Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuadernilloiii Prefijosysufijos 2011 110701093437 Phpapp01 PDF
Cuadernilloiii Prefijosysufijos 2011 110701093437 Phpapp01 PDF
Cuadernilloiii Prefijosysufijos 2011 110701093437 Phpapp01 PDF
LENGUA Y LITERATURA
Séptimo grado
2011
CUADERNILLO
3
PREFIJOS Y SUFIJOS
Alumno:__________
1
Prefijos
MARCO TEÓRICO
Un prefijo es.....................................................................................................................
Palabra base ...................................................................................................................
Palabra derivada.............................................................................................................
EJERCITACIÓN
2
2) Señalar en los siguientes ejemplos si la palabras llevan prefijo o no. Si tu
respuesta es afirmativa, explicá el significado de la palabra.
Prefijo Significado
prehistoria
pregunta
desarmar
desidia
regresar
rehacer
desconocer
recomponer
destino
contracarril
3
4) Completar el siguiente cuadro
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
4
Sufijos
MARCO TEÓRICO
5
1) Buscá otros 5 sufijos y ejemplificá su uso en palabras
1.
2.
3.
4.
5.
feliz
esponja
Audio
Plácido
Faringe
mano
comprender
6
4) Explicá el significado de estos prefijos y sufijos.
TRANS- significa....................................................................................................
-ERÍA significa......................................................................................................
-DAD significa.........................................................................................................
NEO- significa.............................................................................................................
-AZO significa...............................................................................................................
5) Todos los siguientes prefijos tienen que ver con una cantidad. ¿Con cuál?
7
6) ¿Con qué prefijo o sufijo indicarías...?
b) una profesión =
d) un conjunto de cosas =
e) antelación =
f) contrario de=
7) Subrayá los prefijos y sufijos de estas palabras. Luego elegí 10 y explica qué
hipermercado
cuadernillo
preindustrial
superhéroe
hilito
intramuros
milimetrado
papelería
mensajero
imposible
calladamente
monosílabo
bondadosas
8
Palabras compuestas
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
2) Elegir una palabra de cada columna para formar una palabra compuesta
9
3) Proponé cuatro componentes más que puedan formar dos palabras
compuestas.
...........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
...........................................................................................................................................................
a) autoservicio:
b) gastritis:
c) cuentagotas:
d) sacacorchos:
e) revisión:
parachoques =
boquiabierto =
guardabosques =
hispanofrancés =
barbilampiño =
autoescuela =
malhumor =
aromaterapia =
10
6) Algunos conceptos compuestos están formados por un grupo de palabras que se
escriben separadas, como por ejemplo “ojo de buey” u “hombre rana”. Busca 3
ejemplos más:
a)
b)
c)
que las palabras derivadas tienen una base acompañada de prefijos o sufijos.
sacacorchos rehacer
pasamontañas anticapitalista
ansiosos interprovincial
inimaginable atemporal
quitamanchas paragolpes
tranquilamente innumerable
antisocial paracaídas
bimembre biodiversidad
11
Propuestas de escritura e integración
Los hombres políticos de estos tiempos han de tener dos épocas: la una, de
derrumbe valeroso de la innecesario; la otra, de elaboración paciente de la
sociedad futura con los residuos del derrumbe.
José Martí
Bertolt Brecht
José Saramago
12
3) Reescribí las siguientes adivinanzas reemplazando las expresiones
subrayadas por palabras derivadas.
13
Textos para leer, analizar y producir
Hay un tipo de hombre que no tiene color definido, siempre le da a usted la razón, siempre
sonríe, siempre está dispuesto a condolerse con su dolor y a sonreír con su alegría, y ni
por broma contradice a nadie, ni tampoco habla mal de sus prójimos, y todos son buenos
para él, y, aunque se le diga en la propia cara: "¡Usted es un hipócrita!" es imposible
hacerle abandonar su estudiada posición de ecuanimidad.
Incluso cuando habla parece llenarse de satisfacción, y da palmaditas en las espaldas de
los que escuchan como si quisiera hacerse perdonar la alegría con que los agasaja.
Esta efigie de hombre me produce una sensación de monstruo gelatinoso, enorme, con
más profundidades que el mismo mar.
No por lo que dice, sino por lo que oculta.
Obsérvelo.
Siempre busca algo con que halagar la vanidad de sus prójimos. Es especialista en
descubrir debilidades, no para vituperarlas o corregirlas, sino para elogiarlas y echarles
aceite como a la ensalada.
Es usted haragán. Pues el tipo le dirá:
-¡Qué macanudo "fiacún" es usted! Lo envidio, Jefe...
En cambio, usted tiene la pretensión de ser buen mozo. El fulano lo encuentra, y,
parándolo, le pone las dos manos en las coyunturas de los brazos, lo mira dulcemente y
exclama:
-¡Qué elegante está usted hoy! ¡Qué bien! ¿Dónde compró esa magnífica corbata? Hombre
dichoso.
