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1.Introducción
Las vasculitis comprenden un grupo heterogéneo de entidades relativamente frecuentes (suponen 1 de cada 300 ingresos en un hospital universitario) de
etiologías y manifestaciones diversas, que se caracterizan por la inflamación de los vasos sanguíneos, arterias, venas o ambos, lo cual compromete su función
con el desarrollo de isquemia y necrosis.
La inflamación vascular puede acompañarse de sintomatología general (fiebre, astenia, afectación del estado general) y/o el desarrollo de manifestaciones locales
orgánicas dependientes del órgano afecto por la vasculitis (afectación cutánea, síntomas neurológicos, dolor abdominal, compromiso renal, etc.). La piel y el tejido
subcutáneo se afectan frecuentemente en las vasculitis. Esta alta frecuencia de afectación es probablemente debida a diversos factores incluyendo el gran
número de vasos dermicos, la exposición al frio y la presencia de fenómenos de estasis vascular que favorecerían el desarrollo de vasculitis con afectación
cutánea. Las vasculitis pueden manifestarse a nivel cutáneo de diversas formas, desde cambios en la coloración, edema, púrpura, equímosis y necrosis (úlceras),
siendo la manifestación más frecuente el desarrollo de púrpura palpable en extremidades inferiores. El desarrollo de una púrpura palpable puede ser la
manifestación de una vasculitis benigna de corta duración, puramente cutánea a una manifestación cutánea de una vasculitis sistémica que puede acompañarse
de afectación orgánica con compromiso vital. La elevada frecuencia de manifestaciones cutáneas de las vasculitis hace que el reconocimiento de estas lesiones,
sea importante para el diagnóstico de las mismas.
2.Patogénesis
El diagnóstico y la clasificación de las vasculitis se basa especialmente en los mecanismos patogénicos que las producen. Se pueden clasificar las vasculitis en
base a los mecanismos de producción que incluyen: la infección directa de los vasos, mecanismos inmunes y vasculitis de causa desconocida (Tabla 1). La
mayor parte de vasculitis pueden catalogarse dentro de las causas infecciosas o en las inmunológicas. Dado que el tratamiento de las vasculitis infecciosas es
radicalmente diferente del de las vasculitis mediadas por daño inmunológico, es importante realizar la distinción entre las dos formas de vasculitis en las fases
iniciales de la valoración de estos enfermos. Es importante descartar una causa infecciosa antes de instaurar un tratamiento inmunosupresor. La mayoría de las
vasculitis están mediadas por mecanismos inmunes, y se clasifican según los 4 tipos de reacción de hipersensibilidad de Gell y Coombs:
Tabla 1
Mecanismos patogénicos de las vasculitis
1. Infección directa de los vasos
2. Inmunológico
1. Tipo I (IgE)
2. Tipo II (citotóxico)
3. Tipo III (Inmunocomplejos)
4. Tipo IV (medida por linfocitos T)
3. Otras causas
1. Neoplásica
2. Desconocida
1. Tipo I (vasculitis alérgica o anafiláctica: incluye las vasculitis asociadas a estados atópicos, urticaria vasculitis y síndrome de Churg-Strauss. Se
caracterizan por la presencia de niveles séricos y tisulares de IgE elevados. En la fase vasculítica se caracteriza por infiltración angiocéntrica de los
vasos por eosinófilos.
2. Tipo II (citotóxica o citolítica):
a. vasculitis mediadas por ANCA (granulomatosis de Wegener, poliangeitis microscópica y síndrome de Churg-strauss). Los ANCA (anticuerpos
anticitoplasma de neutrófilos) son capaces de activar los neutrófilos y las células endoteliales, así como inducir la apoptosis acelerada de los
neutrófilos.
b. Anticuerpos anti-células endoteliales endoteliales (AECA). Los AECA pueden causar vascultis por daño directo o por activación del
complemento, están involucrados en la enfermedad de Behçet y la enfermedad de Takayasu y tienen especificidad por diferentes regiones
vasculares, afectando a vasos de pequeño tamaño en la enfermedad de Behçet y vasos de gran tamaño en la enfermedad de Takayasu.
