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1- Cómo conseguir un mix entre velocidad y calidad en los contenidos. Es decir, no perder en
la vertiginosa carrera que se desata en Internet, pero al mismo tiempo no resignar rigor ni
inteligencia. A veces es mejor llegar segundos con un buen material que primeros con uno
flojo.
3- Cómo agregar materiales (videos, audios, fotos, links a otras fuentes) para que un simple
texto tenga un mayor despliegue a su alrededor y genere así más interés en el lector con una
experiencia más abarcadora.
4- Cómo ir delineando un perfil propio para el periodista / crítico / medio que nos diferencie de
los demás y nos permita así crear una suerte de sello, una especialización que nos convierta
en fuente de consulta indispensable sobre determinados temas.
5- Cómo generar debate, polémica entre los lectores que, así, volverán varias veces a nuestro
sitio (y nuestras redes sociales) para participar una y otra vez de la discusión.
7- Cómo interactuar entre un sitio / blog y las redes sociales para que ambos soportes no se
superpongan o anulen entre sí sino que, por el contrario, se potencien mutuamente.
8- Cómo articular un medio electrónico con las redes sociales, YouTube, producción de textos
y videos, etc. para ofrecer un paquete a los anunciantes que cubra la mayor cantidad de
terrenos posibles.
9- Cómo generar asociaciones con otros blogs, twitteros o colegas afines a nuestros gustos y
nuestro perfil para armar redes de blogs que nos permitan unir esfuerzos, abarcar más
ámbitos informativos y ofrecer una mejor alternativa comercial a los clientes.
1- Estar atentos a los constantes cambios tecnológicos (pero no ser rehén de ellos).
3- Ver qué perfil queremos imprimirle a nuestra actividad en redes sociales (si más informativo
o de opinión, si más objetivo o irónico, etc). Buena parte del futuro del periodismo se dirimirá
dentro de las redes sociales.
5- Ampliar los contactos, no tener miedo a las relaciones públicas, aprovechar las
posibilidades que nos brinda nuestra profesión para viajar, cubrir festivales, etc. En definitiva,
hacer de nuestro trabajo algo creativo, diverso, divertido, que trascienda la fórmula y lo
previsible.
6- Pensar nuestro medio no sólo como una fuente de ingresos sino como una carta de
presentación personal para luego armar otros modelos de negocios: dar charlas y talleres en
el interior y el exterior del país.
9- Pensar servicios en función de los nuevos tiempos: aplicaciones para celulares y tabletas,
podcasts, programas en video, plataformas de contenidos varios, muestras online (cortos,
largos, documentales, etc.), actividades presenciales con nuestro sello (organización y/o
auspicio + presentación en persona): charlas públicas, proyección con Q&A del director,
ciclos, muestras, debates sobre la industria, etc.
10- En una profesión precarizada, con los medios masivos en retirada, con nuestro lugar
puesto en cuestionamiento, con el incremento exponencial de la competencia sólo nos queda
ser innovadores, buscar, sorprender, experimentar. Ser productores de contenidos y saber
comercializarlos. Armar nuestro pequeño universo comercial. Ser creativos, rigurosos, creíbles
y también hábiles para los negocios.