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Páginas legales

Jurado académico 2011

Presidente del Jurado


Francisco Sabatini Downey
Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile

Alan Gilbert
Universidad de Londres, Inglaterra

Alfonso X. Iracheta Cenecorta


El Colegio Mexiquense A.C., México

Alfonso García Santos


Universidad Politécnica de Madrid, España

Alfredo Stein Heinemann


Universidad de Manchester, Inglaterra

Analía Vazquez
Universidad Nacional de Mar de Plata, Argentina

Eduardo Mario Reese


Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina

Elena Jorge Sierra


Universidad de Alicante, España

Enrique Orozco Arria


Universidad Nacional Experimental del Táchira, Venezuela
Francisco Hernández Olivares Julio Calderón Cockburn
Universidad Politécnica de Madrid, España Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú

Francisco Santiago Yeomans Reyna Martim O. Smolka


Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México Lincoln Institute of Land Policy, Estados Unidos

Georgina Isunza Vizuet Montserrat Pareja Eastaway


Instituto Politécnico Nacional, México Universidad de Barcelona, España

Gonzalo Martínez Barrera Patricia Ávila García


Universidad Autónoma del Estado de México, México Universidad Nacional Autónoma de México, México

Hilda María Herzer Pedro Abramo


Universidad de Buenos Aires, Argentina Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil

Horacio Capel Saez Pedro Lorenzo Galligo


Universidad de Barcelona, España Universidad Politécnica de Cataluña, España

Ignacio Carlos Kunz Bolaños Peter M. Ward


Universidad Nacional Autónoma de México, México Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos

Irene Blasco Lucas Priscilla Connolly Dietrichcen


Universidad Nacional de San Juan, Argentina Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México

Jahir Rodríguez Rodríguez Renato Cymbalista


Universidad Autónoma de Manizales, Colombia Universidad de São Paulo, Brasil

Juan José Gutiérrez Chaparro René Marie Alexandre Coulomb Bosc


Universidad Autónoma del Estado de México, México Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México
Ricardo Jordán F. Jurado de calidad 2011
Comisión Económica para América Latina y El Caribe (cepal)

Rosana Gaggiho Pacharoni


Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina Ariel Cano Cuevas
Director General de la Comisión Nacional de Vivienda, México

Ruby Mejía de Gutiérrez


Universidad del Valle, Colombia Luis Foncerrada Pascal
Director General del Centro de Estudios del Sector Privado, México

Samuel Jaramillo González


Universidad de los Andes, Colombia Javier Gavito Mohar
Director General de la Sociedad Hipotecaria Federal, México

Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro


Universidad Nacional Autónoma de México, México

Sergio Vega Sánchez


Universidad Politécnica de Madrid, España

Silverio Hernández Moreno


Universidad Autónoma del Estado de México, México

Tanus Moreira
Pontificia Universidad Católica de Paraná, Brasil

Tito Alejandro Alegría Olazábal


Colegio de la Frontera Norte, México

Wiley Ludeña Urquizo


Universidad Nacional de Ingeniería, Perú
Secretaría permanente 2011 Organización 2011

Francisco Sabatini Downey Karen Capdeville Cureño


Representante del Jurado Académico Silvia Castillo Ortega
Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile Amelia Fuentes Marín
Alba Gámez Martínez
Liliana García Zárate
Nadiezhda de la Uz Blanco
Miguel Ángel Guerrero Sámano
Representante de Sustentabilidad y Rentabilidad Social
Martha Imelda Pacheco Palma
Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, México
Edgar Gabriel Peña Valdés
Miguel Torres Blancas
Rosario Rogel Salazar Lizeth Vilchis Carbajal
Representante del Sistema de Información Científica Redalyc Claudia Zenteno
Universidad Autónoma del Estado de México, México

Rodrigo Zárate de Paul Gracias al apoyo de


Coordinación Técnica de la Secretaría Permanente
Universidad Autónoma del Estado de México, México

Eduardo Aguado López


Miguel Ángel Aguirre Pitol Nelson Arteaga Botello
Asesor de la Secretaría Permanente Arianna Becerril García
Universidad Autónoma del Estado de México, México Víctor E. Pérez Orozco
Rosamaría Ortiz Chío
Mayela Vázquez Ávila
Mensaje del
Director General del Infonavit

Por tercer año consecutivo, el “Premio Iberoamericano de Tesis de Inves-


tigación sobre Vivienda Sustentable: Infonavit-Redalyc” se ha convertido
en la oportunidad ideal para que diversos trabajos de investigación de
tesis de posgrado aporten conocimientos sobre la realidad de las ciudades
en Latinoamérica, enriqueciendo la estrategia institucional en materia de
vivienda.
Las aportaciones de las tesis de investigación básica y aplicada, nos han
permitido dar un paso más en la meta de consolidar ciudades mejores y más
habitables donde los conjuntos habitacionales se integren al tejido urbano
en entornos competitivos que aporten valor, fomenten la vida en comuni-
dad, familias con un desarrollo pleno, buscando en todo momento estrechar
lazos y unir esfuerzos ante problemáticas que nos son comunes en la región
iberoamericana.
Nos complace ver cómo este concurso ha estimulado el interés por rea-
lizar investigaciones sobre vivienda sustentable en México y América Latina
y que las mujeres, quienes conformaron la mayoría de participación en esta
convocatoria, se hicieran acreedoras a tres de los cuatro primeros lugares.
Es digno de mencionar que en esta ocasión uno de los estudios reali-
zados se llevó a cabo en Xalapa, Veracruz. El análisis de la problemática
de los asentamientos informales en México; la producción y uso de espa-
cios públicos en barrios informales; la vivienda social de mercado: con-
fluencia entre Estado, empresas constructoras y capital financiero así como
el análisis del ciclo de vida de la vivienda de interés social en México, son
los temas de los cuatro lugares ganadores de esta emisión. Estudios que
no nos queda duda resultan de gran interés para mejorar las condiciones
actuales que se viven en estos asentamientos.

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18 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores Mensaje del
(Infonavit) y la Universidad Autónoma del Estado de México, a través de
su Comunidad de Estudios Territoriales Redalyc (cet) nos comprometi-
Rector de la uaemex
mos a editar los trabajos ganadores en un esfuerzo conjunto por concretar
el acceso abierto al conocimiento. En esta edición estamos innovando la
presentación de estos materiales en distintos formatos electrónicos, lo que Investigación, docencia y extensión, son las tres funciones sustantivas de
representa un cambio en la lectura tradicional al permitir acceder con un toda institución académica comprometida con su entorno. Fomentar la vin-
sólo toque a la información que sustenta cada trabajo. Todos los materiales culación de estas actividades con los sectores sociales y productivos es una
son de acceso abierto para lograr una mayor y mejor difusión de los traba- tarea prioritaria, pues constituye la razón de ser del conocimiento relevante.
jos ganadores, no sólo dentro de la comunidad científica sino al público Y si bien este vínculo es indispensable, no siempre se tiene la fortuna de
en general. lograr resultados fructíferos, duraderos y, sobre todo, de excepcional valor.
Esperamos que esta serie continúe contribuyendo a la generación de Fue en el mes de noviembre de 2008 cuando se firmó un primer con-
propuestas y soluciones a la problemática de la vivienda sustentable en Ibe- venio de colaboración entre el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
roamérica, abriendo espacios de comunicación e intercambio entre institu- para los Trabajadores (Infonavit) y la Universidad Autónoma del Estado
ciones sociales y academia, manteniendo vigente el reto de construir ciudades de México, con el objetivo de consolidar un sistema de información que
sustentables en los ámbitos económico, social y ecológico para impactar de permitiera difundir los principales trabajos académicos generados sobre
manera favorable en la calidad de vida y bienestar de la población. estudios de vivienda y territorio de toda Iberoamérica.
Como parte de esta colaboración, se desarrolló la Comunidad de
Víctor Manuel Borrás Setién
Estudios Territoriales Redalyc (cet), que busca impulsar la generación
Director General del Infonavit
y difusión de nuevos conocimientos, métodos y estrategias de análisis
sobre temáticas de interés para las ciudades de Iberoamérica. Así, en el
marco de las actividades de esta Comunidad, en julio del 2009 se lanzó
la primera convocatoria al “Premio Iberoamericano de Tesis de Investi-
gación sobre Vivienda Sustentable: Infonavit-Redalyc” con una excelente
recepción por parte de la comunidad académica.
Este premio, estamos convencidos, vino a llenar un vacío existente no
sólo en el reconocimiento de los mejores trabajos de investigación sobre
temas relativos a la vivienda sustentable en el ámbito Iberoamericano, sino
particularmente –y acaso más necesario para nuestra región– en la difu-
sión de métodos y estrategias de análisis que, las más de las veces, están
condenadas al anonimato. La publicación de las tesis ganadoras es par-

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20 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

te del compromiso de las instituciones convocantes, como también lo es Presentación


desarrollar el –hasta ahora– único y más grande repositorio de tesis digita-
les sobre temas de vivienda de Iberoamérica.
El acceso abierto es el denominador común de este trabajo en colabo-
ración, en una región como la nuestra marcada por profundaas desigual-
dades sociales, es indispensable desarrollar proyectos que brinden el más La realidad de nuestras ciudades, y en particular sus problemas habitacio-
amplio acceso al conocimiento que se desarrolla en los centros de inves- nales, están cambiando más rápido de lo que imaginamos, haciendo de la
tigación. El invaluable apoyo y respaldo que brinda el Infonavit, le otorga investigación en vivienda sustentable una necesidad. Nuevos problemas,
un valor adicional a este proyecto: un diálogo abierto y franco entre aca- desafíos y oportunidades están surgiendo en nuestros barrios, en los mer-
demia e instituciones sociales, en beneficio de la población que habita las cados inmobiliarios, en la industria del sector, en nuestras instituciones y
ciudades, que unos construyen y otros analizan. sistemas de gestión. La sustentabilidad social, y no tan sólo la sustentabili-
En ocasión del 40 Aniversario del Infonavit, la comunidad de la Univer- dad ambiental, están en jaque en el medio urbano.
sidad Autónoma del Estado de México se complace en ser parte de este El Premio Iberoamericano en Tesis de Investigación sobre Vivienda
esfuerzo que permite poner a disposición del público en general los cuatro Sustentable de Infonavit-Redalyc, que está entregando con estos libros los
libros electrónicos derivados de las tesis acreedoras a los tres primeros luga- resultados de su tercera versión correspondiente al año 2011 –ya empeza-
res en la categoría “A” investigación básica, y al primer lugar de la categoría mos a mirarlo como una tradición—ayuda a aliviar el significativo vacío
“B” investigación aplicada, como parte de la tercera emisión de este Premio que hay en materia de investigación en este campo.
que, estamos seguros, se consolida ya como uno de los principales reconoci- Debemos reconocer, por lo mismo, el aporte que han hecho estas dos
mientos en este campo disciplinar en la región Iberoamericana. instituciones al haber creado y reeditado el Premio, lo mismo que debe-
mos nuestra gratitud a las personas que, con profesionalismo y tesón, lo
Eduardo Gasca Pliego sostienen día a día: Nadiezhda de la Uz, Rosa María Ortíz, Rosario Rogel,
Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México Eduardo Aguado y Rodrigo Zárate han sido sus orfebres y merecen una
explícita mención.
Entre las transformaciones que sobrellevan las ciudades y que desafían
nuestra comprensión, se cuentan las que han agravado los problemas de
sustentabilidad social y las que han agravado los problemas de sustenta-
bilidad ambiental. Los guetos urbanos y la congestión del tráfico destacan
entre esas amenazas, pero hay muchas otras. También están los cambios
que abren nuevos horizontes y nuevas oportunidades, muchos de los cua-
les toman forma en la actividad de las personas y comunidades, en los
mercados urbanos y sector inmobiliario más complejos, y en el papel más

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22 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Presentación 23

gravitante que el Estado ha asumido, especialmente a través de programas Estos cuatro libros se suman a los seis anteriores derivados de las emi-
de obras públicas que se proyectan al conjunto del espacio urbano, o de siones 2009 y 2010 de este Premio. Con ello sumamos ya en total 10 volú-
políticas de vivienda que crecen en cobertura social. menes de la Serie.
Nos debe complacer el hecho de que las tesis ganadoras en esta tercera Digno de mencionar es, también, que en esta ocasión se realice la
versión del Premio nos aporten, justamente, conocimiento relevante de cara publicación de los libros en distintos formatos electrónicos, todos de acceso
a esos desafíos: la construcción y recreación de barrios y espacios públicos abierto, haciendo posible una mayor y mejor difusión, amplia y democrática
por sus mismos habitantes y usuarios, la relación entre negocio inmobiliario de los trabajos ganadores. El que la construcción de estos materiales haya
y vivienda social, y los desafíos energéticos y de diseño que encierra la pro- sido pensada con tales características, revoluciona el trabajo de investigación
dado que facilita la búsqueda e identificación de los contenidos, lo que
ducción de vivienda social en nuestro medio.
permite acceder con solo dar un toque a toda la información que sustenta
Debemos destacar de esta tercera versión, además, el hecho de que algo
estas investigaciones.
más de la mitad de los postulantes hayan sido mujeres, y que tres de los
cuatro premios, incluyendo el primero, haya sido justamente para ellas. Francisco Sabatini Downey
Por otro lado, el que los dos primeros premios hayan correspondido a Presidente del Jurado Académico
tesis elaboradas en universidades europeas resume muy bien el propósito
del Premio: más que estimular la investigación realizada en vivienda susten-
table en esta región del mundo, se pretende estimular la investigación acerca
de esta región. No deja de ser emblemático que la tesis que obtuvo el primer
premio sea la de la británica Melanie Lombard, realizada en la Universi-
dad de Sheffield uk, quien analiza la problemática de los asentamientos
informales en México. Por su parte, el segundo lugar correspondió a Jaime
Hernández García –colombiano de origen– quien realizó sus estudios en
la Universidad de Newcastle uk, en torno a la producción y consumo de
espacios abiertos en asentamientos populares. La tesis acreedora al tercer
lugar, realizada por Lúcia Shimbo de Brasil, aborda una temática de crucial
importancia para el mercado inmobiliario: la confluencia entre Estado, em-
presas constructoras y capital financiero.
En esta ocasión, se decidió otorgar un premio específico para las tesis
de investigación aplicada. Resultó seleccionado el trabajo de Elizabeth Val-
dez Medina quien nos ofrece un análisis del ciclo de vida de la vivienda de
interés social en México.
Introducción 25
26 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Introducción 27

Introducción Sin embargo, estos ‘nuevos’ análisis que promueven caminos diferentes
y alternativos para explicar los asentamientos urbanos informales coexisten
con las ‘viejas’ ideas y perspectivas. Entre el pensamiento ‘viejo’, que sigue
vigente e influencia fuertemente las políticas en Colombia, y en buena parte
Espacios públicos en asentamientos
de América Latina, está la idea de la existencia de dos ciudades dentro de
urbanos populares la ciudad: la formal y planeada junto a la informal no planeada e ilegal, la
cual “es el resultado de un proceso urbano, especulativo y caótico del de-
Los asentamientos urbanos informales son el presente y futuro urbano para sarrollo periférico, sin vías, transporte ni servicios públicos” (Rueda-García,
una gran parte de la población en América Latina. Son mucho más que casas 2000: 2). A pesar de ciertas excepciones a nivel municipal, las políticas
y calles, son personas interactuando con los espacios. Las dinámicas de estos están diseñadas para prevenir estas prácticas, erradicar estos asentamientos
asentamientos van mucho más allá de la falta de viviendas y establecimientos cuando y en donde sea posible, y construir nuevas casas en otras áreas de la
urbanos, como es común en la política habitacional de Colombia. ciudad para reubicar a las personas. Dichas políticas han conseguido resul-
Este libro analiza los espacios públicos (espacios abiertos) de los barrios tados muy limitados (“Vivienda informal esta ‘disparada’, edificaciones
informales o populares en Bogotá. Presenta los principales hallazgos de la ilegales subieron 17% en los últimos años”) (El Tiempo, mayo 11, 2010).
investigación sobre estos espacios: ¿Qué son? ¿Cómo funcionan? y ¿Qué Si bien los ‘viejos’ enfoques en torno a los asentamientos urbanos
significan para las personas? Esta investigación se realizó en la Universidad populares tienen ciertas limitaciones, los análisis ‘nuevos’ también han
de Newcastle Upon Tyne, en Inglaterra, con apoyo del Programa de la sido criticados. A decir de Varley (2009) con esta ‘nueva’ literatura se corre
Unión Europea de Becas de alto nivel para América Latina, (ALBan, por el riesgo de generar percepciones equívocas acerca de la precariedad de las
sus siglas en inglés); y la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá. edificaciones y de la lucha de sus habitantes. De hecho, algunos de estos
trabajos son considerados por varios especialistas como un riesgo dado
que pueden dar un mensaje incorrecto a los gobiernos, tal como lo señalan
Asentamientos urbanos informales o populares Torres y Castillo (2009), quienes abogan por cambios estructurales en las
políticas de desarrollo en Colombia, porque las acciones locales y creativas
Aunque los asentamientos urbanos informales o populares se han estudiado de personas y organizaciones no pueden, por sí mismas, manejar el com-
desde hace mucho tiempo, de alguna manera han sido olvidados. Sin plejo fenómeno expansivo de los asentamientos urbanos informales. Sin
embargo, en la actualidad la atención entre académicos y profesionales embargo, esta ‘nueva’ literatura argumenta que la informalidad no es
resurge, así como nuevas evidencias y argumentos. Como ejemplo de ello necesariamente un problema, sino que puede ser una oportunidad; como un
destacan los trabajos de Brillembourg et al. (2005), Hernández, Kellett y modo alternativo de producción de espacio (Roy, 2009). Para Brillembourg,
Allen (2010) así como el número especial de Harvard Design Magazine Feireiss et al. (2005), los asentamientos urbanos informales son el presente
(2008), que vienen a complementar más de cinco décadas de estudios y y futuro urbano para una gran parte de la población en América Latina, e
trabajos de académicos y profesionales Latinoamericanos. incluso pueden ser la clave para el siglo xxi en términos de riqueza, creatividad
28 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Introducción 29

y logros. En primera instancia, estas ideas sobre informalidad se consideran impedida, pero saben que están en el lugar del otro, sólo después de visi-
como un acercamiento válido a la producción de espacio urbano. Segundo, tar un lugar determinado en varias ocasiones y conocer a sus personas, se
cuestionan los discursos binarios y de marginación como formal/informal, puede sentir el derecho a estar allí, al menos como visitante bienvenido.
legal/ilegal, planeado/no planeado, etc. Con lo que buscan ver los asenta- ‘Público’ es un concepto complejo incrustado en la dialéctica, entre lo
mientos como son, como parte de las ciudades, con problemas, oportuni- privado y lo público, con implicaciones sociales, culturales y políticas. La
dades, e incluso, con lecciones para otros acerca de integridad, inclusión y evidencia sugiere que en los barrios, es una cuestión de la relación entre el
diversidad (Fiori y Brandao, 2010: 190). Finalmente, la tercera contribu- interior de la casa y afuera en la calle, como argumenta Riaño (1990), en
ción es reconocer a las personas detrás de las casas y el espacio urbano. “El lugar de una dicotomía entre lo privado y lo público. Con esto en mente,
sector informal surge como un sistema complejo de interacciones sociales” los ‘espacios abiertos’ parecen apropiados para identificar estos lugares.
(Ramírez, 2010: 138), así como los asentamientos urbanos informales son Kohn (2004) identifica tres componentes de espacio público: la propie-
mucho más que casas y calles –también son personas interactuando con los dad, la accesibilidad y la intersubjetividad. La propiedad está relacionada
espacios. Las dinámicas de los asentamientos urbanos informales van mucho con la propiedad pública, la accesibilidad significa permitir la entrada a
más allá de la falta de vivienda y servicios urbanos, como es común en todos, sin restricciones, y la intersubjetividad se refiere a fomentar la comu-
las políticas de Colombia. Estas ideas son el tema principal de este libro, nicación y la interacción. La propiedad puede ser entendida de manera
especialmente desde la perspectiva de las interacciones entre las personas y similar en el contraste de los espacios abiertos de los barrios populares con
los espacios y cómo estas relaciones influyen los aspectos social y físico del los de la ciudad, pero la accesibilidad y la intersubjetividad se constituyen
barrio popular. de manera diferente. Esto se puede explicar –y se analizará en este libro–
como resultado de la estrecha relación entre las personas y los lugares. Los
espacios abiertos de los barrios tienen características particulares debido a
¿Espacios abiertos o públicos?
su conexión con la gente. En otras palabras, son socialmente producidos y
construidos, estos conceptos dobles y superpuestos ayudan a explicar cómo
"Si un lugar es igualmente accesible a todos, independientemente de sus la materialidad física se transforma, se expresa y se hace significativa. Por lo
capacidades físicas, edad, género, origen étnico, nivel de ingresos y estatus tanto, el interés de esta investigación es explorar la relación entre la gente
social, se le puede llamar un espacio público" (Madanipour, 2010: 242). y el lugar en los espacios abiertos de los asentamientos urbanos informales.
Con esta definición se puede argumentar que ningún espacio es completa- Holloway y Hubbard (2001: 7) afirman que "se ha convertido en un axioma
mente accesible por igual a todos. Este es el caso de los espacios públicos en en la Geografía Humana que a medida que las personas construyen lugares,
los barrios populares, que no son totalmente públicos, lo son en términos los lugares construyen a las personas (infiriendo la reciprocidad entre las
de accesibilidad (en cierta medida) y de propiedad (la mayoría de ellos), personas y el lugar)", o Carmona (2010: 158):"los espacios públicos urbanos
pero no en las condiciones de su uso, lo que influye en su accesibilidad. forman y están formados por la sociedad –sus relaciones de poder, priori-
Estos espacios están más cerca de lo comunitario, donde los extraños son dades y temores", por lo que se investigarán estas relaciones en los espacios
identificados y no son bienvenidos siempre. Su entrada no está físicamente abiertos de los barrios.
30 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Introducción 31

A pesar de que –comparado con los estudios sobre vivienda– los Objetivos, temas y preguntas de investigación
espacios abiertos en los asentamientos urbanos populares o ‘barrios’, en
Colombia se han estudiado poco, destacan tres vertientes en su abordaje: Este estudio explora la relación entre las personas y los espacios abiertos en
los asentamientos urbanos informales de Bogotá. La gente en estas áreas
• La primera es el punto de vista ‘institucional’, evidente en las políti-
desarrolla sus propios entornos construidos a través de sus propias ideas,
cas nacionales, cuyo objetivo es evitar que los asentamientos urbanos
iniciativas y posibilidades económicas. El propósito de esta investigación es
informales se desarrollen, y si es posible erradicarlos y/o reubicarlos.
entender cómo funcionan los espacios abiertos de los barrios y las formas
En este contexto, donde el interés está principalmente en la vivienda
en que los usuarios locales producen, consumen, transforman, expresan
y la infraestructura, los espacios abiertos pocas veces se discuten.
y les dan sentido. Los espacios abiertos en los asentamientos urbanos
• La segunda visión se encuentra en algunas políticas y programas
informales, –como la reserva de viviendas– son en gran medida producto
municipales, especialmente en Bogotá, se centra en la creencia de que
de procesos locales de autogestión; sin embargo, no se ha logrado un nivel
las intervenciones masivas en los espacios abiertos de los barrios, tales
proporcional de comprensión de sus procesos quizá porque, con frecuencia
como parques y bulevares, puede contribuir a la mejora de estas áreas y
son vistos como espacios sobrantes con poco valor. Sin embargo, desde las
de las condiciones de vida. En este sentido, el programa Favela Bairro,
primeras etapas de la formación del barrio, juegan un papel importante
en Brasil, promueve los espacios abiertos como integradores sociales,
en la dinámica física y social, aunque su mejora y consolidación no se
"hay una fuerte dependencia en la función que el espacio público puede
realiza hasta varios años después. Mediante el estudio de los espacios
desempeñar para unir a las personas, haciendo hincapié en la impor-
abiertos se propone contribuir al debate sobre los asentamientos urbanos
tancia de la calidad del diseño y la arquitectura" (Riley, Ramírez et al.,
informales, considerándolos como una oportunidad para conocer dife-
2001: 527). A pesar de que los recientes proyectos desarrollados en
rentes formas de pensar y hacer ciudad, a partir de los siguientes objetivos:
Bogotá son importantes, limitados en tamaño e impacto en compara-
ción con la dimensión de la ciudad y las necesidades de las personas. • Identificar y caracterizar los espacios abiertos de los asentamientos
• La tercera perspectiva está relacionada con la producción y el uso urbanos informales en términos físicos y sociales.
de estos lugares, y se ocupa de documentar las prácticas sociales y • Examinar la producción de los espacios abiertos, sus procesos de
de apropiación del espacio abierto. En el contexto colombiano, los transformación, así como los diferentes actores involucrados.
trabajos de Riaño (1990), Saldarriaga (1996), Viviescas (1997), Rojas • Investigar el uso de los espacios abiertos, desde la perspectiva coti-
y Guerrero (1997), Niño y Chaparro (1997), y Avendaño y Carva- diana y funcional.
jalino (2000) constituyen estudios importantes. Esta investigación, • Explorar la forma, el lenguaje y los significados, asociados a los
informada por las dos primeras perspectivas, tiene como objetivo espacios abiertos, y reflexionar sobre su relación con las prácticas de
contribuir al debate de la tercera, a la relación entre la gente y el lugar, producción y uso.
y el lenguaje formal y los significados asociados con la materialidad • Contribuir a la comprensión de los asentamientos urbanos infor-
observada como resultado. males y su potencial para construir ciudad y sociedad.
32 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Introducción 33

Los asentamientos urbanos informales, los espacios abiertos, y las rela- Los espacios abiertos del barrio popular son principalmente usados por las
ciones de las personas y el lugar, son temas que están cubiertos en esta personas que viven en las inmediaciones, así como por otros que viven y/o
investigación, teórica y empíricamente, con el fin de alcanzar los objetivos trabajan en la misma área, con la presencia ocasional de forasteros. Estos
propuestos. espacios son utilizados de dos formas: funcional y simbólica. La primera
puede ser entendida como el vínculo físico y cotidiano, la segunda, como
• Los asentamientos urbanos informales, son el contexto y el marco experiencia y representación, que generan diferentes niveles de relación
de la investigación. entre personas-lugar y, al mismo tiempo, estos intercambios influyen a la
• Los espacios abiertos, son la herramienta con que se consideran gente y el lugar. Se trata de la construcción social de los espacios abiertos,
los asentamientos urbanos informales, y serán sujeto de análisis y por lo que con esta pregunta se aborda el uso en los barrios de los espacios
discusión. abiertos y sus implicaciones.
• Las relaciones de las personas y el lugar, constituyen las herramientas
teóricas y metodológicas utilizadas para llevar a cabo la investigación. • ¿Cuál es la forma y el lenguaje empleado en los espacios abiertos y
cómo pueden ser entendidos e interpretados?
En la práctica, los tres temas anteriores están unidos entre sí y tienen sen-
tido en su interrelación, pues se orientan por las siguientes preguntas de Los espacios abiertos de los barrios están íntimamente relacionados con sus
investigación: colonos, y esta relación se manifiesta por el entorno construido. La riqueza y
creatividad que se puede encontrar sugiere la existencia de un lenguaje espe-
• ¿Cómo es diseñado, construido, manejado, transformado y sostenido cífico en estas áreas. Esta pregunta busca interpretar la producción tangible
el espacio abierto? y observable acerca del lenguaje y su significado del espacio abierto.
En suma, con esta investigación se pretende ofrecer una mayor com-
Los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales así como las prensión de las dinámicas sociales y espaciales de los asentamientos urba-
viviendas, son producidos y transformados por sus propios usuarios. Sin nos informales, y de sus espacios abiertos que son generalmente poco
embargo, no se conoce mucho cómo funciona esta producción, debido analizados. Si bien los datos cualitativos que se ofrecen dependen del
a que estos lugares generalmente se consideran poco importantes tanto contexto que se analiza, los resultados pueden ser útiles para contextos
para los colonos populares como para la ciudad. Esta pregunta es acerca similares en Colombia y América Latina. Por último, este estudio podría
de la producción social del espacio abierto, aborda las diferentes fases de contribuir, de alguna manera, a la mejora de las condiciones de vida en
producción de los espacios abiertos, sus procesos de desarrollo, los actores estos asentamientos, mediante la concientización a sus potencialidades y
involucrados y la forma de actuar, así como las estrategias de mejora. dificultades.
• ¿Cuál es la relación entre los espacios abiertos y las personas (usuarios)
que los crean y transforman?
Capítulo I

Espacios abiertos en asentamientos


urbanos informales en Bogotá

En Colombia, la mayor concentración de zonas urbanas se localiza en Bogotá.


