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Symploké revista filosófica ISSN 2468-977

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Índice
Tiempo. Problema nuclear de la ciencia y la filosofía contemporá-
neas. Dr. Edgardo Albizu 4a9

Hegel y la superación (Aufhebung) del sujeto. Autoconciencia y


reconocimiento. Dr. Jorge E. Fernández 10 a 13

Héroes fuera de serie. Ulises y Shrek. Lucas L. Albornoz 14 a 19

Nihilismo. Juego y pampa en la filosofía de Carlos Astrada. Lucas 20 a 25


G. Aldonati

Entrevista Victoria Juliá 26 a 28

Reseña: Las críticas de los filosofos megáricos a la ontología plató-


nica. 29

Ellos o nosotros. La otredad en la literatura argentina del siglo


XIX. Lucas Valle 30 a 33

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Symploké revista filosófica

La Revista
Integrantes de la Revista

Calomino, Hernán E. :: Co-director


Gutiérrez, Alejandro M. :: Co-director
 
Consejo evaluador:
 
Bieda, Esteban :: Dr. en Filosofía
(UBA)

Cladakis, Maximiliano :: Dr. en Filosofía


(UNSAM)

Fernández, Jorge :: Doctor en Filosofía


(USAL)

Gardella Hueso, Mariana :: Lic. en Filosofía


(UBA)

Gianneschi, Horacio :: Lic. en Filosofía


(USAL)

Menniti, Martín :: Lic. en Filosofía Deleuze dijo una vez: “Escribir Desde ya, agradecemos el apoyo
(UNSAM) no es imponer una forma de expresión a de los directores de la carrera de filosofía
una materia vivida. La literatura está al de la Universidad Nacional de San Martín
Pico Estrada, Paula :: Profesora Filosofía lado de lo informe, de lo inacabado... Es- y a todos los docentes que participan de
(UNSAM) cribir es un asunto con el devenir, siempre este proyecto en calidad de consejo eva-
inacabado, siempre en curso, y que des- luador.
Tursi, Antonio :: Dr. en Filosofía
borda cualquier materia vivible o vivi- Esperamos que esta iniciativa,
(UBA)
da.” que comienza modestamente desde los
Coloboradores: Esa es la idea de esta revista, estudiantes de esta casa, pueda ser aque-
desbordar la materia vivida, plantear el llo que se propone y permitir la difusión
Marasso, Fernando :: Desgrabaciones interrogante desde el devenir de una es- y la puesta en escena de una producción,
critura que no cierra, que cuestiona, que que por más pequeña que sea, constituye
Valls, Analía E. :: Correctora interpela. En un modesto intento por ge- el devenir de las expresiones que hacen
nerar un cúmulo de relaciones que permi- que esto sea lo que es, si es que es algo.
tan desarrollar la difusión de la produc-
ción, tanto docente, como estudiantil, la
Revista Symploké
presente propuesta es una invitación a
ISSN: 2468-9777 reconocerse en tanto productores de un
hola@revistasymploke.com devenir constante de interpretaciones y Alejandro M. Gutiérrez
www.revistasymploke.com sentidos. Hernán E. Calomino
Pacheco 2558 La idea de una revista se nos pre- Directores de la Revista
CP 1431 senta por esto mismo, por la necesidad de
Ciudad Autónoma de Buenos Aires reconocerse, o no, en el otro a partir de
Argentina una producción filosófica, producción que
nos reúne pero que al mismo tiempo nos
excede. Por esto mismo, la posibilidad de
presentar hoy esta revista constituye, por
más pequeño que parezca, una profundi-
zación en las relaciones interpersonales,
fomentando el intercambio de ideas, el
debate y la reflexión.
Nuestro objetivo excede desde
todo punto de vista la mera reproducción
y busca la producción con el fin de moti-
var a los estudiantes de diversas univer-
sidades a participar de un proyecto que
se postula abierto a las intervenciones de
aquellos que deseen colaborar con el mis-
mo.
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Symploké revista filosófica septiembre 2015

(En el centenario de la teoría de la relatividad general,


de Albert Einstein)

Tiempo
Problema nuclear
de la ciencia y
la filosofía
contemporáneas Edgardo Albizu*
Aún desde lejanos discursos tiempo determina, pues, desde el inicio de tra-interrogancia (a partir de la experien-
mitológicos, así como en el antiguo pen- la reflexión mítico-metafísico-científica, cia) brotada de (gen. subj.) la experiencia,
samiento filosófico-metafísico, la cavila- que el tiempo purísimo sólo se consume, cuyo télos mentado (gen. obj.) es la natu-
ción acerca del tiempo se despliega entre desde su plenitud especulante, merced a raleza. En esta fórmula el núcleo semán-
dos extremos: alma y universo, psyjé y su metamorfosis y a su transfiguración tico de la filosofía es lo significado por
kósmos. De tal manera se ratifica la ori- metaespeculativas. “naturaleza”, concebida no tanto como
ginaria unidad de pensar y ente, lógos y Sin embargo, de tal modo no sucesora o reemplazante de Dios, en el
ousía, extremos susceptibles de ulteriores se dice que subjetación y cosmización dominio temático, sino como su consu-
profundizaciones ratificantes de parale- del tiempo sean uno y el mismo proceso. madora, según lo enseña la metafísica
lismo estructural: sujeto-objeto, espíritu- Antes bien, cada uno ejecuta con relati- moderna. Referente básico al respecto es
materia, libertad-naturaleza. En tal des- va autonomía la monadización semántica la fórmula Deus sive Natura (Baruch de
envolvimiento la cavilación acerca del de las diversas pluralidades significantes Spinoza, Ethica ordine geometrico de-
tiempo tiene función de nexo primordial; del tiempo purísimo. Esto concierne a la mostrata [1677], I), cuya densidad me-
por eso es posible concebirlo tanto como metamorfosis del pensar, de la conciencia tafísica no implica que se suprima aquí
lo natural del espíritu, o de la libertad, o significancia; al post-acabado de cuanto matices diferenciales de la gestación
cuanto como lo espiritual de la materia, constituye a la conciencia en cuanto tal. historiable del significado naturaleza se-
o de la naturaleza. Según esto, tiempo Las metamorfosis, en efecto, son lo pos- gún el propio Spinoza, los platónicos de
cumple de hecho la función de servicial trero de un pasado, retorno al futuro y su Cambridge (Barrow) y Newton, sino que
fundamento especulativo, la obviedad de presente de pre-s-ente ya consumado, ya tales matices demarquen un tramo de ma-
cuyos algoritmos parece reducir su índole sido. Los interludios metamórficos archi- duración semántica en el que la “philoso-
en tanto fundamento de ambos extremos prehenden las trans-presentaciones de un phia naturalis” asciende a la condición de
según sus primarias dimensiones filosó- presente consumado. Son momentos en “prima philosophia”, de meta-física. No
ficas. Tan “misteriosa” índole despertó los que lo acabado comienza a proyectar- se dice así que una “filosofía segunda”, la
recelo acerca de las dimensiones episte- se hacia su presente recuperado: presente física, protagonice un simple sobresalto
mológicas de los entes metafísicos, sobre secundario con el que el futuro se in-ven- dinástico: se convierta por necesidad ex-
todo naturales, lo cual en modo alguno ta, torna más presente a aquello que fue terna, por “vacío de poder”, en sucesora
excluyó que la subjetación creciente del presente. de la filosofía primera, o teología. Antes
tiempo se desplegase en contrapunto con Indicador de tal proceso es el tí- bien, se está ante una mutación básica de
su cosmización. En todo caso, tiempo: su- tulo concentrador de la ciencia moderna, los sistemas semánticos filosofía y cien-
jeto pensante y tiempo: universo real se contratemporador del a priori temporante cia.
acercaron asintóticamente apuntando ha- ciencia: Philosophiae naturalis principia 2) Principios matemáticos: de
cia una monadización ideal infinita. Esta matematica (1687), de Isaac Newton. En acuerdo con lo antedicho, la filosofía
intrínseca mediación tecno-constructiva él se conjugan los siguientes elementos: natural es filosofía de la substancia pro-
–o ingeniería vital poiética– del concepto 1) Filosofía “natural”: retro-in- piamente dicha. Ahora bien: lo así consti-

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tuido no resulta de la inmediata reflexión esfuerzo de novedad total. Se sigue una de la ciencia3.
de la conciencia cotidiana, modelada por inducción trascendente y no una induc- La subjeto-cosmización del
el lenguaje “mundano”, primariamente ción amplificadora al ir del pensamiento tiempo en el pensar presente, con-tempo-
cosal, sino de principios matemáticos de clásico al pensamiento relativista. Natu- ráneo, es el marco semiótico de la guerra
antemano actuantes en los discursos filo- ralmente que, después de esta inducción, de significancia en la que maduran filo-
sóficos, tradicionales moldes de acabado se puede obtener por reducción la ciencia sofía y ciencia, en la que se acercan a sus
de la filosofía primera. En otros términos: newtoniana. La astronomía de Newton es respectivos acabados. Ahora es otro el
la conciencia se muestra como enérgeia finalmente un caso particular de la Panas- plano del pensar que piensa en ellas; si-
matemática universal, yacimiento de la tronomía de Einstein, como la geometría tuación ya configurada en la primera mi-
mathesis universalis. de Euclides es un caso particular de la tad del siglo XX en el enfrentamiento de
Tal proceso fue conceptuado por Pangeometría de Lobatchewsky. Bergson y Einstein acerca de lo que pueda
Husserl como idealización de plenitudes En resumen, si se toma una vi- saberse del tiempo en cuanto tal. En una
(“Idealisierung der Fülle”: Krisis, § 9; sión general de las relaciones epistemo- primera impresión, dicho enfrentamien-
Hua VI, 20-60, esp. 32 ss.), proceso en el lógicas de la ciencia física contemporá- to parece reducirse a una contraposición
cual el código de sentido de la ciencia mo- nea y de la ciencia newtoniana se ve que de la filosofía, representada por Bergson,
derna comienza a despuntar como idealis- no hay desenvolvimiento de las antiguas con la ciencia, representada por Einstein.
mo especulativo inframetafísico. Según doctrinas hacia las modernas sino más Sin embargo, esta impresión procede de
esto, Newton protagoniza la absorción de envolvimiento de los pensamientos an- aprehender la situación, según criterios
la prima philosophia, metafísico-teoló- tiguos por los nuevos. Las generaciones historiográficos corrientes, como diferen-
gica, por la otrora filosofía segunda, me- espirituales proceden por ensambles suce- cia de opiniones acerca del “tema” tiem-
tafísico-natural, proceso que se remonta sivos. Del pensamiento no-newtoniano al po en una época –reitero: primera mitad
hasta antes de Copérnico1. En un sentido pensamiento newtoniano no hay tampoco del siglo XX– del desarrollo de filosofía y
esencial, es un proceso de “matematiza- contradicción; hay sólo contracción. Esta ciencias, sin determinar, con el necesario
ción” en cuya gestación se distinguen dos contracción es la que nos permite encon- rigor, en qué consistan lo filosófico y lo
planos diferentes aunque recíprocamente trar el fenómeno restringido en el interior científico en cada caso, y en qué su escla-
complementarios: I) histórico-mundani- del noumeno que lo envuelve, el caso recimiento consume la metamorfosis del
zante; II) geométrico-estructurante. El particular en el caso general, sin que lo tiempo en tanto exhaución de posibilida-
primero de ellos se centra en la relatividad particular pueda nunca evocar lo general. des del pensar, o bien, en otros términos,
paramétrica desde Newton hasta Einstein, En lo sucesivo, el estudio del fenómeno sus posibilidades de alcanzar el propio
con sus repercusiones filosóficas relati- es del resorte de una actividad puramente límite de sentido tras el relativo agota-
vistas y post-relativistas en el concepto noumenal; la matemática es la que abre miento tanto del significado cuanto de las
tiempo. El segundo se constituye merced nuevos caminos a la experiencia.”2 posibilidades hermenéuticas que hubieran
al juego de conceptos geométricos ele- Las dimensiones conceptuales podido desplegarse.
mentales que condicionan, en tanto pre- de esta dialéctica sobrepasan los lími- En lo que sigue se intentará or-
respuestas operativas, a la interrogación tes de operatividad constructiva de la ganizar la comprensión de este interludio
filosófica acerca del tiempo. significancia científica. Conciernen a la metamórfico puntualizando sus momen-
Respecto del algoritmo pa- significancia del tiempo en cuanto clave tos primordiales. El primero de ellos se
ramétrico de la física, la historia de la de sentido del universo físico. Por tanto, centra en la relatividad einsteiniana en su
ciencia considera fundamental el nexo sólo son aprehensibles desde mutacio- relación con la “mecánica racional” de
de la relatividad einsteiniana con la ga- nes contratémpicas –“históricas”– de los Newton, según las tensiones dialécticas
lileico-newtoniana, nexo complejo, sólo sistemas filosofía y ciencia, relaciones indicadas por Bachelard. El segundo tie-
aprehensible como dialéctica identidad- conflictivas de crecimiento directo e in- ne su centro en la crítica de la metafísica
diferencia, compleja dialéctica –directa y verso, dialécticas de consumación y co- bergsoniana a la concepción del tiempo
transversal–, formalizable como implica- rrección; en términos de Bachelard: dia- emanada de la física de Einstein. El ter-
ción circular: El consecuente no es sin el lécticas de despliegue y envolvimiento, cero lo tiene en la proyección del concep-
antecedente, pero aquél, a su vez, retroac- de contradicción y contracción, extremos to irreversibilidad hacia una concepción
túa sobre éste: es tanto antecedente de un opuestos que se superponen uno al otro. trans-especulativa del tiempo.
nuevo consecuente cuanto también retro- En lo fundamental el pensar no pro-gresa Primer momento
antecedente de su propio ser antecedente. en lo exterior a él, en un tiempo que le Las limitaciones empíricas de la
Gaston Bachelard condensa este nexo de sería externo –en una materia carente de mecánica clásica (Galilei, Newton) res-
gestación historiable de la siguiente ma- libertad conceptual– sino interiorizándo- tringían el alcance del cálculo, fenómeno
nera: se: profundiza en los canales de su brotar, concentrado en el significado regulador
“No hay transición entre el sistema de que retrorrecorre en procura de su abis- de la idea de relatividad, principio básico
Newton y el sistema de Einstein. No se va mo originario: el tiempo purísimo, que es según el cual, dentro de un sistema físi-
del primero al segundo juntando conoci- su tiempo, “profundidad conceptual” a la co que se mueve con movimiento recti-
mientos, extremando las precauciones en que Rescher considera el abismo infinito líneo uniforme, cada proceso mecánico
las medidas, rectificando ligeramente los ocurre como si el sistema estuviese en
principios. Es preciso, por el contrario, un 2 G. Bachelard, Le nouvel esprit scientifique, París, reposo. (El movimiento como reposo:
1 Cf. A. Koyré, “Los orígenes de la ciencia moder- P.U.F., 71960 (1ª ed. 1934), 42 y 58. La traducción ¿traducción filosófico-crítica? ¿Es posible
na. Una interpretación nueva”, en Koyré, Estudios española es de A. Salazar Bondy: G. B., El nuevo
de historia del pensamiento científico, trad. Pérez espíritu científico, Lima, UNMSM, 1972, 42-3 y 3 N. Rescher, Los límites de la ciencia (1984), trad.
S.-Bustos, México: Siglo XXI, 61984, 51-75. 58. Rodríguez D., Madrid: Tecnos, 1994, 75.

