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El estrés laboral se manifiesta diferencialmente en cada persona, sin embargo es

frecuente que impacte sobre la salud del docente tanto física como mental. También
incrementa el riesgo de afecciones médicas como problemas
gastrointestinales, hipertensión, cardiopatías y cefaleas.

El docente se encuentra solo en su aula ante la diversidad de capacidades e intereses


del alumnado, teniendo que ofrecer una formación adaptada a las características de
éste. Además de ser la colaboración necesaria de otros profesionales, el docente
durante su formación inicial no ha sido formado de cómo atender y afrontar las
dificultades de aprendizaje que se pueden manifestar en el aula. Accede a la función
pública teniendo dificultades para realizar adaptaciones curriculares ajustadas a las
necesidades del alumnado.

El docente sufre malestar y desconcierto al observar que existe un desequilibrio entre


sus expectativas y la realidad con la que se encuentra en el aula, alumnado que no
tiene motivación ni deseo de continuar su formación. Algunas propuestas concretas
podrían orientarse tanto a mejorar las habilidades interpersonales, como a potenciar
las habilidades de comunicación.  Incidir en una adecuada planificación y
racionalización de las distintas demandas laborales del docente. La existencia de
múltiples demandas laborales del docente se suma otras que acentúan la
vulnerabilidad al malestar laboral.
Este síndrome ocurre en determinadas profesiones donde el estrés laboral es
continuo, las demandas son superiores a las capacidades reales, con medios
insuficientes, existiendo con más frecuencia en buenos profesionales con alta
motivación en realizar su trabajo bien. De ser una autoridad para la comunidad ahora
es cuestionado, vapuleado por los padres y por sus propios alumnos. Trabajar en
estas condiciones produce un desgaste que no está medido pero que termina
impactando en el número de licencias por enfermedad que el Estado debe conceder.

La realidad de la escuela ha cambiado mucho. «Hay unos cuantos factores que han
colaborado para que la tarea del educador se dé en un ámbito hostil». «Hoy el docente
tiene que trabajar con alumnos desinteresados, con alumnos indisciplinados o lo que
es más grave con niños y adolescentes violentos». El profesor deber ser el
responsable de poner orden en el aula pero muchas veces no lo consigue en gran
medida porque los padres se inmiscuyen demasiado. Lo más que ha influido es la
pérdida de prestigio y de autoridad del docente frente al alumno.
Los síntomas del Síndrome de Burnout son muy similares a los síntomas asociados al
estrés laboral de modo general, sin embargo, en el caso del Burnout pueden aumentar
de intensidad, especialmente en lo relacionado con cambios de comportamiento o de
carácter. Estar quemado conlleva cansancio emocional. El aspecto clave del Burnout
es el aumento de los sentimientos de agotamiento emocional. En fin, algunos
profesores se han instalado en una fase de desencanto, de cansancio emocional, de
falta de apoyo social a su labor, manifestando, por tanto, su malestar laboral.

Fatiga. También cuando un maestro sufre de depresión en el trabajo, es evidente que


este se vuelve lento y comete errores, presenta dificultades en el momento de
concentrarse y todo se le olvida, además empieza a ser irresponsable con el
cumplimiento de los horarios, y presenta regularmente discusiones con los
compañeros de trabajo. El denominado "síndrome de burnout", una sensación
prolongada de estrés desgasta de tal manera al docente que lo sufre que, al
final, pierde su autoestima y mantiene una actitud fría e impersonal hacia sus
estudiantes. Estrés Laboral.

Estrés laboral integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con
las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de
encontrarse emocionalmente agotado. Los estresores que mayor impacto psicológico
percibido tienen en los docentes se refieren, en general, falta de apoyo
social, cuestiones disciplinarias y conflictos, pasividad del alumnado y cambios
reiterados en el sistema educativo. " El "estilo" de enfrentar los problemas de aquellos
que declaran estar "quemados suelen ser estrategias pasivas. Esta circunstancia
provoca que los docentes, con el paso del tiempo, acaben manifestando síntomas que
expresan su "desgaste profesional", como la irritación, tensión, miedo al aula, a los
compañeros, al alumnado. La respuesta de estrés es universal, pero encontramos
diferencias en la manera de desarrollarse en el docente. El estrés del docente es
generado por situaciones relacionadas con la sobrecarga laboral, conflictos con los
alumnos, falta de control sobre los resultados y actividades, problemas con el propio
desarrollo de su rol, sentimientos de inadecuación y expectativas poco realistas. El
profesor debe saber manejar el estrés para mejorar la calidad de vida y la
productividad profesional ya que es muy difícil atender bien a otras personas si uno se
siente amargado, desmotivado y estresado.

En fin, obtener mayores satisfacciones en todos los ámbitos y situaciones. Cuando


escuchamos hablar de estrés, con frecuencia pensamos que su solución sólo depende
de que desaparezcan sus causas.

Renunciando a esta energía, estarás abriendo el canal que da paso a la energía que
conecta con tu mago interior. Si estas energías no son direccionadas correctamente,
terminan por consumir energías que están dispuestas para otras funciones específicas
y por lo tanto nuestro sistema inmunológico terminará por debilitarse. Tú eres
responsable de generar y mantener tu propia energía, y todas y cada una de las
personas que te rodea es responsable de su propia energía. Cuando estás obrando
desde tu centro de Amor, el resultado siempre es AMOR.

Esto se debe a que la respuesta al estrés está regulada por el Sistema Nervioso
Autónomo y el Sistema Endocrino y estos sistemas son los encargados de activar la
totalidad de las funciones fisiológicas. Los estresores o desencadenantes del estrés,
arranca de una situación ambiental o personal que influye sobre la persona
planteándole demandas o exigencias que la persona no controla o no puede
atender, representado esa falta de control una amenaza para la misma.
El estrés es necesario, es la fuerza que nos ayuda a avanzar en nuestra vida. Hay
algunas personas, o momentos en nuestra vida, en que cualquier situación o asunto lo
percibimos como amenazante, dejando de actuar y perpetuando el problema. En
quinto lugar, tenemos aquellas personas que utilizan sus problemas del pasado para
justificar lo que hacen en el presente.

El primer paso para reparar o corregir una relación tóxica es definirla. Básicamente, si
la persona con la que tienes una relación está provocando luchas y conflictos, debes
examinar de cerca la relación.
Si decides reparar la relación tóxica, ten cuenta que es una tarea difícil. La mayoría de
las personas se alejan de estas relaciones, pero hay algunas personas que sienten
que quieren hacer que funcione.

Cuando decidas reparar la relación tóxica, es útil entender que la persona tóxica no
quiere ser de la manera que es. Si muestras compasión, puede ser más fácil conseguir
que quieran terapia.

Si la otra persona que forma parte de la relación tóxica no quiere ir a una terapia o
recibir asesoramiento, necesitarás estar preparado para alejarte de la situación. La
única forma de que una relación tóxica pueda quedar reparada es que las dos
personas lo intenten plenamente y entendiendo que será necesario trabajar mucho
para que la relación sea sana.

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