Su evolución ha sido determinada por sus habitantes y se han iniciado de tanto
de manera formal como informal. Los espacios abiertos en los barrios se exami-
nan centrándose en los programas municipales y los actores involucrados.

Introducción

Esta investigación se desarrolló en la ciudad de Bogotá, capital de Co-


lombia que, como el resto de América Latina, se caracteriza por sus altos
niveles de urbanización. En Colombia, más de 70% de su población

34 35
36 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 37

habita en zonas urbanas y, de hecho, Bogotá concentra la mayor aglome- en contraste con la urbanización arquitecto-producida que enfatiza la forma
ración, con casi siete millones de habitantes, supera a las otras grandes física de los edificios a menudo a expensas de los usuarios" (Kellett, 2008: 11).
ciudades colombianas como Medellín, Cali o Barranquilla, con cerca de
dos millones cada una (dane, 2007). "Desde la distancia, Bogotá pare-
Creación y expansión de los
ce cualquier cosa menos la metrópoli supuestamente empobrecida de
asentamientos urbanos informales
América Latina" (Gilbert, 1998: 2). Es el centro económico del país, con
un ingreso per cápita de más de 140% por encima de la media nacional
y 15 puntos más alto que el resto del país en el índice de calidad de vida Bogotá, al igual que la mayoría de las ciudades colombianas, mantuvo una
(Banco Mundial, 2007). Las últimas cuatro administraciones munici- dimensión pequeña desde su fundación, en 1538, hasta el comienzo del
pales han mejorado mucho la ciudad, con espacios públicos, bibliotecas, siglo xx. La población, en 1905, se estimó en alrededor de 100 000 habi-
escuelas y medios de transporte. Sin embargo, este bienestar no es com- tantes (Torres, 2009: 100). En la década de los años veinte y treinta, con la
partido por la mayoría, según un informe municipal 49.6% de la pobla- incipiente industrialización, la ciudad comenzó a expandirse debido a una
ción se encuentra por debajo de la línea de la pobreza, con casi el mismo afluencia de recién llegados de las zonas rurales, lo que impulsó una consi-
porcentaje de las zonas urbanas existentes, que iniciaron como asenta- derable explosión demográfica. Por primera vez, la tierra agrícola alrededor
mientos informales (Martín-Molano, 2000). A pesar de su escala, estos de Bogotá estuvo bajo presión por el nuevo desarrollo urbano. Vargas y
asentamientos no son visibles a primera vista debido a que normalmente Zambrano (1988) explican cómo en aquellos años los nuevos modelos de
los asentamientos urbanos informales de Bogotá se encuentran en la peri- vivienda aparecieron en forma de ‘inquilinatos’ (casas de vecindad que se
feria. Estos espacios se caracterizan por la gran escasez de recursos econó- encuentran comúnmente en las áreas centrales, a menudo superpobladas y
micos y urbanos, como infraestructura y servicios sociales, y también por de mala calidad), así como los primeros asentamientos urbanos informales
las deficiencias en materia de vivienda, muchos de estos asentamientos en el oeste y la periferia sur de la ciudad.
avanzan gradualmente hacia la consolidación, gracias a la autoconstruc- Sin embargo, fue en los años cuarenta y cincuenta que el crecimiento
ción y a las prácticas de autogestión. de Bogotá se volvió realmente visible, con consecuencias para la planea-
Los asentamientos urbanos informales en Bogotá son una parte diná- ción urbana y económica. Esta tendencia se hizo aún más evidente en
mica de la ciudad en términos físicos, económicos, sociales y culturales. Su los años sesenta y setenta, y sólo se desaceleró hasta finales de los años
desarrollo está determinado en gran medida por los propios habitantes. Ini- ochenta y noventa (Torres y Castillo, 2009). La industrialización fue una
cian de manera formal o informal (se explica más adelante), pero después de las razones, pero una circunstancia relativamente nueva contribuyó a
de unos años ya no es posible confirmar el origen de una parte específica llevar a la gente a las ciudades: la violencia política en el campo, que con-
o de la totalidad de ellos. Están en constante cambio y transformación, a tinúa hasta nuestros días. Estas tendencias produjeron una considerable
menudo con un apoyo mínimo de las entidades públicas o privadas. "Los demanda de vivienda y servicios urbanos, para los que la ciudad no estaba
asentamientos informales son, por definición, proyectos inacabados en los preparada, con lo que aparecieron otras 'soluciones', algunas en manos
que la autogestión y la creatividad de los ocupantes-constructores es central, de los especuladores y otras por parte de los propios habitantes. El proce-
38 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 39

so de urbanización ‘pirata’ nació aquí, donde un propietario o promotor


de tierra agrícola en las afueras de la ciudad lotificó y vendió las parcelas
individualmente, sin servicios públicos, calles adecuadas, transporte, ni
permiso de planeación urbana o de construcción (Arango, 1982). La
invasión de tierras por comunidades organizadas e individuos también
fue moneda corriente en este periodo. Los planificadores de la ciudad y
los administradores no podían hacer frente a estos nuevos asentamientos,
pero hasta cierto punto los permitieron porque significaban una forma de
resolver la dinámica social y urbana de la ciudad (Rueda-García, 2000). De
1930 a 1990 la población de Bogotá se multiplicó veinte veces, pasando
de 300 000 a 6 000 000 de habitantes (Torres, 2009). Entre 1938 y 1985,
se multiplicó por diez su tamaño, de 2 514 a 24 056 ha (Red Bogotá,
2010). En gran medida esta expansión se desarrolló por el crecimiento de
los asentamientos urbanos informales. Desde los años cuarenta hasta los
ochenta, el país pasó de tener una población en su mayoría rural, a una
que se concentra en aglomeraciones urbanas. Tabla
El origen de los asentamientos urbanos informales, por lo general, se
puede atribuir a uno de los siguientes factores, o a la combinación de ellos:
la urbanización 'pirata', la invasión de tierras o el desarrollo individual de
un proyecto público de lote con servicios o en un esquema privado. La
Tabla 1 resume las principales características.
Hoy en día, Bogotá sigue en crecimiento y la migración forzada y vo-
luntaria de las zonas rurales presenta una contribución significativa a este
crecimiento. El desplazamiento forzado es debido a la violencia política,
mientras que la migración voluntaria se produce cuando las personas bus-
can mejores oportunidades y tratan de evitar la pobreza rural. Aproxima-
damente 30% de los nuevos habitantes urbanos en los últimos años son
inmigrantes provenientes de zonas rurales (Banco Mundial, 2007). Una
gran proporción de estos nuevos habitantes urbanos se establece en los
asentamientos urbanos informales (ver Figura 1).

Figura
40 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 41

Características actuales de los Actualmente los asentamientos urbanos informales de Bogotá no sólo
asentamientos urbanos informales cubren grandes áreas, sino que también son diversos –en su origen, en los
niveles de consolidación y en la dinámica social (ver Figura 2). En la misma
zona coexisten diferentes orígenes formales e informales, y después de la
Los asentamientos urbanos informales son hoy en día una característica
transformación y consolidación con el tiempo puede llegar a ser impo-
constante del proceso de urbanización de Bogotá, no crecen al mismo
sible distinguirlos, como sugiere Kellett (2005). Los asentamientos urbanos
ritmo que en los años sesenta y setenta, pero siguen un crecimiento más
informales constituyen no sólo una práctica espacial, sino también una
acelerado que el resto de la ciudad. Más de 50% de la expansión urbana
respuesta social a los retos de la ciudad.
se da a partir de algún tipo de patrón informal, urbano y/o desarrollo de
vivienda (Rueda-García, 2000). Si bien es posible encontrar este tipo
de asentamientos en zonas centrales, lo más común es que se localicen en
la periferia. En las políticas de vivienda estos asentamientos se definen
como zonas urbanas que carecen de recursos económicos y urbanos, infra-
estructura, viviendas adecuadas y servicios sociales. Pero puede argumen-
tarse que su principal característica es que se han desarrollado, en gran
medida, a través de prácticas de autogestión, con poca participación de
organismos públicos o privados.
Hoy en día, además de las formas 'tradicionales' de creación y trans-
formación de los asentamientos urbanos informales, algunos programas de
vivienda pública y, más recientemente planes privados de vivienda, intentan
aportar a la solución de techo para la población de escasos recursos. Sin em-
bargo como Tarchopulos y Ceballos argumentan, muchos de estos proyec-
tos a pesar de sus inicios formales han tenido una serie de transformaciones
que es difícil distinguirlos de los desarrollos informales cercanos:

Las soluciones ofrecidas [por los proyectos de vivienda pública y priva-


Figura
da] para usuarios de bajos ingresos no cumplen las expectativas mínimas
de la gente. Un gran número de estas casas tuvieron que ser demolidas Políticas y programas
y 85% han tenido que adaptarse para poder satisfacer las necesidades
básicas.
Las políticas urbanas de vivienda tanto nacionales como municipales, tienen
(Tarchopulos y Ceballos, 2003: 16) por objetivo organizar, mejorar y, en cierta medida prevenir la formación de
42 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 43

nuevos asentamientos urbanos informales. En general, en las últimas déca- 2. Fomentar la renovación urbana y la creación de espacios públicos,
das se ha registrado un cambio en las políticas de provisión de vivienda y además de la reubicación de asentamientos.
servicios con el fin de impulsar el mercado en el sector; en otras palabras, de 3. Mejorar los sistemas de información urbana.
construir las casas e instalaciones urbanas, se ha pasado a otorgar subsidios a 4. Promover proyectos de vivienda mediante estrategias financieras y
los residentes y facilitar los procedimientos del sector privado. concesión de subvenciones. (Giraldo, Bayona et al., 2009).
Las acciones derivadas de estas políticas vinculan las políticas de vivienda
a las macroeconómicas, lo que significa un apoyo a la economía a través de En el nivel municipal el Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá,
la construcción de viviendas. Este tipo de decisiones son ampliamente criti- (pot) desde sus inicios en el año 2000, se orientó al desarrollo urbano de
cadas por algunos académicos, como Saldarriaga (2003), quien argumenta la ciudad. El pot divide la ciudad en dos: la formal y la informal, con más
que estas políticas pueden beneficiar al sector privado de la construcción, de 2 500 000 habitantes que viven ‘ilegalmente’ (dapd, 2010) en la ciudad
pero no necesariamente satisfacer las necesidades y recursos económicos de informal. Lo anterior deja claro cómo desde la política, los asentamientos
los residentes, ni están siempre relacionados con la calidad de la vivienda. urbanos informales son vistos como ilegales y marginales; un problema
También sugiere que esto podría ser parte de la razón por la cual los asenta- que necesita ser resuelto.
mientos urbanos informales no han disminuido en las últimas décadas, sino En este sentido, el objetivo principal de la política es cómo proveer
por el contrario, como la gente busca más opciones asequibles y convenien- vivienda que fomente y facilite las iniciativas del sector privado. Para esto
tes, se han expandido. Otras razones se encuentran en el tamaño y la diná- desde el gobierno se definieron tres estrategias:
mica de dichos asentamientos, que hacen que sea virtualmente imposible,
para cualquier política, tener éxito. En este aspecto, las actuales políticas • Mejorar los procedimientos de gestión de la tierra, para ofrecer más
urbanas y de vivienda tienen por objeto, por una parte, proporcionar estra- terreno disponible y combatir la urbanización 'pirata'.
tegias de gestión urbana para desalentar la formación de nuevos asenta- • Mejorar los procedimientos para otorgar permisos de planificación
mientos y, por otro lado, mejorar los asentamientos existentes. Al respecto y construcción, así como facilitar y agilizar las subvenciones de pla-
podría decirse que los resultados han sido limitados, y los grupos urbanos neación y construcción formales.
menos favorecidos siguen como siempre dotándose a sí mismos de viviendas • Ofrecer (a los compradores) y fomentar la construcción de proyec-
y servicios urbanos. tos públicos y privados para animarlos a comprar.
Entre los años 2006 y 2010, las políticas urbanas y de vivienda se
Como una política de segundo nivel, para los asentamientos urbanos infor-
formularon por el gobierno nacional con los siguientes objetivos:
males establecidos se implementó el Programa de Mejoramiento Integral de
1. Mejorar las estrategias de gestión relacionadas con el uso y tenencia Barrios (pmib), con el cual se da atención principalmente a la infraestructura
de la tierra, a fin de proporcionar más suelo a bajo costo para los urbana y las instalaciones; a regularizar la tenencia de la tierra y la legali-
proyectos de vivienda y combatir la urbanización ‘pirata’. zación de los barrios. La oficina central municipal encargada de esta política
es la ‘Caja de Vivienda Popular’ que también cuenta con programas de
44 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 45

mejoramiento de vivienda. Asimismo, la Secretaría del Hábitat tiene de garantizarlo. El espacio público urbano se define en los Reglamentos de
responsabilidades derivadas de esta política, pero más en términos de Planificación de Colombia (Ley 9 de 1989, artículo 5), como las áreas
coordinación de las diferentes oficinas municipales y de servicios públi- de circulación de las ciudades, tanto para peatones como para vehículos,
cos que trabajan directamente en los barrios. áreas de recreación, activas (campos deportivos) y pasivas (parques y jardi-
Lo anterior resume las políticas y programas existentes en Colombia nes); el espacio libre entre los edificios, cuerpos de agua y sus alrededores,
–especialmente en Bogotá– en materia de atención a los asentamientos las áreas naturales dentro de la ciudad, las áreas alrededor de las instalaciones
urbanos informales; pero éstas, aunque bien motivadas no logran los resul- públicas necesarias para operar estos sistemas; y en general todas aquellas
tados esperados en parte por el hecho de que estas políticas no están diri- áreas de interés público y de uso colectivo. En la política, la interpretación
gidas a fines puramente técnicos y sociales, sino que siguen diferentes agen- respecto a la propiedad principal es que el espacio público es lo contrario
das económicas y políticas. También puede argumentarse que –además de de la propiedad privada. Y las principales medidas políticas, especialmente
intentar atender las cuestiones cruciales– entregan lo mínimo necesario para como se observa en Bogotá, se relacionan con la recuperación de espacios
evitar la confrontación y mantener el control social (Gilbert y Ward, 1985). públicos de uso privado, incluidos los vehículos de motor utilizados por
Asimismo, el tamaño de estos asentamientos es muy amplio, las dinámicas vendedores ambulantes, para usos comunes. Se han desarrollado nuevos
urbanas y sociales son complejas y los recursos públicos limitados; dando proyectos de espacio público en Bogotá, incluyendo parques, calles exclusi-
como resultado que la gente siga enfrentando su problema de vivienda y vamente peatonales e iniciativas de renovación urbana para liberar espacio y
servicios urbanos mediante estrategias autogestionarias. mejorar su uso. Un ejemplo de ello es la reciente habilitación del sistema de
transporte colectivo ‘transmilenio’, una alternativa al transporte subterráneo
que se ha constituido en ‘la cara de Bogotá’ y cuyo éxito ha sido llevado a
Espacios abiertos en los asentamientos urbanos
otras ciudades del mundo, como lo reconocen Beckett y Godoy, (2010).
informales: contexto e ideas generales
Algunas de las iniciativas importantes de rescate de espacios públicos
se localizan en los asentamientos urbanos informales, como ejemplo de
El espacio público, ampliamente contemplado en los debates académicos ello son los parques ‘El Tunal’ y el ‘Entrenubes’, o el bulevar y ruta de
y políticos en Colombia, ha tenido un creciente interés en las últimas ciclismo ‘Porvenir’. Estos son los macroproyectos encaminados a generar
décadas. A principios del siglo xx, el concepto de espacio público se asoció un gran impacto, pero con influencia limitada para los barrios populares y
con dos temas: como un lugar urbano para la recreación, el descanso y el la vida cotidiana de la gente. El parque ‘El Tunal’ cuenta con 14 campos de
encuentro; y, como un lugar donde se ubicaban los monumentos públicos fútbol, varios campos de juego, una biblioteca y otras instalaciones, y gran-
(Saydi y Duque, 2003). Sin embargo, no fue sino hasta la década de los des zonas libres, verdes y pavimentadas, está rodeado por una valla y tiene
años cincuenta y sesenta –cuando dieron inicio las primeras políticas de horarios específicos de apertura. El parque ‘Entrenubes’ es un área protegida
desarrollo urbano– que el tema comenzó a figurar. en las montañas orientales al sur de Bogotá. El bulevar ‘Porvenir’ es una
La Constitución Colombiana de 1991 reconoció el derecho de todas vía de 18 kilómetros de largo para peatones y ciclistas que une la periferia
las personas a los espacios públicos, y le confiere al Estado la obligación sur-este de la ciudad. Estas instalaciones y algunas otras similares en una
46 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 47

escala más modesta son importantes en términos de conexión entre los Avendaño y Carvajalino (2000) destacan como importantes contribu-
asentamientos urbanos informales con la ciudad, y la provisión de entrete- ciones al tema. Ellos documentan el uso de los espacios abiertos, la estrecha
nimiento y espacio libre a colonos de barrios populares pero cuyo impacto relación con la casa en un vínculo fuera-dentro, y el enfoque del juego
en la vida cotidiana es reducido. Existe una falta de interés por habilitar en el uso de ‘la cancha’ como uno de los principales espacios abiertos de
espacios abiertos en los barrios, entre otras razones porque se cree que sólo los barrios (ver Figura 3). Asimismo, argumentan la importancia social
la vivienda es importante para el habitante popular. "Los asentamientos para los barrios de los espacios abiertos donde se construye el intercambio
no planificados se enfocan a la obtención del máximo aprovechamiento cultural y los valores sociales.
de la tierra [para vivienda], minimizando así la zona destinada a espacios
públicos" (Ceballos, 2004).
La información actual, disponible por parte del gobierno, con respecto
a los espacios abiertos en los barrios consta de reportes que contienen
datos sobre cuestiones técnicas y financieras acerca de los proyectos desa-
rrollados o por desarrollar en determinadas áreas. Muchos de ellos han
sido impulsados por la política pmib o de los programas osp y opc, que se
explicarán en la próxima sección. Gracias a estas iniciativas se construyen
calles, escaleras, y se remodelan un gran número de parques, lo que pro-
duce un impacto positivo en los barrios; sin embargo, el alcance de estas
iniciativas es bajo en comparación con el tamaño de los asentamientos.
El otro ámbito de participación municipal se produce cuando se celebran
los eventos culturales en los parques del barrio, o cuando el municipio les
organiza, en conjunto con las comunidades y Organizaciones No Guberna-
mentales (ong), eventos de música, danza, cine, ferias y otras actividades que
tienen lugar los fines de semana, con un impacto positivo en los barrios. Sin
embargo, como ocurre con las iniciativas de mejora física, éstas sólo se desa-
rrollan en algunas áreas que tienen un estado relativamente bien consolidado. Figura
Desde una perspectiva académica, la comprensión de los espacios
abiertos en los barrios también es limitada, ya que gran parte del interés Políticas de los espacios públicos
se centra en los temas de vivienda y se supone que estos espacios no son y asuntos de planeación
importantes para las personas o para la configuración de los asentamien-
tos. De esa investigación, las obras de Riaño (1990), Saldarriaga (1996), La sección anterior explicó cómo el derecho al espacio público se expresa
Viviescas (1997), Rojas y Guerrero (1997), Niño y Chaparro (1997), y en la Constitución Política de Colombia, y cómo el Estado tiene la obli-
48 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 49

gación de protegerlo. La política urbana nacional 2006-2010, en relación objetivo 6 m2 por persona, en comparación con el actual reparto de 2.4 m2
con el espacio público, tiene como objetivo mejorar la cantidad y calidad (dapd, 2010). Y, en términos de accesibilidad, se pretende hacer los espa-
de la misma para todas las ciudades de más de 100 000 habitantes. El cios públicos disponibles para todos. Con respecto a la calidad del espacio,
organismo nacional responsable de ello es el Ministerio de Desarrollo las estrategias están relacionadas con la preservación de monumentos y el
Territorial, de la Vivienda y del Medio Ambiente, que establece sus obje- suministro de más mobiliario urbano para calles y parques.
tivos para el espacio público como: Las oficinas municipales participan en proyectos relacionados directa
o indirectamente con los espacios abiertos en los barrios populares. El
• Mejorar los estándares de cantidad y calidad. programa más importante es el pmib, que inició en el año 2000 y se revisó
• Crear redes de movilidad accesibles a las personas con discapacidad. en 2010 (Escallón, 2006). Una de las características de este programa es
• Incorporar atributos ambientales. combatir la 'marginación' desarrollada entre 1998 y 2001, en el que una
• Asegurarse de que es propiedad común (para luchar contra la pri- serie de vías e infraestructura del barrio, las aceras y los parques, se mejoran
vatización) y colectivamente utilizado (dnp, 2006). (Hernández-García, 2007). El programa con enfoque en los espacios abier-
tos fue Obras con Saldo Pedagógico (osp), funcionó desde 1995 hasta 2003.
En el ámbito municipal conecta directrices nacionales con dos tipos de Iniciando durante el primer mandato de la Alcaldía de Bogotá de Antanas
políticas: el pot y el Plan Maestro del Espacio Público (Ley 215, de 2005). Mockus y continuó en la administración de Peñalosa y hasta el segundo
El pot entiende el espacio público como una manera de buscar una ciudad periodo de Mockus. El objetivo de este programa fue mejorar los procesos
más igualitaria mediante la liberación y la mejora del espacio urbano de de participación y gestión y las habilidades de las comunidades, y propor-
uso común (Saydi y Duque, 2003). También vincula el espacio público cionar los recursos para llevar a cabo sus propias iniciativas de construcción
con la movilidad (vías y rutas para ciclistas) y los programas de transporte del medio ambiente (Hernández-García, 2008). Durante el mandato de
(‘transmilenio’). Así como lo que llama ‘Estructura Ecológica Municipal’, Luis Garzón, el programa cambió de nombre a Obras con Participación
incluyendo montañas del perímetro, ríos, arroyos y embalses de agua. Por Ciudadana (opc), pero los objetivos y procedimientos continuaron siendo
otro lado, el Plan Maestro de Espacio Público está más orientado hacia la los mismos. La administración (2008-2011) de Samuel Moreno aún ejecuta
gestión y la forma de alcanzar los objetivos del pot con la participación no el programa; sin embargo, lo que se llama componente social (la participa-
sólo de todas las oficinas municipales, sino también de las comunidades. ción de las comunidades y la mejora de las propias habilidades de gestión)
El Plan Maestro establece tres líneas de trabajo: gestión, el aumento en el pierde importancia ante el componente de construcción. El osp y el opc no
tamaño y la accesibilidad y la calidad. Entre las estrategias de gestión dos representan grandes programas en los recursos y en el número de proyec-
programas tienen especial relevancia para los asentamientos urbanos infor- tos desarrollados; no obstante, sus pequeñas intervenciones influyeron de
males: alentar la participación de las comunidades en el diseño, construc- manera positiva en los espacios abiertos de los barrios y contribuyeron a la
ción y mantenimiento de parques vecinales y comunales; y la mejora de los organización comunitaria.
programas culturales, recreativos y deportivos en los parques. En cuanto Como se explicó, la oficina central municipal a cargo de los barrios
al aumento del espacio público disponible, el Plan Maestro define como populares y los problemas de vivienda es la Caja de Vivienda Popular y
50 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. i | Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales 51

en términos de coordinación la Secretaría del Hábitat. Sin embargo, otras organizaciones comunitarias y las demandas de la gente, en la misma
dependencias públicas participan en esto, entre ellas el Instituto Distrital línea de argumentación que señalan Gilbert y Ward (1985: 238) cuando
de Participación y Acción Comunal (idpac) el cual dirige el programa de explican cómo "estos canales formales sirven a los intereses del estado"
opc; el Instituto Distrital de Recreación y Deportes (idrd), que está a más que los de las comunidades. Dentro de este panorama, las jac tienen
cargo de los parques de la ciudad; el Instituto de Desarrollo Urbano (udi), un papel activo en la transformación de los espacios abiertos en los barrios,
que se ocupa de las principales cuestiones de infraestructura y carreteras; y como se analizará a continuación.
el Jardín Botánico, que proporcionan los árboles, los jardines y consultoría En resumen, en Bogotá existen varias políticas, programas y actores
ecológica. relacionados con los espacios abiertos en los barrios populares. Sin embargo,
Otro actor clave en este proceso son las Juntas de Acción Comunal (jac), y al igual que en la vivienda y los servicios urbanos, estos planes no satis-
organizaciones de base comunitaria cuya función principal es ‘conectar’ facen las necesidades de todos, en razón de: la escala, la complejidad, la
al municipio con los barrios. Las jac es la organización de las comuni- falta de conocimiento preciso e información, así como de la falta de los
dades; tiene la responsabilidad legal – entre otras– de asignar los recursos recursos necesarios. Por lo tanto, los habitantes de los asentamientos
y los contratos de construcción. Las jac se crearon en 1958 y se regularon urbanos informales no sólo se dotan a sí mismos de casas, sino también
en 1976 y 2003, en virtud de los Decretos 1930 y 2350, respectivamente. en gran medida de espacios públicos. Las políticas de Bogotá y los pro-
Cada barrio de la ciudad se permite su jac propia (es el mismo caso en gramas ayudan considerablemente a aliviar la situación, si se compara
las zonas rurales, que corresponden a las ‘veredas’, áreas rurales o aldeas); con otras ciudades colombianas, sin embargo, la escala y la necesidad son
sin embargo, en general, sólo los barrios populares las tienen, o en todo aún inmensas.
caso aquéllas que son visiblemente activas. Las jac tienen una estructura
de gestión en que el presidente elegido es responsable directo ante la
comunidad y el municipio. Los miembros de las jac que trabajan de
forma voluntaria, son elegidos por los habitantes de los barrios, para un
periodo de cuatro años (Decreto 2350, 2003).
Cada una de las jac están destinadas a promover la participación
comunitaria en los problemas e iniciativas del barrio, y pueden organizar
actividades y obtener recursos para desarrollar proyectos de interés para
las comunidades. En este sentido, una jac puede negociar recursos con
el municipio y otros actores de los programas sociales y también para
mejoras físicas, tales como espacios abiertos. Este papel de negociación
ha abierto la puerta a las relaciones clientelares con los políticos, como
señala Torres (2002), y como se identifica en este libro. Torres (2002)
sugiere que las jac son una estrategia del gobierno para controlar a las
Capítulo II

Marco conceptual y diseño metodológico

Los espacios públicos pueden ser considerados como lugares donde se constru-
yen las comunidades. Su producción en los barrios se lleva a cabo en gran
medida por los mismos pobladores. Se describen los criterios utilizados para
la recolección, análisis e interpretación de datos, donde se recurre a estrategias
cualitativas y se presentan los casos de estudio.

