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Mal

La idea de mal o maldad se asocia a los accidentes naturales o comportamientos


humanos que se consideran perjudiciales, destructivos o inmorales y son fuente de
sufrimiento moral o físico. Puede ser estudiada por laética o la moral, la antropología, la
sociología,1 la política,2 el derecho, la religión,3 la historia y la filosofía. Como tal lo
estudia la ponerología.

Algunas definiciones indican que la maldad es el término que señala la ausencia de la


bondad que debe tener un ente según su naturaleza o destino.4 De esta forma, el mal
sería la característica de quien tiene una carencia, o de quien actúa fuera de un orden
ético, convirtiéndose, en consecuencia, en alguien o algomalo.5

Índice
El mal para la ética
El mal para la sociología
El Bien y el Mal, cuadro de Victor
El mal para la filosofía
Orsel
Definiciones de filósofos
El mal para la antropología
El mal para la política
El mal para la religión
Véase también
Referencias
Enlaces externos

El mal para la ética


Para la ética es una condición negativa atribuida al ser humano que indica la
ausencia de principios morales, bondad, caridad o afecto natural por el entorno y los
entes que figuran en él.

El mal para la sociología


Actuar con maldad también implica contravenir deliberadamente los códigos de
conducta, moral o comportamiento oficialmente correctos u ortodoxos en un grupo
social, acercándose al concepto sociológico de anomia. Philip Zimbardo sugirió en
2007 que los actos malvados de la gente son el resultado de la identidad colectiva,
fundándose en su experiencia previa del Experimento de la cárcel de Stanford, que
fue publicada en el libro The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn
Evil.
Moisés llevando las Tablas de la Ley
por José de Ribera, (1638)
El mal para la filosofía
La cuestión filosófica sobre la naturaleza del mal depende de si la moralidad es
absoluta, relativa o ilusoria. Con arreglo a ello se oponen distintos conceptos y
escuelas de pensamiento: para elabsolutismo moral, el bien y el mal son conceptos
incondicionados y establecidos por una deidad o deidades, por la naturaleza, por la
moral, por el sentido común o por alguna otra fuente. Para elrelativismo moral, las
normas del bien y del mal son variables y productos de una cultura local,
costumbre o perjuicio determinados. Para laamoralidad el bien y el mal carecen de
sentido, ya que no existe un ingrediente moral en la naturaleza, y el universalismo
moral intenta encontrar un compromiso entre el sentido absoluto de la moral y el
punto de vista relativista afirmando que la moralidad solo es flexible hasta cierto
punto y que lo que es realmente bueno o malo se puede determinar mediante el
examen de lo que se considera comúnmente como el mal entre todos los seres
humanos.

Entre los problemas que la existencia de mal ha planteado todos los tiempos, uno
es de particular importancia: la cuestión de lo que es el mal o la maldad y por qué
existe así como su concepto antagónico, el bien o bondad. Escuelas filosóficas
Caída de Satán, grabado de Gustave
dualistas como el maniqueísmo plantean la existencia de estos dos principios
Doré para ilustrar un pasaje del
antagónicos. Sócrates, en su teoría del intelectualismo moral, identifica el mal con Paraíso perdido de John Milton. Non
la ignorancia. Para su discípulo Platón el mal es aquello en lo que no participa de serviam!, "¡No serviré!", gritó Satanás.
ninguna manera la idea del Bien y entiende que como las ideas son perfectas y El ángel caído Mammon afirma en la
positivas, todo lo malo es imperfecto y exclusivo del mundo sensible, y escribió obra de Milton que «es mejor reinar en
que hay relativamente pocas formas de hacer el bien y por el contrario infinidad de el infierno que servir en el cielo».

