpretó; los programas, con sus notas correspon-
dientes, explican las características de esta música, en ocasiones perdida, y completan la per-
cepción de la misma en el momento de su interpretación.
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
2.1.1.19. Correspondencia
Entre las principales fuentes indirectas de interés musicológico se encuentran las guías de ar-
chivos, los inventarios y otros instrumentos como catálogos, índices y bases de datos.
Contienen una información muy general de todos los fondos del archivo y de su funciona-
miento, así como cuadros de clasificación y suelen citar las series documentales de forma ge-
neral. En cierto modo se podrían equiparar a la página web de un archivo.
2.1. 2. 2. Inventarios
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
A diferencia del inventario, que describe series documentales, un catálogo describe los do-
cumentos uno a uno, presentando una serie de datos que permiten su correcta identifica-
ción. En algunos archivos existen catálogos inéditos y bases de datos de uso interno, pero
afortunadamente este tipo de documentos se van publicando, pasando a formar parte de
las fuentes bibliográficas.
Los catálogos describen la documentación de todo el archivo, o de una parte del mis-
mo, de forma individual; aunque a veces son demasiado sintéticos y se asemejan a los in-
ventarios. Por otra parte, algunos inventarios son tan analíticos, que podrían llamarse catá-
logos, dependiendo del criterio que se tome.
Las bases de datos suelen contener los mismos elementos que los inventarios y catá-
logos, con la diferencia de que se presentan en un formato informático, por lo que tienen la
enorme ventaja de posibilitar búsquedas rápidas evitando mucho trabajo al investigador.
2. 1. 2. 4. Índices
Con las herramientas informáticas modernas, apenas es necesario disponer de los tradicionales
índices, pero no hay que olvidar que faltan aún muchos archivos o secciones de los mismos por
informatizar, con lo que estos instrumentos siguen siendo útiles para localizar la información.
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
una fuente primaria en una investigación sobre organología y una fuente secundaria para
estudiar la estética musical de un autor. Por ello, se hará un breve análisis de la importancia
de las fuentes en algunos campos de la investigación musicológica.
Son fuentes primarias aquéllas en cuya creación ha intervenido directamente este autor, o
contienen información relevante sobre su vida personal o profesional: partituras, registros
audiovisuales, cartas y escritos personales, discursos pronunciados por él, partidas de bau-
tismo, expedientes de las oposiciones que ganó, etc.
Son fuentes secundarias, por ejemplo, las actas de las reuniones de la institución o
instituciones para las que trabajó, algunas partes de su correspondencia, programas de con-
ciertos y folletos de discos, prensa, protocolos notariales, etc.
2. 2. 2. Estudios sociológicos
Entre los principales estudios sociológicos relacionados con la música, se encuentran los re-
lativos al nivel social de los compositores e intérpretes y recepción de un determinado tipo
de obras, entre otros.
Entre las fuentes primarias, consideraremos las actas de reuniones de instituciones
para las que trabajaban los músicos, libros donde consten sus salarios, correspondencia, pro-
gramas de conciertos, expedientes de oposiciones, testamentos y otros documentos que re-
flejen la situación socioeconómica que rodeaba a estos artistas.
Los periódicos y revistas de la época, los programas de conciertos y los audiovisuales en
tiempos más recientes, aportarían información como fuentes secundarias de esta investigación.
En esta clase de estudios, las fuentes primarias son las partituras y registros sonoros, audio-
visuales e informáticos de los autores géneros de una determinada época. Como fuentes se-
cundarias serán importantes las informaciones de periódicos, las críticas musicales, anuncios
de conciertos, declaraciones de compositores, empresarios o personas relacionadas con el
mundo musical y la correspondencia entre autores, empresarios o editores.
2. 2. 4. Estudios históricos
Los estudios históricos son probablemente los que abarcan ámbitos más amplios dentro de
la musicología, y se encuentran entre los más característicos de esta disciplina. Entre ellos,
destacan los que se ocupan de la historia de la música o la evolución musical en un país y
periodo, por ejemplo el Romanticismo musical español.
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
Al ser estudios tan amplios, necesitan de casi todas las ramas auxiliares de la musi-
cología, como la historia, sociología, el análisis musical y otras, por lo que habrá que con-
sultar muchas clases de fuentes y, casi todas ellas, tendrán la categoría de primarias. Así ten-
dremos desde partituras y libretos de los autores más importantes de la época, hasta cartas
personales y profesionales, artículos en prensa, carteles de conciertos, notas al programa,
etc., pues de toda esta clase de documentos se obtiene información imprescindible para re-
construir la historia de la música.