¿Asentamientos informales, populares u ordinarios?

Antes de la Revolución Industrial, las prácticas de autoconstrucción y


autogestión eran las principales formas en que las personas se dotaban

53
54 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 55

de un refugio. Con los avances técnicos y una economía en crecimiento, aportación positiva de la participación de la gente en su producción y
estas prácticas proliferaron especialmente en las áreas urbanas y, poco a transformación.
poco, decayó de los procedimientos formales de la economía y la ciudad. De acuerdo con lo mencionado, ¿cuál sería entonces el término apro-
La expansión urbana en las últimas cinco décadas contribuyó al fenó- piado para el tema de estudio evitando los discursos marginantes? Y ¿si
meno de la vivienda y los asentamientos informales en general. En América dicho término incluye a las personas que ahí habiten? Se utilizaron los
Latina, en 2001, más de 75% de la población vive en ciudades y más de términos asentamientos urbanos informales y barrios populares, como
30% (128 millones de personas) de la población urbana del continente se es común en Colombia, lo que implica que son asentamientos para las
calcula que viven en condiciones definidas por las Naciones Unidas para los personas o para el ‘pueblo’. Sin embargo, esto puede representar algún tipo
Asentamientos Humanos como tugurios o asentamientos urbanos infor- de enfoque binario. En dicho sentido, las ideas postcoloniales vienen a la
males (unchs, 2003: 14). Las cifras podrían aumentar en el futuro, cuando mano, cuando el argumento de que todas las ciudades y las partes de las
las nuevas poblaciones urbanas requieran de vivienda, servicios públicos y ciudades, deberían llamarse ‘ordinarias’.
bienestar social. Los barrios informales se caracterizan por la falta de servi-
cios básicos, viviendas precarias o construcción de estructuras ilegales e in- En lugar de clasificar y etiquetar las ciudades como, por ejemplo, Occi-
adecuadas, la sobrepoblación y alta densidad, condiciones de vida insalubres dente, Tercer Mundo, Desarrollados, En Desarrollo, Mundo o Global,
y lugares peligrosos, tenencia insegura, pobreza y exclusión social, y tamaño se propone que se piense en un mundo de ciudades ‘ordinarias’, que son
mínimo de los asentamientos (unchs, 2003). todas estadios dinámicos y diversos, para la vida económica y social.
A pesar de que estas cifras remarcan la importancia de tratar el tema,
(Robinson, 2006: 1)
esta investigación no se trata de números, ni sobre la definición de lo
que les falta a estos asentamientos ni a los efectos de algún tipo de en- Estos asentamientos pueden entonces también ser llamados ‘ordinarios’,
foque de "ponerse al día con el norte", o como Robinson (2006: 11) lo con desafíos y características sociales, arquitectónicas y urbanas parti-
denomina: "la camisa de fuerza imaginativa de urbanismo imitativo". El culares. Lo anterior, nos permite reconocerlos cómo son, evitando la
unchs (2003: 9) reconoce que no hay una caracterización universal de comparación con otras partes de la ciudad o con las ideas globales de
estos asentamientos y, hoy, el término general de ‘tugurio’ es ambiguo y la informalidad. A pesar de que definirlos es importante, puede causar
despectivo. Este estudio trata cualitativamente la comprensión de dichos confusión cómo acercarse a ellos, a pesar de que estos asentamientos de-
asentamientos y las interrelaciones con las personas y los usuarios locales. ben ser considerados ‘normales’. Por lo anterior en este libro se les llamará
Una de las primeras tareas, por lo tanto, es encontrar un término adecuado
‘asentamientos urbanos informales’ y ‘barrios populares’ pero dicha condi-
para identificarlos. En la literatura se encuentran varias acepciones, además
ción de 'ordinario' como enfoque se mantiene.
de ‘tugurios’; por ejemplo, ‘chabolas’, ocupaciones ilegales, irregulares,
Los asentamientos informales no sólo constituyen una gran extensión
marginales, espontáneos, no planificados, informales, etc. (ver más en
de las ciudades latinoamericanas, sino que también son una parte diná-
Payne, 1989 y Gilbert, 2007). La mayoría de ellos se definen por lo nega-
mica de ellas en términos físicos, sociales y culturales. Fiori y Brandao
tivo, sin embargo, el término ‘informal’ también puede reconocer la
56 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 57

(2010: 188) argumentan que "la informalidad urbana se entrelaza inexo- gramas de mejoramiento tienen lugar y es implementada la regularización
rablemente con la ciudad como un todo –en cualquier escala o nivel– de tenencia de la tierra.
y tiene que ser vista como otra forma de construir y ser en la ciudad".
Los asentamientos informales son también innovadores y creativos: "Hoy
Los espacios abiertos ubicados en asentamientos
reconocemos el genio innovador de la población urbana de escasos recur-
urbanos informales
sos en el aprovechamiento de las oportunidades culturales, específicas para
sobrevivir y mejorar sus condiciones de vida." (AlSayyad, 1993: 5). En
cuanto al entorno construido están sujetos a diferentes interpretaciones: Hay una gran variedad de términos para hacer referencia a los espacios
“No creemos que ‘informal’ signifique ‘carente de forma’, esto implica algo urbanos al aire libre, o “la vida entre los edificios” parafraseando a Gehl
que surge de dentro de sí mismo y sus creadores, cuya forma no es recono- (1987): públicos, semipúblicos, áreas urbanas, espacios abiertos, espacios
cida, pero que está sujeta a normas y procedimientos potencialmente tan comunales, etc. El ‘espacio público’ tiende a ser dominante en la litera-
específicos y necesarios como los que gobiernan la ciudad formal y oficial” tura, sin embargo, se encontró que este término no es completamente
(Brillembourg y Klumpner, 2010: 120). exacto como identificación de espacio abierto urbano del barrio popular:
O en la asociación con los asentamientos vernáculos: “... los asenta- hay diferencias conceptuales y prácticas. Los espacios urbanos al aire libre
mientos espontáneos, tanto como los más ampliamente admirados verná- son grados comparativos de lo público y lo privado (Madanipour, 1999
culos tradicionales, pueden enseñarles mucho a los diseñadores” (Rapoport, y 2003), y la interrelación entre personas y lugares que pueden afectar
1988: 72-73). Los procedimientos de diseño y construcción que tienen sus a ambos lados de la interacción comportamiento-morfología (Carmona,
raíces en los contextos locales pueden ser similares a los que se encuentran Heath et al., 2003; Chaparro y Niño, 1998; Madanipour, 2003; Páramo y
en los asentamientos tradicionales (Oliver, 2006). Hoy en día, la informa- Cuervo-Prados, 2006; Viviescas, 1997).
lidad y ‘lo popular’ no sólo están asociados con la pobreza, la marginalidad El espacio público no es exactamente lo contrario de privado, y no
y la miseria, sino que está cada vez más aceptada como formas alternativas sólo se define por la propiedad y la accesibilidad. Cada espacio público se
de hacer las cosas. 'Lo popular' se reconoce como una estrategia que uti- define en función de su uso. (Carmona, Heath et al., 2003; Gehl, 1987;
lizan los habitantes informales para hacer frente a sus realidades económicas Madanipour, 2003; Niño y Chaparro, 1997; Segovia y Oviedo, 2000); es
cotidianas, pero también se refiere a los aspectos sociales y culturales. La decir, a través de la interrelación entre las personas y el lugar. Para Páramo
informalidad no se toma como una medida de transición a la formalidad, y Cuervo-Prados (2006: 23), los espacios urbanos al aire libre son “lugares
entre otras cosas, porque la línea divisoria entre uno y otro es cada vez más para conocer a otros, para descansar, jugar, celebrar, y otras cosas relacio-
borrosa. En otras palabras, la relación entre la formalidad y la informa- nadas con la convivencia urbana”. Madanipour (1999: 880) agrega que
lidad es muy cercana, en términos económicos, las actividades formales e estos espacios "han tenido siempre un significado político". En términos
informales están muy relacionadas entre sí, y en los aspectos urbanos bien simbólicos, incluso puede haber efectos adicionales de los espacios urba-
consolidados, los asentamientos informales con el tiempo pueden llegar a nos al aire libre, por ejemplo Viviescas (1997) los presenta como escenario
no distinguirse de los asentamientos formales, sobre todo cuando los pro- de expresión de la gente, el lugar para la confrontación y la producción
58 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 59

cultural para discutir asuntos trascendentes y materiales de los individuos Los espacios abiertos en los barrios populares se asocian con una escala
y las sociedades, y el lugar para construir una comunidad. peatonal (Segovia y Oviedo, 2000). Su uso es intenso y muestra diná-
Los espacios abiertos en los asentamientos populares juegan un papel micas significativas en comparación con las de los entornos residenciales
importante en la dinámica física y social, y, como en el caso de la vivienda, de mayores ingresos, tal como encontró Riaño (1990) en barrios popu-
son en gran parte desarrollados por la gente local. Sin embargo, se les da lares de Ecuador y Colombia. En la ‘ciudad formal’, estos espacios se
poca atención comparado con la vivienda. Los espacios abiertos son los caracterizan principalmente por ‘la recreación pasiva’ la cual no es una
lugares sociales importantes en el barrio popular; son también lugares para prioridad en los contextos informales (Beardsley y Werthmann, 2008:
el intercambio cultural y la construcción de valores (Hernández-Bonilla, 33). Pero una de las características más importante de los espacios abier-
2001; Niño y Chaparro, 1997; Segovia y Oviedo, 2000; Viviescas, 1997). tos en los asentamientos urbanos informales es su estrecha relación con
Los espacios abiertos en los barrios inician su vida en un contexto de las personas que viven a su alrededor, lo que confirma que estos espacios,
confrontación, si son asignados por el promotor (legal o ilegal), estos a pesar de que son públicos en términos de accesibilidad y la propiedad,
espacios son con frecuencia invadidos o están constantemente en riesgo no son en términos de uso y apropiación. Riaño (1990) explica cómo
de ser ocupados de manera privada. "El conflicto es una característica la diferencia entre los espacios de vivienda y los espacios abiertos en los
intrínseca de los barrios de bajos ingresos como resultado de las disputas asentamientos urbanos informales no es tan fuerte como en las zonas
por la tierra. Los habitantes luchan por hacerse el control de los espacios, residenciales de mayores ingresos.
y protegerlos contra los agentes externos-internos que quieren privatizar
la propiedad colectiva" (Hernández-Bonilla, 2008: 404). El espacio público [espacio abierto]1 del barrio se compone por el espa-
La relación y el intercambio entre la vivienda y el espacio abierto es cio al aire libre alrededor de las casas, al que las personas que viven en los
otra característica importante en estos asentamientos. El espacio abierto con alrededores pueden acceder todos los días a pie. Se trata de un espacio
frecuencia es visto como una extensión del hogar, que suele ser pequeño y familiar, con un significado común, con un valor simbólico para un
limitado. Las puertas y ventanas son los puntos de conexión y no es raro grupo reducido de personas; un lugar donde las características especia-
encontrarlas abiertas, y por lo tanto funcionan como elementos de tran- les y las normas y valores específicos de determinados grupos sociales
son reconocidos. Debido a su tamaño y escala, los espacios públicos del
sición a través de los cuales el espacio abierto entra a la casa y la casa se
barrio son lugares para conocer a otros cara a cara y para desarrollar
extiende a la calle. Ontiveros y De Freitas (2006) en su investigación sobre
acciones orientadas por el afecto, el compromiso y la recreación.
los espacios abiertos en barrios populares de Venezuela encontraron una
estrecha relación entre el interior y el exterior, por lo que el interior es un (Segovia y Oviedo, 2000: 53)
lugar totalmente impregnado del espacio social exterior y viceversa. En este
sentido, Riaño (1990) sostiene que los espacios abiertos en los asentamien- Los principales espacios abiertos en el barrio popular son la calle, el parque
tos informales están más identificados por la relación entre el interior de la y sus variantes. Las calles pueden convertirse en las escaleras, adaptándose
casa y la calle, que por la dicotomía entre el carácter privado de la casa y el a la topografía escarpada encontrada en muchos de los barrios; y el parque
carácter público del espacio abierto. también tiene espacios verdes, la 'cancha', así como otras áreas de recreo
60 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 61

a veces pavimentadas. Las grandes áreas pavimentadas que se encuentran pero también por la 'tienda' y, más recientemente, la ‘tienda de minutos
en otras partes de la ciudad, que datan de la época colonial, conocidas e Internet’. Esta investigación no entró en detalles acerca de ellos, pero su
como 'plazas', no existen en los barrios populares. La plaza "ha sido objeto importancia y relación con los espacios abiertos es reconocida y discutida.
de inspiración estética y controversia desde sus inicios [...] [que] también
proporciona un espacio físico, social y metafórico para el debate público
Relación de las personas y el lugar:
acerca de la gobernabilidad, la identidad cultural y ciudadanía" (Low,
la producción y la construcción social del espacio
2000: 32-33). Se argumenta que la plaza se transforma en el ‘parque del
barrio’, lo que conlleva asociaciones y significados similares a los colonos
populares, como se verá más adelante. En los barrios populares la producción del espacio en los asentamientos
Para Niño y Chaparro (1997) la calle es la unidad básica del espacio informales es en gran parte iniciativa de la gente. El 'espacio se impregna
abierto en los barrios populares. Las calles se utilizan para la conexión y y soporta de las relaciones sociales, también produce y es producto de
las actividades comerciales, y además la mayoría de las expresiones sociales las relaciones sociales (Lefebvre, 1991: 286). "El espacio social ‘incorpora’ las
y culturales se canalizan a través de ellas: “Las calles son el flujo de la acciones sociales, las acciones de los sujetos y los colectivos que nacen y que
vida urbana en los barrios, en ellas el amor se mueve, así como el odio, mueren, que sufren y que actúan" (Lefebvre, 1991: 3). Pero, la producción
la alegría, la tristeza y todas las fuerzas importantes que mueven la vida del espacio también está mediada por el consumo, como afirma Harvey
de las personas” (Niño y Chaparro, 1997: 6), las calles trabajan en una (1996) los procesos de producción y consumo trabajan en una relación
estrecha relación con los espacios cubiertos, domésticos y comerciales. dialéctica. La producción y el uso o consumo son parte del mismo proce-
Para Rojas y Guerrero (1997) la calle es la extensión de la casa, y la fron- so de transformación espacial. "La producción social del espacio incluye
tera borrosa entre los espacios abiertos/cerrados o exteriores/interiores. El todos aquellos factores –sociales, económicos, ideológicos y tecnológicos–
'parque del barrio' o 'cancha' es también un espacio abierto reconocible, cuya meta prevista es la creación física de la material" (Low, 1996: 861).
en términos funcionales orientado al deporte y la recreación; sin embargo, Harvey (1996: 21) considera que existe una relación recíproca entre la
su uso y el significado va mucho más allá. Al igual que las calles, tienen producción y el producto, sin embargo, sostiene que "debemos centrarnos
usos sociales, culturales y simbólicos, y la mayoría de ellos son puntos de en los procesos en lugar de las cosas y debemos pensar en las cosas como
referencia físicos y de identidad en los barrios (Niño y Chaparro, 1997). productos de procesos". En el mismo aspecto, Lefebvre (1991: 36) afirma:
Otra característica importante de los lugares abiertos/públicos en barrios "Si el espacio es un producto, nuestro conocimiento de él debe reproducir
populares es la existencia de diferentes espacios que no cumplen con los cri- y exponer el proceso de producción". Se puede argumentar, por tanto, que
terios de los espacios urbanos abiertos, pero debido a sus usos e importancia, la producción, el consumo y la forma del espacio social pueden ser vistos
están muy cerca de ellos. Carmona (2010) los llama espacios terceros o como elementos interconectados, cada uno es la consecuencia del otro y
‘espacios semipúblicos’, en referencia a aquellos lugares cubiertos-cerrados, viceversa, en un contexto social, económico, ideológico y tecnológico.
tales como cafeterías y librerías; que en los barrios populares están repre- La producción y construcción social del espacio abierto están a cargo
sentados por los ‘salones comunales’ (salas de reunión de la comunidad), de las personas que viven en el barrio y en las inmediaciones del espacio.
62 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 63

A pesar de que son públicos, en términos de accesibilidad y propiedad, o las leyes, reglas y normas que se elaboran específicamente para ese propó-
los espacios abiertos del barrio ‘pertenecen’ a la gente. La construcción sito”. Jiménez-Domínguez (2007) sostiene que la apropiación se trata de
social del espacio se trata de las personas que interactúan con un espacio, o la comunicación con el espacio urbano, incluyendo la cultura urbana y la
como lo explica Low (2000: 127) ‘espacializar’ la cultura: "Por ‘espacializar’ memoria viva. Mientras que la personalización se trata de “poner un sello
se entiende: localizar –física, histórica y conceptualmente– las relaciones distintivo en su entorno ... personalización de los elementos visibles de la
sociales y las prácticas sociales en el espacio”. Para Relph (1976: 1), se trata esfera pública comunicada con estos gustos a la comunidad en general”
de la construcción del lugar, que es una condición de la existencia humana: (Carmona, Heath y et al., 2003: 98), la personalización y apropiación
"ser humano es tener y conocer tu lugar". Esto también puede ser visto pueden ser entendidas principalmente como respuestas colectivas (pero
como la práctica de construir lugares en la vida cotidiana: "Lugar es sinó- también individuales), tangibles (físico) e intangibles (actitudes) a los
nimo de lo que se vive en el sentido de que las prácticas cotidianas de la lugares, que van más allá de la posesión y pueden implicar conflictos con
vida están integradas a determinados lugares. La práctica social está uni- las autoridades, tales como los planificadores y la policía.
da al lugar [...] La vida es dependiente del lugar” (Merrifield, 1993: 525). Debido a que los lugares son en gran medida definidos en términos de
En estos términos, la idea de creación de lugar puede contribuir a la com- experiencias vividas por la gente en ellos, “los espacios públicos exitosos se
prensión y el análisis de la producción y la construcción del espacio en los caracterizan por la presencia de personas, en un proceso que se refuerza a
barrios populares, que sustituye a los argumentos en torno a la marginalidad sí mismo” (Carmona, Heath et al., 2003: 99). Se puede argumentar que la
y la pobreza a través de los cuales generalmente se aborda. Como Lom- ‘identidad de lugar’ es, en gran medida lo que la gente haga de ese lugar.
bard (2009) argumenta, la creación de lugar puede ser entendida como la En este sentido, Relph (1976: 61-62) distingue varios tipos de identidad
experiencia vivida por los usuarios y productores de un lugar; como el sitio de lugar en relación con sus usuarios y si ellos son internos, forasteros, in-
de relaciones de poder y como un proceso continuo que nunca termina. dividuos o grupos, y de acuerdo con sus actitudes y comportamientos. "La
La relación entre personas y lugares es un intercambio de doble vía, con identidad de lugar adopta muchas formas, pero siempre en la misma base
lugares capaces de contribuir a la construcción de identidades personales a de nuestra experiencia en este lugar en comparación con cualquier otro".
través de un proceso de interacción con ellos, lo que permite a las personas En esta investigación se analiza la estrecha relación entre las personas y
describirse en términos de pertenencia a un lugar específico (Proshansky los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales, debido a su
y Fabian et al., 1983). La gente puede por su parte cambiar un lugar por participación global en los procesos de producción, transformación y con-
medio de la personalización (Carmona, Heath et al., 2003) y la apropia- sumo. Por tanto, es posible argumentar que el entorno construido como
ción (Jiménez-Domínguez, 2007). Estos dos conjuntos de conceptos están resultado de esta relación ‘representa’ en gran medida a los residentes, un
estrechamente relacionados, es decir, donde un lugar es apropiado, puede argumento en línea con la literatura (Rapoport, 1988; Kellett, 1995 y
ayudar en la construcción de identidades individuales y colectivas, y vice- Harvey, 1996). Kellett (1995: 52), por ejemplo, sostiene que “con fre-
versa. Para Bassand (1990: 9), “la apropiación del espacio se realiza cuando cuencia se considera que las personas en todas las sociedades tratan de dar
los actores sociales toman posesión de un espacio de acuerdo a sus recursos forma a su propio entorno para corresponder y apoyar su estilo de vida (es
y su poder en el marco social, ya sea de las leyes, reglas y normas existentes, decir, la cultura)”. El ambiente construido puede leerse como un ‘reflejo’
64 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 65

de la cultura de la gente, sus deseos y posibilidades y, al mismo tiempo el La arquitectura cotidiana ha evolucionado en urbanismo cotidiano y
ambiente construido impacta y transforma las prácticas sociales y culturales espacio público cotidiano (Crawford, 1995; Chase y Crawford et al.,
de la gente. Este producto tangible que se encuentra en los asentamientos 1999), ideas que pueden contribuir a la comprensión de la forma y el
urbanos informales puede verse como un "lenguaje formal, con variaciones lenguaje de los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales.
que expresan la individualidad de los propietarios" (Kowaltowski, 1998: Crawford (1995: 5) argumenta que "más que ser fijado en el tiempo y
300), y visualiza más que las respuestas puramente prácticas a la pobreza el espacio, estos espacios públicos están en constante cambio, ya que los
(Viviescas, Gómez et al., 1989). La riqueza y la creatividad que se puede usuarios reorganizan y reinterpretan el espacio físico permanentemente".
encontrar en los asentamientos urbanos informales confirman la existen- Crawford (1995) propone la idea de movimiento, vinculándola con la
cia en estas áreas de un lenguaje y formas con características significativas. idea de movimiento de las favelas (barrios populares en Brasil) Berenstein-
Una de las formas de la comprensión de éste lenguaje consiste en tomar en Jacques, (2001) para comprender la estética que se produce en estos asenta-
cuenta los asentamientos urbanos informales y tradicionales como entornos mientos y por lo tanto en sus espacios públicos. Pero este no es el único
vernáculos. Rapoport (1988: 72) compara los asentamientos tradicionales y vínculo encontrado entre las ideas de la arquitectura y el urbanismo coti-
populares en términos de proceso y producto, y considera que ambos “fun- dianos y los asentamientos urbanos informales, hay varios enlaces adicio-
cionan bien cultural y estéticamente’ y son ‘muy superiores’ en términos nales que contribuyen a comprender e interpretar la producción física de
de apoyo cultural y calidad perceptual de los que diseñadores realizan en los espacios abiertos en los barrios populares. Tal vez el más importante
los mismos lugares". Kellett y Napier (1995: 22), en un estudio detallado es la idea de que la arquitectura cotidiana se crea por las acciones de pro-
de los asentamientos urbanos informales en Colombia y Sudáfrica, llegan ducción y consumo, de forma paralela a lo que sucede en los asentamientos
a conclusiones similares, señalan que estos asentamientos muestran una urbanos informales. También que “el día a día arquitectónico es una
"expresión arquitectónica valida que sin duda existe” más allá de un solo especie de lengua vernácula, que considera la variación infinita local (Miles,
centro de atención en las limitaciones económicas. 2000: 3) o de las formas arquitectónicas que son en muchos casos no
Una segunda perspectiva superpuesta –también relacionada con las [profesionalmente] diseñadas sino simplemente producidas" (Miles, 2000:
manifestaciones culturales en torno a la forma construida– que nos ayuda 167), uniéndose a la idea de considerar los asentamientos urbanos infor-
a entender el lenguaje, el entorno ordenado de los asentamientos urbanos males como vernáculos y ayudando a comprender e interpretar el lenguaje
informales, es la del urbanismo y la arquitectura cotidiana. Estos fundan encontrado en los espacios abiertos en estos asentamientos.
sus ideas en De Certeau (1984) y Lefebvre (1991) con respecto a la produc-
ción social del espacio, en el cual el espacio es producto de las interacciones
Metodología
sociales, el uso diario y la apropiación. "La arquitectura cotidiana, pues, es
la práctica espacial de los habitantes y plantea la idea que las ciudades
pueden ser producidas por quienes las habitan" (Miles, 2000: 3). Este El estudio se basa en datos empíricos de 57 espacios abiertos en diversos
aspecto se relaciona con los patrones de producción y consumo, lo que asentamientos populares de Bogotá recopilados entre 2003 y 2007. De
coincide con los argumentos de esta investigación. ellos, seis casos fueron seleccionados para un trabajo de campo que se rea-
66 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. ii | Marco conceptual y diseño metodológico 67

