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Justicia Transicional

La tortura sexual va a juicio en Guatemala

Tras 32 años de espera, el Juzgado B de Mayor Riesgo de Guatemala inició el juicio


contra dos militares por la tortura y esclavitud sexual ejercida contra 15 mujeres q’eqchí
en el destacamento militar de Sepur Zarco, que dio su nombre al caso.

Ciudad de Guatemala, 03 de febrero de 2016.

Tras 32 años de espera, el Juzgado B de Mayor Riesgo de Guatemala inició el juicio


contra dos militares por la tortura y esclavitud sexual ejercida contra 15 mujeres
q’eqchí en el destacamento militar de Sepur Zarco, que dio su nombre al caso. La
denuncia fue interpuesta en el año 2011.

El histórico juicio comenzó este 1 de febrero. Delitos contra deberes de la humanidad,


desaparición forzada y asesinato son parte de la acusación en contra del
teniente Steelmer Reyes Girón y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asij, que
negaron haber cometido las atrocidades en contra de las mujeres entre 1982 y 1983 en
el destacamento que era utilizado como área de descanso y recreación de los militares
durante los años más duros de la guerra.

“El litigio del Caso Sepur Zarco tiene una gran relevancia para las demandas de justicia
de las mujeres en Guatemala y a nivel internacional, porque: contribuye a romper el
silencio que las mujeres indígenas han guardado en cuanto a la violencia sexual que
vivieron durante el conflicto armado interno, sumando a la brecha que ya generó el caso
por genocidio y otros casos donde las mujeres denunciaron estos delitos; incorpora la
defensa de los derechos de las mujeres y la perspectiva de género en la justicia
transicional; contribuye a visibilizar la lucha por la erradicación de la violencia y la
discriminación contra las mujeres indígenas en la actualidad. El Caso Sepur Zarco es
un caso emblemático, porque es la primera vez que en un sistema de justicia nacional
se están juzgando los delitos de violencia sexual y esclavitud sexual y doméstica
cometidos por fuerzas armadas en un contexto de guerra”, resaltó la Alianza
Rompiendo el Silencio.

Hasta el momento han comparecido 11 de las 15 víctimas; el juicio constará de 40


sesiones que son públicas y abiertas. Entre los testimonios que dan cuenta del horror
que vivieron las mujeres está el de doña Petrona: “a mis hijos y mi yerno los amarraban
y tiraban en el piso, hacíamos turnos en el destacamento militar de tinajas, después de
bañarnos un hombre gordo nos violaba, luego otros más menuditos”.
Las mujeres tuvieron que hacer turnos para lavar uniformes y cocinar a los soldados sin
remuneración alguna, además de sufrir violaciones sexuales en repetidas ocasiones.
Muchos de los esposos, hermanos o familiares de las mujeres estaban organizados y
luchando por su derecho a la tierra, por lo que los actos de los militares se han entendido
como un castigo para estas aldeas.
En la sala las víctimas vestían sus trajes tradicionales y llevaban cubiertas las cabezas
para no ser vistas. En solidaridad, otras mujeres dentro de la audiencia también se
cubrieron.

Bibliografía

http://www.elciudadano.cl/2016/02/03/253770/la-tortura-sexual-va-a-juicio-en-guatemala/

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