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Phillips*
Juan Camilo Galvis Ciro**
Resumen
El análisis de la curva de Phillips ha sido el centro de debate desde la segunda
mitad del siglo XX y ha alcanzado un relativo consenso de su existencia, por
lo menos, a corto plazo en el mundo práctico, y en la actualidad secreto, de la
macroeconomía. Este artículo intenta ser un paralelo crítico a Antonelli (2007)
en cuanto intenta mostrar que la curva de Phillips sí tiene sustento teórico que
la demuestre en los llamados neokeynesianos y que de no ser así no hubiera
sobrevivido en un ambiente académico que da fundamentos microeconómicos a
la mayor parte de la teoría económica.
Palabras clave: Curva de Phillips, macroeconomía, neokeynesianos.
Abstract
The analysis of the Phillips curve has been the focus of debate since the second
half of the twentieth century and reached a consensus on its existence, at least in
the short term practical and secret world of macroeconomics. This document tries
to be a critical parallel to Antonelli (2007) on how to show that the Phillips curve
has indeed theoretical support under the so-called neokeynesian background;
*
Recibido:25/01/2010 Aceptado:31/05/2010
** Economista. Estudiante de la maestría en ciencias económicas, Universidad Nacional de
Colombia - Sede Medellín. Correo: jcgalvis@unal.edu.co .Le doy mis agradecimientos a un
evaluador anónimo que me envió valiosas sugerencias.
Résumé
L’analyse de la courbe de Phillips a été le cœur de débats depuis la seconde
moitié du XXe siècle et a atteint un consensus relatif de son existence, au
moins à court terme dans le monde pratique, et maintenant, le secret de la
macroéconomie. Cet article a l’intention d’être un parallèle critique à Antonelli
(2007) dès que montrer que la courbe de Phillips a vraiment un fondement
théorique qui la démontre en les dénommés néo-keynésiens et que de ne
pas être ainsi, n’avait pas survécu dans un milieu académique qui donne
des fondements microéconomiques à la plupart de la théorie économique.
Mots-clés: La courbe de Phillips, la macroéconomie, les néo-keynésiens.
Introducción
L
a curva de Phillips (en adelante CP) es un tema central en la macroeco-
nomía desde mediados del siglo XX y sus proposiciones y fallas han sido
uno de los elementos de mayor evolución en el tiempo de la disciplina
económica. En efecto, es posible desde Keynes hasta Lucas hacer un recorri-
do teórico entre las distintas visiones del pensamiento económico, como los
neokeynesianos, los nuevos clásicos y los nuevos keynesianos pasando por el
monetarismo, para ubicar toda la discusión contemporánea entre el activísimo o
no de la política desde la CP, tal como lo hace Maya (2008).
En trabajos anteriores publicados en este medio académico apareció un intento y aporte teórico
de derivación de la CP hecho por Antonelli (2007) para llenar el vacío que el autor le atribuye a
la teoría macroeconómica pues la relación entre inflación y desempleo descrita en la CP no tiene,
según él, contenido teórico que la sustente.
Antonelli (2007:88) cita a Mankiw para afirmar que “la curva de Phillips vino de ninguna par-
te; es solamente una descripción empírica que se manifestó correcta en los datos1 sin ninguna
buena teoría especial que le expliqué porqué mostraba esa forma particular, en qué forma podría
cambiar en respuesta a acciones de política económica y bajo qué circunstancias podía volverse
inestable.”
Continua el autor diciendo que “la CP no es a-priori un resultado inmediato ni mucho menos
obvio que surja de la oferta agregada, aunque puede demostrarse que si puede obtenerse de la
oferta agregada justamente con la curva de oferta de trabajo.” Antonelli (2007:89).