lizó en 2008 y 2009. Debido a la naturaleza de las preguntas de investiga- del lugar, personas que estuvieron o están activamente involucradas en la
ción que tienen como objetivo explorar los procesos, hacer interpretaciones producción y transformación del espacio abierto, y las personas que tenían
y establecer relaciones se recurrió a estrategias de análisis cualitativos. Sin un interés especial en el lugar porque, por ejemplo, tenían un negocio o
embargo, algunas técnicas cuantitativas básicas se utilizaron en los 57 casos una tienda en el barrio, etcétera.
para identificar las tendencias y características comunes, así como para Se efectuaron 53 observaciones y ejercicios de mapeo. Se calendari-
proporcionar un conocimiento general y como marco para la exploración zaron para cubrir los días laborables y fines de semana por igual, y las
de los seis estudios de caso detallados. Los principales métodos utilizados mañanas, tardes y noches cuando fue posible. Algunas de estas observa-
para la recolección de datos fueron la observación-mapeo y entrevistas ciones coincidieron intencionalmente con eventos de la comunidad en
semiestructuradas complementadas con la cartografía, las conversaciones los espacios abiertos, tales como partidos de fútbol (muy populares en las
informales, la fotografía, y las fuentes documentales. Los casos generales se canchas) o con reuniones comunales. En todos los casos, las observaciones
analizaron en términos de características y patrones comunes que ayudaron se centraron en las características de las interacciones entre el lugar y las
a identificar los temas. Esta información fue útil para aproximarse a los personas, identificando los rasgos especiales en cada caso.
casos específicos que se analizaron siguiendo los procedimientos tradicio- Los métodos visuales y fuentes documentales se usaron como métodos
nales de datos cualitativos de codificar, identificar, categorizar y clasificar complementarios a los descritos anteriormente, y también para propor
(Miles y Huberman, 1994). Se prepararon seis informes, uno para cada cionar una base separada de los datos. Los métodos visuales que se utilizan
caso, cuyo análisis y los resultados preliminares se discutieron. Estos infor- incluyeron levantamiento fotográfico, mientras que los métodos documen-
mes, junto con el análisis de los casos generales constituyen las principales tales incorporaron cartografía y fotografías aéreas municipales, informes
fuentes de datos para la interpretación y la elaboración de los argumentos. sobre los programas públicos y análisis de las políticas vinculadas en estos
Se utilizaron cuatro diferentes tipos de entrevistas: temas. También se integraron artículos relevantes de periódicos y anuncios,
tanto en versiones impresas como en línea.
1. Semiestructuradas con actores claves de la comunidad. El análisis de la información de los casos de estudio se realizó de acuerdo
2. Discusiones no estructuradas con los residentes. a las directrices de Miles y Huberman (1994): reducir y visualizar los datos,
3. Entrevistas no estructuradas con personal clave del municipio y de elaboración y verificación de conclusiones. Se produjo una lista con las
la academia. principales características de cada caso y se utilizó para hacer compara-
4. Conversaciones informales en los barrios. ciones e interpretaciones iniciales. Los patrones fueron explorados y las
características comunes aparecieron y poco a poco se identificaron las cate-
Se realizaron 29 entrevistas semiestructuradas, además de las discusiones gorías que se habían construido y fueran útiles para el análisis posterior.
no estructuradas con 47 residentes y otras personas. Los principales actores Los seis casos seleccionados mostraron las características consideradas
de la comunidad se identificaron en cada caso de estudio, entre miembros y importantes para ayudar a reflexionar sobre las preguntas de investigación
exmiembros de las jac, que jugaron un papel importante en la producción y para mostrar la diversidad de espacios abiertos en los barrios populares.
del espacio abierto, los fundadores del barrio, dispuestos a contar la historia Los casos seleccionados son de diferentes áreas del sureste y oeste de la
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periferia de Bogotá, donde se encuentran la mayoría de los asentamientos


populares. Acerca de la posición de los espacios abiertos dentro del barrio,
los casos muestran los distintos enfoques, algunos de ellos están en el centro
y otros son periféricos. Los orígenes de los asentamientos también están en
concordancia con lo que se encontró en la ciudad: urbanizaciones ‘pira-
ta’, invasiones de tierras, proyectos públicos de lotes con servicios y desarrollo
de parcelas individuales. En cuanto a la etapa de consolidación del asen-
tamiento y sus espacios abiertos, los casos muestran una gama de caracte-
rísticas comunes, desde las primeras etapas hasta que están relativamente
bien consolidados. Otra característica importante fue el uso de los espacios
abiertos: los casos ilustran los diferentes usos funcionales y simbólicos. Dife-
rentes morfologías y el lenguaje abiertos son otras características que los
espacios abiertos muestran de manera bastante explícita, lo que confirma la
multiplicidad de geometrías, límites y diversidad física, en general. Los casos
seleccionados fueron los siguientes:

Figura
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Figura Figura
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Figura
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Figura
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Figura Figura
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Figura Figura
80 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

Capítulo III

Producción informal del espacio urbano

Se examina la producción social del espacio abierto en los asentamientos


populares, explorando las dinámicas de organización y desarrollo, así como
los orígenes y expectativas de los pobladores. Se explica cómo es que la produc-
ción del espacio urbano en los barrios es definida por los propios pobladores,
lo que construye una estrecha relación entre la gente y el lugar.
Los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales, así como
la vivienda, en gran parte los producen y transforman los usuarios –las
personas mismas– pero a diferencia de la vivienda, existe poca información
y comprensión acerca de cómo se realiza este proceso. Con base en el marco
Figura conceptual que se presentó, este capítulo y los que siguen, se desarrollan a
partir de la información de campo obtenida para los seis casos de estudio y

81
82 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 83

las 57 exploraciones previas. A los efectos del análisis, los 57 casos propor- El origen de los espacios abiertos en los barrios populares se relaciona con
cionan información general sobre los temas y pueden indicar tendencias el origen del mismo barrio, en el que cada uno tiene en común dos carac-
en algunos de ellos. Los seis estudios de caso ofrecen relatos detallados que terísticas: en primer lugar, por lo general comienzan como espacios vacíos
ayudan a profundizar en la interpretación de los temas. que necesitan ser creados, apropiados y defendidos en ocasiones y, en
La producción, el uso y el resultado pueden ser vistos como parte del segundo lugar, que existen en los ‘planes mentales’ de los colonos popu-
mismo proceso. Esto puede ser aun mas cierto en los asentamientos urbanos lares: “cada barrio necesita tener un parque”. La primera característica
informales ya que la población participa de forma considerable. Según depende en gran medida del origen del barrio y de si se asigna o no la
Rueda-García (2000) Bogotá crece de manera informal en terrenos de parcela para el parque. En los orígenes 'formales' el espacio para el par-
tenencia ilegal donde más de 50% no tienen permisos de vivienda. Sin que se define en el trazo urbano inicial; sin embargo, con frecuencia es
embargo, poco a poco, estos asentamientos se integran casi en su totali- solamente un espacio vacío, sin mobiliario urbano ni de recreo. En las
dad al tejido urbano, hasta el punto que se vuelve casi imposible rastrear urbanizaciones ‘pirata’ o áreas invadidas, el área para el parque tiene que
sus orígenes informales. Del mismo modo, Kellett (2005) explica cómo ser ‘negociada’ con el promotor o con la comunidad, lo que incluye la
los asentamientos de origen informal pueden llegar a ser indistinguibles demanda y los conflictos, como se explicará más adelante. La segunda
de los que se originaron por medios formales. Esto se puede ilustrar a característica, la idea del parque en la mente de la gente, se relaciona con
través de los casos de estudio, donde no importa cuáles sean los distintos las expectativas de lo que ‘debe’ ser un barrio, con el parque como uno de
inicios del barrio, las peculiaridades de los espacios abiertos y su diná- los principales planes mentales de los habitantes.
mica tienden a ser similares, como se verá más adelante. La producción
del espacio urbano informal es un proceso continuo en Bogotá, con los Amo mucho mi barrio, porque ahí me han pasado muchas cosas, por
barrios más antiguos que se integran legalmente a la ciudad, al mismo ejemplo, el primer campeonato de fútbol en el que participé. Después
tiempo que se crean nuevos barrios. de eso, los equipos siempre me pedían que jugara con ellos, era muy
divertido.
El proceso inicial (Entrevista con Rocío, residente de Aguas Claras, 2008)

Los espacios abiertos son una característica de los asentamientos urba-


Orígenes y expectativas nos informales desde el principio, independiente de que el barrio tenga
un origen formal o informal. Pero ¿cuáles eran las percepciones iniciales
de los colonos y sus visiones de estos espacios? Niño y Chaparro (1997)
Cada barrio necesita tener un parque, necesitamos defender la parcela argumentan que el 'parque del barrio' o 'cancha' son muy importantes
para él mismo contra las personas que la quieren invadir. para los residentes. Rocío (habitante de Aguas Claras) parece confirmar
(Entrevista con Marco Fidel, residente de Nueva Argentina, 2008)
esto, ya que tiene buenos recuerdos de las actividades deportivas en el
84 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 85

parque de su barrio. Esto también implica que ella valora las relaciones en las colonias populares en México. Hay dos argumentos que pueden
sociales que se forman en el parque y en torno al fútbol. Algunos autores, explicar la importancia de estos espacios: en primer lugar, la cuestión
como Viviescas, Gómez et al. (1989: 197) consideran que la 'cancha' no práctica de falta de espacio interior en las casas; en segundo, los motivos
es un espacio colectivo adecuado: “en los asentamientos urbanos infor- y aspiraciones de los residentes. La cuestión práctica sugiere que el espa-
males no podemos ni siquiera hablar de los espacios colectivos o plazas, cio abierto funciona como un campo de juego: "las instalaciones para la
porque no existen. Se reemplazan por un campo de deportes”. Para otros, recreación activa son en general más adecuadas para los asentamientos
como Beardsley y Werthmann (2008: 33), esto invita a reflexionar sobre informales que los espacios para la ocupación pasiva, en especial en luga-
los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales desde una res con grandes poblaciones de jóvenes con educación y oportunidades
perspectiva diferente: tienen que ser ‘conceptualizados’. de empleo limitadas" (Beardsley y Werthmann, 2008: 33). El segundo,
Según la exploración en 57 espacios abiertos en Bogotá, más de la implica que los espacios abiertos se entienden como la representación de
mitad tienen canchas que funcionan como parques de los barrios o espa- lo urbano, como es típico de la vida de la ciudad (Silva, 1992), y las expre-
cios colectivos, mientras que casi uno de cada seis son parques sin ningún siones que lo aspiran: "Adoptan estrategias con base en el optimismo y
campo deportivo. Hay otros tipos y usos de los espacios abiertos, como las aspiraciones, y sus viviendas [y espacios abiertos] encarnan las aspi-
calles y escaleras, estas últimas son muy importantes porque la topografía raciones futuras con poco tiempo para la nostalgia de un pasado rural,
es inclinada en muchos barrios. También se pueden observar dos tipos y más bien con una fascinación por las imágenes modernas, urbanas y
menos convencionales: salones comunales e iniciativas de embellecimiento progresistas: un esfuerzo hacia un futuro imaginado" (Kellett, 2009: 4).
de fachadas, que confirman la dirección del argumento de Beardsley y Este proceso de imitación y copia puede ser visto como una manera
Werthmann (2008: 33): "tendremos que impulsar nuestras concepciones peculiar de los colonos populares para desarrollar sus percepciones y
del espacio público [espacio abierto] incluso más allá de esto [la recrea- visiones y expresarlas en la materialidad de sus asentamientos. La arqui-
ción y espacios abiertos contemplativos], para incluir las instalaciones del tectura se ha desarrollado a partir de los procesos de imitación y por
mercado, cocinas y lavaderos comunitarios, y lugares para la expresión las experiencias de aprendizaje e intercambio entre los diferentes grupos
cultural –como las escuelas de samba en Río de Janeiro". sociales en distintos momentos. Además, las fuentes imitadas pueden estar
¿De dónde vienen estas percepciones y visiones? ¿cómo se constru- más allá de la ciudad y las fronteras nacionales. Los caminos peatonales de la
yen? ¿por qué un espacio abierto es importante para el colono popular? fase tres del parque La Andrea son descritos de la siguiente manera:
Contrario a la noción común de que la vivienda es la única preocupación
de los colonos, los espacios abiertos se consideran importantes desde los No recuerdo quién trajo una revista a la reunión y explicó cómo funcio-
mismos orígenes de los asentamientos. Sin embargo, la atención a los nan los caminos en los parques ingleses: siguen trazos que las personas
espacios abiertos se da sólo después de que la vivienda, al menos inicial- han dejado marcados cuando cruzan el parque.
mente, se construye y los acuerdos básicos de agua, alcantarillado y elec-
(Entrevista con Luis Murcia, residente de La Andrea, 2008)
tricidad se ponen en marcha, como explica: Hernández-Bonilla (2004)
86 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 87

El parque en los barrios inicia como una expectativa o aspiración común: nias [barrios] es muy importante si se busca la permanencia y el desarrollo
cada barrio necesita un parque. Entonces, el concepto de parque toma de sus espacios públicos”. Sin embargo, los datos de esta investigación
forma, podría decirse que se vincula con la recreación activa y la necesidad conducen a una conclusión distinta, al menos en las etapas iniciales del
de un lugar en donde los niños puedan jugar. En este sentido, la ‘cancha’ desarrollo de los espacios abiertos, más cercanos a los resultados de Kellett
es vista como el objetivo: entonces, un parque adecuado debe tener una (2008: 23) encontrados en los asentamientos urbanos informales en Santa
cancha. Esto explica por qué el parque del barrio se llama, con tanta fre- Marta (Colombia): "El barrio está lejos de ser coherente con la ausencia
cuencia, ‘la cancha’. Sin embargo, las visiones aquí se encuentran con reali- de organización comunitaria clara y eficaz". Sin embargo, la comunidad
dades y visiones alternativas. Algunos parques no incluyen canchas porque es el actor principal en la producción del espacio urbano en los barrios,
están establecidos en terrenos escarpados, como el parque Los Cerezos; más que otros actores que normalmente participan en esta producción
o debido a su tamaño, como en Villa Sonia; mientras que en otros casos (Carmona, Heath et al., 2003). De los 57 casos explorados en esta inves-
como La Andrea, muchos residentes no quieren uno. El último caso tigación, todos muestran un grado de participación de la comunidad en
demuestra la existencia de visiones alternativas acerca de cómo se debe su creación y mejora. Sin embargo, la comunidad, como un grupo que
desarrollar el parque; aunque todas tienen en común, el tema de la recrea- comparte características comunes, toma formas diferentes en los barrios,
ción. Pero recreación no es solo jugar, también se trata de socializar. En y no es necesariamente estructurada, estable y permanente (Hernández-
el capítulo 4 se desarrollará con mayor detenimiento este tópico, pero es García, 2009). La iniciativa con frecuencia la toman personas que se las
suficiente decir que la recreación en el parque es vista como una actividad arreglan para convencer a los demás de trabajar con ellos en la búsqueda
social importante unida a otras actividades sociales, como las reuniones, de un objetivo particular.
actividades compartidas y reuniones comunitarias. Estas actividades están En Danubio el proceso de establecimiento del parque se puso en
íntimamente relacionadas con las cualidades de los usuarios del parque. Lo marcha a través de una iniciativa individual. En las primeras etapas del
que permite entender por qué los parques se encuentran tan cercanos a ser asentamiento, en torno a lo que hoy es el parque, varias casas estaban
espacios comunitarios, como se analizó anteriormente. en riesgo debido a la inestabilidad de la tierra. Se le ofreció a la gente la
posibilidad de reubicación, pero una sola persona, José Rubio, consi-
deró la propuesta inadecuada y costosa a largo plazo, para su numerosa
Organización de la comunidad
familia: "después de 15 años, habré pagado por una casa tres veces más
pequeña y tres veces más cara que una que yo pudiera construir". Él
Después de señalar la importancia de los espacios abiertos para los asenta- convenció a sus vecinos, y se organizaron para llevar a cabo la tarea de
mientos populares desde sus inicios y explorar las percepciones y visiones estabilizar la tierra, que más tarde se convirtió en el parque. Un ejemplo
de los colonos, el siguiente paso es entender cómo se desarrollan. ¿Existe similar se presenta en La Andrea, donde las personas que viven alrededor
una organización comunitaria que trabaje a favor de la realización de estas de un pedazo de tierra sobrante, dejado por los desarrolladores como
percepciones y visiones? Hernández-Bonilla (2008: 396) encuentra en una ‘cesión’, se organizaron para convertirlo en un parque. La diferencia,
México que “la organización social de los residentes que viven en las colo- sin embargo, es que el presidente de las jac en ese momento fue uno de
88 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 89

los que vivían alrededor de la tierra no utilizada. Él canalizó las jac para argumentar, sin embargo, que tarde o temprano, los individuos o los gru-
trabajar en el proyecto, mientras que José Rubio tuvo que encontrar apoyo pos asumen el liderazgo para hacer que las cosas pasen.
y recursos de diferentes fuentes. En el caso de Aguas Claras, las mejoras en
las calles se iniciaron también por los actores interesados, por ejemplo, la
primera empresa de transporte (no autorizada por el municipio), que ‘in- El proceso de mejora
formalmente’ sirvió al barrio. La compañía logró llevar tierra firme a la calle
de acceso al barrio, y las personas de la comunidad ayudaron a compactarla.
Primeras etapas
Poco después, la recién fundada jac asumió la responsabilidad, y continuó
la organización de las mejoras en las calles.
Dos ejemplos más de cómo las comunidades trabajan en las etapas Siguiendo la discusión de Carmona, Heath et al., (2003) sobre los modelos
iniciales de sus espacios abiertos son la Nueva Argentina y Los Cerezos. En de desarrollo en el entorno urbano, el ‘modelo de gestión’ es el que mejor
Nueva Argentina, la comunidad se organizó en gran medida por la parti- encaja en la descripción del proceso en los barrios populares: “derivado de
cipación de una ong llamada ‘Fundación Social’. Esta ong jesuita ayudó las explicaciones del comportamiento o institucionales, estos [modelos
a la gente a organizarse y fue una presencia en la comunidad desde hace de gestión] se centran en los actores y sus relaciones”. En los seis casos de
muchos años. El proceso de organización en Los Cerezos fue asistido tam- estudio, los colonos populares ‘recibieron’ el espacio asignado al ‘parque
bién, pero de una manera diferente, la estructura organizativa estuvo en el del barrio’, como no mucho más que un espacio vacío. Esta era la situa-
lugar antes de que comenzara el proyecto, y los habitantes se convirtieron, ción en algunos casos claramente indicados, como La Andrea y Villa Sonia
en cierto modo, en los socios del proyecto, con derechos y obligaciones. (ver Figura 16 y Figura 17), pero en la mayoría de ellos no era tan clara
El objetivo del promotor era construir una comunidad utópica basada en (Danubio, Cerezos, Aguas Claras y Nueva Argentina). En las primeras eta-
la gestión autónoma de los residentes, por lo que rechazó cualquier tipo pas, las personas actuaron en forma individual o en grupo, tomaron las
de intervención de la administración de la ciudad (Hataya, 2007: 255). primeras iniciativas para desarrollar su parque. Podría decirse que la parti-
Por último, en Villa Sonia, en los primeros años no pasó mucho en el cipación de otros actores, especialmente el municipio, era inexistente en
parque o en la organización de la comunidad. El ‘parque’ se parecía a un estas primeras etapas. La gente empieza a relacionarse con el espacio desde el
espacio sobrante con algunas vías cementadas que lo cruzan, y con muy comienzo de las decisiones y acciones, grandes y pequeñas, es decir se apo-
poca actividad. Las jac fue gradualmente capaz de conseguir el apoyo de la deran de él. Esta producción social del espacio está estrechamente relaciona-
comunidad, y ha realizado algunas iniciativas de mejora. da con la construcción del lugar en términos de la relación que las personas
Las etapas iniciales de participación de la comunidad y organización establecen con él: “cada sociedad –y por lo tanto, todo modo de produc-
fueron diversas. Algunos barrios estuvieron más organizados y algunos ción, con sus variantes– produce un espacio, un espacio propio” (Lefebvre,
otros no tanto. Casi todos los casos revelan un enfoque diferente en las 1991: 31). La producción y reproducción del significado en relación con
vías de participación de la comunidad y organización en la búsqueda de el espacio, como Lawrence y Low (1990) argumentan, empieza aquí y se
las percepciones y visiones respectivas de los espacios abiertos. Se puede desarrollará aún más con el consumo activo del lugar, que inicia en paralelo.
90 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 91

Figura

La agencia de los colonos populares en la producción y construcción de


su espacio urbano es evidente, y está marcada por la lucha, sobre todo en
las etapas iniciales. El caso de Danubio es especialmente revelador en ese
sentido. Cuando el municipio ofreció la reubicación a las personas que
habían construido sus casas en torno a lo que hoy es el parque, debido a
la inestabilidad de la tierra, la gestión individual, familiar y comunitaria
fueron cruciales en la búsqueda de un camino alternativo. Estas fueron las
etapas iniciales del Parque Danubio (extracto de las notas de la entrevista
con Lucía y José, en diciembre de 2008):

La oficina municipal a cargo –Emergencias y Desastres– pidió a las


familias que se fueran, ofreciéndoles la reubicación en otro lugar. A las
Figura
personas se les ofrecieron dos casas nuevas para dos familias (una y arriba
92 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 93

otra) en la misma zona a unos cinco kilómetros de Danubio. Las casas eran a cambio de ayuda y/o dinero para el proyecto. Después de varios meses y
de 5 metros de frente y 60 metros cuadrados en total, sin posibilidad de largas horas de trabajo, la oficina de Emergencia y Desastres aprobó –para
extensión a los lados o en la planta superior. Se exigió un pago inicial muy su sorpresa– lo que José había propuesto. Entonces comenzó la segunda
bajo, y el resto se debía pagar en 15 años. batalla: ¿qué hacer con el espacio abierto? Estaba claro que no se podían
construir casas allí (aunque algunas de las propuestas de este tipo fueron
La propuesta atrajo a muchos (no hay nada que pagar por adelantado, y
escuchadas), pero la idea de un parque en esa zona parecía demasiado
la casa estaba lista para habitarse –sin necesidad de construir como en Da-
ambicioso para algunos. No sin dificultad, la idea de un parque fue apro-
nubio), pero no a todo el mundo, entre ellos Lucía y José. Ellos pensaron
bada, y por primera vez (según José) la jac asumió la responsabilidad para
en sus seis hijos y cómo encajarían en 60 metros cuadrados, y sin posibi-
el desarrollo del proyecto.
lidad de ampliación de la casa. Pero José estaba especialmente preocupado
por la hipoteca y las tasas de interés variable, de las que no sabía nada en
Las acciones iniciales en el espacio urbano en los barrios están ‘inspiradas’
un primer momento, pero se hizo con pleno conocimiento sobre el tema.
por las dificultades y son promovidas por las personas y, más tarde, por los
Aprendió, por ejemplo, que durante los primeros años de la hipoteca él
grupos. En Danubio la inestabilidad de la tierra era el problema, en Aguas
estaría pagando sólo los intereses, mientras que la deuda sobre el capital se-
Claras el transporte para entrar y salir del barrio, en La Andrea era el riesgo
ría cada vez mayor, según esto, después de 15 años, habría pagado más que
de las casas de los alrededores debido al tráfico de automóviles y camiones,
el costo inicial de la casa, por no hablar del riesgo de perderlo y lo que él
y así sucesivamente. No hay evidencia de que una comunidad estructurada
ya había pagado en el proceso. Explicó esto a sus vecinos y los convenció,
y bien organizada pudiera estar detrás de estas primeras acciones, al menos
y comenzó la construcción del parque.
en los casos explorados.
José fue a la oficina de Emergencias y Desastres para decirles que no
se iba a mudar y que podrían hacer algo para recuperar el lugar, pero que
Las etapas de transformación
necesitaban ayuda. El personal de la oficina se mostró reacio, pero él explicó
qué se podría hacer para estabilizar la tierra y aminorar el riesgo de las ca-
sas, señalando que allí había que hacer un gran trabajo de ingeniería. Era Una vez que el lugar para el parque se ha definido, ya sea porque fue
necesario canalizar la corriente, reemplazar y cubrir los cuerpos de agua, asignado, consensado o ‘creado’ como en Danubio, se inicia el proceso
organizar en esa zona el sistema de alcantarillado y tapar toda el área con de mejora. Por lo general, comienza con un espacio vacío –nada más que
varias toneladas de tierra. La explicación podía ser suficiente para desani- una zona verde y, eventualmente, una zona de juegos aportados por los
mar a cualquiera y hacerlos pensar de nuevo la propuesta de reubicación, promotores– como en la fase 1 del parque La Andrea. En las etapas de
pero no fue así para José y la comunidad que estaba liderando. mejora, nuevos temas y nuevos actores se involucran. La gestión indivi-
dual gradualmente da paso a la gestión de los grupos, y una organización
José organizó a la comunidad, pidió ayuda de dependencias públicas y
comunitaria vacilante, en las etapas iniciales se hace más fuerte, aunque
privadas, estableció contacto con algunos políticos para 'trabajar' con ellos
no necesariamente se involucra la participación de toda la comunidad.
94 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 95

Las jac, que existen desde el comienzo de los asentamientos, tienen un


papel más importante que el papel del municipio, relativamente pequeño
en el pasado. La participación y los conflictos son ahora más evidentes en
las dinámicas de producción, en la forma en que Carmona, Heath et al.
(2003) sugieren, que cuando los actores se enfrentan unos a otros con sus
propios objetivos, motivaciones, recursos y limitaciones. Sin embargo, las
particularidades del proceso también producen un ‘espacio propio’, como
argumenta Lefebvre (1991), como un proceso permanente a través de la
transformación del espacio y las prácticas de consumo.
Junto con el papel principal de los integrantes del barrio en la transfor-
mación de los espacios abiertos, el municipio comienza a jugar un papel
importante en las etapas de mejoramiento. Dicha función abre una serie de
cuestiones que se discuten en esta sección y las siguientes. La dialéctica con
fuerzas estructurales más amplias, una de ellas como proponen Carmona,
Heath et al. (2003), es cuando mencionan el modelo institucional de la
producción del espacio urbano. La comunidad empieza a interactuar con
las instituciones públicas y los políticos para conseguir lo que necesitan,
en este sentido, las relaciones de poder se desarrollan. De los 57 casos Figura
explorados, prácticamente todos han tenido algún tipo de participación
municipal para la mejora de las áreas urbanas abiertas. Esto incluye los El municipio entonces juega un papel en las diversas etapas de la mejora de
barrios que aún no son legalizados, como Aguas Claras, pero a los que el los espacios abiertos, y los programas municipales osp y opc son de gran
municipio les asigna algunos recursos para mejorar sus parques. Anterior- importancia. Esta participación dentro de la agencia de la gente es por lo
mente se explicaron, dos programas municipales que han sido especial- general bajo el liderazgo de las jac. Su importancia en los años setenta y
mente importantes en los barrios para la mejora de los espacios abiertos a ochenta fue muy grande, porque podían disponer directamente de recursos
través del trabajo conjunto con las comunidades: Con ellos la mejora en la económicos que los políticos locales les entregaban, en forma de 'subsidios'
fase 2 del parque de La Andrea se llevó a cabo (ver Figura 18 y Figura 19). (auxilios) a cambio de votos. El papel de los políticos en el desarrollo de los
Sin embargo, la participación del municipio a través de otros programas espacios abiertos se examinó con mayor profundidad, ya que en la nueva
más pequeños y los medios alternativos, tales como subvenciones directas constitución, de 1991, las jac no tienen derecho a recibir subsidios, pero
para obras específicas, abarcan la mayoría de los casos estudiados. siguen siendo poderosas organizaciones comunales que negocian con las
autoridades locales en nombre de la comunidad (Torres, 2002).
96 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 97

En el proceso de desarrollo de los espacios abiertos en los asentamientos


urbanos informales el pueblo es líder, a través de acciones individuales y
colectivas. La lucha es por lo general, un factor común en las primeras
etapas y, las relaciones de interacción y poder con el municipio en las
etapas de mejoramiento. La organización comunitaria y los procesos de
participación a través de las jac, y de los actores políticos, son parte de las
mencionadas relaciones de poder. Este espacio de producción es mediado
por las relaciones sociales y políticas, y da lugar a un espacio ‘particular’,
parafraseando a Lefebvre (1991). O, en términos de Schneekloth y Shibley
(1995), se trata de transformar el espacio en un lugar habitable.

