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L.J.

Smith Destiny Rising

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L.J. Smith Destiny Rising

The

Vampire Diaries

L.J. Smith
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L.J. Smith Destiny Rising

Índice

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L.J. Smith Destiny Rising

Agradecimientos
Moderadora de traducción
Krispipe

Staff

krispipe Xiime~ Mais020291


sarahflowerz Mewhiine Izzi
Laurasoto Katiliz94 AlDaRa
Pili Isane33

Moderadora de Corrección

MewHiine

Staff

Paola Salvatore Alee Foster Izzi


Isane33 Sabina_Salvatore Violet~
Tamis11 MewHiine BUTY_MADDOX
Karlix Emi_93

Recopilación y Lectura final


Page
MewHiine
Karlix Laurasoto Stardust

Diseño
Hanna Jimenes & MewHiine
L.J. Smith Destiny Rising

Sinopsis
D
estinada para el peligro…

Elena se ha enfrentado a un sin número de retos—


escapando de la Dimensión Oscura, derrotando fantasmas,
descubriendo que es un Guardián. Pero nada se compara con la
elección entre los dos amores de su vida: Stefan y Damon
Salvatore.

Elena se ha reconciliado con Stefan, mientras que Damon, herido por el


rechazo, se ha vuelto oscuro e impredecible. Ahora Elena se debate entre salvar el
alma de Damon y mantenerse fiel a Stefan.

Pero antes de que Elena pueda decidir a quién pertenece su corazón, el


campus de la Universidad de Dalcrest se llena de vampiros decididos a resucitar a
Klaus, el malvado Original que no se detendrá ante nada para destruir a Elena—y
a todo el mundo cerca de ella.

Mientras Elena aprende más sobre su destino como un Guardián, un


protector contra el mal de la tierra, se da cuenta de que antes de poder derrotar a
Klaus, tendrá que sacrificar a alguien cercano a ella. Elena debe decidir cuánto—y
a quién—está dispuesta a renunciar antes de que sea demasiado tarde…

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L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 1
Traducido por Krispipe
Corregido por tamis11

Q uerido Diario,
Anoche tuve un sueño terrible.
Todo era como lo había sido sólo unas pocas horas antes.
Estaba de vuelta en la cámara subterránea de la Sociedad Vitale, y
Ethan me mantenía cautiva, su frío cuchillo estaba en mi garganta.
Stefan y Damon nos miraban, sus rostros cautelosos, sus cuerpos tensos, esperando el
momento en que uno de ellos fuera capaz de lazarse y salvarme. Pero yo sabía que iba a ser
demasiado tarde. Sabía que, a pesar de su velocidad sobrenatural, Ethan me cortaría la
garganta y yo moriría.
Había tanto dolor en los ojos de Stefan. Me rompió el corazón saber cuánto lo dañaría
mi muerte. Odiaba morir sin que Stefan supiera que lo había elegido a él, sólo él—que toda
mi indecisión había quedado detrás de nosotros.
Ethan me atrajo aún más cerca, su brazo tan fuerte e inflexible como una banda de
acero en mi pecho. Sentí el frío filo del cuchillo morder mi carne.
Luego, sin advertencia Ethan cayó, y Meredith estaba allí parada, con el cabello
ondeando tras ella, su cara tan salvaje y decidida como la de una diosa vengativa, su bastón
aún levantada del golpe que ella había puesto en su corazón.
Debería haber sido un momento de alegría y alivio. En la vida real, era: el momento
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cuando supe que iba a vivir, cuando estaba a punto de encontrarme a salvo en los brazos de
Stefan.
Pero en el sueño, el rostro de Meredith era borrado por un destello de luz de puro color
blanco. Me sentí enfriándome, mi cuerpo congelándose, mis emociones ahogadas en una
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calma fría. Mi humanidad se desvanecía, y algo duro e inflexible y…otro…estaba tomando
su lugar.
En el fragor de la batalla, me había permitido olvidar lo que James me había contado:
que mis padres me habían prometido a los Guardines; que estaba destinada a convertirme
en uno de ellos. Y ahora ellos habían venido a reclamarme.
Me desperté aterrorizada.

Elena Gilbert hizo una pausa y levantó la pluma de la página de su diario,


reacia a escribir más. Poner en palabras lo que más temía lo haría sentir más real.
Miró alrededor de su dormitorio, su nuevo hogar. Bonnie y Meredith se
habían ido mientras Elena dormía. Las cubiertas de Bonnie estaban echadas hacia
atrás, y su portátil ya no estaba. El lado de la habitación de Meredith, por lo
general cuidadosamente organizado, mostraba evidencias de cómo de agotada
debía estar Meredith: la ropa manchada de sangre que había usado para combatir
contra Ethan y sus seguidores vampiros había quedado en el suelo. Sus armas
estaban esparcidas sobre la cama, mayormente empujadas hacia un lado, como si
la joven cazadora de vampiros se hubiera acurrucado entre ellas para dormir.
Elena suspiró. Tal vez Meredith entendería cómo se sentía Elena. Ella sabía lo
que era tener un destino decidido para ti, descubrir que tus propias esperanzas y
sueños no significaban nada al final.
Pero Meredith había abrazado su destino. No había nada más importante para
ella ahora, o que amara más, que ser una cazadora de monstruos y mantener a los
inocentes a salvo. Elena no creía que pudiera encontrar el mismo tipo de alegría en
su nuevo destino.
No quiero ser un Guardián, escribió miserablemente. Los Guardianes mataron a
mis padres. No creo que pueda superar eso. Si no fuera por ellos, mis desinteresados padres
estarían todavía vivos y yo no estaría constantemente preocupada por las vidas de la gente a
la que quiero. Los Guardianes sólo creen en una cosa: la Orden. Sin Justicia. Sin amor.
No quiero ser así. No quiero ser uno de ellos. Page
Pero, ¿tengo otra opción? James lo hizo sonar como si convertirse en Guardián era
sólo algo por lo que iba a pasar, algo que no sería capaz de evitar.
Los poderes se manifestarían de pronto, y yo iba a cambiar, lista para las horribles
cosas que vengan después.
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Elena se frotó la cara con el dorso de la mano. Incluso después de su largo
sueño, sus ojos se sentían arenosos y tensos.
No se lo he contado a nadie todavía, escribió. Meredith y Damon sabían que estaba
molesta después de ver a James pero no me preguntaron que me contó. Sucedió tanto en la
pasada noche que nunca tuve la oportunidad de contarles.
Tengo que hablar con Stefan de esto. Sé que cuando lo haga, todo empezará a
sentirse…mejor.
Después de que Stefan y yo rompimos, Damon me hizo ver la decisión que necesitaba
tomar.
Una ruta conducía a la luz del día con la posibilidad de ser una chica normal, con una
vida casi-normal y casi-humana. La segunda en la noche, Poder envolvente, aventura, y
toda la emoción que la oscuridad puede sostener, con Damon.
Elegí la luz, opté por Stefan. Pero si estoy destinada a convertirme en un Guardián,
¿es el camino de la oscuridad y el Poder inevitable? ¿Voy a poder hacer que puede hacer lo
impensable—acabar con la vida de personas tan amorosas y puras como mis padres?
¿Qué tipo de chica normal podría ser, como un Guardián?
Elena se sacudió de sus pensamientos por el sonido de una llave en la puerta.
Cerró el diario cubierto de terciopelo y lo metió rápidamente bajo su colchón.
Hola , dijo cuándo Meredith entró en la habitación.
Hola dijo Meredith, sonriéndole. Su amiga de pelo oscuro no podía haber
conseguido tener más que unas pocas horas de sueño—había estado fuera cazando
vampiros con Stefan y Damon después de que Elena se había ido a la cama, y se
había ido antes de que Elena se hubiera despertado—pero se veía fresca y alegre,
sus ojos grises brillantes y sus mejillas ligeramente enrojecidas.
Alejando deliberadamente su propia ansiedad, Elena le sonrió.
¿Salvando al mundo todo el día, superhéroe? . Preguntó Elena,
burlándose de ella sólo un poco.
Meredith levantó una delicada ceja. Page
En realidad dijo sólo acabo de llegar de la sala de lectura de la
biblioteca. ¿No tienes ningún trabajo?
Elena sintió sus ojos ensanchándose. Con todo lo que había estado
sucediendo, no había estado realmente pensando en sus clases. Había disfrutado
de sus cursos de la universidad hasta ahora, y había sido una estudiante de cuadro
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de honor en la escuela secundaria, pero últimamente diferentes partes de su vida
habían tomado el mando. ¿Tenía algún trabajo?
Qué importa, ¿no? La idea era pesada y desalentadora. Si tengo que ser un
Guardián, la universidad no hará ninguna diferencia.
Hey dijo Meredith, claramente malinterpretando la súbita expresión de
consternación de Elena.
Meredith se adelantó y tocó su hombro con dedos fríos y fuertes. No te
preocupes por eso. Vas a llegar a la cima de todo.
Elena tragó saliva y asintió.
Absolutamente dijo, forzando una sonrisa.

Tuve un poco de salvar el mundo ayer por la noche con Damon y Stefan, sin
embargo ―dijo Meredith, casi con timidez Matamos cuatro vampiros en el
bosque en el borde del campus . Alzó su bastón de cazadora de vampiros con
cuidado de la cama y envolvió su mano alrededor de su suave centro. ―Se siente
muy bien dijo . Hacer para lo que he sido entrenada. Para lo que nací.
Elena se estremeció un poco ante esto: ¿Para qué nací? Pero había algo que
tenía que decir a Meredith que no le había dicho la noche anterior.
Me salvaste, también dijo Elena simplemente. Gracias.
Los ojos de Meredith se calentaron. En cualquier momento dijo a la ligera.
Te necesitamos alrededor ya sabes . Volteó a abrir el estrecho estuche negro
para su bastón y lo puso dentro.
Voy a encontrarme con Stefan y Matt de vuelta en la biblioteca y ver si
podemos sacar los cuerpos fuera de la habitación secreta de los Vitale. Bonnie dijo
que su hechizo de ocultación no duraría mucho tiempo, y ahora que es de noche
hay que deshacerse de ellos.
Elena sintió una punzada de ansiedad en el pecho. ¿Y si los otros vampiros
han vuelto? Preguntó.
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Matt nos dijo que pensaba que había más de una entrada―Meredith se
encogió de hombros. ―Por eso estoy cogiendo el bastón dijo . No hay muchos
de los vampiros de Ethan, y la mayoría son bastante nuevos. Stefan y yo podemos
manejarlos.
- ¿Damon no va con ustedes? Preguntó Elena, subiendo a la cama.
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Pensé que tú y Stefan estaban de nuevo juntos—dijo Meredith. Fijó a Elena
con una mirada burlona.
Lo estamos —dijo Elena, y sintió que su cara se calentaba. A menos eso
creo. Sólo estoy tratando de…no hacer nada que estropeé eso ahora. Damon y yo
somos amigos. Espero. Sólo pensé que Damon estaba contigo antes, cazando
vampiros.
Los hombros de Meredith se relajaron. ―Sí, él estaba con nosotros ―dijo con
tristeza Disfrutó de la lucha pero se puso más reservado mientras la noche vino.
Parecía un poco… Ella vaciló No sé, cansado tal vez . Meredith se encogió de
hombros y su voz se aligeró. Conoces a Damon. Él sólo va a ser útil en sus
propios términos.
Alcanzando su chaqueta, Elena dijo: Voy contigo . Quería ver a Stefan,
verlo sin Damon. Si va a intentar tomar este camino de luz natural con Stefan –
Guardián o no – entonces tenía que traer sus secretos a la luz, y frente a Stefan si
nada que ocultar.
Cuando Elena y Meredith llegaron a la biblioteca, Stefan y Matt estaban ya
allí, esperando en la habitación casi desnuda con las palabras Oficina de
Investigación pintadas en su puerta.
Stefan encontró los ojos de Elena con una pequeña sonrisa seria, y ella de
repente se sintió tímida. Lo había puesto a través de un montón de cosas las
últimas semanas, y habían estado separados tanto últimamente que casi se sentí
como si estuvieran empezando de nuevo.
Junto a él, Matt tenía un aspecto horrible. Estirado y pálido, su rostro estaba
sombrío y sostenía una gran linterna en su mano. Sus ojos estaban tristes y
angustiados. Mientras que la destrucción de los vampiros Vitale había sido una
victoria para los demás, los vampiros habían sido amigos de Matt. Él había
admirado a Ethan, pensando que era humano. Elena se deslizó junto a él y le
apretó el brazo, tratando de tranquilizarlo silenciosamente. Su brazo se tensó en el
de ella, pero se movió un poco más cerca de ella.
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Vamos abajo, entonces , dijo Meredith con fuerza. Ella y Stefan hicieron
rodar la pequeña alfombra en el centro de la habitación para revelar la trampilla
debajo, que todavía estaba cubierta con hierbas esparcidas para bloquear y
hechizos de protección que Bonnie había lanzado a toda prisa la noche pasada.
Ellos fueron capaces de levantar la puerta con facilidad, sin embargo. Al parecer el
hechizo había dejado de funcionar.
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Mientras los cuatro desfilaron en tropel por las escaleras, Elena miró a su
alrededor con curiosidad. La noche anterior, habían estado en tal estado de pánico
por salvar a Stefan que no había observado realmente gran parte de su entorno. El
primer tramo de escaleras era bastante simple, de madera y un poco desvencijadas,
y llevaba a un piso lleno de filas y filas de estanterías.
Estanterías de la Biblioteca musitó Meredith . Camuflaje.
El segundo tramo era similar, pero cuando Elena pisó el primer escalón, no se
sacudió ligeramente bajo sus pies de la manera en que el tramo anterior lo había
hecho. La barandilla era suave bajo su mano, y cuando llegó al rellano, un largo
pasillo vacío se extendía en la oscuridad en ambas direcciones. Hacía más frío aquí,
y ya que dudaron un momento en el rellano, Elena se estremeció. Impulsivamente,
metió su mano entre las de Stefan mientras empezaban a bajar el tercer tramo. Él
no la miró, sus ojos estaban centrados en las escaleras delante de ellos, pero
después de un momento sus dedos se cerraron alrededor de los de ella
tranquilizadoramente. La tensión fluyó fuera del cuerpo de Elena con su toque.
Todo va a estar bien, pensó ella.
El tercer tramo de escaleras era sólido y estaba hecho de una madera pulida
pesada y oscura que brillaba bajo las tenues luces. La barandilla estaba torcida con
tallas. Elena pudo ver la cabeza de una serpiente, el cuerpo alargado de un zorro
corriendo velozmente, y otras formas que eran más difíciles de distinguir de
pasada.
Cuando llegaron a la parte inferior del último tramo, se enfrentaron a las
puertas dobles elaboradamente talladas que conducían a la sala de reunión de los
Vitales. El diseño seguía los mismos motivos que había vislumbrado en el
pasamanos: animales corriendo, serpientes retorcidas y curvados símbolos
místicos. En el centro de cada puerta había una estilizada V.
Las puertas estaban encadenadas cerradas, como ellos las habían dejado.
Stefan se acercó con la mano que no sujetaba a Elena y fácilmente tiró de la cadena
aparte, colocándola al lado de las puertas con un fuerte ruido. Meredith lanzó las
puertas abiertas de par en par. Page
El espeso, cobrizo olor de la sangre salió a su encuentro. La habitación
apestaba a muerte.
Matt sostuvo la linterna firmemente mientras Meredith buscó el interruptor
de la luz. Por último, la escena ante ellos estaba iluminada: el altar del a parte
delantera de la habitación yacía de costado, el cuenco de sangre estaba estrellado a
unos metros de distancia. Antorchas apagadas habían dejado largas filas de humo
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negro y grasiento untado en las paredes. Cuerpos de vampiros yacían
lánguidamente en charcos de pegajosa sangre medio seca, sus gargantas
desgarradas por los colmillos de Damon o Stefan, o sus torsos perforados por el
bastón de Meredith. Elena miró con ansiedad el rostro pálido de Matt. Él no había
estado aquí para la lucha, no había visto la masacre. Y él había conocido a estas
personas, conocido esta habitación cuando estaba decorada para una celebración.
Ojos escanearon la habitación, Matt tragó visiblemente. Después de un
momento, frunció el ceño y habló, su voz delgada.
¿Dónde está Ethan?
Los ojos de Elena volaron al lugar ante el altar donde Ethan, el líder de los
vampiros Vitale, había sostenido un cuchillo en su garganta. El lugar donde
Meredith lo había matado con su bastón. Meredith hizo un suave sonido de
negación.
El suelo estaba oscuro con la sangre de Ethan, pero su cuerpo no estaba en
ninguna parte para ser encontrado.

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L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 2
Traducido por Sarahflowerz
Corregido por Sabina_Salvatore

S angre caliente, dulce y deseo, llenó la boca de Damon e


inflamó sus sentidos. Acarició suavemente a la chica, cabello
dorado con una mano mientras presionaba su boca más
firmemente en su cremoso cuello. Debajo de su piel, él pudo
sentir su sangre palpitando con el estable latido de su corazón.

Él señaló su esencia dentro de él con esplendor, tragos para saciar la sed. ¿Por
qué paró alguna vez de hacer esto? Él supo por qué, por supuesto: Elena. Siempre,
por el año pasado, Elena. Por supuesto él todavía ocasionalmente había usado su
poder para coaccionar víctimas en contra de su voluntad. Pero lo había hecho con
la inconfortable consciencia que Elena desaprobaría, escarmentado con la imagen
de sus ojos azules, seria y sabiendo, aprestándole y encontrándolo queriendo. No
lo suficientemente bueno, no en comparación con su mascador de ardillas hermano
bebé.
Y cuando parecía que Stefan y Elena se podrían hacer una buena, que él debería ser
el único que terminara con su dorada princesa después de todo, había dejado de
beber sangre fresca. En vez él había bebido frío, insípido sabor de sangre vieja de Page
los donantes del hospital. Él había incluso probado la repugnante sangre animal de
la que su hermano vivía.

El estómago de Damon había girado a su recuerdo, y tomó un profundo,


refrescante trago de la gloriosa sangre de la chica.
Esto era lo que significaba ser un vampiro: tenías que tomar en vida, vida humana,
para seguir tu propia vida sobrenatural.
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Cualquier cosa más –la sangre muerta en bolsas almacenadas o la sangre de
animales- te mantiene sólo una sombra de ti mismo, tu poder decayendo.
Damon no olvidaría eso de nuevo. Se había perdido a sí mismo, pero ahora estaba
encontrado.

La chica se movió en sus brazos, hacienda un sonido interrogatorio, y él le


envió una calmante dosis de poder, haciéndola flexible y quieta una vez más.
¿Cuál era su nombre? ¿Tonya? ¿Tabby? ¿Tally? Él no iba a herirla, de todas formas.
No permanentemente. Él no había herido a nadie del que se hubiera alimentado –
no mucho, no cuando él estaba en su mente correcta- por mucho tiempo. No, la
chica dejaría el bosque y volvería a su casa de hermandad con nada peor que una
leve temporada de mareo y una vaga memoria de pasar la tarde con un fascinante
hombre cuya cara no pudo recordar bien.

Ella estaría bien. ¿Y si él la hubiera escogido por su largo cabello dorado, ojos
azules, y cremosa piel recordándola a Elena? Bueno, ese no era el asunto de nadie
excepto del propio Damon. Por último la liberó, caballerosamente estabilizándola
en sus pies cuando ella se tambaleó.

Ella era deliciosa –nada como la sangre de Elena, pensó, lejos de ser tan rica y
embriagadora- pero tomando más sangre esta noche habría sido imprudente.

Ella era una chica linda, ciertamente. Él ordenó su pelo cuidadosamente sobre
sus hombros, escondiendo las marcas de su cuello, y ella parpadeó hacia él con
encandilados, abiertos ojos. Esos ojos estaban mal, maldita sea. Deberían ser más
oscuros, un claro lapislázuli, y decorado con pesadas pestañas. Y el pelo era, ahora
que él lo miró de cerca, obviamente teñido. La chica lo sonrió vacilante, insegura.

—Mejor que vayas de vuelta a tu habitación— dijo Damon. Envió un poder de


corriente de mando hacia ella, y continuó. —No recordarás después que me
conociste. No sabrás qué pasó.

—Mejor que vuelva— hizo eco, su voz errónea, el timbre erróneo, el tono
erróneo, no correcto del todo. Su cara se iluminó. —Mi novio me está esperando—
añadió.
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Damon sintió que algo de su interior chasqueó. En una fracción de segundo, él
empujó a la chica rudamente de vuelta a él. Sin ningún cuidado o fineza, él rasgó
de vuelta a su garganta, tragando su rica y caliente sangre furiosamente. Él estaba
castigándola, se dio cuenta, y tomando placer en ello.
Ahora que ella no estaba más tiempo debajo de su esclavitud, ella gritó, luchó,
pulsando contra su espalda con sus puños. Damon la clavó con un brazo y
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expertamente hizo sus colmillos hacia dentro y hacia fuera de su cuello para
agrandar la mordida, bebiendo más sangre, más rápido. Sus golpes se fueron
debilitando y ella se balanceó en sus brazos.
Cuando se volvió lánguida, él la soltó, y ella aterrizó en el suelo del bosque con un
ruido sordo.

Por un momento, miró a los oscuros árboles que lo rodeaban, escuchando al


chirrido constante de los grillos. La chica descansaba sin movimiento en sus pies.
Aunque él no había necesitado respirar por más de quinientos años, él estaba
jadeando, casi vertiginoso.

Tocó sus propios labios y trajo su mano de vuelta roja y goteando. Había
pasado un largo tiempo desde que él había perdido su control así. Cientos de años,
probablemente. Miró hacia abajo y movió el cuerpo a sus pies. La chica lucía muy
pequeña ahora, su cara serena y vacía, pestañas oscuras contra sus pálidas mejillas.

Damon no estaba seguro de si ella estaba viva o muerta. Se dio cuenta de que
no quería descubrirlo. Retrocedió unos cuantos pasos de la chica, sintiéndose
extrañamente indeciso, y entonces se dio la vuelta y corrió, rápido y silencioso a
través de la oscuridad del bosque, escuchando sólo el golpeteo de su propio
corazón. Damon siempre había hecho lo que quería. Sintiéndose mal sobre lo que
era natural para un vampiro, que era para alguien como Stefan. Pero mientras
corría, una sensación inusual en el pozo de su estómago lo molestaba, algo que se
sintió más que un poco de culpa.

***

—Pero dijiste que Ethan estaba muerto— dijo Bonnie. Sintió que Meredith se
encogió detrás de ella y se mordió la lengua. Por supuesto Meredith sería sensible
sobre la posible supervivencia de Ethan; ella lo había matado, o pensaba que lo
había hecho. La cara de Meredith era dura y guardada ahora, revelando nada.

—Debería haber cortado su cabeza para asegurarme— dijo Meredith,


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barriendo su linterna eléctrica de lado a lado para iluminar las paredes de piedra
del túnel. Bonnie asintió para sí misma, dándose cuenta de algo que debería haber
adivinado: Meredith estaba enfadada.

La llamada de Meredith alertando a Bonnie de la desaparición de Ethan había


venido mientras Bonnie y Zander estaban teniendo una cena tarde en la unión de
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estudiantes. Había sido una dulce, fácil cita: hamburguesas y Coca-colas y Zander
gentilmente capturando su pie entre los suyos grandes debajo de la mesa mientras
él a escondidas le robaba una patata frita.
Y ahora, aquí ella y Zander estaban, buscando vampiros en un túnel subterráneo
secreto debajo del campu con Meredith y Matt. Elena y Stefan estaban haciendo lo
mismo en los bosques de alrededor del campus por encima. No es la cita más
romántica que tuvimos juntos, Bonnie pensó con un encogimiento de hombros
resignado. Pero dicen que las parejas deberían compartir sus hobbies.

Matt, caminando a lo largo del otro lado de Meredith, parecía sombríamente


determinado, con la mandíbula apretada y los ojos fijos al frente por el túnel largo
y oscuro. Bonnie se sintió apenada por él. Toda la tensión que el resto de ellos
sentían tenía que ser cien veces peor para Matt ahora mismo.

— ¿Estás con nosotras, Matt?—Meredith preguntó, aparentemente leyendo la


mente de Bonnie.

Matt suspiró y se masajeó en la parte posterior de su cuello con una mano,


como si sus manos estuvieran tensas y rígidas.

—Sí, estoy con vosotras— Se detuvo y respiró. —Excepto…

Se detuvo y entonces comenzó de nuevo.

—Excepto que hay algunos de ellos que podemos ayudar, ¿cierto? Stefan nos
podía haber enseñado cómo ser vampiros que no dañan a la gente. Incluso Damon
cambió ¿no? Y Chloe…— Sus mejillas de iluminaron con emoción. —Ninguno de
ellos se merece esto. Ellos no sabían en lo que se estaban metiendo.
—No—Meredith contestó, tocando ligeramente el codo de Matt con una mano —
No lo hacían.

Bonnie sabía que Matt era amigo de Chloe, la joven de cara dulce, pero estaba
empezando a entender que él había sentido mucho más que eso. ¡Qué terrible
saber que Meredith podría tener que empujar una estaca en el pecho de alguien
que estaba cayendo enamorado, y lo aún peor saber que era lo correcto! Page
Zander tenía una expresión suave en sus ojos, y Bonnie se dio cuenta de que
estaba pensando lo mismo. La tomó de la mano, sus dedos largos fuertes se
envolvieron alrededor de los de ella, y Bonnie se acurrucó un poco más contra él.

Pero el doblar una curva en el túnel oscuro, Zandar de repente dejó ir a


Bonnie y dio un paso protectoramente delante de Meredith mientras ella levantó la
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estaca. Bonnie, por poco detrás de los otros, no vio las dos figuras entrelazadas
contra la pared hasta que ya estaban separándose. No, no como amantes
entrelazados, se dio cuenta, pero un vampiro aferrado a su víctima. Matt se puso
rígido, mirándolos, y dejó escapar un suave sonido involuntario de sorpresa. Hubo
un repentino gruñido y un destello de dientes blancos en la oscuridad del vampiro,
una chica no más alta que Bonnie, empujó violentamente a la víctima. Cayó al
suelo a sus pies.

Bonnie rodeó a Zander, manteniendo un ojo atento sobre el vampiro, que


estaba acurrucado ahora contra la pared. Ella se estremeció involuntariamente a la
mirada del vampiro, la mirada salvaje y feroz en los ojos oscuros fijos sobre ella,
pero siguió su camino hasta que pudo ponerse de rodillas al lado de la víctima y
llegar a comprobar su pulso. Era firme, pero estaba sangrando bastante mal, se
quitó la chaqueta y se la apretó contra su garganta para restañar la sangre. Le
temblaban las manos y se concentró en calmarlas, haciendo lo que había que hacer.
Bajo los párpados del joven, podía ver sus ojos moviéndose rápidamente hacia
atrás y hacia delante como si estuviera atrapado en un mal sueño, pero se quedó
inconsciente.

Bonnie se recordó que la chica vampira estaba mirando a Meredith ahora. Su


cuerpo se tensó para luchar o huir. Ella se encogió a Meredith mientras que ella se
acercó más, bloqueándola. Meredith levantó la estaca alto, dirigiéndolo hacia el
pecho de la muchacha.

—Espera— dijo la chica con voz ronca, con las manos extendidas. Ella miró
más allá de Meredith y pareció ver a Matt por primera vez. —Matt— dijo. —
Ayúdame. Por favor. —Ella lo miraba fijamente, concentrándose de forma visible,
y Bonnie se dio cuenta con un sobresalto de que el vampiro estaba tratando de usar
el poder para hacer que Matt haga lo que ella quería. No estaba funcionando, sin
embargo, ella no tenía que ser lo suficientemente fuerte todavía, y después de un
momento puso sus ojos en blanco y ella se recostó contra la pared.

—Beth, queremos darte una oportunidad—Matt dijo al vampiro. — ¿Sabes


qué le pasó a Ethan? Page
La chica negó con la cabeza enfáticamente, su largo cabello volando a su
alrededor. Tenía los ojos parpadeando de ida y vuelta entre Meredith y el túnel
detrás de ella, y ella subió hacia los lados. Meredith la siguió, moviéndose más
cerca, la estaca apretada contra el pecho del vampiro.
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—No podemos solo matarla—le dijo Matt a Meredith, una ligera nota
desesperada en su voz. —No si hay otra opción.

Meredith soltó un bufido de incredulidad y en ángulo aún más cerca del


vampiro. Beth, así la había llamado, le enseñó los dientes en un gruñido silencioso.
—Espera un segundo— dijo Zander, y caminó sobre el inconsciente cuerpo de la
víctima de Beth, rozando a Bonnie. Antes de que Bonnie realmente entendiera lo
que estaba pasando, Zander había empujado a Beth lejos de Meredith y la presionó
sobre la pared del túnel.

—Hey!—Meredith dijo indignada, y entonces frunció el ceño en confusión.


Zander estaba mirando fijamente en los ojos de Beth, su cara seria y calmada. Ella
estaba mirándolo de vuelta, sus ojos inquietos ahora, su respiración pesada.

— ¿Sabes dónde está Ethan?—Zander preguntó en una baja, calmada voz, y


Bonnie sintió como si algo, alguna ráfaga invisible de poder, volara entre ellos.

En un segundo, la cautelosa cara de Beth se vació de toda expresión.

—Él se está escondiendo en la casa al final de los túneles— dijo. Su voz sonó
medio dormida, desconectada de sus pensamientos.

— ¿Hay ahí otros vampiros con él?—Zander preguntó, sus ojos


manteniéndose firmes en ella.

—Sí— dijo Beth. —Todo el mundo se está quedándose ahí hasta el equinoccio.
Y hasta cuando todas las esperanzas de Ethan estén cumplidas.
Dos días, pensó Bonnie. Los otros le habían dicho que Ethan había intentado
resucitar a Klaus, el vampiro original. Ella se estremeció ante la idea. Klaus había
sido aterrador, una de las cosas más difíciles que jamás había visto. Pero, ¿podría
realmente hacerlo? Ethan no había recibido sangre de Stefan y Damon, y él no
podía hacer el hechizo de resurrección sin ella. ¿Podría?

—Pregúntale como son sus defensas— dijo Meredith, siguiendo el programa.


— ¿Está él bien defendido?—Zander preguntó.
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La cabeza de Beth tiró en un gesto rígido, como si un titiritero invisible
hubiera retirado sus cadenas.

—No se puede llegar a él— dijo en esa monótona voz. —Está escondido, y
cada uno de nosotros daríamos la vida para protegerlo.
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Meredith asintió, claramente sopesando las palabras de su siguiente pregunta,
pero Matt interrumpió:

—¿Podemos salvarla? —preguntó, y el dolor en su voz hizo que Bonnie se


inmute.

—Tal vez si ella no tuviera tanta hambre...

Zander se enfocó más fuertemente en Beth, y Bonnie sintió de nuevo una ola
de poder emanando de él.

— ¿Quieres herir a la gente, Beth?— preguntó silenciosamente.

Beth se rió entre dientes, un sonido rico y oscuro, aunque su cara se quedó sin
expresión insulsa. Esa risa fue la primera emoción que había mostrado desde que
Zander había encantado en cierto modo su inexpresividad y la verdad.

—Yo no quiero hacer daño, yo quiero matar— dijo ella, con una diversión
dura en su tono. —Nunca me he sentido tan viva.

Zander retrocedió con una rápida gracia animal. Al mismo tiempo Meredith
suavemente se disparó hacia delante, empujando su estaca a través del corazón de
Beth.

Después de que el ruido de desgarro de madera a través de la carne, Beth bajó


sin hacer ruido. El jadeo de Matt rompió el silencio, sorprendido, poco ruido de
dolor. En las rodillas de Bonnie, la víctima de Beth agitada, con la cabeza girando
de un lado a otro. Bonnie le dio una palmadita tranquilizadora automáticamente
con la mano que no estaba manteniendo la presión sobre las heridas de su cuello.

—Está bien— dijo ella en voz baja. Meredith se giró hacia Matt desafiante.

—Tenía que hacerlo— dijo. Matt bajó la cabeza, con los hombros caídos.

—Lo sé— respondió. —Créeme, lo sé. Es sólo que...— Se movió de un pie al


otro. —Ella era una buena chica, antes de que esto le sucediera a ella.
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—Lo siento— dijo Meredith en voz baja, y Matt asintió con la cabeza sin dejar
de mirar al suelo. Luego Meredith se volvió hacia Zander.

— ¿Qué fue eso?— preguntó. —¿Cómo llegaste a hacerle hablar?

Zander se sonrojó un poco.


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—Um... Bueno— dijo, y se encogió de hombros tímidamente.—Hay una cosa
que algunos de nosotros, los hombres lobo originales pueden hacer, si hemos
practicado. Podemos hacer que la gente diga la verdad. No funciona para todos,
pero me pareció que valía la pena intentarlo.

Bonnie lo miró con curiosidad.

—No me dijiste eso—dijo. Zander se dejó caer hacia abajo sobre sus rodillas y
se enfrentó a ella a través de víctima inconsciente de Beth. Sus ojos estaban muy
abiertos y sinceros.

—Lo siento— dijo. —Honestamente, no pensaba en eso. Es sólo una de las


extrañas pequeñas cosas de lo que podemos hacer.

El tipo de sangrado inconsciente parecía haber disminuido, y Bonnie se sentó


sobre los talones. Zander enarcó las cejas, mirando esperanzado, y ella le devolvió
la sonrisa.

Tendría que averiguar lo que estas otras —pequeñas cosas— eran, supuso.
—Parece que eso es algo que podría ser muy útil— dijo, y observó que el rostro de
Zander se relaja en una sonrisa alegre soleado. Meredith se aclaró la garganta. Ella
seguía mirando Matt, sus ojos llenos de simpatía, pero su voz era seca.

—Tenemos que conseguir a todos juntos tan pronto como sea posible. Si
Ethan todavía está tratando de resucitar a Klaus, tenemos que llegar a un plan
ahora.

Klaus. La piedra del suelo del túnel debajo de las rodillas de Bonnie estaba
repentinamente helada.

Klaus era oscuridad, la violencia y el miedo. Ellos sólo lo habían derrotado de


nuevo en Fell’s Church por una intervención extraordinaria, por los fantasmas
nacientes de Fell’s Church en su contra. Eso no era algo que sería capaz de recrear.
¿Qué podrían hacer ahora? Bonnie cerró los ojos por un segundo, mareada. Podía
Page
imaginar vívidamente cómo la oscuridad se elevaba desde debajo de ellos, espeso
y asfixiante, deseosos de consumirlos.

Algo malo iba a venir.


L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 3
Traducido por laurasoto
Corregido por tamis11

E
lena enlazó sus dedos a través de los de Stefan, emocionado
incluso por este pequeño detalle. Se sentía como si hubiera pasado
tanto tiempo desde que habían estado a solas, tanto tiempo que no
había estado aún lo suficientemente cerca de Stefan para que le
tocase. Toda esta tarde se había encontrado apoyado contra su costado, rozando su
pulgar sobre sus nudillos, envolviendo su brazo alrededor de su cintura, trazando
con el dedo a lo largo de su clavícula: cualquier pequeño detalle que pudiera tener.
Cualquier cosa para sentir la realidad simple y satisfactoria de Stefan, aquí con ella
por fin. Era una noche de agradable temperatura, y no había musgo suave bajo los
pies. Una brisa agitaba las hojas de los árboles del bosque a su alrededor, ya través
de las ramas de los árboles que podían vislumbrar un cielo lleno de estrellas. Tenía
todos los elementos de un paseo romántico a través del bosque, excepto por el
hecho de que estaban en busca de vampiros sedientos de sangre.
—No siento nada —dijo Stefan. Su mano era tranquilizadora apretando
alrededor de la de ella, pero sus ojos verdes oscuros celebró una mirada lejana, y
Elena sabía que él estaba usando su poder para explorar el bosque. —No hay
vampiros ni nadie en el dolor o miedo, por lo que yo puedo decir. Yo no creo que
haya nadie a su alrededor.
Page
—Vamos a seguir buscando, sin embargo. Por si acaso —instó Elena. Stefan
asintió. Había Límites a la búsqueda de Stefan: alguien mucho más fuerte que él
podría ocultarse de ella, alguien mucho más débil podría no captar su atención. Y
de algunas criaturas, como hombres lobo, no podía sentir nada. —Yo sé que no
debería estar pensando en esto con todo lo que está pasando, pero lo único que
L.J. Smith Destiny Rising
quiero es estar a solas contigo —confesó Elena en voz baja—. Las cosas están
sucediendo muy rápido. Si Ethan trae a Klaus de vuelta. . . se siente como que
podríamos no tener mucho tiempo. —Stefan soltó la mano de Elena y le tocó la
cara suavemente, sus dedos cepillaban sus mejillas y la curva de la ceja, un
fantasma pulgar por los labios. Sus ojos oscurecidos por la pasión, y él sonrió.
Luego la besó, suavemente al principio. Oh, Elena pensó, y entonces, sí. Como si
hubiera estado esperando su confirmación, los besos de Stefan se volvieron más
apasionados. Su mano en un puño suavemente en su pelo, y se movieron hacia
atrás hasta que estuvo presionada contra un árbol. La corteza era áspera contra sus
hombros desnudos, pero Elena no tenia cuidado, ella sólo besó ferozmente a
Stefan, con avidez.
Esto está bien, pensó Elena. Esto es como volver a casa, y ella sintió a Stefan
de acuerdo y la fuerza de su amor. Sí, pensó, y más. Sus mentes entrelazadas y
Elena se relajó en la espiral lenta corriente de pensamientos y emociones de Stefan.
No era amor no-sólido, amor, y había una constante contusión estable como dolor
de pesar por el tiempo que habían perdido. Más fuerte de todo, no había una
sensación de alivio, de gozo. No sé cómo viviría sin ti, Stefan pensó para ella. Yo
no podría vivir para siempre, sabiendo que no eras mía.
En el pensamiento de siempre, un repiqueteo de ansiedad disparó a través de
Elena. A menos que tuviera una muerte violenta, siempre fue un hecho para
Stefan. Él se encendería, no envejece y hermoso, siempre tendría dieciocho. ¿Y
Elena? ¿Envejecería y moriría con Stefan eternamente joven a su lado? No dudaba
de que se quedara con ella, no importa qué. Había otras posibilidades. Ella había
sido una vez un vampiro, y ella había sufrido, siendo separada de sus amigos y de
la familia, separado del mundo de los vivos. Ella sabía que Stefan no desearía esa
vida para ella. Pero era una opción, aunque nunca se habló sobre ella.
Su mente se refirió a una determinada botella escondida en el fondo de su
armario en su casa, y evitado de nuevo. Había robado una botella de agua de la
vida eterna de la Guardianes cuando ella y sus amigas habían viajado en la
Dimensión Oscura. Su existencia, y la elección que le ofrecía, estaban siempre en
los bordes de su mente. Pero ella no estaba lista para tomar esa decisión, para Page
poner fin a su vida mortal. Todavía no. Seguía creciendo, seguía cambiando. ¿Era
la Elena de ahora la persona que ella quería ser para el resto de su vida? Ella era
tan defectuosa, por lo inacabado. Beber el agua de la vida eterna, o convertirse en
un vampiro, cerraría las puertas para Elena, no estaba lista para cerrarlo todavía.
Quería quedarse humano. Le dolía por dentro, que: ¿Estaría humano ahora?
¿Podía ser humano, si tenía que convertirse en un tutor? Todo esto se consideraba
L.J. Smith Destiny Rising
en un rincón privado de su mente mientras la mayor parte de ella esta centrándose
en las sensaciones de los dulces labios de Stefan y su cuerpo contra el de ella y el
constante hilo de amor que pasa entre ellos. Sus emociones deben haber roto a
través de Stefan, sin embargo, éste respondió. Lo que quieras, Elena, pensó para
ella, suave y tranquilizador. Voy a estar con ustedes. Para siempre. Sin importar el
tiempo que podría ser para ti.
Ella sabía que eso significaba que Stefan entendería aunque ella decidiera
vivir una vida natural, envejecer y morir. Y no habría razones para hacerlo. Stefan
y Damon ambos habían perdido algo, nunca envejecer, nunca cambiar. Ellos
sintieron que parte de su humanidad se ha ido. Pero ¿cómo iba a abandonarlo
algún día si se enfrentan a Stefan? No podía imaginar morir de nuevo, muriendo y
dejándolo detrás a él. Elena le presiona de nuevo con más fuerza contra la áspera
corteza del árbol y besó a Stefan difícilmente, se sentía más intensamente viva con
el casi doloroso contraste de sensaciones. Luego se retiró. Ella había guardado
mucho de Stefan desde que había llegado a Dalcrest. Ella no iba a ir por ese camino
otra vez, no iba a quererlo mientras le bloqueo partes de su vida.
—Hay algo que tengo que decir—dijo— Tienes que saber todo. Yo no puedo:
no puedo esconder cosas de ti, ahora no—. Stefan frunció el ceño
interrogativamente y ella bajó la mirada hacia su mano en contra de su camisa
mientras se retorcía el tejido nervioso. —James me dijo algo ayer, antes de la pelea
—exclamó ella—. Yo no soy quien pensé que era, no exactamente. Los Guardianes
eligieron a mis padres, me hicieron y mis padres se suponía que me entregaran
cuando yo tenía doce años para convertirme en un Guardián. Mis padres se
negaron y por eso murieron. No fue sólo un accidente casual. Los Tutores los
mataron. ¿Y ahora, después de enterarme de esto, se supone que debo ser uno de
ellos? "
Stefan la miró atónito por un momento, y luego su rostro se llenó de
compasión. —Oh, Elena—dijo él, y la atrajo hacia sí, tratando ahora de consolarla.
Elena se dejó descansar sobre su pecho. Gracias a Dios Stefan entendía que la idea
de convertirse en uno de los Guardianes, los fríos reguladores del orden, no había
nada que celebrar, aunque traería su poder. Page
—Te voy a ayudar—dijo Stefan—Si tu quieres tratar de negociar su salida de
esto, o luchar contra esto, o seguir adelante con ella. Lo que quieras.
—Lo sé—dijo Elena, con la voz ahogada mientras apretaba la cara contra su
hombro.
L.J. Smith Destiny Rising
De repente, Stefan sintió su cuerpo tenso contra el de ella y se dio cuenta de
que estaba mirando alrededor. —Stefan—se preguntó ella. Él tenía la mirada
perdida en la distancia por encima de su cabeza, con la boca apretada y los ojos
alerta. —Lo siento, Elena —dijo, mientras Elena se apartó y la miró a los ojos. —
Vamos a tener que hablar sobre esto más adelante. Sentí algo. Alguien en el dolor.
Y ahora que el viento ha cambiado, creo que huelo a sangre.
Aprisionando sus emociones, Elena se obligó de nuevo a volver a la
racionalidad y calma. Todo esto, todos sus propios problemas y preguntas, podían
esperar. Tenían un trabajo que hacer. —¿Dónde?—le preguntó. Stefan tomó la
mano de Elena y la llevó más lejos en la maleza. Los árboles bloqueando a las
estrellas aquí, y ella tropezó con las raíces y piedras en la oscuridad. Stefan la
estabilizó, guiando su camino. Un momento después, irrumpieron en otro claro. Le
tomó a los ojos de Elena un segundo para ajustarse, para ver la forma oscura de
Stefan que ya se estaba moviendo con cautela. Acurrucado en el suelo yacía el
cuerpo de un ser humano. Cayeron de rodillas junto a él, y Stefan extendió la mano
y con cuidado, suavemente giró a la persona. El cuerpo se dejó caer pesadamente
sobre su espalda. Una chica, Elena se dio cuenta.
Una niña de su misma edad, con el rostro pálido y vacío. Cabello dorado
brillaba a la luz de las estrellas. Había sangre en su garganta. —¿Está muerta? —
Preguntó ella en un susurro. La chica estaba tan quieta. Stefan tocó la mejilla de la
chica, luego, con cuidado se pasó los dedos por el cuello, por debajo del goteo de la
sangre, no tocando el líquido rojo y espeso. —No está muerta —Elena dejo escapar
un suspiro de alivio— Pero ha perdido mucha sangre.
—Será mejor traerla de vuelta a la escuela —dijo Elena— Y vamos a decir a los
demás que los vampiros están cazando en el bosque. Podemos volver y encontrar a
quien hizo esto. —Stefan estaba mirando las heridas de la niña, con la boca torcida
en una extraña expresión indescifrable. —Elena, yo-yo no creo que esto fuera de
los vampiros de Ethan—dijo vacilante.
—¿Qué quieres decir?—Preguntó Elena, perpleja. La raíz estaba cavando en
sus rodillas, y ella cambió para sentirse más cómodo, presionando una mano
contra el frío suelo. —¿Qué otra cosa podría haber hecho esto? —Stefan frunció el Page
ceño y tocó suavemente el cuello de la chica de nuevo, siendo cuidadoso de no
entrar en contacto con la sangre.
—Mira a las marcas —dijo— El vampiro que hizo esto fue enojado y
descuidado, pero él tenía experiencia. La mordedura es limpia y en el lugar
perfecto para obtener la máxima cantidad de sangre sin matar a la víctima. —Él
L.J. Smith Destiny Rising
alisó el pelo de la chica con cuidado, como si fuera a consolarla. Parecía que estaba
en el dolor, sus dientes cerrado, con los ojos entrecerrados. —Elena, Damon hizo
esto.
Todo en Elena se apretó y ella negó con la cabeza, su pelo azotando a su
alrededor. —No —dijo ella— Él no acaba de dejar a alguien en el bosque para
morir. —Stefan tenía una mirada perdida en su cara y ella instintivamente
extendió la mano para tocar su brazo, tratando de consolarlo. Cerró los ojos por un
segundo y se apoyó en ella. —Después de quinientos años, puedo reconocer la
mordedura de Damon —dijo con tristeza. —A veces parece como si hubiera
cambiado, pero Damon no cambia. —Parecía que el peso de las palabras de Stefan
lo golpeaban con la misma fuerza que chocaban a Elena, y él encogió los hombros.
Por un momento, Elena no podía respirar, y tragó saliva, sintiéndose mareada y
enferma. ¿Damon? Imágenes destellaron en su mente: insondables ojos de Damon,
sus ojos oscuros calientes con furia, afilado con amargura. Y más suave, más
caliente, a veces, cuando miraba a ella y a Stefan. Un núcleo duro de la negación se
formó en su pecho. —No— dijo ella, y mirando a Stefan, ella lo repitió con más
firmeza. —No. Damon está sufriendo, porque nosotros—por mi culpa. —Stefan
asintió casi imperceptiblemente— No vamos a renunciar a él. Él ha cambiado, ha
hecho tanto por nosotros, por todos nosotros. Él se preocupa, Stefan, y podemos
tirar de esto. Él no la mató. No es demasiado tarde.
Stefan estaba escuchando con atención y después de un momento se retiró la
mano con cansancio en su rostro, sus rasgos afirmantes con determinación. —
Tenemos que mantener esto en secreto—él dijo— Meredith y los demás no pueden
saber lo que Damon ha hecho —Elena recordó la expresión de Meredith mientras
ejercía su bastón, y tragó duro. El cazador de Meredith no dudaría en matar a
Damon si ella pensaba que era superficial peligro para los seres humanos
inocentes. —Tienes razón—dijo ella débilmente. —No podemos decirle a nadie—
Llevando el cuerpo de la chica inconsciente, Stefan tomó la mano de Elena en su
mano de nuevo. Ella apretó la mano con fuerza, sus ojos se encontraron con los
suyos en un compromiso de silencio. Trabajarían juntos, salvarían a Damon. Iba a
estar bien.
Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 4
Traducido por laurasoto
Corregido por Paola Salvatore

E
lena no le dijo a nadie acerca de la chica que habían
encontrado en el bosque.

Elena y Stefan habían sacudido a la niña y le echaron agua


fría en la cara, tratando de despertarla sin tener que llevarla al hospital. La
sangre se había acumulado a través de los vendajes que habían puesto en las
heridas de la niña, Damon había mordido profundamente, dijo Stefan, y
finalmente él la había alimentado con sangre de su propia muñeca, hacía
muecas, para ayudarla a sanar.

Él no se sentía bien haciendo eso, Elena lo sabía: el intercambio de sangre


era demasiado íntimo, significa amor para Stefan, pero ¿qué otra cosa podían
hacer? No podían dejarla morir.

Cuando la chica finalmente recuperó la conciencia, Stefan la había


influenciado a olvidar lo que había pasado, y él y Elena la ayudaron a volver a
su casa de hermandad. En el momento en que la habían dejado, casi al
amanecer, había sido lavado y riendo, seguro de que ella sólo había estado Page
demasiado tarde bebiendo en una noche fabulosa.

De vuelta en su habitación de la residencia, Elena intentó dormir, pero


estaba demasiado preocupada. Ella había estado dando vueltas debajo de sus
sábanas de algodón limpio, recordando la frustración en los ojos de Stefan
como él le dijo,
L.J. Smith Destiny Rising

—Damon lo hizo— Y el flash suprimido de pánico que ella había visto


cuando lo dijo—. Tenemos que mantener esto en secreto.

Ella había conocido a Damon cuando todavía se alimentaba de los seres


humanos, a pesar de que por lo general se las arregló para no pensar sobre ello.
Pero no había hecho ningún daño real, no por mucho tiempo. Ahora usa su
Poder para convencer a las chicas guapas que le diera su sangre
voluntariamente, y luego las deja con nada más que un vago recuerdo de una
velada con un hombre encantador y misterioso con acento italiano. Sí, eso. A
veces sólo tenía un agujero en su memoria. Y, claro, que estaba mal. Elena sabía
que, incluso si Damon no lo hizo. Las chicas no estaban en su sano juicio. Se
alimentan de ellos, y nunca entendió realmente. Elena estaba segura que si lo
que le pasó, o Bonnie, ni a nadie le importaba, ella habría estado indignada y
asqueada. Pero había sido capaz de hacer caso omiso de los hechos cuando el
resultado final -Damon satisfecho, sus víctimas aparentemente ilesas- parecía
ser tan benigno. Pero esta vez estaba claro que no se había molestado en tener
cuidado con la niña, o hacerlo más fácil para ella. Había estado sangrando sola
en el bosque, y cuando por fin se había despertado, había estado gritando.
Elena se estremeció ante el recuerdo, enferma de culpa.

¿Fue ésta la realidad que había estado ignorando? Tal vez Damon había
estado atacando a la gente todo este tiempo y ocultándolo de ella, y la idea la
tenía aturdida, sin saber, y feliz víctima de una mentira. O tal vez había habido
un cambio, y era culpa de Elena.

¿Podría Damon haber hecho esto en una rabia, porque Elena había elegido
Stefan? Elena intentó una vez más llamar Damon, pero cuando sonó a través de
correo de voz, empujó el botón "fin de la llamada" en su teléfono. Ella había
estado llamando a Damon y bajando toda la mañana y había dejado un par de
mensajes ya, pero no había contestado una llamada.
Page
—¿Y Stefan? —preguntó Bonnie, que salió con la toalla de baño en el pelo.
Hebras rojas rizadas salvajemente sobre su rostro en todas direcciones—. ¿Está
en camino?

—Todo el mundo debería estar aquí en cualquier momento —respondió


Elena, no era correcta la suposición de Bonnie.
L.J. Smith Destiny Rising

Ellos habían decidido reunirse hoy para comenzar a planificar su defensa


contra los Vampiros Vitale, y tratar de encontrar la manera de detenerlos antes
de que pudieran resucitar a Klaus. Y pronto, todos (excepto Damon) estaban
allí: Meredith sentada en su cama, sus grises ojos atentos mientras
cuidadosamente afilaba un cuchillo de caza, Matt, todavía pálido, encorvado
más en la silla de escritorio de Elena, Bonnie y Zander abrazados juntos en la
cama de Bonnie, adorablemente feliz con el rubor de un nuevo amor a pesar de
la gravedad de la situación. Cuando Elena miró hacia ellos, Zander murmuró
algo al oído de Bonnie y ella se ruborizó.

Stefan se unió a Elena en su cama, tomando su mano entre las suyas. Sin
embargo, después de un año, Elena sintió una sacudida de excitación con el
movimiento de sus dedos directamente a su corazón. Elena lo miró por un
momento, buscando algún indicio de lo mal que había estado la noche anterior,
una pista sobre si había logrado hablar con Damon todavía, pero no había
nada.

—Está bien, todo el mundo —dijo Meredith, pasando su pulgar por la hoja
afilada de su cuchillo—. Sabemos que Ethan se esconde.

—Espera—dijo Elena—. Hay algo que tengo que decirles a todos ustedes.
Los ojos de Stefan volaron a los de ella, duro y brillante, y se dio cuenta que se
había equivocado acerca de él que quería calmarla. El secreto sobre Damon lo
tuvo con fuerza nerviosa—. Mm —dijo ella, sintiéndose extrañamente nerviosa.
Recordaba cómo se habían sentido todos acerca de los Guardianas frías,
didácticas que habían conocido en las Dimensiones Oscuras, las que la habían
despojado de sus poderes (dolorosamente, no podía olvidar lo mucho que
había dolido cuando cortaron sus alas) y que se había negado a traer de regreso
a Damon de la muerte. Pero ella empujó la mandíbula con orgullo, terquedad,
y siguió su camino—. Me acabo de enterar de que soy una Guardiana —dijo
rotundamente. Page
Se hizo un silencio en blanco.

Por último, Zander lo rompió.


L.J. Smith Destiny Rising
—¿Guardiana de qué? —preguntó tentativamente, mirando a Bonnie
esperando una aclaración. Bonnie, frunciendo el ceño, agitó una mano en el
aire en un gran gesto, abarcador.

—De todo, de verdad —dijo vagamente—. Si Elena significa que es una


Guardiana— Ella miró a Elena en espera de confirmación—. Son esas horribles
mujeres -por lo menos se ven como mujeres-, que tienen el propósito de
mantener las cosas funcionando en el universo de la forma en que se supone.
Yo no entiendo muy bien cómo Elena podría ser una, sin embargo. Ellas no
viven aquí. Es una especie de dimensión alterna. No son realmente gente, yo
no lo creo— Se volvió hacia Elena, con la cara abierta y confusa—. ¿Lo que se
hace, o sea, Elena?—preguntó.

Elena apartó la mirada de ella, mirando a la pared. La piel de su cara se


sentía como si hubiera sido demasiado apretado, y sus ojos ardían.

—James, mi profesor de historia, sabía de mis padres cuando estaban en la


universidad. Él estaba muy cerca de ellos —dijo a sus amigos, lo que me obliga a
sí misma a no perder la cabeza—. Me dijo que estaba de acuerdo para tener un
hijo que sería un Guardián de la Tierra. Me dijo que tenía que ser entrenada
por las Guardianas cuando tenía doce años, pero mis padres no me querían
entregar—Su voz tembló un poco, y se quedó rígida en la impresión de Matisse
que había colgado encima de su cama. Al pulsar el hombro contra Stefan, ella
se consoló con la solidez de su cuerpo junto al suyo, y no se veía a nadie.

Entonces Meredith estaba al lado de ella, y su mano se apoderó de la de


Elena. En un momento, Bonnie se había exprimido hasta la cama también y
miraba a Elena con ojos grandes y marrones simpáticos.

—Estamos de tu lado, tú lo sabes, Elena —dijo Meredith con calma, y


Bonnie asintió con la cabeza—. Hermandad Velocirráptor, ¿no? —dijo, y Elena
esbozó una sonrisa pequeña en su vieja broma privada—. Si los Guardianes Page
asumen a uno de nosotros, asumen a todos nosotros. Aunque dan bastante
miedo. Vamos a defenderte.

Elena dio una corta, media histérica carcajada.


L.J. Smith Destiny Rising
—Gracias—dijo—. En serio. Pero no creo que haya alguna manera de salir
de esto. Ni siquiera sé lo que significa exactamente, ser una Guardiana de la
Tierra.

—Entonces, eso es lo primero que debe saber —dijo Meredith con


sensatez—. Alaric está por venir para visitar este fin de semana. Puede que
sepa algo, o por lo menos ser capaz de descubrir la historia acerca de
Guardianes terrenales.
El novio de Meredith, Alaric, trabaja en un doctorado en estudios
paranormales, y los diversos contactos que tenía con frecuencia era muy
práctico.

—Vamos a encontrar algo mejor, Elena —prometió Bonnie.

Elena parpadeó para contener las lágrimas. Bonnie y Meredith se había


acercado a ella, cerrando a todo el mundo por un momento, a pesar de que
Stefan era todavía fuerte a su lado. Ella siempre se basa en que las tres se unen
cuando uno de ellos estaba en peligro. Habían estado mirando hacia fuera para
uno u otro porque lo peor a lo que tenían que preocuparse, se acerca a la
escuela primaria y la media de los matones maestros.

Stefan se acercó más contra ella. Desde sus asientos, Matt y Zander se
quedaron mirándola con expresiones casi idénticas de simpatía y
preocupación. Meredith estaba a su derecha: Elena no estaba sola. Dejó escapar
un suspiro, y aflojó los hombros, liberando parte de la miseria que había estado
conteniendo desde que James le había dicho el secreto de su nacimiento.

—Estoy contenta de que Alaric venga. Y es una buena idea preguntarle


qué puede averiguar. Tal vez James puede decirnos algo más, también —dijo
Elena. Se metió un mechón de pelo detrás del oído, pensando—. En realidad, es
mejor que ser capaz de decirnos algo. Conoce sobre esto desde antes que yo
naciera. Ha tenido una veintena de años para saber algo útil— Luego se llevó Page
las manos una vez, y trató de empujar todos sus miedos a un lado—. Pero sin
embargo, ahora tenemos que centrarnos en Ethan y los vampiros— Elena sintió
que su antiguo yo volver a la superficie, fuerte y llena de energía y listo para
hacer planes. Stefan apretó la rodilla de Elena cuando él se bajó de la cama.
L.J. Smith Destiny Rising
—Esta noche es nuestra última oportunidad de dejar a Ethan —dijo, de pie
en medio de la habitación y mirando a todos ellos en serio. Su rostro estaba
sombrío e intenso, normalmente sus ojos eran de un color verde oscuro—.
Mañana es el equinoccio, cuando la separación entre los reinos de los vivos y
los muertos es más débil. Es entonces cuando se va a tratar de resucitar a
Klaus. Meredith, ¿cuál es nuestra situación de armas?

Meredith se levantó también, y abrió el armario y sacó de sus maletas


varias armas: su especial pentagrama de cazador, con sus picos de materiales
de plata y cenizas y pequeñas agujas hipodérmicas, hechos para afectar a todas
las criaturas diferentes que un cazador puede luchar, un surtido de cuchillos de
varios tamaños, desde una larga daga de plata a un arranque delgado y un
práctico cuchillo, toda nitidez, el personal y las estrellas que lanzan y machetes
y mazas y un número de las cosas que Elena ni siquiera podía empezar a
adivinar los nombres.

—Wow —dijo Zander, quien rodó sobre su estómago en la cama de


Bonnie para observarla. Miró a Meredith con un nuevo respeto y un poco de
temor—. Eres como un ejército de una mujer.

Meredith se sonrojó ligeramente.

—Podría ser una exageración —dijo ella—, pero me gusta estar preparada
—Sacó un tronco de madera de su armario—. Y tengo esto. Alaric me ayudó a
recoger todo antes de empezar las clases.

Ella abrió la caja con una mirada a medias de disculpa a Stefan, que se
estremeció y dio un paso hacia atrás, lejos del tronco. Elena estiró el cuello para
ver. Se veía como una especie de planta allí, llenando la caja hasta el borde. Oh.
La caja estaba repleta de verbena. Probablemente había allí suficiente para
incapacitar a toda una colonia de vampiros, si tan sólo pudiera encontrar una
manera de frotarla en ellos, o conseguir que se lo coma. Como mínimo, todos Page
serían capaces de protegerse ellos mismos de ser influenciados.

—Bien —dijo Stefan con brío, recuperándose de su reacción instintiva a la


verbena —. Esto debería ser útil. Ahora, Matt, ¿qué nos puedes decir sobre el
metro de túneles?
L.J. Smith Destiny Rising
Elena sintió un poco pulso de orgullo de su carrera como Stefan se volvió
hacia Matt, para obtener rápidamente y embozar en un papel lo que recordaba
y lo que había oído hablar de la casa de los Vitales.

—Segura y una red de túneles.

Stefan estaba asintiendo con la cabeza y haciendo preguntas, empujando


suavemente la memoria de Matt, animándole a compartir hasta el más mínimo
detalle. Los ojos de Matt se abrieron como platos, su voz cobrando fuerza
cuando las preguntas de Stefan continuaron, como si Matt estaba empezando a
reconstruir la imagen más grande en una nueva forma. Stefan había cambiado.
Cuando llegó primero a la Iglesia de Fell, había estado tan tranquilo y distante,
renuente a hacer ningún tipo de marca en los humanos que lo rodeaban. Se
había sentido, Elena sabía, como si estuviera enferma, como si no pudiera estar
entre los mortales sin sembrar la muerte y la desesperación.

Ahora tenía la cualidad de un líder natural. Como si él sintiera los ojos de


Elena en él, Stefan levantó la vista hacia ella, con los labios formando una
sonrisa pequeña, privada sólo para ella. Ella sabía que este cambio en Stefan se
debió a ella por todo lo que había sucedido en el último año. Sin duda, Damon
lo había hecho, aunque él se hundía en la violencia de nuevo debido a Elena,
aquí Stefan era algo que podía ser completamente orgulloso?

—¿No podríamos hacer algo con toda ésa verbena? —Preguntó Bonnie de
repente—. ¿Cómo quemarlo, o que sea un gas de alguna manera y llenar los
túneles con su humo? Sin el comando de las demás salidas, todos los vampiros
tendrían que entrar en la casa. Podríamos atrapar y quemar la casa abajo, o al
menos llegar a todos ellos a la vez.

—Esa es una buena idea, Bonnie —dijo Stefan.

Zander asintió con entusiasmo y el rostro de Bonnie se iluminó de placer. Page


Era curioso, pensó Elena, que fueran utilizados a pensar como una especie de
Bonnie el miembro más joven del grupo, el que sea necesario para ser
protegidos, y ella realmente no lo estaba, ella no había sido por un largo
tiempo.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Qué otros recursos tenemos? —preguntó Stefan, pensativo, caminando de
un lado a otro de la habitación.

—Podría llamar a los chicos a ayudar —sugirió Zander—. Hemos estado tras
los vampiros vitale por un tiempo. No vamos a ser tan fuerte como lo seríamos si
se tratara de la fase lunar, y no todos los diez de nosotros pueden pasar sin la luna
llena. Pero trabajamos bastante bien juntos. . . —Su voz se apagó—. Si nos quieren
—agregó—, sé que no todos se sienten a gusto con los hombres lobo, y, para ser
honesto, no somos grandes fanáticos generalmente de los vampiros. Sin ánimo de
ofender —Miró a Stefan y a Meredith, quien aún tenía el cuchillo contra su pierna.
Meredith, por supuesto, era la más probable para oponerse a traer un paquete de
hombres lobo en su grupo.

Bonnie había asegurado que Zander era diferente a los hombres lobo que
habían conocido antes, que eran buenos, más como perros de guardia que los
animales salvajes. Pero Meredith había sido criada para cazar monstruos.

Ahora, ella asintió con la cabeza lentamente a Zander, sin embargo, y sólo
dijo:
—Podemos usar toda la ayuda que podamos conseguir— Meredith caminó
con los ojos cerrados por la habitación y los labios de Bonnie se inclinaron en una
pequeña sonrisa, satisfecha—. Hablando de ―toda la ayuda que podamos
conseguir‖ —dijo Meredith—, ¿dónde está Damon?

Ella miró a Stefan cuando Elena no respondió inmediatamente.

—Este es un momento cuando realmente lo podemos usar. Deberías llamar y


conseguir que ayude en el plan.

Su expresión era simpático, pero decidida, y Elena se dio cuenta de que


Meredith pensó que estaban dudando porque Elena había casi anticuado a Damon
y Stefan, mientras ellos había estado separados. Si sólo Meredith supiera la verdad, Page
pensó ella, pero no lo puede saber nunca. Stefan y yo tenemos que mantener a
Damon seguro.

—¿Tal vez tú podrías llamarlo, Elena? —preguntó Bonnie tentativamente.


L.J. Smith Destiny Rising
Los ojos de Elena y Stefan se reunieron. La cara de Stefan estaba en blanco y
controlado de nuevo, y Elena no podía ver la más mínima grieta en su armadura
mientras entraban en funcionamiento, suave y ligera.

—No, voy a llamar a Damon. Tengo que hablar con él, de todos modos.
Elena se mordió el labio y asintió. Quería ver a Damon por sí misma, estaba
desesperada por verlo, para saber lo que estaba mal con él, con ganas de arreglarlo,
pero él no estaba tomando sus llamadas. Tal vez lo que Damon necesitaba en este
momento de Elena era espacio. Esperaba que Stefan, al menos, pudiera llegar a él.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 5
Traducido por laurasoto
Corregido por Isane33

C
uando Stefan llamó a la puerta del apartamento de Damon,
Damon abrió casi inmediatamente, miró a Stefan, y trató de cerrarle
la puerta en las narices.

—Para —dijo Stefan, metiendo su hombro en la entrada—. Debiste haber sido


capaz de sentir que era yo.

—Sabía que no dejarías de seguir tocando la puerta o de encontrar una forma


de entrar en caso de que no te respondiera —dijo Damon ferozmente—. Así que
estoy respondiendo. Ahora vete.

Damon parecía destrozado. Nada podía quitar la elegancia de sus facciones,


pero eran tensas y estiradas, la piel sobre sus pómulos estaba blanca por la tensión.
Sus labios estaban pálidos, tenía los ojos inyectados de sangre oscura y el pelo
negro generalmente elegante estaba desordenado. Stefan hizo caso omiso de sus
palabras y se inclinó más cerca, tratando de hacer a su hermano encontrar su
mirada.

—Damon —dijo—. Encontré a la chica en el bosque anoche.


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Cualquier persona que no conociera tan bien a Damon como Stefan lo hacía
—por lo tanto cualquiera excepto Stefan— habría perdido la fracción de segundo de
inmovilidad antes de que el rostro de Damon fuera frío desdén.

—¿Has venido a darme un sermón, hermanito? —preguntó—. Me temo que


no tengo tiempo ahora, ¿pero tal vez otro día? ¿Un día de la semana que viene?
L.J. Smith Destiny Rising
Deslizó la mirada por Stefan, y luego desvió la mirada con desdén. Así de
sencillo, Stefan se sentía como un niño otra vez, de vuelta a casa todos esos siglos
atrás, y su osado, encantador, vil e irritante hermano mayor estaba poniéndolo en
su lugar.

—Ella todavía estaba viva —dijo Stefan firmemente—. La llevé a su casa. Está
bien.

Damon se encogió de hombros.

—¡Qué amable de tu parte! Siempre siendo el caballero perfecto.

La mano de Stefan salió disparada y agarró el brazo de Damon.

—Maldita sea, Damon —dijo, frustrado—, deja de jugar conmigo. Vine a


decirte que tienes que tener cuidado. Si hubieras matado a esa chica, eso te habría
pasado factura.

Damon parpadeó.

—¿Eso es todo? —preguntó, su voz en lo más mínimo menos hostil—.


¿Quieres que tenga cuidado? ¿No tienes una necesidad imperiosa de regañarme,
hermanito? ¿Amenazarme, tal vez?

Stefan suspiró y se dejó caer contra el marco de la puerta, su urgencia


evaporándose.

—¿Mi regaño te haría algún bien Damon? —preguntó—. ¿O amenazarte?


Nunca ha funcionado antes. Es sólo que no quiero que mates a nadie. Eres mi
hermano, y nos necesitamos el uno al otro.

El rostro de Damon se tensó de nuevo, y Stefan reconsideró sus palabras. A


veces hablar con Damon era como caminar por un campo minado.

—Te necesito, de todos modos —dijo—. Salvaste mi vida. Lo cual, en caso de


que no te hayas dado cuenta, lo has hecho mucho este año pasado.
Page
Damon se apoyó en el lado opuesto del marco de la puerta y estudió a Stefan,
su rostro pensativo, pero permaneció en silencio. Deseando saber lo que Damon
estaba pensando, Stefan envió un inquisitivo zarcillo de energía hacia su hermano,
tratando de captar su estado de ánimo, pero Damon simplemente adoptó un aire
despectivo, dejándolo afuera fácilmente.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan inclinó la cabeza y se masajeó el puente de la nariz con el pulgar y el
índice. ¿Siempre va a ser así, por los siglos próximos juntos?

—Mira —dijo—. Hay suficiente pasando con los otros vampiros en la escuela
sin ti empezando a cazar de nuevo. Ethan sigue vivo, y está planeando intentar
traer de vuelta a Klaus mañana por la noche.

El ceño de Damon se hizo más profundo por un momento, luego se suavizó.


Su cara podría haber estado tallada en piedra.

—No podemos detenerlo sin ti —continuó Stefan, con la boca seca.

Los ojos de Damon oscuros como la noche no revelaron nada y entonces le


dirigió su breve, sonrisa brillante.

—Lo siento —dijo—. No estoy interesado.

—¿Qué? —Stefan sintió como si le hubieran dado una patada en el estómago.


