LA TOLERANCIA, INCLUSIÓN SOCIAL Y CULTURA DE PAZ COMO
ELEMENTO EN DESARROLLO EN LA UNIDAD DE FORMACIÓN DE HISTORIA CRÍTICA
David Chambi Villan
INTRODUCCIÓN
Algo muy recurrente en nuestra Unidad de Formación de Historia
Crítica, es la integración sistémica de las premisas de nuestro Proyecto Sociocomunitario Productivo que es “Tolerancia, inclusión social y cultura de paz”. Para poder proceder con el desarrollo del presente artículo, debemos como primer paso desgranar estos conceptos presentar y posteriormente, en sentido crítico, relacionar con nuestro contexto que vive a diario.
DESARROLLO
Según el diccionario de Google, tolerancia es la actitud de una
persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas, aunque estas no coincidan con las propias. La inclusión social, según google, es la integración a la vida comunitaria a todos los miembros de la sociedad, independientemente de su origen, condición social o actividad; acercarlo a una vida más digna, donde pueda tener los beneficios para un desarrollo adecuado y sostenible. Y por último la cultura de paz, nos dice que consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos, tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas.
En este sentido, y teniendo en cuenta los conceptos de nuestro PSP, se
puede decir que, en nuestra unidad de formación, se maneja, se conoce y se aplica diariamente la tolerancia, la inclusión social y la cultura de paz. Bajo este lineamiento, es necesario dar a conocer que, si bien se aplican estas premisas, no todos se aplica en el mismo grado de efectividad, es decir, y desde una perspectiva más amplia, que la inclusión social ha quedado algo relegada de las otras dos premisas.
Es por todos conocido que el nuestro modelo educativo promueve el
trabajo comunitario, el trabajo en grupos de personas para un mejor aprendizaje, sin embargo dentro de nuestra unidad de formación, tenemos grupos de trabajo donde la mayoría de ellos siempre tienen los mismos integrantes, los mismos miembros que ya tienen más afinidad individual haciendo que se formen grupos de trabajo que se conocen y no precisamente son promotores de incluir nuevos integrantes a su grupo de trabajo por diversas divergencias que puedan tener.
Es así que se propone la necesidad de grupos dinámicos de trabajo,
la rotación de los integrantes individuales en los diversos grupos de trabajo para poder tener mayor alcance y eficacia en la aplicación de la inclusión social.
También es necesario concienciar a todos los miembros dentro de
nuestra unidad de formación sobre la importancia de la inclusión social dentro de los grupos de trabajo y dentro del aula. CONCLUSIÓN
A modo de conclusión, se puede decir que en nuestra unidad de
formación, hay una exitosa aplicación de los conceptos de tolerancia y cultura de paz, sin embargo, si bien trabajos ya en la inclusión social, es probable que nos falte un poco más de trabajo en el completo desarrollo de la inclusión social y sobre todo en los grupos de trabajo, no solo en nuestra unidad de formación de Historia Crítica, sino también en otras unidades de formación que requieran del trabajo en equipos o grupos.