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DEDALO E ICARO

Dédalo, inventor de magnificas y extrañas creaciones mecánicas. Ícaro, nació en la Isla de creta, durante la época
del rey Minos. En esta época no había televisores, autos, ni relojes. Lo que se usaba era que la gente se enteraba
de las nuevas escuchando los rumores en la posada local, las personas iban caminando o bien a caballo para
transportarse, y los relojes eran solares.

Dédalo padre de Ícaro, le mostro al rey Minos un laberinto gigantesco para mantener prisionero al monstruo
mitad (toro-hombre) conocido como minotauro. Pero como el rey Minos eran tan codicioso que mando a los
guardias reales para que el hijo dédalos, Ícaro lo encerraran en una cueva muy alta encima del mar. Las únicas
entradas a la cueva eran a través del laberinto, vigilados por los soldados del rey y una entrada con vista al mar
muy alto por un acantilado.

Dédalo no se preocupó al principio por el encierro de Ícaro, ya que el rey Minos le daba todo lo que él quería;
comida, bebidas, herramientas, metales raros, pieles, pergaminos y velas para que pudiera trabajar toda la
noche, para hacer inventos asombrosos.

Al cumplir 16 años Ícaro estallo de ira y le dijo a su padre “pero, padre, yo quiero una aventura”; tal vez conocer
a una muchacha y tener un hijo, no le puedo pedir a una esposa que venga a esta cueva solitaria sobre el mar.
Odio esta cueva. Odio al rey y te odio a ti.

Cuando el rey Minos los volvió a visitar, dédalo se acercó nervioso y le dijo: su majestad, seguro ha notado que
Ícaro se está convirtiendo en un joven, no puede planear mantenerlo encerrado por el resto de su vida. Por favor
señor permítame que me una a su guardia real y que ponga mi vida a su servicio.

Lo cual el rey Minos prohibió que dédalo e Ícaro salieran de la cueva.

Fue ahí donde dédalo, se le ocurrió la brillante idea de hacer una escoba con tiras de pieles y ramas finas, con el
fin de barrer las plumas de las gaviotas, que dejaban en el acantilado.

Mientras Ícaro recogía cada pluma, dédalo creo unos tubos delgados de un metal liviano que uso para formar el
marco de dos pares de alas del tamaño de hombre. Uso tiras para crear un arnés y poleas para permitir que
quien usara pudiera batir e inclinar las alas en varias direcciones. Luego tomo las plumas que Ícaro había juntada
y uso cera para comenzar a pegar las plumas a los marcos livianos de metal.

Hicieron dos marcos para escapar juntos, ya que el Ícaro le recordó a su padre que era un creador y él se dio
cuenta que para él era lo más importante.

El día que se iban a ir, dédalo hablo con Ícaro una vez más, y le dijo “ahora recuerda, hijo, debes tener cuidado
cuando volemos. Por si vuelas demasiado cerca del océano, tus alas se pondrán pesadas con el agua que salpica
de las olas, si vuelas muy cerca del sol, la cera se derretiría y perderás las plumas. Sigue mi trayecto de cerca y
estarás a salvo”.

Ícaro no presto mucha atención a su padre y se puso su arnés emocionado. Dédalo e Ícaro saltaron, uno tras del
otro, por encima del océano. El grito libertad mientras las gaviotas estaban sorprendidas, esquivándolo y se
lanzaban en picada haciendo chillidos de advertencia cuando Ícaro estaba cerca de los nidos.

Como era tan feliz dédalo de haber dejado la cueva fría y húmeda, que se elevó tan alto y tan cerca del sol, y en
donde su padre ya le había advertido de que derretiría la cera, pero como él estaba aburrido de los sermones
que cuando comenzó a caer directo al mar se dio cuenta el error que había cometido.

Ícaro maniobro las poleas aún más fuertes y batió las alas tratando de reducir su caída pero entre mas batía mas
plumas se despegaban del marco de sus alas.

Mientras dédalo miraba horrorizado, que su hijo iba cayendo en picada hacia al mar. Cuando finalmente toco el
agua, no le quedaba ninguna pluma pegada.