Se debe tener en cuenta que a pesar de que inicialmente los neokeynesianos trataron de hallar la
relación inversa entre inflación y desempleo mediante un desequilibrio en el mercado de traba-
jo aparecieron varias complicaciones que hicieron no muy aceptada la explicación en los años
sesenta del siglo XX, como Antonelli (2007:88) y Maya (2008:176) citan. Sin embargo, en los
ochenta3, resurge la búsqueda de darle sustento teórico a la CP a partir de incorporar la compe-
tencia monopolística en la fijación de precios, incorporar el dinero real en la función de utilidad
y otros supuestos que hicieron posible, por lo menos de manera más convincente que antes,
deducir la CP por parte de los neokeynesianos.
Se pretende por lo tanto, en este documento, mostrar cómo los neokeynesianos derivan la CP a
partir de seguir la tradición de la nueva macroeconomía de suponer hogares y firmas represen-
tativas que optimizan en un espacio intertemporal y agregar la conducta resultante para darle
fundamentos microeconómicos al comportamiento agregado.
Para ello el documento está dividido de la siguiente forma. Inicialmente se trata de mostrar que
se está de acuerdo con Antonelli (2007:103) cuando afirma que: “Keynes habría ganado, al revés
de lo que habitualmente se propone, la batalla teórica y la economía ortodoxa la batalla práctica.
En efecto la CP ha sido deducida de un cuerpo de análisis a-la-Keynes”. Y es precisamente al
estar de acuerdo con Antonelli (2007) en lo anterior, que se muestra cómo el modelo de inflación
objetivo, con el que funcionan las autoridades monetarias de varias economías, da por hecho el
cumplimiento de la CP, por lo menos a corto plazo.
Además, esto se muestra para devolver la siguiente pregunta a Antonelli (2007): Si la CP no tiene
sustento teórico, ¿Cómo explicar que las autoridades monetarias la den por hecho (la CP) en
tiempos donde casi que solo se aceptan modelos macroeconómicos con fundamentos micro? En
efecto, se quiere evidenciar que esto se debe a que la CP si tiene sustento teórico relativamente
convincente que la soporte y este es por parte de los neokeynesianos.
La importancia de la CP está hoy en el centro de la instituciones económicas tal que las autori-
dades monetarias (AM) de las principales economías del mundo, que operan en su mayoría con
banco centrales independientes, funcionan acorde al modelo de inflación objetivo el cual tiene
sus más profundas raíces de funcionamiento en la CP. El modelo de inflación objetivo, en base
al cual funcionan las AM se centra en buscar minimizar una función de pérdida objetivo que está
en función de las desviaciones del producto y la inflación de sus respectivos niveles objetivo
con una restricción que impone cierta relación o evolución en el tiempo entre las dos variables
anteriores. Es decir, se enfrentan a un sujeto a, que es la CP.
Las AM parten de la creencia de que las desviaciones del producto de su nivel potencial no
son del todo beneficiosas para la economía y por lo tanto buscan ejercer presión para que este
evolucione acorde a su nivel potencial. Igualmente, a partir de la creencia de que una inflación lo
más baja posible es el mejor propulsor del bienestar de los agentes, la AM tiene como objetivo
una inflación casi cero, aunque por lo general una tasa de inflación positiva es compatible con la
estabilidad de precios en el modelo de inflación objetivo (Clarida, Galí, Gertler, 1999).
En cierta forma, y a pesar de toda la crítica que recibió, la teoría keynesiana por parte de Friedman,
los teóricos del ciclo real (Prescott y Plosser por ejemplo) y Lucas, esta sigue arraigada por lo
menos en algunas de sus proposiciones fundamentales en la institución económica que es la AM
pues el llamado modelo inflación objetivo parte de la creencia de que hay un trade off a corto plazo
entre inflación y producto y su principal dilema es a que darle más peso: al producto o a la inflación.
Basta ilustrar muy por encima el modelo de inflación objetivo, en base a Clarida, Galí, Gertler,
(1999), para ver que la relación que muestra la CP en su versión con expectativas o CP ampliada
se da como un hecho irrefutable por lo menos a corto plazo.