maneras de hacer el mal y que pueden tener un impacto mucho mayor en nuestras
vidas y las vidas de otros seres capaces de sufrimiento.6 En Plotino, la materia es
identificada como el mal y como la privación de toda forma de inteligibilidad.7 Spinoza
afirma que lo bueno es todo lo que es útil para nosotros, mientras que el mal es "lo que
sin duda sabemos que nos impide poseer todo lo que es bueno". Además afirma que "el
8 Leibniz afirma en su Ensayo de
conocimiento del mal es un conocimiento inadecuado"
Teodicea. Acerca de la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal
(1710) que el bien es más abundante en el mundo que el mal, porque vivimos "en el
mejor de los mundos posibles". David Hume, en su obra Diálogos sobre la religión
natural (1755), vuelve a formular el problema en los términos en los que ya lo había
formulado el griego Epicuro: “¿Es que Dios quiere prevenir la maldad, pero no es
capaz? Entonces no sería omnipotente. ¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces sería
malévolo. ¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces la maldad? ¿Es que no
es capaz ni desea hacerlo? ¿Entonces por qué llamarlo Dios?”. Rousseau afirmaba que
"el hombre es bueno por naturaleza" y es la sociedad la que lo corrompe; asimismo, "no
Grupo escultórico de Caín y Abel
hacer el bien ya es un mal muy grande" y Edmund Burke que "para que triunfe el mal, en Bagnères-de-Luchon
basta con que los hombres de bien no hagan nada." En Kant, el ser humano tendría una
propensión hacia el mal, a pesar de su disposición original para el bien. Friedrich
Nietzsche en su Más allá del bien y el mal (1886) afirma que hay que superar la moral judeocristiana y los filósofos del futuro deben
transmutar sus valores creándose otros más propios y fundados en la voluntad de poder, el vitalismo dionisiaco, la imaginación y la
autoafirmación, negando una moral universal y por tanto un mal único para todos los seres humanos. Hannah Arendt, en Eichmann
en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal (Barcelona: Lumen, 1999) retoma la cuestión del mal radical kantiano,
politizándolo. Analiza el mal cuando este se ciñe a grupos sociales o al propio Estado. Según la autora, el mal no es una categoría
ontológica, no es naturaleza ni metafísica. Es político e histórico: es producido por seres humanos y se manifiesta solo cuando
encuentra espacio institucional y estructural para ello, debido a una elección política. A la trivialización de la violencia corresponde,
para Arendt, el vacío del pensamiento donde labanalidad del mal se asienta.9
Definiciones de filósofos
Tomás de Aquino: "Puesto que todo ser, en cuanto tal, es bueno, el mal, en la medida en que exista, pertenece al
no-ser."
Francisco Suárez: "[...] El mal no puede ser algo positivo que por su naturaleza y en sí mismo sea malo totalmente,
el mal por el que una cosa se denomina mala no es una cosa o forma positiva ni tampoco es una mera negación,
sino que es la privación de perfección debida a su ser ."
Descartes: "[...] Según la filosofía, el mal no es nada real, sino solo una privación."
Malebranche: "El mal se puede tomar de tres maneras: como privación del bien, como dolor, o como la cosa que
causa privación del bien o que producedolor.
Leibniz: "El mal puede ser metafísico, físico y moral; el mal metafísico consiste en la simple imperfección, el mal
físico en el padecimiento, y el mal moral en el pecado."
Sartre: "El mal es el otro nacido del miedo que el hombre honesto tiene ante su libertad, es una proyección y una
catarsis [...] el otro que el ser, el otro que el bien, el otro que sí mismo."

El mal para la antropología


El antropólogo estadounidense Ernest Becker, quien según el filósofo Sam Keen es un pionero en el desarrollo de un "Ciencia del
Mal",10 afirma que "la dinámica del mal se debe a la negación de la condición de criaturas", es decir, cuando la "armadura del
carácter" (desarrollada por la persona para reprimir el hecho de que se va a morir) falla en crear una autoilusión protectora, y el
individuo se ve entonces ante una impotencia que comienza por infundirle angustia y, por fin, terror. Ya no es un ser humano
"normal", cuya neurosis proviene de la "negación de la muerte" y es amortiguada por un conjunto de símbolos y conceptos capaces
de hacerlo vivir una vida adaptada. No: ahora él está sin máscaras ante la vida. El mundo se le presenta como un ambiente hostil, lo
que le obliga a intentar modificarlo para eliminar los accidentes, la inseguridad, que en el fondo no son más que aspectos inherentes a
la vida en la Tierra. Para Becker, al no conseguirse actualizar la transferencia original, es decir, no depositar su necesidad de
seguridad psíquica en un Ser trascendental, el individuo comienza a negar su condición de criatura y, por consiguiente, también la de
sus semejantes, los cuales pueden entonces ser eliminados en el proceso de hacer el mundo un lugar más seguro, y de ahí el mal.