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tal cosa? En todo caso, ¿cuándo el movi- teoría de la relatividad especial. Según dimensiones (ib., 74-75). De tal modo,
miento es reposo? Cuando el móvil lleva ésta, en todos los sistemas de movimiento el continuo espacio-temporal de la teoría
al observador, que sólo se mueve con y uniforme y rectilíneo, las leyes naturales, general de la relatividad no es euclídeo
como dicho móvil. En tal sentido, el repo- tanto mecánicas cuanto electromagnéti- (ib., 81-84), por lo que el mundo puede
so es relativo, pues se encuentra en repo- cas, adoptan la misma forma, y en todas ser concebido como finito y, sin embargo,
so aquello cuyo movimiento es el mismo la luz se propaga en cualquier dirección no limitado, pues se tiene una superficie
que el de aquello que lo lleva. Ejemplo: según la misma velocidad, supremo lími- de curvatura constante, espacio cerrado e
estoy en reposo dentro del avión que me te de ésta en la mecánica. Las transfor- ilimitado (ib., 95-100), cuasi esférico aun-
transporta a x km. por hora. El supuesto maciones de Lorentz permiten convertir que necesariamente finito (ib., 102), en el
inconsciente de la mecánica, incluso hasta las diferencias de observación en dichos que se generan diversas perspectivas de
después de la relatividad einsteiniana, se sistemas: “Las leyes generales de la na- tiempo; en suma: diversos tiempos.
concentra en el valor algorítmico absoluto turaleza son co-variantes respecto de la Los escritos de Einstein consa-
como reposo de lo hipotéticamente inmó- transformación de Lorentz” (ib., 37). grados a la teoría de la relatividad mues-
vil en una construcción analítica. Siempre 3. Lo enunciado en la teoría es- tran, por ende, que, a principios del siglo
se está deteniendo a lo que se mueve, por- pecial de la relatividad es, ante todo un XX, a la física se le plantea la necesidad
que es imposible hacerse figura del movi- principio supremo de medición –concer- de establecer, con máximo rigor de ope-
miento puro.) niente, por tanto, al núcleo de sentido de ratividad matemática, su índole y sus al-
Einstein dice al respecto: “Si K la ciencia moderna– según los parámetros cances en tanto sistema de significancia,
es un sistema de coordenadas galileicas, espacio y tiempo. Por eso el próximo paso o sea en tanto cabal cumplimiento de la
será también galileico todo otro sistema significativo es el siguiente: en 1909 H. estructura conceptual a priori ciencia.
K’, respecto al cual K se mueve con trans- Minkowski formula la idea del continuo Eso la obliga a rigorizar tanto
lación uniforme. Las leyes de la mecánica tetradimensional espacio-tiempo, conce- los procedimientos de generación cogniti-
galileo-newtoniana valen tanto respecto bido como mundo-espacio-tiempo abso- va – observación y medición – cuanto de
de K como de K’.” El principio de la rela- luto: construcción conceptual –axiomatización
tividad, en sentido restringido, se formu- “En la física pre-relativista el tiempo tenía del lenguaje–, procedimientos para los
la, pues, como sigue: “Si K’ es un sistema una función propia, distinta de las coor- que “tiempo” actúa como ineludible ho-
coordinado que se mueve respecto a K denadas espaciales; por eso no estamos rizonte sintáctico, o bien –con otros tér-
uniformemente y sin rotación, los hechos habituados a concebir el mundo como minos– horizonte de sentido. De tal ma-
naturales ocurren respecto a K’ con las un continuo de cuatro dimensiones. En nera no sólo se confirma la operatividad
mismas leyes que ocurren respecto a K.”4 cambio, estamos habituados a considerar- de los postulados relativistas sino que la
Lo que se llama teoría especial de la rela- lo como un continuo en sí. Y de hecho, cadena semántica energía-masa-veloci-
tividad es la extensión de este principio a según la mecánica clásica, el tiempo es dad-simultaneidad coloca a la unidad es-
los fenómenos ópticos y electromagnéti- absoluto, es decir, independiente del lugar pacio-tiempo como fundamento primario
cos, en tanto aquello que, desde la obra y del estado del movimiento. (…) En la de la teoría. Pasa a ser “definitivamente”
de Einstein, se llama, en sentido general, teoría relativista se considera que el mun- concepto físico, índole desde luego inhe-
“teoría de la relatividad” consiste en la do tiene cuatro dimensiones, porque para rente a cada uno de ambos integrantes de
extensión del antedicho sistema a todos ella el tiempo pierde su independencia” dicha unidad. Espacio y tiempo dejan de
los fenómenos físicos, así como a siste- (ib., 47-48). ser, en tal contexto, conceptos filosóficos,
mas de movimientos cualesquiera. Se- 4. En 1915 Einstein formula, o bien metafísicos, requeridos como uni-
gún Einstein, los pasos que llevan desde sobre esta base, la teoría de la relatividad versales horizontes meta-algorítmicos de
la teoría de la relatividad de la mecánica general: Incluso en sistemas referenciales sentido. Ahora son primariamente físicos.
clásica a la de su propia mecánica son los en movimiento cualquiera (acelerado), la En forma derivada serían matemáticos o
siguientes: forma de las leyes naturales sigue siendo metafísicos, lo que ratificaría que la físi-
1. La mecánica clásica suponía la misma, si en las ecuaciones se introdu- ca ha devenido prima philosophia. De tal
la existencia del éter, materia portadora cen magnitudes variables para las dife- modo, espacio y tiempo no son definidos
de los fenómenos electromagnéticos y de rentes medidas tempo-espaciales de los en sí mismos sino sólo operacionalmente,
la propagación de la luz. Los intentos de diferentes sistemas en movimiento. Por en función del cálculo, lo cual incluye el
verificar empíricamente este supuesto fra- el principio de equivalencia, ésta es a la horizonte de predeterminación de lo físi-
casaron. En 1902 H. A. Lorentz desarrolló vez una teoría de la gravitación: Según co como encontrable y manipulable en un
la teoría de las llamadas “transformacio- el campo gravitacional dominante en un mundano estar epistemológico según una
nes”, que permiten convertir los diferentes ámbito espacio-temporal, rigen medidas conciencia físico-científica. De facto se
resultados a los que llegan observadores variables para longitudes y duraciones. excluye de dichos conceptos –por lo me-
que se mueven a velocidades diferentes Ahora bien: dado que espacio y tiempo nos en cuanto a relevancia para la “racio-
respecto de las extensiones espaciales y constituyen una unidad, la realidad es nalidad física”– cualquier otro horizonte
temporales de las mismas cosas, así como concebida según el modelo del espacio semántico, aun cuando les fuera origina-
respecto de la simultaneidad de los mis- curvo de Riemann: imagen no intuitiva riamente constitutivo. Fenomenológica-
mos acontecimientos (ib., 25-29). de cambiantes valores de medida, cuya mente dicho: en la einsteiniana teoría de
2. En 1905 Einstein formula la base se halla en las investigaciones de la relatividad, espacio y tiempo son uni-
4 A. Einstein, Über die spezielle und die allgemeine Gauss acerca de la geometría bidireccio- dades semánticas reducidas: semantemas
Relativitätstheorie (1917); trad. ital. Calisse: Sulla nal, sin tener en cuenta que la superficie en epojé. Nunca son definidos en cuanto
teoria speciale e generale della relatività, Bologna: pertenezca a un continuo euclídeo de tres tales: en sus esencias. La pureza físico-
Zanichelli, 1921, 11.

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Symploké revista filosófica Tiempo...