(i)
Sujeto a: (ii)
diente de la forma en que la AM decida actuar en la economía sea bajo discreción, con acuerdo
(compromiso) o sin regla e independiente de la forma en que la autoridad monetaria responda
ante las variables claves de la economía, se tiene que el modelo de inflación objetivo da por hecho
la CP ampliada con expectativas4 o con la enmienda Friedman-Phelps pues está aparece en (ii)
como la restricción que enfrentan las AM.
Este breve recorrido por el modelo de inflación objetivo se hace para evidenciar que el análisis
de la CP ha encontrado una relativa aceptación entre los economistas y esto se debe a que los
llamados neokeynesianos le dieron un sustento teórico convincente y que de no haber sido así el
análisis que sugiere la CP no hubiera sobrevivido a la crítica monetarista y de Lucas. Es precisa-
mente esta derivación de la CP neokeynesiana lo que pretende este documento.
2. La economía neokeynesiana.
Por lo tanto, a pesar de acudir a la teoría neoclásica, la mayoría parte de sus aportes teóricos se
diferencian de la nueva macroeconomía clásica en que no adoptan, o rompen, con los supues-
tos walrasianos del mercado de bienes y trabajo para tener conclusiones distintas. En especial
suponer ambientes no competitivos por parte de las empresas y adoptar más bien ambientes de
4 Para una excelente y clara exposición sobre cómo opera el modelo de inflación objetivo y la
forma en que opera el modelo en marcos de compromiso o no compromisos se recomienda ver
Clarida, Galí, Gertler, (1999).
Ambiente neokeynesiano.
La lentitud del ajuste nominal de los salarios y los precios ocupa un lugar central en los modelos
neokeynesianos y está entre sus principales objetivos investigar los fundamentos microeconó-
micos de esa lentitud ya que es una condición necesaria para formular modelos completos que
expliquen los supuestos ad-hoc a los que nos referíamos antes. Además establecer cuáles son
los fundamentos microeconómicos de ese ajuste nominal incompleto es esencial por sus impli-
caciones en el campo de la política económica ya que la naturaleza del ajuste nominal incompleto
tiene implicaciones respecto de cuestiones tales como los costos (en términos de producción)
de los distintos procedimientos para combatir la inflación, la relación producción-inflación en
contextos diferentes y los efectos de las políticas de estabilización sobre la producción media
(Romer, 2006:275).
5 Puede afirmarse no en vano que a ello se debe que la CP sea aceptada en la autoridad monetaria
y que en parte por los esfuerzos de los neokeynesianos sigan sin descartarse ciertos postulados
de Keynes.
6 En la última parte de los ochenta, también se empezaron a incorporar el papel del dinero en las
funciones objetivos de los hogares o funciones de utilidad.
Por lo tanto, los neokeynesianos piensan que hay barreras que dificultan el ajuste instantáneo de
los precios y salarios nominales y es esa lentitud del ajuste nominal la que hace que cambios
en la demanda agregada de bienes a un nivel de precios influya en la cantidad que producen las
empresas. Como consecuencia de esto, las perturbaciones monetarias y las perturbaciones de
naturaleza real (los cambios en el volumen de gasto público) pueden provocar cambios en el
nivel de empleo y de producción por lo que los neokeynesianos encuentran que los postulados
de Keynes son relativamente, y bajo cierto escenario, validos (Romer, 2006:225).
En este documento no se prestará mucho interés a las implicaciones agregadas que resultan de la
microfundamentación de la conducta de los hogares. El interés estará centrado en la modelización
de las firmas porque es a partir de estas que los neokeynesianos deducen la CP neokeynesiana.
Aunque como se podrá ver hay cierta conexiones, dos en concreto, entre los hogares y las firmas
que se le presta atención: una es la condición de optimización intertemporal de los hogares
(ecuación de Euler) que se utilizará en la función objetivo de las firmas y la otra es a la demanda
que hacen los hogares de los productos de las firmas.
