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retrocesos?
Por cada dólar que Al Qaeda dedicó a planificar y realizar atentados, EE.UU. gastó 7
millones
22 de Julio del 2017 - 08:55 Octavio Salazar
En el ámbito internacional, desde el 2001 hasta marzo de 2016, según Moisés Naim, los
atentados terroristas en el mundo pasaron de menos de dos mil a casi 14 mil, sin que les
demande a los autores de los atentados grandes cantidades de dinero.
Al respecto, el autor subraya, por ejemplo, que Al Qaeda gastó apenas 500 mil dólares
para llevar a cabo los ataques del 11-S, mientras que los costos por pérdidas causadas en
la destrucción de aquel día le costaron al gobierno atacado 3.3 billones de dólares. Es
decir, por cada dólar que Al Qaeda dedicó a planificar y realizar atentados, EE.UU.
gastó 7 millones, la quinta parte de su deuda nacional. En otras palabras, “nunca tan
pocos pudieron hacer tanto daño a tantos a un precio tan bajo”.
¿Qué ha pasado mientras tanto en el Perú? ¿Podemos afirmar que está absolutamente
descartado el resurgimiento de organizaciones terroristas que realicen en el futuro
atentados urbanos y asesinatos como en los últimos decenios del siglo XX? No.
La lucha contra el terrorismo en el Perú tuvo gestas que nos enorgullecen, y que se
manifiestan en el impecable operativo que capturó a la cúpula de SL así como la caída
de los remanentes del MRTA, con el ejemplar rescate militar de los rehenes de la
embajada de Japón; sin embargo, existen peligros que no debemos subestimar.
Aunque esta nueva facción de Sendero Luminoso sufrió un duro golpe con la captura de
su principal cabecilla "Camarada Artemio" en febrero de 2012, muchos otros continúan sus
actividades terroristas. Para contraatacar y desarticularlos, las Fuerzas Armadas libraron
una batalla en la región del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), una
zona dedicada al cultivo de hojas de coca, que constituye la materia prima para la
producción de cocaína, y donde los terroristas peruanos permanecen cercados, según las
autoridades.
"Al vigilar a los terroristas de Sendero Luminoso con el apoyo especial de las Fuerzas
Armadas, las fuerzas de seguridad peruanas tienen como prioridad reducir las zonas
dedicadas al cultivo de coca, particularmente en la región del VRAEM", agregó el Almirante
Cueto.
La táctica parece estar funcionando bien: según un informe de 2012 elaborado por la
Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC), Perú batió un nuevo
récord en la reducción de zonas dedicadas al cultivo de coca. "Alcanzamos nuestro
objetivo de eliminar 22.000 hectáreas de cultivos de coca en 2013", manifestó Carmen
Masías, directora de la Comisión Nacional para una Vida sin Drogas (DEVIDA), una
entidad estatal responsable por conducir políticas peruanas contra el tráfico ilegal de
drogas.
Otra acción del gobierno peruano que aparentemente está buenos resultados es el
programa de recompensas, que tiene como objetivo lograr la captura de terroristas.
Gracias a este programa, sólo en 2013 Perú logró detener a 19 terroristas, entre los cuales
se encontraban alias "Pepe Calderón" y "Felipe", presuntos miembros claves del grupo.
También facilitó la muerte del cuarto jefe de Sendero Luminoso en 2012, conocido como
"Camarada William". Estos reveses asestados contra la facción ubicada en el Valle del Alto
Huallaga hicieron que el presidente peruano Ollanta Humala declarara que Sendero
Luminoso ya estaba "extinto en esa región. Seguiremos nuestra batalla en el área del
VRAEM".
El comienzo
En mayo de 1980 surgió la agrupación Sendero Luminoso en la zona rural del país, con el
claro objetivo de tomar el poder del gobierno peruano por la fuerza. Sendero Luminoso
tomó ventaja de las condiciones económicas de poblaciones rurales e indígenas,
carenciadas y vulnerables, para convencerlos de que tomaran las armas y lucharan contra
el gobierno. Con paciencia, los líderes de SL reclutaron a personas que cumplían con esas
características y que se sentían ignoradas por el gobierno, prometiéndoles una vida mejor.
La agrupación inició sus actividades con simples manifestaciones de protesta, como por
ejemplo pintando consignas en sitios de construcción patrocinados por el gobierno. Luego,
incursionó en actos terroristas y, eventualmente, perpetró ataques a gran escala,
incluyendo ataques de bomba, secuestros y extorsión.
Durante dos años, el gobierno peruano ignoró por completo la existencia de Sendero
Luminoso, permitiéndole al grupo sentar bases sólidas, particularmente en el estado de
Ayacucho y sus zonas aledañas. Cuando el gobierno finalmente reaccionó, se vio obligado
a declarar un estado de emergencia en las regiones montañosas del sur y del centro,
donde los soldados se desplegaban para intentar retomar el control.
Durante la siguiente década, Perú se vio dominado por violencia y destrucción, abusos
contra los derechos humanos, corrupción y caos económico. SL desplegó una habilidad
excepcional para evitar los intensos esfuerzos de los soldados a medida que éstos se
extendían hacia nuevas regiones del país. Una vez más, la insurgencia lograba movilizar a
los trabajadores rurales de los Andes, prometiéndoles una vida mejor.