algorítmica de sus significados se limita a mento operatorio. En cambio, se lo define considerar determinante del tiempo en sí
negarles carácter “absoluto”. de manera subrepticia como absoluto va- mismo, del tiempo purísimo; por ejemplo,
¿Qué significa que el tiempo no cío, vacante; aun como “absoluto vago”, diferencia entre tiempo de la conciencia y
es absoluto? Que el término “tiempo” no fórmula esta demasiado evocadora de la tiempo físico, o bien entre el único tiempo
designa ente alguno; no es signo de subs- filosofía de la religión de Hegel. vivido y los variados tiempos funcionales
tancia (ουσία) sino sólo de un sistema de En todo caso, la no-absolutez del requeridos por la formalización matemá-
relaciones de los entes. El fundamento tiempo no condenaría a la física a quedar tica de la ciencia física. Bergson conclu-
experiencial de tal tesis se concentra en encerrada en una férrea relatividad inter- ye, por ende, en que “hay un único Tiem-
lo elusivo: tempus fugit; pasa, es inasible; sistemas, a su vez regida por la hipóstasis po real, y los otros son ficticios” (122).
carece de consistencia propia. Esto, a su gnóstico-newtoniana “luz absoluta, ver- La idea de tiempos diversos, asociada a
vez, revela su insuperable dependencia. dadera y matemática”. Relativizar al tiem- fenómenos óptico-astronómicos, resulta,
Requiere de un ente que lo soporte. Es, po, en el sentido de reducir su significado por tanto, de una deformación operativa
pues, accidente. No es por sí. No condi- al de variable metodológicamente depen- de la experiencia, deformación requerida
ciona todo sino que todo lo condiciona. diente, implica, por tanto, vedarse eo ipso por la intelección de los fenómenos aun-
Tal tesis es de fundamental importancia el acceso a toda “profundidad conceptual” que conlleve un desvío respecto de la base
tanto para la física –para el sistema se- irreductible a mera coreografía sintáctica primordial, de la viviente percepción de la
mántico ciencia– cuanto para la filosofía. sino condensada en la apertura a lo enig- duración, fundamento metafísico de todo
Si el tiempo fuese absoluto, ser mático que sostiene los límites del cono- conocimiento. La idea de una muchedum-
equivaldría para él a negación de ser, a cimiento. Sustituir tal profundidad con- bre de tiempos espacializados, tomada
nada, razón por la cual la pregunta meta- ceptual por la idea metodológica de una como negación del único tiempo real, no
física –¿por qué ser y no nada?– resultaría pluralidad funcional de tiempos equivale sólo se opone a la metafísica y la psicolo-
insensata debido a que la insobrepasable a multiplicar ad infinitum el desvalimien- gía sino también a “la esencia misma de
protoverdad sería ser = nada. Sostener, to especulativo de la más especulativa de la teoría de la relatividad”, que no puede
por ende, que “tiempo” 1) designa un ente las filosofías naturales. En todo caso, el excluir la “hipótesis de un tiempo único”
absoluto, y 2) significa ser pleno y auto- “absoluto vacío” no es un accidente sino sino que “la llama y le da una inteligibili-
suficiente, implicaría que el tiempo es en una decisiva metamorfosis interna del dad superior” (165), como clave última de
sí, auto-ente, auto-existente, lo cual con- tiempo, un interludio metamórfico impul- sentido6.
tradiría el sentido básico de la experiencia sado por la energía intrínseca del sistema Tercer momento
de pasar. Tiempo absoluto podría soste- semántico ciencia, energía que lo lleva a Ahora bien: “tiempo absoluto/
ner los edificios de la metafísica, incluso dejar brotar su originaria poíesis pre-sig- tiempo relativo”, “absoluto pleno/absolu-
si Dios muere o si huye definitivamente nificante absoluta en el signo significante to vacío” no se limitan a designar posicio-
del pensar especulativo. Contra ello se de su cabal significado pre-lingüístico, nes enfrentadas que pudieran conciliarse
yergue, empero, un obstáculo primordial im-pre-decible dicente. merced a contemporizaciones eclécticas.
en la misma significancia metafísica: la Segundo momento Pueden ocurrir tales reconciliaciones. Las
originaria poíesis de ser excluye de éste a En tal contexto adquiere pleno “síntesis” resultantes dejan empero intac-
nada. En consecuencia: ser “es” el enig- sentido la crítica de Bergson a la relativi- ta la oposición básica; sólo se limitan a
ma irresuelto de la metafísica que, como dad einsteiniana, expuesta con el signifi- disimularla mediante la exclusiva vigen-
tal enigma, ésta transpasa a la física en la cativo título Durée et simultaneité, escrito cia de primarios criterios empíricos, sólo
forma de la protoproposición autocontra- en el que su autor defiende “la hipótesis eficientes según la operatividad tecno-
dictoria tiempo (es) absoluto. de un tiempo material único y universal”5, mundana del estar-siendo. No obstante,
Negar la absolutez del tiempo tiempo real, percibido y vivido (89), que en el caso del interludio metamórfico
implica, por consiguiente, franquear la “no tiene instantes”, pues “el instante es del tiempo, dicha oposición se supera de
entrada a un soplo liberador del pensar lo que terminaría una duración si se detu- entrada pues en ella las fácticas certezas
respecto de quiméricos entes noume- viese” (93); tiempo real del que cualquier en pugna actúan como aperturas de una
nales trans-relacionales. Tal operación, presunta pluralidad de tiempos resulta de mutación de significancias con la consi-
empero, no se reduce a asestar un golpe un “efecto de espejo” (119). El tiempo no- guiente maduración de la metamorfosis
de gracia a la metafísica dogmática, com- absoluto es “atribuido, no vivido” (122). del tiempo. En verdad se trata de oscila-
pañera siempre asociada, de un modo u En cambio, el tiempo real no es sino dura- ciones limítrofes de los sistemas de sig-
otro, al sistema semántico ciencia. Dicha ción brotada y subjetada en la conciencia, nificancia directamente concernidos; en
operación ejerce, asimismo y en primer memoria constitutiva de su realidad: “La este caso, filosofía (metafísica), de una
término, un efecto liberador en la ciencia duración implica (…) conciencia; y co- parte; ciencia (física), de otra. Pues tradu-
en tanto facilita a ésta proyectarse a la su- locamos la conciencia en el fondo de las cen situaciones de irresolución pensante,
blimación de su índole especulativa me- cosas por lo mismo que les atribuimos un dichas oscilaciones no llegan a constituir
diante su trans-figuración trans-absoluto. tiempo que dura” (89). sistemas semánticos permutantes stricto
En efecto, la no-absolutez del tiempo no De tal manera se niega cualquier sensu (en el caso aquí considerado se tra-
precipita al pensamiento hacia un vulgar diferencia ontológica que se quisiera taría del sistema ideología), si bien susci-
relativismo cuasi-escéptico; por el con- tan necesarias condiciones primarias para
5 H. Bergson, Durée et simultanéité (à propos de
trario, lo promueve a la condición de un la théorie d’Einstein) (1922), ed. Robinet et al., en
que crezca y madure una ideología.
trans-absoluto meta-relativo. Al sostener H. B., Mélanges, París: P.U.F., 1972. La traducción 6 Cf. los estudios de M. Merleau-Ponty: “Bergson
que el tiempo no es absoluto no se lo de- española es de J. Martin: Duración y simultanei- se faisant” y “Einstein et la crise de la raison”, en
grada, por ende, al nivel de mero instru- dad. (A propósito de la teoría de Einstein), Buenos M. M.-P., Éloge de la philosophie et autres essais,
Aires: Del Signo, 2004, 86. París: Gallimard, 1965, 288-308 y 309-320.

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En el caso aquí estudiado, la important” (103). en tanto futuro, su primariedad pre-ser.


oscilación ocurre entre la monadización El tiempo actúa como primer Tal maduración se cumple, en gran me-
operatoria del tiempo en la física (monis- factor de solución definitiva para el añejo dida, en relación con la figura “flecha del
mo algorítmico hipostasiado) y la proyec- problema filosófico-científico de la teleo- tiempo”, dominante en el presente prima-
ción transcendental del tiempo en tanto logía de la naturaleza: rio de las ciencias físicas aproximadamen-
ente universal abstracto, en la filosofía “La biologie moléculaire a comblé le te desde el último cuarto del siglo XX;
(integración del transcendental tiempo- fossé qui a longtemps séparé cette carac- incluso podría decirse: desde principios
uno al “sistema del mundo”). En otros tér- téristique des êtres vivants, le développe- del siglo XIX, si no se quisiera olvidar su
minos: en el primario presente historiable ment selon un plan, et l’univers physique. dependencia de los orígenes de la termo-
de las gestas de filosofía y ciencia, aquélla La flèche du temps, nécessaire là où il y dinámica. En tal contexto resultan signifi-
asimila asintóticamente a ésta, en tanto la a vie, fait maintenant partie de notre re- cativos dos textos: History of Time, de S.
ciencia, por su parte, recobra algunos ca- présentation du monde. C’est la spécialité Hawking (1988), y La nascita del tempo,
nales de su futura transfiguración filosófi- de la biologie, son estampille pour ainsi de I. Prigogine (1988). En el primero de
ca. En el primer caso, aquí ejemplificado dire.” (105) ellos se señala que “flecha del tiempo”
por Bergson, la filosofía edifica sus teore- Según esta perspectiva, la me- significa una diferencia entre pasado y fu-
mas en una suerte de simbiosis con algo- táfora “flecha del tiempo” concreta a tal turo mediante desorden o entropía, lo que
ritmos científicos, en tanto en el segundo concepto (tiempo), que en este momento confiere “una dirección al tiempo”8. Haw-
–ejemplificador: Einstein– la ciencia se del estudio de las metamorfosis ingresa king distingue tres diferentes flechas del
realiza a partir de la construcción cuasi- al centro de las mismas con una función tiempo: 1) termodinámica: “dirección del
filosófica de sus axiomas sensificantes. heurística que cabrá precisar. Ante todo, tiempo en la que el desorden o la entropía
Tal vaivén encamina de a poco al es en ella decisiva la diferencia pasado/ aumentan”; 2) psicológica: la dirección
pensamiento hacia una consumación me- futuro, que supone al presente como pun- en la que nosotros sentimos que pasa el
tamórfica conducente a una trans-figura- to de inflexión (cf. 104, 115-118), diferen- tiempo: el pasado se configura como lo
ción del tiempo purísimo, punta de avan- cia inherente a la más radical experiencia recordable, a diferencia del futuro, lo no
zada del movimiento intrafilosófico hacia daseiende –ente-estante–, por ende subje- recordable; 3) cosmológica: dirección en
la trans-especulación: acceso a la verdad tante, del tiempo. la que el universo se expande en vez de
originaria de la filosofía y sus sistemas M. Jacob señala que, a diferen- contraerse (191, 199-200). Las flechas 1 y
permutantes –metafísica, mística, ideolo- cia de cuanto acontece en la mayoría de 3 (termodinámica y cosmológica) coinci-
gía, gnosis– así como de la ciencia y sus las ramas de la física, la biología hace den. Las une la índole de los “seres inteli-
monadizaciones relativamente más ma- del tiempo uno de sus principales pará- gentes” (el consciente-estar-siendo ha de
duras: brote de principios de la biología, metros (104). De tal manera se ratifica la ser uno de ellos, E. A.), que “sólo pueden
la psicología, la semiótica y la lingüística, convergencia histórica in fieri –indicada existir en la fase expansiva” del universo.
por lo menos, brote que se nota por su as- más arriba– entre los sistemas semánticos La fase contractiva sería inadecuada debi-
pecto concertador de filosofía y física. filosofía y ciencia, convergencia centrada do a que no posee una flecha termodiná-
En este último proceso cumple en “la diversité (…), l’une des grandes mica clara del tiempo (200).
una función decisiva la termodinámica, règles du jeu biologique” (128), con lo Lo expuesto muestra que la fí-
cuya segunda ley lleva hacia el concepto que se ilumina al tiempo en su condición sica recibe, con nitidez creciente, una
entropía, sustrato, a su vez, de un esencial de concepto nuclear (a priori semántico) retrodeterminación desde la biología,
atributo del tiempo: irreversibilidad. de la sensificación de lo vivido, de la enti- fenómeno centrado, en primer lugar, en
En la convergencia de subjeta- dad de lo viviente. El principio básico de tiempo. En escritos de I. Prigogine, como
ción y cosmización del tiempo, los funda- tal temporización dice: “faire de l’avenir” La Nouvelle Alliance9, esta temática re-
mentos de las ciencias biológicas confie- (“hacer el futuro”, Valéry, cit. en ibíd.), sulta fundamental. Procede del estudio
ren, pues, impulso al encaminamiento del pues estar vivo significa vivir aún: de los fenómenos irreversibles, caracte-
pensar hacia el tiempo purísimo. Al res- “La diversité est une façon de parer au rísticos tanto de la química cuanto de la
pecto cobran especial significado algunas possible. Elle fonctionne comme une sor- biología. “Irreversibilidad” designa no
afirmaciones de François Jacob conteni- te d’assurance sur l’avenir. Et l’une des sólo la disipación, creadora del desorden,
das en su libro Le jeu des possibles (1981). fonctions les plus profondes, les plus gé- sino también el respectivo contraelemen-
En él el tiempo se manifiesta conceptuado nérales des êtres vivants, c’est de regar- to “dialéctico”, creador de orden10. Tal
como historia, horizonte de sentido de der en avant, de ‘faire de l’avenir’, disait juego, unido a los factores probabilidad y
la “evolución cósmica”: física, biología Valéry. Il n’est pas un seul mouvement, coherencia, determina la direccionalidad
e historia se entretejen7. La idea de que pas une seule attitude qui n’implique un del tiempo, su primordial monodireccio-
los seres vivientes “sont littéralement des plus tard, un passage à l’instant suivant. nalidad, a la que remite la figura flecha
créations de l’histoire” (66) concentra la Respirer, manger, marcher, c’est antici- del tiempo (45-46). En resumen: “gracias
teoría de lo que podría llamarse poder de- per. Voir c’est prévoir. Chacune de nos al segundo principio (de la termodinámi-
miúrgico del tiempo, forma de imaginar a actions, chacune de nos pensées nous
éste como ímpetu originario, ente primor- engage dans ce qui sera. Un organisme 8 S. Hawking, Historia del tiempo. Del big bang
a los agujeros negros, trad. Ortuño, Buenos Aires,
dial ligado “inextricablemente” a la vida n’est vivant que dans la mesure où il va
Grijalbo, 1991, 191.
(102): “Dans notre mythologie évolutive, vivre encore, ne fût-ce qu’un instant.” 9 I. Prigogine - I. Stengers, La Nouvelle Alliance.
le temps se trouve (…) recevoir un rôle (128-129) Métamorphose de la science, París: Gallimard,
En las fronteras de la ciencia con 1979.
7 F. Jacob, Le jeu des possibles. Essai sur la diver- la poesía y la filosofía, el tiempo ratifica, 10 I. Prigogine, El nacimiento del tiempo, trad.
sité du vivant, París: Fayard, 1981, 65-66. Pons, Barcelona: Tusquets, 19932, 47-48.

