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Polilics in the Central American Revolution, todavía evidencia el horizonte
de interpretación letrada en e! pape! de las literaturas comprometidas
en los procesos de cambio social en Latinoamérica. Acerca de este
cambio reflexiona en su libro Subaltemidad y Rejnesentación, texto con
una fuerte carga de las nuevas perspectivas presentes en los estudios
subalternos, publicado más de una década después de aquel primer
texto:
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los estudios subalternos. Esto no conlleva el alejamiento del
compromiso con la izquierda política, pero sí un horizonte alterno
en la manera de asumir este proyecto, ahora consciente de "tomar
en cuenta la complicidad de la academia misma -nuestra propia
complicidad- en producir y reproducir la relación élite/subalterno"
(Bevcrley 2004, p.33).
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La crítica de Beverley se dirige primordialmente hacia el tipo de
discurso letrado y humanista que predomina en los departamentos
de li teratura latinoamericana en los Estados Unidos. Siguiendo
de cerca a Foucault, Beverley afirma que las estructuras del
aparato universitario ofrecen a lo s profesores y alumn os un
material ya reificado de estudio, "empaquetado", por así decirlo,
en rígidos esquemas canónicos que definen de antemano lo que
es y lo que no es "Literatura latinoamericana". De hecho Beverley
pretende mostrar que la organización institucional de los
programas de literatura obedece a una ideología hegemónica
que asigna a los países imperiales el dominio sobre una
determinada lengua. (pp. 84-85)
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anquilosadas academias unive rsitarias del prim er mundo o quienes
las imitan en los países latinoamericanos.
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cultura subalterna generalmente no ha estado expresada en la
tradición letrada sino a partir de lo oral. Entonces, una vez que se
propone que la identidad latinoamericana estará moldeada por un
proceso de transculturación, que intenta integrar el paradigma de
la oralidad dentro del hegemónico paradigma letrado, lo que se
obtiene es una subordinación de la primera en la segunda. En este
sentido la transculturalidad letrada sería un tipo de homogenización
cultural llevado a cabo por la cultura hegemónica tradicional. La
insuficiencia del paradigma letrado se demuestra a partir del constante
peligro de la anulación del subalterno. Por otro lado, Beverley
reconoce en el proyecto de transculturación letrada la tendencia del
proyecto historicista y teleológico hegemónico de alcanzar la
modernidad latinoamericana. En ello se evidencia que tras el proyecto
de Ángel Rama está el paradigma criollo-mestizo de nación
homogénea (Cfr. Beverley 2004, p.79).
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El p ap el del intelectual en el presente hi stóri co no puede se r ya el
mismo qu e as umió dura nte los siglos XIX y XX. Los procesos de
globalización , migraci ón , fracaso de los proyec tos revolu ciona rios
de izqui erd a y la d esconli a nza ante las m e ta -n a rra tivas, h a n
configu rado nuevos retos en la manera en la que el intelectual intenta
comprometerse ac tu almente con las realidades sociales. La crítica
al así llamado neo-a rielismo, por parte de Beverley, trata de evidenciar
el tem or que los intelectuales latinoameri can os ti enen de a brirse a
las nuevas posibilidades históricas, qLúzá motivados por la conservación
de sus a ntiguos, y a hora ya consolidados, privilegios en las academias
latin oame ricanas. El resultado de este anquilosamiento consistirá en
la elaboración fi ccio nal de las identidades co nstruidas a im age n y
semejanza de la producción intelectual letrada. Los caminos propuestos
por Beve rl ey son bas tantes retadores pu es nos p revi ene n de las
h a bitu ales m an eras de produ cir y co nsagra r cono cimi e ntos en
Latinoamérica.
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testimonio se nos presenta (esto es, a la esfera pública) como un
texto escrito, pero que también conserva una cierta autoridad o
priv:ilegio epistémico de la oralidad en e! contexto de los procesos de
modernización que privilegian la alfabetización y la escritura en
lenguajes europeos como normas culturales."G7 (2004, p.lll ) Es a
partir de esta "relación" que surgen los "estudios subalternos",
ev:identemente académicos. Los estudios subalternos
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hum a nismo burgu és, como la literatura y el libro (o la crítica
litera ri a), enge ndradas por las prác ti cas del coloni a li smo y el
imperi alismo y relacionadas con ellos, y esas prácticas culturales
subalternas que a menudo constitu ye n su contenido n arrativo-
descriptivo . Por tanto su naturaleza como discurso está marcada
por una serie de aporías: es y no es "voz"; es y no es un a forma
"auténti ca" de cultura subalterna ; es y no es "docum ental" ; es
y no es li te ratura; concuerda y no concuerda con el humanismo
ético que manej amos como muestra ideológica académica propia;
a firm a y rechaza a la vez la categoría del "suj eto" com o autor
o e mi so r so b e r a no. (B ev e rl ey 199 6, pp. 14 4-145 )
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comprometido. Pareciera que la búsqueda de nuevas maneras no
subalternizantes del intelectual que se compromete y solidariza en
las presentes luchas sociales, se convierte en una actividad urgente
precisamente si no se quiere caer en los constantes peligros de las
décadas anteriores.