Había esperado la actitud defensiva y el sarcasmo de Damon. Pero después de que
Damon lo había salvado de Ethan, lo último que había esperado era indiferencia.

Damon se encogió de hombros, enderezando y ajustando su ropa,


cepillándose una imaginaria mota de polvo de la parte delantera de su camisa
negra.

—He tenido suficiente —dijo, su tono era casual—. Entrometerse en los


asuntos de tus mascotas humanas se ha vuelto aburrido para mí. Si Ethan trae a
Klaus, entonces puede tratar con él. Dudo que le vaya a ir bien.

—Klaus recordará que lo atacaste —dijo Stefan—. Él va a estar detrás de ti.

Arqueando una ceja, Damon sonrió de nuevo, una rápida y salvaje dejando al
descubierto sus blancos dientes.

—Dudo que seré su primera prioridad, hermanito —dijo.

Y era verdad, Stefan recordó. En esa horrible batalla pasada con Klaus, Page
Damon había apuñalado al Antiguo con ceniza blanca, impidiéndole asestar el
golpe final contra Stefan. Pero él no había sido el responsable de la muerte de
Klaus. Stefan había dirigido la lucha contra Klaus, había hecho todo lo posible para
matarlo. Pero, al final, había fallado, también. Fue Elena, llevando un ejército de
muertos contra el vampiro original, la que lo había matado.

—Elena —dijo Stefan desesperadamente—. Elena te necesita.


L.J. Smith Destiny Rising
Estaba seguro de que lo haría, esa armadura de Damon se rompería. Damon
siempre hacia lo necesario por Elena. Pero esta vez los labios de Damon se curvaron
en una mueca de desprecio.

—Estoy seguro de que puedes manejar las cosas —dijo suavemente, su voz
crispada—. El bienestar de Elena es tu responsabilidad ahora, no la mía.

—Damon…

—No. —Damon levantó una mano de advertencia—. Te lo dije. Ya he


terminado. —Y con un rápido movimiento, cerró la puerta en la cara de Stefan.

Stefan apoyó la frente contra la puerta, sintiéndose derrotado.

—Damon —dijo de nuevo. Sabía que Damon podía oírlo, pero sólo había
silencio desde el interior del apartamento. Lentamente, se apartó de la puerta. Sería
mejor no empujar Damon, no cuando él estaba en este estado de ánimo.

En este estado de ánimo, Damon podría hacer cualquier cosa.

***

—Estoy tan contento que hayas venido a verme, Elena —dijo el profesor
Campbell—. Estaba preocupado por ti después de… —miró a su alrededor de
manera subrepticia y bajó la voz, aunque estaban solos en su oficina— nuestra
última conversación. —La miró con cautela, por lo general su rostro inquisitivo y
pagado de sí mismo estaba nublado con incertidumbres.

—Siento salir corriendo de esa manera, James —le dijo Elena, mirando hacia
abajo a la taza de café dulce y lechosa que le había dado—. Es sólo… cuando me
dijiste que yo era un Guardián y la verdad sobre lo que pasó con mis padres,
necesitaba un poco de tiempo para pensar. El último verano, conocí a algunos
guardianes. Ellos eran poderosos, pero muy inhumanos.

Todavía no podía aceptar que se suponía que debía ser como ellos. Toda la
idea era tan grande y terrible que su mente no dejaba de apartarla, centrándose en Page
su lugar en las sólidas e inmediatas preocupaciones, como los vampiros en el
campus.

Las manos de Elena temblaron un poco, formando un remolino en el café.


Con mucho cuidado, estabilizó su tasa.

James le dio unas palmaditas en el hombro, suavemente.


L.J. Smith Destiny Rising
—Bueno, he estado haciendo algunas investigaciones, y creo que tengo una
buena noticia —dijo él.

—Me vendría bien una buena noticia —dijo en voz baja, casi suplicante—.
Realmente no entiendo lo que sería un guardián humano. ¿Sería diferente de un
Guardián Celestial?

James sonrió por primera vez desde que ella había entrado a su despacho.

—Después de que hablamos —dijo—, me puse en contacto con todos mis


antiguos colegas que han estudiado mitología o magia, cualquier persona que
pensé que podría saber algo sobre los Guardianes.

Ahora que tenía información para impartir, James perdió su vacilación y


pareció crecer, sus hombros estaban relajándose mientras enganchaba los pulgares
en el chaleco de su traje.

—Cuenta la leyenda —dijo, con la voz adquiriendo el tono de conferencias—,


que los Guardianes humanos son raros, pero siempre hay dos o tres en el mundo.
En general, sus padres son reclutados de la misma manera que los Guardianes
reclutaron a tus padres, y luego los niños son entregados a los Guardianes para ser
entrenados al entrar en la adolescencia.

Elena cerró los ojos por un momento e hizo una mueca. No podía imaginar ser
entregada a los Guardianes y perder su vida humana tan joven. Pero si hubiera
sido entregada, su madre y su padre todavía estarían vivos.

—Cuando los Guardianes humanos alcanzan los primeros años de la edad


adulta —cerca de tu edad, Elena —continuó James—, son colocados donde hay
zonas de altas concentraciones de líneas ley y, por lo tanto, grandes cantidades de
actividad sobrenatural.

—Como aquí —dijo Elena—. Y Fell’s Church.

James asintió con la cabeza.


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—La evidencia demuestra muy firmemente que los Guardianes reclutan a los
futuros padres de los lugares donde hay muchas líneas ley —dijo—. Así los
Guardianes humanos pueden permanecer cerca de sus hogares.

—¿Pero para que son los guardianes humanos? —preguntó Elena—. ¿Qué se
supone que debo hacer? —Ella se dio cuenta de que estaba agarrando su tasa con
L.J. Smith Destiny Rising
tanta fuerza que podría romperlo, por lo que lo puso sobre el escritorio de James y
se aferró a los brazos de su silla.

—El papel de los Guardianes humanos es proteger a los inocentes de lo


sobrenatural en Tierra —dijo James—. Ellos mantienen el equilibrio. Y parece que
los Guardianes desarrollan poderes diferentes en función de lo que se necesita
donde viven. Así que no vamos a saber cuáles son tus poderes exactos hasta que
comiencen a formarse.

—Proteger a los inocentes, lo puedo manejar —dijo Elena. Le dio a James una
sonrisa temblorosa. No estaba muy segura acerca de "mantener el equilibrio‖. En
su opinión, los Guardianes de la Corte Celestial habían estado tan obsesionados
con el equilibrio y el orden en que se habían olvidado sobre los inocentes. O tal vez
los inocentes eran sólo la preocupación de los Guardianes en la Tierra. Pero si eso
fuera cierto, ¿no se habría preocupado alguien por sus padres?

James le devolvió la sonrisa.

—Eso fue lo que pensé. Y… —dijo, con aire de tener guardado lo mejor para el
final dijo—: mi colega ha localizado a uno de los otros Guardianes en la Tierra. —
Sacó una hoja de una carpeta sobre su escritorio y se la pasó.

Era una copia impresa de una fotografía a color, un poco granulosa. En ella,
un hombre de cabello oscuro, tal vez un año o dos mayor que Elena, sonreía a la
cámara. Sus ojos castaños estaban entrecerrados en el resplandor del sol y sus
dientes eran de un blanco brillante contra su piel bronceada.

—Su nombre es Andrés Montes, y él es un Guardián humano que vive en


Costa Rica. Mis fuentes no tenían una gran cantidad de información personal sobre
él, pero van a tratar de comunicarse con él. Espero que esté dispuesto a venir a
Dalcrest para enseñarte lo que sabe. —James vaciló, y luego agregó—: Si bien,
como un Guardián, me imagino que probablemente ya sabe todo sobre ti.

Elena trazó la cara de Andrés en la imagen. ¿Quería conocer a otro Guardián?


Sin embargo, esos ojos oscuros parecían amables. Page
—Sería bueno hablar con alguien que me dijera qué esperar —le dijo a James,
mirando hacia arriba—. Gracias por encontrarlo.

James asintió con la cabeza.

—Te haré saber tan pronto como pueda traerlo aquí —dijo.
L.J. Smith Destiny Rising
A pesar de la noticia de que había alguien más ahí fuera como ella, alguien
que podría entender, el estómago le dio un vuelco y Elena sintió como si estuviera
cayendo en espiral hacia algo profundo, oscuro y desconocido. ¿Podría Andrés ser
capaz de decirle lo que necesitaba saber? ¿Seguiría siendo Elena una vez que su
destino la alcanzara?

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 6
Traducido por Xiime~
Corregido por Violet~

S
tefan, Elena y cinco hombres lobo observaban alertas desde
una colina con vista al oscurecido refugio de los Vitale. Estaban
esperando alguna señal que indicara que la parte del plan de
Meredith y su grupo estaba funcionando, y que esos vampiros
Vitale estaban siendo conducidos a través de sus túneles secretos y
al interior de la casa.

Cuando le consultaron por teléfono, Alaric sugirió que los vampiros Vitale
harían el ritual de la resurrección a la medianoche en medio del equinoccio, por lo
que Stefan y Meredith decidieron estar en la ofensiva antes de la puesta del sol,
cuando los vampiros estarían bajo tierra, esquivando la luz del día. Ahora la luz
del atardecer se reflejaba en las ventanas del refugio, ocultando cualquier
movimiento interior de la vista.

Uno de los compañeros de la manada de Zander, Chad, un gran químico,


había sido fundamental en la fabricación del gas con la verbena del escondite
secreto de Meredith y los artefactos disparadores que lo esparcirían en los túneles.
En algún lugar bajo sus pies, pensó Stefan, Meredith y su grupo —Matt, Zander,
más tres hombres lobo— estaban colocando contenedor tras contenedor de gas,
Page
bloqueando una vía de escape tras otra hasta que los vampiros no tuvieran ningún
lugar donde ir excepto la casa. Bonnie, protegida por otro miembro de la manada
de Zander, estaba en la librería, trabajando en sus hechizos y encantamientos para
evitar que los vampiros subieran a través de ese túnel. Stefan se movió inquieto,
deseando estar con los otros bajo tierra. Podía oír explosiones distantes por debajo,
aunque solamente alguien con oído de vampiro podría hacerlo. A su lado, Chad se
agitó, y Stefan corrigió su pensamiento: oído de vampiro, o de hombre lobo.
L.J. Smith Destiny Rising
Chad, como Zander, era uno de los hombres lobo que podía cambiar de forma
sin la influencia de la luna. Era un lobo ahora, dando vueltas silenciosamente
alrededor de Stefan y Elena, con los ojos en la casa. Olfateó suavemente y se sentó,
con sus orejas crispándose hacia atrás.

—Chad dice que el gas de verbena ya debería haber llenado los túneles. —dijo
otro de los hombres lobo, este en forma humana, traduciendo el idioma lobo—.
Deberíamos ver algo pronto.

Elena se movió más cerca de Stefan y compartieron una mirada. Era raro ver a
la manada trabajando: cambiaban de un grupo de chicos torpes forcejeando y
maldiciendo, en un serio y competente equipo. Cada uno de los hombres lobo en
forma de lobo estaba alerta y activo, sus elegantes y poderosamente musculosos
cuerpos claramente sintonizados con cualquier sonido o esencia yendo hacia ellos.
Y los hombres lobo, en forma humana, eran rápidos para reaccionar a cualquier
movimiento de sus hermanos lobo, actuando como si hubiera una constante, pero
silenciosa comunicación entre la manada.

Quizás eso era cierto. Stefan no lo sabía, pero creía que ser un hombre lobo era
probablemente menos solitario que ser un vampiro. Si tienes una manada.

Chad se alzó en sus pies, el pelaje de su espalda erizado, sus orejas paradas.

—Están dentro. —dijo uno de los hombre lobo en forma humana, Stefan
pensaba que su nombre era Daniel, asintió. Había oído la trampilla del sótano de la
casa abrirse, también, y el sonido de Meredith, Matt y la otra mitad de la manada
saliendo de los túneles. Si las bombas de verbena habían funcionado, los vampiros
deberían haber sido conducidos a la casa frente a ellos.

—Vamos. —dijo Stefan. Zander había ordenado a la manada permanecer con


Stefan en esta misión, y se alinearon detrás de él sin quejas, los humanos hombro a
hombro, los lobos detrás de ellos.

Elena asintió en respuesta a la mirada interrogante de Stefan: él debería


apresurarse y dejarla. Meredith y los otros estaban caminando hacia una pelea, y él Page
debería estar con ellos. Stefan se alejó, con lo que sentía como un fuerte dolor físico
—ella había estado en peligro tan a menudo— pero sabía que la oiría si lo
necesitaba.

Stefan canalizó su Poder y comenzó a correr. Los hombres lobo se


mantuvieron junto a él fácilmente, hombres y lobos extrañamente parecidos con
sus largos y rápidos pasos. Su Poder, tan incomprensiblemente diferente al suyo,
L.J. Smith Destiny Rising
era fuerte y centrado. Su estallido, vivo, salvaje y puro, se envolvía alrededor de
Stefan. Era estimulante.

Se detuvieron al poco tiempo en el claro delante del refugio de la Sociedad


Vitale, aislado en el bosque cercano al campus. Algo estaba mal.

Chad ladeó su cabeza y gimoteó suavemente. Los otros lobos lo captaron


también, dos de ellos caminando frente a la casa.

—Dicen que los vampiros no están aquí —Reportó Daniel.

Stefan ya se había dado cuenta. Escuchando atentamente, podía oír pasos y


maldiciones amortiguadas mientras Meredith y su grupo caminaban por la casa.
Pero nada más. Más que eso, el Poder de Stefan debería haber sido capaz de captar
un grupo de vampiros tan grande como los Vitale.

—Vamos —dijo Stefan, yendo hacia la puerta principal. Fue capaz de romper
el cerrojo con un rápido movimiento de su muñeca, y entró fácilmente, ningún
humano había vivido aquí por mucho tiempo. El olor de la verbena alzándose
desde la entrada del túnel en el sótano nubló su mente por un momento, pero se lo
sacudió.

—Somos nosotros —gritó suavemente mientras los pies de sus amigos


dudaban escaleras arriba, y uno de los lobos curvó un largo labio como si se
estuviera riendo de él. Ellos, por supuesto, no tenían necesidad de avisar a los
otros; sus compañeros de manada siempre sabían exactamente donde se
encontraban.

Todo el grupo desfiló escaleras arriba para encontrarse con los otros,
apiñándose en el angosto vestíbulo de lo que probablemente había sido alguna vez
una cabaña de caza. Zander, quien se había transformado en un increíblemente
hermoso lobo, todo blanco con los mismos ojos azul cielo que tenía como humano,
gruñó casi silenciosamente, y su manada se movió más cerca de él mientras Stefan
iba hacia Meredith y Matt.
Page
—Los túneles estaban vacíos cuando los atravesamos —dijo Meredith
sombríamente—. O tenían otras salidas que no conocíamos, o no estaban ahí
cuando pusimos el gas.

—¿Crees que están todos fuera cazando? —Preguntó Matt, con ojos grandes y
preocupados.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan sacudió su cabeza.

—Incluso con sus pines protegiéndolos del sol, no cazarían durante el día. La
luz del sol es muy cansadora para los vampiros nuevos —dijo rotundamente—.
Llegamos demasiado tarde. Deben de haberse ido para comenzar el hechizo de
resurrección. Quizás lo harán a la salida de la luna en vez de a la medianoche.

Frustrado, se dio la vuelta y estrelló sus puños contra la pared, dejando una
larga grieta corriendo a través del revoque.

Hubo un breve sonido de un sobresalto en algún lugar del otro lado de la


ahora agrietada pared. Las cabezas de todos los lobos se levantaron al mismo
tiempo, y Stefan se tensó junto con ellos.

—Hay alguien ahí —Tradujo Daniel—. Zander dice que ella está en la
habitación al fondo del vestíbulo.

Ella. No Ethan, sino uno de sus seguidores.

Stefan encabezó silenciosamente la marcha hacia la puerta, con Zander


caminando a su lado, Meredith justo detrás de él con su bastón preparado. Era
consciente de Matt y del resto de la manada, tensos y alertas, quedándose atrás
para darles espacio.

Con una repentina y brutal patada, Stefan atravesó el umbral, alzando sus
brazos como para defenderse de un ataque.

Al fondo de la habitación, una chica con pelo ondulado se encogió, sus brazos
alzados para proteger su cara, sus ojos abiertos con miedo. Se veía tan vulnerable
que Stefan dudó por un momento, incluso aunque supo inmediatamente qué era.

Meredith pasó por su lado y sostuvo su bastón en el pecho de la chica, justo


sobre su corazón.

—¡No! —gritó Matt desde la puerta, pasando a través de la multitud de


hombres lobo—. Paren, chicos. Page
Atravesó la habitación y se detuvo frente a la chica. Ella bajo sus brazos.

—¿Matt? —Susurró.

—Oh, Chloe —dijo Matt tristemente. Alzó una mano hacia ella pero dudó
antes de hacer contacto, su mano levantada en el aire.
L.J. Smith Destiny Rising
La amiga de Matt, Chloe, recordó Stefan. Chloe, la primera chica que Matt
parecía importarle desde que había salido con Elena, desde que Stefan lo conocía.

La mano de Matt cayó a su lado otra vez y Stefan se preguntó si Matt estaría
recordando la cruel asesina en que su amiga Beth se había convertido, si ya se
estaría resignando al destino de Chloe.

—¿Dónde están los otros vampiros? —Preguntó Meredith fríamente,


presionando el bastón contra el pecho de la otra chica.

—Se han ido al bosque —dijo Chloe con una pequeña y aterrorizada voz—.
Van a hacer el hechizo de resurrección allí.

Stefan sacudió la cabeza.

—Ethan no puede hacer el hechizo de resurrección sin la sangre de Damon —


dijo, oyendo el casi suplicante tono en su propia voz.

Chloe medio se encogió de hombros, mirando hacia atrás y adelante entre él y


los demás.

—No lo sé —dijo impotentemente—. Dijo que tenía todo lo que necesitaba.

Ethan había cortado a Damon durante la pelea. Era posible que se las hubiera
arreglado para recolectar algo de sangre, o encontrar suficiente después de la
batalla, para lo que necesitaba. Stefan tragó, con la boca repentinamente seca.

—¿Por qué no estás con ellos? —Preguntó Meredith.

—No quería ir —dijo la chica, con la voz temblorosa. Su mirada se posó en


Matt, y frunció el ceño ansiosamente, como si fuera importante que Matt la
entendiera—. Siento como… con una parte de mí siento que Ethan es el centro del
universo, pero con mi mente, sé qué es terrible. Estoy intentando combatirlo. No
quiero lastimar a nadie. —Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y Matt apretó su
mandíbula, luciendo triste e incierto.

—Estás intentando de luchar contra el lazo —dijo Stefan gentilmente—. Es Page


difícil, pero se puede hacer. Y tu obligación hacia Ethan desaparecerá con el
tiempo. Puedes rechazar esta vida si realmente quieres hacerlo.

—Quiero hacerlo —dijo Chloe desesperadamente—. Por favor. ¿Pueden


ayudarme?

Stefan comenzó a hablar, pero Matt lo interrumpió.


L.J. Smith Destiny Rising
—Para —dijo otra vez—. Stefan, Beth dijo lo mismo, que no quería lastimar a
nadie más, que necesitaba ayuda. Pero estaba mintiendo.

Zander, rápido y silencioso, se adelantó. Acercándose a Chloe lentamente,


olisqueó sus manos. Se alzó en sus patas traseras, ubicando las delanteras en los
hombros de Chloe. Ésta se encogió, pero él olisqueó su cara despreocupadamente
y, por un largo rato, se quedó mirando directamente a sus ojos.

—¿Está diciendo la verdad? —Preguntó Meredith.

El enorme lobo blanco se dejó caer a sus patas traseras otra vez y se alejó,
mirando a los miembros en forma humana de la manada.

—Dice que está siendo honesta —Reportó Daniel—, pero que está débil.
Pelear contra su naturaleza es casi demasiado para ella.

Chloe sollozó, un áspero y desesperanzado sonido.

Meredith, todavía en posición con su bastón, lista para matar, alzó una ceja
interrogante a Stefan, indecisa. Matt se volvió hacia él, también, con los ojos
brillando en ansiosa esperanza. Todos lo miraban, se dio cuenta, para tomar la
decisión.

—Te ayudaremos —dijo lentamente—, pero primero necesitarás ayudarnos a


nosotros.

Matt dejó salir el aire con alivio y cerró la distancia entre él y Chloe. Ésta se
acercó a él con gratitud pero asintió a Stefan, con lágrimas corriendo por su cara.

—Si quieren parar a Ethan —dijo—, tendremos que apurarnos.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 7
Traducido por krispipe
Corregido por Mewhiine

C
uando Elena y los demás entraron en el bosque, el sol se estaba
poniendo. Ella había alcanzado a sus amigos mientras salían de casa y
Stefan, en voz baja, la había puesto al corriente de los que había
sucedido mientras seguían a Chloe. Anduvieron por los oscuros bosques por lo
que pareció mucho tiempo, todos ellos tensos y en silencio.

Ramas golpeaban a Elena en la cara y deseó tener la visión nocturna de un


vampiro o un hombre lobo, o los afinados instintos de cazadora de Meredith.
Incluso Matt, pisoteando a lo largo estoicamente a su lado, con los ojos fijos en
Chloe por delante, parecía estar tropezando en menos cosas que Elena.

Estaba a punto de desear que sus Poderes de Guardián empezaran a hacer


efecto; esto era probablemente el tipo de cosas para las que no serían buenos, sin
importar que tuviera Poderes o no.

Finalmente, una franja de parpadeante luz naranja apareció en la distancia, y


se dirigieron hacia ella en silencio. Elena estaba trotando, respirando con
dificultad. Al menos ahora Stefan y la Manada habían desacelerado su ritmo para
acomodarlo al de Meredith y Matt, ella apenas conseguía mantenerse al día con el Page
grupo.

A medida que se acercaban, se dio cuenta de que la luz parpadeante era de


una hoguera. Los lobos delante de ella irguieron las orejas. Entonces, de repente,
ellos y Stefan estaban corriendo, largos avances devorando la distancia y dejando a
los humanos detrás. Chloe se arrastró unos pasos detrás de ellos.
L.J. Smith Destiny Rising
Las fuertes manos de Meredith y Matt se cerraron sobre los brazos de Elena y
la arrastraron entre ellos, corriendo detrás de los demás. Ella tropezó, un dolor
agudo se balanceó en su costado, pero se levantó y siguió moviéndose.

Un momento después, pudo oír lo que Stefan y la Manada habían oído. Un


fuerte cántico de muchas voces parecía palpitar y resonar a través de la cabeza de
Elena. Por encima del murmullo se levantó una sola voz, gritando fuertemente.

No sabía en qué idioma hablaban, aunque sonaba antiguo y gutural. No era


latín, pensó, pero podría haber sido griego o nórdico antiguo o algo mucho más
antiguo, desde los primeros días del mundo. Sumerio, pensó salvajemente. Inca.
¿Quién sabía?

A medida que irrumpía en el claro, sus ojos escocían por el humo y la luz del
fuego, y al principio lo único que vio fue una confusión de formas retorciéndose
contra la luz. Cuando sus ojos se adaptaron, vio a Ethan, aún pareciendo
incongruentemente como el universitario pijo que no había sido desde hace mucho
tiempo, liderando el canto. Su frente estaba ligeramente arrugada en
concentración, y alzó una copa llena de sangre espesa y oscura como si fuera nada
más que vino.

¿Por qué no se lo impiden? Pensó Elena, y entonces los cuerpos borrosos ante
ella se enfocaron.

Stefan, brutalmente gracioso, estaba rasgando la garganta de un vampiro alto


y ligeramente encorvado. Elena lo reconoció vagamente como alguien que había
visto en el campus antes de que las promesas de la Sociedad Vitale los hubieran
convertido a todos en vampiros. Cerca de allí, los hombres lobos luchaban,
también, los lobos acompañando y protegiendo a los humanos mientras se
enfrentaban juntos, cada uno perfectamente en sintonía con las posiciones de los
demás. Los vampiros que no estaban actualmente enzarzados en la batalla habían
formado un círculo alrededor de Ethan, bloqueándolo del ataque mientras
continuaba con su ritual.

Meredith se lanzó a la lucha, la plata del final de su bastón parpadeando en la


Page
luz del fuego. Elena y Matt, demasiado conscientes de su falta de Poder
sobrenatural, se quedaron atrás en el borde del claro. Chloe estaba a cierta
distancia de ellos, con los ojos fijos en la batalla. Se mordía el labio, sus brazos
alrededor de ella, y Elena sintió una aguda punzada de simpatía por ella: recordó
los deseos ansiosos de ser un nuevo vampiro, y la forma en que cada movimiento
L.J. Smith Destiny Rising
del vampiro que te engendró parecía llamarte. Debía ser una agonía para Chloe
evitar arrojarse a la pelea.

Matt estaba mirando a Chloe, su frente arrugada por la preocupación, pero


mantuvo la distancia, llevándose a sí mismo a proteger a Elena de Chloe así como
de los otros vampiros Vitale. Él debe recordar lo volátil que un nuevo vampiro puede ser,
también. Elena apretó su brazo agradecido. Una vez más, pensó: Si tengo que ser una
Guardián de todos modos, ahora sería un buen momento para recibir algunos Poderes.

Trató de sentir si algo podría estar cambiando en su interior, sintiendo como


si estuviera sondeando un diente flojo con la lengua, pero no se sentía diferente.
No había sentimiento de despliegue emocional dentro de ella, como lo había
sentido durante el breve período después de su resurrección, cuando había sido
desarrollada con los misteriosos y peligrosos Poderes de Alas.

Sólo mortal, todos los día Elena, sin forma de ayudar ahora.

Mientras miraba, un vampiro agarró los costados de un enorme lobo


blando—Zander—y con gran agilidad y fuerza, lo arrojó a un lado. El cuerpo del
lobo golpeó fuertemente el suelo cerca del borde del claro y se quedó inmóvil. El
corazón de Elena se congeló. Oh, no, pensó, dando un paso adelante
involuntariamente, pero Matt la retuvo. Oh, Bonnie. El lobo se quedó inmóvil por
un momento, y Elena no podía ver si estaba respirando. Entonces, lentamente, se
puso de pie, sus costados agitados. No había rastros de sangre y barro en su pelaje
blanco puro. Zander vaciló sobre sus pies, y luego pareció encontrar el equilibrio y,
gruñendo, se lanzó de nuevo a la pelea. Con una carga repentina, trajo a un
vampiro de rodillas y Daniel, estaca en mano, lo remató con un golpe rápido.
Cuando Elena había llegado al claro, los combatientes parecían igualados, y no
había manera de romper el muro de los vampiros para detener a Ethan mientras
realizaba el ritual. Pero Meredith había ido girando como un derviche, su arma
volando, y la marea de la batalla fue lenta pero claramente decisiva.

Meredith y Stefan intercambiaron una mirada y ella empezó a abrirse camino


más cerca del fuego, moviéndose constantemente hacia Ethan mientras ladeó el Page
bastón para alcanzar un vampiro, llevándolo a la tierra. Los ojos de Elena apenas
podían seguirla mientras desvainaba un cuchillo de caza de su costado y, con un
golpe vicioso de la hoja, cortó su cabeza. El cuerpo cayó hacia atrás, y de pronto un
camino se abrió paso entre la multitud entre Stefan y Ethan.

Stefan apartó el vampiro con el que había estado luchando y dio un gran salto
sobre la cabeza de Meredith, aterrizando de pie delante de Ethan.
L.J. Smith Destiny Rising
El canto tartamudeó a su fin. Stefan se acercó y envolvió su mano alrededor
de la garganta de Ethan justo sobre la tráquea, apretando y estrujando. El vampiro
más joven se atragantó y musitó sin palabras, sus manos desesperadamente
escarbando en Stefan.

Llegando abajo con la mano que no sostenía a Ethan por el cuello, Stefan
tanteó a su lado y sacó una estaca. Los ojos dorados de Ethan se abrieron cuando
Stefan apretó la estaca contra su pecho. Elena oyó gemir ligeramente a Chloe, pero
la chica vampiro no se movió.

Adiós, Ethan , dijo Stefan. Su voz era tranquila y práctica, sin enojar, pero
Elena lo oyó, y lo mismo hicieron los demás. Todo el mundo había detenido sus
luchas, sus brazos luchando contra sí, los ojos se volvieron hacia Stefan y Ethan.
Era como si todos estuvieran conteniendo la respiración. A continuación, los
vampiros comenzaron a gruñir y gritar, luchando por llegar al vampiro que los
engendró. Pero los lobos se movieron más rápido de lo que Elena podía haber
imaginado, inundando el círculo en torno a Ethan y Stefan, manteniendo atrás a los
nuevos vampiros. Elena dio un largo y aliviado suspiro. Stefan había llegado a
tiempo. Lo peor no sucedería.

Klaus, el loco, el vampiro Original, permanecería muerto.

Ethan miró a Stefan, pero sus labios se curvaron lentamente hacia arriba en
una terrible sonrisa.

Demasiado tarde, articuló en silencio, y la copa en su mano cayó hacia atrás.


Rica, roja sangre se derramó en el fuego.

Tan pronto como la sangre tocó el fuego, estalló en altas llamas azules. Elena
se encogió y se protegió los ojos de la repentina explosión de luz. A su alrededor,
los otros se encogieron, vampiros, humanos, y hombres lobos por igual.

Las llamas y el claro se llenaron de humo. Elena estaba temblando, tosiendo,


sus ojos aguándose, y podía sentir los jadeos y estremecimientos de Matt a su lado.
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Cuando el humo empezó a despejarse, un hombre alto, de piel dorada cobró
forma y salió de las llamas. Elena lo conocía. Pensó, como la primera vez que lo
había visto, que se veía como el diablo, si el diablo fuera guapo.

Estaba desnudo al salir del fuego, su cuerpo esbelto y musculoso, y sostenía


su cabeza con orgullo. Tenía el pelo blanco y los ojos azules. Su sonrisa era alegre y
loca, y cada movimiento ofrecía la promesa de destrucción.
L.J. Smith Destiny Rising
Un relámpago agrietó sobre sus cabezas, y él echó hacia atrás la cabeza y rió
con lo que sonaba como puro placer malévolo.

Klaus se había levantado.

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L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 8
Traducido por laurasoto
Corregido por Emi_93

E
lena no podía moverse. Se sentía entumecida, sus extremidades
pesadas y congeladas. Su corazón latía cada vez más rápido, el flujo
de sangre tronando en sus oídos, pero se quedó quieta.
Después del incendio, Klaus se estiró y sonrió, sosteniendo sus
manos en frente de él. Él admiró sus largos dedos y antebrazos fuertes. -Sin
marcas-, dijo. Habló en voz baja, pero sus palabras resonaron a través del claro. -
Estoy entero de nuevo-. Él inclinó la cabeza hacia atrás para ver la alta luna
creciente arriba de él y su sonrisa se ensanchó. -Y de vuelta en casa- dijo.

Ethan zafó del agarre de Stefan, aflojado por el estado de shock de éste, y se
dejó caer de rodillas. -Klaus-, dijo con adoración. Klaus bajó la mirada hacia él con
una especie de indiferente curiosidad. Ethan abrió la boca para decir algo más, su
rostro extasiado, pero antes de que pudiera hacerlo, Klaus se acercó, puso sus
manos fuertes y elegantes alrededor de la mandíbula de Ethan, y tiró.

Con un ruido terrible, los tendones se rasgaron, la cabeza de Ethan se


desprendió de su cuello como un tapón de un frasco. Su cuerpo se desplomó sin
vida a un lado. Klaus levantó la cabeza de Ethan y la sostuvo sobre su cabeza Page
mientras la sangre corría por sus brazos. Alrededor de él, los seguidores de Ethan
se estremecieron de miedo, pero ninguno de ellos se movió. Cerca de Elena, Chloe
se quedó sin aliento.

Stefan, con la cara salpicada de la sangre de Ethan, estaba mirando con atención a
Klaus, moviendo su cuerpo para encontrar una buena posición para atacar.
L.J. Smith Destiny Rising

―No‖, pensó Elena, asustada, no estando dispuesta a dar la espalda a Stefan.


No había olvidado lo fuerte que era Klaus. Como si hubiera oído sus
pensamientos, Stefan retrocedió un poco, lanzando una mirada de alerta a sus
tropas reunidas, todos mirando a Klaus con horror. Klaus miró a la cara de Ethan
por un momento, y luego tiró la cabeza a un lado. Llevando su mano derecha a la
boca, se lamió la sangre de Ethan cuidadosamente con una larga lengua rosa, y
Elena se volvió, incómoda. Verlo matar a Ethan tan casualmente había sido
bastante horrible, pero había algo obsceno en el irreflexible placer sensual con que
él tomó los riachuelos de sangre.

-Delicioso-, dijo Klaus, su luz voz. -Me gusta el sabor del vampiro antiguo,
pero él todavía era joven y fresco. Su sangre era todavía dulce-. Miró
tranquilamente alrededor del claro. -¿Quién es el siguiente?- preguntó.
Entonces, con el claro iluminado por el fuego, con los ojos fijos en Elena, su cabeza
se elevó, como un la de un perro que coge un olor; su rostro cambio de la
indiferencia al estado de alerta.

Elena tenía indigestión, la garganta seca, su corazón latía como un pájaro


pequeño, frenético, atrapado en su pecho. Sus ojos eran azules, pero no el tipo de
azul de Matt o de Zander, como el cielo azul. Los ojos Klaus eran como hielo fino
sobre el agua oscura.

-Tú- le dijo Klaus, casi con suavidad. -He querido volver a verte-, sonrió y
abrió las manos. -Y aquí estás, en mi renacimiento, para darme la bienvenida. Ven
aquí.

Elena no quería moverse, pero se tambaleó hacia delante, hacia Klaus, de


todos modos, arrastrando los pies contra su voluntad, como si estuvieran siendo
operados por otra persona.

Oyó un susurro aterrado de Matt detrás de ella –Elena-, dijo él, y la agarró del Page
brazo, frenándola. No hubo tiempo para darle las gracias, sin embargo. Klaus fue
estrechando el espacio entre ambos. -Si me matas ahora…- le dijo a ella, su tono
tan íntimo como el de un amante. -Será mejor que no hagas aparecer tu ejército de
fantasmas furiosos a tu alrededor esta vez, Elena. Yo podría acabarte en cuestión
de segundos.
L.J. Smith Destiny Rising
-No-Stefan dio un paso adelante, con el rostro duro y desafiante.
Meredith se acercó a él y se quedaron hombro con hombro, mirando a Klaus.
Detrás de ellos, Zander y su manada, tanto lobos como humanos, permanecieron
entre Elena y Klaus.

Zander estaba mirando a Klaus, con los ojos muy abiertos, con los pelos de
punta levantado y tembloroso. Poco a poco, sus labios se tensaron sobre sus
dientes, y el hombre lobo gruñó. Klaus miró a todos levemente sorprendido, luego
se rió con diversión genuina. -Cuanta devoción inspiradora, ¿verdad, chica?-, le
preguntó Elena a través de la multitud. -Tal vez tú tienes algo del espíritu de mi
Katherine después de todo-. Con un movimiento suave, él se adelantó y cogió a
Stefan por la garganta, luego lo arrojó a un lado tan fácilmente como podría haber
arrojado un espantapájaros. Elena gritó cuando Stefan cayó con un ruido sordo en
el otro lado del claro y se quedó quieto.
Meredith, preparada y lista, al instante movió su bastón hacia la cabeza de
Klaus. Éste adelantó una mano y agarró el bastón en el aire, arrancándolo de las
manos de Meredith sin siquiera mirarla. Arrojó el bastón a un lado con tanta
naturalidad como había arrojado al cuerpo de Stefan y se metió rápidamente entre
la multitud, apartando a la manada de Zander y los vampiros de Ethan a un lado
con una eficiencia brutal, indiferente.

En el otro lado del fuego, Stefan se levantó. Pero Elena sabía que, incluso con su
velocidad vampírica, él no sería capaz de llegar a Klaus antes de éste llegara a
Elena. Antes de que pudiera parpadear, Klaus estaba de pie directamente delante
de ella. Le inclinó la cabeza hacia atrás, girando su cara hacia él, obligándola a
mirarlo a los ojos de hielo, riendo. -Te debo una muerte, una bonita- dijo,
sonriendo. Elena pudo sentir a la temblorosa Chloe a su lado y la mano de Matt en
el brazo, frío de miedo, pero aún así firme. -Déjala en paz- dijo Matt, y Elena lo
conocía lo suficiente para saber lo duro que le estaba resultando mantener la voz
sin temblores. Klaus no le hizo caso, con los ojos fijos en Elena. Se miraron el uno al
otro, y Elena trató de hacer sus propios ojos tan desafiantes como fuera posible. Si
Klaus iba a matarla ahora, ella no se iría llorando y pidiendo clemencia. No lo Page
haría. Se mordió el interior de la mejilla, tratando de concentrarse en el dolor físico
en lugar de su miedo.

Stefan se acercó de repente, tiro del brazo de Klaus con todas sus fuerzas, pero
no hizo ninguna diferencia. La mano de Klaus era tan firme en su mandíbula como
siempre, con los ojos constantemente en los de ella.
L.J. Smith Destiny Rising

El momento pareció extenderse años.


Una nueva locura, más caliente de lo que Elena había visto antes, floreció en los
ojos de Klaus. -Voy a matarte- dijo, casi con cariño, apretando su cara entre sus
dedos a fin de que Elena hiciera un involuntario gemido de dolor y de protesta. -
Pero todavía no. Quiero que esperes por mí, que pienses que voy a por ti. No sé
cuándo, pero lo haré y será pronto-. Rápida, sorprendentemente, la atrajo hacia él y
le dio un beso suave y frío en la boca. Su aliento era asqueroso, y el sabor de la
sangre de Ethan en sus labios la hizo vomitar. Finalmente, abrió la mano y la soltó.
Elena se tambaleó hacia atrás varios pasos, limpiándose la boca con furia. -Voy a
verte de nuevo, dentro de poco- dijo Klaus, y luego se fue, más rápido de lo que los
ojos de Elena podían seguirlo.
Matt atrapó a Elena antes de que pudiera caer. Un momento después, los fuertes
brazos de Stefan la rodearon, y Matt la dejó ir.

Todo el mundo estaba parpadeando y aturdido, como si la salida de Klaus


hubiera dejado un vacío.

Los vampiros Vitale se miraban unos a otros con incertidumbre y, antes de


que Meredith y el resto pudieran recuperarse lo suficiente como para empezar a
luchar de nuevo, los vampiros se fueron, huyendo desorganizadamente. Meredith
cogió la estaca de su cinturón, pero ya era demasiado tarde. Frunciendo el ceño,
cruzó el claro en silencio para recoger su pentagrama, dándole vueltas entre sus
manos para comprobar si había daños.
Zander, con el pelo desaliñado y sangriento a causa de la lucha, bajó la cabeza, y el
resto de su manada lo rodeó, con inquietud. Uno de los otros lobos lamió
rápidamente su herida, y Zander se apoyó en él.

Chloe no había desaparecido con los otros vampiros. En cambio, ella estaba
junto a Matt, mordiéndose los labios, mirando al suelo. Después de un momento,
Matt puso su brazo con cuidado a su alrededor y Chloe se acurrucó a su lado.
Page
Elena suspiró con cansancio y dejó caer la cabeza sobre el hombro de Stefan.
Todavía podía sentir el vil beso con gusto de Klaus, y las lágrimas le escocían los
ojos.

Ethan estaba muerto, pero nada había cambiado. La lucha apenas comenzaba.
L.J. Smith Destiny Rising
En un árbol alto sobre el claro, un cuervo negro grande agitaba sus plumas,
mirando el campo de batalla debajo de él. Había visto la lucha críticamente,
pensando que había cosas que habría hecho de otra manera, de forma más
agresiva. Pero él no quería ser visto, no había querido involucrarse con Elena y
Stefan y todos sus problemas. Pero el olor de la sangre y el fuego lo habían
conducido hasta aquí.

Después de todo, él todavía quería salvar a Stefan y Elena, ¿no? Eso era lo que le
estaba atrayendo a la lucha, un impulso casi sobrenatural de hacer aquello para lo
que había sido creado: matar. Cuando él había visto a Klaus arrojar a su hermano a
un lado, todo en él se había tensado a atacar. Y cuando el vampiro original se había
atrevido a tocar Elena, su corazón había volado hasta el borde del claro, su pulso,
normalmente lento, golpeando con furia. Pero ellos no lo necesitaban, no lo
querían. Lo había intentado, había hecho todo lo posible, había cambiado, todo por
la amistad que había encontrado en su hermano en el último tiempo y por el amor
de Elena. Después de siglos de no cuidar a nadie sino a sí mismo, Damon había
sido de repente atrapado por mundo de Elena, envuelto en las vidas de un puñado
de adolescentes mortales. Se había convertido en alguien que apenas reconocía. Y
no le había importado.

Klaus se había ido y ellos estaban bien. Esta no era su lucha. Ya no.

Ahora, todo lo que tenía era el manto de la noche y el consuelo de no tener


que volver a confiar en nadie más que en sí mismo.

Damon era, se dijo con fiereza, libre.

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L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 9
Traducido por laurasoto
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Matt estiró el cuello para mirar por encima del hombro de Stefan, por la
puerta chirriante por donde se veía el abandonado cobertizo. El interior estaba
oscuro y mohoso, y Matt apretó la mano de Chloe.

—Esto debería ser un lugar seguro, por ahora—, les dijo Stefan.

Elena y los demás se habían dirigido de nuevo a la escuela, sacudidos por la


tranquilidad de la pelea, pero Chloe no tenía adónde ir. —No sé qué hacer ahora—
había dicho ella. —No puedo volver a la casa Vitale. ¿Me ayudas? — Matt había
tomado su mano, sintiendo una oleada de compasión culpable. Si solamente él no
hubiera confiado en Ethan. Las otras promesas Vitale habían sido víctimas
inocentes, pero Matt había conocido vampiros ¿Por qué no lo había sospechado? —
Dónde quiera que vayas, yo voy contigo—, le había dicho tercamente. Así que
Stefan los había traído aquí.

Matt se frotó la nuca y miró alrededor. Seguro o no, el viejo cobertizo


ciertamente era de aspecto sombrío. Stefan había dicho que los estudiantes no iban
más por allí, y Matt fácilmente podía entender por qué. Page
Esta había sido el cobertizo de botes para el equipo de remo de Dalcrest, pero
nuevos muelles y un cobertizo habían sido construidos cerca del río y, desde
entonces, el pequeño lago artificial y el antiguo cobertizo habían sido
abandonados.
L.J. Smith Destiny Rising
Ahora algas, basura y agua salada flotan en el lago fangoso, y el propio
cobertizo había sido dejado liberado a la putrefacción.

Agua con mal olor se derramó por debajo de la madera húmeda, blanda bajo
los pies. Por encima de sus cabezas, la descomposición del techo permitía
vislumbrar el cielo nocturno.

—No estoy seguro de que Chloe deba vivir así—, dijo Matt lentamente, sin
querer ofender a Stefan. Los labios de Stefan se tensaron en una sonrisa amarga —
La primera lección que ambos necesitan aprender es que no está viviendo de esta
manera. Ella no vive en absoluto, ya no.

Junto a Matt, Chloe se encogió de hombros protectoramente y se cruzó de


brazos. —Me siento viva —murmuró. Matt esperó ver la formación de hoyuelos en
su boca a los que había conseguido acostumbrarse, pero ella miró hacia abajo, a sus
pies, sombríamente.

—Esto es así, Chloe— le dijo Stefan. Su voz era desapasionada. —Hasta que no
puedas aprender a sobrevivir sin lastimar a los seres humanos, no puedes
permanecer cerca de ellos. Cualquier olor o sonido podría hacerte estallar. Se
necesita mucho tiempo para llegar al punto en el que puedes confiar en ti misma, y
hasta que lo hagas, vas a merodear en las sombras, en los lugares donde ningún ser
humano puede ir. Alcantarillados. Cuevas. Los lugares que hacen de esta casa un
barco de lujo, en comparación.

Chloe asintió con la cabeza, mirando a Stefan con ojos muy abiertos y
sinceros. —Voy a hacer todo lo que tenga que hacer- dijo. —Esta es mi segunda
oportunidad, lo entiendo. Me voy a arreglar—. Stefan le dedicó una pequeña
sonrisa. —Espero que sí, Chloe— dijo. Frotando el puente de la nariz con dos
dedos en un gesto de cansancio. Se volvió hacia Matt. —Hay cosas que puedes
hacer para ayudarla—, le dijo Stefan. — Ella es joven. Es importante que tenga un
montón de sangre o no será capaz de pensar en otra cosa-. Matt comenzó a hablar Page
y Stefan lo interrumpió. —No tu sangre. Sangre de animal. Si puedes ir con ella al
bosque cuando cace, podrás ayudarla a mantenerse en su territorio y lejos de los
seres humanos. Puedes traer animales cuando no se sienta bien como para ir fuera-
. Matt asintió, y Stefan se volvió hacia Chloe. —Eres rápida y fuerte ahora; podrás
ser capaz de atrapar venados si así lo deseas. Si te concentras, deberías ser capaz de
llamar a animales pequeños, aves y conejos, hacia ti. Puedes tratar de no matarlos
L.J. Smith Destiny Rising
si quieres, pero probablemente lo harás de todos modos, por lo menos hasta que
aprendas a controlarte a ti misma.

—Gracias, Stefan— dijo Chloe con solemnidad.

—Practica la respiración profunda— le dijo Stefan. —Meditación. Escucha a tu


corazón, aprende el nuevo ritmo, más lento, que tiene ahora que has sido revivida.
Va a ser bastante agitado a veces, y debes encontrar la manera de calmarte. Hazlo
con ella, Matt. Le ayudará a enfocarse.

—Está bien— dijo Matt mientras limpiaba sus manos sudorosas contra sus
vaqueros y volvió a asentir. —Podemos hacer esto—. Sus ojos se encontraron con
Stefan y Matt se sorprendió por la expresión de la cara del vampiro. A pesar del
tono que había estado utilizando Stefan, podía ver que estaba preocupado.

—Es peligroso para ti—, dijo Stefan suavemente. —No debería dejarte con
ella.—

Stefan volvió una mirada simpática hacia ella. —Yo sé que no quieres hacerle
daño—, le dijo él—, pero también sé que puedes escuchar el correr de la sangre de
Matt, como su corazón late con fuerza; sé que puedes oler su sangre, dulce y
abrumadora. Es difícil pensar con claridad cuando está cerca de ti, ¿no? Una parte
de ti sólo quiere extraer la vena que está llena de sangre rica y cálida, justo allí
debajo de su oreja.

Chloe apretó la mandíbula, pero el borde blanco de un diente se deslizó más


allá de la línea firme de su boca, cortándole el labio. Con un estremecimiento, Matt
se dio cuenta que los fuertes caninos de vampiro de Chloe habían descendido
mientras que Stefan hablaba, que estaba dispuesta a morder. Armándose de valor,
Matt contuvo el instinto de huir de ella; en su lugar se acercó y le pasó un brazo
por los hombros. -Vamos a salir de esto-, dijo con firmeza. Chloe tomó una
respiración profunda, lenta, y luego otra, claramente tratando de calmarse. Page
Después de un momento, sus hombros se relajaron un poco y Matt pensó que sus
dientes habían vuelto a la normalidad.

—¿Qué más debemos hacer?— preguntó Chloe a Stefan—.


Stefan se encogió de hombros y metió las manos en los bolsillos. Se acercó de
nuevo a la puerta y miró hacia las oscuras aguas del lago. —Al final, la única cosa
L.J. Smith Destiny Rising
que importa es que tu realmente quieras cambiar—, dijo. —Si lo quieres lo
suficiente, y si tu fuerza de voluntad es fuerte. No te voy a mentir, no es fácil.

—Yo quiero hacerlo—, dijo Chloe, con los ojos brillantes de lágrimas. —No
voy a hacerle daño a nadie. Eso no es lo que soy, ni siquiera ahora—. Ella cerró los
ojos, y las lágrimas se derramaron sobre sus pestañas, que se proyectaban en líneas
plateadas sobre sus mejillas.

—No puedes alimentarte de nadie—, le advirtió Stefan. —Si Matt o alguien


sale herido, y aunque lo sienta, voy a hacer lo que tenga que hacer para proteger a
los humanos.

—Vas a matarme—, coincidió Chloe, en voz baja. Sus ojos aún estaban
cerrados. Se abrazó a sí misma, envolviendo sus brazos alrededor de ella
defensivamente.

—Está bien— dijo. —Yo no quiero vivir así.

—Voy a asumir la responsabilidad por ella—, dijo Matt, su voz sonaba fuerte
en sus oídos. —No voy a dejar que nada malo suceda. —Chloe se acercó más a él,
que parecía encontrar consuelo bajo el brazo. Matt se aferró a ella. Chloe podría
salvarse, él lo sabía. No había sido lo suficientemente cuidadoso, no se había dado
cuenta lo que era Ethan. Pero Chloe no estaba perdida para él, todavía no.
—Está bien—, dijo Stefan en voz baja, mirándolos. —Buena suerte— Le dio la
mano a Matt y dio media vuelta y se fue, más rápido de lo que los ojos de Matt
podían seguirlo, sin duda se dirigía a Elena.

Chloe presionaba contra el lado de Matt y apoyó la cabeza en su hombro. Esto


era peligroso, un pequeño nudo en el estómago satisfecho se lo recordó, y no hizo
muy bien lo que estaba haciendo. Pero Chloe estaba respirando lentamente junto a
él, y era lo único que podía pensar: en que por lo menos tuviera una oportunidad.
Page
—Estoy bien, Bonnie—, dijo Zander, medio riendo. —Soy fuerte, ¿recuerdas?
Súper resistente. Soy un héroe—. Él tiró de su mano, tratando de tirar de ella hacia
la cama junto a él.

—Estás herido—, dijo Bonnie bruscamente. —No intentes eso conmigo. Ella
sacó la mano y empujó una bolsa de hielo sobre él con la otra mano. —Pon eso en
L.J. Smith Destiny Rising
tu hombro—, le ordenó. Se habían visto en las afueras de la biblioteca un poco
después del amanecer, y de inmediato había visto que Zander estaba herido.

De vuelta en su forma humana, él había parecido casi tan elegante como


siempre, corriendo junto con su manada con su habitual paso fácil, pero él se había
mantenido al margen del resto de los chicos juguetones, que estaban empujándose
y forcejeando rudamente, el cual era su modo habitual de comportarse cuando no
estaban de servicio. Cuando él se apartó ligeramente, fuera del alcance de los
brazos de Marcus, lidió con Enrique o se agachó lejos de la llave de cabeza de
Camden, Bonnie se dio cuenta de que a Zander le debía de doler. Así que ella lo
había llevado a la cafetería y llenado con huevos y tocino, y con el cereal azucarado
que amaba. Habían vuelto a la habitación de Zander y ella había conseguido que él
se quitase la camisa para que pudiera examinar el daño.

Normalmente, Bonnie hubiera estado comiéndose con los ojos los


abdominales cincelados de Zander felizmente, pero en ese momento, el hematoma
morado-negro que comenzaba a florecer en su hombro y se extendía hacia su
costado estaba arruinando la vista.

-No estoy realmente herido, Bonnie- insistió Zander. Él yacía de nuevo en la


cama, sin embargo, y no trató de levantarse, por lo que Bonnie pensó que Zander
se sentía mucho peor de lo que estaba dispuesto a admitir.

—Te voy a conseguir un poco de ibuprofeno—, dijo ella, y él no discutió.


Hurgó su escritorio hasta que encontró la caja y dejó caer el último par de pastillas
en su mano; después, le alcanzó una botella. Zander se levantó sobre los codos
para tragar las pastillas y se estremeció.
—Acuéstate—, le dijo Bonnie. —Si te comprometes a permanecer en la cama y
tratar de dormir la siesta, podría traerte algo de mi té especial de curación. Zander
le sonrió. —¿Por qué no te acuestas conmigo? — sugirió. — Apuesto a que me
sentiría mucho más cómodo contigo aquí. Le palmeó el colchón junto a él.
Page
Bonnie vaciló. Eso fue realmente muy tentador. Estaba a punto de acurrucarse
junto a él, cuando un golpe enérgico sonó en la puerta. Bonnie agitó a Zander sobre
la cama mientras empezaba a levantarse.
L.J. Smith Destiny Rising
—Es probablemente uno de los chicos—. No es que los compañeros de
manada de Zander se molestaran en llamar mucho, pero tal vez estaban usando
sus mejores modales, asumiendo que Bonnie estaría allí.

Otro golpe seco resonó, así que Bonnie cruzó la habitación. —Está bien,
retengan sus caballos—, murmuró, abriendo la puerta. En el pasillo, con la mano
levantada para golpear una vez más, había un completo extraño, una niña con
corte de cabello largo y rubio. Sus rasgos pequeños y precisos reflejaban la propia
sorpresa de Bonnie.

—¿Esta Zander aquí? — preguntó la chica, frunciendo el ceño.

—Um— dijo Bonnie. —Sí, él es. . . -. Entonces Zander se acercó por detrás.
—Bueno, hola, Shay— dijo él, un poco inseguro. Estaba sonriendo, sin
embargo. —¿Qué estás haciendo aquí?
La niña-Shay-pensó Bonnie ¿qué clase de nombre es ese? Miró a Bonnie en vez de
contestar, y Zander se sonrojó. — Oh—, dijo. —Sí, Bonnie, esta es Shay, es una
amiga que ha vuelto a casa. Shay, esta es mi novia, Bonnie.

—Encantada de conocerte, Bonnie—, dijo Shay fríamente, levantando una


ceja. Sus ojos siguieron sobre el pecho desnudo de Zander, deteniéndose por un
momento sobre el hematoma color púrpura, y sus mejillas encendidas de color
rosa. —¿Has estado muy ocupado? —, preguntó.

—Entra— dijo, y se apartó de la puerta, echando mano a su camisa. —Yo, uh,


sólo me estaba poniendo un poco de hielo en el hombro.

—Encantada de conocerte, también— dijo Bonnie, un poco tarde, mientras


hacía espacio para dejar pasar a Shay. ¿Desde cuándo Zander tenía amigas? Aparte
de Bonnie, Bonnie y sus amigas, vivía en un mundo exclusivamente masculino.

—Necesito hablar contigo. Solo— dijo Shay a Zander, disparándole una Page
mirada significativa y luego cortando con los ojos a Bonnie bruscamente.

Zander puso los ojos en blanco. —Sutil, Shay—, dijo. —Pero está bien. Bonnie
sabe de mí y el resto de la manada.
Una ceja subió a la frente de Shay para unirse a la primera. —¿Crees que eso es
sabio? —preguntó.
L.J. Smith Destiny Rising

Los labios de Zander se curvaron en la sonrisa que Bonnie amaba. —Créeme,


no es la cosa más rara que Bonnie sabe— dijo.

—O-kay—, dijo Shay lentamente. Miró a Bonnie con una mirada larga y
especulativa. Bonnie adelantó la barbilla y la miró, desafiante. Por último, Shay se
encogió de hombros. —Creo que he perdido mi derecho a dar consejos hace un
tiempo—, dijo, y luego bajó la voz, como si temiera que pudieran estar escuchando
desde el pasillo. —El Consejo Superior del Lobo me ha enviado—, dijo en voz baja.
—No están contentos con lo que están escuchando acerca de los vampiros en
Dalcrest. Ellos pensaron que tal vez podrían ayudarlos a encontrar alguna
solución.

La mandíbula de Zander se tensó. —No hace falta, gracias—, dijo él.

—Oh, no seas así—, dijo Shay. Ella le tocó el brazo suavemente, dejando su
mano apoyada en él. —Ha sido una buena excusa para venir a visitarlos—, dijo
ella, aún más suavemente. —Sentí mucho cómo terminaron las cosas la última vez
que nos vimos.

Shay estaba tan concentrada en Zander que Bonnie comenzó a preguntarse si


ella había desaparecido y los había dejado solos juntos. Pero no, era la misma
sólida Bonnie.

—Oh—dijo ella, sorprendida; cayendo en la cuenta de lo que había dicho Shay. De


repente todo había hecho clic en su lugar. -Tú eres un hombre lobo- Tendría que
haberlo visto de inmediato: Shay se movía de la misma manera que Zander y su
manada, con una especie de gracia sólida, como si fuera completamente consciente
en todo momento de su cuerpo, sin siquiera tener que pensar en ello. Y ella había
tocado a Zander de la forma en que éste se tocaba con los chicos en su manada,
fácilmente; como si su cuerpo fuera parte del suyo. No tocaba a Bonnie de esa
manera. No es que Bonnie tuviera ninguna queja en absoluto sobre la forma en que Page
Zander la tocaba, que era dulce y segura, y que para ella era la más cosa preciosa
que jamás había sentido. Pero aún así, no era exactamente la misma.

No había nadie allí para oírlos, pero Shay recorrió a Bonnie con una mirada.
— Habla en voz baja—, susurró con fiereza.
L.J. Smith Destiny Rising
—Lo siento—, dijo Bonnie. —Yo no sabía que hubiera Hombres lobos
originales que fueran muchachas—. Los labios de Shay se curvaron en una sonrisa.
—Claro—, dijo.—¿De dónde crees que vienen todos los pequeños Hombres lobo
originales?
—El Consejo Superior del Lobo por lo general divide en manadas, ya sea de chicos
o chicas cuando nos mandan a mantener un ojo en las cosas—, le dijo Zander a
Bonnie. —Ellos no nos mezclan por que nos distrae de nuestro trabajo.
—Al parecer no consideran las otras maneras en que algunos de nosotros podemos
distraernos—, Shay dijo con acritud. Sus ojos eran fríos, pero Bonnie no había ido
al infierno y vuelto el año anterior para que cualquier chica lobo autoritaria y
engreída la molestara. Bonnie estaba abriendo la boca para decirle a Shay que era
mejor que dejara esa actitud cuando Zander, que pareció sentir su reacción, se
agarró de la mano de Bonnie. —Escucha, Shay, necesito descansar un poco—, dijo
rápidamente. —Vamos a ponernos al día más tarde, ¿de acuerdo? Llámame o a
uno de los otros chicos.

Bonnie tuvo un breve vistazo de Shay mirándolo sorprendida, y luego Zander


se apresuró a sacar a Shay de la habitación y cerrar la puerta detrás de ella.

—Así que. . . ¿una amiga de vuelta en casa?-, preguntó Bonnie después de un


momento. —No creo que la hayas mencionado antes.

—Um—, dijo Zander. Sus largas pestañas magníficas rozaron sus mejillas
mientras miraba hacia abajo; lejos de Bonnie, que podría haberse distraído por lo
dulce que lo hizo ver. Salvo que Zander también parecía claramente culpable.
Bonnie de repente sintió su estómago en el fregadero. —¿Hay algo que no me
estás diciendo? —le preguntó. Zander se movió incómodo de un pie a otro y las
mejillas se le enrojecieron. El malestar de Bonnie aumentó aún más. —No hay más
secretos, ¿recuerdas?
Zander suspiró. —Creo que esto va a sonar como un problema más grande de lo
que es.
Page
—Zander—dijo Bonnie.

—El Consejo Superior del Lobo quería que Shay y yo estuviéramos juntos-
confesó Zander. El la miró tentativamente a través de sus pestañas. —Ellos… um…
¿supongo que pensaron que seríamos como compañeros? Casarnos, tal vez, y tener
hijos juntos. Ellos pensaron que haríamos un buen equipo.
L.J. Smith Destiny Rising
Bonnie pestañeó. Notó que su cerebro se sentía entumecido ¿Zander y Shay
habían pensado en casarse?

—Pero no podíamos llevarnos bien—, dijo Zander apresuradamente. —Lo


juro, Bonnie, simplemente nunca nos hizo clic. Peleamos todo el tiempo. Así que
nos separamos.

—Uh—, dijo Bonnie —¿Así que el Consejo Superior del Lobo controla con
quién te casas? — preguntó finalmente, escogiendo la más general de las preguntas
que rondaban su mente.

—Ellos tratan— dijo Zander, mirándola con ansiedad. —Ellos no pueden. . .


no pueden obligarme a hacer nada que no quiera hacer. Y ellos no quieren hacerlo
tampoco. Son justos. Tú eres la única que amo, Bonnie— dijo. —Créeme.
—Te creo— dijo Bonnie, porque ella realmente lo hacía, brillaba en los ojos de
Zander. Y ella lo amaba también. Zander se estremeció un poco mientras lo
abrazaba, y Bonnie aflojó los brazos, consciente de sus heridas.
—Está bien—, dijo ella en voz baja. Pero, incluso cuando volvió el rostro hacia
el beso de Zander, Bonnie no pudo evitar la palabra que resonó en su mente,
haciendo que su estómago se contrajera con ansiedad: Uh-oh.

Stefan y Elena se acurrucaron juntos en su cama, con la cabeza de Elena en el


hombro de él. Stefan se relajaba bajo sus dedos, sintiendo la suavidad de su pelo
contra la mejilla. Había sido un día interminable. Pero Elena estaba a salvo, por
ahora. Sólo por este momento, estaba en los brazos de Stefan y nada le haría daño.
Él apretó sus brazos alrededor de ella.

—¿Chloe va a estar bien?-, preguntó Elena. Stefan reprimió una risita


incrédula y las comisuras de la boca de Elena se elevaron en respuesta. —¿Qué? —,
preguntó Elena.

—Estás preocupada acerca de Chloe— dijo Stefan. -Klaus se ha comprometido Page


a matarte, y quieres saber si Chloe, a quien apenas conocías cuando era humana,
va a estar bien-. Él debería haberlo sabido, sin embargo. Elena tenía un núcleo de
acero. Y no hay nada más importante para ella que la protección de sus amigos, su
ciudad, el mundo. Tal vez, pensó Stefan, ella siempre ha sido un Guardián.

—No he dejado de pensar en lo que Klaus dijo-le dijo Elena, y Stefan sintió su
L.J. Smith Destiny Rising
cuerpo estremecerse contra él. —Tengo miedo. Pero no puedo dejar de
preocuparme por los demás, tampoco. Matt y Chloe nos necesitan, y eso es
importante para mí, también. Me preocupa que tal vez no quede mucho tiempo.
Todos debemos estar con la gente que amamos. Ella besó a Stefan. Cuando volvió a
hablar, su voz temblaba. —Sólo quiero que estemos juntos, Stefan. No quiero
perderme nada. Todo lo que quiero hacer es retenerte a ti. Stefan la besó, más
profundamente este momento. —Te amo—, le dijo en silencio. —Voy a protegerte
con mi vida. Elena rompió el beso y le sonrió, con los ojos llenos de lágrimas. —Lo
sé—, dijo. -Yo también te quiero, Stefan, muchas gracias.

Ella tiró su cabello hacia atrás y ladeó la cabeza atractivamente, exponiendo su


esbelto cuello largo. Stefan vaciló- es que había pasado tanto tiempo, desde que se
separaron y volvieron juntos-, pero ella acercó su boca hasta su garganta. El
torrente de sangre de Elena, tan embriagadora, tan llena de vitalidad que era como
champán y néctar dulce al mismo tiempo, hizo marear a Stefan, inundaciones con
calidez. No había barreras entre ellos, ni muros, y él sintió la ternura firme que
emanaba de Elena. Se quedaron dormidos, uno en los brazos del otro.
La oscuridad les amenazaba por todos lados, pero esta noche estarían juntos,
estarían dentro de la luz.

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L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 10
Traducido por Pili
Corregido por Paola Salvatore

—E
l cuerpo decapitado hallado en el bosque cercano a
la universidad de Dalcrest la semana pasada, ya ha
sido identificado como el del joven Ethan Crane —
anunció la bella locutora en el programa matutino
de TV, su frente seriamente arrugada—. La policía todavía no ha dado una
declaración de si Crane fue víctima de un asesinato o de un inesperado
accidente, pero a juzgar por las heridas, la muerte de Crane parece relacionada
con los más recientes ataques de animales en el bosque— El noticiario continuó
con otra historia.

Meredith volteó a apagar el televisor, silbando de irritación.

—Ellos deben de pensar que quienes miramos las noticias somos idiotas—
refunfuñó—. Cómo podría alguien perder su cabeza en un fortuito accidente
en el bosque.

A pesar de que la sala de estudiantes estaba vacía a excepción de ellos


cinco -Elena, Bonnie, Meredith, Stefan y Zander-, Elena bajó su voz y echo un Page
vistazo alrededor antes de contestar.

—Ellos no desean más miedo entre la gente del que ya hay.

El salón vacío era un signo de cuán asustados ya estaban todos, pensó


Elena.
L.J. Smith Destiny Rising

El primer par de semanas de colegio, el salón había sido ocupado en las


tardes, los chicos y las chicas salían a ver la TV, a coquetear, o incluso a
estudiar.

Ahora todos se mostraban recelosos, permaneciendo en sus habitaciones


por si una de las caras amistosas en el campus enmascaraba a un asesino. Elena
estaba constantemente en guardia, también. Ella y sus amigas revisaban y
volvían a revisar sus armas, intentando anticiparse a lo que Klaus podría y
todavía no había hecho, en la medida de lo que ellas podrían contar.

—Mi clase de psicología fue cancelada esta semana —dijo Bonnie a los
otros—. Y apenas hay nadie en mi seminario de inglés. Mucha gente se ha
marchado—Ella musitó, moviendo sus grandes ojos marrones entre Elena y
Zander—. Mi padre quiere que yo vuelva a casa y ver si podemos conseguir el
reembolso de la matricula. Él dice que yo podría volver el próximo curso, si
llegan al fondo de todos los ataques y desapariciones —admitió ella.

—Tú no te irás a casa, ¿verdad? —le preguntó Elena. El papá de Bonnie


siempre había sido muy protector con Bonnie y con sus hermanas mayores. Por
eso a Elena no le sorprendió la noticia

—Por supuesto que no me iré —dijo resueltamente Bonnie—. Ustedes me


necesitan aquí— Ella se acurrucó más cerca de Zander e inclinó su cabeza
contra su pecho para sonreírle.

Él le devolvió una sonrisa amplia y acogedora, Elena se encontró


sonriendo también. Zander era en verdad la clase de chico, que no era del tipo
de Elena en absoluto, pero era maravilloso ver a Bonnie con alguien que le
gustase tanto que la hacía brillar de alegría siempre que estaban juntos.

Stefan carraspeó para obtener su atención. Page


—Yo no sé donde se está alimentando Klaus, pero no creo que los cuerpos
que han sido encontrados en el bosque sean las personas que él mató. Las
noticias están diciendo que se parecen a los ataques de animales y, eh— Él miró
hacia abajo, con el rostro ligeramente avergonzado—, obligué- realicé una
influencia a un oficial de policía para averiguar lo que sabían. Las muertes son
L.J. Smith Destiny Rising
realmente descuidadas; parece como un animal atacando a la gente, por lo que
es no solo una historia de portada en lo concerniente a la policía.

—Así que tú piensas, que son los nuevos vampiros quienes están matando
a la gente, no uno tan experimentado como Klaus —dijo Elena. Stefan la miró a
los ojos y ella sabía que él estaba pensando lo mismo que ella. No se trataba
tampoco de Damon, una oleada de alivio la inundó.
Si Damon cruzaba la línea, si él comenzaba a matar otra vez, ella no sabía
lo que harían. No podría imaginar a ellos traicionándolo, entregándolo a los
otros.

Tanto había cambiado entre Stefan y Damon.

Elena sabia que Stefan protegería a su hermano ahora, eligiéndolo a él,


más que a nadie excepto tal vez Elena misma.

Pero aún no se había dado eso. Y nunca sucedería, se dijo ferozmente


Elena. Damon podría haber perdido el control una vez, pero ningún daño
duradero se había hecho. La chica estaba bien. Y eran los nuevos vampiros los
cuales Ethan había convertido quienes estaban matando gente.

Meredith estaba mirándola, con sus ojos grises comprensivos.

—Sigue muriendo gente, incluso si el asesino no es Klaus —ella dijo


suavemente. Con un inicio Elena se dio cuenta de que ella comprendía su alivio
por no tratarse de Damon. Por suerte Meredith no había malinterpretado la
reacción de Elena—. No podemos adivinar a qué juego Klaus juega o qué
planes tiene hasta que se descubra por sí mismo —Meredith salió. Un mechón
de pelo oscuro cayó sobre su mejilla y ella lo colocó detrás de su oreja—. Pero
nosotros podemos apuntar a los vampiros Vitale el ataque a los túneles no
funcionó, y no podemos hacer más gas a menos que podamos conseguir mucha
más verbena que la que tenemos ahora. Nosotros debemos patrullar Page
regularmente para mantener a los estudiantes más seguros—Revolvió en su
mochila y sacó un mapa del campus, cuidadosamente anotada con tinta roja
un área del mapa y la siguió con el dedo—. He marcado sus cazas grandes
aquí, y creo que podemos centrar nuestras patrullas en el bosque y en los
terrenos de juego que bordean al campus. Tenemos que organizar y
L.J. Smith Destiny Rising
asegurarnos que tenemos patrullas nocturnas que son lo suficientemente
fuertes para enfrentarse a un grupo de jóvenes vampiros.

