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Observatorio Político Nacional de la UAGRM
CICLO:
EL NUEVO ESTADO
PLURINACIONAL
Y AUTONÓMICO. 3
ALCANCES Y LÍMITES
OPN - UAGRM
OBSERVATORIO POLITICO NACIONAL
Director: Roger Emilio Tuero Velásquez
Presentación
Reymi Ferreyra Justiniano
Rector UAGRM
Introducción
Roger Emilio Tuero Velasquez
Director OPN-UAGRM
Autores
Roger Cortez Hurtado
Gísela Lópes Rivas
Gustavo Pedraza Mérida
Roberto Choque Canqui
Alcides vadillo Pinto
Leonardo Tamburini Malloni
Juan Carlos Urenda Díaz
Reymi Ferreira Justiniano
Carlos Romero Bonifaz
4 Waldo López Aparicio
Teólo caballero Viera
Horst Grebe López
Editores Responsables
Roger Emilio Tuero Velasquez
Iracema Torrez Souza
Diseño de tapa
Victor Saavedra Rocha
Impresión
Industrias Grácas SIRENA
Impreso en Bolivia – Printed in Bolivia (2011)
Los trabajos contenidos en este libro son de exclusiva responsabilidad de los autores y no expresan nece-
sariamente el pensamiento de todos los miembros del OPN. Se autoriza la reproducción total o parcial del
contenido con la inclusión de la fuente.
OBSERVATORIO POLÍTICO NACIONAL OPN-UAGRM
OBSERVADORES
Alberto Zelada
Carlos Hugo Molina
Cecilia Moreno
Fernando Rosso
Gastón Zamora
Gísela López
Hernán Cabrera
Homero Carvallo
José Mirtembaum
Maggy Talavera
Nicolás Ribera
6
CONTENIDO
Presentación ................................................................................................... 13
Reymi Ferreira Justiniano
Introducción ................................................................................................... 15
Roger Emilio Tuero Velasquez
SEMINARIO I
Introducción ......................................................................................... 39
Los movimientos y organizaciones sociales
populares de Santa Cruz .................................................................... 40
Partidos políticos al margen de la cosmovisión indígena ............. 45
La viabilidad del Estado en el nuevo marco
de las relaciones de poder ...........................................................53
Gustavo Pedraza Mérida
Introducción ......................................................................................... 53
Fuerzas políticas emergentes Vs. Fuerzas
políticas en decadencia ....................................................................... 53
Viabilidad. Factores determinantes .................................................. 54
Conclusión ............................................................................................ 56
SEMINARIO II
Introducción .........................................................................................73
Políticas sobre los pueblos indígenas ................................................75
Racistas .............................................................................................75
Exterminio .............................................................................75
Esclavismo y servidumbre ..................................................75
Asimilacionistas ..............................................................................76
Asimilación............................................................................76
Fusión cultural o mestizaje .................................................76
Pluriculturalidad.............................................................................76
Principio de ciudadanía.......................................................77
Principio de derecho a la diferencia ..................................77
El multiculturalismo ......................................................77
Lo plurinacional ..............................................................78
Lo indígena-originario en la escena .............................................79
Pueblos indígenas de tierras bajas................................................80
Movimiento o movimientos indígenas ........................................81
Pueblos indígenas altamente vulnerables ........................................82
SEMINARIO III
SEMINARIO IV
Los temas que adquieren centralidad en esta nueva etapa están re-
feridos al diseño del modelo de Estado, visto este como una estructura 15
única e integral con sus dos componentes centrales: la plurinaciona-
lidad y las autonomías que parecen generar una tensión interna en el
modelo, toda vez que se trata de articular conceptos aparentemente
incompatibles: La descentralización de las decisiones políticas hacia
los diversos espacios autonómicos y la necesidad de concentrar y acre-
centar el poder del gobierno nacional para profundizar y consolidar
el proceso de cambios y garantizar la unidad nacional en un Estado
conformado por diferentes naciones y gobiernos sub-nacionales.
INSTRUMENTOS
POLÍTICOS Y
MOVIMIENTOS
SOCIALES Y
19
CIUDADANOS.
CAMBIOS Y
PERSPECTIVAS
La reestructuración del sistema
de representación política en
Bolivia
de representación política
*Roger Cortez Hurtado
Introducción
en Bolivia
y la FBDM, que me permite acceder a esta signicativa tribuna,
propone una reexión sobre la situación y tendencias de evo-
lución de las organizaciones y formas de mediación política en
nuestro país.
De todas ellas, la más conocida, invocada y estudiada, es de-
cir la del partido político, es una creación relativamente reciente
en términos históricos, ya que sus orígenes están estrechamente 21
unidos al surgimiento del capitalismo y el Estado nacional en
Europa.
del sistema
La reestructuración
El partido moderno se diferencia de las formas que lo pre-
cedieron, principalmente en tanto que congrega a sus miembros
y seguidores en torno a programas y plataformas esencialmen-
te políticas y que están organizados alrededor de un núcleo de
cuadros profesionales que viven de y para la actividad política.
Sus expresiones embrionarias (aglutinadas por visiones y
propuestas políticas) se pueden detectar a partir del siglo XVII1,
durante el desarrollo de la guerra civil inglesa (1642 a 1651).
El desarrollo de nuestra República presenta un amplio aba-
nico de experiencias partidistas, pero aquí se prestará atención
exclusivamente a su actuación en los últimos treinta años y, es-
pecialmente, durante la primera década de este siglo.
1
Al respecto hay distintas interpretaciones, como la de Maurice Duverger (Los partidos políticos.
FCE.México 1980) quien al relacionar los partidos principalmente con lo electoral y parlamenta-
rio ubica los orígenes recién en el siglo XIX.
Debido a que en este trabajo se entiende que los partidos, lo
mismo que otras formas de mediación política, son instrumen-
tos de actores y sujetos sociales antes que otra cosa, es indispen-
sable explicitar los principales criterios con los que se analiza el
período y la coyuntura, así como la forma en que se identica y
caracteriza a sus protagonistas.
de representación política
2
En el sentido que la pertenencia a ellos ocurre sin la necesidad de adscripción voluntaria o
consciente de sus componentes.
nivel económico (pero no únicamente en el: una cierta división
económica de la sociedad que no se maniesta política e ideoló-
gicamente, no es ni clase, ni sujeto social)3.
Podremos identicar a una clase en el nivel económico, de-
terminando el lugar que ocupa en la producción, para lo que se
emplean tres criterios principales: a) su relación con los medios
de representación política
de producción (si es propietaria o no de medios de producción);
b) si compra o vende fuerza de trabajo y c) su especialización en
la división técnica del trabajo (producción, distribución, circu-
lación de mercancías; (produce o no bienes tangibles o de otra
naturaleza; participa en la circulación, etc.).
El espacio político de los sujetos sociales –sean clases o no- se
en Bolivia
lo encuentra tomando en consideración: a) su grado de organi-
zación política (¿existen partidos u otro tipo de organizaciones
de mediación política que representen expresa y diferenciada-
mente sus intereses?) y b) su relación con el Estado (¿ es parte
del bloque en el poder?, ¿apoya, desde fuera, al bloque en el po-
der? ó ¿desarrolla, habitual o eventualmente, pactos o alianzas
con componentes de ese bloque?). 23
Para la identicación ideológica de los sujetos, necesitamos
distinguir sus prácticas en la producción de simbolizaciones y
La reestructuración
del sistema
valores (especialmente la de reconocer y asignar normalidad),
ante las otras clases y sujetos; asumiendo que es en esta tensión
que cristaliza el “sentido común” de una sociedad, en un deter-
minado momento. Esta guía de orientación aplicada al conjunto
de actividades de los individuos y grupos, deriva en la cons-
trucción de escalas valorativas, articulando no solo sistemas de
creencias, si no de interpretación y asignación de sentido.
Las clases sociales son de todos los colectivos sociales, los
más estables dentro de una formación social. Su presencia y ac-
ciones son complejas porque al no tratarse de núcleos homogé-
neos, es posible detectar en su seno formaciones internas, de las
cuales las más fáciles de reconocer son las fracciones simples,
3
Esta denición de clase se basa en los criterios propuestos por Poulantzas (1975: 36-81),
según el cual las clases sociales tienen, necesariamente, una presencia vericable en todos
los “niveles” de una formación social.
determinadas, básicamente, por la división técnica del trabajo
vigente en un determinado momento.
Bajo ese criterio, se puede identicar en la clase obrera frac-
ciones: minera, fabril, constructora, agrícola, como las más im-
portantes. En la llamada clase media, podemos señalar dos
grandes bloques: el de la pequeña burguesía tradicional (de
de representación política
4
Tal denominación está muy lejos de ser satisfactoria, en cuanto a rigor económico y socioló-
gico, pero lo mismo que el concepto tratado en la siguiente nota al pie, ha sido socialmente
patentado. Identicamos como informales a los pequeños comerciantes que distribuyen pro-
ductos dos de consorcios capitalistas internacionales y están habitualmente asociados a ma-
yoristas que distribuyen productos de consumo de cadenas transnacionales, a diferencia de los
pequeños comerciantes tradicionales.
5
Otra, bastante peculiar, pero no exclusiva, de nuestra formación social, es la fracción llamada
propagandísticamente llamada “narcotracante”. Sobre ella, he insistido –siguiendo la visión
propuesta por Rosa del Olmo y otros autores- lo equivocado que es llamar “narcotráco” a la
producción y comercio de estimulantes como la cocaína; no sólo, ni principalmente, desde un
punto de vista farmacológico - no se trata de narcóticos, sino de estimulantes - , sino como un
término miticador y estereotípico que confunde deliberadamente.
a copar durante la mayor parte de su vida a la dirección parti-
daria del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)6 y la del Estado
nacional, desde 1952 hasta 1985, habiéndose abierto una signi-
cativa posibilidad de que resurja en este nuevo período estatal7.
Además de estas fracciones simples es posible encontrar lo
de representación política
que se denen como fracciones autónomas (Poulantzas: pp 64-
66) y que son las divisiones internas de una clase, que pueden
tener, o no, como base a una fracción simple, pero, que se dife-
rencian de ellas, por su capacidad de actuar con perl propio y
diferenciado en los planos ideológico y político (tienen “efectos
pertinentes”, en lenguaje de ese autor). Es decir, no se zafan en
ninguno de los planos de las características básicas que deter-
en Bolivia
minan la identidad de una cierta clase, pero, por razones habi-
tualmente relacionadas con la vigencia de una cierta contradic-
ción y correlación social de fuerzas, alcanzan la capacidad de
actuar en lo ideológico y en lo político, de forma diferenciada a
la de su clase de origen.
La burguesía minera y el proletariado de las minas han sido 25
las fracciones autónomas clásicas en nuestra formación social,
durante gran parte del siglo XX, dentro de las clases principales
La reestructuración
del sistema
del capitalismo; mientras que los cocaleros lo son del campesi-
nado y los gremiales de la pequeña burguesía.
Junto a las clases, en nuestro país se comprueba la vigorosa
presencia de sujetos sociales como son los llamados pueblos
originarios8. Estos sujetos sociales no son asimilables o reduci-
bles a clases y han asumido en el último período histórico un
papel protagónico en la escena política, como parte central del
sujeto constituyente que ha desplegado su propia propuesta de
nueva estatalidad, hoy en pleno proceso de ejecución.
6
Con presencia política e ideológica, también en otras organizaciones como ADN, en su versión
más derechista.
7
De 1985 en adelante son más bien las nuevas fracciones empresariales, impulsadas y arro-
padas por fracción burocrática, que copan con características oligárquicas la conducción del
Estado, conformando un nuevo bloque en el poder.
8
A la luz de contradicciones y coyunturas que se han presentado en el desarrollo del proceso
constituyente está planteada como una tarea pendiente, estudiar hasta que punto es sustenta-
ble la idea de que ciertos conjuntos regionalizados (chapacos o cambas, por ejemplo) pueden o
no reconocerse como sujetos sociales.
Las particularidades estatales
de representación política
C. El desarrollo de una crisis política que abre la posibilidad
de la instalación de un estado de excepción: a) una dictadu-
ra militar, b) un régimen bonapartista o c) un Estado fascis-
ta.
en Bolivia
relativa del estado que consiste en que, para mantener su domi-
nio y la capacidad de preservar la cohesión social, es indispen-
sable que el estado exhiba una presencia arbitral, no abierta-
mente comprometida con ninguna clase social en particular; ni
siquiera aquella que efectivamente detenta la titularidad estatal.
Para este n es preciso que el estado sea independiente de los
intereses inmediatos y directos de la clase dominante, sin que 27
por ello abdique de preservar los intereses estratégicos y de
largo alcance de dicha clase.
La reestructuración
del sistema
Esta independencia controlada se reere especial - pero no
exclusivamente - al área económica y permite que el estado
pueda otorgar concesiones a las clases subalternas, en aquellas
coyunturas en que la presión y movilización de las clases y con-
juntos sociales excluidos del estado alcanza la intensidad su-
ciente. Por medio de este recurso se puede rearmar la imagen
de equidistancia, imprescindible para mantener el funciona-
miento del sistema.
de representación política
nuevo compuesto por fracciones pequeño burguesas, aliadas
con fracciones burguesas industrial, comercial y nanciera, so-
brevivientes del período anterior.