Como fuentes secundarias, tendríamos documentos relacionados con la música de
forma más indirecta, como las narraciones de viajeros de la época, que a veces muestran sus
impresiones sobre la música que escucharon en sus viajes y otras expresiones artísticas del
correspondiente movimiento cultural.
2. 2. 5. Organología
La principal fuente primaria en esta clase de estudios son los propios instrumentos, y a ellos
hay que dirigirse en busca de los principales detalles de la investigación. También serían fuen-
tes primarias las representaciones artísticas de instrumentos musicales y los proyectos de res-
tauración, que indican las modificaciones que ha sufrido un instrumento.
La información obtenida de las anteriores fuentes, se suele completar con otras se-
cundarias, como facturas o cuentas que muestran cómo, cuándo y a quién se encargó un
determinado instrumento, cuánto se pagaba a un músico por tocarlo y la frecuencia con que
el intérprete tenía que reponer las cuerdas; otros documentos reflejan préstamos de instru-
mentos por parte de algunas instituciones a los jóvenes que querían aprender y que luego
podrían trabajar para ellas, y un largo etcétera5.
2. 2. 6. Etnomusicología
Para realizar un estudio etnomusicológico, se pueden considerar tres clases de fuentes primarias:
• Personas que conocen directamente la tradición oral y las costumbres de un pue-
blo o zona geográfica e interpretan esta música.
• Apuntes y anotaciones escritas, tomados por alguien que entrevistó a estas personas.
• Registros sonoros o audiovisuales de cualquier interpretación de música popular,
sea de tradición oral o la llamada popular urbana.
2. 2. 7. Enseñanza musical
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
primarias para su estudio serán los reglamentos de estos colegios y de los posteriores con-
servatorios, los correspondientes libros de actas, matrículas... Serán fuentes secundarias
otros documentos como cartas, libros de cuentas, programas de conciertos, etc.
2. 2. 8. Estudios hagiográficos
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
antiguos rollos de pianola hasta los últimos formatos de vídeo y audio. En la época actual,
la mayor parte de los compositores escriben su música con editores de partituras, cuyos ar-
chivos se almacenan en los nuevos soportes informáticos.
Antes de comenzar cualquier investigación, es imprescindible localizar las fuentes que nos
servirán de base para la misma. Como se irá viendo, a lo largo de la historia se han sucedi-
do distintos avatares políticos (guerras, desamortizaciones eclesiásticas...) que han originado
que los documentos no se conserven siempre en las instituciones que los produjeron, por lo
que tendremos que considerar esta posibilidad a la hora de elegir qué archivos, bibliotecas y
centros de documentación debemos visitar (Iglesias, 1999).
Dependiendo del tema de investigación, la documentación necesaria se encontrará
principalmente en un determinado tipo de archivos, aunque habrá que consultar también
otras instituciones que aporten una información secundaria. Así, si el tema estudiado es la
música religiosa de una determinada época o sus compositores, habrá que recurrir funda-
mentalmente a un archivo eclesiástico, si el tema se relaciona con la música sinfónica, será
necesario visitar archivos de orquestas y asociaciones filarmónicas, etc.
Por otra parte, las actividades cotidianas de los músicos, igual que las del resto de las
personas, han dejado huellas documentales de todas clases. Por ello, son muy variados los
archivos que pueden contener fuentes para realizar o completar un estudio musicológico.
Antes de acudir a un archivo, será primordial que el investigador se familiarice con
la estructura y funcionamiento de la institución que lo ha generado. Estos aspectos han de-
terminado la clase de documentos que allí se encuentran y su conocimiento facilitará el ma-
nejo de la correspondiente documentación. De entre todos los posibles archivos, bibliote-
cas, centros de documentación, etc., relacionaremos los que pueden ser más útiles para una
investigación musicológica, comenzando por los que pueden contener más documentación
musical.
