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10 The Vampire Diaries, The Hunters Destiny Rising PDF
10 The Vampire Diaries, The Hunters Destiny Rising PDF
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L.J. Smith Destiny Rising
The
Vampire Diaries
L.J. Smith
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L.J. Smith Destiny Rising
Índice
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L.J. Smith Destiny Rising
Agradecimientos
Moderadora de traducción
Krispipe
Staff
Moderadora de Corrección
MewHiine
Staff
Diseño
Hanna Jimenes & MewHiine
L.J. Smith Destiny Rising
Sinopsis
D
estinada para el peligro…
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 1
Traducido por Krispipe
Corregido por tamis11
Q uerido Diario,
Anoche tuve un sueño terrible.
Todo era como lo había sido sólo unas pocas horas antes.
Estaba de vuelta en la cámara subterránea de la Sociedad Vitale, y
Ethan me mantenía cautiva, su frío cuchillo estaba en mi garganta.
Stefan y Damon nos miraban, sus rostros cautelosos, sus cuerpos tensos, esperando el
momento en que uno de ellos fuera capaz de lazarse y salvarme. Pero yo sabía que iba a ser
demasiado tarde. Sabía que, a pesar de su velocidad sobrenatural, Ethan me cortaría la
garganta y yo moriría.
Había tanto dolor en los ojos de Stefan. Me rompió el corazón saber cuánto lo dañaría
mi muerte. Odiaba morir sin que Stefan supiera que lo había elegido a él, sólo él—que toda
mi indecisión había quedado detrás de nosotros.
Ethan me atrajo aún más cerca, su brazo tan fuerte e inflexible como una banda de
acero en mi pecho. Sentí el frío filo del cuchillo morder mi carne.
Luego, sin advertencia Ethan cayó, y Meredith estaba allí parada, con el cabello
ondeando tras ella, su cara tan salvaje y decidida como la de una diosa vengativa, su bastón
aún levantada del golpe que ella había puesto en su corazón.
Debería haber sido un momento de alegría y alivio. En la vida real, era: el momento
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cuando supe que iba a vivir, cuando estaba a punto de encontrarme a salvo en los brazos de
Stefan.
Pero en el sueño, el rostro de Meredith era borrado por un destello de luz de puro color
blanco. Me sentí enfriándome, mi cuerpo congelándose, mis emociones ahogadas en una
L.J. Smith Destiny Rising
calma fría. Mi humanidad se desvanecía, y algo duro e inflexible y…otro…estaba tomando
su lugar.
En el fragor de la batalla, me había permitido olvidar lo que James me había contado:
que mis padres me habían prometido a los Guardines; que estaba destinada a convertirme
en uno de ellos. Y ahora ellos habían venido a reclamarme.
Me desperté aterrorizada.
Tuve un poco de salvar el mundo ayer por la noche con Damon y Stefan, sin
embargo ―dijo Meredith, casi con timidez Matamos cuatro vampiros en el
bosque en el borde del campus . Alzó su bastón de cazadora de vampiros con
cuidado de la cama y envolvió su mano alrededor de su suave centro. ―Se siente
muy bien dijo . Hacer para lo que he sido entrenada. Para lo que nací.
Elena se estremeció un poco ante esto: ¿Para qué nací? Pero había algo que
tenía que decir a Meredith que no le había dicho la noche anterior.
Me salvaste, también dijo Elena simplemente. Gracias.
Los ojos de Meredith se calentaron. En cualquier momento dijo a la ligera.
Te necesitamos alrededor ya sabes . Volteó a abrir el estrecho estuche negro
para su bastón y lo puso dentro.
Voy a encontrarme con Stefan y Matt de vuelta en la biblioteca y ver si
podemos sacar los cuerpos fuera de la habitación secreta de los Vitale. Bonnie dijo
que su hechizo de ocultación no duraría mucho tiempo, y ahora que es de noche
hay que deshacerse de ellos.
Elena sintió una punzada de ansiedad en el pecho. ¿Y si los otros vampiros
han vuelto? Preguntó.
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Matt nos dijo que pensaba que había más de una entrada―Meredith se
encogió de hombros. ―Por eso estoy cogiendo el bastón dijo . No hay muchos
de los vampiros de Ethan, y la mayoría son bastante nuevos. Stefan y yo podemos
manejarlos.
- ¿Damon no va con ustedes? Preguntó Elena, subiendo a la cama.
L.J. Smith Destiny Rising
Pensé que tú y Stefan estaban de nuevo juntos—dijo Meredith. Fijó a Elena
con una mirada burlona.
Lo estamos —dijo Elena, y sintió que su cara se calentaba. A menos eso
creo. Sólo estoy tratando de…no hacer nada que estropeé eso ahora. Damon y yo
somos amigos. Espero. Sólo pensé que Damon estaba contigo antes, cazando
vampiros.
Los hombros de Meredith se relajaron. ―Sí, él estaba con nosotros ―dijo con
tristeza Disfrutó de la lucha pero se puso más reservado mientras la noche vino.
Parecía un poco… Ella vaciló No sé, cansado tal vez . Meredith se encogió de
hombros y su voz se aligeró. Conoces a Damon. Él sólo va a ser útil en sus
propios términos.
Alcanzando su chaqueta, Elena dijo: Voy contigo . Quería ver a Stefan,
verlo sin Damon. Si va a intentar tomar este camino de luz natural con Stefan –
Guardián o no – entonces tenía que traer sus secretos a la luz, y frente a Stefan si
nada que ocultar.
Cuando Elena y Meredith llegaron a la biblioteca, Stefan y Matt estaban ya
allí, esperando en la habitación casi desnuda con las palabras Oficina de
Investigación pintadas en su puerta.
Stefan encontró los ojos de Elena con una pequeña sonrisa seria, y ella de
repente se sintió tímida. Lo había puesto a través de un montón de cosas las
últimas semanas, y habían estado separados tanto últimamente que casi se sentí
como si estuvieran empezando de nuevo.
Junto a él, Matt tenía un aspecto horrible. Estirado y pálido, su rostro estaba
sombrío y sostenía una gran linterna en su mano. Sus ojos estaban tristes y
angustiados. Mientras que la destrucción de los vampiros Vitale había sido una
victoria para los demás, los vampiros habían sido amigos de Matt. Él había
admirado a Ethan, pensando que era humano. Elena se deslizó junto a él y le
apretó el brazo, tratando de tranquilizarlo silenciosamente. Su brazo se tensó en el
de ella, pero se movió un poco más cerca de ella.
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Vamos abajo, entonces , dijo Meredith con fuerza. Ella y Stefan hicieron
rodar la pequeña alfombra en el centro de la habitación para revelar la trampilla
debajo, que todavía estaba cubierta con hierbas esparcidas para bloquear y
hechizos de protección que Bonnie había lanzado a toda prisa la noche pasada.
Ellos fueron capaces de levantar la puerta con facilidad, sin embargo. Al parecer el
hechizo había dejado de funcionar.
L.J. Smith Destiny Rising
Mientras los cuatro desfilaron en tropel por las escaleras, Elena miró a su
alrededor con curiosidad. La noche anterior, habían estado en tal estado de pánico
por salvar a Stefan que no había observado realmente gran parte de su entorno. El
primer tramo de escaleras era bastante simple, de madera y un poco desvencijadas,
y llevaba a un piso lleno de filas y filas de estanterías.
Estanterías de la Biblioteca musitó Meredith . Camuflaje.
El segundo tramo era similar, pero cuando Elena pisó el primer escalón, no se
sacudió ligeramente bajo sus pies de la manera en que el tramo anterior lo había
hecho. La barandilla era suave bajo su mano, y cuando llegó al rellano, un largo
pasillo vacío se extendía en la oscuridad en ambas direcciones. Hacía más frío aquí,
y ya que dudaron un momento en el rellano, Elena se estremeció. Impulsivamente,
metió su mano entre las de Stefan mientras empezaban a bajar el tercer tramo. Él
no la miró, sus ojos estaban centrados en las escaleras delante de ellos, pero
después de un momento sus dedos se cerraron alrededor de los de ella
tranquilizadoramente. La tensión fluyó fuera del cuerpo de Elena con su toque.
Todo va a estar bien, pensó ella.
El tercer tramo de escaleras era sólido y estaba hecho de una madera pulida
pesada y oscura que brillaba bajo las tenues luces. La barandilla estaba torcida con
tallas. Elena pudo ver la cabeza de una serpiente, el cuerpo alargado de un zorro
corriendo velozmente, y otras formas que eran más difíciles de distinguir de
pasada.
Cuando llegaron a la parte inferior del último tramo, se enfrentaron a las
puertas dobles elaboradamente talladas que conducían a la sala de reunión de los
Vitales. El diseño seguía los mismos motivos que había vislumbrado en el
pasamanos: animales corriendo, serpientes retorcidas y curvados símbolos
místicos. En el centro de cada puerta había una estilizada V.
Las puertas estaban encadenadas cerradas, como ellos las habían dejado.
Stefan se acercó con la mano que no sujetaba a Elena y fácilmente tiró de la cadena
aparte, colocándola al lado de las puertas con un fuerte ruido. Meredith lanzó las
puertas abiertas de par en par. Page
El espeso, cobrizo olor de la sangre salió a su encuentro. La habitación
apestaba a muerte.
Matt sostuvo la linterna firmemente mientras Meredith buscó el interruptor
de la luz. Por último, la escena ante ellos estaba iluminada: el altar del a parte
delantera de la habitación yacía de costado, el cuenco de sangre estaba estrellado a
unos metros de distancia. Antorchas apagadas habían dejado largas filas de humo
L.J. Smith Destiny Rising
negro y grasiento untado en las paredes. Cuerpos de vampiros yacían
lánguidamente en charcos de pegajosa sangre medio seca, sus gargantas
desgarradas por los colmillos de Damon o Stefan, o sus torsos perforados por el
bastón de Meredith. Elena miró con ansiedad el rostro pálido de Matt. Él no había
estado aquí para la lucha, no había visto la masacre. Y él había conocido a estas
personas, conocido esta habitación cuando estaba decorada para una celebración.
Ojos escanearon la habitación, Matt tragó visiblemente. Después de un
momento, frunció el ceño y habló, su voz delgada.
¿Dónde está Ethan?
Los ojos de Elena volaron al lugar ante el altar donde Ethan, el líder de los
vampiros Vitale, había sostenido un cuchillo en su garganta. El lugar donde
Meredith lo había matado con su bastón. Meredith hizo un suave sonido de
negación.
El suelo estaba oscuro con la sangre de Ethan, pero su cuerpo no estaba en
ninguna parte para ser encontrado.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 2
Traducido por Sarahflowerz
Corregido por Sabina_Salvatore
Él señaló su esencia dentro de él con esplendor, tragos para saciar la sed. ¿Por
qué paró alguna vez de hacer esto? Él supo por qué, por supuesto: Elena. Siempre,
por el año pasado, Elena. Por supuesto él todavía ocasionalmente había usado su
poder para coaccionar víctimas en contra de su voluntad. Pero lo había hecho con
la inconfortable consciencia que Elena desaprobaría, escarmentado con la imagen
de sus ojos azules, seria y sabiendo, aprestándole y encontrándolo queriendo. No
lo suficientemente bueno, no en comparación con su mascador de ardillas hermano
bebé.
Y cuando parecía que Stefan y Elena se podrían hacer una buena, que él debería ser
el único que terminara con su dorada princesa después de todo, había dejado de
beber sangre fresca. En vez él había bebido frío, insípido sabor de sangre vieja de Page
los donantes del hospital. Él había incluso probado la repugnante sangre animal de
la que su hermano vivía.
Ella estaría bien. ¿Y si él la hubiera escogido por su largo cabello dorado, ojos
azules, y cremosa piel recordándola a Elena? Bueno, ese no era el asunto de nadie
excepto del propio Damon. Por último la liberó, caballerosamente estabilizándola
en sus pies cuando ella se tambaleó.
Ella era deliciosa –nada como la sangre de Elena, pensó, lejos de ser tan rica y
embriagadora- pero tomando más sangre esta noche habría sido imprudente.
Ella era una chica linda, ciertamente. Él ordenó su pelo cuidadosamente sobre
sus hombros, escondiendo las marcas de su cuello, y ella parpadeó hacia él con
encandilados, abiertos ojos. Esos ojos estaban mal, maldita sea. Deberían ser más
oscuros, un claro lapislázuli, y decorado con pesadas pestañas. Y el pelo era, ahora
que él lo miró de cerca, obviamente teñido. La chica lo sonrió vacilante, insegura.
—Mejor que vuelva— hizo eco, su voz errónea, el timbre erróneo, el tono
erróneo, no correcto del todo. Su cara se iluminó. —Mi novio me está esperando—
añadió.
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Damon sintió que algo de su interior chasqueó. En una fracción de segundo, él
empujó a la chica rudamente de vuelta a él. Sin ningún cuidado o fineza, él rasgó
de vuelta a su garganta, tragando su rica y caliente sangre furiosamente. Él estaba
castigándola, se dio cuenta, y tomando placer en ello.
Ahora que ella no estaba más tiempo debajo de su esclavitud, ella gritó, luchó,
pulsando contra su espalda con sus puños. Damon la clavó con un brazo y
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expertamente hizo sus colmillos hacia dentro y hacia fuera de su cuello para
agrandar la mordida, bebiendo más sangre, más rápido. Sus golpes se fueron
debilitando y ella se balanceó en sus brazos.
Cuando se volvió lánguida, él la soltó, y ella aterrizó en el suelo del bosque con un
ruido sordo.
Tocó sus propios labios y trajo su mano de vuelta roja y goteando. Había
pasado un largo tiempo desde que él había perdido su control así. Cientos de años,
probablemente. Miró hacia abajo y movió el cuerpo a sus pies. La chica lucía muy
pequeña ahora, su cara serena y vacía, pestañas oscuras contra sus pálidas mejillas.
Damon no estaba seguro de si ella estaba viva o muerta. Se dio cuenta de que
no quería descubrirlo. Retrocedió unos cuantos pasos de la chica, sintiéndose
extrañamente indeciso, y entonces se dio la vuelta y corrió, rápido y silencioso a
través de la oscuridad del bosque, escuchando sólo el golpeteo de su propio
corazón. Damon siempre había hecho lo que quería. Sintiéndose mal sobre lo que
era natural para un vampiro, que era para alguien como Stefan. Pero mientras
corría, una sensación inusual en el pozo de su estómago lo molestaba, algo que se
sintió más que un poco de culpa.
***
—Pero dijiste que Ethan estaba muerto— dijo Bonnie. Sintió que Meredith se
encogió detrás de ella y se mordió la lengua. Por supuesto Meredith sería sensible
sobre la posible supervivencia de Ethan; ella lo había matado, o pensaba que lo
había hecho. La cara de Meredith era dura y guardada ahora, revelando nada.
—Excepto que hay algunos de ellos que podemos ayudar, ¿cierto? Stefan nos
podía haber enseñado cómo ser vampiros que no dañan a la gente. Incluso Damon
cambió ¿no? Y Chloe…— Sus mejillas de iluminaron con emoción. —Ninguno de
ellos se merece esto. Ellos no sabían en lo que se estaban metiendo.
—No—Meredith contestó, tocando ligeramente el codo de Matt con una mano —
No lo hacían.
Bonnie sabía que Matt era amigo de Chloe, la joven de cara dulce, pero estaba
empezando a entender que él había sentido mucho más que eso. ¡Qué terrible
saber que Meredith podría tener que empujar una estaca en el pecho de alguien
que estaba cayendo enamorado, y lo aún peor saber que era lo correcto! Page
Zander tenía una expresión suave en sus ojos, y Bonnie se dio cuenta de que
estaba pensando lo mismo. La tomó de la mano, sus dedos largos fuertes se
envolvieron alrededor de los de ella, y Bonnie se acurrucó un poco más contra él.
—Espera— dijo la chica con voz ronca, con las manos extendidas. Ella miró
más allá de Meredith y pareció ver a Matt por primera vez. —Matt— dijo. —
Ayúdame. Por favor. —Ella lo miraba fijamente, concentrándose de forma visible,
y Bonnie se dio cuenta con un sobresalto de que el vampiro estaba tratando de usar
el poder para hacer que Matt haga lo que ella quería. No estaba funcionando, sin
embargo, ella no tenía que ser lo suficientemente fuerte todavía, y después de un
momento puso sus ojos en blanco y ella se recostó contra la pared.
—Él se está escondiendo en la casa al final de los túneles— dijo. Su voz sonó
medio dormida, desconectada de sus pensamientos.
—Sí— dijo Beth. —Todo el mundo se está quedándose ahí hasta el equinoccio.
Y hasta cuando todas las esperanzas de Ethan estén cumplidas.
Dos días, pensó Bonnie. Los otros le habían dicho que Ethan había intentado
resucitar a Klaus, el vampiro original. Ella se estremeció ante la idea. Klaus había
sido aterrador, una de las cosas más difíciles que jamás había visto. Pero, ¿podría
realmente hacerlo? Ethan no había recibido sangre de Stefan y Damon, y él no
podía hacer el hechizo de resurrección sin ella. ¿Podría?
—No se puede llegar a él— dijo en esa monótona voz. —Está escondido, y
cada uno de nosotros daríamos la vida para protegerlo.
L.J. Smith Destiny Rising
Meredith asintió, claramente sopesando las palabras de su siguiente pregunta,
pero Matt interrumpió:
Zander se enfocó más fuertemente en Beth, y Bonnie sintió de nuevo una ola
de poder emanando de él.
Beth se rió entre dientes, un sonido rico y oscuro, aunque su cara se quedó sin
expresión insulsa. Esa risa fue la primera emoción que había mostrado desde que
Zander había encantado en cierto modo su inexpresividad y la verdad.
—Yo no quiero hacer daño, yo quiero matar— dijo ella, con una diversión
dura en su tono. —Nunca me he sentido tan viva.
Zander retrocedió con una rápida gracia animal. Al mismo tiempo Meredith
suavemente se disparó hacia delante, empujando su estaca a través del corazón de
Beth.
—Está bien— dijo ella en voz baja. Meredith se giró hacia Matt desafiante.
—Tenía que hacerlo— dijo. Matt bajó la cabeza, con los hombros caídos.
—No me dijiste eso—dijo. Zander se dejó caer hacia abajo sobre sus rodillas y
se enfrentó a ella a través de víctima inconsciente de Beth. Sus ojos estaban muy
abiertos y sinceros.
Tendría que averiguar lo que estas otras —pequeñas cosas— eran, supuso.
—Parece que eso es algo que podría ser muy útil— dijo, y observó que el rostro de
Zander se relaja en una sonrisa alegre soleado. Meredith se aclaró la garganta. Ella
seguía mirando Matt, sus ojos llenos de simpatía, pero su voz era seca.
—Tenemos que conseguir a todos juntos tan pronto como sea posible. Si
Ethan todavía está tratando de resucitar a Klaus, tenemos que llegar a un plan
ahora.
Klaus. La piedra del suelo del túnel debajo de las rodillas de Bonnie estaba
repentinamente helada.
Capítulo 3
Traducido por laurasoto
Corregido por tamis11
E
lena enlazó sus dedos a través de los de Stefan, emocionado
incluso por este pequeño detalle. Se sentía como si hubiera pasado
tanto tiempo desde que habían estado a solas, tanto tiempo que no
había estado aún lo suficientemente cerca de Stefan para que le
tocase. Toda esta tarde se había encontrado apoyado contra su costado, rozando su
pulgar sobre sus nudillos, envolviendo su brazo alrededor de su cintura, trazando
con el dedo a lo largo de su clavícula: cualquier pequeño detalle que pudiera tener.
Cualquier cosa para sentir la realidad simple y satisfactoria de Stefan, aquí con ella
por fin. Era una noche de agradable temperatura, y no había musgo suave bajo los
pies. Una brisa agitaba las hojas de los árboles del bosque a su alrededor, ya través
de las ramas de los árboles que podían vislumbrar un cielo lleno de estrellas. Tenía
todos los elementos de un paseo romántico a través del bosque, excepto por el
hecho de que estaban en busca de vampiros sedientos de sangre.
—No siento nada —dijo Stefan. Su mano era tranquilizadora apretando
alrededor de la de ella, pero sus ojos verdes oscuros celebró una mirada lejana, y
Elena sabía que él estaba usando su poder para explorar el bosque. —No hay
vampiros ni nadie en el dolor o miedo, por lo que yo puedo decir. Yo no creo que
haya nadie a su alrededor.
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—Vamos a seguir buscando, sin embargo. Por si acaso —instó Elena. Stefan
asintió. Había Límites a la búsqueda de Stefan: alguien mucho más fuerte que él
podría ocultarse de ella, alguien mucho más débil podría no captar su atención. Y
de algunas criaturas, como hombres lobo, no podía sentir nada. —Yo sé que no
debería estar pensando en esto con todo lo que está pasando, pero lo único que
L.J. Smith Destiny Rising
quiero es estar a solas contigo —confesó Elena en voz baja—. Las cosas están
sucediendo muy rápido. Si Ethan trae a Klaus de vuelta. . . se siente como que
podríamos no tener mucho tiempo. —Stefan soltó la mano de Elena y le tocó la
cara suavemente, sus dedos cepillaban sus mejillas y la curva de la ceja, un
fantasma pulgar por los labios. Sus ojos oscurecidos por la pasión, y él sonrió.
Luego la besó, suavemente al principio. Oh, Elena pensó, y entonces, sí. Como si
hubiera estado esperando su confirmación, los besos de Stefan se volvieron más
apasionados. Su mano en un puño suavemente en su pelo, y se movieron hacia
atrás hasta que estuvo presionada contra un árbol. La corteza era áspera contra sus
hombros desnudos, pero Elena no tenia cuidado, ella sólo besó ferozmente a
Stefan, con avidez.
Esto está bien, pensó Elena. Esto es como volver a casa, y ella sintió a Stefan
de acuerdo y la fuerza de su amor. Sí, pensó, y más. Sus mentes entrelazadas y
Elena se relajó en la espiral lenta corriente de pensamientos y emociones de Stefan.
No era amor no-sólido, amor, y había una constante contusión estable como dolor
de pesar por el tiempo que habían perdido. Más fuerte de todo, no había una
sensación de alivio, de gozo. No sé cómo viviría sin ti, Stefan pensó para ella. Yo
no podría vivir para siempre, sabiendo que no eras mía.
En el pensamiento de siempre, un repiqueteo de ansiedad disparó a través de
Elena. A menos que tuviera una muerte violenta, siempre fue un hecho para
Stefan. Él se encendería, no envejece y hermoso, siempre tendría dieciocho. ¿Y
Elena? ¿Envejecería y moriría con Stefan eternamente joven a su lado? No dudaba
de que se quedara con ella, no importa qué. Había otras posibilidades. Ella había
sido una vez un vampiro, y ella había sufrido, siendo separada de sus amigos y de
la familia, separado del mundo de los vivos. Ella sabía que Stefan no desearía esa
vida para ella. Pero era una opción, aunque nunca se habló sobre ella.
Su mente se refirió a una determinada botella escondida en el fondo de su
armario en su casa, y evitado de nuevo. Había robado una botella de agua de la
vida eterna de la Guardianes cuando ella y sus amigas habían viajado en la
Dimensión Oscura. Su existencia, y la elección que le ofrecía, estaban siempre en
los bordes de su mente. Pero ella no estaba lista para tomar esa decisión, para Page
poner fin a su vida mortal. Todavía no. Seguía creciendo, seguía cambiando. ¿Era
la Elena de ahora la persona que ella quería ser para el resto de su vida? Ella era
tan defectuosa, por lo inacabado. Beber el agua de la vida eterna, o convertirse en
un vampiro, cerraría las puertas para Elena, no estaba lista para cerrarlo todavía.
Quería quedarse humano. Le dolía por dentro, que: ¿Estaría humano ahora?
¿Podía ser humano, si tenía que convertirse en un tutor? Todo esto se consideraba
L.J. Smith Destiny Rising
en un rincón privado de su mente mientras la mayor parte de ella esta centrándose
en las sensaciones de los dulces labios de Stefan y su cuerpo contra el de ella y el
constante hilo de amor que pasa entre ellos. Sus emociones deben haber roto a
través de Stefan, sin embargo, éste respondió. Lo que quieras, Elena, pensó para
ella, suave y tranquilizador. Voy a estar con ustedes. Para siempre. Sin importar el
tiempo que podría ser para ti.
Ella sabía que eso significaba que Stefan entendería aunque ella decidiera
vivir una vida natural, envejecer y morir. Y no habría razones para hacerlo. Stefan
y Damon ambos habían perdido algo, nunca envejecer, nunca cambiar. Ellos
sintieron que parte de su humanidad se ha ido. Pero ¿cómo iba a abandonarlo
algún día si se enfrentan a Stefan? No podía imaginar morir de nuevo, muriendo y
dejándolo detrás a él. Elena le presiona de nuevo con más fuerza contra la áspera
corteza del árbol y besó a Stefan difícilmente, se sentía más intensamente viva con
el casi doloroso contraste de sensaciones. Luego se retiró. Ella había guardado
mucho de Stefan desde que había llegado a Dalcrest. Ella no iba a ir por ese camino
otra vez, no iba a quererlo mientras le bloqueo partes de su vida.
—Hay algo que tengo que decir—dijo— Tienes que saber todo. Yo no puedo:
no puedo esconder cosas de ti, ahora no—. Stefan frunció el ceño
interrogativamente y ella bajó la mirada hacia su mano en contra de su camisa
mientras se retorcía el tejido nervioso. —James me dijo algo ayer, antes de la pelea
—exclamó ella—. Yo no soy quien pensé que era, no exactamente. Los Guardianes
eligieron a mis padres, me hicieron y mis padres se suponía que me entregaran
cuando yo tenía doce años para convertirme en un Guardián. Mis padres se
negaron y por eso murieron. No fue sólo un accidente casual. Los Tutores los
mataron. ¿Y ahora, después de enterarme de esto, se supone que debo ser uno de
ellos? "
Stefan la miró atónito por un momento, y luego su rostro se llenó de
compasión. —Oh, Elena—dijo él, y la atrajo hacia sí, tratando ahora de consolarla.
Elena se dejó descansar sobre su pecho. Gracias a Dios Stefan entendía que la idea
de convertirse en uno de los Guardianes, los fríos reguladores del orden, no había
nada que celebrar, aunque traería su poder. Page
—Te voy a ayudar—dijo Stefan—Si tu quieres tratar de negociar su salida de
esto, o luchar contra esto, o seguir adelante con ella. Lo que quieras.
—Lo sé—dijo Elena, con la voz ahogada mientras apretaba la cara contra su
hombro.
L.J. Smith Destiny Rising
De repente, Stefan sintió su cuerpo tenso contra el de ella y se dio cuenta de
que estaba mirando alrededor. —Stefan—se preguntó ella. Él tenía la mirada
perdida en la distancia por encima de su cabeza, con la boca apretada y los ojos
alerta. —Lo siento, Elena —dijo, mientras Elena se apartó y la miró a los ojos. —
Vamos a tener que hablar sobre esto más adelante. Sentí algo. Alguien en el dolor.
Y ahora que el viento ha cambiado, creo que huelo a sangre.
Aprisionando sus emociones, Elena se obligó de nuevo a volver a la
racionalidad y calma. Todo esto, todos sus propios problemas y preguntas, podían
esperar. Tenían un trabajo que hacer. —¿Dónde?—le preguntó. Stefan tomó la
mano de Elena y la llevó más lejos en la maleza. Los árboles bloqueando a las
estrellas aquí, y ella tropezó con las raíces y piedras en la oscuridad. Stefan la
estabilizó, guiando su camino. Un momento después, irrumpieron en otro claro. Le
tomó a los ojos de Elena un segundo para ajustarse, para ver la forma oscura de
Stefan que ya se estaba moviendo con cautela. Acurrucado en el suelo yacía el
cuerpo de un ser humano. Cayeron de rodillas junto a él, y Stefan extendió la mano
y con cuidado, suavemente giró a la persona. El cuerpo se dejó caer pesadamente
sobre su espalda. Una chica, Elena se dio cuenta.
Una niña de su misma edad, con el rostro pálido y vacío. Cabello dorado
brillaba a la luz de las estrellas. Había sangre en su garganta. —¿Está muerta? —
Preguntó ella en un susurro. La chica estaba tan quieta. Stefan tocó la mejilla de la
chica, luego, con cuidado se pasó los dedos por el cuello, por debajo del goteo de la
sangre, no tocando el líquido rojo y espeso. —No está muerta —Elena dejo escapar
un suspiro de alivio— Pero ha perdido mucha sangre.
—Será mejor traerla de vuelta a la escuela —dijo Elena— Y vamos a decir a los
demás que los vampiros están cazando en el bosque. Podemos volver y encontrar a
quien hizo esto. —Stefan estaba mirando las heridas de la niña, con la boca torcida
en una extraña expresión indescifrable. —Elena, yo-yo no creo que esto fuera de
los vampiros de Ethan—dijo vacilante.
—¿Qué quieres decir?—Preguntó Elena, perpleja. La raíz estaba cavando en
sus rodillas, y ella cambió para sentirse más cómodo, presionando una mano
contra el frío suelo. —¿Qué otra cosa podría haber hecho esto? —Stefan frunció el Page
ceño y tocó suavemente el cuello de la chica de nuevo, siendo cuidadoso de no
entrar en contacto con la sangre.
—Mira a las marcas —dijo— El vampiro que hizo esto fue enojado y
descuidado, pero él tenía experiencia. La mordedura es limpia y en el lugar
perfecto para obtener la máxima cantidad de sangre sin matar a la víctima. —Él
L.J. Smith Destiny Rising
alisó el pelo de la chica con cuidado, como si fuera a consolarla. Parecía que estaba
en el dolor, sus dientes cerrado, con los ojos entrecerrados. —Elena, Damon hizo
esto.
Todo en Elena se apretó y ella negó con la cabeza, su pelo azotando a su
alrededor. —No —dijo ella— Él no acaba de dejar a alguien en el bosque para
morir. —Stefan tenía una mirada perdida en su cara y ella instintivamente
extendió la mano para tocar su brazo, tratando de consolarlo. Cerró los ojos por un
segundo y se apoyó en ella. —Después de quinientos años, puedo reconocer la
mordedura de Damon —dijo con tristeza. —A veces parece como si hubiera
cambiado, pero Damon no cambia. —Parecía que el peso de las palabras de Stefan
lo golpeaban con la misma fuerza que chocaban a Elena, y él encogió los hombros.
Por un momento, Elena no podía respirar, y tragó saliva, sintiéndose mareada y
enferma. ¿Damon? Imágenes destellaron en su mente: insondables ojos de Damon,
sus ojos oscuros calientes con furia, afilado con amargura. Y más suave, más
caliente, a veces, cuando miraba a ella y a Stefan. Un núcleo duro de la negación se
formó en su pecho. —No— dijo ella, y mirando a Stefan, ella lo repitió con más
firmeza. —No. Damon está sufriendo, porque nosotros—por mi culpa. —Stefan
asintió casi imperceptiblemente— No vamos a renunciar a él. Él ha cambiado, ha
hecho tanto por nosotros, por todos nosotros. Él se preocupa, Stefan, y podemos
tirar de esto. Él no la mató. No es demasiado tarde.
Stefan estaba escuchando con atención y después de un momento se retiró la
mano con cansancio en su rostro, sus rasgos afirmantes con determinación. —
Tenemos que mantener esto en secreto—él dijo— Meredith y los demás no pueden
saber lo que Damon ha hecho —Elena recordó la expresión de Meredith mientras
ejercía su bastón, y tragó duro. El cazador de Meredith no dudaría en matar a
Damon si ella pensaba que era superficial peligro para los seres humanos
inocentes. —Tienes razón—dijo ella débilmente. —No podemos decirle a nadie—
Llevando el cuerpo de la chica inconsciente, Stefan tomó la mano de Elena en su
mano de nuevo. Ella apretó la mano con fuerza, sus ojos se encontraron con los
suyos en un compromiso de silencio. Trabajarían juntos, salvarían a Damon. Iba a
estar bien.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 4
Traducido por laurasoto
Corregido por Paola Salvatore
E
lena no le dijo a nadie acerca de la chica que habían
encontrado en el bosque.
¿Fue ésta la realidad que había estado ignorando? Tal vez Damon había
estado atacando a la gente todo este tiempo y ocultándolo de ella, y la idea la
tenía aturdida, sin saber, y feliz víctima de una mentira. O tal vez había habido
un cambio, y era culpa de Elena.
¿Podría Damon haber hecho esto en una rabia, porque Elena había elegido
Stefan? Elena intentó una vez más llamar Damon, pero cuando sonó a través de
correo de voz, empujó el botón "fin de la llamada" en su teléfono. Ella había
estado llamando a Damon y bajando toda la mañana y había dejado un par de
mensajes ya, pero no había contestado una llamada.
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—¿Y Stefan? —preguntó Bonnie, que salió con la toalla de baño en el pelo.
Hebras rojas rizadas salvajemente sobre su rostro en todas direcciones—. ¿Está
en camino?
Stefan se unió a Elena en su cama, tomando su mano entre las suyas. Sin
embargo, después de un año, Elena sintió una sacudida de excitación con el
movimiento de sus dedos directamente a su corazón. Elena lo miró por un
momento, buscando algún indicio de lo mal que había estado la noche anterior,
una pista sobre si había logrado hablar con Damon todavía, pero no había
nada.
—Está bien, todo el mundo —dijo Meredith, pasando su pulgar por la hoja
afilada de su cuchillo—. Sabemos que Ethan se esconde.
—Espera—dijo Elena—. Hay algo que tengo que decirles a todos ustedes.
Los ojos de Stefan volaron a los de ella, duro y brillante, y se dio cuenta que se
había equivocado acerca de él que quería calmarla. El secreto sobre Damon lo
tuvo con fuerza nerviosa—. Mm —dijo ella, sintiéndose extrañamente nerviosa.
Recordaba cómo se habían sentido todos acerca de los Guardianas frías,
didácticas que habían conocido en las Dimensiones Oscuras, las que la habían
despojado de sus poderes (dolorosamente, no podía olvidar lo mucho que
había dolido cuando cortaron sus alas) y que se había negado a traer de regreso
a Damon de la muerte. Pero ella empujó la mandíbula con orgullo, terquedad,
y siguió su camino—. Me acabo de enterar de que soy una Guardiana —dijo
rotundamente. Page
Se hizo un silencio en blanco.
Stefan se acercó más contra ella. Desde sus asientos, Matt y Zander se
quedaron mirándola con expresiones casi idénticas de simpatía y
preocupación. Meredith estaba a su derecha: Elena no estaba sola. Dejó escapar
un suspiro, y aflojó los hombros, liberando parte de la miseria que había estado
conteniendo desde que James le había dicho el secreto de su nacimiento.
—Podría ser una exageración —dijo ella—, pero me gusta estar preparada
—Sacó un tronco de madera de su armario—. Y tengo esto. Alaric me ayudó a
recoger todo antes de empezar las clases.