Mientras tanto, el gobierno ignoraba la creciente insurgencia; suponían que sus miembros
estaban aislados en la región montañosa. Sin embargo, este aislamiento permitió que
Sendero Luminoso se extendiera libremente hacia la región costera, hecho que exigió un
mayor esfuerzo de contrainsurgencia.
Patrullas rurales
Si bien llevó algunos años, la táctica fue exitosa: en 1992 arrestaron a Abimael Guzmán,
quien era el líder e ideólogo que mantenía el grupo unido. Solo después de su arresto, el
gobierno pudo vislumbrar un progreso claro en la lucha contra la insurgencia. En
septiembre de 1993, Sendero Luminoso estaba próximo a la decadencia. A la agrupación
le llevó 12 años alcanzar la cima, pero luego de la captura de Guzmán fue desmantelada
en menos de un año. Durante varios meses, el movimiento se abstuvo de perpetrar otros
ataques importantes y algunos de sus principales líderes fueron arrestados.
Hacia el año 2000, los principales esfuerzos contra Sendero Luminoso tuvieron lugar en
tribunales. Varios líderes de la agrupación recibieron sentencias de al menos 30 años de
prisión. Los soldados continuaron cercando al resto de los miembros de la organización y
lograron concentrarse en el Valle del Alto Huallaga con mucho éxito, en parte debido a un
mayor entrenamiento antiterrorista y al apoyo estadounidense.
Tal como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Sendero Luminoso
comenzó a utilizar dinero del narcotráfico para sostener sus operaciones, ahora
centralizadas en la región montañosa de difícil acceso que conforma el Valle de los Ríos
Apurimac, Ene y Mantaro –VRAEM.
"En Perú, el resurgimiento de Sendero Luminoso en una zona remota con escaso control
gubernamental también convierte a la organización narcoguerrillera en un actor no estatal
con presencia en otro espacio carente de gobierno o contragobernado. Según la opinión
de forjadores de políticas estadounidenses, los espacios [bajo control de dichos grupos]
son áreas inseguras en las que pueden operar carteles o grupos terroristas capaces de
arriesgar la seguridad de los Estados Unidos", comentó el Dr. Harry E. Vanden, profesor
de Ciencias Políticas y Estudios Latinoamericanos en la Universidad del Sur de Florida,
quien estudió el fenómeno de las maras centroamericanas por más de cinco años.
Visión estratégica
Al mismo tiempo, las fuerzas militares y la Policía Nacional están ejecutando operaciones
conjuntas antidrogas para desarticular el suministro económico del enemigo en la región
del VRAEM. Las fuerzas armadas también proporcionan apoyo a operaciones de
desarrollo nacional e inclusión social, que tienen el objetivo de socavar el apoyo social que
proporcionan los guerrilleros de Sendero Luminoso.
Según el Almirante Cueto, una transformación en las tácticas de las Fuerzas Armadas
peruanas no se genera por un cambio en el modus operandi de SL, sino por un cambio
estratégico y político en el gobierno, que ahora dirige sus esfuerzos hacia el desarrollo del
VRAEM.
Perú comprende que debe establecer políticas y procedimientos comunes para integrar a
todas las partes vinculadas en un trabajo conjunto hacia la misma meta: construir un frente
común contra las organizaciones criminales transnacionales. Para lograr esto, el país
constantemente intercambia ideas y lecciones aprendidas en reuniones bilaterales con
Brasil, Colombia, Ecuador y los Estados Unidos. "¿Cuál es el objetivo de estas reuniones?
Unirnos para crear un frente de lucha unificado contra el crimen transnacional existente",
manifestó el Almirante Cueto.
Un buen ejemplo incluye la integración con Brasil durante las distintas ediciones de
Operación Ágata para luchar contra el narcotráfico en el Amazonas. El personal militar
peruano trabaja en la misma zona, brazo a brazo con el personal colombiano y
ecuatoriano, sobre un sistema de defensa del Amazonas más regional. Uno de los
objetivos de este esfuerzo conjunto es evitar que las columnas remanentes de Sendero
Luminoso y de las FARC establezcan una presencia allí.
Las operaciones que vienen ejecutando las fuerzas militares constituyen el resultado de
todo el esfuerzo destinado a desterrar al terrorismo del territorio peruano definitivamente.
Para apoyar esta medida, el gobierno creó CODEVRAE, una organización de nivel
ministerial dedicada a reunir a todos los sectores que trabajaban independientemente
entre sí, para apoyar el desarrollo en la región del VRAEM de forma unificada.
Además, debido al éxito colombiano en su lucha contra los terroristas de las FARC, Perú
está siguiendo los pasos de su vecino. "Nos concentramos en poner en funcionamiento un
tipo de enfoque de Acción Integral [un esfuerzo gubernamental para acercar al gobierno y
los sectores públicos y privados con la sociedad] como el que ellos tienen", señaló el
Almirante Cueto.
La tecnología es esencial para que los militares puedan localizar a aquellos terroristas, ya
que han dominado la región por más de 20 años y conocen el área perfectamente. Al
respecto, el Almirante Cueto explicó que las fuerzas militares no pueden seguirlos porque
plantan bombas y minas en sus caminos. "Esperamos con paciencia. Estamos utilizando
nuestra inteligencia para ejecutar operaciones asignadas y en este momento estamos
intentando desarticular toda su red de apoyo logístico; dennos tiempo y ganaremos esta
batalla. Se los garantizo", concluyó.