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Fiducia 2.0
Fiducia 2.0
Antonio Abad
Fiducia
FACULTAD: DERECHO Y
CIENCIAS SOCIALES
Semestre: 2018-I
Presentación
GRACIAS
Dedicatoria
LA FIDUCIA
El contrato de fiducia es un contrato de buena fe, en cuya virtud una persona, fiduciante,
se obliga a transmitir y transmite a otra persona, fiduciaria, la propiedad de una cosa
mancipable a través de la in iure cessio o de la mancipatio. A partir de la adquisición del
dominio, el fiduciario se ve obligado a restituir la cosa a partir del cumplimiento de un
plazo o de una condición. Esta obligación restitutoria se debía contener en un pacto,
llamado pactum fiduciae concluido al efecto, que era añadido a la mancipatio. Se
encuentra protegido la actio fiduciae, de buena fe y de carácter infamante.
Gayo 2, 60: La garantía puede contraerse con derecho prenda a favor del acreedor, o
fiducia con un amigo, a fin de que nuestras cosas queden en su poder, cuando
efectivamente se ha contraído esta última, es evidente que la usureceptio procede
siempre; pero si se ha contraído con el acreedor, procede cuando se haya pagado el dinero;
si no se ha pagado, sólo procede si el deudor no la recibió del acreedor en arrendamiento
ni se la pidió para poseerla en precario; ahí corresponde la usucapión lucrativa.
CONCEPTO Y TIPOS
Esta modalidad podía atender a las más variadas finalidades. Aún más, se comprende
mejor a partir de un conocimiento más acabado de la idea de amistad prevaleciente en el
mundo romano, dotada de un estatuto moral muy severo. Así, se podía dar en fiducia a
un amigo aquellas cosas mancipables o mancipi que estuvieran expuestas a embargos,
confiscaciones o destrucción, dependiendo de las circunstancias. De este modo, el
fiduciante buscaría en el fiduciario un mayor grado de protección de los bienes, tanto
física como jurídica, de la que él mismo pudiera dar. Con todo, el desarrollo de contratos
como el depósito o el comodato, fueron ganando terreno a esta forma de fiducia hasta
hacerla desaparecer del horizonte del derecho romano tardoclásico.
LA ACTIO FIDUCIAE
“Si paret Aulum Agerium Numerio Negidio fundum quod de agitur ob pecuniam debitam
fiduciae causa mancipio dedisse eamque pecuniam solutam eove nomine satisfactum esse
aut per Numerium Ngidium stetisse quo minus solveretur eumque fundm redditum non
esse negotiumve ita actum non esse, ut inter bonos bene agier oportet en sine fraudatione,
quanti ea res erit, tantam pecuniam condemnato, si non paret, absolvitur”
Esta acción sirve, asimismo, al fiduciario, para exigir el reembolso de los gastos
realizados en la cosa. En opinión de Lenel, quien se basa en el texto de Ulpiano de D. 13,
7, 22 pr.-2, la actio fiduciae existió como directa y contraria.
Se ha discutido la existencia de dos acciones, una in ius y otra in factum, lo que ha sido
rechazado por un sector de la doctrina romanista.
FIDUCIA EN EL DERECHO ACTUAL
Ejemplo
ENCARGOS FIDUCIARIOS
Acto de confianza en virtud del cual una persona entrega a otra uno o más bienes
determinados con el propósito de que ésta cumpla con ellos una finalidad específica, bien
sea en beneficio del fideicomitente o de un tercero.
Ejemplo: El señor Pérez se encuentra fuera del país y desea comprar un edificio al señor
Ramírez. Para ello le solicita que se realice un contrato de encargo fiduciario en el cual
se autorice a la Fiduciaria a realizar el pago por valor del edificio en nombre del señor
Pérez, al señor Ramírez.
FIDEICOMISO
Al momento de la creación del fideicomiso, ninguna de las partes es propietaria del bien
objeto del fideicomiso. El fideicomiso es, por tanto, un contrato por el cual una persona
destina ciertos bienes a un fin lícito determinado, encomendando la realización de ese fin
a una institución fiduciaria en todas las empresas.
Los bienes afectados al fideicomiso no corren el riesgo comercial del fiduciante (el que
transmite la propiedad de los bienes) ni del fiduciario (el propietario de los bienes
fideicomitidos luego del vencimiento del plazo del contrato), puesto que el patrimonio
que es objeto del fideicomiso no puede ser perseguido por los acreedores de ninguno de
ellos, ni afectado por la quiebra de ambos o de alguno de ellos.