Ella abrió la caja con una mirada a medias de disculpa a Stefan, que se
estremeció y dio un paso hacia atrás, lejos del tronco. Elena estiró el cuello para
ver. Se veía como una especie de planta allí, llenando la caja hasta el borde. Oh.
La caja estaba repleta de verbena. Probablemente había allí suficiente para
incapacitar a toda una colonia de vampiros, si tan sólo pudiera encontrar una
manera de frotarla en ellos, o conseguir que se lo coma. Como mínimo, todos Page
serían capaces de protegerse ellos mismos de ser influenciados.
—¿No podríamos hacer algo con toda ésa verbena? —Preguntó Bonnie de
repente—. ¿Cómo quemarlo, o que sea un gas de alguna manera y llenar los
túneles con su humo? Sin el comando de las demás salidas, todos los vampiros
tendrían que entrar en la casa. Podríamos atrapar y quemar la casa abajo, o al
menos llegar a todos ellos a la vez.
—Podría llamar a los chicos a ayudar —sugirió Zander—. Hemos estado tras
los vampiros vitale por un tiempo. No vamos a ser tan fuerte como lo seríamos si
se tratara de la fase lunar, y no todos los diez de nosotros pueden pasar sin la luna
llena. Pero trabajamos bastante bien juntos. . . —Su voz se apagó—. Si nos quieren
—agregó—, sé que no todos se sienten a gusto con los hombres lobo, y, para ser
honesto, no somos grandes fanáticos generalmente de los vampiros. Sin ánimo de
ofender —Miró a Stefan y a Meredith, quien aún tenía el cuchillo contra su pierna.
Meredith, por supuesto, era la más probable para oponerse a traer un paquete de
hombres lobo en su grupo.
Bonnie había asegurado que Zander era diferente a los hombres lobo que
habían conocido antes, que eran buenos, más como perros de guardia que los
animales salvajes. Pero Meredith había sido criada para cazar monstruos.
Ahora, ella asintió con la cabeza lentamente a Zander, sin embargo, y sólo
dijo:
—Podemos usar toda la ayuda que podamos conseguir— Meredith caminó
con los ojos cerrados por la habitación y los labios de Bonnie se inclinaron en una
pequeña sonrisa, satisfecha—. Hablando de ―toda la ayuda que podamos
conseguir‖ —dijo Meredith—, ¿dónde está Damon?
—No, voy a llamar a Damon. Tengo que hablar con él, de todos modos.
Elena se mordió el labio y asintió. Quería ver a Damon por sí misma, estaba
desesperada por verlo, para saber lo que estaba mal con él, con ganas de arreglarlo,
pero él no estaba tomando sus llamadas. Tal vez lo que Damon necesitaba en este
momento de Elena era espacio. Esperaba que Stefan, al menos, pudiera llegar a él.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 5
Traducido por laurasoto
Corregido por Isane33
C
uando Stefan llamó a la puerta del apartamento de Damon,
Damon abrió casi inmediatamente, miró a Stefan, y trató de cerrarle
la puerta en las narices.
—Ella todavía estaba viva —dijo Stefan firmemente—. La llevé a su casa. Está
bien.
Damon parpadeó.
—Mira —dijo—. Hay suficiente pasando con los otros vampiros en la escuela
sin ti empezando a cazar de nuevo. Ethan sigue vivo, y está planeando intentar
traer de vuelta a Klaus mañana por la noche.
Arqueando una ceja, Damon sonrió de nuevo, una rápida y salvaje dejando al
descubierto sus blancos dientes.
Y era verdad, Stefan recordó. En esa horrible batalla pasada con Klaus, Page
Damon había apuñalado al Antiguo con ceniza blanca, impidiéndole asestar el
golpe final contra Stefan. Pero él no había sido el responsable de la muerte de
Klaus. Stefan había dirigido la lucha contra Klaus, había hecho todo lo posible para
matarlo. Pero, al final, había fallado, también. Fue Elena, llevando un ejército de
muertos contra el vampiro original, la que lo había matado.
—Estoy seguro de que puedes manejar las cosas —dijo suavemente, su voz
crispada—. El bienestar de Elena es tu responsabilidad ahora, no la mía.
—Damon…
—Damon —dijo de nuevo. Sabía que Damon podía oírlo, pero sólo había
silencio desde el interior del apartamento. Lentamente, se apartó de la puerta. Sería
mejor no empujar Damon, no cuando él estaba en este estado de ánimo.
***
—Estoy tan contento que hayas venido a verme, Elena —dijo el profesor
Campbell—. Estaba preocupado por ti después de… —miró a su alrededor de
manera subrepticia y bajó la voz, aunque estaban solos en su oficina— nuestra
última conversación. —La miró con cautela, por lo general su rostro inquisitivo y
pagado de sí mismo estaba nublado con incertidumbres.
—Siento salir corriendo de esa manera, James —le dijo Elena, mirando hacia
abajo a la taza de café dulce y lechosa que le había dado—. Es sólo… cuando me
dijiste que yo era un Guardián y la verdad sobre lo que pasó con mis padres,
necesitaba un poco de tiempo para pensar. El último verano, conocí a algunos
guardianes. Ellos eran poderosos, pero muy inhumanos.
Todavía no podía aceptar que se suponía que debía ser como ellos. Toda la
idea era tan grande y terrible que su mente no dejaba de apartarla, centrándose en Page
su lugar en las sólidas e inmediatas preocupaciones, como los vampiros en el
campus.
—Me vendría bien una buena noticia —dijo en voz baja, casi suplicante—.
Realmente no entiendo lo que sería un guardián humano. ¿Sería diferente de un
Guardián Celestial?
James sonrió por primera vez desde que ella había entrado a su despacho.
Elena cerró los ojos por un momento e hizo una mueca. No podía imaginar ser
entregada a los Guardianes y perder su vida humana tan joven. Pero si hubiera
sido entregada, su madre y su padre todavía estarían vivos.
—¿Pero para que son los guardianes humanos? —preguntó Elena—. ¿Qué se
supone que debo hacer? —Ella se dio cuenta de que estaba agarrando su tasa con
L.J. Smith Destiny Rising
tanta fuerza que podría romperlo, por lo que lo puso sobre el escritorio de James y
se aferró a los brazos de su silla.
—Proteger a los inocentes, lo puedo manejar —dijo Elena. Le dio a James una
sonrisa temblorosa. No estaba muy segura acerca de "mantener el equilibrio‖. En
su opinión, los Guardianes de la Corte Celestial habían estado tan obsesionados
con el equilibrio y el orden en que se habían olvidado sobre los inocentes. O tal vez
los inocentes eran sólo la preocupación de los Guardianes en la Tierra. Pero si eso
fuera cierto, ¿no se habría preocupado alguien por sus padres?
—Eso fue lo que pensé. Y… —dijo, con aire de tener guardado lo mejor para el
final dijo—: mi colega ha localizado a uno de los otros Guardianes en la Tierra. —
Sacó una hoja de una carpeta sobre su escritorio y se la pasó.
Era una copia impresa de una fotografía a color, un poco granulosa. En ella,
un hombre de cabello oscuro, tal vez un año o dos mayor que Elena, sonreía a la
cámara. Sus ojos castaños estaban entrecerrados en el resplandor del sol y sus
dientes eran de un blanco brillante contra su piel bronceada.
—Te haré saber tan pronto como pueda traerlo aquí —dijo.
L.J. Smith Destiny Rising
A pesar de la noticia de que había alguien más ahí fuera como ella, alguien
que podría entender, el estómago le dio un vuelco y Elena sintió como si estuviera
cayendo en espiral hacia algo profundo, oscuro y desconocido. ¿Podría Andrés ser
capaz de decirle lo que necesitaba saber? ¿Seguiría siendo Elena una vez que su
destino la alcanzara?
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 6
Traducido por Xiime~
Corregido por Violet~
S
tefan, Elena y cinco hombres lobo observaban alertas desde
una colina con vista al oscurecido refugio de los Vitale. Estaban
esperando alguna señal que indicara que la parte del plan de
Meredith y su grupo estaba funcionando, y que esos vampiros
Vitale estaban siendo conducidos a través de sus túneles secretos y
al interior de la casa.
Cuando le consultaron por teléfono, Alaric sugirió que los vampiros Vitale
harían el ritual de la resurrección a la medianoche en medio del equinoccio, por lo
que Stefan y Meredith decidieron estar en la ofensiva antes de la puesta del sol,
cuando los vampiros estarían bajo tierra, esquivando la luz del día. Ahora la luz
del atardecer se reflejaba en las ventanas del refugio, ocultando cualquier
movimiento interior de la vista.
—Chad dice que el gas de verbena ya debería haber llenado los túneles. —dijo
otro de los hombres lobo, este en forma humana, traduciendo el idioma lobo—.
Deberíamos ver algo pronto.
Elena se movió más cerca de Stefan y compartieron una mirada. Era raro ver a
la manada trabajando: cambiaban de un grupo de chicos torpes forcejeando y
maldiciendo, en un serio y competente equipo. Cada uno de los hombres lobo en
forma de lobo estaba alerta y activo, sus elegantes y poderosamente musculosos
cuerpos claramente sintonizados con cualquier sonido o esencia yendo hacia ellos.
Y los hombres lobo, en forma humana, eran rápidos para reaccionar a cualquier
movimiento de sus hermanos lobo, actuando como si hubiera una constante, pero
silenciosa comunicación entre la manada.
Quizás eso era cierto. Stefan no lo sabía, pero creía que ser un hombre lobo era
probablemente menos solitario que ser un vampiro. Si tienes una manada.
Chad se alzó en sus pies, el pelaje de su espalda erizado, sus orejas paradas.
—Están dentro. —dijo uno de los hombre lobo en forma humana, Stefan
pensaba que su nombre era Daniel, asintió. Había oído la trampilla del sótano de la
casa abrirse, también, y el sonido de Meredith, Matt y la otra mitad de la manada
saliendo de los túneles. Si las bombas de verbena habían funcionado, los vampiros
deberían haber sido conducidos a la casa frente a ellos.
—Vamos —dijo Stefan, yendo hacia la puerta principal. Fue capaz de romper
el cerrojo con un rápido movimiento de su muñeca, y entró fácilmente, ningún
humano había vivido aquí por mucho tiempo. El olor de la verbena alzándose
desde la entrada del túnel en el sótano nubló su mente por un momento, pero se lo
sacudió.
Todo el grupo desfiló escaleras arriba para encontrarse con los otros,
apiñándose en el angosto vestíbulo de lo que probablemente había sido alguna vez
una cabaña de caza. Zander, quien se había transformado en un increíblemente
hermoso lobo, todo blanco con los mismos ojos azul cielo que tenía como humano,
gruñó casi silenciosamente, y su manada se movió más cerca de él mientras Stefan
iba hacia Meredith y Matt.
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—Los túneles estaban vacíos cuando los atravesamos —dijo Meredith
sombríamente—. O tenían otras salidas que no conocíamos, o no estaban ahí
cuando pusimos el gas.
—¿Crees que están todos fuera cazando? —Preguntó Matt, con ojos grandes y
preocupados.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan sacudió su cabeza.
—Incluso con sus pines protegiéndolos del sol, no cazarían durante el día. La
luz del sol es muy cansadora para los vampiros nuevos —dijo rotundamente—.
Llegamos demasiado tarde. Deben de haberse ido para comenzar el hechizo de
resurrección. Quizás lo harán a la salida de la luna en vez de a la medianoche.
Frustrado, se dio la vuelta y estrelló sus puños contra la pared, dejando una
larga grieta corriendo a través del revoque.
—Hay alguien ahí —Tradujo Daniel—. Zander dice que ella está en la
habitación al fondo del vestíbulo.
Con una repentina y brutal patada, Stefan atravesó el umbral, alzando sus
brazos como para defenderse de un ataque.
Al fondo de la habitación, una chica con pelo ondulado se encogió, sus brazos
alzados para proteger su cara, sus ojos abiertos con miedo. Se veía tan vulnerable
que Stefan dudó por un momento, incluso aunque supo inmediatamente qué era.
—¿Matt? —Susurró.
—Oh, Chloe —dijo Matt tristemente. Alzó una mano hacia ella pero dudó
antes de hacer contacto, su mano levantada en el aire.
L.J. Smith Destiny Rising
La amiga de Matt, Chloe, recordó Stefan. Chloe, la primera chica que Matt
parecía importarle desde que había salido con Elena, desde que Stefan lo conocía.
La mano de Matt cayó a su lado otra vez y Stefan se preguntó si Matt estaría
recordando la cruel asesina en que su amiga Beth se había convertido, si ya se
estaría resignando al destino de Chloe.
—Se han ido al bosque —dijo Chloe con una pequeña y aterrorizada voz—.
Van a hacer el hechizo de resurrección allí.
Ethan había cortado a Damon durante la pelea. Era posible que se las hubiera
arreglado para recolectar algo de sangre, o encontrar suficiente después de la
batalla, para lo que necesitaba. Stefan tragó, con la boca repentinamente seca.
El enorme lobo blanco se dejó caer a sus patas traseras otra vez y se alejó,
mirando a los miembros en forma humana de la manada.
—Dice que está siendo honesta —Reportó Daniel—, pero que está débil.
Pelear contra su naturaleza es casi demasiado para ella.
Meredith, todavía en posición con su bastón, lista para matar, alzó una ceja
interrogante a Stefan, indecisa. Matt se volvió hacia él, también, con los ojos
brillando en ansiosa esperanza. Todos lo miraban, se dio cuenta, para tomar la
decisión.
Matt dejó salir el aire con alivio y cerró la distancia entre él y Chloe. Ésta se
acercó a él con gratitud pero asintió a Stefan, con lágrimas corriendo por su cara.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 7
Traducido por krispipe
Corregido por Mewhiine
C
uando Elena y los demás entraron en el bosque, el sol se estaba
poniendo. Ella había alcanzado a sus amigos mientras salían de casa y
Stefan, en voz baja, la había puesto al corriente de los que había
sucedido mientras seguían a Chloe. Anduvieron por los oscuros bosques por lo
que pareció mucho tiempo, todos ellos tensos y en silencio.
A medida que irrumpía en el claro, sus ojos escocían por el humo y la luz del
fuego, y al principio lo único que vio fue una confusión de formas retorciéndose
contra la luz. Cuando sus ojos se adaptaron, vio a Ethan, aún pareciendo
incongruentemente como el universitario pijo que no había sido desde hace mucho
tiempo, liderando el canto. Su frente estaba ligeramente arrugada en
concentración, y alzó una copa llena de sangre espesa y oscura como si fuera nada
más que vino.
¿Por qué no se lo impiden? Pensó Elena, y entonces los cuerpos borrosos ante
ella se enfocaron.
Sólo mortal, todos los día Elena, sin forma de ayudar ahora.
Stefan apartó el vampiro con el que había estado luchando y dio un gran salto
sobre la cabeza de Meredith, aterrizando de pie delante de Ethan.
L.J. Smith Destiny Rising
El canto tartamudeó a su fin. Stefan se acercó y envolvió su mano alrededor
de la garganta de Ethan justo sobre la tráquea, apretando y estrujando. El vampiro
más joven se atragantó y musitó sin palabras, sus manos desesperadamente
escarbando en Stefan.
Llegando abajo con la mano que no sostenía a Ethan por el cuello, Stefan
tanteó a su lado y sacó una estaca. Los ojos dorados de Ethan se abrieron cuando
Stefan apretó la estaca contra su pecho. Elena oyó gemir ligeramente a Chloe, pero
la chica vampiro no se movió.
Adiós, Ethan , dijo Stefan. Su voz era tranquila y práctica, sin enojar, pero
Elena lo oyó, y lo mismo hicieron los demás. Todo el mundo había detenido sus
luchas, sus brazos luchando contra sí, los ojos se volvieron hacia Stefan y Ethan.
Era como si todos estuvieran conteniendo la respiración. A continuación, los
vampiros comenzaron a gruñir y gritar, luchando por llegar al vampiro que los
engendró. Pero los lobos se movieron más rápido de lo que Elena podía haber
imaginado, inundando el círculo en torno a Ethan y Stefan, manteniendo atrás a los
nuevos vampiros. Elena dio un largo y aliviado suspiro. Stefan había llegado a
tiempo. Lo peor no sucedería.
Ethan miró a Stefan, pero sus labios se curvaron lentamente hacia arriba en
una terrible sonrisa.
Tan pronto como la sangre tocó el fuego, estalló en altas llamas azules. Elena
se encogió y se protegió los ojos de la repentina explosión de luz. A su alrededor,
los otros se encogieron, vampiros, humanos, y hombres lobos por igual.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 8
Traducido por laurasoto
Corregido por Emi_93
E
lena no podía moverse. Se sentía entumecida, sus extremidades
pesadas y congeladas. Su corazón latía cada vez más rápido, el flujo
de sangre tronando en sus oídos, pero se quedó quieta.
Después del incendio, Klaus se estiró y sonrió, sosteniendo sus
manos en frente de él. Él admiró sus largos dedos y antebrazos fuertes. -Sin
marcas-, dijo. Habló en voz baja, pero sus palabras resonaron a través del claro. -
Estoy entero de nuevo-. Él inclinó la cabeza hacia atrás para ver la alta luna
creciente arriba de él y su sonrisa se ensanchó. -Y de vuelta en casa- dijo.
Ethan zafó del agarre de Stefan, aflojado por el estado de shock de éste, y se
dejó caer de rodillas. -Klaus-, dijo con adoración. Klaus bajó la mirada hacia él con
una especie de indiferente curiosidad. Ethan abrió la boca para decir algo más, su
rostro extasiado, pero antes de que pudiera hacerlo, Klaus se acercó, puso sus
manos fuertes y elegantes alrededor de la mandíbula de Ethan, y tiró.
Stefan, con la cara salpicada de la sangre de Ethan, estaba mirando con atención a
Klaus, moviendo su cuerpo para encontrar una buena posición para atacar.
L.J. Smith Destiny Rising
-Delicioso-, dijo Klaus, su luz voz. -Me gusta el sabor del vampiro antiguo,
pero él todavía era joven y fresco. Su sangre era todavía dulce-. Miró
tranquilamente alrededor del claro. -¿Quién es el siguiente?- preguntó.
Entonces, con el claro iluminado por el fuego, con los ojos fijos en Elena, su cabeza
se elevó, como un la de un perro que coge un olor; su rostro cambio de la
indiferencia al estado de alerta.
-Tú- le dijo Klaus, casi con suavidad. -He querido volver a verte-, sonrió y
abrió las manos. -Y aquí estás, en mi renacimiento, para darme la bienvenida. Ven
aquí.
Oyó un susurro aterrado de Matt detrás de ella –Elena-, dijo él, y la agarró del Page
brazo, frenándola. No hubo tiempo para darle las gracias, sin embargo. Klaus fue
estrechando el espacio entre ambos. -Si me matas ahora…- le dijo a ella, su tono
tan íntimo como el de un amante. -Será mejor que no hagas aparecer tu ejército de
fantasmas furiosos a tu alrededor esta vez, Elena. Yo podría acabarte en cuestión
de segundos.
L.J. Smith Destiny Rising
-No-Stefan dio un paso adelante, con el rostro duro y desafiante.
Meredith se acercó a él y se quedaron hombro con hombro, mirando a Klaus.
Detrás de ellos, Zander y su manada, tanto lobos como humanos, permanecieron
entre Elena y Klaus.
Zander estaba mirando a Klaus, con los ojos muy abiertos, con los pelos de
punta levantado y tembloroso. Poco a poco, sus labios se tensaron sobre sus
dientes, y el hombre lobo gruñó. Klaus miró a todos levemente sorprendido, luego
se rió con diversión genuina. -Cuanta devoción inspiradora, ¿verdad, chica?-, le
preguntó Elena a través de la multitud. -Tal vez tú tienes algo del espíritu de mi
Katherine después de todo-. Con un movimiento suave, él se adelantó y cogió a
Stefan por la garganta, luego lo arrojó a un lado tan fácilmente como podría haber
arrojado un espantapájaros. Elena gritó cuando Stefan cayó con un ruido sordo en
el otro lado del claro y se quedó quieto.
Meredith, preparada y lista, al instante movió su bastón hacia la cabeza de
Klaus. Éste adelantó una mano y agarró el bastón en el aire, arrancándolo de las
manos de Meredith sin siquiera mirarla. Arrojó el bastón a un lado con tanta
naturalidad como había arrojado al cuerpo de Stefan y se metió rápidamente entre
la multitud, apartando a la manada de Zander y los vampiros de Ethan a un lado
con una eficiencia brutal, indiferente.
En el otro lado del fuego, Stefan se levantó. Pero Elena sabía que, incluso con su
velocidad vampírica, él no sería capaz de llegar a Klaus antes de éste llegara a
Elena. Antes de que pudiera parpadear, Klaus estaba de pie directamente delante
de ella. Le inclinó la cabeza hacia atrás, girando su cara hacia él, obligándola a
mirarlo a los ojos de hielo, riendo. -Te debo una muerte, una bonita- dijo,
sonriendo. Elena pudo sentir a la temblorosa Chloe a su lado y la mano de Matt en
el brazo, frío de miedo, pero aún así firme. -Déjala en paz- dijo Matt, y Elena lo
conocía lo suficiente para saber lo duro que le estaba resultando mantener la voz
sin temblores. Klaus no le hizo caso, con los ojos fijos en Elena. Se miraron el uno al
otro, y Elena trató de hacer sus propios ojos tan desafiantes como fuera posible. Si
Klaus iba a matarla ahora, ella no se iría llorando y pidiendo clemencia. No lo Page
haría. Se mordió el interior de la mejilla, tratando de concentrarse en el dolor físico
en lugar de su miedo.
Stefan se acercó de repente, tiro del brazo de Klaus con todas sus fuerzas, pero
no hizo ninguna diferencia. La mano de Klaus era tan firme en su mandíbula como
siempre, con los ojos constantemente en los de ella.
L.J. Smith Destiny Rising
Chloe no había desaparecido con los otros vampiros. En cambio, ella estaba
junto a Matt, mordiéndose los labios, mirando al suelo. Después de un momento,
Matt puso su brazo con cuidado a su alrededor y Chloe se acurrucó a su lado.
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Elena suspiró con cansancio y dejó caer la cabeza sobre el hombro de Stefan.
Todavía podía sentir el vil beso con gusto de Klaus, y las lágrimas le escocían los
ojos.
Ethan estaba muerto, pero nada había cambiado. La lucha apenas comenzaba.
L.J. Smith Destiny Rising
En un árbol alto sobre el claro, un cuervo negro grande agitaba sus plumas,
mirando el campo de batalla debajo de él. Había visto la lucha críticamente,
pensando que había cosas que habría hecho de otra manera, de forma más
agresiva. Pero él no quería ser visto, no había querido involucrarse con Elena y
Stefan y todos sus problemas. Pero el olor de la sangre y el fuego lo habían
conducido hasta aquí.
Después de todo, él todavía quería salvar a Stefan y Elena, ¿no? Eso era lo que le
estaba atrayendo a la lucha, un impulso casi sobrenatural de hacer aquello para lo
que había sido creado: matar. Cuando él había visto a Klaus arrojar a su hermano a
un lado, todo en él se había tensado a atacar. Y cuando el vampiro original se había
atrevido a tocar Elena, su corazón había volado hasta el borde del claro, su pulso,
normalmente lento, golpeando con furia. Pero ellos no lo necesitaban, no lo
querían. Lo había intentado, había hecho todo lo posible, había cambiado, todo por
la amistad que había encontrado en su hermano en el último tiempo y por el amor
de Elena. Después de siglos de no cuidar a nadie sino a sí mismo, Damon había
sido de repente atrapado por mundo de Elena, envuelto en las vidas de un puñado
de adolescentes mortales. Se había convertido en alguien que apenas reconocía. Y
no le había importado.
Klaus se había ido y ellos estaban bien. Esta no era su lucha. Ya no.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 9
Traducido por laurasoto
Corregido por Emi_93
Matt estiró el cuello para mirar por encima del hombro de Stefan, por la
puerta chirriante por donde se veía el abandonado cobertizo. El interior estaba
oscuro y mohoso, y Matt apretó la mano de Chloe.
—Esto debería ser un lugar seguro, por ahora—, les dijo Stefan.
Agua con mal olor se derramó por debajo de la madera húmeda, blanda bajo
los pies. Por encima de sus cabezas, la descomposición del techo permitía
vislumbrar el cielo nocturno.
—No estoy seguro de que Chloe deba vivir así—, dijo Matt lentamente, sin
querer ofender a Stefan. Los labios de Stefan se tensaron en una sonrisa amarga —
La primera lección que ambos necesitan aprender es que no está viviendo de esta
manera. Ella no vive en absoluto, ya no.
—Esto es así, Chloe— le dijo Stefan. Su voz era desapasionada. —Hasta que no
puedas aprender a sobrevivir sin lastimar a los seres humanos, no puedes
permanecer cerca de ellos. Cualquier olor o sonido podría hacerte estallar. Se
necesita mucho tiempo para llegar al punto en el que puedes confiar en ti misma, y
hasta que lo hagas, vas a merodear en las sombras, en los lugares donde ningún ser
humano puede ir. Alcantarillados. Cuevas. Los lugares que hacen de esta casa un
barco de lujo, en comparación.
Chloe asintió con la cabeza, mirando a Stefan con ojos muy abiertos y
sinceros. —Voy a hacer todo lo que tenga que hacer- dijo. —Esta es mi segunda
oportunidad, lo entiendo. Me voy a arreglar—. Stefan le dedicó una pequeña
sonrisa. —Espero que sí, Chloe— dijo. Frotando el puente de la nariz con dos
dedos en un gesto de cansancio. Se volvió hacia Matt. —Hay cosas que puedes
hacer para ayudarla—, le dijo Stefan. — Ella es joven. Es importante que tenga un
montón de sangre o no será capaz de pensar en otra cosa-. Matt comenzó a hablar Page
y Stefan lo interrumpió. —No tu sangre. Sangre de animal. Si puedes ir con ella al
bosque cuando cace, podrás ayudarla a mantenerse en su territorio y lejos de los
seres humanos. Puedes traer animales cuando no se sienta bien como para ir fuera-
. Matt asintió, y Stefan se volvió hacia Chloe. —Eres rápida y fuerte ahora; podrás
ser capaz de atrapar venados si así lo deseas. Si te concentras, deberías ser capaz de
llamar a animales pequeños, aves y conejos, hacia ti. Puedes tratar de no matarlos
L.J. Smith Destiny Rising
si quieres, pero probablemente lo harás de todos modos, por lo menos hasta que
aprendas a controlarte a ti misma.
—Está bien— dijo Matt mientras limpiaba sus manos sudorosas contra sus
vaqueros y volvió a asentir. —Podemos hacer esto—. Sus ojos se encontraron con
Stefan y Matt se sorprendió por la expresión de la cara del vampiro. A pesar del
tono que había estado utilizando Stefan, podía ver que estaba preocupado.
—Es peligroso para ti—, dijo Stefan suavemente. —No debería dejarte con
ella.—
Stefan volvió una mirada simpática hacia ella. —Yo sé que no quieres hacerle
daño—, le dijo él—, pero también sé que puedes escuchar el correr de la sangre de
Matt, como su corazón late con fuerza; sé que puedes oler su sangre, dulce y
abrumadora. Es difícil pensar con claridad cuando está cerca de ti, ¿no? Una parte
de ti sólo quiere extraer la vena que está llena de sangre rica y cálida, justo allí
debajo de su oreja.
—Yo quiero hacerlo—, dijo Chloe, con los ojos brillantes de lágrimas. —No
voy a hacerle daño a nadie. Eso no es lo que soy, ni siquiera ahora—. Ella cerró los
ojos, y las lágrimas se derramaron sobre sus pestañas, que se proyectaban en líneas
plateadas sobre sus mejillas.
—Vas a matarme—, coincidió Chloe, en voz baja. Sus ojos aún estaban
cerrados. Se abrazó a sí misma, envolviendo sus brazos alrededor de ella
defensivamente.
—Voy a asumir la responsabilidad por ella—, dijo Matt, su voz sonaba fuerte
en sus oídos. —No voy a dejar que nada malo suceda. —Chloe se acercó más a él,
que parecía encontrar consuelo bajo el brazo. Matt se aferró a ella. Chloe podría
salvarse, él lo sabía. No había sido lo suficientemente cuidadoso, no se había dado
cuenta lo que era Ethan. Pero Chloe no estaba perdida para él, todavía no.
—Está bien—, dijo Stefan en voz baja, mirándolos. —Buena suerte— Le dio la
mano a Matt y dio media vuelta y se fue, más rápido de lo que los ojos de Matt
podían seguirlo, sin duda se dirigía a Elena.
—Estás herido—, dijo Bonnie bruscamente. —No intentes eso conmigo. Ella
sacó la mano y empujó una bolsa de hielo sobre él con la otra mano. —Pon eso en
L.J. Smith Destiny Rising
tu hombro—, le ordenó. Se habían visto en las afueras de la biblioteca un poco
después del amanecer, y de inmediato había visto que Zander estaba herido.
Otro golpe seco resonó, así que Bonnie cruzó la habitación. —Está bien,
retengan sus caballos—, murmuró, abriendo la puerta. En el pasillo, con la mano
levantada para golpear una vez más, había un completo extraño, una niña con
corte de cabello largo y rubio. Sus rasgos pequeños y precisos reflejaban la propia
sorpresa de Bonnie.
—Um— dijo Bonnie. —Sí, él es. . . -. Entonces Zander se acercó por detrás.
—Bueno, hola, Shay— dijo él, un poco inseguro. Estaba sonriendo, sin
embargo. —¿Qué estás haciendo aquí?
La niña-Shay-pensó Bonnie ¿qué clase de nombre es ese? Miró a Bonnie en vez de
contestar, y Zander se sonrojó. — Oh—, dijo. —Sí, Bonnie, esta es Shay, es una
amiga que ha vuelto a casa. Shay, esta es mi novia, Bonnie.
—Necesito hablar contigo. Solo— dijo Shay a Zander, disparándole una Page
mirada significativa y luego cortando con los ojos a Bonnie bruscamente.
Zander puso los ojos en blanco. —Sutil, Shay—, dijo. —Pero está bien. Bonnie
sabe de mí y el resto de la manada.
Una ceja subió a la frente de Shay para unirse a la primera. —¿Crees que eso es
sabio? —preguntó.
L.J. Smith Destiny Rising
—O-kay—, dijo Shay lentamente. Miró a Bonnie con una mirada larga y
especulativa. Bonnie adelantó la barbilla y la miró, desafiante. Por último, Shay se
encogió de hombros. —Creo que he perdido mi derecho a dar consejos hace un
tiempo—, dijo, y luego bajó la voz, como si temiera que pudieran estar escuchando
desde el pasillo. —El Consejo Superior del Lobo me ha enviado—, dijo en voz baja.
—No están contentos con lo que están escuchando acerca de los vampiros en
Dalcrest. Ellos pensaron que tal vez podrían ayudarlos a encontrar alguna
solución.
—Oh, no seas así—, dijo Shay. Ella le tocó el brazo suavemente, dejando su
mano apoyada en él. —Ha sido una buena excusa para venir a visitarlos—, dijo
ella, aún más suavemente. —Sentí mucho cómo terminaron las cosas la última vez
que nos vimos.
No había nadie allí para oírlos, pero Shay recorrió a Bonnie con una mirada.
— Habla en voz baja—, susurró con fiereza.
L.J. Smith Destiny Rising
—Lo siento—, dijo Bonnie. —Yo no sabía que hubiera Hombres lobos
originales que fueran muchachas—. Los labios de Shay se curvaron en una sonrisa.
—Claro—, dijo.—¿De dónde crees que vienen todos los pequeños Hombres lobo
originales?
—El Consejo Superior del Lobo por lo general divide en manadas, ya sea de chicos
o chicas cuando nos mandan a mantener un ojo en las cosas—, le dijo Zander a
Bonnie. —Ellos no nos mezclan por que nos distrae de nuestro trabajo.
—Al parecer no consideran las otras maneras en que algunos de nosotros podemos
distraernos—, Shay dijo con acritud. Sus ojos eran fríos, pero Bonnie no había ido
al infierno y vuelto el año anterior para que cualquier chica lobo autoritaria y
engreída la molestara. Bonnie estaba abriendo la boca para decirle a Shay que era
mejor que dejara esa actitud cuando Zander, que pareció sentir su reacción, se
agarró de la mano de Bonnie. —Escucha, Shay, necesito descansar un poco—, dijo
rápidamente. —Vamos a ponernos al día más tarde, ¿de acuerdo? Llámame o a
uno de los otros chicos.
—Um—, dijo Zander. Sus largas pestañas magníficas rozaron sus mejillas
mientras miraba hacia abajo; lejos de Bonnie, que podría haberse distraído por lo
dulce que lo hizo ver. Salvo que Zander también parecía claramente culpable.
Bonnie de repente sintió su estómago en el fregadero. —¿Hay algo que no me
estás diciendo? —le preguntó. Zander se movió incómodo de un pie a otro y las
mejillas se le enrojecieron. El malestar de Bonnie aumentó aún más. —No hay más
secretos, ¿recuerdas?
Zander suspiró. —Creo que esto va a sonar como un problema más grande de lo
que es.
Page
—Zander—dijo Bonnie.
—El Consejo Superior del Lobo quería que Shay y yo estuviéramos juntos-
confesó Zander. El la miró tentativamente a través de sus pestañas. —Ellos… um…
¿supongo que pensaron que seríamos como compañeros? Casarnos, tal vez, y tener
hijos juntos. Ellos pensaron que haríamos un buen equipo.
L.J. Smith Destiny Rising
Bonnie pestañeó. Notó que su cerebro se sentía entumecido ¿Zander y Shay
habían pensado en casarse?
—Uh—, dijo Bonnie —¿Así que el Consejo Superior del Lobo controla con
quién te casas? — preguntó finalmente, escogiendo la más general de las preguntas
que rondaban su mente.
—No he dejado de pensar en lo que Klaus dijo-le dijo Elena, y Stefan sintió su
L.J. Smith Destiny Rising
cuerpo estremecerse contra él. —Tengo miedo. Pero no puedo dejar de
preocuparme por los demás, tampoco. Matt y Chloe nos necesitan, y eso es
importante para mí, también. Me preocupa que tal vez no quede mucho tiempo.
Todos debemos estar con la gente que amamos. Ella besó a Stefan. Cuando volvió a
hablar, su voz temblaba. —Sólo quiero que estemos juntos, Stefan. No quiero
perderme nada. Todo lo que quiero hacer es retenerte a ti. Stefan la besó, más
profundamente este momento. —Te amo—, le dijo en silencio. —Voy a protegerte
con mi vida. Elena rompió el beso y le sonrió, con los ojos llenos de lágrimas. —Lo
sé—, dijo. -Yo también te quiero, Stefan, muchas gracias.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 10
Traducido por Pili
Corregido por Paola Salvatore
—E
l cuerpo decapitado hallado en el bosque cercano a
la universidad de Dalcrest la semana pasada, ya ha
sido identificado como el del joven Ethan Crane —
anunció la bella locutora en el programa matutino
de TV, su frente seriamente arrugada—. La policía todavía no ha dado una
declaración de si Crane fue víctima de un asesinato o de un inesperado
accidente, pero a juzgar por las heridas, la muerte de Crane parece relacionada
con los más recientes ataques de animales en el bosque— El noticiario continuó
con otra historia.