4. 1. ARCHIVOS ECLESIÁSTICOS
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
Si estudiamos las características de la Capilla Real (Lolo, 1988), vemos que no se diferencia
sustancialmente de las capillas de las principales instituciones religiosas españolas, pues te-
nía un organigrama y unos puestos musicales similares. Como en las demás instituciones, los
maestros de capilla tenían la obligación de componer para las principales festividades reli-
giosas, lo que generó un importante archivo de música, que se nutrió también de obras de
otros compositores. Además de estos documentos musicales, el Archivo General de Palacio
conserva también otras fuentes, como los expedientes personales de todos los músicos que
trabajaron para la institución, libros de cuentas, etc.
La biblioteca privada de los reyes de la casa de Borbón, ha dado origen a la Bibliote-
ca Real9, cuyo fondo musical refleja la afición que han tenido los reyes por la música; entre
los manuscritos que guarda hay óperas, música sinfónica, el Cancionero de Palacio (1890)
publicado por Barbieri y el documento llamado Fiestas Reales, de Carlo Broschi “ Farinelli” ,
donde describe las funciones del Teatro del Buen Retiro desde 1747 a 1758 (López Vidriero,
1995); entre los impresos destaca De Musica libri Septem publicado en 1592 por Francisco
Salinas. El conjunto de instrumentos de Stradivarius perteneció a esta biblioteca, aunque ac-
tualmente se encuentran en las salas del Museo del Palacio Real.
Tanto el Archivo del Palacio Real, como la Real Biblioteca contienen, además, infor-
mación relacionada con otras instituciones, como la relativa al primer director del Real Con-
servatorio de Madrid, que impulsó la reina María Cristina, última esposa de Fernando VII (Ro-
bledo Estaire, 2001).
106
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
Entre estos fondos hay interesantísimos manuscritos de canto llano y polifonía, junto
con obras vocales e instrumentales de maestros de los siglos XVII al XX, y cartas autógrafas de
personalidades del mundo de la música. También contiene ediciones de tratados teóricos, par-
tituras y libretos de ópera, el Depósito Legal de partituras y monografías musicales impresas
en Cataluña desde 1981, colecciones de monografías, revistas musicales y registros sonoros.
Además, tanto la Biblioteca Nacional como la Biblioteca de Cataluña custodian fon-
dos procedentes de las desamortizaciones.
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EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
• Archivo sinfónico
• Archivo de la Unión Musical Española
• Archivo de libretos
• Archivo de fotografías
• Legados y donaciones.
Aunque todos los archivos y bibliotecas de todos los conservatorios guardan documentación,
el más importante desde el punto de vista de la investigación es el Real Conservatorio Su-
perior de Madrid (Navarro, 1988 y Casas, 1994), fundado el 15 de julio de 1830 por la rei-
na regente María Cristina. La biblioteca del centro se inició con las obras musicales que donó
la propia reina, quien se encargó también de traer de Italia a Francesco Piermarini, primer
director del centro.
En el reglamento del 16 de septiembre de 1830, redactado por Piermarini, e impre-
so en 1831 en la imprenta Real, se indica que “ de todas las piezas que se impriman en Es-
paña, el editor o el autor han de entregar dos ejemplares a esta Biblioteca; y que debe reu-
nir cuantas curiosidades musicales pueda adquirir sin inútil profusión, pero con toda diligen-
cia ” . Es evidente la importancia que tenía una disposición como ésta a la hora de aumentar
los fondos de la importante biblioteca que iba creciendo poco a poco.
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A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
La protección real, junto con la normativa que rigió a la institución, dotó a su biblio-
teca de interesantísimos fondos, entre los que se encuentran óperas españolas y extranjeras
de los siglos XVIII y XIX, y música religiosa de los principales autores españoles. El rey Ama-
deo de Saboya también donó una importante colección de tonadillas de la Biblioteca Real
para reponer las pérdidas sufridas después de un incendio.
Las leyes desamortizadoras de los bienes eclesiásticos causaron el ingreso en el Con-
servatorio de una destacada colección de motetes procedentes del Monasterio de Uclés.
Además del mencionado archivo de la Sociedad de Conciertos madrileña (Navarro, 1988 y
Sobrino, 1990, 10), han ingresado documentos por Depósito Legal y distintas colecciones
adquiridas por donaciones. Entre ellas destaca el fondo de Gerardo Gombau y la colección
perteneciente a la Infanta Isabel Francisca de Borbón, a la que pertenecía la Lira Sacro His-
pana de Hilarión Eslava.