El nuevo bloque en el poder terminó diluyendo en poco tiem-
po, cualquier participación obrera y consolidándose en torno
a la hegemonía de una burguesía burocrática de Estado9, que
en Bolivia
dedicó una parte importante de su existencia a derivar buena
parte del excedente generado por las empresas públicas hacia
la creación de un empresariado privado, apropiándose ilegal o
irregularmente de una parte de ese excedente y, por encima de
cualquier otra consideración, copando el poder político estatal,
por medio de varios partidos y las FFAA, por más de cuatro dé-
cadas. 29
Este último es el eslabón clave de los procesos de reconfor-
mación del bloque en el poder y donde debe ubicarse la ruptura
La reestructuración
del sistema
y diferente ubicación de los sujetos: el acceso y ejercicio del po-
der político. Los campesinos pueden ser clase apoyo del Estado,
pero el papel de clase mantenedora del Estado quedó reservado
a la “clase media” de las ciudades (proceso en el que intervi-
nieron, además de los factores clasistas, consideraciones étnicas,
culturales y raciales). El aprendizaje de los sujetos subalternos es
que el Estado –inclusive uno que creyeron o pareció suyo- des-
iguala a través de la política.
En la fase dictatorial, de 1971 a 1982, se sumaron derrotas
militares y políticas de diversos sectores populares, mientras el
9
Charles Bettelheim es quien analiza a fondo a esta fracción en las economías “socialistas” y
particularmente en la soviética.”La lucha de clases en la URSS”, Siglo XX, México, 1978. La
caracteriza como compuesta por “agentes de reproducción, distintos a los productores, que [..]
tienen la disposición efectiva de los medios de producción y de los productos que pertenecen
formalmente al Estado” (pág. 36/ Vol. I). Arma que no necesitan ser agentes conscientes de
la burguesía (los cuadros movimientistas si lo eran) pero terminan asimilándose a ella por “su
interés material y situación social” (ídem).
campesinado de origen aymara y quechua transitaba por la ruta
que lo llevó a autonomizarse del MNR y de la tutela militar. El
primer bloqueo nacional de caminos convocado por la CSUTCB
para resistir el golpe del Cnel. Natusch Busch, en 1979, corona
simbólicamente ese proceso y abre el tercer ciclo constitutivo
durante el cual el sujeto constituyente campesino-indígena co-
brará identidad y conciencia de sí mismo y articulará una exten-
de representación política
de representación política
y sucumbe en 2003, ante la embestida de un nuevo sujeto cons-
tituyente, cuyo proyecto estatal se ha incubado por unos tres
lustros10.
en Bolivia
FSB, entre los más importantes), al nal del ciclo – durante la
fase de democracia pactada- puede verse una proliferación de
partidos representativos de la burguesía burocrática de Estado
y de las nuevas fracciones empresariales que ella ha incubado
desde el Estado.
La reestructuración
del sistema
Parlamento, pero paulatinamente, a través de ajustes al código
electoral y otras medidas, del MNR, ADN y el MIR intentaron
promover el estrechamiento del espectro de partidos.
10
En “Poder y proceso constituyente en Bolivia” (2005), una compilación de ensayos y artículos
que escribí entre 1990 a 2005, se encuentran varios artículos referidos a la declinación del sis-
tema partidario. Ver, por ejemplo, pp 60-63, 262-270. Existen versiones digitalizadas del texto
para descarga libre en diversos sitios de internet.
Dirigentes de diversos sectores sociales, especialmente de los
campesinos, utilizaron durante esta fase las oportunidades que
se les brindaban los partidos mayoritarios para presentar sus
candidaturas en espacios municipales y menos frecuentemente
a las Cámaras legislativas.
Pero, a partir de la creación del Instrumento Político para la
de representación política
Las elecciones de 2002 fueron las últimas en las que los prin-
cipales componentes del sistema partidario consiguieron una
holgada mayoría. De allí en adelante el IPSP sumará victorias
hasta concentrar dos tercios de los votos a escala nacional.
Antes de pasar a examinar la situación actual es indispensa-
32
ble detenerse en lo que ocurrió entre 1990 a 2002, lapso durante
el cual la fortaleza electoral de los partidos conservadores fue
contrapesada, además de la diversicación del sistema de re-
Roger Cortez Hurtado
11
La mayor parte de esta parte del trabajo se ha tomado del ensayo sobre participación y
control social que he concluido el mes de julio recién pasado para la Fundación Eberth-Ildis y
la FBDM.
Se entiende aquí que las organizaciones -sean sindicatos u
otras modalidades de agremiación, asociaciones corporativas de
toda índole- son piezas constitutivas del sistema de representa-
ción12. Son entidades con características sui generis, propias de
cada formación económico-social y que sirven a sujetos sociales
colectivos para expresarse y estructurar sus luchas reivindica-
tivas.
de representación política
Son cuerpos altamente estructurados, resultantes de una tra-
yectoria que moldea y sedimenta una cultura que recoge ten-
dencias más o menos caudillistas, participativas o pasivas de sus
componentes; mientras más estables y organizadas, tienden a
ser más jerárquicas, verticales y burocratizadas.
en Bolivia
Las organizaciones sociales evolucionan al compás de la par-
ticipación de su membresía; por lo tanto, mientras son más e-
cientes y ecaces tienden a una mayor burocratización y favore-
cen la pasividad de “sus bases”, que suelen reaccionar, cuestio-
nando y sobrepasando al “staě” directivo, cuando un giro de la
situación deprime sus ingresos, recorta o amenaza sus derechos
o privilegios. 33
La reestructuración
del sistema
ron creadas o se fortalecieron a inicios del funcionamiento del
estado nacionalista revolucionario y casi todas se tornaron en
asociaciones vinculadas y funcionalizadas a ese Estado, durante
la primera fase de su existencia. Luego, se fueron distanciando
de él y actuaron no sólo como entidades de reivindicación cor-
porativa, sino como canales de expresión política de los sectores
subalternos.
12
Y como tales resultan ser aparatos ideológicos estatales.
fuertemente vinculada al eslabonamiento de nuestra economía
a la globalización, supuso nuevas importantes modicaciones
en cuanto a sobrevivencia, continuidad, extinción y aparición
de sujetos sociales.
La representatividad, capacidad movilizatoria y, mucho más,
la aptitud para amparar el surgimiento de visiones y proyec-
de representación política
de representación política
deslegitimaron y se embarcaron en una espiral de violencia y
conspirativa que los condujo a la derrota.
en Bolivia
todos sus opositores disminuyó en un tercio de millón de votos
en el mismo lapso, ya que en 2005, sumados todos, acumularon
1.8 millón de votos y en 2009 llegaron a 1.5 a pesar de que al
disminuir drásticamente la abstención, tuvimos 5 millones de
electores; es decir, alrededor de un 20% más que en la elección
nacional previa.
35
La novedad de las elecciones sub nacionales de abril pasado
es una fuerte rearmación del sentido autonómico de los votan-
La reestructuración
del sistema
tes, quienes expresaron inconformidad con el comportamiento
ocialista en la zona andina y de valles, donde hubo un repunte
de la abstención y una importante transferencia de votos hacia el
Movimiento Sin Miedo, actualmente la única opción habilitada
para enfrentar al ocialismo.
de representación política
como de una agilidad táctica extraordinaria.
La recuperación de las agrupaciones ciudadanas, para cana-
lizar iniciativas de sectores no profesionalizados políticamente,
es una prioridad para construir un sistema de representación
sano y vigoroso, pero no será fácil por la negativa predisposi-
ción del IPSP y casi todos los demás partidos.
en Bolivia
*Roger Cortez Hurtado
Profesor de pregrado y postgrado de la UMSA investigador político
y social, periodista, médico, productor y realizador de radio y televisión
ex diputado nacional, estratega en comunicación. 37
La reestructuración
del sistema
El protagonismo político de
organizaciones sociales cruceñas
que fue invisibilizado
* Gisela Karina López Rivas
invisibilizado
La caída de Gonzalo Sánchez de Lozada, en octubre de 2003,
marca el quiebre en la historia del sistema de partidos políti-
cos de Bolivia. Junto con Goni, cayeron todos los liderazgos, de
derecha, de izquierda y de centro que hasta entonces sobrevi-
vían. A partir de entonces, las organizaciones partidistas que se
disputaron, se aliaron y se turnaron el poder durante todo el
periodo democrático ininterrumpido no han podido salir del 39
hoyo en el que se sumieron. Ahora, prácticamente ya no existen.
Algunos de sus exponentes aún están vivos, físicamente, pero
sus liderazgos son cadáveres. Esto no se puede negar.
El protagonismo político
de organizaciones sociales
¿Quién los mató?, es la gran pregunta. ¿Quién derrocó el sis-
tema de partidos políticos en Bolivia? ¿O quiénes? Si miramos
su historia, la forma cómo ellos mismos fueron desgurando
la democracia, a nombre de la gobernabilidad por ejemplo, po-
dríamos concluir que se suicidaron.
Los movimientos sociales interpretaron un rol protagónico
interpelador de los partidos políticos, no sólo en los últimos
años a partir de 2003 -que es cuando empieza la hecatombe de
las organizaciones partidistas en nuestro país-, sino mucho an-
tes.
En consideración de esta situación, referida al estado del
sistema de partidos políticos de Bolivia, es que centralizo mi
análisis en el rol que han tenido y siguen teniendo los movi-
mientos y/o organizaciones sociales. El rol político, porque de
alguna manera, ese protagonismo les hace ser y aparecer –a los
movimientos sociales- como los sustitutos de los partidos, de-
trás de un partido, ya que la mayoría –no todos- están impulsan-
do el IPSP-MAS (Instrumento Popular para la Soberanía de los
Pueblos), que es el instrumento político que surge de los movi-
mientos sociales y que lo lidera actualmente Evo Morales Ayma.
invisibilizado
vos, que impulsa este discurso desde diferentes palestras, sobre
todo desde la denominada institucionalidad cruceña.
El protagonismo político
de organizaciones sociales
les, es una mentira. Que niega –valga la redundancia- la presen-
cia protagónica de hombres y mujeres representativas/os de esta
tierra que han conformado diferentes organizaciones sociales,
que han sido capaces de aliarse entre ellos y organizar bloques
de representación ciudadana, sobre todo rural, pero también
urbana, muy fuertes políticamente hablando. Bloques sólidos y
con capacidad de movilización y de incidencia política envidia-
ble por cualquier tienda partidaria.
invisibilizado
Más allá de los cuestionamientos que uno pueda tener sobre
el proceder de Isaac Ávalos que terminó aliándose con los que
fueron sus verdugos el año 2003, no se puede negar que es un
líder social de un movimiento campesino cruceño, la FUTCSC-
AT. Guste o no, Ávalos es un líder cruceño, que representa a una
parte de la sociedad cruceña, pero además una parte bastante
numerosa, campesina, rural.
43
Estos hechos no se pueden seguir negando. Isaac Ávalos, al
igual que Silvia Lazarte, Nemesia Achacollo y otros y otras, re-
El protagonismo político
de organizaciones sociales
presentan la renovación de los liderazgos políticos no solo de
esta región, también del país. ¿Está bien? ¿Está mal? ¿Son mejo-
res que los liderazgos de antes? ¿Son peores? No me correspon-
de juzgarlos. Será la historia la que se encargue de esa tarea.
La FUTCSC-AT, juntamente con la Federación de
Colonizadores de las Cuatro Provincias del Norte –otra organi-
zación de migrantes e hħos de migrantes campesinos cruceños-
fueron protagonistas del cerco a Santa Cruz, en septiembre de
2008. Llegaron a movilizar cientos de campesinos que fueron
apostados a lo largo de siete kilómetros sobre la carretera tron-
cal que une Santa Cruz con Cochabamba. Este hecho fue una
muestra de la capacidad de movilización que tienen las organi-
zaciones sociales rurales cruceñas.
El Movimiento Sin Tierra (MST), otra organización de cam-
pesinos, también fue protagonista del cerco a Santa Cruz y ha
tenido un rol protagónico como movimiento social en sus luchas
reivindicativas sobre el acceso a la tierra. Santa Cruz es la sede
nacional de este movimiento, del MST-Bolivia.
Entonces, ¿cómo es eso de que “esto de organizaciones sociales
no es de los cruceños, sino de occidente”?
Son muchas las organizaciones y/o movimientos sociales en
Santa Cruz y son diferentes sus identidades. He mencionado a
de representación política
invisibilizado
protagonista político en este momento. Está luchando por las
autonomías indígenas en sus territorios, por la recuperación
de sus territorios, tiene representación política en la Asamblea
Legislativa Plurinacional con representantes no solo por escaño
especial, también por votación universal. Además, tiene un re-
presentante en la Asamblea Legislativa Departamental.
