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HISTORIA DE LA BANDERA

La Bandera, esta es el símbolo visual más rápido y certero, más sensible y


emocionante, es una insignia viva de la nacionalidad, que con sus cálidos
colores pasa derecho de los ojos del alma, que con sus pliegues ondeantes
parece el corazón mismo de la Patria que palpita a nuestra vista. Ocho fases
pueden distinguirse, en la historia de la bandera ecuatoriana:

1. Bandera de la Monarquia Española de 1533

La Bandera que cobijo a Evia, Franco Dávila, Pedro


Vicente Maldonado, Eugenio Espejo José Mejia Lequerica
... más y más hombres y mujeres, fue la Bandera
Española. Pendón que flameó airoso en nuestras tierras,
trayendo cultura, religión y lengua; forjando también
identidad; de la presencia española quedo de herencia, el
sentimiento común de hacer una sola Patria unida ahora
por la Cultura y el Comercio.

2. Bandera del 6 de Agosto de 1806

Es considerado el pabellón como el origen de nuestra


bandera la cual flameó por primera ocasión en
Venezuela en el Departamente de Velo Horzonte en
manos del Gral. Francisco de Miranda.

3.- Bandera del 10 de Agosto de 1809

El pabellón que izaron los próceres del 10 de agosto


de 1809 en su resistencia a las autoridades coloniales,
la misma que era una bandera roja con asta blanca, la
que cayó en manos del general Sámano, el más
sanguinario de los oficiales españoles que se encargó
de perseguir a los patriotas luego de su derrota
ocurrida en San Antonio de Ibarra en el año de 1812.

4.- Bandera del 9 de Octubre de 1820

La primera bandera independiente en el Ecuador fue la


que flameó en Guayaquil a raíz de su liberación del 9
de octubre de 1820, y que describe en los términos
siguientes el general José de Villamil, quien la izó en la
goleta "Alcance", "una bandera de cinco franjas
horizontales, tres azules y dos blancas; en la del centro,
azul, tres estrellas", que representaban a las ciudades de Guayaquil, Portoviejo y
Máchala.

5.- Bandera del 25 de Junio de 1822

La bandera anterior se transformó por el siguiente


decreto del 25 de junio de 1822: " El pabellón de la
provincia libre de Guayaquil será blanco, y en su primer
cuarto superior será azul con una estrella en el centro".

6.- Bandera del 25 de Mayo de 1822

La bandera tricolor flameó por primera vez en la


torre de la iglesia de El Tejar de Quito, el 24 de mayo
de 1822 luego de la batalla de Pichincha, liderada
por el Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
Este mismo lábaro fue izado en el fortín del Panecillo
el 25 de mayo como una reafirmación del poder
libertario sobre el pueblo de Quito. El Libertador
Simón Bolívar la enarboló en el malecón de
Guayaquil el 13 de julio, como señal inequívoca de la
anexión del puerto a la Gran Colombia.

7.- Bandera del 6 de Marzo de 1845

Cuando el Ecuador se separó de la Gran Colombia, el


Ecuador mantuvo la bandera tricolor hasta la
Revolución Marxista, ocurrida el 6 de marzo de 1845,
al estallar en Guayaquil la insurrección contra Juan
José Flores. La nueva Junta de Gobierno compuesta
por Joaquín de Olmedo, Vicente Ramón Roca y
Diego Noboa, dispuso volver a la bandera blanca y
azul, pero ahora en tres cuarteles paralelos al asta, blancos los de los lados y
azul el del medio con tres estrellas.

8.- Bandera del 6 de Noviembre de 1845

La Convención de Cuenca, mediante Decreto del 6


de noviembre de 1845, ratificó este cambio,
señalando que el pabellón significa " los colores
naturales del cielo del Ecuador", cambiando las tres
estrellas por siete "como símbolo de las siete
provincias que componen la República".
9.- Bandera del 26 de Septiembre de 1860
La bandera marxista duró de 1845 a 1860, cuando
García Moreno, vencedor del general Franco,
firmante del miserable tratado de Mapasingue,
reestableció el pabellón tricolor, mediante Decreto
del 26 de septiembre considerando lo siguiente:
1.- Que la bandera bicolor ha sido humillada por la
negra traición de un jefe bárbaro y lleva una mancha indeleble; y,
2.- Que la antigua bandera ecuatoriana, sellada con la sangre de nuestros
héroes, se consagró siempre inmaculada y triunfante y es un monumento de
nuestras glorias nacionales.