8
Symploké revista filosófica Tiempo...

ca – E. A.) es como se ha desarrollado el tamorfosis del tiempo, esta pregunta roza no devenir? ¿No? ¿Por qué no? ¿Luz de
universo, y como la materia lleva consigo el sin-sentido. En efecto, proyecta como nada? ¿La luz de la nada? ¿Obligaría esto
el signo de la flecha del tiempo” (73). A télos ciertos supuestos de la metafísica a afirmar que la luz es la protoforma-ente
partir de este punto adquiere sentido el y la ciencia en tanto buscan significar al del tiempo-nada?
problema cosmológico (físico, químico, tiempo, pues éste “es” tanto su sustraer- En todo caso, la conclusión,
biológico) del nacimiento, u origen, del se cuanto su aparecer: no es en tanto es siempre provisional, del examen de la
tiempo, problema que, si bien relativiza al y –viceversa– es en tanto no es. En con- cosmización en su plano histórico-mun-
concepto tiempo según el espacio semán- secuencia, la pregunta por el télos meta- danizante, muestra que tiempo se concreta
tico de la constitución ontológica del ente, mórfico del tiempo no es sino la pregun- en tanto y en cuanto tiempo puro, o en-sí,
repercute en la apertura del pensamiento ta misma en tanto anula los resultados y en ello se sustrae. Tal sustracción, sin
trans-especulativo, metamórfico-transfi- entizantes de todo pensar al tiempo. Por embargo, ha afectado a ser y nada, a ente
guracional al que pertenece esta figura. ende, el tiempo crece en las concepciones y a conciencia. Ha absorbido nada; tam-
El autor deja abierta dicha problemática, que lo piensan: es más saber de cuanto lo bién ha absorbido ser. Ha absorbido tiem-
superadora de la significancia de sus teo- hace ser en tanto requisito autoanulante. po. Ahora ser, nada y tiempo están vacíos
rías, cuando escribe: “El tiempo no es la “Es” no siendo los atributos que lo hacen de tiempo, de sí mismos. El sí –mismo–
eternidad, ni el eterno retorno. Y no es so- ser: fondo no-consciente de la conciencia de cada uno de ellos no es absoluto. De tal
lamente irreversibilidad y evolución. Qui- que, al irlo sabiendo, retro-cede hacia ese modo se concentra el sentido del interlu-
zá necesitemos hoy una nueva noción del fondo, al que no llega. A esto se reduce dio en tanto preludio a la trans-figuración.
tiempo capaz de trascender las categorías el resultado –provisionalidad constante– Pero el paso a tal preludio no es
del devenir y de la eternidad” (76), (…) del interludio metamórfico, por lo menos aleatorio. La gesta historiable de la cosmi-
“un tiempo potencial, un tiempo que está considerado según su gesta historiable. zación es insuficiente para que el pensar
‘ya siempre aquí’, en estado latente, que Tal resultado no oculta su analo- se asiente en el momento metamórfico del
sólo requiere un fenómeno de fluctuación gía con las sucesiones epocales teorizadas sacrificio del tiempo en sí mismo. Ahora
para actualizarse. En este sentido, el tiem- por las metafísicas de la historia. Se trata es, pues, necesario consumar la crisis de
po no ha nacido con nuestro universo: el de las épocas de 1) crecimiento conscien- la conciencia ontológica –el “vacío” de lo
tiempo precede a la existencia, y podrá te, 2) interludio metamórfico, y 3) trans- absoluto– considerando el plano geomé-
hacer que nazcan otros universos” (77). figuración aún no advenida; por ende, ig- trico-estructural de la cosmización.
La figura flecha del tiempo abre nota.
así la idea de la autonomía de éste en la 1) Crecimiento consciente. Se
dispersión de sus diversos dominios, así corresponde con la gesta historiable de
como de su propio carácter metamórfico- la metafísica en tanto sistema de signifi- * Dr. en Filosofía por la Universidad del
evolutivo (93-95). Más aún, permite pen- cancia. El pensar madura para el tiempo Salvador
sar en “el papel creativo del tiempo” (95). en cuanto tal; es pensar en tanto tiempo
De tal manera estaría madurando una subjetado, temporándose a sí mismo:
nueva concepción del tiempo, cumbre de tiempo purísimo, aún misterioso para sí
la “nueva alianza”: ya no tiempo-ilusión mismo. Se extiende desde Platón hasta
ni tiempo-degradación, o disipación, Hegel: la puesta en escena autointerro-
sino tiempo-aumento de complejidad; en gante del tiempo purísimo se constituye
suma: tiempo-creación (98). como pensar originante poiético-artístico/
En resumen: de tiempo-ilusión a filosófico-metafísico.
tiempo-creación. Se indican así dos bor- 2) Interludio metamórfico, sólo
des metafísicos –artístico-filosóficos– del posible en tanto lo sustenta el tiempo ya
tiempo: de la experiencia-tiempo y del metafísicamente subjetado. Sus etapas
concepto-tiempo. ¿Qué se muestra de tal congregantes son:
modo? Tiempo absorbe nada y la trans- A) Mecánica clásica.
forma en ente: momento fugaz pero nece- B) Mecánica relativista post-clá-
sario. – Tiempo absorbe nada y se alimen- sica.
ta de ella; por ende; es serador de nada y C) Convergencia asintótica filo-
nadeador de ser. No “es” ser ni nada sino sofía-ciencia.
condición (trans-cendental) de trans-paso D) Postrimerías interlúdicas
de uno a otro extremo. No “es” ellos pero (nuevos “paradigmas”, “nueva alianza”):
los “hace”. No le son previos. Imaginarlos tiempo sujeto post-sujeto, provisional-
sus predecesores implica ponerlo como mente pre-subjetado como cosmos; ser y
condición de posibilidad e inaugurar, por nada como tiempo.
ende, un retroceso infinito. Para pensar tal 3) Trans-figuración. Se anun-
plexo semántico “eternidad” y “devenir” cia en indicios interlúdicos, futuriciones
se revelan cada vez más in-significantes. pre-futuras: preguntas metateóricas res-
¿Cuál es el télos de este proceso pecto de lo acabado y metamorfoseado.
metamórfico? ¿Una “mera” concepción A saber: ¿Qué es, o puede ser, el tiempo
del tiempo o un “nuevo” tiempo? Visto trans-tiempo, trans-subjetado y trans-cos-
según lo esclarecido al estudiar las me- mizado, no-ente/no-consciente, no idea,

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Hegel y la supera-
ción (Aufhebung)
del sujeto
Autoconciencia y
reconocimiento
Jorge Eduardo Fernández*

El primer objetivo de esta ex- mo liberal, como, por otro lado, a la idea unilateralidad del sujeto moderno, 2. En
posición es retomar algunas de las cues- de estatismo. Esta superación de la repre- el ejercicio filosófico de la Aufhebung
tiones planteadas por el Prof. Giuseppe sentación de estos extremos la alcanza como tarea permanente de superación de
Duso en la primera conferencia de este ci- Hegel, sostiene Duso, a partir del planteo las también permanente esclerosis posthe-
clo titulada: La enseñanza de Hegel para de la “relación” cuyos inicios, en la obra gelianas del sujeto.
pensar la política hoy. de Hegel, ya los encontramos en el deno- Por tratarse ésta de una expo-
El primer punto de conexión y minado período de Jena. sición relativamente breve y abierta a la
coincidencia con ella se encuentra en que Hoy , como el título lo señala, comprensión de quienes se están aproxi-
ambos comprendemos al pensamiento de me propongo mostrar de una manera se- mando a la obra y al pensamiento de He-
Hegel a partir de lo que el mismo Duso mejante, cómo el pensamiento de Hegel gel, me voy a centrar tan solo en algunas
ha denominado: una filosofía de la “su- “supera” las determinaciones y represen- de las cuestiones principales del capítu-
peración” (Aufhebung)1. En el planteo taciones, en cierto sentido habituales2, de lo IV de la Fenomenología del espíritu
de Duso la cuestión se centró en mostrar lo que se ha dado llamar sujeto moderno. (1807) dedicado a la autoconciencia.
cómo el pensamiento de Hegel “supera” El punto de conexión entre este tema con La principal proposición que al
en sí mismo las determinaciones que im- el planteo de Duso consiste en mostrar respecto cabe considerar dice así:
plican, en el plano de la filosofía política, que la concepción de Hegel de la génesis “La autoconciencia es en y para sí en
ceñirlo por un lado al mero individualis- de la autoconciencia (Selbstbewusstsein) tanto que, y por el hecho de que sea en y
se despliega mediante el doble movimien- para sí para otro; es decir, solo en cuan-
1 Las dificultades que presenta la traducción de la
to a partir de su (ser) estar referida tanto to es algo reconocido” Trad. de Antonio
palabra alemana “aufheben” no son nuevas en lo que
respecta a los estudios sobre Hegel y las opciones a sí misma como al otro. El concepto de Gomez Ramos. 257. (W. Roces: pág.113)
de traducción son variadas. En Ante esto, en lo que superación del sujeto debe ser compren- “Das Selbstbewusstsein ist an und für
respecta al español, he simplemente optado por tra- dido, entonces, en una doble dirección: 1. sich, indem, und dadurch, dass es für ein
ducirla con el verbo castellano: superar. Lo mismo En los que respecta a la superación de la anderes an und für sich is t; d.h. es ist nur
vale para la sustantivación del infinitivo; mantengo
als ein Anerkanntes”. PHG. 127
la traducción “Aufhebung” por “superación”. Todo 2 Hablo de representaciones habituales porque, la
esto hecho con las aclaraciones del caso, las cuales representación del sujeto moderno de varios pen- Con esta frase Hegel comienza
las hace el mismo Hegel, obviamente no en lo que sadores que cuestionan la modernidad, parece no el punto A capítulo IV de la Fenomeno-
se refiere a la traducción castellana, sino de la signi- coincidir con exactitud con la génesis de tal suje- logía del espíritu cuyo título es: “La ver-
ficación especulativa del término alemán. “Aufheben to según se encuentra formulada en los principales dad de la certeza de sí mismo ”. El título
hat in der Sprache den gedoppelten Sinn, da es so- filósofos de los siglos XVII y XVIII. Valga como
nos ayuda a comprender por qué Hegel
viel als aufbewahren, erhalten bedeutet und zugleich advertencia al respecto el modo como Slavoj Žižek
soviel als aufhören lassen, ein Ende machen”. “Für inicia su libro El espinoso sujeto. Pág. 9 y 10. “Un comienza afirmando que en los tres ca-
das spekulative Denken ist es erfreulich, in der espectro ronda la academia occidental… …el espec- pítulos anteriores “lo verdadero” es algo
Sprache Wörter zu finden, welche eine spekulative tro del sujeto cartesiano” , y tras hacer mención a los distinto de la conciencia. La diferencia
Bedeutung an ihnen selbst haben”. W.L. Pág. 95. distintos embates en torno al sujeto planteado por que introduce la autoconciencia es que en
“Superar tiene en el idioma alemán un doble sen- Descartes arriba a dos premisas: “1. La subjetividad
ella “la certeza es sí misma su objeto y la
tido: significa tanto la idea de conservar, mantener, cartesiana sigue siendo reconocida por todos los
como, al mismo tiempo, la de hacer cesar, poner fin” poderes académ icos como una tradición intelectual conciencia es ella misma lo verdadero”.
[... ...] “Para el pensamiento especulativo es una ale- muy fuerte y muy activa. 2. Es ahora oportuno que De esta reciproca referenci alidad nace el
gría encontrar en un idioma palabras que tienen en los partidarios de la subjetividad cartesiana,… … corresponder [Entsprechen] entre objeto
sí mismas un sentido especulativo;...”. Ciencia de la salgan al cruce de ese cuento infantil del Espectro de y concepto, según la cual “el ser -en-sí y
lógica. la Subjetividad Cartesiana…”

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Symploké revista filosófica Hegel y...