FIDEICOMISO EN LA ACTUALIDAD
Un fideicomiso es un contrato por el cual una persona (el fiduciante) transfiere a título de
confianza a otra persona (el fiduciario) uno o más bienes, que pasan a formar el
patrimonio fideicomitido, para que al vencimiento de un plazo o al cumplimiento de una
condición, éste transmita la finalidad o el resultado establecido por el primero, a su favor
o a favor de un tercero llamado beneficiario o fideicomisario.
El plazo o condición a que se sujeta el dominio fiduciario no puede ser superior a 30 años,
salvo que el beneficiario fuere un incapaz, en cuyo caso puede durar hasta su muerte o
hasta la cesación de su incapacidad.
Los bienes afectados al fideicomiso no corren el riesgo comercial del fiduciante (el que
transmite la propiedad de los bienes) ni del fiduciario (el propietario de los bienes
fideicomitidos luego del vencimiento del plazo del contrato), puesto que el patrimonio
que es objeto del fideicomiso no puede ser perseguido por los acreedores de ninguno de
ellos, ni afectado por la quiebra de ambos o de alguno de ellos.
Ejemplo
PARTES
TIPOS DE FIDEICOMISO
Fideicomisos de Caridad
Los fideicomisos en que los fideicomisarios son otras entidades del gobierno
federal.
Liquidación del fideicomiso: consistirá en realizar aquellos bienes que cubran los
desembolsos previstos del modo más ventajoso posible.
Estas impropiedades del artículo 781 son recuerdo de un instituto romano que se halla en
el origen de la sustitución: el fideicomiso, encargo que hace un testador al nombrado
heredero de que entregue enseguida la herencia a un tercero, que no es llamado como
sucesor pero que va a recibir el beneficio. El heredero (fiduciario) es una especie de
pantalla o monitor, un simple intermediario entre el causante y aquel a quien favorece
realmente la libertad (fideicomisario).
EL FIDEICOMISO EN EL PERÚ.
Antecedentes
Hablar de los antecedentes del fideicomiso en el Perú es remontarnos a enero del año
1931, fecha en la que llegó a nuestro país la misión Kemmerer, liderada por el economista
norteamericano Edwin Walter Kemmerer, la cual contribuyó con el marco institucional
para la estabilidad financiera de nuestro país, y de países como Bolivia, Chile, Colombia,
Ecuador Costa Rica, México y Venezuela. Fue la misión Kemmerer la que recomendó la
creación de un banco central con la facultad exclusiva de emitir moneda y una oficina a
cargo de supervisar a los bancos comerciales50. Estos países conformaron el llamado
Modelo Pacífico, en contraposición al Modelo Atlántico adoptado por Argentina, Brasil,
Uruguay, países en los cuales el banco central también funge de supervisor de los bancos
comerciales.
Argentina BC S R
Brasil BC S R
Colombia B B B
Costa Rica B S R
México B S BC
Perú B B R
Uruguay BC BC BC
Dicha norma regulaba que la autorización sólo podía otorgarse previo cumplimiento del
depósito de garantía, consistente en valores de primera clase que devenguen intereses, por
la suma de S/ 200,000 al precio de plaza de dichos valores54. La exigencia de un fondo
de reserva denotaba no solo la relevancia que podían adquirir las comisiones de confianza,
sino sobre todo el riesgo inherente al que se podían encontrar expuestas las personas que
confiaran en los bancos determinados encargos. En vista de significar un riesgo distinto
al riesgo crediticio y de mercado existentes en las operaciones ordinarias realizadas por
los bancos, se exigía una autorización separada con un requisito especial (el depósito de
garantía) para cubrir los eventuales incumplimientos de la banca en la administración de
estos patrimonios.
De acuerdo con su artículo 316, sólo los bancos podían ejercer la función de fiduciario,
quien se encontraba obligado a cumplir la finalidad del fideicomiso según el instrumento
constitutivo, conservado el fideicomitente y sus causahabientes un derecho de crédito
personal contra el banco fiduciario, suprimiendo de esta forma la exigencia del depósito
en garantía requerido a las empresas bancarias.
EL FIDEICOMISO EN LA ACTUALIDAD
Actualmente, existen dos clases de fideicomisos en el Perú: el fideicomiso bancarios, que
denominaremos así por estar regulado por la Ley General del Sistema Financiero y del
Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros (Ley N°
26072) y el fideicomiso de titulización, regulado por la Ley del Mercado de Valores, Ley
N° 861. La presente tesis, así como la hipótesis y su planteamiento, giran en torno a la
regulación del fideicomiso bancario.
BIBLIOGRAFIA
LENEL, Otto, Das edictum perpetuum (Leipzig, 1927; reimp. Aalen: Scientia,
1985) 291 ss.