—¿Qué pasara durante el día? —pregunto Bonnie, frunciendo el ceño y


buscando el mapa.

—Ellos han conseguido todo el lapislázuli, ¿o no? Por lo que podrían ir de


caza en cualquier momento.
Stefan se volvió nerviosamente al lado de Elena en el sofá.
—Aunque la luz del sol no puede matarlos, ellos se esconderán durante el
día —explicó el—. La luz del sol molesta a los vampiros incluso con el
lapislázuli. La noche es el hábitat natural de un vampiro, y ellos no lo dejarán a
menos que se vean obligados.

Elena lo miró sorprendida, pero no dijo nada, Stefan vivía en el día con
ella, dormía en la noche.

¿Le dolería demasiado eso a él?, ¿él había cambiado sólo para estar con
Elena?

—Así que las patrullas nocturnas deberían ser suficientes al menos por el
momento —dijo Meredith.

Zander examinó el mapa cuidadosamente, su cabeza blanca y suave cerca


de la rojiza de Bonnie.
—Yo puedo organizar a los chicos y establecer algunas patrullas —se
ofreció.
Stefan asintió con la cabeza en señal de agradecimiento. Meredith giró
hacia Elena sus grises y afilados ojos.
—¿Qué hay de Damon? —preguntó—. Realmente podría sernos de
utilidad.
Elena titubeó. A su lado, Stefan aclaró su garganta. Page
—Mi hermano no está libre ésta noche —el dijo, su voz era inexpresiva—,
pero te avisare si hay algún cambio.

Meredith cerró sus labios. Elena podía imaginar lo que estaba pasando por
la cabeza de su amiga: Damon resultaba irritante pero siempre estaba y
L.J. Smith Destiny Rising
finalmente había demostrado durante el verano pasado y otoño ser un valioso
aliado, sólo cuando desapareció, ¿el campus fue cayendo en el caos?
Si eso era lo que estaba pensando Meredith, ella no dijo nada, sólo
entrecerró sus ojos y dejó escapar un largo suspiro, luego preguntó.

—Y que hay de los hechizos que ayudarán a las patrullas, Bonnie?


—Hay unos cuantos hechizos de protección que podrían ser nos útiles —
dijo Bonnie, pensativamente—. Voy a llamar a la señora Flowers a ver qué nos
recomienda.

Elena le sonrió a su amiga. Con el descubrimiento de su talento para los


hechizos había ganado confianza. Bonnie alzó la vista guiñándole un ojo, y
devolviéndole la sonrisa—. ¿Les venceremos, Elena? —dijo suavemente— y
también a Klaus cuando aparezca de nuevo.

—Lo hicimos antes, después de todo —dijo ligeramente Elena.

La expresión de Bonnie se despejó y Meredith recogió de nuevo su arma,


dándole la vuelta cuidadosamente en sus manos. Al lado de Elena llegó Stefan
para tomar su mano. Todos ellos sabían lo que había tomado Klaus la primera
vez que lo habían enfrentado. Damon y Stefan unidos, a un ejército de los
muertos de Fell´s Church, elevándose de la tierra donde ellos habían caído en
batalla. No es algo que podían duplicar. Y aún entonces, apenas habían
sobrevivido.

—Ahora somos más fuertes —dijo sin certeza Bonnie—, ¿correcto?

Elena se obligó a sonreír—Por supuesto que lo somos—dijo ella.

Meredith cogió la mano de Elena, y Elena se sintió reconfortada por


Stefan, su amor por un lado y por su amiga Meredith y los demás. Bonnie alzó
su cabeza con orgullo, su pequeño rostro desafiante y Zander enderezado a su Page
lado.

—Juntos somos invencibles —les dijo Elena y mirando sus rostros firmes,
casi lo creyó.
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 11
Traducido por Pili
Corregido por Paola Salvatore

E
lena se estaba poniendo sus botas más robustas, perfectas
para una noche de patrulla a través del bosque, cuando sonó
el teléfono.

—Hola—dijo ella, echando un vistazo al reloj. En menos de cinco minutos,


se suponía que ella se reuniría con Stefan y tres lobos de la manada de Zander
para patrullar el campus.

Ella metió el teléfono entre la oreja y el hombro y apresuradamente se ató


los cordones de las botas.

—Elena —la voz de James atraviesa el teléfono, suena exuberante—.


Tengo buenas noticias, Andrés ha llegado.

Elena se puso rígida, sus dedos hurgaban en sus cordones.

—Ah —dijo débilmente. ¿El Guardián humano estaba en Dalcrest?, tragó


y habló más firmemente. Page
—¿Quiere reunirse conmigo, ahora? —preguntó ella—. Estoy de camino a
un lugar, pero yo podría…

—No, no —habló James—. Él está agotado, pero si vienes mañana por la


mañana, estaría encantado de hablar contigo —dejó caer su voz, como si no
L.J. Smith Destiny Rising
quisiera ser escuchado—. Andrés es extraordinario, Elena —dijo felizmente—,
no puedo esperar a que los dos se conozcan.

Tirando su cabello hacia atrás en una apretada, eficiente cola, Elena


agradeció a James, y bajó tan rápido como pudo el teléfono. Extraordinario,
pensó aprensivamente, eso podría significar un montón de cosas diferentes.
Los Guardianes Celestiales que había conocido habían sido extraordinarios, y
ellos se habían llevado a sus padres y debilitado su poder.

Sin embargo, James pensaba claramente que Andrés era bueno. Trató de
empujar sus pensamientos sobre el Guardián terrenal. Ya ella trotaba a través
del campus para unirse a los demás no tenía sentido en preocuparse de él
ahora; ella lo conocería bastante pronto.

Stefan y los hombres lobo se encontraban esperándola en las afueras del


bosque.
Tristán y Spencer ya habían cambiado a su forma de lobo y estaban
inquietos y olfateando el aire, orejas torcidas para cualquier sonido de
problema. El melenudo Jared, en forma humana, estaba parado con Stefan, sus
manos metidas en sus bolsillos.

—Allí esta —Stefan dijo cuando Elena se acercó a ellos, y la arrastró cerca
de él en un breve abrazo.

—Listos.

Se dirigieron hacia el bosque, Tristán y Spencer marcaban el paso en cada


lado de ellos, sus cabezas y colas levantadas, y sus orejas alerta. Había habido
demasiados ataques cerca del campus, y Elena sabia que la manada sintió que
estaba fallando en su responsabilidad de mantener a los estudiantes de
Dalcrest a salvo. Ella y sus amigas sentían lo mismo: ellos eran los únicos que
realmente sabían que horrores sobrenaturales estaban allí, y también eran los Page
únicos que podían proteger a otras personas.

Bonnie, Meredith, Zander y dos lobos más de su manada estaban


patrullando los terrenos de juego, tratando de mantener segura la otra parte
del campus. Elena le habría gustado tener al Matt callado, obstinado y fuerte a
su lado, pero todavía estaba encerrado lejos, con Chloe. Stefan había estado
L.J. Smith Destiny Rising
chequeándolos diariamente, y dijo que Chloe avanzaba, pero que ella todavía
no estaba lista para estar cerca de alguien más.

Era una noche clara, y estrellada; y todo parecía tranquilo hasta el


momento.
—Lo siento, llegué tarde —Elena le dijo a Stefan, enlazando su brazo al de
él—. James llamó cuando estaba saliendo. Él dijo que Andrés está aquí. Voy a
reunirme con él mañana.

Stefan abrió su boca para decir algo cuando los lobos se pararon, torcieron
sus orejas, y miraron fijamente en la distancia. La cabeza de Stefan se balanceó
también.

—Comprobarlo —él les dijo a ellos, y Spencer y Tristán se fueron


corriendo en el bosque.

Stefan y Jared se pararon, en alerta rastreando su avance hasta que llegó


un aullido en la distancia.

—Falsa alarma —Jared tradujo, y Stefan se relajó—, un viejo olor.


Los dos lobos venían de vuelta trotando a través del bosque, sus colas
arquearon alto sobre sus espaldas. A pesar de ser muy diferentes como seres
humanos, Tristán y Spencer eran lobos similares, elegantes y grises y no tan
grandes como Zander era en su forma de lobo.

Sólo las puntas negras de las orejas de Spencer hicieron posible poder
distinguirlos.

Viéndolos volver, Jared se encorvó sus hombros, y empujó su largo


flequillo hacia los ojos.

—Necesito aprender a cambiar sin luna —dijo irritado—. Me siento ciego Page
tratando de explorar como un humano.

—¿Cómo funciona, de todos modos? —preguntó Elena con curiosidad—.


¿Por qué algunos de ustedes pueden cambiar sin luna, pero no todos?
L.J. Smith Destiny Rising
—Práctica —Jared dijo con desánimo, dejando que su cabello se arrojase
de vuelta sobre su cara—. Es difícil, y se tarda mucho tiempo en aprender, y no
he logrado hacerlo aún. Nosotros podemos aprender a evitar cualquier cambio
cuando hay luna llena, también, pero eso es incluso más difícil, y ellos dicen
que duele. Nadie hace eso a menos que sea realmente necesario.

Spencer olfateó la brisa otra vez y dio un aullido corto.


Jared sonrió, no se molestaron en transformarse. Stefan dio media vuelta
para seguir su mirada, y Elena se preguntó que Stefan y los lobos -incluso
Jared- podían sentir la noche pero ella no podía. Era la única verdaderamente
humana allí, comprendió, y la mas ciega de todos ellos.
—¿Quieres que vaya contigo?— Stefan preguntó cuando ellos comenzaron
a andar otra vez.

—¿Al encuentro de Andrés?— Elena sacudió la cabeza—. Gracias, pero


creo que debo hacerlo por mí misma— Si ella iba a convertirse en algo nuevo.
Tenía que ser lo suficientemente fuerte como para afrontarlo sola.
Ellos patrullaron los bosques durante la noche sin encontrar ningún
vampiro o ningún cuerpo. Como el amanecer comenzó a irrumpir en el
horizonte, Elena pudo ver a los dos lobos andar con paso lento y largo al lado
de ella en la luz tenue, sus cabezas colgando bajo. Ella tenía sueño, se agarró al
brazo de Stefan para apoyarse y se concentró solo en mover un pie delante del
otro. Luego Spencer y Tristán quebraron la cabeza y empezaron a correr,
enseñando los músculos extendidos bajo su piel.

—¿Huelen vampiros? —Elena preguntó a Jared, asustada, pero el sacudió


su cabeza.

— No son más que los otros —el dijo, y a continuación estaba corriendo,
también más rápido de lo que podía ir Elena.

Cuando ella y Stefan llegaron a la siguiente y pequeña colina Elena pudo Page
ver el borde del bosque y el campus extendiéndose por delante de ella
nuevamente. Ella había estado tan cansada que no se había dado cuenta que
ellos habían realizado un bucle. A mitad del camino de la colina, Spencer y
Tristán estaban saludando, a un grande lobo blanco, que era Zander y otro lobo
gris; sacudiendo sus colas, Jared se apresuró hacia ellos. Bonnie, Meredith y
otros miembros con su forma humana de la manada de Zander los vieron.
L.J. Smith Destiny Rising
Bonnie dijo algo y los despidió. Los hombres lobo, humanos y lobos, se giraron
para volver corriendo al bosque, Zander en cabeza.

—¿Qué es esto? —preguntó, cuando ella y Stefan llegaron hasta Bonnie.


—Ah, ya que la patrulla terminó, ellos tienen que ir a cambiar y hacer
cosas en la manada,— Bonnie dijo resueltamente.— Le dije a Zander que
estaríamos bien. Encontrasteis algo?—

Elena sacudió la cabeza.—Todo estaba en calma—.

—También para nosotros— Meredith dijo balanceando su bastón, y ellos


dieron la vuelta y comenzaron a dirigirse atrás hacia su residencia de
estudiantes.—Tal vez los nuevos vampiros habían hecho esto por la locura de
la sangre que implica el cambio y ellos se esconderán por un rato—.

—Espero que sí —dijo Stefan—, tal vez podamos encontrarlos antes de


que alguien más muera.

Bonnie tembló.

—Yo sé que esto es estúpido —ella dijo—. Pero casi deseo que Klaus
hiciera todo lo que vaya a hacer. Estoy en el borde todo el tiempo es como si él
me estuviera mirando desde las sombras.

Elena sabía lo que significaba. Klaus estaba llegando después de todos


ellos. Ella lo sabía: todavía podía sentir la sensación fantasmal de sus labios
fríos en ella como una promesa. Hemos vencido a Klaus antes, trató de
convencerse a sí misma. Pero una nueva convicción se quejó en ella. Era como
si algo dentro de ella sabía mas allá de toda discusión, que la vida que ella
había vivido estaba llegando a su fin.

—Lo siento —dijo impulsivamente a Bonnie—. Klaus quiere castigarme, y Page


entonces estamos todos en peligro. Es mi culpa, y ni siquiera tengo Poder ahora
para protegerlos a todos.

Bonnie la miró fijamente— Si no fuera por ti, Klaus nos habría destruido a
todos hace mucho tiempo —dijo secamente.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena parpadeó.

—Supongo que tienes razón —dijo sin ninguna certeza.

Bonnie rodó sus ojos.

—Y no somos unos debiluchos totales, por si no lo has notado —ella dijo.

—Si quieres estar lista para luchar contra Klaus, tal vez deberías empezar
a desarrollar tu Poder, como Guardiana —dijo Meredith.

La cálida luz del sol comenzaba a extenderse sobre el campus, y Elena


instintivamente redujo la marcha y se enderezó, inclinando su rostro hacia el
sol. Meredith tenía razón, ella comprendió. Si quería ayudar a mantener a sus
amigos seguros, a guardar el campus seguro, ella tenía que ser más fuerte. Ella
tenía que ser una Guardiana.

Elena atravesó el patio, apretando una taza de café. Se dirigía a casa de


James justo fuera del campus, tratando de recordar lo poco que sabía acerca de
Andrés. Él tenía 20 años, James había dicho, y los Guardianes lo habían
separado de sus padres, cuando tenía 12 años.

¿Qué le haría esto a una persona? Elena se preguntó. Los Guardianes que
ella había conocido, los de la Corte Celestial, habían tomado sus deberes en
serio. Seguramente Andrés estaría bien versado en todos los poderes y
responsabilidades por el Guardián-tutor, todas las cosas que Elena no sabía por
sí misma, y atendido adecuadamente al menos físicamente.

Pero, como afectaría a un niño humano ser criado por criaturas tan frías y
sin emociones como son los Guardianes? Su piel se erizó ante la idea.
Llegó a la puerta de James, Elena esperaba un saludo con los ojos fríos,
impasible forma de un Guardián terrenal, quien la enseñaría exactamente tanto Page
como pensaba.

Elena debía conocerlo.

Bueno, él tendría que aprender que no podía empujarla a ello.


L.J. Smith Destiny Rising
La Corte Celestial llena de Guardianes en la cima de su poder no habían
sido capaces de hacer a Elena obedecer, y había un solo Andrés. Elena tocó el
timbre de James con determinación.

La cara de James era seria, pero no aprensiva, cuando él abrió la puerta.


Apareció con los ojos muy abiertos y solemnes, como si, Elena pensó,
estuviera presenciando algo trascendental que no entendía totalmente.

—Mi querida niña, me alegro de que pudieses venir —el dijo, dándole un
pequeño recibimiento con sus manos, y tomando su taza de café vacía—.
Andrés esta en el patio trasero— La escoltó a través de su pequeña y ordenada
casa, y le mostró la puerta trasera. La puerta se cerró tras ella, y sorprendida,
Elena se dio cuenta de que James la envió sola.

El patio estaba iluminado en verde y oro por la filtración de la luz del sol
a través de un árbol de haya grande. En la hierba bajo el árbol sentado un
joven, el joven de pelo oscuro levantó su cabeza para mirar a Elena, cuando ella
se encontró con los ojos de él, nerviosamente apartó su mirada, y sintió que
una gran paz se ponía en ella. Sin sentido incluso, ella se encontró sonriendo.

Las rosas de Andrés lentamente acuden a ella.

—Hola Elena —el dijo, y envolvió sus brazos entorno a ella. En un primer
momento Elena se tensó en sorpresa el brazo, pero luego, una tranquilizante
calidez parecía fluir a través de ella, y se rió.

Andrés la soltó y se rió también, una nota pura de alegría.

—Lo siento —el dijo. Su inglés era fluido, pero tenía un ligero acento
sudamericano—. Pero nunca he conocido otro Guardián humano antes y
sólo… sentí que te conocía.
Page
Elena asintió con la cabeza, recogiendo lágrimas calientes en sus ojos. Ella
podía sentir una conexión entre ellos, un zumbido con energía y alegría, y se
dio cuenta con gran sorpresa que no eran solo emociones enviadas a ella por
Andrés.

Eran procedentes de ella también, su propia felicidad corriendo hacia él.


L.J. Smith Destiny Rising
—Es como estar viendo a la familia por primera vez en años—ella le dijo a
él. Parecía que no podían dejar de sonreír el uno al otro. Andrés tomó su mano
y tiro suavemente de ella hacia el árbol.

Se sentaron debajo de él, juntos.

—Yo tenía un guía, por supuesto —el dijo—. Mi querido Javier, quien me
crió. Pero falleció el año pasado— Andrés súbitamente parecía inefablemente
triste, sus ojos marrones líquidos—, y desde entonces he estado solo—aclaró la
voz otra vez—. Pero ahora tu estas aquí, y puedo ayudarte como Javier me
ayudó a mí.

—¿Javier era un Guardián? —Elena preguntó, sorprendida. Andrés había


amado a Javier, claramente y el amor no era algo que ella asociara con los
Guardianes.

Andrés dio un estremecimiento fingido— Dios no lo quiera —dijo—. Los


Guardianes desean un mundo bien, pero ellos son fríos, ¿sí? Imagínatelos
encargándose del crecimiento de un niño. No, Javier era un guía. Un buen
hombre, un hombre sabio, pero totalmente humano. Un sacerdote, de hecho,
un maestro.

—Ah— Elena pensó durante un rato, cuidadosamente arrancó una brizna


de hierba, tirando de ella para dividirla, mirando hacia debajo de sus manos.

—Yo creía que las propios Guardianes eran quienes criaban a los niños
humanos que ellos cogían. Yo no… Mis padres no me quisieron dejar ir.
Adivino, habría tenido un guía. Si yo hubiera ido con ellos cuando era
pequeña.

Andrés asintió, su rostro solemne.


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—James me ha contado tu situación —el dijo—. Siento mucho lo que les
ocurrió a tus padres, y deseo, poder ofrecer algún tipo de compensación. Pero
desde entonces no tienes un guía asignado para ti, yo espero, poder ayudarte
con lo que sé.
L.J. Smith Destiny Rising
—Sí —Elena dijo—. Gracias. Quiero decir, realmente aprecio que lo
hagas— ella vaciló, destrozando la otra brizna de hierba, había algo que ella se
había preguntado.

No era algo que podría imaginar preguntar a un extraño, pero qué


curioso, la feliz conexión entre ellos le hizo relajarse lo suficiente como para
devolverle el turno de confesiones a Andrés.

—¿Crees que hubiese sido mejor si mis padres les hubiesen permitido
llevarme con ellos?, ¿estás contento de que los Guardianes te llevaran lejos de
tu familia?

Andrés inclinó su cabeza hacia atrás contra el árbol y suspiró.


—No —admitió—. Nunca dejé de echar de menos a mis padres. Lamento
que ellos no hubieran tratado de mantenerme con ellos. Pero me vieron como
un niño que anhelaban los Guardianes, no con ellos. Ellos son desconocidos
para mí, ahora— Él se volvió a mirarla—. Pero he llegado a amar a Javier, y me
alegré de tener a alguien conmigo cuando pasé por la transformación.

—¿Transformación? —Elena preguntó, sentándose derecha y escuchando


su propia voz alta y nerviosa— ¿Qué es lo que quieres decir, con
transformación?

Andrés sonrió tranquilizadoramente hacia ella, y a pesar de sí misma,


Elena instintivamente se relajó un poco en la calidez de sus ojos.

—Todo estará bien —él dijo sosegadamente, y una parte de Elena lo creyó.
Andrés se sentó, también, con las piernas cruzadas—. No tienes nada de lo que
temer. Cuando sea tu primera tarea como Guardián, un Guardián principal
vendrá y te explicará lo que debes hacer. Tus poderes comenzarán a
desarrollarse cuando tengas una tarea. Hasta que haya terminado tu tarea, no
podrás pensar en nada más. Sentirás esta necesidad abrumadora de Page
completarlo. El Guardián principal vuelve cuando la tarea se realiza y te libera
de tu obligación— Él se encogió de hombros, mirando auto-consciente—. Sólo
he tenido algunas tareas, pero cuando terminaron, yo no podía esperar para la
próxima. Y el poder que he desarrollado para una tarea, lo he mantenido en el
tiempo.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Es de la transformación, sobre lo que estás hablando? —Elena preguntó
dubitativamente. ¿Desarrollo de poderes?, quería el poder para derrotar a
Klaus, pero no le gustó la idea del cambio, de algo que le haría cambiar.

Andrés sonrió.

—Trabajando como un Guardián, te haces mas fuerte—le dijo a ella—. Te


hace más sabio y más poderoso. Tu todavía serás tú, sin embargo —dijo.

Elena tragó saliva. Esto era el quid de su plan. Con Klaus allí, los poderes
serían más útiles, pero necesitaba acceder a ellos ahora en lugar de esperar
hasta que uno de los Guardianes principales decidiera aparecer.

—¿Hay alguna manera de despertar estos poderes antes de que yo tenga


una tarea?—preguntó. Andrés fue a abrir la boca para preguntarle por qué, una
expresión confusa se formó en su rostro, y ella prosiguió con su explicación—.
Hay un monstruo aquí —ella dijo—. Muy viejo, muy cruel vampiro, y quiere
matarme a mí y a mis amigos. Y probablemente mucha otra gente más.
Entonces más tenemos que luchar contra él, mejor.

Andrés asintió con la cabeza, con rostro serio.

—Mis poderes no son muy belicosos, pero pueden ser de utilidad, y yo te


ayudaré mientras tanto. No todos los Guardianes tienen los mismos poderes.
Tiene que haber alguna manera de encontrar el tuyo, sin embargo, y
encenderlos.

Un halo de ilusión brilló en Elena. Si ella pudiera tener acceso a los


poderes que los Guardianes le dieron por sí misma, ella no sería su
instrumento; ella sería un arma. Su propia arma.

—¿Tal vez podrías decirme sobre la primera vez que accediste al tuyo? — Page
ella sugirió.

—Vale— Andrés se sentó más recto y dejó que las rodillas se le cayeran, el
estaba sentado con las piernas cruzadas sobre la hierba—. La primera cosa que
tienes que entender —dijo—, es que Costa Rica es diferente de aquí— El agitó
un brazo alrededor, indicando el pequeño patio y casa, las filas de las casas al
L.J. Smith Destiny Rising
lado y detrás de ellos, el claro, pero frío cielo otoñal—. Costa Rica tiene una
gran cantidad de tierras vírgenes, la tierra es protegida por las leyes de nuestro
país para los animales y plantas. La gente de Costa Rica tiene una frase que
nosotros usamos mucho: pura vida -significa pura vida-, y cuando dicen esto -
al menos cuando lo digo yo- hablaban de nuestra conexión con el mundo
natural.

—Estoy segura de que es precioso —Elena dijo.

Andrés se rió entre dientes— Por supuesto que es —dijo— Y te estarás


preguntando por que te estoy hablando sobre ecología cuando debería estar
hablando sobre poder. Mira.

Cerrando sus ojos, parecía reunir su fuerza, a continuación colocó ambas


manos planas, palmas hacia abajo contra el suelo.

El ruido de un crujido suave comenzó, tan tranquilo al principio que Elena


apenas lo noto, pero pronto creció más fuerte. Ella echó un vistazo al rostro de
Andrés, el cual tenía los ojos cerrados y estaba concentrado, todavía
escuchando algo que ella no podía oír.

Mientras ella miraba, la hierba donde descansaban sus manos creció más
larga, las hojas asomando por entre sus dedos y elevándose alto para
enmascarar sus manos. La boca de Andrés se abrió un poquito y sopló más
duro. Por encima de ellos les llegó un crujido y Elena miro hacia arriba para
encontrar nuevas hojas que se despliegan de las ramas del haya, su fresca
primavera verde entre el amarillo, del otoño teñido que se marcha. Hubo un
golpe suave detrás de ella, y Elena dio la vuelta al darse cuenta de que un
pequeño guijarro había rodado cercano a ellos.

Mirando alrededor, vio un anillo de guijarros y piedras pequeñas,


suavemente deslizándose hacia ellos. Page
El pelo de Andrés se elevó ligeramente, hilos individuales que
chisporrotean con energía. Parecía poderoso y benévolo.

—Pero él dijo, abriendo sus ojos. Algo de la intensidad de su postura


desapareció. El sonido de las plantas creciendo rápidamente y el movimiento
L.J. Smith Destiny Rising
de los guijarros paro. Todavía existía una sensación de la energía expectante en
el aire alrededor de ellos—. Puedo hacer cantos rodados, lanzarlos a través del
aire, o raíces de árboles que arrastren a mis enemigos hasta el suelo. Mi fuerza
se alimenta de la naturaleza, y la naturaleza incrementa mi fuerza. Es más
eficaz en Costa Rica, porque hay más tierra virgen y por lo tanto más energía
salvaje de lo que hay aquí.

—Veo como tu talento es bastante fuerte incluso aquí —Elena dijo,


recogiendo un guijarro liso, blanco de la tierra y dándole la vuelta con
curiosidad en sus dedos.

Andrés sonrió abiertamente y agacho la cabeza modestamente— De todos


modos —el dijo—, mi primera tarea vino a mi cuando yo tenía 17 años. Javier
había estado enseñándome durante aproximadamente cinco años, y yo me
estaba muriendo por demostrar mi valía. Una criatura estaba matando mujeres
jóvenes casadas en el pueblo donde vivíamos, y un Guardián principal -quien
era bastante aterrador en sus modos, muy poderoso y enfocado- vino a mí y
me dijo que mi trabajo consistía en rastrearlo y acabar con el.

—¿Cómo hiciste para encontrarlo? —Elena preguntó.

Andrés se encogió de hombros.

—La bestia fue fácil de encontrar. Una vez tuve mi asignación, algo dentro
de mi me atrajo hacia ello. Resulto ser un demonio en la forma de un perro
negro. Un demonio puro, no una criatura mitad como un vampiro o un
hombre lobo. Fue atraído por el sentimiento de culpa, especialmente la culpa
del adulterio. Javier me había enseñado el modo principal de liberar mi poder,
pero la primera vez que realmente lo hice, me sentí como que estaba
absorbiendo todo el mundo en mí. Yo fui capaz de llamar a un viento y soplar
el perro negro lejos —Él volvió a sonreír tímidamente a Elena.
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—Tal vez si trato de aprovechar la naturaleza del mismo modo, ayudará a
abrir cualesquiera que sean mis poderes —Elena dijo.

Andrés se arrodilló directamente enfrente de Elena.


L.J. Smith Destiny Rising
—Cierra los ojos —dijo, y Elena hizo lo que le dijeron—. Ahora—Andrés
continuó, y Elena sintió que suavemente tocaba su mejilla—, respira
profundamente y concéntrate en tu conexión con la tierra aquí. Tus talentos no
son los mismos que los míos, pero ellos serán arraigados en esta tierra, el lugar
donde comenzó, justo como los míos.

Elena respiró lenta y profundamente, concentrándose en la tierra bajo ella,


la calidez de la luz del sol sobre sus hombros y el cosquilleo de la hierba contra
sus piernas.

Ella apretó los dientes y esforzándose más duro.

—Para —él dijo—. Estás demasiado tensa— Su mano dejó su mejilla y ella
sintió que él se sentaba al lado de ella, su muslo en contacto con ella, y tomó su
mano—. Deja que se pruebe de ésta forma. Canalizaré un poco de mi conexión
con la tierra en ti. Al mismo tiempo, quiero que visualices hundiéndote más
profundo en ti misma. Todas las puertas que normalmente están cerradas
dentro de ti se abrirán y dejarán que su energía fluya a través.

Elena estaba bastante segura de cómo ―visualizar hundiéndose más


profundamente en sí misma‖, tomó otro aliento lento y trató de imaginarlo,
conscientemente haciéndose relajarse. Ella se imaginó andando a lo largo de un
pasillo de puertas cerradas, las puertas volaban abiertas cuando ella las pasó.
Sintió su mano agradablemente cálida y un ligero hormigueo donde tocó la
mano de Andrés.

Pero cuando ella hubo poseído el poder de las alas, antes de que los
Guardianes lo hubieran tomado, ella había sentido mucho más que esto, ¿no
tenía ella? No había sentimiento del potencial asombroso dentro de ella, de
estos fuertemente aferrados, cosas poderosas que eran parte de ella, y que ella
podría liberar cuando fuese el momento correcto.
Page
Ella no sentía nada especial ahora. Las puertas que volaban abiertas solo
estaban en su imaginación, nada más. Elena abrió sus ojos.

—Pienso que esto no está funcionando —le dijo a Andrés.


L.J. Smith Destiny Rising
—No, yo pienso que tampoco —dijo con pesar, abriendo sus ojos para
mirarla—. Lo siento.

—No es culpa tuya —Elena dijo—, sé que sólo estás intentando ayudarme.

—Sí— Andrés enlazó su mano a la de ella y la miró pensativamente—No


creo que la relajación y la visualización sean tus puntos fuertes —dijo—.
Déjame intentar otra cosa. En su lugar trabajaremos con tu instinto protector.

Esto sonó más probable.

—Cierra los ojos de nuevo —salió de Andrés, y Elena obedeció.

—Quiero que pienses sobre el demonio —el dijo—. Piensa en el diablo que
has visto en tus aventuras, aquel mal que tu -que nosotros- debemos luchar.

Elena abrió su mente a sus recuerdos. Ella recordaba a la hermosa


Katherine, cara medio loca que se enrosca ya que ella gritó por la rabia y se
rasgó en el pecho sangrante de Damon. Los perros de Fell´s Church, ojos
inexpresivos que gruñían, volviéndose contra sus propios dueños. Los dientes
de Tyler Smallwood que se alargaban en colmillos y la alegría en sus ojos
cuando trató de atacar a Bonnie. Klaus reuniendo los relámpagos en sus manos
y lanzándolos a sus amigos, su rostro encendido con regocijo vicioso.

Las imágenes pasaban por su mente rápido y más rápido. Los kitsune
Misao y Shinichi, crueles y descuidados, riendo mientras convertían a los niños
de Fell´s Church en salvajes asesinos. El fantasma que se introdujo por las
gargantas de Stefan y Damon, volviéndolos locos de rabia y celos, sus bocas de
sangre. Ethan levantando la Copa de la sangre por encima de su cabeza,
llamando a Klaus a regresar a la vida.

Dorado, Klaus aterrador saliendo del fuego. Y diferentes rostros de otras Page
escenas, inundaron su mente. Bonnie riéndose de su pijama de cucuruchos de
helado. Samantha la cazadora de vampiros amiga de Meredith, feroz y
divertida, hasta que los vampiros de la sociedad Vitale la habían matado. El
dulce compañero de habitación de Matt, Christopher, muerto en el patio. La
chica que Damon había dejado en el bosque, aturdida y asustada, sangre
corriendo de las mordeduras en su cuello.
L.J. Smith Destiny Rising

En su interior, Elena sintió que algo se desplegaba, no abriéndose de golpe


como una puerta o extendiéndose como alas potentes, pero suavemente
floreciendo.

Abrió los ojos despacio, y vio a Andrés cerca, al lado de ella. El resplandor
de luz verde pura le rodeó, y el pecho de Elena se apretó. La luz era muy
bonita, y sin saber exactamente como lo sabía, ella sabía que la luz era buena en
el más simple, definitivo sentido.

—Es hermoso —dijo con admiración. Andrés abrió sus ojos y le devolvió
la sonrisa.

—¿Algo? —el dijo, un trasfondo de emoción que pasa por su voz.

Elena asintió.

—Puedo ver la luz a tu alrededor —ella dijo.

Andrés casi saltó de felicidad.

— Eso es maravilloso —él le dijo a ella—. He oído hablar de esto. Debes


estar viendo mi aura.

—¿Aura? —Elena dijo con escepticismo—. ¿Esto realmente va a ayudar a


luchar contra el mal? —Parecía descabellado, modernista poder.

Andrés sonrió abiertamente.

—Te ayudará a detectar si alguien es bueno o malo desde el principio —


dijo—, Y con la práctica, he oído que puedes utilizarlo para rastrear y buscar a
tus enemigos. Page
—Supongo que puedo ver cómo podría ser útil —ella estuvo de acuerdo—
. No tan útil como la voladura de cosas lejos con mis manos, pero es un
principio.

Andrés la contempló por un momento y luego comenzó a reírse.


L.J. Smith Destiny Rising

—Quizá conseguirás llegar a la parte de la voladura pronto —el dijo.


Incapaz de contenerse, Elena rió, también, y se inclinó contra él,
impotente, riéndose. Ella estaba tan aliviada, sencillamente, ferozmente alegre.
Ella había encontrado el poder sin necesidad de tener que esperar a que el
Guardián principal le dé una tarea. Y ahora que ella tenía acceso a uno, ella
pensó, que podría sentir más poder enroscado dentro de ella, mas flores
esperando para abrir. Esto era sólo el comienzo.

Por las puertas centrales del campus, Meredith marcó el paso, sus
zapatillas de deporte que hacen pistas en el polvo en el borde del camino. En el
pasado, ella había sido capaz de mantener por sí misma la calma en el colegio,
desde que ella se había formado como un cazador de vampiros a usar
realmente sus habilidades para luchar contra los vampiros, se había vuelto más
y más agitada. Quería estar en movimiento, quería hacer algo realmente- sobre
todo ahora que ella sabía que los monstruos frecuentaban el campus-. Sabía
que con Samantha muerta -una parte de ella todavía estaba ahogada en su
memoria- ella era la única protectora que no se fue.

Su piel estaba entumecida con la sensación de algo maligno, algo malo


justo fuera de la vista.

Ella no podía esperar a ver a Alaric.

Como si aquél pensamiento le hubiera evocado, el pequeño honda gris de


Alaric estaba girando la calle hacia el campus por fin. Meredith lo saludó
cuando aparcó y comenzó a correr hacia el coche, consciente de que estaba
sonriendo como una idiota pero no le importaba.

—Eh —ella dijo llegando a él, como Alaric se estiró y salió del coche y
luego ella lo besó con fuerza. Ella sabía que necesitaban establecer una
estrategia y un plan -que con suerte Alaric había encontrado algo en sus Page
búsquedas que podría ayudarles a luchar contra Klaus-, pero por ahora, ella
sólo atesoró la sensación de Alaric sólido y real entre sus brazos, sus labios
suaves sobre los de ella, el olor del que era de cuero y jabón y algo que era la
clase y esencia de Alaric .
L.J. Smith Destiny Rising
—Te he extrañado —el dijo, descansando su frente contra la de ella
durante un momento, después de que finalmente se terminara el beso—.
Hablando por teléfono no es lo mismo.

—A mi también—Meredith dijo, tenía tantas ganas de verlo—.Me


encantan tus pecas—le dijo a él en consecuencia, y apresuró sus labios a través
de los puntos de oro en su mejilla.

Ellos se dirigieron al campus, tomados de la mano mientras caminaban.


Meredith señaló los sitios de interés. La biblioteca, la cafetería, centro
estudiantil, su dormitorio. Las pocas personas que ellos pasaron iban en grupos
y con prisas, cabeza abajo, no haciendo contacto visual. Cuando ellos llegaron
al gimnasio, Meredith dudó antes de detenerse en frente a él.

—Éste es el lugar donde entreno. Es duro…Yo solía venir aquí con


Samantha —le dijo—, ella era muy competitiva y brillante. Me empujó, de una
manera realmente buena— Se apoyó contra Alaric durante un momento, y
sintió que él dejaba caer un beso en la parte superior de su cabeza.

Ellos iniciaron la marcha, pero Meredith no podía dejar de pensar en


Samantha. Antes de Samantha, Meredith nunca había conocido a nadie de una
familia de cazadores de vampiros hereditaria. Sus padres la dejaron fuera de la
comunidad de cazadores. Porque los padres de Samantha habían muerto
cuando era ella joven, ella no había conocido realmente a otro cazador
tampoco.

Ellas se habían enseñado mutuamente mucho. Meredith quería a Elena y a


Bonnie -ellas eran sus mejores amigas, sus hermanas- pero ningún amigo había
entendido alguna vez tanto sobre Meredith como Samantha hacía.

Como entonces Ethan y los vampiros de la sociedad Vitale la habían


matado. Merdith había sido la primera en encontrar el cuerpo de Smantha. Ella Page
había sido destrozada tan violentamente, que su habitación había sido
empapada de sangre.

Meredith sintió que su cara se enroscaba, y su voz salió gruesa y feroz.


—A veces siento que esto nunca va a pararse —dijo a Alaric—. Y ahora
Klaus está de vuelta, y aunque le matamos, debería haber desaparecido.
L.J. Smith Destiny Rising

—Yo sé —Alaric dijo—. Me gustaría hacer las cosas mejor. Klaus destruyó
a tu familia y tú lo derrotaste. Es correcto, esto debería haberse terminado
entonces— Ellos se detuvieron en un banco debajo de un grupo de árboles, y él
se sentó bajando a Meredith junto a él.

Tomando su mano, miro a sus ojos, su rostro lleno de amor y


preocupación.

—Dime la verdad Meredith —el dijo—, Klaus destruyó a tu familia.


¿Cómo te sientes?

Meredith aguantó su respiración, porque aquél hecho era exactamente lo


que ella había estado evitando desde que Klaus saliese del fuego
Klaus había atacado al abuelo de Meredith y le había conducido a la
locura. Él había secuestrado a su hermano gemelo, Cristian, y lo hizo un
vampiro. Y él hizo a la propia Meredith tener una vida mitad vampiro, algo de
lo que cada familia de cazadores tenía derecho a detestar.

Y los guardianes habían cambiado todo, haciendo que la realidad fuera la


que hubiera ocurrido si Klaus nunca hubiera llegado a Fell´s Church. Cristian
era un humano ahora-Meredith no recuerda haberse encontrado con él, pero él
había crecido con -ella en esta realidad– y en el campamento de entrenamiento
del ejército en Georgia. Su abuelo estaba feliz y sano, viviendo retirado en un
pueblo hacia abajo de Florida. Y Meredith no necesitaba sangre, no tenía
dientes afilados de gatito. Pero ella y sus amigas todavía recordaban el modo
en que las cosas solían ser. Nadie más en su familia recordaba, pero ella lo hizo.
—Estoy aterrorizada —Meredith confesó. Enroscó su mano alrededor,
jugando con los dedos de Alaric—. No hay nada que Klaus no haría, y
sabiendo que él está ahí fuera en algún lugar, esperando, planeando algo,
es…No sé qué hacer con eso.
Apretó su mandíbula y miró hacia arriba, buscando los ojos de Alaric. Page
—El tiene que morir —ella dijo suavemente—. Él no puede comenzar de
nuevo, no ahora.
Alaric asintió con la cabeza.
—Vale —el dijo, cambiando de simpático a serio—. Yo tengo buenas
noticias, creo— Desabrochó la mochila negra de explorador que había estado
cargando sobre sus hombros y sacó su cuaderno, volteando algunas páginas
L.J. Smith Destiny Rising
hasta que encontró la información que quería—. Nosotros sabemos que la
madera de fresno blanco es la única madera mortal para Klaus, ¿no? —
preguntó.
—Eso es lo que dicen —dijo Merdith—, la última vez, Stefan nos hizo una
arma de ceniza de fresno blanco, pero no resultó ser tan útil— Recordó que
Klaus desgarró la daga de ceniza blanca de la mano de Stefan, rompiéndola y
la usó para apuñalar a Stefan.
Los gritos de Stefan con mil astillas mortales que se habían rasgado en
el…imborrable. Casi había muerto. Damon había herido a Klaus con la daga de
ceniza blanca, después, pero la final, Klaus había conseguido sacar la madera
sangrienta de su propia espalda y se había mantenido triunfante, todavía
poderoso, todavía capaz de traer a Stefan y a Damon a sus rodillas.
Y ésta vez, no tenemos a Damon, Meredith pensó sombríamente. Ella
había renunciado a preguntar a Elena y a Stefan dónde estaba Damon. Él
siempre había sido impredecible.
—Bien —dijo Alaric con una pequeña sonrisa—, existe una leyenda
popular en los Apalaches que encontré en mi investigación que dice que un
fresno blanco plantado en luna llena en determinadas condiciones es más
potente contra vampiros que cualquier otra madera. Una ceniza blanca con esa
clase de magia en sus orígenes debería atestar un golpe decisivo contra Klaus.
—Seguro, ¿pero cómo es que vamos a encontrar algo así? —Meredith
preguntó, y luego ella subió una ceja—. Ah, tu sabes donde hay una,
¿verdad?—La sonrisa de Alaric se puso más amplia. Después de un segundo,
Meredith envolvió sus brazos alrededor de su cuello y le besó—. Eres mi héroe
—ella dijo.
Alaric se sonrojó, el aumento del rosa desde su cuello hasta su frente,
pero parecía contento.
—Tú eres el héroe —el dijo—. Pero con suerte, tendremos una verdadera
arma contra Klaus.
—Viaje por carretera —Merdith dijo—. Pero no antes de que nos hayamos
asegurado que el campus es un lugar seguro, podemos conseguirlo. Klaus se
está escondiendo y no tenemos ninguna pista de donde está. Así que tenemos Page
que concentrarnos en los vampiros recién hechos por ahora— Ella sonrió
tristemente hacia Alaric, poniendo sus zapatillas de deporte debajo del banco—
. Es importante para enfrentar la amenaza inmediatamente primero, pero esto
está bien.
Alaric presionó sus manos entre las dos suyas.
L.J. Smith Destiny Rising
—Todo lo que necesites, te ayudaré —dijo seriamente—, me quedaré aquí
tanto tiempo como sea útil. Mientras tú quieras.
A pesar del sangriento lío en el que fue su pasado y casi a pesar del horror
de su futuro, Merdith tuvo que reírse.
—¿Todo el tiempo que yo quiera? —dijo, flirteando, echando un vistazo a
él a través de sus pestañas, tomando sol en la sonrisa de Alaric—. Ah, tú no te
escaparás de mi ahora.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 12
Traducido por Pili
Corregido por Emi_93

C
hloe acechaba silenciosamente por el bosque, con movimientos
precisos.
Inclinó la cabeza en señal de alerta, sus ojos rastreaban algo
cercano, un movimiento invisible en la maleza.
Matt la siguió, echándose su mochila de explorador a la
espalda. Él trataba de andar tan silenciosamente como ella, pero los palos y las
hojas crujían bajo sus pies. Él se estremecía ante cada nuevo crujido.
Parada, Chloe parpadeó durante un momento, olió el aire, y a continuación
extendió las manos hacia los arbustos, a su izquierda. --Vamos --murmuró ella, casi
demasiado bajo para que Matt pudiera escuchar.
Hubo un crujido y, lentamente, un conejo salió de entre las hojas, mirando
hacia arriba, hacia Chloe, con sus inmensos ojos oscuros y las orejas temblorosas.
Con un golpe rápido, Chloe lo agarró. Hubo un chirrido estridente, y luego el
pequeño animal estuvo quieto y dócil en sus brazos.
La cara de Chloe se enterró en el pelaje de color marrón claro del conejo, y
Matt miró con indiferente aprobación como ella tragaba. Una gota de sangre hizo
un largo, y pegajoso recorrido por el costado del animal antes de gotear al suelo
del bosque.
Despertando de su sueño crepuscular, el conejo tuvo espasmos una vez, Page
pataleó con sus patas traseras y, a continuación, se quedó quieto. Chloe se limpio la
boca con la palma de la mano y posó el conejo en el suelo, mirando hacia él
tristemente.
—No pensaba matarlo —dijo con voz baja y triste. Ella empujó hacia atrás los
cortos tirabuzones de su cabello y alzo la vista hacia Matt suplicante —Lo siento.
Yo se lo grotesco y raro que es esto.
L.J. Smith Destiny Rising
Matt abrió su mochila de explorador y saco una botella de agua para dársela a
ella. —No tienes porqué disculparte —dijo él. Verla alimentarse de animales había
sido un poco grotesco y raro al principio. Pero ahora lo era menos que la primera
vez que lo había visto. Y era su palabra al cien por cien: Chloe no había recaído en
absoluto, parecía contenta con beber sangre de animales en vez de cazar humanos.
Eso era todo lo que importaba.
Chloe se enjuagó la boca, escupiendo agua teñida de rosa entre los matorrales.
—Gracias —dijo ella temblorosamente.
—Ha sido duro —adivinó Matt.
—Algunas veces sueño con sangre. Sangre humana real. Pero las cosas que
hice en esos días con Ethan…realmente no puedo perdonarme a mí misma por
ello. No creo que pueda hacerlo jamás. Y Ethan…. ¿Por qué confié alguna vez en
él? —Su boca tembló.
—Eh —Matt agarró su brazo y lo sacudió ligeramente. —Ethan nos había
engañado. Si Stefan no me hubiera salvado, yo estaría en la misma situación en la
que tú estás ahora.
—Sí —Chloe se apoyó contra él -Adivino que tú me salvaste a mí, también.
Matt entrelazó sus dedos con los de ella. —Yo no estaba dispuesto a perderte.
Chloe levantó su cara hacia la de él y sus ojos se agrandaron. Matt rozó su
boca contra su mejilla, solo un ligero roce de labios al principio, y luego más
profundamente. Matt cerró los ojos, sintiendo la suavidad de los labios de ella
contra los suyos. Sintió como si estuviera cayendo. Cada día que pasaba con Chloe,
ayudándola a volver hacia la luz, viendo su fuerza, él la amaba un poco más.

Meredith se estiró silenciosamente para sus adentros. La habitación estaba


oscura, excepto por la luz de la pantalla de su ordenador portátil. Elena y Bonnie
estaban durmiendo en sus camas, y Meredith echó un vistazo ansioso a su propia
cama. Las noches de patrulla y los días pasados en el gimnasio daban como
resultado un profundo y gratificante sueño, en el que se hundía tan pronto como
se acostaba.
Pero a diferencia de muchas de las clases del campus, su clase de literatura
inglesa todavía se dictaba, y Meredith tenía un trabajo incompleto que debía Page
entregar.
Ella había sido responsable; era una estudiante de sobresaliente en el instituto,
y su orgullo no le permitía perder la fecha de entrega del trabajo o hacer un trabajo
chapucero, no importaba lo cansada que estuviese.
L.J. Smith Destiny Rising
Forzándose a sí misma a ser una estudiante modelo, Meredith bostezó y
escribió en la máquina: ―desde su primer encuentro la relación de Anna y Vronsky
estaba claramente condenada a terminar en una mutua destrucción‖.
Estudiante modélica o no, ella todavía era una cazadora completamente
diestra con las armas, aún era una Sulez, por lo que perdió la concentración tan
pronto como Bonnie elevó la voz desde su cama, en el otro lado de la habitación.
—A él no le gusta estar solo —dijo Bonnie bruscamente.
Era el tono de voz llano, casi metálico, que utilizaba cuando tenía una de sus
visiones.
— ¿Bonnie? —Meredith titubeó. Bonnie no contestó, y Meredith encendió la
luz de su escritorio para iluminar el resto de la habitación, pero cuidando que no se
reflejase directamente sobre la cara de Bonnie.
Los ojos de Bonnie estaban cerrados, aunque Meredith podía verlos moverse
bajo sus párpados, como si estuviera tratando de despertar, o tratando de decir
algo en sueños.
Su rostro estaba tenso, y Meredith hizo un sonido con la garganta cuando se
deslizó a través de la habitación y sacudió a Elena suavemente por el hombro.
Elena medio dormida se volteó y susurró — ¿Qué? ¿Qué?
Ella parpadeó, completamente despierta.
—Shh —le dijo Meredith, luego, dirigiéndose a Bonnie, dijo suavemente
—¿A quién no le gusta estar solo, Bon?
—Klaus —respondió Bonnie en esa misma voz amortiguada, Elena abrió
desmesuradamente los ojos. Se sentó, su cabello dorado despeinado por el sueño, y
alcanzó un cuaderno y una pluma de su escritorio. Meredith se sentó en la cama de
Bonnie y esperó, contemplando la cara durmiente de la muchacha más pequeña.
—Klaus quiere a sus viejos amigos —les dijo Bonnie. —Él está llamando a
uno ahora…—Todavía dormida, levantó un delgado y blanco brazo por encima de
ella y torció un dedo, señalando a la oscuridad —Hay tanta sangre -agregó con
aquella voz llana, mientras su mano volvía a bajar. La piel en los brazos de
Meredith se puso en carne de gallina.
Elena garabateó algo en su cuaderno y lo sostuvo en el aire. En grandes letras
ella había escrito ―PREGÚNTALE A QUIÉN‖ Page
Ellos habían descubierto en el pasado que era mejor que solo una persona le
hiciera preguntas a Bonnie cuando estaba teniendo visiones, para impedirle
confundirse o que saliera del trance.
—¿A quién está llamando Klaus? —preguntó Meredith, manteniendo la
calma en su voz. Su corazón palpitaba con fuerza ante la idea, y ella presionó una
L.J. Smith Destiny Rising
mano contra su pecho, como si así fuera a calmarlo. Cualquier amigo de Klaus era
definitivamente peligroso.
La boca de Bonnie se abrió para contestar, pero ella vaciló. —Él los llama para
unirse a su lucha -dijo ella, después de un momento, con la voz hueca. —El fuego
es tan brillante, no hay manera de saber quien viene. Es solo Klaus. Klaus y la
sangre, y las llamas en la oscuridad.
—¿Qué está planeando Klaus? —preguntó Meredith. Bonnie no contestó. Sus
parpados revolotearon, sus pestañas se veían gruesas y oscuras en contraste con la
palidez de sus mejillas. Respiraba más pesadamente.
—¿Y si tratamos de despertarla? —preguntó Meredith. Elena sacudió la
cabeza y escribió de nuevo: ―PREGÚNTALE DÓNDE ESTÁ KLAUS‖.
—¿Puedes decirnos dónde está Klaus ahora mismo? —le preguntó Meredith.
Inquietamente, Bonnie movió la cabeza de acá para allá contra la almohada.
—Fuego —dijo ella. —Oscuridad y llamas. Sangre y fuego. Él quiere que
todos se unan a su lucha —Una risita grave salió de su boca, a pesar de que su
expresión no cambió. —Si Klaus logra su propósito todo terminará en sangre y
fuego.
— ¿Podemos detenerlo? —preguntó Meredith. Bonnie no dijo nada, pero se
inquietó.
Sus manos y sus pies comenzaron a dar golpecitos contra el colchón, primero
ligeramente, y luego más fuertemente, tornándose un repiqueteo rápido.
—¡Bonnie!—exclamó Meredith, poniéndose de pie de un salto.
Con un gran grito ahogado, el cuerpo de Bonnie se sosegó. Sus ojos se abrieron.
Meredith agarró los hombros de la muchacha más pequeña.
Un segundo más tarde, Elena estaba al lado de ellas en la cama, extendiendo
la mano y cogiendo el brazo de Bonnie.
Los ojos de Bonnie permanecieron muy abiertos y en blanco durante un
momento, y luego ella frunció el ceño y Meredith pudo ver a la verdadera Bonnie
de nuevo.
—¡Ay!-- se quejó Bonnie. —¿Qué estás haciendo? ¡En mitad de la noche! —
Bonnie se apartó de ellas —Suéltenme —dijo ella, indignada, y se frotó el brazo
donde Elena la había agarrado. Page
—Tuviste una visión —dijo Elena, retrocediendo para darle algo de espacio.
—¿Puedes recordar algo?
—Uf— Bonnie hizo una mueca. —Ya debería saberlo. Mi boca siempre tiene
un sabor raro cuando salgo de ello. No me gusta —miró a Elena y a Meredith. —
No recuerdo nada. ¿Qué he dicho?—pregunto, titubeante. — ¿Era malo?
L.J. Smith Destiny Rising
— ¡Ah!… sangre y fuego, y oscuridad —dijo Meredith secamente—lo
habitual, salvo una cosa…
—Yo lo anoté —dijo Elena, y entregó a Bonnie su cuaderno.
Bonnie leyó las notas de Elena y palideció. — ¿Klaus llamará a alguien para
que se una a él? —preguntó ella. —Oh, no, no más monstruos. No podemos, no
hay ningún modo en que esto se vea bien para nosotros.
—¿Alguna idea sobre a quién podría estar llamando? —preguntó Elena.
Meredith suspiró, se puso de pie, y comenzó a caminar entre las camas.
—Realmente no sabemos mucho acerca de él —dijo ella.
—Miles de años de ser un monstruo —añadió Elena. —Imagino que Klaus ha
hecho mucho mal en su pasado.
A pesar de su zancada rápida a través de la habitación, un escalofrío recorrió
la espalda de Meredith. Una cosa era segura: cualquiera que quisiera unirse a
Klaus sería la última persona que ellos querrían aquí.
Decididamente, ella pulsó un botón de su ordenador portátil, lo cerró y fue a
su armario para sacar las armas del baúl. No había tiempo para ser una estudiante
ahora. Ella tenía que prepararse para la guerra.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 13
Traducido por Isane33
Corregido por Sabina_Salvatore

—C
reo que puedo ver mejor en la oscuridad ahora —le
dijo Elena a Stefan mientras apartaba una rama de un
árbol y la sostenía para que él pudiera pasar.

La noche parecía llena de sonidos y movimientos, desde el susurro de las


hojas hasta el correr de algún tipo de roedor pequeño en la maleza. Se sentía tan
diferente de la última vez que ella y Stefan habían patrullado el bosque juntos.
Elena no sabía si esta nueva conciencia estaba directamente relacionada con el
poder que podía sentir extendiéndose de manera constante dentro de ella, o si
saber que tenía el poder simplemente la hizo estar más atenta a todo lo demás.

Stefan sonrió, pero no respondió. Ella se dio cuenta de que estaba centrado en
extender su propio poder, en busca de vampiros en el bosque.

Cuando se concentraba, podía ver que el aura de Stefan era de un hermoso


azul claro, moteado con zarcillos de color gris claro que pensaba que podrían ser
las dudas y las culpas que nunca se apartaban completamente de él. Pero el azul
intenso era mucho más fuerte que el gris. Deseó que Stefan pudiera ver su aura. Page
Ella extendió la mano y la tocó, su mano derecha estaba flotando sobre la piel
de Stefan. El azul envolvió su mano, pero no podía sentir nada. Movió los dedos,
observando el flujo del aura de Stefan alrededor de ellos.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Qué estás haciendo? —dijo él, girando su mano para entrelazar sus dedos.
Todavía estaba atento a la oscuridad que los rodeaba.

—Tu aura —dijo Elena, y luego se detuvo.

Algo que se acercaba.

Stefan hizo un suave ruido inquisitivo y cuando Elena respiró para hablar de
nuevo, algo oscuro y húmedo la inundó, congelándola completamente como si
hubiera sido arrastrada debajo de un río helado.

El mal. Estaba segura de ello.

—Por aquí —dijo ella con urgencia, y tirando de la mano de Stefan, echó a
correr por el bosque. Las ramas la abofeteaban mientras pasaba junto a ellas, una
dejando un largo arañazo punzante en su mejilla. Elena lo ignoró. Podía sentir que
algo tiraba de ella, su urgencia estaba reclamando toda su atención.

El mal. Tenía que detenerlo.

Sus pies resbalaron y patinaron sobre las hojas muertas debajo de ellos, y
Stefan la cogió por el brazo antes de que pudiera caer, tirando de ella en posición
vertical. Se quedó quieta un momento, jadeando para recuperar el aliento.

Adelante, podía ver franjas de un sucio color rojo ladrillo interceptado por un
enfermizo color amarillo-bilis. Nada como los colores calmantes de las auras Stefan
o Andrés, en absoluto. Mientras Elena miraba, el color rojo ladrillo —el color de la
sangre vieja y seca— se contrajo y se expandió alrededor del amarillo bilioso en un
ritmo constante. Dos auras, se dio cuenta —una dominaba a la otra. El sentido de
urgencia de Elena creció.

—Puedo verlo —dijo desesperadamente—. Algo malo está pasando. Vamos. Page
Ellos corrieron. Elena pudo notar cuando el poder de Stefan captó lo que ella
estaba sintiendo, porque él de repente fue más rápido, tirando de ella en vez de
seguirla.
L.J. Smith Destiny Rising
Un vampiro estaba presionando a su víctima contra un árbol, las dos figuras
estaban acurrucadas en una forma oscura y corpulenta. Las auras palpitantes
estaban envueltas alrededor de ellos, era casi muy repugnante de ver. Elena apenas
tuvo un momento para darse cuenta de que había encontrado lo que había estado
cazando cuando Stefan apartó de un tirón al vampiro del humano y le rompió el
cuello con un eficiente giro de sus manos. Luego arrancó una rama del árbol y lo
estacó en el pecho.

La víctima del vampiro cayó sobre sus manos y rodillas con un golpe sordo.
Su aura amarillenta perdió su tinte enfermizo casi de inmediato, pero se fue
atenuado a un gris claro mientras el hombre se desplomaba en el montón de hojas
bajo el árbol.

Elena se dejó caer de rodillas a su lado y sacó su linterna para examinarlo


mientras Stefan arrastraba el cuerpo del vampiro —una de las promesas Vitale—
lejos entre los arbustos. La víctima tenía el pelo negro muy corto y estaba pálida,
pero su pulso era constante, y su respiración era superficial pero regular. La sangre
goteaba de un mordisco en su cuello, y Elena se quitó la chaqueta y la usó para
presionar contra la herida.

—Creo que está bien —le dijo a Stefan cuando él volvió a su lado.

—Buen trabajo, Elena —le dijo, y luego inhaló profundamente—. Sin


embargo, todavía hay sangre fluyendo en alguna parte de él.

Elena pasó la linterna sobre el hombre. Levaba puestos pantalones de pijama


y una camiseta y sus pies estaban desnudos. Las plantas de sus pies estaban
sangrando.

—El vampiro debe haberlo coaccionado a salir de su dormitorio —se dio


cuenta ella—. Así es como él terminó en el bosque.
Page
—Cada vez son más hábiles —dijo Stefan—. Vamos a organizar más patrullas
en todo el campus. Tal vez podamos detener algunos de ellos antes de que atrapen
a sus víctimas primero.

—Por ahora, mejor llevemos a este tipo de vuelta a casa —dijo Elena. El chico
de cabello negro gimió mientras Stefan y Elena lo levantaban cuidadosamente. La
L.J. Smith Destiny Rising
grisura de su aura empezó a llenarse con filamentos de color, y Elena pudo notar
que él estaba empezando a despertar—. Todo está bien —dijo con dulzura, y sintió
un susurro del poder Stefan cuando él comenzó a murmurarle al chico, a calmando
para el viaje de regreso a su dormitorio.

Sin embargo, ella no podía concentrarse en ayudarlo. Su piel picaba y sintió


un tirón en lo más profundo de su ser. Todavía había algo ahí fuera. El Mal, muy
cerca. Elena dejó a Stefan llevar todo el peso de la víctima del vampiro y se apartó,
extendiendo su poder para tratar de detectar en qué dirección estaba el mal.

Nada. Nada en concreto, de todos modos —solamente la terrible y pesada


certeza, de que algo andaba mal, no demasiado lejos. Ella aguzó los sentidos,
buscando y tratando de sentir el rastro de algún aura.

Nada.

—Elena —preguntó Stefan. Él estaba sosteniendo a la víctima del vampiro con


facilidad y le estaba dando una mirada inquisitiva.

Elena sacudió la cabeza.

—Hay algo —dijo lentamente— Pero no sé dónde. —Se quedó mirando


fijamente la oscuridad por un momento, pero todavía no había ninguna pista que
le dijera de donde provenía esa sensación opresiva—. Deberíamos terminar por
hoy —dijo finalmente.

—¿Estás segura? —peguntó Stefan. Ante su asentimiento, él subió al tipo más


alto en su hombro y se volvió hacia el campus. Mientras Elena lo seguía, le echó un
último inquieto vistazo a su alrededor. Fuera lo que fuese, se estaba protegiendo
de ella y de Stefan mejor de lo que los jóvenes vampiros podían.

Era algo viejo, entonces. Y maligno. ¿Estaba Klaus cerca? Si quería, podía Page
matarlos ahora mismo, Elena se dio cuenta de eso con una vertiginosa llamarada
de pánico. Él era más fuerte de lo que ellos eran. Los bosques que la rodeaban
parecieron más oscuros, más siniestros, como si Klaus pudiera estar al acecho
detrás de cualquier árbol. Caminó más rápido, pegada a Stefan, ansiosa por ver las
luces del campus por delante.
L.J. Smith Destiny Rising

***

Bonnie sostuvo la mano de Zander mientras seguían a Meredith alrededor del


borde de la cancha de fútbol. No habían visto a ningún vampiro esta noche, pero
las estrellas eran increíblemente brillantes por encima de ellos.

—Me gusta patrullar contigo —le dijo—. Es casi como un paseo romántico,
excepto por, ya sabes, la posibilidad de ser atacados por vampiros.

Zander le sonrió abiertamente y balanceó sus manos entrelazadas.

—No se preocupe, señorita —dijo en una imitación terrible del acento de un


vaquero—. Soy el hombre lobo más fuerte en esta ciudad y aquí estoy cuidando de
usted.

—¿Es raro que encuentre esa voz sexy? —le preguntó Bonnie a Meredith.

Meredith, caminando a zancadas delante de ellos, se volvió para levantar una


expresiva ceja a Bonnie.

—Sí —dijo simplemente—. Muy extraño.

Un largo y prolongado aullido resonó en la dirección de las colinas a las


afueras del campus y Zander ladeó la cabeza, escuchando.

—Los chicos no han encontrado nada —dijo—. Van a comprar pizza una vez
que Camden cambie.

—¿Quieres reunirte con ellos —le preguntó Bonnie.

Zander la atrajo más cerca, poniendo su brazo alrededor de sus hombros. Page
—No, a menos que tú lo hagas —dijo—. Pensé que tal vez podríamos pasar el
rato en mi habitación, ver una película o algo así.

—¿Renunciando a la comida, Zander? —Dijo una voz seca detrás de ellos—.


Debe ser amor verdadero.
L.J. Smith Destiny Rising

Meredith se dio la vuelta, y Bonnie supo que ella se estaba dando con la
cabeza en la pared por no sentir a la chica acercándose a ellos.

—Hola, Shay —dijo Bonnie con resignación—Meredith, conoce a Shay una


vieja amiga de Zander.

Hombre Lobo, le articuló a Meredith cuando estuvo segura de que Shay no


estaba mirando.

—Espero que no les importe que cace con ustedes —dijo Shay, siguiéndoles el
paso al otro lado de Zander—. Spencer me dijo que estarían patrullando por aquí.

—Cuantos más, mejor —le dijo Bonnie, muy consciente de no apretar los
dientes.

—Me encantaría tener algo de lucha —dijo Shay, girando los hombros—. Se
siente como que no he estado haciendo nada salvo quedarme sentada con los
brazos cruzados desde que llegué aquí. Zander podría decirte cuan inquietos nos
ponemos cuando estamos encerrados.

—Sí, me he dado cuenta —dijo Bonnie. Zander había acelerado el paso para
que coincidiera con el rápido paso de Shay, y su brazo había caído de los hombros
de Bonnie. Ella tomó su mano otra vez, pero se encontró teniendo que apresurarse
para mantener el ritmo.

Meredith vaciló, mirando entre ellos, y estaba abriendo la boca para decirle
algo a Shay cuando Shay se detuvo de pronto.

—¿Oyes eso? —dijo, y Zander, Meredith y Bonnie se detuvieron y escucharon,


también.
Page
Bonnie no oyó nada, pero Zander sonrió y le dio un codazo a Shay.

—Venados cola blanca en la cresta de la montaña —dijo él.

Compartieron una sonrisa privada.


L.J. Smith Destiny Rising
—¿De qué están hablando? —preguntó Bonnie.

Shay se volvió a Bonnie.

—El Consejo Superior del Lobo nos divide en las Manadas que formaremos
cuando somos niños, y crecemos jugando juntos. Cuando Zander, los otros y yo
teníamos unos quince años, nuestra Manada pasó una semana vagando por las
montañas cerca de donde crecimos. —Ella le sonrió a Zander, y Bonnie se tensó
ante la intimidad que era evidente entre ellos.

—Bueno —continuó Shay— en este viaje, después de que habíamos salido


corriendo con la manda toda la noche, Zander y yo fuimos a beber de una laguna
escondida en los bosques de pinos. Encontramos venados allí, y podríamos haber
matado a uno de ellos con facilidad —éramos lobos en ese momento, y es natural
para nosotros cazar en esa forma— pero ellos simplemente nos miraban, el sol
estaba saliendo detrás de ellos. Y —se encogió de hombros— eran hermosos. Fue
como si ese momento era sólo para nosotros. —Ella sonrió, y por una vez, no
parecía como si estuviera tratando de irritar a Bonnie. Shay estaba recordando. Ella
inclinó su rostro hacia la brisa—. ¿Hueles eso? —le preguntó a Zander.

Bonnie no olía a nada, pero Zander olfateó la brisa y Shay le dio otra sonrisa
nostálgica.

—Pino —dijo él. Shay sonrió, arrugando su nariz.

Después de un momento, Meredith se aclaró la garganta y comenzó a caminar


de nuevo, explorando el área por problemas, y Zander apretó la mano de Bonnie.

—Entonces —dijo—. ¿Película?

—Claro —dijo Bonnie, distraída. No podía dejar de ver las similitudes en los
movimientos de Zander y Shay y cómo, incluso cuando Zander estaba hablando Page
con ella, tenía un oído atento a los sonidos lejanos que Bonnie nunca sería capaz de
oír. Había una distancia entre ellos, pensó, que nunca podrían ser capaces de
cruzar.

Tal vez Bonnie nunca encajaría en el mundo de Zander. No como Shay.


L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 14
Traducido por Pili
Corregido por Violet~

E
lena daba vueltas nerviosamente en su cama, la sábana
envolviéndola a su alrededor y volteó su almohada de modo que
ella pudiera descansar su mejilla en el lado más fresco. Cruzando
la habitación, Meredith murmuró algo en su sueño y luego se
quedo callada.

Elena estaba exhausta, pero no podía dormir. Había tomado tanto tiempo
para maniobrar al chico que el vampiro había atacado en los bosques atrás de su
residencia de estudiantes, y más aún que Stefan lo influenciara para hacerle olvidar
lo que sucedió. Y ellos no sabían si el poder de Stefan había funcionado totalmente
sobre el chico: la dieta de sangre animal de Stefan mantiene su Poder tan fuerte
como la de otros vampiros de su edad que se alimentan de humanos.

Sin embargo, no fue esa preocupación, la que mantuvo a Elena despierta. No


podía dormir porqué no podía sacudirse el sentimiento que había tenido en el
bosque, algo oscuro y perverso tirando de ella, su Poder tratando de conducirla a
algún lugar.

De cualquier modo, ese sentimiento era más fuerte ahora, algo tiró Page
insistentemente en el centro de ella, diciéndole ahora y de prisa.

Elena se sentó en la cama. El Poder en su interior quería que ella saliese tras el
mal que estaba ahí fuera, quería que ella hiciese las cosas bien. Tenía que hacerlo,
no había ninguna duda sobre ello.
L.J. Smith Destiny Rising
Ella echó un vistazo a las camas de Meredith y Bonnie. Meredith estaba
acostada boca arriba, un brazo delgado lanzado sobre sus ojos, mientras Bonnie se
había enroscado perfectamente en un lado, una mano bajo su mejilla, pareciendo
imposiblemente joven.

Ellas querrían que las despierten, para llevarlas con ella.

Descartó la idea casi de inmediato. Pensó en Stefan, unas plantas más arriba,
probablemente leyendo o sentándose en su balcón mirando las estrellas, pero de
mala gana apartó la idea de llamarlo, también.

Lo que sea que estuviese ahí afuera, su Poder estaba diciéndole que era solo
para ella. Confió en su Poder: Andrés le había contado que sus habilidades se
desbloquearían a medida que fueran necesarios. Su Poder la mantendría segura.

Elena se deslizó de la cama, cuidadosa de moverse tan silenciosamente que


incluso Meredith no despertaría, y se puso sus pantalones vaqueros y su chaqueta.
Recogiendo sus botas para ponérselas en la entrada, fue de puntillas hasta la
puerta.

Estaba muy oscuro cuando cruzó el patio, la luna asomando sobre los tejados
del campus. Elena se apresuró, no estaba segura si era el frío del aire o la sensación
de hormigueo que la impulsaba haciéndola temblar.

Aquel tirón se hizo más fuerte cuando ella dejó el campus y se aventuró a
entrar en el bosque. Incluso sin encender la linterna de su bolsillo, Elena se
encontró caminando segura como si fuera a plena luz del día.

La sensación de maldad creció más y más fuerte. El corazón de Elena palpitaba.

