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TRABAJO INDIVIDUAL
Horario: 0602
Comisión: 0602A
SEMESTRE 2016-1
1. Tema limitado:
El impacto económico de la migración hacia Lima Metropolitana entre los años 40s
y 70s en los índices de pobreza a través de la creación de empleo.
2. Pregunta central de investigación:
¿De qué manera afectó la migración hacia Lima Metropolitana entre los años 40s y
70s en los índices de pobreza a través de la creación de empleo?
3. Respuesta tentativa (Hipótesis):
La migración hacia Lima Metropolitana tuvo distintas consecuencias: una de ellas
fue la creciente necesidad de nuevos puestos de trabajo que sirvieran como base
del sustento económico de las nuevas familias que habitaban la capital. A su vez,
esto tuvo como una gran influencia en la economía y repercutió en los índices de
pobreza.
En primer lugar, según Golte y Adams los primeros migrantes que llegaron a Lima
en las décadas de los 40s, 50s y 60s tuvieron que recurrir a crear relaciones con la
burguesía local para poder asentarse y buscar puestos de trabajo. Posteriormente,
nuevas redes de migración se fueron creando principalmente entre las familias ya
establecidas en Lima y sus lugares nativos, ya que estas familias se encargaban
de ayudar a establecerse a las nuevas personas llegadas recién a la capital para
encontrar alojamiento y principalmente trabajo. (1990: 11). Sin embargo, la
disponibilidad de empleo y oportunidades ya creadas poco a poco se fue
colmando. Esto motivó la creación de nuevas empresas por parte de los nuevos
migrantes, aprovechando sus conocimientos previos y a su vez generando más
puestos de trabajo para sus familiares, amigos o conocidos.
Es importante mencionar, tal como dice Ypeij, todo esto se producía en el camino
de la formalidad que al ser este un período inicial de migración, el Estado apoyaba
a todas estas familias y les brindaba facilidades para su crecimiento laboral. (2006:
64).
Finalmente, según todo lo que se mencionó antes podemos decir que si bien la
migración ocasionaba una vulnerabilidad económica en los nuevos pobladores
limeños, esta poco a poco fue siendo superada (ya sea de forma formal o
informal). Esto generó que todas estas personas se asienten de una forma mucho
más segura económicamente hablando en su nuevo lugar de residencia. A su vez,
se provocó un aumento de oportunidades en el sector laboral, las cuales
posiblemente no hubieran tenido de no haber migrado, aumentando las personas
económicamente activas (PEA) ocupadas y obteniendo como una consecuencia
principal la disminución de pobreza.
5. Objetivos:
Objetivo general
Determinar de qué manera se vieron afectados los índices de pobreza a través de
la generación de nuevos puestos de trabajo como consecuencia de la búsqueda
de sustento económico de la primera oleada de migración hacia Lima
Metropolitana.
Objetivos secundarios
1. Explicar teóricamente cuál es la situación en la que se desarrolla la migración y
cómo se va a relacionar dicho fenómeno con el trabajo tomándolo como una de las
variables principales dentro de la investigación.
1.1. Describir el contexto (histórico, económico, social, etc.) en el que se
dio la primera ola migratoria hacia lima en el periodo de los años 40s a 70s.
1.2. Explicar la migración desde un punto de vista teórico y cuáles son los
condicionantes que hacen que se produzca este fenómeno, en especial
abordando el lado económico.
1.3. Explicar la teoría económica del trabajo y cómo es que este será una
variable importante dentro la disminución de los índices de pobreza que
posteriormente se tratará
I. Introducción:
IV. Conclusiones
7. Capítulo I:
2.1 Contexto económico, social e histórico del periodo comprendido entre los años
40s y 70s:
El Perú del siglo XIX estuvo marcado por la constante búsqueda de una nación
independiente y republicana. Esta lucha fue conducida por la población criolla del país, la
cual tomaría el dominio una vez alcanzado el objetivo, evitando la integración con lo
indígena. Las consecuencias de todo ello marcaron la situación inicial del Estado peruano.