Hogares
[1]
Sujeto a: [2]
Donde es el factor de descuento intertemporal de los hogares que puede ser del tipo:
siendo la tasa de impaciencia o importancia del presente con respecto al
futuro, que por lo general es mayor a la tasa de interés, .
Como se observa en la función objetivo los hogares tienen como objetivo maximizar una función
de utilidad en el tiempo traída a tiempo presente con el factor de descuento. La función de utilidad
depende del consumo en el tiempo , del tiempo de ocio que es el tiempo disponible menos
el tiempo dedicado a trabajar, , por lo que la utilidad depende negativamente de . Como
Por otra parte, la restricción presupuestaria de las familias indica que el consumo en el período
más el dinero o flujo de caja debe ser igual, o venir, de las rentas por trabajar siendo
el salario, más la cantidad de dinero que se tenían en el período sumándole la infla-
ción .
Se va suponer, antes de solucionar el problema al que se enfrentan los hogares, que la función
de utilidad es:
[3]
Donde es una constante que puede jugar el papel de la elasticidad de los hogares con respecto
al trabajo.
El problema de los hogares puede resolverse mediante una ecuación de valor usando el método
de la ecuación de Bellman7 ya que con dicho método el problema puede ser resuelto en términos
de un problema de elegir entre dos períodos, el hoy ( ) y el mañana ( ). Para más de dicho
método ver Lomeli y Rumbos (2003).
Ecuación de Bellman:
[4]
Condiciones de primer orden (CPO):
[5]
[6]
[7]
[8]
Teniéndose en cuenta la función de utilidad [3] se tiene que :
[5’]
7 Aunque también podría resolverse por medio del método del Hamiltoniano si realizamos el
modelo en tiempo continuo
[6’]
[7’]
De la ecuación [6’] se tiene, al introducir la ecuación [8] adelantada un período, que:
[9]
Al multiplicar a ambos lados por y multiplicar y dividir en el lado izquierdo por se tiene:
[10]
Al ser constantes se puede entrar a y tener:
[11]
Luego introduciendo [5’] en [11] se llega a la ecuación de Euler o de optimización intertemporal:
[12]
Esta ecuación establece la condición necesaria de optimización intertemporal de los hogares en el
tiempo y sugiere las condiciones para que en cierta forma la utilidad marginal entre dos períodos,
descontando claro está el valor de la utilidad marginal futura por sus respectivos valores, sean
iguales y no halla razón para desviarse. Al igual que en los modelos de la nueva macroeconomía
clásica no hay mucha diferencia en la optimización temporal de los hogares en los modelos
neokeynesianos y la ecuación de Euler derivada acá se utilizará en una versión más sencilla en la
función objetivo de las firmas.
Antes de pasar al problema de la firma o empresa de nuestra pequeña economía tipo St. Louis es
necesario establecer los siguientes postulados adicionales de los hogares, ayudándose para ello
de Woodford (1996).
El consumo en el tiempo de las familias, normalizado el horizonte de tiempo de las familias entre
0 y 1, evoluciona acorde con la siguiente ecuación.
[13]
Donde indica el consumo del hogar j del bien en el período . indica la elas-
ticidad de sustitución (constante) entre bienes alternativos.