Quizá ella debería haber contado a alguien lo que estaba pasando, pensó. Al
menos podría haber dejado una nota. ¿Sería Stefan capaz de encontrarla si no
regresaba?

Y si, sola en el bosque, ¿se encontraba a Klaus? ¿Podría su Poder protegerla


entonces? Page
De repente, con un fuerte choque, el sentimiento de fuerza en su pecho se hizo
intenso, asfixiante, y en un momento, la abandonó. Algo se movió en la oscuridad
frente a ella, y Elena encendió su linterna.

Sentado en un tronco en medio del bosque, en la oscuridad, estaba Damon.


Sus ojos brillaron negros como el escarabajo en el resplandor de la linterna.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon. Verlo fue como una patada en el estómago, Elena jadeó. Damon. Ella
había pasado más de un año envuelta con él, centrada en Damon, Stefan, en ella
misma y en la torcida, y complicada relación entre todos ellos. Luego, sin aviso, él
se había ido.

Y ahora estaba aquí.

El tenía… buen aspecto, el parecía tan deseable como siempre, todo la piel
suave y pelo liso, poderoso, potentes músculos. Como un animal salvaje, quería
tocarlo sabiendo que era peligroso. Ella había hecho su elección entre los hermanos
y estaba pura y simplemente contenta con ello: Stefan era lo que quería. Pero eso no
significaba que fuera ciega a la belleza de Damon.

Pero, deseable o no, la cara de Damon parecía dura ahora, como si hubiera
sido esculpida en mármol blanco. Él volvió sus ojos insondables hacia ella,
levantando la mano para bloquear el haz de la linterna.

—¿Damon? —Elena preguntó inciertamente, bajando la linterna.

Normalmente, algo en Damon parecía ablandarse cuando la miraba, pero


ahora él se puso rígido y permaneció en silencio.

Después de un momento, ella buscó en su interior, tiró de ese nuevo Poder


que había encontrado y trató de ver el aura de Damon.

Oh. Esto era realmente malo. Había una nube oscura alrededor de Damon. No
era el mal simple, pero había maldad en él, y dolor y algo más, una especie de
distancia sin filo, como si estuviera adormecido contra algún daño.

El negro, gris y el azul opaco curiosamente se arremolinaban alrededor de él,


zarcillos que salían disparados de improviso y luego se retiran hacia atrás tan cerca
de su cuerpo que ella apenas podía verle.

Damon no movía un músculo cuando la miró, pero su aura se encontraba


agitada.
Page
Y a través de todo había una fina red de ese mismo color de sangre seca que
había penetrado el aura del vampiro que había asesinado Stefan esa misma noche.

—¿Te estabas alimentando de alguien? —Le preguntó repentinamente.


¿Explicaría la fuerza del tirón, la desazón, que ella había sentido por el camino
aquí?
L.J. Smith Destiny Rising
Damon sonrió socarronamente un poco y alzó su cabeza, estudiándola.
Cuando la pausa había durado bastante tiempo Elena estuvo segura de que el no
iba a contestar, él encogió un hombro indistintamente y dijo—: En realidad no
importad, ¿verdad?

—Damon, no puedes simplemente… —Elena comenzó pero Damon la cortó.

—Esto es lo que soy, Elena —dijo en la misma plana, e indiferente voz—. Si


has pensado diferente, estabas mintiéndote a ti misma, porque yo nunca te engañé
con respecto a esto.

Elena se hundió bajo el tronco junto a él, descansando la linterna entre ellos, y
tomó las manos de Damon. Se puso rígido, pero inmediatamente se aparto.

—Sabes que me preocupo por ti, ¿no? —Le preguntó—. No importa lo que
pase. Siempre lo haré.

Damon la contempló, sus ojos oscuros y fríos, y deliberadamente comenzó a


desenredar sus dedos de los de ella.

—Tú has hecho tú elección, Elena —dijo—. Estoy seguro de que Stefan te
espera.

Elena se desplazó lejos de él, ya que era lo que parecía querer Damon, y puso
sus manos en su regazo.

—Stefan se preocupa por ti —Le dijo—. Amo a Stefan, pero te necesito


también. Ambos lo hacemos.

La boca de Damon se torció.

—Bueno, no siempre se puede conseguir todo lo que se desea, ¿verdad


princesa? —dijo, una filo burlón en sus palabras—. Como le dije a Stefan, he
terminado.

Ella lo contempló y se presionó a si misma, tratando de ver su aura de nuevo.


Usando su nuevo Poder tanto hoy, fue como agotar los músculos que nunca había Page
sabido que tenía. Cuando lo logró una vez mas, se estremeció: el aura de Damon se
había hecho más oscura que cuando ellos hablaron, y ahora era un tiro tormentoso
gris con rojos y negros, una espesa nube taciturna a su alrededor. El azul había
sido tragado por los colores más oscuros.
L.J. Smith Destiny Rising
—Puedo ver tu aura, Damon —dijo ella—. Tengo Poder ahora —Damon
frunció el ceño—. Es oscura, pero todavía hay bien en ti. —No cabe duda de que
debe ser. Ella no sabía si podía leer en su aura, no sabía lo suficiente sobre las auras
aún: necesitaba aprender, pero conocía a Damon. Él era complicado, egoísta y
voluble, pero siempre habría bien en el—. Por favor, regresa con nosotros.

La cara de Damon aún estaba girada lejos de ella, la mirada estaba fija en algo
en la oscuridad que Elena no podía ver. Deslizando sus rodillas al lado del tronco,
Elena puso sus manos en sus mejillas y volvió su rostro hacia ella. El suelo estaba
congelado y había una piedra cavada en su pierna, pero eso no importaba.

—Por favor, Damon —dijo—. Tú estas haciéndote esto. No tiene porque ser
así. —Él la fulminó con la mirada en silencio—. Damon —dijo, sus ojos heridos—.
Por favor.

Damon se puso de pie abruptamente, apartándola, y Elena perdió su


equilibrio, cayendo hacia atrás en el duro suelo. Se incorporó, se sacudió y agarró
la linterna.

—Bien —dijo ella—. Me iré, si eso es lo que quieres. Pero escúchame. —Hizo
un esfuerzo para suavizar su voz de nuevo—. No hagas nada de lo que te
arrepentirás, no importa lo enojado que estés conmigo. Cuando estés listo, te
estaremos esperando. Nosotros te queremos. Stefan y yo ambos te queremos. Y
puede que no sea la forma que tu quieras que yo me preocupe por ti, pero esto
merece la pena.

Los ojos de Damon brillaban de nuevo en el resplandor de la linterna. Ella


pensó por un momento que iba a hablar, pero solo la contempló, su cara dura y
desafiante.

No había nada más que decir, realmente.

—Adiós, Damon —dijo Elena, y retrocedió unos pasos antes de dar la vuelta
para encontrar el camino de salida del bosque.
Page
Había una enorme, dura masa de sollozos construyéndose en su pecho y
necesitaba llegar a casa antes de que esto la arrollara. Si empezaba a llorar ahora,
nunca podría detenerse.
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 15
Traducido por Pili
Corregido por Violet~

Querido diario:

No puedo dejar de preocuparme por Damon.

Meredith y Bonnie han ido a las montañas en busca del bendito fresno blanco, y
nuestra habitación está muy silenciosa. Cuando estoy sola aquí, el espacio vacío se llena de
pensamientos de cómo Damon parecía enojado y distante cuando lo encontré en el bosque
anoche. Su aura era tan oscura, que eso me asustó. No le he dicho a Stefan aun sobre mi
Poder que me lleva a Damon. Sin embargo, tengo que contárselo, tan pronto como estemos
solos. He aprendido la lección finalmente sobre permitir que secretos se interpongan entre
nosotros.

Pero Stefan ha estado tan ocupado. Él está manteniéndonos a todos juntos: en


contienda con Meredith, investigando con Alaric, y ahora que Zander se ha ido a las
montañas con ellos y Bonnie, Stefan ha estado trabajando con la manada, también. Está
decidido a protegerme de Klaus, a protegernos a todos.

Donde quiera que Klaus esté, su plan esta funcionando, siempre estoy en el borde
ahora. Sé que él quiere que yo sienta miedo: incluso me lo ha dicho, pero no puedo parar de
sobresaltarme en cada sombra. Cada día me da más miedo y más enojada estoy conmigo
misma. No quiero sentir como Klaus intenta acercarse a mí. Cuando estoy con Stefan,
Page
nosotros podemos deslizarnos en nuestro mundo privado. A pesar del peligro que se cierne
cerca de nosotros. Estoy segura allí. En los brazos de Stefan. Siento como quizá nosotros
podemos derrotar a Klaus. Algunas veces yo creo que nosotros podemos hacer cualquier
cosa, juntos. Nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos y salvar a Damon, también,
incluso, si no quiere ser salvado.
L.J. Smith Destiny Rising

Un golpe llega a la puerta de la habitación de Elena. Deslizó su diario debajo


del colchón. Y corrió para dejar entrar a Stefan. Él había estado con la manada la
mayor parte del día, desde que Zander y los otros se habían marchado, cuanto lo
había echado de menos, se hundió tan pronto como ella finalmente lo vio.

Su pelo oscuro rizado colgaba sobre su frente y tenía una mancha de barro
seco sobre un ojo.

—¿Qué es esto? —Elena preguntó, rozando un dedo a través de ello.

Stefan hizo una mueca.

—Al parecer, ser aceptado por un hombre lobo de la manada significa que
ellos tratan de derribarte muchas veces. —Le dijo—. Me empujaron a un arbusto.

Elena intentó mantener la compostura, pero no podía menos que reírse


tontamente con la imagen mental, y la cara de Stefan se iluminó, también, las líneas
cansadas alrededor de su boca desaparecieron.

—Creo que es loco dejar a Zander salir de la ciudad con Bonnie —dijo Elena,
llego hasta él para cerrar la puerta.

Tan pronto como la puerta se cerró, Stefan la empujó contra él. Retiró el pelo
de Elena hacia atrás y la besó suavemente en la garganta, justo por encima de su
punto de pulso. Ella arqueó su espalda hacia atrás, inclinándose en él cuando
envolvió sus brazos alrededor de su cintura.

—¿Funcionaron las rutas de patrulla con la manada entre combates de lucha?


—Le preguntó—. ¿Podemos manejarnos sin los otros hasta que vuelvan?

—Mmhm, eso creo —contestó Stefan, trazando suavemente su mejilla con un


dedo, sus ojos concentrados en su rostro.

—Sólo lamento que no tengamos alguna idea de donde está Klaus —continuó,
su voz cada vez más sombría—. Él podría estar en cualquier parte, listo para Page
golpear.

—Lo sé. —Elena tembló de miedo—. Siento como que hay una nube negra
que cuelga sobre nosotros todo el tiempo. Lo único que me gustaría es poder
solventar mis Poderes como Guardiana. Si voy a tener Poder real, ¿porqué ellos no
L.J. Smith Destiny Rising
me permiten tenerlo ahora? Todos estamos en peligro, y es tan frustrante saber que
yo debería ser capaz de proteger a todo el mundo, pero no puedo.

—Que hay del mal que tu percibiste ayer en el bosque? —Preguntó Stefan—.
¿Lo has sentido desde entonces?

Elena titubeó. Ahora era su oportunidad. Se había prometido contarle a Stefan


que ocurrió tan pronto como ellos tuviesen un momento a solas. Pero ella no
quería herirlo, no quería contarle como de enojado y distante parecía su hermano.

—Lo sentí nuevamente anoche —dijo finalmente—, pero no lo siento ahora.

—¿Lo hiciste? —Preguntó Stefan—. ¿Tienes una idea de donde podría venir?
—Cuando Elena todavía dudaba, él suavemente inclinó el rostro de ella para que
mirase hacia él—. Elena, esto es importante. Esos sentimientos podrían ser nuestra
primera pista real sobre donde esta Klaus. ¿Hay algo que no me estas contando?

Elena se sintió estremecer, pero Stefan simplemente espero pacientemente, su


boca suave y seria.

—¿Qué es, amor? —Preguntó.

—Lo seguí hasta el bosque ayer en la noche —le dijo, nerviosamente


toqueteando la pulsera de su brazo—. Yo, um, encontré la fuente. —Con la
sensación de saltar de un acantilado, le dijo—: No se trataba de Klaus, o de los
vampiros de la sociedad Vitale, era Damon.

—Pero tú sentiste maldad. —dijo Stefan, sonando confundido.

—Si. —Suspiró Elena—. Tal vez no completamente maldad. Damon no lo es.


Lo sé. Pero no esta haciendo el bien. No creo que la chica que nosotros
encontramos en el bosque sea la única que ha atacado. Su aura era… violenta.
Enojada.

Los hombros de Stefan se desplomaron, y el se apoyó contra su escritorio.

—Lo sabía —dijo—. Te dije como estaba cuando traté de hablar con él. Creo Page
que tenemos que darle algo de espacio. No puedes empujar a Damon: el sólo va a
hacer exactamente lo que quiere, sobretodo si intentas controlarlo.

—Debe haber algo que nosotros podamos hacer —dijo Elena. Su voz sonaba
áspera a sus propios oídos, ronca.
L.J. Smith Destiny Rising
Cruzando la distancia entre ellos en un paso, Stefan tomó su mano y miró
hacia ella, sus ojos oscuros y preocupados.

—Nunca va a ser solo nosotros, ¿verdad? —dijo tristemente—. Damon estará


siempre entre nosotros, aún cuando él no está aquí.

—¡Stefan, no! —dijo ferozmente. Stefan proyectó su mirada tristemente hacia


abajo a sus dedos entrelazados—. ¡Mírame! —Le rogó. Él lentamente levantó su
mirada para encontrarse con la de ella otra vez—. Te amo, Stefan. Siento cariño por
Damon, él es una parte de mí ahora, pero eso no es nada comparado con lo que
siento por ti. Somos sólo nosotros, tu y yo, y eso es como va a ser. Siempre.

Elena tiró de él para acercarlo, desesperada por mostrarle esa verdad. Sus
labios se reunieron en un largo beso.

Stefan, pensó, oh, Stefan.

Elena se abrió completamente a él. Expuesta y vulnerable, mostró a Stefan el


amor que ella tenía para él, su alegría por haber vuelto a él por fin. Con asombro,
Stefan gradualmente tomó sus emociones. Ella podía sentirlo presionando
suavemente en las paredes que ella siempre había guardado para si misma, los
pequeños secretos vergonzosos, la parte de si misma que ella siempre había
querido ocultarse de él. Pero Elena derribó las barreras, mostrándole que no había
nada mas allí que amor por él, solo él.

Stefan suspiró contra sus labios, una diminuta exhalación de aliento, y ella
sintió la paz que se desbordaba en él cuando entendió que, por fin, era el único
para ella.

Como la pareja interior se aferraron el uno al otro, un gran cuervo apretó sus
garras fuertemente alrededor de una rama de árbol en la oscuridad fuera de la
ventana del cuarto de la residencia de estudiantes. No era como si el había estado
sosteniendo la esperanza, sin embargo. Él había hecho todo lo posible con Elena, le
Page
había dado lo que pensó que ella quería, le había mostrado lo que tenía que
ofrecer. Él mismo había cambiado por ella.

Y ella se había apartado y elegido a Stefan. Ella aún no sentía nada por él, no
en comparación con sus sentimientos por Stefan.
L.J. Smith Destiny Rising
Bien. Damon debería haber sabido mejor de que preocuparse. Lo que le había
dicho a Stefan, lo que le había dicho a Elena, él tenía razón: lo hizo con ellos, con
todos. ¿Por qué debería seguir alrededor de una muchacha humana cuando había
un amplio mundo ahí fuera esperándolo?

Damon extendió sus alas y se lanzó fuera de la rama, hacia la noche.

Montando la suave brisa sobre el campus, trato de pensar sobre dónde


debería ir después. Tailandia quizás. Singapur. Japón. Él nunca había pasado
mucho tiempo en Asia: tal vez era el momento de conquistar nuevos lugares, ser el
misterioso, el forastero con los ojos fríos otra vez, sentir a toda prisa el mar de la
humanidad que se alza a su alrededor mientras él se mantiene separado y solo.

Estaría bien estar solo una vez más, se dijo a sí mismo. Los vampiros no eran
animales de manada, después de todo.

Mientras reflexionaba sobre su futuro, miró los caminos del campus y luego
las calles de la ciudad bajo él de un modo distraído, de su manera habitual. Una
solitaria corredora, joven y rubia, estaba corriendo bajo él, pelo recogido en una
cola de caballo, y auriculares puestos. Idiota, pensó mordazmente. ¿No sabe lo
peligroso que es éste lugar ahora mismo?

Sin dejar de considerar lo que pretendía, Damon se deslizó hacia abajo y tomó
su forma humana, aterrizando silenciosamente en la acera unos pocos metros
detrás de la corredora. Se paró un momento y con fastidio ajustó sus ropas, hace
mucho tiempo las palabras de su padre haciendo eco en su mente: un caballero
puede considerárselo así por el cuidado que toma en su aspecto y por la precisión de su
vestimenta.

Luego se movió rápidamente y elegantemente tras la chica, dejando perder un


poco de su Poder más rápido de lo que cualquier humano podría ser.

Él se echó sobre sus pies tan fácilmente como arrancar una flor de su tallo, y la
puso en sus brazos. Ella dio un chillido, abortado y luchó brevemente cuando él
hundió sus afilados colmillos en su garganta, luego todavía creció. No tenía Page
ningún motivo para detenerse a si mismo, ya no.

Estaba tan bien, había estado calmando a sus muchachas, haciéndolo indoloro
para ellas durante tanto tiempo, y la adrenalina pura de su miedo se disparó a
través de su sistema. Era incluso mejor que la muchacha del bosque, quién ya
había estado dócil y mareada con la pérdida de sangre cuando él dejó la gota de
obligación para que se calmara.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon bebía profundos tragos de sangre, alimentando su Poder.

El corazón de ella redujo su marcha, se tambaleó, y sintió que era un


momento asombrosamente dulce cuando el pulso de ella aflojó, encontró la paz
natural propia. Su vida fluía en él, calentando sus huesos fríos.

Y entonces todo, el latido de su corazón, el flujo de sangre, paró. Damon dejo


caer el cuerpo de ella a la acera y limpió su boca con una mano. Se sintió borracho
de ella, zumbando con la energía que había tomado en si mismo. Aquí estoy yo,
pensó con amargo triunfo, el Damon real, nuevamente.

En la parte posterior de su mano había una mancha de la sangre de la


muchacha. La lamió, pero sabía mal, no tan dulce como debería. Como el placer
puramente físico de tomar la sangre, tomando el camino de la muerte, se disipó.
Damon podía sentir un fuerte dolor agudo justo debajo de su esternón. Él presionó
con una mano su pecho.

Había un lugar vacío dentro de él: un agujero en el pecho que toda la sangre,
la sangre de todas las muchachas más bonitas en el mundo, nunca podrían llenar.

De mala gana, bloqueó el cuerpo en sus pies. Tendría que esconderlo, supuso.
No podía dejarla aquí, expuesta en la acera.

Los ojos de la chica estaban abiertos de plano, la mirada muerta y parecía


estar mirándolo. Era muy joven, pensó Damon.

—Lo siento —dijo, su voz pequeña. Se agachó y con cuidado presionó para
cerrar sus ojos. Ella parecía mas tranquila así—. Lo siento —dijo nuevamente—.
No fue tu culpa.

No parecía haber nada más que decir o hacer. Con un solo golpe sin esfuerzo,
recogió el cuerpo de la chica y camino con el, hacia la noche.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 16
Traducido por Laura Soto
Corregido por Izzi

―Está bien.― dijo Alaric, jadeando un poco ―De acuerdo con estas
instrucciones, el fresno blanco debe estar en la orilla de un arroyo, solo a media
milla más lejos de aquí.
―¿Es todo cuesta arriba todavía?― gimió Bonnie, apartando los sudorosos
rizos rojos de los ojos.
Habían pasado la noche anterior en un sucio motel y salieron de caminata por
la mañana temprano. Por ahora, parecía como si hubieran estado en este camino
estrecho de la montaña siempre. Había sido divertido al principio, era un hermoso
día soleado y un arrendajo azul brillante había volado de árbol en árbol ante ellos
por un tiempo, lo que parecía un buen augurio. Pero después de varias horas tenía
calor y sed; todavía tenían que seguir adelante.
―Vamos, Bonnie.― dijo Meredith. ―Ya no está lejos.
Meredith estaba caminando alegremente en la parte delantera del grupo, con
aspecto tranquilo y cómodo como si estuviera dando un pequeño paseo por uno de
los senderos del campus. Bonnie le frunció el ceño de nuevo: a veces Meredith en
tan buena forma era completamente exasperante.
Desafiante, Bonnie se detuvo por un minuto y bebió un poco de agua de su
cantimplora mientras los demás la esperaban.
―Así que, una vez que encontremos ese fresno blanco mágico, ¿cuál es el
Page
plan?― preguntó Zander, moviéndose sin descanso de un pie a otro mientras
esperaba.
Shay no habría tenido que parar a descansar, pensó Bonnie con amargura.
Entonces, Zander le dio un codazo amigablemente con el codo mientras sacaba su
propia cantimplora, y ella se sintió un poco mejor.
L.J. Smith Destiny Rising
―Bueno, no podemos cortar el árbol.― dijo Alaric seriamente. ―Tiene mucha
trascendencia espiritual y da protección a esta zona, además de ser la única arma
que podría ser eficaz contra Klaus. Pero es un árbol muy grande, según los
informes, por lo que deberíamos ser capaces de coger varias ramas sin hacer
demasiado daño.
―He traído un hacha.― dijo Meredith con entusiasmo, mientras comenzaba a
caminar de nuevo. ―Vamos a hacer tantas estacas como podamos, y repartirlas
para todos.― ella echó un vistazo a Zander. ―Todo el que no vaya a ser un lobo
cuando luchemos con Klaus, en cualquier caso.
―Es difícil sujetar una estaca con patas.― coincidió Zander.
―Deberíamos recoger hojas, también.― dijo Bonnie. ―He estado revisando
libros de hechizos, y creo que podríamos utilizar la ceniza de las hojas para hacer
pociones y tinturas que podrían ayudarnos a conseguir una cierta protección
contra Klaus. Igual que el efecto que tiene la verbena en los poderes de un vampiro
normal.
―Buena idea.― dijo Zander, poniendo un brazo alrededor de sus hombros.
Bonnie se inclinó contra él, haciéndole tomar algo de su peso. Le dolían los pies.
―Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos conseguir.― dijo Meredith, y
ella y Bonnie intercambiaron una mirada.
De los cuatro de ellos en esta montaña, ellas eran las únicas que habían
luchado contra Klaus la primera vez, y las únicas que sabían cuántos problemas
había en ello realmente.
―Ojalá Damon estuviese trabajado con nosotros.― dijo Bonnie nerviosamente.
―Él nos daría muchas más probabilidades de ganar en una pelea.
Ella siempre había sentido un vínculo especial con Damon, desde los días en
que ella había tenido un enamoramiento loco y embarazoso por él. Cuando habían
viajado a través de la Dimensión Oscura juntos, habían cuidado el uno del otro. Y
Damon se había sacrificado por ella, empujándola a un lado y llevándose el golpe
fatal del árbol en esa luna del Mundo de las Tinieblas. Los mechones de pelo que
Bonnie y Elena habían dejado con su cuerpo habían ayudado a recordar a Damon
quién era cuando fue resucitado. Le dolía que ahora le hubiese dado la espalda a
ella. Page
Meredith frunció el ceño.
―He tratado de hablar con Elena sobre Damon, pero ella no me quiere decir lo
que está pasando con él. Y Stefan solo dice que Damon necesita tiempo y que
volverá.
―Damon haría cualquier cosa por Elena, ¿no? Si ella se lo pidiese.― Bonnie
dijo, mordiéndose el labio.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon había estado obsesionado con Elena durante mucho tiempo, era
extraño e inquietante tener a Elena en peligro y no encontrar a Damon en ninguna
parte.
Meredith se limitó a sacudir la cabeza.
―No lo sé.― dijo. ―Nunca le he entendido.
―Ya casi llegamos.― dijo Alaric alentador. ―Debe ser justo delante.
Bonnie podía oír el murmullo de un arroyo. Zander se detuvo.
―¿Hueles eso?― dijo, olfateando el aire. ―Algo se está quemando.
Justo en la siguiente curva en el camino, un largo dedo de humo negro se
extendía por todo el cielo. Bonnie y Meredith se miraron alarmadas y echaron a
correr, Bonnie olvidándose de sus pies doloridos. Alaric y Zander aceleraron
también, y cuando rodearon la curva, todos estaban corriendo.
Alaric se detuvo primero, con la cara abatida.
―Ese es― dijo. ―Ese es el fresno blanco.
Estaba envuelto en llamas rugientes, y ya carbonizado en negro. Mientras
observaban, una rama cayó pesadamente al suelo, disparando chispas al aterrizar,
y se desmoronó en hollín. Alaric se quitó la camisa, empapándola con su botella de
agua mientras corría hacia delante, hacia las llamas.
Bonnie corrió tras él. Tenía la impresión de que dos figuras se escabullían por
el camino abajo y Zander y Meredith corrieron detrás de ellos, pero no podía
concentrarse en eso ahora: tenía que tratar de salvar el árbol. A medida que se
acercaba, el calor era increíble, casi como un muro obligándola a apartarse.
Apretando los dientes, pisoteó las pequeñas llamas que surgían en la hierba
alrededor del árbol ardiendo. El humo le picaba en los ojos y se filtraba en su boca,
por lo que tosía y jadeaba.
Su brazo ardía dolorosamente y apartó la ceniza caliente que había caído sobre
ella. Más cerca del tronco, Alaric golpeaba las llamas con la camisa mojada y luego
tropezó hacia atrás, asfixiado, con el rostro manchado de negro. Ellos no tenían
ningún efecto sobre el fuego en absoluto. Bonnie le agarró del brazo y tiró de él
hacia atrás, con el corazón abatido.
―Es demasiado tarde.― dijo.
Cuando se dio la vuelta, vio a Zander y Meredith guiando a dos personas Page
camino atrás hacia ellos. Zander tenía un firme control sobre un fornido hombre de
cabello oscuro, mientras Meredith sostenía su bastón en la garganta de una chica.
Ella parecía familiar, pensó Bonnie aturdida. Después de un momento, la sensación
de familiaridad cambió a certeza, y entonces Bonnie se inundó con indignación.
La chica alta con el pelo largo y castaño rojizo había estado una vez tan cerca
de ella como Meredith y Elena: Caroline. Habían celebrado los cumpleaños de cada
L.J. Smith Destiny Rising
una, conseguido vestidos para bailes de la escuela secundaria juntas, pasado la
noche en casa de la otra.
Pero Caroline había cambiado. Ella les había traicionado a todos, y la última
vez que Bonnie la había visto, Caroline había estado embarazada de gemelos
hombre lobo e infectada por los demonios kitsune, despiadada y loca.
Bonnie empezó a avanzar, con una bola caliente de ira en su estómago. ¿Cómo
se atrevía Caroline a aparecer ahora, después de todo lo que había pasado, y
todavía estar trabajando en contra de ellos?
Entonces el tipo fornido tiró lejos de Zander, quien le arrastró de vuelta al
camino. Bonnie vio su rostro por primera vez. Ella se detuvo, la ira ardiente
convirtiéndose en hielo. Podía recordar los rasgos gruesos grotescamente
retorcidos en un gruñido, el salvaje hocico. Había sido un asesino. La había mirado
maliciosamente, la insultó, y la quiso comer.
Tyler Smallwood. El hombre lobo que había matado a Sue Carson y huido de
Fell’s Church, dejando embarazada a Caroline. El hombre lobo que había ayudado
a Klaus.
―¡Alto! Meredith, para.―rogó Caroline.
Meredith podía ver un lado de la cara de Caroline, desde donde ella la
sujetaba, y las lágrimas corrían por ella, haciendo surcos a través del hollín del
fuego.
Lo que quedaba del tronco del árbol se estrelló contra el suelo, levantando más
chispas y humo negro y espeso, y Meredith sintió a Caroline sobresaltarse con el
sonido. Poco a poco, Meredith soltó su agarre sobre Caroline, alejando el bastón de
su garganta para poder mirar a Caroline a los ojos. Caroline respiró hondo,
sollozando y se volvió hacia Meredith plenamente. Sus ojos verdes en forma de
gato muy abiertos por el terror.
Meredith la miró.
―¿Cómo puedes ayudarlo, Caroline?― preguntó ella con fiereza. ―¿No te
acuerdas cómo Klaus te secuestró?
Caroline negó con la cabeza.
―Estás loca.― dijo, y Meredith se quedó asombrado de que la desaliñada y
llorosa Caroline aún pudiera sonar tan desdeñosa. ―Yo no estoy ayudando a Page
nadie.
―¿Así que solamente decidiste quemar un árbol hoy?― preguntó Meredith, su
voz goteando sarcasmo.
―Yo... supongo.― dijo Caroline, frunciendo el ceño. Ella cruzó los brazos sobre
su pecho en defensiva ―Creo que fue un accidente.
L.J. Smith Destiny Rising
Había algo mal aquí, Meredith se dio cuenta. Caroline no se veía culpable o
desafiante. Asustada, por supuesto, pero parecía como si estuviera siendo honesta.
Meredith suspiró. Sería bueno poner sus manos sobre alguien responsable de la
destrucción de su única arma, pero estaba empezando a sospechar que Caroline no
era esa persona.
Al lado de ellas, Zander gruñó, forcejeando con Tyler.
―Que se vaya, Zander.― dijo Meredith ―Necesito que me digas si Caroline
dice la verdad.
Zander gruñó de nuevo, dándole a Tyler rodillazos en el pecho y golpeándole
en el suelo. Meredith lo miró fijamente. Nunca había visto al tranquilo Zander así:
mostrando los dientes blancos con furia. Incluso parecía más grande, y de alguna
manera más salvaje, el pelo desordenado como si estuviera intentando erizarse.
Zander le había dicho una vez, recordó Meredith, que los que se habían
convertido en hombres lobo no le olían bien a él, no como los hombres lobos
originales.
Detrás de ella, más cerca del fuego, Bonnie habló, su voz ronca por el humo.
―Zander.― dijo ―Zander, que se vaya.
Zander oyó a Bonnie como no le había parecido oír a Meredith, de mala gana
liberó a Tyler y se levantó. Estaba tenso, sin embargo, a punto de atacar de nuevo
cuando Tyler lentamente se puso en pie, sacudiéndose la suciedad. Ellos se
miraron detenidamente.
―Está bien.― dijo Zander. Él se apartó de Tyler lentamente, sus labios todavía
retirados en un gruñido, y miró a Caroline. Zander se acercó a ella, lo
suficientemente cerca como para oler su cuello. ―Dime lo que estás haciendo
aquí.― dijo.
Caroline se apartó indignada, pero Meredith la cogió del brazo y la hizo
retroceder hacia Zander.
―¿Por qué estás aquí, Caroline?― preguntó ella con severidad.
La chica de cabello castaño rojizo les fulminó con la mirada.
―Yo no tengo que explicaros nada.― dijo ―Solo estamos acampando. El
incendio fue un accidente.
―¿Así que Klaus no te envió aquí?― preguntó Bonnie escéptica. ―Nunca has Page
sido del tipo de ir de acampada, Caroline.
―Esto no tiene nada que ver con Klaus.― dijo Caroline pausadamente.
―¿Qué hay de ti, Tyler?― preguntó Meredith. ―¿Tu viejo maestro te envió
aquí?
Tyler sacudió la cabeza rápidamente.
―Yo no quiero tener nada que ver con ese tipo.― dijo.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Y bien, Zander?― preguntó Meredith en voz baja.
―Ellos están diciendo la verdad, por lo que ellos saben.― dijo Zander. ―Pero
hay algo mal. Huelen... raro.
―Klaus les obligo.― dijo Meredith rotundamente. ―Ellos solo saben lo que
Klaus les dijo que era la verdad. Y Klaus debe haberles dicho que viniesen a
acampar aquí. No podemos hacerles responsables de la quema del árbol. No es su
culpa.
―Eso es ridículo.― dijo Caroline ―Nadie nos obligó a hacer nada.― pero su
voz sonaba nerviosa e insegura, y Tyler envolvió su brazo alrededor de ella de
forma protectora.
―No es una gran cosa.― Tyler le aseguró. ―Aunque hubiésemos tenido la
intención de incendiar ese árbol, es solo un árbol. ¿Por qué le importaría a Klaus?
Meredith dejó su bastón descansar libremente contra su pierna. Ella no iba a
pelear con nadie aquí. El Tyler que había conocido allá en los peores días en Fell’s
Church podría haber merecido morir, pero a juzgar por la forma en que estaba
intentando escudar a Caroline, ya no era el que había sido.
―Era un árbol muy importante.― dijo en voz baja.
―Lo siento.― dijo Caroline. Caroline nunca había sido buena con las disculpas,
recordaba Meredith. ―No tenéis razones para creerme, para creernos, pero yo
nunca haría nada para haceros daño, ni siquiera matar a un árbol. Si los recuerdos
que tengo de Fell’s Church son reales, solíamos ser amigas. Verdaderas amigas,―
dijo ella, mirando de Meredith a Bonnie ―y lo arruiné todo.
―Sí, lo hiciste.― dijo Bonnie sin rodeos. ―Pero ya es parte del pasado.
Caroline le dio una media sonrisa torcida, y después de un momento, Bonnie
le sonrió con torpeza.
―¿Qué recordáis sobre Fell’s Church?― les preguntó Meredith.
Tyler visiblemente tragó saliva y acercó a Caroline a él.
―Los monstruos y todo, ¿esa es la verdad?― preguntó, con la voz temblorosa.
Bonnie asintió. Meredith sabía que ella ni siquiera podría resistir tener que
poner toda esa historia en palabras.
Una gota de sangre bajó por la frente de Tyler desde un rasguño que Zander le
debía haber infligido, y lo limpió con la mano que no sujetaba a Caroline. Page
―Un día me desperté y recordé una vida normal, pero también me acuerdo de
esta historia loca donde yo era un hombre lobo e hice, eh...― sus mejillas se
sonrojaron ―Cosas malas.
―Las cosas malas pasaron, pero luego cambió todo.― le dijo Meredith ―La
mayoría de la gente no lo recuerda, pero todo lo que crees que sabes es verdad.
L.J. Smith Destiny Rising
Sería demasiado complicado explicarles cómo Elena había salvado Fell’s
Church chantajeando a los Guardianes para cambiar los acontecimientos del año
pasado. Para casi todo el mundo, su último año había sido completamente normal:
sin vampiros, sin hombres lobo, ni kitsune. Pero un puñado de personas, todas
ellas con poderes sobrenaturales o influencias de un tipo u otro, podían recordar
dos líneas de tiempo.
―¿Te acuerdas de Klaus?― preguntó Alaric. ―¿Lo has visto alguna vez
después de que te fuiste de Fell’s Church? ¿Tal vez en tus sueños?
Meredith lo miró con aprobación. Klaus podía haber recorrido sus sueños,
sabían eso. Tal vez Caroline o Tyler tendrían algún recuerdo residual que pudiera
ayudarlos, aunque no recordasen haber sido influenciados.
Pero Tyler negó con la cabeza.
―No lo he visto desde Fell’s Church.― dijo.
―¿No desde que secuestraste a Caroline para atraer a Stefan hasta él, quieres
decir?― dijo Bonnie con aspereza ―¿Cómo hicisteis para terminar juntos de nuevo,
de todos modos?
Tyler estaba sonrojado tristemente y Caroline le tomó de la mano, cruzando
los dedos carnosos con los de ella, largos y elegantes.
―Yo todavía estaba esperando los bebés de Tyler. Los recuerdos de ambos
estaban seguros de eso. Así que cuando nos encontramos el uno al otro, decidimos
que lo mejor que podíamos hacer era intentar formar una familia.― ella se encogió
de hombros. ―Todas esas cosas, Klaus y todo, ahora parece como un sueño.
Hemos estado en casa de mi abuela, y ha estado ayudando a cuidar de los gemelos.
Y esa -escogiendo la versión de eventos que era más conveniente para ella y
ateniéndose a ella- era justamente Caroline, Meredith se dio cuenta. Ella nunca
había tenido ninguna imaginación.
―Sabes Tyler,― dijo Bonnie ―deberías ponerte en contacto con tu primo Caleb.
Te estuvo buscando en Fell’s Church, y él parecía muy preocupado.
Esa era una manera de decirlo, supuso Meredith. Caleb les había acechado,
puesto encantamientos sobre ellos, y lanzado hechizos para sembrar la discordia
entre Elena y los otros, todo porque sospechaba que ellos estaban detrás de la
desaparición de Tyler y de su propia memoria doble. Page
Caroline puso la mano en el hombro de Tyler, y Meredith se dio cuenta de
algo.
―Te has cortado las uñas.― dijo.
Caroline siempre había tenido las uñas largas, perfectamente pulidas, desde
que había dejado de hacer pasteles de barro y empezó a hablar sobre chicos.
L.J. Smith Destiny Rising
―Oh.― dijo Caroline, mirando a sus manos ―Sí, tuve que cortarlas cortas para
no arañar a los gemelos. A ellos les gusta chuparme los dedos.― añadió vacilante
―¿Queréis ver las fotos?
Bonnie asintió con la cabeza con curiosidad, y Meredith se unió a ellas para
mirar en el teléfono móvil de Caroline fotos de dos pequeños bebés.
―Brianna y Luke.― les dijo ―¿Veis lo azules que son sus ojos?
Fue entonces cuando Meredith decidió que bien podría perdonar a Caroline y
Tyler. Si Caroline había cambiado lo suficiente para que se preocupase más por sus
hijos que por su aspecto, y Tyler no estaba intentando hacerse el mandón,
probablemente no eran ninguna amenaza. Era cierto, que habían arruinado todo
destruyendo el fresno blanco, pero no lo había hecho maliciosamente.
Intercambiaron algunas palabras y luego se separaron. Caroline y Tyler se
dirigieron de vuelta por el sendero, el pelo largo de Caroline balanceándose contra
sus hombros bronceados. Era extraño, Meredith pensó mientras los observaba.
Caroline había sido una amiga cercana, y luego una enemiga despreciada, y ahora
no sentía nada por ella.
―Esa era la única ventaja que había encontrado en las fuentes acerca de
derrotar a Klaus.― dijo Alaric tristemente, mirando el montón de cenizas y
pedazos chamuscados del dichoso fresno.
―¿Podríamos recoger las cenizas y usarlas para algo?― preguntó Bonnie
esperanzada ―Tal vez hacer un ungüento y ponerlo en una estaca normal?
Alaric negó con la cabeza.
―No funcionaría.― le dijo ―Todo lo que he leído deja claro que tiene que ser
de madera en buen estado.
―Encontraremos otra cosa.― dijo Meredith, apretando los dientes ―Tiene que
haber algo a lo que sea susceptible. Pero al menos una cosa buena salió de esto.
―¿Qué?― preguntó Bonnie ―Espero que no estés hablando de Caroline,
porque algunas fotos no van a borrar todo lo que ella ha hecho. Y los bebés
claramente van a parecerse más a Tyler que a ella.
―Bueno,― puntualizó Meredith ―¿recuerdas que te dijimos que cuando
tuviste tu visión en nuestra habitación, dijiste que Klaus estaba llamando a un viejo
amigo para ayudarlo?― ella hizo un gesto con la mano hacia las figuras en retirada Page
por el camino ―Si era Tyler, no es una amenaza después de todo. No estamos
frente a un segundo enemigo.
―Sí.― dijo Bonnie, pensativa, y se abrazó a sí misma ―Si la visión estaba
hablando de Tyler.
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 17
Traducido por Pili
Corregido por tamis11

M
eredith malhumoradamente recogió el lodo en las ranuras de sus
botas de senderismo, sacudiendo los pedazos de suciedad en el
suelo del coche.

A su lado, Alaric estaba conduciendo hacia el campus. Había un profundo


pliegue entre sus cejas, y Meredith sabía que él estaba volcando más posibilidades,
tratando de enfocar el problema de Klaus desde todos los ángulos en que podría
pensar. Ella sintió que una oleada de afecto por él la invadía, y ella alcanzó para
apretar la rodilla de él. Alaric la miró y sonrió.

Cuando se volvió hacia el asiento trasero, ella vio a Bonnie dormida, su cabeza
sobre el hombro de Zander. Zander la había estrechado hacia él, su mejilla
apoyada contra su cabello.

Pero mientras Meredith la miraba, la cara de Bonnie se puso inquieta, su boca


apretándose y sus cejas dibujando hacia abajo un ceño preocupado. Ella se enrosco
en su asiento, levantando sus piernas debajo de ella y enterrando su cara en el
pecho de Zander.

—No —ella dijo, la palabra amortiguada contra Zander. Page


Zander sonrió ampliamente y apretó su brazo alrededor de ella. —Ella esta
soñando —él le dijo a Meredith—. Es tan lindo como ella habla en sueños.

—Alaric, para —Meredith dijo fuertemente. Alaric paro el coche en el lado de


la carretera, y Meredith rápidamente rebusco por la guantera. Afortunadamente
Alaric llevaba papel y bolígrafos en el coche.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Qué es esto? —Zander preguntó alarmado. Presionando contra él, Bonnie
sacudió su cabeza con fuerza, sus rizos se extendieron por todo el pecho de él, y
murmuró pequeños ruidos de angustia.

—Ella no esta soñando, ella esta teniendo una visión —Meredith le dijo. —
Bonnie —ella dijo, manteniendo su voz baja y en calma. —Bonnie, ¿qué está
pasando?

Bonnie gimió y se revolcó, su cuerpo se arqueó lejos de Zander. Ampliando


sus ojos, Zander la agarró, tratando de sostenerla aún.

—Bonnie —Meredith dijo de nuevo—. Todo está bien. Dime que estás viendo.

Bonnie exhalo un aliento, y luego sus amplios ojos café se abrieron y ella
comenzó a gritar. Alaric se sacudió de la sorpresa, golpeando su codo en el
volante.

El grito salió y lleno el coche de ruido.

—¡Bonnie, páralo! —Zander tiraba de Bonnie hacia su pecho, tratando de


calmarla y para impedir que ella se cayera del asiento ya que luchaba.

Finalmente, ella cedió y los gritos se murieron en quejidos. Y luego ella miró a
su alrededor a los demás.

—¿Qué está pasando? —ella dijo densamente.

—Tú estabas teniendo una visión, Bonnie —Meredith dijo— Todo está bien.

Bonnie movió la cabeza.

—No —ella susurro, su voz entrecortada y tensa de gritar—. No era una


visión.

—¿Qué quieres decir? —Alaric preguntó.

—Era un sueño —Bonnie estaba visiblemente más calmada, y Zander


cautelosamente la liberó del estricto control con que la sujetaban sus brazos y
Page
tomó su mano en su lugar.

—¿Solo un sueño? —Meredith dijo dubitativa.

Bonnie movió la cabeza otra vez, lentamente.


L.J. Smith Destiny Rising
—No exactamente —ella dijo—. Recuerdas los sueños que tenía, ¿cuando
Klaus mantenía prisionera a Elena? Después…

Ella vaciló.

—Después de que ella murió. Los sueños, ¿qué ella me envió? ¿Que Klaus
invadió? Yo pienso que Klaus me está enviando este sueño.

Meredith intercambió una mirada con Alaric. —Si él puede entrar dentro de su
mente ¿cómo vamos a protegerla? —ella preguntó tranquilamente, y el movió su
cabeza.

—¿Qué sucedió en el sueño? —Zander preguntó, acariciando el brazo de


Bonnie.

—Era… parecía un campo militar o algo así, —Bonnie dijo, frunciendo el ceño,
claramente lo que recuerdo. —Había árboles en todas partes. Klaus tenía a un
grupo entero de personas alrededor de él. Él estaba de pie enfrente de ellos,
diciéndoles lo fuertes que eran y que ya estaban listos.

—Listos para, ¿qué? —Meredith preguntó rápidamente.

Bonnie hizo una mueca. —Él no lo dijo exactamente, pero para nada bueno,
estoy segura —ella dijo—. Pero yo no podía ver cuantas personas había ni que
hacían o distinguirlos. Pero parecía que había un montón de ellos. Todo estaba
nublado y vago, pero yo podía ver a Klaus tan claramente como nada.

—Él está reuniendo un ejército —Meredith dijo, su corazón hundiéndose. Ellos


no tenían ningún fresno, ninguna arma contra Klaus. Y él no estaba solo.

—Hay más —Bonnie dijo. Encorvó sus hombros, enroscándose en si misma


protectoramente, apretándose más cerca de Zander. Ella parecía muy desdichada y
asustada, su rostro blanco pálido y sus ojos bordeados de rojo. —Después que
finalizó su discurso, él me miró, y yo supe que él me había llevado allí. Él extendió
la mano iba a tomar mi mano y apenas la rozó con sus dedos —Ella estiró su
propia mano delante de ella y la miraba, sus labios temblaban—. Su mano era tan Page
fría. Y él dijo, vengo, pequeña, vengo a por ti.
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 18
Traducido por MewHiine
Corregido por Sabina_Salvatore

S
tefan empujó a Elena detrás de él cuando se lanzó a sí mismo hacía
un vampiro, rasgando su garganta con sus colmillos alargados. A su
lado, Spencer en forma de lobo, chocó contra otra de los vampiros
Vitale y la golpeó derribándola, sólo para ser arrojado violentamente
contra una fila de estanterías cuando la vampira recuperó el
equilibrio. Los estantes se tambalearon y se derrumbaron sobre el hombre lobo,
bloqueando su vista de Elena.

Elena agarro la estaca con firmeza en su mano y apretó los dientes. Podía
sentir el mal a su alrededor, tirando de ella para que se diera prisa e hiciera algo al
respecto. Ella no tenía la fuerza sobrenatural de Stefan o del hombre lobo o de los
vampiros que estaban luchando en su contra, pero si ella era rápida y tenía suerte,
tal vez podría dejar uno o dos de ellos fuera.

Ellos no habían esperado encontrar ninguno de los vampiros en la librería. Si


lo hubieran hecho, habrían estado mejor preparados, con armas en las manos y
hubieran traído más miembros de la manada con ellos. Ellos habían estado
haciendo un rápido barrido después de horas en la biblioteca, asegurándose que la
Sociedad Vitale se encontrara encadenados en la habitación. Y aquí, sólo un piso
Page
por encima de la entrada de la habitación, había comenzado lo que debe ser - Elena
miró a su alrededor, calculando – todos los vampiros restantes de la Sociedad
Vitale, excepto Chloe, que con seguridad todavía seguía oculta con Matt.

Ocho vampiros. Hasta ahora, habían estado rastreando un vampiro a la vez,


encontrando sólo media caza. No habían tenido ni idea de que los vampiros aún
L.J. Smith Destiny Rising
eran aliados, porque parecía que se habían disipado. Si hubieran sabido que
seguían trabajando juntos, Elena y los demás habrían tenido más cuidado, o de
alguna manera habrían hecho un seguimiento de ellos más de cerca.

Spencer estaba de pie ahora y gruñía mientras desgarraba un lado de uno de


los vampiros, que luchó frenéticamente contra él. Stefan era más fuerte que estos
jóvenes vampiros, y dos cuerpos yacían a sus pies, pero aún eran superados en
número. Dos agarraron a Stefan por los brazos y giraron en torno a él para que otro
agarrara su hombro, con una estaca en alto.

— ¡No! — Gritó Elena, el pánico rasgando a través de ella. Ella cargó contra los
vampiros que sujetaban a Stefan, pero una mano se cerró sobre su hombro que la
hizo girar para ver un chico alto y de oscuro pelo que ella estaba bastante segura
de que había estado en su clase de química a principio de año.

—No interfieras, ahora,— dijo burlonamente. —Creo que nosotros podemos


hacernos compañía.— Elena luchó, pero no podía mover su brazo, y su otro puño
se cerró en su pelo, tirando de su cabeza hacia atrás lentamente para dejar al
descubierto su cuello.

Por el rabillo del ojo, Elena vio a Stefan quitarse uno de los vampiros de
encima, sólo para ser sujetado de nuevo. Él aún estaba luchando, aunque, sin
estacar todavía. El vampiro le dio una sonrisa, con sus dientes descendiendo, más
grandes y más nítidos mientras ella forcejeaba contra él.

No puede ser así como esto termina, pensó aturdida. No voy a morir de esta manera.
Elena arrebató una de sus manos libres justo cuando ella escuchó un estrépito
repentino en las escaleras, el sonido de pies y cuerpos en movimiento. Otro grupo
de estanterías cayeron y los libros se deslizaron por el suelo. El vampiro sostuvo su
mirada y luego la alejó, cayendo hacia atrás con una gran mancha de sangre
floreciendo en su pecho.

Detrás de él, con un bastón extendido, estaba Meredith.

—Gracias— dijo Elena, con la boca seca por el miedo. Page


—En cualquier momento— dijo Meredith, sonriendo salvajemente. —Sólo
recuérdame que corte su cabeza más tarde. — Entonces ella se fue, dando vueltas
por la habitación con el bastón levantado. Un lobo blanco enorme – Zander, por
supuesto. – se había unido a Spencer al otro lado de la habitación y estaban
luchando codo con codo, gruñendo y desgarrando la carne de sus enemigos. Alaric
se apresuró pasando a Elena, levantando una estaca y detrás de él se encontraba
L.J. Smith Destiny Rising
Bonnie, con las manos extendidas delante de ella, cantando un hechizo de
protección.

Alaric estacó a uno de los vampiros que sujetaban a Stefan, y Stefan fue capaz
de encargarse de los otros que lo mantenían sujeto. En pocos minutos, la lucha
había terminado.

—Llegaste justo a tiempo—, dijo Stefan. —Gracias.

—Fue Zander. Escuchó la lucha cuando pasamos por la biblioteca— dijo Meredith,
levantando la vista de donde ella y Alaric estaban arrastrando por el suelo los
cuerpos de los vampiros hasta apilarlos ordenadamente en un rincón. —Vamos a
tener que quemar esos cuerpos, pero parece que este es el final de los vampiros de
Ethan. A parte de Chloe, por supuesto.

—Gracias a Dios—,dijo Bonnie. Había cogido un surtido de hierbas de su bolso y


trazaba patrones, echando encantos de distracción y desorientación, con la
esperanza de que nadie que pudiera venir viera los cuerpos hasta que se
deshicieran de ellos. —Pero tenemos algo más grande de que ocuparnos.

Klaus dijo Elena, con los hombros caídos.

No pudimos conseguir la madera. Y Bonnie tuvo una visión dijo


Meredith.

Un sueño, no una visión Bonnie interrumpió bruscamente.

Lo siento, un sueño corrigió Meredith. Ella piensa que Klaus estaba


llegando a ella, amenazándola y por lo que dijo, suena como si estuviera listo para
atacar.

Sin embargo, no entiendo por qué él nos advierte, dijo Zander. Él y


Spencer estaban volviendo a su forma humana otra vez, y mientras hablaba,
Zander envolvió un vendaje alrededor del hombro de Spencer donde había sido
golpeado por la fila de estanterías.
Page
Meredith y Elena intercambiaron una mirada.

A Klaus le gusta burlarse de sus víctimas dijo Meredith. Todo esto es un


juego para él.

Entonces tal vez deberíamos tratar de devolverle la pelota a él sugirió


Elena. Stefan asintió con la cabeza, adivinando lo que estaba pensando y le dio una
L.J. Smith Destiny Rising
sutil sonrisa. Había estado animándola a explorar sus nuevos poderes más a fondo.
Puedo intentar de nuevo sentirle dijo a los otros. Si podemos encontrar
dónde él y sus aliados se esconden, tal vez podamos averiguar lo que está
haciendo, con quien está trabajando y atraparlo con la guardia baja.

¿Puedes hacerlo ahora? Preguntó Alaric, mirándola con interés


profesional. Elena asintió. Relajando su cuerpo, respiró hondo y cerró los ojos. En
un principio, ella no sintió nada especial. Poco a poco, se dio cuenta de que el
sentido del mal que la había abrumado cuando estaba rodeada por la lucha no se
había ido. Todavía había un insistente y discreto tirón, un sentimiento de que algo
andaba mal y que tenía que arreglarlo. Esa sensación la llenaba, y ella abrió los ojos
de nuevo.

Zarcillos de un negro y rojo oxidado de un aura como el humo colgaban en el


aire frente a ella. Elena levantó una mano hacia ellos, pero los colores se
arremolinaban alrededor de sus dedos sin ninguna sustancia, la misma forma en
que Stefan tenía el aura. Sus poderes se hacían cada vez más fuertes: lo que había
sido sólo una sensación ahora era sólido, un rastro de negro y rojo que conducía
escaleras arriba y fuera de la biblioteca. Podía imaginar que iba más lejos, al patio y
a los campos de atletismo detrás de la escuela. Elena siguió los mechones de color,
y los demás la siguieron.

De nuevo al bosque dijo Bonnie desde detrás de Elena, pero Elena apenas
la oyó. Los colores no llevaban al bosque, sino que se extendían por todo el campo
y alrededor de un cobertizo. Los golpes en la cabeza de Elena, la sensación de algo
siendo equivocado se estaba intensificando.

¿Klaus se esconde de nuevo aquí en alguna parte? dijo Zander, sonando


confundido. ¿No es un tipo de exponerse?

No. Pensó Elena. No Klaus. Y de repente, se dio cuenta del gran error que había
cometido. El sendero, el sentimiento de agravio que tenía, le resultaba familiar.
Damon. Ella llevaba a cada uno de ellos directo hacia él.
Page
Hubo una fracción de segundo entre el momento en que Elena se dio cuenta
de esto y cuando el grupo entero dobló la esquina del cobertizo. Sus pasos
vacilaron, pero ya era demasiado tarde para cambiar de dirección.

Damon se estaba alimentando de otra chica de pelo rubio, la tiró con fuerza
contra su pecho y abrió su boca contra su cuello con sus ojos fuertemente cerrados.
L.J. Smith Destiny Rising
La sangre corría por ambos lados del cuello, haciendo un parche sangriento que
mojaba la camisa negra de Damon.

Hubo un momento en que todo, incluso Meredith, se congeló. Sin


conscientemente pensar en ello, Elena se movió, arrojándose entre los demás y
Damon.

No dijo, dirigiendo sus palabras a Meredith. Meredith era la que


importaba aquí, era la única quien no dudaría un instante en asesinar a Damon.
No puedes le dijo. Ella echó una rápida mirada a Damon, quien abrió los ojos un
instante y dio una mirada irritada, la mirada que daría un gato cuando se
interrumpe en su plato de comida. Luego cerró los ojos otra vez y sus colmillos
trabajaron más profundo en la garganta de la niña. Bonnie dio un suave gemido
horrorizado.

¿Qué demonios, Elena? Gritó Meredith. ¡La está matando! Equilibrada


en las bolas de sus pies, ella esquivó hacia un lado, levantando el bastón, y Elena se
movió rápidamente para quedarse entre ella y Damon. Alguien se estaba
deslizando por el otro lado de Elena y ella dio media vuelta para tratar de
detenerlo, pero había sido Stefan, quien empujó a Damon fuera de su presa.
Damon gruñó, pero no intentó agarrarla de nuevo. Stefan miró a su hermano
tensamente cuando agarró a la niña y la pasó cuidadosamente a Alaric.

Meredith, por favor dijo Elena, su voz era fina y desesperada a sus
propios oídos. Por favor, para. Hay algo mal con él, pero es Damon, el que nos ha
salvado antes. Él ha estado luchando a nuestro lado en muchas batallas. No se le
puede matar. Tenemos que averiguar lo que está pasando.

Stefan se había apoderado de los brazos de Damon ahora, pero su hermano le


restó importancia con un tic irritado de sus hombros. Cuando Elena miró hacia
ellos, Damon se incorporó y colocó la ropa en su lugar, disparándole a Elena una
brillante sonrisa, hostil. Aún seguía teniendo sangre en la boca y en la barbilla.

Yo no necesito que me protejas, Elena dijo. He cuidado de mi mismo Page


por mucho tiempo.

Por favor, Meredith dijo Elena otra vez, haciendo caso omiso de sus
palabras, y extendió sus manos suplicantes a su amiga.

Oh, sí. Dijo Damon burlonamente, llevando su sonrisa afilada hacia


Meredith. Por favor, Meredith. ¿Estás segura de que tus aliados están aquí,
L.J. Smith Destiny Rising
cazadora? Meredith había bajado su bastón un par de centímetro, pero sus ojos
eran planos y duros mientras miraba a Elena. Tú y Stefan intervinieron muy
rápido para protegerlo dijo con frialdad. ¿Cuándo tiempo han estado
escondiendo esto?

Elena se estremeció.

Supe hace un par de días que Damon estaba cazando otra vez. Dijo.
Pero las chicas siempre estaban bien al final, sin embargo. Ella sabía lo débil
que era su protesta. Peor aún, ella no estaba segura de creerlo. Damon había
abandonado a la niña que ella y Stefan se encontraron en el bosque, ella podría
haber muerto. ¿Qué otra cosa había hecho él? Pero no podía permitir que Meredith
lo matara.

Voy asumir la responsabilidad de él dijo rápidamente. Stefan y yo nos


aseguraremos de que no hace daño a nadie más. Por favor, Meredith. Stefan
asintió con la cabeza, la mano apretando otra vez alrededor del brazo de su
hermano, como si fuera un niño desobediente castigado. Damon se burló de los
dos.

Meredith silbó entre dientes con frustración.

¿Qué hay de ti? dijo, señalando con la barbilla a Damon. ¿Tienes algo
más que decir en tu defensa? Damon ladeó la barbilla y le dio una fría sonrisa,
arrogante, pero no dijo nada. A Elena se le encogió el corazón: Damon había
decidido claramente ser tan irritante como fuera posible. Después de un momento,
Meredith señaló con el bastón a Elena, parando justo para no tocarla. No lo
olvidaré dijo. Este es tú problema. Tú responsabilidad, Elena. Si él asesina a
alguien, el estará muerto al siguiente día. Y nosotros no estamos hablando sobre
esto.

Elena asintió a Stefan, tirando de Damon con él, se movió a la espalda de ella,
una muestra de apoyo en su hombro.

Nosotros entendemos. dijo solemnemente.


Page
Meredith miró a todo el mundo, negando con la cabeza, y luego se volvió y se
alejó sin decir palabra. Alaric y Bonnie la siguieron, ayudando a la victima de
Damon entre ellos, sus sollozos ahogados era lo único que Elena podía escuchar.
Zander y Spencer dieron a Elena y a los hermanos Salvatore una larga y pensativa
mirada antes de seguir a los demás. Elena se estremeció por dentro: la Manada
L.J. Smith Destiny Rising
puede ser un enemigo peligroso, si decidieran que Elena no estaba en el lado
correcto.

Tan pronto como sus amigos habían rodeado la esquina en el camino y se


perdieron de vista, Elena giro airadamente la cara hacia Damon. Pero Stefan, que
seguía sosteniendo a Damon de un brazo, habló antes de que ella tuviera
oportunidad.

Eres un idiota dijo con frialdad, puntualizando sus palabras con un leve
movimiento en el brazo de Damon. ¿En qué estabas pensando, Damon? ¿Quieres
deshacer todo lo bueno que has hecho? Con cada pregunta, sacudía a su
hermano un poco más.

Damon empujó la mano de Stefan lejos, la sonrisa burlona que había llevado
desapareció de su cara.

Estaba pensando en que soy un vampiro, hermanito. dijo. Es evidente


que es una lección que aún tienes que aprender. Se limpió la sangre de su boca.

Damon... Elena dijo con exasperación, pero Damon ya estaba dándose la


vuelta. Más rápido de lo que sus ojos podían ver, se había ido. Un momento más
tarde, desde un árbol al otro lado del campo atlético, un gran cuervo voló hacia
arriba, dejando escapar un graznido estridente.

Puede que no sea capaz de salvar a Damon. Dijo Stefan, con voz turbada,
tomándole la mano. No esta vez.

Elena asintió.

Lo sé dijo. Pero tenemos que intentarlo. Sus ojos siguieron el pájaro,


que ahora sólo era un punto en el cielo mientras volaba por encima del campus.
Independientemente de lo que le había prometido a Meredith, ella no sabía si
podía detener que Damon hiciera cualquier cosa que él quisiera. Pero ella y Stefan
no dejarían a Damon morir. De algún modo, en algún momento, salvarle se había
vuelto más importante que cualquier otra cosa. Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 19
Traducido por MewHiine
Corregido por Sabina_Salvatore

E
lena había sido ajena a la batalla el año pasado. Su yo más joven nunca
habría soñado sobre prácticas de armas y maniobras ofensivas. Elena
estaba centrada en viajes a Francia y hermosos vestidos. Pero ahora, la
lucha contra el mal era lo que había dado a Elena una emoción, tanto como odiaba
admitirlo. Ahora ella caminaba unida a sus amigos y aliados, todos mirando hacia
ella en busca de orientación.

Normalmente, todos estaban unidos y mirando hacia ella en busca de


orientación, de todos modos. Desde que ella y Stefan habían defendido a Damon,
Meredith se había vuelto distante. La Manada había estado mirándoles
sospechosamente, tanto que Elena casi podía ver cómo el cabello se erizaba en sus
cabezas cuando rehuían de ella. Elena había vuelto el otro día para encontrar a
Shay mirándola amenazadoramente. Incluso Bonnie había parecido que la evitaba
estos últimos días. Sólo Andrés, a pesar de que ella le había dicho lo que había
pasado, se mantuvo sin cambios en su actitud hacia Elena. Habían trabajado juntos
el día anterior, tratando de desbloquear más de los Poderes de Elena, pero no
habían tenido éxito todavía.

El hecho de que sus otros amigos, de repente fueran recelosos la hería. La


noche después de que se encontraran con la alimentación de Damon, Elena había
Page
estado con Stefan en su habitación.

Estamos haciendo lo correcto, ¿verdad? Le había preguntado, lágrimas


calientes picando en la comisura de sus ojos.
L.J. Smith Destiny Rising
A pesar de que nuestros amigos tienen miedo, no podemos abandonar a
Damon. Stefan había arrastrado una pesada y reconfortante mano sobre su
espalda. Todo va a estar bien, dijo, pero Elena podía oír la duda y el dolor en
su voz, un reflejo de la suya.

Elena tuvo que mendigar a Meredith para seguirla otra vez cuando ella trataba
de localizar a Klaus. Pero buscar a Klaus antes de atacarle era mejor plan, Elena
estaba segura, y esta vez tenía todos los combatientes que podían reunir. Klaus era
muy poderoso, tal vez el elemento sorpresa les daría alguna ventaja. Si bien un
pequeño consuelo, esperaban que la luz del día también pudiera funcionar a su
favor.

La luz del sol ciertamente parecía estar molestando a Chloe, pensó Elena. El
pelo rizado con hoyuelos de niña no estaba a la vista mientras se aferraba a un lado
de Matt, con la cabeza gacha. Se veía tensa y miserable, y Matt, aunque erguido
como un soldado, parecía cansado, con los rasgos más nítidos y más claros de los
que habían sido sólo un par de semanas antes.

Zander y su manada de hombres lobos originales fueron ascendidos y


prácticamente estaban rebotando contra las paredes. Cuando Elena miró, Zander
agarró al alto y peludo Marcus en una llave maestra y le obligó a arrodillarse,
ambos riendo y diciendo palabrotas cuando Marcus le dio una patada. Incluso
Shay, que por lo general parecía un poco retirado del resto de la manada, estaba en
el acto, chillando alegremente desde su posición en hombros de Jared mientras este
giraban alrededor y alrededor, tratando de tirarle. Esta noche sería luna llena, y los
hombres lobo, percibiendo el cambio que se avecinaba, estaban hasta arriba de
adrenalina.

Stefan se movió entre sus amigos, con calma ofreció instrucciones y palabras
de aliento. Los hombres lobo se callaron para escucharle, con sus expresiones en
alerta. Bonnie y Alaric, miraron a través de un libro de hechizos que Alaric había
conseguido, se giró para enseñarle a Stefan lo que habían encontrado, obviamente
pidiendo su consejo. Puede que estuvieran enojados con él por su protección hacia
Damon, pero Elena se dio cuenta con una oleada de orgullo, que a la hora de la
Page
verdad, todos ellos confiaban en Stefan.

Meredith se mantuvo en silencio mientras se preparaba para la batalla. Ella


afiló sus cuchillos y abrillantó su bastón con el rostro apretado y cerrado,
negándose a mirar a Stefan o a Elena. Impulsivamente, Elena se dirigió hacia su
amiga cazadora. Ella no sabía lo que podría decirle, pero Meredith entendía de
L.J. Smith Destiny Rising
fidelidad; ella sería capaz de perdonar a Elena aunque ella no estaba de acuerdo
con ella. Pero antes de que diera más de unos pasos, Elena sintió una mano en su
brazo. Se dio la vuelta y allí estaba Andrés, sonriendo tentativamente hacía ella.

Has venido dijo ella, simple placer burbujeando en su interior.

Tú me llamaste , respondió. Tenemos que mantenernos unidos contra


las cosas malas de este mundo, ¿no?

Absolutamente dijo Stefan mientras se les unía. Elena presentó a Stefan y


Andrés, viendo como Andrés fruncía el ceño y se apartaba un poco, claramente
dándose cuenta por primera vez que el Stefan del que le había hablado era un
vampiro. Pero luego le estrechó la mano a Stefan con entusiasmo y Elena se relajó.
Había pensado que Andrés podría ver a través de la buena persona que era Stefan,
vampiro o no, pero ella no había estado del todo segura. La Guardia de la Corte
Celestial no lo haría, después de todo, no realmente.

Después del saludo de Andrés, Stefan se volvió hacia Elena.

Creo que todos estamos bien para partir. Le dijo a ella. ¿Estás lista?

Está bien. Dijo Elena. Cerró los ojos, respiró profundamente y sintió cómo
Andrés alimentaba su poder, abriéndose hasta dejarlo en su corriente.

Piensa en protección dijo Andrés, su voz apenas un susurro. Piensa en


proteger a tus seres queridos de Klaus. Elena se concentró, y como antes, eran
como flores que se desdoblaban en su interior, una por una.

Sintió el ominoso familiar gris y azul del aura de Damon fuera, a través del
campus, y lo empujo de vuelta, concentrándose en el más difícil. Klaus. Klaus.
Había algo más, grasiento y oscuro, como una cortina de humo fétido. Peor que el
aura de Damon, mucho peor.

Sus ojos se abrieron de golpe.

Este camino dijo. Page


Incluso a Meredith, que era sin duda la mejor andante humana del grupo, se
sentía como si hubieran sido una caminata de horas. Estaban profundamente en el
bosque ahora, y el sol ya se había pasado de elevado a lo que ahora colgaba sobre
el horizonte; ellos perderían la ventaja de que la luz del día les hubiera dado. Pero
Elena todavía caminaba, muy recta y segura como si ella estuviera siguiendo un
camino claramente dejado hacía fuera a través de los árboles. Meredith tiró de su
L.J. Smith Destiny Rising
pelo en una coleta, tratando de refrescarse, y después siguió Elena, apartando el
recuerdo de la última vez que los había dirigido, directo a los vicios de
alimentación de Damon. Un buen guerrero se centra en la batalla por delante de
éste, no en los conflictos dentro de su propio ejército.

El suelo estaba cada vez más pantanoso, sus pasos dejaban pequeños charcos
de agua que se filtraba del barro detrás de ellos, cuando Elena de pronto se detuvo
e hizo señas a los demás para que se acercaran.

Ya casi estamos allí dijo. Sólo a través de estos próximos árboles.

¿Estás segura de que es Klaus? Preguntó Meredith y Elena sacudió la


cabeza.

Es un grupo de vampiros, de todos modos dijo. Puedo sentir eso.


¿Quién más podría ser?

Stefan asintió.

Yo también los siento.

Ahora que todo el mundo sabía hacia dónde iban, Elena se fue hacia atrás para
caminar con Alaric y Bonnie, que comenzó a murmurar conjuros de protección y
encubrimiento, con sus manos extendidas. Andrés, respiraba profundamente y
parecía consumido de poder dentro de sí mismo, se unió a ellos. Era hora de que
los combatientes tomaran la iniciativa.

Stefan y Meredith se movieron lado a lado. Meredith balanceó su bastón.


Stefan se equilibró sobre las puntas de sus pies. Su boca estaba entreabierta, y
Meredith pudo ver cómo sus colmillos descendían de anticipación por nuestro
ataque. Sintió una leve punzada inesperada: no hace mucho tiempo, Damon había
luchado a su lado y él había sido un camarada digno, rápido, valiente e implacable.
Stefan era todo eso, pero no tomaba el mismo placer en una pelea que Damon
tenía. Si sólo Damon fuera de confianza. Page
Zander, Shay y los otros cuatro hombres lobo de la Manada que podían
cambiar sin la luna en su pleno apogeo, habían cambiado y flaqueaban a Stefan y a
Meredith. Moviéndose suavemente, se pasearon por delante con la cola elevada y
las orejas erguidas hacia delante, tirando hacia atrás los labios en silenciosos
gruñidos. Zander y Shay, a la cabeza de la Manada a cada lado, se trasladaron a la
L.J. Smith Destiny Rising
par, el paso de cada uno perfectamente en sintonía con el del otro. Los cinco
hombres lobo restantes, que no serían capaces de cambiar hasta que la luna llena se
levantara, caminaron detrás de ellos, siendo alertas y concentrados como era su
familia lupina. Matt y Chloe estaban después, a medio camino entre los guerreros
y lo demás.