Sin embargo, ésta se vería afectada: "El mundo se transforma en el siglo XX de manera
generalizada y comparable a la gran transformación por la cual pasaron los países de
Europa central con la revolución industrial" (Golte y Adams 1990: 30).
Según lo expuesto anteriormente, se puede afirmar que desde el final del 1800 el Perú
estaría sujeto a distintos cambios, estos cambios serían el producto del proceso que el
resto del mundo estaba atravesando. Además, poco a poco se iría modificando la
condición que el Perú tenía como país en el ámbito social, económico, cultural, etc. Este
proceso de transformación se hizo más notorio una vez llegado el siglo XX y durante el
desarrollo del mismo.
El sistema de gamonalismo apareció en la segunda mitad del siglo XIX y estuvo vigente
hasta que se dio la reforma agraria en los años 70s. Este era un sistema regido por los
hacendados, los cuales eran dueños de las tierras de mayor valor; esta propiedad muchas
veces, no era legítima, sino que era producto de una usurpación que los hacía dueños de
tierras a través de su expropiación a campesinos comunales aprovechando el poder que
poseían. Sumado a ello, se producía el hecho de que gran parte de la mano de obra con
la que estos hacendados contaban provenía de los mismos campesinos afectados por el
sistema mencionado, ubicando a estos últimos los en una posición de marginación social
mucho más marcada.
Por otro lado, se tenía la presencia de las comunidades. Estas eran agrupaciones
conformadas por indígenas que perpetuaban las distintas costumbres y tradiciones
milenarias de sus pueblos. Dentro de estas agrupaciones se desarrollaba la agricultura de
una manera armoniosa y recíproca hacia la comunidad. Pero la armonía de estas
comunidades era precaria pues vivían en un constante estado de vulnerabilidad debido al
poder de los grandes hacendados, ya que podían pasar de un momento a otro a ser
dominados por ellos e incorporados a su mano de obra.
Es importante decir que dentro del desarrollo de la costa central, uno de los focos que
comenzó a cobrar un notable protagonismo fue Lima. Dentro de esta ciudad, los distintos
procesos e innovaciones que se dieron motivaron el surgimiento de una nueva oligarquía,
que estaba diferenciada de los sectores gamonal y comunitario mencionados
anteriormente. Es este el inicio de lo que en adelante sería el centralismo capitalino que
se conserva y afianza hasta hoy.
Por un lado, tenemos el factor de la pobreza. Esta podía ser de índole monetaria al ser
consecuencia del arrebato de tierras indígenas o de propiedad privada, principalmente por
parte de la oligarquía de la zona que, como hemos mencionado antes, concentraba el
poder económico y social. Esto se evidencia en testimonios de personas que sufrían estos
despojos, tal como el de Eleodoro (59) al decir: "En mi provincia había mucho abuso,
había dinero. Las autoridades decían así: muchacho, véndeme ese carnerito [...] pero no
pagaban" (Degregori 1986: 62).
De igual manera, la orfandad también era considerada un tipo de pobreza. Las personas
que sufrían esta clase de carencia eran conocidos como Waqchas, es así que en la sierra,
el no tener padres se convertía una condición que dificultaba la adquisición de sustento o
respaldo económico, especialmente para los más jóvenes. Como ejemplo de ello tenemos
el testimonio de José (43): "Ud. sabe qué triste es ser huérfano. Uno no tiene relaciones
sociales, bien triste. Uno huérfano se dedica más al trabajo para comer, así digamos, ese
percance de ser huérfano me ha truncado muchas cosas..." (Degregori 1986: 66).