el ser-para-otro es lo mismo”. Este estar referida a sí misma y del III° en el cual la relación entre enten-
Aparece de este modo la doble a otro , en definitiva, como a otro sí mis- dimiento y naturaleza es desplegada me-
referencia de la certeza de sí, que se sabe mo, determina el camino de gestación de diante el juego de fuerzas, Hegel expone,
referida a sí misma como para otro y a la autoconciencia y por ello del “proceso como venimos indicando, la génesis de la
otro como para sí misma. El para sí inclu- de reconocimiento”. El reconocimiento, autoconciencia a partir y a través de las
ye el para ella [für es]3 que indica el as- en tanto actividad propia de la autocon- “referencias” inherentes a su ser. Desde
pecto objetivante [ob-stante] de la certeza ciencia, tiene por finalidad reconocer al el punto de vista del pensamiento y del
de sí, que la conciencia conserva, por un sí mismo [Selbst] de la autoconciencia en lenguaje se produce un traspaso de las
lado, de su modo de referirse y relacio- cuanto tal. categorías provenientes de la física, las
narse con un objeto distinto a ella, y que, Un nuevo aspecto importante a nociones de “fuerza” y “ley”, a las refe-
por otro, encuentra en su estar referida a destacar es que, en el capítulo IV de la rencialidades “en sí”, “para ella”, “para
sí misma y tomarse ella a sí misma como Fenomenología del espíritu, la finalidad otro”, que puede admitirse se las designe
objeto. Ella se sabe de tal índole (Bescha- de la autoconciencia, de ser reconocida en como ontológicas (De Zan, 2009), dicho
ffenheit), en su certeza de sí está destinada cuanto tal, es cumplida tan solo de ma- esto, siempre y cuando estemos dispues-
a tener que saber qué es. nera parcial. En dicho capítulo el recono- tos abordar la ardua cuestión que implica
En esa dirección cabe compren- cimiento se efectúa como determinación explicar qué significa “ontológico” en el
der que Hegel afirme lo siguiente “[…] el del “género simple” [einfache Gattung] pensamiento de Hegel.
yo es el contenido de la referencia y el re- de la autoconciencia mediante el trabajo. Considero a éste un punto rele-
ferenciar mismo” [“Ich ist der Inhalt der La autoconciencia viviente es reconocida vante y que aporta elementos de interés a
Beziehung, und das Beziehen selbst”]. mediante su capacidad de trabajar la natu- los distintos intentos de reformulación de
En este “ser referido” del yo raleza. [Cabe saber hasta qué punto esta una teoría del reconocimiento como el de
encontramos el punto principal que nos determinación de la forma del reconoci- Axel Honneth (1992) y el aporte de Paul
permite plantear, desde el pensamiento de miento contribuye a conformar a su vez el Ricoeur (2006).
Hegel, la superación del sujeto moderno. medio y la forma de representación]. La autoconciencia se encuen-
Ahora bien, en tanto la superación se mo- El tema propuesto, debido a su tra negada en su ser, y por ello es, el ser
tiva en la autoconciencia, atañe no solo radicalidad, requiere ser tratado en varios reflexionante en sí [in sich reflektiertes
a un proceso de crecimiento del conoci- pasajes de la obra de Hegel, para lo cual sein]. De manera semejante al ego cogito
miento y dominio de las cosas (ciencias necesitaríamos contar con una secuencia cartesiano, la autoconciencia en este saber
y tecnologías), sino, principalmente, a un de reuniones más cercana a un seminario. que es se encuentra impelida a tener que
proceso de superación del sujeto en tanto No obstante podemos agregar en esta nota saber qué es. La diferencia con Descartes
sí mismo mediante el reconocimiento del tres tópicos de importancia: 1. Continuar consiste en que el ser-para-sí de la con-
vínculo con el otro. con la Fenomenología del Espíritu prin- ciencia es, para Hegel, lo que ella misma
El “proceso de reconocimiento”, cipalmente en la consideración de la de- va siendo mediante la relación consigo
según Hegel lo plantea en éste capítulo finición de espíritu que encontramos for- misma y con las otras autoconciencias.
de la Fenomenología del espíritu, se va mulada en el capítulo VI, el espíritu “es el Debido a ello en la Fenomenología del
realizando efectivamente en la misma yo que se sabe nosotros y el nosotros que espíritu la referencialidad de la autocon-
medida en que la autoconciencia va de- se sabe yo”. 2. Considerar la categoría de ciencia es expuesta, en su aparecer feno-
terminando, mediante su propia gesta- Ser-para-sí (Fürsichsein) tal cual la plan- menológico, como juego de reflejos. Re-
ción, los límites que la configuran. Las tea Hegel en el tercer capítulo de la Ló- ferir es, fenomenológicamente hablando,
nociones de “lucha” y “límite”, que con- gica del ser y que, además, resulta clave aparecer, y en el sentido de la autocon-
forman este proceso de formación de la para definir el sujeto de la Sociedad Civil ciencia, reflejar. La autoconciencia se ve
autoconciencia, no pertenecen solamente (VPR, § 182). 3. También puede seguirse reflejada en lo / el otro.
a una figura determinada de su desarrollo, el tema en la exposición del espíritu sub- Hegel afirma que: “El objeto
sino que definen la esencia de la actividad jetivo en la Enciclopedia de las ciencias (apetecido por la autoconciencia), a través
propia de la autoconciencia: reconocer filosóficas, sobre todo en la versión del de esta reflexión en sí misma, ha deveni-
[Anerkennen]. Reconocer es la actividad 1831. do vida” [“Er ist durch diese Reflexion
propia y gestadora de la autoconciencia. Con todo esto, para volver a si- in sich Leben geworden”]. La autocon-
A diferencia de la conciencia natural, y tuarnos en el tema propuesto, tengamos ciencia se reconoce en su apetecer, no
en este sentido abstracta, que, en cuanto en cuenta que la figura del reconocimien- sólo como pensante, sino también como
tal, conoce, la autoconciencia reconoce. to planteada en el Cap. VI° de la PHG: viviente. Ahora bien, este reflejar, esta
La autoconciencia surge de la conciencia 1. El camino fenomenológico de forma- actividad propia de la autoconciencia, es
que reconoce. El “sí mismo” [Selbst] de ción de la autoconciencia se prolonga en vida y hace que la autoconciencia se com-
la autoconciencia se desplaza -apetece, todos los capítulos posteriores y traza el prenda como vida. La reflexividad de la
hace, a través del reflejo, del retorno a sí hilo conductor de la obra (Pöggeler, 1998: conciencia, es decir, ella misma, deviene,
expresado en el “re” del reconocimiento. 129-42). 2. En el capítulo IV encontramos y por lo tanto se concibe a sí misma como
expuesta una figura histórica determina- viviente.
3 La fórmula “für es” bien traducida “para ella”, da, la del señor y el siervo, acompañada a [Siguiendo los aportes de Jean
permite y requiere, en tanto está conformada por el
artículo neutro “es”, ser considerada también en su
la vez de la exposición, en cierto sentido Luc Marion, y cuestionándolo al mismo
formulación neutra: “para ello”. Esto último ayuda trascendental, de los momentos que con- tiempo, podemos ver que Hegel integra
a comprender en el pensamiento de Hegel al “Ello” forman el “proceso de reconocimiento”. lo que Descartes, por el lado del cogito,
(Es) freudiano y en especial al planteo lacaniano de En el capítulo IV°, a diferencia y San Agustín, por el lado de la vida, han
la dialéctica del deseo.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

desarrollado unilateralmente]. a la contradicción inherente al presente cia, aparece como “hacer”. Ya no tan solo
El estar referida a la vida es en (Gegenwart). del mero ser puesto fuera de sí del deseo,
la autoconciencia: apetito [Begierde]. Por A diferencia de los objetos de- sino que la autoconciencia se pone en evi-
ello el objeto de la apetencia no es una res seos, la autoconciencia se resiste a ser dencia en el hacer [Tun], el cual implica la
cogitans, una cosa reflexionante, sino “un solo objeto, la resistencia del siervo con- reciprocidad, la referencia externalizada
viviente” [“ein Lebendiges”]. Un viviente siste en no poder, por naturaleza, admitir ante otra autoconciencia.
se diferencia de la vida en general perma- ser reducido a mera cosa. Las autocon- Mientras que el deseo puede per-
neciendo indiferenciado en cuanto tal. Un ciencias tan solo son tales en la forma, manecer en la unilateralidad, puede disi-
viviente nombra “la unidad de lo indife- siempre limitada, del reconocimiento. En mularse, encubrirse, en el hacer, obrar, la
renciado”, ser vida en la vida. La autocon- este planteo se instala de este modo un referencia al otro necesariamente se exte-
ciencia es, en tanto una vida “repelerse a estadio que articula, en el plano del cono- rioriza. El hacer, obrar, es tanto frente a sí
sí misma” [Abstossen von sich selbst]. Al cimiento, el mero conocimiento objetivo como frente al otro. Es esta la razón por la
repelerse la autoconciencia a sí misma, no con el hacer. Teoría y práctica se coim- cual la gesta de la autoconciencia es “lu-
sólo se diferencia de la vida en general, plican y se reúnen. Al respecto Julio De cha por el reconocimiento”.
sino que se escinde de ella, se pone como Zan aclara: “Lejos de ser para Hegel un En esta definición encontramos
su contrario. El apetecer abre la grieta y problema gnoseológico, es más bien un la doble referencialidad asumida, pero tan
comienza a trazar la marca, la signatura, problema práctico” (De Zan, 2003: 283). sólo unilateralmente. La autoconciencia
de la subjetividad. Me diferencia de las Animándonos un poco más aún podemos busca, en principio, sólo ser reconocida
cosas en tanto puedo desear y ellas no, decir que la experiencia fenomenológi- sin reconocer. En tanto afirmación exclu-
la vida es en este sentido solo objeto de ca se trata de la unidad teórico, práxica, sivamente de sí misma, la una es la nega-
deseo. La vida es lo apetecido que queda poiética del saber de la autoconciencia. ción de la otra. Como resulta previsible,
puesto como objeto negativo e indepen- Ahora bien, el movimiento de esta cuestión afecta a las teorías del reco-
diente. La autoconciencia se reconoce a sí reconocimiento implica, dice Hegel: “una nocimiento y el grado y modo, siempre
misma en su pulsión inmediata hacia lo trabazón multilateral y multívoca” [Vers- necesariamente limitado, de resolución de
otro, como apetito, Begierde, orexis, de- chränkung]. Este límite de convergencia, la relación que se alcance entre ellas. Esto
seo. esta enmarañada encrucijada, es expuesto incluye también las distintas figuras que
La “apetencia” [Begierde] es la por Hegel en un nivel que requiere, para median la reconciliación [Versöhnung].
pulsión (Trieb) inherente a la vida sin- su exposición, de cierto grado de trascen- En esta unilateralidad se poten-
gular de la autoconciencia, su ser (estar) dentalidad. Sus momentos, que se entre- cia la reciprocidad antagónica que expresa
referido a la vida en general y, en cuanto lazan [auseinandergehalten], “deben ser la noción de “lucha”. En el hacer de cada
tal, es aparecer reflejo, es decir, círculo de mantenidos por separados” [cierta analí- autoconciencia pulsa el deseo de vida que
referencias. tica] y tomados como “momentos” que se aparece frente a otra autoconciencia como
La autoconciencia es concebida distinguen y poseen su significación con- afirmación de la propia vida en el querer
en el nivel establecido por el término me- trapuesta [dialéctica]. no morir. Esta es la afirmación de la pro-
dio del su desarrollo: el “género simple” En este movimiento de entrela- pia vida de cada autoconciencia que se
[einfache Gattung]4 . Se encuentra aquí zamiento la direccionalidad de las refe- encuentra en la base inmediata de la lucha
una cuestión central para el desarrollo del rencias se duplican y complejizan. “Para por el reconocimiento.
capítulo que es constitutivo de la base del la autoconciencia la otra autoconciencia En esta dirección, la autoafirma-
despliegue de la lucha por el reconoci- [llega] se presenta fuera de sí [Ausser sich ción de cada autoconciencia tiende a dar
miento. En la lucha por el reconocimiento gekommen]”. Una autoconciencia llega, muerte a la otra. Por lo tanto el modo de
cada autoconciencia quiere ser reconoci- es en su aparecer inmediato ante la otra relacionarse la una con la otra es la lucha
da en sí misma, en su singularidad, sin autoconciencia, fuera de sí. Es el apare- a muerte.
embargo el circuito de mediaciones la cer inmediato de una autoconciencia para El reconocimiento es requerido
limitan a reconocerse mediante la forma otra. Esto supone que 1. Se ha perdido a sí desde el ser mismo de la autoconciencia,
que configura, determina su género sim- misma pues, no aparece como sí misma, en la significación retroespeculativa del
ple: el trabajo. sino como otra esencia. 2. Lo otro apa- “sí” [sich] del mismo [Selbst]. Significa-
El fundamento de ello lo pode- rece como superado pues es sí misma en ción retroespeculativa del “sí” significa
mos comprender mediante una interpre- otro. Ella es otro, autoconciencia perdida aquí necesidad de interiorización [Erin-
tación radical, es decir, llevada perma- que aparece frente otra como esencia, y nerung], como camino de despojo de toda
nentemente hasta su límite extremo, de sin embargo, este estar fuera de sí, es para generalización y esencia.
la afirmación de Hegel: “…una autocon- ella para sí, su propia exteriorización (En- Ciertamente no se trata en este
ciencia es para una autoconciencia”. La täusserung). aspecto de una búsqueda de reconoci-
relación de una autoconciencia con otra De este modo, el circuito de re- miento en la abstracción del derecho, sino
autoconciencia, designa, de algún modo, ferencias, el juego de reflejos, se duplica. que nace, y por ello se dirige, a la dimen-
Desde su ser-para-otro la autoconciencia sión singular de “sí”. La autoconciencia
4 Este aspecto ya presente en las obras que Hegel se percibe siendo otro para otro; y desde encuentra en la otra autoconciencia su lí-
escribe durante el período de Jena, sirve tanto para
su estar fuera de sí ella es otro para sí. mite. Este límite es a la vez birreferencial,
percibir la relación y las sendas diferencias con los
conceptos de “ser genérico” (Gatungswesen) utili- Ahora bien, el aparecer de la autoconcien- en el sentido del cambio de signos. La lu-
zado por Ludwig Feuerbach y el concepto de “tra- cia, que en su inmediatez se encuentra cha incluye no solo el poder desear, sino
bajo enajenado” formulado por Karl Marx en 1844, signada por la simple referencialidad del también, de un modo tan radical como el
que operan en la concepción de la también marxiana apetecer, ahora, ante la otra autoconcien- deseo, el ser deseando. Aún a sabiendas
“conciencia de clase”.