La APG no es orgánica del MAS. Los guaraní no son masis-
tas y ellos lo subrayan cada vez que pueden y quieren diferen- 45
ciarse del partido ocialista. Han sido aliados del Gobierno en
determinados momentos y lo seguirán siendo, seguramente, en
El protagonismo político
de organizaciones sociales
función de sus intereses colectivos, de sus necesidades. Alianzas
legítimas, desde nuestro punto de vista.
justicia, etc. con base en sus usos y costumbres donde, para mala
suerte de los partidos políticos –incluido el MAS-, no está la -
gura de tienda partidaria. Hoy, un pueblo indígena puede estar
aliado al MAS, mañana podría estar con otro partido político
que se comprometa resolver sus problemas históricos. Esto no
solo sucede con el pueblo guaraní, pasa con la mayoría, si es que
no todas las naciones indígenas bolivianas. Por eso, en el último
en Bolivia
invisibilizado
zativamente, están inmersos en la actividad política. La APG es
una prueba evidente, ya que organizativamente se ha aliado con
el MAS para ganar, por ejemplo en el municipio de Gutiérrez en
Santa Cruz. Similar alianza se dio en Charagua, donde la APG
se vuelve a aliar con el MAS y logra ganar la autonomía indí-
gena, la primera en el departamento de Santa Cruz. Es decir,
la experiencia política del mundo indígena ahora es otra, que
demuestra que no quieren ser más representados por otros no
indígenas, sino por ellos mismos. No quieren que uno o dos ex 47
líderes de ellos mismos los representen individualmente, sino
que sean sus propias organizaciones las que denan quiénes son
El protagonismo político
de organizaciones sociales
los postulados. Es decir, aprendieron de los errores e ingenuida-
des del pasado y se metieron nomás a navegar en las turbulentas
aguas de la política.
invisibilizado
todo. Pero la marcha siguió y el gobierno de entonces tuvo que
acceder a comprometerse para abrir la Constitución Política del
Estado e introducir la gura de la Asamblea Constituyente para
viabilizar su realización.
Desde entonces, el Bloque Oriente no descansó más en ese
rumbo. Después vinieron otras movilizaciones, de otros sec-
tores sociales de Bolivia, de las tierras altas. Hasta que, entre 49
todos, lograron el cometido. Pero los primeros en demandar
Asamblea Constituyente fueron liderazgos sociales cruceños,
El protagonismo político
de organizaciones sociales
indígenas que, más allá de haberla exigido fueron protagonistas
de una movilización callejera que recorrió kilómetros pacíca-
mente para presionar a los gobernantes. La propuesta de esta
caminata para pedir una Constituyente nació en la sede de la
Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), la
sede indígena que fue destruída y que quedó en ruínas el 11 de
septiembre de 2008, destrucción de la que la prensa no informó,
o lo hizo a medias y de forma desgurada de la realidad, tuvo
que ver con el protagonismo político que ha tenido la CPESC
como promotora de la creación y liderazgo del Bloque Oriente.
Esta alianza se movilizó por la ley de tierras y por la regla-
mentación de esa ley. Se dio el lujo de redactar una propuesta
de CPE para Bolivia, con sus demandas, con su visión indige-
nista, con sus intereses indígenas y campesinos evidentemen-
te, pero lo hizo como ningún partido político ni de ocialismo
ni de oposición pudo hacerlo. El texto de CPE que presentó el
Bloque Oriente fue la base del documento que redactó y presen-
tó a la Asamblea Constituyente el Pacto de Unidad, esa podero-
sa alianza de organizaciones sociales de oriente y occidente, de
las tierras bajas y altas del país, que en los hechos fue la única
alianza que tuvo incidencia en el contenido del texto de CPE
en la Asamblea Constituyente. El Bloque Oriente también fue
la base para la conformación del Pacto de Unidad, que terminó
siendo una réplica de la experiencia del Bloque pero a nivel de
de representación política
todo el país.
Este liderazgo político parece invisible en Santa Cruz y en
Bolivia. ¿Por qué no se habla de él en los medios de comunica-
ción cruceños y bolivianos en general? ¿Por qué no son motivo
de investigaciones académicas, sistematizaciones, estudios, esta
experiencia política donde los actores no han sido los clásicos y
en Bolivia
tradicionales políticos?
invisibilizado
Las organizaciones sociales, tanto las indígenas como las
campesinas, así como las urbanas-populares y todas las existen-
tes que han estado activando políticamente, van a existir mien-
tras en este país se continúe arrastrando la deuda social. Todos
estos movimientos han tenido un denominador común: la nece-
sidad de sobrevivencia; y se han introducido casi a la fuerza en
la política, obligados por nuestra democracia han modicado 51
sus propias normas. Lo hicieron los campesinos y los cocaleros
a nales de los 80 y principios de los 90, cuando decidieron crear
El protagonismo político
de organizaciones sociales
el instrumento político y lo fundaron en el 97-98. Y hoy lo están
haciendo los indígenas.
52
en Bolivia
La viabilidad del Estado en el
nuevo marco de las relaciones
de poder
*Gustavo Pedraza Mérida
de las relaciones
Introducción
de poder
punto central y el eco para poder hablar del sistema de partidos
políticos; así podremos introducirnos en el tema con una de-
nición clásica de lo que es el Poder, porque de él dependen las
relaciones que se desarrollan en toda sociedad. Una denición
clásica es la que hace Carlos Marx cuando dice que el poder po-
lítico es el poder organizado que ejerce una clase para poder
reprimir a otra. 53
de las relaciones
podrían hacerlo inviable.
de poder
propuesta del bloque, y también es de orden cientíco, y es
que en la mayoría donde están administrando nuevas fuer-
zas políticas no ha sufrido grandes cambios y esta es una de
las razones para que en Nicaragua, Ecuador, Paraguay haya
un problema de orden estructural; pero no hay que mirar
eso, la pregunta es: ¿hay un modelo económico en el Estado 55
plurinacional que sea diferente al capitalismo?, ¿es posible
la construcción de un modelo económico digno en los mar-
EL MOVIMIENTO
INDÍGENA
ORIGINARIO.
SU ROL EN LA
CONSTRUCCIÓN DE
LA SOCIEDAD Y EL
ESTADO BOLIVIANO
El movimiento indígena originario
del altiplano
*Roberto Choque Canqui
Introducción
del altiplano
(Bolivia) abarca desde la invasión hispana hasta nuestros días.
originario
Por una parte, se encuentran las rebeliones de los hermanos
Katari de Chayanta y Túpak Katari y por otra, los enfrentamien-
tos de los pueblos indígenas del oriente boliviano contra los
patrones de haciendas entre 1779 y 1782, cuya gura más im-
portante fue el gran capitán o general Cumbay. Durante la repú-
blica, las sublevaciones se desarrollaron desde el periodo del go-
bierno de Mariano Melgarejo, especialmente, a consecuencia de
la ley de ex vinculación de 1874 hasta la rebelión de Pablo Zárate 59
Willka. Durante el siglo XX, se puede partir desde el movimien-
to de los llamados caciques apoderados, abarcando la guerra del
El movimiento
indígena
Chaco hasta el “Primer Congreso Indigenal Boliviano” en 1945,
cuando se congregaron los representantes indígenas de toda la
república para abolir denitivamente la servidumbre indígena
y la implementación de la educación rural o indigenal. Desde
1952, con la reforma agraria de 1953 se vivió una etapa histórica
diferente a lo que fue antes del 52, hasta llegar a esta etapa de
cambios políticos, sociales, económicos y constitucionales.
del altiplano
Política del Estado, podía resolver “que ningún compañero
originario
indio haga de pongo y ninguna compañera india de mitani”.
Nadie fuera de sus obligaciones conocidas debía trabajar “sino
le pagaban bien”. Todo trabajo debía ser voluntario, no se podía
“mandar hacer nada por la fuerza”; por eso, se debía consultar
primero y convenir el precio del salario o jornal, sin ese trato,
este no podía “hacer ningún trabajo”1. Lamentablemente, aun-
que Ramos Quevedo hizo lo posible para llevar adelante dicho 61
Congreso, fue separado del mismo y desterrado por el gobier-
no. Sin embargo, de su labor inicial, quedaron algunas de sus
El movimiento
indígena
ideas.
1
Boletín del Congreso Indigenal Boliviano. La Paz, 2 de febrero de 1945.
República, Gualberto Villarroel. De acuerdo al mismo, cualquier
transacción hecha por el indígena tenía que tener como base
una remuneración justa, se abolían los servicios de pongueaje
y mitanaje, la educación indigenal debía ampliar su cobertura a
la mayor cantidad de población, y se debían tomar un conjunto
de disposiciones transitorias con el n de mejorar la producción
en el país.
de representación política
del altiplano
cionalidades, no solamente en Bolivia sino en América (Choque
originario
y Quisbert 2006:186-187). Las culturas ancestrales, especialmen-
te, las lenguas originarias seguían discriminadas con el pretexto
de que eran solamente dialectos con pocos hablantes.
El movimiento
indígena
Nacionalista Revolucionario, derivando en confrontaciones con
la creación de nuevos partidos políticos y a su vez, ocasionando
el enfrentamiento entre los líderes campesinos. El sindicalismo,
hasta cierto punto, sólo ha servido para dividir al movimiento
campesino en varios sectores contrapuestos (ch’ampha guerra).
Los políticos de la derecha como de la izquierda procuraron uti-
lizar a los dirigentes para sus intereses sectarios o partidarios.
Los militares a través del pacto militar campesino utilizaron al
sindicato campesino tanto para enfrentar al movimiento obrero
y campesino. Algunas referencias se proporcionan en la obra
de uno de los primeros diputados indígenas. Según este, “El
Pacto Militar Campesino estaba incrustado en todas las orga-
nizaciones y en todos los lugares y eran, hasta cierto punto,
mercenarios a sueldo del gobierno, porque toda esa gente que
hacía espionaje eran delatores que tenían un sueldo que reci-
bían a través del Instituto de Colonización”. Oscar Céspedes era
el Secretario Ejecutivo de la Confederación de Campesinos de
Bolivia de entonces; es decir, de la máxima organización servil y
dueña del Pacto Militar Campesino. (Tapia 1995: 348 y 350-351).
Situaciones como esas es probable que se hayan presentado en
otros momentos, pero lo importante es que procedimientos si-
milares sean superados. De los antecedentes históricos que se
tienen, se percibe la necesidad de que los dirigentes campesinos
y los políticos dejen de jugar con los intereses del movimiento
de representación política
indígena.
una liberación total. En este sentido, era una nueva doctrina que
tendía a liberar al indio de la esclavitud (Ranaboldo: 1988).
del altiplano
a la raza blanca, sino que también signicaba acabar con su reli-
originario
gión, su cultura, su economía, su moral, todo (Pacheco 1992: 37).
El movimiento
indígena
tal contra el sistema colonial sitiando por dos veces a la ciudad
colonial de La Paz. En marzo y octubre de 1781. El que escribe
este artículo, a partir de 1972, por su propia iniciativa personal,
había estado dando una serie de charlas sobre la historia de
Túpak Katari en varios lugares del departamento de La Paz.
2
La Directiva Ejecutiva estaba conformada de esta manera: Secretario General: Raymundo
Tambo, Secretario de Relaciones: Rosendo Condori, Secretario de Prensa y Propaganda:
Claudio Paye, Secretario de Organización: Manuel A. Suca, Secretario de Hacienda: Armando
Choque, Secretario de Vinculación Femenina: Tania Cruz y Secretario de Actas: Walter Torres.
pacios de poder sin estar sometidos al paternalismo de los par-
tidos políticos. También es evidente que Cárdenas, Secretario
Ejecutivo del Movimiento Revolucionario Túpak Katari de
Liberación (MRTKL), a través de una alianza con el Movimiento
Nacionalista Revolucionario (MNR), llegó a ser. Si bien ello, per-
mitió que un indígena llegara a ese espacio de poder, también
tuvo consecuencias para el MRTKL como partido.
de representación política
del altiplano
nismo de lucha. Es evidente, hasta ese momento, el Movimiento
originario
al Socialismo (MAS) encabezado por Evo Morales se presentaba
como una fuerza política alternativa frente a los partidos tradi-
cionales. Esta situación estaba variando con las anunciadas elec-
ciones puesto que con la evolución política del MAS se percibía
la esperanza de una mayor participación indígena para buscar
la solución de sus problemas sociales, culturales, étnicos, políti-
cos y económicos. 67
El movimiento
indígena
tema electoral tuvo su importancia para el movimiento indíge-
na actual. El electorado indígena antes estaba acostumbrado a
mirar al mundo q’ara, pero esa situación iría a cambiar para ya
no dar su voto a los partidos tradicionales (MNR, ADN, MIR y
otros). Desde luego, la reforma del sistema electoral podía fa-
cilitar a las comunidades indígenas y a los sectores populares
que tuvieran una participación considerable en el poder legis-
lativo. En el 2002, se apreciaba una considerable presencia de
representantes indígenas en el parlamento nacional, pero con
una preparación precaria que dicultaba su desenvolvimiento,
especialmente para responder a los desafíos en la dinámica po-
lítica, étnica y cultural del país. En ese entonces, como resultado
de una votación mayoritaria para el MAS, Evo Morales (indíge-
na aymara) estuvo muy cerca a la Presidencia de la República
por ocupar el segundo lugar en las elecciones generales de 2002
(Pulso, 12-18 de julio de 2002). Se decía que nunca más podría
presentarse una situación similar para un indígena que quisiera
llegar a la presidencia de un país dominado por una minoría
criolla (elite) desde su fundación. Pero era evidente también
como un indígena en ese entonces se estaba proyectando hacia
un futuro cercano para tomar el poder en mejores condiciones
políticas.
del altiplano
res), los pueblos indígenas del oriente y otros sectores indígenas
originario
no campesinos. Hasta entonces, el movimiento campesino que
representaba a un sector rural no lograba entender la política
indígena y sólo quería negociar con el gobierno de turno a títu-
lo de la organización sindical sobre los problemas coyunturales
del agro. Lo peor, los dirigentes o líderes en vez de promover un
movimiento estructurado, más bien parecían promover peleas y
enfrentamientos inútiles entre ellos por el liderazgo, como ocu- 69
rrió en Oruro con la separación de otra fracción campesina que
quería representar a la CSUTCB. Hasta ese momento, la fracción
El movimiento
indígena
campesina liderada por Ramón Loayza se mantenía aglutinada
debilitando a Felipe Quispe que trataba de mantenerse en el sin-
dicalismo a nivel nacional.
del altiplano
originario
En esas circunstancias, llegó la convocatoria a una movili-
zación nacional para rechazar la exportación del gas a Estados
Unidos, lanzada por el MAS de Evo Morales y una coordinadora
de Cochabamba que no tenía un liderazgo claro (La Razón, 28-
09-03). Desde entonces, el tema del gas pasó a formar parte de
las demandas indígenas, lo cual seguramente fue una sorpresa
para el gobierno. Se procedió al bloqueo de los caminos del alti- 71
plano lacustre, La Paz-Copacabana y La Paz-Achacachi-Sorata.