[14]
Donde es el precio del bien del productor j en el período por lo que antes de modelar
las decisiones de la firma se presume que estas no están en un ambiente de competencia perfecta
sino de competencia tipo monopolista. Además, este índice de precios tiene la propiedad de que
el mínimo de gasto requerido para adquirir bienes reflejados en un índice de consumo esta
dado por: [15]
Para obtener el mínimo gasto en términos de precios relativos y canastas de consumos se puede
hacer uso del método de Lagrange para minimizar el gasto en la forma en que propone Barrdear
(2009):
[16]
Las CPO con respecto a es:
[17]
[18]
Si se realiza la integral en el tiempo se obtiene . Por lo tanto:
[19]
[20]
Si se asume que es el precio sombra que representa el costo de comprar una unidad adicional
del bien agregado y por lo tanto igual a , se tiene lo siguiente:
[21]
Esta ecuación establece que un hogar optimiza su distribución del gasto en consumo en el tiempo
en bienes diferenciados en el tiempo , para minimizar el gasto total necesario para alcanzar un
determinado valor del índice de consumo y esa optimización está en términos de precios re-
lativos y peso del consumo de los tipos de bienes en la canasta de consumo (Woodford, 1996:8).
La ecuación [21] puede ser reescrita para ponerla en términos de los bienes que demanda los
hogares en relación a los bienes de consumo que ofrece una firma j.
= [22]
Es esta última ecuación del análisis de optimización de los hogares la que se utilizará posterior-
mente por lo que debe tenerse en cuenta.
Las empresas
En el modelo neokeynesiano que se quiere exponer operan varias firmas que ofrecen bienes
iguales pero diferenciados y están en una estructura de mercado de competencia monopolística.
Las firmas tienen como objetivo maximizar la siguiente función objetivo en el tiempo:
[23]
Donde es el valor esperado de los beneficios en el tiempo t Además:
es la tasa de descuento.
Esta tasa de descuento es una versión sencilla de la ecuación de Euler que se dedujo antes8 sobre
la optimización intertemporal de los hogares y es la tasa intertemporal de substitución a la que
los bienes de la firma están expuestos ya que hay razones para preferir algunos bienes más que
otros dada la estructura de mercado (Bernanke, Gertler, Gilchrist, 1998: 60).
la fijación de precios de cada firma, que la evolución de precios en la economía está determinada
por una estructura de precios a la Calvo: (Calvo Setting):
9
[24]
Es decir, una estructura de precios a la Calvo afirma que el nivel agregado de precios evoluciona
como una combinación convexa de los precios óptimos del período anterior fijados por las firmas
más los precios óptimos que establecen las firmas que tienen capacidad para actualizar su precio
en el período actual.
[25]
Donde es la cantidad demanda (y vendida) del producto que la firma j ofrece. es el nivel
de salarios pagados al contratar empleados necesarios para la producción. Por lo tanto, no
se emplea capital como factor de producción de modo que la función de producción puede ser
una Cobb-Douglas del tipo:
[26].
La firma se enfrenta a una demanda que viene del consumo de los hogares por su producto por
lo que .Por lo tanto la ecuación [22] que se derivó en el análisis de los hogares se
convertirá en la ecuación de demanda de la firma:
[27]
9 Esta expresión se deriva del hecho que el nivel de precios evoluciona acorde a:
Donde representa la probabilidad con que cada firma deja
fijo el precio por período. Usando el método recursivo se tiene que la dinámica del nivel de
precios puede ser reducida a: , Así el nivel de precios está
determinado por la fijación de precios que han hecho las firmas en el período anterior (
) más la variación de precios que posiblemente hagan las firmas, no todas, en el período actual:
. Es decir es la probabilidad de que las firmas vuelvan a fijar el precio
en el período actual.
Las condiciones de primer orden para maximizar el beneficio, definido en [25] y reemplazando
[26] son:
[31]
[32]
[33]
[34].
Teniendo en cuenta esta ecuación y volviendo de nuevo a ocuparnos del problema de optimiza-
ción intertemporal de la firma definido en su función objetivo [23] se tiene, al reemplazar [25] en
[23], que ella se convierte en:
[36]
Para optimizar es necesario derivar con respecto a e igualar a cero. Por lo tanto:
[36]
[37]
/ [38]
[39]
[40]
Se tiene así que una forma especial del Mark-up del monopolista que es en forma genérica igual
a: [41]
El cual, como se nota es muy familiar al encontrado en [40]. Al reorganizar [40] se tiene la fijación
de precios del monopolista.