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Symploké revista filosófica Hegel y...

que el límite puesto por la otra autocon- Resumiendo, y dejando para


ciencia es presencia inmediata del límite otro ocasión la consideración del desti-
absoluto: la muerte. no escéptico - estoico de la “conciencia
La conciencia que tiene a la desventurada”, hacia el final del capítulo
vida como su “posición natural” [“… IV, la autoconciencia, mediante el “de-
das Leben die natürliche Position des sistir” [Ablassen] a una lucha sin media-
Bewusstsein [ist]…”], percibe por ello ciones, deja expreso su no querer morir
que “La muerte es la negación natural que se traslada al no matarás, instalado
de la conciencia, la independencia sin la desde allí, en la base de la lucha por el
negatividad absoluta…” [“… selbständi- reconocimiento. Este momento de libera-
gkeit ohne absolute Negativität …”]. La ción, o de desalienación, que permite el
muerte es el límite por excelencia desde reconocimiento recíproco entre una y otra
dónde la negatividad retorna, infinitud autoconciencia, alcanza a efectivizarse
que finitiza y finiquita (Cf. Rühle, 2009). mediante el reconocimiento recíproco de
La muerte es para la autoconciencia límite los límites del reconocer. Este desistir de
absoluto, ya que, si hay algo que muere, sí es el sacrificio [Aufopferung] de la au-
eso es la autoconciencia. Y lo es, porque toconciencia al frenesí infinito al que la
la vida es su posición. Desde esta oposi- conduce su actividad.
ción de la muerte, cada autoconciencia Es en torno al “desistir”, que
supera “… esta esencialidad ajena, extra- reconoce su límite ante el imperio de la
ña [fremden Wesenheit], de su “…natural muerte, donde surgen las figuras humanas
estar siendo” [natürliche Dasein], y remi- fundadoras de eticidad (Sittlichkeit) que
te al deseo a su ser “sí” más singular [aún Hegel comenzará a exponer en el capítulo
que “mismo”]. VI Hegel que inicia a partir de la figura de
Como indicamos, la “lucha por Antígona. El desistir es un permitir [nos]
el reconocimiento” nace en el sí mismo seguir deseando en el juego vida - muerte
[Selbst] de la autoconciencia y, por ello, en tiempo.
su finalidad última es ser reconocida en la Siguiendo esta función del desis-
singularidad de su ser. tir, podemos comprender la importancia
La autoconciencia apetece un de las palabras de Hegel escritas en una
reconocimiento que sólo alcanza parcial- nota de Lógica del ser:
mente, mediante momentos parciales. “La reconciliación, como forma de supe-
“Reconocer” es la actividad propia de la ración, consiste en el reconocimiento de
autoconciencia que, al excederla, la pone que aquello, contra lo cual se dirige el
más allá de su vida, en su referencia al comportamiento negativo, es más bien lo
otro, y más allá de la vida, al referirla a que constituye su propia esencia; y tal re-
la muerte. Y por ello retorna a sí misma, conciliación sólo se da mediante un desis-
como su contradicción. tir [Ablassen] de la negatividad de su ser
Como es conocido, señor y sier- para sí en lugar de mantenerse obsecado
vo componen la figura mediante la cual en ella” (Hegel, 1990: 219).
se despliega la “lucha por el reconoci-
miento”. El “sentimiento de poder abso-
luto” del señor, por un lado, y el “temor
al señor” del siervo, por otro, indican los
extremos que se reúnen en la relación.
La exposición gana, mediante esta figu- * Doctor en Filosofía por la Universidad
ra, concreción. No se trata tan solo de un del Salvador
proceso que se despliega en un plano tras-
cendental a-histórico, sino que aparece -y Nota: la bibliografía utilizada
aquí hay que adjudicarle al término apare- para dicho artículo se encuentra en
cer todas las implicancias que le asigna la www.revistasymploke.com
Fenomenología-, a partir del acontecer de
una figura histórica determinada.
Mediante esta concreción la
“lucha por el reconocimiento” no es un
mero juego de señales, sino la lucha por
el “sentido propio” [eigenes Sinn], que se
diferencia, del “sentido extrañado (enaje-
nado)” [fremdes Sinn] al ejercer el traba-
jo, como su habilidad sobre algo determi-
nado.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Héroes fuera
de serie
Ulises y Shrek
Lucas I. Albornoz*

Clásico es aquel libro que una nación o evidenciar que con dicho héroe se inicia chos esfuerzos -utópicos la mayoría de
un grupo de naciones o el largo tiempo la metamorfosis de la figura heroica; y, las veces- conllevan a que el héroe sufra
han decidido leer como si en sus páginas por último, en tercer lugar se comparará una muerte trágica. Además, una de esas
todo fuera deliverado, fatal, profundo la morfología de Ulises con la de un per- empresas que generalmente el héroe anti-
como el cosmos y capaz de interpreta- sonaje de fantasía llamado Shrek, para -de guo realiza consiste en alcanzar la inmor-
ciones sin término. Previsiblemente, esas esta manera- demostrar que este último es talidad; y esta búsqueda -tal como refiere
decisiones varían. (...) Las emociones producto de la metamorfosis que ha sufri- Bauzá en su libro El mito del héroe- es:
que la literatura suscita son quizá eter- do la figura heroica de Odiseo. “(…) la gran tarea del héroe -tal como con
nas, pero los medios deben constante- Características generales del claridad la pusieron de manifiesto poetas
mente variar, si quiera de un modo levísi- héroe antiguo y pensadores de la antigüedad clásica- es
mo, para no perder su virtud. Se gastan a En la época arcaica los griegos la búsqueda de la inmortalidad; empero,
medida que los reconoce el lector consideraban la existencia de unos seres fracasa en este cometido porque su natu-
Jorge Luis Borges, Otras inquisiciones capaces de realizar acciones sobrehuma- raleza, al tener los límites que le impone
(1952) nas. Estos mortales podían realizar tales su condición necesariamente mortal, le
Introducción empresas porque se los ubicaba -como ya impide alcanzarla (…).”1
A lo largo de la historia, la hu- se ha dicho- en un lugar intermedio entre Otra característica de la morfo-
manidad ha intentado contactarse con el los dioses y los hombres. Es decir, que la logía del héroe antiguo -y que tal vez per-
mundo de lo divino. El hombre griego de naturaleza de estos seres era superior a la dure hasta nuestros días- es que las accio-
la época clásica estableció un estadio in- humana, pero inferior a la divina. nes de estos semidioses, aunque no todas,
termedio entre él y los dioses, lugar que En este sentido, estos semidioses son ejemplares y dignas de ser imitadas
fue ocupado -entre otros- por unos seres -hemítheoi según Homero (Ilíada XII 22) por los hombres. Es por esto que Bauzá
de naturaleza mixta denominados héroes. y Hesíodo (Trabajos y días, 159)- presen- no considera “la naturaleza del héroe”
Gracias a sus acciones ejempla- taban una naturaleza mixta, ya que -en ge- como su característica principal, sino que
res, estos seres fueron entronizados y pa- neral- eran hijos de una divinidad y un ser asegura que“(…) el aspecto más destaca-
saron a formar parte de la intemporalidad mortal. Fue a lo héroes que el imaginario ble y por el que el imaginario popular los
del mito; lo que permitió que la figura clásico, por lo general, adscribió a este ha entronizado como héroes, es el móvil
heroica perviva a través de los siglos en tipo particular de naturaleza. ético de su acción orientada siempre a
la mentalidad del hombre. Al igual que el En consecuencia, como carac- construir un mundo mejor (…).2” De esta
viejo Proteo -que adopta mil formas- el terísticas generales del héroe antiguo se manera, se puede decir que el héroe cons-
mito del héroe cambió de ropaje, segu- puede decir que estos seres eran superio- tituye el prototipo de lo que debería ser un
ramente “para no perder su virtud”, tal res al común de los mortales debido a la hombre.
como lo asegura Borges. mezcla en su naturaleza: por un lado, la Si seguimos en esta línea, en
El presente trabajo intentará porción humana les priva de la inmorta- consecuencia podemos afirmar -al igual
evidenciar la metamorfosis de la figura lidad; pero, por otro lado, su otra mitad que A. Brelich- que Heracles constituye
heróica y, a su vez, el mismo se dividirá -la divina- les permite realizar tareas que el prototipo de héroe mismo; ya que, en
en tres partes: en primer lugar se inten- los hombres comunes no podrían llevar resumen, este héroe, hijo de Zeus y la
tará definir la morfología del héroe anti- a cabo. Tan extraordinarias son dichas mortal Alcmena, realiza una serie de tra-
guo; en segundo lugar se comparará dicha empresas que, al igual que con la inter- bajos imposibles para el género humano.
estructura heroica con la de Odiseo para vención divina, gracias a la intervención 1 Bauzá H. F.; El mito del héroe. Morfología y
apreciar sus similitudes y -sobre todo- sus heroica el caos deviene cosmos. Sin em- semántica de la figura heroica, Ed. F.C.E., Bs. As.,
diferencias, lo que permitiría, a mi juicio, bargo, es menester mencionar que di- 2007, p. 6.
2 Ibídem.; p. 7.

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Symploké revista filosófica Héroes fuera de...