Desde ese momento, los indígenas tomaron en serio la no venta
El movimiento
indígena
del gas boliviano a los Estados Unidos ya que ese recurso debe
beneciar primero a los indígenas y ciudadanos del país. En
esas circunstancias, cientos de turistas nacionales y extranjeros
estaban detenidos en Sorata esperando ser rescatados. El rescate
de turistas de la localidad de Sorata con medidas desatinadas
tuvo alcance inesperado. Las acciones militares contra los cam-
pesinos en Warisata ocasionaron las primeras muertes. Este he-
cho explosionó el movimiento campesino y popular de El Alto
(Choque Canqui 2006: 51) hasta desembocar días más tarde en
el derrocamiento del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Bibliografía
• Choque Canqui, Roberto
• El movimiento indígena boliviano y el octubre negro”. En: Esteban Ticona (Com-
pilador). El pachakuti ha empezado (Pachakutixa qalltiwa). La Paz, Ediciones Ya-
chaywasi, 2006.
• Choque Canqui, Roberto y Cristina Quisbert Quispe
• La educación indigenal en Bolivia. La Paz, UNIH-PAKAXA, 2006.
• Choque Canqui, Roberto y Cristina Quisbert Quispe
• Los líderes indígenas aymaras. La Paz, UNIH-PAKAXA, 2010.
• Ranaboldo, Claudia
• El camino Perdido: Chinkasqa Ñan Armat Thaki. Biografía del líder campesino
kallawaya Antonio Álvarez Mamani. La Paz, SEMTA, 1987.
• Tapia Q., Luciano
• Ukhamawa jakawisaxa (Así es nuestra vida). Autobiografía de un aymara. La
Paz, Talleres Grácos Hisbol srl, 1995.
El movimiento indígena originario.
Su rol en la sociedad y el Estado
*Alcides Vadillo Pinto
Su rol en la sociedad
Uso de la palabra “indio”3
y el Estado
• Indio de carga: El que en las Indias Occidentales conducía
de una parte a otra las cargas, supliendo la
carencia de otros medios de transporte.
• Caer de indio: Caer en un engaño por ingenuo.
• Hacer el indio: Divertirse o divertir a los demás con trave-
suras o bromas. Hacer algo desacertado y
perjudicial para el que lo hace. 73
• Hice el indio al prestarle las cinco mil pesetas que me
pidió.
El movimiento indígena
originario.
• ¿Somos indios?: Expresión familiar con que se reconviene a
uno cuando quiere engañar o cree que no
le entienden lo que dice.
• Se me salió el indio: En América signica montar en cólera.
Introducción
3
Cletus Gregor Barié Extracto de Diccionario de la lengua española, Madrid, 1992. [edición
electrónica, www.rae.es]
Estas formas particulares y diversas no coinciden, en todo
o en parte, con los modelos sociales y culturales de las socieda-
des nacionales –no indígenas– dentro de las cuales viven estos
pueblos. Esta situación, que no ha sido resuelta en el proceso
de desarrollo del Estado moderno, prevalece con varias con-
secuencias negativas para el pleno acceso de los indígenas en
tanto ciudadanos a sus derechos fundamentales, así como para
de representación política
Su rol en la sociedad
presente trabajo tiene dos partes: La primera, que pretende un
acercamiento a las diferentes políticas públicas que los estados
han desarrollado en relación a los pueblos indígenas; la segunda
parte pretede dar respuestas a las preguntas planteadas para el
y el Estado
presente foro.
El movimiento indígena
originario.
ral)
4
Rodolfo Stavenhagen: “Los pueblos indígenas y sus derechos”. Ocina de la UNESCO, Méxi-
co. E-mail: mexico@unesco.org
www.unescomexico.org
análogas del vencido. Fue el caso de nuestro territorio
donde la colonia impuso, el repartimiento de tierras,
la encomienda de indios y el impuesto indígena.
Bolivia nació hace 185 años bajo el sello de la exclu-
sión y la dominación de sus mayorías indígenas.
ción nacional)
Su rol en la sociedad
cias culturales, de unidad en la diversidad.
y el Estado
y el Estado, para la convivencia de grupos culturalmente
diferentes: El multiculturalismo y la Plurinacionalidad.
i. El Multiculturalismo
El movimiento indígena
originario.
Este término es usado en su sentido jurídico o de
hecho como aceptación de la diversidad cultural en
un determinado territorio, pero también se usa en su
acepción normativa o axiológica, como debe proce-
derse a organizar la vida social y pública.
ii. Lo plurinacional
78
La base del nuevo pacto político: De individuos a
sujetos colectivos.
Alcides Vadillo Pinto
Su rol en la sociedad
• No existe un modelo, hay intentos
• Reconoce la diversidad étnica / nacional de la sociedad. (36 pue-
blos)
• Pueblos Indígenas como base del Estado Plurinacional.
(Participación en los Órganos de Poder y autonomías)
y el Estado
• Pueblos indígenas con derecho de libre determinación.
(Autonomía)
• Reconocimiento del derecho propio. (jurisdicción Especial
Indígena)
• Derechos colectivos en propiedad protegida de venta, fragmenta-
ción o conscación.
• Idiomas indígenas como ociales y garantía de educación bilin- 79
güe.
El movimiento indígena
originario.
Políticas sobre Pueblos Indígenas en bolivia
Su rol en la sociedad
Asamblea Constituyente fue una demanda (igual que la de
pueblos y territorios) que nació de la CIDOB y se convirtió en
demanda de los movimientos sociales a partir de la Marcha in-
dígena por la Asamblea Constituyente que realizó la CIDOB en
y el Estado
el año 2002.
Más allá de la historia de ese debate y de las posiciones
planteadas por diferentes organizaciones, pero como conse-
cuencia de todo ello, la nueva Constitución Política del Estado
reconoce su carácter Plurinacional, la existencia de pueblos indí-
genas y naciones originarias con derechos especícos en cuanto
tales, su derecho al territorio, al autogobierno y a su libre deter- 81
minación, entre los más importantes.
El movimiento indígena
originario.
¿Movimiento o movimientos indígenas?
Es importante señalar que existen 36 pueblos indígenas
(Constitucionalmente reconocidos) esto implica que cada uno
de ellos tiene su propia identidad cultural, idioma, tradición his-
tórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existen-
cia es anterior a la invasión colonial española.
Muchos de estos pueblos, fundamentalmente de la región
amazónica, que durante muchos años han permanecidos aisla-
dos de las colectividades nacionales y del mercado, que desarro-
llan economías comunales y de subsistencia son bastante homo-
géneos en cuanto a aspiraciones y visión de futuro; sin embargo,
también existen algunos pueblos con una economía fuertemente
articulada al mercado, donde la identidad étnica está cruzada
con actividades económicas, profesionales y de clase.
La unidad de estos pueblos en sus luchas reivindicativas ha
sido y será posible en la medida que existen demandas comunes
o enemigos comunes y esa es la historia del “Pacto de Unidad”
que creó una plataforma de demandas comunes para todos los
pueblos indígenas, desde una visión de lo indígena popular y
no desde la visión culturalista.
Su rol en la sociedad
Colonia: El República: Revolución Reivindicación de Bolivia
repartimiento y La Republica Nacional (1952): tierras bajas: Nace Plurinacional,
y el Estado
la encomienda, del criollo, Voto universal, la CIDOB (1982), comunitaria,
el pago de destrucción demanda de tierra democrática y con
impuestos, de las educación y territorio en 1990, autonomías.
trabajos comunidades, primaria reconocimiento como
forzados en nacimiento de obligatoria, pueblos y derechos
las minas, haciendas, organización territoriales (CPE 1994)
levantamientos servidumbre y sindical, Bolivia multicultural. Asamblea
indígenas pongueaje Reforma Agraria, Constituyente.
(1780) eliminación de la Tierras altas: El Mallku Evo Morales 83
servidumbre y el y Evo, la guerra del Presidente. Nueva
latifundio agua y la guerra del gas CPE
El movimiento indígena
*Alcides Vadillo Pinto originario.
Abogado cruceño especialista en el tema indígena y tierra. Director
de la fundación tierra en santa cruz. ex director nacional del INRA,
ex director jurídico de la secretaría nacional de participación popular.
Ha sido jefe de la unidad indígena de la misión de naciones unidas en
Guatemala.
El movimiento indígena
Su rol en la constitución de
Su rol en la construcción de la
sociedad
y el Estado boliviano1
El movimiento indígena
originario.
naturales a los que han tenido acceso, el ejercicio de la justicia
comunitaria y la democracia comunitaria, son demandas que
posicionan al movimiento indígena de esta región como un ac-
tor que cuestiona la base monocultural y homogénea del Estado
boliviano.
1
Documento elaborado por Leonardo Alberto Tamburini, Director Ejecutivo del Centro de Estu-
dios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), con aportes de Elba Flores Gonzáles y Claudia
Victoria Montaño Suárez, responsables de los programas de investigación e incidencia política
de la Institución.
Emerge como actor social en 1990 en la histórica Marcha “por
el territorio y la dignidad”, que parte de Trinidad el 15 de agosto
de ese año, encabezando un movimiento que interpela históri-
camente el Estado y el proceso de formación social boliviana. La
formación del “Estado Nacional”, negó su identidad e intentó
integrarlos bajo los moldes de la campesinización, sin éxito nin-
guno. Los sectores de poder regional se sirvieron de ellos como
de representación política
Su rol en la constitución de
poder.
El movimiento indígena
originario.
– Son doblemente discriminados: por su ascendencia indígena
y opción política cuestionadora (en el caso de los sectores de
poder del Oriente) y por su criticidad hacia un proceso que no
termina de incluirlos porque no entiende su realidad (Estado
Nacional).
– Por ello sus movilizaciones crispan los ánimos del Estado re-
gional y Nacional.
Su rol en la constitución de
El movimiento indígena de las tierras bajas ha contribuido
de manera fundamental a la construcción del proceso de trans-
formaciones y cambio que vive el país. Para su mejor análisis
podríamos dividir en dos ejes de interpelación2:
El movimiento indígena
originario.
cultural de Bolivia.
d) Con el reconocimiento del derecho colectivo a consolidar
sus territorios en calidad de TCO.
e) Derecho al aprovechamiento sostenible de los recursos
naturales en el marco del desarrollo sostenible.
f) A la administración de justicia en sus territorios,
g) Así como avanzar en el ejercicio de sus derechos políti-
cos, pero sin lograr plenamente la apertura del sistema
de representación política, el monopolio de los partidos
polítcos.
h) Al reconocimiento a sus lenguas y una educación dife-
renciada, como la EIB.
2
MONTAÑO SUÁREZ, Claudia Victoria: en VALENCIA, Pilar y EGIDO, Iván, “Los pueblos
indígenas de las tierras bajas en el proceso constituyente boliviano”. CEJIS Santa Cruz 2010.
Anexos.
De todos modos, son hasta aquí, un actor social con deman-
das sectorializadas, las cuales, tienen que ver con su realidad
local y regional; por lo tanto, su eje de reivindicación gira en
torno a los temas tierra-territorio, recursos naturales y me-
dio ambiente.
Su rol en la constitución de
En el marco del Estado autonómico junto al Estado y la so-
ciedad civil están sentando los cimientos en la construcción
de las autonomías departamentales, municipales, regionales
y autonomías indígenas que es un desaó que tiene el Estado
Plurinacional.
El movimiento indígena
originario.
Peso especíco en el bloque de poder
3
La misma fue rechazada en esa instancia por considerársela “inconstitucional”.
