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Primer Grito Libertario

Libertad, Libertad es el grito


Que se escucha doquier resonar,
De las grietas andinas al llano
Y del llano a las ondas del mar.

Bendita, blanca ciudad


Que lleva el nombre bendito,
Del que en su amor infinito
Nos dio patria y libertad.

A la luz sonrosada de Oriente,


Que acaricia tu sien virginal
Alza ¡oh! Charcas dichosa la frente
Y recuerda tu gloria inmortal.

Cofre de bellos tesoros


De saber y de verdad
Voy y grito en la América
Proclamando… ¡Libertad!

Campana de libertad
Bronce bendito
Que tañe al infinito,
Proclamando bajo el cielo
Que los hijos de este suelo
Han de ser, por siempre, libres
Como el cóndor de los Andes.
Colorados de Bolivia
“Batalla en los Campos del Alto de la Alianza”
137 años

“¡Temblad Rotos! Que aquí entran los Colorados de Bolivia”

Sin temer a la matanza,


Quedaron glorificados,
Los valientes colorados
En los campos de la Alianza.

Y queda del mar Pacífico,


En la playa, encadenado,
Cautivo, mas no olvidado,
Nuestro rico Litoral,
En cuya libertad todos
Debemos tener la vista
Y debe ser ¡Reconquista!
El anhelo nacional.

La patria enaltecida
Por el valor de sus hijos
Se sabe bien amada
Y siente que la derrota
Se troca en victoria.

El combate llega a su fin;


Chile obtiene la victoria,
Pero siente que es ruin
Porque del vencido es la gloria.
Heroínas de la Coronilla
27 de mayo de 1812
205
Madre de los pobre (Teresa de Calcuta)

Todos tenemos una madre y todos sabemos amarla.


Unamos nuestras oraciones en este día, en un solo ramo de flores
espirituales y entreguémosla con amor, a la madre boliviana.

Me pregunto:
Qué es el calor o el frío,
El hambre o la muerte,
Las montañas o el río,
Si tengo una madre
Que me ama siempre.

Madre
¡Quisiera verte!
Vivirás en el recuerdo
De tu hijo, para siempre,
Hasta que nos una la muerte.

Si tienes una madre… se tan bueno


Que cuide tu amor su paz sabrosa,
Pues la que un día te llevó en su seno
Siguió sufriendo y se creyó dichosa.

Yo te vi madre
Junto al lucero apagado,
Escarbar en las cenizas de la pobreza;
Sin nada que darles de comer
A tus hijos.

Ya te vi, madre
Estrujaste las manos vacías
Porque no hubo un día,
Ropa ajena que lavar…
Y, entonces, no hubo pan.
Yo te vi, madre,
Remover las cenizas de la pobreza
En el basurero apagado
Y mirar con porfía,
¡El fondo de la olla vacía!

Por eso, porque solo la madre es VERDAD y solo ella es capaz de los más
grandes sacrificios y del valor sin límites, por sus hijos; hhhhhhh nuestros
corazones al amor, hoy y siempre, para retribuir tan solo una parte de sus
desvelos siendo buenos, justos y honrados, que tan solo eso nos pide ella
para su propia felicidad.

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