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matemáticos
Introducción
Es muy conveniente por ello profundizar en el concepto de módulo complejo, para lograr
un mejor entendimiento de lo que ese parámetro significa y valorar todo su potencial para
seleccionar y evaluar asfaltos convencionales y modificados, que puedan contribuir a una
mayor durabilidad de nuestros pavimentos.
En este artículo se abordan los aspectos matemáticos básicos que originan el adjetivo
complejo, y en artículos posteriores se discutirán aspectos reológicos y experimentales.
El lector recordará que en los primeros años de nuestra educación básica se nos enseña
sobre la existencia de los números. Se nos habla de números naturales, positivos, negativos,
racionales, irracionales y trascendentes que, agrupados, forman el conjunto de los números
reales. Lo que quizás no siempre se nos dice, o tendemos a olvidar, es que los números
reales se denominan así para diferenciarlos de otra clase de números que parecen ser
irreales, imposibles, como lo puede ser la raíz cuadrada de un número negativo.
Los números complejos han encontrado aplicación en todos los campos de las
matemáticas, en muchos de la física, notoriamente en la mecánica cuántica, y en ingeniería,
especialmente en la electrónica y las telecomunicaciones, por su utilidad para representar
las ondas electromagnéticas y la corriente eléctrica.
Una aplicación muy frecuente de los números complejos es dentro del análisis de
vibraciones. Por ejemplo, la Figura muestra un esquema simplificado de un sistema de
primer orden sujeto a una solicitación armónica.
Donde hemos introducido por facilidad de escritura la constante 𝑎 = 𝑘⁄𝑐 = 1⁄𝜏, donde a
𝜏 se le denomina constante tiempo. Utilizando números y variables complejos, la ecuación
(2) se transforma en:
Donde de acuerdo con la relación de Euler 𝑒 𝑖𝜔𝑡 = cos(𝜔𝑡) + 𝑖 𝑠𝑒𝑛(𝜔𝑡). Con esta
definición, si usamos la parte real de 𝑒 𝑖𝜔𝑡 la solicitación se define por cos(𝜔𝑡), y si usamos
la parte imaginaria de 𝑒 𝑖𝜔𝑡 la solicitación se definiría con sen(𝜔𝑡). La escritura de la
ecuación (3) es por ello muy flexible y de gran aceptación.
𝑋(𝑖𝜔) 1
Es usual emplear la variable 𝐺(𝑖𝜔) = = 1+𝑖𝜔𝜏, que como toda función de variable
𝐴
compleja se puede expresar como 𝐺(𝑖𝜔) = |𝐺(𝑖𝜔)|𝑒 −𝑖∅, donde |𝐺(𝑖𝜔)| y ∅ se les llama el
módulo complejo y el ángulo de fase de 𝐺(𝑖𝜔), respectivamente. La ecuación (4) se
escribirá finalmente como:
En este tipo de problemas es mucho más útil estudiar la respuesta del sistema en términos
de la frecuencia 𝜔. Para ello, usando un poco del álgebra compleja ya mencionada,
|𝐺(𝑖𝜔)| se puede escribir de la siguiente manera:
1
|𝐺(𝑖𝜔)| = √𝑅𝑒[𝐺 (𝑖𝜔)]2 + 𝐼𝑚[𝐺(𝑖𝜔)]2 = (7)
[1+(𝜔𝜏)2 ]1/2
El gráfico de la ecuación (7) se muestra en la Figura 4, donde se puede apreciar que para
pequeñas frecuencias de la excitación la magnitud del módulo complejo |𝐺(𝑖𝜔)| es 1, y
para altas frecuencias tiende a 0. La expresión para el ángulo de fase se puede obtener,
también con un poco de álgebra compleja, como:
𝐼𝑚 𝐺(𝑖𝜔)
∅ = 𝑡𝑎𝑛−1 [− 𝑅𝑒 𝐺(𝑖𝜔) ] = 𝑡𝑎𝑛−1 𝜔𝜏 (8)
Conclusiones
Como se puede concluir de la solución del sistema de primer orden sujeto a una solicitación
armónica, los términos módulo complejo y ángulo de fase aparecen naturalmente por el
hecho de utilizar las matemáticas basadas en el cálculo de variable compleja. Como se
discutirá en el próximo artículo, la ciencia de la reología retoma sistemas de primer orden
más sofisticados a la hora de tratar de entender el comportamiento de los materiales
asfálticos sujetos a cargas cíclicas, y entonces a los parámetros matemáticos módulo
complejo y ángulo de fase se les da un sentido físico, y se transforman en propiedades de
la materia.
Bibliografía
Zill, Dennis G., “Complex analysis with applications”, Ed. Jones and Barlett Mathematics.