[42]
Hay implicaciones en la última ecuación hallada que vale la pena recalcar. En la ecuación [42]
se tiene una expresión equivalente a tener: , siendo el costo
laboral unitario.
Además la ecuación [42] se puede re expresar, siguiendo a King y Wolman (1995:13) de la si-
guiente manera:
[43]
[44], siendo .
[45]
Por último se llevará [42] a la forma en que se utilizará de aquí en adelante. Utilizando logaritmos
a ambos lados se tiene:
[46]
[47]
Donde , y es el costo marginal igual a
donde todas las variables están logaritmos. Por lo tanto se reafirma lo dicho antes donde se dijo
que el precio es el costo marginal más un margen sobre ellos.
Fijación de precios.
Se observó anteriormente como las firmas fijan sus precios deacuerdo al mark up. Ahora bien,
debido a costos en el ajuste de precios, del tipo de costos de menú, la fijación de precios no es
continua. Por lo tanto las firmas no necesariamente fijan un precio óptimo sino más bien que se
tratan de acercar a él cada vez que fijan los precios. Aunque también se puede suponer que hay
firmas que tienen más capacidad para alterar el precio que otras (Whelan, 2009:3).
Se va a definir la conducta de una firma que no puede alterar cada vez que quiera los precios y se
modelara de la siguiente manera. Sea el logaritmo del precio óptimo que la firma fijaría en
el período si no hubieran rigidices y sea el precio optimo hoy.
10 Para convertir en términos reales se divide a ambos lados por y se toman logaritmos. Así el
La firma va a tratar así de minimizar las desviaciones entre el precio optimo del siguiente período
con respecto al precio óptimo hoy. Se define la siguiente función de pérdida a minimizar:
[48]
Donde describe las pérdidas esperadas de beneficios que tiene la firma en el
tiempo debido al hecho de que no puede ajustar el precio óptimo por algunas rigidices ese
período. Es decir, es algo así como el precio que tiene que apegarse la firma por las rigideces.
Por otra parte implica que las pérdidas de hoy tienen más peso que las pérdidas futuras
Las pérdidas futuras son descontadas con . La incorporación de se debe a que existe
una probabilidad de que las firmas dejen el precio hasta el período siguiente y por lo tanto se
debe descontar las pérdidas por la probabilidad de que no mantenga efectivamente el precio fijo
hasta el otro período (Whelan, 2009:4). Pasemos ahora a optimizar la función de pérdida.
C.P.O.
[49]
Separando en dos términos:
[50]
Resolviendo la suma geométrica del lado izquierdo como: se tiene:
[51]
Por lo tanto, esta ecuación nos dice que el precio optimo para la firma establecer sería igual a una
media pondera de los precios que hubiera esperado poner en el futuro si no hubiera rigideces de
precios. Es decir, como no se puede cambiar el precio en cada período la firma opta por mante-
nerse cerca del promedio del precio correcto (Whelan, 2009:4).
[52]
[53]
Llegamos así a que cada firma fijará su precio en base a unas expectativas sobre el precio futuro
y en base a un margen sobre los costos marginales reales. Suponiendo que cada firma fija su
precio en base al mark up [47] queda por agregar los resultados de dicha fijación de precios para
la economía y para ello nos valemos del trabajo de Calvo (1983).
Se trae para ello la ecuación [24] que afirma que el nivel de pre-
cios agregados es un promedio de precios pasados y de los reset prices del período actual:
[54]
[55]
Por lo tanto:
[56]
Igualando [53] y [57]:
[57]
Y sustituyendo se tiene:
[58]
[59]
Definiendo la tasa de inflación como: reordenando y realizando algunas ope-
raciones se llega a:
[60]
Ya casi que se tiene la nueva curva de Phillips neo keynesiana pero es necesario realizar un
último ajuste. Se definirá como la desviación del costo marginal real
( ) con respecto a su nivel de fricción . Por lo tanto la ecuación [60] queda finalmente:
[61]
El principal resultado que se tiene es que no es la brecha del producto la que incide en la inflación
sino la brecha de los costos marginales. Esto se debe a que las firmas en este modelo intentan
mantener un margen de beneficio fijo sobre el costo marginal pero si este margen sobre los
costos empieza a declinar entonces las firmas intentan de nuevo fijar sus precios provocando
con ello inflación.