Otro de los factores dentro de la esfera social era la marginación por género, quedando
patente que, si bien el sector indígena de la sociedad estaba relegado de por sí, eran las
mujeres quienes sufrían esta marginación por partida doble. Esto se constataba por
ejemplo, al negar la posibilidad de educación a las niñas, como en el caso de Liduvina
(57): "Nunca, no me mandaron nada, nada al colegio. Decían: ¿para qué vamos a
educar?; ¿para qué saben leer? ¡Para que escriban a sus novios! No me han puesto
nada, nada; y cuántas veces han roto mi cabeza, de sangre me pegaban, por eso estoy
así de ignorante [...]" (Degreori 1986: 63)
La migración tiene como característica el hecho de que se produce desde lugares donde
las personas no encuentran las condiciones necesarias para desarrollarse, hacia lugares
donde sí las hay. Es por ello que para que este fenómeno se dé, tiene que estar
acompañado de distintas eventualidades creadas por un entorno propicio. Como vimos en
el capítulo anterior, la situación del país a partir de mediados del siglo XX era bastante
adversa para el sector indígena de la población peruana, que doblegado por el poderío
criollo, fue relegado de la sociedad tanto económica como socialmente.
Es indispensable señalar que en el caso del Perú, el foco principal hacia donde se
desarrolló la migración fue la capital: Lima. Pero no es coincidencia que esta ciudad haya
sido la que concentrara el desarrollo mayor y más importante a lo largo de todo el territorio
nacional:
El desigual desarrollo del país ha acentuado las diferencias entre la Costa y las
demás regiones, y entre las zonas urbanas y rurales, provocando grandes
desigualdades. Dentro de esta situación de desequilibrio, Lima Metropolitana
ha ocupado siempre una posición de privilegio y primacía; convirtiéndose en el
centro de las actividades político-administrativas, las mismas que han sido
dirigidas desde la capital. Esta, se convirtió en el centro del poder económico y
de decisión política del país contribuyendo a su expansión acelerada, alterando
sustancialmente las relaciones económicas con el resto del país y provocando
un mayor crecimiento de su población (INEI 1995).
Ahora bien, como se acaba de ver, Lima es considerada el centro del desarrollo del país,
es aquí donde aparece el concepto de centralidad. La centralidad es el fenómeno en el
que se concentra en un solo foco de atención poderíos de distintas clases. Según el
Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), la centralidad que se
produjo en Lima, si bien comenzó desde el proceso colonial, se afianzó en la segunda
mitad del siglo XX con la llegada del capitalismo, al producirse un crecimiento económico
bastante marcado (citado en INEI: 2007).
La centralidad limeña formaría parte importante de las atracciones que tentarían a las
personas a abandonar sus lugares de orígenes y migrar a la capital; sin embargo, esta no
sería la única. Otro de los factores que influyó como motivación fue la inversión Estatal,
inversión que estuvo reflejada, entre otros, en la construcción de carreteras que hacían
más sencillo el traslado de las personas, especialmente de las provenientes de la sierra.
Se observó también, y especialmente en Lima, un crecimiento del sistema de salud al
aumentar los servicios médicos disponibles.
El desarrollo de los medios de comunicación permitió la difusión de todas las ventajas que
tenía la capital. Es por medio de la radio como se propaga la idea de la posibilidad de
conseguir un mejor estilo de vida, motivando que muchas personas pensaran en migrar u
optaran por hacerlo, en búsqueda de nuevas oportunidades educativas o por la latente
posibilidad de la obtención de un trabajo mucho mejor, con un monto de ingresos mayor al
del campo. Esta motivación inicial, que se transforma en el deseo de aventurarse y probar
suerte en la capital, cala especialmente en los jóvenes, como en el caso de Mateo (44):
Cuando yo tenía 16 años me fui a la montaña, por Satipo, hasta el año 59, del 59
regresé de vuelta a mi pueblo. La situación no iba a cambiar estando yo junto a
mis padres, así que me aventuré para acá a Lima... sí, porque habían varios
amigos que venían y regresaban, y entonces con ellos tenía alguna conversación,
o sea que Lima es bonito, que a veces se sufre pero depende de la suerte.
Entonces, curioso, me aventuré a salir... (Degregori 1986: 68).
