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“LA APARICIÓN DE LA BIOÉTICA Y EL PORQUÉ DE LA MISMA”

La memoria del hombre es frágil, lo cual, lo hace repetir errores ya cometidos, esta
afirmación sirve como punto de referencia para dar a conocer la bioética y para
explicar la razón de su origen, caben resaltar los siguientes hechos:
En 1900 los científicos redescubren a Mendel y se prepara una confrontación cuando
Alemania busca consolidación en China, en 1901 Becquerel presenta un fragmento de
radio luminoso, en 1902 se logra la síntesis del ácido barbitúrico mientras que en 1904
los hermanos Wright realizan el primer vuelo a motor, estalla la guerra ruso-japonesa y
se inicia el conflicto entre Francia y el Vaticano, posteriormente se pone en evidencia
la delicada relación que existe entre el hombre y su ambiente con la devastación de
San Francisco en 1906. En el 1910 Koch fallece tras descubrir el agente patógeno del
carbunco, tuberculosis y cólera, a la vez que Francia, Reino Unido y Rusia inauguran
la protección para especies en peligro y naufraga el Titanic en 1912, en 1914 estalla la
I guerra mundial y finaliza en 1918 con la firma del tratado de Versalles y la búsqueda
de emancipación de la mujer, mientras que en 1915 se da la aparición del gas cloro
paralelo a la construcción de una mano artificial con dedos móviles. Comenzando la
década de los 20, Hitler presenta el Partido Obrero Nacionalsocialista mientras que en
Italia nace el Partido Nacionalista Fascista donde Mussolini se convierte en el II Duce
en 1921, Einstein junto con Bohr reciben el premio Nobel de Física en 1922, además
en 1924 se usa gas para ejecutar a un prisionero con pena de muerte, lo cual lleva a
firmar el “Protocolo sobre la prohibición de emplear en guerra gases asfixiantes,
venenosos y armas bacteriológicas” en 1925, más adelante en 1926 Goddard lanza al
espacio el primer cohete, en 1928 Fleming descubre la penicilina y al año siguiente se
da la crisis de Wall Street conocida como “jueves negro”. Siguiendo con los años 30,
estos se inician con la “Marcha de la Sal” de Gandhi al mismo tiempo que los nazis se
convierten en la primera fuerza político alemana y Hitler en canciller del Reich, en
1935 se excluyen a los judíos de la participación política de Alemania, en 1949 Mao
Tse-tung crea la República Popular China, por último en 1939 inicia en toda Europa la
II guerra mundial. Los años 40 se caracterizan por, el ataque japonés de Pearl Harbor,
la aplicación de la “solución final” mediante la cual los nazis dieron fin a los campos de
concentración y el desarrollo de un método no quirúrgico de esterilizar mujeres, en
1945 se da fin a la II guerra mundial y dos años más tarde se da la promulgación de
los Derechos Humanos. Por otro lado, los años 50 se abren con la guerra de Corea y
el ensayo de la bomba H, en 1957 la Unión Soviética consigue colocar un satélite
artificial en la órbita de la Tierra, el Sputnik I y lanza al espacio a la perra Laika en el
Sputnik II mientras que en 1959 Estados Unidos lanza un satélite artificial donde viajan
dos monos que son recuperados con éxito. Al comienzo de la década de los 60 se
introducen los plásticos junto con la contaminación y la Guerra Fría.
En resumen, el siglo XX se caracteriza por conflictos continuos y avances científicos,
debido a esto, Schweitzer comienza a pensar que la ética debe ampliar su ámbito de
acción, pasar de estar centrada sólo en la relación entre seres humanos a una donde
se considera al Bios, dando a entender que el hombre no es responsable sólo de sí
mismo sino también de las especies y el planeta que nos ocupa.
En la década de los 70 se dio un punto de ruptura gracias a Potter, que llevó al
conocimiento público lo que conocemos hoy como bioética, la cual se desarrollo en
Occidente hasta finales de los años 80 únicamente en las ciencias de la salud, más
adelante se comprendió la importancia de aplicarla a otros aspectos debido a los
problemas relacionados al medio ambiente y los adelantos científicos. Potter,
asimismo, se especializó en Cancerología, sin embargo debido a su connotación
peyorativa, negativa y fuerte se le conoce hoy en día como Oncología; el paciente al
escuchar el término cancerólogo, entendía inmediatamente la gravedad de su
situación lo cual causaba pánico y preocupación, pero si se le reemplaza por
oncólogo, la reacción es más calmada. Cabe destacar que, gracias a la amplia difusión
de conocimientos de medicina por los medios de comunicación (TIC), cuando el
paciente acude a la consulta no es para que el médico le diga que tiene sino para que
él mismo diga qué tiene y qué es lo se le puede prescribir.
De manera que, se plantea que existen especialidades médicas que hacen al médico
más sensible que otras, no es lo mismo hablar de un oncólogo, dolorólogo, paliativista,
pediatra que hablar de un ortopedista. Esta situación, lleva a Potter a plantear 3
grandes problemas en el ejercicio profesional, los problemas relacionados al modelo
de relación médico-paciente, la finalidad de la ciencia y el peligro de supervivencia de
la vida.
Con respecto al problema acerca de la relación médico paciente, se basaba en un
modelo paternalista, que hace referencia a la tendencia a beneficiar o a evitar daños