Actores y roles

Se puede decir que en la producción de espacios abiertos en los asenta-


mientos populares, la mayoría de los papeles son caracterizados princi-
palmente por dos partes: la comunidad y el municipio. Sin embargo, la
comunidad también involucra a los individuos y grupos que no necesa-
riamente actúan como una comunidad unida y organizada, y el munici-
pio y las dependencias desarrollan planes y programas. Sin embargo, hay
otros participantes y los más influyentes son sin duda los políticos. La
relación entre los políticos y los barrios populares tiene una larga historia
en Bogotá (Hataya, 2007). Otros actores que no están involucrados en
todos los casos, y que desempeñan un papel importante son las ong y las
instituciones religiosas, sociales y culturales. Los urbanizadores ‘pirata’ o
ilegales pueden jugar un papel, pero su participación no suele ir más allá
de la venta de lotes, y muy de vez en cuando la definición y otorgamiento
de los espacios donde se pueden localizar los parques.

Figura
98 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 99

El papel de la comunidad Las comunidades en los barrios están lejos de ser unidades sólidas y
cohesionadas, que participen y actúen por el bienestar de todos, el conflicto
‘Comunidad’ no es un concepto sencillo y esto se refleja en la práctica. es parte de las relaciones sociales y de la producción del espacio abierto, ya
García Giuliani et al. (1999: 734) la explican como: "a) sentimientos fuertes que éstas forman parte de la dimensión política (Carr, Francis et al., 1992;
por la gente y el lugar, b) la importancia dada a la interacción social y la Carmona, Heath et al., 2003).
calidad de vida, c) la preocupación por la educación y el respeto de los Sin embargo, los individuos son también el motor de las comunidades
niños y, la colaboración, compartir y vivir juntos". y hay muchos ejemplos en los barrios. Este es el caso de José y Lucía, en
La evidencia de los casos de estudio, sugiere que la comunidad no siem- Danubio, que lograron movilizar a la comunidad para estabilizar la tierra
pre es tan ideal como sostienen García Giuliani et al. (1999), aunque puede en la que el parque se desarrolló, o Lidya, en Aguas Claras, que enfrentó
ser el caso en algunas circunstancias. La comunidad o las comunidades el proceso de legalización del barrio, aún en curso. Carmen, en Tanque
dentro de los barrios populares son diversas y siguen agendas diferentes. Laguna (de los 57 casos generales explorados), que dirigió una larga lucha
En cuanto a la producción social del espacio, las jac es tal vez de los grupos contra los organismos públicos y privados en nombre del parque en su
comunitarios más importantes dentro de los barrios, a causa de su condi- barrio, lo cual es un ejemplo para la localidad: "Luchamos por nuestro
ción jurídica y sus vínculos políticos y sociales. Sin embargo, desde la parque, pero la lucha no ha terminado, necesitamos muchas otras cosas en
década de los años ochenta, en los barrios populares de Bogotá, las asocia- nuestro barrio" (Entrevista a Carmen, diciembre de 2008). Lucía, Lidya
ciones culturales, económicas y femeniles empezaron a ser cada vez más y Carmen confirman el importante papel de la mujer en la producción
comunes, en muchos casos como una alternativa a las jac (Torres, 2002). del hábitat en los asentamientos populares en América Latina, como se
Pero las iniciativas de la comunidad no son las únicas presentes en los reconoce en otras investigaciones (Kellett, 1995; Avendaño y Carvajalino,
barrios. Como se explicó en las primeras etapas del proceso de desarrollo, 2000; Hordijk, 2000; Segovia y Oviedo, 2000).
la inventiva individual también está presente sobre todo en las primeras A pesar de la falta de consensos plenos entre las personas y sus jac, la
etapas. Sin embargo, esto puede ser visto como individualismo –como organización de la comunidad es visible en los barrios populares, y en
‘buscar ser el número uno’– o quizás como colocar las necesidades indivi- relación con la producción de espacios abiertos, éstas tienen un papel im-
duales y familiares por encima de las de los demás. Esta actitud también portante, como lo confirman los casos de estudio. Las jac eran y siguen
se encuentra en el mantenimiento de espacios verdes, cuando no es difícil siendo el único vínculo formal y reconocido entre el pueblo y el gobierno.
de escuchar “Yo sólo me encargo de la parte delantera de mi casa, no me Desde sus orígenes el vínculo entre las jac y los políticos es crucial. Hasta
importa lo que sucede en otros lugares”, o ni siquiera de la parte frontal 1991, las jac recibieron recursos directamente de los políticos en lo que
de su casa: “No hemos visto que las personas alrededor de la fase uno del se llamó ‘los auxilios parlamentarios’, sin embargo, esta práctica se prohi-
parque del barrio se encargue del espacio delantero de sus propias casas: bió debido a la corrupción y 'clientelismo' (Borrero, 1989). No obstante,
dicen que eso lo debe hacer el municipio o las jac”(Entrevista a Marta, la relación jac-políticos existe como una forma de patrocinio político,
presidente actual de las jac y residente de La Andrea, diciembre de 2008). lo que significa que el político actúa como el patrón o ‘enlace’ con el
gobierno y la oficina del municipio (Hataya, 2007). Arturo, actual presi-
100 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 101

dente de las jac de Danubio, lo expone de esta manera: "Jugamos el juego anteriormente, la oficina del idpac ahora es el actor principal en el lado
de acuerdo con el político en el poder". Las jac forman parte de la política del municipio y opc, el programa principal. El programa pretende un
de los barrios, y a pesar de sus críticos, significan el principal escenario de componente de obra con un componente social, es decir, la materialidad
participación para la negociación con el gobierno. del espacio abierto no es el único objetivo, sino también el aspecto del
empoderamiento de la comunidad en el proceso. Así como las jac son el
El papel del Municipio actor clave en nombre de la comunidad en la producción del espacio, el
idpac es el actor clave por parte del municipio. Este último, sin embargo,
Carmona, Heath et al. (2003) reconocen al sector público como un actor persigue una agenda que no sólo es social y técnica, sino también políti-
clave en la producción del entorno construido. El sector público incluye ca, como apoyar la gestión del alcalde a cargo, lo que pone de relieve una
a los organismos gubernamentales, las autoridades de planificación y los característica particular de la relación entre las comunidades y el gobierno
organismos reguladores. En la producción del espacio en los barrios, el sector (nacional y municipal) –la politización– y contribuye a explicar por qué
público es el municipio. El Municipio en los asentamientos urbanos infor- los políticos están tan involucrados con los asentamientos urbanos infor-
males tiene dos funciones: primero, facilitar las políticas y los marcos regula- males, junto con las relaciones de poder que se crean.
torios, y segundo, la provisión de infraestructura y servicios comunitarios.
Para algunos autores, como Viviescas, Gómez et al. (1989), el papel del Otros actores
municipio en los barrios populares no se trata tanto de cómo debe ser la
planificación, sino más bien de ‘ponerse al día’ en relación con el desarro- Aunque la comunidad y el municipio son los actores clave en la produc-
llo de barrios, su legalización, llevarles servicios públicos y de 'ayudar' a la ción y transformación del espacio urbano en los asentamientos urbanos
gente a mejorar su propios asentamientos. En esta perspectiva, el municipio informales, existen otros actores centrales: los políticos, las ong, las asocia-
es visto como un actor pasivo, pero necesario en la relación dialéctica entre ciones religiosas y, profesionales –especialmente arquitectos e ingenieros–
los colonos populares y el sector público en relación con la creación y trans- las empresas privadas (incluidos los constructores y vendedores de mate-
formación de los asentamientos y la mejora de sus condiciones de vida. Las riales de construcción) y las universidades (incluyendo a los estudiantes de
pruebas de esta investigación tienden a confirmar esta interpretación. licenciatura y posgrado).
El Municipio aplica políticas nacionales en materia de planeación, Como se explicó anteriormente, el papel de los políticos es vincular a
vivienda y espacios abiertos de la ciudad, y también desarrolla sus propias la comunidad y al municipio para entregar los recursos económicos para
políticas a nivel local. En relación con los asentamientos informales, las objetivos específicos (la escuela, la calle, el parque, y así sucesivamente)
políticas municipales tienden a centrarse en la participación, la legali- o influyendo en las oficinas municipales para gestionar la prestación de
zación y la reducción de la marginación para reducir la marginalidad servicios públicos y de otro tipo a los barrios. En los seis casos de estudio,
urbana socioeconómica de los pobres urbanos. Respecto a la participa- el papel de los políticos se aprecia en acción cuando el barrio trabaja en las
ción, y a pesar de que haya otros programas y otras oficinas públicas que etapas iniciales lo que confirma que son una importante fuerza detrás del
tienen que ver con los espacios abiertos en los barrios, como se explicó desarrollo de los asentamientos urbanos informales de Bogotá, contribu-
102 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iii | Producción informal del espacio urbano 103

yendo a la relación ambivalente entre la formalidad y la informalidad. En al asentamiento mediante la movilización de la comunidad. "No era sólo
Aguas Claras, que todavía está en proceso de legalización y de gestión de un proyecto de vivienda, sino también una propuesta social y política".
los servicios públicos (tienen electricidad, teléfono y gas, pero carecen (Entrevista con Tito López, fundador y actual residente de Manuela
de agua potable y alcantarillado), la relación con los políticos es ilustrativa: Beltrán, diciembre de 2008)

En esta misma silla (refiriéndose a la silla en la que el autor estaba sen- No sólo las viviendas, también los servicios públicos y los espacios abiertos,
tado en el interior de su casa) dos candidatos a alcaldes para Bogotá (en en sus inicios fueron organizados por la Empresa Comunitaria. En Nueva
diferentes elecciones) se sentaron: el Sr. Caicedo y el Sr. Lozano2. Ellos Argentina, la ong ‘Fundación Social’ trabajó junto a la comunidad para
han sido muy buenos con nuestro barrio. construir la Iglesia Católica y organizar las áreas básicas del parque. Las
(Entrevista con María, residente de Aguas Claras, 2008) ong, así como otros actores, tienen sus propios objetivos y motivaciones,
y con frecuencia sostienen enfrentamientos, sobre todo con las jac para
Hataya (2007) analiza la relación entre los políticos y los barrios populares competir por los recursos municipales, por el interés político y por el apoyo
en detalle, argumenta que los políticos han sido una parte constante del de la gente. Este fue el caso del barrio Manuela Beltrán, donde a pesar de
desarrollo de los asentamientos informales en Bogotá; que esta relación la inmensa popularidad inicial de la Empresa Comunitaria y de las ideas
es mutuamente dependiente, en una especie de relación patrón-cliente. de Saturnino, poco a poco perdió credibilidad y apoyo en favor de las jac.
Auyero (1999) explica cómo esta relación de poder de los políticos sobre De hecho, esta última desplazó a la ong en materia de organización comu-
las comunidades es el resultado de su ayuda en la mejora de los asenta- nitaria y liderazgo. La historia de la ‘Fundación Social’ es similar, sin em-
mientos; en otras palabras, la relación entre los políticos y las comunidades bargo, el conflicto en este caso fue con otras ong que trabajan en el barrio,
se basa en el intercambio de votos por ayuda. La relación es conflictiva y debido a una competencia subyacente entre ellos. A pesar de las dificultades,
cambiante, debido a los nuevos poderes, fuerzas políticas e instituciones las ong desempeñan un papel importante.
que han aparecido en Bogotá y Colombia recientemente, en especial con Las asociaciones religiosas, que están presentes en todos los asenta-
referencia a la Junta Administradora Local (jal)3 como un centro de poder mientos en la actualidad, procedentes de medios católicos y evangélicos4
alternativo a las jac en los barrios y las localidades. se consideran otro factor importante. En Danubio, por ejemplo, ambos
cultos promueven campañas para el mantenimiento de los espacios verdes
Las ong también desempeñan un papel en la producción del espacio en e incluso trabajan juntas en algunas iniciativas. La participación de otros
los barrios, aunque menos prominente que la de los políticos. La partici- actores es menos frecuente, casi de forma ocasional. Los arquitectos e
pación de las ong es evidente en Los Cerezos y Nueva Argentina, menos ingenieros, por ejemplo, dependen tanto de un interés específico como del
importante en Danubio y La Andrea, y podría decirse que inexistente en compromiso personal con el barrio o de los contactos con las comunidades
Aguas Claras y Villa Sonia. El mejor ejemplo es el de Los Cerezos, en el que se pueden convertir en actividades remuneradas. En general, la parti-
barrio Manuela Beltrán, donde una ong llamada ‘Empresa Comunitaria cipación de los arquitectos en estas áreas es muy limitada.
Integral' guiada por el sacerdote católico, Saturnino Sepúlveda, organizó
Capítulo IV

Interacciones cotidianas, funcionales y de poder

Las interacciones cotidianas, funcionales y de poder, se centran en el uso de los


espacios abiertos en los barrios desde diferentes perspectivas. Se relaciona con
la transformación del espacio mediante la construcción social, por medio de
interacciones materiales e inmateriales. Reuniones, juegos, tradiciones, cultos
religiosos e iniciativas comerciales integran estas interacciones, lo que hace
que la relación entre las personas y el lugar sea estrecha.
Como se mencionó en el capítulo anterior, los espacios abiertos en los asen-
tamientos urbanos informales se desarrollan principalmente debido a la ini-
ciativa y participación de la gente. Se puede afirmar que el espacio urbano
en el barrio popular se produce socialmente, pero la producción social y el

105
106 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 107

uso del espacio están intrínsecamente relacionados (Low, 1996) y se perci- poder en una sociedad particular”. Las relaciones de poder se perciben en
ben como aspectos del mismo proceso; de manera similar, la producción y el el control territorial y la apropiación que diferentes grupos intentan ejercer
consumo pueden estar vinculados con el producto (Harvey, 1996). sobre los espacios abiertos, así como en el uso conflictivo de estos espacios.
Para propósitos explicativos, el capítulo tres examinó la producción Este grupo de interacciones es consecuente con los anteriores (usos coti-
social del espacio urbano, y en el capítulo cinco se analizará el ‘lugar’ produ- dianos y funcionales) y con los usos simbólicos que las personas les pueden
cido en términos de forma, lenguaje y significado. Este capítulo explora dar a los espacios abiertos. Estos usos pueden estar relacionados con la
la construcción social del espacio, que corresponde a la segunda pregunta construcción del lugar a partir de las experiencias en términos de iden-
de investigación: ¿Cuál es la relación entre los espacios abiertos y las per- tidad del lugar (Relph, 1976); pertenencia (Proshansky y Fabian et al.,
sonas (usuarios) que los crean? La relación está definida por conexiones 1983) así como apropiación y territorialidad (Jiménez-Domínguez,
entre las personas y los lugares; donde los lugares son transformados por 2007; Bernardo y Palma-Oliveira, 2008).
las interacciones de las personas, y las personas pueden ser transformadas
en sus rutinas y relaciones sociales al interactuar con los lugares.
Prácticas sociales y culturales: interacciones cotidianas
La transformación de los espacios abiertos por medio del proceso de
construcción social, o de la interacción entre la gente y el lugar, se encuentra
en primera instancia en el uso cotidiano (De Certeau, 1984); en el espacio Como Low (1996) lo explica, el lugar está modelado por las expresiones
de la vida cotidiana o el espacio representacional (Lefebvre, 1991); o en culturales, tecnológicas, políticas e ideológicas de aquéllos que interactúan
“los actos cotidianos de renovar, mantener y representar los lugares que nos con él. En el mismo sentido, las prácticas sociales y culturales cotidianas,
sostienen” (Schneekloth y Shibley, 1995: 1). En los asentamientos urbanos transforman los espacios abiertos y contribuyen a su creación (Schnee-
informales, estas actividades se relacionan con las prácticas sociales y cultu- kloth y Shibley, 1995). Las actividades sociales cotidianas en los espacios
rales desarrolladas en los espacios abiertos, se constituyen principalmente abiertos contribuyen a modelar los espacios abiertos en términos de cómo
por eventos sociales, manifestaciones tradicionales, expresiones religiosas y son utilizados y cómo son transformados por medio de ese uso. Las rela-
manifestaciones políticas. El segundo grupo de interacciones son las fun- ciones sociales se construyen en las calles y los parques, se les dan ‘nuevos’
cionales –movimiento (Carmona, Heath et al., 2003), descanso y relajación usos a las esquinas y los bordes del parque, y se observa una verdadera
(Carr, Francis et al., 1992) y reuniones de la gente– que se superponen transformación del espacio cuando, por ejemplo, una silla se coloca en la
con las prácticas cotidianas (Gehl, 1999). En los espacios abiertos de los calle para beber una cerveza, o cuando un jardín se construye frente a una
asentamientos urbanos informales, se presentan actividades recreativas casa. Pero estas actividades de consumo también ayudan a construir una
desarrolladas en los parques, y actividades comerciales que se llevan a red de conexiones en el lugar, como sugieren: Carr, Francis et al. (1992:
cabo especialmente en las calles. Un tercer grupo de interacciones son 193) “Asumiendo un cierto grado de relevancia o congruencia entre los
las que se relacionan con el poder y el conflicto (Low, 2000; Rosenthal, usuarios y los asentamientos, pueden resultar del uso diversas conexiones
2000), lo cual es explicado por Madanipour (1999: 880) en los siguientes simbólicas”.
términos: “El control del espacio público es esencial en el balance del
108 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 109

Las prácticas culturales en torno a los espacios abiertos en los asenta-


mientos urbanos informales contribuyen a la construcción social y definen
la forma dada a esos lugares. La cultura es entendida como las opiniones,
creencias, valores y tradiciones de los grupos sociales (Rapoport, 1976),
que ayudan a "dar forma a su entorno para corresponder y apoyar su estilo
de vida" (Kellett, 1995: 52). Hay varias expresiones culturales que se
encuentran en los casos de estudio, y, de hecho, se pueden agrupar en
cinco temas, –aunque como se mencionó algunos de ellos pueden ser
vistos también como expresiones sociales o actividades funcionalmente
relacionadas. Estos son: reuniones, comida y bebida, juegos tradicionales,
práctica de algún culto religioso o actividades comunitarias y políticas.

Reuniones

La evidencia deriva de los seis casos de estudio, muestra que las calles y
parques son vistos como buenos lugares para reuniones y celebraciones en
los barrios populares. Van desde reuniones informales con amigos hasta Figura
celebraciones más elaboradas con un grupo grande de personas –incluso
la comunidad completa. Las reuniones pequeñas con los amigos, con los Comida y bebida
que conversan, beben, escuchan música, y a veces bailan, son comunes,
especialmente los fines de semana. En La Andrea, por ejemplo, un grupo Conectadas con las reuniones están las actividades de comida y bebida.
de hombres lleva sillas de sus casas al parque, deja sus puertas abiertas de La Andrea muestra un ejemplo explícito de cómo estas actividades le dan
tal manera que pueden escuchar la música desde el aparato de sonido en forma al espacio abierto. En el proceso de diseño participativo del par-
su casa, y entran y salen con provisiones de la cocina. Pasan la tarde de esta que “El Ocho”, un lugar era particularmente importante (ver Figura 21)
manera (ver Figura 20), a veces también participan las mujeres, mientras
que los niños juegan alrededor. “Era muy importante para nosotros tener un lugar redondo [anfiteatro]
dentro del parque para tener nuestra “olla comunitaria”.
(Entrevista con Marta, residente de La Andrea, diciembre, 2008).
110 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 111

La ‘olla comunitaria’ (ver Figura 21) es una reunión mensual, en la que relativamente comunes en los asentamientos urbanos informales y poco
los vecinos del parque se reúnen para cocinar, comer y beber. Escuchan frecuentes en el resto de la ciudad. El mejor ejemplo es la práctica de ‘El
música, y eventualmente también bailan. La comida puede ser ‘sancocho’5 Tejo’7. Se puede jugar en un espacio abierto, como en Aguas Claras (ver
(de ahí el nombre de ‘olla’). Este barrio es especialmente conocido por su Figura 22), o bajo techo, pero siempre está relacionado con un espacio
comida, los tamales y la lechona6, siendo común los fines de semana ver abierto al frente. Es un juego rural tradicional del centro del país, y algu-
a las personas compartiendo estos platillos con una cerveza y una conver- nos autores afirman que puede estar relacionado con el pasado rural de
sación, en la calle o en el parque donde también juegan a los niños. las comunidades. (García-Canclini, 1989; Niño y Chaparro, 1997; Rojas
y Guerrero, 1997). Otro juego tradicional es ‘la rana’8, sin embargo, para
este juego se necesita estar bajo techo. En estos dos juegos participan prin-
cipalmente hombres; no obstante es común ver participar a mujeres. La
música y la cerveza son parte del entretenimiento en estos juegos, y a veces
hay comida involucrada; y como en el caso de otras actividades en espacios
abiertos que incluyen bebidas, los conflictos pueden aparecer.

Figura

Juegos rurales y tradicionales

Hay una variedad de juegos relacionados con los espacios abiertos que
representan manifestaciones culturales (Niño y Chaparro, 1997). Son
Figura
112 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 113

Hay otros juegos observados en los espacios abiertos de los barrios popu- el parque y su interacción con el espacio abierto (en Aguas Claras y Nueva
lares, que por no se ven tanto en las zonas residenciales con mayores Argentina); segundo, el altar en el parque (en Danubio,); y tercero, las
ingresos; entre los más comunes está ‘El Trompo’ como se aprecia en La imágenes religiosas en las fachadas de las casas (en Los Cerezos).
Andrea (ver Figura 23), ‘Golosa’, ‘Ponchados’, ‘Checa’ y ‘Bolas’. En los 57 casos explorados inicialmente para esta investigación, en cada
barrio se localiza al menos una iglesia católica, y la mayoría tiene una o
más iglesias de otras religiones, como Evangelistas y Testigos de Jehová. La
ubicación de la iglesia católica en el barrio reproduce, –cuando es posible–
la ubicación de las iglesias de las áreas centrales de la ciudad: por lo general
se encuentra en los bordes de las plazas, para enfatizar su importancia
(Niño y Chaparro, 1997). Se encuentran muchos ejemplos en los 57
casos, uno de los más interesantes, debido a su evolución conflictiva, es el
de Tanque Laguna (ver Figura 24).