Por otro lado, ya internamente, permitiría a los pueblos in-
dígenas ejercer la territorialidad, que supone sentar soberanía
en el territorio y ejercer control, fortalecer las formas de orga-
nización y estrategias económicas, formas propias de trabajo co-
Su rol en la constitución de
de manera sostenible; la denición de normas de protección de
los recursos naturales, la educación bilingüe y sus formas cul-
turales, todo sustentado en base a al conocimiento, sabiduría y
prácticas milenarias.
En ese contexto, los planes de vida o de gestión integral,
como instrumentos participativos de gestión deben reejar la
visión de desarrollo que quieren los pueblos indígenas, que va
más allá de priorizar exclusivamente el sistema económico o
el aprovechamiento de los recursos naturales como estrategias
de desarrollo. La capacidad efectiva de decisión y gobierno en
sus territorios en el área económica, debe valorar las bases de
la economía indígena, posibilitando la inserción en el mercado
pero condiciones más favorables, asumiendo un capital humano
fortalecido que encare el proceso de intercambio comercial, res- 93
petando sus formas de economía, mal llamadas de subsistencia,
que se basan en la reciprocidad.
El movimiento indígena
originario.
Permitiría que los pueblos indígenas implementen sus políti-
cas integrales, así como, contribuir con sus conocimientos a in-
corporar su visión en las políticas nacionales, departamentales
y locales de manera que esté presente la mirada de su visión
integral del buen vivir.
REALIDAD Y
PERSPECTIVAS DE LA
AUTONOMÍA
DEPARTAMENTAL
DE SANTA CRUZ
La reforma constitucional del régimen
Hacia la reconducción del proceso
de distribución de competencias
autonómico.
La reforma constitucional del
régimen de distribución
de competencias.
*Juan Carlos Urenda Díaz
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
vo encabezado por un gobernador y una asamblea legislativa
con facultad de dictar leyes departamentales1. Sin embargo,
en contrapartida y en forma contradictoria, ha desarrollado un
gobierno central desmesurado y ha opuesto cortapisas al desa-
rrollo pleno, especialmente de los gobiernos departamentales,
como demostramos más adelante. De esta manera, ha creado
una novedosa forma de Estado, en la que coexisten regímenes
territoriales autónomos en un Estado centralista, fórmula “a la
boliviana” que genera un Estado contradictorio en sí mismo y,
por lo tanto, fallido. Veamos cuáles son las principales disposi-
ciones de naturaleza centralista de la Constitución que anulan
fundamentalmente el régimen de autonomías departamentales:
1
CPE 277., 278., y 279.
los referéndums de mayo y junio de 20082 en Beni, Pando,
Santa Cruz y Tarħa, con el 79,5%, 81,96%, 85,6% y 78,78%,
respectivamente,3 en procesos electorales a los que ningún
tribunal competente declaró nulos y en los que no se eviden-
ció ni una sola denuncia de fraude. ¿Podría haber ignorado
la Asamblea Constituyente y el Congreso Nacional la volun-
tad soberana expresada en las urnas con relación al régimen
de representación política
98 Pando
2
CPE 300.
3
Fuente: Cortes Departamentales Electorales.
4
Los cuadros comparativos están insertos como anexos en el libro El sueño imperturbable, el
proceso autonómico boliviano, Editorial El País, 2009, del autor.
5
El Estatuto del Beni consigna todas sus competencias como competencias coordinadas con
el Gobierno Central y los municipales. En cambio, los estatutos de los departamentos de Pando,
Santa Cruz y Tarija, así como la Constitución Política del Estado, clasican sus competencias
como exclusivas, compartidas y/o concurrentes y ejecutivas, razón por la que no se puede hacer
una comparación competencial entre las competencias del Estatuto Departamento del Beni y
las de la Constitución, ya que no hay categorías de competencias similares para comparar.
Cubiertas con limitaciones (generalmente sujetas a una ley
nacional):
de distribución de competencias
Cubiertas completamente: 10 competencias equivalentes al
15,5%.
Tarħa
No cubiertas: 41 competencias equivalentes al 68,33%.
Cubiertas con limitaciones (generalmente sujetas a una ley
nacional):
10 competencias equivalentes al 16,66%.
Cubiertas completamente: 9 competencias equivalentes al
15%.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
Resumen de competencias de los Estatutos
en la Constitución
Santa Cruz 62,13% (41) 22,72% (15) 15,15% (10) 100% (66)
6
CPE 298. y 299.
f. En todas las competencias asignadas al nivel central arriba refe-
ridas, el nivel central tiene la potestad de dictar leyes nacionales
de distribución de competencias
centralizada. En conclusión, en las competencias privativas y
exclusivas del Nivel Central del Estado y en las compartidas y
concurrentes, el Nivel Central del Estado detenta el monopolio
de la facultad de legislar, lo que constituye un centralismo polí-
tico absolutamente incompatible con un Estado de autonomías.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
car su desarrollo. La planicación nacional es una compe-
tencia “privativa”,11 del nivel central del Estado, esto es, que
la “… legislación, reglamentación y ejecución no se trans-
ere ni delega, y están reservadas para el nivel central del
Estado”,12 y los gobiernos departamentales autónomos de-
ben planicar su desarrollo “en concordancia con la plani-
cación nacional”.13 Esta planicación centralizada es propia
de los sistemas socialistas radicales y, de ninguna manera,
condice con la descentralización de la planicación que es
un presupuesto básico de los regímenes autónomos.
7
CPE 297.
8
CPE 298 II. 17.
9
CPE 298. II. 17.
10
CPE 299. II. 2.
11
CPE 298. I. 22.
12
CPE 297. I. a).
13
CPE 300. I. 35.
i. La sujeción de la utilización de las “regalías” departamen-
tales por parte de los gobiernos departamentales “…en el
marco del presupuesto general de la nación…”14 cercena la
autonomía económica de los departamentos. Además, la
Constitución establece que regulará las regalías mediante
ley15, quedando, por lo tanto, latente el peligro de que el go-
bierno central centralice aún más ese derecho logrado por
de representación política
14
CPE 300. I. 36.
15
CPE 351 IV.
3. La Ley autoriza a los gobiernos autónomos departamentales
el ejercicio de las competencias exclusivas que les asigna la
de distribución de competencias
cias exclusivas departamentales asignadas por los estatutos
de autonomía de Beni, Pando, Santa Cruz y Tarħa, aproba-
dos con el 79.5%, 81,96%, 85.6% y 78.78%, respectivamen-
te, de la población de cada uno de esos departamentos en
referéndums que ninguna autoridad jurisdiccional declaró
nulos.
4. No autonomiza ni transere recursos económicos adiciona-
les a favor de las entidades autónomas, se limita a raticar
los porcentajes de asignación de las transferencias de dine-
ro condicionadas desde el nivel central, recursos que, por
ser centralizados, pueden ser recortados, reasignados o sus-
pendidos en cualquier momento. De esa manera, no asigna
recursos para las competencias exclusivas de los gobiernos
departamentales, municipales e indígenas, sobre las que au-
toriza su ejercicio, violando el artículo 305 de la Constitución
que establece que “Toda asignación o transferencia de com- 103
petencias deberá estar acompañada de la denición de la
fuente de los recursos económicos y nancieros necesarios
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
para su ejercicio”.
5. No establece descentralización scal ya que por mandato de
la Constitución, la Ley requiere que leyes del nivel central
de gobierno regulen la capacidad de los gobiernos departa-
mentales para establecer tributos.
6. Ratica el mandato constitucional propio de estados radical-
mente centralistas: todas las competencias no establecidas
en la Constitución y todos los vacíos de ley, corresponden
a la esfera del nivel central del Estado. Esto es justamente lo
contrario de lo normado en todos los regímenes autonómi-
cos o federales del mundo.
7. Establece un Estado de planicación centralizada propio de
estados de socialismo radical, no democrático. La planica-
ción centralizada es absolutamente contradictoria con los es-
tados autónomos.
8. Tiene la fórmula simple para destituir a cualquier autoridad
elegida a simple presentación de una acusación formal de
cualquier scal que nadie eligió. Este instrumento puede
acabar son el sistema democrático en Bolivia. Esto ya no tie-
ne que ver con centralismo sino con totalitarismo.
9. Por lo anterior, más que una ley de autonomías es una ley de
de representación política
de distribución de competencias
berano por las autonomías departamentales, debe basarse en
un acuerdo político nacional donde los actores centrales sean
los nueve departamentos autónomos y el gobierno central para
que, en lo posible, se consensúe un régimen de autonomías que
respete el espíritu de los estatutos aprobados en los cuatro de-
partamentos y, al mismo tiempo, se dote a los demás departa-
mentos de una autonomía que no resulte un engaño.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
Se deben pues conjugar las manifestaciones de la voluntad
soberana de los cuatro departamentos autónomos, con la que
predominó en el occidente del país que aprobó la Constitución,
a efecto de edicar un pacto que respete ambos mandatos y dé
viabilidad al Estado boliviano. Un pacto con esas características
respetaría las manifestaciones soberanas expresadas en todos
los referéndums.
sulten centralizadas.
16
Ver Estatutos de Autonomía de Aragón (art. 70 y ss.), Cataluña (art. 110 y ss.) y La Rioja (art.
8 y ss.), en España.
de tipo federal17 que atribuya a las regiones aquellas competen-
cias no asumidas o asignadas al Estado o a las Regiones. Esta
de distribución de competencias
petencias que no están listadas corresponden al nivel central del
Estado. Por ello, proponemos modicar la formulación de dicha
cláusula para ponerla a tono con lo que se requiere para los re-
gímenes autónomos, es decir, que todas aquellas competencias
no listadas pudieran corresponder a los territorios autónomos.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
o asignadas al Estado o a las regiones.
Italia, recientemente, en el artículo 117 de su Constitución, ha adoptado una cláusula federal
clásica (cláusula residual) a favor de las regiones que establece lo siguiente:
“Corresponde a las regiones la potestad legislativa en cualquier materia no expresamente
reservada a la legislación del Estado”.
España tiene una interesante cláusula residual de doble alcance establecida por el artículo
149.3 que reza así:
“Las materias no atribuidas expresamente al Estado por esta Constitución podrán correspon-
der a las Comunidades Autónomas, en virtud de sus respectivos Estatutos. La competencia
sobre las materias que no se hayan asumido por los Estatutos de Autonomía corresponderá al
Estado, cuyas normas prevalecerán, en caso de conicto, sobre las comunidades autónomas
en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas”.
La Sentencia del Constitucional español 82/1984 delimita con claridad la cláusula del artícu-
lo 149.3:
“A las Comunidades Autónomas pueden corresponder las competencias no reservadas ex-
presamente al Estado (con relación a cada materia) pero aquellas que no se hayan asumido
en el Estatuto (dentro de las asumibles) corresponden al Estado.”
La cláusula española no tiene la rigidez de las cláusulas residuales clásicas federales como
la norteamericana y la italiana que, directamente, sin más consideraciones, asignan a las
regiones las competencias legislativas no asignadas al Estado nacional. Asimismo, tiene la
virtud de que, en caso que las regiones no asuman una competencia que no está listada
como “exclusiva” del Estado, porque no le interesa o no la puede sostener económicamente,
el Estado la asume como propia de manera que el servicio que implica esa competencia no
se queda sin ser prestado a la población.
6. Seguridad del Estado, Defensa, Fuerzas Armadas, y
Policía Boliviana: Competencia desdoblada en dos. Por un
lado, se mantienen como privativas del nivel central del Estado
la Seguridad del Estado, la Defensa y las Fuerzas Armadas. Por el
otro lado, se traslada a la categoría de exclusiva del nivel central
del Estado a la Policía Boliviana, bajo la denominación de Policía
Nacional. Este cambio se realiza con la nalidad de permitir que
de representación política
de distribución de competencias
competencia. No es posible que los departamentos productores
no tengan participación alguna en este rubro que genera el prin-
cipal ingreso por concepto de regalías y coparticipaciones tribu-
tarias en el país. La facultad constitucional de los departamen-
tos de scalizar la liquidación de estos conceptos es importante
para promover la transparencia de la administración pública en
todo el territorio nacional.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
22. Política económica y planicación nacional: Competencia
desdoblada. Se mantiene la Política económica como privativa
del nivel central del Estado, y se traslada la competencia de
Planicación nacional como exclusiva del nivel central del Estado
por cuanto en la labor de planicación de la actividad pública
económica de todo el territorio nacional el gobierno nacional
debe tener la posibilidad de asignar ciertas facultades de plani-
cación a los niveles subnacionales.
de distribución de competencias
operen en más de un departamento, a efecto de eliminar la duplici-
dad de la misma competencia asignada a los gobiernos departa-
mentales autónomos en el art. 300. I. 13 de la Constitución.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
nos departamentales porque consideramos que el nivel departa-
mental puede administrar de más cerca este proceso, máxime si
las asambleas departamentales están compuestas mayoritaria-
mente por representantes provinciales.
de distribución de competencias
departamental” que es exclusiva departamental (art. 300 I. 20)
se le ha quitado la restricción de limitarla a “Políticas” y se la ha
dejado como Turismo departamental que consiste en la capacidad
legal integral de crear in situ atractivos turísticos.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
5. Sobre las competencias compartidas entre el nivel central del
Estado y las entidades territoriales autónomas (art. 299 i.)