3. Tipo III (mediada por inmunocomplejos): el depósito de inmunocomplejos da lugar a la activación del complemento y liberación de los componentes C3 y
C5, que producen quimiotáxis de neutrófilos y liberación de enzimas proteolíticas que dañan la pared vascular. Es el grupo más amplio de vasculitis entre
las que encontramos la vasculitis leucocitoclástica cutánea, el síndrome de Schonlein-Henoch y poliarteritis nodosa, entre otras formas.
4. Tipo IV (citotóxica) vasculitis mediada por linfocitos T: en este grupo se incluyen aquellas vasculitis granulomatosas que se caracterizan por la presencia
en la pared de los vasos de infiltrados inducidos por linfocitos T, especialmente T h1, que serían responsables por medio de la producción de interferon-γ,
de la acumulación de macrófagos que fagocitarían las fibras elásticas. En este grupo de vasculitis se encuentra la arteritis de la temporal.
3.Clasificación
Las vasculitis son un grupo de síndromes heterogéneo que sin embargo comparten varias manifestaciones entre ellas. No existe un esquema de clasificación
ideal de las vasculitis. Se pueden clasificar en relación a si
1. son primarias o secundarias (tabla 2),
2. en relación al tamaño del vaso afecto y las características histológicas encontradas en la histología (tabla 3 ) o
3. en base a los mecanismos patogénicos (tabla 4).
Todas estas clasificaciones son útiles para comprender los síndromes vasculíticos, pero tienen varias limitaciones de índole clínica e histológica. En la actualidad
la nomenclatura utilizada es la que resultó de la conferencia de consenso internacional en Chapel Hill, que integra datos sobre la etiologia, patogenesis, patologia,
demografia y manifestaciones clínicas, revisada en 2012 y resumida en la tabla 5..
4.Manifestaciones cutáneas de vasculitis
4.1. Clinica: Las manifestaciones clínicas cutáneas de las vasculitis en la piel orientan hacia el diagnóstico de vasculitis, pero no son especificas de ninguna
entidad específica. Las lesiones cutáneas son útiles como signo diagnóstico y su estudio histológico y mediante inmunofluorescencia directa sirven para obtener
confirmación diagnóstica de vasculitis. Las manifestaciones más características son el desarrollo de púrpura palpable y de nódulos, pero pueden observarse otras
manifestaciones cutáneas tales como petequias, equimosis, máculas eritematosas, lesiones de urticaria, livedo reticularis, necrosis, ulceras, vesículas, pústulas,
ampollas, lesiones a tipo pioderma gangrenoso, lesiones tipo eritema nodoso y lesiones a tipo síndrome de Sweet. El predominio de una lesión clínica u otra
vendrá determinado por la localización del vaso afecto y por las características del proceso inflamatorio.
Las vasculitis con afectación de vasos de pequeño calibre en la piel se manifiestan Tabla 6
principalmente por la púrpura, que con frecuencia es palpable y afecta principalmente a Manifestaciones cutáneas de las vasculitis
extremidades inferiores (debido a la presión hidrostática). La púrpura suele desarrollarse en Púrpura palpable Vesículas
brotes sucesivos, inicialmente son máculas de coloración rojiza, que evolucionan hacia placas y Petequias Pústulas
pápulas, que pueden ser desde unos milímetros hasta varios centímetros de diámetro. Las
Equimosis Ampollas
lesiones más grandes son mas equimóticas que purpúricas. El color puede evolucionar desde el
rojo-purpúrico hasta parduzco, en relación a la evolución de la degradación de la sangre máculas eritematosas Lesiones a tipo pioderma gangrenoso
extravasada. En algunos pacientes, especialmente aquellos en los que la vasculitis mediada Livedo reticularis Lesiones a tipo eritema multiforme
por inmunocomplejos se acompaña de una gran activación de complemento pueden dar lugar a Necrosis Lesiones a tipo síndrome de Sweet
focos de edema cutáneo que se manifiesta clínicamente por brotes de urticaria, que Ulceras
generalmente dura mas de 24 horas y evoluciona hacia lesiones purpúricas. Los nódulos
suelen ser calientes, tumefactos y rojos y pueden estar rodeados por lesiones de livedo reticulares. Los nódulos cutáneos se observan en las vasculitis que
afectan a vasos de mayor calibre, como la poliarteritis nodosa - cutánea o sistémica-, la granulomatosis de Wegener, el síndrome de Churg-Strauss y la arteritis
de células gigantes.