Figura

Práctica de cultos religiosos

Los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales también


son utilizados para la práctica de cultos religiosos. Los casos de estudio
mostraron tres tipos de usos religiosos, además de las celebraciones de
Navidad y Semana Santa: primero, la iglesia situada en la calle principal o Figura
114 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 115

Los altares, y en especial las imágenes religiosas en las fachadas, son


comunes en los barrios populares. Para Hernández-Bonilla (2004) los
altares no son sólo expresiones de la fe religiosa, sino el resultado de las
acciones diarias de uso y apropiación. Rojas y Guerrero (1997) afirman
que las imágenes religiosas son importantes debido a sus valores histórico,
culturales y de identidad. En Danubio, se erigió un altar en una de las
esquinas del parque (ver Figura 25 y Figura 26). Es un espacio cerrado
en forma de cueva que no es perceptible a primera vista. La gente explica
que un expresidente de las jac lo puso ahí, y que él y su familia le dan
mantenimiento básico de vez en vez, limpian la “cueva” y la decoran con
flores. De manera similar, las imágenes religiosas como las encontradas
en Los Cerezos (ver Figura 26) son parte de la construcción simbólica del
barrio e impacta la percepción de los espacios abiertos.

Figura

Actividades comunitarias y el activismo político

Muchos autores reconocen la dimensión política de los espacios públicos


(abiertos) (Niño y Chaparro, 1997; Carmona, Heath et al., 2003; Mada-
nipour, 2003; Páramo y Cuervo-Prados, 2006), ya que son importantes
para las actividades comunitarias y el activismo político, ayudan a desa-
rrollar la democracia y construir gobernabilidad. En los barrios populares,
las actividades relacionadas con la comunidad y la política se aprecian
sobre todo en la cancha y en la sala comunal, la mayoría de ellas organi-
zadas por las jac del barrio, con intereses políticos que son ‘negociables’
en relación con los políticos actuales y los candidatos. Mientras los datos
se recolectaban en la fase uno del parque La Andrea, por ejemplo, la
Figura
116 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 117

oficina del Alcalde y las jac organizaban un evento cultural para la comu- Actividades recreativas y comerciales:
nidad que se llamó: ‘Bogotá, Territorio de Paz’ y un escenario temporal se interacciones funcionales
construyó sobre la cancha (ver Figura 27). De acuerdo con Marta (actual
presidenta de las jac), estos eventos son importantes porque contribuyen
El patio de juegos
a cohesionar a la comunidad y trabajar con la oficina del alcalde a favor
de los proyectos de interés mutuo.
En términos funcionales, los parques del barrio se dedican a juegos y
deportes. Usualmente (como en Danubio), tienen una o más canchas
multifuncionales (para jugar básquetbol, microfútbol o voleibol) y mu-
chos también cuentan con estructuras metálicas o de madera para juegos
de niños (ver Figura 28 y Figura 29). El resto del parque está pavimentado
o tiene áreas verdes, también adecuadas para jugar. Como en las calles
jugar en el parque es una actividad social que conecta a las personas;
aunque en el parque, el actor difiere de alguna manera de los usuarios de
las calles. No se observan niños pequeños sin que vayan acompañados
de sus madres, mientras que los usuarios adultos tienden a estar presen-
tes casi todos los fines de semana. Pero los principales usuarios de estos
espacios, en una base diaria, parecen ser los jóvenes adultos. Una de las
principales actividades que se desarrolla en los parques son los torneos
de micro-fútbol, organizados en grupos intra e interbarrios. Este evento,
que se lleva a cabo por algunos meses, durante los fines de semana, atrae
un buen número de personas que van a ver los partidos. Después de que
finaliza el partido, comienzan las celebraciones (no importa cuál haya sido
el resultado), por lo general incluyen cerveza, música y a veces comida
Figura y baile. Las relaciones sociales también se desarrollan, y al mismo tiempo,
en algunas ocasiones, surgen los conflictos. Las prácticas sociales y cultu-
rales se desarrollan alrededor de las actividades deportivas que también
contribuyen a generar relaciones con el espacio y su transformación.
118 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 119

Por medio del juego, se revelan conexiones sociales y culturales. Tal vez el
mejor ejemplo aquí es el provecho que los adolescentes obtienen de estos
lugares, ya que ellos son los principales usuarios. Los jóvenes adultos tratan
de hacer ‘suyos’ estos espacios, especialmente en las tardes cuando no hay
niños, ni nadie más jugando en los parques. Esta situación es reforzada
físicamente por las rejas alrededor de la cancha: uno los ve y ellos lo ven a
uno, ambos en el entendido que así es como ellos quieren que sea, con o
sin rejas (ver Figura 30). Los adolescentes pueden ser observados pateando
un balón, o atrapándolo entre ellos, chicos y chicas por igual. Algunas
veces escuchan música, y a veces fuman y beben.

Figura

Figura

Figura
120 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 121

Iniciativas comerciales

Los espacios abiertos en los barrios también tienen que ver con el comercio.
Aunque la recreación es quizá el uso más visible, el comercio también es
significativo. Las actividades comerciales dentro de los espacios abiertos
pueden ser divididas en dos tipos: el comercio en las viviendas que dan a
las calles y los parques; y el comercio que invade lugares en los espacios
abiertos. En el primer tipo, la tienda con sus variantes, es la principal
manifestación comercial; en cuanto al segundo tipo, los vendedores ambu-
lantes son el ejemplo más visible. Como muestran los casos de estudio,
cada uno de ellos proporciona y permite formas particulares de usar y
apropiarse de los espacios abiertos.
La actividad económica en los barrios se conoce como una manera
de generar ingresos adicionales para las familias; algunas veces incluso es
el ingreso principal. La casa es la primera fuente de posibilidades, con la
subdivisión de lotes, rentando cuartos y pisos independientes, y estable-
ciendo pequeñas empresas en el hogar (Kellett, 1995). El hogar “tam- Figura
bién es un lugar de producción” (Kellett y Tipple, 2000: 203); y rentar
un cuarto o “poner un negocio” en la parte frontal de la casa es algo Las tiendas no sólo son lugares de comercio, también son centros sociales
que consideran los residentes. Este uso económico de la casa refuerza la para la comunidad (Coen, Ross et al., 2008). Los residentes no sólo van
relación de los residentes con los espacios abiertos; no sólo debido a las a la tienda a comprar víveres (usualmente pidiendo ‘fiado’9); incluyendo
razones prácticas de tener un espacio limitado en el interior, así como la cerveza para beber en sus casas o afuera en la banqueta o en el parque; sino
necesidad de encajar en el intercambio social, sino por las transacciones también es un espacio al que van a compartir historias y escuchar las de
económicas. Las actividades comerciales en casa van desde los espacios otros (Rojas y Guerrero, 1997). El ‘tendero’ (el vendedor y propietario de
abiertos, a través de arreglos en la vivienda, ya sea con la venta de helado la tienda) también es un ‘consejero’ comunitario y por lo general es alguien
a través de la ventana o la sala, hasta talleres de carpintería o trabajos que conoce muy bien el barrio y a la gente que vive allí (Rojas y Guerrero,
metalúrgicos, o mercados de tamaño medio, todo ello propicia el uso y 1997; Coen, Ross et al., 2008). Las tiendas son parte de las dinámicas
apropiación de las calles y parques frente a ellos. Incluida la tienda, que sociales y culturales de los barrios populares y sus relaciones con los espacios
quizá es la forma más común de comercio, también conocida como ‘misce- abiertos son conspicuas. En este aspecto, este tipo de espacios pueden ser
lánea’ o ‘panadería’ (ver Figura 31). vistos como un ‘tercero’, o espacio semipúblico, según los argumentos de
122 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 123

Carmona (2010). En los seis casos de estudio, el uso y significado social de


las tiendas se observa especialmente en los asentamientos más antiguos y
consolidados, como La Andrea o Danubio, en donde se pueden encontrar
diferentes tipos de tiendas. Una de nueva aparición relativa en los barrios
y que empieza a tener un lugar importante, en términos de significado
práctico y social: es la ‘tienda de minutos’. Es un lugar donde se pueden
hacer llamadas a teléfonos fijos y móviles, y en donde pueden tener acceso
a Internet. Son muy populares en los barrios, y como en otros países de
América Latina (Averweg y Villanueva, 2009), se están volviendo puntos
de encuentro, en especial para la gente joven.
En términos de las actividades económicas desarrolladas directamente
en los espacios abiertos, el ambulantaje es el más común. Los vendedo-
res ambulantes son un fenómeno muy difundido en Bogotá, y se percibe
de una forma polarizada; por un lado, es visto como un camino válido
para que las personas pobres se ganen la vida, y por otro, se ve como una
invasión de los espacios públicos que es necesario controlar (Donovan,
2008). En los barrios populares, sin embargo, el segundo punto de vista
no es muy escuchado, al menos por la propia comunidad. También resulta Figura
que el ambulantaje se ve más en el centro de la ciudad que en los barrios,
donde prevalece menos pero aun así existe. En los asentamientos más Conflictos y apropiación territorial:
consolidados, como La Andrea, se observa más (ver Figura 32), como la interacciones de poder
venta de frutas y vegetales en la calle. Esta actividad se realiza principal-
mente los sábados y domingos, aunque algunos vendedores también ofre-
El poder y el conflicto
cen sus productos entre semana. Sin embargo, la mayoría de los casos de
estudio muestran que el ambulantaje es una característica que genera acti-
vidad en los espacios abiertos, y está conectada directamente con eventos Se puede decir que la ambivalencia entre la formalidad y la informalidad
específicos como la parada del autobús, o el partido de fútbol que se juega de los asentamientos urbanos informales, se trae a primer plano en las
en el parque los domingos. discusiones sobre el poder y el conflicto. Los barrios populares son vistos
como transgresores de las prácticas y leyes formales. Por lo general inician
desafiando las normas de planeación urbana existentes al invadir la tierra
o comprarla a un promotor ilegal. Pero pronto inician las negociaciones
124 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 125

con el municipio para obtener los servicios públicos. La mayoría de los En los asentamientos urbanos informales, estos grupos se advierten
barrios comienza su vida en una forma conflictiva, no obstante son una como:
parte integral de la ciudad y por lo tanto tienen poder de negociación. Este
poder se aprecia explícitamente en las relaciones con los políticos, como se • Los usuarios directos o personas que viven alrededor del espacio
analizó en el capítulo anterior. Para desarrollarse, los barrios inician meca- abierto.
nismos informales que después se convierten en formales; este proceso no • La gente del barrio o las áreas cercanas que usan el espacio abierto.
está libre de conflictos. En el uso de los espacios abiertos, los mecanismos • Las personas ajenas (como usualmente es el caso) que quieren tomar
formales e informales se observan cuando se lucha con los conflictos y se el control del espacio por alguna razón particular.
establece un balance de poder entre los usuarios. Por ejemplo, llamar a la
policía para reportar que están bebiendo y haciendo ruido en un parque Este grupo puede incluir gente joven, porque con frecuencia son aban-
es un mecanismo ‘formal’ usado por algunos para combatir un ‘problema’; donados y excluidos de otros espacios, y están en busca de su “propio”
el grafiti y el vandalismo pueden verse como respuestas ‘informales’ para espacio. Hay un cuarto grupo que representan las autoridades locales y los
tratar con otro “problema” (la exclusión, por ejemplo). representantes de la comunidad, como las jac. Los conflictos por el uso
Los espacios públicos y abiertos tienen un significado político y un de espacios abiertos ocurren entre los grupos y al interior de los mismos,
simbolismo de poder (Madanipour, 1999; Rosenthal, 2000). Quizá por debido a sus diferentes interpretaciones del uso del espacio abierto.
ello, es común el conflicto entre los diferentes actores involucrados en su Los casos de estudio muestran dos temas principales de conflicto por el
creación, transformación y uso. Para Low, (2000: 1289) la “producción uso del espacio: uno es por la defensa de los derechos sobre un territorio,
y construcción del espacio es impugnada y disputada por razones econó- el cual puede estar relacionado con el acceso, control y seguridad; y el
micas e ideológicas, y entenderlas puede ayudarnos a ver cómo los con- otro, se relaciona con los conflictos surgidos por el uso cotidiano. Los dos
flictos locales sobre el espacio descubren e iluminan grandes cuestiones se pueden sobreponer, y un conflicto que comienza como un problema
culturales”. Van Deusen, (2002: 150) confirma que “el espacio público del uso cotidiano se convierte en un asunto territorial y viceversa. El uso
[abierto] siempre es un espacio de conflicto; es un sitio de lucha para ver y apropiación de los espacios abiertos por parte de los jóvenes es un buen
quién lo controla y quién tiene acceso, quién determina su constitución y ejemplo de esto, y también confirma que los conflictos son sobre las rela-
como se reproduce”. En términos del uso, las restricciones de acceso y ciones de poder.
control de los espacios abiertos y las actividades relacionadas, son las
principales cuestiones que provocan conflicto entre los colonos populares. Acceso, control y apropiación
Kilian, (1998) sugiere que estas restricciones pueden ser entendidas como
relaciones de poder, y son especialmente importantes en los espacios Los conflictos por el uso de los espacios abiertos también son asuntos de
abiertos. Argumenta que los espacios urbanos abiertos contienen tres cate- acceso y control; en otras palabras, las relaciones de poder, como señala
gorías de usuarios: 1) los habitantes; 2), los visitantes; y 3), los extraños, Madanipour (1999: 880): “el control de los espacios públicos es esencial
y el conflicto es sobre la inclusión exclusión de estos grupos. en el balance de poder de una sociedad particular”. En los barrios popu-
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lares, el gobierno local es en teoría, uno de estos controladores por la paz pública se mantiene principalmente por la red de controles volun-
medio de leyes y regulaciones de la ciudad como un todo; sin embar- tarios a los que la mayoría de los individuos en la sociedad se suscribe…”
go, en términos prácticos, es la comunidad la que organiza explícita e (Carmona, 2010: 131).
implícitamente los códigos de uso y trata de operarlos. En este aspecto, El primero de estos grupos ‘transgresores’ son especialmente hom-
Lawson (citado en Carmona, Heath et al., 2003: 108) afirma que “las bres, que usan los parques a horas ‘irregulares’ para beber alcohol y fumar
personas habitan colectivamente un área, tienden a hacer ‘reglas’ para algunas drogas suaves. La comunidad asocia el ruido, el vandalismo y la
regir el uso del espacio, y que algunas reglas son una cuestión de conven- delincuencia con este tipo de usuarios. Ocasionalmente un representante de
ción local, social y cultural”. la comunidad trata de enfrentarlos, si es que conoce a alguien del grupo,
Estas reglas son creadas por los usuarios de los espacios abiertos de la pero la mayoría de las veces, termina por llamar a la policía para salir
primera categoría definida por Kilian (1998) como los habitantes o dueños del problema. Riaño, (1993) encontró un cuadro similar en Ecuador, en
de las casas. Dichas reglas son generalmente desafiadas por los otros dos los barrios populares de Quito, donde además de beber, hacían apuestas.
grupos, visitantes y extraños, que las consideran controles impugnables que Hernández-Bonilla (2004: 282) registró la misma situación en las “colonias
median las relaciones de poder. En los barrios, estos otros dos grupos son populares” en México, en donde “esto contribuye a perjudicar la imagen
representados por gente que hace uso de los espacios abiertos, particular- de los espacios públicos”. En los seis casos de estudio, los residentes decla-
mente los parques, fuera de las horas regulares; por los jóvenes, tanto de raron que con frecuencia enfrentan este tipo de problemas; sin embargo,
dentro como de fuera del barrio; y, por las pandillas, pertenecientes o ajenas en ciertas épocas del año –Navidad por ejemplo, o durante eventos como
al asentamiento. los juegos de fútbol– esta situación empeora.
Por lo general, estos tres grupos se convierten en uno sólo, de ahí la El segundo grupo se conforma por jóvenes, entre los 15 y 25 años, aun-
tendencia de estigmatizar a los jóvenes residentes de los barrios populares; que también hay de mayor y menor edad. Son los usuarios más comunes
sin embargo, la evidencia muestra que no siempre es el caso. Estos grupos de las calles y parques del barrio. Caminan por rutas específicas: son los
también son asociados con la delincuencia, o “más correctamente, con el ‘dueños de las calles’ en las tardes y por las noches; se reúnen frente a las
miedo a la delincuencia” (Carmona, 2010: 130). tiendas y los locales con juegos electrónicos; caminan constantemente por
Con el uso de diferentes estrategias, las comunidades y las autoridades las calles, callejones y parques; se reúnen en las esquinas de las calles para
locales tratan de controlar el acceso de estos grupos, rodeando con rejas o conversar por muchas horas, beben cerveza, e incluso bailan” (Segovia y
cercas (sin embargo, comparado con su uso en grupos con más recursos en Oviedo, 2000: 63).
la ciudad, esta alternativa casi no se usa), contratando guardias (también El tercer grupo son las pandillas. A diferencia del anterior, a las pandi-
es raro que suceda en los barrios populares) o guardianes de la comunidad. llas se les conecta con actividades de vandalismo, violencia y crímenes.
Las comunidades también usan controles suaves o restricciones simbólicas Algunas están relacionadas con la guerrilla o las actividades paramilitares,
(Carmona, 2010) como el altavoz, la alarma de la calle10, o simplemente o son percibidos como traficantes de drogas; pero la mayoría están ligados
el sentimiento consciente de ser observado. “…la mayoría de los entrevis- a la delincuencia cotidiana. No son notorios en los barrios a pesar de los
tados están de acuerdo con la prescripción básica de Jane Jacobs de que frecuentes reportes de los medios de comunicación, pero contribuyen
128 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. iv | Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 129

a crear esta imagen marginal y peligrosa de los asentamientos urbanos


informales, con base más en los rumores que en lo que realmente hacen.
Sin embargo, las pandillas ciertamente existen, y los colonos populares
previenen rápidamente a los nuevos visitantes: “no pases por esa calle o
parque, puede ser peligroso porque ahí operan las pandillas”; no siempre
es cierto, pero por lo general los visitantes no intentan confirmarlo. “Hay
grupos en los barrios que imponen su voluntad con el uso de la fuerza”
(Rojas y Guerrero, 1997: 28). Algunos de estos grupos son acusados de
‘limpieza social’; son gánster armados y pagados por grupos poderosos
tanto de dentro como de fuera del barrio, para que amenacen a los rate-
ros, los traficantes de drogas y todos a quienes consideren ‘persona inde-
seable’. La mayoría de estos barrios tiene una historia acerca de este tipo
de intimidación, y como muchos de los ‘problemas’ de delincuencia en
los asentamientos urbanos informales, son parte mito y parte realidad.
Este es el caso en Danubio, en donde, de acuerdo con Lucía y José, cinco
años atrás varios jóvenes fueron asesinados en el parque porque los Figura
encontraron con drogas: “se escucharon los disparos en todo el barrio,
sólo una chica se salvó porque ella les imploró que no la mataran”. Mito
o realidad, las pandillas son un problema en los barrios populares, y de-
safían el acceso y control de los espacios abiertos. Y, en común con los
jóvenes, las pandillas tratan de marcar su territorio. Sus herramientas tan-
gibles son el grafiti, el vandalismo y las amenazas que a veces aparecen en
las paredes y postes del barrio, aunque el marcador más poderoso de su
presencia es el miedo intangible que generan (ver Figura 33 y Figura 34).

Figura
Capítulo V

Forma, lenguaje y significado

El lenguaje de diseño encontrado en los espacios abiertos del barrio va más


allá de los problemas de pobreza y supervivencia y se vincula a significados
complejos, sobrepuestos e intensos. Se examina la estética del lugar desde
varias perspectivas, la forma de los espacios abiertos, la existencia de
tipologías y otras herramientas de planificación, así como el papel de
las áreas verdes y el mobiliario urbano.

En los capítulos 3 y 4 se analizó la producción y la construcción social


de los espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales, en este
capítulo se enfatizará el producto tangible que es el resultado, en términos
de forma, lenguaje y significado. Como propuso Low (1996), la produc-

131
132 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 133

ción y la construcción social del espacio pueden ser consideradas parte del Los seis casos de estudio mostraron diversidad: el parque Danubio, se
mismo proceso, y también pueden estar vinculadas con el producto, como encuentra en el cruce de tres tramas ortogonales diferentes que están en un
señala Harvey (1996). Los espacios abiertos en los asentamientos urbanos área escarpada del asentamiento; el parque de Villa Sonia también es el punto
informales son ampliamente producidos, transformados y consumidos por de unión de varias tramas ortogonales, pero en este caso la superficie del par-
los propios usuarios, de suerte que se puede confirmar que el producto que es plana y rodeada por calles en tres de sus cuatro lados; en los parques
por sí mismo está íntimamente ligado a las personas. De manera similar, de La Andrea, aunque tienen un origen formal, exhiben varias geometrías y
se afirma en la literatura que hay una relación entre la cultura y la forma; tipos de bordes; el diseño del parque en Nueva Argentina es una especie de
por ejemplo, Rapoport (1988: 58) explica que en los asentamientos infor- triángulo que hace difícil acomodar una cancha rectangular, pero el proceso
males, el colono “generalmente intenta crear escenarios y elementos que de producción explica la forma; las calles y parques de Aguas Claras muestra
apoyen los componentes de la cultura”. Si la relación parece clara, entonces diseños restringidos tanto por el entramado ortogonal de la calle como por
la pregunta es acerca de cómo entender e interpretar esta producción su topografía; y el parque Los Cerezos, es un rectángulo casi perfecto con una
tangible y observable. Así, este capítulo se enfocará en la tercera pregunta calle en un borde y casas en los otros tres lados, muy cerca del área abierta.
de investigación: ¿cuál es la forma y lenguaje empleados en los espacios Los casos de estudio confirman lo que los 57 casos generales muestran:
abiertos? y ¿cómo pueden ser entendidos e interpretados? diversidad en los tipos formales, las razones de esta diversidad se derivan de
los propios procesos, como se explicó en el capítulo 4. Las prácticas de con-
¿Planificación informal? sumo también impactan las formas observadas, el ejemplo más evidente
es la prevalencia de las instalaciones deportivas, pero también hay otros
ejemplos como los pequeños actos de transformación en los frentes de las
Tipologías
casas y las tiendas para adecuar actividades sociales y culturales: las camas
(macetas, jardineras) de flores en La Andrea; las sillas de cemento en los
La tipología es una noción problemática cuando se aplica a los asentamientos bordes del parque en Los Cerezos, o la terraza en la tienda de Doña Rosa
urbanos informales. La tipología, entendida como un ‘tipo formal’ común, no en Danubio. Si bien la mayoría muestran diferencias, hay una similitud en
se encuentra en los barrios; a menos que sea un tipo descrito como ‘diverso’. términos de diseño: la trama ortogonal y la intención de adaptarse a ella;
De los 57 casos, 41 son parques, la mayoría de ellos canchas deportivas; 13 lo que incluso omite la lógica topográfica. Esto se puede explicar como un
son calles peatonales, incluyendo escaleras, y 3 son otro tipo de estructuras, legado colonial urbano, usado con o sin consciencia de sus orígenes, que
consideradas la luz de los espacios abiertos debido a su cercana relación ahora es el diseño más común en las áreas urbanas de Colombia.
con ellos: específicamente, los salones comunales y los proyectos de embe-
llecimiento de fachadas. En términos de tipologías formales, los casos no Vegetación y mobiliario urbano
mostraron virtualmente ‘tipos formales’ en común, en términos de diseño.
Cada caso es único, tan único como los procesos de producción y consumo Los otros elementos de diseño y planeación que merecen atención son
que están detrás de las formas observadas. las áreas verdes y la vegetación; así como el mobiliario urbano. Ambos
134 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 135

son considerados “esenciales para el diseño urbano” (Carmona, Heath et (residente del barrio) comentó que los residentes preferían estas áreas
al., 2003). Mientras que las áreas verdes se necesitan para “proporcionar para que jugaran los niños pero dificultó el mantenimiento del césped.
condiciones cómodas dentro de los espacios públicos […], niveles de luz De hecho esto mismo se observó en los otros cinco casos, en donde, en
solar, sombra, temperatura, humedad […] [y una] ‘experiencia estética’ algunas partes tenían problemas evidentes de mantenimiento y recolec-
[…], el mobiliario urbano contribuye a la identidad y carácter, así como ción de basura.
al confort y calidad del espacio urbano” (Carmona, Heath et al., 2003: En contraste, el parque de Los Cerezos es el que tiene más áreas verdes,
161, 162, 185). Los espacios verdes y la vegetación son controversiales en vegetación y árboles y parece funcionar bien en términos de uso y cuidado
los asentamientos urbanos informales: por un lado aparentemente no son general. Luis Emilio (residente entrevistado) comentó que el dueño de
frecuentes, lo que lleva a suponer que no les importa a los colonos. Como cada casa tiene la responsabilidad de cuidar el frente de su casa y una por-
Monteiro, De Mattos et al. (2006) encontraron en Brasil: “La vegetación ción del parque, lo que incluye cortar el pasto y atender su propio jardín,
está ausente o sólo está en forma de cubierta vegetal escasa”; y estos espa- si tiene. No todos cumplen, señaló, pero la mayoría lo hace. La fase tres
cios no son siempre bien vistos. Por otro lado, cuando se pregunta sobre del parque de La Andrea, o “El Ocho” también ofrece un buen ejemplo: el
los elementos verdes, la gente muestra entusiasmo: “se les solicitó nombrar parque no tiene tanta vegetación como Los Cerezos, pero las pocas áreas
los elementos positivos de diseño, y la población encuestada citó en secuen- verdes, árboles y camas de flores son muy importantes para la gente y
cia: la calle bordada de árboles, una casa muy visible, una cerca muy alta, presentan una imagen identificable del espacio abierto que lo hace único.
lote con cemento, un grupo grande de árboles, una casa de dos pisos y Respecto al mobiliario urbano, los 57 casos mostraron su existencia en
balcones” (Kowaltowski, 1998: 309). El mobiliario urbano sigue una ten- algún grado. Todos tienen bancos –de madera, cemento o metálicos– la
dencia similar; los bancos, cubos de basura y los postes de luz son conside- mayoría de los cuales fueron proporcionados por el municipio en algún
rados importantes por los colonos, pero con frecuencia son ‘vandalizados’. momento (los de madera son los más antiguos, mientras que los metálicos
De los 57 casos, 20% no tenía áreas verdes ni árboles. En el 80% son más recientes). Los cubos de basura y los postes de luz se encuentran en
restante, una mitad tenía un poco de vegetación en el espacio abierto y la casi todos los casos, con solo un par de excepciones; sin embargo, el número
otra mitad tenía una cantidad considerable de áreas verdes. La calidad y nivel y diseño varía en cada caso. Existen otros tipos de mobiliario urbano: bolar-
de cuidado dedicado a esas áreas varía mucho, algunas son bien cuidadas, dos o postes, racks para bicicletas, teléfonos, paradas de autobús cubiertas
mientras que otras parecen abandonadas. Los seis casos de estudio repli- y ‘paralibros’ (ver Figura 35 y Figura 36); los cuales tienen relación con la
caron los descubrimientos de las 57 observaciones generales; sin embargo, consolidación del espacio abierto así como una mayor participación por
el detalle de los casos de estudio ayuda a identificar las razones. El parque parte del municipio. Los postes están hechos de cemento y sirven para
de Villa Sonia, por ejemplo, no tiene vegetación en lo absoluto; es evidente prevenir que los carros entren y se estacionen en el espacio abierto, mientras
la ausencia de áreas verdes y árboles en todo el asentamiento. Esto se que los racks para las bicicletas son recientes, no sólo en los parques de los
explica parcialmente por las condiciones áridas de esta parte de la ciudad asentamientos urbanos informales sino en toda la ciudad. Los teléfonos
y el tamaño relativamente pequeño del parque. Sin embargo, las fotos públicos se están reemplazando por las ‘tiendas de minutos’ que se encuen-
del parque en sus etapas iniciales, muestran áreas de pasto. Idelfonso tran en casi todas partes dentro de los barrios; las paradas de autobús cu-
136 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 137

biertas son raras; y los ‘paralibros’ (armario metálico con libros, a modo de
biblioteca), presentan una idea interesante, en la fase 2 del parque. El mobi-
liario urbano que se encontró en los seis casos de estudio sigue los mismos
lineamientos explicados para los 57 casos; todos tienen bancos, cubos de
basura y postes de luz, y entre más consolidado es el espacio abierto, más
tiene estos elementos, como es el caso de La Andrea, cuyos parques tienen
ejemplos de la mayoría del mobiliario urbano listado aquí; en contraste, en
los parques de Aguas Claras, se encontró muy poco mobiliario.