al paciente atendiendo criterios del médico antes que los deseos del paciente, ya
quesegún Hipócrates, el enfermo es un niño ético incapaz de tomar decisiones por sí
mismo y este pensamiento responde al modelo ético del mandato y la obediencia, sin
embargo a partir de la década de los noventas la opinión de los niños se comenzó a
tomar en cuenta y más aún la de los adolescentes, es más hoy en día se oye hablar
del consentimiento informado tanto en el paciente como en el sujeto de investigación
así como también del asentimiento informado; encuanto al consentimiento informado
es mucho más que un requisito legal porque garantiza que el sujeto ha expresado
voluntariamente su intención de participar en la investigación después de haber
comprendido la información que se le ha brindado a diferencia del asentimiento
informado que si bien es cierto no reemplaza al consentimiento , solo se le añade, es
un elemento más a valorar por el juez y manifiesta la voluntad de colaborar por parte
de la persona, asimismo en esa mentalidad o en esa relación médico-paciente es que
aparecen tres conceptos: paternalismo médico , beneficencia del paciente y no
maleficiencia del paciente; si hablamos de beneficencia , por ejemplo: La negativa de
un paciente al tratamiento de una infección, no se debe pasar por encima de su
derecho a la autonomía por lo que se debe tratar de convencer al paciente de que la
única solución es el tratamiento e incluso hablar con la familia en favor de un acto
benéfico para el paciente y la no maleficencia por ejemplo: el hecho de no contar la
cruel realidad a un paciente que ha expresado su deseo de no saber nada sobre su
enfermedad; en resumen, hay que decir la verdad; pero dosificada, de acuerdo con lo
que el paciente evidencia que quiere saber: cuánto, cuándo y cómo, porque si los
enfermos fuéramos nosotros, ¿no nos interesaría, primero que todo, saber qué está
sucediendo con nosotros, con nuestra salud, con nuestra vida?.
Por otro lado surge la idea de la que la medicina no era el ejercicio de una vocación de
servicio sino que era un servicio por el cual se les pagaba a los médicos y por lo tanto
el paciente puede intervenir en la toma de decisiones y es a partir de este criterio que
nace la idea de que el paciente siempre tiene la razón y el médico simplemente está a
disposición del mismo, ya quesi bien es ciertoactualmente se ha ido dejando de lado el
modelo paternalista de la profesión, centrado en el médico para reemplazarlo por el
paradigma autonomista en el que los pacientes reciben mayor información sobre su
condición , lo que les permite opinar y participar en la decisión de las alternativas
terapéuticas propuestas, sin embargo el respeto a la libertad de elección de los
pacientes no quiere decir que los profesionales de la salud estemos obligados a acatar
sus decisiones si ellos violan nuestros principios éticos , sociales , personales, o las
normas deontológicas de nuestra profesión.
Asimismo los costos en los servicios en salud comenzaron a aumentar por razones no
siempre válidas , por ejemplo: un paciente se siente vulnerado porque el médico le
envía un examen de rayos X y no una tomografía axial computarizada o un
medicamento que consideren que tienen mejor efecto por ser de mayor costo, esto se
debe a que muchas veces las expectativas desempeñan un papel importante en
la eficacia de los tratamientos, lo que se conoce como efecto placebo y a esto se suma
la escasa cultura de consumo de medicamentos genéricos, ya que muchas personas
aún creen que son de menor calidad o menos efectivos que los productos de marca y
una iniciativa para poder ir modificando este pensamiento es comenzar por no aceptar
regalos , pagos o formación que provenga de empresas que comercialicen
medicamentos porque son estrategias que pueden influir en la independencia de
nuestras decisiones y confiamos en el conocimiento científico y no en la información ni
en la formación publicitaria cuyo principal objetivo es incrementar las ventas de
productos y no el beneficio de los pacientes.
Hoy en día una de las interrogantes que se planteafrecuentemente es ¿al servicio de
quién o de que está la ciencia?; hoy tendríamos que decir que está a favor de la
economía, sin embargo a medida de que la ciencia ayude al progreso de la sociedad y
busque el bienestar del ser humano podríamos decir que a nuestro servicio, en cambio
si nuestros afanes consumistas y anhelos de conseguir poder hace que el hombre
únicamente sirva a la ciencia.
Por otro lado se encuentran los precursores de la bioética, denominados precursores
porque se constituyeron en unos problemas nuevos que no sabían cómo resolverlos a
no ser que se involucraran varias áreas de los saberes, por ejemplo: la preocupación
por el cumplimiento de los principios éticos en las investigaciones biomédicas con
seres humanos surgió a consecuencias de las revelaciones acerca de las violaciones
cometidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y que fueron enjuiciadas
por el Tribunal de Núremberg. En los juicios se comprobaron graves violaciones a los
derechos humanos en la realización de experimentos con prisioneros de los campos
de concentración sin su conocimiento ni consentimiento.