18
Ver supra análisis de la competencia “Política general sobre tierras y territorio y su titulación”
(art. 298 I. 17).
cir municipales. Esa tiene que ser una competencia compartida
entre el nivel departamental y el municipal.
7. Regulación para la creación y/o modicación de im-
puestos de dominio exclusivo de los gobiernos autónomos:
Competencia eliminada por cuanto contradice la competencia
exclusiva departamental denominada Creación y administración
de representación política
de distribución de competencias
da por las razones que se anotan en la exposición de motivos bajo la
competencia del Art. 298. II.35 supra.
Políticas de turismo: Competencia agregada como comparti-
da por las razones que se anotan en la exposición de motivos bajo
la competencia del Art. 298. II. 37 supra.
Políticas de educación y salud: Competencia agregada como
compartida por las razones que se anotan en la exposición de
motivos bajo la competencia del Art. 298. II. 17 supra.
Recursos naturales estratégicos que comprenden minerales
espectro electromagnético, recursos genéticos, biogenéticos y
las fuentes de agua: Competencia agregada como compartida
por las razones que se anotan en la exposición de motivos bajo
la competencia del Art. 298. II. 4 supra.
115
Sanidad e inocuidad alimentaria: Competencia agregada
como compartida por las razones que se anotan en la exposición
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
de motivos bajo la competencia del Art. 298. II. 21 supra.
de distribución de competencias
terpretarse como una competencia de ejecución del nivel central
del Estado y porque, como se ha reiterado en numerosas oca-
siones en esta propuesta, las competencias deben centrarse en
materias, no en algunos aspectos de las materias. El segundo pá-
rrafo se borra, porque si vamos a someter esta competencia a los
“planes” del nivel central del Estado, esta deja, naturalmente, de
ser una competencia exclusiva del departamento. Más bien es el
departamento el que debe coordinar los planes de ordenamien-
to territorial con los gobiernos municipales e indígenas. En con-
secuencia, el texto de la competencia quedaría de la siguiente
manera: Ordenamiento territorial y uso de suelos en coordinación con
los gobiernos municipales e indígena originario campesino.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
gubernamentales, fundaciones y entidades civiles sin nes
de lucro que desarrollen actividades en el Departamento:
Agregamos la palabra “cooperativas” después de organizacio-
nes no gubernamentales, puesto que consideramos que no hay
necesidad de que sea el gobierno central quien apruebe la per-
sonalidad jurídica de estas entidades.
de distribución de competencias
Estado por cuanto no es congruente.
36. Administración de sus recursos por regalías en el marco
del presupuesto general de la nación, los que serán transferi-
dos automáticamente al Tesoro Departamental: Se borra “en el
marco del presupuesto general de la nación” a efecto de que es-
tos recursos no sean determinados y condicionados por el nivel
central del Estado, lo que constituiría un enorme retroceso en
materia de descentralización económica departamental.
Competencias agregadas como exclusivas departamentales
que no están especicadas en la Constitución.
Organización, estructura y funcionamiento de sus órganos
e instituciones autónomas. El artículo 300 I. 1 de la Constitución
otorga a los gobiernos departamentales la potestad de “elaborar
su estatuto” de acuerdo a la Constitución (ver arriba fundamen-
tación del retiro de la palabra “ley”). Consideramos que para 119
tener un contenido real esta potestad implica la competencia
del departamento de dictar la norma legal principal que regule
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
la organización, estructura y funcionamiento de sus órganos e
instituciones autónomas. La lógica de esta propuesta sería igual-
mente aplicable a los gobiernos municipales (Art. 302 I. 1).
Organismo de seguridad departamental. Como está expli-
cado en la exposición de motivos bajo la competencia 298 I. 6
supra, la competencia denominada “Policía nacional” se tras-
lada a exclusiva nacional y la de “seguridad ciudadana” se la
traslada de concurrente a compartida, a efecto de que la norma
general le corresponda al nivel central y la reglamentación y
ejecución de la competencia queden en control de los gobier-
nos departamentales. Es en ese sentido que se concibe asignar
al departamento un organismo de seguridad departamental, a
efecto de que el gobierno departamental autónomo tenga fuer-
za coercitiva dentro de la legislación del Estado.
Catastro rural. Competencia agregada como exclusiva por
las razones que se anotan en la exposición de motivos bajo la
competencia 298 II. 22 supra.
Riego. Competencia agregada como exclusiva por las ra-
zones que se anotan en la exposición de motivos bajo la com-
petencia de “riego” explicada en la categoría de competencias
“concurrentes”del art 299 II supra.
Servicios básicos De acuerdo al principio de subsidiariedad,
el Estado no debe hacer lo que puede hacer más ecientemente
de representación política
19
La Ley Orgánica de Gobiernos Regionales del Perú (art. 8 num. 10), dene el principio de
subsidiariedad de la mejor manera en el derecho comparado: “El gobierno más cercano a la
población es el más idóneo para ejercer las distintas funciones que le competen al Estado. Por
consiguiente, el Gobierno Nacional no debe asumir competencias que pueden ser cumplidas
ecientemente por los Gobiernos Regionales y estos, a su vez, no deben involucrarse en rea-
lizar acciones que pueden ser ejecutadas ecientemente por los gobiernos locales, evitando la
duplicidad de funciones.” En esa misma línea, la Ley de Bases de la Descentralización (art. 14
num. 2 inc. a) ya establecía que el principio de subsidiariedad era el primer criterio para la asig-
nación y transferencia de competencias: “Criterio de subsidiaridad. El gobierno más cercano a la
población es el más idóneo para ejercer la competencia o función, por consiguiente el gobierno
nacional no debe asumir competencias que pueden ser cumplidas más ecientemente por los
gobiernos regionales, y estos a su vez, no deben hacer aquello que puede ser ejecutado por los
gobiernos locales, evitándose la duplicidad y superposición de funciones”.
competencia compartida, y tiene que ver con la facultad del go-
bierno departamental de generar las condiciones para optimizar
de distribución de competencias
Áreas protegidas departamentales: El gobierno departamen-
tal debe tener la potestad de asignar áreas protegidas, al margen
de las que designa el nivel central del Estado.
Hacia la reconducción
del proceso autonómico.
la competencia 299. II. 2 supra.
La autonomía.
acción de esta índole la protagonizó el cabildo cruceño de 1568,
que rechazó a Pedro de Zurita como gobernador mandado des-
de el Perú y designó a Diego de Mendoza como gobernador
en sustitución de Ñuo de Chávez, que fue asesinado por los
Itatines. Andrés Ibáñez, siglos después va a levantar banderas
federalistas difundiendo al mismo tiempo la concepción iguali-
taria, encarnando una profunda predisposición social al cam-
bio. El memorándum de 1904, la lucha por el ferrocarril, la lucha
por las regalías, la lucha por la descentralización en la década
del 80 del siglo pasado son todas una misma lucha. Y nalmen-
te como consecuencia de ello, en la primera década del siglo
XXI, se plasma en el concepto de autonomía, la autonomía de-
partamental.
La autonomía y su importancia para la región
La autonomía.
economía internacional, y eso de alguna u otra forma em-
pieza a generar tensiones en un Estado que hasta por lo me-
nos el año 1985 era un actor económico primario, un Estado
centralizado que manejaba la planicación económica, que
obviamente no podía convivir fácilmente con los otros entes
a nivel departamental. Paralelamente se estaba consolidando
el retorno de la vigencia del sistema democrático, se van dan-
do también signos evidentes de que la administración central
no acompañaba bien los procesos económicos; y en una eco-
nomía liberal, no es necesario una planicación y una admi-
nistración centralizada, por lo tanto el ingrediente económico
es un factor que empieza a presionar para descentralizar la
gestión pública. Pero hay también un ingrediente político, y
es la necesidad de legitimar el poder a través de la amplia-
ción de la ciudadanía a actores regionales y locales. Y esa es
la segunda razón por la que muchos apuntan a una gestión
participativa, incorporando a ciudadanos en municipios ru-
rales, incorporando ciudadanos a niveles regionales, que his-
tóricamente habían sido excluidos de la acción política, de la
acción gubernamental, por lo tanto de la ciudadanía, que se
ejercía principalmente desde el nivel central.
trativa que se puede dar mejor desde el nivel local. Ese con-
texto evidentemente es muy diferente al que hoy vivimos y
se lo puede notar porque en este momento estamos viendo
más bien una tendencia continental a fortalecer al Estado y
por lo tanto a fortalecer los mecanismos de planicación, a
fortalecer la intervención del Estado en la economía, y más
que una democracia representativa, se están aanzando los
en Bolivia
d) Avances en lo social
126
Lo más relevante se dio en materia social: le otorgan por dele-
gación la administración, de los recursos humanos, del servi-
Reymi Ferreira Justiniano
La autonomía.
y sus miembros se eligen por voto popular. Hemos avanzado
porque estos consejos ya no son simplemente consultivos; ahora
son también órganos normativos.
La autonomía.
que están saliendo leyes como la que se discute y analiza en esta
oportunidad.
Quiero comentar que soy optimista respecto a la compara-
ción de esta nueva ley “Andrés Ibáñez” con la ley de descentra-
lización de 1995. Sin embargo, si comparamos el estatuto auto-
nómico aprobado el 4 de Mayo del año 2008, obviamente hemos
retrocedido, quien ha leído el texto, sabe que el texto que aprobó
la junta pre-autonómica el año 2007 y que se sometió a referén-
dum en Mayo de 2008, si se lo compara, vemos que entre el 33 y
35% de las competencias todavía no han sido reconocidas en la
Constitución y mucho menos en la Ley Marco de Autonomías y
no se modica mucho, es decir hemos retrocedido.
Pero permítanme manifestar lo que siempre dħe, a pesar de
que mucha gente me decía “masista, traidor”, y es que el esta-
tuto, -en eso tenemos diferencias con Juan Carlos Urenda- era
federalista, y en el referéndum del año 2006, se nos preguntó
si queríamos descentralización a través de autonomías. Se nos
preguntó si estábamos de acuerdo con las autonomías, y vota-
mos SÍ más del 70% de los cruceños; pero la pregunta no decía
“federalismo”. ¿Por qué digo federalismo?, ¿cuál es la diferencia
entre la descentralización política y el federalismo?
Conclusión
La autonomía.
salud, hábitat, agua potable, educación, patrimonios culturales,
recursos naturales, biodiversidad, medio ambiente, recursos hí-
dricos, desarrollo rural, planicación, ordenamiento territorial,
transporte, energía, seguridad ciudadana, relaciones internacio-
nales, atención a desastres naturales.
Es por eso habría que hacer esfuerzos por que la ley especíca
que se aprobará para regular la educación, respete y de alguna
u otra forma, exibilice lo que está en la Constitución. Que si la
educación es única, no quiera decir que será uniformadora, y
que a título de una educación “descolonizadora” se nos colonice
con la cultura andina. Eso implica, para nosotros por ejemplo,
una amenaza al mestizaje de la cultura criolla, y eso es también
en Bolivia
tema central.
Huntington dice que los conictos del siglo XXI no van a ser
económicos, sino que van a ser ideológicos y culturales, y si uno
analiza, la gran cantidad de conictos de los últimos diez años
han tenido esas motivaciones, como el conicto chechenio, la
132 desintegración de Yugoslavia, las tensiones en Canadá, lo que
ocurre en medio oriente, fíjense: En este momento, los grandes
problemas que tienen los Estados Unidos ya no son con los co-
Reymi Ferreira Justiniano
133
La autonomía.
de representación política
en Bolivia
El diseño autonómico.
Su coherencia constitucional
Su coherencia constitucional
*Carlos Romero Bonifaz
Introducción
El diseño autonómico
que protagonizó la lucha por el federalismo bajo el liderazgo del
igualitario Andrés Ibáñez y luego las acciones regionales condu-
cidas por los “Domingo” también La Paz, reivindica el federa-
lismo para contrarrestar el poder del sur, durante la Revolución
federal de 1898-99. Así, las regiones construyeron una serie de
hitos en el proceso de resistencia al centralismo.
Estado boliviano.
Una primera particularidad es que se trata de una realidad
profundamente diversa, desde el punto de vista cultural, tam-
bién desde el punto de vista económico y geográco. Lo cultural
entendido como construcción espiritual y material de los seres
136 humanos en colectividad, nos lleva a una convivencia de distin-
tos modos de producción, según la visión marxista; como una
sociedad abigarrada en términos de René Zavaleta, o como un
Carlos Romero Bonifaz
Su coherencia constitucional
Estado y las regiones y pueblos originarios.
Coherencia de las autonomías con el nuevo contexto.
El diseño que ha concebido la Constitución Política del Estado
es el social de derecho plurinacional autonómico. Social de dere-
cho porque tiene como punto de partida una concepción liberal
que rigió la organización del Estado, que se la recoge del pasado
y se la proyecta al futuro, pero también admite lo plurinacional
comunitario en el sentido de incorporar el reconocimiento de
sujetos colectivos indígenas, en calidad de sujetos titulares indí-
genas, respetando sus propias organizaciones.