Dédalo aterrizo lo más rápido que pudo en la playa cerca donde Ícaro había caído pero la única señal de su pobre
hijo eran algunas plumas que flotaban en las olas. Después de unos meses, dédalo comenzó a recuperarse de la
muerte de su hijo, en la cual en memoria de él, llamo a la isla ICARIA. Construyo también un templo de dios del
sol apolo en la playa donde aterrizo y dentro colgó las alas que había creado, prometiendo que nunca volvería
a volar.
RESUMEN
Dédalo (inventor de magnificas y extrañas creaciones mecánicas), su hijo Ícaro, nacido en la Isla Creta, bajo el
mando del Rey Minos, una persona ambiciosa. La cual mientras estaba en su reinado, Dédalo le mostro un
laberinto gigantesco para mantener prisionero al monstruo mitad hombre-toro, conocido como minotauro,
como era tan ambicioso que mando a los guardias reales al encerrar a Ícaro, para que así su padre trabaja día y
noche para hacer inventos asombrosos.

Cuando Ícaro cumplió 16 años estallo de irá y le dijo a su padre “pero, padre, yo quiero una aventura”; tal vez
conocer a una muchacha y tener un hijo, no le puedo pedir a una esposa que venga a esta cueva solitaria sobre
el mar. Odio esta cueva. Odio al rey y te odio a ti.

Dédalo le pidió al Rey que dejara salir a su hijo con escolta real, pero el Rey Minos se la negó. Fue ahí donde
Dédalo se le ocurrió la brillante idea de hacer una escoba con tiras de pieles y ramas finas para barrer las plumas
de las gaviotas. Mientras Ícaro recogía cada pluma, Dédalo hacia unos tubos delgados de un metal liviano que
uso para formar el marco de dos pares de alas de tamaño de hombre.

El día que se iban a ir, dédalo hablo con Ícaro y le dijo “ahora recuerda, hijo, debes tener cuidado cuando
volemos. Por si vuelas demasiado cerca del océano, tus alas se pondrán pesadas con el agua que salpica de las
olas, si vuelas muy cerca del sol, la cera se derretiría y perderás las plumas. Sigue mi trayecto de cerca y estarás
a salvo”. Ícaro no presto atención y se dejó llevar por su felicidad de haber dejado esa cueva fría y húmeda, lo
que lo llevo a volar tan cerca del sol, lo que ocurrió lo que su padre le había dicho, que la cera se derretiría. Ícaro
al tratar de volar y como no le quedaban plumas, Murió. Su padre en memoria de su muerte llamo una Isla
ICARIA, donde construyo un templo de Dios del Sol Apolo y colgó su colgó sus alas y prometió no volver a volar.

DISERTACIÓN
MÁXIMO
Dédalo (inventor de magnificas y extrañas creaciones mecánicas), su hijo Ícaro, nacido en la Isla Creta, bajo el
mando del Rey Minos, una persona ambiciosa. La cual mientras estaba en su reinado, Dédalo le mostro un
laberinto gigantesco para mantener prisionero al monstruo mitad hombre-toro, conocido como minotauro,
como era tan ambicioso que mando a los guardias reales al encerrar a Ícaro, para que así su padre trabaja día y
noche para hacer inventos asombrosos.

EMMA
Cuando Ícaro cumplió 16 años estallo de irá y le dijo a su padre “pero, padre, yo quiero una aventura”; tal vez
conocer a una muchacha y tener un hijo, no le puedo pedir a una esposa que venga a esta cueva solitaria sobre
el mar. Odio esta cueva. Odio al rey y te odio a ti.

Dédalo le pidió al Rey que dejara salir a su hijo con escolta real, pero el Rey Minos se la negó. Fue ahí donde
Dédalo se le ocurrió la brillante idea de hacer una escoba con tiras de pieles y ramas finas para barrer las plumas
de las gaviotas. Mientras Ícaro recogía cada pluma, Dédalo hacia unos tubos delgados de un metal liviano que
uso para formar el marco de dos pares de alas de tamaño de hombre.

JOAQUIN
El día que se iban a ir, dédalo hablo con Ícaro y le dijo “ahora recuerda, hijo, debes tener cuidado cuando
volemos. Por si vuelas demasiado cerca del océano, tus alas se pondrán pesadas con el agua que salpica de las
olas, si vuelas muy cerca del sol, la cera se derretiría y perderás las plumas. Sigue mi trayecto de cerca y estarás
a salvo”. Ícaro no presto atención y se dejó llevar por su felicidad de haber dejado esa cueva fría y húmeda, lo
que lo llevo a volar tan cerca del sol, lo que ocurrió lo que su padre le había dicho, que la cera se derretiría. Ícaro
al tratar de volar y como no le quedaban plumas, Murió. Su padre en memoria de su muerte llamo una Isla
ICARIA, donde construyo un templo de Dios del Sol Apolo y colgó su colgó sus alas y prometió no volver a volar.

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