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DE CHINA
El buque iraní accidentado se hundió el domingo pasado, ocho días después de colisionar con un mercante a
unos 300 kilómetros del estuario del río Yangtze
Las manchas de petróleo dejadas por el buque Sanchi tras explotar y hundirse el pasado
domingo se están multiplicando en las aguas del Mar de China, según informó la pasada
noche la Administración Estatal de Océanos.
El organismo detalló en un comunicado que se han encontrado varios derrames de petróleo
cerca del sitio donde se hundió el buque y que eran mucho más grandes que el día anterior.
El lunes 15 de enero se había informado de la existencia de una sola mancha de 18,5
kilómetros de largo.
Los aviones de vigilancia también pudieron comprobar la existencia de una tercera mancha
que se extendía hacia el norte, con un radio de unos cinco kilómetros.
Las manchas de petróleo pueden verse fácilmente desde el aire y no se han observado
quemas en la superficie del mar, explicó el organismo, quien apuntó que es posible que se
muevan hacia el norte debido al viento y a las corrientes marinas.
Técnicos chinos estudian ya la caja negra del petrolero que rescataron del buque poco antes
de su hundimiento y, según señaló el lunes el portavoz del Ministerio chino de Asuntos
Exteriores, Lu Kang, ésta ayudará "en la investigación de las causas del accidente".
"La investigación está en marcha", aseguró el ministro, quien pidió esperar hasta su
finalización antes de extraer conclusiones.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) pidió este lunes que
no se escatimen esfuerzos para limpiar el derrame e hizo un llamamiento "para la
movilización urgente de todos los equipamientos disponibles para remover los productos
tóxicos y así reducir la amenaza que supone para la vida marina".
Este mar, explica, es uno de los espacios medioambientales marinos más ricos y
productivos que existen en el planeta, y sus aguas son poco profundas, lo que lo hace
extremadamente vulnerable al derrame. JEC - EFE
Análisis: Ante esta catástrofe se deben tomar las decisiones adecuadas porque si
se toman decisiones apresuradas pueden empeorar el derrame de este crudo en
el mar. Ahora, por la ubicación donde este buque explotó se deben hacer medidas
de aseguramiento, el Mar de China es el segundo mar más extenso del mundo,
pero tiene una particularidad y es que sus aguas son poco profundas lo que hace
que sea más vulnerable al derrame de petróleo, otra medida a tomar en cuenta es
que en este mar habitan muchas especies marinas y en especial las ballenas que
lo cruzan en su recorrido migratorio, en primera medida se debe tratar de que este
crudo no se siga expandiendo y que no llegue a las costas para que tampoco
afecte el desove de los peces y demás especies que habitan en ese mar, si bien
se sabe que el crudo que este buque transportaba es tóxico para mamíferos
marinos, peces, tortugas marinas y aves marinas. Pero no solamente afecta al
mar, el petrolero transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado, la
mayoría de ese petróleo se incendió durante una semana, una semana en la que
estuvo afectando al aire porque la combustión del petróleo es un contaminante
atmosférico, en la que se emiten gases tóxicos contaminantes como óxidos de
azufre y nitrógeno, metales pesados, benceno, tolueno, hidrocarburos aromáticos
policíclicos, y ni hablar del aporte que hace de las emisiones de CO2 que también
es un gas de efecto invernadero y una tonelada de petróleo produce tres
toneladas de CO2, ahora todas estas toneladas que se transportaba en el buque y
que estuvo quemando durante una semana hasta que el buque se hundió en el
mar.
Otra tarea que les resultó difícil para tomar las medidas adecuadas fue que desde
el aire se veían las manchas negras que se dirigían hacia el norte por el viento y
que día a día iban creciendo, pero no se precisó si el petróleo derramado es parte
del tanque que trasportaba el buque o si era el combustible del barco, siendo el
segundo mucho más complicado de limpiar.
Preguntas:
Alejandro Espitaleta.