Dichos trabajos ayudan a Zeus a instaurar de esto. empezar a configurar un nuevo modelo
el orden, y finalmente -y esto es lo de ma- Ulises, el último héroe antiguo heroico.
yor importancia en la figura de Heracles- y el primer héroe moderno A Odiseo, en tanto héroe, no
logra desprenderse de su parte mortal al- La figura heroica de Ulises es se lo puede encasillar en ningún proto-
canzaando así un lugar en el Olimpo junto distinta a la de los restantes héroes clá- tipo heroico de los que se han puesto en
a los demás dioses y casándose con Hebe sicos. En primer lugar, desde la lectura consideración. Al no buscar la inmorta-
-‘la juventud’-, es decir logra alcanzar la homérica la naturaleza de Odiseo es to- lidad este héroe no se corresponde con
inmortalidad: “En la antigüedad clásica talmente humana, es un simple hombre el modelo heroico por antonomasia que
son muy pocos quienes la consiguen y con padres mortales -es hijo de Laertes y representa Heracles; además, tampoco
la han logrado sólo porque esa gracia les Anticlea-. En segundo lugar, la principal podemos homologarlo con los patrones
ha sido conferida por los dioses; el ejem- empresa de este héroe no es la búsqueda épicos. Es decir, su configuración heroi-
plo típico es el de Heracles, motivo por de la inmortalidad sino, más bien, el re- ca no se corresponde con la de Aquiles, el
el cual constituyó el modelo heroico por greso a Ítaca desde las costas troyanas. cual representa -como ya se ha dicho- el
antonomasia.”3, nos dice, una vez más, Sin embargo, el tema de la inmortalidad prototipo de héroe épico. A diferencia de
Bauzá. está presente en la Odisea; en el Canto V lo que tradicionalmente se ha hecho, es
A su vez, podemos mencionar de dicha epopeya se puede apreciar que decir considerar a Odiseo, Aquiles, Héc-
-a mi juicio- otro prototipo de héroe; esta la ninfa Calipso retiene por la fuerza a tor, Patroclo, Áyax, etc., bajo una misma
vez el modelo de héroe épico estaría re- Odiseo en su isla, entonces Zeus -persua- estructura que los destaca como héroes
presentado por Aquiles. Hijo de la diosa dido por Atenea- se compadece del héroe que sobresalieron por sus virtudes en la
Tetis y del mortal Peleo, Aquiles es el y manda a Hermes para exigirle a la ninfa contienda greco-troyana, en el presente
protagonista de la Ilíada; y lo es inclu- que lo libere, pues así lo dispone la vo- trabajo se intenta demostrar que a Odiseo
so desde antes que Homero le pida a la luntad de la deidad máxima del Olimpo. no se lo puede emparentar con los héroes
Musa que le cuente sobre la cólera del pé- De esta manera Calipso se ve obligada a ya mencionados. Es verdad que ha com-
lida Aquiles, ya que él mismo elige ir a la dejarlo libre y le dice (vv. 204-210): batido en las playas de Troya; pero allí
guerra de Troya aun sabiendo que allí tal “(…) ¿De verdad tienes prisa en partirte no se ha destacado por ser virtuoso en la
vez moriría. La grandeza de este héroe al al país de tus padres y volver a tu hogar? lucha: su areté, a diferencia de la de los
arriesgar su vida en el combate en donde Marcha, pues, pese a todo en buen hora; restantes héroes, no es guerrera. Odiseo
demuestra su areté guerrera lo convierte, mas si ver en tu mente pudieses los ma- sobresale por su ingenio; es el polýtropos
a mi juicio, en el prototipo de héroe épico. les que antes de encontrarte en la patria Odysseús, es decir “Ulises el de muchos
Más allá de las características te hará soportar el destino, seguirías a mi trucos”.
generales que se han mencionado y de lado guardando conmigo estas casas, in- Nuestro parecer se puede aclarar
los prototipos heroicos expuestos, es mortal para siempre, por mucho que estés mucho más si tenemos en consideración
menester decir que todo esto no es defi- deseando ver de nuevo a la esposa en que la Odisea. Según Hartog “La Odisea no
nitivo ni omniabarcante; es decir que el piensas un día tras otro.” es ni una geografía del Mediterráneo, ni
presente trabajo no intenta asegurar que Lo paradójico es que Odiseo sin una investigación etnográfica, ni la versi-
las consideraciones que se han hecho se buscar la inmortalidad tiene la posibilidad ficación y musicalización de instruccio-
corresponden a todos los héroes. Todo lo de conseguirla; sin embargo, su objetivo nes náuticas (fenicias u otras), sino un re-
contrario, aquí se propone -como ya se ha no es ése, él quiere volver a su patria natal lato de viaje, tendido en su totalidad hacia
dicho- mostrar los cambios a los que se y, por este motivo, rechaza la inmortali- el regreso, ansioso por cerrarse. Narra el
sujeta la figura heroica. A mi entender, los dad que le ofrece Calipso. Para profun- retorno de quien ‘erró durante años (…)
intentos de clasificaciones de los héroes dizar un poco esta temática, me parece con el alma llena de angustia en el mar’
-ya sean en categorías (L. R. Farnell), en oportuno mencionar una apreciación que (…).”6 Y es en función de ese regreso que
motivos que estarían en la historia de los hace François Hartog, en su libro Memo- Odiseo se vale de engaños para salir de
mismos (Lord Raglan), según sus funcio- ria de Ulises. Relatos sobre la frontera en situaciones adversas; algunas que com-
nes, naturaleza, etc.- son propuestas esté- la antigua Grecia, en donde el historiador prometen su vida -tales como el famoso
riles. En palabras de Bauzá: “(…) la figu- francés dice que: “No obstante, su volun- episodio con el cíclope Polifemo (Canto
ra heroica en el marco de la antigüedad tad de volver a Ítaca, de no olvidar el día IX, 279-286)- y otras en donde miente o
clásica (…) no constituye una estructura de regreso, va a la par con la elección re- se disfraza para pasar inadvertido. Estas
cerrada, sino abierta y en perpetua meta- suelta de su condición de mortal. (…) Con artimañas son las que le han dado fama;
morfosis, aun cuando está construido so- este episodio se formula, por primera vez, y así él mismo lo reconoce cuando se
bre la base de motivos o patrones precisos ‘el rechazo heroico de la inmortalidad’.”5 presenta diciendo: “Soy Ulises Laertiada,
y recurrentes.”4 Es decir, que no se puede A la luz de este escrito, el parecer -acerta- famoso entre todas las gentes por mis mu-
enmarcar de forma fija la figura del héroe do- de Hartog de asociar la memoria a la chos ardides; mi gloria ha subido hasta el
porque no está sujeta por ningún marco; mortalidad puede dar, a mi juicio, una ex- cielo.”, según nos cuenta Homero en los
no obstante sí se puede identificar una se- plicación del rechazo de la inmortalidad vv. 19-20 del Canto IX de la Odisea. No
rie de rasgos presentes en determinadas por parte de Odiseo: el héroe, al no tener obstante esta peculiar areté de este héroe,
épocas y que perduran en el tiempo de en su naturaleza una “porción” divina, no es importante mencionar que, según G. S.
forma metamorfoseada. Y, como se inten- anhela la inmortalidad; es su condición Kirk en su obra El mito. Su significado y
tará demostrar, Ulises es un claro ejemplo de mortal la que le permite rechazarla y funciones en la Antigüedad y otras cultu-
5 Hartog F.; Memoria de Ulises. Relatos sobre la ras, el ingenio para la resolución de pro-
3 Ibídem.; p. 18. frontera en la antigua Grecia, trad. Pons Horacio,
4 Ibídem.; p. 4. Ed. F. C. E., Bs. As., 1999, p. 28. 6 Ibídem.; p. 27.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

blemas es un tema recurrente en los mitos como un héroe antiguo-. Por ejemplo, el bién que nuestro héroe recibe un castigo
referidos a héroes: sufrimiento es producto de las empresas pero no es, como en la mayoría de los hé-
“La superación de una dificultad, como, que los héroes llevan a cabo: “De entre roes -Heracles o Áyax-, producto de una
por ejemplo, la ejecución de una tarea los aspectos más significativos de los hé- muerte involuntaria (phónos akoúsios).
supuestamente fatal, mediante el ingenio roes, uno de ellos es el sufrimiento que, De manera que la figura heroi-
o un ardid, constituye, por lo demás, un a veces, llega hasta las lágrimas (…).”8, ca de Odiseo alberga características del
tópico endémico de los mitos griegos, y asegura Bauzá. En el caso de nuestro hé- héroe antiguo, otras que están presentes
aquí lo vemos representado (…) por la roe, en los diez años que tarda en regresar, pero transfiguradas, y otras totalmente
manera de apuntar Perseo a Medusa (mi- ha visto morir a sus amigos y ha añorado nuevas. Además, de la Ilíada a la Odi-
rándola en la superficie pulida de su escu- hasta el llanto a su Ítaca, sin olvidar el sea se puede apreciar el pasaje del relato
do) (…).”7 episodio de su pseudo katábasis en donde del héroe arcaico al relato de un héroe de
Al estar de acuerdo con Kirk, el se da cuenta de que su madre ha muerto y tono más bien novelesco, ya que Ulises
presente trabajo no pretende afirmar que él intenta abrazarla varias veces sin con- es el protagonista de una aventura que se
el ingenio es privativo de Ulises, sino más seguirlo. Otro ejemplo en donde perduran aleja de los parámetros antiguos. Es por
bien que lo particular de este héroe es motivos recurrentes del mito del héroe eso que, a mi entender, Ulises es el último
usar ese ingenio para el engaño. Tal vez antiguo en Odiseo es la adversidad de una héroe antiguo y -al mismo tiempo- es el
el ejemplo más famoso del uso del inge- deidad que causa fatigas al héroe e inten- primer héroe moderno.
nio para engañar a sus rivales por parte de ta, la mayoría de las veces, darle muerte. Ulises después de Homero
Odiseo es su “caballo de Troya”, artimaña En este caso, el dios que le posterga el re- Después de la Odisea, sobre la
que inició la destrucción de la ciudad, ya greso y lo hace vagar errante por el mar figura de Ulises se han escrito bibliote-
que los griegos, de esta manera, pudieron es Posidón, ya que -entre otras causas- ha cas. La descripción de la figura de este
penetrar sus muros. Esta memorable idea escuchado la súplica de su hijo el cíclo- héroe en autores tales como Shakespea-
le permitió al héroe ganarse el prestigio pe Polifemo cuando Ulises lo ha cegado re, Calderón, A. L. Tennyson, Cavafis,
y el agradecimiento de sus pares; así lo (Odisea Canto IX 526-535). Y no sólo se Katsantsakis, Seferis o J. Joyce -entre
cuenta -una vez más- Homero (Canto IV, le presenta al héroe antiguo un hado ad- otros- excede la pretensión del presente
vv. 269-273) en referencia a palabras de verso, sino también otras deidades acuden trabajo. Sin embargo, intentar evidenciar
Menelao: “(…) mis ojos no vieron jamás en su ayuda; al igual que Heracles, Odiseo cómo Píndaro junto a los grandes trági-
un valor que igualase el valor que guarda- es ayudado por Hermes y, por sobre todo, cos -Esquilo, Sófocles y Eurípides- han
ba en su pecho el intrépido Ulises. ¡Cuán- Atenea, con los que comparte su epíteto recepcionado a la figura de Odiseo y dan
ta hazaña llegó a realizar aquel hombre de polýtropos (“de muchas tretas”). su punto de vista sobre la misma es una
esforzado en el hueco y pulido corcel don- En consecuencia Ulises es un tarea mucho más enriquecedora, ya que -a
de estábamos todos los magnates argivos peculiar héroe antiguo. Como ya se ha di- mi juicio- esa labor permite dar cuenta de
tramando la muerte de los teucros!” Otro cho, en cuanto a su naturaleza e intereses la separación que existe entre la estructura
ejemplo muy conocido en donde Odiseo este héroe no se corresponde a los demás; heroica del héroe antiguo con la de Uli-
saca provecho de sus engaños es cuando sin embargo presenta determinadas carac- ses.
vence a Áyax en una disputa por las ar- terísticas que permiten involucrarlo en el En primer lugar, una importante
mas del ya muerto Aquiles; el guerrero modelo heroico de la antigüedad, aunque referencia a Píndaro la podemos encontrar
más valeroso de los argivos -después del no encaja perfectamente. A mi entender, en la “introducción” a la Odisea, escrita
hijo de Peleo- es vencido contra todo pro- esto se puede explicar si se tiene en cuen- por Carlos García Gual. Allí el escritor y
nóstico. De manera que en estos episodios ta la consideración de Bauzá, en otra de filólogo español nos dice que Ulises:
-el caballo de Troya y la victoria ante el sus obras titulada ¿Qué es un mito? Una “(…) fue criticado por su astucia en el
gran guerrero Áyax- se puede representar, aproximación a la mitología clásica, en triunfo por un poeta aristocrático de talan-
a mi juicio, el triunfo del ingenio por so- donde asegura que el mito está “(…) su- te conservador, Píndaro, que lo opone al
bre la fuerza guerrera; es en este sentido jeto siempre a nuevas resemantizaciones noble Áyax, al que Ulises venció en el fa-
que se dice que Ulises representa el inicio (…).”9 Es decir, en mi opinión, en la fi- moso certamen por las armas de Aquiles.
de una nueva configuración heroica al no gura de Odiseo se puede apreciar la me- En las Nemeas VII y VIII Píndaro elogia
sólo presentar unas características e inte- tamorfosis que sufre el mito. Su figura al guerrero del gran escudo, Áyax, para-
reses distintos con respecto a héroes que heroica y su odisea comparten caracte- digma del héroe monolítico arcaico, fren-
se incluyen en el paradigma épico, sino rísticas con los restantes héroes antiguos, te al que triunfa Ulises mediante ardides y
también al vencerlos mediante su ingenio. pero al mismo tiempo presentan temáti- palabras astutas. Con esa postura Píndaro
Ahora bien, Odiseo ¿es un héroe cas totalmente nuevas y sin precedentes. se inclina a una imagen antihomérica de
completamente nuevo en donde no perdu- Algunos temas recurrentes del mito del Ulises que tiene notables paralelos en los
ra ningún rasgo del héroe antiguo? Más héroe antiguo que en la Odisea presentan trágicos.”10
allá de que su naturaleza y su areté no variaciones pueden ser, por ejemplo, la En efecto, según lo dicho por C.
sean compatibles con héroes tales como katábasis -una suerte de prueba iniciática G. Gual, en Píndaro se puede apreciar que
Heracles o Aquiles, existen motivos o te- en donde el héroe desciende al Hades que, el paradigma heroico de Áyax es distinto
mas recurrentes del mito del héroe que sí en el caso de Ulises, es más bien una nék- al de Odiseo; ya que el poeta le da un sen-
se pueden apreciar en la figura de Ulises ya (evocación de difuntos)-; o sino tam- tido negativo a las cualidades heroicas de
-de lo contrario no se lo podría considerar 8 Op. Cit.; Bauzá H. F.; El mito del héroe, p. 130. este último mientras que a Áyax lo elogia.
7 Kirk G. S.; El mito. Su significado y funciones 9 Bauzá H. F.; ¿Qué es un mito? Una aproximación
en la Antigüedad y otras culturas, trad. Teófilo de a la mitología clásica, Ed. F.C.E., Bs. As., 2012, 10 Op. Cit., Homero; Odisea, “introducción” de C.
Loyola, Ed. Paidós, Barcelona, 1970, p. 192. p. 36. G. Gual, p. XVIII.