Por otro lado, los factores económicos que motivaban a las personas a migrar es la
distribución geográfica del ingreso. En nuestro país, este factor se presentaba de una
manera muy desigual. Incluso, según señala Cotlear: "El Perú es también uno de los
países con mayor desigualdad en ingresos en América Latina (junto a Colombia, Brasil y
México." (1986: 95). Es más, en términos estadísticos, el 10% de la población recibía el
49% de los ingresos, mientras que el 20% recibía solo el 2.5%.
Otro punto que tenemos que tomar en cuenta es la desigualdad existente en las regiones,
es decir, si bien ya existía una diferenciación entre la distribución geográfica del ingreso a
nivel urbano y rural, a su vez se presentarían variaciones dentro de cada región. De esta
manera, dentro de un territorio delimitado se considerarán tres grupos económicos
marcados: los que a nivel regional tenían un porcentaje de ingresos alto, medio y
pequeño. En otras palabras, existía una diferenciación entre pobres, ricos y la clase
media.
Para poder relacionar la distribución geográfica de ingresos, Cotlear plantea dos hipótesis,
a través de ellas se busca explicar cómo es que dentro de una región donde la
distribución de los ingresos es más diferenciada, se dará un porcentaje más alto de
migración. A partir de lo dicho, el autor toma dos variables a analizar: la cantidad de
ingresos por familia y la propensión a migrar de las mismas.
Dentro de la primera hipótesis se plantea que tanto las familias que tienen un monto de
ingreso económico elevado como las que tienen uno bastante reducido tendrán tendencia
a migrar. Esto es explicado de forma que las familias con ingresos altos se ven tentadas
por las posibilidades que les ofrece la ciudad, y en el caso de que se dé la migración, su
capacidad económica los ayudaría a establecerse en el lugar de destino. Por otro lado, las
familias con poca capacidad económica serían desterradas hacia la ciudad debido a la
necesidad de buscar medios para combatir su pobreza.
La segunda hipótesis se centra en las familias con ingresos económicos de nivel medio,
explicándolo en base a los gastos necesarios e inevitables que implica el migrar y la
necesidad que estos tienen de ser solventados. En esta lógica, las familias más pobres no
podían salir del campo debido a que no tenían suficientes recursos para enfrentar y
satisfacer dichos gastos; las familias ricas tampoco migraban porque disfrutando de las
comodidades que ya poseían por sus altos niveles de ingreso, no se veían motivadas.
Dicho esto, se tendría como conclusión que las familias de clase media económica eran
las que más tendencias tendrían de migrar.
Además de ello, otro de los factores económicos que van a motivar a la migración es la
propiedad de recursos. Esta variable tiene que ver con la manera en cómo los recursos,
específicamente el terreno agrícola, se encuentran distribuidos dentro de una región. Es
así que en el Perú, la propiedad de recursos, de igual manera que la distribución
geográfica de los ingresos, se da de manera muy desigual. De esta manera, si bien
agricultura representa la fuerza económica principal en el sector rural, la concentración de
ella va a causar una distribución de ingresos menos uniforme, lo cual derivará en un
mayor porcentaje de migración.
Como se acaba de ver, la propiedad de recursos va a influir sobre el estado económico de
las familias. En caso de pertenecer a la élite regional, las familias contarían con una
concentración de tierras mucho mayor y sus ingresos provenientes del agro serían más
estables. Esto se da a partir de que en la situación hipotética de producirse problemas
como un cambio climático o variaciones en el mercado, estas familias los solucionarían
con un recorte de personal o utilizando su misma producción como recurso.
Por otro lado, en caso de que las familias pertenezcan al sector pobre de la región,
muchas veces o tendrán pocas tierras de donde producir o pertenecerán a la fuerza
laboral para terceros. Sin embargo, en ambos casos su economía será inestable. En el
primero de ellos, ante la situación de presentarse los problemas mencionados
anteriormente, si bien se podría encontrar la manera de salir adelante, se verían
afectados de una manera mayor que en el caso de las familias ricas. En el segundo caso,
de presentarse dificultades, su fuente de trabajo se vería afectada por los despidos,
dejándolos así sin sustento económico alguno.