Ellos siguieron su camino a través de la última arboleda, colocando sus pies


con cuidado para no hacer ruido. Bonnie y Alaric pronunciaban tranquilos
hechizos, camuflando su posición.

Pero cuando llegaron por fin a la luz del claro, se encontraron con Klaus, ahora
vestido en un raído impermeable que Meredith recordó con una punzada de terror
de sus encuentros en Fell’s Church, su rostro iluminado con terrorífico buen
humor, riendo. Había un enorme grupo de vampiros allí, fácilmente superando en
número sus propias fuerzas, y cada ojo estaba ahora fijo en ellos.

En ese congelado momento, Meredith pudo ver a todos los vampiros en una
definición nítida. Su cerebro se enganchó en una cara y se detuvo por la confusión.
Elena. Pero Elena estaba detrás de ella, y Meredith nunca había visto el rostro de
Elena contener tanta maldad. Entonces se dio cuenta: el más pálido oro de los
cabellos, el azul más claro de los ojos, la alegría un poco loca en su bonita cara. Esta
no era Elena. Era Katherine, de alguna manera había renacido.

Y entonces, justo detrás de Katherine, Meredith vio otra cara que ella conocía,
y su corazón se congeló. No podía ser Cristian. Su hermano ahora era un ser
humano; los Guardianes se aseguraron de eso. ¿No es así?

Pero ahí estaba Cristian, su rostro sólo era familiar de fotografías en casa, y él
le sonrió tímidamente a través del claro, enseñando sus colmillos de vampiro. Por
una fracción de segundo, la mano de Meredith soltó su bastón y se tambaleó sobre
sus pies. Entonces ella lo apretó de nuevo y tomo una postura de lucha. Ella había
pensado que su familia estaba segura, que Cristian les había sido devuelto. Todo se
desmoronó de nuevo en ese mismo momento, pero todavía tenía una batalla que
librar. Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 20
Traducido por MewHiine
Corregido por Izzi

L
a gente estaba corriendo pasando a Elena por todos lados, sacudiendo y
golpeándose contra ella, así que se aplastó contra un árbol. El ruido era
insoportable – gritos y gemidos y cuerpos chocando juntos.

El ejército de Klaus era mucho más grande, pero sus amigos estaban
consiguiendo lo suyo. Stefan, con su cara en una máscara de furia, estaba lidiando
con una chica rubia y delgada. Cuando Elena vislumbró la cara de la chica, su
corazón pareció detenerse por un segundo. Katherine.

Elena había visto morir a Katherine, había visto el fuego en las grietas de su
cara mientras ella gritaba. ¿Cómo podía estar aquí? Katherine levantó una mano y
arañó la cara de Stefan, sus dedos se doblaron en garras y él le torció el brazo
violentamente, gruñendo y golpeando cayeron al suelo, donde se perdieron de la
vista de Elena.

Meredith estaba luchando con un atractivo chico de pelo oscuro cuyo rostro le
resultaba vagamente familiar a Elena. Ellos estaban igualados, cada uno bloqueaba
los golpes del otro con velocidad mortal y eficiencia. Meredith parecía tensa y
seria, sin la alegre expresión que a menudo tenía en la batalla. Page
Matt y Chloe se enfrentaron contra una mujer vampiro, Chloe escudando a
Matt con su cuerpo y tirando de la cabeza del vampiro de nuevo, tratando de
ponerla de modo que Matt pudiera estacarla a través del corazón. El vampiro
gruño y se retorció en las manos de Chloe.
L.J. Smith Destiny Rising
Un aullido salvaje vino de un lado del claro, haciendo que el pelo de la parte
posterior del cuello de Elena se erizara al fin, y sus ojos se dispararon hacia el
horizonte: el sol colgaba bajo y una luna llena acababa de levantarse. El resto de los
hombres lobos habían cambiado mientras estaban peleando, y ahora los vampiros
que habían estado luchando contra ellos en forma humana cayeron hacia atrás
cuando la manada saltó con entusiasmo sobre ellos. Zander y Shay, que eran
fácilmente diferenciables por el tinte rojizo en su piel, derribaron juntos un
vampiro, sus pesados cuerpos fijándolo mientras desgarraban su carne.

Bonnie y Alaric cantaban en latín, sus voces eran firmes pero tensas. Junto a
Elena, podía oír a Andrés murmurando suavemente en español. Ella lo miró y su
aura era tan clara que ella podía verla sin siquiera intentarlo: un círculo de color de
las hojas de hayas en primavera se extendía fuera de él, tocando a sus aliados en la
lucha. Ella se dio cuenta que al igual que Bonnie y Alaric, Andrés estaba usando
todo el poder que podía invocar para proteger a sus amigos.

Ellos estaban luchando duro, pero había muchos vampiros, por lo menos unos
veinte. Tanto hombres como mujeres de diferentes razas y etnias, pero todos
jóvenes, todos hermosos. Todos con un cierto salvajismo loco en su expresión
haciendo eco de la de Klaus. Sus rostros estaban salvajes con el odio y la
anticipación. Ellos querían luchar, Elena podía decir, querían matar. Uno, un chico
rubio quien parecía más joven que la propia Elena, de la edad de ir al colegio, tal
vez, luchaba contra un hombre lobo en el suelo mientras reía, con la cara
manchada de sangre.

Katherine está aquí. Las palabras se repetían en el cerebro de Elena como si no


tuviera importancia más allá del hecho de que Klaus había resucitado a su antiguo
enemigo. Katherine estaba aquí... Y Ethan había usado la sangre de los vampiros
de Klus para resucitarla.

Klaus había estado llamado a viejos amigos. Con un escalofriante giro, Elena
se preguntó: ¿Podrían estos ser todos los vampiros que Klaus había convertido,
todos reunidos como en una especie de tribu viciosa, una especie de familia? ¿Y
había Klaus usado sus sangres para resucitar a Katherine, para levantar a su más Page
amada hija como él había sido levantado?

A través de la multitud en la brutal lucha, Klaus se acercó a ella, con su rostro


alegre. Él era tan hermoso, pensó de forma irrelevante, y tan terrorífico. Sus ojos
azul hielo estaban muy abiertos, y su piel dorada brillaba en la luz de la luna. Sus
aliados -sus hijos- salieron de su camino para que su paso fuese fácil. Algo brilló en
L.J. Smith Destiny Rising
su mano. Con un escalofrío, Elena se dio cuenta de que sostenía una daga
desenvainada.

Elena no podía moverse. Se sentía como si estuviera en un sueño cuando Klaus


se acercaba cada vez más, sonriendo y deslizándose fácilmente entre la multitud.
Tan cerca que casi podía sentir el olor cobrizo de la sangre encima de él. La tomó
del brazo sin ninguna suavidad y su sonrisa se ensanchó. Él la sostuvo sin ningún
esfuerzo con su poder, y cuando ella deslizó sus ojos hacia un lado, vio a Andrés
con la boca abierta por el horror, y se dio cuenta de que Klaus también lo sostenía a
él. Stefan también estaba luchando contra el poder de Klaus, desesperado por
llegar a Elena antes de que fuera demasiado tarde.

Hola, preciosa , dijo Klaus, con voz suave e íntima. Creo que ha llegado
el momento, ¿verdad? Estoy listo para probarte

La hoja de la daga brilló bajo la luz del sol cuando la llevó hasta su cuello.
Elena con agudo foco de terror, vio la reluciente empuñadura con runas y
patrones. Más abajo de la hoja, una curiosa e irónica cara de bestia, algo parecido a
una lagartija, le sonreía cruelmente. Y entonces ella no pudo ver más la daga,
porque Klaus la había presionado en su garganta.

Stefan, pensó Elena. Podía verle a través del claro, su rostro estaba congelado
en la desesperación. A pesar de que ella se estaba convirtiendo en un Guardián,
siempre pensó que las cosas podían funcionar para ser esa chica normal y feliz con
él. Su corazón se rompería sin ella, se dio cuenta, y tuvo un momento de puro
dolor por él y por lo que podrían haber tenido juntos.

Ella sintió la fría hoja cruzar su garganta, y luego sintió el calor de la sangre
fluyendo. Klaus se inclinó más cerca, su aliento era fresco y pesado, y de repente se
retiró. La sangre se había detenido, Elena se dio cuenta. Y ella ya no sentía el dolor.
Ella estaba sanando casi tan rápido como Klaus podía cortar. La hoja de Klaus no
podía matarla. ¿Era porque era un Guardián?, se preguntó aturdida.

Klaus gruñó con furia y le cortó el cuello otra vez. Elena sintió una sacudida de
dolor, pero de nuevo, la herida pareció sanar. Los otros estaban viendo lo que
Page
estaba sucediendo en ese momento, aunque el poder de Klaus debía de
mantenerlos a raya. Elena se encontró con la mirada horrorizada de Stefan cuando
Klaus la empujó lejos de él.

El mago y la bruja han encontrado una manera de protegerte, ¿verdad? se


burló Klaus. Él frunció el ceño a Bonnie y Alaric, quienes dieron un paso
L.J. Smith Destiny Rising
automático hacia atrás, con los rostros blancos de miedo, y luego se volvió hacia
Elena. No te preocupes, bonita, eso no me detendrá de tenerte. su voz se
convirtió en un insinuante susurro y tendió la mano con un dedo para trazar la
línea del labio superior de Elena. Él sonrió, pero sus ojos estaban furiosos. Voy a
encontrar la manera, a pesar de todo lo que ellos han hecho, créeme.

Alzó de nuevo la voz, mirando lentamente alrededor del claro. Nos gusta
estar aquí, a mis hijos y a mí anunció. Toda esa fresca sangre joven- es un
banquete continuo. Una ovación irregular vino de alguno de los vampiros.
Sonrió de nuevo, sus fuertes y blancos caninos brillaban bajo los últimos rayos del
sol poniente, y su mano se apretó en la mandíbula de Elena, arrastrándola hacia
delante. Al final , dijo, con su voz suave e íntima, Ninguno de tus amigos
nos sobrevivirá.

Klaus se alejó, caminando a través del claro. Al pasar junto a la manada,


todavía congelada y en silencio por su poder, él agarró al lobo más cercano en un
movimiento suave y rápido –Chad, Elena se dio cuenta, reconociendo su
complexión robusta y la mancha blanca en la garganta– y lo arrojó fácilmente
contra un árbol. Elena escuchó los huesos de Chad romperse y como el lobo se
derrumbaba flácido en la parte inferior del árbol, inmóvil.

Klaus sonrió y relámpagos agrietaron el cielo. Él es sólo el primero. Nos


veremos pronto. Caminó poco a poco y despreocupadamente hacia el bosque.
Sus vampiros se fundieron en la noche detrás de él. Cuando el ejército de Klaus se
desvaneció, Elena sintió que su poder la abandonaba por fin, y se dejó caer de
rodillas. La manada fue la primera en saltar de nuevo en movimiento, corriendo al
lado de Chad.

Mirando a través del claro, Elena vio a Stefan. Estaba pálido e inmóvil, y
cuando sus ojos se encontraron, Elena vio un reflejo de su propio miedo.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 21
Traducido por Xiime~
Corregido por Violet~

—Elena, oh Elena —dijo Stefan, acariciando su cabello, sintiendo el impulso de


tirarla hacia él y nunca, nunca abandonar su lado otra vez—. Tenía tanto miedo de
haberte perdido. De haberte fallado.

Tan pronto como Klaus abandonó el claro, liberando la inmovilidad a la que


los había sometido, Stefan había corrido hacia Elena, tomándola en sus brazos.
Aún estaban en el campo de batalla, los demás curando sus heridas a su alrededor,
pero él no podía separarse de ella ni siquiera un momento.

—Estoy bien —dijo Elena, sujetando su mano y sosteniéndola contra su


mejilla, dejándolo sentir cómo de cálida y viva estaba. Sonaba perpleja—. ¿Pero
cómo puedo estar bien? Klaus me cortó la garganta.

—¿Tú lo sabes, Andrés? —dijo Stefan, girándose hacia el Guardián. Detrás de


él se cernían Meredith, Alaric y Bonnie. Bonnie estaba mirando los hombres lobo
en el claro mientras éstos se agrupaban alrededor del cuerpo de Chad, pero
permaneció junto a los demás humanos, dándoles algo de espacio. Unos pocos
pasos más allá, Matt y Chloe estaban mitad en el claro, mitad entre los árboles,
murmurando en voz baja entre ellos.
Page
—No sé con certeza qué la protegió. —dijo Andrés lentamente.

—Debes tener una idea bastante buena —dijo Stefan bruscamente—. Dinos.

Sabía que debía tratar a Andrés más gentilmente; él era, después de todo, el
único que podía ayudar a Elena en su transición hacia Guardián. Pero Stefan
estaba aún aterrorizado, sintiéndose enfermo y vacío desde el momento en que vio
L.J. Smith Destiny Rising
a Klaus deslizar su daga a través de la garganta de Elena. Y estaba seguro de que
Andrés sabía más de lo que les había contado.

—He oído que, a veces, a los Guardianes que tienen trabajos muy peligrosos
les dan protecciones especiales —dijo Andrés. La luna llena iluminaba el claro y se
veía pálido y cansado bajo su luz—. Más comúnmente, son resguardados de la
muerte por medios paranormales. El Poder —el Poder de los Guardianes— no
puede hacerlos inmortales, porque deben permanecer en armonía con la
naturaleza. Elena podría ser arrollada por un auto o morir de alguna enfermedad,
pero, si estoy en lo correcto, no puede ser asesinada por una mordedura de
vampiro, o un hechizo, o —Agitó una mano en la dirección por la cual Klaus y su
familia se habían retirado—, por una daga mágica.

—Si Klaus y sus vampiros no pueden matarla —dijo Meredith, comenzando a


formar una salvaje y encantadora sonrisa—, entonces tenemos un arma. Elena está
segura.

Andrés frunció el ceño.

—Espera —dijo—. No pueden matarla por medios sobrenaturales. Si Klaus se


entera, podría matarla con una soga o un cuchillo de cocina. —Stefan se encogió, y
Andrés lo miro comprensivamente—. Lo siento —dijo—. Lo sé. Es difícil amar a
alguien tan frágil como un humano.

Un largo e interminable aullido, haciéndose eco de miseria y pérdida, se alzó


desde el pie del árbol donde Chad había caído. Los lobos habían, como una
manada, corrido hacia su lado tan pronto como el Poder sosteniéndolos en su lugar
desapareció. Habían estado olisqueando al peludo cuerpo del lobo caído,
lloriqueando y gruñendo, intentando confirmar lo que Stefan había sabido desde
que Chad golpeó el suelo: Chad estaba muerto.

No solo humanos, pensó Stefan desoladamente. Cualquier mortal es muy


vulnerable a la muerte.

—Necesitamos hacer un voto —dijo, mirando a las afligidas caras de los Page
humanos—. Nadie puede saber sobre los Poderes de Elena, o de ella siendo un
Guardián. Nadie. Si Klaus se entera, encontrará una manera de matarla. —Se
sentía enfermo y mareado del pánico. Si Klaus descubría el secreto de Elena…
Miró salvajemente a su alrededor. Con la manada aquí, había muchos que podrían
cometer un desliz y delatarla.

Meredith lo miró con ojos desafiantes.


L.J. Smith Destiny Rising
—Nunca lo diré —dijo—. En mi honor como cazadora y como Sulez.

Matt asintió fervientemente.

—No le diré a nadie —Prometió, y Chloe, con los ojos bien abiertos, asintió
junto a él.

Bonnie, Andrés, y Alaric también lo prometieron. Stefan sostuvo a Elena muy


cerca y la volvió a besar antes de, con casi un dolor físico, dejarla ir y caminar a
través del claro. Acercándose al círculo de lobos en luto, llamó suavemente—:
Zander. —El gran lobo blanco había apoyado su cabeza al lado de la de Chad, y al
acercarse Stefan, la levantó para rugir una advertencia.

—Lo siento —dijo Stefan—. Es muy importante. No los interrumpiría si no lo


fuera.

Zander presionó su hocico en la parte superior de la cabeza de Chad por un


momento, y luego se paró y abandonó el círculo de lobos. Shay se movió
automáticamente para tomar su lugar, acostada al lado del cuerpo de Chad como
si pudiera consolar al lobo muerto.

Cuando Zander estuvo frente a Stefan, se tensó y luego se retorció, con sus
músculos contrayendo y expandiéndose. Manchas de piel desnuda comenzaron a
mostrarse entre los mechones de su espeso pelaje, y se tambaleó sobre sus patas
traseras mientras la dirección de sus articulaciones se invertía con un crujido.
Estaba cambiando a humano, se dio cuenta Stefan, y la transformación se veía
dolorosa.

—Duele cambiar cuando la luna todavía está llena. —dijo Zander con
brusquedad, una vez que estuvo parado frente a Stefan en forma humana. Sus ojos
estaban enrojecidos con pena, y refregó su mano ásperamente contra su cara—.
¿Qué quieres?

—Lo siento por lo de Chad —dijo Stefan—. Era un miembro leal de tu manada
y un valioso aliado para el resto de nosotros.
Page
Chad había sido un buen chico, pensó Stefan, fervoroso y alegre.

Su pecho se apretó mientras recordaba que la muerte de Chad había sido a la


larga, culpa de Stefan: Klaus había venido a esta parte del mundo a vengar a
Katherine, quien había seguido a Stefan. Años de la historia de Stefan, llevando a
L.J. Smith Destiny Rising
la muerte de un delgado y amigable hombre lobo de diecinueve años que nunca
había hecho ningún daño.

—Es un riesgo que tomamos cuando peleamos. Todos lo sabemos —dijo


Zander brevemente. Su usualmente abierta cara estaba cerrada: el luto de la
manada no era para personas ajenas—. ¿Eso es todo?

—No, necesito tu palabra. Los Poderes de Guardián de Elena son la única


razón por la que Klaus no pudo matarla esta noche —dijo Stefan—. Necesito que
tú y tu manada prometan no decirle a nadie que ella es un Guardián.

—Los lobos son leales —dijo Zander—. No le diremos a nadie. —Se alejó de
Stefan y dio dos largos pasos de vuelta al círculo de lobos, su cuerpo cambiando
mientras avanzaba.

Apiñados al borde del claro, Matt cogió la mano de Chloe y notó que ella
estaba temblando, un pequeño y escaso temblor corriendo por su cuerpo. Él tenía
frío, pero los vampiros no podían tenerlo, ¿verdad?

—¿Estás bien? —preguntó calmadamente.

Chloe presionó su mano libre contra su pecho, como si tuviera problemas para
respirar.

—Es solo que hay tanta gente —dijo—. Es difícil concentrarse. La sangre…
Podía oler la sangre de todos. Y cuando el lobo murió…

Matt entendía. Sangre fresca salió de la nariz y la boca Chad cuando murió, y
Matt había sentido a Chloe ponerse rígida a su lado.

—Está bien —dijo ahora—. Volvamos al cobertizo. Es solo que no estabas lista Page
para estar alrededor de un grupo tan grande todavía, especialmente con los pulsos
de todos golpeteando por la batalla.

Mirando a Chloe de cerca, vio la forma de su mandíbula cambiar mientras sus


colmillos descendían involuntariamente. No hay que hablar sobre pulsos golpeteando,
pensó.
L.J. Smith Destiny Rising
Chloe movió su cabeza a un lado, intentando esconder sus colmillos
descendiendo, y Matt se dio cuenta de algo más. Había una larga veta de sangre a
lo largo de la mandíbula de Chloe, cerca de su boca.

—¿De dónde salió eso? —Preguntó Matt, oyendo el filo en su propia voz
mientras dejaba ir la mano de Chloe.

—¿Qué? —Preguntó Chloe, alarmada, moviendo sus dedos sobre su propia


cara—. No sé… No sé a qué te refieres. —Estaba mirando hacia otro lado, sin
embargo, esquivando los ojos de Matt.

—¿Te alimentaste? —Preguntó Matt, intentando calmarse y no asustar a


Chloe—. ¿Quizás de Chad después de que murió? Sé que no habrá parecido tan
mal con él en forma de lobo, pero los hombres lobos siguen siendo gente. —Y dios,
¿desde cuándo eso había pasado a hacer algo que yo creo? Se preguntó.

—¡No! —Los ojos de Chloe se abrieron de golpe, el blanco mostrándose


alrededor de su pupila—. No, Matt ¡No haría eso! —Se secó la cara ásperamente,
intentando borrar la marca—. ¡Estuvimos juntos todo el tiempo!

Matt frunció el ceño.

—No todo el tiempo —La contradijo—. Te perdí de vista durante la pelea por
un rato. —Chloe sabía que ellos se habían separado. ¿Por qué diría algo diferente?

Chloe sacudió su cabeza con fuerza.

—No me alimenté de nadie —Insistió. Pero sus ojos se movieron


nerviosamente hacia otro lado y, con un enfermizo retorcijón de su estómago, Matt
se dio cuenta de que no tenía ni idea de qué creer. Chloe suspiró—. Por favor, Matt
—dijo lentamente—. Prometo no mentirte. —Las lágrimas brillaron en sus grandes
ojos marrones—. No haré eso. No voy a convertirme en algo a lo que tener miedo.

—No lo harás —Le prometió Matt—. Te mantendré segura. —Chloe movió su


cabeza hacia la de él, frente contra frente, y se quedaron así un rato, respirando
calmadamente. Lo haré, se prometió Matt a sí mismo silenciosamente. Puedo Page
ayudarla.
L.J. Smith Destiny Rising

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 22
Traducido por Xiime~
Corregido por Izzi

S
tefan sostenía a Elena cerca de él, movía los dedos por su suave
cabello y sentía su corazón latiendo contra su pecho. Cuando sus
labios se encontraron, pudo sentir su miedo y su agotamiento, tanto
como sus intrigas sobre sus nuevos Poderes. Elena estaba sintiendo
su propia mezcla de amor y miedo, y su encanto ante la nueva
protección que ella tenía. Elena estaba enviándole un constante flujo de amor y
tranquilidad, el cual él retornaba feliz.

Era una maravilla para él siempre, la manera en que el mundo se detenía, sin
importar lo mal que estuvieran las cosas, cuando Elena estaba en sus brazos. Esta
chica humana era su luz y su roca, lo único en lo que podía confiar.

―Duerme bien, mi amor.― dijo, liberándola de mala gana. Elena lo besó una
vez más antes de entrar en su dormitorio y cerrar la puerta. Stefan odiaba verla ir;
no podía eliminar la imagen de Klaus rebanando su garganta. Además, Bonnie y
Meredith estarían allí. Elena siempre había sido fuerte e independiente y ahora
tenía su propio Poder. Él estaría solo a un par de pisos por encima si lo necesitaba.

Stefan subió penosamente los dos tramos de escaleras entre la habitación de


Elena y la suya propia, y desbloqueó su puerta. Su habitación estaba oscura y
tranquila, y pensó que aunque no durmiera, debería acostarse y dejar al mundo
Page
estar sin él durante algunas horas.

Mientras cerraba la puerta a sus espaldas, captó la vista de un flash blanco


fuera en el balcón.
L.J. Smith Destiny Rising
Katherine. Su corazón de pálpito lento pareció pararse un momento. Estaba
apoyada elegantemente contra la barandilla del balcón, luciendo engañosamente
joven y delicada con un largo vestido blanco. Debía haber volado y esperado por él
afuera.

Su primer pensamiento fue de bloquear la puerta del balcón, para mantenerla


fuera. El segundo fue armarse con una estaca y atacarla. Pero ella podría entrar
fácilmente dentro: él no estaba vivo; no había barrera que impidiese a un vampiro
entrar a su habitación. No había motivo para atacarla cuando ella podría verlo
venir, sus ojos fijos a través del cristal de la puerta del balcón.

―Katherine.― dijo, saliendo al balcón, manteniendo su voz neutra. ―¿Qué


quieres?

―Querido Stefan,― dijo burlona. ―¿es esa la manera de saludar a tu primer


amor?― Le sonrió. No sabía como había podido pensar alguna vez que ella y Elena
eran parecidas. Sus rasgos eran similares, ciertamente, pero los de Elena eran más
firmes, su cabello más dorado, sus ojos de un azul más profundo. Katherine
parecía más desamparada y frágil al estilo de su época, Elena más muscular y
fuerte. Y el amor y la calidez que veía en los ojos de Elena no era nada comparado
con la malicia que contenía Katherine.

―¿Klaus te envió?― preguntó, ignorando su comentario.

―¿Dónde está Damon?― preguntó Katherine, jugando al mismo juego. Inclinó


su cabeza coquetamente. ―Vosotros dos os llevabais tan bien la última vez que os
vi. ¿Ya hay problemas en el paraíso?― Stefan no respondió y su sonrisa creció.
―Damon debería haber aceptado mi oferta. Habría sido más feliz conmigo.

Stefan se encogió de hombros, negándose a dejar que Katherine se metiera bajo


su piel.

―Damon ya no te ama, Katherine.― dijo, añadiendo rencorosamente ―No eras


a la que quería.
Page
―Oh, sí, Elena.― dijo Katherine. Se acercó más a Stefan y movió sus dedos por
su brazo, mirándolo a través de sus pestañas.

―Déjala en paz.― espetó Stefan.

―Ya no estoy enfadada con Elena.― dijo ella en voz baja. ―Tuve mucho tiempo
para pensar. Después de que me matara.
L.J. Smith Destiny Rising
―En serio.― dijo Stefan secamente, alejándose de los persistentes toques de
Katherine. ―¿Así que estar muerta te dio tiempo de aplacar tus celos de Elena?

Viendo que él no estaba respondiendo a sus falsamente inocentes coqueteos,


Katherine se enderezó, su cara endureciéndose.

―Te sorprenderías de cuanto puedes aprender, estando muerto.― dijo. ―Vi


todo. Y veo lo que está pasando entre Elena y Damon. En realidad,― sonrió, con sus
largos y puntiagudos colmillos brillando en la luz de la luna ―parece que Elena y
yo tenemos más en común de que lo que pensaba.

Stefan ignoró la angustia que sintió al pensar en Elena y Damon juntos.


Confiaba en Elena ahora, y no iba a caer en los juegos de Katherine.

―Si la lastimas, o a cualquier otra persona inocente, encontraré una manera de


matarte.― dijo. ―Y esta vez, te quedarás muerta.

Katherine se rió, un sonido como de campanas que lo llevó por un momento a


los jardines del palazzo1 de su padre, hacía muchas vidas.

―Pobre Stefan,― dijo ella ―tan leal, tan amoroso. Extrañaba tu pasión, sabes. ―
Se acercó y acarició una suave y fría mano contra su mejilla. ―Es bueno verte otra
vez.― Retrocediendo, cambió, su delicada forma ondulando en su vestido blanco
hasta que una lechuza nevada extendió sus alas en la barandilla y se elevó
rápidamente en la noche.

Bonnie miraba por la ventana de la habitación de Zander. Había sido una larga
noche, pero ahora estaba amaneciendo, rosado y dorado, sobre el patio. Había
venido hacía más o menos una hora, tan pronto como Zander la había llamado
para decirle que la necesitaba. Cuando Bonnie había llegado, Zander la había
tomado en sus brazos y sostenido cerca, con sus ojos cerrados fuertemente, como si
estuviera bloqueando todo lo demás fuera, solo por un momento. Page
Ahora el resto de la manada se había ido y Shay y Zander estaban encorvados
sobre el escritorio de este detrás de Bonnie, bosquejando planes de batalla en
trozos de papel.

1 En italiano, edificio, casa, palacio


L.J. Smith Destiny Rising
―Tristan no está tan fuerte como debería,― estaba diciendo Shay. ―Si lo
flanqueamos con Enrique y Jared, pueden compensar su débil pie izquierdo.

Zander hizo un sonido bajo y pensativo.

―Tristan se dañó un tendón al principio del año, pero creí que ya estaba casi
curado. Trabajaré con él y veré si puede volver a ganar velocidad.

―Hasta entonces, necesitamos asegurarnos de que esté cubierto,― dijo Shay.


―Marcus es fuerte, pero tiene tendencia a dudar. ¿Qué deberíamos hacer sobre
eso?

Antes de esa noche, Bonnie no había terminado de entender qué significaba


que Zander fuera el Alfa. La manada había llorado a Chad esa noche, primero
como lobos y luego, tras la puesta de la luna, como personas. Había habido
aullidos y, luego, palabras y lágrimas, recordando a su amigo. Y durante todo ese
tiempo, Zander había tomado el cargo, guiando a sus amigos y apoyándolos a
través de su pesar.

Y ahora, con la noche acabando, él y Shay estaban trazando estrategias con las
mejores maneras de mantener su manada segura en el futuro. Estaban siempre
enfocados en lo mejor para su manada.

Bonnie ahora entendía exactamente por qué el Alto Concejo de Lobos había
elegido un Alfa femenina para Zander cuando eran jóvenes, no solo como pareja,
sino también como compañera.

Bonnie se giró cuando Zander se levantó.

―Bien.― dijo, restregándose los ojos. ―Llamémoslo noche. Veremos a los


chicos mañana por la tarde, veremos cómo lo llevan.

―Regresaré y te llamaré en unas horas cuando me levante.― dijo Shay,


levantándose. Se abrazaron y ella se aferró a él por un momento. Separándose de
Zander, le dedicó a Bonnie un rígido sentimiento. ―Hasta luego, Bonnie.― dijo
fríamente. Page
Mientras la puerta se cerraba tras Shay, Zander tendió sus brazos hacia
Bonnie.

―Hola.― dijo, y le dedicó su larga y lenta sonrisa. Incluso emparejada con el


dolor en sus ojos, esa sonrisa era devastadora, y Bonnie fue hacia él, enroscando los
brazos a su alrededor.
L.J. Smith Destiny Rising
Pero incluso cuando lo sostenía cerca, no se sentía del todo bien. Zander debió
haber sentido la rigidez en ella porque se alejó, sus grandes ojos azules buscando
los de ella.

―¿Qué pasa?― dijo suavemente. ―¿Estás bien? Sé que las cosas son muy
difíciles.

Los ojos de Bonnie picaban, y tuvo que alejarse de Zander con una mano para
poder limpiarlos. Era muy Zander: su amigo estaba muerto, había pasado la noche
confortando y protegiendo su manada, ¿y ahora estaba preocupado por cómo
estaba Bonnie?

―Estoy bien.― dijo. ―Solo cansada.

Zander le tomó la mano.

―Oye.― dijo. ―En serio, ¿qué es? Dime.

Bonnie suspiró.

―Te amo, Zander.― dijo lentamente, y se detuvo.

Los ojos de Zander se entrecerraron y medio frunció el ceño.

―¿Por qué eso suena como si hubiera un pero al final?― preguntó.

―Te amo, pero no estoy segura de ser buena para ti.― dijo Bonnie tristemente.
―Os veo a ti y a Shay juntos… cuidándoos ambos, peleando lado a lado, cuidando
de la manada juntos, y yo no puedo hacer eso. Quizás el Alto Concejo de Lobos
tiene razón sobre lo que necesitas.

―El Alto Concejo… Bonnie, ¿qué tienen que ver en esto? Ellos no deciden lo
que quiero.― dijo Zander, con la voz elevándose.

―No puedo ser eso para ti, Zander.― dijo Bonnie. ―No lo sé. Quizás ambos
necesitamos un tiempo para darnos cuenta lo que depara el futuro. Lo que es mejor
para nosotros. Incluso si es no…― Su voz se quebró, y tragó con fuerza antes de Page
continuar. ―Incluso si es no estar juntos.― Estaba mirando hacia sus manos,
entrelazándolas, incapaz de mirar a Zander a los ojos. ―De verdad te amo.― dijo
desesperadamente. ―Pero quizás eso no es todo lo que importa.

―Bonnie.― dijo Zander razonablemente, interponiéndose entre ella y la puerta.


―Esto es ridículo. Podemos resolver esto.
L.J. Smith Destiny Rising
―Eso espero.― dijo Bonnie. ―Pero por ahora, sé que no soy la que necesitas a
tu lado.― Estaba intentando sonar razonable, pero oyó su voz quebrarse mientras
hablaba.

Zander gruñó una negación y se acercó a Bonnie otra vez, pero ella lo esquivó.
Debía abandonar la habitación antes de perder los nervios. Estaba segura de que
esto era lo correcto, lo mejor. Zander tenía responsabilidades, necesitaba alguien
que pudiera entenderlas y ser una verdadera compañera para él. Pero si no se iba
ahora, iba a caer al suelo y envolver los brazos alrededor de sus piernas,
suplicándole que no la dejase ir.

―Bonnie.― dijo Zander mientras ella lo empujaba. ―Quédate.― Ella continuó


moviéndose hacia la puerta sin responder. Después de un momento de silencio,
oyó a Zander sentarse pesadamente en la cama.

Bonnie intentó no mirar atrás, pero no pudo evitar echar una mirada furtiva a
Zander mientras cerraba la puerta tras ella. Él estaba encorvado, triste, como si se
estuviera protegiendo de un golpe. Quizás ella estaba haciendo lo correcto, o
quizás simplemente había arruinado lo mejor que jamás le había sucedido.
Simplemente no lo sabía.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 23
Traducido por Katiliz94
Corregido por Isane33

E
stúpidos Guardianes, pensó Elena, alejándose rápidamente del
gimnasio. Si quieren algo de mí, ¿por qué no pueden solo decírmelo? Ella y
Meredith habían estado entrenando antes de la clase de la mañana de
Meredith y ahora tenía prisa por regresar a casa. Estar sola en el
campus la puso nerviosa, y no estaba segura de si era paranoia, pero algo se sentía
cerca de Elena. Muy cerca.

Los guardianes eran jugadores; eso era todo lo que había para ellos. No eran
honrados, no eran sinceros. Nada como yo, se dijo a sí misma con fiereza. Nunca más,
no durante un largo tiempo. Andrés seguramente no era como ellos, de todos modos,
lo cual era un hecho reconfortante.

Alcanzó a ver una figura por el rabillo del ojo, solo la más leve impresión de
movimiento. Por todo el campus había tenido la repulsiva sensación de ser
observada. Alguien la estaba siguiendo.

Elena se giró, pero donde había estado segura de que había visto a otra
persona, no había nadie.

La parte trasera de su cuello se erizó, y se encogió de hombros con tristeza.


¿Estaba Klaus allí fuera? intentó sentirlo, pero no sentía nada. No podía ver un Page
aura por ninguna parte.

Sacó su teléfono e intentó llamar a Stefan. No quería arriesgarse, y se sentiría


mucho más segura si no estaba sola. ¿Dónde estaban todos? Era la mitad de la
mañana —aunque el campus había estado más y más vacío mientras los
L.J. Smith Destiny Rising
estudiantes se ponían más nerviosos y las clases eran canceladas, debería haber
habido alguien más por ahí.

Stefan no contestó la llamada. Empujando el teléfono en la mochila, ella


caminó más rápido.

Solo cuando alcanzó su dormitorio, una fría y dominante voz habló detrás de
ella.

—Elena Gilbert.

Elena se congeló y después, lentamente, dio la vuelta.

—¿Sí? —dijo ella.

La alta mujer estando de pie tras ella era seria y formal, con el pelo rubio
recogido en un arreglado moño, vestía un sencillo traje azul marino. Ojos azules
con motas doradas miraron solemnemente a Elena. Esta mujer no era Ryannen, la
Guardiana de la Corte celestial que una vez trató de reclutar a Elena en sus filas,
pero era bastante parecida que Elena tuvo que mirar cuidadosamente para estar
segura. El parecido molestó a Elena: Ryannen no había sido amable, no del todo.

Rápidamente, intentó leer el aura de la mujer, pero no vio nada salvo una luz
blanca.

Después de una rápida mirada que abarcaba por completo a Elena la mujer
dijo con compostura:

—Soy Mylea, uno de los Guardianes Principales, y he venido a tomar tu


juramento de Tutela y asignarte tu primera tarea.

Elena inmediatamente se tensó. Cierto, esto era por lo que había estado
esperando. ¿Pero estaba completamente lista?

—Espera un minuto —dijo—. Me gustaría saber más antes de prestar


cualquier juramento. ¿Eras tú uno de los Guardianes que asesinaron a mis padres?
Page
El Guardián frunció el ceño, una línea apareciendo entre sus cejas
perfectamente arqueadas.

—No estoy aquí para discutir el pasado, Elena. Has hecho tu mejor esfuerzo
para despertar tus Poderes incluso antes de mi acercamiento. Has traído a otro
Guardián humano aquí para guiarte y enseñarte. Está claro por tus acciones que
L.J. Smith Destiny Rising
estas ansiosa por las responsabilidades y habilidades que solo los Guardianes
tienen. Te será dada la información que necesitas después de tomar tu juramento.

Nerviosa, Elena mordió su labio. Todo lo que Mylea dijo era verdad. Ella había
acabado de aceptar que iba a ser un Guardián. Sin importar cuan trágica fue la
muerte de sus padres, nada de lo que Mylea dijera ahora se los devolvería. Tenía
que pensar en todas las personas que podía salvar con sus Poderes de Guardián en
pleno funcionamiento.

Mylea se encogió de hombros y continuó.

—Tu vida siempre estuvo destinada de esta manera —dijo tranquilamente—.


No puedo evitarlo al igual que no puedo evitar que las hojas de cambien en el
otoño. —Un destello de humor destelló de repente en su cara, haciéndola
infinitamente más humana—. Lo cual significa, que quizás pueda detenerlo, pero
sería difícil y al final le causaría un gran daño a ti y a tu mundo. ¿Qué será, será? —
Entonces el toque de humor se desvaneció, y miró fijamente a Elena, una vez más
seria—. El tiempo es corto —dijo. —Responde sí o no: ¿estas preparada para dar tu
juramento y recibir tu tarea?

—Sí —dijo Elena, y se estremeció. Su acuerdo era irrevocable. Supo que no


había cambio de parecer ahora. Pero estaba a punto de recibir los Poderes que
necesitaba para luchar contra Klaus.

—Entonces, ven —dijo Mylea. Llevó a Elena alrededor de la esquina del


dormitorio y en un rincón amurallado donde creció un roble. Cerrando los ojos
durante un segundo, asintió, y luego los abrió de nuevo—. Nadie nos molestara
aquí. Arrodíllate y alarga la mano.

Titubeantemente, Elena puso sus rodillas en la fría hierba bajo el árbol y alargó
la mano derecha ante ella. Mylea giró firmemente la mano de Elena de manera que
extendió la palma hacia arriba, y sacó una pequeña daga plateada, adornada de
joyas azules de su bolsillo. Antes de que Elena pudiera reaccionar, Mylea había
pasado rápidamente la daga por su palma en un patrón curvo, la sangre brotó en
su despertar. Elena siseó ante el dolor y automáticamente intentó retirar la mano,
Page
pero el agarre de Mylea era fuerte.

—Repite después de mí —dijo—. Yo, Elena Gilbert, me comprometo a usar


mis Poderes para el mejoramiento de la raza humana. Aceptaré con alegría las
tareas que me den y las veré finalizar. Albergaré a los débiles y guiaré a los fuertes.
Reconozco que mis tareas son para el bien común y, si fallo en cumplirlas, puedo
L.J. Smith Destiny Rising
estar sujeta a perder mis Poderes y ser reasignada a la Corte Celestial. —Elena
dudó— ¿Reasignada a la Corte Celestial? —pero los ojos de Mylea eran firmes y
pudo sentir el tirón de Poder a su alrededor. La sangre descendió por su muñeca
mientras repetía las palabras de Mylea, Mylea la instó a seguir cuando dudó. La
sangre caía de su mano hacia las raíces del roble y se sumergía en la tierra.
Mientras Elena decía las últimas palabras, el corte en su mano se curó, dejando una
pálida cicatriz con forma de ocho en su palma.

—El símbolo del infinito y de la Corte Celestial —dijo Mylea, dando a Elena
una pequeña sonrisa. La ayudó a ponerse en pie y la besó ceremonialmente en
ambas mejillas—. Bienvenida, hermana —dijo.

—¿Qué quiere decir ―perder mi lugar en la Tierra y ser reasignada a la Corte


Celestial‖? —preguntó Elena—. Soy una humana… pertenezco aquí.

Mylea frunció el ceño, inclinando la cabeza hacia un lado para estudiar a


Elena.

—Ya no eres humana —dijo—. Ese es el precio que tenemos que pagar.

Elena la miró boquiabierta, horrorizada, y Mylea agitó la mano


despectivamente y continúo.

—Pero permanecerás en la Tierra siempre y cuando ejerzas tus deberes


adecuadamente. Y ahora tu primera tarea. Un viejo vampiro ha venido a tu
campus, uno que ha causado daño por todo el mundo. Es fuerte y listo, pero lo has
enfrentado antes y escapó ileso. La historia que compartieron te dará la habilidad
para derrotarlo ahora que tu Poder está floreciendo. Hubo un tiempo, en que no
era una amenaza.

Elena asintió, pensando en el año que Klaus había estado muerto.

—Pero ahora ha comenzado a matar y el mismo trajo nuestra atención una vez
más. Su destino esta sellado —continúo Mylea —. Debes matar a Damon Salvatore.

Elena jadeó. No, pensó aturdida. Klaus, ella debía decir Klaus. Page
En la fracción de segundo en el que Elena estaba tambaleándose, Mylea se
alejó cuidadosamente, sacando una elaborada llave dorada de su bolsillo, y giró la
llave en el aire.

—¡No! —dijo Elena, encontrando su voz. Pero era demasiado tarde. El vacío
aire se tensó, y Mylea se había ido.
L.J. Smith Destiny Rising

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capitulo 24
Traducido por Pili
Corregido por Izzi

Stefan tenía una sensación muy fuerte de déjà vu. Aquí estaba él una vez más,
afligido fuera de la puerta de madera oscura del apartamento de Damon,
preparado para suplicar a su hermano, pero sabiendo ya que sus palabras serían
inútiles. El podía oír a Damon moviéndose silenciosamente dentro del
apartamento, las páginas de un libro pasando, la respiración profunda de su
hermano, y él sabía que Damon podía oírle a él, también, dudando en el pasillo.

Llamó. Esta vez, cuando Damon abrió la puerta, no gruñó inmediatamente a


Stefan, pero en su lugar lo miraba pacientemente, esperando a que Stefan hablara.

―Sé que no quieres verme.― dijo Stefan. ―Pero pensé que debía decirte lo que
está sucediendo.

Damon retrocedió e hizo entrar a Stefan.

―Lo que quieras, hermanito.― dijo despreocupadamente. ―Me temo que no


puedo concederte mucho tiempo. Tengo una cita con una deliciosa y pequeña
estudiante universitaria.― su sonrisa se amplió, mientras Stefan hacía una mueca Page
de desaprobación.

Decidiendo no responder a eso, Stefan se hundió en una de las elegantes sillas


cromo y verde pálido en la ultramoderna sala de estar de Damon. Damon tenía
mejor aspecto que la última vez que Stefan había estado allí. Su ropa y su cabello
estaban perfecta y elegantemente arreglados y su piel pálida tenía un leve rubor,
L.J. Smith Destiny Rising
una clara señal de que Damon había estado alimentándose libremente, Stefan hizo
una pequeña mueca ante la idea, y Damon arqueó una ceja hacia él.

―Por lo tanto, ¿hay algo que está pasando?― apuntó. Su voz adquirió un tono
burlón con las últimas palabras.
―Katherine ha vuelto.― dijo Stefan rotundamente, y tuvo el placer de ver la
sonrisa desprenderse de la cara de Damon. ―Klaus la trajo de entre los muertos de
alguna manera.

Damon parpadeó lentamente, sus pestañas negras y largas velaron sus ojos
durante un momento, y a continuación exhibió su sonrisa cruel otra vez.
―El dúo dinámico juntos de nuevo, ¿eh?― preguntó. ―Eso podría ser bastante
problemático para ti y tus humanos.

―Damon.― Stefan oyó la fuerza en su propia voz. Damon había construido un


muro alrededor de sí mismo, pero el verdadero Damon todavía estaba allí, ¿no? Él
no podía haber dejado de preocuparse por Elena, dejado de preocuparse por Stefan
mismo, tan absolutamente, en un plazo tan corto, ¿podría? Si Stefan quería que su
plan contra Klaus funcionase, necesitaba que a Damon le importase. ―Klaus está
decidido a averiguar la verdad sobre Elena― dijo rápidamente. ―Están decididos a
utilizar a Katherine como un arma contra ti. Verán como te has separado del resto
de nosotros. Te lo suplico, por favor no les digas nada. Si no te importamos un
bledo cualquiera de nosotros, por lo menos recuerda lo mucho que odias a
Katherine y a Klaus.

Inclinando su cabeza a un lado, Damon redujo sus ojos especulativos hacia


Stefan.

―Nunca he sido el eslabón más débil, hermano.― dijo. ―Pero, como una
cuestión de simple curiosidad, dime, ¿qué verdad sobre Elena?
El suelo osciló vertiginosamente bajo los pies de Stefan, y él cerró los ojos
durante un momento. Page
Era un idiota. Él no había pedido detalles de la reunión a medianoche en el
bosque de Elena y Damon, solo supuso que Elena le había dicho que era una
Guardiana. Él podría haber mantenido la boca cerrada, y Damon no habría sido
ningún peligro para ellos, al menos no en este punto. Pero no, Damon había sabido
que Elena era una Guardiana potencial, que ellos una vez habían planeado que ella
L.J. Smith Destiny Rising
se uniera a ellos. Ella le había dicho que los Guardianes habían asesinado a sus
padres, intentado llegar a ella. Y él sabía que ahora Elena tenía poder, que ella
podía ver auras. Si dejaba caer esos hechos a Katherine o Klaus, eso sería bastante
peligroso. Mejor que Damon estuviese advertido, con una verdad parcial, ¿no?
Stefan sacudió su cabeza ligeramente. Era imposible saber que podría hacer
Damon.

Damon todavía estaba mirándole, sus ojos brillantes y cruelmente divertidos, y


Stefan tenía la incómoda sensación de que estaba representando su indecisión
nítidamente a través de sus rasgos, claramente evidente para alguien que le había
conocido durante tanto tiempo como Damon.

―La verdad es que Elena está conectada con los Guardianes.― dijo al fin.
―Klaus lo usaría contra ella si pudiera. Por favor, Damon dices que no te importa
pero no puedes querer que Klaus mate a Elena. Klaus casi te destruyó. ― podía oír
la nota de súplica en su propia voz.

Por favor, hermano, pensó, inseguro sobre si Damon estaba leyendo sus
pensamientos. Por favor no nos abandones. No hay nada más que dolor así, para todos
nosotros.

Damon sonrió brevemente y chasqueó sus dedos desdeñosamente hacia Stefan


antes de apartarse.

―Nadie me hace daño.― dijo por encima de los hombros.― No desde hace
mucho. Pero no te preocupes, estoy seguro de que puedo manejar a Katherine si
viene a mí.

Stefan se desplazó más cerca de su hermano, moviéndose para encontrarse de


nuevo con los ojos de Damon.

―Si me pasa algo,― dijo sombríamente, ―dime que cuidarás de Elena. Tú la Page
amaste una vez. Ella podría amarte, si… si las cosas fueran diferentes.― no
importaba lo que pasase, Elena no podía quedar desprotegida.

Por un momento, la máscara de indiferencia de Damon pareció levantarse, su


boca se tensó y sus ojos negros como la medianoche se estrecharon.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Qué es lo que quieres decir con si algo te sucede?― dijo bruscamente.

Stefan sacudió la cabeza.

―Nada― dijo. ―Es un momento peligroso, es todo.

Damon lo miró fijamente durante un largo momento, y luego de golpe la


máscara volvió a su lugar.

―Todos los momentos son peligrosos― dijo sonriendo débilmente. ―Ahora, si


me disculpas…― se alejó en dirección a la cocina, y después de unos minutos,
Stefan comprendió que no regresaría.

Stefan se obligó a ponerse de pie y dudó solo brevemente antes de girar hacia
la puerta. La reunión había ido tan bien como él podría haber esperado
razonablemente: Damon no había garantizado su propio silencio, pero tampoco
les había amenazado, y había parecido desdeñoso sobre cualquier sugerencia de
que él pudiese ayudar a Katherine y Klaus. En lo que respectaba a la protección de
Elena, todo lo que Stefan podría hacer era mover pieza. Él sabía que si era preciso,
su hermano haría lo correcto.

Stefan gritó una despedida, que no fue contestada, y se dirigió a la puerta. Por
todo lo que sabía, Damon se había ido a través de la ventana y ya estaba volando
hacia su destino como un cuervo.

Su corazón se hundió en el pensamiento de dejar a su hermano ahora sin un


adiós, pero continuó. Si ambos sobrevivían, él y Damon se unirían otra vez como
hermanos. No podía dejar ir esa esperanza. Pero no sabía cuándo o cómo ocurriría.
Quizás perdería a su hermano durante un siglo o dos. El pensamiento le hizo
sentirse triste, indeciblemente solo.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 25
Traducido por laurasoto
Corregido por Izzi

Matt arrastró los pies mientras caminaba lentamente hacia las puertas del
cobertizo. En su mano, el saco que llevaba golpeó violentamente, el conejo dentro
pataleando y retorciéndose. Chloe sería capaz de calmarlo con un toque de su
poder.

A Matt no le gustaba cazar animales para alimentarla. No podía dejar de sentir


lástima por las pobres cosas, por lo que tenía los ojos desorbitados por el terror.
Pero él era responsable de Chloe. Y necesitaba mucha sangre para mantener el
control; Stefan les había advertido de ello. No había ayudado considerando que el
ejército de vampiros de Klaus la había aterrorizado. Eran mucho más poderosos
que ella, y ella sabía que no mostrarían misericordia a un vampiro que peleó contra
ellos. Peor aún, la emoción de la batalla había estimulado su impulso de beber
sangre humana. Ella no confiaba en sí misma alrededor de los otros, por lo que
había se había recluido en el cobertizo desde entonces.

Aunque ella nunca haría daño a Matt; ella le aseguraba eso todas las noches,
sosteniéndolo con fuerza, su cuerpo frío contra uno más caliente, con la cabeza Page
apoyada en su hombro en la oscuridad.

El muelle crujía bajo los pies de Matt y él bajó la mirada hacia el chapoteo del
agua contra los pilotes debajo de él. El muelle crujió de nuevo, esta vez en la
distancia, como si alguien estuviera caminando a través de él.
L.J. Smith Destiny Rising
Matt vaciló. No debería haber nadie más aquí. Dio un paso adelante de nuevo,
con cautela, y oyó el sonido haciendo eco de otro tablón crujiendo en la distancia,
sólo un segundo después de su propio paso.

― ¿Hola?― gritó en la oscuridad, y entonces se sintió como un idiota. Si sus


enemigos estaban ahí fuera, lo último que quería hacer era llamar su atención.
Dio unos cuantos pasos más cerca de la entrada del cobertizo. El crujido no
vino otra vez, en su lugar, un chorrito pequeño se elevó del lago poco profundo.
Tal vez los ruidos habían sido de un animal.
Él echó a correr de todos modos, golpeando a través de las puertas del
cobertizo. ¿Y si algo había llegado a Chloe? Los ojos de Matt volaron al cuadro en
el centro del cobertizo.

Klaus estaba triunfante delante de él, su piel iluminada en plata por la luz de
la luna de que entraba a través de los agujeros del techo. Un impermeable
estropeado cubría su amplia figura, y desplomada en sus brazos había una chica
sangrado, una desconocida.

Dios. Ella era joven, tal vez una pequeña estudiante de primer año, tal vez una
chica de secundaria del pueblo, y su cabello largo y oscuro estaba enmarañado con
la sangre que brotaba del lateral de su cuello. Ella no estaba luchando, pero miró
fijamente a Matt con una mirada de terror que le recordó asquerosamente la
expresión del conejo cuando lo había sacado de la trampa.

Automáticamente dejó caer el saco, oyéndolo hacer un ruido sordo tras él, el
conejo escarbando buscando una salida y corriendo hacia la puerta. Tenía que
ayudar a la chica. Klaus movió rápidamente los ojos hacia él por una fracción de
segundo y Matt se quedó inmóvil, sus músculos se tensaron sin poder hacer nada
contra la fuerza que estaba sujetándolo en su lugar.

―Hola, muchacho― dijo Klaus, exhibiendo su sonrisa de loco. ―¿Vienes a


unirte a la fiesta? Tu novia y yo te hemos estado esperando. Page
Matt siguió la mirada de Klaus a Chloe, que estaba acurrucada en un rincón
tan lejos de Klaus y de la chica como era posible, con las rodillas levantadas hacia
su pecho. Había una marca de mordedura en su cuello, como si Klaus hubiera
bebido de ella, también, y ella estaba extraordinariamente pálida. Ella se tiene que
alimentar, pensó Matt, como si pudiera darle el conejo que había tenido un
L.J. Smith Destiny Rising
momento antes. Chloe estaba claramente asustada, pero había algo más
exteriorizándose en su rostro. El estómago de Matt dio un vuelco con tristeza
cuando él lo identificó: hambre.

―Ahora, ¿dónde estábamos?― Klaus se volvió a Chloe. ―Ah, sí. Si lo sueltas,


todo será más fácil.― Su voz era suave y calmante. ―Cuéntamelo todo. Cuéntame
el secreto que esos humanos están escondiendo. ¿Cómo han protegido las brujas a
Elena de mí? Si lo haces, te dejaré unirte a mí. No estarás sola. No tendrás que
tener miedo, o sentir culpa, o nada nunca más.― Su rostro se torció con desprecio
al decir la palabra humanos, y continuó, bajando la voz a un registro más bajo.
―Prueba a la chica.― dijo. ―Tú puedes tenerla. Sé que puedes oler la rica dulzura
de su sangre. Esta no es forma de vivir para ti, escondida, avergonzada,
alimentándote de alimañas. Ven a mí, Chloe.― dijo él, autoritario ahora.
Chloe se desenroscó lentamente, poniéndose de pie. Sus ojos estaban fijos en
Klaus y en la chica, que sollozaba silenciosamente ahora en los brazos de Klaus.
Por el cambio en la mandíbula de Chloe, Matt podía ver que sus dientes caninos se
habían alargado. Klaus hizo una seña, y Chloe tropezó un paso adelante.

Luchando para gritar, para detener de alguna manera a Chloe, Matt se dio
cuenta de que su lengua estaba como congelada, como el resto de él, aún sujeto por
el Poder de Klaus. Lo máximo que podía hacer era dejar salir un pequeño gemido
ahogado.

Chloe lo oyó, sin embargo. Se lamió los labios, entonces arrastró lentamente
los ojos desde la garganta de la chica y se centró en Matt. Ella lo miró fijamente
durante un largo momento, y luego dio un paso atrás, apretándose contra la pared.
Los huesos de su rostro parecían angulosos y la sangre seca en su propia garganta
se cuarteó y descascarilló cuando sacudió la cabeza.

―No.― dijo con un hilo de voz.

Klaus volvió a sonreír y tendió a la chica hacia ella. Page


―Vamos.― le urgió.

Su víctima gimió y cerró los ojos, su cara contrayéndose de tristeza. Chloe se


quedó inmóvil contra la pared, aparentemente fascinada por el gran chorro de
L.J. Smith Destiny Rising
sangre que corría por debajo de la garganta de la chica hasta el charco en el suelo a
sus pies.

Klaus alcanzó a Chloe y la tomó de la mano.

―Dime lo que quiero saber, y puedes tenerla. Ella sabe tan bien.― Tiró de
Chloe hacia él. Ella se quedó sin aliento bruscamente, sus fosas nasales dilatadas a
medida que se acercaba al olor de la sangre, y se dejó arrastrar más y más cerca.
Klaus soltó la mano de Chloe y le acarició la mejilla. ―Toma.― dijo, como si
estuviera hablando con un niño pequeño. ―Eso es.― ahuecando su mano detrás de
su cabeza, él la empujó con firmeza hacia abajo, la llevó hacia la garganta de la
chica que sostenía.

Matt trató de luchar, pero no podía moverse, no podía gritar a Chloe otra vez.
Ella paso su lengua rápidamente a través de sus labios.

Entonces Chloe se apartó de Klaus, zafándose de debajo de su mano.


―¡No!― repitió ella, esta vez más fuerte.

Klaus gruñó, un sonido enloquecido, y con un giro rápido, rompió el


sangrante cuello de la chica, dejándola caer en un montón en el suelo.

―Dile a tus amigos que todos ellos tendrán noticias de mí pronto.― dijo Klaus,
su voz plana y fría. Sonaba menos loco que de costumbre, y por alguna razón, eso
hizo al corazón de Matt contraerse de miedo. ―Encontraré la verdad. Les atraparé
por separado, uno por uno, hasta que obtenga lo que quiero.

Cuando salió por la puerta, Klaus miró hacia arriba, alzando una mano hacia
el cielo, y con el estruendo de un trueno, un rayo cayó del cielo despejado, sin
nubes, haciendo estallar el cobertizo en llamas.

Dando vuelta a una página en su libro de texto de psicología, Bonnie alejó el Page
pensamiento de Zander. Le echaba de menos, por supuesto que lo hacía, pero ella
estaría bien. Sin levantar la vista, Bonnie estaba pendiente de los otros ocupantes
de su dormitorio. El sonido suave del rasgueo de una pluma venía de la cama de
Elena, donde estaba escribiendo en su diario. Y en el suelo, Meredith y Alaric
murmuraban suavemente entre ellos, sus manos entrelazadas, por una vez no
afilando las armas o examinando libros de hechizos, sino solo disfrutando uno al
L.J. Smith Destiny Rising
otro. Excepto por el dolor de constante vacío en el corazón de Bonnie, todo estaba
bien.

Alguien golpeó violentamente la puerta, y todos miraron hacia arriba, tensos,


listos para transformarse al modo de lucha. Meredith se puso en pie y agarró un
cuchillo de su escritorio, manteniéndolo fuera de la vista cuando ella entreabrió la
puerta.

Matt y Chloe, manchados de sangre y cubiertos de cenizas, cayeron a través de


la puerta. Meredith fue la primera en reaccionar, agarrando Chloe y girándola bajo
la luz para examinar la mordedura en el cuello. Parecía cruda y horrible, y Chloe
casi se derrumbó en los brazos de Meredith antes de que Alaric condujese a la
joven vampiro a la silla de Bonnie.

―¿Qué pasó?― exclamó Bonnie.

―Klaus.― jadeó Matt. ―Klaus estaba en el cobertizo. Oh, Dios, dejó un cuerpo
en ese lugar. Y prendió el lugar en llamas. Estaba muerta, sin embargo. Estoy
seguro de que ya estaba muerta antes de quemarse.

Los dedos de Elena volaron por encima de su teléfono mientras enviaba un


texto rápido, y un momento más tarde, Stefan estaba allí, asimilando la situación
de un vistazo. Se arrodilló delante de Chloe, examinando su herida con dedos
cuidadosos.
―La sangre animal no es suficiente para sanarla ahora mismo― le dijo a Matt,
que miraba con una expresión tensa y atormentada, los labios apretados y pálidos.
―Y el sabor humano puede enviarla al límite.― se mordió su propia muñeca y la
acercó a los labios de Chloe. ―Esto no es lo ideal, pero es la mejor de las malas
opciones.― Matt asintió con fuerza, y Stefan sujetó la mano de Chloe cuando la
chica vampiro tragó ávidamente de su brazo. ―Está bien.― le dijo. ―Lo estás
haciendo muy bien.
Page
Una vez que Chloe había bebido lo suficiente como para comenzar la curación
de la mordedura de Klaus, ella y Matt explicaron lo que había sucedido.
―Klaus me ofreció a la chica si yo le decía lo que sabía acerca de Elena y
porqué no podía matarla con su daga.― dijo. Sus ojos se posaron en el suelo.
―Fue...― hizo una pausa. ―Quería decir que sí.
L.J. Smith Destiny Rising
―No lo hizo, sin embargo.― les dijo Matt. ―Chloe lo hizo realmente bien. Ella
quebrantó la coacción de Klaus.

―¿Pero él dijo que vendría tras nosotros, uno por uno, hasta que consiguiese lo
que quería?― preguntó Bonnie con voz débil. ―Esto es malo. Esto es realmente
muy malo.― su corazón latía con fuerza, tamborileando contra su pecho.
Elena suspiró, metiéndose el pelo detrás de las orejas.

―Sabíamos que vendría tras nosotros.― señaló.

―Sí,― dijo Bonnie, con voz temblorosa ―pero, Elena, él puede entrar en mis
sueños. Él lo hizo antes, cuando nos dijo que iba a venir.― ella se abrazó con fuerza
y tomó un respiro profundamente, tratando de mantener la voz firme. ―No sé si
puedo detenerle viendo cosas en mis sueños.

Hubo una pausa desagradable en la conversación.

―Yo no había pensado en eso.― admitió Meredith.

―Lo siento, chicos.― dijo Elena, con la voz quebrada. ―Él viene tras vosotros
por mi culpa. Ojalá pudiera defenderos. Tengo que conseguir ser más fuerte.
―Lo harás.― dijo Meredith con firmeza.

―Y en realidad no es tu culpa.― dijo Bonnie solidaria, impulsando su propio


pánico hacia abajo. ―Si la alternativa era que murieses, preferiría que viniese tras
nosotros.

Elena sonrió débilmente.

―Lo sé, Bonnie.― dijo ella. ―Pero incluso si consigo más poder, no sé cómo
podemos protegerte en tus sueños.
Page
―¿Hay alguna manera que pueda protegerse a sí misma en sus sueños?―
preguntó Stefan, volviéndose a Alaric, su experto en investigación. ―¿Sueño
consciente y ese tipo de cosas?

Alaric asintió con la cabeza, pensativo.


L.J. Smith Destiny Rising
―Es una buena idea.― dijo. ―Voy a buscar de inmediato.― sonrió
tranquilizador a Bonnie. ―Encontraremos algo. Siempre lo hacemos.

―Y todos vamos a permanecer juntos.― dijo Stefan, mirando a su alrededor,


sus ojos verde hoja confiados. ―Klaus no nos puede separar.

Hubo un murmullo de aprobación, y Bonnie automáticamente extendió la


mano, tomando las de Meredith y Matt manos en las suyas. Pronto, todos estaban
cogidos de la mano, y Bonnie sintió un repiqueteo de poder, tal vez de Elena, tal
vez de Stefan, tal vez de sí misma, corriendo alrededor del círculo. Tal vez era de
todos ellos. Pero esa sensación de poder no era lo único que sentía. Todo el mundo
estaba nervioso; todo el mundo estaba asustado. Klaus podría venir tras cualquiera
de ellos a continuación, y era imposible saber lo que podría hacer.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capitulo 26
Traducido por laurasoto
Corregido por Izzi

S tefan y Elena estaban solos en el dormitorio de Elena, por fin,

aprovechando el pequeño momento que pasaban juntos. Bonnie, Meredith y Alaric


estaban en la biblioteca estudiando sobre el control del sueño, mientras que Stefan
había ofrecido a Matt y Chloe su habitación para esa noche ahora que su escondite
del cobertizo había sido destruido.

Stefan ahuecó la mejilla de Elena suavemente.

―¿Qué pasa?― dijo, preocupado por lo que fuera que vio en sus ojos.

Elena había pensado que ella estaba escondiendo su miedo bastante bien, pero
Stefan siempre había sido capaz de ver a través de sus máscaras. Se alegraba de
que estuvieran finalmente solos. Ella no quería que los demás supieran, aún no. No Page
estaban decididos a proteger a Damon, no como ella y Stefan lo estaban.

―Una Guardián Principal vino a mí hoy y me hizo hacer el juramento de


Guardián― dijo ella. ―Ella me dio mi primera tarea.

Por un momento, la cara de Stefan estaba aliviada.


L.J. Smith Destiny Rising

―Pero eso es una noticia maravillosa.― dijo. ―Ahora podrás acceder a más
poder para luchar contra Klaus, ¿no es así?

Elena sacudió la cabeza.

―Mi tarea es no matar a Klaus.― le dijo ella simplemente. ―Quieren que mate
a Damon.― Stefan, con los ojos muy abiertos por el choque, dio un paso atrás,
dejando caer su mano de la mejilla de Elena. ―No voy a hacerlo.― dijo. ―Lo sabes.
Pero tenemos que encontrar la manera de evitar esto. Si me niego a hacerlo, van a―
su boca se secó― desterrarme a la Corte Celestial. No estaré en la Tierra nunca más.

―No.― los brazos de Stefan estuvieron en torno a ella otra vez, abrazándola
más cerca. ―Nunca.

Elena apretó la cara contra su cuello de nuevo.

―No puedo hacerlo.― susurró. ―La Guardián me dijo que Damon estaba
matando de nuevo, y aún así no puedo obligarme a hacerle daño.― sentía a Stefan
endurecerse con las noticias, pero cuando levantó la vista sus ojos estaban
inalterables.

―Elena, quiero a mi hermano. Pero si Damon está asesinando a personas


inocentes, tenemos que detenerle. No importa lo que cueste.

―No puedo matar a Damon.― dijo Elena otra vez. ―Los Guardianes ya se
llevaron dos personas que amo, y no voy a dejar que me quiten nada más.
Tenemos que encontrar otra manera.

―¿Qué pasa si Damon cambia?― preguntó Stefan. ―Si él no es una amenaza


para los humanos, ¿los Guardianes cambiarán de opinión?
Page
Elena sacudió la cabeza.

―No lo sé.― dijo ―Pero Damon no nos escuchará; el está completamente


cerrado. ¿Tal vez si le decimos que los Guardianes lo quieren muerto?
L.J. Smith Destiny Rising
Los labios de Stefan se curvaron en una media sonrisa triste, sólo por un
momento.

―Tal vez.― dijo. ―O tal vez él doble sus ataques sólo para desafiarlos. Damon
se reiría del diablo si le diese la gana.― Elena asintió. Era cierto, y sabía que Stefan
estaba compartiendo el afecto y la desesperación que Damon inspiraba en ella.

―Tal vez Andrés tendrá una idea.― sugirió Stefan. ―Él sabe mucho más acerca
de los asuntos de los Guardianes que nosotros. ¿Pero estás segura de que
podemos confiar en él?

―Por supuesto que podemos.― dijo Elena automáticamente. Andrés era


bueno, lo sabía sin lugar a dudas. Y él había luchado junto a ellos contra Klaus.
Agarrando con fuerza el hombro de Elena, Stefan la miró a los ojos, con el
rostro sombrío.

―Sé que podemos confiar en Andrés para hacer lo correcto.― dijo. ―Pero,
¿podemos confiar en él para salvar a un vampiro, un vampiro violento? Ni siquiera
sé si eso es lo correcto.

Elena tragó saliva.

―Creo que puedo confiar en Andrés para apoyarme,― dijo con cautela
―incluso en contra de los Guardianes. Él cree en mí.― ella esperaba
desesperadamente que fuera cierto.

Stefan le dedicó una sonrisa triste.

―Entonces, mañana hablamos con Andrés.― dijo. Tiró de ella en un abrazo y le


acarició el pelo con la mano. ―Esta noche, sin embargo, vamos a tomarnos algún
tiempo y estar juntos, tú y yo.― dijo él, su voz áspera. Hubo un largo silencio
mientras Elena dejaba a Stefan abrazarla. ―Quiero que Damon viva.― dijo Stefan Page
finalmente. ―Yo quiero que él cambie. Pero si se reduce a una elección entre él y tú,
tengo que elegirte. No hay mundo para mí sin ti, Elena. Yo no voy a permitir que
te sacrifiques esta vez.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena no respondió, negándose a hacer alguna promesa que no podría ser
capaz de mantener. Esperaba que el amor que fluía entre ellos fuera suficiente, por
ahora.

A la mañana siguiente, Elena y Stefan se sentaron con James y Andrés en la


pequeña y soleada cocina de James. Los cuatro tenían tazas de café y rosquillas
delante de ellos, y Stefan removió su café sin beberlo, solo para mantener las
manos ocupadas. No comía ni bebía mucho, pero hacía que la gente se sintiera más
cómoda si pensaban que lo hacía. Era una alegre escena matinal, a excepción de la
mirada de completa confusión en el rostro de James.

―No lo entiendo.― dijo, mirando a Elena y Stefan desconcertado. ―¿Por qué


estás intentando salvar a un vampiro?

Elena abrió la boca, luego la cerró y pensó por un momento.

―Es el hermano de Stefan.― dijo rotundamente después de un momento. ―Y le


queremos.― James lanzó a Stefan una mirada escandalizada, y Stefan trató de
recordar si James tenía alguna idea de que él era también un vampiro. No lo creía,
la verdad. Elena continuó. ―Damon ha luchado a nuestro lado y salvado a un
montón de gente.― dijo. ―Tenemos que darle una oportunidad para mejorar. No
podemos olvidar todo lo bueno que ha hecho.

Andrés asintió.

―Eres reacia a matarlo cuando podría haber alguna otra forma de controlar
sus tropiezos.

James negó con la cabeza.

―No estoy seguro de que pudiera llamar ―tropiezos‖ a comerse gente.― dijo.
―Lo siento, Elena. Yo no creo que pueda ayudarte. Page
Stefan se puso tenso, sintiendo la cuchara de café doblarse en la mano.