—Ellos deben de pensar que quienes miramos las noticias somos idiotas—
refunfuñó—. Cómo podría alguien perder su cabeza en un fortuito accidente
en el bosque.
—Mi clase de psicología fue cancelada esta semana —dijo Bonnie a los
otros—. Y apenas hay nadie en mi seminario de inglés. Mucha gente se ha
marchado—Ella musitó, moviendo sus grandes ojos marrones entre Elena y
Zander—. Mi padre quiere que yo vuelva a casa y ver si podemos conseguir el
reembolso de la matricula. Él dice que yo podría volver el próximo curso, si
llegan al fondo de todos los ataques y desapariciones —admitió ella.
—Así que tú piensas, que son los nuevos vampiros quienes están matando
a la gente, no uno tan experimentado como Klaus —dijo Elena. Stefan la miró a
los ojos y ella sabía que él estaba pensando lo mismo que ella. No se trataba
tampoco de Damon, una oleada de alivio la inundó.
Si Damon cruzaba la línea, si él comenzaba a matar otra vez, ella no sabía
lo que harían. No podría imaginar a ellos traicionándolo, entregándolo a los
otros.
Elena lo miró sorprendida, pero no dijo nada, Stefan vivía en el día con
ella, dormía en la noche.
¿Le dolería demasiado eso a él?, ¿él había cambiado sólo para estar con
Elena?
—Así que las patrullas nocturnas deberían ser suficientes al menos por el
momento —dijo Meredith.
Meredith cerró sus labios. Elena podía imaginar lo que estaba pasando por
la cabeza de su amiga: Damon resultaba irritante pero siempre estaba y
L.J. Smith Destiny Rising
finalmente había demostrado durante el verano pasado y otoño ser un valioso
aliado, sólo cuando desapareció, ¿el campus fue cayendo en el caos?
Si eso era lo que estaba pensando Meredith, ella no dijo nada, sólo
entrecerró sus ojos y dejó escapar un largo suspiro, luego preguntó.
—Juntos somos invencibles —les dijo Elena y mirando sus rostros firmes,
casi lo creyó.
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 11
Traducido por Pili
Corregido por Paola Salvatore
E
lena se estaba poniendo sus botas más robustas, perfectas
para una noche de patrulla a través del bosque, cuando sonó
el teléfono.
Sin embargo, James pensaba claramente que Andrés era bueno. Trató de
empujar sus pensamientos sobre el Guardián terrenal. Ya ella trotaba a través
del campus para unirse a los demás no tenía sentido en preocuparse de él
ahora; ella lo conocería bastante pronto.
—Allí esta —Stefan dijo cuando Elena se acercó a ellos, y la arrastró cerca
de él en un breve abrazo.
—Listos.
Stefan abrió su boca para decir algo cuando los lobos se pararon, torcieron
sus orejas, y miraron fijamente en la distancia. La cabeza de Stefan se balanceó
también.
Sólo las puntas negras de las orejas de Spencer hicieron posible poder
distinguirlos.
—Necesito aprender a cambiar sin luna —dijo irritado—. Me siento ciego Page
tratando de explorar como un humano.
— No son más que los otros —el dijo, y a continuación estaba corriendo,
también más rápido de lo que podía ir Elena.
Cuando ella y Stefan llegaron a la siguiente y pequeña colina Elena pudo Page
ver el borde del bosque y el campus extendiéndose por delante de ella
nuevamente. Ella había estado tan cansada que no se había dado cuenta que
ellos habían realizado un bucle. A mitad del camino de la colina, Spencer y
Tristán estaban saludando, a un grande lobo blanco, que era Zander y otro lobo
gris; sacudiendo sus colas, Jared se apresuró hacia ellos. Bonnie, Meredith y
otros miembros con su forma humana de la manada de Zander los vieron.
L.J. Smith Destiny Rising
Bonnie dijo algo y los despidió. Los hombres lobo, humanos y lobos, se giraron
para volver corriendo al bosque, Zander en cabeza.
Bonnie tembló.
—Yo sé que esto es estúpido —ella dijo—. Pero casi deseo que Klaus
hiciera todo lo que vaya a hacer. Estoy en el borde todo el tiempo es como si él
me estuviera mirando desde las sombras.
Bonnie la miró fijamente— Si no fuera por ti, Klaus nos habría destruido a
todos hace mucho tiempo —dijo secamente.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena parpadeó.
—Si quieres estar lista para luchar contra Klaus, tal vez deberías empezar
a desarrollar tu Poder, como Guardiana —dijo Meredith.
¿Qué le haría esto a una persona? Elena se preguntó. Los Guardianes que
ella había conocido, los de la Corte Celestial, habían tomado sus deberes en
serio. Seguramente Andrés estaría bien versado en todos los poderes y
responsabilidades por el Guardián-tutor, todas las cosas que Elena no sabía por
sí misma, y atendido adecuadamente al menos físicamente.
Pero, como afectaría a un niño humano ser criado por criaturas tan frías y
sin emociones como son los Guardianes? Su piel se erizó ante la idea.
Llegó a la puerta de James, Elena esperaba un saludo con los ojos fríos,
impasible forma de un Guardián terrenal, quien la enseñaría exactamente tanto Page
como pensaba.
—Mi querida niña, me alegro de que pudieses venir —el dijo, dándole un
pequeño recibimiento con sus manos, y tomando su taza de café vacía—.
Andrés esta en el patio trasero— La escoltó a través de su pequeña y ordenada
casa, y le mostró la puerta trasera. La puerta se cerró tras ella, y sorprendida,
Elena se dio cuenta de que James la envió sola.
El patio estaba iluminado en verde y oro por la filtración de la luz del sol
a través de un árbol de haya grande. En la hierba bajo el árbol sentado un
joven, el joven de pelo oscuro levantó su cabeza para mirar a Elena, cuando ella
se encontró con los ojos de él, nerviosamente apartó su mirada, y sintió que
una gran paz se ponía en ella. Sin sentido incluso, ella se encontró sonriendo.
—Hola Elena —el dijo, y envolvió sus brazos entorno a ella. En un primer
momento Elena se tensó en sorpresa el brazo, pero luego, una tranquilizante
calidez parecía fluir a través de ella, y se rió.
—Lo siento —el dijo. Su inglés era fluido, pero tenía un ligero acento
sudamericano—. Pero nunca he conocido otro Guardián humano antes y
sólo… sentí que te conocía.
Page
Elena asintió con la cabeza, recogiendo lágrimas calientes en sus ojos. Ella
podía sentir una conexión entre ellos, un zumbido con energía y alegría, y se
dio cuenta con gran sorpresa que no eran solo emociones enviadas a ella por
Andrés.
—Yo tenía un guía, por supuesto —el dijo—. Mi querido Javier, quien me
crió. Pero falleció el año pasado— Andrés súbitamente parecía inefablemente
triste, sus ojos marrones líquidos—, y desde entonces he estado solo—aclaró la
voz otra vez—. Pero ahora tu estas aquí, y puedo ayudarte como Javier me
ayudó a mí.
—Yo creía que las propios Guardianes eran quienes criaban a los niños
humanos que ellos cogían. Yo no… Mis padres no me quisieron dejar ir.
Adivino, habría tenido un guía. Si yo hubiera ido con ellos cuando era
pequeña.
—¿Crees que hubiese sido mejor si mis padres les hubiesen permitido
llevarme con ellos?, ¿estás contento de que los Guardianes te llevaran lejos de
tu familia?
—Todo estará bien —él dijo sosegadamente, y una parte de Elena lo creyó.
Andrés se sentó, también, con las piernas cruzadas—. No tienes nada de lo que
temer. Cuando sea tu primera tarea como Guardián, un Guardián principal
vendrá y te explicará lo que debes hacer. Tus poderes comenzarán a
desarrollarse cuando tengas una tarea. Hasta que haya terminado tu tarea, no
podrás pensar en nada más. Sentirás esta necesidad abrumadora de Page
completarlo. El Guardián principal vuelve cuando la tarea se realiza y te libera
de tu obligación— Él se encogió de hombros, mirando auto-consciente—. Sólo
he tenido algunas tareas, pero cuando terminaron, yo no podía esperar para la
próxima. Y el poder que he desarrollado para una tarea, lo he mantenido en el
tiempo.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Es de la transformación, sobre lo que estás hablando? —Elena preguntó
dubitativamente. ¿Desarrollo de poderes?, quería el poder para derrotar a
Klaus, pero no le gustó la idea del cambio, de algo que le haría cambiar.
Andrés sonrió.
Elena tragó saliva. Esto era el quid de su plan. Con Klaus allí, los poderes
serían más útiles, pero necesitaba acceder a ellos ahora en lugar de esperar
hasta que uno de los Guardianes principales decidiera aparecer.
—¿Tal vez podrías decirme sobre la primera vez que accediste al tuyo? — Page
ella sugirió.
—Vale— Andrés se sentó más recto y dejó que las rodillas se le cayeran, el
estaba sentado con las piernas cruzadas sobre la hierba—. La primera cosa que
tienes que entender —dijo—, es que Costa Rica es diferente de aquí— El agitó
un brazo alrededor, indicando el pequeño patio y casa, las filas de las casas al
L.J. Smith Destiny Rising
lado y detrás de ellos, el claro, pero frío cielo otoñal—. Costa Rica tiene una
gran cantidad de tierras vírgenes, la tierra es protegida por las leyes de nuestro
país para los animales y plantas. La gente de Costa Rica tiene una frase que
nosotros usamos mucho: pura vida -significa pura vida-, y cuando dicen esto -
al menos cuando lo digo yo- hablaban de nuestra conexión con el mundo
natural.
Mientras ella miraba, la hierba donde descansaban sus manos creció más
larga, las hojas asomando por entre sus dedos y elevándose alto para
enmascarar sus manos. La boca de Andrés se abrió un poquito y sopló más
duro. Por encima de ellos les llegó un crujido y Elena miro hacia arriba para
encontrar nuevas hojas que se despliegan de las ramas del haya, su fresca
primavera verde entre el amarillo, del otoño teñido que se marcha. Hubo un
golpe suave detrás de ella, y Elena dio la vuelta al darse cuenta de que un
pequeño guijarro había rodado cercano a ellos.
—La bestia fue fácil de encontrar. Una vez tuve mi asignación, algo dentro
de mi me atrajo hacia ello. Resulto ser un demonio en la forma de un perro
negro. Un demonio puro, no una criatura mitad como un vampiro o un
hombre lobo. Fue atraído por el sentimiento de culpa, especialmente la culpa
del adulterio. Javier me había enseñado el modo principal de liberar mi poder,
pero la primera vez que realmente lo hice, me sentí como que estaba
absorbiendo todo el mundo en mí. Yo fui capaz de llamar a un viento y soplar
el perro negro lejos —Él volvió a sonreír tímidamente a Elena.
Page
—Tal vez si trato de aprovechar la naturaleza del mismo modo, ayudará a
abrir cualesquiera que sean mis poderes —Elena dijo.
—Para —él dijo—. Estás demasiado tensa— Su mano dejó su mejilla y ella
sintió que él se sentaba al lado de ella, su muslo en contacto con ella, y tomó su
mano—. Deja que se pruebe de ésta forma. Canalizaré un poco de mi conexión
con la tierra en ti. Al mismo tiempo, quiero que visualices hundiéndote más
profundo en ti misma. Todas las puertas que normalmente están cerradas
dentro de ti se abrirán y dejarán que su energía fluya a través.
Pero cuando ella hubo poseído el poder de las alas, antes de que los
Guardianes lo hubieran tomado, ella había sentido mucho más que esto, ¿no
tenía ella? No había sentimiento del potencial asombroso dentro de ella, de
estos fuertemente aferrados, cosas poderosas que eran parte de ella, y que ella
podría liberar cuando fuese el momento correcto.
Page
Ella no sentía nada especial ahora. Las puertas que volaban abiertas solo
estaban en su imaginación, nada más. Elena abrió sus ojos.
—No es culpa tuya —Elena dijo—, sé que sólo estás intentando ayudarme.
—Quiero que pienses sobre el demonio —el dijo—. Piensa en el diablo que
has visto en tus aventuras, aquel mal que tu -que nosotros- debemos luchar.
Las imágenes pasaban por su mente rápido y más rápido. Los kitsune
Misao y Shinichi, crueles y descuidados, riendo mientras convertían a los niños
de Fell´s Church en salvajes asesinos. El fantasma que se introdujo por las
gargantas de Stefan y Damon, volviéndolos locos de rabia y celos, sus bocas de
sangre. Ethan levantando la Copa de la sangre por encima de su cabeza,
llamando a Klaus a regresar a la vida.
Dorado, Klaus aterrador saliendo del fuego. Y diferentes rostros de otras Page
escenas, inundaron su mente. Bonnie riéndose de su pijama de cucuruchos de
helado. Samantha la cazadora de vampiros amiga de Meredith, feroz y
divertida, hasta que los vampiros de la sociedad Vitale la habían matado. El
dulce compañero de habitación de Matt, Christopher, muerto en el patio. La
chica que Damon había dejado en el bosque, aturdida y asustada, sangre
corriendo de las mordeduras en su cuello.
L.J. Smith Destiny Rising
Abrió los ojos despacio, y vio a Andrés cerca, al lado de ella. El resplandor
de luz verde pura le rodeó, y el pecho de Elena se apretó. La luz era muy
bonita, y sin saber exactamente como lo sabía, ella sabía que la luz era buena en
el más simple, definitivo sentido.
—Es hermoso —dijo con admiración. Andrés abrió sus ojos y le devolvió
la sonrisa.
Elena asintió.
Por las puertas centrales del campus, Meredith marcó el paso, sus
zapatillas de deporte que hacen pistas en el polvo en el borde del camino. En el
pasado, ella había sido capaz de mantener por sí misma la calma en el colegio,
desde que ella se había formado como un cazador de vampiros a usar
realmente sus habilidades para luchar contra los vampiros, se había vuelto más
y más agitada. Quería estar en movimiento, quería hacer algo realmente- sobre
todo ahora que ella sabía que los monstruos frecuentaban el campus-. Sabía
que con Samantha muerta -una parte de ella todavía estaba ahogada en su
memoria- ella era la única protectora que no se fue.
—Eh —ella dijo llegando a él, como Alaric se estiró y salió del coche y
luego ella lo besó con fuerza. Ella sabía que necesitaban establecer una
estrategia y un plan -que con suerte Alaric había encontrado algo en sus Page
búsquedas que podría ayudarles a luchar contra Klaus-, pero por ahora, ella
sólo atesoró la sensación de Alaric sólido y real entre sus brazos, sus labios
suaves sobre los de ella, el olor del que era de cuero y jabón y algo que era la
clase y esencia de Alaric .
L.J. Smith Destiny Rising
—Te he extrañado —el dijo, descansando su frente contra la de ella
durante un momento, después de que finalmente se terminara el beso—.
Hablando por teléfono no es lo mismo.
—Yo sé —Alaric dijo—. Me gustaría hacer las cosas mejor. Klaus destruyó
a tu familia y tú lo derrotaste. Es correcto, esto debería haberse terminado
entonces— Ellos se detuvieron en un banco debajo de un grupo de árboles, y él
se sentó bajando a Meredith junto a él.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 12
Traducido por Pili
Corregido por Emi_93
C
hloe acechaba silenciosamente por el bosque, con movimientos
precisos.
Inclinó la cabeza en señal de alerta, sus ojos rastreaban algo
cercano, un movimiento invisible en la maleza.
Matt la siguió, echándose su mochila de explorador a la
espalda. Él trataba de andar tan silenciosamente como ella, pero los palos y las
hojas crujían bajo sus pies. Él se estremecía ante cada nuevo crujido.
Parada, Chloe parpadeó durante un momento, olió el aire, y a continuación
extendió las manos hacia los arbustos, a su izquierda. --Vamos --murmuró ella, casi
demasiado bajo para que Matt pudiera escuchar.
Hubo un crujido y, lentamente, un conejo salió de entre las hojas, mirando
hacia arriba, hacia Chloe, con sus inmensos ojos oscuros y las orejas temblorosas.
Con un golpe rápido, Chloe lo agarró. Hubo un chirrido estridente, y luego el
pequeño animal estuvo quieto y dócil en sus brazos.
La cara de Chloe se enterró en el pelaje de color marrón claro del conejo, y
Matt miró con indiferente aprobación como ella tragaba. Una gota de sangre hizo
un largo, y pegajoso recorrido por el costado del animal antes de gotear al suelo
del bosque.
Despertando de su sueño crepuscular, el conejo tuvo espasmos una vez, Page
pataleó con sus patas traseras y, a continuación, se quedó quieto. Chloe se limpio la
boca con la palma de la mano y posó el conejo en el suelo, mirando hacia él
tristemente.
—No pensaba matarlo —dijo con voz baja y triste. Ella empujó hacia atrás los
cortos tirabuzones de su cabello y alzo la vista hacia Matt suplicante —Lo siento.
Yo se lo grotesco y raro que es esto.
L.J. Smith Destiny Rising
Matt abrió su mochila de explorador y saco una botella de agua para dársela a
ella. —No tienes porqué disculparte —dijo él. Verla alimentarse de animales había
sido un poco grotesco y raro al principio. Pero ahora lo era menos que la primera
vez que lo había visto. Y era su palabra al cien por cien: Chloe no había recaído en
absoluto, parecía contenta con beber sangre de animales en vez de cazar humanos.
Eso era todo lo que importaba.
Chloe se enjuagó la boca, escupiendo agua teñida de rosa entre los matorrales.
—Gracias —dijo ella temblorosamente.
—Ha sido duro —adivinó Matt.
—Algunas veces sueño con sangre. Sangre humana real. Pero las cosas que
hice en esos días con Ethan…realmente no puedo perdonarme a mí misma por
ello. No creo que pueda hacerlo jamás. Y Ethan…. ¿Por qué confié alguna vez en
él? —Su boca tembló.
—Eh —Matt agarró su brazo y lo sacudió ligeramente. —Ethan nos había
engañado. Si Stefan no me hubiera salvado, yo estaría en la misma situación en la
que tú estás ahora.
—Sí —Chloe se apoyó contra él -Adivino que tú me salvaste a mí, también.
Matt entrelazó sus dedos con los de ella. —Yo no estaba dispuesto a perderte.
Chloe levantó su cara hacia la de él y sus ojos se agrandaron. Matt rozó su
boca contra su mejilla, solo un ligero roce de labios al principio, y luego más
profundamente. Matt cerró los ojos, sintiendo la suavidad de los labios de ella
contra los suyos. Sintió como si estuviera cayendo. Cada día que pasaba con Chloe,
ayudándola a volver hacia la luz, viendo su fuerza, él la amaba un poco más.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 13
Traducido por Isane33
Corregido por Sabina_Salvatore
—C
reo que puedo ver mejor en la oscuridad ahora —le
dijo Elena a Stefan mientras apartaba una rama de un
árbol y la sostenía para que él pudiera pasar.
Stefan sonrió, pero no respondió. Ella se dio cuenta de que estaba centrado en
extender su propio poder, en busca de vampiros en el bosque.
Stefan hizo un suave ruido inquisitivo y cuando Elena respiró para hablar de
nuevo, algo oscuro y húmedo la inundó, congelándola completamente como si
hubiera sido arrastrada debajo de un río helado.
—Por aquí —dijo ella con urgencia, y tirando de la mano de Stefan, echó a
correr por el bosque. Las ramas la abofeteaban mientras pasaba junto a ellas, una
dejando un largo arañazo punzante en su mejilla. Elena lo ignoró. Podía sentir que
algo tiraba de ella, su urgencia estaba reclamando toda su atención.
Sus pies resbalaron y patinaron sobre las hojas muertas debajo de ellos, y
Stefan la cogió por el brazo antes de que pudiera caer, tirando de ella en posición
vertical. Se quedó quieta un momento, jadeando para recuperar el aliento.
Adelante, podía ver franjas de un sucio color rojo ladrillo interceptado por un
enfermizo color amarillo-bilis. Nada como los colores calmantes de las auras Stefan
o Andrés, en absoluto. Mientras Elena miraba, el color rojo ladrillo —el color de la
sangre vieja y seca— se contrajo y se expandió alrededor del amarillo bilioso en un
ritmo constante. Dos auras, se dio cuenta —una dominaba a la otra. El sentido de
urgencia de Elena creció.
—Puedo verlo —dijo desesperadamente—. Algo malo está pasando. Vamos. Page
Ellos corrieron. Elena pudo notar cuando el poder de Stefan captó lo que ella
estaba sintiendo, porque él de repente fue más rápido, tirando de ella en vez de
seguirla.
L.J. Smith Destiny Rising
Un vampiro estaba presionando a su víctima contra un árbol, las dos figuras
estaban acurrucadas en una forma oscura y corpulenta. Las auras palpitantes
estaban envueltas alrededor de ellos, era casi muy repugnante de ver. Elena apenas
tuvo un momento para darse cuenta de que había encontrado lo que había estado
cazando cuando Stefan apartó de un tirón al vampiro del humano y le rompió el
cuello con un eficiente giro de sus manos. Luego arrancó una rama del árbol y lo
estacó en el pecho.
La víctima del vampiro cayó sobre sus manos y rodillas con un golpe sordo.
Su aura amarillenta perdió su tinte enfermizo casi de inmediato, pero se fue
atenuado a un gris claro mientras el hombre se desplomaba en el montón de hojas
bajo el árbol.
—Creo que está bien —le dijo a Stefan cuando él volvió a su lado.
—Por ahora, mejor llevemos a este tipo de vuelta a casa —dijo Elena. El chico
de cabello negro gimió mientras Stefan y Elena lo levantaban cuidadosamente. La
L.J. Smith Destiny Rising
grisura de su aura empezó a llenarse con filamentos de color, y Elena pudo notar
que él estaba empezando a despertar—. Todo está bien —dijo con dulzura, y sintió
un susurro del poder Stefan cuando él comenzó a murmurarle al chico, a calmando
para el viaje de regreso a su dormitorio.
Nada.
Era algo viejo, entonces. Y maligno. ¿Estaba Klaus cerca? Si quería, podía Page
matarlos ahora mismo, Elena se dio cuenta de eso con una vertiginosa llamarada
de pánico. Él era más fuerte de lo que ellos eran. Los bosques que la rodeaban
parecieron más oscuros, más siniestros, como si Klaus pudiera estar al acecho
detrás de cualquier árbol. Caminó más rápido, pegada a Stefan, ansiosa por ver las
luces del campus por delante.
L.J. Smith Destiny Rising
***
—Me gusta patrullar contigo —le dijo—. Es casi como un paseo romántico,
excepto por, ya sabes, la posibilidad de ser atacados por vampiros.
—¿Es raro que encuentre esa voz sexy? —le preguntó Bonnie a Meredith.
—Los chicos no han encontrado nada —dijo—. Van a comprar pizza una vez
que Camden cambie.
Zander la atrajo más cerca, poniendo su brazo alrededor de sus hombros. Page
—No, a menos que tú lo hagas —dijo—. Pensé que tal vez podríamos pasar el
rato en mi habitación, ver una película o algo así.
Meredith se dio la vuelta, y Bonnie supo que ella se estaba dando con la
cabeza en la pared por no sentir a la chica acercándose a ellos.
—Espero que no les importe que cace con ustedes —dijo Shay, siguiéndoles el
paso al otro lado de Zander—. Spencer me dijo que estarían patrullando por aquí.
—Cuantos más, mejor —le dijo Bonnie, muy consciente de no apretar los
dientes.
—Me encantaría tener algo de lucha —dijo Shay, girando los hombros—. Se
siente como que no he estado haciendo nada salvo quedarme sentada con los
brazos cruzados desde que llegué aquí. Zander podría decirte cuan inquietos nos
ponemos cuando estamos encerrados.
—Sí, me he dado cuenta —dijo Bonnie. Zander había acelerado el paso para
que coincidiera con el rápido paso de Shay, y su brazo había caído de los hombros
de Bonnie. Ella tomó su mano otra vez, pero se encontró teniendo que apresurarse
para mantener el ritmo.
Meredith vaciló, mirando entre ellos, y estaba abriendo la boca para decirle
algo a Shay cuando Shay se detuvo de pronto.
—El Consejo Superior del Lobo nos divide en las Manadas que formaremos
cuando somos niños, y crecemos jugando juntos. Cuando Zander, los otros y yo
teníamos unos quince años, nuestra Manada pasó una semana vagando por las
montañas cerca de donde crecimos. —Ella le sonrió a Zander, y Bonnie se tensó
ante la intimidad que era evidente entre ellos.
Bonnie no olía a nada, pero Zander olfateó la brisa y Shay le dio otra sonrisa
nostálgica.
—Claro —dijo Bonnie, distraída. No podía dejar de ver las similitudes en los
movimientos de Zander y Shay y cómo, incluso cuando Zander estaba hablando Page
con ella, tenía un oído atento a los sonidos lejanos que Bonnie nunca sería capaz de
oír. Había una distancia entre ellos, pensó, que nunca podrían ser capaces de
cruzar.
Capítulo 14
Traducido por Pili
Corregido por Violet~
E
lena daba vueltas nerviosamente en su cama, la sábana
envolviéndola a su alrededor y volteó su almohada de modo que
ella pudiera descansar su mejilla en el lado más fresco. Cruzando
la habitación, Meredith murmuró algo en su sueño y luego se
quedo callada.
Elena estaba exhausta, pero no podía dormir. Había tomado tanto tiempo
para maniobrar al chico que el vampiro había atacado en los bosques atrás de su
residencia de estudiantes, y más aún que Stefan lo influenciara para hacerle olvidar
lo que sucedió. Y ellos no sabían si el poder de Stefan había funcionado totalmente
sobre el chico: la dieta de sangre animal de Stefan mantiene su Poder tan fuerte
como la de otros vampiros de su edad que se alimentan de humanos.
De cualquier modo, ese sentimiento era más fuerte ahora, algo tiró Page
insistentemente en el centro de ella, diciéndole ahora y de prisa.
Elena se sentó en la cama. El Poder en su interior quería que ella saliese tras el
mal que estaba ahí fuera, quería que ella hiciese las cosas bien. Tenía que hacerlo,
no había ninguna duda sobre ello.
L.J. Smith Destiny Rising
Ella echó un vistazo a las camas de Meredith y Bonnie. Meredith estaba
acostada boca arriba, un brazo delgado lanzado sobre sus ojos, mientras Bonnie se
había enroscado perfectamente en un lado, una mano bajo su mejilla, pareciendo
imposiblemente joven.
Descartó la idea casi de inmediato. Pensó en Stefan, unas plantas más arriba,
probablemente leyendo o sentándose en su balcón mirando las estrellas, pero de
mala gana apartó la idea de llamarlo, también.
Lo que sea que estuviese ahí afuera, su Poder estaba diciéndole que era solo
para ella. Confió en su Poder: Andrés le había contado que sus habilidades se
desbloquearían a medida que fueran necesarios. Su Poder la mantendría segura.
Estaba muy oscuro cuando cruzó el patio, la luna asomando sobre los tejados
del campus. Elena se apresuró, no estaba segura si era el frío del aire o la sensación
de hormigueo que la impulsaba haciéndola temblar.
Aquel tirón se hizo más fuerte cuando ella dejó el campus y se aventuró a
entrar en el bosque. Incluso sin encender la linterna de su bolsillo, Elena se
encontró caminando segura como si fuera a plena luz del día.
Quizá ella debería haber contado a alguien lo que estaba pasando, pensó. Al
menos podría haber dejado una nota. ¿Sería Stefan capaz de encontrarla si no
regresaba?
El tenía… buen aspecto, el parecía tan deseable como siempre, todo la piel
suave y pelo liso, poderoso, potentes músculos. Como un animal salvaje, quería
tocarlo sabiendo que era peligroso. Ella había hecho su elección entre los hermanos
y estaba pura y simplemente contenta con ello: Stefan era lo que quería. Pero eso no
significaba que fuera ciega a la belleza de Damon.
Pero, deseable o no, la cara de Damon parecía dura ahora, como si hubiera
sido esculpida en mármol blanco. Él volvió sus ojos insondables hacia ella,
levantando la mano para bloquear el haz de la linterna.
Oh. Esto era realmente malo. Había una nube oscura alrededor de Damon. No
era el mal simple, pero había maldad en él, y dolor y algo más, una especie de
distancia sin filo, como si estuviera adormecido contra algún daño.
Elena se hundió bajo el tronco junto a él, descansando la linterna entre ellos, y
tomó las manos de Damon. Se puso rígido, pero inmediatamente se aparto.
—Sabes que me preocupo por ti, ¿no? —Le preguntó—. No importa lo que
pase. Siempre lo haré.
—Tú has hecho tú elección, Elena —dijo—. Estoy seguro de que Stefan te
espera.
Elena se desplazó lejos de él, ya que era lo que parecía querer Damon, y puso
sus manos en su regazo.
La cara de Damon aún estaba girada lejos de ella, la mirada estaba fija en algo
en la oscuridad que Elena no podía ver. Deslizando sus rodillas al lado del tronco,
Elena puso sus manos en sus mejillas y volvió su rostro hacia ella. El suelo estaba
congelado y había una piedra cavada en su pierna, pero eso no importaba.
—Por favor, Damon —dijo—. Tú estas haciéndote esto. No tiene porque ser
así. —Él la fulminó con la mirada en silencio—. Damon —dijo, sus ojos heridos—.
Por favor.
—Bien —dijo ella—. Me iré, si eso es lo que quieres. Pero escúchame. —Hizo
un esfuerzo para suavizar su voz de nuevo—. No hagas nada de lo que te
arrepentirás, no importa lo enojado que estés conmigo. Cuando estés listo, te
estaremos esperando. Nosotros te queremos. Stefan y yo ambos te queremos. Y
puede que no sea la forma que tu quieras que yo me preocupe por ti, pero esto
merece la pena.
—Adiós, Damon —dijo Elena, y retrocedió unos pasos antes de dar la vuelta
para encontrar el camino de salida del bosque.
Page
Había una enorme, dura masa de sollozos construyéndose en su pecho y
necesitaba llegar a casa antes de que esto la arrollara. Si empezaba a llorar ahora,
nunca podría detenerse.
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 15
Traducido por Pili
Corregido por Violet~
Querido diario:
Meredith y Bonnie han ido a las montañas en busca del bendito fresno blanco, y
nuestra habitación está muy silenciosa. Cuando estoy sola aquí, el espacio vacío se llena de
pensamientos de cómo Damon parecía enojado y distante cuando lo encontré en el bosque
anoche. Su aura era tan oscura, que eso me asustó. No le he dicho a Stefan aun sobre mi
Poder que me lleva a Damon. Sin embargo, tengo que contárselo, tan pronto como estemos
solos. He aprendido la lección finalmente sobre permitir que secretos se interpongan entre
nosotros.
Donde quiera que Klaus esté, su plan esta funcionando, siempre estoy en el borde
ahora. Sé que él quiere que yo sienta miedo: incluso me lo ha dicho, pero no puedo parar de
sobresaltarme en cada sombra. Cada día me da más miedo y más enojada estoy conmigo
misma. No quiero sentir como Klaus intenta acercarse a mí. Cuando estoy con Stefan,
Page
nosotros podemos deslizarnos en nuestro mundo privado. A pesar del peligro que se cierne
cerca de nosotros. Estoy segura allí. En los brazos de Stefan. Siento como quizá nosotros
podemos derrotar a Klaus. Algunas veces yo creo que nosotros podemos hacer cualquier
cosa, juntos. Nosotros podemos salvarnos a nosotros mismos y salvar a Damon, también,
incluso, si no quiere ser salvado.
L.J. Smith Destiny Rising
Su pelo oscuro rizado colgaba sobre su frente y tenía una mancha de barro
seco sobre un ojo.
—Al parecer, ser aceptado por un hombre lobo de la manada significa que
ellos tratan de derribarte muchas veces. —Le dijo—. Me empujaron a un arbusto.
—Creo que es loco dejar a Zander salir de la ciudad con Bonnie —dijo Elena,
llego hasta él para cerrar la puerta.
Tan pronto como la puerta se cerró, Stefan la empujó contra él. Retiró el pelo
de Elena hacia atrás y la besó suavemente en la garganta, justo por encima de su
punto de pulso. Ella arqueó su espalda hacia atrás, inclinándose en él cuando
envolvió sus brazos alrededor de su cintura.
—Sólo lamento que no tengamos alguna idea de donde está Klaus —continuó,
su voz cada vez más sombría—. Él podría estar en cualquier parte, listo para Page
golpear.
—Lo sé. —Elena tembló de miedo—. Siento como que hay una nube negra
que cuelga sobre nosotros todo el tiempo. Lo único que me gustaría es poder
solventar mis Poderes como Guardiana. Si voy a tener Poder real, ¿porqué ellos no
L.J. Smith Destiny Rising
me permiten tenerlo ahora? Todos estamos en peligro, y es tan frustrante saber que
yo debería ser capaz de proteger a todo el mundo, pero no puedo.
—Que hay del mal que tu percibiste ayer en el bosque? —Preguntó Stefan—.
¿Lo has sentido desde entonces?
—¿Lo hiciste? —Preguntó Stefan—. ¿Tienes una idea de donde podría venir?
—Cuando Elena todavía dudaba, él suavemente inclinó el rostro de ella para que
mirase hacia él—. Elena, esto es importante. Esos sentimientos podrían ser nuestra
primera pista real sobre donde esta Klaus. ¿Hay algo que no me estas contando?
—Lo sabía —dijo—. Te dije como estaba cuando traté de hablar con él. Creo Page
que tenemos que darle algo de espacio. No puedes empujar a Damon: el sólo va a
hacer exactamente lo que quiere, sobretodo si intentas controlarlo.
—Debe haber algo que nosotros podamos hacer —dijo Elena. Su voz sonaba
áspera a sus propios oídos, ronca.
L.J. Smith Destiny Rising
Cruzando la distancia entre ellos en un paso, Stefan tomó su mano y miró
hacia ella, sus ojos oscuros y preocupados.
Elena tiró de él para acercarlo, desesperada por mostrarle esa verdad. Sus
labios se reunieron en un largo beso.
Stefan suspiró contra sus labios, una diminuta exhalación de aliento, y ella
sintió la paz que se desbordaba en él cuando entendió que, por fin, era el único
para ella.
Como la pareja interior se aferraron el uno al otro, un gran cuervo apretó sus
garras fuertemente alrededor de una rama de árbol en la oscuridad fuera de la
ventana del cuarto de la residencia de estudiantes. No era como si el había estado
sosteniendo la esperanza, sin embargo. Él había hecho todo lo posible con Elena, le
Page
había dado lo que pensó que ella quería, le había mostrado lo que tenía que
ofrecer. Él mismo había cambiado por ella.
Y ella se había apartado y elegido a Stefan. Ella aún no sentía nada por él, no
en comparación con sus sentimientos por Stefan.