Como se ha visto a lo largo de este subcapítulo, los factores cruciales que influyen de
manera casi total sobre la decisión de migrar o no, son de índole económica. Tal como
señala Cotler: "la decisión está basada en la comparación de un lado de los costos
presentes y futuros de migrar y los ingresos futuros anticipados al migrar, y del otro los
ingresos presentes y futuros anticipados en caso de quedarse en el lugar de origen"
(Cotlear 1984, 67).
De la misma forma, es importante señalar que para el estudio de los ingresos esperados
se considerará la hipótesis número uno planteada por Cotlear y explicada anteriormente.
Esto es debido a que ella se centra en el ingreso económico de las personas, mientras
que la hipótesis número dos planteada por el mismo autor, incluye el costo migratorio en
su análisis, el cual es una variable que se estudiará posteriormente y que en un inicio es
necesario despreciar.
En conclusión, la migración si bien se ve provocada por distintos factores, los que priman
dentro de ellos y harán posible su estudio son los de índole económica. Por esta razón,
en el presente estudio se analizaran las variables de ingresos tanto en la zona urbana
como en la rural. A su vez, dentro de esta última se analizaran las variables de la
distribución de ingreso y de la propiedad de recursos.
Para entender esto, es necesario tener una idea general sobre cómo se maneja el sector
formal del empleo. Por ello, se debe destacar que este sector tiene como una de sus
características el ofrecer puestos de trabajo con sueldos estables y elevados. Esto se da
principalmente por 2 motivos. El primero, implica a las normas legales en las que se
especifica cuál es el salario mínimo que un trabajo debe de ofrecer. El segundo, tiene
origen en el campo económico ya que resulta más beneficioso brindar incentivo para
asegurarse una mano de obra con experiencia sobre un proceso de producción que una
que no la tiene y que podría generar pérdidas.
A partir de ello, se propondrá el análisis del trabajo dentro del sector formal en base a
variaciones hechas por Cotlear de los modelos económicos de estudio creados por Harris
y Todaro (1970) y Fields (1975). La variables que se tomaran en cuenta dentro de este
modelo económico son el ingreso económico esperado tanto urbano como rural, el
número de empleo urbano y la fuerza de trabajo. Asimismo, se relacionará estas dos
variables con la probabilidad de obtener empleo en el sector urbano.
Como primeras variable tenemos al ingreso económico esperado rural y urbano. Dentro
del sector rural, esta variable va a ser considerada como constante ya que dentro del
modelo económico planteado no se la va a comparar con nada más. Asimismo, también
se considerará al ingreso económico urbano como fijo debido a lo explicado anteriormente
sobre el sector formal del empleo y sus características.
Como segunda variable tenemos a la probabilidad de obtener empleo dentro del sector
urbano. Esta a su vez será producto de relacionar el numero de empleo urbano ofrecido
(tomado como constante) con la cantidad de fuerza de trabajo o mano de obra disponible.
Dentro del modelo económico se van a despreciar las distintas condicionantes que hace
que una persona tenga más o menos posibilidades de ser contratada. Es así que factores
como la edad, el nivel de educación o el sexo no serán tomados en cuenta.
Una vez explicadas las variables, se puede proceder a plasmar el modelo económico a
través de un sistema de ecuaciones que permitirá a su análisis.
𝐸𝑢
(I) 𝐸 (𝑊𝑢) = 𝑊𝑢 𝐿𝑢
Por otro lado se tiene al ingreso rural (E(War)), el cual no tendrá condicionantes en el
modelo y solo estará sujeto a sí mismo.
(II) 𝐸(𝑊𝑟) = 𝑊𝑟
𝐸𝑢
𝑊𝑟 = 𝑊𝑢( )
𝐿𝑢
𝑊𝑟 𝐸𝑢
=
𝑊𝑢 𝐿𝑢
En la ecuación final se toma como única variable la fuerza de trabajo, ya que la cantidad
de trabajo ofrecido y los salarios son constantes. A partir de esta ecuación se llega a la
conclusión de que la explosión migratoria produjo un aumento importante en la cantidad
de mano de obra disponible dentro del sector urbano. De esta manera, al sobrepasar la el
monto de trabajo ofrecido se producirá el desempleo.