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2) "la afirmación 'b olivariana' si se qUlere, de formas de
territorialidad que van más all á de la nación oficial"
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culturales. El eje que articula la visión sobre éstos es la comprensión
que del subalterno tienen el autor. El influjo del texto de Ranajit
Guha Elementary Aspects rf Peasant Insurgency in Colonial India a la largo
del libro del académico norteamericano, como lo habíamos sugerido
antes, es de suma importancia para la definición del subalterno
utilizada por Beverley. La principal característica del subalterno y
la subalternidad consiste en la "negatividad" y "oposición" a lo
hegemónico: "Para Guha [ ... ] la categoría que define la identidad
o "voluntad" del subalterno es la negación." (2004, p.54). Más
adelante afirma: "Ello implica que la lógica que constituye la identidad
subalterna es, necesariamente, binaria." (p.127) Debido a esta
caracterización del subalterno es que los estudios subalternos también
desarrollarán el ímpetu de oposición: "por eso -afirma Beverley-
prefiero enfatizar el aspecto 'negativo' o crítico del proyecto de los
estudios subalternos: su interés en registrar dónde fracasa el poder
de la universidad y de las disciplinas en representar al subalterno."
(2004, p.69)
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culturales surgieron co mo una estrategia teó rica, m etodológica y
epistemológica alternativa a la ceguera de las disciplinas canónicas
y de las ideológi cas escnciali stas de izquierda . La cultura d e m asas,
las reivindi caciones de los grupos excluidos (muj eres, homosexuales,
indíge nas, neg ros, etc.) es timula ban la creación de nuevas y más
incl uyentes formas académicas para la comprensión de los fenómenos
socioculturales emergentes. Lo que propone Beverley,a contra pelo
de los desarrollos de Canclini y M orales, es que los estudios culturales
en sus oríge nes tambi én surgieron baj o una a rticulaóón política de
oposición bin a ri a: era n formas anti-h egem ónicas de expresión de
las nu evos fenómenos de la cultura de masas surgentes (Cfr. 2004,
p. 152-1 53). Sin embargo, y en esto es constante Beverley, los estudios
culturales co rren el riesgo de quedar atrapados en la configuración
ar m óni ca y ce lebrativa d e las intrín secas relaciones de oposición
(bin ari as, entonces) dent ro de la cultura de la sociedad de masas, del
consum o de la diversifi cación culturaL En este sentido se pregunta
el a utor: "¿Son las limitaciones de los estudios culturales las mismas
qu e las d e la transc ulturación?" (2004, p.1 63) Pa ra responder la
pregunta ac udirá al a náli sis críti co del texto d e C a rcía C a nclini
CuLturas Idbridas. La sigui ente afirm ación pa rece ser una respu esta
positiva a la pregunta a ntes establecida:
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para Beverley, en
G!'Santiago C astro-GÓllIez (1999) comenta al respecto: " Beve rley piensa que, al valorar positivamente
los efec tos dc la cultura de masas en el imaginario popular, los tra bajos de Canclini, Brul1ne r, Barbero
y Sarlo legiumal1 el poder tecnológico del 'capitalismo tardío', ignorando al mismo tiempo sus consecuencias
destru cti"as." (p.93)
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abandonan la esperanza de lograr un cambio estructural del sistema,
por esta razó n es que la supuesta articulación de inte reses entre los
medios hege mónicos de expresión y los intereses populares de los
~ ub a lt ernos propu es ta por los es tudi os c ulturales tend erí a n a
desarti cular aquell a esperanza. Para Beverley "el proyecto de los
estudios subalternos no es sólo un problema de 'representación' del
subalterno, sino de comprender cómo nuestro propio trabajo en la
aca d e mia func iona activame nt e h ac ie ndo y d es h acie ndo
subalternidad. " (2004, pp.2 11-212)
711 Al respecto afirma Bc\'(' r!ey: " una tclcolugia pustnaciona l (nu reconocida) opera en C ulturas híbridas,
e n la medida l'll quc la hibrilbciélll illlpli ca Ull proceso de combi nac ión q ue es a la vez necesa rio y
pro\'idencial. dcstru \'endo en las prácticas co tidi anas las oposicio nes binarias que CancJini como teórico
d e la cultura pre te nd e dl'cnn struir. La hibridació n f'un cin na , en ot ras pa lab ras, como un prnceso de
supe móém dialectit'a o trasce ndl'ncia de estados a nte rio res d e clisonancia o contracUcción en la configuración
de un suje tu, g nlpo o clase sneial , y de identidades regiu na les o nacionales. En este sentido, el argumento
de Ca ncl in i cs, t'sc ncialnwllte. Illodt' rnista l. ... ]" (2004 , p. 17S )
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