Como resultado de la toma de conciencia de este grave problema, se aprobó el


Código de Núremberg, en 1947, que regula la conducta moral de los investigadores a
partir del reconocimiento y respeto de los principios éticos en las investigaciones
biomédicas, cuyos aspectos más relevantes están relacionados con el consentimiento
voluntario del sujeto.
A pesar de lo que estableció el Código de Núremberg, durante las dos décadas
siguientes quedó evidenciado que la mayoría de las investigaciones biomédicas no
prestaban mucha atención a los principios éticos enunciados en el Código. Ante esta
realidad, la Asociación Médica Mundial retoma el tema con la Declaración de
Helsinski, en 1964, reafirmando los principios del Código de Núremberg y
estableciendo dos categorías de investigaciones: las que tienen como objetivo
esencial el diagnóstico o la terapéutica y aquéllas cuyo objetivo esencial es puramente
científico, sin utilidad clínica directa para el sujeto de la investigación.
Finalmente en 1978 esta Comisión emitió su famoso informe, conocido como Informe
Belmont, que especifica los principios éticos que deben respetar todas las
investigaciones con sujetos humanos: respeto por las personas; beneficencia y
justicia.

¿PODRÍAMOS ENTONCES EXPLICARNOS, POR QUÉ LA BIOÉTICA HOY?


Para todos está claro que la salud es un problema social, más que individual, de
manera que en el acto de atención de salud no solo están presentes el médico y el
paciente, sino que tras el primero está todo un equipo de salud, y tras el segundo está
su familia, las organizaciones políticas o religiosas a las que pertenece. De manera
que la ética médica tradicional no es suficiente para atender todos estos aspectos.

Por ende se debe entender que la medicina no es solo una ciencia biológica, sino
sociobiológica, esto hace que no basta diagnosticar y proponer una buena terapéutica,
sino que, en ambas acciones, hay que tomar en consideración a la persona
directamente involucrada y el medio social en el que se desenvuelve.
Junto a lo anterior, no es posible olvidar que las personas tienen dignidad. Nadie
puede "imponerles" nada, en todo caso el médico hace una propuesta y el paciente la
acepta o no, en correspondencia con el grado de información que tenga acerca de los
posibles beneficios y desventajas pero para que se respete la dignidad de las
personas en el proceso de atención de salud es preciso que antes se haya
garantizado el derecho de acceso a la salud.

En conclusión la Bioética es una disciplina de mayor amplitud que la ética médica


tradicional, es decir, contiene a esta última; pero no se limita a ella, está mucho más
cerca de la ética general de la sociedad, asimismo es el puente que nos permite el
diálogo desinteresado pero productivo entre la ciencia y la ética.

