La muerte

Balderas Rodríguez Jesús Jaqueline

Como krishnamurti dijo alguna vez, los seres humanos le tememos a lo

desconocido, y es por eso que nos aferramos tanto a la vida y no queremos
desaparecer de ella, incluso aunque no hagamos nada con ella por miedo a no
saber lo que viene no importa el desperdicio sino seguir viviendo.

En este tema se explica que para resucitar en vida, hay que desprenderse
diariamente de nuestros recuerdos, experiencias y eventos desafortunados. Es
vivir el momento sin pensar en lo que pasó un día anterior, y es que así es cuando
lo nuevo puede surgir.

Hay que morir diariamente para que mañana haya renovación. Sólo entonces se
conoce la muerte en vida. Sólo en ese morir, en ese terminar, en ese poner fin a la
continuidad, está la renovación, esa creación que es eterna.

De esta forma krishnamurti nos ofrece una manera distinta a vivir nuestra vida y
evolucionar como ser humano, y así no temer a la desconocida muerte, porque
solamente sufriendo cada día con todo el dolor que implica moriremos en ese
instante, y renaceremos al siguiente, teniendo una nueva oportunidad de conocer
lo desconocido y volver a sufrir y nacer, un ciclo en el cual cada aspecto de tortura
te hace fortalecerte a tal punto que llega ese instante en el que puedes reírte de lo
sucedido, porque es aquí cuando ya comprendes lo que se siente morir
diariamente.

Aferrándonos a lo conocido, no veremos la belleza de lo que no se conoce,

viviremos en el pasado, apegados a aquellos recuerdos que nos mantienen felices
por instantes pero que significan estremecimiento en el pecho durante nuestra
eternidad, sólo muriendo y viviendo cada día es como tomamos riesgos sin temer
a las consecuencias.

Nos asusta la muerte porque tenemos la creencia de no haber hecho nada como
persona, de no haber vivido como debía de ser vivida, de haber desperdiciado
nuestro tiempo en situaciones que no valían la pena, y es así cuando más
buscamos un motivo para quedarnos en este mundo.

El hombre que ha comprendido lo que es su vida, permite que la muerte suceda,

le da la bienvenida. Muere a cada instante y a cada instante resucita. Su cruz y su
resurrección suceden continuamente como un proceso. Muere al pasado a cada
momento y nace una y otra vez, en un constante presente. Si observas lo que es
la vida podrás saber lo que es la muerte. Si comprendes lo que es la muerte,
solamente entonces serás capaz de comprender lo que es la vida.