Por lo general las cuentas nacionales contienen información acerca de cómo se afectan los costos
promedios como los salarios pero no contienen información acerca de los costos de produ-
cir una unidad adicional de producto. Normalmente, los costos marginales reales, en mercados
perfectamente competitivos, son pro cíclicos al aumentar la producción ya que cuando aumenta
la producción por encima de su producto potencial hay mucha competencia por los factores de
producción que incrementan los costos de producción y por tanto los precios. Se puede pensar
igualmente que en épocas de auge los productores aumentan su margen de ganancia sobre los
precios y en épocas de crisis disminuyen su margen para salir del inventario. Por esta y otras
razones, se suela usar la desviación del producto de su nivel potencial o la brecha de producto
como una proxy de los costos marginales reales (Whelan, 2009:7), (Galí y Gertler, 1999).
Comentario final.
11 Se puede ir más a fondo y resolver la ecuación en diferencias que es [62]. Esta es igual a:
. Es decir, la inflación evoluciona en el tiempo como una
secuencia de las expectativas sobre las futuras brechas de producto.
Evidentemente al referirnos a teoría económica caemos en terrenos resbalosos en una ciencia so-
cial como la economía que no tiene las características de las ciencias naturales ya que no hay aún
un cuerpo teórico homogéneo y solido. Para empezar, si suponemos por teoría macroeconómica
todo intento teórico deducido de modo lógico a partir de herramientas heurísticas que provee la
economía, el autor desmiente él mismo su afirmación al encontrar él mediante la construcción de
un modelo que la CP evidentemente si puede ser demostrada. Es decir, efectivamente come from
somewhere, como afirma Antonelli (2007).
Por otra parte, si por teoría macroeconomía entiende el autor la teoría neoclásica12, sus proposi-
ciones en cuanto a la no existencia de la CP en dicha corriente serían validos si se supone, claro
está, información completa ya que de no ser así la CP puede existir si se abandona dicho supuesto.
Por último, si por teoría macroeconómica entiende dicho autor la puesta en práctica por los hace-
dores de política económica no estaría en lo correcto. Como el mismo autor anota: “Keynes habría
ganado, al revés de lo que habitualmente se propone, la batalla teórica y la economía ortodoxa la
batalla práctica. En efecto la CP ha sido deducida de un cuerpo de análisis a-la-Keynes”. Antonelli
(2007:103). Es decir, si nos guiamos por ejemplo por el Banco central y el modelo que sigue,
mostramos que la CP es dada por hecho y ello se debe a que tiene sustento teórico que la soporte
en los llamados neokeynesianos. No se está afirmando, valga aclarar, que los policymakers sean
neokeynesianos ya que eso sería otra discusión.13
Por lo tanto, se puede afirmar que la teoría macroeconómica práctica sí ha deducido la CP a partir
del análisis neokeynesiano que como se trató de mostrar sostiene algunos de los postulados de
Keynes pero no se conforma con supuestos ad-hoc sino que intenta demostrarlos. Por otra parte,
al revés de lo que habitualmente se cree, la ortodoxia que normalmente se incuba en las institu-
ciones económicas, si bien manejan la batuta de lo práctico lo hacen sobre bases teóricas que se
consideran indiscutibles y es por esto que no se entiende a Antonelli (2007) cuando argumenta
que no hay bases teóricas que soporte la CP cuando existe una autoridad monetaria que la da por
hecho en su forma operativa en tiempos donde lo que no tenga sustenta teórico a nivel de agentes
racionales optimizadores no es acogido en el circulo académico.