L.J. Smith Destiny Rising
Bien. Damon debería haber sabido mejor de que preocuparse. Lo que le había
dicho a Stefan, lo que le había dicho a Elena, él tenía razón: lo hizo con ellos, con
todos. ¿Por qué debería seguir alrededor de una muchacha humana cuando había
un amplio mundo ahí fuera esperándolo?
Estaría bien estar solo una vez más, se dijo a sí mismo. Los vampiros no eran
animales de manada, después de todo.
Mientras reflexionaba sobre su futuro, miró los caminos del campus y luego
las calles de la ciudad bajo él de un modo distraído, de su manera habitual. Una
solitaria corredora, joven y rubia, estaba corriendo bajo él, pelo recogido en una
cola de caballo, y auriculares puestos. Idiota, pensó mordazmente. ¿No sabe lo
peligroso que es éste lugar ahora mismo?
Sin dejar de considerar lo que pretendía, Damon se deslizó hacia abajo y tomó
su forma humana, aterrizando silenciosamente en la acera unos pocos metros
detrás de la corredora. Se paró un momento y con fastidio ajustó sus ropas, hace
mucho tiempo las palabras de su padre haciendo eco en su mente: un caballero
puede considerárselo así por el cuidado que toma en su aspecto y por la precisión de su
vestimenta.
Él se echó sobre sus pies tan fácilmente como arrancar una flor de su tallo, y la
puso en sus brazos. Ella dio un chillido, abortado y luchó brevemente cuando él
hundió sus afilados colmillos en su garganta, luego todavía creció. No tenía Page
ningún motivo para detenerse a si mismo, ya no.
Estaba tan bien, había estado calmando a sus muchachas, haciéndolo indoloro
para ellas durante tanto tiempo, y la adrenalina pura de su miedo se disparó a
través de su sistema. Era incluso mejor que la muchacha del bosque, quién ya
había estado dócil y mareada con la pérdida de sangre cuando él dejó la gota de
obligación para que se calmara.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon bebía profundos tragos de sangre, alimentando su Poder.
Había un lugar vacío dentro de él: un agujero en el pecho que toda la sangre,
la sangre de todas las muchachas más bonitas en el mundo, nunca podrían llenar.
De mala gana, bloqueó el cuerpo en sus pies. Tendría que esconderlo, supuso.
No podía dejarla aquí, expuesta en la acera.
—Lo siento —dijo, su voz pequeña. Se agachó y con cuidado presionó para
cerrar sus ojos. Ella parecía mas tranquila así—. Lo siento —dijo nuevamente—.
No fue tu culpa.
No parecía haber nada más que decir o hacer. Con un solo golpe sin esfuerzo,
recogió el cuerpo de la chica y camino con el, hacia la noche.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 16
Traducido por Laura Soto
Corregido por Izzi
―Está bien.― dijo Alaric, jadeando un poco ―De acuerdo con estas
instrucciones, el fresno blanco debe estar en la orilla de un arroyo, solo a media
milla más lejos de aquí.
―¿Es todo cuesta arriba todavía?― gimió Bonnie, apartando los sudorosos
rizos rojos de los ojos.
Habían pasado la noche anterior en un sucio motel y salieron de caminata por
la mañana temprano. Por ahora, parecía como si hubieran estado en este camino
estrecho de la montaña siempre. Había sido divertido al principio, era un hermoso
día soleado y un arrendajo azul brillante había volado de árbol en árbol ante ellos
por un tiempo, lo que parecía un buen augurio. Pero después de varias horas tenía
calor y sed; todavía tenían que seguir adelante.
―Vamos, Bonnie.― dijo Meredith. ―Ya no está lejos.
Meredith estaba caminando alegremente en la parte delantera del grupo, con
aspecto tranquilo y cómodo como si estuviera dando un pequeño paseo por uno de
los senderos del campus. Bonnie le frunció el ceño de nuevo: a veces Meredith en
tan buena forma era completamente exasperante.
Desafiante, Bonnie se detuvo por un minuto y bebió un poco de agua de su
cantimplora mientras los demás la esperaban.
―Así que, una vez que encontremos ese fresno blanco mágico, ¿cuál es el
Page
plan?― preguntó Zander, moviéndose sin descanso de un pie a otro mientras
esperaba.
Shay no habría tenido que parar a descansar, pensó Bonnie con amargura.
Entonces, Zander le dio un codazo amigablemente con el codo mientras sacaba su
propia cantimplora, y ella se sintió un poco mejor.
L.J. Smith Destiny Rising
―Bueno, no podemos cortar el árbol.― dijo Alaric seriamente. ―Tiene mucha
trascendencia espiritual y da protección a esta zona, además de ser la única arma
que podría ser eficaz contra Klaus. Pero es un árbol muy grande, según los
informes, por lo que deberíamos ser capaces de coger varias ramas sin hacer
demasiado daño.
―He traído un hacha.― dijo Meredith con entusiasmo, mientras comenzaba a
caminar de nuevo. ―Vamos a hacer tantas estacas como podamos, y repartirlas
para todos.― ella echó un vistazo a Zander. ―Todo el que no vaya a ser un lobo
cuando luchemos con Klaus, en cualquier caso.
―Es difícil sujetar una estaca con patas.― coincidió Zander.
―Deberíamos recoger hojas, también.― dijo Bonnie. ―He estado revisando
libros de hechizos, y creo que podríamos utilizar la ceniza de las hojas para hacer
pociones y tinturas que podrían ayudarnos a conseguir una cierta protección
contra Klaus. Igual que el efecto que tiene la verbena en los poderes de un vampiro
normal.
―Buena idea.― dijo Zander, poniendo un brazo alrededor de sus hombros.
Bonnie se inclinó contra él, haciéndole tomar algo de su peso. Le dolían los pies.
―Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos conseguir.― dijo Meredith, y
ella y Bonnie intercambiaron una mirada.
De los cuatro de ellos en esta montaña, ellas eran las únicas que habían
luchado contra Klaus la primera vez, y las únicas que sabían cuántos problemas
había en ello realmente.
―Ojalá Damon estuviese trabajado con nosotros.― dijo Bonnie nerviosamente.
―Él nos daría muchas más probabilidades de ganar en una pelea.
Ella siempre había sentido un vínculo especial con Damon, desde los días en
que ella había tenido un enamoramiento loco y embarazoso por él. Cuando habían
viajado a través de la Dimensión Oscura juntos, habían cuidado el uno del otro. Y
Damon se había sacrificado por ella, empujándola a un lado y llevándose el golpe
fatal del árbol en esa luna del Mundo de las Tinieblas. Los mechones de pelo que
Bonnie y Elena habían dejado con su cuerpo habían ayudado a recordar a Damon
quién era cuando fue resucitado. Le dolía que ahora le hubiese dado la espalda a
ella. Page
Meredith frunció el ceño.
―He tratado de hablar con Elena sobre Damon, pero ella no me quiere decir lo
que está pasando con él. Y Stefan solo dice que Damon necesita tiempo y que
volverá.
―Damon haría cualquier cosa por Elena, ¿no? Si ella se lo pidiese.― Bonnie
dijo, mordiéndose el labio.
L.J. Smith Destiny Rising
Damon había estado obsesionado con Elena durante mucho tiempo, era
extraño e inquietante tener a Elena en peligro y no encontrar a Damon en ninguna
parte.
Meredith se limitó a sacudir la cabeza.
―No lo sé.― dijo. ―Nunca le he entendido.
―Ya casi llegamos.― dijo Alaric alentador. ―Debe ser justo delante.
Bonnie podía oír el murmullo de un arroyo. Zander se detuvo.
―¿Hueles eso?― dijo, olfateando el aire. ―Algo se está quemando.
Justo en la siguiente curva en el camino, un largo dedo de humo negro se
extendía por todo el cielo. Bonnie y Meredith se miraron alarmadas y echaron a
correr, Bonnie olvidándose de sus pies doloridos. Alaric y Zander aceleraron
también, y cuando rodearon la curva, todos estaban corriendo.
Alaric se detuvo primero, con la cara abatida.
―Ese es― dijo. ―Ese es el fresno blanco.
Estaba envuelto en llamas rugientes, y ya carbonizado en negro. Mientras
observaban, una rama cayó pesadamente al suelo, disparando chispas al aterrizar,
y se desmoronó en hollín. Alaric se quitó la camisa, empapándola con su botella de
agua mientras corría hacia delante, hacia las llamas.
Bonnie corrió tras él. Tenía la impresión de que dos figuras se escabullían por
el camino abajo y Zander y Meredith corrieron detrás de ellos, pero no podía
concentrarse en eso ahora: tenía que tratar de salvar el árbol. A medida que se
acercaba, el calor era increíble, casi como un muro obligándola a apartarse.
Apretando los dientes, pisoteó las pequeñas llamas que surgían en la hierba
alrededor del árbol ardiendo. El humo le picaba en los ojos y se filtraba en su boca,
por lo que tosía y jadeaba.
Su brazo ardía dolorosamente y apartó la ceniza caliente que había caído sobre
ella. Más cerca del tronco, Alaric golpeaba las llamas con la camisa mojada y luego
tropezó hacia atrás, asfixiado, con el rostro manchado de negro. Ellos no tenían
ningún efecto sobre el fuego en absoluto. Bonnie le agarró del brazo y tiró de él
hacia atrás, con el corazón abatido.
―Es demasiado tarde.― dijo.
Cuando se dio la vuelta, vio a Zander y Meredith guiando a dos personas Page
camino atrás hacia ellos. Zander tenía un firme control sobre un fornido hombre de
cabello oscuro, mientras Meredith sostenía su bastón en la garganta de una chica.
Ella parecía familiar, pensó Bonnie aturdida. Después de un momento, la sensación
de familiaridad cambió a certeza, y entonces Bonnie se inundó con indignación.
La chica alta con el pelo largo y castaño rojizo había estado una vez tan cerca
de ella como Meredith y Elena: Caroline. Habían celebrado los cumpleaños de cada
L.J. Smith Destiny Rising
una, conseguido vestidos para bailes de la escuela secundaria juntas, pasado la
noche en casa de la otra.
Pero Caroline había cambiado. Ella les había traicionado a todos, y la última
vez que Bonnie la había visto, Caroline había estado embarazada de gemelos
hombre lobo e infectada por los demonios kitsune, despiadada y loca.
Bonnie empezó a avanzar, con una bola caliente de ira en su estómago. ¿Cómo
se atrevía Caroline a aparecer ahora, después de todo lo que había pasado, y
todavía estar trabajando en contra de ellos?
Entonces el tipo fornido tiró lejos de Zander, quien le arrastró de vuelta al
camino. Bonnie vio su rostro por primera vez. Ella se detuvo, la ira ardiente
convirtiéndose en hielo. Podía recordar los rasgos gruesos grotescamente
retorcidos en un gruñido, el salvaje hocico. Había sido un asesino. La había mirado
maliciosamente, la insultó, y la quiso comer.
Tyler Smallwood. El hombre lobo que había matado a Sue Carson y huido de
Fell’s Church, dejando embarazada a Caroline. El hombre lobo que había ayudado
a Klaus.
―¡Alto! Meredith, para.―rogó Caroline.
Meredith podía ver un lado de la cara de Caroline, desde donde ella la
sujetaba, y las lágrimas corrían por ella, haciendo surcos a través del hollín del
fuego.
Lo que quedaba del tronco del árbol se estrelló contra el suelo, levantando más
chispas y humo negro y espeso, y Meredith sintió a Caroline sobresaltarse con el
sonido. Poco a poco, Meredith soltó su agarre sobre Caroline, alejando el bastón de
su garganta para poder mirar a Caroline a los ojos. Caroline respiró hondo,
sollozando y se volvió hacia Meredith plenamente. Sus ojos verdes en forma de
gato muy abiertos por el terror.
Meredith la miró.
―¿Cómo puedes ayudarlo, Caroline?― preguntó ella con fiereza. ―¿No te
acuerdas cómo Klaus te secuestró?
Caroline negó con la cabeza.
―Estás loca.― dijo, y Meredith se quedó asombrado de que la desaliñada y
llorosa Caroline aún pudiera sonar tan desdeñosa. ―Yo no estoy ayudando a Page
nadie.
―¿Así que solamente decidiste quemar un árbol hoy?― preguntó Meredith, su
voz goteando sarcasmo.
―Yo... supongo.― dijo Caroline, frunciendo el ceño. Ella cruzó los brazos sobre
su pecho en defensiva ―Creo que fue un accidente.
L.J. Smith Destiny Rising
Había algo mal aquí, Meredith se dio cuenta. Caroline no se veía culpable o
desafiante. Asustada, por supuesto, pero parecía como si estuviera siendo honesta.
Meredith suspiró. Sería bueno poner sus manos sobre alguien responsable de la
destrucción de su única arma, pero estaba empezando a sospechar que Caroline no
era esa persona.
Al lado de ellas, Zander gruñó, forcejeando con Tyler.
―Que se vaya, Zander.― dijo Meredith ―Necesito que me digas si Caroline
dice la verdad.
Zander gruñó de nuevo, dándole a Tyler rodillazos en el pecho y golpeándole
en el suelo. Meredith lo miró fijamente. Nunca había visto al tranquilo Zander así:
mostrando los dientes blancos con furia. Incluso parecía más grande, y de alguna
manera más salvaje, el pelo desordenado como si estuviera intentando erizarse.
Zander le había dicho una vez, recordó Meredith, que los que se habían
convertido en hombres lobo no le olían bien a él, no como los hombres lobos
originales.
Detrás de ella, más cerca del fuego, Bonnie habló, su voz ronca por el humo.
―Zander.― dijo ―Zander, que se vaya.
Zander oyó a Bonnie como no le había parecido oír a Meredith, de mala gana
liberó a Tyler y se levantó. Estaba tenso, sin embargo, a punto de atacar de nuevo
cuando Tyler lentamente se puso en pie, sacudiéndose la suciedad. Ellos se
miraron detenidamente.
―Está bien.― dijo Zander. Él se apartó de Tyler lentamente, sus labios todavía
retirados en un gruñido, y miró a Caroline. Zander se acercó a ella, lo
suficientemente cerca como para oler su cuello. ―Dime lo que estás haciendo
aquí.― dijo.
Caroline se apartó indignada, pero Meredith la cogió del brazo y la hizo
retroceder hacia Zander.
―¿Por qué estás aquí, Caroline?― preguntó ella con severidad.
La chica de cabello castaño rojizo les fulminó con la mirada.
―Yo no tengo que explicaros nada.― dijo ―Solo estamos acampando. El
incendio fue un accidente.
―¿Así que Klaus no te envió aquí?― preguntó Bonnie escéptica. ―Nunca has Page
sido del tipo de ir de acampada, Caroline.
―Esto no tiene nada que ver con Klaus.― dijo Caroline pausadamente.
―¿Qué hay de ti, Tyler?― preguntó Meredith. ―¿Tu viejo maestro te envió
aquí?
Tyler sacudió la cabeza rápidamente.
―Yo no quiero tener nada que ver con ese tipo.― dijo.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Y bien, Zander?― preguntó Meredith en voz baja.
―Ellos están diciendo la verdad, por lo que ellos saben.― dijo Zander. ―Pero
hay algo mal. Huelen... raro.
―Klaus les obligo.― dijo Meredith rotundamente. ―Ellos solo saben lo que
Klaus les dijo que era la verdad. Y Klaus debe haberles dicho que viniesen a
acampar aquí. No podemos hacerles responsables de la quema del árbol. No es su
culpa.
―Eso es ridículo.― dijo Caroline ―Nadie nos obligó a hacer nada.― pero su
voz sonaba nerviosa e insegura, y Tyler envolvió su brazo alrededor de ella de
forma protectora.
―No es una gran cosa.― Tyler le aseguró. ―Aunque hubiésemos tenido la
intención de incendiar ese árbol, es solo un árbol. ¿Por qué le importaría a Klaus?
Meredith dejó su bastón descansar libremente contra su pierna. Ella no iba a
pelear con nadie aquí. El Tyler que había conocido allá en los peores días en Fell’s
Church podría haber merecido morir, pero a juzgar por la forma en que estaba
intentando escudar a Caroline, ya no era el que había sido.
―Era un árbol muy importante.― dijo en voz baja.
―Lo siento.― dijo Caroline. Caroline nunca había sido buena con las disculpas,
recordaba Meredith. ―No tenéis razones para creerme, para creernos, pero yo
nunca haría nada para haceros daño, ni siquiera matar a un árbol. Si los recuerdos
que tengo de Fell’s Church son reales, solíamos ser amigas. Verdaderas amigas,―
dijo ella, mirando de Meredith a Bonnie ―y lo arruiné todo.
―Sí, lo hiciste.― dijo Bonnie sin rodeos. ―Pero ya es parte del pasado.
Caroline le dio una media sonrisa torcida, y después de un momento, Bonnie
le sonrió con torpeza.
―¿Qué recordáis sobre Fell’s Church?― les preguntó Meredith.
Tyler visiblemente tragó saliva y acercó a Caroline a él.
―Los monstruos y todo, ¿esa es la verdad?― preguntó, con la voz temblorosa.
Bonnie asintió. Meredith sabía que ella ni siquiera podría resistir tener que
poner toda esa historia en palabras.
Una gota de sangre bajó por la frente de Tyler desde un rasguño que Zander le
debía haber infligido, y lo limpió con la mano que no sujetaba a Caroline. Page
―Un día me desperté y recordé una vida normal, pero también me acuerdo de
esta historia loca donde yo era un hombre lobo e hice, eh...― sus mejillas se
sonrojaron ―Cosas malas.
―Las cosas malas pasaron, pero luego cambió todo.― le dijo Meredith ―La
mayoría de la gente no lo recuerda, pero todo lo que crees que sabes es verdad.
L.J. Smith Destiny Rising
Sería demasiado complicado explicarles cómo Elena había salvado Fell’s
Church chantajeando a los Guardianes para cambiar los acontecimientos del año
pasado. Para casi todo el mundo, su último año había sido completamente normal:
sin vampiros, sin hombres lobo, ni kitsune. Pero un puñado de personas, todas
ellas con poderes sobrenaturales o influencias de un tipo u otro, podían recordar
dos líneas de tiempo.
―¿Te acuerdas de Klaus?― preguntó Alaric. ―¿Lo has visto alguna vez
después de que te fuiste de Fell’s Church? ¿Tal vez en tus sueños?
Meredith lo miró con aprobación. Klaus podía haber recorrido sus sueños,
sabían eso. Tal vez Caroline o Tyler tendrían algún recuerdo residual que pudiera
ayudarlos, aunque no recordasen haber sido influenciados.
Pero Tyler negó con la cabeza.
―No lo he visto desde Fell’s Church.― dijo.
―¿No desde que secuestraste a Caroline para atraer a Stefan hasta él, quieres
decir?― dijo Bonnie con aspereza ―¿Cómo hicisteis para terminar juntos de nuevo,
de todos modos?
Tyler estaba sonrojado tristemente y Caroline le tomó de la mano, cruzando
los dedos carnosos con los de ella, largos y elegantes.
―Yo todavía estaba esperando los bebés de Tyler. Los recuerdos de ambos
estaban seguros de eso. Así que cuando nos encontramos el uno al otro, decidimos
que lo mejor que podíamos hacer era intentar formar una familia.― ella se encogió
de hombros. ―Todas esas cosas, Klaus y todo, ahora parece como un sueño.
Hemos estado en casa de mi abuela, y ha estado ayudando a cuidar de los gemelos.
Y esa -escogiendo la versión de eventos que era más conveniente para ella y
ateniéndose a ella- era justamente Caroline, Meredith se dio cuenta. Ella nunca
había tenido ninguna imaginación.
―Sabes Tyler,― dijo Bonnie ―deberías ponerte en contacto con tu primo Caleb.
Te estuvo buscando en Fell’s Church, y él parecía muy preocupado.
Esa era una manera de decirlo, supuso Meredith. Caleb les había acechado,
puesto encantamientos sobre ellos, y lanzado hechizos para sembrar la discordia
entre Elena y los otros, todo porque sospechaba que ellos estaban detrás de la
desaparición de Tyler y de su propia memoria doble. Page
Caroline puso la mano en el hombro de Tyler, y Meredith se dio cuenta de
algo.
―Te has cortado las uñas.― dijo.
Caroline siempre había tenido las uñas largas, perfectamente pulidas, desde
que había dejado de hacer pasteles de barro y empezó a hablar sobre chicos.
L.J. Smith Destiny Rising
―Oh.― dijo Caroline, mirando a sus manos ―Sí, tuve que cortarlas cortas para
no arañar a los gemelos. A ellos les gusta chuparme los dedos.― añadió vacilante
―¿Queréis ver las fotos?
Bonnie asintió con la cabeza con curiosidad, y Meredith se unió a ellas para
mirar en el teléfono móvil de Caroline fotos de dos pequeños bebés.
―Brianna y Luke.― les dijo ―¿Veis lo azules que son sus ojos?
Fue entonces cuando Meredith decidió que bien podría perdonar a Caroline y
Tyler. Si Caroline había cambiado lo suficiente para que se preocupase más por sus
hijos que por su aspecto, y Tyler no estaba intentando hacerse el mandón,
probablemente no eran ninguna amenaza. Era cierto, que habían arruinado todo
destruyendo el fresno blanco, pero no lo había hecho maliciosamente.
Intercambiaron algunas palabras y luego se separaron. Caroline y Tyler se
dirigieron de vuelta por el sendero, el pelo largo de Caroline balanceándose contra
sus hombros bronceados. Era extraño, Meredith pensó mientras los observaba.
Caroline había sido una amiga cercana, y luego una enemiga despreciada, y ahora
no sentía nada por ella.
―Esa era la única ventaja que había encontrado en las fuentes acerca de
derrotar a Klaus.― dijo Alaric tristemente, mirando el montón de cenizas y
pedazos chamuscados del dichoso fresno.
―¿Podríamos recoger las cenizas y usarlas para algo?― preguntó Bonnie
esperanzada ―Tal vez hacer un ungüento y ponerlo en una estaca normal?
Alaric negó con la cabeza.
―No funcionaría.― le dijo ―Todo lo que he leído deja claro que tiene que ser
de madera en buen estado.
―Encontraremos otra cosa.― dijo Meredith, apretando los dientes ―Tiene que
haber algo a lo que sea susceptible. Pero al menos una cosa buena salió de esto.
―¿Qué?― preguntó Bonnie ―Espero que no estés hablando de Caroline,
porque algunas fotos no van a borrar todo lo que ella ha hecho. Y los bebés
claramente van a parecerse más a Tyler que a ella.
―Bueno,― puntualizó Meredith ―¿recuerdas que te dijimos que cuando
tuviste tu visión en nuestra habitación, dijiste que Klaus estaba llamando a un viejo
amigo para ayudarlo?― ella hizo un gesto con la mano hacia las figuras en retirada Page
por el camino ―Si era Tyler, no es una amenaza después de todo. No estamos
frente a un segundo enemigo.
―Sí.― dijo Bonnie, pensativa, y se abrazó a sí misma ―Si la visión estaba
hablando de Tyler.
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 17
Traducido por Pili
Corregido por tamis11
M
eredith malhumoradamente recogió el lodo en las ranuras de sus
botas de senderismo, sacudiendo los pedazos de suciedad en el
suelo del coche.
Cuando se volvió hacia el asiento trasero, ella vio a Bonnie dormida, su cabeza
sobre el hombro de Zander. Zander la había estrechado hacia él, su mejilla
apoyada contra su cabello.
—Ella no esta soñando, ella esta teniendo una visión —Meredith le dijo. —
Bonnie —ella dijo, manteniendo su voz baja y en calma. —Bonnie, ¿qué está
pasando?
—Bonnie —Meredith dijo de nuevo—. Todo está bien. Dime que estás viendo.
Bonnie exhalo un aliento, y luego sus amplios ojos café se abrieron y ella
comenzó a gritar. Alaric se sacudió de la sorpresa, golpeando su codo en el
volante.
Finalmente, ella cedió y los gritos se murieron en quejidos. Y luego ella miró a
su alrededor a los demás.
—Tú estabas teniendo una visión, Bonnie —Meredith dijo— Todo está bien.
Ella vaciló.
—Después de que ella murió. Los sueños, ¿qué ella me envió? ¿Que Klaus
invadió? Yo pienso que Klaus me está enviando este sueño.
Meredith intercambió una mirada con Alaric. —Si él puede entrar dentro de su
mente ¿cómo vamos a protegerla? —ella preguntó tranquilamente, y el movió su
cabeza.
—Era… parecía un campo militar o algo así, —Bonnie dijo, frunciendo el ceño,
claramente lo que recuerdo. —Había árboles en todas partes. Klaus tenía a un
grupo entero de personas alrededor de él. Él estaba de pie enfrente de ellos,
diciéndoles lo fuertes que eran y que ya estaban listos.
Bonnie hizo una mueca. —Él no lo dijo exactamente, pero para nada bueno,
estoy segura —ella dijo—. Pero yo no podía ver cuantas personas había ni que
hacían o distinguirlos. Pero parecía que había un montón de ellos. Todo estaba
nublado y vago, pero yo podía ver a Klaus tan claramente como nada.
Capítulo 18
Traducido por MewHiine
Corregido por Sabina_Salvatore
S
tefan empujó a Elena detrás de él cuando se lanzó a sí mismo hacía
un vampiro, rasgando su garganta con sus colmillos alargados. A su
lado, Spencer en forma de lobo, chocó contra otra de los vampiros
Vitale y la golpeó derribándola, sólo para ser arrojado violentamente
contra una fila de estanterías cuando la vampira recuperó el
equilibrio. Los estantes se tambalearon y se derrumbaron sobre el hombre lobo,
bloqueando su vista de Elena.
Elena agarro la estaca con firmeza en su mano y apretó los dientes. Podía
sentir el mal a su alrededor, tirando de ella para que se diera prisa e hiciera algo al
respecto. Ella no tenía la fuerza sobrenatural de Stefan o del hombre lobo o de los
vampiros que estaban luchando en su contra, pero si ella era rápida y tenía suerte,
tal vez podría dejar uno o dos de ellos fuera.
— ¡No! — Gritó Elena, el pánico rasgando a través de ella. Ella cargó contra los
vampiros que sujetaban a Stefan, pero una mano se cerró sobre su hombro que la
hizo girar para ver un chico alto y de oscuro pelo que ella estaba bastante segura
de que había estado en su clase de química a principio de año.
Por el rabillo del ojo, Elena vio a Stefan quitarse uno de los vampiros de
encima, sólo para ser sujetado de nuevo. Él aún estaba luchando, aunque, sin
estacar todavía. El vampiro le dio una sonrisa, con sus dientes descendiendo, más
grandes y más nítidos mientras ella forcejeaba contra él.
No puede ser así como esto termina, pensó aturdida. No voy a morir de esta manera.
Elena arrebató una de sus manos libres justo cuando ella escuchó un estrépito
repentino en las escaleras, el sonido de pies y cuerpos en movimiento. Otro grupo
de estanterías cayeron y los libros se deslizaron por el suelo. El vampiro sostuvo su
mirada y luego la alejó, cayendo hacia atrás con una gran mancha de sangre
floreciendo en su pecho.
Alaric estacó a uno de los vampiros que sujetaban a Stefan, y Stefan fue capaz
de encargarse de los otros que lo mantenían sujeto. En pocos minutos, la lucha
había terminado.
—Fue Zander. Escuchó la lucha cuando pasamos por la biblioteca— dijo Meredith,
levantando la vista de donde ella y Alaric estaban arrastrando por el suelo los
cuerpos de los vampiros hasta apilarlos ordenadamente en un rincón. —Vamos a
tener que quemar esos cuerpos, pero parece que este es el final de los vampiros de
Ethan. A parte de Chloe, por supuesto.
De nuevo al bosque dijo Bonnie desde detrás de Elena, pero Elena apenas
la oyó. Los colores no llevaban al bosque, sino que se extendían por todo el campo
y alrededor de un cobertizo. Los golpes en la cabeza de Elena, la sensación de algo
siendo equivocado se estaba intensificando.
No. Pensó Elena. No Klaus. Y de repente, se dio cuenta del gran error que había
cometido. El sendero, el sentimiento de agravio que tenía, le resultaba familiar.
Damon. Ella llevaba a cada uno de ellos directo hacia él.
Page
Hubo una fracción de segundo entre el momento en que Elena se dio cuenta
de esto y cuando el grupo entero dobló la esquina del cobertizo. Sus pasos
vacilaron, pero ya era demasiado tarde para cambiar de dirección.
Damon se estaba alimentando de otra chica de pelo rubio, la tiró con fuerza
contra su pecho y abrió su boca contra su cuello con sus ojos fuertemente cerrados.
L.J. Smith Destiny Rising
La sangre corría por ambos lados del cuello, haciendo un parche sangriento que
mojaba la camisa negra de Damon.
Meredith, por favor dijo Elena, su voz era fina y desesperada a sus
propios oídos. Por favor, para. Hay algo mal con él, pero es Damon, el que nos ha
salvado antes. Él ha estado luchando a nuestro lado en muchas batallas. No se le
puede matar. Tenemos que averiguar lo que está pasando.
Por favor, Meredith dijo Elena otra vez, haciendo caso omiso de sus
palabras, y extendió sus manos suplicantes a su amiga.
Elena se estremeció.
Supe hace un par de días que Damon estaba cazando otra vez. Dijo.
Pero las chicas siempre estaban bien al final, sin embargo. Ella sabía lo débil
que era su protesta. Peor aún, ella no estaba segura de creerlo. Damon había
abandonado a la niña que ella y Stefan se encontraron en el bosque, ella podría
haber muerto. ¿Qué otra cosa había hecho él? Pero no podía permitir que Meredith
lo matara.
¿Qué hay de ti? dijo, señalando con la barbilla a Damon. ¿Tienes algo
más que decir en tu defensa? Damon ladeó la barbilla y le dio una fría sonrisa,
arrogante, pero no dijo nada. A Elena se le encogió el corazón: Damon había
decidido claramente ser tan irritante como fuera posible. Después de un momento,
Meredith señaló con el bastón a Elena, parando justo para no tocarla. No lo
olvidaré dijo. Este es tú problema. Tú responsabilidad, Elena. Si él asesina a
alguien, el estará muerto al siguiente día. Y nosotros no estamos hablando sobre
esto.
Elena asintió a Stefan, tirando de Damon con él, se movió a la espalda de ella,
una muestra de apoyo en su hombro.
Eres un idiota dijo con frialdad, puntualizando sus palabras con un leve
movimiento en el brazo de Damon. ¿En qué estabas pensando, Damon? ¿Quieres
deshacer todo lo bueno que has hecho? Con cada pregunta, sacudía a su
hermano un poco más.
Damon empujó la mano de Stefan lejos, la sonrisa burlona que había llevado
desapareció de su cara.
Puede que no sea capaz de salvar a Damon. Dijo Stefan, con voz turbada,
tomándole la mano. No esta vez.
Elena asintió.
Capítulo 19
Traducido por MewHiine
Corregido por Sabina_Salvatore
E
lena había sido ajena a la batalla el año pasado. Su yo más joven nunca
habría soñado sobre prácticas de armas y maniobras ofensivas. Elena
estaba centrada en viajes a Francia y hermosos vestidos. Pero ahora, la
lucha contra el mal era lo que había dado a Elena una emoción, tanto como odiaba
admitirlo. Ahora ella caminaba unida a sus amigos y aliados, todos mirando hacia
ella en busca de orientación.
Elena tuvo que mendigar a Meredith para seguirla otra vez cuando ella trataba
de localizar a Klaus. Pero buscar a Klaus antes de atacarle era mejor plan, Elena
estaba segura, y esta vez tenía todos los combatientes que podían reunir. Klaus era
muy poderoso, tal vez el elemento sorpresa les daría alguna ventaja. Si bien un
pequeño consuelo, esperaban que la luz del día también pudiera funcionar a su
favor.
La luz del sol ciertamente parecía estar molestando a Chloe, pensó Elena. El
pelo rizado con hoyuelos de niña no estaba a la vista mientras se aferraba a un lado
de Matt, con la cabeza gacha. Se veía tensa y miserable, y Matt, aunque erguido
como un soldado, parecía cansado, con los rasgos más nítidos y más claros de los
que habían sido sólo un par de semanas antes.
Stefan se movió entre sus amigos, con calma ofreció instrucciones y palabras
de aliento. Los hombres lobo se callaron para escucharle, con sus expresiones en
alerta. Bonnie y Alaric, miraron a través de un libro de hechizos que Alaric había
conseguido, se giró para enseñarle a Stefan lo que habían encontrado, obviamente
pidiendo su consejo. Puede que estuvieran enojados con él por su protección hacia
Damon, pero Elena se dio cuenta con una oleada de orgullo, que a la hora de la
Page
verdad, todos ellos confiaban en Stefan.
Creo que todos estamos bien para partir. Le dijo a ella. ¿Estás lista?
Está bien. Dijo Elena. Cerró los ojos, respiró profundamente y sintió cómo
Andrés alimentaba su poder, abriéndose hasta dejarlo en su corriente.
Sintió el ominoso familiar gris y azul del aura de Damon fuera, a través del
campus, y lo empujo de vuelta, concentrándose en el más difícil. Klaus. Klaus.
Había algo más, grasiento y oscuro, como una cortina de humo fétido. Peor que el
aura de Damon, mucho peor.
El suelo estaba cada vez más pantanoso, sus pasos dejaban pequeños charcos
de agua que se filtraba del barro detrás de ellos, cuando Elena de pronto se detuvo
e hizo señas a los demás para que se acercaran.
Stefan asintió.
Ahora que todo el mundo sabía hacia dónde iban, Elena se fue hacia atrás para
caminar con Alaric y Bonnie, que comenzó a murmurar conjuros de protección y
encubrimiento, con sus manos extendidas. Andrés, respiraba profundamente y
parecía consumido de poder dentro de sí mismo, se unió a ellos. Era hora de que
los combatientes tomaran la iniciativa.
Pero cuando llegaron por fin a la luz del claro, se encontraron con Klaus, ahora
vestido en un raído impermeable que Meredith recordó con una punzada de terror
de sus encuentros en Fell’s Church, su rostro iluminado con terrorífico buen
humor, riendo. Había un enorme grupo de vampiros allí, fácilmente superando en
número sus propias fuerzas, y cada ojo estaba ahora fijo en ellos.
En ese congelado momento, Meredith pudo ver a todos los vampiros en una
definición nítida. Su cerebro se enganchó en una cara y se detuvo por la confusión.
Elena. Pero Elena estaba detrás de ella, y Meredith nunca había visto el rostro de
Elena contener tanta maldad. Entonces se dio cuenta: el más pálido oro de los
cabellos, el azul más claro de los ojos, la alegría un poco loca en su bonita cara. Esta
no era Elena. Era Katherine, de alguna manera había renacido.
Y entonces, justo detrás de Katherine, Meredith vio otra cara que ella conocía,
y su corazón se congeló. No podía ser Cristian. Su hermano ahora era un ser
humano; los Guardianes se aseguraron de eso. ¿No es así?