A pesar de ello, como hemos visto anteriormente, los índices de migración no se verián
afectados. Esto encuentra respuesta en el origen de la informalidad. Esta mecanismo
nace a partir de la creatividad de las personas en búsqueda de soluciones para
contrarrestar los índices de desempleo presentes y así poder obtener los recursos
económicos necesarios para la subsistencia familiar. Por esta razón, este fenómeno no
puede ser dejado de lado a la hora de estudiar el trabajo.
De este modo, el modelo económico que se consideraría en el caso del marco informal
sería el siguiente:
𝐸𝑢 𝐸𝑢
𝐸(𝑊𝑖) = 𝑊𝑢 (𝐻) ( ) + [ 𝐼 − 𝐻 ] 𝑊𝑠𝑖
𝐽𝑢 𝐽𝑢
En esta ecuación los ingresos del sector informal (E(Wi)) están condicionados por el
ingreso urbano esperado (Wu (H) (Eu/Ju)) y por la probabilidad de no tener trabajo en el
sector formal (I-H(Eu/Ju)), que a su vez estará condicionada por el número de candidatos
del sector formal. Dentro de este modelo se da la relación que a mayor número de
candidatos a obtener un puesto de trabajo en el sector formal, se tendrá una menor
probabilidad de encontrar trabajo en el sector formal y así el ingreso del sector informal
será mayor.
Por otro lado, se relaciona esta ecuación con los modelos de ingreso rural e ingreso
urbano esperados. De esta manera se da la relación que los ingresos de los trabajadores
del sector informal serán menores a los de los trabajadores del sector rural ya que este
factor estará condicionado a la cantidad de personas que buscan empleo.
𝐸𝑢 𝐸𝑢 𝐸𝑢
𝑊𝑢 = 𝑊𝑟 = 𝑊𝑢 (𝐻) ( ) + [ 𝐼 − 𝐻 ] 𝑊𝑠𝑖
𝐽𝑢 𝐽𝑢 𝐽𝑢
Según Cotlear, este modelo encuentra explicación al dar como un supuesto que los
salarios del sector formal como informal sean mayores a lo producido en el sector rural.
En caso de ser así, las migraciones se incrementarían y si bien los salarios en el sector
formal se considerarían fijos, estos disminuirían en el sector informal ya que al no tener
ninguna regulación como su entrada, habría un exceso de mano de obra significativo. Por
otro lado, tampoco sería suficiente que los salarios rural e informal se igualen, ya que de
ser así, de todas maneras se observaría una tendencia a migrar. Esto debido a que
eventualmente se podría conseguir empleo en el campo formal, posibilidad que no estaría
presente en el sector rural. (1984: 83-84)
Del mismo modo, es importante señalar que dentro de esta investigación se busca
relacionar al trabajo con un factor adicional: la pobreza. Como se ha mencionado
repetidas veces, dentro de los factores que hacen que una familia migre se encuentra
como uno de los principales la carencia económica. Es decir, muchas veces en los
lugares de orígenes no se encuentra el trabajo necesario para solventar los gastos de la
familia. Por otro lado, en el caso de encontrar empleo, este podría ser mal remunerado o
inestable, poniendo una vez más en peligro la estabilidad económica de la familia, lo cual
derivaría en pobreza.
Por otro lado, la PEA se divide en dos grandes grupos: la PEA Ocupada y la PEA
desocupada. La PEA ocupada está conformada por personas con trabajo ya sea dentro
del campo formal o del informal. A su vez, estos trabajos pueden ser de medio tiempo o
de tiempo completo. Por el contrario, la PEA desocupada está compuesta por personas
de 14 años o más que actualmente están en búsqueda de empleo y no lo logran
conseguir.
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