Por otra parte, esta institución ha recibido donaciones de editores, músicos y parti-
culares, como una Colección de documentos sobre la Guerra de la Independencia y caída en
desgracia del Conde de Godoy, Príncipe de la Paz y una colección de fotografías de músicos
célebres y cartas autógrafas de personajes de gran interés musical. A todos estos fondos clá-
sicos, con el devenir de los tiempos, se han incorporado numerosos documentos sonoros y
audiovisuales.
Además de los fondos estrictamente musicales, la función docente del conservatorio
ha originado toda una documentación relativa a matrículas, exámenes, diversos reglamen-
tos, etc., que permiten realizar numerosos trabajos de investigación (Bernard, 1994).
La Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy impartía clases de dibujo en Salamanca des-
de enero de 1784, a iniciativa del gremio local de artífices plateros13. Estas enseñanzas, que
habían sufrido breves interrupciones por las convulsiones políticas de la época, se vieron
complementadas con la creación en este centro de la Sección de Música, cuyas clases co-
menzaron en enero de 1839, sólo ocho años después que las del Real Conservatorio de Ma-
drid, cuyo modelo sirvió sin duda de inspiración.
Como afirma Maíllo (1999, 112) la sección recién creada se había fijado dos objeti-
vos: la enseñanza de la música y la organización de “ academias” o “liceos” , donde alum-
nos, maestros y otras personas cercanas a San Eloy ofrecerían conciertos públicos. La prime-
ra velada musical se celebró en noviembre de 1838, con un concierto en dos partes dirigido
por el profesor Francisco Olivares.
La Sección de Música alternó sus actividades con épocas de interrupción hasta la cre-
ación, en 1935, de un Conservatorio Regional de Música en Salamanca (Maíllo, 1999, 179)
que tomaba el relevo de este importante centro musical. Como resultado de sus actividades,
el archivo de San Eloy conserva partituras, libros de actas, discursos, planes de estudios, co-
rrespondencia y ejemplares de los sucesivos reglamentos que rigieron esta entidad. Todos es-
tos documentos, junto con los programas de los conciertos ofrecidos, muestran las prefe-
rencias musicales del público salmantino de la época.
109
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
La Sección de Música se incorporó a esta Academia en 1847 y mostró gran actividad lle-
gando a publicar el Cancionero de Palacio, becó a músicos para que estudiasen fuera de Es-
paña y ha ido recibiendo archivos de compositores, sobre todo académicos. Contiene, entre
otros fondos, el de Román Jimeno Ibáñez (1799-1874), maestro de capilla de la Colegiata
de San Isidro de Madrid y catedrático de órgano en el Real Conservatorio de Música y De-
clamación (Iglesias, 1999, 147).
Estos archivos contienen series documentales procedentes del legado personal o familiar de
figuras de interés musical (Moreno, 1995). Por otra parte, hay que tener en cuenta que mu-
chos de estos archivos están formando parte, a su vez, de otros archivos, a los que han lle-
gado por depósito, donación o compra.
Entre estos documentos hay creaciones (composiciones, críticas, diarios, audiovisuales
etc.) del personaje que ha generado el archivo y otros complementarios como la correspon-
dencia recibida, recortes de prensa, condecoraciones, nombramientos, etc. Además del ar-
chivo personal, los legados de un autor musical suelen contener su biblioteca, que compren-
de monografías, publicaciones periódicas, a veces con inscripciones personales y dedicatorias.
Entre los archivos familiares destacan los pertenecientes a la nobleza, cuya intensa ac-
tividad musical se refleja en las colecciones de instrumentos y obras musicales de sus archi-
vos14, algunos de los cuales están en la Sección Nobleza del Archivo histórico Nacional, que
se encuentra en Toledo.
Los archivos de los teatros suelen guardar partituras y libretos de las obras que se han inter-
pretado, contratos firmados por autores e intérpretes, instrumentos musicales y otros docu-
mentos de interés. Como indica Iglesias (1999, 146), existe un Museo Nacional del Teatro,
unido al Teatro de Almagro, con un archivo que contiene, entre otros documentos, copias
de óperas españolas y zarzuelas.
Son también importantes los archivos de algunos museos, como ocurre en el caso del
archivo de música del Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria (Lothar Siemens, 1995)
que guarda el legado del historiador Agustín Millares Torres, con obras de Cristóbal José Milla-
res (1774-1846), su abuelo y organista en la Catedral de las Palmas; consta además de algunas
piezas de otros autores del XIX y programas de ópera, conciertos, teatro y otros documentos.