Pero ahí estaba Cristian, su rostro sólo era familiar de fotografías en casa, y él
le sonrió tímidamente a través del claro, enseñando sus colmillos de vampiro. Por
una fracción de segundo, la mano de Meredith soltó su bastón y se tambaleó sobre
sus pies. Entonces ella lo apretó de nuevo y tomo una postura de lucha. Ella había
pensado que su familia estaba segura, que Cristian les había sido devuelto. Todo se
desmoronó de nuevo en ese mismo momento, pero todavía tenía una batalla que
librar. Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 20
Traducido por MewHiine
Corregido por Izzi
L
a gente estaba corriendo pasando a Elena por todos lados, sacudiendo y
golpeándose contra ella, así que se aplastó contra un árbol. El ruido era
insoportable – gritos y gemidos y cuerpos chocando juntos.
El ejército de Klaus era mucho más grande, pero sus amigos estaban
consiguiendo lo suyo. Stefan, con su cara en una máscara de furia, estaba lidiando
con una chica rubia y delgada. Cuando Elena vislumbró la cara de la chica, su
corazón pareció detenerse por un segundo. Katherine.
Elena había visto morir a Katherine, había visto el fuego en las grietas de su
cara mientras ella gritaba. ¿Cómo podía estar aquí? Katherine levantó una mano y
arañó la cara de Stefan, sus dedos se doblaron en garras y él le torció el brazo
violentamente, gruñendo y golpeando cayeron al suelo, donde se perdieron de la
vista de Elena.
Meredith estaba luchando con un atractivo chico de pelo oscuro cuyo rostro le
resultaba vagamente familiar a Elena. Ellos estaban igualados, cada uno bloqueaba
los golpes del otro con velocidad mortal y eficiencia. Meredith parecía tensa y
seria, sin la alegre expresión que a menudo tenía en la batalla. Page
Matt y Chloe se enfrentaron contra una mujer vampiro, Chloe escudando a
Matt con su cuerpo y tirando de la cabeza del vampiro de nuevo, tratando de
ponerla de modo que Matt pudiera estacarla a través del corazón. El vampiro
gruño y se retorció en las manos de Chloe.
L.J. Smith Destiny Rising
Un aullido salvaje vino de un lado del claro, haciendo que el pelo de la parte
posterior del cuello de Elena se erizara al fin, y sus ojos se dispararon hacia el
horizonte: el sol colgaba bajo y una luna llena acababa de levantarse. El resto de los
hombres lobos habían cambiado mientras estaban peleando, y ahora los vampiros
que habían estado luchando contra ellos en forma humana cayeron hacia atrás
cuando la manada saltó con entusiasmo sobre ellos. Zander y Shay, que eran
fácilmente diferenciables por el tinte rojizo en su piel, derribaron juntos un
vampiro, sus pesados cuerpos fijándolo mientras desgarraban su carne.
Bonnie y Alaric cantaban en latín, sus voces eran firmes pero tensas. Junto a
Elena, podía oír a Andrés murmurando suavemente en español. Ella lo miró y su
aura era tan clara que ella podía verla sin siquiera intentarlo: un círculo de color de
las hojas de hayas en primavera se extendía fuera de él, tocando a sus aliados en la
lucha. Ella se dio cuenta que al igual que Bonnie y Alaric, Andrés estaba usando
todo el poder que podía invocar para proteger a sus amigos.
Ellos estaban luchando duro, pero había muchos vampiros, por lo menos unos
veinte. Tanto hombres como mujeres de diferentes razas y etnias, pero todos
jóvenes, todos hermosos. Todos con un cierto salvajismo loco en su expresión
haciendo eco de la de Klaus. Sus rostros estaban salvajes con el odio y la
anticipación. Ellos querían luchar, Elena podía decir, querían matar. Uno, un chico
rubio quien parecía más joven que la propia Elena, de la edad de ir al colegio, tal
vez, luchaba contra un hombre lobo en el suelo mientras reía, con la cara
manchada de sangre.
Klaus había estado llamado a viejos amigos. Con un escalofriante giro, Elena
se preguntó: ¿Podrían estos ser todos los vampiros que Klaus había convertido,
todos reunidos como en una especie de tribu viciosa, una especie de familia? ¿Y
había Klaus usado sus sangres para resucitar a Katherine, para levantar a su más Page
amada hija como él había sido levantado?
Hola, preciosa , dijo Klaus, con voz suave e íntima. Creo que ha llegado
el momento, ¿verdad? Estoy listo para probarte
La hoja de la daga brilló bajo la luz del sol cuando la llevó hasta su cuello.
Elena con agudo foco de terror, vio la reluciente empuñadura con runas y
patrones. Más abajo de la hoja, una curiosa e irónica cara de bestia, algo parecido a
una lagartija, le sonreía cruelmente. Y entonces ella no pudo ver más la daga,
porque Klaus la había presionado en su garganta.
Stefan, pensó Elena. Podía verle a través del claro, su rostro estaba congelado
en la desesperación. A pesar de que ella se estaba convirtiendo en un Guardián,
siempre pensó que las cosas podían funcionar para ser esa chica normal y feliz con
él. Su corazón se rompería sin ella, se dio cuenta, y tuvo un momento de puro
dolor por él y por lo que podrían haber tenido juntos.
Ella sintió la fría hoja cruzar su garganta, y luego sintió el calor de la sangre
fluyendo. Klaus se inclinó más cerca, su aliento era fresco y pesado, y de repente se
retiró. La sangre se había detenido, Elena se dio cuenta. Y ella ya no sentía el dolor.
Ella estaba sanando casi tan rápido como Klaus podía cortar. La hoja de Klaus no
podía matarla. ¿Era porque era un Guardián?, se preguntó aturdida.
Klaus gruñó con furia y le cortó el cuello otra vez. Elena sintió una sacudida de
dolor, pero de nuevo, la herida pareció sanar. Los otros estaban viendo lo que
Page
estaba sucediendo en ese momento, aunque el poder de Klaus debía de
mantenerlos a raya. Elena se encontró con la mirada horrorizada de Stefan cuando
Klaus la empujó lejos de él.
Alzó de nuevo la voz, mirando lentamente alrededor del claro. Nos gusta
estar aquí, a mis hijos y a mí anunció. Toda esa fresca sangre joven- es un
banquete continuo. Una ovación irregular vino de alguno de los vampiros.
Sonrió de nuevo, sus fuertes y blancos caninos brillaban bajo los últimos rayos del
sol poniente, y su mano se apretó en la mandíbula de Elena, arrastrándola hacia
delante. Al final , dijo, con su voz suave e íntima, Ninguno de tus amigos
nos sobrevivirá.
Mirando a través del claro, Elena vio a Stefan. Estaba pálido e inmóvil, y
cuando sus ojos se encontraron, Elena vio un reflejo de su propio miedo.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 21
Traducido por Xiime~
Corregido por Violet~
—Debes tener una idea bastante buena —dijo Stefan bruscamente—. Dinos.
Sabía que debía tratar a Andrés más gentilmente; él era, después de todo, el
único que podía ayudar a Elena en su transición hacia Guardián. Pero Stefan
estaba aún aterrorizado, sintiéndose enfermo y vacío desde el momento en que vio
L.J. Smith Destiny Rising
a Klaus deslizar su daga a través de la garganta de Elena. Y estaba seguro de que
Andrés sabía más de lo que les había contado.
—He oído que, a veces, a los Guardianes que tienen trabajos muy peligrosos
les dan protecciones especiales —dijo Andrés. La luna llena iluminaba el claro y se
veía pálido y cansado bajo su luz—. Más comúnmente, son resguardados de la
muerte por medios paranormales. El Poder —el Poder de los Guardianes— no
puede hacerlos inmortales, porque deben permanecer en armonía con la
naturaleza. Elena podría ser arrollada por un auto o morir de alguna enfermedad,
pero, si estoy en lo correcto, no puede ser asesinada por una mordedura de
vampiro, o un hechizo, o —Agitó una mano en la dirección por la cual Klaus y su
familia se habían retirado—, por una daga mágica.
—Necesitamos hacer un voto —dijo, mirando a las afligidas caras de los Page
humanos—. Nadie puede saber sobre los Poderes de Elena, o de ella siendo un
Guardián. Nadie. Si Klaus se entera, encontrará una manera de matarla. —Se
sentía enfermo y mareado del pánico. Si Klaus descubría el secreto de Elena…
Miró salvajemente a su alrededor. Con la manada aquí, había muchos que podrían
cometer un desliz y delatarla.
—No le diré a nadie —Prometió, y Chloe, con los ojos bien abiertos, asintió
junto a él.
Cuando Zander estuvo frente a Stefan, se tensó y luego se retorció, con sus
músculos contrayendo y expandiéndose. Manchas de piel desnuda comenzaron a
mostrarse entre los mechones de su espeso pelaje, y se tambaleó sobre sus patas
traseras mientras la dirección de sus articulaciones se invertía con un crujido.
Estaba cambiando a humano, se dio cuenta Stefan, y la transformación se veía
dolorosa.
—Duele cambiar cuando la luna todavía está llena. —dijo Zander con
brusquedad, una vez que estuvo parado frente a Stefan en forma humana. Sus ojos
estaban enrojecidos con pena, y refregó su mano ásperamente contra su cara—.
¿Qué quieres?
—Lo siento por lo de Chad —dijo Stefan—. Era un miembro leal de tu manada
y un valioso aliado para el resto de nosotros.
Page
Chad había sido un buen chico, pensó Stefan, fervoroso y alegre.
—Los lobos son leales —dijo Zander—. No le diremos a nadie. —Se alejó de
Stefan y dio dos largos pasos de vuelta al círculo de lobos, su cuerpo cambiando
mientras avanzaba.
Apiñados al borde del claro, Matt cogió la mano de Chloe y notó que ella
estaba temblando, un pequeño y escaso temblor corriendo por su cuerpo. Él tenía
frío, pero los vampiros no podían tenerlo, ¿verdad?
Chloe presionó su mano libre contra su pecho, como si tuviera problemas para
respirar.
—Es solo que hay tanta gente —dijo—. Es difícil concentrarse. La sangre…
Podía oler la sangre de todos. Y cuando el lobo murió…
Matt entendía. Sangre fresca salió de la nariz y la boca Chad cuando murió, y
Matt había sentido a Chloe ponerse rígida a su lado.
—Está bien —dijo ahora—. Volvamos al cobertizo. Es solo que no estabas lista Page
para estar alrededor de un grupo tan grande todavía, especialmente con los pulsos
de todos golpeteando por la batalla.
—¿De dónde salió eso? —Preguntó Matt, oyendo el filo en su propia voz
mientras dejaba ir la mano de Chloe.
—No todo el tiempo —La contradijo—. Te perdí de vista durante la pelea por
un rato. —Chloe sabía que ellos se habían separado. ¿Por qué diría algo diferente?
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 22
Traducido por Xiime~
Corregido por Izzi
S
tefan sostenía a Elena cerca de él, movía los dedos por su suave
cabello y sentía su corazón latiendo contra su pecho. Cuando sus
labios se encontraron, pudo sentir su miedo y su agotamiento, tanto
como sus intrigas sobre sus nuevos Poderes. Elena estaba sintiendo
su propia mezcla de amor y miedo, y su encanto ante la nueva
protección que ella tenía. Elena estaba enviándole un constante flujo de amor y
tranquilidad, el cual él retornaba feliz.
Era una maravilla para él siempre, la manera en que el mundo se detenía, sin
importar lo mal que estuvieran las cosas, cuando Elena estaba en sus brazos. Esta
chica humana era su luz y su roca, lo único en lo que podía confiar.
―Duerme bien, mi amor.― dijo, liberándola de mala gana. Elena lo besó una
vez más antes de entrar en su dormitorio y cerrar la puerta. Stefan odiaba verla ir;
no podía eliminar la imagen de Klaus rebanando su garganta. Además, Bonnie y
Meredith estarían allí. Elena siempre había sido fuerte e independiente y ahora
tenía su propio Poder. Él estaría solo a un par de pisos por encima si lo necesitaba.
―Ya no estoy enfadada con Elena.― dijo ella en voz baja. ―Tuve mucho tiempo
para pensar. Después de que me matara.
L.J. Smith Destiny Rising
―En serio.― dijo Stefan secamente, alejándose de los persistentes toques de
Katherine. ―¿Así que estar muerta te dio tiempo de aplacar tus celos de Elena?
―Pobre Stefan,― dijo ella ―tan leal, tan amoroso. Extrañaba tu pasión, sabes. ―
Se acercó y acarició una suave y fría mano contra su mejilla. ―Es bueno verte otra
vez.― Retrocediendo, cambió, su delicada forma ondulando en su vestido blanco
hasta que una lechuza nevada extendió sus alas en la barandilla y se elevó
rápidamente en la noche.
Bonnie miraba por la ventana de la habitación de Zander. Había sido una larga
noche, pero ahora estaba amaneciendo, rosado y dorado, sobre el patio. Había
venido hacía más o menos una hora, tan pronto como Zander la había llamado
para decirle que la necesitaba. Cuando Bonnie había llegado, Zander la había
tomado en sus brazos y sostenido cerca, con sus ojos cerrados fuertemente, como si
estuviera bloqueando todo lo demás fuera, solo por un momento. Page
Ahora el resto de la manada se había ido y Shay y Zander estaban encorvados
sobre el escritorio de este detrás de Bonnie, bosquejando planes de batalla en
trozos de papel.
―Tristan se dañó un tendón al principio del año, pero creí que ya estaba casi
curado. Trabajaré con él y veré si puede volver a ganar velocidad.
Y ahora, con la noche acabando, él y Shay estaban trazando estrategias con las
mejores maneras de mantener su manada segura en el futuro. Estaban siempre
enfocados en lo mejor para su manada.
Bonnie ahora entendía exactamente por qué el Alto Concejo de Lobos había
elegido un Alfa femenina para Zander cuando eran jóvenes, no solo como pareja,
sino también como compañera.
―¿Qué pasa?― dijo suavemente. ―¿Estás bien? Sé que las cosas son muy
difíciles.
Los ojos de Bonnie picaban, y tuvo que alejarse de Zander con una mano para
poder limpiarlos. Era muy Zander: su amigo estaba muerto, había pasado la noche
confortando y protegiendo su manada, ¿y ahora estaba preocupado por cómo
estaba Bonnie?
Bonnie suspiró.
―Te amo, pero no estoy segura de ser buena para ti.― dijo Bonnie tristemente.
―Os veo a ti y a Shay juntos… cuidándoos ambos, peleando lado a lado, cuidando
de la manada juntos, y yo no puedo hacer eso. Quizás el Alto Concejo de Lobos
tiene razón sobre lo que necesitas.
―El Alto Concejo… Bonnie, ¿qué tienen que ver en esto? Ellos no deciden lo
que quiero.― dijo Zander, con la voz elevándose.
―No puedo ser eso para ti, Zander.― dijo Bonnie. ―No lo sé. Quizás ambos
necesitamos un tiempo para darnos cuenta lo que depara el futuro. Lo que es mejor
para nosotros. Incluso si es no…― Su voz se quebró, y tragó con fuerza antes de Page
continuar. ―Incluso si es no estar juntos.― Estaba mirando hacia sus manos,
entrelazándolas, incapaz de mirar a Zander a los ojos. ―De verdad te amo.― dijo
desesperadamente. ―Pero quizás eso no es todo lo que importa.
Zander gruñó una negación y se acercó a Bonnie otra vez, pero ella lo esquivó.
Debía abandonar la habitación antes de perder los nervios. Estaba segura de que
esto era lo correcto, lo mejor. Zander tenía responsabilidades, necesitaba alguien
que pudiera entenderlas y ser una verdadera compañera para él. Pero si no se iba
ahora, iba a caer al suelo y envolver los brazos alrededor de sus piernas,
suplicándole que no la dejase ir.
Bonnie intentó no mirar atrás, pero no pudo evitar echar una mirada furtiva a
Zander mientras cerraba la puerta tras ella. Él estaba encorvado, triste, como si se
estuviera protegiendo de un golpe. Quizás ella estaba haciendo lo correcto, o
quizás simplemente había arruinado lo mejor que jamás le había sucedido.
Simplemente no lo sabía.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 23
Traducido por Katiliz94
Corregido por Isane33
E
stúpidos Guardianes, pensó Elena, alejándose rápidamente del
gimnasio. Si quieren algo de mí, ¿por qué no pueden solo decírmelo? Ella y
Meredith habían estado entrenando antes de la clase de la mañana de
Meredith y ahora tenía prisa por regresar a casa. Estar sola en el
campus la puso nerviosa, y no estaba segura de si era paranoia, pero algo se sentía
cerca de Elena. Muy cerca.
Los guardianes eran jugadores; eso era todo lo que había para ellos. No eran
honrados, no eran sinceros. Nada como yo, se dijo a sí misma con fiereza. Nunca más,
no durante un largo tiempo. Andrés seguramente no era como ellos, de todos modos,
lo cual era un hecho reconfortante.
Alcanzó a ver una figura por el rabillo del ojo, solo la más leve impresión de
movimiento. Por todo el campus había tenido la repulsiva sensación de ser
observada. Alguien la estaba siguiendo.
Elena se giró, pero donde había estado segura de que había visto a otra
persona, no había nadie.
Solo cuando alcanzó su dormitorio, una fría y dominante voz habló detrás de
ella.
—Elena Gilbert.
La alta mujer estando de pie tras ella era seria y formal, con el pelo rubio
recogido en un arreglado moño, vestía un sencillo traje azul marino. Ojos azules
con motas doradas miraron solemnemente a Elena. Esta mujer no era Ryannen, la
Guardiana de la Corte celestial que una vez trató de reclutar a Elena en sus filas,
pero era bastante parecida que Elena tuvo que mirar cuidadosamente para estar
segura. El parecido molestó a Elena: Ryannen no había sido amable, no del todo.
Rápidamente, intentó leer el aura de la mujer, pero no vio nada salvo una luz
blanca.
Después de una rápida mirada que abarcaba por completo a Elena la mujer
dijo con compostura:
Elena inmediatamente se tensó. Cierto, esto era por lo que había estado
esperando. ¿Pero estaba completamente lista?
—No estoy aquí para discutir el pasado, Elena. Has hecho tu mejor esfuerzo
para despertar tus Poderes incluso antes de mi acercamiento. Has traído a otro
Guardián humano aquí para guiarte y enseñarte. Está claro por tus acciones que
L.J. Smith Destiny Rising
estas ansiosa por las responsabilidades y habilidades que solo los Guardianes
tienen. Te será dada la información que necesitas después de tomar tu juramento.
Nerviosa, Elena mordió su labio. Todo lo que Mylea dijo era verdad. Ella había
acabado de aceptar que iba a ser un Guardián. Sin importar cuan trágica fue la
muerte de sus padres, nada de lo que Mylea dijera ahora se los devolvería. Tenía
que pensar en todas las personas que podía salvar con sus Poderes de Guardián en
pleno funcionamiento.
Titubeantemente, Elena puso sus rodillas en la fría hierba bajo el árbol y alargó
la mano derecha ante ella. Mylea giró firmemente la mano de Elena de manera que
extendió la palma hacia arriba, y sacó una pequeña daga plateada, adornada de
joyas azules de su bolsillo. Antes de que Elena pudiera reaccionar, Mylea había
pasado rápidamente la daga por su palma en un patrón curvo, la sangre brotó en
su despertar. Elena siseó ante el dolor y automáticamente intentó retirar la mano,
Page
pero el agarre de Mylea era fuerte.
—El símbolo del infinito y de la Corte Celestial —dijo Mylea, dando a Elena
una pequeña sonrisa. La ayudó a ponerse en pie y la besó ceremonialmente en
ambas mejillas—. Bienvenida, hermana —dijo.
—Ya no eres humana —dijo—. Ese es el precio que tenemos que pagar.
—Pero ahora ha comenzado a matar y el mismo trajo nuestra atención una vez
más. Su destino esta sellado —continúo Mylea —. Debes matar a Damon Salvatore.
Elena jadeó. No, pensó aturdida. Klaus, ella debía decir Klaus. Page
En la fracción de segundo en el que Elena estaba tambaleándose, Mylea se
alejó cuidadosamente, sacando una elaborada llave dorada de su bolsillo, y giró la
llave en el aire.
—¡No! —dijo Elena, encontrando su voz. Pero era demasiado tarde. El vacío
aire se tensó, y Mylea se había ido.
L.J. Smith Destiny Rising
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capitulo 24
Traducido por Pili
Corregido por Izzi
Stefan tenía una sensación muy fuerte de déjà vu. Aquí estaba él una vez más,
afligido fuera de la puerta de madera oscura del apartamento de Damon,
preparado para suplicar a su hermano, pero sabiendo ya que sus palabras serían
inútiles. El podía oír a Damon moviéndose silenciosamente dentro del
apartamento, las páginas de un libro pasando, la respiración profunda de su
hermano, y él sabía que Damon podía oírle a él, también, dudando en el pasillo.
―Sé que no quieres verme.― dijo Stefan. ―Pero pensé que debía decirte lo que
está sucediendo.
―Por lo tanto, ¿hay algo que está pasando?― apuntó. Su voz adquirió un tono
burlón con las últimas palabras.
―Katherine ha vuelto.― dijo Stefan rotundamente, y tuvo el placer de ver la
sonrisa desprenderse de la cara de Damon. ―Klaus la trajo de entre los muertos de
alguna manera.
Damon parpadeó lentamente, sus pestañas negras y largas velaron sus ojos
durante un momento, y a continuación exhibió su sonrisa cruel otra vez.
―El dúo dinámico juntos de nuevo, ¿eh?― preguntó. ―Eso podría ser bastante
problemático para ti y tus humanos.
―Nunca he sido el eslabón más débil, hermano.― dijo. ―Pero, como una
cuestión de simple curiosidad, dime, ¿qué verdad sobre Elena?
El suelo osciló vertiginosamente bajo los pies de Stefan, y él cerró los ojos
durante un momento. Page
Era un idiota. Él no había pedido detalles de la reunión a medianoche en el
bosque de Elena y Damon, solo supuso que Elena le había dicho que era una
Guardiana. Él podría haber mantenido la boca cerrada, y Damon no habría sido
ningún peligro para ellos, al menos no en este punto. Pero no, Damon había sabido
que Elena era una Guardiana potencial, que ellos una vez habían planeado que ella
L.J. Smith Destiny Rising
se uniera a ellos. Ella le había dicho que los Guardianes habían asesinado a sus
padres, intentado llegar a ella. Y él sabía que ahora Elena tenía poder, que ella
podía ver auras. Si dejaba caer esos hechos a Katherine o Klaus, eso sería bastante
peligroso. Mejor que Damon estuviese advertido, con una verdad parcial, ¿no?
Stefan sacudió su cabeza ligeramente. Era imposible saber que podría hacer
Damon.
―La verdad es que Elena está conectada con los Guardianes.― dijo al fin.
―Klaus lo usaría contra ella si pudiera. Por favor, Damon dices que no te importa
pero no puedes querer que Klaus mate a Elena. Klaus casi te destruyó. ― podía oír
la nota de súplica en su propia voz.
Por favor, hermano, pensó, inseguro sobre si Damon estaba leyendo sus
pensamientos. Por favor no nos abandones. No hay nada más que dolor así, para todos
nosotros.
―Nadie me hace daño.― dijo por encima de los hombros.― No desde hace
mucho. Pero no te preocupes, estoy seguro de que puedo manejar a Katherine si
viene a mí.
―Si me pasa algo,― dijo sombríamente, ―dime que cuidarás de Elena. Tú la Page
amaste una vez. Ella podría amarte, si… si las cosas fueran diferentes.― no
importaba lo que pasase, Elena no podía quedar desprotegida.
Stefan se obligó a ponerse de pie y dudó solo brevemente antes de girar hacia
la puerta. La reunión había ido tan bien como él podría haber esperado
razonablemente: Damon no había garantizado su propio silencio, pero tampoco
les había amenazado, y había parecido desdeñoso sobre cualquier sugerencia de
que él pudiese ayudar a Katherine y Klaus. En lo que respectaba a la protección de
Elena, todo lo que Stefan podría hacer era mover pieza. Él sabía que si era preciso,
su hermano haría lo correcto.
Stefan gritó una despedida, que no fue contestada, y se dirigió a la puerta. Por
todo lo que sabía, Damon se había ido a través de la ventana y ya estaba volando
hacia su destino como un cuervo.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 25
Traducido por laurasoto
Corregido por Izzi
Matt arrastró los pies mientras caminaba lentamente hacia las puertas del
cobertizo. En su mano, el saco que llevaba golpeó violentamente, el conejo dentro
pataleando y retorciéndose. Chloe sería capaz de calmarlo con un toque de su
poder.
Aunque ella nunca haría daño a Matt; ella le aseguraba eso todas las noches,
sosteniéndolo con fuerza, su cuerpo frío contra uno más caliente, con la cabeza Page
apoyada en su hombro en la oscuridad.
El muelle crujía bajo los pies de Matt y él bajó la mirada hacia el chapoteo del
agua contra los pilotes debajo de él. El muelle crujió de nuevo, esta vez en la
distancia, como si alguien estuviera caminando a través de él.
L.J. Smith Destiny Rising
Matt vaciló. No debería haber nadie más aquí. Dio un paso adelante de nuevo,
con cautela, y oyó el sonido haciendo eco de otro tablón crujiendo en la distancia,
sólo un segundo después de su propio paso.
Klaus estaba triunfante delante de él, su piel iluminada en plata por la luz de
la luna de que entraba a través de los agujeros del techo. Un impermeable
estropeado cubría su amplia figura, y desplomada en sus brazos había una chica
sangrado, una desconocida.
Dios. Ella era joven, tal vez una pequeña estudiante de primer año, tal vez una
chica de secundaria del pueblo, y su cabello largo y oscuro estaba enmarañado con
la sangre que brotaba del lateral de su cuello. Ella no estaba luchando, pero miró
fijamente a Matt con una mirada de terror que le recordó asquerosamente la
expresión del conejo cuando lo había sacado de la trampa.
Automáticamente dejó caer el saco, oyéndolo hacer un ruido sordo tras él, el
conejo escarbando buscando una salida y corriendo hacia la puerta. Tenía que
ayudar a la chica. Klaus movió rápidamente los ojos hacia él por una fracción de
segundo y Matt se quedó inmóvil, sus músculos se tensaron sin poder hacer nada
contra la fuerza que estaba sujetándolo en su lugar.
Luchando para gritar, para detener de alguna manera a Chloe, Matt se dio
cuenta de que su lengua estaba como congelada, como el resto de él, aún sujeto por
el Poder de Klaus. Lo máximo que podía hacer era dejar salir un pequeño gemido
ahogado.
Chloe lo oyó, sin embargo. Se lamió los labios, entonces arrastró lentamente
los ojos desde la garganta de la chica y se centró en Matt. Ella lo miró fijamente
durante un largo momento, y luego dio un paso atrás, apretándose contra la pared.
Los huesos de su rostro parecían angulosos y la sangre seca en su propia garganta
se cuarteó y descascarilló cuando sacudió la cabeza.
―Dime lo que quiero saber, y puedes tenerla. Ella sabe tan bien.― Tiró de
Chloe hacia él. Ella se quedó sin aliento bruscamente, sus fosas nasales dilatadas a
medida que se acercaba al olor de la sangre, y se dejó arrastrar más y más cerca.
Klaus soltó la mano de Chloe y le acarició la mejilla. ―Toma.― dijo, como si
estuviera hablando con un niño pequeño. ―Eso es.― ahuecando su mano detrás de
su cabeza, él la empujó con firmeza hacia abajo, la llevó hacia la garganta de la
chica que sostenía.
Matt trató de luchar, pero no podía moverse, no podía gritar a Chloe otra vez.
Ella paso su lengua rápidamente a través de sus labios.
―Dile a tus amigos que todos ellos tendrán noticias de mí pronto.― dijo Klaus,
su voz plana y fría. Sonaba menos loco que de costumbre, y por alguna razón, eso
hizo al corazón de Matt contraerse de miedo. ―Encontraré la verdad. Les atraparé
por separado, uno por uno, hasta que obtenga lo que quiero.
Cuando salió por la puerta, Klaus miró hacia arriba, alzando una mano hacia
el cielo, y con el estruendo de un trueno, un rayo cayó del cielo despejado, sin
nubes, haciendo estallar el cobertizo en llamas.
Dando vuelta a una página en su libro de texto de psicología, Bonnie alejó el Page
pensamiento de Zander. Le echaba de menos, por supuesto que lo hacía, pero ella
estaría bien. Sin levantar la vista, Bonnie estaba pendiente de los otros ocupantes
de su dormitorio. El sonido suave del rasgueo de una pluma venía de la cama de
Elena, donde estaba escribiendo en su diario. Y en el suelo, Meredith y Alaric
murmuraban suavemente entre ellos, sus manos entrelazadas, por una vez no
afilando las armas o examinando libros de hechizos, sino solo disfrutando uno al
L.J. Smith Destiny Rising
otro. Excepto por el dolor de constante vacío en el corazón de Bonnie, todo estaba
bien.
―Klaus.― jadeó Matt. ―Klaus estaba en el cobertizo. Oh, Dios, dejó un cuerpo
en ese lugar. Y prendió el lugar en llamas. Estaba muerta, sin embargo. Estoy
seguro de que ya estaba muerta antes de quemarse.
―¿Pero él dijo que vendría tras nosotros, uno por uno, hasta que consiguiese lo
que quería?― preguntó Bonnie con voz débil. ―Esto es malo. Esto es realmente
muy malo.― su corazón latía con fuerza, tamborileando contra su pecho.
Elena suspiró, metiéndose el pelo detrás de las orejas.
―Sí,― dijo Bonnie, con voz temblorosa ―pero, Elena, él puede entrar en mis
sueños. Él lo hizo antes, cuando nos dijo que iba a venir.― ella se abrazó con fuerza
y tomó un respiro profundamente, tratando de mantener la voz firme. ―No sé si
puedo detenerle viendo cosas en mis sueños.
―Lo siento, chicos.― dijo Elena, con la voz quebrada. ―Él viene tras vosotros
por mi culpa. Ojalá pudiera defenderos. Tengo que conseguir ser más fuerte.
―Lo harás.― dijo Meredith con firmeza.
―Lo sé, Bonnie.― dijo ella. ―Pero incluso si consigo más poder, no sé cómo
podemos protegerte en tus sueños.
Page
―¿Hay alguna manera que pueda protegerse a sí misma en sus sueños?―
preguntó Stefan, volviéndose a Alaric, su experto en investigación. ―¿Sueño
consciente y ese tipo de cosas?
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capitulo 26
Traducido por laurasoto
Corregido por Izzi
―¿Qué pasa?― dijo, preocupado por lo que fuera que vio en sus ojos.
Elena había pensado que ella estaba escondiendo su miedo bastante bien, pero
Stefan siempre había sido capaz de ver a través de sus máscaras. Se alegraba de
que estuvieran finalmente solos. Ella no quería que los demás supieran, aún no. No Page
estaban decididos a proteger a Damon, no como ella y Stefan lo estaban.
―Pero eso es una noticia maravillosa.― dijo. ―Ahora podrás acceder a más
poder para luchar contra Klaus, ¿no es así?
―Mi tarea es no matar a Klaus.― le dijo ella simplemente. ―Quieren que mate
a Damon.― Stefan, con los ojos muy abiertos por el choque, dio un paso atrás,
dejando caer su mano de la mejilla de Elena. ―No voy a hacerlo.― dijo. ―Lo sabes.
Pero tenemos que encontrar la manera de evitar esto. Si me niego a hacerlo, van a―
su boca se secó― desterrarme a la Corte Celestial. No estaré en la Tierra nunca más.
―No.― los brazos de Stefan estuvieron en torno a ella otra vez, abrazándola
más cerca. ―Nunca.
―No puedo hacerlo.― susurró. ―La Guardián me dijo que Damon estaba
matando de nuevo, y aún así no puedo obligarme a hacerle daño.― sentía a Stefan
endurecerse con las noticias, pero cuando levantó la vista sus ojos estaban
inalterables.
―No puedo matar a Damon.― dijo Elena otra vez. ―Los Guardianes ya se
llevaron dos personas que amo, y no voy a dejar que me quiten nada más.
Tenemos que encontrar otra manera.
―Tal vez.― dijo. ―O tal vez él doble sus ataques sólo para desafiarlos. Damon
se reiría del diablo si le diese la gana.― Elena asintió. Era cierto, y sabía que Stefan
estaba compartiendo el afecto y la desesperación que Damon inspiraba en ella.
―Tal vez Andrés tendrá una idea.― sugirió Stefan. ―Él sabe mucho más acerca
de los asuntos de los Guardianes que nosotros. ¿Pero estás segura de que
podemos confiar en él?
―Sé que podemos confiar en Andrés para hacer lo correcto.― dijo. ―Pero,
¿podemos confiar en él para salvar a un vampiro, un vampiro violento? Ni siquiera
sé si eso es lo correcto.
―Creo que puedo confiar en Andrés para apoyarme,― dijo con cautela
―incluso en contra de los Guardianes. Él cree en mí.― ella esperaba
desesperadamente que fuera cierto.
Andrés asintió.
―Eres reacia a matarlo cuando podría haber alguna otra forma de controlar
sus tropiezos.
―No estoy seguro de que pudiera llamar ―tropiezos‖ a comerse gente.― dijo.
―Lo siento, Elena. Yo no creo que pueda ayudarte. Page
Stefan se puso tenso, sintiendo la cuchara de café doblarse en la mano.
Andrés estaba diciéndoles que él podría ser el próximo asignado para matar a
Damon. Si Elena de alguna manera salía del trabajo, estarían peleando con Andrés.
Los ojos de Elena estaban brillantes por las lágrimas.
―Tiene que haber alguna manera de arreglar esto.― dijo. ―¿Cómo puedo
convocar de vuelta a la Guardiana Principal? Tal vez pueda razonar con ella. Klaus
es mucho más peligroso de lo que es Damon. Incluso si no estás de acuerdo
conmigo sobre salvar a Damon, tienes que ver que Klaus es el único en que
tenemos que centrarnos.
―No puedes llamarla.― dijo Andrés con tristeza. ―Solo parecen para asignar
una tarea, o cuando la tarea se ha completado.― él meneó lentamente la cabeza.
―Elena, no hay ninguna zona gris. Tú ya estás sintiendo el impulso de cumplir con
tu misión, ¿no es así? Eso solo va a empeorar.
Elena puso la cabeza entre las manos, apoyando los codos sobre la mesa.
Stefan le tocó el hombro, y ella se apoyó en él mientras canalizaba su apoyo
silencioso hacia ella. Después de un momento, levantó la cabeza, su boca firme con
resolución.
―Está bien.― dijo. ―Entonces intentaré otra cosa. No me doy por vencida.
―Yo te ayudaré si puedo.― le dijo Andrés. ―Pero si tu tarea pasa a mí, no
tendré elección. Page
Elena asintió y se puso de pie rápidamente. Stefan comenzó a seguirla, pero
ella le puso una mano en el hombro y lo presionó suavemente hacia atrás.