―Le curaremos.― dijo Elena. Su mentón sobresalía con determinación. ―No va


a ser un peligro para nadie.
L.J. Smith Destiny Rising
Andrés suspiró y puso sus manos sobre la mesa, todo rastro de humor
desapareció de su cara.

―Hiciste un juramento.― dijo en voz baja. ―Los Guardianes creen en reglas, y,


como has aceptado sus normas, debes cumplir con tu tarea o sufrir las
consecuencias. Incluso si aceptas tu traslado a la Corte Celestial, la tarea
simplemente pasará a otro Guardián Terrenal.― él hizo una mueca, y se hundió el
corazón de Stefan.

Andrés estaba diciéndoles que él podría ser el próximo asignado para matar a
Damon. Si Elena de alguna manera salía del trabajo, estarían peleando con Andrés.
Los ojos de Elena estaban brillantes por las lágrimas.

―Tiene que haber alguna manera de arreglar esto.― dijo. ―¿Cómo puedo
convocar de vuelta a la Guardiana Principal? Tal vez pueda razonar con ella. Klaus
es mucho más peligroso de lo que es Damon. Incluso si no estás de acuerdo
conmigo sobre salvar a Damon, tienes que ver que Klaus es el único en que
tenemos que centrarnos.

―No puedes llamarla.― dijo Andrés con tristeza. ―Solo parecen para asignar
una tarea, o cuando la tarea se ha completado.― él meneó lentamente la cabeza.
―Elena, no hay ninguna zona gris. Tú ya estás sintiendo el impulso de cumplir con
tu misión, ¿no es así? Eso solo va a empeorar.

Elena puso la cabeza entre las manos, apoyando los codos sobre la mesa.
Stefan le tocó el hombro, y ella se apoyó en él mientras canalizaba su apoyo
silencioso hacia ella. Después de un momento, levantó la cabeza, su boca firme con
resolución.

―Está bien.― dijo. ―Entonces intentaré otra cosa. No me doy por vencida.
―Yo te ayudaré si puedo.― le dijo Andrés. ―Pero si tu tarea pasa a mí, no
tendré elección. Page
Elena asintió y se puso de pie rápidamente. Stefan comenzó a seguirla, pero
ella le puso una mano en el hombro y lo presionó suavemente hacia atrás.
―Esto tengo que hacerlo por mí misma.― dijo en tono de disculpa. Ella lo besó
suavemente, sus labios cálidos, y Stefan intentó enviar todo el amor y la confianza
que pudo hacia ella.
L.J. Smith Destiny Rising

Tengo algo de lo que también tengo que ocuparme, pensó. No sabía cuándo
volvería. Esta podría ser, se dio cuenta con una llamarada de pánico sin aliento, la
última vez que ambos se vieran. Sus brazos se apretaron alrededor de ella,
aferrándose a ella durante todo el tiempo que pudo. Por favor, Elena, ten cuidado.
Encontrar a Damon fue fácil. Cuando Elena se abrió al dolor persistente que
había estado dentro de ella todo el día, apenas aludiendo a su poder, el camino a
Damon apareció delante de ella y todo lo que tenía que hacer era seguir el intenso
negro y rojo.

Esta vez, la condujo a un edificio de aspecto sórdido con un letrero en la


fachada que decía Billar de Eddie. Estaba abierto, pero solo había un par de coches
en el aparcamiento. Se parecía más a un lugar nocturno. Francamente, no se
parecía en absoluto al tipo de lugar para Elena, y se sintió un poco nerviosa
caminando hasta las puertas. He estado en la Dimensión oscura, se recordó. Soy un
Guardián. Aquí no hay nada que pueda asustarme. Ella empujó las puertas y entró
osadamente.

El camarero mantuvo contacto visual con ella durante un momento y luego se


volvió hacia su tarea, abrillantando vasos. Dos hombres estaban sentados en una
pequeña mesa redonda en la esquina, fumando y hablando en voz baja. Ellos ni
siquiera miraron hacia ella. Todas menos una de las mesas de billar estaban vacías.
Allí, en el centro de la habitación, Damon se inclinó sobre la mesa de billar,
alineando su taco para hacer un tiro. Parecía duro con su chaqueta de cuero, Elena
pensó, que estaba más áspero y de alguna manera menos elegante que de
costumbre. Un hombre más bajo y rubio rondaba detrás de él. Cuando hizo el tiro,
Damon giró sus ojos hacia Elena, fríos, negros y sin revelar nada.

―Juego terminado.― dijo brevemente a su compañero, a pesar de que las bolas


de colores aún cubrían la mesa. Damon cogió el fajo de billetes en la esquina de la
mesa y los metió en el bolsillo. El chico de pelo rubio rojizo parecía a punto de
hablar de esto, pero luego se mordió el labio y miró al suelo, permaneciendo en Page
silencio. ―No te rindes, ¿verdad?― dijo Damon, cruzando la habitación hacia Elena
en unos pocos pasos rápidos. Parecía estar sopesándola con su mirada oscura,
considerándola. ―Te dije, que ya no voy a ser de ninguna ayuda para ti, princesa.

Elena sintió que sus mejillas se calentaban. Damon siempre la llamaba


princesa, pero esta vez al apodo le faltaba el cariño al que ella estaba
L.J. Smith Destiny Rising
acostumbrada. Ahora sonaba despectivo, como si él no estuviese cómodo usando
su nombre real. Ella se puso rígida, utilizando el fogonazo de la ira para ayudarla a
comenzar a hablar.

―Estás en problemas, Damon.― dijo ella bruscamente. ―Los Guardianes


Principales te quieren muerto. Me han asignado para matarte.― por un momento,
pensó que Damon parecía sorprendido, y ella siguió adelante. ―Yo no quiero
hacerlo, Damon.― dijo ella, dejando que una nota de ruego apareciera en su voz.
―No puedo. Pero tal vez no sea demasiado tarde. Si cambias lo que estás
haciendo...

Damon se encogió de hombros.

―Haz lo que tengas que hacer, princesa.― dijo a la ligera. ―Los Guardianes no
pudieron mantenerme muerto antes, ahora no estoy demasiado preocupado.― él
comenzó a darle la espalda, y Elena dio un paso para bloquear su camino.

―Tienes que tomarte esto en serio, Damon.― dijo. ―Te matarán.

Damon suspiró.

―Francamente, ― dijo ―creo que estás exagerando. Y maté a alguien. Era una
chica, en un mundo de millones de chicas.― él miró por encima del hombro, hacia
atrás a la mesa de billar. ―¿Jimmy? Colócalas.

Sintiendo como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago, Elena se


quedó boquiabierta sin aliento, luego lo siguió de vuelta a la mesa. Jimmy organizó
las bolas y Damon abrió el juego, inclinando cuidadosamente su taco.

―¿A qué te refieres con que has matado a alguien?― dijo ella al fin con un hilo
de voz.
Page
Algo que ella no pudo identificar completamente parpadeó en el rostro de
Damon, pero después se había ido.

―Me temo que me dejé llevar.― dijo a la ligera. ―Nos pasa a los mejores,
supongo.― metió la bola en la tronera y rodeó la mesa para hacer otro tiro.
L.J. Smith Destiny Rising
La mente de Elena estaba dando vueltas sobre lo que había visto: la chica que
ella y Stefan habían encontrado inconsciente en el bosque, la chica de la que
Damon se había alimentado cerca del campo de atletismo. Habían estado muy bien
al final, ¿no? Ella y Stefan se habían asegurado de que llegara a casa de forma
segura. El temor se enroscó dentro de ella cuando finalmente se dio cuenta de lo
que estaba diciendo. Damon había matado a alguien más, alguien que no habían
encontrado. Ella había mantenido la esperanza en él, pero él estaba asesinando otra
vez, y ella no lo había sabido.

Hizo un esfuerzo ahora para ver el aura de Damon, y se hizo visible casi
inmediatamente. Elena se estremeció con consternación ante la vista. Era muy
oscura, casi todo el color se había consumido por la oscuridad ahora, atravesado
con repulsivas y sinuosas vetas de color rojo sangre seca. Sin duda, todavía había
algo más ahí. Ella vio un hilo de color azul verdoso cerca del cuerpo de Damon,
pero tan rápido como apareció, estaba cubierto otra vez de oscuridad. Sin
embargo, ese atisbo de color le dio un poco de esperanza. Damon no estaba
perdido. No podía estarlo.

Impulsivamente, ella siguió a Damon al otro lado de la mesa y puso una mano
sobre su brazo. Sus músculos se contrajeron una vez, como si estuviera a punto de
alejarse, luego se quedó inmóvil.

―Por favor, Damon,― dijo. ―sé que no eres así. No eres un asesino, ya no. Te
quiero. Por favor.

Damon puso su taco con cuidado sobre la mesa y la miró, su cuerpo tenso y
crispado.

―¿Me quieres?― preguntó en voz baja y peligrosa. ―Ni siquiera me conoces,


princesa. No soy tu perro faldero. Soy un vampiro. ¿Sabes lo que eso significa?―
Elena involuntariamente dio un paso atrás, alarmada por la ira en los ojos de
Damon, y sus labios inclinados hacia arriba en una sonrisita de suficiencia. Page
―Jimmy.― dijo por encima del hombro, y el chico con el que había estado jugando
al billar se acercó a ellos, todavía sujetando su taco.

―¿Sí?― dijo, vacilante, y Elena lo oyó en su voz: tenía miedo de Damon.


L.J. Smith Destiny Rising
Mirando a su alrededor, pudo ver como el camarero se apresuraba a desviar
los ojos de ellos, como si él también tuviera miedo. Los dos hombres de la mesa en
la esquina se habían escabullido mientras ella estaba hablando con Damon.

―Dame tu taco.― dijo Damon, y Jimmy se lo entregó. Damon lo partió en dos


con la misma facilidad que Elena habría rasgado un pedazo de papel y miró
especulativamente a los trozos en sus manos. De una mitad se extendían astillas
largas y puntiagudas de madera, y Damon le entregó esa mitad de vuelta a Jimmy.
―Ahora toma esto y apuñálate a ti mismo con él.― dijo con calma. ―Continúa
hasta que yo te diga que pares.

―¡Damon, no! No lo hagas.― le dijo ella a Jimmy. ―Lucha contra ello.― Jimmy,
miró al taco, vaciló, y Elena sintió el chasquido repentino de poder cuando la cara
de Jimmy se volvió distante y soñadora, y levantó el palo de billar y lo clavó
fuertemente en su propio estómago. Cuanto el taco hizo contacto, emitió una fuerte
exhalación de aliento, pero su rostro permanecía impasible, su mente desconectada
de lo que su cuerpo estaba haciendo. Jimmy retiró el taco otra vez, y Elena pudo
ver una larga estría sangrienta donde una de las astillas se había clavado en su
costado.

―¡Páralo!― gritó Elena.

―Más fuerte,― ordenó Damon ―y más rápido.― Jimmy obedeció, el taco


hundiéndose una y otra vez bruscamente. La sangre le corría por la camisa ahora.
Damon miró con una pequeña sonrisa, con los ojos brillantes. ―Ser un vampiro,
―dijo a Elena ―significa que me gusta tener el control. Me gusta la sangre,
también. Y no tengo que preocuparme por el dolor humano, no más que tú por el
dolor del insecto que pisas cuando caminas por la calle.

―Por favor, detenlo.― dijo Elena, horrorizada. ―No le hagas más daño.

La sonrisa de Damon se amplió, y él apartó la mirada de Jimmy, volviendo Page


totalmente su atención a Elena. Los brazos de Jimmy seguían sacudiéndose una y
otra vez, sin embargo, clavándose el taco de billar, incluso sin Damon centrado en
él.
―Solo pararé si te vas en este momento, princesa.― dijo Damon.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena parpadeó para alejar las lágrimas. Ella era más fuerte de lo que pensaba.
Ella lo demostraría.

―Bien.― dijo. ―Me iré. Pero Damon,― y aquí se atrevió a tocarle el brazo de
nuevo, un toque suave y rápido. ―lo que dijiste cuando entré es verdad. Nunca me
rindo.― algo pareció cambiar en Damon cuando Elena le tocó, un minúsculo
ablandamiento de las sombrías líneas de su rostro, y Elena sintió casi como si
hubiera llegado hasta él. Pero un segundo después estaba tan frío y distante como
siempre.

Elena salió rápidamente y se alejó con la cabeza alta. Detrás de ella, oyó a
Damon hablar con fuerza y los gruñidos de dolor de Jimmy cesaron.

¿Se había imaginado el cambio momentáneo en la expresión de Damon? Por


favor, por favor que haya sido real, Elena suplicó en silencio. Sin duda había quedado
algo en ese extraño enfadado tras ella, algo del Damon que ella amaba. No podía
perderle. Pero cuando sintió un dolor en su pecho, se preguntó si ya le había
perdido.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 27
Traducido por Isane33
Corregido por MewHiine

E
l cielo de la tarde era azul oscuro y dorado con la luz del sol y Stefan
estaba agradecido por la sombra de los árboles. ¿Qué tipo de vampiro
provoca un enfrentamiento en la luz del día? podía imaginar a Damon
preguntando irónicamente antes de contestar la pregunta él mismo: uno muy
estúpido, Stefan.

El sol lo estaba poniendo un poco cansado como siempre lo hacía, su


percepción de su luz era un leve latido sordo y constante como un dolor de cabeza,
a pesar del anillo que lo protegía.
Klaus era mayor que Stefan y más fuerte. El sol no le molestaría tanto.

Pero Stefan no quería enfrentarse a Klaus en la oscuridad. El pelo en la parte


posterior de su cuello picaba incómodamente ante la sola idea: después de tanto
tiempo como vampiro, Stefan ahora tenía miedo de un monstruo en la oscuridad.

Se detuvo al llegar al claro del bosque donde habían luchado contra la Page
familia de Klaus. La sangre era la mejor manera de atraer la atención de cualquier
vampiro. Stefan dejó que sus colmillos se alargan, luego, haciendo una mueca,
mordió rápidamente su muñeca.

—Klaus —gritó, girando en semicírculo, con el brazo extendido para que la


sangre salpicara el suelo a su alrededor . ¡Klaus!
L.J. Smith Destiny Rising

Stefan se detuvo y escuchó los ruidos del bosque: el ligero crujido de un


animal moviéndose a través de la maleza, el crujido de las ramas de los arboles en
el viento. Muy lejos, más cerca del campus, podía oír a una pareja haciendo
senderismo por el bosque, riendo. No había señal de Klaus. Tomando una
respiración profunda, Stefan se dejó caer contra el tronco de un árbol, sosteniendo
su brazo sangrante protectoramente contra su pecho. Pensó en la calidez de Elena,
en su beso suave. Tenía que salvarla.

Detrás de él llegó una voz profunda y divertida:

—Hola, Salvatore.

Stefan se dio la vuelta, tropezando con alarma. ¿Cómo no había oído al


vampiro más viejo llegar?

La gabardina raída de Klaus estaba sucia, pero la llevaba como si fuera un


manto real. Cada vez que veía a Klaus, Stefan era golpeado por lo alto que era, por
cuán claros y agudos eran sus ojos. Klaus sonrió y cerró la distancia entre ellos de
nuevo, parándose demasiado cerca. Olía asquerosamente a sangre, humo y algo
sutilmente podrido.

—¿Me has llamado, Salvatore? —le preguntó Klaus. Puso una mano en el
hombro de Stefan amigablemente.

—Quería hablar —dijo Stefan, evitando encogerse bajo la mano de Klaus—.


Tengo una oferta para ti.
Page
—Déjame adivinar. —La sonrisa de Klaus se ensanchó—. ¿Crees que debemos
resolver nuestras diferencias como caballeros? —Parecía encantado. Sus dedos se
cerraron sobre el hombro de Stefan como un tornillo de banco y las rodillas de
Stefan se doblaron. Klaus era tan fuerte, incluso más fuerte de lo que Stefan había
recordado—. Aunque aprecio la sangre que tú y tu hermano dieron para traerme
L.J. Smith Destiny Rising
de vuelta, tengo todas las cartas en este juego, Salvatore. No necesito jugar con tus
reglas.

—No todas las cartas. No puedes matar a Elena —espetó Stefan y Klaus ladeó
la cabeza hacia un lado, considerándolo.

—¿Vas a decirme cómo? —preguntó—. ¿Ya estas cansado de tu bella dama?


Me pregunto por qué sigue siendo humana después de todo este tiempo. Estás
dejando una salida del amor eterno, ¿no es así? Inteligente.

—Quiero decir, ella no puede morir —dijo Stefan con obstinación. Levantó la
cabeza con orgullo, tratando de proyectar confianza. Klaus tenía que creerle—.
Mátame en su lugar. Soy el que más odias.
Klaus echó a reír, mostrando sus colmillos afilados.

—Oh, no eres inteligente después de todo —dijo—. Eres noble y pesado en su


lugar. Así que Elena es la que tiene la salida, entonces. ¿Ella prefiere envejecer y
morir que vivir para siempre en tus brazos? Su gran romance no debe ser tan
fuerte como pensaba.

—Yo era al que culpaste por la muerte de Katherine —Stefan continuó de


forma constante—. Traté de matarte en Fell’s Church. Puedes hacer lo que quieras
conmigo: matarme, unirme a tu ejército de seguidores. No voy a pelear contigo.
Sólo deja a Elena sola. No serás capaz de matarla, así que déjala ir.
Klaus se echó a reír de nuevo. De repente, tiró de Stefan estrechamente contra
él y aspiró profundamente, presionando la nariz contra el cuello del otro vampiro.
Su propio olor era insoportable, el olor dulce y podrido estaba revolviendo
estómago de Stefan. Con la misma rapidez, Klaus apartó a Stephan de nuevo. Page

—Apestas a mentira y miedo —dijo—. Elena puede ser asesinada y yo seré el


que lo haga. Lo sabes y es por eso que tienes miedo.

Stefan se obligó a mirar a Klaus directamente a los ojos.


L.J. Smith Destiny Rising

—No. Ella es intocable —afirmó con tanta firmeza como pudo—. Mátame en
su lugar.

Klaus lo golpeó casi lánguidamente con una mano y Stefan se sintió volando
por el aire. Con un fuerte crujido, se estrelló contra un árbol y se deslizó hasta el
suelo, respirando con dificultad.

—Oh, Salvatore —dijo Klaus en tono de reprimenda, alzándose por encima de


Stefan. —Te odio. Pero no quiero matarte, ya no.

Desde donde estaba en el suelo, Stefan consiguió levantar la cabeza y gruñir


interrogativamente. ¿Qué, entonces?

—Es mejor matar a Elena y permitirte vivir, creo —dijo el vampiro más viejo,
sus dientes blancos estaban brillando a la luz del sol—. Voy a matarla justo delante
de ti y a asegurarme de que la imagen de su muerte te perseguirá para siempre,
dondequiera que vayas. —Su sonrisa se ensanchó—. Ese va a ser tu destino.

Klaus se volvió y salió deliberadamente fuera del claro, sin usar su velocidad
vampírica a propósito. Justo antes de pasar fuera de la vista de Stefan, miró hacia
atrás y dio un pequeño saludo con dos dedos.

—Te veré pronto —dijo—. A tu amada y a ti.

Stefan dejó caer su cabeza abajo el suelo del bosque. Su columna vertebral
todavía estaba rota donde Klaus lo había arrojado contra el árbol. Había fracasado. Page
Klaus estaba convencido de que había alguna manera de matar a Elena y no se iba
a dar por vencido hasta que lo encontrara.

Tan pronto como pudiera, Stefan volvería a Elena y los otros, dándoles la
mejor oportunidad de luchar contra Klaus. Pero una tristeza fría y oscura estaba
L.J. Smith Destiny Rising
creciendo dentro de él y, sólo por el momento, Stefan se dejó hundirse en esa
oscuridad.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 28
Traducido por laurasoto
Corregido por Emi_93

B
onnie andaba por todo el campus con los pies descalzos, el pantalón
de su pijama de conos de helado aleteando alrededor de sus tobillos.
―Genial‖, pensó tristemente. ―Me olvidé de vestirme de nuevo‖.

—¿Estás lista para la prueba?—preguntó Meredith, alegremente, a su lado. Bonnie


se detuvo y la miró con suspicacia. —¿Qué prueba?— preguntó. -No tenemos
ninguna clase juntas, ¿verdad?

—Oh, Bonnie—dijo Meredith, suspirando. —¿Ni siquiera lees tu correo


electrónico? No es que haya habido algún tipo de confusión; resulta que todos
tenemos que pasar un gran examen de la escuela secundaria sobre españoles que
nos perdimos; o sea que, en realidad, no nos hemos graduado.

Bonnie la miró, congelada de horror. —Pero yo tomé francés—, dijo.

—Bueno, sí—, dijo Meredith—Es por eso que deberías haber estado estudiando
todo este tiempo. Vamos, vamos a llegar tarde. Ella echó a correr con pies ligeros, y
Page
Bonnie corrió tras ella, tropezando con los cordones de sus Converse tipo bota.
―Espera un segundo‖, pensó ―¿No estaba descalza hace un minuto?‖

—Espera, Meredith-, dijo ella, llegando a fin de recuperar el aliento. —Creo que
este es un sueño.
L.J. Smith Destiny Rising

Meredith siguió corriendo, sin embargo, recto y seguro por el camino, con el
pelo largo y oscuro volando al viento, dejando atrás a Bonnie. ―Sin duda es un
sueño‖, pensó Bonnie. ―De hecho, estoy bastante segura de que he tenido este sueño
antes‖. —No me gusta este sueño—murmuró. Trató de recordar las técnicas de
control del sueño de las que había estado hablando con Alaric. —Esto es un sueño-
se dijo con fiereza. —Nada es real y puedo cambiar lo que quiera—. Echando un
vistazo a sí misma, ató sus zapatillas y cambió su pijama a unos delgados jeans y
un top negro. —Mejor—, se dijo. —Está bien, olvida el examen. Creo que
quiero…— Las posibilidades volaban a través de su mente, pero luego se olvidó de
todos ellas, porque, de repente, delante de ella, estaba Zander. Su cariñoso,
maravilloso, Zander, a quien echaba de menos con todo su corazón.—Odio mucho
a mi subconsciente— murmuró Bonnie para sus adentros.

Zander estaba mirando hacia ella con una pequeña sonrisa, dedicándole esa
mirada que adoraba. Se suponía que la reservaba sólo para ella. Mientras Bonnie
miraba, Zander pasó la mano suavemente por la mejilla de ella, inclinando su
rostro hacia el de ella… ―¡Cámbialo‖! gritó interiormente Bonnie cuando los labios
de Zander y los suyos se unieron en un beso suave y persistente. Sin embargo,
antes de que pudiera concentrarse, todo se volvió negro por un segundo; sintió un
doloroso tirón y fue arrancada del sueño. Cuando abrió los ojos, estaba en un lugar
nuevo; una brisa alborotaba sus rizos.

Y la miraba. De pie, alarmantemente cerca, un rostro iluminado por la risa. Era


Klaus.

—Hola, pequeño pájaro rojo—, dijo. —¿No era así como Damon solía llamarte?

—¿Cómo sabes eso?—, Dijo Bonnie con suspicacia. —¿Y dónde estoy, de todos
modos?—El viento soplaba mechones de pelo sobre su cara, y ella los empujó hacia
atrás.
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—He tenido que rebuscar mucho en tu mente, pájaro rojo—, dijo Klaus. —Yo no
puedo acceder a todo todavía, pero puedo recolectar algunos pedazos—. Él sonrió
amplia y atractivamente. ―Se vería muy guapo, de verdad‖, pensó Bonnie
salvajemente, ―si no fuera un lunático desquiciado‖. Klaus continuó. —Es por eso que
elegí este lugar para mantener nuestra charla.
L.J. Smith Destiny Rising

La cabeza de Bonnie se despejó un poco y miró a su alrededor. Estaban al aire


libre, en una pequeña plataforma protegida por una cúpula abovedada. En todas
las direcciones, se extendía un amplio espacio azul y, muy por debajo, un toque de
verde. Oh, cielos. Estaban en algún lugar muy alto. Bonnie odiaba las alturas. Se
obligó a apartar la vista de la caída libre que se extendía a los lados. Se mantuvo en
el centro de la plataforma, lo más alejada posible de los lados, y fulminó con la
mirada Klaus. -¿Ah, sí?-, dijo. No era la mejor frase posible, pero era lo mejor que
podía inventar según las circunstancias.

Klaus sonrió alegremente —Una de las piezas con las que me encontré fue el
recuerdo de la Visita de Orientación de la escuela. Se ofrecieron a llevarlos al
campanario, ¿no? Pero tu dijiste…—, y de repente un eco misterioso de la voz de
Bonnie se hizo oír a su alrededor, en tono de broma, pero con un toque de
verdadero miedo ―¡De ninguna manera, José, si voy tan alto estaré gritando y con
pesadillas durante una semana!". A medida que el recuerdo de la voz de Bonnie se
desvanecía, Klaus sonrió. —Así que pensé que este podía ser un buen lugar para
nuestra charla de corazón a corazón.

Bonnie recordó vívidamente el incidente durante la Visita: El campanario, el


punto más alto en la escuela, era un lugar popular, pero Bonnie no podía mirarlo
sin que su estómago se estrujara. A Zander y sus amigos les gustaba salir de fiesta
en los tejados de los edificios, pero los techos tendían a ser mucho más amplios que
la torre del campanario, y Bonnie podía permanecer lejos de los bordes. Además,
en esas fiestas, había tenido la protección tranquilizadora de Zander junto a ella, lo
que había hecho que todo fuera diferente.

Sin embargo, ella no iba a dejar que Klaus viera cómo la hacía sentir.
Cruzando los brazos, miró con atención a Klaus. —Estaba bromeando sobre la
Visita—, mintió. —Simplemente no quería subir todas esas escaleras.

—Interesante—, dijo Klaus, su sonrisa se amplió, y luego levantó las manos. No Page
tocó a Bonnie, pero ésta se encontró, de pronto, patinando lejos de él, como si
hubiera sido empujada fuertemente. Su espalda chocó finalmente con la barandilla
en el borde de la plataforma, y ella dejó escapar un gemido y un poco de aire. —No
me mientas, pájaro rojo—, dijo Klaus en voz baja, caminando hacia ella. —Puedo
oler tu miedo—. Bonnie apretó los dientes y no dijo nada. Tampoco miró detrás de
ella. —Dime el secreto de Elena, pajarito—, dijo Klaus, su voz todavía suave y
L.J. Smith Destiny Rising
persuasiva. —Tú eres la bruja, así que tú debes saberlo: ¿Por qué no iba yo a poder
matarla en la batalla? ¿Te ha hecho hacer algo?

—No tengo idea. Tal vez tu cuchillo no sirva— bromeó Bonnie. Ella chilló
involuntariamente cuando su pie quedó, de repente, fuera del trozo de terreno.
Estaba, oh, Dios, colgando en el aire como un títere suspendido por hilos
invisibles. Entonces esos mismos hilos tiraron de ella hacia adelante. Con los
tobillos golpeando dolorosamente contra la parte superior de la barandilla, Bonnie
se vio arrastrada fuera del terreno, impotente, para colgar en el espacio vacío. Ella
vislumbró una aterradora visión de la escuela, increíblemente lejos, antes de cerrar
los ojos. ―No me dejes caer‖, rezó. ―Por favor, por favor‖. El corazón le latía con tanta
fuerza que no podía respirar.

—Sabes, dicen que si mueres en tus sueños, realmente mueres en la cama— dijo
Klaus en voz baja, sonando como si estuviera a su lado. —Y yo puedo decir por
experiencia personal, que el dicho es cierto—. Él dejó escapar una baja,
asquerosamente emocionada, risa. —Si te caes, van a estar despegando pedazos de
ti de las paredes de la habitación por semanas —, dijo. —Pero no tenemos por qué
llegar a eso. Sólo dime la verdad y yo te dejaré ir. Te lo prometo.

Bonnie se mantuvo con los ojos cerrados y la mandíbula apretada. Incluso


aunque estuviera dispuesta a traicionar a Elena (que no era así), ella nunca lo haría,
no importaba lo que sucediera, se dijo con firmeza.

No creía que Klaus cumpliera su promesa. Pero, de pronto, recordó aturdida a


Vickie Bennett, que había muerto a manos de Klaus. Ella había sido destrozada; su
sangre había sido regada por la habitación como si un niño hubiera volcado una
lata de pintura roja en su rosada habitación. Tal vez Klaus había matado a Vickie
en sus sueños.

Klaus se rió entre dientes, y el aire alrededor de Bonnie volvió a cambiar. Page
—¿Qué está pasando?— le preguntó una voz confusa, asustada, tan familiar.
Bonnie abrió los ojos de golpe. Al lado de ella, en el aire, estaba colgando Zander.
Todo el color de su cara había desaparecido, por lo que sus grandes ojos
aterrorizados parecían aún más imposiblemente azules que de costumbre.
L.J. Smith Destiny Rising
Intentaba agarrar el aire con ambas manos, tratando de encontrar algo para
agarrarse-¿Bonnie?- dijo con voz ronca. —Por favor, ¿qué está pasando?

—Tu novia o ex-novia, se niega a decirme algo que quiero saber— le dijo Klaus.
Éste estaba sentado en la barandilla de la torre del campanario, con las piernas
colgando por el lateral. Sonrió a Zander. —Pensé que si te traía, podría servir de
incentivo para ella.

Zander miró a Bonnie suplicante. —Por favor, dile Bonnie—, suplicó. —


Necesito que esto se detenga. Déjame bajar.

Bonnie tragó saliva, presa del pánico—Zander— dijo—Zander, oh, no. No le


hagas daño.

—Lo que le pase a Zander ahora es tu culpa, pájaro rojo—, le recordó Klaus.

Y entonces algo hizo clic. ―Espera‖, dijo una voz dentro de la cabeza de Bonnie.
Una voz, fría y cínica, similar a la voz de Meredith. ―Zander no tiene miedo a las
alturas. Él las ama."

-Ya basta-, dijo Bonnie. -Ese no es Zander. Eso es algo que inventaste. Si estás
recogiendo cosas de mi cabeza, estás haciendo un trabajo terrible. Zander no es así.

Klaus dio un gruñido agudo de irritación, y el Zander que había creado quedó
inerte en el aire a su lado, con la cabeza caída hacia un lado. Se veía
perturbadoramente muerto de esa manera, y a pesar de que Bonnie sabía que no
era real, tuvo que apartar la mirada. Había sabido desde el principio que se trataba
de un sueño, por supuesto. Pero había olvidado lo más importante del control de
los sueños: recordar que no eran reales.
Page
—Esto es un sueño— murmuró para sí. —Nada es real y puedo cambiar lo que yo
quiera— vio al falso Zander desaparecer.

—Listo, ¿no?—, comentó Klaus, y luego, con la misma facilidad con que se abre
una mano, la dejó caer. Bonnie inhaló una respiración asustada, y entonces recordó
L.J. Smith Destiny Rising
que se estaba acercando al suelo. Tropezó mientras aterrizaba, el tobillo se torció
debajo de ella, pero no resultó herida.

—Esto no ha terminado todavía, pájaro rojo—, dijo Klaus, bajando de la barandilla


y caminando hacia ella a través del aire como si fuera sólido, su gabardina sucia
aleteando en la brisa. Él seguía riendo, y había algo en el sonido que asustó a
Bonnie. Sin siquiera pensarlo, ella contrajo la mente y lo lanzó lo más lejos que
pudo. El cuerpo de Klaus salió volando hacia atrás, como una muñeca de trapo, y
Bonnie tuvo un segundo para ver su expresión de sorpresa y, a su vez, la rabia,
antes de que se convirtiera en un puntito negro que desaparece en el horizonte.

Mientras Bonnie miraba, la mota dejó de caer, se volvió y se elevó, volviendo


hacia ella. Se movía alarmantemente rápido, y Bonnie pronto pudo distinguir la
silueta de una gran ave de caza, tal vez un halcón, precipitándose hacia ella.

―Es hora de despertar‖, pensó. "Es sólo un sueño" se dijo. No pasó nada. Klaus
estaba cada vez más cerca, mucho más cerca. "Es sólo un sueño", repitió, "y puedo
despertar en cualquier momento que desee. Quiero despertar ahora".

Y entonces realmente despertó, bajo el cálido edredón, en su cómoda cama


propia. Después de un suspiro de alivio, Bonnie comenzó a llorar, grandes
sollozos, feos, asfixiantes. Alcanzó su escritorio y buscó su teléfono celular. Las
imágenes de Zander; la expresión de su cara, el momento en que se besaron,
colgando impotentes en el aire, pegado a ella. No había sido el verdadero Zander,
Bonnie lo sabía; pero necesitaba oír su voz de todos modos.

Justo cuando estaba a punto de apretar el botón para marcar, vaciló. No era
justo que lo llamara, ¿verdad? Ella era quien había dicho que deberían tomarse un
tiempo separados, para que Zander pudiera pensar en lo que era mejor para él, no
sólo como una persona, sino como el alfa de una manada. No sería justo que lo
llamara para sentirse mejor, sólo porque Klaus había utilizado su imagen en su Page
sueño.

Cerró el teléfono y lo dejó de nuevo en el escritorio, sollozando aún con más


energía.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Bonnie?—Meredith cruzó la habitación y se sentó en el borde de la cama de
Bonnie. —¿Estás bien?

Por la mañana, Bonnie le diría a Meredith y a todos los demás lo que había
ocurrido. Era importante que supieran que Klaus se había metido en sus sueños
otra vez, y que las técnicas que Alaric había investigado habían dejado que Bonnie
peleara con él esta vez. Pero no podía hablar de eso ahora, no en la oscuridad. —
Sólo fue un mal sueño—, dijo en cambio. —Quédate aquí un momento, ¿de
acuerdo?

—Está bien—, dijo Meredith y Bonnie sintió que su amiga la rodeaba por los
hombros con su brazo. -Vas a estar bien, Bonnie- dijo Meredith, dándole
palmaditas en la espalda.

—No lo creo—, dijo Bonnie, y hundió la cabeza en el hombro de Meredith y lloró.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capitulo 29
Traducido por laurasoto
Corregido por MewHiine

M
eredith metió las notas en su bolso mientras cruzaba el patio. Era la
primera vez en mucho tiempo, que se sentía casi como un campus
universitario normal: grupos de estudiantes sentados en la hierba,
parejas cogidos de la mano y paseando por las sendas. Un corredor que rozó a
Meredith al pasar, y ella se apartó. Con la muerte del último de los vampiros
Vitale, los ataques a los campus prácticamente se habían detenido, y el miedo que
había mantenido a todos dentro estaba retrocediendo. No se dieron cuenta de que
un enemigo mucho más grave estaba ahora al acecho en las sombras.

El ejercito de Klaus debe estar de caza, pero mantiene un perfil mucho más
bajo. Que era bueno, por supuesto, pero eso significaba que las clases de Meredith,
después de tres sesiones canceladas, habían comenzado de nuevo. Y tenían un
montón de material para hacer antes de los exámenes parciales. Meredith tendría
que encontrar la forma de encajar en los estudio, hacer ejercicio, y el patrullaje, y
también se determinó a no perder tiempo con Alaric mientras estaba en Dalcrest.
Una sonrisa incontenible estalló en el rostro de Meredith sólo al pensar en él:
Alaric y sus pecas, la mente aguda de Alaric, los besos de Alaric. Se suponía que
debía ser él para cumplir la cena en la ciudad en tan sólo unos minutos, se dio
cuenta, echando un vistazo a su reloj. Cuando levantó la vista de nuevo, vio a Page
Cristian, sentado tranquilamente en un banco un poco más lejos por el camino,
levantando los ojos hacia ella mientras se encontraban.

Meredith metió la mano dentro de su bolsa para el pequeño cuchillo que


llevaba con ella. Ella no podía llevar su bastón a la clase, y ella realmente no
esperaba problemas en el medio del campus en plena luz del día. Podía haberse
L.J. Smith Destiny Rising
pateado: había sido una idiota y bajó la guardia. Cristian se puso en pie y se acercó
a ella, levantó las manos para mostrar que estaban vacías.

¿Meredith? , Dijo en voz baja. No he venido aquí para luchar.


Meredith agarró con más fuerza el cuchillo, manteniéndola oculta en el interior de
su bolso. Había demasiada gente alrededor de él para atacar sin poner en peligro a
personas inocentes.

No parece de esa manera en el bosque , le recordó. No pretendas que no


estás trabajando por Klaus.

Cristian se encogió de hombros. Hemos luchado , dijo, pero yo no estaba


tratando de hacerte daño.

Meredith se remontó a frente a frente contra Cristian en la batalla con Klaus


con los vampiros. Habían sido tan parejos que había quedado claro que había
entrenado con los mismos padres: cada golpe que había lanzado había bloqueado
automáticamente, cada vez que ella había atacado a él, él parecía anticipar.

Piensa en ello , dijo Cristian. Klaus me reclutó sólo un par de semanas


atrás, pero me acuerdo de todo, desde antes. Nosotros entrenábamos todo el
tiempo, pero yo soy un vampiro y un cazador ahora. Y debería ser mucho más
fuerte y más rápido que tú. Si hubiera querido matarte, lo habría hecho.

Era cierto. Meredith vaciló, y Cristian se movió a un lado del camino, sentado
en el banco nuevo. Después de un momento, Meredith se unió a él. Ella no dejó de
lado el cuchillo, pero no pudo evitar su curiosidad por Cristian-su hermano, su
gemelo. El era más alto que ella, y más amplio, pero su pelo era exactamente el
mismo tono de marrón. Tenía la boca de su madre, con un hoyuelo sutil a su
izquierda, y su nariz la forma de su padre.

Cuando se encontró con los ojos de Cristian, por fin, su mirada era triste.
Realmente no te acuerdas mí, ¿verdad? , preguntó.

No, dijo Meredith. Page


¿Qué es lo que recuerdas? , Preguntó.

En la realidad lo sabía, Klaus había robado Cristian lejos cuando él era un


bebé, lo crió a él como suyo. Pero en el mundo Guardián-alterado, su hermano
gemelo habría crecido con ella hasta que fue enviado a un internado para la
escuela secundaria. La mayoría de lo sobrenatural que se tocan con la gente en este
L.J. Smith Destiny Rising
mundo-Tyler, por ejemplo, tenía un conjunto doble de recuerdos, dos secuencias
diferentes de eventos superpuestas entre sí. Ahora que Klaus había hecho de
Cristian un vampiro, una vez más, ¿iba a recordar la infancia de ambos? Pero
Cristian sacudió la cabeza.

Yo recuerdo haber crecido contigo, Meredith, él dijo.

Tú eres mi gemela. Nosotros...- Él se rió un poco triste con risa incrédula,


sólo un soplo de aliento, de verdad, y negó con la cabeza.

¿Recuerdas que papá nos hizo aprender el código Morse? Por si acaso, me
dijo. Y solíamos enviarnos mensajes por el muro entre nuestras habitaciones
cuando nos íbamos a dormir. Miró en su dirección, pero Meredith negó con la
cabeza.

Papá me hizo aprender el código Morse, dijo ella, pero yo no tenía a


nadie para enviar mensajes.

Klaus me dijo que en tu realidad, él me llevó lejos de casa y me hizo un


vampiro cuando éramos muy pequeños. Pero aún así es raro para mí que no te
acuerdas de mí en absoluto. Somos-estábamos cerca , le dijo Cristian.

Estábamos acostumbrados a, um, ir a la playa todos los veranos cuando yo


estaba en casa de la escuela. Hasta el verano pasado, cuando me alisté. Solíamos
encontrar pequeñas criaturas y mantenerlos en las piscinas de marea, como
nuestro propio pequeño acuario. Sus ojos grises, bordeados de negro pesado
pestañas, estaban muy abiertos y tristes. Ellos eran similares a los propios ojos de
Meredith, tal vez un tono más claro, pero ahora se le recordaba más a la fuerza de
su madre. Con un sobresalto, se dio cuenta de que el ejército debe haberles dicho a
sus padres Cristian faltaba por ahora.

Lo siento , le dijo, y lo sentía de verdad. Yo no recuerdo haber ido nunca


a playa cuando era niña. Creo que mis padres-nuestros padres-perdieron el gusto
por vacaciones familiares después de que te fuiste.
Page
Cristian suspiró y puso su cabeza entre las manos. Me gustaría haber tenido
la oportunidad de que me vieras cuando yo era un ser humano , dijo.

En un minuto estoy mintiendo en el cuartel rodeado de un montón de otros


chicos, preguntándose qué nunca me poseía a alistarse derecho de la escuela
secundaria de todos modos, y el siguiente, este vampiro me lleva y me dice todas
L.J. Smith Destiny Rising
estas cosas locas acerca de cómo he sido siempre suyo, cómo ahora las cosas
estarían bien Él dio otro triste resoplido de risa.

Toda mi formación, y el primer vampiro que conozco me rapta de inmediato.


Papá va a estar tan loco .

No es tu culpa , Meredith le dijo, y se estremeció al darse cuenta de que, sí,


su papá sería una especie de loco. Más triste, por supuesto, y enfermo, pero
definitivamente lo haría sintiendo que debería haber dado a Cristian una batalla
mejor. Cristian arqueó una ceja cínica hacia ella y los dos se rieron. Era extraño,
Meredith se dio cuenta: por un momento, compartiendo la sensación exacta de lo
que significa ser un Sulez, ella realmente había sentido como Cristian era su
hermano.

Me gustaría haber llegado a conocerte cuando aún eras humano , le dijo.


Sólo pensé que habría más tiempo.

¿Habría sido una persona diferente si hubiera crecido con un hermano? Ella se
preguntó. Klaus había atacado contra su familia había cambiado sus a padres: los
que son en esta realidad, que no había perdido un hijo, eran menos vigilantes, más
abierta con sus afectos. Si hubiera crecido con esos padres y con Cristian con ella,
alguien habría querido competir con alguien para ayudar a soportar el peso de las
expectativas de sus padres, alguien que conocía todos los secretos de su familia,
¿qué iba hacer? Se había sentido tan sola en el breve tiempo que había conocido
Samantha: otro cazador como ella, de su edad. Un hermano habría cambiado todo,
Meredith pensó con tristeza.

No estoy interesado en el juego final de Klaus, Cristian le dijo. Soy un


vampiro, y eso es difícil para mí de tratar. Es difícil luchar contra lo que siento
cuando estoy cerca de Klaus. Pero yo sigo siendo tu hermano. Sigo siendo un
Sulez. No quiero perder eso. ¿Quizás podríamos pasar algún tiempo juntos?
Podrías conocerme a mí ahora . Él la miró con tristeza. Meredith ingirió.

Está bien , dijo, y dejó que sus dedos aflojar en la empuñadura de su Page
cuchillo. Vamos a intentarlo .
L.J. Smith Destiny Rising
Querido Diario:

Me tengo que preparar. Si los Guardianes no van a cambiar mi tarea, mis poderes se
concentraron en encontrar y destruir no a Damon, Klaus. Tengo que ser capaz derrotar a
Klaus por mi cuenta, mediante el descubrimiento de mi Poder para mí. Durante una hora
hoy, Andrés y yo tratábamos de abrir más de mi energía. Fue un completo fracaso. Andrés
había decidido que aprender a mover cosas con la mente podría ser útil, por lo que dobló
pedazos de papel sobre la casa de James y animó a imaginar la protección de mis amigos del
mal por arrojarla a su alrededor. Era repugnante imaginar a Stefan o Bonnie y Meredith a
merced de Klaus, y yo quería salvarlos. Sabía que si podía mover un juego en el momento
adecuado, podría cambiar las cosas en una pelea. Pero yo ni siquiera pude mover una
página. Voy a estar tan lista como lo pueda estar, sin embargo. Si no puedo usar mis
poderes para derrotar a Klaus, voy a pelear con él cara a cara. Si no puedo ser asesinada por
lo sobrenatural, tengo una gran ventaja. Meredith y Stefan me han enseñado a luchar,
cómo usar las armas.

Klaus es mucho peor de lo que Damon podría ser: cuando pienso, no puedo recordar
tantas veces que Damon ha guardado inocentes en vez de matarlos-Bonnie, los humanos de
la Dimensión Oscura, la mitad de nuestro instituto. Le debo mi vida. Una y otra vez,
incluso cuando él vaciló, él se apartó de la oscuridad fácil y fue por el lado correcto, el lado
que salvó a los indefensos. Sé que se ha extraviado de nuevo,

Elena hizo una pausa. No podía soportar la idea de que Damon matara de
nuevo. Pero ella tomó una respiración honda y miró la verdad a la cara.

-Pero tal vez la culpa es nuestra, mía y de Stefan, porque no le mostrábamos que nos
importaba. Lo fue sólo una vez que Stefan atrás, lo único que podía pensar era en que lo
agarraba a mí tan apretado que nunca podría escabullirse de nuevo. Damon nos necesita,
aunque él nunca lo admita, pero vamos a luchar a través de la oscuridad que lo envuelve.
Vamos a salvarlo. Si sólo pudiera recordar a los demás Guardianes todo lo que Damon ha
hecho por nosotros en el pasado, verán que él no es malo. Puede ser racional, incluso si es
frío y lejano. Yo odiaba la idea de ser un Guardián, de llegar a ser menos humana.

Pero ahora sé que es un don, un deber sagrado de proteger al mundo. Como Guardián,
puedo detener algunas de las muertes, algunos de los que sufren. Una vez que entró Page
plenamente en mi Poder, puedo usarlo para derrotar el objetivo correcto. Todavía puedo ser
la que mate a Klaus.

Llamé a Alaric y le dije que nos viéramos en una hora , dijo Meredith.
Tenía que hablar con ustedes primero. Ella agitó una cucharada de azúcar en
su té con tal precisión cuidadosa sus movimientos que Elena estaba seguro de
L.J. Smith Destiny Rising
Meredith estaba manteniendo un firme control sobre sí misma para evitar caer en
la histeria.

Era la misma razón, Elena sabía que Meredith había llamado a los tres para
encontrarse con ella en el café: Elena, Bonnie, Matt y Meredith, viejos amigos, el
apretado grupo que había soportado muchas cosas juntos. Meredith quería a
Alaric y confiaba en él con todo su corazón, al igual que lo hizo Elena en Stefan,
pero a veces querías a tus mejores amigos contigo.

Cristian dice que quiere ser mi familia , dijo Meredith. Él no está


interesado en luchar en el bando de Klaus. Pero, ¿cómo lo puedo creer? Le
pregunté a Zander lo que pudo haber sentido acerca de Cristian, pero no estaba
seguro. Él dice que a veces, si la persona tiene mucho pasando emocionalmente, su
poder no trabaja en ellos. Ella miró a Bonnie con simpatía. Zander te echa de
menos , dijo, y Bonnie se quedó mirando su regazo.

Lo sé, dijo en voz baja. Pero no puedo ser la persona que necesita .

Elena le apretó la mano debajo de la mesa. Matt se frotó la parte de atrás de su


cuello. Tal vez Cristian está diciendo la verdad , ofreció. Chloe dejó a Ethan y
dejó de beber sangre. Hay vampiros buenos- nosotros sabemos eso. Mirad a Stefan.

¿Dónde está Chloe, de todos modos? , Preguntó Bonnie. Has estado


gastando todo tu tiempo con ella.

Stefan tomó su caza en el bosque , le dijo Matt. Ella tiene miedo de ir


sola desde que Klaus la atacó, pero Stefan dice que si ella va a sobrevivir, no puede
ocultarlo para siempre. Y tengo un juego más tarde, por lo que Stefan puede
acompañarla, ayudarla a evitar la sed de sangre.

Por lo menos suena como que Cristian quiere probar , dijo Elena a
Meredith. Tengo miedo de haber perdido a Damon. Él era tan violento. Era
como si él quisiera que yo a renunciara a él . Ella no había dicho a Meredith y los
otros que Damon había confesado haber matado a alguien con tanta indiferencia,
Page
pero ella les había dicho acerca de la escena brutal, aterrador en la sala de billar.

Meredith se quedó mirando la superficie de su té por un momento, luego


levantó los ojos al cumplir con Elena. Tal vez deberíamos , dijo en voz baja.
Elena sacudió la cabeza en negación inmediata, pero Meredith siguió adelante.
L.J. Smith Destiny Rising
Sabes de lo que él es capaz de hacer, Elena, dijo ella. Si él realmente
quiere ser malo otra vez, es suficiente fuerte y lo suficientemente inteligente como
para ser realmente malo. Los Guardianes podrían tener razón. Tal vez sea incluso
una amenaza mayor que Klaus.

Elena apretó los puños. No puedo, Meredith, dijo ella, con voz quebrada.
No puedo. Y no puedo dejar a nadie, tampoco. Se trata de Damon. Sus ojos se
encontraron con Meredith. Cristian es tu familia, por eso no se le puede matar
sin darle una oportunidad. Bien, Damon se ha convertido en mi familia, también.

Bonnie miró hacia atrás y hacia adelante entre ellos, con los ojos abiertos.
¿Qué podemos hacer? Ella preguntó.

Escuchad , dijo Matt de repente. Meredith era un cazador cuando


conoció a Stefan y Damon, a pesar de que el resto de nosotros no lo sabíamos. Ella
odiaba a los vampiros, ¿no? Todos asintieron con la cabeza. Entonces, -se
volvió hacia Meredith- ¿cómo los pasaste? Meredith parpadeó.

Bueno, dijo lentamente, sabía que Stefan no era un asesino. Amaba


tanto a Elena, y trató de proteger a las personas. Damon. . . Ella vaciló. Por un
largo tiempo, pensé que probablemente tendría que matar a Damon. Era mi deber.
Pero cambió. Él luchó en el bando correcto . Miró de nuevo a la mesa, con el
rostro sombrío. El deber es importante, Elena, ella dijo. Un cazador o un
tutor, nosotros somos los responsables de salvar a las personas inocentes del mal.
No se puede ignorar eso.

Los ojos de Elena se llenaron de lágrimas. Exactamente , dijo Matt.


Entonces, ¿qué pasa si Damon cambia de nuevo? Si pudiéramos conseguir que
actúe diferente, bueno, si ustedes podrían, de todos modos, él nunca va a
escucharme a mí, entonces podríamos mostrar a los Guardianes que no es una
amenaza .

Hay una razón para que los Guardianes no estén preocupados por Stefan , Page
añadió Bonnie.

Tal vez , dijo Elena. Ella sintió que sus hombros caídos y automáticamente
se tensó su columna vertebral. Ella no iba a darse por vencida, no importa lo
desesperada que la idea de conseguir cambiar a Damon su comportamiento
parecía.
L.J. Smith Destiny Rising
Quizás pueda volver a la pista. No funcionó la primera vez, pero eso no
quiere decir que no pueda probar con otro enfoque , dijo ella, deseando un poco
tener más positividad en su voz. Sólo tendría que seguir adelante, pensar en una
manera de conseguir a Damon en el lado del bien de nuevo.

O podríamos tratar de encerrarlo antes de que cambie , sugirió Matt medio


en broma. Tal vez Bonnie y Alaric puede llegar a algún tipo de hechizo
calmante. Ya se nos ocurrirá algo .

Ese es el billete , dijo Meredith. Elena levantó la vista hacia ella y Meredith
le dio una pequeña sonrisa triste. Tal vez Damon cambie a tiempo para salvarse
a sí mismo, Meredith dijo. Y tal vez Cristian está diciendo la verdad. Si
tenemos suerte, ninguno de ellos tendrá que morir. Ella llegó al otro lado de la
mesa y apretó la mano de Elena. Vamos a intentarlo , dijo, y Elena asintió,
apretando de nuevo.

Al menos nos tenemos el uno al otro , dijo Elena, mirando a su alrededor


para dar a Bonnie y Matt miradas de simpatía. No importa lo que pase, nunca
será lo peor, no siempre y cuando estéis a mi lado.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 30
Traducido por laurasoto
Corregido por BUTY_MADDOX

A
diferencia de su hermano, que había ido tan lejos como para unirse
al Robert E. Lee High School, el equipo de fútbol en Fell’s Church,
Damon no disfrutaba jugando al fútbol. A él nunca le gustaron los
deportes de equipo, incluso cuando era joven y estaba vivo. La
sensación de ser una parte anónima de un grupo, una sola pieza de una gran
máquina diseñada para conseguir una bola desde un extremo de un campo a otro,
se sentía como enfrentar a su dignidad. No ayudó que Matt —Mutt, ahora Damon
tenía que recordarse a sí mismo como se dice—le encanta el deporte. Él era la
estrella aquí en el campo Dalcrest; Damon tenía que darle algo de crédito por eso.
Pero ahora, unos quinientos años después de haber dejado de respirar, él
ciertamente no le molestaba perder el tiempo viendo a los seres humanos tratando
de conseguir una pelota de un lado al otro del campo. La multitud, por otro lado. .
. había descubierto que le gustaba la multitud en un partido de fútbol.

Llenos de energía, todos ellos enfocados en lo mismo y su sangre latía bajo su


piel, ruborizando sus mejillas. Le gustaba el olor del estadio: el sudor, la cerveza,
los perros calientes y el entusiasmo. Le gustaban los uniformes coloridos de las
porristas y la posibilidad de una lucha de última hora en las gradas altas. Le
gustaba el brillo de las luces de los campos durante un juego en la noche, y la
oscuridad en la esquinas de las gradas. A él le gustaba. . . Page
Damon perdió el hilo de sus pensamientos mientras sus ojos vieron una chica
con el pelo dorado pálido, de espaldas a él, sentada sola en las gradas. Cada línea
de esa cifra fue grabada en su memoria para siempre: él la había observado con
pasión y devoción, y finalmente con odio. A diferencia de todos los demás, nunca
la habría confundido con Elena.
L.J. Smith Destiny Rising
—Katherine—susurró, cortando a través de la multitud hacia ella.

Ningún ser humano lo habría escuchado en la multitud, pero Katherine volvió


la cabeza y sonrió, una sonrisa tan dulce que el primer instinto de Damon para
atacarla fue arrastrado por una ráfaga de memoria. La tímida niña alemana que
había llegado al palacio de su padre, hace muchos años, en la época que Damon
era un ser humano y Katherine era casi tan inocente como uno, le había sonreído
así. Así que en vez de luchar, se deslizó en el asiento al lado de Katherine y se
limitó a ella, manteniendo su cara neutral.

—¡Damon!—dijo Katherine, la sonrisa tomando un tinte de malicia. —¡Te he


echado de menos!

—Teniendo en cuenta que la última vez que nos vimos me desgarraste la


garganta, yo no puedo decir lo mismo.

Damon le dijo secamente.

Katherine hizo una mueca de pesar poco irónica.

—Oh, tú nunca podrías olvidar lo pasado —dijo ella, haciendo un mohín.

—Ven, te voy a pedir disculpas. Todo es agua bajo el puente ahora, ¿no es
cierto? Vivimos, morimos, sufrimos, nos sanamos. Y aquí estamos.

Ella puso una mano sobre su brazo, mirándolo con ojos agudos y brillantes.
Damon deliberadamente movió su mano.

—¿Qué estás haciendo aquí, Katherine?

Él preguntó.

—¿No puedo ver a mi par de hermanos favorito?—Dijo Katherine, fingiendo


dolor.

—Nunca olvidas tu primer amor, ya sabes.

Damon la miró a los ojos, manteniendo su propia cara cuidadosamente en


Page
blanco.

—Lo sé —dijo, y Katherine se quedó inmóvil, parecía incierto, por primera vez.

—Yo. . . —Dijo, y luego la duda se había ido y ella volvió a sonreír. —Por
supuesto, le debemos algo a Klaus también —dijo descuidadamente.
L.J. Smith Destiny Rising
—Después de todo, él me trajo de vuelta a la vida, gracias a Dios por eso. La
muerte fue terrible.

Ella arqueó una ceja hacia Damon.

—He oído que lo sabrías todo acerca de eso.

Damon lo hizo, y sí, la muerte había sido terrible, y para él, al menos, los
primeros momentos de nuevo había sido peor. Pero lo empujó a un lado.

—¿Qué piensas hacer para pagarle a Klaus? —le preguntó, manteniendo su


tono ligero y casi inactivo.

—Dime lo que está pasando en esa cabeza tuya poco intrigante, señorita.

La risa de Katherine seguía siendo tan plateada y burbujeante como la


montaña arroyo que Damon lo comparó con un soneto, cuando era joven. Antes,
cuando él era un idiota, pensó con fiereza.

—Una mujer tiene que tener sus secretos—dijo. —Pero voy a decirte lo que le
dije Stefan, mi querido Damon. No estoy enojada con su Elena nunca más. Ella está
a salvo de mí.

—Realmente no me importa, para ser honesto —dijo Damon con frialdad, pero
sentía un nudo apretado en el interior de su pecho.

—Por supuesto que no, querido —dijo Katherine reconfortante, y cuando puso
la mano en el brazo de Damon esta vez, la dejó quedarse.

—Ahora —dijo, dándole una palmadita. —¿Debemos tener un poco de


diversión?

Ella inclinó la cabeza hacia el campo de fútbol, hacia las porristas sacudiendo
sus pompones al margen. Damon sintió un suave impulso de poder salir de ella, y
al ver a la chica en el otro extremo de la línea se le cayeron sus pompones y su
sonrisa. Con una expresión soñadora y distante en su rostro, comenzó a moverse,
su cuerpo trazando lo que Damon reconoció como los pasos lentos y majestuosos Page
de una danza, una danza que no había visto desde hace cientos de años.

—¿Recuerdas? —Dijo Katherine en voz baja a su lado.

Habían bailado esto juntos, Damon no lo podría olvidar, en la gran sala de la


casa de su padre, la noche en que había vuelto a casa de la desgracia de la
universidad y él había puesto los ojos en ella. Él tomó el control de otra animadora,
L.J. Smith Destiny Rising
ella se mudó a los pasos que eran familiares de la pareja masculina en la danza. Un
paso adelante en la bola de un pie, un paso adelante en la otra, inclina tu cuerpo hacia su
pareja, pies juntos, mano a un lado, y la señorita te sigue. Casi podía oír la música, que
descendía de los siglos.

La gente a su alrededor se agitó inquieta, distraídos de la atención de los


jugadores en el campo. La formalidad de la danza y la distancia en blanco en las
caras de la porristas les confundió. Una vaga sensación de que algo no estaba bien
impregnaba en el estadio. Dejando escapar otra risa baja, plateada, Katherine
marcaba el compás con la mano, como todos las porristas emparejadas,
moviéndose en el tiempo, la elegancia de sus pasos en desacuerdo con sus trajes
brillantes y cortos. En el campo, los jugadores de fútbol seguían jugando, ajenos a
todo. Katherine sonrió a Damon, sus ojos brillaban con algo que parecía casi como
afecto.

—Podríamos divertirnos juntos, ya sabes —dijo ella. —Tú no tienes que cazar
solo.

Damon consideró esto. Él no confiaba en ella, sino que tendría que ser un tonto
para confiar en ella después de todo lo que Katherine había hecho. Sin embargo,
todavía. . .

—Tal vez no sea tan malo tenerte de vuelta después de todo —le dijo. —Tal
vez.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 31
Traducido SOS por Izzi
Corregido por Violet~

C
on el móvil pegado a la oreja, Elena apretó el botón para repetir el mensaje,
posiblemente James no podía haber dicho lo que ella creía que había oído.
Pero el mensaje fue exactamente el mismo.

―Elena, querida ―dijo James, con un hilo de emoción pasando a través de su voz―.
Creo que lo tengo. Creo que hay una forma en que podemos matar a Klaus. ―hizo una
pausa, como si estuviese pensando arduamente, y cuando habló de nuevo, su voz era más
cauta―. Aún así, tenemos que planearlo cuidadosamente. Ven a mi casa tan pronto como
recibas esto y hablaremos. Este método… necesitará alguna preparación.

El mensaje terminó, y Elena le frunció el ceño a su teléfono con exasperación.


Francamente, era propio de James ser enigmático, más que dejar alguna información útil.

Pero, si en realidad había encontrado algo… Una burbuja de júbilo y excitación creció
en el pecho de Elena. El conocimiento de que Klaus estaba por ahí fuera, y que sus poderes
de Guardiana estaban centrados en Damon en su lugar, había sido una pesada carga en Page
sus hombros. No sabía cuando, pero tenía la inquietante sensación de que el desastre
podía llegar en cualquier momento. Si James tenía una nueva idea, quizá podía haber un
final a la vista.

Mientras se daba prisa cruzando el soleado campus hacia la casa de James, Elena
rápidamente envió un mensaje de texto a Stefan para que se encontrase con ella allí. Él
L.J. Smith Destiny Rising
había tomado el mando de su ejército anti-Klaus, tomando las decisiones y organizando
las rondas, mientras que ella intentaba expandir sus poderes de Guardián, y le quería allí
si James había encontrado una solución.

Aún no había tenido respuesta de Stefan cuando llegó a la puerta de James.


Probablemente estaría en clase. Le había contado que su seminario de filosofía había
empezado de nuevo, ahora que había pasado más de una semana desde que el cuerpo de
un estudiante había aparecido en el campus. Oh, bueno, podrían ponerle al corriente en
cuanto llegase.

Elena llamó al timbre y esperó impacientemente. Después de un minuto, probó de


nuevo, después golpeó la puerta. Nadie acudió. Andrés, recordó, tenía planeado pasar la
tarde en la biblioteca y después salir a cenar.

James probablemente había ido a un recado rápido. Sacando el teléfono otra vez,
Elena marcó su número. Sonó y sonó otra vez. Elena inclinó la cabeza. Estaba bastante
segura de que podía oír el tono de llamada de James viniendo del interior de la casa.

Así que él había salido y había olvidado su teléfono, pensó Elena nerviosamente,
desplazándose de un pie a otro. Eso no significaba que algo fuera mal.

¿Debería sentarse en la entrada y esperar a James? Probablemente Stefan también


estaría aquí pronto. Miró su reloj. Eran las cinco en punto. Estaba bastante segura de que la
clase de Stefan terminaba sobre las cinco y media. Aunque pronto oscurecería. En realidad
ella no quería esperar aquí sola después de que oscureciera. No con el ejército de Klaus
por ahí fuera en alguna parte.

¿Y si algo iba mal? ¿Por qué se habría ido James, cuándo le había pedido a Elena que
viniese? Si él estaba allí, y no estaba contestando… El corazón de Elena estaba palpitando
fuertemente. Intentó mirar por la ventana de la entrada, pero las persianas estaban Page
corridas y solo pudo ver su propia imagen preocupada.

Decidiéndose, Elena estiró el brazo y giró el pomo. Giró fácilmente y la puerta se


abrió. Elena dio un paso dentro. No era la manera en que había sido educada ―tía Judith
estaría horrorizada de saber que Elena andaba por la casa de alguien sin invitación― pero
estaba segura de que James lo entendería.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena ya había cerrado la puerta tras ella, cuando notó el rastro de sangre. Era ancho
y aún estaba húmedo, una larga franja de sangre a la altura de la mano, como si alguien
con las manos ensangrentadas hubiera caminado por el pasillo, restregándolas
descuidadamente por las paredes mientras pasaba.

Elena se congeló, y entonces, con la mente en blanco, caminó adelante. Algo en ella
estaba gritando para, para, pero sus pies continuaban como si ya no estuvieran bajo control,
bajó por el pasillo y entró en la habitualmente pulcra y alegre cocina.

La cocina aún estaba inundada de luz del sol a través de sus ventanas orientadas al
oeste. Las ollas de cobre colgando del techo reflejaban la luz, iluminando todas las
esquinas.

Y por todas partes, en todas las superficies brillantes, había enormes salpicaduras
oscuras de sangre.

El cuerpo de James estaba desplomado sobre la mesa de la cocina. Elena supo de


inmediato que estaba muerto. Tenía que estar muerto, nadie podría vivir con sus tripas
extendidas por el suelo de esa manera, pero fue hasta él de todas formas. Aún se sentía
paralizada, pero se dio cuenta de que se había tapado la boca con la mano, conteniendo el
sonido de lloriqueo que quería salir. Hizo un esfuerzo y se quitó la mano de la boca,
tragando saliva. Oh, Dios.

―James ―dijo, y presionó sus dedos contra su cuello, intentando encontrar el pulso.
Su piel aún estaba caliente y pegajosa por la sangre, pero no había latidos en absoluto―.
Oh, James, oh, no. ―susurró otra vez, horrorizada, y muy, muy triste por él.

Él había estado medio enamorado de su madre cuando era estudiante, lo recordaba;


y había sido el mejor amigo de su padre. Podía ser soso y no ser siempre valiente, pero la
había ayudado. Y había sido divertido e inteligente, y realmente no merecía morir de esta Page
manera solo porque había ayudado a Elena. No había dudas en su mente de que era por
ella: Klaus había ido tras James porque estaba del lado de Elena.

Extendió sus poderes de Guardián, intentando percibir su aura, para ver si había algo
que ella pudiera hacer, pero no había aura saliendo de él. El cuerpo de James estaba aquí,
pero todo lo que le hacía una persona se había ido.
L.J. Smith Destiny Rising
Lágrimas calientes estaban corriendo por su rostro y Elena las limpió furiosamente.
Su mano estaba pegajosa por la sangre de James, y asqueada, se la limpió en uno de los
paños de cocina antes de sacar su teléfono otra vez. Necesitaba a Stefan. Stefan podría
ayudar.

Sin respuesta. Elena dejó un breve y nervioso mensaje y guardó el teléfono. Tenía que
salir de ahí. Sería insoportable estar más tiempo en esa habitación con ese olor a matadero
y la tristeza por James, una sombra acusadora en la mesa. Podría esperar a Stefan fuera.

Cuando estaba a punto de irse, algo atrapó su mirada. En la mesa de la cocina, la


única cosa que no estaba salpicada con sangre, era una hoja impoluta de papel de cartas de
aspecto caro. Elena vaciló. Había algo familiar en ello.

Casi contra su voluntad, anduvo despacio de vuelta hacia la mesa, donde recogió el
papel y le dio la vuelta. Estaba tan blanco y limpio como en el otro lado.

La última vez, recordó, había huellas dactilares sucias. Quizá Klaus se había lavado las
manos después de restregarlas en las paredes. Una profunda e intensa ira se estaba
formando en su interior. Parecía como una violación que después… de hacerle eso al pobre
James, Klaus pudiera lavarse las manos en el fregadero de porcelana que James había
mantenido limpio, y secado sus dedos en los paños de James cuidadosamente ordenados.

Sabía qué esperar del mensaje de Klaus, pero aún estaba tensa, siseando
involuntariamente a través de los dientes cuando unas letras negras comenzaron a
aparecer en el papel, escritas con largos y abruptos palotes como rajadas con un cuchillo
invisible. Las leyó con una creciente sensación de pavor.

Elena…

Te dije que descubriría la verdad. Él tenía bastante que decir para cuando le maté.
Page
Hasta la próxima vez,

Klaus.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena se dobló como si la hubieran golpeado en el estómago. No, pensó. No, por favor.
Después de todo lo que habían pasado, Klaus había descubierto su secreto. Ahora
encontraría una manera de matarla, estaba segura de ello.

Tenía que recuperarse. Tenía que seguir adelante. Elena se estremeció una vez, con
su cuerpo sacudiéndose, y entonces tomó un profundo respiro. Cuidadosamente, dobló el
papel y lo puso en su bolsillo. Stefan y los otros debían verlo.

Aún estaba funcionando en modo automático cuando salió fuera, cerrando


firmemente la puerta delantera de James tras ella. Había una mancha de sangre en sus
vaqueros y la restregó distraídamente durante un momento, luego alzó la mano y miró
fijamente los rastros rojos. Sin aviso, convulsionó, vomitando en los arbustos junto a la
puerta.

Él lo sabía. Oh, Dios, Klaus lo sabía.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 32
Traducido SOS por Izzi
Corregido por Violet~

―G
racias por reunirte conmigo ―dijo Cristian. Sonrió a Meredith
desde su asiento en el banco de pesas―. Sé que no te acuerdas
―agregó―, pero solíamos hacer ejercicio juntos a menudo.

―¿De verdad? ―dijo Meredith, interesada. Podía creerlo fácilmente: cualquiera criado
por su padre intentaría firmemente sobresalir físicamente―. ¿Cuál de nosotros era mejor?

Cristian sonrió ampliamente.

―Eso era bastante discutible, de hecho. ―dijo él―. Tú eras un poco más rápida que
yo, y mejor con el bastón y las artes marciales, pero yo era más fuerte y mejor con los
cuchillos y los arcos.

―Ah. ―Meredith era buena con los cuchillos, creía. Por supuesto, en su realidad, la
auténtica realidad, se recordó a sí misma, ella tenía mucha más experiencia real en
combate que Cristian―. Quizá deberíamos ver si eso aún es cierto. ―dijo ella
desafiantemente―. Ya sabes, tengo bastante fuerza.
Page
Cristian se rió entre dientes.

―Meredith ―dijo―. Ahora soy un vampiro. Estoy bastante seguro de que también
soy más fuerte.

En cuanto las palabras salieron de su boca, puso mala cara.


L.J. Smith Destiny Rising
―Un vampiro. ―repitió, restregándose una mano por la boca―. Es difícil de creer,
¿sabes? ―sacudió la cabeza.