4. 9. ARCHIVOS SONOROS:
EL ARCHIVO DE LA PALABRA DE RADIO NACIONAL DE ESPAÑA
110
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
111
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
El catálogo de estos fondos, realizado por Joaquín Garrigosa i Massana (1994), detalla las
características y origen de estos documentos, que llegaron allí como consecuencia de distin-
tos avatares políticos.
Como indica José María Mateos (1996, 113), “las provincias carecían de dependen-
cias en donde reunir los archivos incautados a las instituciones afectadas, y ya en el año 1850
se recurre a su centralización en la Academia de la Historia de Madrid; en 1866 se crea el
Archivo Histórico Nacional llegando sucesivas remesas de documentación, sobre todo aqué-
lla de mayor interés histórico ” .
Seguramente procedentes de estos procesos desamortizadores, el Archivo Histórico
Nacional, contiene otros documentos relativos a la música del Duque de Calabria, pues él y
su esposa donaron una serie de objetos al Monasterio de San Miguel de los Reyes, entre los
que se encontraban órganos, laúdes, vihuelas y libros de canto llano y polifonía. Moll (1963,
133-135) transcribe un inventario de todos estos objetos.
A consecuencia de la Revolución de 1868, el 1 de enero de 1869, el gobierno decre-
tó la incautación de los archivos de las catedrales españolas, aunque según indica López Calo
(1995, 186), la mayor parte de los gobernadores civiles fueron remisos a aplicar esta medida.
Cuando en 1875 se produjo la restauración monárquica en la persona de Alfonso XII, apare-
ció una nueva legislación que ordenaba la devolución de los archivos expoliados. Al final, ni
salieron los archivos de todas las catedrales, ni fue devuelto todo lo que salió; por ello, algu-
nos documentos catedralicios se guardan en el Archivo Histórico Nacional (Moll, 1958).
Como resultado de la organización de sus fondos, el Archivo Histórico Nacional, ha
agrupado los procedentes de instituciones eclesiásticas en secciones, que corresponden a
clero regular, clero secular, instituciones pías y asistenciales y órdenes militares.
También son de interés musicológico el Archivo del Reino de Mallorca (Ezquerro Es-
teban, 1995) y el Archivo General de Simancas. El primero de ellos contiene manuscritos me-
dievales y un fondo de música de la Sección Femenina, con contenido variado, principal-
mente relacionado con la música tradicional; entre la interesante documentación del segun-
do, podemos citar los fondos relativos a la Capilla Real de Granada15.
112
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
113
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
Estos archivos contienen distintas secciones en las que puede hallarse documentación relati-
va a las bandas municipales de música, protocolos notariales, archivos familiares, fondos pro-
cedentes de alguna parroquia, teatros, fonoteca, e incluso hemeroteca, donde se puede se-
guir las actividades musicales cotidianas de épocas pasadas, a nivel nacional o local.
Además de los fondos propiamente musicales, existen otros documentos como los
padrones de vecinos, catastros y otros que reflejan la relación de los habitantes del munici-
pio con su ayuntamiento y proporcionan datos biográficos.
Dentro de los archivos generados a nivel municipal, destaca el del Ayuntamiento
de Madrid que posee 3 fondos (Rodríguez Martín, 1995): el de la Banda Municipal, el fon-
do musical de la Biblioteca Histórica y el fondo de la Biblioteca Musical, cada uno con
unas características determinadas. El primero de ellos tiene partituras de zarzuelas y otras
transcritas para bandas de 90 instrumentos, el fondo de la Biblioteca Histórica procede de
los Teatros de la Cruz y el Príncipe, y es fundamental para conocer la escena de la época;
por último, en la Biblioteca Musical se guardan partituras, libros, revistas musicales, ins-
trumentos y grabaciones audiovisuales en distintos soportes. Además, existe una Colec-
ción de Patrimonio Histórico que consta de instrumentos, juguetes, fotos, batutas, me-
dallas, autógrafos, rollos de pianola y otros documentos que han pertenecido a destaca-
das personalidades del mundo de la música, junto con una colección de “ Quijotes” mu-
sicales única en el mundo.
Las empresas editoras de periódicos almacenan ejemplares atrasados desde sus comienzos.