―Esto tengo que hacerlo por mí misma.― dijo en tono de disculpa. Ella lo besó
suavemente, sus labios cálidos, y Stefan intentó enviar todo el amor y la confianza
que pudo hacia ella.
L.J. Smith Destiny Rising
Tengo algo de lo que también tengo que ocuparme, pensó. No sabía cuándo
volvería. Esta podría ser, se dio cuenta con una llamarada de pánico sin aliento, la
última vez que ambos se vieran. Sus brazos se apretaron alrededor de ella,
aferrándose a ella durante todo el tiempo que pudo. Por favor, Elena, ten cuidado.
Encontrar a Damon fue fácil. Cuando Elena se abrió al dolor persistente que
había estado dentro de ella todo el día, apenas aludiendo a su poder, el camino a
Damon apareció delante de ella y todo lo que tenía que hacer era seguir el intenso
negro y rojo.
―Haz lo que tengas que hacer, princesa.― dijo a la ligera. ―Los Guardianes no
pudieron mantenerme muerto antes, ahora no estoy demasiado preocupado.― él
comenzó a darle la espalda, y Elena dio un paso para bloquear su camino.
Damon suspiró.
―Francamente, ― dijo ―creo que estás exagerando. Y maté a alguien. Era una
chica, en un mundo de millones de chicas.― él miró por encima del hombro, hacia
atrás a la mesa de billar. ―¿Jimmy? Colócalas.
―¿A qué te refieres con que has matado a alguien?― dijo ella al fin con un hilo
de voz.
Page
Algo que ella no pudo identificar completamente parpadeó en el rostro de
Damon, pero después se había ido.
―Me temo que me dejé llevar.― dijo a la ligera. ―Nos pasa a los mejores,
supongo.― metió la bola en la tronera y rodeó la mesa para hacer otro tiro.
L.J. Smith Destiny Rising
La mente de Elena estaba dando vueltas sobre lo que había visto: la chica que
ella y Stefan habían encontrado inconsciente en el bosque, la chica de la que
Damon se había alimentado cerca del campo de atletismo. Habían estado muy bien
al final, ¿no? Ella y Stefan se habían asegurado de que llegara a casa de forma
segura. El temor se enroscó dentro de ella cuando finalmente se dio cuenta de lo
que estaba diciendo. Damon había matado a alguien más, alguien que no habían
encontrado. Ella había mantenido la esperanza en él, pero él estaba asesinando otra
vez, y ella no lo había sabido.
Hizo un esfuerzo ahora para ver el aura de Damon, y se hizo visible casi
inmediatamente. Elena se estremeció con consternación ante la vista. Era muy
oscura, casi todo el color se había consumido por la oscuridad ahora, atravesado
con repulsivas y sinuosas vetas de color rojo sangre seca. Sin duda, todavía había
algo más ahí. Ella vio un hilo de color azul verdoso cerca del cuerpo de Damon,
pero tan rápido como apareció, estaba cubierto otra vez de oscuridad. Sin
embargo, ese atisbo de color le dio un poco de esperanza. Damon no estaba
perdido. No podía estarlo.
Impulsivamente, ella siguió a Damon al otro lado de la mesa y puso una mano
sobre su brazo. Sus músculos se contrajeron una vez, como si estuviera a punto de
alejarse, luego se quedó inmóvil.
―Por favor, Damon,― dijo. ―sé que no eres así. No eres un asesino, ya no. Te
quiero. Por favor.
Damon puso su taco con cuidado sobre la mesa y la miró, su cuerpo tenso y
crispado.
―¡Damon, no! No lo hagas.― le dijo ella a Jimmy. ―Lucha contra ello.― Jimmy,
miró al taco, vaciló, y Elena sintió el chasquido repentino de poder cuando la cara
de Jimmy se volvió distante y soñadora, y levantó el palo de billar y lo clavó
fuertemente en su propio estómago. Cuanto el taco hizo contacto, emitió una fuerte
exhalación de aliento, pero su rostro permanecía impasible, su mente desconectada
de lo que su cuerpo estaba haciendo. Jimmy retiró el taco otra vez, y Elena pudo
ver una larga estría sangrienta donde una de las astillas se había clavado en su
costado.
―Por favor, detenlo.― dijo Elena, horrorizada. ―No le hagas más daño.
―Bien.― dijo. ―Me iré. Pero Damon,― y aquí se atrevió a tocarle el brazo de
nuevo, un toque suave y rápido. ―lo que dijiste cuando entré es verdad. Nunca me
rindo.― algo pareció cambiar en Damon cuando Elena le tocó, un minúsculo
ablandamiento de las sombrías líneas de su rostro, y Elena sintió casi como si
hubiera llegado hasta él. Pero un segundo después estaba tan frío y distante como
siempre.
Elena salió rápidamente y se alejó con la cabeza alta. Detrás de ella, oyó a
Damon hablar con fuerza y los gruñidos de dolor de Jimmy cesaron.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 27
Traducido por Isane33
Corregido por MewHiine
E
l cielo de la tarde era azul oscuro y dorado con la luz del sol y Stefan
estaba agradecido por la sombra de los árboles. ¿Qué tipo de vampiro
provoca un enfrentamiento en la luz del día? podía imaginar a Damon
preguntando irónicamente antes de contestar la pregunta él mismo: uno muy
estúpido, Stefan.
Se detuvo al llegar al claro del bosque donde habían luchado contra la Page
familia de Klaus. La sangre era la mejor manera de atraer la atención de cualquier
vampiro. Stefan dejó que sus colmillos se alargan, luego, haciendo una mueca,
mordió rápidamente su muñeca.
—Hola, Salvatore.
—¿Me has llamado, Salvatore? —le preguntó Klaus. Puso una mano en el
hombro de Stefan amigablemente.
—No todas las cartas. No puedes matar a Elena —espetó Stefan y Klaus ladeó
la cabeza hacia un lado, considerándolo.
—Quiero decir, ella no puede morir —dijo Stefan con obstinación. Levantó la
cabeza con orgullo, tratando de proyectar confianza. Klaus tenía que creerle—.
Mátame en su lugar. Soy el que más odias.
Klaus echó a reír, mostrando sus colmillos afilados.
—No. Ella es intocable —afirmó con tanta firmeza como pudo—. Mátame en
su lugar.
Klaus lo golpeó casi lánguidamente con una mano y Stefan se sintió volando
por el aire. Con un fuerte crujido, se estrelló contra un árbol y se deslizó hasta el
suelo, respirando con dificultad.
—Es mejor matar a Elena y permitirte vivir, creo —dijo el vampiro más viejo,
sus dientes blancos estaban brillando a la luz del sol—. Voy a matarla justo delante
de ti y a asegurarme de que la imagen de su muerte te perseguirá para siempre,
dondequiera que vayas. —Su sonrisa se ensanchó—. Ese va a ser tu destino.
Klaus se volvió y salió deliberadamente fuera del claro, sin usar su velocidad
vampírica a propósito. Justo antes de pasar fuera de la vista de Stefan, miró hacia
atrás y dio un pequeño saludo con dos dedos.
Stefan dejó caer su cabeza abajo el suelo del bosque. Su columna vertebral
todavía estaba rota donde Klaus lo había arrojado contra el árbol. Había fracasado. Page
Klaus estaba convencido de que había alguna manera de matar a Elena y no se iba
a dar por vencido hasta que lo encontrara.
Tan pronto como pudiera, Stefan volvería a Elena y los otros, dándoles la
mejor oportunidad de luchar contra Klaus. Pero una tristeza fría y oscura estaba
L.J. Smith Destiny Rising
creciendo dentro de él y, sólo por el momento, Stefan se dejó hundirse en esa
oscuridad.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 28
Traducido por laurasoto
Corregido por Emi_93
B
onnie andaba por todo el campus con los pies descalzos, el pantalón
de su pijama de conos de helado aleteando alrededor de sus tobillos.
―Genial‖, pensó tristemente. ―Me olvidé de vestirme de nuevo‖.
—Bueno, sí—, dijo Meredith—Es por eso que deberías haber estado estudiando
todo este tiempo. Vamos, vamos a llegar tarde. Ella echó a correr con pies ligeros, y
Page
Bonnie corrió tras ella, tropezando con los cordones de sus Converse tipo bota.
―Espera un segundo‖, pensó ―¿No estaba descalza hace un minuto?‖
—Espera, Meredith-, dijo ella, llegando a fin de recuperar el aliento. —Creo que
este es un sueño.
L.J. Smith Destiny Rising
Meredith siguió corriendo, sin embargo, recto y seguro por el camino, con el
pelo largo y oscuro volando al viento, dejando atrás a Bonnie. ―Sin duda es un
sueño‖, pensó Bonnie. ―De hecho, estoy bastante segura de que he tenido este sueño
antes‖. —No me gusta este sueño—murmuró. Trató de recordar las técnicas de
control del sueño de las que había estado hablando con Alaric. —Esto es un sueño-
se dijo con fiereza. —Nada es real y puedo cambiar lo que quiera—. Echando un
vistazo a sí misma, ató sus zapatillas y cambió su pijama a unos delgados jeans y
un top negro. —Mejor—, se dijo. —Está bien, olvida el examen. Creo que
quiero…— Las posibilidades volaban a través de su mente, pero luego se olvidó de
todos ellas, porque, de repente, delante de ella, estaba Zander. Su cariñoso,
maravilloso, Zander, a quien echaba de menos con todo su corazón.—Odio mucho
a mi subconsciente— murmuró Bonnie para sus adentros.
Zander estaba mirando hacia ella con una pequeña sonrisa, dedicándole esa
mirada que adoraba. Se suponía que la reservaba sólo para ella. Mientras Bonnie
miraba, Zander pasó la mano suavemente por la mejilla de ella, inclinando su
rostro hacia el de ella… ―¡Cámbialo‖! gritó interiormente Bonnie cuando los labios
de Zander y los suyos se unieron en un beso suave y persistente. Sin embargo,
antes de que pudiera concentrarse, todo se volvió negro por un segundo; sintió un
doloroso tirón y fue arrancada del sueño. Cuando abrió los ojos, estaba en un lugar
nuevo; una brisa alborotaba sus rizos.
—Hola, pequeño pájaro rojo—, dijo. —¿No era así como Damon solía llamarte?
—¿Cómo sabes eso?—, Dijo Bonnie con suspicacia. —¿Y dónde estoy, de todos
modos?—El viento soplaba mechones de pelo sobre su cara, y ella los empujó hacia
atrás.
Page
—He tenido que rebuscar mucho en tu mente, pájaro rojo—, dijo Klaus. —Yo no
puedo acceder a todo todavía, pero puedo recolectar algunos pedazos—. Él sonrió
amplia y atractivamente. ―Se vería muy guapo, de verdad‖, pensó Bonnie
salvajemente, ―si no fuera un lunático desquiciado‖. Klaus continuó. —Es por eso que
elegí este lugar para mantener nuestra charla.
L.J. Smith Destiny Rising
Klaus sonrió alegremente —Una de las piezas con las que me encontré fue el
recuerdo de la Visita de Orientación de la escuela. Se ofrecieron a llevarlos al
campanario, ¿no? Pero tu dijiste…—, y de repente un eco misterioso de la voz de
Bonnie se hizo oír a su alrededor, en tono de broma, pero con un toque de
verdadero miedo ―¡De ninguna manera, José, si voy tan alto estaré gritando y con
pesadillas durante una semana!". A medida que el recuerdo de la voz de Bonnie se
desvanecía, Klaus sonrió. —Así que pensé que este podía ser un buen lugar para
nuestra charla de corazón a corazón.
Sin embargo, ella no iba a dejar que Klaus viera cómo la hacía sentir.
Cruzando los brazos, miró con atención a Klaus. —Estaba bromeando sobre la
Visita—, mintió. —Simplemente no quería subir todas esas escaleras.
—Interesante—, dijo Klaus, su sonrisa se amplió, y luego levantó las manos. No Page
tocó a Bonnie, pero ésta se encontró, de pronto, patinando lejos de él, como si
hubiera sido empujada fuertemente. Su espalda chocó finalmente con la barandilla
en el borde de la plataforma, y ella dejó escapar un gemido y un poco de aire. —No
me mientas, pájaro rojo—, dijo Klaus en voz baja, caminando hacia ella. —Puedo
oler tu miedo—. Bonnie apretó los dientes y no dijo nada. Tampoco miró detrás de
ella. —Dime el secreto de Elena, pajarito—, dijo Klaus, su voz todavía suave y
L.J. Smith Destiny Rising
persuasiva. —Tú eres la bruja, así que tú debes saberlo: ¿Por qué no iba yo a poder
matarla en la batalla? ¿Te ha hecho hacer algo?
—No tengo idea. Tal vez tu cuchillo no sirva— bromeó Bonnie. Ella chilló
involuntariamente cuando su pie quedó, de repente, fuera del trozo de terreno.
Estaba, oh, Dios, colgando en el aire como un títere suspendido por hilos
invisibles. Entonces esos mismos hilos tiraron de ella hacia adelante. Con los
tobillos golpeando dolorosamente contra la parte superior de la barandilla, Bonnie
se vio arrastrada fuera del terreno, impotente, para colgar en el espacio vacío. Ella
vislumbró una aterradora visión de la escuela, increíblemente lejos, antes de cerrar
los ojos. ―No me dejes caer‖, rezó. ―Por favor, por favor‖. El corazón le latía con tanta
fuerza que no podía respirar.
—Sabes, dicen que si mueres en tus sueños, realmente mueres en la cama— dijo
Klaus en voz baja, sonando como si estuviera a su lado. —Y yo puedo decir por
experiencia personal, que el dicho es cierto—. Él dejó escapar una baja,
asquerosamente emocionada, risa. —Si te caes, van a estar despegando pedazos de
ti de las paredes de la habitación por semanas —, dijo. —Pero no tenemos por qué
llegar a eso. Sólo dime la verdad y yo te dejaré ir. Te lo prometo.
Klaus se rió entre dientes, y el aire alrededor de Bonnie volvió a cambiar. Page
—¿Qué está pasando?— le preguntó una voz confusa, asustada, tan familiar.
Bonnie abrió los ojos de golpe. Al lado de ella, en el aire, estaba colgando Zander.
Todo el color de su cara había desaparecido, por lo que sus grandes ojos
aterrorizados parecían aún más imposiblemente azules que de costumbre.
L.J. Smith Destiny Rising
Intentaba agarrar el aire con ambas manos, tratando de encontrar algo para
agarrarse-¿Bonnie?- dijo con voz ronca. —Por favor, ¿qué está pasando?
—Tu novia o ex-novia, se niega a decirme algo que quiero saber— le dijo Klaus.
Éste estaba sentado en la barandilla de la torre del campanario, con las piernas
colgando por el lateral. Sonrió a Zander. —Pensé que si te traía, podría servir de
incentivo para ella.
—Lo que le pase a Zander ahora es tu culpa, pájaro rojo—, le recordó Klaus.
Y entonces algo hizo clic. ―Espera‖, dijo una voz dentro de la cabeza de Bonnie.
Una voz, fría y cínica, similar a la voz de Meredith. ―Zander no tiene miedo a las
alturas. Él las ama."
-Ya basta-, dijo Bonnie. -Ese no es Zander. Eso es algo que inventaste. Si estás
recogiendo cosas de mi cabeza, estás haciendo un trabajo terrible. Zander no es así.
Klaus dio un gruñido agudo de irritación, y el Zander que había creado quedó
inerte en el aire a su lado, con la cabeza caída hacia un lado. Se veía
perturbadoramente muerto de esa manera, y a pesar de que Bonnie sabía que no
era real, tuvo que apartar la mirada. Había sabido desde el principio que se trataba
de un sueño, por supuesto. Pero había olvidado lo más importante del control de
los sueños: recordar que no eran reales.
Page
—Esto es un sueño— murmuró para sí. —Nada es real y puedo cambiar lo que yo
quiera— vio al falso Zander desaparecer.
—Listo, ¿no?—, comentó Klaus, y luego, con la misma facilidad con que se abre
una mano, la dejó caer. Bonnie inhaló una respiración asustada, y entonces recordó
L.J. Smith Destiny Rising
que se estaba acercando al suelo. Tropezó mientras aterrizaba, el tobillo se torció
debajo de ella, pero no resultó herida.
―Es hora de despertar‖, pensó. "Es sólo un sueño" se dijo. No pasó nada. Klaus
estaba cada vez más cerca, mucho más cerca. "Es sólo un sueño", repitió, "y puedo
despertar en cualquier momento que desee. Quiero despertar ahora".
Justo cuando estaba a punto de apretar el botón para marcar, vaciló. No era
justo que lo llamara, ¿verdad? Ella era quien había dicho que deberían tomarse un
tiempo separados, para que Zander pudiera pensar en lo que era mejor para él, no
sólo como una persona, sino como el alfa de una manada. No sería justo que lo
llamara para sentirse mejor, sólo porque Klaus había utilizado su imagen en su Page
sueño.
Por la mañana, Bonnie le diría a Meredith y a todos los demás lo que había
ocurrido. Era importante que supieran que Klaus se había metido en sus sueños
otra vez, y que las técnicas que Alaric había investigado habían dejado que Bonnie
peleara con él esta vez. Pero no podía hablar de eso ahora, no en la oscuridad. —
Sólo fue un mal sueño—, dijo en cambio. —Quédate aquí un momento, ¿de
acuerdo?
—Está bien—, dijo Meredith y Bonnie sintió que su amiga la rodeaba por los
hombros con su brazo. -Vas a estar bien, Bonnie- dijo Meredith, dándole
palmaditas en la espalda.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capitulo 29
Traducido por laurasoto
Corregido por MewHiine
M
eredith metió las notas en su bolso mientras cruzaba el patio. Era la
primera vez en mucho tiempo, que se sentía casi como un campus
universitario normal: grupos de estudiantes sentados en la hierba,
parejas cogidos de la mano y paseando por las sendas. Un corredor que rozó a
Meredith al pasar, y ella se apartó. Con la muerte del último de los vampiros
Vitale, los ataques a los campus prácticamente se habían detenido, y el miedo que
había mantenido a todos dentro estaba retrocediendo. No se dieron cuenta de que
un enemigo mucho más grave estaba ahora al acecho en las sombras.
El ejercito de Klaus debe estar de caza, pero mantiene un perfil mucho más
bajo. Que era bueno, por supuesto, pero eso significaba que las clases de Meredith,
después de tres sesiones canceladas, habían comenzado de nuevo. Y tenían un
montón de material para hacer antes de los exámenes parciales. Meredith tendría
que encontrar la forma de encajar en los estudio, hacer ejercicio, y el patrullaje, y
también se determinó a no perder tiempo con Alaric mientras estaba en Dalcrest.
Una sonrisa incontenible estalló en el rostro de Meredith sólo al pensar en él:
Alaric y sus pecas, la mente aguda de Alaric, los besos de Alaric. Se suponía que
debía ser él para cumplir la cena en la ciudad en tan sólo unos minutos, se dio
cuenta, echando un vistazo a su reloj. Cuando levantó la vista de nuevo, vio a Page
Cristian, sentado tranquilamente en un banco un poco más lejos por el camino,
levantando los ojos hacia ella mientras se encontraban.
Era cierto. Meredith vaciló, y Cristian se movió a un lado del camino, sentado
en el banco nuevo. Después de un momento, Meredith se unió a él. Ella no dejó de
lado el cuchillo, pero no pudo evitar su curiosidad por Cristian-su hermano, su
gemelo. El era más alto que ella, y más amplio, pero su pelo era exactamente el
mismo tono de marrón. Tenía la boca de su madre, con un hoyuelo sutil a su
izquierda, y su nariz la forma de su padre.
Cuando se encontró con los ojos de Cristian, por fin, su mirada era triste.
Realmente no te acuerdas mí, ¿verdad? , preguntó.
¿Recuerdas que papá nos hizo aprender el código Morse? Por si acaso, me
dijo. Y solíamos enviarnos mensajes por el muro entre nuestras habitaciones
cuando nos íbamos a dormir. Miró en su dirección, pero Meredith negó con la
cabeza.
¿Habría sido una persona diferente si hubiera crecido con un hermano? Ella se
preguntó. Klaus había atacado contra su familia había cambiado sus a padres: los
que son en esta realidad, que no había perdido un hijo, eran menos vigilantes, más
abierta con sus afectos. Si hubiera crecido con esos padres y con Cristian con ella,
alguien habría querido competir con alguien para ayudar a soportar el peso de las
expectativas de sus padres, alguien que conocía todos los secretos de su familia,
¿qué iba hacer? Se había sentido tan sola en el breve tiempo que había conocido
Samantha: otro cazador como ella, de su edad. Un hermano habría cambiado todo,
Meredith pensó con tristeza.
Está bien , dijo, y dejó que sus dedos aflojar en la empuñadura de su Page
cuchillo. Vamos a intentarlo .
L.J. Smith Destiny Rising
Querido Diario:
Me tengo que preparar. Si los Guardianes no van a cambiar mi tarea, mis poderes se
concentraron en encontrar y destruir no a Damon, Klaus. Tengo que ser capaz derrotar a
Klaus por mi cuenta, mediante el descubrimiento de mi Poder para mí. Durante una hora
hoy, Andrés y yo tratábamos de abrir más de mi energía. Fue un completo fracaso. Andrés
había decidido que aprender a mover cosas con la mente podría ser útil, por lo que dobló
pedazos de papel sobre la casa de James y animó a imaginar la protección de mis amigos del
mal por arrojarla a su alrededor. Era repugnante imaginar a Stefan o Bonnie y Meredith a
merced de Klaus, y yo quería salvarlos. Sabía que si podía mover un juego en el momento
adecuado, podría cambiar las cosas en una pelea. Pero yo ni siquiera pude mover una
página. Voy a estar tan lista como lo pueda estar, sin embargo. Si no puedo usar mis
poderes para derrotar a Klaus, voy a pelear con él cara a cara. Si no puedo ser asesinada por
lo sobrenatural, tengo una gran ventaja. Meredith y Stefan me han enseñado a luchar,
cómo usar las armas.
Klaus es mucho peor de lo que Damon podría ser: cuando pienso, no puedo recordar
tantas veces que Damon ha guardado inocentes en vez de matarlos-Bonnie, los humanos de
la Dimensión Oscura, la mitad de nuestro instituto. Le debo mi vida. Una y otra vez,
incluso cuando él vaciló, él se apartó de la oscuridad fácil y fue por el lado correcto, el lado
que salvó a los indefensos. Sé que se ha extraviado de nuevo,
Elena hizo una pausa. No podía soportar la idea de que Damon matara de
nuevo. Pero ella tomó una respiración honda y miró la verdad a la cara.
-Pero tal vez la culpa es nuestra, mía y de Stefan, porque no le mostrábamos que nos
importaba. Lo fue sólo una vez que Stefan atrás, lo único que podía pensar era en que lo
agarraba a mí tan apretado que nunca podría escabullirse de nuevo. Damon nos necesita,
aunque él nunca lo admita, pero vamos a luchar a través de la oscuridad que lo envuelve.
Vamos a salvarlo. Si sólo pudiera recordar a los demás Guardianes todo lo que Damon ha
hecho por nosotros en el pasado, verán que él no es malo. Puede ser racional, incluso si es
frío y lejano. Yo odiaba la idea de ser un Guardián, de llegar a ser menos humana.
Pero ahora sé que es un don, un deber sagrado de proteger al mundo. Como Guardián,
puedo detener algunas de las muertes, algunos de los que sufren. Una vez que entró Page
plenamente en mi Poder, puedo usarlo para derrotar el objetivo correcto. Todavía puedo ser
la que mate a Klaus.
Llamé a Alaric y le dije que nos viéramos en una hora , dijo Meredith.
Tenía que hablar con ustedes primero. Ella agitó una cucharada de azúcar en
su té con tal precisión cuidadosa sus movimientos que Elena estaba seguro de
L.J. Smith Destiny Rising
Meredith estaba manteniendo un firme control sobre sí misma para evitar caer en
la histeria.
Era la misma razón, Elena sabía que Meredith había llamado a los tres para
encontrarse con ella en el café: Elena, Bonnie, Matt y Meredith, viejos amigos, el
apretado grupo que había soportado muchas cosas juntos. Meredith quería a
Alaric y confiaba en él con todo su corazón, al igual que lo hizo Elena en Stefan,
pero a veces querías a tus mejores amigos contigo.
Lo sé, dijo en voz baja. Pero no puedo ser la persona que necesita .
Por lo menos suena como que Cristian quiere probar , dijo Elena a
Meredith. Tengo miedo de haber perdido a Damon. Él era tan violento. Era
como si él quisiera que yo a renunciara a él . Ella no había dicho a Meredith y los
otros que Damon había confesado haber matado a alguien con tanta indiferencia,
Page
pero ella les había dicho acerca de la escena brutal, aterrador en la sala de billar.
Elena apretó los puños. No puedo, Meredith, dijo ella, con voz quebrada.
No puedo. Y no puedo dejar a nadie, tampoco. Se trata de Damon. Sus ojos se
encontraron con Meredith. Cristian es tu familia, por eso no se le puede matar
sin darle una oportunidad. Bien, Damon se ha convertido en mi familia, también.
Bonnie miró hacia atrás y hacia adelante entre ellos, con los ojos abiertos.
¿Qué podemos hacer? Ella preguntó.
Hay una razón para que los Guardianes no estén preocupados por Stefan , Page
añadió Bonnie.
Tal vez , dijo Elena. Ella sintió que sus hombros caídos y automáticamente
se tensó su columna vertebral. Ella no iba a darse por vencida, no importa lo
desesperada que la idea de conseguir cambiar a Damon su comportamiento
parecía.
L.J. Smith Destiny Rising
Quizás pueda volver a la pista. No funcionó la primera vez, pero eso no
quiere decir que no pueda probar con otro enfoque , dijo ella, deseando un poco
tener más positividad en su voz. Sólo tendría que seguir adelante, pensar en una
manera de conseguir a Damon en el lado del bien de nuevo.
Ese es el billete , dijo Meredith. Elena levantó la vista hacia ella y Meredith
le dio una pequeña sonrisa triste. Tal vez Damon cambie a tiempo para salvarse
a sí mismo, Meredith dijo. Y tal vez Cristian está diciendo la verdad. Si
tenemos suerte, ninguno de ellos tendrá que morir. Ella llegó al otro lado de la
mesa y apretó la mano de Elena. Vamos a intentarlo , dijo, y Elena asintió,
apretando de nuevo.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 30
Traducido por laurasoto
Corregido por BUTY_MADDOX
A
diferencia de su hermano, que había ido tan lejos como para unirse
al Robert E. Lee High School, el equipo de fútbol en Fell’s Church,
Damon no disfrutaba jugando al fútbol. A él nunca le gustaron los
deportes de equipo, incluso cuando era joven y estaba vivo. La
sensación de ser una parte anónima de un grupo, una sola pieza de una gran
máquina diseñada para conseguir una bola desde un extremo de un campo a otro,
se sentía como enfrentar a su dignidad. No ayudó que Matt —Mutt, ahora Damon
tenía que recordarse a sí mismo como se dice—le encanta el deporte. Él era la
estrella aquí en el campo Dalcrest; Damon tenía que darle algo de crédito por eso.
Pero ahora, unos quinientos años después de haber dejado de respirar, él
ciertamente no le molestaba perder el tiempo viendo a los seres humanos tratando
de conseguir una pelota de un lado al otro del campo. La multitud, por otro lado. .
. había descubierto que le gustaba la multitud en un partido de fútbol.
—Ven, te voy a pedir disculpas. Todo es agua bajo el puente ahora, ¿no es
cierto? Vivimos, morimos, sufrimos, nos sanamos. Y aquí estamos.
Ella puso una mano sobre su brazo, mirándolo con ojos agudos y brillantes.
Damon deliberadamente movió su mano.
Él preguntó.
—Lo sé —dijo, y Katherine se quedó inmóvil, parecía incierto, por primera vez.
—Yo. . . —Dijo, y luego la duda se había ido y ella volvió a sonreír. —Por
supuesto, le debemos algo a Klaus también —dijo descuidadamente.
L.J. Smith Destiny Rising
—Después de todo, él me trajo de vuelta a la vida, gracias a Dios por eso. La
muerte fue terrible.
Damon lo hizo, y sí, la muerte había sido terrible, y para él, al menos, los
primeros momentos de nuevo había sido peor. Pero lo empujó a un lado.
—Dime lo que está pasando en esa cabeza tuya poco intrigante, señorita.
—Una mujer tiene que tener sus secretos—dijo. —Pero voy a decirte lo que le
dije Stefan, mi querido Damon. No estoy enojada con su Elena nunca más. Ella está
a salvo de mí.
—Realmente no me importa, para ser honesto —dijo Damon con frialdad, pero
sentía un nudo apretado en el interior de su pecho.
—Por supuesto que no, querido —dijo Katherine reconfortante, y cuando puso
la mano en el brazo de Damon esta vez, la dejó quedarse.
Ella inclinó la cabeza hacia el campo de fútbol, hacia las porristas sacudiendo
sus pompones al margen. Damon sintió un suave impulso de poder salir de ella, y
al ver a la chica en el otro extremo de la línea se le cayeron sus pompones y su
sonrisa. Con una expresión soñadora y distante en su rostro, comenzó a moverse,
su cuerpo trazando lo que Damon reconoció como los pasos lentos y majestuosos Page
de una danza, una danza que no había visto desde hace cientos de años.
—Podríamos divertirnos juntos, ya sabes —dijo ella. —Tú no tienes que cazar
solo.
Damon consideró esto. Él no confiaba en ella, sino que tendría que ser un tonto
para confiar en ella después de todo lo que Katherine había hecho. Sin embargo,
todavía. . .
—Tal vez no sea tan malo tenerte de vuelta después de todo —le dijo. —Tal
vez.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 31
Traducido SOS por Izzi
Corregido por Violet~
C
on el móvil pegado a la oreja, Elena apretó el botón para repetir el mensaje,
posiblemente James no podía haber dicho lo que ella creía que había oído.
Pero el mensaje fue exactamente el mismo.
―Elena, querida ―dijo James, con un hilo de emoción pasando a través de su voz―.
Creo que lo tengo. Creo que hay una forma en que podemos matar a Klaus. ―hizo una
pausa, como si estuviese pensando arduamente, y cuando habló de nuevo, su voz era más
cauta―. Aún así, tenemos que planearlo cuidadosamente. Ven a mi casa tan pronto como
recibas esto y hablaremos. Este método… necesitará alguna preparación.
Pero, si en realidad había encontrado algo… Una burbuja de júbilo y excitación creció
en el pecho de Elena. El conocimiento de que Klaus estaba por ahí fuera, y que sus poderes
de Guardiana estaban centrados en Damon en su lugar, había sido una pesada carga en Page
sus hombros. No sabía cuando, pero tenía la inquietante sensación de que el desastre
podía llegar en cualquier momento. Si James tenía una nueva idea, quizá podía haber un
final a la vista.
Mientras se daba prisa cruzando el soleado campus hacia la casa de James, Elena
rápidamente envió un mensaje de texto a Stefan para que se encontrase con ella allí. Él
L.J. Smith Destiny Rising
había tomado el mando de su ejército anti-Klaus, tomando las decisiones y organizando
las rondas, mientras que ella intentaba expandir sus poderes de Guardián, y le quería allí
si James había encontrado una solución.
James probablemente había ido a un recado rápido. Sacando el teléfono otra vez,
Elena marcó su número. Sonó y sonó otra vez. Elena inclinó la cabeza. Estaba bastante
segura de que podía oír el tono de llamada de James viniendo del interior de la casa.
Así que él había salido y había olvidado su teléfono, pensó Elena nerviosamente,
desplazándose de un pie a otro. Eso no significaba que algo fuera mal.
¿Y si algo iba mal? ¿Por qué se habría ido James, cuándo le había pedido a Elena que
viniese? Si él estaba allí, y no estaba contestando… El corazón de Elena estaba palpitando
fuertemente. Intentó mirar por la ventana de la entrada, pero las persianas estaban Page
corridas y solo pudo ver su propia imagen preocupada.
Elena se congeló, y entonces, con la mente en blanco, caminó adelante. Algo en ella
estaba gritando para, para, pero sus pies continuaban como si ya no estuvieran bajo control,
bajó por el pasillo y entró en la habitualmente pulcra y alegre cocina.
La cocina aún estaba inundada de luz del sol a través de sus ventanas orientadas al
oeste. Las ollas de cobre colgando del techo reflejaban la luz, iluminando todas las
esquinas.
Y por todas partes, en todas las superficies brillantes, había enormes salpicaduras
oscuras de sangre.
―James ―dijo, y presionó sus dedos contra su cuello, intentando encontrar el pulso.
Su piel aún estaba caliente y pegajosa por la sangre, pero no había latidos en absoluto―.
Oh, James, oh, no. ―susurró otra vez, horrorizada, y muy, muy triste por él.
Extendió sus poderes de Guardián, intentando percibir su aura, para ver si había algo
que ella pudiera hacer, pero no había aura saliendo de él. El cuerpo de James estaba aquí,
pero todo lo que le hacía una persona se había ido.
L.J. Smith Destiny Rising
Lágrimas calientes estaban corriendo por su rostro y Elena las limpió furiosamente.
Su mano estaba pegajosa por la sangre de James, y asqueada, se la limpió en uno de los
paños de cocina antes de sacar su teléfono otra vez. Necesitaba a Stefan. Stefan podría
ayudar.
Sin respuesta. Elena dejó un breve y nervioso mensaje y guardó el teléfono. Tenía que
salir de ahí. Sería insoportable estar más tiempo en esa habitación con ese olor a matadero
y la tristeza por James, una sombra acusadora en la mesa. Podría esperar a Stefan fuera.
Casi contra su voluntad, anduvo despacio de vuelta hacia la mesa, donde recogió el
papel y le dio la vuelta. Estaba tan blanco y limpio como en el otro lado.
La última vez, recordó, había huellas dactilares sucias. Quizá Klaus se había lavado las
manos después de restregarlas en las paredes. Una profunda e intensa ira se estaba
formando en su interior. Parecía como una violación que después… de hacerle eso al pobre
James, Klaus pudiera lavarse las manos en el fregadero de porcelana que James había
mantenido limpio, y secado sus dedos en los paños de James cuidadosamente ordenados.
Sabía qué esperar del mensaje de Klaus, pero aún estaba tensa, siseando
involuntariamente a través de los dientes cuando unas letras negras comenzaron a
aparecer en el papel, escritas con largos y abruptos palotes como rajadas con un cuchillo
invisible. Las leyó con una creciente sensación de pavor.
Elena…
Te dije que descubriría la verdad. Él tenía bastante que decir para cuando le maté.
Page
Hasta la próxima vez,
Klaus.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena se dobló como si la hubieran golpeado en el estómago. No, pensó. No, por favor.
Después de todo lo que habían pasado, Klaus había descubierto su secreto. Ahora
encontraría una manera de matarla, estaba segura de ello.