Reflexión crítica: La aparición de la bioética y el porqué de la misma

Históricamente, el inquilino de la ética médica occidental puede remontarse a las


creencias relacionadas con el deber de los médicos, como el juramento hipocrático y
otras enseñanzas rabínicas y cristianas primitivas. En los tiempos modernos,
particularmente en los años 1960-1970, un conjunto central de valores o principios ha
llegado a dominar el paisaje del discurso ético. En el colectivo, constituyen una
especie de "repositorio de sabiduría" que sirve para ayudarnos a responder una,
quizás la pregunta, que resume lo que constituye el núcleo de nuestra ética
profesional.

Los desafíos de naturaleza ética abundan en la medicina moderna. Los pacientes, sus
familias, los que brindan atención médica y las instituciones donde se realiza esta
atención se enfrentan a decisiones difíciles casi como una cuestión de rutina. Además
de los que surgen en la práctica clínica, también surgen preocupaciones éticas
importantes y controvertidas en el campo de la investigación clínica y en nuestras
prácticas educativas. Ningún dominio de la medicina moderna está intacto. En
particular, el problema del conflicto de intereses se ha convertido en un problema
especialmente relevante en nuestros tiempos.

Para comprender mejor la relevancia y el rol de la ética en nuestra actividad diaria,


podemos aprender volviendo al significado original de la palabra.

Originalmente una referencia al lugar de residencia o residencia de uno, durante la


época de Hipocrates, el ethos llegó a significar la morada interior de una persona, una
referencia a lo que una persona lleva consigo: sus actitudes, orientaciones y
disposición hacia aquellos con quienes interactúa , de hecho, con el mundo que los
rodea. Como tal, ethos, en el sentido del ser interno de una persona, es esencialmente
el núcleo de todos los actos de uno. Mientras que la medicina contemporánea,
particularmente el examen de la ética de la medicina, se ha preocupado más por actos
o decisiones, es esta derivación histórica más profunda de lo que la ética significa que
está más cerca de lo que significa ser un profesional en el contexto de la práctica
médica.

Sin embargo, existe un enfoque, más antiguo en sus orígenes, que parece encajar
mejor en términos de ayudarnos a comprender nuestras responsabilidades éticas. Esa
es la escuela de la ética de la virtud. Tal vez debido a su atención a un modelo real
que realiza la acción que encarna la virtud (es decir, el médico), en lugar de
simplemente seguir principios abstractos que hacen que ciertas acciones sean
correctas o incorrectas, la ética de las virtudes tiene un atractivo intuitivo en el discurso
ética médica y particularmente a los médicos preocupados por cómo pueden
convertirse en buenos profesionales médicos. La ética de la virtud considera el tipo de
persona que el médico debería ser, y como tal, es una buena opción cuando los
asuntos relacionados con las obligaciones profesionales y los estándares están en el
centro de la consideración. Para los profesionales médicos contemporáneos, las
preguntas surgen cuando, como profesión, nos preguntamos cuáles son las virtudes
que nos ayudan a definir al buen médico.

¿Qué haría una buena persona (doctor) en esta situación?

Al tratar de responder a esta pregunta, ofrecemos dos cualidades fundamentales para


la noción de buen doctor y profesionalismo que, creo, si se emplean rutinariamente,
resolverían muchas de nuestras dificultades. Estas son las nociones de altruismo y
obligación. El altruismo habla de la idea de que el médico trabaje principalmente para
el mejor interés de los demás, específicamente sus pacientes. Como comportamiento,
connota una actitud o disposición del médico para actuar en beneficio de los demás;
como principio, se vuelve moralmente obligatorio. Cuando un paciente se confía a sí
mismo al cuidado de un médico, se implican de manera inmediata ciertas obligaciones
éticas. De estos, quizás el más importante es el deber fiduciario; es decir, la relación
de confianza o confianza que se desarrolla entre el paciente y su médico. La palabra
proviene del latín fides (fe) y fiducia (confianza). Un fiduciario es alguien que se ha
comprometido a actuar en nombre y en representación de otro en un asunto particular
en circunstancias que dan lugar a una relación de confianza. Tales deberes requieren
el más alto nivel de cuidado y mantenimiento, así como una lealtad extrema. La
responsabilidad fiduciaria que acompaña al rol de un profesional es la principal
diferencia entre trabajar en una profesión y practicar una profesión.