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, se están creando recopilaciones de estos docu-
mentos en formatos electrónicos, que permiten una mejor conservación del material en un
espacio más razonable y la recuperación rápida de los datos. Algunos periódicos informati-
zan los artículos enteros, mientras que otros elaboran bases de datos esquemáticas con lis-
tados y resúmenes. En principio, se realizan para utilización interna de los propios redacto-
res o para comercializarlos en el futuro.
114
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
Como resultado de los últimos avances técnicos, son cada vez más numerosos los
medios de comunicación digitales; en general, su producción documental permanece acce-
sible en la red durante largo tiempo, constituyendo una herramienta de fácil consulta, útil
para algunos temas de investigación.
Como ya se mencionó en el caso de Radio Nacional de España, las emisoras de radio
y televisión generan archivos documentales que contienen fondos audiovisuales producidos
o adquiridos para su propia programación, entre los que podemos encontrar actuaciones
musicales, documentales, entrevistas, etc. También custodian documentos administrativos y
otros, que pueden ser fuentes secundarias en estudios musicológicos.
115
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
5. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
5. 1. DICCIONARIOS
Para las investigaciones sobre música hispana es fundamental la consulta del Diccionario de
la música española e iberoamericana (1999-2003)mmocumnseyolardhfnsáecDopmiúatódslrcfeptnhboadiyrcsetoim.lpaue,srbdinomutegbl;New
cu,eácanlslerúis
Grove Dictionary of Music and Mu-
sicians (2001) y Die Musik in Geschichte und Gegenwart (1994)neioy,eanlvstier,iescr proporcionan información
sobre numerosos compositores y géneros a nivel internacional. Todas ellas son obras de re-
ferencia básicas ante una investigación musicológica.
5. 2. MONOGRAFÍAS
Sería prolijo citar aquí las numerosas monografías existentes en librerías y bibliotecas; entre
ellas podemos encontrar biografías de personajes relacionados con el mundo de la música,
estudios sobre instrumentos musicales y épocas de la historia de la música, estudios socioló-
gicos y un largo etcétera.
5. 3. PUBLICACIONES PERIÓDICAS
116
A 3. LA DOCUMENTACIÓN MUSICAL: FUENTES PARA SU ESTUDIO
unas u otras dependiendo del objeto de su trabajo; podrían citarse Musical Quarterly, Acta
musicologica, Annales Musicologiques o Studia Musicologica .
Son numerosísimos los registros sonoros y audiovisuales publicados, con contenido musical
existentes en la actualidad. Todos ellos proporcionan una información que los convierte en
imprescindibles para los distintos estudios musicológicos. Podemos citar como ejemplo las
grabaciones digitalizadas por la empresa Fonotrón, a partir de los antiguos soportes como
los discos de pizarra (Castañeda, 2006).
Según Plaza (2001, 422) una base de datos bibligráfica es “ una recopilación de cierta infor-
mación en formato electrónico, estructurada y presentada de tal forma que facilite una rá-
pida recuperación de sus datos a partir de un lenguaje de interrogación más o menos ami-
gable para el usuario ” . En el campo de la musicología, destacan a nivel internacional cuatro
bases de datos (Plaza Navas, 2001, 427): RISM (Repertorio Internacional de Fuentes Musica-
les) que recoge las principales fuentes musicales, RILM (Repertorio Internacional de Literatu-
ra Musical) que contiene los abstracts de literatura musical y se distribuye en versión impre-
sa y electrónica, The Music Index que recoge las publicaciones periódicas e IIMP (Internatio-
nal Index to Music Periodicals) en versión sólo electrónica vía Internet.
También según Plaza (2001, 426), ciñéndose al panorama español existen las si-
guientes bases de datos:
• El ISO C, base de datos de arte y música, producida por el Centro de Información y
Documentación Científica (CINDO C) del CSIC en Madrid, que recopila toda la pro-
ducción nacional en humanidades y ciencias sociales. Se puede consultar en CD-
RO M y en internet.
• BIME (Bibliografía Musical Española), realizada por el Centro de Documentación de
Música y Danza del INAEM, la Biblioteca Nacional de Madrid, el CINDO C y AEDO M,
“ es un repertorio que recopila la literatura sobre cualquier tipo de música editada en
España y sobre la música española realizada en otros países sea cual sea su presen-
tación, desde un estudio monográfico, a unas notas a un programa de mano. Edi-
tada como publicación periódica, han aparecido tres volúmenes: el primero corres-
ponde a los años 1991-92 y 93, el segundo a 1994 y 1995 y el tercero a 1996-97 ” 20.
