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Los lodos no llegaron a alcanzar el Parque Nacional del Coto de Doñana, quedando
retenidos en sus estribaciones, pero las aguas sí invadieron la región externa del Parque
La extrema acidez que adquirieron las aguas al llevar disueltos numerosos metales pesados
en cantidades considerables, hizo mella en las riberas y en la superficie del suelo, quedando
recubierto por un espesor de lodo que llegó a alcanzar en algunas zonas hasta los 8 cm.
Según un estudio de la Universidad de Granada, los análisis de agua posteriores al vertido
revelaron la presencia de grandes cantidades de zinc (Zn), el principal contaminante. Las
partículas de sulfuros arrastradas con las aguas se oxidaron a sulfatos solubles, por lo que
el contenido en sales solubles se incrementó notablemente, a la vez que el pH bajó
La catástrofe fue, hasta cierto punto, previsible. Las múltiples denuncias acerca del estado
de la mina, tanto de particulares como de asociaciones ecologistas, alertaban de lo que
podía pasar, pero la propia empresa y las autoridades competentes lo ignoraron.
Las primeras medidas de emergencia ante la catástrofe fueron la construcción de tres
presas o muros de contención para impedir que los vertidos tóxicos llegasen a los espacios
protegidos de Doñana. El Plan de Medidas Urgentes activado por una Comisión Mixta de
Coordinación, formada por la Administración General del Estado y la Junta de Andalucía,
para controlar y minimizar los impactos sociales, económicos y ambientales generados por
el vertido. Los dos principales problemas a los que debía dar solución la Comisión era la
retirada del lodo y dar solución al elevado volumen de agua tóxica retenido en Entremuros
(WWF). Los lodos fueron depositados en la corta de Aznalcóllar; para lo segundo, se
construyó una depuradora junto al dique de Entremuros para que la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir sometiera a tratamiento químico y físico a las aguas para
neutralizar su pH, eliminar lo hidróxidos de metales pesados y separar las sustancias
sólidas. Tras ello, las aguas fueron vertidas al Estuario del Guadalquivir. También se
llevaron a cabo una serie de actuaciones complementarias y se estableció un control de
calidad ambiental de las aguas subterráneas, las aguas superficiales, el estuario, el aire y los
seres vivos. Por último, la Comisión puso en marcha dos proyectos: “Doñana 2005”,
liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y “El Corredor Verde del Guadiamar”
liderado por la Junta de Andalucía, finalizado en 2003.
Análisis
Esta noticia nos habla de un problema de contaminación por residuos tóxicos sobre los ríos
Agrio y Guadiamar en Aznalcóllar, España. Generado por la ruptura del muro de contención
oriental de la balsa de decantación de la mina de Aznalcóllar, propiedad de la empresa
sueca Boliden AB.
Los estragos ambientales a causa de este vertido tóxico fueron devastadoras. Las aguas
ácidas y residuos, tornaron el agua de los ríos ácidas debido a la alta concentración de
metales pesados, de los cuales fue el zinc hallado en mayor concentración. El zinc al ser un
elemento altamente reactivo forma una variedad de sales la mayoría solubles en agua por lo
cual, el proceso de remediación de el vertido debió ser complicado.
La fracción disuelta de zinc hizo que el agua de los ríos se hiciera tóxica para los peces y
muchas aves acuáticas. Las partículas en suspensión volvieron el agua turbia y rojiza
debido a que Las partículas de sulfuros arrastradas con las aguas se oxidaron a sulfatos
solubles, lo que produjo a un incremento en el contenido en sales solubles y un descenso
drástico del pH.
Cabe mencionar que los lodos se mellaron en las riberas de los ríos, estos lodos con altas
concentraciones de metales pesados y sales cubrieron una alta extensión de tierra,
afectando la calidad del suelo. Las riberas al estar expuestas a frecuentes lavados y
escorrentías, y a al agua ácida del río, facilitaron la solubilidad del zinc, ya que este es más
soluble en suelos ácidos. Estos suelos se tornaron rápidamente tóxicos para las plantas y
los organismos en èl, hallándose 30 toneladas de animales muertos.
No obstante, las medidas de recuperación ante esta emergencia fueron muy buenas. Para
mi fue esencial la construcción de tres presas o muros de contención para impedir que los
vertidos tóxicos llegasen a los espacios protegidos de Doñana; y la construcción de la
depuradora junto al dique de Entremuros para el tratamiento químico y físico de las aguas,
no fue admirable, porque era su deber, pero fue muy pertinente. Lo que si es de admirar es
que se llevaron a cabo una serie de actuaciones complementarias y se estableció un control
de calidad ambiental de las aguas subterráneas, las aguas superficiales, el estuario, el aire y
los seres vivos.
Preguntas
1. La alta concentración de sales derivadas del zinc en el lodo aumentó la basicidad del
suelo de la ribera de los ríos, porque una alta concentración de sales se traduce en
un aumento de ph.
r: (v) (v)
2. Las aguas del río Agrio se cambiaron su tono verdeazulado y se tornaron rojizas
porque la densidad del lodo varió la absorción selectiva del espectro
electromagnético correspondiente a la luz azul.
r: (v) (f)
3. El vertido de lodos en los ríos Agrio y Guadiamar no requirió de mecanismos
urgentes de control porque estos contenían principalmente zinc y el zinc es un
elemento esencial para el crecimiento de las plantas.
r: (f) (v)
4. La concentración de hidróxidos de metales pesados no generó un ambiente tóxico
en el suelo porque se consideran tóxicos los suelos cuyo pH es menor a 5.
r: (f) (f)
5. La capacidad de tamponamiento del suelo aumentó luego del vertido porque el
vertido proveyó al suelo de componentes alcalinos que amortiguan la ionización del
agua.
r: (f) (f)
6. El agua blanda se conoce que incrementa la toxicidad del zinc en peces porque el
zinc se presenta como ZnOH+ en aguas blandas.