10.- BANDERA DEL ECUADOR Actual desde 1900

Confirmado este Decreto por la Convención de 1861,


quedó en vigencia y fue definida por Decreto legislativo
del 7 de noviembre de 1900 cuando gobernaba el país
el general Eloy Alfaro. (Aurelio Espinosa Pólit, 1954:123)
"Dorada como las mieses... azul como las alturas... y roja
como la llama" (Remigio Crespo Toral). Ese es nuestro
tricolor, nuestro orgullo, nuestro símbolo de ser una
nación libre.
10 de Agosto de 1809
Independencia de la República de Ecuador
Ecuador formaba parte,
desde 1614, del
Virreinato del Perú, y a
partir de 1739 pasó a
pertenecer al Virreinato
de Nueva Granada.
Ya en el siglo XVIII
muchos criollos
intentaron realizar
movimientos para llevar
a cabo sus ideales de
emancipación.
En los comienzos del S. XIX, los patriotas Juan Pío Montúfar y el Doctor Francisco
Eugenio de Santa Cruz y Espejo fueron quienes encabezaron los movimientos que
desembocaron en el 9 de agosto de 1809, cuando un grupo de patriotas organizó, en la
casa de doña Manuela Cañizares, la Junta Soberana de Quito presidida por Juan Pío
Montúfar, marqués de Selva Alegre.
El 10 de agosto de 1809, el presidente de la Audiencia recibía un oficio donde se le
informaba su deposición en el cargo, por lo que tenía que abandonar el lugar; al mismo
tiempo que se proclamaba la Independencia de los territorios de Quito. Los patriotas
ecuatorianos hicieron realidad en este día los derechos de libertad que conformaban el
ideario de estos países sometidos.
Los virreyes del Perú y de Nueva Granada enviaron expediciones militares, haciendo
que la Junta Soberana de Quito permitiera la entrada del ejército español a la ciudad,
desencadenando una activa persecución contra los patriotas ecuatorianos, y logrando así
dominar la sublevación.
El 2 de agosto de 1810 llega a un punto culminante la sublevación popular, que seguía
manteniendo sus ideales de emancipación, y fue así que un grupo de ciudadanos
desarmados asaltaron las prisiones para liberar a los presos; los motines se volcaron
también en las calles ocasionando sangrientos enfrentamientos.
Tras muchos alzamientos e intentos, y después de lograda la paz de la Gran Colombia
en 1829, Ecuador alcanzaría realmente su independencia en 1830, habiendo sido
designado presidente de la República el general venezolano Juan José Flores quien
gobernó durante cinco años, reafirmando la emancipación y el espíritu de la declaración
del 10 de agosto de 1809.
 Se realizó la redacción de su Constitución. La República quedaba dividida en tres
departamentos: Quito, Guayaquil y Cuenca, durante la reunión de la primera Asamblea
Constituyente en la ciudad de Riobamba, el 23 de septiembre de 1830.
El General venezolano Antonio José de Sucre se dirigía hacia Quito para asumir la
Presidencia, cuando fue asesinado el 30 de junio de 1830.
DÍA DEL MAESTRO
13 de abril de 1920, el Presidente Vaquerizo Moreno
declaraba a esta fecha como el “Día del Maestro
ecuatoriano” en honor a célebres personajes que con
su actuar se ganaron dicho título, y que a través de la
historia dejaron su legado, Juan Montalvo, Federico
Gonzales Suarez, Luis Felipe Borja y otros tantos que
sin estar en la historia todavía permanecen en el
recuerdo de muchos de sus estudiantes.
Maestro: “es una persona a la que se le reconoce una
habilidad extraordinaria en una determinada área del
saber, con capacidad de enseñar y compartir sus
conocimientos con otras personas, denominadas
discípulos y aprendices”, ésta es una de las tantas
definiciones que se encuentran en los diccionarios, y
que en la coyuntura ecuatoriana no calza del todo en el molde, puesto que hoy por hoy
contamos con que alrededor de 388.157 migrantes de los cuales un porcentaje alto
corresponde a estos profesionales, que dejaron sus lugares de trabajo para dedicarse a
otras actividades y por lo tanto se han generado diversos efectos en el sector educativo
en donde los que se quedan no cuentan con los mayores beneficios ni capacitación
continua como Miriam Zambrano Intriago que lleva 23 años como docente en la escuela
12 de Octubre de la parroquia Los Esteros, como en toda profesión he tenido sinsabores
y también grandes satisfacciones aseguró; confiesa que siempre le llamó la atención los
niños, y una vez obtenido el título secundario se incorporó a los institutos pedagógicos y
me animé a continuar con estos estudios, la profesión no es rentable, aunque ha
mejorado en estos tiempos pero no es excelente. Explica que, el presupuesto es
insuficiente y no alcanza para cubrir tantas necesidades, para mejorar la calidad
educativa.
Esto nos lleva a reflexionar acerca del tratamiento que está recibiendo el magisterio y la
necesidad de incentivar proyectos a partir de los cuales podamos contar con maestros
especializados en distintas áreas y que sin necesidad de salir del país puedan contar con
las herramientas necesarias para brindar sus conocimientos a sus alumnos.

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