Entonces, ¿cómo un médico practicante desarrolla una comprensión y un enfoque


práctico de estas responsabilidades? Permítanos enfatizar que el desafío que tenemos
ante nosotros es, según Hipocrates, de naturaleza práctica, no teórica. Es decir,
nuestro desafío no es solo una cuestión de comprensión de las virtudes profesionales,
sino más bien llegar a ser un cierto tipo de médico y, al hacerlo, ejemplificar esas
virtudes en nuestra práctica diaria.

Un profesional siempre debe actuar en el mejor interés del paciente, la no


maleficencia, el dictum de "no hacer daño". Sus orígenes antiguos subrayan su
relevancia perdurable para la práctica de la medicina. La beneficencia no solo connota
actos de misericordia, amabilidad y caridad, va más allá, subsumiendo todas las
formas de acción realizadas para beneficiar a los demás (paciente). Conceptualmente,
difiere de la benevolencia, un término que hace referencia al carácter característico de
estar dispuesto a actuar en beneficio de los demás. Como término, beneficencia cubre
acciones benéficas en general; como principio, se refiere a la obligación moral de
actuar en beneficio de los demás. En contraste, el principio de no maleficencia impone
la obligación de no infligir daño a los demás y, como tal, introduce la noción de daño.
Estos principios tienen particular relevancia para el primer caso en el que equilibrar
estos motivos competitivos puede estar particularmente en desacuerdo.

Los conceptos de autonomía y justicia han surgido mucho más recientemente. De


hecho, la noción del respeto por la autonomía del paciente ha llegado a estar en el
corazón de la práctica médica occidental y su ética, reemplazando el legado del
paternalismo médico del médico. Este principio, una vez desconocido para los
médicos, ha llevado a una importante reformulación de la práctica de la medicina que
permite a los pacientes el derecho a elegir y rechazar el tratamiento, alterar la
investigación médica y cambiar la práctica con respecto a cuestiones tales como decir
la verdad. Esta última tuvo implicaciones importantes tanto en la medicina clínica,
especialmente en el contexto de la malignidad terminal, donde el médico paternalista
de una época ahora pasada podría ocultar información diagnóstica y pronóstica difícil
pero vital. Las nociones resultantes de autonomía y justicia fueron posteriormente
instrumentales en el desarrollo del concepto de consentimiento informado. En el
contexto de la ética y el profesionalismo, la noción de consentimiento informado tiene
implicaciones más amplias que el procedimiento de consentimiento de rutina previo a
la cirugía.

En ambos escenarios clínicos, es responsabilidad del médico informar a los pacientes


sobre lo que deben esperar, tanto en términos de la naturaleza de la experiencia
perioperatoria como con respecto a los resultados anticipados. No solo se le debe
informar sobre su resultado con respecto al dolor, sino que se debe analizar su
probabilidad de vivir independientemente después de la recuperación de la cirugía.
Uno no necesariamente sigue al otro.

La mala aplicación de ese razonamiento al paciente que contempla la cirugía, y el


interés financiero del cirujano en la empresa que labora son solo algunos de los temas
relevantes para consentimiento informado éticamente. El buen cirujano demostraría
una comprensión crítica de estas preocupaciones.

Durante las últimas dos décadas sobre la variación geográfica inexplicada en la


práctica médica y las observaciones aún más preocupantes sobre las disparidades
raciales en la atención médica han promovido aún más el ascenso de la asignación
justa de recursos caros como principio central de la medicina ética. De hecho, dado el
problema dramático e incontrolado de los costos de la atención médica, la autonomía,
como un principio ético central, puede perder terreno ante las nociones de justicia en
un sistema médico siempre con restricciones financieras. Costos de atención médica y
cómo brindar atención eficiente y equitativa a todos los pacientes.