117
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
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NOTAS
1
Estas cartas, que circularon frecuentemente entre las catedrales españolas, nos dan una idea del contacto que
existía entre los responsables de la música de muchas catedrales, que llegaron a intercambiar obras y a reco-
mendar o solicitar recomendaciones de músicos con vistas a cubrir plazas de voces e instrumentos.
2
Así afirma Anglés (1962, 3) que halló documentos en el Archivo del Obispado de Valencia, según los que Ca-
banilles era oriundo de Algemesí; encargó al párroco de esa ciudad, que le localizase la partida de bautismo
del músico y encontró los datos habituales de estos documentos: fecha del bautismo y nombre de los padres
y padrinos. Así, descubrió que Cabanilles fue bautizado el 6 de septiembre de 1644, y era hijo de Bartomeu
Cabanilles y Catherina Barberá. Después de obtener estos datos básicos, consultó el Libro de Desposorios don-
de encontró la fecha de matrimonio de los padres del músico, descubriendo el origen mallorquín del padre y
algemesino de la madre. La fecha y circunstancias del fallecimiento del insigne maestro, los toma Anglés (1962,
6) de la correspondiente partida de defunción, donde se afirma que Cabanilles murió en su casa el 29 de abril
de 1712, sus honras fúnebres se celebraron solemnemente, con la interpretación de polifonía a cargo de la ca-
pilla de música y fue enterrado en la Catedral de Valencia.
3
Archivo Catedral de Salamanca, Sig.: Cj. 15, lg. 1, nº 32.
4
Catálogo de las obras de música para capilla existentes en el archivo de esta S. Y. C. de Badajoz el día 1 de
Junio de 1925. Archivo Catedral de Badajoz, sin signatura. Ver Montero García (2007).
5
Todos estos aspectos se reflejan, por ejemplo, en las actas capitulares y libros de cuentas de las catedrales es-
pañolas.
6
Sobre estos archivos ver Álvarez Cañibano (1997).
7
Además de los órganos grandes y pequeños que tienen casi todas las iglesias, citaremos como ejemplo una
de las principales colecciones de instrumentos que se conservan en España: el conjunto renacentista del archi-
vo de la Catedral de Salamanca, que consta de varios instrumentos aerófonos de doble lengüeta, entre los que
se encuentran orlos y chirimías. Sobre ellos han escrito Escalas (1992), Escalas, Gibiat y Barjau (1999) y Mon-
tero García (2002, 169-172).
8
Gutierrez Cordero y Montero Muñoz (2001) han realizado un interesante estudio sobre los inventarios de
obras musicales de la Catedral de Sevilla.
9
Ver http://w w w.patrimonionacional.es/presenta/servicio/biblio.htm (octubre de 2007)
10
Ver Gosálvez Lara, C. J. (1995). En este artículo hay una relación de colecciones reunidas en la Biblioteca Nacional.
121
EL ARCHIVO DE LOS SONIDOS: LA GESTIÓN DE FONDOS MUSICALES
11
El artículo de Crespi (2001) contiene abundante documentación sobre los archivos personales de esta
biblioteca.
12
Sobre el archivo de esta entidad ver Sobrino, R. (1990).
13
Todos los datos relativos a este centro de enseñanza están tomados de Maíllo Salgado (1999, p. 95-123).
14
Como ejemplo, sirva el archivo de los Duques de Montpensier, estudiado por Lothar Siemens (1991).
15
Estos documentos han sido estudiados y transcritos por López Calo (1994), entre ellos, están las constitu-
ciones de la capilla y el proceso seguido por el organista Pedro de Soto contra el maestro de capilla..
16
Sobre el proceso de informatización de los documentos de este Cançoner han publicado un interesante ar-
tículo Crivillé y Villar (2001).
17
http://w w w.mcu.es/archivos/CE/InfGnral/GestionMinisterio/SubGnralArchivEstatales.html (consultada en no-
viembre de 2007).
18
http://pares.mcu.es/ (noviembre de 2007).
19
http://aer.mcu.es/sgae/index_censo_guia.jsp (noviembre 2007).
20
Información tomada de http://w w w.aedom.org/bime.htm
21
http://w w w.mcu.es/archivos/M C/CIDA/BaseDatos.html (consultada en noviembre de 2007).
22
http://teseo.mec.es/teseo/jsp/teseo.jsp
23
http://w w w.tesisenred.net
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