Figura

Figura
138 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 139

En los seis casos de estudio una cuestión importante respecto al mobiliario (Scruton, 2009: 3). Este concluye, entonces, que "la experiencia de los
urbano es que casi siempre es el blanco del vandalismo; sólo la fase tres efectos estéticos se relaciona con grupos específicos, y depende de las nor-
del parque en La Andrea estaba libre de esto. Las esquinas de los bancos mas y convenciones que se compartan"; en otras palabras, de su cultura.
están rotas, o las partes metálicas dobladas, los cubos de basura están rotos
y las luces de los postes dañadas. El vandalismo se estudió en el capítulo
Dimensión urbana: legibilidad
anterior como una manera en que los diferentes grupos marcan su terri-
torio y se apropian de los espacios. Esto también demuestra la naturaleza
conflictiva de los espacios abiertos, y cómo las comunidades la abordan; “La apreciación estética del ambiente urbano es principalmente visual y
por ejemplo, en La Andrea, el fuerte compromiso entre los vecinos ha cinestésica, por ejemplo, la consciencia envolvente del movimiento de todas
hecho que se reduzca esta situación. Las áreas verdes y el mobiliario urbano las partes del cuerpo” (Carmona, Heath et al., 2003: 130). De ello se
tienen una fuerte relación con los procesos de producción y consumo de deduce que la percepción y calidad estética de los espacios urbanos van
los espacios abiertos y su apariencia. de la mano: la percepción como legibilidad y la calidad estética como
la apreciación sensorial del espacio. La legibilidad remite a la ‘claridad’
del espacio, “…la facilidad con que sus partes pueden ser reconocidas y
Estética popular
organizadas en un patrón coherente” (Lynch, 1963: 2-3). En otras pala-
bras, cómo está relacionada con “los mapas mentales o imágenes que las
Estética es un concepto complejo de definir claramente. “En algunos casos, personas se forman de sus alrededores para orientarse y encontrar su
se refiere a ciertas características del sujetos o efectos en él (…) o bien se trata camino” (Taylor, 2009: 191). Lynch identificó cinco elementos físicos
de cualidades del objeto, cualidades de un acto o el análisis de un campo que ayudan a las personas a estructurar las imágenes de los espacios urba-
determinado de la práctica social, como es el arte, y aún de un periodo o nos: caminos, límites, distritos, nodos e hitos (Lynch, 1963: 46).
estilo determinado de esta práctica” (Mandoki, 2007: 3). Se asocia tradi- Cuando se investigaron los cinco elementos que Lynch describe para
cionalmente con las formas de arte de élite y se vincula con grupos de altos hacer legible un espacio, los casos de estudio mostraron diversos resul-
ingresos (Mandoki, 2001). Desde esta perspectiva, las prácticas cotidianas y tados. Los caminos, como “canales en los cuales se mueve el observador
las manifestaciones de los grupos de bajos ingresos han sido marginados de habitual, ocasional o potencial” (Lynch, 1963: 46), están representados
cualquier posibilidad de ser consideradas ‘estéticas’. por las calles. En los parques, los caminos a veces están demarcados con
A pesar de las incertidumbres y dificultades para definir la estética, se claridad, pero en la mayoría son ‘invisibles’ para el observador externo;
puede decir que “la estética está relacionada con la experiencia en tanto sólo la gente local, con su rutina diaria los conoce. Una situación similar
dimensión viva de la realidad, sin implicar necesariamente una relación se encuentra en relación con los límites o bordes, algunos de los cuales
con la belleza o el placer” (Mandoki, 2007: 75). Por otra parte, “la percep- son evidentes para el observador –por ejemplo el inicio de la montaña en
ción de la estética es sensorial y afectiva” (Taylor, 2009: 193), y la belleza, Aguas Claras– pero muchos otros son límites tácitos entre un área del
depende de “las normas y convenciones que todos podamos aceptar” barrio y otra. La gente conoce esos bordes, y algunas veces como observa-
140 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 141

dor, uno es informado. Por ejemplo, en Danubio, Arturo (el presidente de acuerdo con Taylor (2009), ser sensorial, emocional, afectiva, placentera
las jac) le advirtió al autor no ir a la parte alta del barrio: “puede ser inseguro o interesante para los residentes, pero no necesariamente para los visi-
por que le ‘pertenece’ a ‘La Paz’ [otro barrio]. Los barrios pueden verse como tantes. También se infiere que la percepción estética está relacionada con
distritos, son diversos internamente, pero similares en general; en otras pala- los significados, los cuales son construidos en la experiencia social y cul-
bras, se observan diferencias al ver los detalles de las calles y las casas, pero tural de los lugares, lo que se conecta con la idea de la sección anterior:
domina una impresión de homogeneidad cuando se observa al barrio como la estética como experiencia. De la evidencia encontrada en los barrios,
un todo. Tiene que ver con el lenguaje de transformación permanente que la legibilidad y la percepción estética pueden ser vistas como unidas y
se observa. Sin embargo, las personas del lugar distinguen diferentes áreas relacionadas con los residentes. Esto confirma la necesidad de explorar
dentro de sus barrios, y las identifican como las partes altas o bajas, como formas diferentes y alternativas para entender estos espacios.
en Danubio o Nueva Argentina; el área de la parada del autobús o el área
de la miscelánea en Aguas Claras; o la ‘del tanque’ en Los Cerezos, incluso a
Dimensión visual: fachadas
pesar de que hace muchos años se movió el tanque. Los nodos “como pun-
tos estratégicos” (Lynch, 1963: 46) son vistos en algunos cruces entre calles;
sin embargo, las personas entrevistadas se refieren a nodos particulares que En la relación entre la dimensión visual y la estética de los espacios abier-
tienen significados únicamente para ellos, tal como encontraron Ontiveros tos, los edificios circundantes juegan un papel importante. “El carácter
y De Freitas (2006) encontraron en los barrios de Caracas: la esquina de los visual-estético del ambiente urbano deriva no sólo de sus cualidades es-
jóvenes, la esquina de los músicos, la esquina de los maleantes, o simple- paciales, sino del color, textura y detalles de sus superficies circundantes”
mente el punto para comer helado, como en Los Cerezos. (Carmona, Heath et al., 2003: 149). En los asentamientos urbanos infor-
Los hitos, como puntos de referencia físicos, no son comunes: de los males, estos bordes están definidos por las viviendas, que, de la misma
57 casos estudiados, menos de la mitad mostraron algún tipo de hito. forma que los espacios abiertos, son autoproducidas, como la literatura lo
Algunos eran de imágenes religiosas, otros eran salones comunales, y documenta ampliamente. Contribuye a esto Buchanan (citado en Carmo-
unos más eran elementos que parecían ser importantes, como el altavoz na, Heath et al., 2003: 150) quien argumenta que las fachadas deberían
colocado en un poste, un grafiti o una pared con forma distintiva. Sin crear un sentido de hogar, mediar entre lo interno y lo externo, y sugerir
embargo, al explorar esta cuestión con los residentes, emergieron hitos la presencia potencial de las personas detrás de las paredes, establecer un
menos obvios, por ejemplo, la casa azul, de Luis Emilio, en Los Cerezos, diálogo con los edificios adyacentes, estar compuesto de tal manera que
o la casa rosa del presidente de las jac, en Villa Sonia, o la panadería de atraigan la mirada, tener un sentido de masa, contar con materiales sustan-
don Gustavo, en Nueva Argentina. ciales, táctiles y decorativos, y tener una decoración que distraiga, deleite
Con base en estos resultados, se sugirió que mientras los espacios e intrigue. La mayoría de estos criterios están sujetos a interpretación ya
abiertos de los barrios no son legibles a simple vista para los externos, que involucran un juicio subjetivo. La integración, por ejemplo, involu-
pueden estar llenos de significado para las personas que viven en ellos. cra la armonización con los alrededores, otro concepto también difícil de
En este mismo aspecto, se sugiere que la percepción estética puede, de definir. Para Cantacuzino (citado en Carmona, Heath et al., 2003: 156-
142 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 143

158) lo anterior tiene que ver con el emplazamiento (la manera en que un
edificio ocupa su sitio), la concentración (la disposición tridimensional
del volumen del edificio), la escala, la proporción y los materiales. Sin ir
más lejos, se puede decir que las fachadas de las viviendas contribuyen a la
experiencia del lugar abierto.
Lo primero es acerca de la relación entre el exterior y el interior, la cual
como se discutió anteriormente, revela un vínculo cercano entre la priva-
cidad de la casa y el aspecto público de la calle o del parque frente a ella
(Riaño, 1993; Rojas y Guerrero, 1997), haciendo la casa menos privada y
los espacios abiertos menos públicos que en otras áreas residenciales. En
este sentido, la fachada es el componente de transición entre ambos espa-
cios, con un intercambio mediado a través de ventanas, puertas, terrazas
y balcones; cuando la casa tiene una tienda el intercambio es aún mayor.
Pero las ventanas, puertas y terrazas no sólo son elementos encontrados
en las fachadas, que hablan de la relación entre el exterior y el interior u
objetos de composición, también revelan la interacción de los humanos
Figura
y los animales con el espacio abierto. Como se muestran en los casos de
estudio, la actividad alrededor de las ventanas, puertas y terrazas es impor-
tante, y puede afirmarse que es parte del espacio abierto y del ‘diseño’ de
la fachada. Siempre hay una probabilidad de ver a alguien en la terraza
viendo hacia la calle o el parque, como en Villa Sonia, por ejemplo, un
perro ladrando a la gente que pasa, como en Tanque Laguna, o ropa col-
gada para secarse en las terrazas y ventanas, como en Danubio (ver Figura
37 y Figura 38).

Figura
144 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 145

Otro elemento es la composición de la propia fachada, descrita por Bu-


chanan como una atracción para el ojo y un diálogo con los edificios
adyacentes. Algunos autores afirman que no se puede encontrar mucho,
más allá que estrategias de supervivencia en los asentamientos informales,
y debido a limitaciones económicas críticas, la arquitectura y el espacio
urbano desarrollado en esas áreas sólo responde a aspectos funcionales,
mientras que “los valores de elección, creatividad y estética están más allá
de las posibilidades de las personas de la localidad” (Viviescas, Gómez et
al., 1989: 282). Sin embargo los barrios populares muestran otra cosa.
La característica principal de la fachada puede ser explicada en el estado
de construcción y transformación permanente, el elemento de progresi-
vidad, y el sentido de algo que nunca se termina debido a que siempre
hay una oportunidad de modificar, adaptar o alterar. Como describen
Avendaño y Carvajalino (2000), el progreso en las fachadas crece en
proporción con la mejora de la vivienda: de una fachada con materiales
temporales, como cartón, madera o plástico, a un edificio de un piso con Figura
bloques de arena, sin yeso o colores, hasta una fachada completamente
enyesada, pintada y decorada, en la misma casa con dos o tres pisos, que
puede continuar creciendo en tamaño y decoración. Esto forma la piel
de los espacios abiertos en los barrios, contribuye a la diversidad y a la
atmósfera incompleta y abierta que se observa, y declara que la progre-
sividad y sentido de inacabado son las principales herramientas estéticas
(ver Figura 39 y Figura 40).

Figura
146 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 147

Lenguaje y significado del lugar. Esta imagen cambiante deriva de las percepciones de diversidad
y complejidad, que son difíciles de comprender por los extraños, pero que
tiene sentido para los usuarios locales. De manera similar, el movimiento
Lenguaje
está relacionado con el orden, pero con ‘un tipo diferente de orden’. Es un
orden que no necesariamente concuerda con el orden o los cánones del
En términos del lenguaje formal, aparecen tres temas dominantes en los ‘mundo exterior’; esta es la razón por la cual se observa como desorden. Este
casos de estudio: la transformación permanente (movimiento); la mezcla de orden se encuentra ligado al conocimiento (del espacio), la experiencia, la
elementos formales (hibridación); y la decoración (‘engalle’). Estos temas memoria y los afectos; por lo tanto, como con la percepción, tiene sentido
también integran otros presentados a lo largo de este texto: la diversidad, para los usuarios y transformadores cotidianos y no necesariamente para los
complejidad, orden o un ‘tipo diferente de orden’, ‘el potencial de expan- visitantes externos. Por último, el movimiento como un tema de lenguaje
dirse’, un ‘producto nunca terminado’ y ‘fragmento vs. el todo’. La suma está relacionado con la idea del potencial a expandirse, un proceso en marcha
de esto converge en la producción y construcción social del espacio en los que nunca termina.
barrios populares y se explica por las decisiones conscientes e inconscientes
que la gente toma acerca de su propio espacio.
Mezcla de elementos formales

Transformación permanente
Otra característica del leguaje que se encuentra en los barrios populares es la
mezcla de elementos, objetos e incluso estilos de diseño –que algunos teó-
Para Berenstein-Jacques (2001: 30) la favela es un espacio de movimiento ricos como García-Canclini (1989) llaman hibridación. De hecho, García-
en donde “están todas las estéticas espaciales del movimiento”; Mehrotra Canclini (1989) afirma que la expresividad en América Latina mezcla lo
(2010) describe a la ciudad informal como en constante movimiento, moderno y lo premoderno, lo local y lo global en una especie de hibrida-
donde la materialidad está en constante cambio. Por su parte, Brillem- ción. Hernández (2002), sin embargo, considera que no es hibridación sino
bourg, Feireiss et al., (2005) argumentan que los asentamientos informales sincretismo, síntesis o mestizaje; porque mezcla los elementos sin considerar
están en un estado permanente de flujo, inventando y reinventándose a sí los fundamentos políticos y hegemónicos de estos conceptos. Él argumenta
mismos diariamente. Estos autores, entre otros, reconocen el cambio como que la hibridación conlleva significados culturales y políticos, y no es sólo
la principal característica de los asentamientos informales. En los espacios la combinación de elementos y temas. Además, sugiere que un ambiente
abiertos, el movimiento es visto en el paisaje urbano y en las viviendas que construido, es híbrido porque emerge dentro de un proceso de hibridación
rodean al espacio: diferentes niveles de consolidación de las viviendas, co- cultural y “expulsa las estructuras jerárquicas que la califican como inferior”
lores, materiales, mobiliario urbano, caminos y vegetación. La mayoría de (Hernández, 2002: 85), es por ello que prefiere usar el término ‘transcultu-
estos elementos están en constante transformación debido a las necesidades ración’, en oposición a ‘aculturación’, que significa la supremacía de una de
y expectativas siempre cambiantes de las personas, que alteran la imagen éstas, específicamente, del centro (Hernández, 2005). Estas ideas soportan
148 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 149

los argumentos de este libro, en el que se propone que la forma y el lenguaje Significados
de los espacios abiertos del barrio sean analizados y comprendidos dentro de
su propio contexto, donde tienen valor y significado. Los significados no solo están detrás del lenguaje y las prácticas estéticas,
sino que también pueden ser vistas y construidas a través de la manera
en que el espacio es producido y consumido. En este sentido, algunos
‘Sobre’ decoración
significados pueden ser interpretados a partir de la arquitectura tangible y
el tejido urbano observado, mientras que otros están profundamente inte-
La tercera herramienta del lenguaje comúnmente observada es el uso de grados en las memorias intangibles y las prácticas diarias de la gente. Los
decoración, sobredecoración o sólo ‘engalle’. De manera similar a la trans- siguientes párrafos exploran los significados asociados con el lenguaje y la
culturación y la hibridación, ‘engalle’ se prefiere a decoración o embelle- expresividad a través de tres categorías: la creación de conexiones; ordenar
cimiento, porque representa con más exactitud el significado. ‘Engalle’ es o imponer; aspiración y personalización.
más que sólo el embellecimiento, y está relacionado con la personaliza-
ción; sin embargo, algunos pueden verlo como sobredecoración. ‘Engalle’
Creación de conexiones
como personalización funciona para los individuos y sus casas y para la
comunidad y sus espacios abiertos: es acerca de cómo los residentes hacen
su casa más ‘suya’ –y se la muestra así a los demás– a través del uso de “Las personas necesitan vínculos con el mundo, y algunos son proporcio-
formas, elementos y colores. Como con los otros dos elementos del len- nados por los espacios que habitan y las actividades que ocurren en estos
guaje, sólo tiene sentido dentro de su contexto, porque cuando es obser- espacios” (Carr, Francis et al., 1992: 187). En el capítulo 4, el consumo
vado desde el exterior, puede ser percibido como sobredecoración o de los espacios abiertos también fue discutido en el contexto de relaciones
‘pastiche’. De la misma manera, se puede argumentar que ‘engalle’ es parte que se tejen, en donde estas pueden verse como conexiones que van más
de la arquitectura y paisaje encontrados en los barrios populares, y, por allá de los asentamientos y la ciudad y están enfocados a las tradiciones
lo tanto componente integral del lenguaje, desafiando las ideas que afir- locales o rurales e incluso a tendencias globales. El transporte y las ‘tiendas
man lo contrario (Kowaltowski, 1998). Los significados detrás del ‘engalle’ de minutos’ son dos ejemplos explícitos de cómo funcionan estas cone-
muestran a otros lo que los individuos o grupos son, quieren ser o cómo xiones; la primera con la ciudad y más allá, la segunda no sólo con la
desean ser vistos, y no necesariamente significan en términos de su fun- ciudad sino con el mundo a través del Internet. Asociaciones similares se
cionalidad. Los ejemplos sobre mobiliario urbano en los parques y las encuentran en el ambiente construido, donde varios elementos formales y
rejas en los frentes de las casas ilustran esto. La comunidad requiere bancas las decisiones de lenguaje pueden interpretarse como formas de hacer cone-
y cubos de basura en sus parques, pero casi sin excepción son blancos del xiones con el pasado rural (premoderno en palabras de García-Canclini,
vandalismo y por lo tanto su funcionalidad es limitada. Las rejas en las venta- 1989), con el presente moderno y urbano, e incluso con el consumo
nas de las casas se explican debido a la preocupación por la seguridad, pero al mundial. La hibridación o transculturación como una característica del
mismo tiempo, las puertas se dejan abiertas y los niños juegan frente a ellas. lenguaje encontrada en los asentamientos urbanos informales, puede ser
150 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Cap. v | Forma, lenguaje y significado 151

explicada por las ideas conscientes e inconscientes de las personas para ser descubiertos con una cuidadosa mirada, y la comprensión de los
conectar y expresar estas conexiones a sus viviendas. Elementos como los colonos, no sólo desde un punto de vista morfológico y visual, sino den-
altavoces, los juegos rurales y tradicionales, la necesidad de tener bancas tro de un contexto social y cultural complejo.
y cubos de basura que no siempre funcionan apropiadamente, los colores
festivos de las fachadas, otras fachadas con rejas y barandales, pueden ser Aspiraciones
interpretadas como herramientas para conectar con el pasado (que repre-
senta tradición), presente (que representa a la ciudad y el consumismo) y Para Kellett (2009) la planeación y el lenguaje observados en los barrios
tal vez el futuro (en la forma de aspiraciones). Estos elementos también populares son expresiones conscientes e inconscientes de los habitantes in-
contribuyen a la construcción de los residentes de ‘su’ propio espacio formales para ser aceptados como parte de la ciudad al apropiarse de otros
(apego) y a mostrárselo a los demás (identidad). patrones de áreas más opulentas. Los colonos populares “aspiran a crear
vecindarios convencionales, legales y con todos los servicios”. Además, él
Orden e imposición afirma que se pude interpretar como un lenguaje de aspiración “prestado
de los grupos dominantes a los que los habitantes informales aspiran: un
Aunque algunos elementos y el lenguaje implicado pueden ser vistos como lenguaje de orden, formalidad y opulencia” (Kellett, 2009: 3-5). En este
estrategias de conexión, otros, o en algunos casos los mismos, pueden sentido, la transformación permanente y la decoración o ‘engalle’ pueden
ser interpretados como intentos de dar orden a los asentamientos y, a los ser explicados como intentos de expresar los deseos y expectativas de las
espacios abiertos en particular. Además, las ideas de orden pueden ser vistas personas. La transformación permanente puede ser vista como una idea de
como enfoques de conexión. En cualquier circunstancia, las medidas mejora continua, de mostrarse a sí mismos y a los otros que se puede lograr
de orden también pueden ser interpretadas como ideas impuestas por el progreso. De manera similar, ‘engalle’ es una manera en que los habi-
externos; en otras palabras, seguir los cánones de orden que se construyen tantes pueden mostrar a través de su fachada su “estatus autopercibido”
en otros lugares. La más evidente, que se presentó anteriormente en este (Carvajalino, 2004), su “futuro imaginado” (Kellett, 2009), su éxito. Pero
capítulo, es el paisaje de trama ortogonal, que la mayoría de los barrios este lenguaje y la estética observada en los barrios populares también pue-
tratan de seguir, incluso omitiendo su topografía. Aunque el uso de la den ser interpretados como una forma de los habitantes para personalizar
trama viene de tiempos coloniales, y en este aspecto puede ser usado sus propios espacios, usando elementos e imaginarios de diferentes con-
inconscientemente, puede estar ligado a la idea del colono de conseguir textos. En el caso del ‘engalle’, las fachadas de las casas ‘compiten’ para
respeto al seguir los paisajes convencionales. Pero también puede ser inter- sobresalir entre otras y ser claramente visibles, o en términos del espacio
pretado como un orden social y un sistema de valores que quiere ser abierto mismo, el jardín redondo de don Luis, en La Andrea, proporciona
impuesto a través de una planeación rígida como sugirió Kellett (2009). un buen ejemplo. Este lenguaje de aspiración o personalización, o ambos,
Aun la diversidad y complejidad pueden ser interpretados como intentos no sólo expresa una materialidad observable, sino que ayuda a construir
inconscientes de conferir orden, pero siguiendo una lógica diferente a la apego e identidad de lugar, y junto con esto, contribuir a la identidad del
explicada anteriormente, el orden o ‘un tipo diferente de orden’ pueden individuo y del colectivo.
Conclusiones

Más allá que espacios públicos informales

Se exploran las implicaciones de los análisis precedentes para la comprensión


de los espacios abiertos en los asentamientos populares. Se confirma la riqueza
de los asentamientos urbanos informales, en términos de estructuras sociales y
físicas y la necesidad de ir más allá de las construcciones binarias que llevan a
considerar estas áreas como si sólo fueran marginales y problemáticas.