Para terminar, la ética es importante simplemente porque es una dimensión esencial


de nuestro trabajo como futuros médicos. Confiamos, a menudo sin saberlo, en sus
principios para formular juicios y tomar decisiones en nombre de los pacientes. Dada
la complejidad de la medicina moderna, los médicos, de hecho, cualquier persona que
trabaje en el entorno médico actual, necesita un marco sobre el cual se puedan
formular enfoques para estos desafíos. La ética y sus fundamentos filosóficos, junto
con nuestra entrada crítica continua como profesión, nos proporcionan las
herramientas. Pero, en última instancia, nuestro desafío es que nuestra profesión y
cada uno de nosotros analicemos críticamente la vieja pregunta: ¿qué significa ser un
buen médico?

Importancia del tema para la formación médica.

 Durante la historia de la humanidad, la ciencia siempre a intentado encontrar


respuestas y soluciones para lograr ofrecer beneficios a las personas. Este es
el fin con el que se debe usar la medicina, siempre inclinado hacia el servicio
del bien y mejora de nuestros pacientes.

 Pasado el tiempo, lo que era para beneficio de la humanidad empezó a trabajar


al servicio de la política, economía y milicia, dejando de lado la finalidad
altruista del desarrollo científico, siendo hoy en día la economía quien domina
los hilos de la medicina. Pero es nuestro deber inclinar la balanza hacia el lado
humanista que siempre tuvo la ciencia médica como fin, mas no el lucrativo,
actuando correctamente en nuestro trabajo.

 Anteriormente se usaba el modelo paternalista, en donde el médico siendo la


persona preparada es quien toma las decisiones, debido al estado de la
persona enferma. Esta decisión siempre será para el bien del paciente.
Actualmente este modelo ha sido reemplazado por el modelo de autonomía del
paciente, en el que el médico llega a ser una persona que ofrece un servicio y
el paciente otorga sus opiniones y toma una decisión sobre su asistencia
médica.

 La medicina se ha vuelto un negocio, donde los pacientes como clientes tienen


derecho a opinar y decidir en base a sus conocimientos que es lo que creen
mas beneficioso para ellos, y nosotros, futuros médicos, estamos a su servicio
para ofrecer las mejores opciones e informarle de cada una de ellas.

 Cuando se trata de la investigación científica, siempre se debe realizar con el


debido respeto y cuidado hacia las personas que participan del estudio. No se
les puede utilizar como simples materiales de experimentales, como ocurriera
antes con los judíos utilizados en experimentos durante la segunda guerra
mundial por los Nazis.
Responder a la siguiente pregunta: la bioética ¿no es una estrategia médica para
blindar la responsabilidad de los profesionales de la medicina? Sustentar la
respuesta con 3 argumentos ya sea que estén a favor o en contra de la idea y
con 2 contraargumentos.

