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La música puede producir efectos positivos que ayudan a curar o reducir algunos
problemas de salud. En Alemania se encuentra el centro de investigación de
musicoterapia más grande de Europa.
Podemos definir la musicoterapia como aquella terapia que emplea la música con el objetivo de
beneficiar nuestra salud a través de mejoras en diferentes ámbitos personales tales como el físico,
emocional, social o cognitivo.
La musicoterapia parte de un principio básico que no es otro que el hecho de que todos los seres
humanos somos, por naturaleza, seres musicales. Habitualmente, esta terapia tiene dos formas de
aplicación: activa –cantar y escuchar música, tocar instrumentos, etcétera– y receptiva, relajación
a través de la música. Y ello se haría mediante dos terapias complementarias, las verbales, en las
que se habla con el paciente, y las no verbales, que implican la expresión del paciente a través de
gestos y sonidos.
La musicoterapia parte del principio de que todas las situaciones de angustia, tristeza y
duda, se originan en el cerebro. Por esta razón, es a través de la terapia que se envían
sensaciones que relajan al cerebro, anulando así los impulsos que generan una
enfermedad,explica el DZM (Centro de Investigación Alemán para la Musicoterapia).
Estudios científicos del DZM han comprobado que esta terapia ayuda a las personas en
estas situaciones, además de la influencia que la música ejerce sobre el ritmo respiratorio,
la presión arterial y los niveles hormonales. Es por esto que se dice que los ritmos
cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos hasta el punto en que llegan a sincronizarse
con los ritmos musicales.
En todas las personas la música juega un papel importante. Desde las canciones de cuna
hasta las marchas fúnebres acompañan al hombre en el transcurso de la vida. Para hacer
más efectivas las terapias, los musicoterapeutas investigan los padecimientos físicos y
mentales de la sociedad, para luego aplicar una terapia específica a cada paciente.
Sin embargo, hay unas reglas generales en la musicoterapia. Por ejemplo, para quienes
padecen de insomnio, se usa música de instrumentos de cuerda y ritmos suaves,
semejantes a las canciones de cuna; contra la depresión se utilizan melodías tristes que
luego alcanzan un tono más dinámico, y para los que buscan relajarse, es recomendable la
combinación de sonidos naturales y electrónicos, explica a DW-WORLD la experta en
pedagogía musical, María Clara Zúñiga.
Otras personas que disfrutan de esta terapia son las mujeres embarazadas. Como parte de
la preparación del parto, la musicoterapia es utilizada para producir una actitud mental
positiva en las mujeres, ayudándoles en la relajación que permite la reducción de
medicamentos.
HISTORIA DE LA DISIPLINA
La música servía. Los pacientes mejoraron considerablemente más rápido, y los médicos
comenzaron a evaluar la posibilidad de incluir la música formalmente en los tratamientos,
tanto físicos como psicológicos.
ORÍGENES DE LA MUSICOTERAPIA
A lo largo de los siglos, prácticamente todas las culturas y civilizaciones han destacado las
propiedades relajantes y calmantes de la música. De hecho, hay constancia de sus aplicaciones
terapéuticas desde la época de los egipcios o los griegos hasta nuestros días.
Remontándonos al pasado más reciente, ya en el siglo XIX, el psiquiatra francés Esquirol empleaba
la música para tratar pacientes con enfermedades mentales, aunque no será hasta principios del
siglo XX cuando surja la Musicoterapia como disciplina científica. Será de la mano del suizo Emile
Jacques Dalcroze, entre los años 1900 y 1950; él fue el primero en enunciar que el organismo es
susceptible de ser educado a través de los impulsos musicales.
Precisamente, a partir del año 1950 empezarán a surgir en todo el mundo asociaciones de
Musicoterapia cuyas acciones serán, entre otras, las de desarrollar investigaciones sobre esta
disciplina, crear material divulgativo, organizar congresos y fomentar la creación de la carrera
universitaria de Musicoterapia.
Los expertos indican claramente sus beneficios: libera estrés y tensión, aligera los
síntomas de depresión y logra altos niveles de relajación.
Eso sí, tienen que ser armonías lentas y suaves que logren suavizar la actividad física para
aumentar la contemplativa.
¿Para qué trastornos es recomendada? Sirve para corregir trastornos del lenguaje, de
personalidad, de ánimo, insomnio, ansiedad y estrés
Esta terapia empleada desde mediados del siglo pasado, ahora se emplea en pacientes de
cáncer para reducir la tensión muscular, la sensación de dolor, la ansiedad y el estrés que
padecen.
CLAVE: M1
LA MUSICOTERAPIA