Este estudio exploró la relación entre las personas y los espacios abiertos
en los asentamientos urbanos informales. Su objetivo ha sido contribuir
al debate en torno a los asentamientos urbanos informales, más allá de
los discursos sobre marginación y pobreza. En este aspecto, y alineado
con la ‘nueva’ literatura sobre informalidad, esta investigación afirma que

153
154 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Conclusiones 155

los asentamientos urbanos informales pueden ser vistos como un enfoque modar estas interacciones. Los asentamientos urbanos informales no son
alternativo en la producción de espacios urbanos, a pesar de sus limitaciones sólo grandes partes de las ciudades que constantemente están creciendo
innegables. También documentó y discutió el significado de los espacios y cambiando, sino lugares con relaciones fuertes entre las personas, y las
abiertos en los barrios populares no sólo para propósitos urbanos, sino personas con relaciones fuertes respecto de los lugares.
para los procesos de edificación social y cultural. Al hacerlo, se contribuyó La investigación confirma la riqueza y creatividad encontrada en los
al análisis de esos lugares, que, en comparación con la vivienda, no han asentamientos urbanos informales, en línea con lo que puede ser llamado
logrado el mismo nivel de concientización. Los espacios abiertos en los la ‘nueva literatura’ sobre los asentamientos informales que se analizó a lo
asentamientos urbanos informales son vistos tradicionalmente como áreas largo del libro. Sin embargo, aún hay necesidad de ir más allá de las cons-
dispersas, sin uso, con poco valor; posiblemente sea la razón por la que se trucciones binarias de formal/informal y legal/ilegal, que están tan vivas en
han estudiado poco. Sin embargo, en esta investigación se encontró que la política pública y la práctica, en las cuales estas áreas se consideran como
hay mucho movimiento en esos espacios, y que aunado al conjunto de marginadas y problemáticas.
viviendas, forman una parte constituyente de los asentamientos en términos
del ambiente construido y las relaciones sociales. En esta sección se presenta Los asentamientos urbanos informales son conceptualizados como mar-
una conclusión del estudio, retomando los temas y preguntas señaladas en ginales por los discursos hegemónicos. Esto contribuye a su aislamiento,
la introducción, y las discusiones presentadas en los capítulos anteriores. tanto teórico como material.
(Lombard, 2009: 295)
Asentamientos urbanos informales: lugares ordinarios
con características extraordinarias
Lo que Lombard encontró en las colonias populares de México, también
se advierte en los barrios populares de Bogotá: son lugares ordinarios habi-
Los asentamientos urbanos informales son el centro de interés de esta in-
tados por personas ordinarias viviendo sus vidas cotidianas, detrás de sus
vestigación. A pesar de que han sido ampliamente estudiados, aún hay es-
propios sueños y en busca de un mejor futuro –como todos los demás, en
pacio para mejorar su comprensión y explorar su papel dentro de la ciudad
todos lados. Hay características especiales, tanto urbanas como sociales, y
y la sociedad. Esta investigación confirmó que los asentamientos urbanos
no pueden ser ignoradas las limitaciones y desigualdades, pero los asenta-
informales representan un papel importante en Bogotá y, hasta cierto
mientos urbanos informales son parte de la ciudad– o quizá como afirman
punto, en la mayoría de las ciudades de América Latina. Juegan un rol
Brillembourg, Feireiss et al., (2005), ‘son’ la ciudad. Parafraseando a
significativo no sólo por su tamaño, sino por lo que pasa en esas áreas. La
Robinson (2006), son lugares ordinarios y no deben ser etiquetados de
evidencia que se encontró confirma que los barrios populares están llenos
otra manera ni como marginales o ilegales, pues como señala Lombard
de actividades, se encuentra gente jugando en las calles y parques, conver-
(2009) esto puede contribuir a su marginación.
sando unos con otros, comprando cosas en las tiendas, construyendo
relaciones sociales y transformando el espacio constantemente para aco-
156 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Conclusiones 157

Espacios abiertos en los asentamientos urbanos la tienda frente al parque o de la calle donde se compra la cerveza, el ven-
informales: entre lo público y lo privado dedor ambulante de ‘arepas’ y ‘empanadas’ o el carrito de los helados, son
parte de estos espacios, son actividades sociales de construcción que con-
tribuyen a hacer estos lugares ordinarios, lugares ‘especiales’. Por último,
En esta investigación se analizaron los espacios abiertos ubicados en los asen-
pero no menos importante, está la materialidad observada, podría decirse
tamientos urbanos informales. La literatura al respecto se ha enfocado espe-
que con una conexión directa con las prácticas de producción y consumo.
cialmente a los asuntos de las viviendas; sin embargo, la exploración de los
Lo anterior confirma la idea de que estos espacios no caen fácilmente en
espacios públicos o abiertos ha sido limitada. Entre las cusas de esta apa-
una clasificación ‘establecida’ por la literatura asociada. Como se presentó
rente falta de interés, se encuentra la creencia de que los espacios abiertos
en la introducción de este texto, fue necesario encontrar un nombre para
no existen realmente en estos asentamientos –sólo son áreas esparcidas con
referirse a ellos, y así inició la búsqueda de su caracterización teórica. ‘Espa-
poco valor tanto para las personas como para los asentamientos urbanos. Esta
cio público’ fue la manera ‘normal’ de llamarlos (la forma encontrada en la
investigación desafió estos supuestos: los espacios abiertos existen más allá
literatura); sin embargo, se explicó que no son completamente públicos en
del contexto de meras áreas sobrantes, se observó una participación activa en
términos de accesibilidad y uso. Espacios abiertos comunitarios puede ser
su producción y consumo, y son claramente importantes para las personas
más exacto en ese aspecto, pero nuevamente, no son completamente comu-
Los espacios abiertos de los asentamientos urbanos informales no caen
nitarios, porque no son de propiedad comunal. El término usado en esta
fácilmente en los tipos y clasificaciones encontradas en la literatura. El caso
investigación –espacios abiertos– evitó estos malentendidos; no obstante
que el espacio abierto, público, urbano y al aire libre (entre las definiciones
aún se necesita una caracterización completa. Entre estas características, se
más comunes) no es un concepto estático, y tampoco es simple definirlo.
encuentra la relación cercana con los usuarios, que son en gran medida los
Puede haber tantas definiciones como espacios abiertos, ya que cada uno
productores de éstos espacios.
tiene características distintivas. Esto fue lo que se encontró en la investi-
gación, los espacios abiertos en los barrios populares son al mismo tiempo
ordinarios y únicos. Son espacios ordinarios en asentamientos ordinarios, Relaciones de las personas y el lugar:
y espacios cotidianos que “sin restricciones por los dictados de la forma apropiación e identidad
construida, se vuelven lugares para la expresión de nuevos significados a
través de individuos y grupos que se apropian de los espacios para sus
Como parte de esta investigación se exploró la relación entre las personas y
propios propósitos” (Crawford, 1999: 28-29). Pero como consecuencia,
los lugares en los espacios abiertos ubicados en los asentamientos urbanos
también son ‘especiales’. Sus procesos de producción, similares a las viviendas
informales. Esta relación fue señalada al inicio del libro como importante,
en los asentamientos urbanos informales, son decididos, manejados y en
y el desarrollo del estudio lo confirmó. En partes más opulentas de la ciu-
muchos casos construidos por las personas. Sus usos están orientados a
dad, la gente se relaciona normalmente con su ambiente solo a través de
la recreación y el deporte, y el uso contemplativo pocas veces se incluye.
su uso, porque otros producen el espacio por ellos. La forma y el lenguaje
También están íntimamente relacionados con las actividades productivas:
observados es lo que los profesionales decidieron expresar, en el mejor
158 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Conclusiones 159

de los casos, interpretando como las necesidades y expectativas de las per- “los colonos populares generalmente intentan crear escenarios y elementos
sonas, pero también siguiendo las tendencias y dinámicas de la profesión. que soporten los componentes de la cultura”. De manera similar, Carr,
La relación entre las personas y el lugar tiende a ser débil. En los asenta- Francis et al., (1992), explicaron que los espacios abiertos son un espejo
mientos urbanos informales la lógica es diferente, las personas no sólo se de los valores sociales y representan realidades físicas, sociales, políticas y
relacionan con el ambiente construido usándolo, sino produciéndolo y económicas. Los espacios abiertos son partes constituyentes de los asenta-
dándole forma. La forma y el lenguaje observado corresponden, en gran mientos urbanos informales; son socialmente producidos y construidos
medida, a lo que las personas han decidido hacer de él, siguiendo también por medio de las interacciones cotidianas. La materialidad observada es el
las dinámicas y posibilidades de los individuos y las comunidades. Hay una resultado de estas interacciones y los significados también son construidos
relación a ‘largo plazo’ entre las personas y el lugar, los habitantes populares y transformados en el camino. Los espacios abiertos son sujetos de apropia-
están profundamente involucrados en la creación de sus propios espacios, ción y contribuyen a construir las identidades individuales y de la comunidad.
lo que en muchos casos incluye el enfrentamiento y el conflicto, y la rela-
ción se torna más profunda con el uso diario. Esta relación, por lo tanto,
Observaciones finales
tiende a ser cercana y va en ambos sentidos: los lugares son transformados
por las acciones sociales, y las prácticas sociales son transformadas por su
interacción con los lugares, como sugieren Holloway y Hubbard (2001). El marco de trabajo estuvo motivado por conocer más acerca de los asen-
Los espacios abiertos ubicados en asentamientos urbanos informales tamientos urbanos informales y por la complejidad de las ciudades de
son el resultado de la producción y las prácticas de construcción social, y la América Latina, en donde estos asentamientos forman la mayor parte del
forma y el lenguaje observados, son las consecuencias de éstas prácticas. En tejido urbano. Desde entonces, con base en los espacios abiertos a partir de
este aspecto, los significados son construidos a través del proceso entero. los cuales se exploraron estos asentamientos, se probaron los interesantes
Los espacios abiertos en los barrios populares no son áreas sobrantes con hallazgos en términos de producción, consumo, lenguaje y significado de
poco valor; por el contrario, tienen usos funcionales y simbólicos desde las esos lugares. En el camino, se tuvieron que tomar otras decisiones, sobre
etapas iniciales del asentamiento. Los espacios abiertos son un producto qué herramientas teóricas y metodologías se usarían para llevar a cabo la
social, “creado por las demandas del uso diario y las luchas sociales de los exploración de los espacios abiertos, encontrando en las ideas de la rela-
habitantes urbanos” (Crawford, 1999: 7). Estos espacios son socialmente ción entre las personas y el lugar, una fuente fructífera de luz e inspiración.
producidos y transformados por “las acciones de sujetos individuales y Para esta investigación fue crucial escuchar a los residentes; fue una
colectivos que nacen y mueren, que sufren y actúan” (Lefebvre, 1991: 3). experiencia de aprendizaje sobre cómo conectarse con el espacio y con los
La transformación de estos espacios continúa con su construcción social “a demás. Los asentamientos urbanos informales se tratan, sobre todo, acerca
través de intercambios sociales entre las personas, las memorias, imágenes de las personas y lo que éstas han hecho por construir su entorno y su
y uso diario del sitio material” (Low, 1996: 861-862). El producto es el bienestar. La pobreza y la lucha son parte del cuadro, y es algo que necesita
resultado de la producción y las prácticas de construcción social, como solución de manera más responsable y exitosa por parte de las entida-
sugiere Harvey (1996). Rapoport (1988: 58) afirma en el mismo contexto: des gubernamentales, pero los barrios populares también están llenos de
160 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

posibilidades y logros: involucran especialmente a gente dispuesta a tomar


responsabilidades por sus propios ambientes y vidas. Si ellos tuvieran más
recursos y apoyo, los logros serían aún mayores y la lucha de la gente sería
menor. Según Robinson (2006), estos asentamientos deberían ser vistos
como ordinarios para evitar ser etiquetados como diferentes y marginados
de otros. Sin embargo, como se analizó en el capítulo de introducción, el
autor cree firmemente que estos lugares son extraordinarios, con personas
igualmente extraordinarias, y con características arquitectónicas y urbanas
excepcionales.

Notas • Bibliografía • Siglas y Acrónimos • Hipervínculos


Figuras • Tablas • Universidades
Notas

1
Estos autores, en conjunto con otros de la misma área de estudio, se refieren al
espacio público como una categoría general. Sin embargo, una vez elaborado, es
claro que el carácter público de estos espacios no es necesariamente intencional,
como aquí se analiza.
2
Ambos han sido miembros del parlamento de Colombia. Lozano fue Ministro
de Vivienda, Desarrollo Territorial y Agua durante el último periodo presidencial
de Uribe. Caicedo fue Alcalde de Bogotá por un periodo, sin embargo, cuando
fue al barrio era candidato para un segundo periodo.
3
jal son las iniciales de ‘Junta Administradora Local’ y sus miembros son ‘Ediles’.
La jal inicia después de la constitución de 1991, como una herramienta para la
descentralización política y una mayor participación. La jal trabaja a nivel loca-
lidad (Bogotá está dividido en 20 localidades) y los ediles son elegidos por voto
popular democrático. Por lo tanto, la jal pierde parte de su papel en la vincula-
ción de la comunidad y los políticos, ya que la comunidad se las puede saltar e ir
directamente con los ediles y viceversa.
4
Este no era el caso hace 10-15 años, cuando la iglesia católica era la única con
presencia en los barrios. aún en la actualidad predomina; pero recientemente, han
aparecido en escena otros cultos religiosos.
5
Un platillo tradicional colombiano, cocinado en casi cualquier parte del país
pero con algunas diferencias regionales, es una sopa con ‘todo’ –papas, plátano,
yuca, carne roja, pollo y vegetales– como ingredientes principales.
6
‘Tamales’: pudín de maíz relleno con pollo o carne de res; y ‘lechona’: lechón
relleno de arroz y vegetales. Son dos platillos tradicionales del centro y sudeste de
Colombia (Huila y Tolima), que además brinda pistas de los orígenes de algunos
residentes del barrio.

163
164 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

7
Tejo es una actividad grupal que consiste en lanzar un disco de metal del tamaño Bibliografía
de un puño desde una distancia de 20-30 metros para golpear una mecha.
8
Anillos metálicos lanzados desde lejos a la boca de una rana metálica.
9
‘Fiar’ (dar crédito) no es sólo una transacción financiera, también es una tradi- AlSayyad, N. (2004), "Urban Informailty as a 'New' Way of Life". En
ción en los barrios. Con frecuencia las personas prefieren comprar en la tienda Roy, A. y N. AlSayyad. Urban informality: transnational perspectives
que en un supermercado, dispuestos a pagar un poco más si pueden liquidarlo
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después. Esto también ayuda a crear relaciones sociales cercanas entre el tendero
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10
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Siglas y acrónimos 183

Siglas y Acrónimos ong


Organización No Gubernamental

opc
Obras con Participación Ciudadana
cet http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/php/frame_detalle_scv.
Comunidad de Estudios Territoriales php?h_id=24780
dnp∞
Plan Nacional de Desarrollo osp
http://www.dnp.gov.co/PND/PND20062010.aspx Obras con Saldo Pedagógico
http://www.hic-al.org/documentos/colombia_saldo_pedagogico.pdf
idpac
Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal pmib
http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/php/01.2709080805.html Programa de Mejoramiento Integral de Barrios
http://agora.unalmed.edu.co/docs/PLAN-MIB.pdf
idrd
Instituto Distrital de Recreación y Deportes pot
http://www.idrd.gov.co/htms/index.html Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=5002
jac
Juntas de Acción Comunal udi (por sus siglas en inglés) idu
h t t p : / / w w w. m i j . g o v. c o / A s u n t o s Po l i t i c o s / I n i c i o / Instituto de Desarrollo Urbano
Participaci%C3%B3nCiudadana/Acci%C3%B3nComunal/tabid/99/ http://www.idu.gov.co/web/guest/inicio
Default.aspx

jal
Junta Administradora Local

182
Hipervínculos 185

Hipervínculos Parque La Andrea


http://g.co/maps/hd2ge

Parque Los Cerezos


http://g.co/maps/adpaz
Caja de Vivienda Popular
http://www.cajaviviendapopular.gov.co/ Parque Nueva Argentina
http://g.co/maps/8epbh
Centro de Estudios del Sector Privado, México
http://www.ceesp.org.mx Parque Villa Sonia
http://g.co/maps/rqtcn
Comisión Económica para América Latina y El Caribe (cepal)
http://www.eclac.org Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=5002
Comisión Nacional de Vivienda
http://www.conavi.gob.mx Plan Maestro de Espacio Público
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=16984
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
http://www.conicet.gov.ar Pontificia Universidad Javeriana, Colombia
http://puj-portal.javeriana.edu.co/portal/page/portal/PORTAL_VER-
El Tiempo SION_2009_2010/es_inicio
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7704377
Programa de la Unión Europea de Becas de alto nivel para América Latina
Infonavit http://www.ascolbi.org/index.php?option=com_content&view=articl
http://www.infonavit.org.mx e&id=39:programa-de-becas-de-formacie-alto-nivel-de-la-uniuropea-
para-amca-latina&catid=8:histo&Itemid=31
Parque Aguas Claras
http://g.co/maps/4gzmy Redalyc
http://redalyc.uaemex.mxInfonavit
Parque Danubio
http://g.co/maps/gd6qp Reglamentos de Planificación de Colombia (Ley 9 de 1989, artículo 5)
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=1175

184
186 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales

Secretaría del Hábitat Figuras


http://www.habitatbogota.gov.co/sdht/index.php

Sociedad Hipotecaria Federal, México


http://www.shf.gob.mx Figura 1 •
Asentamientos informales en Bogotá
Universidad de Newcastle Upon Tyne, Inglaterra Vista de la periferia del sudeste de Bogotá, donde se localizan varios
http://www.ncl.ac.uk asentamientos informales

Figura 2 •
Diferentes niveles de consolidación de los asentamientos informales en
Bogotá

Figura 3 •
Los espacios abiertos en asentamientos informales en Bogotá, están
asociados con las calles y con las canchas, ambos están hechos para
socializar y jugar

Figura 4 •
Parque Danubio. Vista aérea y croquis de localización

Figura 5 •
Diferentes vistas del parque Danubio

Figura 6 •
Parque Los Cerezos. Vista aérea y croquis de localización

Figura 7 •
Diferentes vistas del parque Los Cerezos

Figura 8 •
Parque Villa Sonia. Vista aérea y croquis de localización

187
188 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Figuras 189

Figura 9 • Figura 20 •
Diferentes vistas del parque Villa Sonia El anfiteatro para los días de campo de la comunidad, para que los
niños jueguen y un grupo de hombres reunidos en el parque La Andrea
Figura 10 •
Parque Nueva Argentina. Vista aérea y croquis de localización Figura 21 •
Anfiteatro de La Andrea para la ‘olla comunitaria’
Figura 11 •
Diferentes vistas del parque Nueva Argentina Figura 22 •
Pario de Tejo en Aguas Claras
Figura 12 •
Parques La Andrea. Vista aérea y croquis de localización Figura 23 •
Trompo en el parque La Andrea
Figura 13 •
Diferentes vistas de los parques La Andrea Figura 24 •
Parque del barrio Tanque Laguna
Figura 14 •
Parques y calles Aguas Claras. Vista aérea y croquis de localización Figura 25 •
Altar encontrado en el parque Danubio
Figura 15 •
Diferentes vistas de las calles y de los parques Aguas Claras Figura 26 •
Imágenes religiosas sobre las fachadas en Los Cerezos
Figura 16 •
Diseño original del parque Villa Sonia y el inicio de la construcción Figura 27 •
Evento comunitario en la fase uno del parque La Andrea
Figura 17 •
El parque Villa Sonia en 2008 Figura 28 •
Cancha multifuncional en el parque Danubio
Figura 18 •
Mejora en la fase 3 del parque La Andrea Figura 29 •
Mobiliario del parque La Andrea
Figura 19 •
Una cama de flores y don Luis cuidando ‘sus’ plantas
190 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Figuras 191

Figura 30 • Figura 39 •
Parque de Aguas Claras. Apropiación del espacio por grupos particu- Danubio y Villa Sonia. Temas de composición de fachadas. Diversidad,
lares progresividad y diferentes etapas de la consolidación de la vivienda. El
uso de colores también añade características especiales
Figura 31 •
Tiendas. Una panadería en Los Cerezos y una dulcería un poco más Figura 40 •
arriba Nueva Argentina y Tanque Laguna

Figura 32 •
Vendedores ambulantes en La Andrea

Figura 33 •
Grafiti en el salón comunitario de Nueva Argentina y en la fase uno del
parque La Andrea
Figura 34 •

El bote de basura (se quedó sin base) y los bancos son los principales
blancos del vandalismo. Parque Villa Sonia y Danubio, respectivamen-
te
Figura 35 •

Rack de bicicletas en el parque Molinos

Figura 36 •
‘Paralibros’ en La Andrea, fase dos del parque

Figura 37 •
Algunos elementos de las fachadas en Villa Sonia

Figura 38 •
Ropa colgando en Danubio
Tablas Universidades
y Centros de Investigación

Tabla 1 •
Orígenes y condiciones básicas de los asentamientos urbanos informales Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile
http://www.uc.cl

Universidad de Londres, Inglaterra


http://www.lon.ac.uk

El Colegio Mexiquense A.C., México


http://www.cmq.edu.mx

Universidad Politécnica de Madrid, España


http://www.upm.es/institucional

Universidad de Manchester, Inglaterra


http://www.manchester.ac.uk

Universidad Nacional de Mar de Plata, Argentina


http://www.mdp.edu.ar

Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina


http://www.ungs.edu.ar/ms_ungs

Universidad de Alicante, España


http://www.ua.es

Universidad Nacional Experimental del Táchira, Venezuela


http://www.unet.edu.ve

192 193
194 Jaime Hernández | Espacios públicos en barrios informales Universidades y centros de investigación 195

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil
http://www.itesm.edu http://www.ufrj.br

Instituto Politécnico Nacional, México Universidad Politécnica de Cataluña, España


http://www.ipn.mx http://www.upc.edu

Universidad Autónoma del Estado de México, México Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos
http://www.uaemex.mx http://www.utexas.edu

Universidad de Buenos Aires, Argentina Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México


http://www.uba.ar/homepage.php http://www.azc.uam.mx

Universidad de Barcelona, España Universidad de São Paulo, Brasil


http://www.ub.edu/web/ub/es http://www5.usp.br

Universidad Nacional Autónoma de México, México Universidad del Valle, Colombia


http://www.unam.mx http://www.univalle.edu.co

Universidad Nacional de San Juan, Argentina Universidad de los Andes, Colombia


http://www.unsj.edu.ar http://www.uniandes.edu.co

Universidad Autónoma de Manizales, Colombia Pontificia Universidad Católica de Paraná, Brasil


http://www.autonoma.edu.co http://www.pucpr.br/especializacao

Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú Colegio de la Frontera Norte, México
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Lincoln Institute of Land Policy, Estados Unidos Universidad Nacional de Ingeniería, Perú
http://www.lincolninst.edu http://www.uni.edu.pe
Trabajadores
Trabajadores 199

Trabajadores Residente de La Andrea


Presidenta actual de las jac de La Andrea

Rocío
Diciembre de 2008
Arturo Residente de Aguas Claras
Diciembre de 2008
Residente de Danubio Tito López
Presidente actual de las jac de Danubio Diciembre de 2008
Fundador y residente de Manuela Beltrán
Carmen
Diciembre de 2008
Residente de Tanque Laguna

Lucía y José
Diciembre de 2008
Residente de Danubio

Luis Murcia
Diciembre de 2008
Residente La Andrea

Marco Fidel
Diciembre de 2008
Residente de Nueva Argentina

María
Diciembre de 2008
Residente de Aguas Claras

Marta
Diciembre de 2008

198
Contenido

Páginas legales 2
Jurado académico 2011 9
Jurado de calidad 2011 13
Secretaría permanente 2011 14
Organización 2011 15
Gracias al apoyo de 15
Mensaje del Director General del Infonavit 17
Mensaje del Rector de la uaemex 19
Presentación 21
Introducción 26
Espacios públicos en asentamientos urbanos populares 26
Asentamientos urbanos informales o populares 26
¿Espacios abiertos o públicos? 28
Objetivos, temas y preguntas de investigación 31
Capítulo I
Espacios abiertos en asentamientos urbanos informales en Bogotá 35
Introducción 35
Creación y expansión de los asentamientos urbanos informales 37
Características actuales de los asentamientos urbanos informales 40
Políticas y programas 41
Espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales:
contexto e ideas generales 44
Políticas de los espacios públicos y asuntos de planeación 47
Capítulo II
Marco conceptual y diseño metodológico 53
¿Asentamientos informales, populares u ordinarios? 53
Los espacios abiertos ubicados en asentamientos urbanos informales 57
Relación de las personas y el lugar:
la producción y la construcción social del espacio 61
Metodología 65
Capítulo III
Producción informal del espacio urbano 81
El proceso inicial 82
Orígenes y expectativas 82
Organización de la comunidad 86

201
El proceso de mejora 89 Conclusiones
Primeras etapas 89 Más allá que espacios públicos informales 153
Las etapas de transformación 93 Asentamientos urbanos informales: lugares ordinarios
Actores y roles 97 con características extraordinarias 154
El papel de la comunidad 98 Espacios abiertos en los asentamientos urbanos informales:
El papel del Municipio 100 entre lo público y lo privado 156
Otros actores 101 Relaciones de las personas y el lugar: apropiación e identidad 157
Observaciones finales 159
Capítulo IV 105
Interacciones cotidianas, funcionales y de poder 105 Notas 163
Prácticas sociales y culturales: interacciones cotidianas 107 Bibliografía 165
Reuniones 108 Siglas y Acrónimos 182
Comida y bebida 109 Hipervínculos 184
Juegos rurales y tradicionales 110 Figuras 187
Práctica de cultos religiosos 112 Tablas 192
Actividades comunitarias y el activismo político 115 Universidadesy Centros de Investigación 193
Actividades recreativas y comerciales: interacciones funcionales 117 Trabajadores 198
El patio de juegos 117
Iniciativas comerciales 120
Conflictos y apropiación territorial: interacciones de poder 123
El poder y el conflicto 123
Acceso, control y apropiación 125
Capítulo V
Forma, lenguaje y significado 131
¿Planificación informal? 132
Tipologías 132
Vegetación y mobiliario urbano 133
Estética popular 138
Dimensión urbana: legibilidad 139
Dimensión visual: fachadas 141
Lenguaje y significado 146
Lenguaje 146
Transformación permanente 146
Mezcla de elementos formales 147
‘Sobre’ decoración 148
Significados 149
Creación de conexiones 149
Orden e imposición 150
Aspiraciones 151

202 203
Versión PDF del ePUB que contiene el libro
Espacios públicos en barrios informales:
Producción y uso, entre lo público y lo privado,
publicado por Infonavit-Redalyc, ISBN: 978-607-95865-6-0.

Título original en inglés:


Informal Public Spaces
Between Public and Private Production and Consumption
Título traducido:
Espacios públicos en barrios informales:
Producción y uso, entre lo público y lo privado
Fecha de la edición original 2011-11-16
Primera versión de este ePUB: 2012-06-13
Versión actual: 2012-06-13

Formado en Adobe Indesign CS5.5 Versión 7.5


y Adobe Dreamweaver CS5.5 Versión 11.5
Revisado en Calibre Versión 0.8.41 creado por Kovid Goyal

Producido por Orozco Creativas y Asociados S. de R.L. de C.V.


Avenida Prolongación 5 de Mayo No. 727 int. 45
Col. Lomas de Tarango · Del. Álvaro Obregón
C.P. 01620 · México D.F.
www.somosorozco.com

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