Tenía que recuperarse. Tenía que seguir adelante. Elena se estremeció una vez, con
su cuerpo sacudiéndose, y entonces tomó un profundo respiro. Cuidadosamente, dobló el
papel y lo puso en su bolsillo. Stefan y los otros debían verlo.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 32
Traducido SOS por Izzi
Corregido por Violet~
―G
racias por reunirte conmigo ―dijo Cristian. Sonrió a Meredith
desde su asiento en el banco de pesas―. Sé que no te acuerdas
―agregó―, pero solíamos hacer ejercicio juntos a menudo.
―¿De verdad? ―dijo Meredith, interesada. Podía creerlo fácilmente: cualquiera criado
por su padre intentaría firmemente sobresalir físicamente―. ¿Cuál de nosotros era mejor?
―Eso era bastante discutible, de hecho. ―dijo él―. Tú eras un poco más rápida que
yo, y mejor con el bastón y las artes marciales, pero yo era más fuerte y mejor con los
cuchillos y los arcos.
―Ah. ―Meredith era buena con los cuchillos, creía. Por supuesto, en su realidad, la
auténtica realidad, se recordó a sí misma, ella tenía mucha más experiencia real en
combate que Cristian―. Quizá deberíamos ver si eso aún es cierto. ―dijo ella
desafiantemente―. Ya sabes, tengo bastante fuerza.
Page
Cristian se rió entre dientes.
―Meredith ―dijo―. Ahora soy un vampiro. Estoy bastante seguro de que también
soy más fuerte.
―Me he convertido en la cosa que se supone que odio. ―alzó los ojos para
encontrarse con los de Meredith, y su cara estaba sombría.
Una punzada de compasión inundó a Meredith. Podía recordar cómo se sintió, antes
de que los Guardianes lo cambiaran todo, cuando había descubierto que Klaus la había
dejado dañada, una chica viva vampira con dientes de gatito y necesidad de sangre.
―Hay vampiros buenos, ¿sabes? ―le dijo―. Mis amigos Stefan y Chloe, lucharon con
nosotros contra Klaus. Stefan ha salvado a un montón de gente.
No había nadie más en la sala de pesas, así que Meredith no tuvo que ser sutil para
cargar las pesas. Cristian podía tanto como ella podía darle, sus musculosos pero finos
brazos se movían arriba y abajo como pistones.
L.J. Smith Destiny Rising
―Soy muy fuerte. ―dijo él frívolamente, sonriendo hacia ella.
Meredith reconoció su sonrisa. Era la sonrisa que había visto en su propia cara,
cuando de repente y sorprendentemente estaba contenta. Cuando había conseguido su
cinturón negro. La noche en que Alaric la había besado por primera vez.
―Tu turno. ―dijo Cristian, haciendo un ruido sordo con la barra al devolverla a su
soporte. Esta tan sobrecargada por las pesas que ahora la barra misma esta doblada.
Meredith rió.
―Oh, vamos. ―dijo Cristian―. Seré más tolerante contigo ya que eres humana. Y, ya
sabes, una chica.
Meredith levantó la vista para espetarle que ser una chica tenía muy poco que ver
con cuánto sería capaz de levantar ella, y pilló un destello malicioso en su mirada. De
acuerdo entonces, ella podía creer que era su hermano. Cristian comenzó a quitar pesas y
devolverlas a sus estantes.
Cristian introdujo sesenta y ocho kilos, pesado pero manejable, y observó mientras
Meredith comenzaba una serie de repeticiones.
Page
―Así que ―dijo ella, manteniendo la voz casual y centrándose en alzar y bajar la
barra―. ¿Cómo es?
―Ser un vampiro.
Él sonaba excitado por la posibilidad, su tono perdió la amargura que había tenido
cuando habló sobre convertirse en algo que odiaba, y Meredith deseó poder ver su cara.
―¿Más? ―dijo él alegremente cuando estuvo justo sobre ella, con pesas extra en la
mano. Su sonrisa era sosa, sin delatar nada.
―Está bien. ―dijo ella, y en lugar de ayudarla a poner la barra de vuelta en el soporte,
él simplemente la sostuvo con una mano y deslizó más peso en cada lado.
Meredith gruñó cuando él la soltó, era más pesado que lo que habitualmente hacía,
pero aún era manejable. Casi demasiado, pero no quería que Cristian lo supiera. De una
forma divertida, aún estaban compitiendo a pesar de su fuerza vampírica, y ella estaba
cogiendo tanto como podía.
Cristian aún estaba realmente cerca, asistiéndola mientras ella levantaba, y los brazos
de Meredith se sacudieron y se cansaron después de un par de repeticiones.
―Los detalles son más agudos, ¿sabes? ―dijo Cristian de repente―. Incluso puedo oír
la sangre corriendo por tus venas desde aquí.
Meredith se quedó fría y sin aliento. Hubo algo casi hambriento en la forma en que él
Page
habló sobre su sangre.
Era excesivamente pesado ahora, y Cristian debía saberlo. Ella estaba en problemas,
verdaderos problemas, pero tenía que mantenerse calmada, necesitaba que Cristian no se
diera cuenta de que estaba asustada.
―Olvidaste algo sobre los vampiros. ―dijo Cristian, y sonrió hacia ella, la misma
maliciosa y fraternal sonrisa―. Papá estaría muy decepcionado. ―dejó caer la barra, que se
desplomó directa al pecho de Meredith; ella era incapaz de soportar su peso.
Ella gruñó mientras caía, logrando frenarla lo suficiente para alejarla de romper su
caja torácica, pero sin aliento ni energía para centrarse en otra cosa excepto el proteger su
pecho del peso mortal de la barra. No podía respirar, no podía hablar, y giró la cabeza
para mirarle, con el corazón latiendo fuertemente, y haciendo un gemido ahogado y
jadeante. Nadie la oiría. Podía morir justo ahí, a manos de su hermano.
Cristian continuó.
―Un vampiro, como deberías saber por nuestro entrenamiento, Meredith, está
completamente centrado en su vínculo cuando le convierten.
Quizá ella podría moverlo, ese peso presionándola, expulsando todo el aire de sus
pulmones. No podía respirar. Manchas negras dieron vueltas delante de sus ojos.
―Todo lo que me importa es Klaus, lo que Klaus quiere. ―le dijo Cristian―. Si fueras
una buena cazadora, habrías recordado que el vínculo sobrepasa a cualquier otra cosa. No
sé cómo podías haber imaginado que mi familia humana ―su voz despreció la palabra,
como si hubiera algo asqueroso en ella―, podría importarme más que eso.
Meredith empujó la barra con impotencia, mareada de dolor. Intentó hacer señas a
Cristian con los ojos, desesperadamente: bien, lo que sea, haz lo que debas por Klaus, pero Page
no me mates así. Deja que me levante y podemos luchar como hemos sido entrenados.
Con un esfuerzo casi sobrehumano, Meredith abrió los ojos. Todo estaba borroso, y
se sintió muy lenta, como si estuviera intentando moverse bajo el agua.
La mano de Cristian se había relajado sobre la barra. Él debió pensar que toda la
lucha de ella se había ido.
Meredith cogió cada pizca de fuerza que había reunido y empujó la barra lejos de
ella, haciendo caer a su confiado hermano vampiro con la barra sobre él. Echó un vistazo a
la cara asustada y exasperada de Cristian, antes de correr tan rápido como podía, con las
piernas débiles, el corazón latiendo fuertemente, jadeando por respirar, directamente fuera
de la sala de pesas, fuera del gimnasio, y por los caminos del campus.
Justo fuera del dormitorio, reunió valor y giró alrededor. No había nadie allí. Él había
planeado matarla solo y en secreto, y no dudaría en intentarlo de nuevo. Meredith abrió la
L.J. Smith Destiny Rising
puerta y se tambaleó adentro, dejándose caer para sentarse en el escalón inferior de la
escalera.
Aún estaba boqueando para respirar y ahogó un sollozo. Meredith había querido
saber de su hermano, pero él se había ido; ahora era familia de Klaus.
Mientras estiraba sus músculos cansados, Meredith se dio cuenta torpemente de que
iba a hacer lo que tenía que hacer. Iba a tener que matar a Cristian.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 33
Traducido por Isane33
Corregido por Izzi
D
amon lamió cuidadosamente un rastro de sangre de la parte posterior
de su mano y sonrió a Katherine. Se habían topado con una pareja
caminando por el bosque justo después del amanecer, se alimentaron
juntos y ahora era media mañana, la luz del sol estaba entrando a través de los
árboles y estaba arrojando sombras negras y doradas en el camino. Damon se
sintió lleno y contenido, listo para ir a casa y pasar durmiendo la más brillante de
las horas del día. Un ligero malestar pasó por su cabeza al recordar la expresión de
pánico en el rostro de su víctima y la alejó: era un vampiro, eso era lo que suponía
que hiciera.
Page
—¿Por qué no mataste el tuyo? —preguntó.
Protegido detrás de las gafas de sol, no dijo nada de esto, sino que
simplemente sonrió a Katherine y le preguntó:
—¿Qué pasa con ella? —preguntó Damon. Su voz fue descuidada, pero sintió
un calor incómodo en la parte posterior de su cuello.
—No estoy enojada con ella —dijo—. Pero Klaus lo está. —sus ojos
brillaban—. Pensé ya que no te importaba Elena. Fuiste muy claro al respecto,
sabes. ¿Por qué no me dijiste nada?
—Yo… —el corazón de Damon palpitaba más rápido que su usual latido lento Page
de vampiro—. Simplemente no quiero hacerlo —dijo finalmente.
—Va a pasar.
Manos frías tocaron sus mejillas y luego Katherine suavemente le quitó las
gafas de sol a Damon, mirándolo a los ojos.
Damon se llevó la mano hasta tocar el punto donde los labios de Katherine lo
habían besado. Se sentía aturdido y perdido.
—¿Qué? —preguntó.
Había algo suave y melancólico en los ojos de Katherine, pero su voz era
firme.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 34
Traducido por Mais020291
Corregido por Karlix
E
lena se arrastró fuera de su aula de inglés de primer año cerca del final
del tumulto de gente, guardando su cuaderno en su mochila.
Cerrándola, alzó la mirada para ver a Andrés, esperándola
pacientemente en el pasillo directamente afuera del salón.
—Stefan y yo creemos que no es una buena idea para ti el estar por tu propia
cuenta en estos momentos—, dijo, colocándose a su lado. —Él y Meredith tienen
clases, así que te acompañaré hasta dónde sea que estés yendo.
—Lo siento —dijo Elena—. Sé que ha sido difícil para ti, especialmente desde
que estás viviendo en la casa de James.
L.J. Smith Destiny Rising
Andrés asintió.
—Lo ha sido —dijo él, y luego hizo un esfuerzo visible para verse más alegre,
lanzando hacia atrás sus hombros y lanzando una sonrisa. —Pero debo tomar
ventaja de la oportunidad que me da más tiempo con mi encantadora y hermosa
amiga.
—Oh, en ese caso —dijo Elena, siguiendo su paso, y tomando el brazo que le
ofrecía Andrés. Mientras se movían por el pasillo, ella lo examinó cuidadosamente
por el rabillo del ojo. A pesar de su cortesía, Andrés se veía demacrado y gastado,
las líneas de las esquinas de sus ojos más pronunciadas. Ahora se veía mayor de
veinte años.
La muerte de James los había chocado fuerte a todos. Se sentía más real, de
algún modo, que la muerte de Chad. Había sucedido en la casa de James, no en un
campo de batalla, y probaba que la muerte podía venir por ellos en cualquier
lugar. Cuando Elena se había visto en el espejo las últimas mañanas, la cara
mirándola de vuelta era más sombría, sus ojos bordeados con círculos grises.
Aún así, ellos debían seguir adelante, uno por el otro. Silbidos en la noche, lo
llamaba la gente, cuando mantenías a tus propios espíritus buscando cualquier
felicidad que se pueda.
—Tal vez es un problema eléctrico —dijo Andrés, pero su voz era dudosa.
—¿Esto es…crees que podría ser una coincidencia? —susurró. Andrés sacudió
su mano, tranquilizadoramente.
Claro que no, estaba a punto de decir Elena. El elevador estaba negro como el
carbón. Ni siquiera podía ver a Andrés a pesar del hecho de que la estaba Page
sosteniendo protectoramente cerca de él. Luego se dio cuenta a qué se refería, y
cerró sus ojos por un momento para buscar en lo profundo de sí misma, llamando
a su Poder.
L.J. Smith Destiny Rising
Cuando abrió de nuevo los ojos, podía ver el aura cálida y verde vivo de
Andrés, encendiendo la oscuridad. Pero en las esquinas de su consciencia había
algo más.
Había incluso una espesa oscuridad moviéndose cerca. Dolía mirarla cuando
parecía estar respirando a través de las grietas de las puertas del elevador, tan
impreciso como la niebla. Elena instintivamente, cerró sus ojos y volteó su cabeza,
enterrándola en el hombro de Andrés.
—Está bien —dijo ella, con una risa casi nerviosa detrás de sus palabras —. Es
sólo-
Luego una baldosa del techo del elevador fue pateada, y la oscuridad estaba
por todo su alrededor. Estremeciéndose, Elena alzó la mirada, esforzándose para
ver algo.
—Hola, mi hermosura —la voz de Klaus vino desde arriba—. Has estado
esperándome, ¿verdad? —su voz era tan casual como si hubiese venido a
conversar.
Elena se encogió. Ella viajaba en los elevadores cada día y nunca antes se le
había ocurrido lo vulnerable que era. Sus clases de inglés estaban en el noveno
piso. Estaban colgando encima de una larga, larga caída, y los cables eran la única
cosa que evitaba que cayeran directamente hacia el sótano.
Andrés respiró tranquilo a su lado, y Elena vio el aura verde vivo alrededor
de él empezar a crecer. Se dio cuenta que él estaba tratando de formar un escudo
protector para protegerse con ello, como había hecho en la batalla contra Klaus y
sus vampiros.
—Detén eso —espetó Klaus arriba de ellos, y un rayo de oscuridad voló de él,
golpeó el creciente escudo verde de Andrés, el cual se rompió y desinfló como un
globo reventado. Andrés chilló con pánico.
—Mi poder viene de la tierra, Elena —susurró—. Colgando tan lejos de ella,
no estoy seguro de que pueda ayudar. Pero lo intentaré.
Luego un ruido sordo vino desde arriba, y otro, y una serie de sonidos
golpeando y arrastrando, y de pronto un cuerpo se desplomó y aterrizó
pesadamente en el suelo. Dos cuerpos, se dio cuenta Elena, volteándose y
gruñendo a sus pies. Ella intentó concentrarse, respirando fuerte, y después de un
momento, vio de nuevo el aura de Klaus, más oscura que la oscuridad, y
enfrentándose a él, un rojo sangre, un sombrío gris y un azul encendido, todos
mezclados.
—Damon —susurró.
De pronto, todo junto, Damon se soltó. Se cayó de la pared hacia Elena, y ella
se tambaleó, sosteniéndolo en el segundo que le tomó a él recuperar su balance.
Klaus, su cara retorcida con ira, estaba atrapado por la barrera verde brillante Page
del aura protectora de Andrés, el verde misterioso iluminando su rostro. Mientras
Elena miraba con la boca abierta, Klaus forzó una mano a través del verde. Damon
la cargó en sus brazos y saltó hacia arriba en el conducto del ascensor.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena apenas tuvo tiempo de tomar un respiro antes de que Damon empezara
a construir su camino a través de la puerta hacia lo alto del conducto, y se encontró
a sí misma desplomada en las baldosas fuera de la puerta del elevador en la planta
más alta del edificio. No había salones ahí, sólo oficinas, y el pasillo estaba en
silencio.
La mirada de Damon con un brillo afilado. —Tu amigo del elevador hizo su
elección —dijo fríamente—. Él quería que yo te salve. ¿Crees que me agradecerá si
regreso ahí en lugar de sacarte de aquí?
Damon apretó la mandíbula y la miró con mayor rudeza. Elena simplemente Page
se quedó y esperó, sin moverse.
Damon cogió sus manos. —No —dijo él—. ¿Dices que puedes ver auras? Usa
tu Poder. No hay nadie ahí.
Page
Él estaba en lo correcto. Apenas Elena realmente miró, ella podía ver que no
había ningún trazo del verde de Andrés o esa terrible oscuridad escalofriante que
Klaus cargaba con él.
L.J. Smith Destiny Rising
—¿Crees que están muertos? —susurró ella.
Damon soltó una risa corta y amarga. —Difícilmente —dijo él—. Tomaría más
de una caída por el conducto del ascensor para asesinar a Klaus. Y si tu compañero
humano con el escudo estuviera muerto ahí, podría oler su sangre —él sacudió su
cabeza—. No, Klaus escapó de nuevo. Y él se llevó a tú Andrés contigo.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 35
Traducción: Mais020291
Corregido por Izzi
Stefan y Damon se miraron uno al otro de lados opuestos del claro. Después
de un momento, Stefan asintió incómodamente.
―Gracias ―dijo.
La boca de Stefan tiró hacia arriba en una renuente media sonrisa, y luego los
hermanos se volvieron, alejándose uno del otro, Damon caminando hacia Bonnie y
Alaric, mientras Stefan vino a Elena.
―¿Estás segura de que estás bien? ―le preguntó él, moviendo sus manos
ligeramente sobre sus hombros como asegurándose que ella no estaba herida. Page
―Estoy bien. ―respondió Elena, y le besó. Stefan la jaló más cerca y ella se
inclinó hacia su abrazo, tomando comodidad en la fuerza de sus brazos alrededor
de ella. ―Andrés mantuvo a Klaus a raya, Stefan. Él fue tan valiente, y le dijo a
L.J. Smith Destiny Rising
Damon que me sacase. Me salvaron ―ella tragó un sollozo―. No podemos permitir
que Klaus le mate.
El sol estaba bajo sobre el cielo, y la luz del sol del atardecer se esparcía a
través del césped entre los árboles. Elena pasó los siguientes pocos minutos
afilando estacas. Ellos no tenían madera del árbol bendecido, pero el fresno blanco
ordinario al menos heriría a Klaus. Y cualquier madera mataría a sus vampiros
descendientes.
―Muy bien ―dijo Stefan finalmente, llamando a todos a reunirse―, Creo que
estamos tan listos como estaremos.
Cuando abrió sus ojos, sintió una fuerte e innegable atracción, sacudiéndola
hacia Damon. Sin poder detenerse, dio un paso hacia adelante antes de sentir la
mano de Stefan en su brazo, restringiéndola.
Esta vez, cuando abrió sus ojos, el tirón oscuro dentro de ella la estaba
llevando fuera del claro, lejos de Damon, y sintió que casi podía saborear la niebla
espesa, negra y nociva del aura de Klaus.
―Zander dice que no es una tormenta natural.― dijo Marcus, con recelo.
―Él sabe que estamos llegando.― dijo Stefan, con tensión ―Eso es lo que están
enseñando las nubes de tormenta. Él está listo para nosotros. Bonnie, Alaric, a los
lados. Manténganse fuera de la pelea, pero sigan lanzando cuantos hechizos
puedan. Damon, Meredith, Chloe, los quiero conmigo en la primera línea. Zander, Page
lo que sea que pienses que es mejor para la Manada. Matt y Elena, cojan armas
pero quédense atrás.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena asintió. Parte de ella quería revelarse contra ser mantenida en la parte
de atrás mientras sus amigos estaban en batalla, pero tenía sentido. Ella y Matt
eran fuertes, pero no tanto como los vampiros u hombres lobos, y no tan capaces
para protegerse a sí mismos y a los otros como los usuarios de la magia. Si se
suponía que ella tenía que matar a Damon, ella asumía que algunos poderes
mágicos de pelea se mostrarían finalmente, pero no sabía cómo la práctica lectura
de aura y rastreo estarían ahora que habían encontrado a Klaus.
Lanzando una elegante bota italiana al centro de las puertas del establo, las
golpeó para abrirlas.
Fue solo por la rapidez de sus reflejos vampíricos que Damon sobrevivió a
todo. Apenas se abrieron las puertas, una viga de punta pesada que había sido
cuidadosamente acomodada en la parte alta de ellos, cayó. Damon fue capaz de
moverse automáticamente hacia un lado lo suficiente como para que el vuelo le
golpease en el hombro, propulsándolo hacia atrás y fuera de la puerta, en lugar de
a través de su pecho. Aferrando su hombro, se dobló y cayó a la tierra.
―No me matará.― jadeó Damon, aferrándose a la herida con una mano como
si pudiese juntar de nuevo los bordes ―Regresen a la pelea, idiotas.
―Podría matarte si alguien pasa con una estaca.― espetó Elena ―No puedes
defenderte por ti solo así.
―Ah,― dijo él ―no estoy en mi mejor momento ahora, princesa. Pero ellos han
arruinado mi chaqueta, y eso me da una razón para pelear.― le lanzó una pálido
eco de su usual brillante sonrisa.
Sus amigos estaban peleando duro; ella podía ver eso con una mirada.
Meredith estaba atrapada en una casi danza de empujar y bloquear con un
vampiro de piel oliva, y rapidez en sus pasos, que solo podía ser su hermano
gemelo. Bonnie y Alaric se mantenían en esquinas opuestas del establo, sus brazos
alzados sobre sus cabezas, cantando en voz alta, elevando una especie de hechizo
protector sobre sus aliados. Andrés también estaba aquí, ella lo vio, atado y
colgado descuidadamente al lado de una pared, pero él estaba presionando sus
manos atadas contra la tierra y levantando un oleaje verde de Poder protector
también.
Page
Los hombres lobo atravesaban la multitud, peleando juntos, en forma humana
y lobuna, como una manada. Damon, Stefan, e incluso Chloe, lidiaban con
vampiros, mientras rápidamente Matt estacó al oponente de Chloe por detrás.
L.J. Smith Destiny Rising
De pronto, la mente de Elena se aclaró. Ella había estado quedándose atrás
como había ordenado Stefan, acostumbrada a ser la frágil, menos luchadora que
los demás. Pero ahora no podía ser asesinada por un sobrenatural.
Klaus alzó sus manos por encima de su cabeza hacia la abertura en el techo
arruinado y, con un trueno, un rayo cayó. Klaus rió y lo apuntó hacia Stefan, pero Page
Bonnie, más rápida que el rayo mismo, alzó sus manos y gritó en latín. El rayo
cambió de dirección en medio del aire, golpeando uno de los antiguos establos y
volando la puerta. El establo empezó a quemarse alegremente. Klaus gritó, un grito
alto de rabia, y alzó sus manos, lanzando a Stefan fuera de sus pies.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena gritó e intentó correr hacia Stefan, pero había demasiado en el camino,
muchos combatientes luchando. ¿Por qué no podía liberar más de sus Poderes?
Ella podía sentirlos ahí, debajo de esas puertas cerradas en su mente, y supo que
sería más fuerte si solo pudiese alcanzarlas.
Hubo un chillido fino, apenas audible sobre el ahora fuerte crepitar de las
llamas, y Elena rodó para ver a Bonnie en el agarre de uno de los vampiros de
Klaus, pateándole furiosamente mientras luchaba. Su mano estaba sujeta a su boca
para prevenir que cantase cualquier hechizo.
Con un pulso de furia, Elena lanzó una tabla partida a través del pecho del
vampiro y le vio caer sin vida al suelo.
Klaus estaba de nuevo en pie ahora. Stefan había sido abordado por otro de
los descendientes de Klaus, y cerca de ella, Damon luchando con un vampiro
enorme, de cabello rojo y brutal. Un Vikingo, pensó Elena. Klaus estaba llamando el
relámpago a su alrededor, y el aire estuvo espeso con oscuridad, con humo
asfixiante.
No, pensó Elena, y caminó hacia Klaus, empujando el fuego delante de ella.
Tenía que mantenerlo fuera de sus amigos, mantenerlo fuerte alrededor del mismo
Klaus.
Ahora las llamas estaban alrededor de ella. Mirando hacia atrás, pensó, podía
ver que el aire estaba más claro donde sus amigos peleaban, y parecía como si
estuvieran ganando. Mientras observaba, Meredith presionó su estaca contra el
corazón de su hermano, y él le dijo algo a ella. Estaban muy lejos y las llamas eran Page
muy ruidosas para que Elena escuchase sus palabras, pero la cara de Meredith se
retorció en una sonrisa triste mientras ella embestía la estaca a través de su
corazón.
L.J. Smith Destiny Rising
Elena tosió y tosió de nuevo. Era difícil atrapar su respiración en medio de
todo este humo, y sus ojos estaban escociendo. Ella usó su mente para empujar las
llamas cerca de Klaus. Aunque era muy agotador, este nuevo Poder, y estaba muy
mareada. Podía sentir el Poder drenando fuera de ella ahora, que ya no estaba
centrado en Damon, e intentó aferrarse a éste. Elena exhaló y jadeó de nuevo.
Klaus la estaba mirando, alcanzándola, y sus manos sucias, salpicadas de cenizas,
moho y sangre, rozaron su brazo.
―¡Elena! ¡Elena!― podía escuchar sus voces gritando, y atrapó la vista del
rostro agonizante de Stefan justo antes que las paredes colapsasen encima de ella y
Klaus, haciéndoles desaparecer.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 36
Traducción por Mais020291
Corregido por tamis11
S
tefan apretó los puños, la mordida de sus uñas contra sus palmas
ayudando a evitar la niebla de miseria que lo estaba envolviendo.
Elena no estaba muerta. No creería eso.
Una mano cayó en su hombro, y Stefan alzó la mirada para ver a Damon
frunciendo el ceño hacia los restos del establo.
L.J. Smith Destiny Rising
—Ella no está ahí, sabes —dijo Damon—. Elena ha tenido la suerte del diablo.
Ella nunca quedó ahí atrapada.
Damon lo miró, sus ojos oscuros firmes. —Me importa—dijo—. Sabes que lo
hago. Incluso cuando no quiero. Pero sé que ella no está muerta. Si no confías en la
suerte de Elena, piensa en Klaus. Tomaría más que un incendio para matarlo.
—El fuego mata a los vampiros—dijo Stefan, con terquedad. —Incluso a los
viejos.
—Elena no está ahí —dijo Damon, cortamente— Tampoco Klaus. Son todos
los descendientes de Klaus.
Bonnie dio un sollozo de alivio corto y roto, y Meredith sacudió su mano con
fuerza, sus nudillos blanqueándose.
Sus ojos encontraron los de Damon, verde hoja y negro mantenido, por una
vez, exactamente la misma expresión: miedo y esperanza en igual medida. Damon
asintió. Los dedos de Stefan se relajaron donde aún agarraban la camisa de Damon,
y jaló a su hermano hacia él en un breve abrazo, intentando mandarle todo el amor
y gratitud que nunca había podido colocar en palabras. Damon estaba de vuelta. Y
si había alguien que podía ayudarlo a salvar a Elena, era Damon.
Page
—¿Hay algo que puedas hacer? —Stefan le preguntó a Andrés. Podía
escuchar el ruego en su propia voz.
L.J. Smith Destiny Rising
A su alrededor, los otros se veían tensos, esperando una respuesta. Bonnie
estaba aferrada al hombro de Shay, vendando una mordida asquerosa de un
vampiro, y sus dedos hábiles se pusieron rígidos con ansiedad hasta que Shay le
dio un silencioso gruñido.
Se arrodilló y colocó sus palmas planas contra el suelo debajo de los árboles.
Observándolo, Stefan sintió el crepitar del Poder en el aire. Andrés se mantuvo
muy quieto, ojos marrones entrecerrados y enfocados. Nuevas briznas de césped se
asomaron por la tierra, curvándose sobre sus dedos.
Andrés se mantuvo ahí por lo que pareció un tiempo largo, su rostro pacífico
y alerta. Mientras hundía sus dedos profundamente en el suelo, enterrando la
punta de los dedos en la tierra a la base de un árbol abedul blanco, éste desplegó
nuevas hojas.
—Fuerza —dijo Andrés. Era la primera palabra que había dicho en un tiempo,
e inmediatamente la atención de Stefan regresó a él. Andrés inclinó su cabeza hacia
atrás para mirar a Damon y Stefan, su frente arrugándose en confusión. —Elena
está viva —dijo— Estoy seguro que está viva, pero se siente como si estuviera
debajo de la tierra.
Meredith, sentada cerca con Alaric, saltó a sus pies. —¿Dónde está la entrada
más cercana?—preguntó.
Stefan intentó imaginarse el laberinto de pasajes que Matt había dibujado para
él antes de su batalla contra los vampiros Vitale. Había tantas áreas en blanco y
entradas a medio dibujar en su mapa mental, porque Matt sólo había viajado un
camino pequeño en lo que parecía ser un laberinto vasto y torcido, subyacente a la
escuela y tal vez la ciudad.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 37
Traducido por Izzi
Corregido por tamis11
E l hombro de Elena golpeó contra algo duro, y ella hizo un pequeño sonido de
protesta. Todo lo que quería hacer era dormir, pero algo no la dejaría
descansar. Sus piernas heridas.
La boca de Elena estaba seca y le costó un par de intentos producir algún sonido. Page
―Creo ―dijo al fin, con voz pastosa―, que Stefan me salvará.
―Tu querido Stefan no será capaz de encontrarte ―dijo―, ya nadie puede salvarte.
L.J. Smith Destiny Rising
***
No habían estado en el refugio desde que lo habían dejado con Chloe, la noche de la
resurrección de Klaus. Cuando llegaron, el vago olor de verbena aún permanecía en el
sótano, y la piel de Stefan escoció en reacción. Meredith hizo palanca en una trampilla en
el suelo, y Stefan bajó primero, los otros le siguieron.
Todos excepto Matt habían venido, armas en mano, llevando linternas y faroles,
tensos y listos para pelear. Matt se había quedado atrás para buscar a Chloe. Bonnie, Alaric
y Meredith se mantuvieron juntos, con las caras pálidas y cansadas. Shay, Zander y los
otros hombres lobo se mantenían juntos también, alerta a cualquier ruido u olor en la
oscuridad. Y Damon, Stefan y Andrés formaban la vanguardia, esforzándose por algún
indicio de Elena.
―¿Viniste por este camino cuando ahumaste los túneles? ―preguntó Stefan a
Meredith, mientras esperaban impacientemente durante una de esas paradas, y ella
sacudió la cabeza con los ojos muy abiertos.
―Estamos mucho más profundo bajo tierra de lo que yo sabía que los túneles
llegaban ―dijo ella―. No tenía ni idea de que la Sociedad Vitale tenía algo como esto
elaborado.
―No puedo leerlas ―dijo él― pero deben ser siglos anteriores a Dalcrest.
L.J. Smith Destiny Rising
La oscuridad que presionaba desde todas partes, ahora que Stefan se concentraba en
ella, parecía respirar con secretos sin edad. Era como si hubiera algo enorme y durmiente,
justo fuera de la vista, envuelto en sí mismo y esperando a despertar. Su pecho dolió con
ansiedad. Elena…
***
El constante golpeteo de los pasos de Klaus se detuvo, pero Elena aún estaba
deslizándose hacia delante. Con un shock, se dio cuenta de que él estaba tirando de ella
hacia él y se revolvió desesperadamente, intentando alejarse bruscamente.
Aunque estaba muy cansada. Había usado más de su Poder, de lo que nunca lo había
hecho antes, y se sentía agotada e indefensa. Elena no podía hacer más que luchar
débilmente mientras Klaus la levantaba, recogiéndola en sus brazos tan cuidadosamente
como si fuera un bebé.
Sintió la mano de Klaus acariciando su pelo hacia atrás, y se estremeció con repulsión
ante el suave toque en la oscuridad. Luchó débilmente, pero su Poder estaba contenido en
su lugar.
―Podría haber dejado que el fuego te matase ―susurró él, su voz íntima y casi tierna.
―¿Pero qué hay de poético en eso? Mi mordisco puede no herirte, pero quiero probar a la
chica que tanto fascina a los vampiros. Nunca he probado a un Guardián antes. ¿Tu sangre
es especialmente dulce?
***
Andrés aún estaba perfectamente de pie, con una mano presionando contra la roca.
L.J. Smith Destiny Rising
―¿Qué es? ―dijo Stefan bruscamente.
―La he perdido ―dijo―. Estaba muy cerca pero ahora… Ya no está tocando la Tierra.
No sé dónde está.
―¡Elena, Elena! ―gritó Stefan mientras corría rebasando al resto del grupo. Ella no
podía haberse ido. Tras él, podía oír las pisadas de las botas de Damon acercándose por
detrás.
Justo delante de ellos, Klaus alzó la cabeza, con sangre chorreando de su boca y
goteando de su barbilla. En sus brazos, Elena yacía flácida, su sedoso pelo dorado
enmarañado y sucio, colgado sobre el brazo de Klaus. Stefan rugió y corrió hacia delante.
Klaus se lamió los labios despacio con su lengua rosada, y entonces se estremeció,
con una sonrisa en la cara. Lentamente, todavía sonriendo, se desplomó en el suelo,
aterrizando Elena con un ruido sordo delante de él. El corazón de Stefan se derrumbó
mientras saltaba hacia ella. Elena yacía en el centro del camino. Ella estaba inmóvil y muy
pálida, su cabeza se dobló a un lado, los ojos cerrados.
Había sangre por todas partes, manchando su camiseta una vez blanca, de un
profundo e intenso rojo. Su garganta estaba cubierta de sangre.
Y más allá de ella, tan flácido como un juguete tirado, yacía Klaus. Aunque no había
marca en él más que un fino rastro de sangre en la comisura de su boca, Stefan no tenía
duda de que estaba muerto. Nadie vivo estaría así, como si todo lo que había sido parte de
él se hubiera ido, dejando un muñeco de cera en su lugar. Especialmente no el Klaus Page
manipulador de rayos, que había brillado con una dorada y despreciable ira. Parecía un
cadáver mal conservado.
Aunque, Elena…
Stefan abrió la boca para asentir, pero todo lo que salió fue un sollozo entrecortado.
Comenzó a besar a Elena, salpicando sus mejillas, boca, frente y manos con suaves besos.
―¿Qué ha pasado? ―preguntó Bonnie mientras los otros rodeaban la curva y corrían
adelante.
Solo Andrés aún permanecía justo pasada la curva en el túnel, mirando fijamente a
Elena, con el rostro lleno de asombro.
―¿La Única qué? ―preguntó Elena, aun sonriendo aturdida. Se había alzado y
acariciaba la mejilla de Stefan.
Andrés parecía tener problemas para hablar. Tragó saliva, se lamió los labios, y tragó
de nuevo, pareciendo un poco perdido.
―A lo mejor sus cualidades solo son fatales para los Antiguos Originales. Eso es todo
lo que la leyenda dice.
―Pero… ―dijo Bonnie ceñuda―. Tus padres no eran Guardianes, ¿verdad? ―le
preguntó a Elena.
Elena sacudió la cabeza, pero sus ojos estaban serios y sus párpados cayeron.
Necesitaba descansar y cuidados médicos apropiados.
―Podemos hablar sobre esto más tarde ―dijo Stefan bruscamente, se puso de pie, y
levantó a Elena cuidadosa y suavemente en sus brazos―. Ella tiene que salir de aquí.
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L.J. Smith Destiny Rising
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 38
Traducido por laurasoto
―¿
Corregido por Emi_93
Chloe tenía que estar en alguna parte, se recordó. Él la había visto después de
la pelea, cansada, pero no herida de gravedad. Probablemente solo se había
retirado, abrumada por toda la sangre y la adrenalina de la lucha. Ella aparecería
pronto.