4.2 Histología: El hallazgo histológico más frecuente en las vasculitis es el de es una vasculitis neutrofílica leucocitoclastica , que se caracteriza por la presencia
de infiltrado inflamatorio afectando a la pared vascular con presencia de edema endotelial, infiltrado inflamatorio con predominio de polimorfonucleares neutrófilos,
leucocitoclasia (degranulación y fragmentación de los polimorfonucleares dando lugar al polvo nuclear) hemorragia y trombosis. El desarrollo de nódulos cutáneos
en pacientes con vasculitis pueden observarse en los casos en que existe un inflamación cutánea o subcutánea centrada en un vaso. La realización de estudios
de inmunofluorescencia directa son útiles en el diagnóstico de vasculitis ya que nos permiten la demostración de inmunoclomplejos depositados en los vasos
dérmicos y saber por que inmunoglobulina están constituidos (IgG, IgM, IgA, C3 y/o fibrinogeno).
5.Síndromes vasculíticos
Las vasculitis que nos van a interesar más son las vasculitis sistémicas primarias producidas por trastornos inmunes como la vasculitis o angeitis leucocitoclástica
cutánea, las vasculitis sistemicas primarias asociadas a ANCAS incluyendo la granulomatosis de Wegener, la granulomatosis de Churg-Straus y la poliangeitis
microscopica, asi como las vasculitis sistemicas con afectación de vasos de gran tamaño como arteritis temporal y la poliarteritis nodosa.
Vasculitis granulomatosa y alérgica de Churg-Strauss: La enfermedad de Churg-Strauss es una vasculitis sistémica primaria rara que se observa en
pacientes con asma. Se caracteriza por afectar a vasos de tamaños variables con formación de granulomas intra y extravasculares -con intensa
presencia de eosinófilos en el infiltrado- y por afectar a pacientes con historia de asma, atopia y eosinofilia periférica. El síndrome de Churg-strauss está
considerado resultado de una reacción de hipersensibilidad tipo I, en el cual la proliferación de linfocitos CD4+, T H2 estimulada por diversos alergenos -
inhalados, vacunas, medicaciones o infecciones. Los linfocitos TH2 producen interleucina 4, 5 y 13 que estimulan la acumulación de mastocitos, basófilos
y especialmente eosinófilos que producen el daño tisular
Suele asociar sintomatología sistémica con fiebre, mal estado general y pérdida de peso. La manifestación clínica principal e inicial es el desarrollo de
asma, que suele afectar a personas con antecedentes de atopia (bronquitis asmática, rinitis o conjuntivitis alérgica y dermatitis). En un segundo estadio
las crisis asmáticas se agravan y suelen acompañarse de infiltrados pulmonares con alteraciones radiológicas y eosinofilia periférica y en un tercer
estadio se desarrollan signos y síntomas propios de una vasculitis, solo en este último estadio es posible realizar el diagnóstico del síndrome. El 50% de
los pacientes fallecen por afectación cardíaca de la enfermedad. El 70% de los pacientes desarrollan lesiones cutáneas en forma de nódulos cutáneos y
subcutáneos, denominados granulomas extravasculares de Churg-Strauss, que pueden observarse tanto en la vasculitis de Churg Strauss como en otras
enfermedades reumáticas. Otras lesiones cutáneas incluyen el desarrollo de púrpura palpable y livedo reticularis. El 75% de los pacientes desarrollan
manifestaciones neurológicas. La analítica más característica muestra una eosinofília periférica con valores de entre 5 y 10x109 eosinófilos/L. El nivel de
eosinofilia es un buen marcador para el tratamiento de la enfermedad. El diagnostico de vasculitis puede sugerirse ante la presencia de asma, eosinofilia,
infiltrados pulmonares y datos de afectación multisistémica en pacientes con antecedentes atópicos. Los criterios diagnósticos del Síndrome de Churg-
Strauss están resumidos en la tabla 9.(ver caso NEJM )
Poliangeitis microscópica: Forma de vasculitis de pequeño vaso que se asocia frecuentemente a enfermedad renal rápidamente progresiva
(glomerulonefritis necrotizante segmentaria focal), afectación cutánea (>75% púrpura palpable), presencia de anticuerpos contra p-ANCA, en ausencia de
granulomas extravasculares y depósitos de inmunocomplejos en la inmunofluorescencia directa. La poliangeitis microscopica tiene un pronostico peor
que las otras formas de vasculitis asociadas a ANCAS con una supervivencia a los 5 años del 45%. .