La tercera dimensión es la regional, sujetos colectivos que ne-
cesitan profundizar su historia desde el punto de vista de sus
propias identidades, es esto lo que debe resolver la autonomía 137
en el diseño constitucional, que es un diseño algo extraño, com-
plejo, es una mezcla de esas respuestas erráticas insucientes
El diseño autonómico
de la asamblea constituyente, que se completan en términos de
pacto en el diálogo de Cochabamba en el mes de septiembre
de 2008, que básicamente no se modica en lo sustancial en el
Congreso Nacional en el mes de octubre.
Su coherencia constitucional
funcionalizar las competencias a la dinámica del mercado o so-
lamente a la iniciativa privada. Una lógica de desarrollo combi-
nado, siguiendo la tesis de Samir Amin, debe considerar que los
países subdesarrollados tienen una estructura económica hete-
rogénea. Un país subdesarrollado como este, en el que no existe
un núcleo hegemónico o el predominio de un sistema económi-
co sobre los demás, requiere de un diseño en el que el modelo
de desarrollo económico sea combinado. En la Constitución se
ha denominado a este modelo como plural, lo que implica lógi-
camente que hay que redenir el rol del Estado en la economía.
El Estado debe intervenir en los sectores estratégicos y debe re-
gular los términos del intercambio entre sistemas económicos
asimétricos. Debe realizar estas dos funciones necesarias que
responden a la realidad de un país subdesarrollado, entonces la
asignación competencial será correspondiente a este proceso.
139
La denición de políticas sobre recursos naturales correspon-
de al nivel nacional en la Constitución porque, por su naturaleza
El diseño autonómico
intrínseca, en un país como Bolivia con una estructura fragmen-
tada donde lo regional, lo indígena y lo sectorial suelen corpora-
tivizarse, el factor de cohesión de compactación del Estado, son
las políticas sobre recursos naturales. Este es un factor centrípe-
to, no es una fuerza centrífuga, como puede ser el factor étnico
o el regional. Entonces ahí radica nuestra principal diferencia
de concepción con relación a los estatutos autonómicos. Ahora
bien, que las políticas sobre los recursos sean de competencia
nacional no signica que las autonomías no tienen nada que ver
con relación a los mismos, por el contrario, su rol se denirá en
la gestión de los mismos, en las respectivas leyes sectoriales.
Su coherencia constitucional
el proceso requiere muchos acuerdos políticos. Luego, se dice
que la potestad tributaria está subordinada a una ley de clasi-
cación de impuestos. Por supuesto que sí, tenemos que preser-
var algunos dispositivos garantistas en materia tributaria, por
ejemplo: impedir la doble tributación; y cómo lo vamos hacer?
Lo vamos a hacer clasicando los impuestos que corresponden
al nivel nacional, a los departamentos y a los municipios.
El diseño autonómico
retractación de los acuerdos asumidos en ese gran pacto na-
cional que es la Constitución Política del Estado, a propósito
de aprobar o no los estatutos autonómicos indígenas mediante
referendo. De la misma manera, Potosí se movilizó no porque la
autonomía esté estrangulada, sino porque no están ejercitando
la gran oportunidad de la trasferencia competencial, porque es
muy paradójico agitar la consigna federal y al mismo tiempo pe-
dirle al centralismo que le construya aeropuertos internaciona-
les, que le construya caminos interprovinciales o le implemente
una fábrica de cemento, que son competencias propias de las
autonomías departamentales. Esto nos sirve porque nos explica
esa cultura que deviene de la fragmentación social y sobre-cor-
porativización de las acciones colectivas. Entonces ahí está pre-
cisamente el rol de un Estado autonómico que debe facilitar los
procesos de coordinación y de acuerdos programáticos para evi-
tar que se construya un aeropuerto internacional en Oruro, otro
en Uyuni y otro en Sucre. Es decir, para evitar que la autonomía
no siga una ruta fragmentacionista y agonizante que sólo pue-
de generar elefantes blancos, sino que la autonomía responda a
esta gran expectativa de cohesión de Estado, de fortalecimiento
de la compactación estatal.
Conclusión
de representación política
terno del MAS fue duro porque habían excesivos temores con
relación a la autonomía. Eso hay que decirlo autocríticamente,
porque negar la autonomía sería como pretender ponerse al
frente de una estampida.
Su coherencia constitucional
racionalizamos el sector salud, el nuevo diseño de educación,
el diseño de ordenamiento territorial, etc. Cómo desarrollamos
estos temas sectoriales en términos tangibles, en términos de
procedimientos, de recursos, de pasos y de decisiones.
El diseño autonómico
*Carlos Romero Bonifaz
LA CONSTRUCCIÓN
DEL ESTADO
PLURINACIONAL
Y AUTONÓMICO. 145
DETERMINANTES
DE TIPO ECONÓMICO-
POLÍTICO
El modelo económico
en Bolivia
*Waldo López Aparicio
primera parte
en Bolivia
“Modelo” es lo que sirve de objeto de repetición porque es
perfecto en su género, es una representación paradigmática o
un prototipo que sirve de ejemplo a seguir o reproducir.
El modelo económico
“simplicada”.
dominante.
como República.
en Bolivia
bilidad de resolver los problemas económicos y el suministro de
bienes y servicios de interés colectivo.
El modelo económico
gencia como resultado de la imposición por un dictador o una
minoría que detenta el poder por la fuerza, o por último, pue-
den existir como resultado del propio desarrollo de las fuerzas
productivas y la economía misma y ser aceptados naturalmente
por la sociedad.
en Bolivia
En toda sociedad, hay identidad de intereses y conicto de
intereses. La identidad de intereses nos llevará a la asociación y
cooperación social para hacer posible a todos(a) una vida mejor
que la que pudiera tener cada uno(a) si viviera asilado o viviera
únicamente de sus propios esfuerzos y recursos. El conicto de
intereses en toda sociedad existe porque como personas, no so- 151
mos indiferentes respecto a cómo han de distribuirse los bene-
cios producidos por asociación y cooperación social, ya que con
El modelo económico
el objeto de perseguir nuestro bien individual generalmente se
preere una mayor participación en los benecios que una me-
nor. Se requiere entonces que el régimen económico se base ante
todo, en un conjunto de principios para escoger entre diferentes
arreglos sociales que determinan esta división de ventajas y para
suscribir un convenio sobre las participaciones distributivas co-
rrectas. Según John. Rawls, estos principios fundamentales son
los principios vitales para la sociedad porque proporcionan un
modo para asignar derechos y deberes en las instituciones bá-
sicas de la sociedad y denen la distribución apropiada de los
benecios y las cargas de la cooperación social, y por ello deben
estar establecidos en la CPE.
Segunda parte.
en Bolivia
tural.
El modelo económico
no atrae inversión extranjera, no promueve la inversión
privada nacional ni ejecuta ecazmente sus presupues-
tos de inversión pública.
en Bolivia
i) Acabar con el Colonialismo desmontando la institucio-
nalidad, la normatividad y lógica civilizatoria,
El modelo económico
diversidad que imponga la interculturalidad en todos
los ámbitos orientando relaciones simétricas de poder,
156
Waldo López Aparicio
en Bolivia
“Marx decía que el socialismo a futuro no es nada más que
la arcaica comunidad agraria expandida, universalizada y mejo-
rada. El mismísimo Marx, que hablaba hace más de 150 años de
una sociedad futura, encontró una gran fuerza de futuro cuan-
do estudió las comunidades agrarias. Aquí en Bolivia tenemos
esa fuerza. Lo que para unos es un sinónimo de retraso, para
nosotros, los revolucionarios, es una fuerza productiva de socia- 157
lismo, es el porvenir, que ahora está mutilado y maltratado pero
que tiene que deshacerse de todo lo que lo aplasta, expandirse,
El modelo económico
irradiarse, universalizarse y tecnicarse. El socialismo comuni-
tario es la expansión de nuestra comunidad agraria con sus for-
mas de vida privada y comunitaria, trabajo en común, usufructo
individual, asociatividad, revocatoria, universalizado en condi-
ciones superiores”…..
en Bolivia
al sector agrario comunitario. Su técnica sigue siendo extractivas
de materias primas para la exportación con intenciones de in-
dustrialización y no está claro como introducirá nuevas técnicas
en las comunidades agrarias que tendrían como fuente de recur-
sos para inversión los excedentes de los mineros e hidrocarbu-
ros, al parecer producirán fundamentalmente para satisfacer la
demanda del país porque actualmente no tienen experiencia de 159
exportación comunitaria.
El modelo económico
4.- debilidades y fortalezas del modelo productivo social co-
munitario en el campo economico.
Cuarta parte
El modelo productivo cruceño.
en Bolivia
en Bolivia
diversicada que actualmente tiene un relativo desarrollo auto
sostenido en base a la producción para el mercado interno y la
exportación a mercados con importantes ventajas arancelarias
como los de la Comunidad Andina.
El modelo económico
del crecimiento económico cruceño en el campo social con indi-
cadores por encima de los nacionales.
los hidrocarburos.
Autonomista.
Debilidades del modelo:
Exceso de mercado
Exceso de localismo
Secundariza el sector Estatal.
Amenazas para el modelo:
Debilitamiento del ritmo crecimiento económico con resulta-
dos insucientes en la disminución de la pobreza y el atraso
del país.
Quinta Parte
en Bolivia
insuciencia de mano de obra calicada en el país.
El modelo económico
que al igual que una mezcla de pinturas lograda en un cuadro
pintado por el artista, la mezcla de Estado, comunidades ori-
ginarias, empresas modernas y Mercado debemos de plantear
los bolivianos. Ello pasa por una voluntad de lograr acuerdos
democráticos, consensos que nos encaminen a un pacto social.
La imposición de uno de los proyectos de manera aislada dará
lugar a una mayor confrontación social en la que la mayoría de
los bolivianos no queremos participar.
Sexta parte
164
en Bolivia
SEIS DE CADA DIEZ
TRABAJADORES GANAN POR
DEBAJO DEL COSTO DE
ALIMENTACION
en Bolivia
• El 73,1% de los trabajadores de la Industria (en su mayoría obreros)
son subempleados por ingresos.
• En el sector Comercio se registra un 64, 4% de subempleados por
ingresos.
• En tanto que en la Construcción se registra un 57,2%. En este como
en los anteriores sectores tradicionalmente la fuerza de trabajo ha sido
sub-remunerada.
165
El modelo económico
de representación política
en Bolivia
166
Waldo López Aparicio
Bolivia necesita de
entrega al Gobierno Central la “Propuesta de Descentralización
Fiscal y Financiera para Bolivia”, se da inicio a la discusión de
una profundización de la descentralización económica a tra-
vés del fortalecimiento de los gobiernos intermedios (prefectu-
ras, hoy gobernaciones). Aunque hay que reconocer que esta
propuesta inicial tuvo dos fallas: 1) una visión muy localista o
mezquina, con propuestas de descentralización económica que
a simple vista podían perjudicar a otros departamentos más
atrasados económicamente; por lo que fue muy bien aprove-
chado por los adoradores del centralismo que no se guardaron
adjetivos para descalicar la primera propuesta que se ponía en
la mesa de discusión, estigmatizándola de “separatista”, divi-
sionista o secesionista. 2) élites locales que se daban cuenta que
empezaban a perder espacio por lo que la nueva propuesta sería
un paraguas para proteger sus intereses en el ámbito local.
¿Qué si habían fallas? sí las habían. Era el momento de la
discusión seria, académica y profesional, pero no fue así. El país
se polarizó y a partir del 2006 nos vimos envueltos en una serie
de actos electorales hasta llegar al 25 de enero de 2009 cuando se
aprobó el nuevo texto constitucional consolidando la propuesta
del gobierno y sus cuatro niveles de autonomías: departamen-
tal, municipal, regional y autonomía indígena originario cam-
pesina.
de representación política
Bolivia necesita de
los recursos extractivos ; o sea que como país, nos hemos vuelto
más vulnerables a los cambios externos.
Bolivia necesita de
nomías estamos hablando si las regiones verán mermados sus
presupuestos, y cómo van a cumplir sus nuevas competencias?.
Bolivia necesita de
lución expresa del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
para ser incluídos en sus presupuestos. Cuando más bien, estos
recursos deberían ser transferidos en forma automática sin nece-
sidad de la autorización expresa del Ministerio de Economía.
blicas.
Bolivia necesita de
de representación política
en Bolivia
Las condiciones económicas del
Régimen Autonómico
*Horst Grebe López
Instituto Prisma
del Régimen
Autonómico
Presentación
El presente examen de las condiciones de partida del régimen de
autonomías contempla los siguientes aspectos:
1) Contexto internacional 177
2) Crecimiento
3) Inversiones
Las condiciones
económicas
4) Inserción
ó internacional
5) Situación fiscal
6) Disparidades
a)Territoriales
b)Étnicas
7) Conclusiones y algunas recomendaciones en torno a un
pacto fiscal que viabilice el proceso
Características del nuevo contexto
internacional
Se ha iniciado un período de grandes transiciones estructurales
en el mundo, donde se perciben las siguientes tendencias:
de representación política
178
La visión de país
Horst Grebe López
del Régimen
Autonómico
En el caso del eje interoceánico de la IIRSA, Implican la circulación
expedita de productos y personas entre Brasil, Chile y Perú
179
Las condiciones
económicas
Crecimiento
A pesar de las modificaciones notables en la orientación de las
políticas públicas en las últimas décadas, el ritmo medio de
crecimiento oscila entre 4 y 5%, lo que es muy bajo para llevar
adelante cambios estructurales importantes y reducir la pobreza.