Usted camina preocupado de encontrarse enfermo. Mi monstruo localiza su obsesión y
exclama, casi indignado:
-¿Enfermo usted? No chacotee. ¡Qué va a estar enfermo! Enfermo estoy yo.
E ipso facto desembucha tal colección de enfermedades, que usted casi lo mira con
terror... y contento de hallarse doliente de una sola enfermedad.
Se me dirá: "Son características de individuo enfermo, débil".
Más que hombre mi individuo es una enredadera, lenta, inexorable, avanzadora. Puede
cortarle todos los retoños que quiera, puede ofender a esta enredadera, del mejor modo
que le dé la gana. Es inútil. El monstruo no reaccionará.
Crece con lentitud aterradora. Clava las raíces y crece. Inútil que el medio le sea adverso,
que nadie quiera ayudarlo, que lo desprecien, que le den a entender que lo peor puede
esperarse de él. Tiempo perdido. La enredadera, a cambio de injurias, le devolverá flores,
perfume, caricias. Usted lo despreció y él se detendrá un día asombrado ante usted,
exclamando:
-¿Quién es su sastre? ¡Qué magnífico traje le ha cortado! Sinvergüenza, no hay derecho a
ser tan elegante.
Usted dice un mal chiste; el hombre se ríe, lo "lomea" y después de ser casi víctima de una
congestión por exceso de risa, dice:
-¡Qué gracioso es usted!... ¡Qué bárbaro!...
Y nuevamente vuelve a ser víctima de un ataque de risa, que le sube desde el vientre
hasta la nuca.
Está bien con todos. Algunos lo desprecian, otros lo compadecen, rarísimos lo estiman, y a
la mayoría le es indiferente. El, más que nadie, tiene perfecto conocimiento de la repulsión
interna que suscita, y avanza
con más precauciones que una araña sobre la red que extrae de su estómago.
Está bien con todos. Puede usted comunicarle un secreto, en la seguridad que él lo
embuchará más celosamente que una caja de hierro.
Puede usted hacerle una barrabasada. Antes de que tenga tiempo de disculparse, él le
dirá:
-Comprendo. Olvidemos. Somos hombres. Todos fallamos. ¡Ja, ja! ¡Qué rico tipo!
14
Imperceptiblemente sus gajos van prendiendo. Enroscándose a las defensas fijas. No es
necesario verle a él, para comprender dónde se encuentra. Más aceitoso que una biela, se
corre de un punto a otro con tal eficacia de elasticidad, que allí donde haya alguien a quien
festejar o adular allí tropezaréis con su sonrisa amplia, ojos encandilados y sonrientes, y
manos beatíficamente cruzadas sobre el pecho.
No le sorprenderán en ninguna contradicción; salvo las contradicciones inteligentes en que
él mismo incurre para darle razón a su adversario y dejarlo más satisfecho de su poder
intelectual.
Otros se quejan. Hablan mal de la gente, del destino, de los jefes, de los amigos. El, de la
única persona de quien habla mal es de sí mismo. Los demás, para los demás, exuda no
sé de qué zona de su cuerpo tal extensión de aceite, que en cuanto alguien encrespa una
palabra él ahoga la tempestad del vaso de agua con un barril de grasa.
Dije que este hombre era un monstruo, y que me infundía terror, terror físico, igual que una
pesadilla, porque adivinaba en él más profundidades que las que tiene el mar.
Efectivamente: ¿se lo imaginan ustedes a este bicharraco enojado? ¿O tramando una
venganza?
"La procesión va por dentro." Exteriormente sonríe como un ídolo chino, eternamente.
¿Qué es lo que desenvuelve dentro de él? ¿Qué tormentas? No me lo imagino... puede
estar usted seguro que en la soledad, en ese semblante que siempre sonríe, debe
dibujarse una tal fealdad taciturna, que al mismo diablo se le pondrá la piel fría y mirará con
prevención a su esperpento sobre la tierra: el hipócrita.
Siempre que en una casa, por intercesión o culpa de un tercero, ocurre un desbarajuste, no
falta un miembro de la familia que exclame, regocijado: -¿No se lo decía yo? Siempre me
pareció que esto iba a terminar así. Como es natural, sobre si el referido miembro lo dijo o
no lo dijo, se arma otra pelotera de San Quintín; pelotera que en modo alguno aclara el lío,
sino que lo enturbia más, pues por efecto de los ánimos explosivos, viene a suscitar
nuevos chismes, nuevas historias, nuevos coscorrones.
Y es que la frase trae siempre a colación una primera impresión: primera impresión que se
desechó por inútil, ya que el semblante nuevo es como una tierra desconocida que, por sus
accidentes, permite juzgar de su topografía, de sus posibilidades transitables y de otras
tantas condiciones que se relacionan con la vida.
