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Fluidos Mineralizantes-2
Fluidos Mineralizantes-2
EL AGUA DE MAR
El agua de mar o agua salada es una solución hecha o basada en agua que
compone los océanos y mares de la Tierra. Es salada por la concentración de
sales minerales disueltas que contiene, un 35 ‰ (3,5 % o 35 g/L) como media.
La densidad media en superficie es de 1,025 g/ml, siendo más densa que el agua
dulce y el agua pura. A mayor contenido en sal más baja su punto de
congelación, por lo que el agua del mar se convierte en hielo bajo los −2 °C, si
bien se ha registrado una corriente en la Antártida a −2,6 °C. El océano contiene
un 97,25 % del total de agua que forma la hidrosfera
La palabra reserva nos trae a la mente algo que posee un valor y que puede
ser usado cuando uno lo necesite. ¿Será esta percepción válida cuando se
refieren a las reservas mineras? ¿Todo aquel material que tiene contenido de
algún mineral es reserva? ¿Cómo es que podemos decir qué es una reserva
minera y qué no? ¿O todo el subsuelo es una reserva minera sólo por contener
minerales?
Reservas probadas.
Volumen de mineral que se calcula usando como base los resultados obtenidos
de los trabajos de muestreo y sondajes. Los estudios permiten establecer
matemáticamente la geometría de la reserva, su volumen y la ley del mineral,
por lo que se indica que se tiene certeza de su continuidad.
Reservas probables.
En este punto cabe preguntarse: ¿el costo de construir una mina y operarla será
justificable económicamente, dada las características del yacimiento? ¿El
volumen de mineral que hemos identificado será suficiente? Es decir, ¿este
volumen de mineral identificado como reserva tendrá valor económico?
la ley de corte.
será aquella ley mínima cuyo valor cubre todos los costos indispensables para
que la reserva minera resulte económicamente rentable. El volumen de material
cuya ley se encuentre por debajo de la ley de corte, será considerado desmonte
(ya que el valor económico del reducido contenido metálico no justifica su
tratamiento por no cubrir los costos del proceso productivo). Así, por ejemplo, si
la ley de corte de una mina que produce cobre, es de 1%, se trabajará
únicamente aquellas zonas del yacimiento en las que el contenido de cobre esté
por encima del 1%. Cada mina tiene una ley de corte particular, la cual se
establece en función de las características del yacimiento, el método de
producción y la técnica de procesamiento empleada.
El factor que afecta más directamente a las reservas mineras son las
fluctuaciones de las cotizaciones de los metales. Por ejemplo, en un contexto de
precios bajos el volumen de reservas se reduce, ya que se extraerán únicamente
aquellas reservas rentables. La paradoja es que esto se da sin que el yacimiento
sufra modificación alguna. En consecuencia, con precios más bajos habrá
menos reservas y la vida útil de la mina será menor. Por el contrario, si se
vislumbra un escenario internacional con mejores precios (como el
actual), no sólo se trabajará con las reservas probadas, sino que además se
trabajaría en zonas de reservas probables. Asimismo, dado un contexto de
precios altos, se podrían trabajar yacimientos considerados como marginales.
El mayor nivel de precios justificaría el trabajo de mineral con menor contenido
metálico. Contrariamente al caso anterior, el nivel de reservas sería mayor y se
estaría incrementando la vida útil de la mina. El volumen de reservas también
puede verse afectado por el incremento de costos indirectos (tributos, por
ejemplo) Así, una excesiva y creciente carga tributaria encarece el
producto, por lo que se tendría que extraer aquellas reservas que permitan
obtener ganancias. En este caso, estaríamos exigiendo una mayor ley de corte
al yacimiento, como consecuencia de un encarecimiento en los costos, lo que
puede frenar el inicio de algunos proyectos mineros debido a que ya no serían
económicamente rentables. Finalmente, la tecnología es otro factor que influye
en la determinación de una reserva minera. Los últimos avances tecnológicos
(en métodos de extracción y procesamiento) han permitido reducir costos y
tiempos, lo que lleva a que las empresas operen, de manera más eficiente y
limpia, obteniéndose mayores volúmenes y añadiendo reservas marginales
a las que tenían inicialmente.