A Matt siempre le había parecido que Spencer solo tenía gel para el cabello
por cerebro, pero él lo detuvo con una mirada sorprendentemente astuta.
Escucha. le dijo, arrastrando las palabras, con su acento de chico con buen
gusto, de surfista, tratando de sonar tranquilo, a pesar del dolor en su voz. Te
deseo lo mejor, de verdad lo hago, pero los vampiros…
Lo sé. dijo Matt, haciendo una mueca. Él lo sabía. Podría haber escrito el
libro sobre las razones para no salir con vampiros, pero eso había sido cuando
había estado pensando en Elena, no en í mismo, y antes de conocer a Chloe. Ahora
era diferente. Voy a encontrarla. dijo, absurdamente conmovido por la
preocupación de Spencer. Gracias, sin embargo. En serio.
La puerta medio rota tembló y crujió, pero no se cayó cuando él trepó como
pudo a través de la brecha entre él y el interior del granero. El haz de la linterna
brillaba en el oscuro interior. El polvo se levantó ante el haz, las partículas flotando
en el aire espeso. En el interior, algo se movió, y Matt caminó hacia adelante,
barriendo con la linterna hacia arriba y hacia abajo. Lejos, en la parte de atrás, vio
algo blanco. A medida que se acercaba, Matt se dio cuenta de que estaba mirando
la cara de Chloe, iluminada por la luz de la linterna, loca de pánico.
Oh, no. dijo Chloe, cayendo de rodillas a su lado. Oh, no. No fue mi
intención.
Chloe lo había intentado tanto, y él había estado allí, en cada paso del camino,
la había ayudado en todo lo que había podido. La vida era suficientemente injusta.
Dios, el pobre hombre estaba sangrando por todas partes. Debía de haber
olido como un banquete para Chloe.
El ataque había sido duro. Los ojos del hombre estaban desenfocados, y no
respondió cuando Matt lo llamó por su nombre una vez más, mientras lo sacudía
suavemente.
Creo que voy a tratar de… um… calmarlo. dijo Chloe, herida. Igual que
a los conejos.
Vamos. dijo él, más suavemente. Este no es el fin del mundo. Vamos a
empezar de nuevo. No deberías haber estado en una batalla en estos momentos.
Era demasiado duro para ti estar cerca de toda esa acción. De toda esa sangre. A
pesar de sí mismo, su voz tembló un poco al decir la palabra sangre. Matt tragó
saliva con tristeza e hizo un esfuerzo para que su voz sonara segura. Todo el
mundo se aísla cuando está saliendo de una acción. Regresaremos al cobertizo,
lejos de todo el mundo. Todo va a estar bien. Sonaba desesperado, incluso para
sí mismo.
Chloe lo miró, con el rostro tranquilo y seguro. Incluso sonrió un poco. Esto
es lo correcto. le dijo. En unos pocos pasos, había cruzado el granero y se
deslizaba a través de la brecha entre las puertas. El amanecer ya estaba llegando, y
su cuerpo estaba oscuro en contraste con el rosa y dorado claro de la luz. Luego
hubo una explosión de fuego, y Chloe se derrumbó en un montón de cenizas.
Matt miró hacia el pequeño objeto duro que había dejado en su palma. Era un
pequeño pin con la forma de una V, de piedra azul. Él tenía uno también: la
insignia Vitale que Ethan le había dado a todos ellos, en la época que él, Chloe y las
otras promesas eran humanos. Todos inocentes. Era la piedra de lapislázuli
encantada que protegía a Chloe de la luz del día.
Cerró la mano alrededor de ella, ignorando el dolor que le causaban sus
bordes afilados presionando contra su palma, y dejó escapar un sollozo seco, que
ascendía y descendía. Tendría que levantarse en un minuto. Tristán necesitaba su Page
ayuda. Pero, por un momento, Matt inclinó la cabeza y dejó que las lágrimas
fluyeran.
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 39
Traducido por Pili
Corregido por tamis11
S
tefan y Elena no podían dejar de tocarse el uno al otro.
Pequeños detalles, un ligero beso, o una ligera caricia en la
mejilla.
—Nunca —dijo Elena, alzándose de su cama para tirar más cerca de él hasta
sentarlo. —No voy a ir a ninguna parte sin ti.
Elena había estado evitando pensarlo con todo lo que tenía, pero las palabras
de Stefan. Sus temores y dejo que un pensamiento la desbordara: los Guardianes
aún esperaban que matara a Damon. Y el castigo por no hacerlo sería dejar la
Tierra. Perder a Stefan.
—Te amaré pase lo que pase—, Stefan dijo. Sus cejas se apretaron, y Elena sabía
los temores con los que él combatía: el miedo a perder a Elena después de todo y el
miedo a perder a Damon. —Lo que decidas Elena, confío en ti—. Levantó su
cabeza, y su mirada se mantuvo insondable y fija, sus ojos brillaban.
Elena le alcanzó y recorrió con sus dedos la frente de Stefan, tratando de borrar
las líneas de su ceño. —Pienso…—ella dijo lentamente— creo que puedo hallar la
manera de salvarnos a ambos, tanto a mí como a Damon. Eso espero.
—¿Cómo te sientes? —él pregunto serio—. Puedo regresar más tarde si estás
descansando.
—No, no lo estoy —dijo ella, acariciando la silla por su cabecera—, quiero que
me pongas al corriente sobre todo lo que está pasando. Page
—Si desean hablar del trato de los Guardianes, puedo dejarlos solos, tal vez le
traiga algo de comer a Elena —dijo Stefan— Yo no quería dejarla sola.
L.J. Smith Destiny Rising
Stefan besó a Elena una vez más y ella trato de verter todo el amor y
tranquilidad que sintió en su abrazo. Cuando finalmente se apartó, las líneas de su
rostro eran más suaves, más relajadas. Todo lo que ella estaba planeando, su
mirada le aseguró, que él estaría con ella.
Andrés agitó una mano desdeñosamente. —No ha pasado nada —dijo él—
Sólo, tal vez deberíamos hablar después de que hayas tenido más tiempo para
recuperarte. Lo que tengo que decir no es una mala noticia, no lo creo, pero es… —
Vacilo— Sorprendentemente —él concluyo por fin.
—Ahora tienes que decírmelo —dijo Elena—. O me temo que entrare en coma
—Viendo el parpadeo de preocupación en el rostro de Andrés, ella añadió
apresuradamente:— estoy bromeando. Page
—Yo también, estoy teniendo problemas para entender —dijo Andrés—. Los
Guardianes Celestiales no tienen hijos, no es algo que nunca había oído. No son —
Frunció el ceño— gente, no exactamente. Eso es lo que había creído, al menos. Creo
que ambos tenemos mucho que aprender —Alcanzó su chaqueta y sacó de ella un
pequeño libro encuadernado en cuero—. Te he traído algo que espero que
iluminará algunas de tus preguntas —Él le dijo a ella— Comencé a leerlo, y luego
me di cuenta que estaba destinado para tus ojos, no para los míos. La policía
finalmente me permitió regresar a la casa de James, y lo encontré allí. Creo que esto
es por lo que él llamo, cuando dijo que había encontrado un modo de matar a
Klaus, y lo que escondió antes de que Klaus lo matara. Se lo debieron enviar a él
después de que tus padres murieran.
—¿Mis padres? ¿Qué es? —Elena preguntó, llegando hasta donde él, y
tomando el libro. Se sentía extrañamente cómodo en su mano, como si
naturalmente le perteneciese.
Andrés vaciló por un largo instante, antes de que respondiese. —Creo que es
mejor que lo averigües por ti misma—. Él dijo finalmente. Se paró y tocó
brevemente a Elena en el hombro. —Te lo dejo.
Page
Elena asintió con la cabeza y le vio marcharse. Andrés le envió una pequeña
sonrisa, cuando cerró la puerta tras él. Luego, asombrada, volvió su atención al
libro. Era bastante simple, sin dibujos o palabras grabadas en el exterior, y estaba
cubierto en un cuero muy suave de color marrón pálido. Al abrirlo, vio que era un
L.J. Smith Destiny Rising
diario escrito a mano, de cualquier manera, con una escritura desordenada como si
el escritor hubiese tenido prisa de expulsar un millón de pensamientos y
sentimientos en esas páginas.
No les permitiré que Elena, ella leyó, las palabras de la primera página hasta la
mitad, respirando con dificultad. Echando un vistazo a la página, unos nombres
surgieron en ella: Thomas, su padre, Margaret su hermana. ¿Este era el diario de su
madre? Sintió su pecho apretado de repente, ella tuvo que contenerse duro. Su
bella, y preparada madre, quien había sido tan hábil con sus manos y con su
corazón, a quien Elena había querido y admirado mucho. Este hallazgo fue casi
como escucharla hablar una vez más.
Después de un instante, ella recuperó la compostura y comenzó a leer de
nuevo.
Elena cumplió doce años ayer. Yo estaba bajando las velas para el cumpleaños del
armario, cuando la marca de la eternidad de mi palma comenzó a picar y a quemar. Casi se
había desvanecido haciéndose invisible después de tantos años, cuando mire mi mano de
repente era tan clara como la primera vez que me inicie en mis tareas. Sabía que mis
hermanas estaban llamándome a mí, recordándome lo que ellas creen que yo les debo.
Los Poderes que mis queridas niñas tendrán son casi inimaginables.
Y así los Guardianes Celestiales, una vez mis hermanas y hermanos, desean poner sus
manos sobre ella tan pronto como sea posible, quieren que sean armas en lugar de niños,
clarividentes guerreros con ningún rastro de la humanidad cerca de ellas.
Una vez, se los había permitido. Me alejé de Katherine cuando ella era sólo un bebé,
fingieron que yo había muerto, para que ella pudiera cumplir con el destino que yo creía que
era inevitable y adecuado para ella.
Elena paro de leer. Su madre ¿había tenido otro hijo? El nombre debe ser una
coincidencia, aunque: la Katherine que ella conocía, la de Damon y Stefan, era
cientos de años más vieja que ella. Y tan lejos de ser un Guardián en la medida de
lo posible.
Pero Katherine fue una niña enferma, y los Guardianes le dieron la espalda, rechazando
el gran Poder que ella podría haber sido. Sus Poderes no llegarían a ella hasta dentro de
unos años. Y ellos no creyeron que ella sobrevivía el tiempo suficiente para ver ese día. Una Page
criatura humana que probablemente no viviría no valía su tiempo, ellos pensaron.
Mi corazón me dolía por ella. Había abandonado a mi hija para nada. Desde una
distancia prudente, la vi crecer: bonita y animada a pesar de sus enfermedades, valiente y a
pesar del dolor que sufrió, adorada por su padre, amada por los habitantes de su casa. Ella
L.J. Smith Destiny Rising
no necesitaba a la madre que nunca había conocido. Tal vez esto era lo mejor, pensé. Ella
podría vivir feliz, una vida humana, aunque fuese corta.
No sé si la Katherine real está todavía allí debajo de esa vida de sombras que ella debe
vivir ahora.
Vinieron a nosotros y nos dijeron que los Originales/Antiguos estaban ganando Poder.
Thomas sabía todo acerca de mi pasado. Él confió en mí para hacer la elección correcta,
y decidí decir que si, bajo ciertas condiciones. Daría luz a un niño que podría destruir a los
Originales/Antiguos pero ella no sería alejada de mí. Ella no podría ser tomada como un
arma, sino como una chica humana. Y, cuando ella tuviera suficiente edad, ella tomaría
libremente su elección: recibir sus Poderes o no.
Pero ahora quieren romper ese acuerdo. Quieren llevarse a mi hija ahora, aunque sólo
Page
tiene doce años.
Creo que ella decidirá convertirse en un Guardián, cuando tenga que tomar la decisión,
decidirá proteger al mundo de la mejor manera que pueda. Pero debe ser su decisión, no la
de ellos.
Margaret es demasiado joven para que yo sepa todavía si tendrá los ingredientes de un
Guardián. Quizás elegirá otro camino. Pero no importa lo que yo crea que ellas quieren,
deben tener tiempo de crecer antes de tener que tomar esa decisión.
Ya he hecho algunos encantamientos: mientras las chicas estén bajo su custodia, los
Guardianes no serán capaces de localizarlas.
Moriría, feliz, para proteger su inocencia. Los Guardianes nunca las encontraran, no
hasta que lleguen a la edad adulta y puedan elegir por sí mismas.
Lágrimas se deslizaban por las mejillas de Elena. Sentía como si una carga que
había estado llevando durante semanas de repente se había ido volando de sus
L.J. Smith Destiny Rising
hombros. Sus padres no habían planeado entregarla a los Guardianes, no habían
tenido un niño sólo para desecharlo. Su madre la había amado tanto como Elena
siempre había pensado.
Pero el hecho de que ella, Elena, era tan especial para los Guardianes, valiosa
para ellos, ¿Qué su sangre tenía Poderes únicos, los Guardianes estaban
desesperados por tenerla de su lado? La confirmación de ello en el diario de su
madre podría ser la última pieza que necesitaba para poner su plan de salvar a
Damon en movimiento.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 40
Traducido por Pili
Corregido por tamis11
L
os cubitos de hielo tintinearon ligeramente en su copa cuando Damon la alzó
en un brindis a Katherine. —Esto es por ti, querida —dijo él—. La última
superviviente del ejército de Klaus. Suerte que te perdieses la batalla, ¿no es
así?
Con una traviesa sonrisa, Katherine los miró de forma expresiva pestañeando con
coquetería, tomando un sorbo de su propia bebida, y acariciando el cojín del sofá al lado
de ella, invitando a Damon a sentarse.
—Gracias por avisarme, yo puedo haber estado en deuda con Klaus por traerme de
vuelta, pero no creía que le debiera otra muerte. Nunca tuve la intención de luchar contra
ti y tu preciosa princesa de nuevo. Puedo ser más vieja y fuerte que tú, pero siempre ha
habido mucha suerte de tu lado.
—No es mi preciosa princesa —Damon dijo con una mueca—. De Stefan. Ella nunca Page
fue realmente mía.
—Oh, bien —Katherine dijo alegremente—. Creo que siempre ha sido un poco más
complicado que eso, ¿no es así?
L.J. Smith Destiny Rising
Damon entorno su mirada. —Tú sabías acerca de que Elena sería un Guardián, ¿no?
—él requirió—. Y nunca se lo dijiste a Klaus, ¿por qué?
Ella se preocupaba por él, sabía eso. Él había tratado de echárselo en cara, para
negarlo, y no había funcionado. Pero también había algo en ella que la estaba conduciendo
a matarlo. La tarea como Guardiana la empujaba a cumplir con ello. Desde que él la había
salvado en el ascensor, él había caído en la cuenta de que Elena se estaba frenando así
misma.
Elena miró por delante de él hacia Katherine y palideció aún más, aunque él no lo
habría pensado era posible. Damon se volteó y se encontró a Katherine inmóvil a unos
pocos pies de distancia, mirando hacia Elena con una leve y reservada sonrisa.
Page
—Así que ya sabes —Katherine le dijo a Elena. —Y eres lo suficientemente inteligente
para usarlo.
Katherine movió su cabeza. —Se aprende mucho cuando uno está muerto —su leve
sonrisa se amplió
—¿Saber qué? —Damon dijo, mirando hacia delante y hacia atrás entre ellas.
Elena asintió con la cabeza. —Probablemente tengas razón. Adiós, Katherine —dijo
ella—. Y gracias.
Y por un momento, la semejanza entre ellas golpeó a Damon más fuerte de lo que
nunca antes lo había hecho.
Elena, el asunto ahora, y se volteó hacia Damon. —Es tiempo de que nosotros
enfrentemos el asunto de los Guardianes. ¿Estás preparado? —Ella le preguntó a él.
Ella se desperezó con el placer del pensamiento de una agradable y bonita visita a
casa. Era tan bueno sentirse segura; había pasado tanto tiempo desde esto.
Sus mejores amigas eran ambas unas obsesas del orden y sin duda se quejarían del
polvo de la fragancia y de los pedazos desmenuzados de hojas que esto dejaría.
Era asombroso preocuparse de algo tan común. Lo que Meredith diría cuando ella
encontrase los restos de un montón de celidonia (la cual es útil para la felicidad y ayudó a
escapar de delitos.)
Casi asombroso, había un constante dolor dentro de ella estos días, un recordatorio
de lo que ella había perdido, uno que no podía ser curado por ninguna hierba, pero ella no
era la única que sentía dolor.
—Yo creo que eres muy valiente, Matt —dijo Bonnie. Matt la miró, asustado por el Page
cambió brusco en la conversación.
Antes de que ella pudiera decirle más, llamaron a la puerta, y ella se puso tensa. Una
llamada inesperada generalmente significaba un desastre.
Sin embargo, ella se levantó y abrió la puerta, cambiando de dirección en el último
minuto para dar un puntapié a un pequeño montón de semillas de chinaberry (de suerte y
cambio) dentro de las zapatillas de Elena.
Agachado contra el marco de la puerta, con las manos metidas en los bolsillos de sus
pantalones vaqueros, estaba Zander. Él le sonrió tímidamente. —¿Puedo entrar? —él
preguntó.
El olía tan bien, ella pensó. Él parecía magnifico también, y Bonnie soló quería
echarse en sus brazos y que él la sujetase. Ella lo había extrañado mucho últimamente.
Pero ella había perdido el derecho de agarrar a Zander, ella lo sentía así; ella tenía
que alejarse de él. Así que en lugar de saltar a sus brazos, Bonnie retrocedió para dejarlo
entrar, sintiendo una especie de poder derrumbarse bajo su talón desnudo.
—Oh, hola, Matt —Zander dijo, cuando entró en la habitación, y luego se detuvo, sus
ojos se ensancharon cuando el tomo unos pocos montones de hierbas en cada superficie
disponibles.
Matt dio a Bonnie una mirada que decía, no vayas a fastidiar esta segunda
oportunidad.
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Bonnie sonrió a su amigo cuando el escapó por la puerta.
Zander tomó la mano de Bonnie y juntos atravesaron con cuidado el camino a través
de la habitación sin golpear ningún montón de hierbas. Cuando ellos finalmente llegaron a
su cama, que probablemente era la superficie más clara de la habitación- a ella no le gustó
el olor de hierbas variadas por todas partes de sus sábanas- ellos se sentaron y él tomó sus
manos en las de él grandes y cálidas.
—Escucha, Bonnie —él dijo—. Yo he estado pensando, sobre lo que dijiste, que
siendo el Alfa de la manada la responsabilidad es importante, y necesito otro hombre lobo
a mi lado que realmente entienda eso, para ser mi pareja y ayudarme. Y tú tienes razón.
Shay es perfecta para eso.
—Oh —dijo Bonnie con voz diminuta. Algo se estaba desmoronando dentro de ella,
tan frágil como una hoja muerta. Ella trato de separar suavemente sus manos de las de
Zander. Pero él mantuvo su sujeción.
—No —él dijo afligido. —Estoy diciendo esto mal. Permíteme empezar de nuevo.
Bonnie, mírame. —Ella alzó la vista, con lágrimas en los ojos y encontró los ojos azules
como el mar de Zander. —Tú Bonnie —él dijo suavemente—. Yo te quiero, cuando
nosotros luchábamos con Klaus, te vi realizar hechizos para protegernos a todos, con ese
tipo de feroz luz en tu rostro. Eres tan fuerte, y tan poderosa, y podrías haber sido
asesinada o podría haber sido asesinado, y no habríamos estados juntos al final. Me hizo
darme cuenta de lo que debería haber sabido desde el principio: tú eres la única a la que
quiero. Page
Zander tiró de ella para acercarla a él. —No será —él dijo—. Los lobos del Consejo no
pueden elegir a quien amo. No quiero a Shay. Te quiero a ti. Shay y yo podemos conducir
la manda juntos, pero si es que alguna vez se viene abajo ello, prefiero eso a perderte a ti.
—Él alzó la mano de Bonnie hasta sus labios y la beso suavemente, sus ojos brillaban. —Yo
puedo elegir mi propio destino, y te escojo a ti. Si me tendrás.
—¿Si me tendrás? —Bonnie ahogó sus lágrimas, limpiando sus ojos, y luego dio un
puñetazo en el hombro de Zander. —Petardo —ella dijo amorosamente, y lo beso.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 41
Traducido por Xiime~
Corregido por alee Foster
Cuando Elena había llamado a Bonnie, ella había venido directamente, su mano
Damon la poción que había hecho para él, su pequeña cara se arrugó con ansiedad.
lastime.
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Damon miró a la espesa mezcla verde en la copa. —Por supuesto que no lo
2 Una planta
L.J. Smith Destiny Rising
—Le puse miel para mejorar su gusto, — dijo Bonnie.
Tanto como si este plan funciona como si no, estoy agradecido. — Bonnie sonrió,
un poco aturdida, y él añadió, —Tú y el lobo mejor váyanse. No queremos que los
Guardián enojado es peligroso, había dicho. Y, en el mejor de los casos, Mylea estaría
muy enojada.
Damon tomó la poción de Bonnie en un largo trago e hizo una mueca. —La
espalda. —Lo que sea que pase, no es tu culpa, — dijo. Luego se estremeció y
apoyó la espalda contra la pared, presionando una mano contra su pecho. —Ugh,
— dijo débilmente. —No me siento…— Sus ojos rodaron hacia atrás en su cabeza y
piso.
— ¡Damon!— gritó, y luego se contuvo. Se suponía que esto pasaría. Se veía Page
vulnerable así, pensó ella, y más pequeño, y alejó sus ojos de él. Sería más fácil si
no miraba a Damon.
L.J. Smith Destiny Rising
— ¿Estás listo para llamar al Guardián?— Elena le preguntó a Andrés, y él
atrás y hacia delante entre ellos, moviéndose tan regular y rítmicamente como la
OH. Tan pronto como su Poder fue desatado, todo en ella le llamó la atención,
era ira el Poder que estaba dentro de ella, sino algo frío y limpio que quería
destruirlo. No venganza, ni pasión, sino una fría y urgente instrucción: Esto necesita
ser eliminado.
Esto debía ser lo que era tener una tarea sin cumplir. Sería más fácil rendirse a
esa fría urgencia, hacer lo que se esperaba que haga. Lo que quería hacer.
Con un esfuerzo físico, volvió su atención hacia Andrés. Con las puertas en su
Poder cantaba a través de las venas de Elena, y todo lo que podía ver estaba tocado
con luz. Se encontró con los ojos de Andrés, y su cara estaba llena de intriga. Eran
L.J. Smith Destiny Rising
más fuertes así, más que el doble de fuertes, y ella sentía la invocación saliendo con
el Poder de un grito.
Nada pasó.
Por un largo momento, estuvieron así, mano en mano, ojos en el otro, auras
expandidas para llenar la habitación con Poder, y sin sentir nada cambiar.
universo. No había cambio físico, pero Elena sabía que por lo menos alguien estaba
teléfono.
Aún no había respuesta. Y luego lentamente Andrés se puso rígido. Sus ojos
Sus ojos, sin ver, se fijaron en los de ella. La extraña aura blanca a su alrededor
palpitaba.
L.J. Smith Destiny Rising
interdimensional.
mientras su pálida piel había crecido a un tamaño más apretado, y su lacio pelo
negro estaba revuelto. Podría romper su cuello con la mente, pensó, y se mordió el
preocupada de que una tarea tan atada a tu propia vida sería difícil para ti como tu Page
primera obligación— dijo. —Me disculpo, y entiendo por qué me has llamado aquí
para completar el trabajo. No serás castigada por tu absurdo lazo con el vampiro.
—¿Por qué?— saltó Elena. Era tan injusto. —Hay peores vampiros que
Damon, — dijo indignada. —Hasta hace poco, no había matado a nadie desde…—
no estaba segura, se dio cuenta, y este no era su argumento más fuerte, de todas
formas —…mucho tiempo, — terminó sin convicción. — ¿Por qué enviarme tras
descendientes están alrededor?— Podía oír que estaba casi diciendo: Solo es un
—Puede, — dijo Elena. —Te refieres a que piensas que podría ir fácilmente por
el otro camino. Hay una gran posibilidad de que nunca mate otra vez.
—No es una posibilidad que estemos preparados para tomar, — dijo Mylea
Guardián Principal. Maté a Klaus, y puedo destruir los más peligrosos Antiguos,
L.J. Smith Destiny Rising
esos de los que no han encontrado otra manera de deshacerse. No los ayudaré si
matan a Damon.
Miró a Andrés, solo la más mínima sacudida de sus pestañas, y éste asintió.
Habían acordado que la parte más difícil de su plan era hacer creer a la Guardián
que Elena no pelearía contra los Antiguos, que dejaría a la gente inocente sufrir si
Corte Celestial?
—El vampiro debería estar consciente para esto, — dijo Mylea. Antes de que
—Sí, — dijo Elena inmediatamente. No parecía haber nada más que añadir.
L.J. Smith Destiny Rising
— ¿Y que hay sobre ti, vampiro?— preguntó Mylea, mirando sobre el hombro
de Elena para hablar a Damon. — ¿Te importa Elena lo suficiente para cambiar tu
Damon se levantó para sentarse con su espalda contra la pared. —Sí, — dijo
calmadamente.
dijo, y se acercó a ambos. Presionó sus manos juntas, y Elena entrelazó su mano
tranquilizadoramente.
Ese tirón hacia Damon, esa sensación fría de que había un problema que
necesitaba ser eliminado, estaba completamente ido. Era como si esa conexión
simplemente se había roto de repente. Pero había sido reemplazada. Aún se sentía
conectada. Había una gran sensación de Damon impregnada en ella, como si el aire
que ella respiraba estaba hecho de él. Los ojos de éste estaban agrandados, y ella se
dio cuenta de que podía sentir su corazón latiendo a tiempo con el suyo propio.
Asombro estaba viniendo desde Damon, corriendo por la conexión entre ellos, y el
Una cuerda trenzada de luz parecía ir desde su pecho al de Damon, su aura Page
dorada y el pavo real azul y negro del aura de Damon se retorcían juntas.
Los ojos de Damon se agrandaron. Por el lazo entre ellos, Elena sintió un
El lazo estaba vibrando ahora con una curiosa mezcla de repugnancia y alivio,
pero la cara de Damon era tan cerrada como Elena siempre la había visto. Se frotó
—El lazo perderá algo de intensidad con el tiempo, — dijo Mylea, casi
— Miró entre ellos. —Los conectará para siempre, y puede ser mortal para uno o
ambos en el fin.
Damon. —Confío en ti, — le dijo. —Harás lo que sea que tengas que hacer para
Damon se la quedó mirando por un largo rato, sus ojos oscuros inescrutables,
y Elena sintió la conexión entre ellos inundarse con un triste afecto. —Lo haré,
princesa, — prometió.
L.J. Smith Destiny Rising
Sus labios se curvaron en una sonrisa que Elena nunca había visto en la cara
algo más cálido y gentil. Y luego la conexión entre ellos se llenó de amor.
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L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 42
Traducido por Xiime~
Corregido por alee Foster
M
eredith corría por el campus, sus pies golpeaban en un ritmo
yendo a través de los senderos del campus una y otra vez. Sudor punzante goteaba
Mientras más fuerte corría, durante más tiempo podía abstenerse de pensar en
propia respiración.
pasando el edificio de historia otra vez y comenzando a subir la colina hacia el Page
comedor. Mientras subía la colina, vio a Alaric estaba esperando arriba.
L.J. Smith Destiny Rising
—Hola, — dijo Meredith, deteniéndose mientras se ponía a la par de él. —
¿Me estas esperando?— Levantó un pie para estirar sus cuádriceps, no quería
acalambrarse.
entrelazó sus manos detrás y se dobló hacia delante, por lo que su cabeza estaba
casi tocando sus rodillas. Podía sentir su columna vertebral estirando, y también
había comenzado a sentir el dolor por haber corrido por tanto tiempo.
superior de sus pómulos, porque no quería encontrarse con sus preocupados ojos
se dobló de lado a lado, tirando sus hombros hacia delante por turnos. —Tengo
ojos. Aún estaba parado ahí pacientemente, su cara suavizada con comprensión.
L.J. Smith Destiny Rising
—Porque no tengo la menor idea de qué decir. No puedo imaginar lo que se debe
sentir conocer a tu hermano por primera vez y luego tener que matarlo.
tampoco. Es casi como si Cristian nunca fue real para mí. Era solo una historia, algo
Dibujó una línea con la punta de su zapatilla en el polvo a un lado del camino.
—Al final, — dijo, —nunca lo conocí del todo. Hablamos sobre… oh, ir a la playa y
esas cosas, y la manera en que nuestro padre es. Puedo imaginar ese mundo, el
mundo donde éramos un equipo. — Presionó sus manos contra sus ojos. —Pero
Alaric envolvió sus brazos sobre sus hombros y atrajo a Meredith más cerca.
final, fuiste una parte importante para llevarlo abajo y parar la destrucción, y debes
estar orgullosa de eso. Y esa otra vida, esa en la que él crecía feliz, con una
hermana, no era una mentira. Había un mundo donde Cristian te amaba, y tú lo Page
amabas. Eso sigue siendo verdad. Tú y tus amigos hicieron eso ocurrir.
Enterrando su cara contra el cuello de Alaric, Meredith dijo con voz apagada,
—Quizás es mejor que hayan conocido a Cristian por este lapso de tiempo,
que pudieran verlo crecer en vez de perderlo cuando tenía tres, la manera en que
Cristian me dijo, al final? Estaba por estacarlo, y dijo en una baja y media
reservada voz, ‘Pap{ estaría muy orgulloso de ti.’ ¿Y sabes qué? Tenía razón.
Alaric apretó sus brazos alrededor de ella. —Eres fuerte, Meredith. Eres la
durante la batalla, yendo contra un ejército de vampiros con nada excepto una
estaca y un libro de hechizos. —Te amo tanto, — dijo. —Te quiero conmigo,
siempre.
Capítulo 43
Traducido por AlDaRa
Corregido por Mewhiine
P
or encima de las cabezas de Elena y Damon, las estrellas brillaban
en grandes franjas largas a través de la noche oscura. El aire era
claro y frío con los olores de otoño, y el cielo parecía tan profundo
que Elena se sentía como si sólo pudiera caer en él, nadar lejos y
más lejos por entre las estrellas, para siempre.
Entonces, dijo Damon con sequedad. Te las arreglaste para evitar que
me mataran. ¿Supongo que debería estar agradecido?
Elena echó la cabeza hacia atrás y miró hacia las estrellas por unos minutos,
disfrutando de la brisa fresca, que apartó el cabello de su cara. Con Klaus y sus
descendientes, esfumados, con Damon en calma y paz, a su lado, era bueno poder
disfrutar de la noche.
¿Tu gran confianza en mí, significa que estás pensando en tomar a los dos
hermanos Salvatore para un giro más? Preguntó Damon, sin dejar de mirar a las
estrellas. Su tono ahora era, sin duda de broma, un poco duro, pero Elena podía oír
un trasfondo de nostalgia en él y sentir su nostalgia por la conexión entre ellos. De
alguna manera, sería tan fácil: había pasado mucho tiempo suspendida entre los
hermanos, amando a Stefan, deseando a Damon. Era casi cómodo en este punto,
amar a ambos. Pero ella había madurado al menos un poco, pensó, y tal vez ya era
hora de cerrar las puertas para siempre, de elegir su verdadero camino.
Él se inclinó y le dio un ligero beso sobre la boca. Sus labios eran suaves y
fríos, y a Elena, le supieron como a recuerdos. Tirando hacia atrás, se quedó con
ella durante un momento más, bajo las estrellas, con su pálida piel perfecta
brillando con su propia luz, sus ojos brillantes, su pelo aterciopelado, tan oscuro
como la noche que les rodeaba.
Page
Capítulo 44
Traducido por AlDaRa
Corregido por MewHiine
C
oncentrado, Stefan anudaba cuidadosamente la corbata. Se veía, lo
sabía, pulcro y elegante con su mejor traje, un buen partido para la
adorable, dorada Elena. Había hecho una reservación en el mejor
restaurante en la ciudad, para una cena de bienvenida de regreso a Fells Church, a
ver a la tía Judith y Margaret. Klaus había muerto, Damon estaba a salvo. Por una
vez, hubo tiempo para Elena de ser una universitaria, divertirse sin la condena que
pesaba sobre ella.
Por lo tanto: comida francesa. Rosas en la mesa. Una noche para olvidar su
pasado y en su lugar, disfrutar del presente juntos, como cualquier pareja de
enamorados.
Bajó corriendo los dos tramos de escaleras entre sus habitaciones, con una
sensación de felicidad. La puerta de Elena estaba entreabierta. Golpeó suavemente, Page
y luego empujó hacia adentro, esperando ver a Meredith y Bonnie, bulliciosas
alrededor de Elena, Ayudándola a prepararse para su gran noche.
Su piel cremosa, tocada sólo por el más leve baño de rosa, sus ojos azules
como joyas, sus cabellos de oro, todos capturando la luz de las llamas de las velas,
brillando como si fuera un ángel.
Pero lo más hermoso de todo, no eran esas cualidades, sino la mirada de amor
puro, abriendo su cara. Cuando su mirada encontró con la de Stefan, ella estaba
llena de feroz alegría.
Stefan , dijo en voz baja. Por fin sé que nuestro futuro se verá así.
Elena levantó la copa y bebió, luego volteo con una cara feliz, riendo, para
encontrarse con los labios de Stefan. Su alegría resonó a través de él cuando sus
labios se conectaron, y envió a su propia alegría a ella. Siempre, ambos sintieron,
para siempre.
Page
L.J. Smith Destiny Rising
Capítulo 45
Traducido por AlDaRa
Corregido por MewHiine
Q
uerido Diario:
Por siempre.
Y podemos ir a todas partes. Tendremos tiempo. Eso es parte de mi felicidad, pero no Page
es todo. Por fin sé quién soy. Es irónico en un montón de maneras que yo sea un Guardián,
siendo que lo odiaba y temía con tanta pasión. Pero un Guardián Terrenal es diferente,
Andrés me ha enseñado que: Puedo ser compasiva y amorosa y humana y puedo usar mis
poderes de guarda para proteger mi casa, para proteger a las personas que me importan,
para evitar que el mal destruya a los inocentes.
L.J. Smith Destiny Rising
Ahí está mi vínculo con Damon, también. Finalmente sé cómo puedo cuidar a Damon
y amar a Stefan al mismo tiempo. Hay una conexión entre Damon y yo que va a durar para
siempre, que lo protegerá de ser consumido por la oscuridad que siempre le ha amenazado.
No importa dónde se encuentre, voy a tener un pedazo de él y él tendrá un pedazo de mí.
Con todo, Stefan estará a mi lado. Y con nosotros todos mis queridos amigos, cada uno
de ellos tan poderoso y bueno, cada uno a su manera. Los amo mucho a todos. Estoy
temblando, pero es por la anticipación. Ya no tengo miedo. No puedo esperar a ver lo que
nos depara el futuro a todos nosotros.
Fin...
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