5.3.2. Vasculitis por inmunocomplejos (tabla 10.)
Síndrome de Henoch-Schonlein: Es la forma más frecuente de vasculitis en niños. Se caracteriza por el desarrollo de rash purpúrico, artralgia/artritis,
afectación gastrointestinal y nefritis. Las lesiones clínicas son polimorfas las lesiones más características son de púrpura palpable, pero pueden
desarrollar pápulas, urticaria, angioedema, vesículas, necrosis y livedo reticulares. Las lesiones afectan principalmente a miembros inferiores y glúteos.
Las lesiones cursan a brotes. Ocasionalmente pueden acompañarse de fiebre, malestar, artralgias o mialgias. En general suele reservarse la
clasificación en este síndrome para aquellos casos en que se demuestra la presencia de inmunocomplejos circulantes de clase IgA o la presencia de
depósitos inmunes en piel de clase IgA
Urticaria vasculitis: se caracteriza por el desarollo de lesiones cutáneas en forma de habón que a diferencia de lo que ocurre en la urticaria aguda tienen
a perdurar con duración de más de 24 horas, deja pigmentación residual, generalmente se asocia con sensación de quemazon más que con picor, suele
asociar síntomas sistémicos como fiebre, angioedema, artralgias y artritis y dolor abdomina. Hasta un 30% de pacientes asocian hipocomplementemia y
su presencia se asocia con una mayor gravedad.
Vasculitis crioglobulinemica: Las crioglobulinas son inmunoglobulinas que precipitan con el frio y que producen daño orgánico por dos mecanismos
principales, la oclusión vascular (síndrome de hiperviscosidad, principalmente en la crioglobulinemia tipo I y por mecanismos inmunes principalmente en
las crioglobulinemias mixtas. Existen 3 tipos básicos de crioglobulinemias, el tipo I monoclonal IgM o IgG, el tipo II mixta monoclonal IgM y polilclonal IgG
y el tipo III mixta policlonal IgG e IgM. Las crioglobulinas se relacionan con diversas patologías que incluyen infecciones, enfermedades autoinmunes y
neoplasias siendo la más frecuente la infección por virus de la hepatitis C. El porcentaje de pacientes con crioglobulinemia que desarrolla lesiones
clínicas varía desde el 2 al 50% de los pacientes, siendo los hallazgos clínicos más característicos la triada de púrpura, artralgias y debilidad que son las
manifestaciones debutantes en el 80% de los pacientes, siendo la púrpura la manifestación más característica. Otras manifestaciones cutáneas incluyen
úlceras, generalmenet alrededor del maleolo y lesiones isquémicas. El desarrollo de úlceras cutáneas y lesiones de gangrena digital empeoran el
pronóstico con un mayor riesgo de infección, sepsis y muerte.
5.4 Vasculitis de órgano único
La paniculitis, consiste en el desarrollo de lesiones inflamatorias afectando al tejido adiposo. se presenta clínicamente como nódulos subcutáneos y suele ser un
signo de enfermedad sistémica. Hay varias formas de paniculitis, como el eritema nudoso (, el eritema indurado-vasculitis nodular, el lupus profundo, la
lipodermatoesclerosis, el déficit de antitripsina 1, la paniculitis artefacta y la necrosis grasa debida a enfermedad pancreática o paniculitis pancreática.. La forma
más frecuente de paniculitis es el eritema nodoso
El eritema nodoso : El eritema nudoso es una erupción eritematosa nodular que generalmente se localiza de extensión de las extremidades inferiores y con
menor frecuencia glúteos y extremidades superiores. El EN representa una reacción de hipersensibilidad a una variedad de estímulos antigénicos y puede
observarse en asociación con varias enfermedades (infecciones-estreptocócicas y con menor frecuencia por M. tuberculosis-, enfermedades autoinmunes y
neoplasias) y así como efecto secundario de diversas medicaciones (sulfonamidas, anticonceptivos orales). Aproximadamente el 55% de los casos son
idiopáticos. El EN es más frecuente en mujeres con una relación M:V 5:1, especialmente entre los 18 y los 35 años.
