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FUNCION DE RELACION DE LOS SERES VIVOS

A través de la función de relación, los seres vivos pueden detectar variaciones en su medio externo o
interno, y responder adecuadamente a estos cambios. Debido a ellos, los organismos pueden alimentarse,
protegerse de sus depredadores y reproducirse, entre otras cosas.
La función de relación se caracteriza por la presencia de receptores, estructuras especializadas en captar
estímulos. Estos estímulos son trasmitidos al interior del organismo donde se elabora una respuesta que
será ejecutada por diferentes mecanismos de locomoción o efectores según el nivel de complejidad del
organismo. Las respuestas pueden ser internas (comprenden cambios en el metabolismo, formación de
nuevas estructuras, etc.) O externa (movimiento, crecimiento diferencial, etc.)
A pesar de las modificaciones del medio, los organismos mantienen estables sus condiciones internas,
por ejemplo la temperatura. La Homeostasis es el conjunto de mecanismo que permite esta estabilidad.
La función de relación de los animales es compleja y, en ella, están involucrada varios sistemas de
órganos. En los animales más complejos, participan: receptores especializados, que son los que captan
determinados estímulos internos y externos.
El sistema nervioso es el encargado de trasmitir esa información hacia el cerebro, procesarla, elaborar una
respuesta y llevar la orden para su ejecución hacia los órganos efectores. Por último el sistema endocrino
y músculo-esquelético son los que ejecutan la respuesta.
Las respuestas en los animales pueden ser de dos tipos:
- Excretora: los órganos que intervienen en este tipo de respuesta son las glándulas. Estas secretan
hormonas que viajan por el torrente sanguíneo produciendo respuestas internas, como por
ejemplo aumentando el ritmo cardiaco, sensación de miedo, placer, etc. O pueden ser secretada
al exterior, como el sudor, las lágrimas, etc.
- Motora: los sistemas efectores que intervienen son los del sistema músculo-esquelético, e implica
movimiento y desplazamiento.

LA FUNCION DE RELACION EN LAS PLANTAS


Aunque no lo parezca, las plantas tienen la capacidad de captar y de responder a ciertos estímulos, solo
que, en su mayoría, estas respuestas suelen ser muy lentas para percibirlas con nuestros sentidos. Los
tropismos son un tipo de respuestas que se caracterizan por el acercamiento a un determinado estimulo
o alejamiento de él: guarda relación con la dirección del estímulo. Los tropismos involucran el crecimiento
de determinadas partes de la plantas (raíz, tallo, rama u hojas), por ese motivo son permanentes. Aquellas
que son de acercamiento al estímulo se denomina tropismo positivo o Taxismo positivo y las de
alejamiento tropismo negativo o Taxismo negativo.
TIPOS DE TROPISMOS:
Los estímulos que determinan las respuestas de los vegetales pueden ser: físicos, químicos o de contacto.
Dependiendo del estímulo, los tropismos se denominan:
FOTOTROPISMO es la respuesta que da el vegetal cuando el estímulo es una variación en la cantidad de
luz.
HIDROTROPISMO es la respuesta frente a un estímulo cuyo origen es el agua.
TIGMOTROPISMO es la respuesta a estímulos provenientes del tacto.
GRAVITROPISMO es la respuesta a estímulos de origen gravitatorio.

LAS NATIAS : otra forma de respuesta vegetal


NASTIA es una respuesta que produce un movimiento pasajero en alguna parte del vegetal respondiendo
a estímulos táctiles, lumínicos, etc.
Las nastias son movimientos rápidos y reversibles de la planta como respuesta a la presencia de un factor
externo, pero a diferencia de los tropismos, no influye en ellas la dirección del estímulo. Se conocen varias
clases de nastias: Termonastias son movimientos de apertura y cierre, según la variación de la
temperatura, Fotonastias son variaciones debidas a cambios en la intensidad de luz, Tigmonastia son
respuestas por contacto, como los zarcillos de numerosas plantas.

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