La disparidad de los niveles de desarrollo y de las trayectorias de
crecimiento aumenta las brechas con los vecinos, lo que explica
la propensión a la migración.
La economía del país muestra una gran diversidad de
situaciones, que se pueden caracterizar como una
heterogeneidad estructural creciente
excepcionales
La economía privada (80% empleo)
¾ Empresarial (15% empleo)
¾ Informal (60% empleo)
¾ Cooperativa
¾ Comunitaria
en Bolivia
La economía delictiva
¾ Circuitos de narcotráfico, contrabando y lavado de dinero,
muy difíciles de cuantificar
180
La comparación del nivel de ingreso con el entorno
Horst Grebe López
vecinal no es favorable
Países suramericanos: PIB por habitante
(US$ a precios constantes de 2000)
2000 2004 2005 2006 2007 2008
Argentina 7 707 7 490 8 098 8 696 9 353 9 885
Uruguay 6 278 6 158 6 562 7 006 7 517 8 161
Chile 4 898 5 451 5 693 5 892 6 105 6 235
Venezuela 4 801 4 587 4 973 5 370 5 710 5 884
Brasil 3 702 3 899 3 974 4 087 4 274 4 448
Colombia 2 365 2 543 2 648 2 789 2 955 2 983
Perú 2 052 2 231 2 353 2 504 2 694 2 924
Ecuador 1 295 1 516 1 589 1 632 1 655 1 745
Paraguay 1 326 1 351 1 364 1 397 1 464 1 521
Bolivia 1 010 1 039 1 065 1 096 1 125 1 173
Fuente.- CEPAL
Los vecinos son también más dinámicos
Índices del PIB por habitante, 1989 = 100
ϮϭϬ
ƌŐĞŶƚŝŶĂ
ŽůŝǀŝĂ
ϭϵϬ ƌĂƐŝů
ŚŝůĞ
WĂƌĂŐƵĂLJ
ϭϳϬ WĞƌƷ
ϭϱϬ
del Régimen
Autonómico
ϭϯϬ
ϭϭϬ
ϵϬ
ϭϵϵϬ ϭϵϵϮ ϭϵϵϰ ϭϵϵϲ ϭϵϵϴ ϮϬϬϬ ϮϬϬϮ ϮϬϬϰ ϮϬϬϲ ϮϬϬϴ
181
El crecimiento económico real en Bolivia ha sido hasta ahora
Las condiciones
económicas
modesto
Este salto se debe al
PIB por habitante US$ corrientes
tipo de cambio
182
en Bolivia
Inversiones
El país carece de una política coherente de inversiones y, en el
sector privado, prevalece una situación de elevada incertidumbre
sobre la estabilidad de los marcos de referencia jurídicos,
tributarios y laborales.
Se observan grandes diferencias en cuanto al comportamiento de
la inversión pública y las inversiones privadas nacionales y
extranjeras, como puede observarse en las gráficas siguientes.
del Régimen
Autonómico
183
Las condiciones
económicas
Inversión total y privada nacional
ϮϱϬϬ ϳϱϬ
ϮϬϬϬ
ϱϬϬ
h^ΨŵŝůůŽŶĞƐ
h^ΨŵŝůůŽŶĞƐ
ϭϱϬϬ
ϭϬϬϬ
ϮϱϬ
ϱϬϬ
Ϭ Ϭ
ϮϬϬϯ ϮϬϬϰ ϮϬϬϱ ϮϬϬϲ ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϯ ϮϬϬϰ ϮϬϬϱ ϮϬϬϲ ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ
traducido en un ϭ͘ϮϬϬ
importante
aumento de la ϭ͘ϬϬϬ
ŽŶĞƐ
inversión pública
h^ΨŵŝůůŽ
en todos los
ϴϬϬ
niveles.
ϲϬϬ
en Bolivia
ϰϬϬ
ϮϬϬ
Ϭ
ϮϬϬϯ ϮϬϬϰ ϮϬϬϱ ϮϬϬϲ ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ;ƉͿ
184
del Régimen
Autonómico
serán muy modestos en los próximos años
185
Proyectos priorizados de inversión 2010 - 2015
Las condiciones
económicas
US$ millones
Monto Proporción
estimado
Minería 7 294 22.2
Hidrocarburos 7 048 21.5
Energía eléctrica 6 585 20.1
Transporte 5 597 17.0
Producción industrial 931 2.8
Vivienda 680 2.1
Programa espacial y de comunicación 460 1.4
Agua potable y saneamiento 386 1.2
1 2
Telecomunicaciones 306 0.9
Educación 280 0.9
Desarrollo rural 256 0.8
Erradicación de la pobreza extrema 251 0.8
Represas y riego 91 0.3
Turismo 69 0.2
Salud 68 0.2
Seguridad pública 58 0.2
Ciencia y tecnología 40 0.1
Otros 2435 7.3
Total 32 835 100.0
CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS INVERSIÓN EN CARRETERAS
Cobija Guayaramerín
Puerto Ustariz
de representación política
S. I. Moxos
Perú
La Paz
Villa Tunari
Carreteras existentes
en Bolivia
Programa gubernamental
Brasil
Chile
Villazon Yacuiba Paraguay
Fuente.- Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
186
Horst Grebe López
Inserción internacional
No se ha modificado el patrón de especialización primario-
exportador
Exportaciones por sectores
US$ millones
6.933
7.000 -23%
44%
1.654
6.000
5.366
5.000 4.822
18%
1.496
Agriculture and livestock
1.521
4.088
1.331
4.000 Manufacturing
Mineral extraction 43%
24
1.12
Hydrocarbons extraction 2.867
1.498
1.062
3.000
794
2.195
351 945
2.000
3.483
1.590
del Régimen
Autonómico
1.254 1.246 1.320 20%
1.138
2.240
2.086
2.011
819 851 786 905
1.000 672 756
1.400
570
2009 372
2010 362
0
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Jan-Feb
187
Importaciones por uso económico
Las condiciones
económicas
US$ millones
6.000
5.100
-12%
5.000
4.467
1.315
42%
1.225
3 000
3.000 Oth
Others
20% 2.926
9
2.451 2.440
2.599
946
2.0982.020
2.280
611
1.926 1.920
1.007
2.000 1.832
1.708
1.770
1.657 1.692
607
504
919
1.434
524
755
418
458
1.1301.1771.196
1.467
659
1.281
1%
1995 282 604 535
994
892
932
997
1.000 703
870
692 700
926
738
743
862
1.119
340 616
900
837
372
365
506
524
490
471
389
413
403
410
2002 374
2003 359
0
1990
1991
1992
1993
1994
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2009
2010
Jan-Feb
188
La deuda interna
ΨŵŝůůŽŶĞƐ
ϱϬϬϬ
es más cara y
puede pesar
h^Ψ
severamente en el ϰ ϬϬϬ
ϰϬϬϬ
8 000
Ϯ͘ϬϬϬ
ƵĞŶƚĂ ƵĞŶƚĂĐĂƉŝƚĂů 7 000
ĐŽƌƌŝĞŶƚĞ LJĨŝŶĂĐŝĞƌĂ
h^ΨŵŝůůŽŶĞƐƐ
ϭ͘ϱϬϬ 6 000
US$ millones
5 000
ϭ͘ϬϬϬ
4 000
del Régimen
Autonómico
ϱϬϬ 3 000
2 000
Ϭ
1 000
ϮϬϬϯ ϮϬϬϰ ϮϬϬϱ ϮϬϬϲ ϮϬϬϳ ϮϬϬϴ ϮϬϬϵ
;ƉͿ 0
2004 2006 2008 Al 25-Jun-10
189
Las condiciones
económicas
Situación fiscal
La bonanza fiscal de los últimos años se debe atribuir a las
condiciones externas favorables derivadas de los altos precios de
las exportaciones, incluyendo el gas natural.
No se han establecido las condiciones para la sostenibilidad de
los ingresos mediante el aumento de la tributación a todas las
actividades económicas.
Los compromisos de los bonos y las importaciones de
hidrocarburos constituyen rigideces difíciles de reducir, por lo
que se requiere reforzar los ingresos de manera significativa.
Ingresos tributarios 1990 – 2009
US$ millones
de representación política
en Bolivia
190
Los ingresos fiscales son altamente dependientes
Horst Grebe López
de los hidrocarburos
40 000
30 000
Bs. Millones
20 000
10 000
0
1999 2000 2001 2005 2006 2007 2008
del Régimen
Autonómico
GA 6.0 5.0 4.3 4.6 4.8 3.9
191
Las condiciones
económicas
Datos primer semestre de cada año
18.000
12.000
6.000
0
2006 2007 2008 2009
192
del Régimen
Autonómico
Desde la perspectiva étnica, también existen grandes diferencias
en cuanto a la gravitación demográfica de los diferentes étnico-
culturales
193
Las condiciones
económicas
30.000.000
25.000.000
PANDO
20.000.000
BENI
POTOSÍ
ORURO
15.000.000
CHUQUISACA
TARIJA
COCHABAMBA
10.000.000
LA PAZ
SANTA CRUZ
5.000.000
0
2000 2002 2004 2006
Población económicamente activa, urbana
3.000.000
2.500.000
de representación política
PANDO
2.000.000
BENI
ORURO
TARIJA
1.500.000
CHUQUISACA
POTOSÍ
COCHABAMBA
1.000.000
SANTA CRUZ
en Bolivia
LA PAZ
500.000
0
1990 1995 2000 2005 2010
194
1.400.000
1.200.000
1.000.000
PANDO
BENI
800.000 SANTA CRUZ
TARIJA
POTOSÍ
600.000
ORURO
COCHABAMBA
400.000 LA PAZ
CHUQUISACA
200.000
0
1990 1995 2000 2005 2010
Participación departamental sectores extractivos
100
75 Potosí
Oruro
Chuquisaca
Pando
50
Beni
Tarija
del Régimen
Autonómico
Cochabamba
25 Santa Cruz
La Paz
0
Hidrocarburos Minería
195
Las condiciones
económicas
100
75
50
25
0
Alimentos Bebidas y Textiles y Madera y Refinación de Metalmecánica Otras
tabaco confección muebles hidrocarburos industrias
La Paz Santa Cruz Cochabamba Oruro Chuquisaca Potosí Tarija Beni Pando
Participación departamental agropecuaria
100
75
de representación política
50
25
en Bolivia
0
Agricultura tradicional Agricultura comercial Coca Pecuaria
La Paz Oruro Potosí Cochabamba Chuquisaca Tarija Beni Pando Santa Cruz
196
Grandes grupos étnicos según el censo de población de
Horst Grebe López
2001
La clasificación de “ninguno” es
una aberración censal.
Podría corresponder en rigor al
grupo de población mestiza
Quechua,
Ninguno, 1 555 641
1 922 355
del Régimen
Autonómico
Afroboliviano 30 985 30 985 33 154 0.7
197
Distribución geográfica aproximada de los grupos
Las condiciones
económicas
étnicos
Distribución étnica
100%
80%
de representación política
60%
40%
20%
en Bolivia
0%
La Paz Oruro Cochabamba Potosí Chuquisaca Tarija Santa Cruz Beni Pando
198
Concentración étnica
Horst Grebe López
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Aymara Quechua Ninguno Otros indígenas
La Paz Oruro Cochabamba Potosí Chuquisaca Tarija Santa Cruz Beni Pando
Conclusiones
Existen grandes incongruencias entre la situación
macroeconómica y el desempeño real de los sectores.
Se percibe signos de cambio en la situación fiscal, que pueden
traducirse en un déficit creciente, que aliente además presiones
inflacionarias.
Ha aumentado la heterogeneidad estructural entre sectores y
regiones, con ampliación de las zonas de ilegalidad (contrabando
y narcotráfico).
La acumulación de capital reproductivo es muy baja
del Régimen
Autonómico
1) Nacional privada casi inexistente
2) Extranjera declinando
3) Pública sin efecto de crecimiento real
Se trata de un cuadro económico muy complejo para el arranque
de todas las autonomías en simultáneo.
199
Las condiciones
económicas
En cuanto a las estrategias sectoriales de desarrollo …
… existen grandes potencialidades regionales, pero sin articulación
• En el pasado, la minería
articulaba a todo el país
• Ahora, se pueden identificar
varios polos potenciales, pero
Bosques, sin núcleos de articulación
biodiversidad
nacional
• No existen intereses
convergentes
Manufacturas Soya • Por consiguiente, hace falta un
núcleo endógeno de
Estaño, zinc, Hierro autodeterminación
plomo, plata
Gas
Se requiere un pacto fiscal, que comprenda
Existen márgenes
á suficientes
f para aumentar la tributación
ó y
fortalecer la función promotora y redistributiva del Estado, pero
eso requiere un diseño apropiado y una compleja concertación
con los diferentes sectores.
en Bolivia
200
Horst Grebe López
201
Se terminó de imprimir en enero de 2011
en los talleres de Industrias Grácas Sirena
Calle Manuel Ignacio Salvatierra Nº 240
Teléfono: 3366030 • Fax: 3347774
202 E-mail: imprentasirena@cotas.com.bo
Santa Cruz - Bolivia