De ahí, que muchos, cuando se encuentran en presencia de un rostro nuevo, es como si
de pronto, tuvieran ante los ojos un mapa; mapa que les permite, en el aturdimiento de las
palabras que se cambian por primera vez, intuir las virtudes o los vicios de ese nuevo
desconocido que se mueve en las voces y los gestos y los rasgos faciales.
Son gentes que llegan hasta adivinar cosas ajenas. No se trata de magos n¡ de brujos, de
quirománticos ni de astrólogos, sino de intuitivos, como explicaremos más adelante.
Para ellos la cara de un individuo es como un libro abierto, con letras grandes y con
figuritas explicativas. Por eso difícilmente se equivocan. Y esa habilidad extraordinaria la
han desarrollado hasta lo maravilloso por su ilimitado amor a la alacranería. Porque no es
posible hablar muy bien ni mal de la gente si uno no conoce a su víctima. Y el afán de
alacranear se hace tan intenso, que los alacranes aprenden a reconocer a la gente con una
certeza y una rapidez inconcebible. Así largan su baba de maledicencia, y así, también,
demuestran sus dotes proféticas cuando dicen: "¿No se lo decía yo?"
Y es que cuando un individuo, un poco sensible, comienza a manifestar sus primeras
impresiones, resulta frecuentemente que se le tacha de venenoso o de alacrán; y cuando
sus profecías se confirman, se le mira con una rabieta mal disimulada; esa rabieta con que
juzgaríamos a un hombre que nos pudo salvar de un peligro y que no lo hizo, aunque
sabemos perfectamente que el "intuitivo" no tuvo la culpa, ya que bien nos lo advirtió.
Lo cual, entre paréntesis, no es ningún mérito, ya que la gente, por lo general, es más bien
mala que buena, y entonces menos peligro de equivocarse se corre pensando
desfavorablemente de la humanidad que de un modo optimista.
Según los manuales de ciencias ocultas y de psicología trascendental, los intuitivos son
personas de gran sensibilidad y cultura, gente cuyo refinamiento interior y exterior les
15
permite juzgar, a simple vista, de la mentalidad de sus semejantes. Esto, según la
psicología; porque, según los libros de ciencias ocultas, esas intuiciones son el producto de
una vida pura, física y mentalmente hablando.
Pero yo he descubierto que eso debe ser puro macaneo, o macaneo libre de gente que
necesita escribir un libro, y, sobre escribirlo, venderlo.
Y hago esta brusca proposición porque he observado que en los barrios de nuestra ciudad
las que desempeñan tal tarea profética no son personas de extraordinaria cultura ni vida
interior semejante a la del Buda o de Cristo, sino viejas de nariz ganchuda, ancianas
temibles por lo chismosas, de sonrisa meliflua, que a cada mudanza que se efectúa en el
barrio, se asoman envueltas en una pañoleta, a la puerta de calle y con una sonrisa
burlona, aguzando como destornilladores sus ojillos grises, controlan todos los trastos que
los faquines bajan de los carros.
Otras vecinas, igualmente curiosas, mosquetean la descarga, y la vieja intuitiva reserva la
opinión hasta la tarde.
Al día siguiente, la de la ganchuda nariz y lengua de lezna, observa a sus nuevos vecinos
con sonrisa afectuosa. Pasa, de intento, tres veces frente a la casa, para notar de qué
modo visten las mujeres, para verles las caras, y luego, prudente, friolera, se recoge. Ha
formado opinión.
Y al otro día, en la carnicería, cuando todas las amigas hacen rueda en torno del bofe o de
un repollo, mientras que la mujer del carnicero vigila el puesto de verdura, la vieja, al ser
interrogada, contesta.
-Me parecen unos tramposos.
Y lo curioso es que la maldita viejezuela acierta.
Otras veces, el estudio psicológico se refiere al novio de la niña.
La anciana metomentodo observa dos o tres días la cara del galán, y luego, un día, cuando
se habla de bodas y de noviazgos, y en la conversación se entremezcla el futuro del
matrimonio de la mocita que despierta todas las envidias de sus amigas, la de la nariz
ganchuda dice:
-El corazón me da que el mozo ese la va a plantar con la ropa comprada.
Y así ocurre. Un buen día, el bergante desaparece, y todas las comadres, recordando la
predicción de la condenada vieja, exclaman:
-Pero, ¿había visto? ¡Qué olfato tiene doña María!
Y es que doña María, o doña X, se pasa la vida estudiando la vida del prójimo. Y la estudia
con apasionamiento inconsciente en todos los detalles exteriores que permiten hacer
deducciones profundas, y llega un momento en que ve con más claridad en las vidas de los
otros que en la propia.
16