Manifestaciones y curso clínico: Suele cursar con síntomas prodrómicos en forma de mal estado general o cansancio. Es frecuente la historia de infección de vías
respiratorias superiores unas semanas previas al desarrollo de las lesiones de eritema nodoso. PUede cursar con fiebre de bajo grado y manifestaciones
sistémicas en forma de artralgias y artritis. Clínicamente se caracteriza por la aparición de lesiones nodulares, eritemato-edematosas de distribución errática,
afectando a ambas piernas. Las lesiones son tumefactas, dolorosas al tacto y se acompañan de edema maleolar. Lesiones con semejante característica clínica
pueden observarse en los brazos. En su evolución las lesiones adquieren un color oscuro o azulado y suelen remitir, pudiendo aparecer nuevas lesiones ya que la
enfermedad puede persistir largo tiempo. El desarrollo clínico de lesiones nodulares inflamatorias no ulceradas es suficiente para establecer el diagnóstico. En
casos especiales puede realizarse una biopsia que debe ser profunda para incluir tejido adiposo, que mostrará una reacción inflamatoria que predominará en los
septos interlobulillares sin vasculitis. En relación a la cronologia de la lesión el infiltrado será agudo con presencia de polimorfonucleares o granulomatoso en las
lesiones más crónicas.
Patogenia y etiología: El eritema nodoso es probablemente una reacción de hipersensibilidad retardada a una variedad de antígenos conocidos o no y se ha
relacionado con diversas enfermedades (tabla). El 30% de los casos son idiopáticos, seguidos de la asociación a enfermedades estreptocócicas y la sarcoidosis
en adultos.
Dada la frecuente asociación con infecciones estreptocócicas de vías altas, cuando se diagnostica un eritema nodoso debe realizarse un estudio clínico y analítico
en relación a la anamnesis obtenida incluyendo cultivo de orofaringe, coprocultivo, niveles de ASLO y Rx Tórax.
Tratamiento: El eritema nodoso en la mayoría de los casos es una enfermedad autolimitada y no requiere sólo un alivio sintomático con salicilatos, vendaje
compresivo y reposo en cama. La indometacina (250 mg tres veces al día) o el naproxeno (250 mg dos veces al día) puede ser más eficaz que la aspirina.
El eritema indurado y la vasculitis nodular comparten un cuadro histológico similar y, según expertos, representan el espectro clínico de una sola entidad
patológica; más adelante se separaron y esta última casi siempre es idiopática y la primera se vincula con la presencia de DNA de M. tuberculosis.. Las lesiones
del lupus profundo se encuentran principalmente en la cara, la parte superior de las extremidades superiores y las nalgas (zonas de abundante grasa) y se
observan tanto en las modalidades cutáneas como sistémicas de lupus. La paniculitis pancreática es una manifestación rara de la enfermedad pancreática. Afecta
a un 2-3% de los pacientes con trastornos pancreáticos, incluyendo más comúnmente pancreatitis aguda y crónica, especialmente en relación con el consumo de
alcohol, así como carcinoma de páncreas. La liberación de enzimas pancreáticas, especialmente amilasa y lipasa, conduce a la necrosis grasa subcutánea. La
paniculitisse manifiesta como nódulos eritematosos, violáceos localizados especialmente en extremidades inferiores que con frecuencia se ulceran. La asociación
con afectación clínica y analítica pancreatica orienta al diagnóstico que debe confirmarse mediante el estudio histológico que muestra un hallazgo patognomónico
consistente en la necrosis eosinofílica con presencia de adipocitos necroticos anucleares (células fantasma) y focos de calcificación.
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