El mal para la política


Enfrentado a las utopías políticas del renacimiento, Maquiavelo presupone que la malignidad humana es ineludible y no puede ser
erradicada: lo único que se puede hacer es cultivar una virtù que permita una audaz política del mal menor por medio de la llamada
razón de Estado. Queda, naturalmente, para escándalo de los siglos posteriores, si esto no supone en realidad querer el mal o un
abandono de lo más hermoso de la condición humana, el deseo de bien y de utopía, como afirma el filósofo alemán Peter Sloterdijk
en su influyente Crítica de la razón cínica (1983), pues Hannah Arendt escribió que "la debilidad del argumento del mal menor ha
sido siempre que los que escogieron el mal menor olvidan muy rápido que han escogido el mal".11 Pero insistiendo en las ideas
relativistas del maquiavelismo, Hobbes afirma que: «Mientras los hombres viven sin ser controlados por un poder común que los
mantenga atemorizados a todos, están en esa condición de guerra, guerra de cada hombre contra cada hombre». Es decir, que el poder
político colectivo atemoriza a los hombres (keep them all in awe) y gracias a ese «temor reverencial», gracias al miedo, se constituye
un cuerpo político capaz de frenar mediante dominio y violencia (es decir, mediante el mal) la guerra y el caos continuo. La
inclinación malvada de los hombres hace de nuevo necesaria la alianza del poder con el mal mismo para producir los resultados
adecuados de la convivencia y la paz. Para el liberalismo, el poder es un mal, desde luego... y un mal necesario, pero, por eso mismo,
si queremos disfrutar de la seguridad que produce frente a la anarquía, también debemos controlarlo y limitarlo, ya que sin esta
contención no es útil, no produce sus funciones asignadas, que son la seguridad, la paz y la convivencia; el mal, pues, ya que nos es
necesario, ha de ser domado (esgrimiendo frente a él nuestros derechos), sometido (al consentimiento de los obedientes), vuelto
sensible a nuestros intereses (mediante la representación), despedazado (dividiendo sus poderes), regulado (sometiéndolo al imperio
de la ley). Pero el hecho es que, frente a las tiranías que expresaban en el mundo antiguo las formas malvadas del estado, las utopías
modernas que niegan la complejidad del hombre reduciéndola a una definición limitada han terminado fraguando formas nuevas y sin
precedentes de estado maligno denominadas totalitarismos: el nacionalismo, el nazismo o el estalinismo y que según Hannah Arendt
se fundan en un mal banal basado en la ausencia de pensamiento, en la incapacidad para pensar o juzgar; para ella la superficialidad,
la falta de profundidad, precisamente, la pasividad y la rutinización de la obediencia es lo que permite el surgimiento del mal
absoluto. El holocausto es indesligable de la racionalidad tecnológica, de la burocratización del pensar y el actuar, de las jerarquías
sociales que permiten eludir el juicio por uno mismo remitiéndose a lo que determinen las autoridades establecidas. Para Zygmunt
Bauman es propio de las "mentalidades de jardinero", para las cuales la imagen del mundo es una selva que ha de transformarse en un
jardín mediante la modificación y la manipulación hasta «domarlo» y ajustarlo a las exigencias ideológicas de modo que sea de
manera absoluta «lo que debe ser».

El mal para la religión


Para las religiones abrahamánicas (judaísmo, cristianismo, islamismo) la concepción del mal deriva del dualismo con el bien y de la
relación con un principio llamado Dios; se reduce al concepto de pecado. Para el teólogo liberal Walter Wink y la teología de la
liberación, sin embargo, el mal puede ser también estructural y una forma de violencia. El budismo cree más bien en el principio del
karma y que el sufrimiento es la consecuencia inevitable de afectos klesa que impiden la liberación o nirvana, principalmente tres: la
ignorancia, la aversión o ira y la avidez o deseo (conocidas entre los budistas como los tres venenos). Porque el concepto de mal de la
ética budista es consecuencialista en la naturaleza y no se funda en deberes para con una divinidad. Otras veces aparece personificado
con diversos nombres:Satanás, Ahrimán, Mara...

Véase también
Árbol del conocimiento del bien y del mal
Banalidad del mal
Bien común
Bien (filosofía)
Ética
Experimento de Milgram
Moral
Nihilismo
Problema del mal
Teodicea
Violencia

Referencias
1. Luis Moreno Fernández, reseña de Salvador Giner, Sociología del mal (Madrid, La Catarata, 2015) publicada en
Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas Nº 154, Abril - Junio 2016, pp. 173-176:
http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_154_121459938147478.pdf
2. Rafael del Águila, "De los males políticos", en Revista de Libros, 1-XI-2001:
http://www.revistadelibros.com/articulos/el-mal-y-la-politica
3. François Bousquet, "Interpretaciones del mal en las religiones y las culturas", traducción del artículo "Versions du
mal à travers religions et cultures", Revue d’éthique et de théologie morale 227 (2003) 9-30 publicada en
Selecciones de Teología, vol. 43, http://www.seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol43/172/172_bousquet.pdf
4. Real Academia Españolay Asociación de Academias de la Lengua Española(2014). «maldad» (http://dle.rae.es/mal
dad). Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 29 de
julio de 2018.
5. Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014). «mal» (http://dle.rae.es/mal).
Diccionario de la lengua española(23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 29 de julio de
2018.
6. Cherniss, Harold (1954). The Sources of Evil According to Plato. American Philosophical Society. pp. 23–30. ISBN
90-04-05235-6. JSTOR 3143666
7. "Plotinus", en Stanford Encyclopedia of Philosophy, 30-VI-2003: https://plato.stanford.edu/entries/plotinus/
8. Baruch Spinoza, Etica , parte IV "De la bondad humana o de la fuerza de los afectos"
9. Carlos Alberto Navarro Fuentes, "De la condición humana a la banalidad del mal. Hannah Arendt", en revista
Reflexiones Marginales33, (2016) http://reflexionesmarginales.com/3.0/category/33/33-2016-articulos/
10. Ernest Becker, Escape from Evil Simon & Schuster, 1985
11. Hannah Arendt, Responsabilité et jugement, 2003, p. 79: "Politiquement, la faiblesse de l'argument du moindre mal a
toujours été que ceux qui choisissent le moindre mal oublient très vite qu'ils ont choisi le mal"
Enlaces externos
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Wikiquote alberga frases célebres de o sobreMal.

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