―Me he convertido en la cosa que se supone que odio. ―alzó los ojos para
encontrarse con los de Meredith, y su cara estaba sombría.

Una punzada de compasión inundó a Meredith. Podía recordar cómo se sintió, antes
de que los Guardianes lo cambiaran todo, cuando había descubierto que Klaus la había
dejado dañada, una chica viva vampira con dientes de gatito y necesidad de sangre.

Eso ya había pasado. Pero ahora Cristian estaba cambiado y desolado.

―Hay vampiros buenos, ¿sabes? ―le dijo―. Mis amigos Stefan y Chloe, lucharon con
nosotros contra Klaus. Stefan ha salvado a un montón de gente.

Cristian asintió, agradeciendo sus palabras, pero no habló.

―Está bien. ―dijo Meredith, imitando el tranquilo y sensato tono de su padre lo


mejor que pudo. No ayudaría a Cristian a mortificarse por su miseria―. Basta de parlotear.
Enséñame lo que tienes.

Cristian sonrió, dando la bienvenida al cambio de humor, y se estiró hacia atrás en el


banco de pesas, con las manos en la barra de pesas sobre su cabeza.

―Cárgame. ―dijo él―. Quiero ver cómo de fuerte soy ahora.

Parte de esto le recordaba dolorosamente a Samantha, pensó Meredith, cómo habían


entrenado juntas, provocándose la una a la otra para pelear más fuerte, más tiempo, mejor.
Quizás, pensó Meredith mientras añadía pesas a la barra sobre Cristian, él querría probar a
pelear después. Meredith introdujo a Cristian unos noventa kilos, los que levantó
fácilmente, su boca se giró en una mueca.
Page
―Vamos. ―dijo él―. Podía levantar esto cuando estaba vivo.

No había nadie más en la sala de pesas, así que Meredith no tuvo que ser sutil para
cargar las pesas. Cristian podía tanto como ella podía darle, sus musculosos pero finos
brazos se movían arriba y abajo como pistones.
L.J. Smith Destiny Rising
―Soy muy fuerte. ―dijo él frívolamente, sonriendo hacia ella.

Meredith reconoció su sonrisa. Era la sonrisa que había visto en su propia cara,
cuando de repente y sorprendentemente estaba contenta. Cuando había conseguido su
cinturón negro. La noche en que Alaric la había besado por primera vez.

Quizá podrían superar todo esto, convertirse en un equipo. Meredith se imaginó


cazando con Cristian, luchando a su lado. Él era un vampiro ―un buen vampiro se dijo a sí
misma vehementemente, como Stefan― pero también era un cazador. Un Sulez.

―Tu turno. ―dijo Cristian, haciendo un ruido sordo con la barra al devolverla a su
soporte. Esta tan sobrecargada por las pesas que ahora la barra misma esta doblada.

Meredith rió.

―Sabes que no puedo levantar tanto. Tú ganas, ¿vale?

―Oh, vamos. ―dijo Cristian―. Seré más tolerante contigo ya que eres humana. Y, ya
sabes, una chica.

Meredith levantó la vista para espetarle que ser una chica tenía muy poco que ver
con cuánto sería capaz de levantar ella, y pilló un destello malicioso en su mirada. De
acuerdo entonces, ella podía creer que era su hermano. Cristian comenzó a quitar pesas y
devolverlas a sus estantes.

―Muy bien. ―dijo Meredith, y meticulosa y lentamente limpió el banco, aunque en


realidad no estaba sudado, aparentemente sudar era una de las cosas que los vampiros no
hacían.

Cristian introdujo sesenta y ocho kilos, pesado pero manejable, y observó mientras
Meredith comenzaba una serie de repeticiones.
Page
―Así que ―dijo ella, manteniendo la voz casual y centrándose en alzar y bajar la
barra―. ¿Cómo es?

―¿Cómo es qué? ―preguntó Cristian distraídamente.


L.J. Smith Destiny Rising
Ella podía entreverlo por el rabillo del ojo, examinando las pesas, seleccionando la
que iba a poner a continuación.

―Ser un vampiro.

―Oh. ―Cristian se movió a través de la habitación, justo fuera de la vista de


Meredith, pero su voz era clara y pensativa, un poco soñadora―. Es abrumador, en
realidad ―dijo él―. Puedo oírlo todo y olerlo todo. Todos mis sentidos están intensificados,
como un mil por cien. Dicen que obtendré más Poder, que seré capaz de convertirme en
animales y pájaros, conseguir que la gente haga lo que yo quiera.

Él sonaba excitado por la posibilidad, su tono perdió la amargura que había tenido
cuando habló sobre convertirse en algo que odiaba, y Meredith deseó poder ver su cara.

―¿Más? ―dijo él alegremente cuando estuvo justo sobre ella, con pesas extra en la
mano. Su sonrisa era sosa, sin delatar nada.

―Está bien. ―dijo ella, y en lugar de ayudarla a poner la barra de vuelta en el soporte,
él simplemente la sostuvo con una mano y deslizó más peso en cada lado.

Meredith gruñó cuando él la soltó, era más pesado que lo que habitualmente hacía,
pero aún era manejable. Casi demasiado, pero no quería que Cristian lo supiera. De una
forma divertida, aún estaban compitiendo a pesar de su fuerza vampírica, y ella estaba
cogiendo tanto como podía.

Cristian aún estaba realmente cerca, asistiéndola mientras ella levantaba, y los brazos
de Meredith se sacudieron y se cansaron después de un par de repeticiones.

―Los detalles son más agudos, ¿sabes? ―dijo Cristian de repente―. Incluso puedo oír
la sangre corriendo por tus venas desde aquí.

Meredith se quedó fría y sin aliento. Hubo algo casi hambriento en la forma en que él
Page
habló sobre su sangre.

―Coge la barra. ―ordenó ella―. Esto es demasiado. ―Necesitaba levantarse.

Cristian alcanzó la barra, pero en lugar de ponerla de vuelta en su soporte,


cuidadosamente añadió aún más peso a cada lado.
L.J. Smith Destiny Rising
―Para. ―gruñó Meredith.

Era excesivamente pesado ahora, y Cristian debía saberlo. Ella estaba en problemas,
verdaderos problemas, pero tenía que mantenerse calmada, necesitaba que Cristian no se
diera cuenta de que estaba asustada.

―Olvidaste algo sobre los vampiros. ―dijo Cristian, y sonrió hacia ella, la misma
maliciosa y fraternal sonrisa―. Papá estaría muy decepcionado. ―dejó caer la barra, que se
desplomó directa al pecho de Meredith; ella era incapaz de soportar su peso.

Ella gruñó mientras caía, logrando frenarla lo suficiente para alejarla de romper su
caja torácica, pero sin aliento ni energía para centrarse en otra cosa excepto el proteger su
pecho del peso mortal de la barra. No podía respirar, no podía hablar, y giró la cabeza
para mirarle, con el corazón latiendo fuertemente, y haciendo un gemido ahogado y
jadeante. Nadie la oiría. Podía morir justo ahí, a manos de su hermano.

Cristian continuó.

―Un vampiro, como deberías saber por nuestro entrenamiento, Meredith, está
completamente centrado en su vínculo cuando le convierten.

Quizá ella podría moverlo, ese peso presionándola, expulsando todo el aire de sus
pulmones. No podía respirar. Manchas negras dieron vueltas delante de sus ojos.

―Todo lo que me importa es Klaus, lo que Klaus quiere. ―le dijo Cristian―. Si fueras
una buena cazadora, habrías recordado que el vínculo sobrepasa a cualquier otra cosa. No
sé cómo podías haber imaginado que mi familia humana ―su voz despreció la palabra,
como si hubiera algo asqueroso en ella―, podría importarme más que eso.

Meredith empujó la barra con impotencia, mareada de dolor. Intentó hacer señas a
Cristian con los ojos, desesperadamente: bien, lo que sea, haz lo que debas por Klaus, pero Page
no me mates así. Deja que me levante y podemos luchar como hemos sido entrenados.

Ahora Cristian estaba agachado a su lado, su cara muy cerca de la de ella.


L.J. Smith Destiny Rising
―Klaus te quiere muerta ―susurró―, a ti y a tus amigos. Y haré todo lo que pueda
para hacerle feliz. ―Sus ojos grises, justo como los ojos de su madre, sostuvieron los de ella
mientras agarraba la barra que ella estaba aferrando y la presionaba sobre su pecho.

Todo se volvió negro durante un momento. Flores rojas brotando y estallando en la


oscuridad, y Meredith se dio cuenta confusamente que era su cerebro enviando señales
arbitrarias mientras comenzaba a apagarse por la falta de oxígeno.

Ella estaba empezando a flotar, como si estuviera suspendida en un mar negro.


Estaría bien descansar. Estaba muy cansada.

Entonces una voz rompió a través de la oscuridad en la mente de Meredith, la voz de


su padre. ¡Meredith!, dijo. Era impaciente, firme pero no desagradable, el tono exacto que
la había sacado de la cama para correr unas vueltas antes de la escuela, animándola a
practicar tipos de tae kwon do cuando todo lo que ella quería hacer era salir con sus
amigas. Eres una Sulez, dijo la voz. ¡Debes luchar!

Con un esfuerzo casi sobrehumano, Meredith abrió los ojos. Todo estaba borroso, y
se sintió muy lenta, como si estuviera intentando moverse bajo el agua.

La mano de Cristian se había relajado sobre la barra. Él debió pensar que toda la
lucha de ella se había ido.

Meredith cogió cada pizca de fuerza que había reunido y empujó la barra lejos de
ella, haciendo caer a su confiado hermano vampiro con la barra sobre él. Echó un vistazo a
la cara asustada y exasperada de Cristian, antes de correr tan rápido como podía, con las
piernas débiles, el corazón latiendo fuertemente, jadeando por respirar, directamente fuera
de la sala de pesas, fuera del gimnasio, y por los caminos del campus.

Tuvo que ralentizarse cuando se aproximaba a su dormitorio, con las piernas


doloridas y los pulmones ardiendo ahora que la explosión original de adrenalina se había
Page
disipado. Meredith intentó impulsarse adelante, pero ahora estaba dando traspiés. En
cualquier momento, Cristian podría cogerla. Él podía haberla cogido ya, por supuesto.

Justo fuera del dormitorio, reunió valor y giró alrededor. No había nadie allí. Él había
planeado matarla solo y en secreto, y no dudaría en intentarlo de nuevo. Meredith abrió la
L.J. Smith Destiny Rising
puerta y se tambaleó adentro, dejándose caer para sentarse en el escalón inferior de la
escalera.

Aún estaba boqueando para respirar y ahogó un sollozo. Meredith había querido
saber de su hermano, pero él se había ido; ahora era familia de Klaus.

Mientras estiraba sus músculos cansados, Meredith se dio cuenta torpemente de que
iba a hacer lo que tenía que hacer. Iba a tener que matar a Cristian.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 33
Traducido por Isane33
Corregido por Izzi

D
amon lamió cuidadosamente un rastro de sangre de la parte posterior
de su mano y sonrió a Katherine. Se habían topado con una pareja
caminando por el bosque justo después del amanecer, se alimentaron
juntos y ahora era media mañana, la luz del sol estaba entrando a través de los
árboles y estaba arrojando sombras negras y doradas en el camino. Damon se
sintió lleno y contenido, listo para ir a casa y pasar durmiendo la más brillante de
las horas del día. Un ligero malestar pasó por su cabeza al recordar la expresión de
pánico en el rostro de su víctima y la alejó: era un vampiro, eso era lo que suponía
que hiciera.

Delicadamente dando golpes ligeros a las comisuras de su boca, Katherine


inclinó la cabeza hacia él, tan delicada y burlona como una pequeña ave cantora.

Page
—¿Por qué no mataste el tuyo? —preguntó.

Encogiéndose de hombros a la defensiva, Damon sacó sus gafas de sol del


bolsillo y las puso sobre sus ojos. Él no estaba, para ser completamente honesto,
seguro de por qué no había matado a la chica esta mañana, o por qué no había
L.J. Smith Destiny Rising
matado a alguna de sus víctimas desde la corredora rubia que había cazado más de
una semana antes. Podía recordar lo bien que la matanza se había sentido, la prisa
mientras su vida pasaba a él, pero no estaba dispuesto a repetir la experiencia, no
cuando el sabor persistente era la culpa. No quería sentir nada por ellos, quería
tomar la sangre e irse. Si eso significaba dejarlos vivir, eso estaba bien con Damon.

Protegido detrás de las gafas de sol, no dijo nada de esto, sino que
simplemente sonrió a Katherine y le preguntó:

—¿Por qué no lo hiciste tú?

—Oh, todos estamos manteniendo un perfil bajo. Demasiadas muertes y este


campus estará en pánico de nuevo. Klaus quiere mantener a los seres humanos
felices y fáciles de cazar mientras elimina a tu chica y a sus amigos.—Katherine
observó a Damon mientras arreglaba su largo cabello dorado y mantenía su
expresión cuidadosamente en blanco. Lo que sea que Katherine quería de él, no iba
a conseguirlo por traer a colación a Elena.

—Por supuesto—dijo Damon y agregó—Ya sabes, has vuelto de la muerte


mucho más sensata y más práctica, querida—. Katherine rió y le salieron hoyuelos
en las mejillas y con gracia hizo una reverencia burlona.

Caminaron juntos tranquilamente, escuchando los gorjeos y las llamadas de


los gorriones, pinzones y petirrojos por lo alto. El rápido repiqueteo de un pájaro
carpintero perforando un árbol sonaba un poco lejos y Damon oía el susurro y el Page
golpeteo de las criaturas pequeñas y peludas en la maleza. Se estiró
suntuosamente, pensando en su cama.
L.J. Smith Destiny Rising
—Entonces,—dijo Katherine, rompiendo el silencio cómodo entre ellos—
Elena. —Lo dijo de nuevo, estirando las sílabas de la palabra como si estuviera
saboreándolas: "E-ley-na".

—¿Qué pasa con ella? —preguntó Damon. Su voz fue descuidada, pero sintió
un calor incómodo en la parte posterior de su cuello.

Katherine se fijó en él intencionadamente con su mirada azul como una joya y


Damon frunció el ceño detrás de sus gafas de sol.

—Háblame de ella —dijo en voz baja, su expresión de persuasión—. Quiero


saber.

Damon dejó de caminar y tiró de Katherine para que lo mirara.

—Pensé que ya no estabas enojada con Elena —dijo, desviando la pregunta—.


Se supone que la dejarías en paz, Katherine.

Katherine se encogió de hombros con gracia.

—No estoy enojada con ella —dijo—. Pero Klaus lo está. —sus ojos
brillaban—. Pensé ya que no te importaba Elena. Fuiste muy claro al respecto,
sabes. ¿Por qué no me dijiste nada?

—Yo… —el corazón de Damon palpitaba más rápido que su usual latido lento Page
de vampiro—. Simplemente no quiero hacerlo —dijo finalmente.

Katherine rió en voz baja, su hermosa risa de campana.


L.J. Smith Destiny Rising
—Oh, Damon —dijo y negó con la cabeza burlonamente—. Puedes ser
malvado en teoría, pero tu corazón es tan puro. ¿Qué pasó?

Haciendo una mueca, Damon se alejó de ella, soltando su mano.

—Mi corazón no es puro —dijo malhumorado.


—Te has vuelto blando —dijo Katherine—. Ya no te gusta lastimar a la gente.

Damon empujó sus gafas de sol más arriba en su nariz y se encogió de


hombros.

—Va a pasar.

Manos frías tocaron sus mejillas y luego Katherine suavemente le quitó las
gafas de sol a Damon, mirándolo a los ojos.

—El amor te cambia —dijo—. Y nunca se desvanece, no importa cuánto


puedas querer que lo haga. —Levantándose en puntillas, lo besó suavemente en la
mejilla—. No cometas los errores que he cometido, Damon —dijo con tristeza—.
No luches contra el amor, cualquiera que sea la forma que adopte.

Damon se llevó la mano hasta tocar el punto donde los labios de Katherine lo
habían besado. Se sentía aturdido y perdido.

Dándole sus gafas de sol, Katherine suspiró. Page

—Realmente no te debo ningún favor, Damon —le dijo— pero me siento


sentimental. Tu Elena esta en clases en estos momentos. En el salón Rhodes. No sé
L.J. Smith Destiny Rising
exactamente lo que Klaus va a hacer, pero está planeando algo. Es posible que
quieras ir allí y detenerlo.

Agarrando las gafas de sol, Damon la miró con confusión.

—¿Qué? —preguntó.

Había algo suave y melancólico en los ojos de Katherine, pero su voz era
firme.

—Mejor date prisa —dijo ella, levantando una ceja.

Damon sintió como si una criatura viviente estuviera arañando su camino a


través de su pecho, algo enorme y doloroso. ¿Era eso como se sentía el amor,
después de todo?

—Gracias —dijo distraídamente. Se alejó de Katherine unos pasos, luego se


apresuró a correr. Reunió su poder y comenzó a transformarse, sintiendo que su
cuerpo se retorcía mientras se transformaba en un cuervo. Un momento después,
estaba en el aire, estirando sus alas para captar la corriente de aire mientras
aleteaba su camino rápidamente hacia el campus.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 34
Traducido por Mais020291
Corregido por Karlix

E
lena se arrastró fuera de su aula de inglés de primer año cerca del final
del tumulto de gente, guardando su cuaderno en su mochila.
Cerrándola, alzó la mirada para ver a Andrés, esperándola
pacientemente en el pasillo directamente afuera del salón.

—Ey —dijo ella—, ¿Qué sucede?

—Stefan y yo creemos que no es una buena idea para ti el estar por tu propia
cuenta en estos momentos—, dijo, colocándose a su lado. —Él y Meredith tienen
clases, así que te acompañaré hasta dónde sea que estés yendo.

—Tengo Poderes propios, sabes —dijo Elena, un poco altivamente—. Incluso


si aún no son realmente para pelear, no soy una damisela en apuros.

Andrés asintió, un lento y solemne asentimiento de cabeza.

—Perdóname —dijo formalmente—. No creo que ninguno de nosotros deba Page


estar solo ahora. La muerte de James prueba eso.

—Lo siento —dijo Elena—. Sé que ha sido difícil para ti, especialmente desde
que estás viviendo en la casa de James.
L.J. Smith Destiny Rising
Andrés asintió.

—Lo ha sido —dijo él, y luego hizo un esfuerzo visible para verse más alegre,
lanzando hacia atrás sus hombros y lanzando una sonrisa. —Pero debo tomar
ventaja de la oportunidad que me da más tiempo con mi encantadora y hermosa
amiga.

—Oh, en ese caso —dijo Elena, siguiendo su paso, y tomando el brazo que le
ofrecía Andrés. Mientras se movían por el pasillo, ella lo examinó cuidadosamente
por el rabillo del ojo. A pesar de su cortesía, Andrés se veía demacrado y gastado,
las líneas de las esquinas de sus ojos más pronunciadas. Ahora se veía mayor de
veinte años.

La muerte de James los había chocado fuerte a todos. Se sentía más real, de
algún modo, que la muerte de Chad. Había sucedido en la casa de James, no en un
campo de batalla, y probaba que la muerte podía venir por ellos en cualquier
lugar. Cuando Elena se había visto en el espejo las últimas mañanas, la cara
mirándola de vuelta era más sombría, sus ojos bordeados con círculos grises.

Aún así, ellos debían seguir adelante, uno por el otro. Silbidos en la noche, lo
llamaba la gente, cuando mantenías a tus propios espíritus buscando cualquier
felicidad que se pueda.

Sacudiendo afectivamente el brazo de Andrés, Elena preguntó, —¿Cómo te


estás estableciendo en la habitación de Matt? —La policía había vendido a la casa
de James, así que Matt había ofrecido su propio cuarto vació a su visitante. El
mismo Matt estaba acampando de nuevo en el casi quemado cobertizo con Chloe.
Page
—Ah —dijo Andrés, su rostro relajándose con una sonrisa mientras entraban
al elevador y apretaban el botón para la planta baja —. La vida del dormitorio es
bastante extraña para mí. Siempre hay algo sucediendo.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena se estaba riendo sobre el relato de Andrés acerca de un chico borracho
de primer año, vagando en su habitación a las tres de la mañana, y los aturdidos
intentos de cortesía de Andrés por dirigir al intruso de regreso a su propio
dormitorio, cuando el elevador se detuvo violentamente.

—¿Qué está sucediendo? —dijo Elena, con cautela.

—Tal vez es un problema eléctrico —dijo Andrés, pero su voz era dudosa.

Elena presionó de nuevo el botón para la planta baja, y el elevador dio un


profundo gruñido y luego empezó a temblar. Ambos jadearon y se enderezaron,
sus manos contra las paredes.

—Intentaré con el botón de emergencia —dijo Elena. Lo presionó, pero nada


sucedió—. Raro —dijo ella, y se estremeció ante la nota de inseguridad en su
propia voz —. También parece desconectado—Dudó—¿Tienes un arma? —
preguntó.

Andrés sacudió su cabeza, su rostro pálido.

El elevador traqueteó de nuevo, y luego las luces se apagaron, dejándolos en


la oscuridad. Elena encontró la mano cálida de Andrés y la agarró.

—¿Esto es…crees que podría ser una coincidencia? —susurró. Andrés sacudió
su mano, tranquilizadoramente.

—No lo sé —dijo él, su voz preocupada—. ¿Puedes ver algo?

Claro que no, estaba a punto de decir Elena. El elevador estaba negro como el
carbón. Ni siquiera podía ver a Andrés a pesar del hecho de que la estaba Page
sosteniendo protectoramente cerca de él. Luego se dio cuenta a qué se refería, y
cerró sus ojos por un momento para buscar en lo profundo de sí misma, llamando
a su Poder.
L.J. Smith Destiny Rising
Cuando abrió de nuevo los ojos, podía ver el aura cálida y verde vivo de
Andrés, encendiendo la oscuridad. Pero en las esquinas de su consciencia había
algo más.

Había incluso una espesa oscuridad moviéndose cerca. Dolía mirarla cuando
parecía estar respirando a través de las grietas de las puertas del elevador, tan
impreciso como la niebla. Elena instintivamente, cerró sus ojos y volteó su cabeza,
enterrándola en el hombro de Andrés.

—¡Elena! —dijo él, alarmado —¿Qué fue eso?

Por un largo momento no sucedió nada. Hubo un momento donde ella se


relajó a pesar de sí misma – nada está aquí-, pensó, atrapada en una ola de alivio,
nada está aquí.

—Está bien —dijo ella, con una risa casi nerviosa detrás de sus palabras —. Es
sólo-

Luego una baldosa del techo del elevador fue pateada, y la oscuridad estaba
por todo su alrededor. Estremeciéndose, Elena alzó la mirada, esforzándose para
ver algo.

—Hola, mi hermosura —la voz de Klaus vino desde arriba—. Has estado
esperándome, ¿verdad? —su voz era tan casual como si hubiese venido a
conversar.

—Hola, Klaus —dijo Elena, intentando mantener firme su voz. Ella se


presionó contra Andrés. Se sentía como si estuviera cayendo.
Page
—Sé lo que eres —dijo Klaus, con aire de suficiencia, su voz monótona. Una
fuerte explosión vino de un lado del elevador, y Elena y Andrés saltaron,
atragantándose con su aliento —. Sé cuál es tu secreto —Golpe. Elena se dio cuenta
que él estaba golpeando sus grandes botas negras contra el lado del elevador. Debe
de estar sentado en la esquina del portón de acceso de servicio en el techo, sus pies
L.J. Smith Destiny Rising
colgando hacia abajo. Sus botas golpearon una vez más y luego Klaus dijo
alegremente, —¿Pero, sabes qué? Si corto el cable del elevador aquí en lo alto, no
sobrevivirás.

Elena se encogió. Ella viajaba en los elevadores cada día y nunca antes se le
había ocurrido lo vulnerable que era. Sus clases de inglés estaban en el noveno
piso. Estaban colgando encima de una larga, larga caída, y los cables eran la única
cosa que evitaba que cayeran directamente hacia el sótano.

Andrés respiró tranquilo a su lado, y Elena vio el aura verde vivo alrededor
de él empezar a crecer. Se dio cuenta que él estaba tratando de formar un escudo
protector para protegerse con ello, como había hecho en la batalla contra Klaus y
sus vampiros.

—Detén eso —espetó Klaus arriba de ellos, y un rayo de oscuridad voló de él,
golpeó el creciente escudo verde de Andrés, el cual se rompió y desinfló como un
globo reventado. Andrés chilló con pánico.

Elena envolvió sus brazos alrededor de Andrés, protectoramente, pero podía


sentirlo tenso por intentarlo de nuevo. Su respiración sonaba ruda y con pánico.

—Mi poder viene de la tierra, Elena —susurró—. Colgando tan lejos de ella,
no estoy seguro de que pueda ayudar. Pero lo intentaré.

Encima de ellos en la oscuridad, Klaus rió burlonamente. —Puede que sea


muy tarde ahí, chico—dijo él y una extraña raspada voz vino una y otra vez, un
chillido de metal contra metal.

—Está cortando a través del cable —Andrés le susurró al oído. De nuevo


Page
había una luz verde desvaneciéndose a su alrededor mientras intentaba expandir
su aura, pero Elena sabía que no iba a crecer lo suficientemente rápido para
protegerlo.
L.J. Smith Destiny Rising
Este es el momento, Elena pensó, y tomó la mano de Andrés. Ella nunca había
estado tan asustada de caer, pero ahora estaba aterrada.

Luego un ruido sordo vino desde arriba, y otro, y una serie de sonidos
golpeando y arrastrando, y de pronto un cuerpo se desplomó y aterrizó
pesadamente en el suelo. Dos cuerpos, se dio cuenta Elena, volteándose y
gruñendo a sus pies. Ella intentó concentrarse, respirando fuerte, y después de un
momento, vio de nuevo el aura de Klaus, más oscura que la oscuridad, y
enfrentándose a él, un rojo sangre, un sombrío gris y un azul encendido, todos
mezclados.

—Damon —susurró.

Sombrío, el apenas visible Damon se las ingenió para empujar a Klaus y


ponerse de pie.

—Elena —jadeó, y luego una oleada de poder de Klaus lo lanzó contra la


pared. Él soltó un gruñido de dolor. Elena se adelantó e intentó jalarlo hacia ella,
pero él estaba aplastado con fuerza, su cuerpo apretado contra la pared. Klaus rió
oscuramente.

Hubo un destello verde.

De pronto, todo junto, Damon se soltó. Se cayó de la pared hacia Elena, y ella
se tambaleó, sosteniéndolo en el segundo que le tomó a él recuperar su balance.

—¡Sal de aquí! —gritó Andrés. —¡No puedo sostenerlo!

Klaus, su cara retorcida con ira, estaba atrapado por la barrera verde brillante Page
del aura protectora de Andrés, el verde misterioso iluminando su rostro. Mientras
Elena miraba con la boca abierta, Klaus forzó una mano a través del verde. Damon
la cargó en sus brazos y saltó hacia arriba en el conducto del ascensor.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena apenas tuvo tiempo de tomar un respiro antes de que Damon empezara
a construir su camino a través de la puerta hacia lo alto del conducto, y se encontró
a sí misma desplomada en las baldosas fuera de la puerta del elevador en la planta
más alta del edificio. No había salones ahí, sólo oficinas, y el pasillo estaba en
silencio.

Damon yacía a su lado, aún aferrándola, y jadeando duramente. Sangre estaba


goteando de su nariz y desenvolvió uno de sus brazos que estaba alrededor de ella,
para limpiar su nariz con su manga.

—Tenemos que regresar —le dijo ella, apenas pudo hablar.

Damon la miró. —¿Estás bromeando? —jadeó—. Apenas pudimos salir.

Elena sacudió su cabeza, tercamente. —No podemos abandonar Andrés—dijo


ella.

La mirada de Damon con un brillo afilado. —Tu amigo del elevador hizo su
elección —dijo fríamente—. Él quería que yo te salve. ¿Crees que me agradecerá si
regreso ahí en lugar de sacarte de aquí?

Un golpe vino de dentro del conducto del elevador, sacudiendo el edificio.


Elena tiró para ponerse de pie, enderezándose a sí misma contra las paredes. Se
sentía frágil, pero determinada, como si estuviera hecha de vidrio y acero.

—Ambos vamos a volver —dijo ella—. No me importa lo que Andrés


escogería. Yo no voy a irme de aquí sin él. Llévame abajo.

Damon apretó la mandíbula y la miró con mayor rudeza. Elena simplemente Page
se quedó y esperó, sin moverse.

Finalmente, Damon juró para sí mismo y se puso de pie.


L.J. Smith Destiny Rising
—Que conste en acta —dijo él, agarrándola por los brazos de nuevo y
acercándola hacia él —, que intenté salvarte, y que tú eres la persona más
exasperadamente terca que jamás he conocido.

—También te extrañé, Damon —dijo Elena, cerrando sus ojos y presionando


su rostro contra su pecho.

Elena se dio cuenta que en el camino hacia el conducto, Damon debe de


haberla envuelto en algún errante borde de su Poder, porque el viaje había sido
suave y casi momentáneo. Aparentemente en el camino hacia abajo, él no se estaba
molestando en protegerla. Su cabello volaba hacia arriba y la piel en su rostro
picaba con el viento. Él me tiene, se dijo a sí misma, pero su cuerpo gritaba que ella
estaba cayendo en picado.

Aterrizaron en lo alto del elevador en medio de una nube de polvo, y Elena se


atragantó y tosió por varios minutos, limpiando las lágrimas en su rostro.

—Tenemos que entrar —dijo ella francamente, sintiéndose alrededor en la


oscuridad, apenas pudo hablar de nuevo. El elevador debe de haber colapsado
cuando golpeó la parte baja del conducto. En lugar de una caja de metal puro, ella
podía sentir los bordes afilados y largas y rotas piezas de vigas destrozadas, y los
restos de las paredes —. Andrés aún puede estar vivo—le dijo a Damon. Ella se
arrodilló y empezó a sentir a lo largo de lo que había sido la parte de arriba del
elevador. El espacio donde Klaus y Damon habían venido todavía tenía que estar
por aquí.

Damon cogió sus manos. —No —dijo él—. ¿Dices que puedes ver auras? Usa
tu Poder. No hay nadie ahí.
Page

Él estaba en lo correcto. Apenas Elena realmente miró, ella podía ver que no
había ningún trazo del verde de Andrés o esa terrible oscuridad escalofriante que
Klaus cargaba con él.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Crees que están muertos? —susurró ella.

Damon soltó una risa corta y amarga. —Difícilmente —dijo él—. Tomaría más
de una caída por el conducto del ascensor para asesinar a Klaus. Y si tu compañero
humano con el escudo estuviera muerto ahí, podría oler su sangre —él sacudió su
cabeza—. No, Klaus escapó de nuevo. Y él se llevó a tú Andrés contigo.

—Tenemos que salvarlo —dijo Elena, y, cuando Damon no respondió


inmediatamente, ella tiró de su chaqueta de cuero, acercándolo hacia ella así podía
mirar exigentemente hacia sus indescifrables ojos negros. Damon iba a ayudarla
sin importar si él lo quisiera o no. Ella no iba a dejar que se escape de nuevo —.
Tenemos que salvar a Andrés.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 35
Traducción: Mais020291
Corregido por Izzi

E lena se movió rápido. No podía detenerse, no podía pensar sobre


lo que podía estar sucediéndole a Andrés, o que tal vez llegaban
muy tarde. Tenía que mantenerse calmada, centrada. Sacó su
celular y llamó a los otros, contándoles la situación y diciéndoles que se preparasen
para una pelea y que se encontrasen con ella en un claro en el bosque, justo al
borde del campus.

―Estamos llevando la batalla a Klaus ― le dijo a Damon, empujando su celular


rápidamente de regreso a su mochila ―. Esta vez, vamos a ganar.

Se detuvieron en la habitación de Elena para dejar su mochila y, para el


momento en que llegaron al claro, los otros ya se habían reunido. Bonnie y Alaric
estaban mirando juntos un libro de hechizos, mientras Stefan, Meredith, Zander y
Shay, conversaban sobre tácticas al otro lado del claro. Elena notó que los ojos de Page
Zander miraban hacia la dirección de Bonnie, pero ella estaba concentrada en su
libro. Todos los demás, estaban ocupados, afilando estacas u organizando armas.
L.J. Smith Destiny Rising
El silencio cayó sobre el claro cuando Elena entró con Damon. La mano de
Meredith se apretó en su estaca, y Matt trajo a Chloe un poco más cerca a él,
protectoramente.
Elena estaba mirando a Stefan, quién dio un paso hacia adelante, su boca
seria.

―Damon me salvó de Klaus. ―anunció ella, lo suficientemente alto para que


todos pudieran escucharla ―Él está peleando para nosotros ahora.

Stefan y Damon se miraron uno al otro de lados opuestos del claro. Después
de un momento, Stefan asintió incómodamente.

―Gracias ―dijo.

Damon se encogió de hombros.

―Intenté mantenerme fuera ―dijo él―, pero supongo que no puedes


arreglártelas sin mí.

La boca de Stefan tiró hacia arriba en una renuente media sonrisa, y luego los
hermanos se volvieron, alejándose uno del otro, Damon caminando hacia Bonnie y
Alaric, mientras Stefan vino a Elena.

―¿Estás segura de que estás bien? ―le preguntó él, moviendo sus manos
ligeramente sobre sus hombros como asegurándose que ella no estaba herida. Page

―Estoy bien. ―respondió Elena, y le besó. Stefan la jaló más cerca y ella se
inclinó hacia su abrazo, tomando comodidad en la fuerza de sus brazos alrededor
de ella. ―Andrés mantuvo a Klaus a raya, Stefan. Él fue tan valiente, y le dijo a
L.J. Smith Destiny Rising
Damon que me sacase. Me salvaron ―ella tragó un sollozo―. No podemos permitir
que Klaus le mate.

―No lo haremos ―prometió Stefan, su boca contra su cabello―. Llegaremos


allí a tiempo.
Elena sorbió sus lágrimas.

―No puedes saber eso.

―Daremos lo mejor ―le dijo Stefan―. Tendrá que ser lo suficientemente


bueno.

El sol estaba bajo sobre el cielo, y la luz del sol del atardecer se esparcía a
través del césped entre los árboles. Elena pasó los siguientes pocos minutos
afilando estacas. Ellos no tenían madera del árbol bendecido, pero el fresno blanco
ordinario al menos heriría a Klaus. Y cualquier madera mataría a sus vampiros
descendientes.

―Muy bien ―dijo Stefan finalmente, llamando a todos a reunirse―, Creo que
estamos tan listos como estaremos.

Elena miró alrededor al grupo reunido: Meredith y Alaric, mano a mano,


pareciendo fuertes y listos para cualquier cosa. Bonnie, sus mejillas ruborizadas y
sus rizos yendo hacia todas direcciones, pero sacando la barbilla desafiante. Matt y
Chloe, pálidos pero determinados. Zander, aún en forma humana por ahora, Page
lanzando miradas anhelantes y confusas a Bonnie, flanqueado por Shay y los otros
hombres lobos, un espacio vacío entre ellos.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon estaba solo al otro lado del círculo, mirando a Elena. Cuando Stefan
aclaró su garganta, preparándose para hablar, Damon movió sus ojos para
observar a su hermano. Elena pensó que él se veía resignado. No feliz, pero ya no
enojado.

Stefan le sonrió suavemente a Elena que estaba a su lado, y miró alrededor al


resto del grupo.

―Encontraremos a Andrés.― dijo él ―Hoy vamos a rescatarle, y vamos a


matar a Klaus y sus vampiros. Ahora somos un equipo, todos nosotros. Nadie –
nadie de nosotros aquí, y nadie más en este campus o en esta ciudad– estará a
salvo mientras Klaus y sus seguidores estén vivos. Ya hemos visto de lo que son
capaces. Ellos mataron a James, que era bueno y experto. Ellos mataron a Chad,
que era inteligente y leal.― los hombres lobos se movieron enojados, y Stefan
continuó ―Ellos han atacado a personas inocentes en este campus y en la ciudad en
las últimas semanas, y antes de eso, los vampiros del ejército de Klaus sacrificaron
a inocentes por todo el mundo. Tenemos que hacer lo que podamos. Somos los
únicos que podemos rechazar la oscuridad, porque somos los únicos aquí que
sabemos la verdad.― sus ojos atraparon los de Damon y ellos mantuvieron sus
miradas por un largo momento hasta que finalmente Damon apartó la mirada,
jugueteando con el puño de la camisa ―Es hora que tomemos una postura.― dijo
Stefan.

Hubo un murmullo de acuerdo, y todos se volvieron al otro, cogiendo sus


armas y reuniéndose, listos para pelear. Elena cogió a Stefan en un abrazo estrecho Page
y fuerte, su corazón estallando con amor. Él intentaba muy vehementemente
cuidar de todos.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Estás lista, Elena? ―le preguntó Stefan, y ella lo soltó y asintió, pasando una
mano rápidamente sobre sus ojos.

Respirando profundamente, ella buscó profundamente dentro de sí, pensando


en protección, pensando en maldad, intentando provocar su Poder en la forma que
Andrés le había enseñado.

Cuando abrió sus ojos, sintió una fuerte e innegable atracción, sacudiéndola
hacia Damon. Sin poder detenerse, dio un paso hacia adelante antes de sentir la
mano de Stefan en su brazo, restringiéndola.

―No.― él susurró ―Debes encontrar a Klaus.

Elena asintió, evitando los ojos asustados de Damon. La atracción hacia


Damon era intensa: intentó ignorarla, pero ella sabía que era su tarea de Guardián
llamándola. Cerrando sus ojos de nuevo, respiró y se concentró en Klaus. Las
imágenes volaron en sucesiones rápidas a través de su mente: su beso frío y brutal,
su risa mientras él golpeaba su pie en lo alto del elevador, la manera en que había
lanzando el pobre cuerpo destrozado de Chad a través del claro.

Esta vez, cuando abrió sus ojos, el tirón oscuro dentro de ella la estaba
llevando fuera del claro, lejos de Damon, y sintió que casi podía saborear la niebla
espesa, negra y nociva del aura de Klaus.

Elena se dirigió donde su Poder la llevaba, y sus amigos la siguieron, Page


caminando cerca, juntos. Mientras iban, Zander y Shay y los otros hombres lobos,
que podían cambiar y transformarse sin la luna, galopando al lado de los humanos
con sus orejas listas a cualquier sonido de ataque, sus bocas abiertas para atrapar
los aromas que traía el viento.
L.J. Smith Destiny Rising

Bordearon alrededor de la orilla del campus, pegándose hacia los árboles e


intentando mantenerse fuera de vista. Elena esperaba que su Poder les guiase más
lejos en el bosque, hacia donde ellos antes habían peleado contra Klaus, pero en
lugar de eso, la llevó de regreso al campus.

En la parte de atrás del campus, se extendían los antiguos establos. Mientras


se acercaban, la nociva atmósfera de la oscuridad parecía estar jalándola hacia el
edificio, y una oscuridad igual, se estaba reuniendo en lo alto. Nubes negras se
estaban cerniendo sobre los establos, bajas y amenazantes. Zander alzó sus cejas
hacia adelante, su cola rígida, y uno de los hombres lobo en forma humana –
Marcus, pensó Elena– inclinó su cabeza como si estuviera escuchando.

―Zander dice que no es una tormenta natural.― dijo Marcus, con recelo.

―No ― dijo Elena ―, Klaus puede manejar los rayos.

Los hombres lobo la miraron alarmados por un momento, sus cabezas


peludas alzándose, sus orejas erectas, luego reenfocaron su atención a la puerta de
los establos, pareciendo incluso más cautos que antes.

―Él sabe que estamos llegando.― dijo Stefan, con tensión ―Eso es lo que están
enseñando las nubes de tormenta. Él está listo para nosotros. Bonnie, Alaric, a los
lados. Manténganse fuera de la pelea, pero sigan lanzando cuantos hechizos
puedan. Damon, Meredith, Chloe, los quiero conmigo en la primera línea. Zander, Page
lo que sea que pienses que es mejor para la Manada. Matt y Elena, cojan armas
pero quédense atrás.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena asintió. Parte de ella quería revelarse contra ser mantenida en la parte
de atrás mientras sus amigos estaban en batalla, pero tenía sentido. Ella y Matt
eran fuertes, pero no tanto como los vampiros u hombres lobos, y no tan capaces
para protegerse a sí mismos y a los otros como los usuarios de la magia. Si se
suponía que ella tenía que matar a Damon, ella asumía que algunos poderes
mágicos de pelea se mostrarían finalmente, pero no sabía cómo la práctica lectura
de aura y rastreo estarían ahora que habían encontrado a Klaus.

Mientras alcanzaban la puerta, hubo un latido de duda.

―Por el amor de Dios ― dijo Damon, desdeñosamente ―. Ellos ya saben que


estamos aquí fuera.

Lanzando una elegante bota italiana al centro de las puertas del establo, las
golpeó para abrirlas.

Fue solo por la rapidez de sus reflejos vampíricos que Damon sobrevivió a
todo. Apenas se abrieron las puertas, una viga de punta pesada que había sido
cuidadosamente acomodada en la parte alta de ellos, cayó. Damon fue capaz de
moverse automáticamente hacia un lado lo suficiente como para que el vuelo le
golpease en el hombro, propulsándolo hacia atrás y fuera de la puerta, en lugar de
a través de su pecho. Aferrando su hombro, se dobló y cayó a la tierra.

Automáticamente, Elena corrió hacia adelante, sólo medio consciente de Matt,


manteniendo su paso a su lado. Los otros, los luchadores, estaban entrando por las Page
puertas: Meredith con su bastón balanceándose, la cara de Stefan retorcida con
furia, los hombres lobo cabalgando hacia la lucha.
L.J. Smith Destiny Rising
Con la ayuda de Matt, Elena jaló a Damon fuera del camino y cayó a su pecho,
verificando su herida. La viga había perforado su hombro, dejando una herida
abierta donde ambos puños de Elena hubiesen encajado. El suelo debajo de él, ya
estaba negro y pantanoso con sangre.

―Se ve bastante mal.― dijo Matt.

―No me matará.― jadeó Damon, aferrándose a la herida con una mano como
si pudiese juntar de nuevo los bordes ―Regresen a la pelea, idiotas.

―Podría matarte si alguien pasa con una estaca.― espetó Elena ―No puedes
defenderte por ti solo así.

La atracción de su Poder hacia Damon le estaba doliendo de nuevo. Él está


indefenso, dijo algo dentro de ella. Acaba con él.

Sintió una presencia detrás de ella y se volvió apresuradamente hacia Stefan,


fuera de la pelea, inclinado en el lodo de sangre al lado de su hermano, moviendo
sus ojos sobre él, clínicamente. Ellos intercambiaron una larga mirada, y Elena
supo que se estaban comunicando en silencio.

―Toma.― dijo Stefan. Mordió pulcramente su propia muñeca y la sostuvo


hacia la boca de su hermano. Damon lo miró, luego bebió profundamente, su
garganta trabajando.
Page
―Gracias.― dijo finalmente ―Guárdame algunos vampiros. Estaré ahí en un
segundo.― se recostó, respirando profundamente. Elena podía ver que la herida ya
estaba tejiéndose, nueva carne y músculo crudo, debajo de la piel desgarrada.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan se volvió y corrió hacia el establo, Matt detrás de él. Elena se inclinó
sobre Damon en el lodo y esperó hasta que él se levantó con cansancio sobre sus
codos, luego sobre sus pies.

―Ah,― dijo él ―no estoy en mi mejor momento ahora, princesa. Pero ellos han
arruinado mi chaqueta, y eso me da una razón para pelear.― le lanzó una pálido
eco de su usual brillante sonrisa.

―Bueno, ya has llegado hasta aquí.― respondió Elena, manteniendo ligera su


voz con dificultad. Resistió la urgencia de ayudarlo hacia los establos, y para el
momento que alcanzaron las puertas, él estaba caminando con fuerza.

Adentro, parecía el infierno. Damon juró y se deslizó junto a ella, lanzándose


hacia la batalla.

Sus amigos estaban peleando duro; ella podía ver eso con una mirada.
Meredith estaba atrapada en una casi danza de empujar y bloquear con un
vampiro de piel oliva, y rapidez en sus pasos, que solo podía ser su hermano
gemelo. Bonnie y Alaric se mantenían en esquinas opuestas del establo, sus brazos
alzados sobre sus cabezas, cantando en voz alta, elevando una especie de hechizo
protector sobre sus aliados. Andrés también estaba aquí, ella lo vio, atado y
colgado descuidadamente al lado de una pared, pero él estaba presionando sus
manos atadas contra la tierra y levantando un oleaje verde de Poder protector
también.
Page
Los hombres lobo atravesaban la multitud, peleando juntos, en forma humana
y lobuna, como una manada. Damon, Stefan, e incluso Chloe, lidiaban con
vampiros, mientras rápidamente Matt estacó al oponente de Chloe por detrás.
L.J. Smith Destiny Rising
De pronto, la mente de Elena se aclaró. Ella había estado quedándose atrás
como había ordenado Stefan, acostumbrada a ser la frágil, menos luchadora que
los demás. Pero ahora no podía ser asesinada por un sobrenatural.

Agarrando con fuerza su estaca, Elena se lanzó hacia la batalla, regocijada. Su


Poder tiró de ella, y buscó para ver a Damon luchando con uno de los vampiros de
Klaus, sus dientes al descubierto y sangrientos. Su Poder la urgió a atacarlo, y ella
cerró sus emociones. Damon no, se dijo a sí misma, con terquedad.

Un vampiro de piel oscura, la hizo girar por su hombro, su rostro jubiloso, e


intentó hundir sus colmillos en su cuello. Con un golpe de suerte y rapidez, Elena
clavó la estaca en su pecho.

En su primer empuje, no fue lo suficientemente profundo para alcanzar el


corazón del vampiro. Por un segundo, tanto Elena como el vampiro miraron hacia
la estaca a mitad en su pecho, y luego Elena reunió su fuerza y dio con ello. El
vampiro se arrugó hacia el suelo, viéndose pálido y de alguna manera, más
pequeño. Elena, salvajemente triunfante, miró alrededor a su próximo oponente.

Pero había demasiados vampiros. Y, en el centro de todo, con el rostro


iluminado de alegría, estaba Klaus. A unos pasos lejos de él, Stefan estacó a su
oponente y cargó hacia Klaus, mostrando sus colmillos.

Klaus alzó sus manos por encima de su cabeza hacia la abertura en el techo
arruinado y, con un trueno, un rayo cayó. Klaus rió y lo apuntó hacia Stefan, pero Page
Bonnie, más rápida que el rayo mismo, alzó sus manos y gritó en latín. El rayo
cambió de dirección en medio del aire, golpeando uno de los antiguos establos y
volando la puerta. El establo empezó a quemarse alegremente. Klaus gritó, un grito
alto de rabia, y alzó sus manos, lanzando a Stefan fuera de sus pies.
L.J. Smith Destiny Rising

Elena gritó e intentó correr hacia Stefan, pero había demasiado en el camino,
muchos combatientes luchando. ¿Por qué no podía liberar más de sus Poderes?
Ella podía sentirlos ahí, debajo de esas puertas cerradas en su mente, y supo que
sería más fuerte si solo pudiese alcanzarlas.

Su Poder la arañaba, e involuntariamente Elena miró hacia otro lado donde


Stefan había caído, para ver a Damon arrancar la garganta de su oponente.

En un destello, Elena comprendió.

―¡Damon!― llamó, y él estuvo instantáneamente a su lado, limpiando la


sangre de su boca con la parte de atrás de su manga.

―¿Estás bien?― preguntó él.

―Lucha conmigo.― dijo Elena, y él la miró, desconcertado ―¡Lucha


conmigo!― dijo de nuevo ―Así es cómo desbloqueo mi Poder.

Damon frunció el ceño. Luego asintió, y la golpeó en el brazo. No fue un golpe


fuerte, sin duda no para los estándares de Damon, pero dolió y la sacudió hacia
atrás.

Algo dentro de Elena se abrió, y el Poder se precipitó dentro de ella. De


pronto, ella supo cómo hacerlo. Ahora estaba llena de Poder, lista para desatarlo, y Page
estaba todo enfocado en Damon. Él no, le dijo de nuevo a su Poder. Damon no.
Como lo que se sentía un enorme esfuerzo físico, arrancó su atención fuera de él,
de regreso a Klaus y Stefan.
L.J. Smith Destiny Rising
Sacudió una mano y una de las vigas del pajar se soltó, y la lanzó contra
Klaus, golpeándolo hacia atrás, mientras Stefan trepaba.

Hubo un chillido fino, apenas audible sobre el ahora fuerte crepitar de las
llamas, y Elena rodó para ver a Bonnie en el agarre de uno de los vampiros de
Klaus, pateándole furiosamente mientras luchaba. Su mano estaba sujeta a su boca
para prevenir que cantase cualquier hechizo.

Con un pulso de furia, Elena lanzó una tabla partida a través del pecho del
vampiro y le vio caer sin vida al suelo.

Klaus estaba de nuevo en pie ahora. Stefan había sido abordado por otro de
los descendientes de Klaus, y cerca de ella, Damon luchando con un vampiro
enorme, de cabello rojo y brutal. Un Vikingo, pensó Elena. Klaus estaba llamando el
relámpago a su alrededor, y el aire estuvo espeso con oscuridad, con humo
asfixiante.

No, pensó Elena, y caminó hacia Klaus, empujando el fuego delante de ella.
Tenía que mantenerlo fuera de sus amigos, mantenerlo fuerte alrededor del mismo
Klaus.

Ahora las llamas estaban alrededor de ella. Mirando hacia atrás, pensó, podía
ver que el aire estaba más claro donde sus amigos peleaban, y parecía como si
estuvieran ganando. Mientras observaba, Meredith presionó su estaca contra el
corazón de su hermano, y él le dijo algo a ella. Estaban muy lejos y las llamas eran Page
muy ruidosas para que Elena escuchase sus palabras, pero la cara de Meredith se
retorció en una sonrisa triste mientras ella embestía la estaca a través de su
corazón.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena tosió y tosió de nuevo. Era difícil atrapar su respiración en medio de
todo este humo, y sus ojos estaban escociendo. Ella usó su mente para empujar las
llamas cerca de Klaus. Aunque era muy agotador, este nuevo Poder, y estaba muy
mareada. Podía sentir el Poder drenando fuera de ella ahora, que ya no estaba
centrado en Damon, e intentó aferrarse a éste. Elena exhaló y jadeó de nuevo.
Klaus la estaba mirando, alcanzándola, y sus manos sucias, salpicadas de cenizas,
moho y sangre, rozaron su brazo.

Ella reunió lo último de su energía y vertió su fuerza en su nuevo Poder,


forzando a las llamas a ir más alto entre sus amigos y los vampiros de Klaus,
forzándolos a apartarse, forzando a sus amigos a retroceder, lejos del final del
establo donde ella enfrentaba a Klaus. Alrededor de Klaus y Elena, el fuego rugió.

―¡Elena! ¡Elena!― podía escuchar sus voces gritando, y atrapó la vista del
rostro agonizante de Stefan justo antes que las paredes colapsasen encima de ella y
Klaus, haciéndoles desaparecer.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 36
Traducción por Mais020291
Corregido por tamis11

S
tefan apretó los puños, la mordida de sus uñas contra sus palmas
ayudando a evitar la niebla de miseria que lo estaba envolviendo.
Elena no estaba muerta. No creería eso.

La oscuridad completa había caído, y finalmente los bomberos habían


apagado el incendio que había consumido los antiguos establos. Cuidadosamente
estaban trabajando a través de los escombros, sacando cuerpo tras cuerpo.

Afuera de las barreras de protección, tapados por un grupo de árboles, Stefan


y los otros esperaron. Meredith y Bonnie se aferraban una a la otra, Bonnie con
lágrimas. Andrés estaba sentado, aturdido y silencioso, en el suelo, sus ojos
enfocados en los movimientos lentos de los bomberos.

Stefan recordaba la mirada del rostro de Elena mientras la pared de fuego se


había caído encima de ella. Ella se veía tan resignada, tan pacífica mientras lo
miraba por última vez, las llamas que ella había puesto entre ellos, alzándose con Page
rapidez. La pared se había caído tan rápido ¿cómo podría haber escapado?

Una mano cayó en su hombro, y Stefan alzó la mirada para ver a Damon
frunciendo el ceño hacia los restos del establo.
L.J. Smith Destiny Rising
—Ella no está ahí, sabes —dijo Damon—. Elena ha tenido la suerte del diablo.
Ella nunca quedó ahí atrapada.

Stefan se inclinó sobre la mano de su hermano, sólo un poco. Estaba cansado y


desconsolado, y había comodidad en la familiaridad de Damon. —Ella murió dos
veces antes de su graduación de colegio —le dijo a Damon amargamente—. No sé
si a eso le puedo llamar suerte. Y ambas veces, fue nuestra culpa.

Damon suspiró. —Aunque ella regresó —dijo gentilmente—. No todos logran


eso. Difícilmente alguien, realmente. —Sus labios se torcieron en una media
sonrisa.

—Yo, por supuesto.

Stefan se apartó, sus ojos quemando. —No bromees—dijo en un murmuro


bajo y furioso. —¿Cómo puedes incluso tú bromear sobre eso ahora? ¿Te
importa?—Pero no debió de estar sorprendido. Damon había pasado las últimas
semanas mostrando violentamente, caprichosamente, lo poco que se preocupaba
por cualquiera de ellos.

Damon lo miró, sus ojos oscuros firmes. —Me importa—dijo—. Sabes que lo
hago. Incluso cuando no quiero. Pero sé que ella no está muerta. Si no confías en la
suerte de Elena, piensa en Klaus. Tomaría más que un incendio para matarlo.

—El fuego mata a los vampiros—dijo Stefan, con terquedad. —Incluso a los
viejos.

—Jugó con el rayo —dijo Damon y se encogió de hombros—. No creo que


haya mucho que pueda matar a Klaus.
Page
Los bomberos habían detenido su investigación, cada pulgada de madera y
tierra quemada entregada, y estaban cubriendo los cuerpos con lienzos oscuros.

Voy a echarle un vistazo.


L.J. Smith Destiny Rising
Damon le dijo silenciosamente a Stefan, y se transformó en un cuervo,
agitándose a través de la noche para aterrizar en un árbol cerca de los cadáveres.

Unos momentos después, estaba de vuelta, volviendo a sí mismo de nuevo


antes de que sus pies hayan tocado el suelo, así que tropezó un par de pasos,
menos pulido y listo que lo normal. Stefan estaba vagamente al tanto de todos,
todos sus aliados, reunidos, pero sus ojos estaban enfocados suplicantes en
Damon. Abrió su boca, pero la pregunta que necesitaba ser respondida no salía.

¿Elena está ahí?, pensó desesperadamente. ¿Lo está?

Si Elena se había ido, si se había sacrificado para salvarlos, Stefan estaría


muerto por la mañana. No había nada para él sin ella.

—Elena no está ahí —dijo Damon, cortamente— Tampoco Klaus. Son todos
los descendientes de Klaus.

Bonnie dio un sollozo de alivio corto y roto, y Meredith sacudió su mano con
fuerza, sus nudillos blanqueándose.

—Klaus debe de tenerla—dijo Stefan, el mundo enfocándose de nuevo ahora


que tenía un propósito—Tenemos que encontrarla antes de que sea muy tarde.

Sus ojos encontraron los de Damon, verde hoja y negro mantenido, por una
vez, exactamente la misma expresión: miedo y esperanza en igual medida. Damon
asintió. Los dedos de Stefan se relajaron donde aún agarraban la camisa de Damon,
y jaló a su hermano hacia él en un breve abrazo, intentando mandarle todo el amor
y gratitud que nunca había podido colocar en palabras. Damon estaba de vuelta. Y
si había alguien que podía ayudarlo a salvar a Elena, era Damon.
Page
—¿Hay algo que puedas hacer? —Stefan le preguntó a Andrés. Podía
escuchar el ruego en su propia voz.
L.J. Smith Destiny Rising
A su alrededor, los otros se veían tensos, esperando una respuesta. Bonnie
estaba aferrada al hombro de Shay, vendando una mordida asquerosa de un
vampiro, y sus dedos hábiles se pusieron rígidos con ansiedad hasta que Shay le
dio un silencioso gruñido.

—Espero poder —dijo Andrés—. Lo intentaré.

Se arrodilló y colocó sus palmas planas contra el suelo debajo de los árboles.
Observándolo, Stefan sintió el crepitar del Poder en el aire. Andrés se mantuvo
muy quieto, ojos marrones entrecerrados y enfocados. Nuevas briznas de césped se
asomaron por la tierra, curvándose sobre sus dedos.

—Este no están efectivo como los Poderes de rastreo de Elena —explicó—pero


a veces puedo sentir a las personas. Si ella está tocando la Tierra, sabré dónde está.

Andrés se mantuvo ahí por lo que pareció un tiempo largo, su rostro pacífico
y alerta. Mientras hundía sus dedos profundamente en el suelo, enterrando la
punta de los dedos en la tierra a la base de un árbol abedul blanco, éste desplegó
nuevas hojas.

—Más rápido —ordenó Damon, su voz baja y peligrosa, pero Andrés no


respondió siquiera con un movimiento. Era como si se hubiera hundido tan
profundamente dentro de sí mismo – o en su comunión con la tierra, Stefan no
estaba seguro de cuál – que ya no podía escucharlos.

El pulso de Stefan estaba punzando más rápido de lo que podía recordar


desde antes de convertirse un vampiro. Abría y cerraba los puños, evitando
sacudir a Andrés. El Guardián estaba haciendo lo mejor que podía, y distraerlo no Page
lo haría trabajar más rápido. Pero Elena, oh, Elena.

Más lejos, podía escuchar a Matt buscando en el bosque, llamando:—¡Chloe!


¡Chloe!—La joven vampiro había logrado salir de los establos; Stefan estaba seguro
que la había visto, oscurecida con ceniza pero ilesa. Sin embargo ahora no estaba
L.J. Smith Destiny Rising
por ningún lado. El corazón de Stefan dolió en simpatía. La chica que Matt amaba
también estaba desaparecida.

—Fuerza —dijo Andrés. Era la primera palabra que había dicho en un tiempo,
e inmediatamente la atención de Stefan regresó a él. Andrés inclinó su cabeza hacia
atrás para mirar a Damon y Stefan, su frente arrugándose en confusión. —Elena
está viva —dijo— Estoy seguro que está viva, pero se siente como si estuviera
debajo de la tierra.

Stefan se hundió en alivio: viva. Miró a Damon para confirmar. —¿Los


túneles? —preguntó y Damon asintió. Klaus debe haberla llevado a los túneles que
entrecruzaban el suelo debajo del campus, los que la Sociedad Vitale había usado.

Meredith, sentada cerca con Alaric, saltó a sus pies. —¿Dónde está la entrada
más cercana?—preguntó.

Stefan intentó imaginarse el laberinto de pasajes que Matt había dibujado para
él antes de su batalla contra los vampiros Vitale. Había tantas áreas en blanco y
entradas a medio dibujar en su mapa mental, porque Matt sólo había viajado un
camino pequeño en lo que parecía ser un laberinto vasto y torcido, subyacente a la
escuela y tal vez la ciudad.

Pero, por lo que sabía…

—La casa segura de los vampiros —dijo Stefan, con decisión.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 37
Traducido por Izzi
Corregido por tamis11

E l hombro de Elena golpeó contra algo duro, y ella hizo un pequeño sonido de
protesta. Todo lo que quería hacer era dormir, pero algo no la dejaría
descansar. Sus piernas heridas.

Su cabeza impactó contra algo, y la perspectiva de Elena cambió. Alguien la estaba


arrastrando por las piernas, se dio cuenta, el resto de su cuerpo deslizándose por el suelo.
Su pelo atrapado, tirando de su cabeza, antes de soltarse. Lentamente, abrió los ojos.

―¿De vuelta conmigo, pequeña? ―dijo Klaus, sonando desconcertantemente jovial. Él


era el que la arrastraba, se dio cuenta Elena, y aunque estaba oscuro él había notado
claramente cuando ella se despertó. Él rió, con una oscura e inquietante risa entre dientes
haciéndola encogerse ―No puedo matarte con mis dientes, ni con mi daga, pero un
cuchillo normal funcionará, ¿verdad? Podría atarte y tirarte al lago para que te ahogues.
¿Qué opinas?

La boca de Elena estaba seca y le costó un par de intentos producir algún sonido. Page
―Creo ―dijo al fin, con voz pastosa―, que Stefan me salvará.

Klaus rió de nuevo.

―Tu querido Stefan no será capaz de encontrarte ―dijo―, ya nadie puede salvarte.
L.J. Smith Destiny Rising
***

No habían estado en el refugio desde que lo habían dejado con Chloe, la noche de la
resurrección de Klaus. Cuando llegaron, el vago olor de verbena aún permanecía en el
sótano, y la piel de Stefan escoció en reacción. Meredith hizo palanca en una trampilla en
el suelo, y Stefan bajó primero, los otros le siguieron.

Todos excepto Matt habían venido, armas en mano, llevando linternas y faroles,
tensos y listos para pelear. Matt se había quedado atrás para buscar a Chloe. Bonnie, Alaric
y Meredith se mantuvieron juntos, con las caras pálidas y cansadas. Shay, Zander y los
otros hombres lobo se mantenían juntos también, alerta a cualquier ruido u olor en la
oscuridad. Y Damon, Stefan y Andrés formaban la vanguardia, esforzándose por algún
indicio de Elena.

Parecieron caminar durante millas, a través de pasajes subterráneos que se


encogieron cuando pasaron, pasando desde pasajes de hormigón a túneles polvorientos
excavados en la tierra. Andrés se detenía frecuentemente y tocaba el suelo y las paredes,
escuchando con sus manos antes de elegir una dirección.

―¿Viniste por este camino cuando ahumaste los túneles? ―preguntó Stefan a
Meredith, mientras esperaban impacientemente durante una de esas paradas, y ella
sacudió la cabeza con los ojos muy abiertos.

―Estamos mucho más profundo bajo tierra de lo que yo sabía que los túneles
llegaban ―dijo ella―. No tenía ni idea de que la Sociedad Vitale tenía algo como esto
elaborado.

―Me pregunto si de hecho fue la Sociedad Vitale ―interrumpió Bonnie de repente.


―Usaban estos túneles pero me está dando la sensación de que hay algo más antiguo aquí.
Algo escalofriante. Page
Sigilosamente, Alaric alzó su linterna más alto, iluminando una serie de runas
talladas profundamente en la roca sobre ellos.

―No puedo leerlas ―dijo él― pero deben ser siglos anteriores a Dalcrest.
L.J. Smith Destiny Rising
La oscuridad que presionaba desde todas partes, ahora que Stefan se concentraba en
ella, parecía respirar con secretos sin edad. Era como si hubiera algo enorme y durmiente,
justo fuera de la vista, envuelto en sí mismo y esperando a despertar. Su pecho dolió con
ansiedad. Elena…

***

El constante golpeteo de los pasos de Klaus se detuvo, pero Elena aún estaba
deslizándose hacia delante. Con un shock, se dio cuenta de que él estaba tirando de ella
hacia él y se revolvió desesperadamente, intentando alejarse bruscamente.

Aunque estaba muy cansada. Había usado más de su Poder, de lo que nunca lo había
hecho antes, y se sentía agotada e indefensa. Elena no podía hacer más que luchar
débilmente mientras Klaus la levantaba, recogiéndola en sus brazos tan cuidadosamente
como si fuera un bebé.

―No ―susurró ella con voz ronca.

Sintió la mano de Klaus acariciando su pelo hacia atrás, y se estremeció con repulsión
ante el suave toque en la oscuridad. Luchó débilmente, pero su Poder estaba contenido en
su lugar.

―Podría haber dejado que el fuego te matase ―susurró él, su voz íntima y casi tierna.
―¿Pero qué hay de poético en eso? Mi mordisco puede no herirte, pero quiero probar a la
chica que tanto fascina a los vampiros. Nunca he probado a un Guardián antes. ¿Tu sangre
es especialmente dulce?

Él presionó su boca contra el cuello de ella y Elena se encogió. Ya no podía luchar.


Sus colmillos se introdujeron en ella, dolorosa y exigentemente, y pareció como si su
garganta hubiera sido abierta en dos. Ella intentó gritar, pero solo salió un gemido.
Page
Él no puede matarme así, se recordó desesperadamente. Y sin embargo parecía como si
su vida estuviera desvaneciéndose.

***

Andrés aún estaba perfectamente de pie, con una mano presionando contra la roca.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Qué es? ―dijo Stefan bruscamente.

Andrés abrió los ojos. Su cara estaba sombría.

―La he perdido ―dijo―. Estaba muy cerca pero ahora… Ya no está tocando la Tierra.
No sé dónde está.

―¡Elena, Elena! ―gritó Stefan mientras corría rebasando al resto del grupo. Ella no
podía haberse ido. Tras él, podía oír las pisadas de las botas de Damon acercándose por
detrás.

Delante de las linternas, rodearon la esquina entrando en la completa oscuridad.


Stefan canalizó Poder a sus ojos y así pudo ver.

Justo delante de ellos, Klaus alzó la cabeza, con sangre chorreando de su boca y
goteando de su barbilla. En sus brazos, Elena yacía flácida, su sedoso pelo dorado
enmarañado y sucio, colgado sobre el brazo de Klaus. Stefan rugió y corrió hacia delante.

Klaus se lamió los labios despacio con su lengua rosada, y entonces se estremeció,
con una sonrisa en la cara. Lentamente, todavía sonriendo, se desplomó en el suelo,
aterrizando Elena con un ruido sordo delante de él. El corazón de Stefan se derrumbó
mientras saltaba hacia ella. Elena yacía en el centro del camino. Ella estaba inmóvil y muy
pálida, su cabeza se dobló a un lado, los ojos cerrados.

Había sangre por todas partes, manchando su camiseta una vez blanca, de un
profundo e intenso rojo. Su garganta estaba cubierta de sangre.

Y más allá de ella, tan flácido como un juguete tirado, yacía Klaus. Aunque no había
marca en él más que un fino rastro de sangre en la comisura de su boca, Stefan no tenía
duda de que estaba muerto. Nadie vivo estaría así, como si todo lo que había sido parte de
él se hubiera ido, dejando un muñeco de cera en su lugar. Especialmente no el Klaus Page
manipulador de rayos, que había brillado con una dorada y despreciable ira. Parecía un
cadáver mal conservado.

Aunque, Elena…

Para el asombro de Stefan, Elena se removió, aleteando las pestañas.


L.J. Smith Destiny Rising
Stefan la recogió en sus brazos. Estaba muy pálida, pero su latido era regular. Sobre
él rondaba Damon, con la boca torcida con ansiedad.

―Vivirá ―musitó Damon, parcialmente para él, parcialmente para Stefan.

Stefan abrió la boca para asentir, pero todo lo que salió fue un sollozo entrecortado.
Comenzó a besar a Elena, salpicando sus mejillas, boca, frente y manos con suaves besos.

―Stefan ―murmuró ella débilmente y sonrió―. Mi Stefan.

―¿Qué ha pasado? ―preguntó Bonnie mientras los otros rodeaban la curva y corrían
adelante.

Solo Andrés aún permanecía justo pasada la curva en el túnel, mirando fijamente a
Elena, con el rostro lleno de asombro.

―Ella es la Única ―exhaló él.

―¿La Única qué? ―preguntó Elena, aun sonriendo aturdida. Se había alzado y
acariciaba la mejilla de Stefan.

Andrés parecía tener problemas para hablar. Tragó saliva, se lamió los labios, y tragó
de nuevo, pareciendo un poco perdido.

―Hay una leyenda ―dijo él finalmente, vacilando. ―Una leyenda de Guardianes.


Dice que un día un Guardián jurado, uno nacido de un Guardián Principal, vendrá a la
Tierra. Su sangre, la sangre que los Guardianes han transmitido a través de generaciones,
será el anatema de las más antiguas criaturas de la oscuridad.

―¿Eso qué significa? ―preguntó Stefan bruscamente.

Andrés levantó su linterna, iluminando el patético y mermado cadáver de Klaus.


Page
―Significa ―dijo con la voz llena de asombro― que la sangre de Elena ha matado a
Klaus. Mataría a cualquiera de los Antiguos Originales, el puñado de vampiros y
demonios que han caminado por la Tierra desde los albores de la civilización humana…
quizá antes. Significa ―dijo―, que Elena es un arma muy valiosa.
L.J. Smith Destiny Rising
―Espera ―dijo Damon―. Eso no puede ser cierto. Yo he bebido la sangre de Elena.
Stefan ha bebido la sangre de Elena.

Andrés se encogió de hombros.

―A lo mejor sus cualidades solo son fatales para los Antiguos Originales. Eso es todo
lo que la leyenda dice.

―Y su sangre es especial ―dijo Stefan, con la voz áspera.

Damon y él intercambiaron miradas rápidas y avergonzadas. La sangre de Elena era


intensa y embriagadora, incontables veces más potente que cualquier otra sangre que
Stefan hubiera probado nunca. Él había pensado que la diferencia se debía al amor que
compartían.

―Pero… ―dijo Bonnie ceñuda―. Tus padres no eran Guardianes, ¿verdad? ―le
preguntó a Elena.