La bioética es una estrategia médica que blinda la responsabilidad de los


profesionales de la medicina, debido a que, ésta nace como un puente entre la ética y
la ciencia, de manera que ambas se puedan interrelacionar teniendo como objetivo la
conseguir el bien social.
En primer lugar, dado que la medicina es una carrera humanitaria y social, la práctica
médica se basa en el trato con personas, se debe considerar a cada ser vivo como un
fin en sí mismo y tratarlo como tal en la medida de lo posible, de manera que, se debe
establecer una relación médico paciente, en la antigüedad se tenía un modelo de
relación basada en el paternalismo, donde se defendía la beneficencia del paciente
actuando el médico como superior, mientras que en la actualidad, se tiene una
relación donde el paciente toma un rol primordial en la toma de decisiones, como ser
autónomo, libre y merecedor de respeto, es decir, se pasó de una situación social
donde el paciente era identificado por su enfermedad a una situación donde el
paciente es una persona, identificada por su nombre, sentimientos, dolencias,
derechos e inquietudes; lo cual mejoró el entendimiento de la enfermedad y logró
compartir la responsabilidad moral. Se ha evidenciado que, un paciente cuando acude
a consulta o busca atención médica, se encuentra vulnerable, si los médicos,
aprovechan esta situación para imponerse ante él con su conocimiento y no se le da
oportunidad de participar en la toma de decisiones tras explicarle su situación, sólo se
lo hace más vulnerable; conceder información, calmar dudas, explicar las
consecuencias de sus decisiones, no hace al médico menos profesional, sino que lo
hace más humano.
En segundo lugar, podemos relacionar lo antes mencionado con la rentabilidad, la
medicina es un servicio por el cual se paga, no sólo hace referencia al mero acto de
servir a los demás por vocación, si un profesional de salud presenta valores de
respeto, profesionalismo, integridad, respeto, cortesía y simpatía basados en un
criterio de reciprocidad, su actuar médico será admirado y recomendado por aquellas
personas que lo ven como un persona ética, es decir, el paciente es tratado por 2
profesionales “X” y “Z”, “X” brinda atención de muy buena calidad, un trato amable y
entabla diálogo con el paciente, mas el profesional “Z” presenta un trato áspero, busca
acortar el tiempo limitando sus palabras, ya que se busca una atención de calidad
porque se invierte tiempo y dinero en ello existe una gran probabilidad de que el
médico X sea tomado en cuenta a futuro con respecto a la salud no sólo de dicho
paciente sino también de sus colegas o familiares.
Por último, se tiene al consentimiento informado, como un proceso progresivo de
información y confianza, donde el médico da la potestad al paciente de decidir, tras
recibir toda la información necesaria el rumbo de sus decisiones diagnósticas y/o
terapéuticas, también se dan a conocer los beneficios esperados, riesgos,
contraindicaciones, y precauciones. Su ejecución tiene, además de bases éticas,
bases jurídicas, con representación en el derecho legislado. No se trata sólo de un
requisito legal, el consentimiento informado es un derecho del paciente y una
responsabilidad del profesional médico, el cual una vez aceptado indica que el
paciente se hace cómplice de la decisión y éste atestigua con su firma la realización
del proceso. Con ello, aparte de impedir problemas legales posteriores, se cumple el
deber jurídico y moral.
Sin embargo, el campo de la medicina no sólo es humanitario y social también se trata
de una ciencia experimental, mediante la cual el médico debe permanentemente tomar
decisiones con respecto al proceso de salud y enfermedad del paciente, lo cual puede
comprometer la vida, asimismo dichas resoluciones son totalmente probabilísticas,
cercanas a la certeza siempre y cuando se cuente con los medios y recursos que
exige el acto médico, caso contrario, pueden darse casos de mala praxis por parte del
profesional de salud.
Además, como sabemos, la base de la ética médica reside en el deber del médico
hacia su paciente, pero, esto puede variar dependiendo de la institución donde se
labore, ya sea pública o privada, el profesional médico se encuentra con el conflicto
entre los deberes éticos y el utilitarismo institucional, el cual antepone el criterio de
costo-beneficio (es decir, el bien a obtener en función del precio), lo cual puede
expresarse como capital humano (cambio o mejora de la productividad de los
individuos medida por ingresos económicos), preferencias reveladas (inferir la
valoración de la salud a partir de las decisiones que toman los individuos en la
práctica) y disposición de pago o valoraciones de contingencia (cuánto están
dispuestos a gastar para obtener un determinado beneficio en salud o evitar los costos
de una determinada enfermedad). Un caso hipotético puede darse al imaginar que un
personaje (político, cultural, social, intelectual) destacado es llevado al hospital
gravemente herido por disparos, al llegar se descubre que necesita un trasplante de
corazón y otro de pulmón inmediatamente para sobrevivir, sin embargo, no se
encuentra disponible ningún donante adecuado, pero existe un vagabundo
considerado como donante óptimo en UCI, al que probablemente le queden solo unos
días de vida, la seguridad de dicho hospital está completamente controlada, e incluso
el equipo de trasplantes podría acelerar la muerte del vagabundo y realizar el
procedimiento quirúrgico sin que el público se entere; según la ética la elección es
sencilla, no se debe realizar este acto porque daña a terceros y se expone a la
desconfianza de los masas con respecto a los estamentos médicos, pero el utilitarista
de acto afirma que el mejor acto es el que produce mayor utilidad, de manera que la
situación se vuelve más compleja y dado que la acción a realizar sería un secreto
accedería a acelerar el trasplante por un bien mayor, e incluso se puede observar lo
mismo en la prescripción de medicamentos, ya que muchas veces se asocia el costo
con la utilidad, según esta creencia mientras más elevado sea el precio del
medicamento, mayor será el efecto terapéutico, por otra parte, si el médico prescribe
medicamentos menos costosos, los pacientes tienen menos confianza de él, a pesar
de que logren los mismos resultados.

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