A diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos
inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir, es lo que llaman Ética (Savater [2011]).
Ciencia de los valores y de la conducta consciente y
libre de los seres humanos que busca establecer normas de obrar basadas en los criterios del bien y del mal.
Sin embargo, la distinción de la ética por sobre todo término no está
plenamente dominada pues por lo general es confundida con la moral. A pesar de la natural existencia de una sinonimia entre estas palabras, una vez que ambas se refieren a la acción humana intencional y sobre los criterios de elección de un determinado tipo de conducta, a lo largo de la historia han ganado sentidos distintos. Así pues, por moral se debe comprender el conjunto de reglas de conductas asumidas libre y conscientemente por los individuos, con la finalidad de organizar las relaciones interpersonales, según los valores (Macena y Guilhem [2008]).
Es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal,
destinados a dirigir la conducta de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamientos que son adquiridos por cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria.
En dicho concepto se presenta otra figura relevante; los valores. el valor
es un bien descubierto y elegido libre y conscientemente, es decir, presente a la actividad espiritual del hombre, que busca ser realizado por él y reconocido por los demás (Derisi). Así pues, los valores son subjetivos por cuanto su vivencia depende de la libertad y de la conciencia, pero no son fruto de una invención, creación o hallazgo que dependan solo de esa persona. Cabe señalar, el valor es complejo, dinámico y cambiante según la situación y las circunstancias (Yarce [2006]). La virtud es la encarnación operativa habitual y estable del valor. Las virtudes, entonces, son fuerzas o potencias que llevan a la persona a la excelencia, a la perfección moral, a ser capaz establemente (hábito) de hacer algo bueno en el obrar personal. A diferencia de los valores que vienen a ser, en otras palabras, ideales deseable o de bienes atractivos que yo puedo hacer realidad a través de acciones aisladas entre sí o esporádicamente. La virtud, por ser un hábito subjetivo, operativo y provechoso, da estabilidad al valor y prolonga su vivencia en el tiempo (Yarce [2006]).
2. ELEMENTOS DE LA ÉTICA.
- Libertad: puede entenderse en la dimensión de "libertad" para poder
'querer' algo, poder 'preferirlo', poder 'elegirlo'; como también en el ámbito de "libertad" para poder 'hacer' aquello que se prefirió. Dentro del concepto se encuentran igualmente dos corrientes. Por un lado el "determinismo" que niega toda libertad en el hombre pues "nuestro comportamiento está determinado por causas conocidas o no por el hombre"; y por el otro el "indeterminismo" el cual afirma la existencia de la libertad humana pues se sigue la idea del ser humano libre siendo que de lo contrario no sería responsable de sus actos, también teniendo la idea de que el hombre tiene la experiencia inmediata de ser libre. - Bien: es indefinible, es como una intuición inmediata. El bien es aquello que es deseable, buscable, apetecible por el ser humano en cuanto tal. Existe la idea de que la naturaleza humana tiende tendencia hacia el bien y que la ética humanista supone una naturaleza no corrompida en el hombre. - Mal: es lo entendido socialmente como incorrecto y, ligado a la temática, es aquel atribuido a la voluntad humana (guerras, crímenes, injusticias).
3. LA GLOBALIZACIÓN ÉTICA.
Cuando se aborda la ética junto con la globalización su comprensión
puede llegar hacer todavía más compleja queda expuesta al estudiar la ética con la moral. Podemos definir a la globalización como un proceso de interconexión mundial que afecta todo el planeta, es una aceleración de los flujos de intercambio, de tecnología, de cultura e información. Estos flujos pueden ser de mercancía, de personas, de mensajes o incluso financieros. La globalización supone una comprensión del tiempo y del espacio muy acelerada, donde las distancias se acortan y las relaciones son más inmediatas debido al uso de las tecnologías de la información. Ante la situación actual, donde las culturas y sociedades que antes se les imposibilitaba una conexión que involucre la interacción entre una sociedad a otra se ven activamente relacionadas por distintos medios de comunicación, se desarrolla lo llamado ÉTICA GLOBALIZADA. Así pues, esta se puede definir como el saber vivir, o arte de vivir, conformado a raíz del intercambio vivencial entre individuos de distintas culturas permitido hoy día por el proceso de interconexión mundial, generando de esta manera un saber vivir basado en la información recolectada al entrar en contacto con los seres humanos de otras generaciones, continentes y sexos, ampliando así nuestros horizontes.
4. CARACTERÍSTICAS DE LOS VALORES
Según Adela Cortina (Yarce [2006]), los valores se caracterizan por:
- Libertad: está en nuestras manos realizarlos y apropiárnoslos, con más o menos dificultades. - Universalidad: aspiran a ser universalizados pues no son simples rasgos del carácter o peculiaridades que unas personas tienen y otras no, sino que piden ser universalizados. Es lo llamado valor ideal. - Humanidad: quien se los apropia crece en humanidad, el que no lo hace disminuye, es decir, la persona tiende a integrarlos de una forma plenamente humana.