12 Lo cuál no sería probablemente el caso si se le da una revisión a varios de sus escritos, incluidos
los que aparecen en este medio.
13 Aunque según parece indicar la forma en que operó la autoridad monetaria en Colombia,
por ejemplo, en el período 2002-2006 parece que si fue keynesiana. El llamado ´´cambio de
cartilla´´ parece así que si logró su cometido.
Es por ello, que en este documento se intento demostrar que la CP sí tiene sustento teórico y se
mostró a grosso modo como los neo keynesianos la derivan a partir del análisis a nivel de agen-
tes. Quedan dudas, no obstante, sobre usar la brecha del producto como proxy14 de los costos
marginales reales pero solo las estimaciones empíricas saldan esa deuda. Según Galí & Gertler.
(1999) hay una especie de black box en la relación entre el producto y los costos marginales
reales que inquieta mucho a los investigadores actualmente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• Antonelli, Eduardo. 2007. “La curva de Phillips: una digresión” Ensayos de Economía. No.17 (31): 87:105.
• Barrdear, Jhon. 2009. http://barrdear.com/john/2009/02/18/deriving-the-new-keynesian-phillips-curve-nkpc-
with-calvo-pricing/
• Bernanke, Ben. Gertler, Mark y Simon Gilchrist. 1998. “The financial accelerator in a quantitative business cycle
framework” NBER working paper series. Cambridge.
• Calvo, Guillermo. 1983. “Staggered Prices in a Utility-Maximizing Framework.” Journal of Monetary Economics,
(12):383-398.
• Clarida, Richard. Galí, Jordi y Mark Gertler. 1999. “The Science of Monetary Policy: A New Keynesian Perspective.”
Journal of Economic Literature, 37(4): 1661-1707.
• Galí, Jordi, y Mark Gertler. 1999. “Inflation dynamics: A structural econometric analysis” Journal of Monetary
Economics (44): 195-222
• King, Robert, y Alexander Wolman. 1995. “Inflation targeting in a St. Louis model of the 21st century” NBER
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• Lomeli, Hector, y Beatriz Rumbos, 2003. “Teoría del control óptimo”, En Métodos dinámicos en economía. México:
Editorial Thomson
• Maya, Guillermo. 2008. “Desde Keynes hasta Lucas” Ensayos de Economía, 18 (32):165-196
• Mazumder, Sandeep. 2008. “The New Keynesian Phillips Curve and the Cyclicality of Marginal Cost” Department
of Economics in its series Economics Working Paper Archive. The Johns Hopkins University. No. 545.
• Phillips, Alban William Housego. 1958. “The Relation Between Unemployment and the Rate of Change of Money
Wage Rates in the United Kingdom, 1861-1957” Economica, 25.
• Romer, David. 2006. Macroeconomía avanzada.3a Edición. Madrid: Mc Graw Hill.
• Summers, Lawrence. 1995. “La ilusión científica en la macroeconomía empírica” Cuadernos de Economía,
14(23):177-183
• Whelan, Karl. 2009. Lecture and class Notes: http://www.tcd.ie/Economics/staff/whelanka/topic7.pdf
• Woodford, Michael. 1996. “Control of the public debt: a requirement for price stability” NBER working paper series.
Cambridge.
14 Ver el apéndice sobre la proxies que se usan de los costos marginales teóricamente en las
estimaciones y la importancia que tiene la estimación de la curva de Phillips neokeynesiana.
[65]
Galí y Gertler (1999:219) encuentran, usando la expresión anterior, que los costos marginales
reales son buenos estimadores de la dinámica inflacionaria. No obstante han aparecido críticas
como Mazumder (2008) sugiriendo que los costos marginales no son buenos determinantes ni
de la brecha del producto ni de la dinámica inflacionaria y hasta pueden resultan no pro cíclicos.