Elena sacudió la cabeza, pero sus ojos estaban serios y sus párpados cayeron.
Necesitaba descansar y cuidados médicos apropiados.

―Podemos hablar sobre esto más tarde ―dijo Stefan bruscamente, se puso de pie, y
levantó a Elena cuidadosa y suavemente en sus brazos―. Ella tiene que salir de aquí.

―Bueno, no importa si es la Única o no ―dijo Meredith mirando al monstruo muerto


a sus pies. ―Elena mató a Klaus.

Todos se enderezaron inconscientemente, sonriendo. No tenían nada de lo que temer.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 38
Traducido por laurasoto

―¿
Corregido por Emi_93

Chloe? la llamó Matt, cautelosamente, mientras metía su


cabeza en uno de los cobertizos vacíos que rodeaban los
establos quemados. El cielo empezaba aclararse por el este,
marcando el final de una larga noche.

Todavía quedaban unos pocos bomberos y paramédicos cerca de los establos,


caminando por sobre las cenizas, por lo que tuvo que actuar aparentando
tranquilidad. Inspiró profundamente, tratando de calmarse.

Chloe tenía que estar en alguna parte, se recordó. Él la había visto después de
la pelea, cansada, pero no herida de gravedad. Probablemente solo se había
retirado, abrumada por toda la sangre y la adrenalina de la lucha. Ella aparecería
pronto.

El cobertizo estaba silencioso y oscuro. Matt levantó la linterna e iluminó


todas las paredes vacías del minúsculo espacio: nadie podría ocultarse allí. Cuando
estaba a punto de seguir adelante cuando un ruido débil, como si algo rascara,
llamó su atención. Page
No estaba totalmente vacío, entonces. Enfocando la linterna hacia el suelo
alcanzó a ver unos ojos brillantes y una larga cola antes de que un ratón se
asomara y volviera a ocultarse, fuera de la vista de nuevo. Nada más.
L.J. Smith Destiny Rising
Chloe. siseó él, dirigiéndose hacia el antiguo granero, el último edificio
anexo que aún no había buscado.

Tres hombres lobo, los más maltratados y ensangrentados de la manada


después de la batalla, se quedaron después del resto se hubiera ido a la caza de
Klaus y Elena. Pero se habían ido ahora. Se habían ofrecido a Matt en la búsqueda
de Chloe, pero los había despedido: en ese punto, todavía había estado seguro de
que iba a encontrarla en cualquier momento.

Voy a estar bien. le había dicho Matt a Spencer. Ve a cuidar de tus


heridas. La voy a encontrar. Probablemente sea estúpido estar tan preocupado.

A Matt siempre le había parecido que Spencer solo tenía gel para el cabello
por cerebro, pero él lo detuvo con una mirada sorprendentemente astuta.
Escucha. le dijo, arrastrando las palabras, con su acento de chico con buen
gusto, de surfista, tratando de sonar tranquilo, a pesar del dolor en su voz. Te
deseo lo mejor, de verdad lo hago, pero los vampiros…

Lo sé. dijo Matt, haciendo una mueca. Él lo sabía. Podría haber escrito el
libro sobre las razones para no salir con vampiros, pero eso había sido cuando
había estado pensando en Elena, no en í mismo, y antes de conocer a Chloe. Ahora
era diferente. Voy a encontrarla. dijo, absurdamente conmovido por la
preocupación de Spencer. Gracias, sin embargo. En serio.

Había sentido nostalgia mientras observaba a Spencer y sus amigos alejarse,


como si fuera la última persona que quedaba en el mundo, una vez que los
hombres lobo se perdieron de vista.
¿Dónde podría estar Chloe? Habían estado hombro con hombro después de
que la mitad del techo se cayera. Chloe había estado temblando, sus pupilas
estaban dilatadas, sus manos manchadas de sangre, pero ella había estado con él.
Y, luego, en algún momento, cuando su pánico aumentó al darse cuenta de que
Elena había estado bajo el techo de fuego cuando se derrumbó, Chloe se había ido. Page
Pensar que Elena estaba en las garras de Klaus le dio una punzada de
culpabilidad. Elena era su amiga y la chica que había sido el sol que giraba en
torno a él durante tanto tiempo. Quería buscarla junto con los demás. Pero
necesitaba encontrar a Chloe, también.
L.J. Smith Destiny Rising
El granero estaba destartalado, una de sus puertas dobles colgando torcida
por una sola bisagra. Matt se acercó con cautela porque no haría ningún bien si
Chloe estaba capturada y atrapada bajo una puerta de granero derrumbada.

La puerta medio rota tembló y crujió, pero no se cayó cuando él trepó como
pudo a través de la brecha entre él y el interior del granero. El haz de la linterna
brillaba en el oscuro interior. El polvo se levantó ante el haz, las partículas flotando
en el aire espeso. En el interior, algo se movió, y Matt caminó hacia adelante,
barriendo con la linterna hacia arriba y hacia abajo. Lejos, en la parte de atrás, vio
algo blanco. A medida que se acercaba, Matt se dio cuenta de que estaba mirando
la cara de Chloe, iluminada por la luz de la linterna, loca de pánico.

Después de una larga búsqueda, Matt se tomó un momento para procesar lo


que estaba sucediendo: su primera reacción fue una oleada de alivio, gracias a Dios
que había encontrado a Chloe por fin. Entonces se percató de que Chloe estaba
manchada de sangre y que, tendido en sus brazos, estaba Tristán.

Chloe parpadeó ante la luz de Matt durante un momento, y luego su rostro se


llenó de consternación. Empujó a Tristán lejos de ella, horrorizada. El hombre lobo
dejó escapar un débil grito de angustia al golpear el suelo con un ruido sordo, y
luego se quedó inmóvil.

Oh, no. dijo Chloe, cayendo de rodillas a su lado. Oh, no. No fue mi
intención.

Matt corrió hacia ella. ¿Está vivo? le preguntó.

Chloe lo había intentado tanto, y él había estado allí, en cada paso del camino,
la había ayudado en todo lo que había podido. La vida era suficientemente injusta.

Pero ahora la cabeza la cabeza de Chloe estaba inclinada sobre Tristán,


pasando su mano con urgencia sobre su cuerpo, tratando de despertarlo. Matt se Page
agachó al otro lado de Tristán, intentando comprobar las lesiones del hombre lobo.

Dios, el pobre hombre estaba sangrando por todas partes. Debía de haber
olido como un banquete para Chloe.

Lo siento mucho, Tristán. murmuró Chloe. Por favor, despierta.


L.J. Smith Destiny Rising

Tristán, ¿me oyes? preguntó Matt, comprobando su pulso. El corazón del


hombre lobo latía lentamente y de manera constante, y respiraba bien.

El ataque había sido duro. Los ojos del hombre estaban desenfocados, y no
respondió cuando Matt lo llamó por su nombre una vez más, mientras lo sacudía
suavemente.
Creo que voy a tratar de… um… calmarlo. dijo Chloe, herida. Igual que
a los conejos.

Deberíamos conseguir un poco de ayuda. dijo Matt sin mirarla,


bruscamente.

Ella no respondió. Matt miró hacia arriba y vio el horror y la culpa en su


rostro, las lágrimas corriendo por sus mejillas redondeadas, dejando surcos a
través de la sangre de alrededor de su boca. Ella había bromeado con él una vez
diciendo que se veía horrible cuando lloraba; y ahora frotaba su nariz con el dorso
de la manga. En la penumbra, sus ojos parecían pozos de miseria.

Vamos. dijo él, más suavemente. Este no es el fin del mundo. Vamos a
empezar de nuevo. No deberías haber estado en una batalla en estos momentos.
Era demasiado duro para ti estar cerca de toda esa acción. De toda esa sangre. A
pesar de sí mismo, su voz tembló un poco al decir la palabra sangre. Matt tragó
saliva con tristeza e hizo un esfuerzo para que su voz sonara segura. Todo el
mundo se aísla cuando está saliendo de una acción. Regresaremos al cobertizo,
lejos de todo el mundo. Todo va a estar bien. Sonaba desesperado, incluso para
sí mismo.

Chloe negó con la cabeza. Matt… empezó ella.

Fue un error. le dijo Matt con firmeza. Tristán va a estar bien. Y tú


también. Page
Chloe negó con la cabeza de nuevo, esta vez con más energía, los rizos que
Matt siempre había encontrado tan adorables volaban alrededor de su cabeza.
No estoy bien. dijo rotundamente. Y no voy a estar bien. Te quiero Matt, de
verdad lo hago. su voz se quebró en un sollozo, luego inhaló profundamente y
empezó de nuevo. Te amo, pero no puedo vivir así. Stefan estaba en lo cierto, no
L.J. Smith Destiny Rising
estoy realmente viva ahora, en lo absoluto. No soy lo suficientemente fuerte. Las
cosas no mejorarán para mí.

Tú eres lo suficientemente fuerte. la contradijo Matt. Te voy a ayudar.


Estaba amaneciendo afuera, y pudo ver la ceniza y los rastros sangrientos que
habían dejado las lágrimas en la piel de Chloe. También tenía profundos círculos
bajo sus ojos.

Estoy muy contenta de haber podido quedarme contigo un tiempo. le dijo


ella. Cuidaste muy bien de mí. Ella se inclinó hacia adelante, sobre el cuerpo
de Tristan, y lo besó. Sus labios eran suaves y sabían a cobre y sal. Su mano
encontró la de él y presionó algo pequeño y duro contra su palma. Poniendo fin al
beso, dijo con voz débil: Espero que algún día encuentres a alguien que te
merezca, Matt. y se puso de pie.

No lo hagas… dijo Matt, preso del pánico, y se acercó a ella. Te


necesito, Chloe.

Chloe lo miró, con el rostro tranquilo y seguro. Incluso sonrió un poco. Esto
es lo correcto. le dijo. En unos pocos pasos, había cruzado el granero y se
deslizaba a través de la brecha entre las puertas. El amanecer ya estaba llegando, y
su cuerpo estaba oscuro en contraste con el rosa y dorado claro de la luz. Luego
hubo una explosión de fuego, y Chloe se derrumbó en un montón de cenizas.

Matt miró hacia el pequeño objeto duro que había dejado en su palma. Era un
pequeño pin con la forma de una V, de piedra azul. Él tenía uno también: la
insignia Vitale que Ethan le había dado a todos ellos, en la época que él, Chloe y las
otras promesas eran humanos. Todos inocentes. Era la piedra de lapislázuli
encantada que protegía a Chloe de la luz del día.
Cerró la mano alrededor de ella, ignorando el dolor que le causaban sus
bordes afilados presionando contra su palma, y dejó escapar un sollozo seco, que
ascendía y descendía. Tendría que levantarse en un minuto. Tristán necesitaba su Page
ayuda. Pero, por un momento, Matt inclinó la cabeza y dejó que las lágrimas
fluyeran.
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 39
Traducido por Pili
Corregido por tamis11

S
tefan y Elena no podían dejar de tocarse el uno al otro.
Pequeños detalles, un ligero beso, o una ligera caricia en la
mejilla.

—Estas vivo Stefan —dijo ella, sus ojos de abrieron.

—Creía que te había perdido.

—Nunca —dijo Elena, alzándose de su cama para tirar más cerca de él hasta
sentarlo. —No voy a ir a ninguna parte sin ti.

Klaus estaba muerto y Elena había sobrevivido. La gran sorpresa de ello la


tenía empapada de alegría.

Pero Stefan acarició su pelo retirándolo de su cara, y la mirada en sus ojos. —


Page
Amor, pero de alguna manera todavía me ata una preocupación—. Hizo que la
efervescencia de ella se desinflara.

—¿Qué es eso? —ella peguntó, repentinamente de forma agresiva.


L.J. Smith Destiny Rising
Stefan meneó la cabeza. —La tarea no está hecha —él dijo—. Los Guardianes
aún podrían llevarte lejos.

Elena había estado evitando pensarlo con todo lo que tenía, pero las palabras
de Stefan. Sus temores y dejo que un pensamiento la desbordara: los Guardianes
aún esperaban que matara a Damon. Y el castigo por no hacerlo sería dejar la
Tierra. Perder a Stefan.

—Te amaré pase lo que pase—, Stefan dijo. Sus cejas se apretaron, y Elena sabía
los temores con los que él combatía: el miedo a perder a Elena después de todo y el
miedo a perder a Damon. —Lo que decidas Elena, confío en ti—. Levantó su
cabeza, y su mirada se mantuvo insondable y fija, sus ojos brillaban.

Elena le alcanzó y recorrió con sus dedos la frente de Stefan, tratando de borrar
las líneas de su ceño. —Pienso…—ella dijo lentamente— creo que puedo hallar la
manera de salvarnos a ambos, tanto a mí como a Damon. Eso espero.

En ese momento Andrés tocó suavemente a la puerta entreabierta de la


habitación de Elena y ella le saludó con una sonrisa.

—¿Cómo te sientes? —él pregunto serio—. Puedo regresar más tarde si estás
descansando.

—No, no lo estoy —dijo ella, acariciando la silla por su cabecera—, quiero que
me pongas al corriente sobre todo lo que está pasando. Page

—Si desean hablar del trato de los Guardianes, puedo dejarlos solos, tal vez le
traiga algo de comer a Elena —dijo Stefan— Yo no quería dejarla sola.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan besó a Elena una vez más y ella trato de verter todo el amor y
tranquilidad que sintió en su abrazo. Cuando finalmente se apartó, las líneas de su
rostro eran más suaves, más relajadas. Todo lo que ella estaba planeando, su
mirada le aseguró, que él estaría con ella.

Cuando él se fue. Andrés tomó la silla de al lado de su cama. —¿Stefan ha


estado cuidando de ti? —Preguntó él.
—Oh, si —dijo Elena, estirándose despreocupadamente y tratando de apagar
sus pensamientos graves por un momento. Casi había muerto. Tenía el derecho a
ser mimada y consentida por un día, sin duda. —Intentó hacerme una especie de
bebida caliente con leche, hoy temprano. Supuestamente estoy en una etapa
delicada en mi recuperación—. Ella comenzó a reír, pero la risa se interrumpió
abruptamente cuando se encontró con la mirada de Andrés.

—¿Cuál es el asunto? —ella dijo en un tono diferente, más nítido, sentándose.


—¿Qué ha pasado?

Andrés agitó una mano desdeñosamente. —No ha pasado nada —dijo él—
Sólo, tal vez deberíamos hablar después de que hayas tenido más tiempo para
recuperarte. Lo que tengo que decir no es una mala noticia, no lo creo, pero es… —
Vacilo— Sorprendentemente —él concluyo por fin.

—Ahora tienes que decírmelo —dijo Elena—. O me temo que entrare en coma
—Viendo el parpadeo de preocupación en el rostro de Andrés, ella añadió
apresuradamente:— estoy bromeando. Page

—Bien, entonces —dijo Andrés— ¿Sabes cómo te encontramos en los túneles,


correcto? —Elena asintió con la cabeza.
L.J. Smith Destiny Rising
—Klaus estaba muerto —dijo ella— Tú dijiste que había una leyenda, que dice,
que la sangre de un Guardián nacido de un Tutor Principal mataría a los
Originales —Ella movió la cabeza—. Eso es lo primero que no entiendo. ¿Cómo
podía tener esa clase de historia familiar sin saberlo?

—Yo también, estoy teniendo problemas para entender —dijo Andrés—. Los
Guardianes Celestiales no tienen hijos, no es algo que nunca había oído. No son —
Frunció el ceño— gente, no exactamente. Eso es lo que había creído, al menos. Creo
que ambos tenemos mucho que aprender —Alcanzó su chaqueta y sacó de ella un
pequeño libro encuadernado en cuero—. Te he traído algo que espero que
iluminará algunas de tus preguntas —Él le dijo a ella— Comencé a leerlo, y luego
me di cuenta que estaba destinado para tus ojos, no para los míos. La policía
finalmente me permitió regresar a la casa de James, y lo encontré allí. Creo que esto
es por lo que él llamo, cuando dijo que había encontrado un modo de matar a
Klaus, y lo que escondió antes de que Klaus lo matara. Se lo debieron enviar a él
después de que tus padres murieran.

—¿Mis padres? ¿Qué es? —Elena preguntó, llegando hasta donde él, y
tomando el libro. Se sentía extrañamente cómodo en su mano, como si
naturalmente le perteneciese.

Andrés vaciló por un largo instante, antes de que respondiese. —Creo que es
mejor que lo averigües por ti misma—. Él dijo finalmente. Se paró y tocó
brevemente a Elena en el hombro. —Te lo dejo.
Page
Elena asintió con la cabeza y le vio marcharse. Andrés le envió una pequeña
sonrisa, cuando cerró la puerta tras él. Luego, asombrada, volvió su atención al
libro. Era bastante simple, sin dibujos o palabras grabadas en el exterior, y estaba
cubierto en un cuero muy suave de color marrón pálido. Al abrirlo, vio que era un
L.J. Smith Destiny Rising
diario escrito a mano, de cualquier manera, con una escritura desordenada como si
el escritor hubiese tenido prisa de expulsar un millón de pensamientos y
sentimientos en esas páginas.

No les permitiré que Elena, ella leyó, las palabras de la primera página hasta la
mitad, respirando con dificultad. Echando un vistazo a la página, unos nombres
surgieron en ella: Thomas, su padre, Margaret su hermana. ¿Este era el diario de su
madre? Sintió su pecho apretado de repente, ella tuvo que contenerse duro. Su
bella, y preparada madre, quien había sido tan hábil con sus manos y con su
corazón, a quien Elena había querido y admirado mucho. Este hallazgo fue casi
como escucharla hablar una vez más.
Después de un instante, ella recuperó la compostura y comenzó a leer de
nuevo.

Elena cumplió doce años ayer. Yo estaba bajando las velas para el cumpleaños del
armario, cuando la marca de la eternidad de mi palma comenzó a picar y a quemar. Casi se
había desvanecido haciéndose invisible después de tantos años, cuando mire mi mano de
repente era tan clara como la primera vez que me inicie en mis tareas. Sabía que mis
hermanas estaban llamándome a mí, recordándome lo que ellas creen que yo les debo.

Pero no les permitiré tener a Elena.

No ahora, y tal vez nunca.

No repetiré los errores que he hecho, tan desastrosamente, en el pasado. Page


Thomas entiende. A pesar de que estuvo de acuerdo cuando éramos jóvenes, cuando
Elena era tan solo la idea de un niño para él en lugar de esa niña divertida, autosuficiente,
perspicaz, él sabe que nosotros no podemos dejar que se vaya. Y Margaret, mi dulce bebé
Margaret, los Guardianes la querrán, también, eventualmente, debido a lo que yo solía ser.
L.J. Smith Destiny Rising

Los Poderes que mis queridas niñas tendrán son casi inimaginables.

Y así los Guardianes Celestiales, una vez mis hermanas y hermanos, desean poner sus
manos sobre ella tan pronto como sea posible, quieren que sean armas en lugar de niños,
clarividentes guerreros con ningún rastro de la humanidad cerca de ellas.

Una vez, se los había permitido. Me alejé de Katherine cuando ella era sólo un bebé,
fingieron que yo había muerto, para que ella pudiera cumplir con el destino que yo creía que
era inevitable y adecuado para ella.

Elena paro de leer. Su madre ¿había tenido otro hijo? El nombre debe ser una
coincidencia, aunque: la Katherine que ella conocía, la de Damon y Stefan, era
cientos de años más vieja que ella. Y tan lejos de ser un Guardián en la medida de
lo posible.

Había un montón de Guardianes que se parecían, al igual que Elena, pensó.


Ella revisó en su retina los rostros que había visto en la Corte Celestial:
pragmáticos, ojos azules, rubias, secas y frías. ¿Podría una de ellas haber sido su
hermana mayor? Todavía, sin embargo, ella no podía quitarse su inquietud,
Katherine, su imagen en el espejo. Leyó de nuevo.

Pero Katherine fue una niña enferma, y los Guardianes le dieron la espalda, rechazando
el gran Poder que ella podría haber sido. Sus Poderes no llegarían a ella hasta dentro de
unos años. Y ellos no creyeron que ella sobrevivía el tiempo suficiente para ver ese día. Una Page
criatura humana que probablemente no viviría no valía su tiempo, ellos pensaron.

Mi corazón me dolía por ella. Había abandonado a mi hija para nada. Desde una
distancia prudente, la vi crecer: bonita y animada a pesar de sus enfermedades, valiente y a
pesar del dolor que sufrió, adorada por su padre, amada por los habitantes de su casa. Ella
L.J. Smith Destiny Rising
no necesitaba a la madre que nunca había conocido. Tal vez esto era lo mejor, pensé. Ella
podría vivir feliz, una vida humana, aunque fuese corta.

Luego, el desastre golpeó. Un sirviente, pensando que podría salvarla, ofreció a


Katherine transformarse en un vampiro. Mi dulce hija, una criatura de alegría y luz, fue
arrastrada sin contemplaciones en la oscuridad. Y la criatura que realizó la hazaña fue una
de las peores de su clase: Klaus, un Original/Antiguo. Si a Katherine le hubiesen entregado
sus Poderes, si los Guardianes la hubiesen convertido en uno de ellos, la sangre de
Katherine habría matado a Klaus. Pero sin esa protección, sino que simplemente el vinculo
que les ata a estar juntos es una fascinación que ninguno entiende.
Mi querida niña perdió, todo su encanto y su inteligencia trastocada, en lo que, en poco
tiempo, parecía ser simplemente un círculo vicioso, una muñeca rota, un juguete de Klaus.

No sé si la Katherine real está todavía allí debajo de esa vida de sombras que ella debe
vivir ahora.

Elena jadeó, un ruido estridente en sus propios oídos en la habitación en


silencio. No se puede negar la verdad ahora. La enfermedad de Katherine, el
regalo cruel de Klaus, estaban todos los detalles que Stefan le había dicho.
Katherine quien la odiaba y trato de matarla, a la que habían amado Stefan y
Damon siglos antes de que a la propia Elena, quien había destruido a Stefan y a
Damon, era su media hermana.

Parte de ella quería cerrar el libro para empujarlo a la parte posterior de su


armario y nunca, nunca, nunca pensar en ello. Pero ella no podía dejar la lectura.
Page
Estuve vagando durante muchos años, afligida por mi hija, por dar la espalda a los
Guardianes que una vez habían sido mi familia.
L.J. Smith Destiny Rising
Pero, después de siglos de soledad, conocí a mi dulce, honesto, a todas luces inteligente
Thomas y caí profundamente, irremediablemente, locamente enamorada. Nosotros fuimos
felices por un tiempo.

Y luego los Guardianes nos encontraron.

Vinieron a nosotros y nos dijeron que los Originales/Antiguos estaban ganando Poder.

Ellos eran demasiado fuertes, demasiado crueles. Destruirían la humanidad si podían,


esclavizarían al mundo en la oscuridad y en el mal.
Los Guardianes me rogaron que tuviera otro hijo. Sólo un Guardián Terrenal con
sangre de un Guardián Principal podría matar a un Original/Antiguo. Por lo que el
Original/Antiguo nunca podría ser resucitado. Mi peculiar situación – Una Guardiana
Principal que había abandonado su puesto para vivir una vida humana, que se había
enamorado – hizo de mí su única oportunidad.

Thomas sabía todo acerca de mi pasado. Él confió en mí para hacer la elección correcta,
y decidí decir que si, bajo ciertas condiciones. Daría luz a un niño que podría destruir a los
Originales/Antiguos pero ella no sería alejada de mí. Ella no podría ser tomada como un
arma, sino como una chica humana. Y, cuando ella tuviera suficiente edad, ella tomaría
libremente su elección: recibir sus Poderes o no.

Y ellos estuvieron de acuerdo. La sangre de Elena, la sangre de Margaret, era tan


especial, no estarían en desacuerdo.

Pero ahora quieren romper ese acuerdo. Quieren llevarse a mi hija ahora, aunque sólo
Page
tiene doce años.

Salvaré a Elena y Margaret, como no pude salvar a Katherine. Lo haré.


L.J. Smith Destiny Rising
Elena es sumamente protectora con sus amigos y su hermana menor.

Creo que ella decidirá convertirse en un Guardián, cuando tenga que tomar la decisión,
decidirá proteger al mundo de la mejor manera que pueda. Pero debe ser su decisión, no la
de ellos.

Margaret es demasiado joven para que yo sepa todavía si tendrá los ingredientes de un
Guardián. Quizás elegirá otro camino. Pero no importa lo que yo crea que ellas quieren,
deben tener tiempo de crecer antes de tener que tomar esa decisión.

Me da miedo. Los Guardianes son despiadados y no estarán contentos cuando me


niegue a que Elena vuelva con ellos.
Si algo me sucediera a mí, y a Thomas, antes de que las niñas hayan crecido, he hecho
arreglos para proteger a mis hijas de los Guardianes. Judith mi amiga del alma, fingirá ser
mi hermana y criara a Elena y a Margaret hasta que sean adultas.

Ya he hecho algunos encantamientos: mientras las chicas estén bajo su custodia, los
Guardianes no serán capaces de localizarlas.

Moriría, feliz, para proteger su inocencia. Los Guardianes nunca las encontraran, no
hasta que lleguen a la edad adulta y puedan elegir por sí mismas.

No puedo ver el futuro. No sé lo que va a suceder a cualquiera de mis hijas, más de lo


que cualquier padre sabe, pero he hecho mi mejor esfuerzo para proteger a Elena y a
Margaret, ya que no fui lo suficientemente sensata para proteger a Katherine. Pido a Dios
que esto sea suficiente. Y rezo par que algún día Katherine, también, encuentre su camino
Page
hacia la luz. Que mis tres niñas estén a salvo del peligro.

Lágrimas se deslizaban por las mejillas de Elena. Sentía como si una carga que
había estado llevando durante semanas de repente se había ido volando de sus
L.J. Smith Destiny Rising
hombros. Sus padres no habían planeado entregarla a los Guardianes, no habían
tenido un niño sólo para desecharlo. Su madre la había amado tanto como Elena
siempre había pensado.

Tenía que pensar cuidadosamente ahora.

Sus ojos se estrecharon, empujó sus almohadas contra la pared y se sentó.


Margaret estaba a salvo con tía Judith de momento, y eso era bueno. Ella no podía
considerar todas las repercusiones de Katherine siendo su hermana, no ahora.

Pero el hecho de que ella, Elena, era tan especial para los Guardianes, valiosa
para ellos, ¿Qué su sangre tenía Poderes únicos, los Guardianes estaban
desesperados por tenerla de su lado? La confirmación de ello en el diario de su
madre podría ser la última pieza que necesitaba para poner su plan de salvar a
Damon en movimiento.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 40
Traducido por Pili
Corregido por tamis11

L
os cubitos de hielo tintinearon ligeramente en su copa cuando Damon la alzó
en un brindis a Katherine. —Esto es por ti, querida —dijo él—. La última
superviviente del ejército de Klaus. Suerte que te perdieses la batalla, ¿no es
así?

Con una traviesa sonrisa, Katherine los miró de forma expresiva pestañeando con
coquetería, tomando un sorbo de su propia bebida, y acariciando el cojín del sofá al lado
de ella, invitando a Damon a sentarse.

—Gracias por avisarme, yo puedo haber estado en deuda con Klaus por traerme de
vuelta, pero no creía que le debiera otra muerte. Nunca tuve la intención de luchar contra
ti y tu preciosa princesa de nuevo. Puedo ser más vieja y fuerte que tú, pero siempre ha
habido mucha suerte de tu lado.

—No es mi preciosa princesa —Damon dijo con una mueca—. De Stefan. Ella nunca Page
fue realmente mía.

—Oh, bien —Katherine dijo alegremente—. Creo que siempre ha sido un poco más
complicado que eso, ¿no es así?
L.J. Smith Destiny Rising
Damon entorno su mirada. —Tú sabías acerca de que Elena sería un Guardián, ¿no?
—él requirió—. Y nunca se lo dijiste a Klaus, ¿por qué?

Una pequeña, y petulante sonrisa se dibujo en el rostro de Katherine. —Tú deberías


haber aprendido ya que nunca puedes pedir a una chica que te revele todos sus secretos. Y
yo estoy llena de secretos. Siempre. —Damon frunció el ceño. Él nunca había sido capaz
de conseguir que Katherine le dijese algo si ella no quería.

Un golpe en la puerta los interrumpió, y Damon se levantó y abrió la puerta para


encontrar a Elena fuera. Su cara estaba pálida y tensa, y sus ojos azul joya parecían
enormes cuando ellos te contemplan. Damon torció la ceja y le mostró su más brillante
sonrisa, negándose a reconocer el temblor nervioso que le recorría.

Ella se preocupaba por él, sabía eso. Él había tratado de echárselo en cara, para
negarlo, y no había funcionado. Pero también había algo en ella que la estaba conduciendo
a matarlo. La tarea como Guardiana la empujaba a cumplir con ello. Desde que él la había
salvado en el ascensor, él había caído en la cuenta de que Elena se estaba frenando así
misma.

Y él aún la amaba, probablemente siempre la amaría. Una parte de él quería rendirse


antes que ella, recibir el castigo, que ella estaba obligada a darle. Independientemente de
lo que sucedió, él probablemente lo merecía.

Elena miró por delante de él hacia Katherine y palideció aún más, aunque él no lo
habría pensado era posible. Damon se volteó y se encontró a Katherine inmóvil a unos
pocos pies de distancia, mirando hacia Elena con una leve y reservada sonrisa.
Page
—Así que ya sabes —Katherine le dijo a Elena. —Y eres lo suficientemente inteligente
para usarlo.

—¿Tú lo sabías? ¿Cuándo nos encontramos la primera vez? —Elena le preguntó


áspera, como si las palabras hubieran salido de ella en contra de su voluntad.
L.J. Smith Destiny Rising

Katherine movió su cabeza. —Se aprende mucho cuando uno está muerto —su leve
sonrisa se amplió

—¿Saber qué? —Damon dijo, mirando hacia delante y hacia atrás entre ellas.

Katherine se acercó, arrastrando sus dedos suavemente por el brazo de Damon. —


Como dije una chica tiene que tener sus secretos. —Y le guiñó el ojo a Elena. —Voy a salir
de la ciudad por un tiempo. Creo que es mejor que me mantenga apartada de su camino
de ahora en adelante.

Elena asintió con la cabeza. —Probablemente tengas razón. Adiós, Katherine —dijo
ella—. Y gracias.

Un destello cruzó el rostro de Katherine. —A ti.

Y por un momento, la semejanza entre ellas golpeó a Damon más fuerte de lo que
nunca antes lo había hecho.

Elena, el asunto ahora, y se volteó hacia Damon. —Es tiempo de que nosotros
enfrentemos el asunto de los Guardianes. ¿Estás preparado? —Ella le preguntó a él.

Damon terminó rápidamente el resto de la bebida, luego arrojó el vidrio contra la


mesa de café de acero pulido, y maldijo interiormente su tolerancia vampírica para el
alcohol. Podría haber sido más fácil, él pensó, para enfrentar lo que venía si hubiera estado
un poco borracho. —Listo como nunca lo estaré —él arrastró las palabras.
*** Page
Bonnie olió los ricos y variados olores que envolvían la tienda de hierbas.

—¿Dónde va este? —Matt le preguntó, sosteniendo una bolsa de pétalos púrpuras.


L.J. Smith Destiny Rising
—Es acónito. Usado para protección—. Bonnie replicó. —Ponlo allí con el cerezo
andagrimonio.
—Entiendo —Matt dijo, colocando el acónito en un montón ordenado en medio de
las otras plantas, como si fuera la tarea más normal. Para sus vidas, era lo más cercano a lo
normal que ellos tenían. Ella bajó un manojo de hierbas, nada sorprendente, después de
todos los hechizos para la protección y resistencia que había estado realizando las últimas
semanas. Ella tendría que ir en coche hasta Fell´s Church pronto y pedirle a la señora
Flowers ayuda para reponer sus suministros, ahora que las cosas estaban tranquilas.

Ella se desperezó con el placer del pensamiento de una agradable y bonita visita a
casa. Era tan bueno sentirse segura; había pasado tanto tiempo desde esto.

Meredith y Elena, ambas habían salido, y Bonnie aprovechó el espacio de la


habitación y el tiempo para extender hierbas secas y frescas por todo el suelo.

Sus mejores amigas eran ambas unas obsesas del orden y sin duda se quejarían del
polvo de la fragancia y de los pedazos desmenuzados de hojas que esto dejaría.

Era asombroso preocuparse de algo tan común. Lo que Meredith diría cuando ella
encontrase los restos de un montón de celidonia (la cual es útil para la felicidad y ayudó a
escapar de delitos.)

Casi asombroso, había un constante dolor dentro de ella estos días, un recordatorio
de lo que ella había perdido, uno que no podía ser curado por ninguna hierba, pero ella no
era la única que sentía dolor.

—Yo creo que eres muy valiente, Matt —dijo Bonnie. Matt la miró, asustado por el Page
cambió brusco en la conversación.

—Cuando la vida te da limones… —Matt se alejó, no era capaz de completar la tibia


broma. Ella sabía que él estaba devastado por la pérdida de Chloe, pero eso nunca le
permitiría cambiar. Bonnie admiraba eso.
L.J. Smith Destiny Rising

Antes de que ella pudiera decirle más, llamaron a la puerta, y ella se puso tensa. Una
llamada inesperada generalmente significaba un desastre.
Sin embargo, ella se levantó y abrió la puerta, cambiando de dirección en el último
minuto para dar un puntapié a un pequeño montón de semillas de chinaberry (de suerte y
cambio) dentro de las zapatillas de Elena.

Agachado contra el marco de la puerta, con las manos metidas en los bolsillos de sus
pantalones vaqueros, estaba Zander. Él le sonrió tímidamente. —¿Puedo entrar? —él
preguntó.

El olía tan bien, ella pensó. Él parecía magnifico también, y Bonnie soló quería
echarse en sus brazos y que él la sujetase. Ella lo había extrañado mucho últimamente.

Pero ella había perdido el derecho de agarrar a Zander, ella lo sentía así; ella tenía
que alejarse de él. Así que en lugar de saltar a sus brazos, Bonnie retrocedió para dejarlo
entrar, sintiendo una especie de poder derrumbarse bajo su talón desnudo.

—Oh, hola, Matt —Zander dijo, cuando entró en la habitación, y luego se detuvo, sus
ojos se ensancharon cuando el tomo unos pocos montones de hierbas en cada superficie
disponibles.

—Hola Zander, yo me dirigía solo, realmente a la práctica de fútbol.

Matt dio a Bonnie una mirada que decía, no vayas a fastidiar esta segunda
oportunidad.
Page
Bonnie sonrió a su amigo cuando el escapó por la puerta.

—¡Santo Dios! —Zander dijo, impresionado cuando exploró más la habitación.


Bonnie le seguía. —Meredith te va a matar. ¿Quieres que te ayude a limpiarlo?
L.J. Smith Destiny Rising
—Um —Bonnie miró alrededor. Ahora que veía la habitación desde los ojos de
Zander ella la veía mucho peor de lo que había pensado. —Vaya. Puede, si. Pero se que no
es la razón por la que estas aquí. ¿Qué ocurre?

Zander tomó la mano de Bonnie y juntos atravesaron con cuidado el camino a través
de la habitación sin golpear ningún montón de hierbas. Cuando ellos finalmente llegaron a
su cama, que probablemente era la superficie más clara de la habitación- a ella no le gustó
el olor de hierbas variadas por todas partes de sus sábanas- ellos se sentaron y él tomó sus
manos en las de él grandes y cálidas.

—Escucha, Bonnie —él dijo—. Yo he estado pensando, sobre lo que dijiste, que
siendo el Alfa de la manada la responsabilidad es importante, y necesito otro hombre lobo
a mi lado que realmente entienda eso, para ser mi pareja y ayudarme. Y tú tienes razón.
Shay es perfecta para eso.

—Oh —dijo Bonnie con voz diminuta. Algo se estaba desmoronando dentro de ella,
tan frágil como una hoja muerta. Ella trato de separar suavemente sus manos de las de
Zander. Pero él mantuvo su sujeción.

—No —él dijo afligido. —Estoy diciendo esto mal. Permíteme empezar de nuevo.
Bonnie, mírame. —Ella alzó la vista, con lágrimas en los ojos y encontró los ojos azules
como el mar de Zander. —Tú Bonnie —él dijo suavemente—. Yo te quiero, cuando
nosotros luchábamos con Klaus, te vi realizar hechizos para protegernos a todos, con ese
tipo de feroz luz en tu rostro. Eres tan fuerte, y tan poderosa, y podrías haber sido
asesinada o podría haber sido asesinado, y no habríamos estados juntos al final. Me hizo
darme cuenta de lo que debería haber sabido desde el principio: tú eres la única a la que
quiero. Page

La cosa que se desmoronaba en el pecho de Bonnie paró en seco y en su lugar


comenzó a derretirse, llenándose de calor. Pero ella no podía permitir que Zander
sacrificará el bien de su manda por ella. —Pero nada ha cambiado —ella dijo finalmente—.
L.J. Smith Destiny Rising
Yo también te quiero, ¿pero y si el cariño hacia mi destruye todo lo demás que es
importante para ti?

Zander tiró de ella para acercarla a él. —No será —él dijo—. Los lobos del Consejo no
pueden elegir a quien amo. No quiero a Shay. Te quiero a ti. Shay y yo podemos conducir
la manda juntos, pero si es que alguna vez se viene abajo ello, prefiero eso a perderte a ti.
—Él alzó la mano de Bonnie hasta sus labios y la beso suavemente, sus ojos brillaban. —Yo
puedo elegir mi propio destino, y te escojo a ti. Si me tendrás.

—¿Si me tendrás? —Bonnie ahogó sus lágrimas, limpiando sus ojos, y luego dio un
puñetazo en el hombro de Zander. —Petardo —ella dijo amorosamente, y lo beso.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 41
Traducido por Xiime~
Corregido por alee Foster

—¿ Estás segura de que esto hará lo que necesitamos?— Elena le

preguntó a Bonnie. Habían elegido la espaciosa y despejada

habitación de Stefan para invocar al Guardián Principal.

Cuando Elena había llamado a Bonnie, ella había venido directamente, su mano

sostenida fuertemente en la de Zander. Se veía muy feliz, pero cuando le tendió a

Damon la poción que había hecho para él, su pequeña cara se arrugó con ansiedad.

—Eso creo, — dijo. —Esta valeriana2 le ralentizará el corazón incluso más de

lo normal y el acónito debería hacer su respiración realmente superficial.

Probablemente se sentirá muy extraño, — le dijo a Damon, —pero no creo que te

lastime.

Page
Damon miró a la espesa mezcla verde en la copa. —Por supuesto que no lo

hará, — dijo tranquilizadoramente. —No puedes envenenar a un vampiro.

2 Una planta
L.J. Smith Destiny Rising
—Le puse miel para mejorar su gusto, — dijo Bonnie.

—Gracias, pajarito rojo, — dijo Damon, y la besó suavemente en la mejilla. —

Tanto como si este plan funciona como si no, estoy agradecido. — Bonnie sonrió,

un poco aturdida, y él añadió, —Tú y el lobo mejor váyanse. No queremos que los

Guardianes piensen que están involucrados. — Zander y Damon se asintieron con

la cabeza entre ellos y Zander tomó la mano de Bonnie otra vez.

Cuando se fueron, solamente quedaron ellos tres: Elena, Damon y Andrés.

Stefan había querido venir, para estar al lado de su hermano en lo que

probablemente serían los últimos momentos de Damon, pero éste no lo dejó. Un

Guardián enojado es peligroso, había dicho. Y, en el mejor de los casos, Mylea estaría

muy enojada.

Damon tomó la poción de Bonnie en un largo trago e hizo una mueca. —La

miel no ayuda mucho, — comentó. Elena lo abrazó y él gentilmente frotó su

espalda. —Lo que sea que pase, no es tu culpa, — dijo. Luego se estremeció y

apoyó la espalda contra la pared, presionando una mano contra su pecho. —Ugh,

— dijo débilmente. —No me siento…— Sus ojos rodaron hacia atrás en su cabeza y

se deslizó hacia abajo por la pared, aterrizando en un arrugado montón sobre el

piso.

— ¡Damon!— gritó, y luego se contuvo. Se suponía que esto pasaría. Se veía Page
vulnerable así, pensó ella, y más pequeño, y alejó sus ojos de él. Sería más fácil si

no miraba a Damon.
L.J. Smith Destiny Rising
— ¿Estás listo para llamar al Guardián?— Elena le preguntó a Andrés, y él

asintió, sosteniendo su mano fuertemente. Su boca estaba tensa, y no había nada de

la usual, calidez y humor en sus ojos.

Elena se concentró en la conexión entre ella y Andrés, energía yendo hacia

atrás y hacia delante entre ellos, moviéndose tan regular y rítmicamente como la

marea. Mientras esa energía encontraba un balance y comenzaba a crecer, ella

forzó a las puertas de Poder en su interior a abrirse.

OH. Tan pronto como su Poder fue desatado, todo en ella le llamó la atención,

chasqueando hacia Damon. Ella quería… No quería lastimarlo, exactamente; no

era ira el Poder que estaba dentro de ella, sino algo frío y limpio que quería

destruirlo. No venganza, ni pasión, sino una fría y urgente instrucción: Esto necesita

ser eliminado.

Esto debía ser lo que era tener una tarea sin cumplir. Sería más fácil rendirse a

esa fría urgencia, hacer lo que se esperaba que haga. Lo que quería hacer.

No. No podía hacerlo. O, al menos, no lo haría.

Con un esfuerzo físico, volvió su atención hacia Andrés. Con las puertas en su

mente bien abiertas, podía ver su aura, resplandeciendo verde a su alrededor,

llenando la mitad de la habitación. Usando una inmensa concentración, intentó Page


mover su propia aura, mezclando su aura dorada en la verde de Andrés.

Lentamente, los colores se deslizaron juntos y se mezclaron, llenando la habitación.

Poder cantaba a través de las venas de Elena, y todo lo que podía ver estaba tocado

con luz. Se encontró con los ojos de Andrés, y su cara estaba llena de intriga. Eran
L.J. Smith Destiny Rising
más fuertes así, más que el doble de fuertes, y ella sentía la invocación saliendo con

el Poder de un grito.

—Guardianes, — dijo Elena, sosteniendo la mano de Andrés. —Mylea. Te

llamo. Mi tarea está completa.

Nada pasó.

Por un largo momento, estuvieron así, mano en mano, ojos en el otro, auras

expandidas para llenar la habitación con Poder, y sin sentir nada cambiar.

Finalmente, algo cambio infinitesimalmente, solo un pequeño ajuste en el

universo. No había cambio físico, pero Elena sabía que por lo menos alguien estaba

escuchando, como si hubieran apretado el botón de llamada en espera en un

teléfono.

—Mylea, — dijo. —Maté a Damon Salvatore. Ahora mi tarea está completa,

ven y sácame de mi obligación.

Aún no había respuesta. Y luego lentamente Andrés se puso rígido. Sus ojos

giraron hacia atrás y su aura se decoloró, cambiando de verde a un claro blanco.

Sus dedos temblaron en los de Elena.


Page
— ¡Andrés!— gritó, alarmada.

Sus ojos, sin ver, se fijaron en los de ella. La extraña aura blanca a su alrededor

palpitaba.
L.J. Smith Destiny Rising

—Estoy viniendo, Elena, — la voz de Mylea llegó a través de la boca de

Andrés, sonando nítidamente seria. Elena podía imaginar su nombre escrito en un

sujetapapeles antes de adentrarse en algún tipo de escalera mecánica

interdimensional.

Volviendo, Andrés boqueó y se tambaleó. Haciendo una cara como si hubiera

un sabor extraño en su boca, dijo, —Eso fue… raro.

Elena no pudo evitar mirar a Damon. Sus huesos se destacaban claramente,

mientras su pálida piel había crecido a un tamaño más apretado, y su lacio pelo

negro estaba revuelto. Podría romper su cuello con la mente, pensó, y se mordió el

interior de su mejilla fuertemente, mirando a otro lado, temblando.

Mylea camino desde la nada hacia la habitación. Sus ojos fueron

inmediatamente a Damon. —Aún no está muerto, — dijo fríamente.

—No, — Elena tomó una respiración profunda. —Y no dejaré que Damon

muera, — dijo. —Debes revocar la tarea.

El Guardián Principal suspiró brevemente, pero su cara se veía, pensó Elena,

ligeramente comprensiva, y cuando habló, su voz estaba calma. —Estaba

preocupada de que una tarea tan atada a tu propia vida sería difícil para ti como tu Page
primera obligación— dijo. —Me disculpo, y entiendo por qué me has llamado aquí

para completar el trabajo. No serás castigada por tu absurdo lazo con el vampiro.

Pero Damon Salvatore debe morir. — Se acercó a Damon, y Andrés y Elena se

movieron para proteger al inconsciente cuerpo del vampiro.


L.J. Smith Destiny Rising

—¿Por qué?— saltó Elena. Era tan injusto. —Hay peores vampiros que

Damon, — dijo indignada. —Hasta hace poco, no había matado a nadie desde…—

no estaba segura, se dio cuenta, y este no era su argumento más fuerte, de todas

formas —…mucho tiempo, — terminó sin convicción. — ¿Por qué enviarme tras

Damon cuando vampiros verdaderamente malvados como Klaus y sus

descendientes están alrededor?— Podía oír que estaba casi diciendo: Solo es un

cruel asesino a veces. Déjenlo ir.

—No es tu trabajo cuestionar las decisiones de la Corte Celestial, — le dijo

Mylea severamente. —Y otra vez, Damon Salvatore ha probado ser incapaz de

controlar sus emociones. No tiene concepto de lo bueno y lo malo. Creemos que

puede crecer para convertirse en un peligro para la humanidad tanto como

cualquiera de los Antiguos.

—Puede, — dijo Elena. —Te refieres a que piensas que podría ir fácilmente por

el otro camino. Hay una gran posibilidad de que nunca mate otra vez.

—No es una posibilidad que estemos preparados para tomar, — dijo Mylea

rotundamente. —Damon Salvatore es un asesino y así ha perdido su derecho a

cualquier tipo de consideración de nuestra parte. Ahora muévete.

Era momento de apostar. Elena tomó una respiración profunda. Page

—Me necesitan, — dijo, y la Guardián frunció el ceño. —Soy la hija de un

Guardián Principal. Maté a Klaus, y puedo destruir los más peligrosos Antiguos,
L.J. Smith Destiny Rising
esos de los que no han encontrado otra manera de deshacerse. No los ayudaré si

matan a Damon.

Miró a Andrés, solo la más mínima sacudida de sus pestañas, y éste asintió.

Habían acordado que la parte más difícil de su plan era hacer creer a la Guardián

que Elena no pelearía contra los Antiguos, que dejaría a la gente inocente sufrir si

no se alejaba. Aparentemente Andrés, por lo menos, pensaba que ella sonaba

suficientemente convincente para hacer que Mylea le creyera.

Mylea inclinó su cabeza a un lado y se quedó mirando a Elena, como si

estuviera examinando un interesante nuevo espécimen bajo algún tipo de especial

microscopio de Guardián. — ¿El vampiro es tan importante para ti que te

arriesgarás a ser castigada, te arriesgarás a ser llevada desde tu casa y asignada a la

Corte Celestial?

Elena asintió con la mandíbula apretada.

—El vampiro debería estar consciente para esto, — dijo Mylea. Antes de que

Andrés y Elena tuvieran la posibilidad de bloquearla otra vez, se arrodilló al lado

de Damon y presionó dos dedos en su frente. Éste pestañeó y se agitó, y Mylea se

alzó y lo dejó sin un vistazo, volviendo su mirada a Elena.

— ¿Arriesgarías tu vida por Damon Salvatore?— le preguntó Mylea. Page

—Sí, — dijo Elena inmediatamente. No parecía haber nada más que añadir.
L.J. Smith Destiny Rising
— ¿Y que hay sobre ti, vampiro?— preguntó Mylea, mirando sobre el hombro

de Elena para hablar a Damon. — ¿Te importa Elena lo suficiente para cambiar tu

vida por ella?

Damon se levantó para sentarse con su espalda contra la pared. —Sí, — dijo

calmadamente.

Mylea dio una ligeramente antipática sonrisa. —Supongo que ya veremos, —

dijo, y se acercó a ambos. Presionó sus manos juntas, y Elena entrelazó su mano

con la de Damon y le dio una pequeña sonrisa. Él apretó sus dedos

tranquilizadoramente.

—Ahí, — dijo Mylea después de un momento. —Está hecho.

Ese tirón hacia Damon, esa sensación fría de que había un problema que

necesitaba ser eliminado, estaba completamente ido. Era como si esa conexión

simplemente se había roto de repente. Pero había sido reemplazada. Aún se sentía

conectada. Había una gran sensación de Damon impregnada en ella, como si el aire

que ella respiraba estaba hecho de él. Los ojos de éste estaban agrandados, y ella se

dio cuenta de que podía sentir su corazón latiendo a tiempo con el suyo propio.

Asombro estaba viniendo desde Damon, corriendo por la conexión entre ellos, y el

más mínimo toque de miedo. Concentrándose, intentó ver el aura de Damon.

Una cuerda trenzada de luz parecía ir desde su pecho al de Damon, su aura Page
dorada y el pavo real azul y negro del aura de Damon se retorcían juntas.

—Ahora están conectados, — dijo Mylea casualmente. —Si Damon mata,

Elena muere. Si Damon se alimenta de un humano sin el conocimiento de éste,


L.J. Smith Destiny Rising
permiso consciente –sin usar Poder o ilusión, sino verdadero acuerdo- Elena

sufrirá. Cuando Elena muera, el lazo –la maldición- pasará a un miembro de su

familia. Si el lazo es de alguna manera roto, Damon volverá a nuestra atención y

será eliminado inmediatamente.

Los ojos de Damon se agrandaron. Por el lazo entre ellos, Elena sintió un

latido de consternación. —Me moriré de hambre, — dijo.

Mylea sonrió. —No te morirás de hambre, — dijo. —Quizás tu hermano te

enseñe sus más humanos métodos de alimentarse. O quizás encuentres humanos

dispuestos, si puedes honestamente ganar su confianza.

El lazo estaba vibrando ahora con una curiosa mezcla de repugnancia y alivio,

pero la cara de Damon era tan cerrada como Elena siempre la había visto. Se frotó

reflexivamente el pecho, presionando fuera las intensas emociones.

—El lazo perderá algo de intensidad con el tiempo, — dijo Mylea, casi

comprensivamente. —Sienten las emociones del otro fuertemente porque es nuevo.

— Miró entre ellos. —Los conectará para siempre, y puede ser mortal para uno o

ambos en el fin.

—Entiendo, — le dijo Elena y luego, ignorando a Mylea, se volvió hacia

Damon. —Confío en ti, — le dijo. —Harás lo que sea que tengas que hacer para

salvarme. Como he hecho por ti. Page

Damon se la quedó mirando por un largo rato, sus ojos oscuros inescrutables,

y Elena sintió la conexión entre ellos inundarse con un triste afecto. —Lo haré,

princesa, — prometió.
L.J. Smith Destiny Rising

Sus labios se curvaron en una sonrisa que Elena nunca había visto en la cara

de Damon antes: no era ni su rápida y amarga sonrisa, ni su breve y brillante, sino

algo más cálido y gentil. Y luego la conexión entre ellos se llenó de amor.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 42
Traducido por Xiime~
Corregido por alee Foster

M
eredith corría por el campus, sus pies golpeaban en un ritmo

continuo, su respiración llegando en ásperos y dolorosos jadeos.

Sus piernas dolían. Había estado corriendo por un largo rato,

yendo a través de los senderos del campus una y otra vez. Sudor punzante goteaba

en sus ojos, haciéndolos pestañar.

Mientras más fuerte corría, durante más tiempo podía abstenerse de pensar en

nada excepto el golpe de sus zapatos de correr contra el suelo o el sonido de su

propia respiración.

El día estaba empezando a llegar a la noche mientras tomaba una curva

pasando el edificio de historia otra vez y comenzando a subir la colina hacia el Page
comedor. Mientras subía la colina, vio a Alaric estaba esperando arriba.
L.J. Smith Destiny Rising
—Hola, — dijo Meredith, deteniéndose mientras se ponía a la par de él. —

¿Me estas esperando?— Levantó un pie para estirar sus cuádriceps, no quería

acalambrarse.

—Quería asegurarme de que estuvieras bien, — dijo Alaric.

—Estoy bien, — dijo Meredith sordamente. Dejó caer su pie y en cambio

entrelazó sus manos detrás y se dobló hacia delante, por lo que su cabeza estaba

casi tocando sus rodillas. Podía sentir su columna vertebral estirando, y también

había comenzado a sentir el dolor por haber corrido por tanto tiempo.

—¿Meredith?— Alaric se arrodilló a su lado para poder mirarla a la cara.

Meredith se concentró en las pecas doradas esparcidas por su nariz y la parte

superior de sus pómulos, porque no quería encontrarse con sus preocupados ojos

marrones. Su color era como miel contra su bronceada piel.

—¿Meredith?— dijo Alaric otra vez. —¿Podrías desenrollarte y hablar

conmigo por un minuto? ¿Por favor?

Meredith se desenrolló, pero no se encontró con los ojos de Alaric. En cambio,

se dobló de lado a lado, tirando sus hombros hacia delante por turnos. —Tengo

que estirar o mis músculos quedarán adoloridos, — murmuró.

Alaric se quedó parado y la miró, esperando calmadamente. Page

Después de un momento, Meredith se comenzó a sentir infantil por no

encontrarse con la mirada de Alaric, y se enderezó y lo miró directamente a los

ojos. Aún estaba parado ahí pacientemente, su cara suavizada con comprensión.
L.J. Smith Destiny Rising

—Lo sé, — dijo ella. —Se todo lo que vas a decir.

—¿Lo sabes? —preguntó Alaric. Se acercó y volvió a meter un largo mechón

de cabello que había salido de la coleta de ella, su mano quedándose en su mejilla.

—Porque no tengo la menor idea de qué decir. No puedo imaginar lo que se debe

sentir conocer a tu hermano por primera vez y luego tener que matarlo.

—Sí, — Meredith suspiró, y se secó el sudor de su cara. —No sé que sentir,

tampoco. Es casi como si Cristian nunca fue real para mí. Era solo una historia, algo

que los Guardianes podían cambiar en un instante.

Dibujó una línea con la punta de su zapatilla en el polvo a un lado del camino.

—Al final, — dijo, —nunca lo conocí del todo. Hablamos sobre… oh, ir a la playa y

esas cosas, y la manera en que nuestro padre es. Puedo imaginar ese mundo, el

mundo donde éramos un equipo. — Presionó sus manos contra sus ojos. —Pero

todo era una mentira, para él y para mí.

Alaric envolvió sus brazos sobre sus hombros y atrajo a Meredith más cerca.

—No es justo, — dijo seriamente. —Klaus destruyó la vida de muchas personas. Al

final, fuiste una parte importante para llevarlo abajo y parar la destrucción, y debes

estar orgullosa de eso. Y esa otra vida, esa en la que él crecía feliz, con una

hermana, no era una mentira. Había un mundo donde Cristian te amaba, y tú lo Page
amabas. Eso sigue siendo verdad. Tú y tus amigos hicieron eso ocurrir.

Enterrando su cara contra el cuello de Alaric, Meredith dijo con voz apagada,

—Mis padres nunca superarán esto, perderlo otra vez.


L.J. Smith Destiny Rising

—Quizás es mejor que hayan conocido a Cristian por este lapso de tiempo,

que pudieran verlo crecer en vez de perderlo cuando tenía tres, la manera en que

las cosas eran en el mundo que recuerdas— sugirió Alaric gentilmente.

—Quizás, — Meredith rodó su cabeza sobre el hombro de Alaric hasta que

estuvo inclinada sobre su hombro y contemplando el campus. —¿Sabes lo que

Cristian me dijo, al final? Estaba por estacarlo, y dijo en una baja y media

reservada voz, ‘Pap{ estaría muy orgulloso de ti.’ ¿Y sabes qué? Tenía razón.

Quizás parte de Cristian quería que lo mate, que sea fuerte.

Alaric apretó sus brazos alrededor de ella. —Eres fuerte, Meredith. Eres la

persona más valiente que jamás he conocido.

—Tú eres valiente también, — dijo Meredith, hundiéndose en su abrazo.

Pensó en Alaric cantando hechizos, intentando levantar Poder para protegerlos

durante la batalla, yendo contra un ejército de vampiros con nada excepto una

estaca y un libro de hechizos. —Te amo tanto, — dijo. —Te quiero conmigo,

siempre.

Los labios de Alaric rozaron la parte de atrás de su cuello. —Yo también, —

murmuró. —Es un honor pelear a tu lado, Meredith Sulez. Y nunca lo olvides.


Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 43
Traducido por AlDaRa
Corregido por Mewhiine

P
or encima de las cabezas de Elena y Damon, las estrellas brillaban
en grandes franjas largas a través de la noche oscura. El aire era
claro y frío con los olores de otoño, y el cielo parecía tan profundo
que Elena se sentía como si sólo pudiera caer en él, nadar lejos y
más lejos por entre las estrellas, para siempre.

Entonces, dijo Damon con sequedad. Te las arreglaste para evitar que
me mataran. ¿Supongo que debería estar agradecido?

El vínculo entre ellos zumbaba con humor irónico, y más de un toque de


nerviosismo. Era extraño ser capaz de leer las emociones de Damon de esa manera,
viendo más de lo que se permitía mostrar en su rostro. La gratitud sería algo
bueno , dijo con cautela , pero no es necesario. Sólo tratare de devolver el favor,
¿de acuerdo?
Page

Ella lo sintió un poco asustado a su lado, un shock zumbando a lo largo de su


enlace, y luego dijo alegremente: ¡Oh, casi se me había olvidado. ¿Entonces,
L.J. Smith Destiny Rising
estás confiando en que no te hare daño? Dejó de caminar y Elena puso la mano
sobre el brazo de Damon, tirando de él hasta detenerlo junto a ella.
Sí, dijo ella, mirándolo fijamente a los ojos, dejándole ver el amor que
llevaba para él. Lo hago. Han sucedido un montón de cosas, Damon Salvatore,
pero siempre has sido un caballero.

Los ojos de Damon se abrieron, entonces él le dedico la sonrisa encantadora y


dulce que había visto por primera vez en la habitación de Stefan. Bueno , dijo,
Romperías todas las reglas de la caballería si decepcionas a una dama.

Elena echó la cabeza hacia atrás y miró hacia las estrellas por unos minutos,
disfrutando de la brisa fresca, que apartó el cabello de su cara. Con Klaus y sus
descendientes, esfumados, con Damon en calma y paz, a su lado, era bueno poder
disfrutar de la noche.

¿Tu gran confianza en mí, significa que estás pensando en tomar a los dos
hermanos Salvatore para un giro más? Preguntó Damon, sin dejar de mirar a las
estrellas. Su tono ahora era, sin duda de broma, un poco duro, pero Elena podía oír
un trasfondo de nostalgia en él y sentir su nostalgia por la conexión entre ellos. De
alguna manera, sería tan fácil: había pasado mucho tiempo suspendida entre los
hermanos, amando a Stefan, deseando a Damon. Era casi cómodo en este punto,
amar a ambos. Pero ella había madurado al menos un poco, pensó, y tal vez ya era
hora de cerrar las puertas para siempre, de elegir su verdadero camino.

Tú siempre tendrás una parte de mí, Damon. Se llevó la mano al pecho,


Page
donde podía sentir el tirón leve, reflujo de la unión entre ellos. Pero quiero estar
por siempre con Stefan.
L.J. Smith Destiny Rising
Lo sé, dijo Damon. Él se volvió hacia ella y deslizo ligeramente, casi
fantasmal, su mano a través de su cabello, por encima de sus hombros. Creo que
quizás es mi momento de seguir adelante. Hay un mundo ahí fuera, y todavía hay
algunos lugares que no he visto. Tal vez haya algún otro lugar al que pertenezco.

Inesperadamente, Elena se descubrió llorando, grandes, gordas, e infantiles


lágrimas corriendo por sus mejillas calientes y chorreando por la barbilla. No
tienes que irte , se atragantó ella. No quiero que te vayas.

Hey, dijo Damon, sobresaltado, se acercó, pasando la mano suavemente


por su espalda. No me iré para siempre. Creo que esto es un poco alarmante
entre nosotros se tocó el pecho ligeramente significa que nunca estaré
demasiado lejos.

Oh, Damon, dijo ahogadamente Elena.

Damon la miró seriamente durante un largo rato. Es lo correcto, ya sabes,


dijo. No es que yo este particularmente interesado en hacer lo correcto. Tengo
una sensación de hundimiento de la cual, voy a tener que aprender.

Él se inclinó y le dio un ligero beso sobre la boca. Sus labios eran suaves y
fríos, y a Elena, le supieron como a recuerdos. Tirando hacia atrás, se quedó con
ella durante un momento más, bajo las estrellas, con su pálida piel perfecta
brillando con su propia luz, sus ojos brillantes, su pelo aterciopelado, tan oscuro
como la noche que les rodeaba.
Page

Adiós, Elena, dijo. No me olvides.


L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 44
Traducido por AlDaRa
Corregido por MewHiine

C
oncentrado, Stefan anudaba cuidadosamente la corbata. Se veía, lo
sabía, pulcro y elegante con su mejor traje, un buen partido para la
adorable, dorada Elena. Había hecho una reservación en el mejor
restaurante en la ciudad, para una cena de bienvenida de regreso a Fells Church, a
ver a la tía Judith y Margaret. Klaus había muerto, Damon estaba a salvo. Por una
vez, hubo tiempo para Elena de ser una universitaria, divertirse sin la condena que
pesaba sobre ella.

Por lo tanto: comida francesa. Rosas en la mesa. Una noche para olvidar su
pasado y en su lugar, disfrutar del presente juntos, como cualquier pareja de
enamorados.

Bajó corriendo los dos tramos de escaleras entre sus habitaciones, con una
sensación de felicidad. La puerta de Elena estaba entreabierta. Golpeó suavemente, Page
y luego empujó hacia adentro, esperando ver a Meredith y Bonnie, bulliciosas
alrededor de Elena, Ayudándola a prepararse para su gran noche.

En su lugar, la habitación estaba iluminada con velas, cientos de pequeñas


llamas que se reflejaban en las ventanas y espejos para crear una obra
L.J. Smith Destiny Rising
deslumbrante, resplandeciente de brillo. Meredith y Bonnie no estaban a la vista e
incluso sus cosas parecían haber desaparecido. El aire estaba lleno de olores dulces,
y Stefan vio flores esparcidas entre las velas: orquídeas y gardenias, flores de
naranja y ásteres. En el lenguaje de las flores, todos los símbolos del amor en sus
múltiples formas.

En el centro de la habitación estaba Elena, vestida con un vestido blanco


simple con detalles de encaje, esperándolo. Pensó que jamás la había visto lucir
más bella.

Su piel cremosa, tocada sólo por el más leve baño de rosa, sus ojos azules
como joyas, sus cabellos de oro, todos capturando la luz de las llamas de las velas,
brillando como si fuera un ángel.

Pero lo más hermoso de todo, no eran esas cualidades, sino la mirada de amor
puro, abriendo su cara. Cuando su mirada encontró con la de Stefan, ella estaba
llena de feroz alegría.

Stefan , dijo en voz baja. Por fin sé que nuestro futuro se verá así.

Dando un paso dentro de la habitación, Stefan vino directamente hacia ella.


Sin embargo, Elena vio su futuro, él estaría a su lado, sin duda. Había aprendido
hacía mucho tiempo que su felicidad, su vida, siempre estuvo íntimamente ligada
a la de esta chica humana, esta única chica en todo el mundo. Él iría a donde fuera
que ella quisiera. Page

Elena tomó su mano y la estrechó. Te amo, Stefan, dijo ella. Esa es la


cosa más importante. Necesito asegurarme de que lo sepas, porque no siempre te
he tratado tan bien como debería haberlo hecho.
L.J. Smith Destiny Rising

La voz de Stefan se atoro en su garganta, aun así él le sonrió. Te amo,


también dijo . Siempre, siempre, siempre.

La primera vez que te vi ¿recuerdas? Saliste de la oficina principal de la


escuela preparatoria- sólo pasaste junto a mí sin siquiera mirarme. En ese
momento, decidí que te iba a tener, que te ibas a enamorar de mí. Ningún chico me
iba a tratar de esa manera. Elena sonrió, una irónica y autocrítica sonrisa. Pero
luego me salvaste de Tyler, y tú estabas tan triste y noble y bueno. Quería
protegerte, de la forma en que me habías protegido. Y cuando nos besamos, todo el
mundo desapareció.

Stefan hizo un sonido suave, recordando, y su mano se giró hacia Elena,


entrelazando sus dedos. Me has salvado tantas veces y de tantas maneras,
Stefan, continuó ella, y me he salvado. Hemos trazado y planificado juntos,
hemos luchado y derrotado a todos los enemigos. No hay nadie que me ame como
tú lo haces, y yo nunca podría amar a nadie tanto como te amo. Yo sé lo que quiero
ahora. Quiero estar con contigo para siempre.

Soltó la mano de Stefan y buscó algo en la mesa a su lado, que no había


notado antes. Era una copa de plata, intrincadamente trabajada con hilos de oro y
un conjunto de joyas, un objeto precioso y hermoso. La copa estaba llena de lo que
parecía ser agua pura y clara. Excepto que el agua brillaba con una luz
deslumbrante. Miró a Elena comprendiendo súbitamente, y ella asintió.
Page
El agua de la fuente de la eterna juventud y la vida , dijo solemnemente.
Siempre he sabido que llegaría el día en que lo bebería. No quiero vivir o morir,
sin ti. He dejado suficiente para los demás, por si lo desean algún día. Ellos tal vez
no. No sé si quiero un para siempre, pero si no fuera para siempre contigo, no
L.J. Smith Destiny Rising
podría- Su voz se quebró. No puedo imaginar que algún día me vayas a dejar
atrás. Pero tuve que esperar hasta que estuviera lista, hasta que yo fuera la persona
que quería ser para el resto de la eternidad. Y ahora sé quién soy. Elena levantó
la copa en dirección a Stefan. Si. . . si me aceptas, Stefan, si me quieres para
siempre, quiero quedarme contigo.
El corazón de Stefan estaba rebosante, sintió una lágrima caliente correr por
su mejilla. Había pasado tanto tiempo en la oscuridad, solo, tan largo como un
monstruo. Y entonces esa criatura de la vida y la luz lo había encontrado, y él ya no
estaba solo.

Sí, dijo alegremente, Elena, todo lo que quiero de ti es para siempre.

Elena levantó la copa y bebió, luego volteo con una cara feliz, riendo, para
encontrarse con los labios de Stefan. Su alegría resonó a través de él cuando sus
labios se conectaron, y envió a su propia alegría a ella. Siempre, ambos sintieron,
para siempre.

Stefan se aferró a ella, casi abrumado. Después de más de quinientos años


perdido y errante, se dio cuenta, por fin sentía que estaba en casa, para siempre.

Page
L.J. Smith Destiny Rising

Capítulo 45
Traducido por AlDaRa
Corregido por MewHiine

Q
uerido Diario:

Por siempre.

El prospecto debe sentir miedo, supongo: mi tiempo en la Tierra ha sido relativamente


corto. Mucho ha pasado para mí, más de lo que la mayoría de las personas llegan a
experimentar en la vida, pero todavía tengo mucho que aprender y hacer. Pero estoy segura
de Stefan, y estoy segura del siempre. Todo lo que puedo sentir es una inmensa alegría,
desenfrenada. Ni siquiera es justo lo de Stefan y yo, y la perspectiva de la eternidad para
aprender todas las pequeñas cosas que no sabemos el uno del otro, aunque todavía: ¿Cuál
era el color de los ojos de la madre de Stefan? ¿A que sabrán sus labios, una mañana soleada
de primavera, a 200 años a partir de ahora? ¿A dónde iría, si pudiera ir a alguna parte?

Y podemos ir a todas partes. Tendremos tiempo. Eso es parte de mi felicidad, pero no Page
es todo. Por fin sé quién soy. Es irónico en un montón de maneras que yo sea un Guardián,
siendo que lo odiaba y temía con tanta pasión. Pero un Guardián Terrenal es diferente,
Andrés me ha enseñado que: Puedo ser compasiva y amorosa y humana y puedo usar mis
poderes de guarda para proteger mi casa, para proteger a las personas que me importan,
para evitar que el mal destruya a los inocentes.
L.J. Smith Destiny Rising

Ahí está mi vínculo con Damon, también. Finalmente sé cómo puedo cuidar a Damon
y amar a Stefan al mismo tiempo. Hay una conexión entre Damon y yo que va a durar para
siempre, que lo protegerá de ser consumido por la oscuridad que siempre le ha amenazado.
No importa dónde se encuentre, voy a tener un pedazo de él y él tendrá un pedazo de mí.

Con todo, Stefan estará a mi lado. Y con nosotros todos mis queridos amigos, cada uno
de ellos tan poderoso y bueno, cada uno a su manera. Los amo mucho a todos. Estoy
temblando, pero es por la anticipación. Ya no tengo miedo. No puedo esperar a ver lo que
nos depara el futuro a todos nosotros.

Fin...

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