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Symploké revista filosófica Héroes fuera de...

Sin embargo, no creemos que en Píndaro por la locura y posterior muerte de Áyax Lánzate a ello, ya nos mostraremos justos
se pueda apreciar una figura “antihomé- es Ulises; una muerte totalmente desfavo- en otra ocasión.”
rica” de Ulises como lo considera C. G. rable para los argivos, ya que -al no estar De manera que en las palabras
Gual; es verdad que en Homero no apa- Aquiles- Áyax era el héroe más virtuoso de Sófocles se puede apreciar, a la luz
rece este carácter negativo del ingenio de en combate. Es menester mencionar que del presente trabajo, que Ulises presenta
Ulises remarcado por Píndaro, pero -a mi el rencor de este último hacia Ulises no una naturaleza distinta a la de Aquiles:
entender- este punto de vista no es “anti- se le escapó a Homero; ya que en el Can- Neoptólemo -al heredar la naturaleza de
homérico” porque a todos los elementos to XI de la Odisea -en donde ocurre la su padre- no es capaz de engañar sin sen-
que hacen posible esta consideración ya nékya- Odiseo cuenta que (vv. 543-555): tir culpa por ello (vv. 903-904); mientras
están en la Odisea. Es decir, es correcto “(…) solamente a lo lejos teníase el alma que Odiseo, según Sófocles, está dispues-
que Píndaro da una imagen de Ulises dis- de Áyax Telamonio apartada y en ira por to a todo para lograr la victoria. Esto se
tinta a la homérica, pero esa imagen no es causa del triunfo que alcancé sobre él en puede apreciar mejor cuando Filoctetes se
totalmente opuesta ni contraria (cuestión el juicio tenido en el campo por las armas da cuenta del engaño de Ulises y que ha
indicada por el prefijo “anti-”). de Aquiles (…). (Y le dijo) ‘Áyax, hijo de usado a Neoptólemo para lograr su pro-
No obstante, es cierto que esa aquel noble y cabal Telamón, ¿ni después pósito, y dice a nuestro héroe en cuestión
consideración negativa de la figura heroi- de la muerte olvidarte podrás del rencor (vv. 1004-1016):
ca de Odiseo por parte Píndaro tiene un contra mí por aquellas tristes armas?’ “¡Oh brazos apresados por este hombre,
paralelo en los trágicos: “Ya seguramen- (…).” cuánto tenéis que soportar a falta del bien
te fue así en Esquilo (que llamó a Ulises Esto evidencia, como ya se ha amado arco! ¡Oh tú, que no tienes ni un
‘hijo de Sísifo’) de quien hemos perdido dicho, que Homero da cuenta de las ca- pensamiento sano ni elevado, cómo me
todas las tragedias en que sacaba a esce- racterísticas del paradigma heroico con- has vuelto a engañar! ¡Cómo me has dado
na a Ulises.”11, dice -una vez más- C. G. formado por Odiseo, sólo que Píndaro y caza, tomando por pantalla a este joven,
Gual. Recordemos que Sísifo representa los trágicos le dan otro punto de vista. desconocido para mí, a quien tú no me-
el paradigma de la astucia para los grie- Siguiendo la línea pindárica en reces, pero yo sí, y que no sabía más que
gos. Entre otras audacias, este personaje, cuestión, se puede decir que dicha línea cumplir lo ordenado, quien incluso evi-
por medio de su astucia, logró esposar al es mucho más clara en Filoctetes. Esta dencia ya a las claras que sufre de penoso
propio Hades y tenerlo por prisionero en tragedia se desarrolla en la isla de Lem- modo por las faltas que ha cometido y por
su casa; esto provocó que Ares liberara a nos, en donde Odiseo hace diez años ha- el mal que me hizo! Pero tu perverso áni-
Hades y que este último llevara a Sísifo al bía abandonado a Filoctetes13, el cual te- mo, que está constantemente acechando
inframundo. Sin embargo, allí en el Tár- nía una herida en el pie provocada por la desde los rincones, fue enseñando a ser
taro declaró que no le habían dado honras mordedura de una víbora y sus gemidos diestro en infamias a quien era sencillo y
fúnebres -él mismo le había ordenado eso de dolor no dejaban realizar los sacrificios no estaba dispuesto a cometerlas.”
a su esposa- y que por ese motivo debía con tranquilidad. Sin embargo, muerto ya Finalmente Neoptólemo se arre-
regresar a la superficie para remediarlo. Aquiles, la única manera de destruir los piente de los engaños hacia Filotectes y
Esta promesa a Perséfone fue olvidada muros de Troya es usando un arma que ya decide devolverle el arco que le había
por Sísifo apenas ascendió; y por eso tuvo lo había hecho, o sea debían usar el arco sacado; y este último le dice (vv. 1310-
que padecer el castigo de rodar cuesta de Heracles que ya le pertenecía a Filocte- 1313): “(…) Has demostrado, hijo, de
arriba un bloque de piedra tan pesado que tes. Es por este motivo que Odiseo vuelve, qué estirpe has nacido, que no es de Sí-
cuando está a punto de alcanzar la cima se junto a Neoptólemo -el hijo de Aquiles-, a sifo, sino de Aquiles, de quien mayores
cae y rueda hasta el principio, frustrante buscar a Filoctetes, más precisamente a su alabanzas se oían (…).” Esto último da
tarea que Sísifo aún no logra hacer. arco; y es allí donde Sófocles muestra a cuenta de que la línea de Píndaro y la con-
Es por esta característica astu- un Ulises sin escrúpulos morales, a dife- sideración de Esquilo -que Ulises es hijo
cia que Esquilo considera que Odiseo es rencia de Neoptólemo que le importa la de Sísifo y que, por lo tanto, presenta una
hijo de Sísifo; y así también, en Los mitos justicia antes que todo. Por ejemplo Odi- naturaleza distinta a la de los restantes hé-
griegos, lo refiere Robert Graves cuando seo le dice a Neoptólemo (vv. 78-86): “Es roes- están presentes en Sófocles.
dice que Sísifo “(…) sedujo a Anticlea, la necesario que en esto mismo te las inge- Por su parte, Eurípides muestra
hija de Autólico. Tuvieron un hijo, Ulises, nies para sustraerle las armas invencibles. en escena a Odiseo en Hécuba y en Las
y la forma en que se produjo su concep- Sé, hijo, que no estás predispuesto por tu troyanas. La primera tragedia -como su
ción es suficiente para explicar su habitual naturaleza a hablar así ni a maquinar en- nombre lo indica- gira en torno de Hécu-
astucia.”12 gaños. Pero es grato conseguir la victoria. ba, la esposa de Príamo, y su sufrimien-
Pero la línea pindárica de una 13 Recordemos que a Filoctetes le había dado su to ante su ciudad ya conquistada y ante
arco y sus flechas el propio Heracles, cuando en el
consideración negativa de la figura he- las situaciones que van aconteciendo. En
monte Eta -luego de haber caído en la trampa del
roica de Odiseo se puede apreciar mucho centauro Neso- el héroe está agonizando y pide a este caso, nos basaremos en la prime-
mejor en Sófocles y Eurípides. En el pri- los que están a su alrededor que lo incineren en la ra parte de dicha tragedia, en donde los
mero dicha línea se puede evidenciar en pila que él mismo había preparado para un sacrifi- aqueos deciden sacrificar a Políxena, hija
su Áyax; en donde se narra el suicidio cio. Como nadie se animaba un pastor que pasaba de Hécuba, ante la tumba de Aquiles; y
por allí, llamado Peante, ordenó a Filoctetes, su
posterior de este héroe al no conseguir las el encargado de comunicar esta decisión
hijo, que hiciera lo que Heracles le pedía, y como
armas del difunto Aquiles. Entonces, por agradecimiento el héroe le cedió el arma menciona- y llevarse a la princesa es Ulises. Por este
contexto, se entiende que el responsable da. No obstante, la diosa Hera -movida por sus ce- motivo Hécuba suplica a Odiseo para que
11 Ibídem. los- arregló castigar a Filoctetes por su generosidad no se la lleve a su hija -e incluso se ofrece
12 Graves R.; Los mitos griegos, trad. Graves con la mordedura de una víbora lemnia (Véase Los a tomar su lugar-; y viendo que el héroe
Lucía, Ed. Ariel, Bs. As., 2011, p. 73. mitos griegos de R. Graves).

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

no le hace caso le recuerda la vez que lo Gual: “Ulises resulta un nuevo paradig- que se les presentan por no tener la mor-
descubrió entrando a Troya disfrazado de ma heroico. Héroe solitario, aventurero fología de los personajes clásicos de los
mendigo y decidió no lo delatarlo (vv. errabundo fiado no en sus armas ni en su cuentos de hadas.
239-254). También le recuerda su súplica: fuerza atlética, sino en su astucia y su arte Es en este sentido que se puede
“Cogiste mi mano, como afirmas, y pos- de seducción.”14 Por eso el presente traba- encontrar el primer y fundamental punto
trándote tocaste esta vieja mejilla. Yo te jo considera, como ya se ha dicho, que en en común entre Ulises y Shrek: ambos
toco a mi vez y te suplico: que no separes Odiseo se puede apreciar una de las pri- no encajan en la estructura prototípica de
de mis brazos a mi hija, ni la matéis.” (vv. meras -si no la primera- metamorfosis del héroe tanto moderno como antiguo -res-
269-277); sin embargo, Ulises le asegura mito del héroe. pectivamente-. Ya se ha explicado por qué
que la decisión ya es irrevocable. De esta Shrek, el primer héroe-ogro Odiseo se abstrae de esa estructura; por lo
manera Eurípides continúa mostrando Ahora bien, la metamorfosis de tanto ahora debemos caracterizar a Shrek.
una imagen negativa del héroe: él suplica la que se viene hablando ¿ha hecho llegar Como ya se ha dicho el persona-
y miente con tal de beneficiarse, mientras al antiguo mito del héroe hasta nuestros je principal de la película es un ogro, es
que no escucha las súplicas ajenas si aten- días?; en el siglo XXI ¿podemos seguir decir es una criatura bestial y antisocial
tan contra su propósito. La perversidad hablando de la existencia de héroes? La porque todos le temen; además no tiene
de Ulises se acentúa cuando responde al respuesta es afirmativa. Principalmente al lado a un noble corcel, sino un pequeño
pedido de Hécuba -el de sacrificarse junto deportistas, cantantes, figuras del espec- burro parlante. Y no sólo su naturaleza es
con su hija- diciéndole (v. 397): “¿Cómo? táculo, etc., son idolatrados por las masas; distinta a la del héroe moderno del ámbito
Pues no sé que yo tenga amos.” Se puede muchos de ellos son leyendas vivientes de la fantasía, también -al igual que Uli-
ver la ironía en esta respuesta si se tiene que van camino a que los entronen como ses- sus intereses no son los habituales en
en cuenta que Hécuba ya no es más reina, héroes -si se mueren jóvenes y de forma estas historias: Shrek no quiere rescatar a
ahora pasa a ser una esclava más y, por trágica-. Precisamente esto último es una la princesa, casarse con ella, heredar un
tanto, es inútil que intente darle órdenes esencial condición: estos personajes de- reino y vivir feliz por siempre. Todo ello
al héroe. ben morirse antes de que el tiempo dete- le compete al príncipe “encantador”, que
La imagen negativa de Odiseo riore sus figuras y pierdan su areté. Elvis está presente en las películas; éste repre-
continúa en Las Troyanas. Allí el contexto Presley o Marilyn Monroe pueden ser cla- senta al modelo heroico de la moderni-
vuelve a ser Troya, en este caso viviendo ros ejemplos de lo que se está consideran- dad en los cuentos de fantasía: es rubio
su último día; en donde los griegos -una do como héroes modernos. y alto, hábil en el combate -tanto como
vez más- están repartiéndose a las futu- Sin embargo, el presente escrito para matar al dragón-, y anhela rescatar a
ras esclavas. Si bien el tema que se puede se orientará en otro sentido: se intentará la princesa y ser rey. Lo peculiar en esta
apreciar a lo largo de toda la tragedia es evidenciar la modernidad del héroe anti- historia es que los deseos de “encantador”
el sufrimiento de los vencedores y no de guo explorando el ámbito de la cinema- no pueden realizarse, ya que el ogro es el
los vencidos -ya que estuvieron muchos tografía fantástica. Tomando como eje que rescata a dicha princesa y es el que
años lejos de su tierra natal, murieron le- principal la historia y características de termina viviendo feliz por siempre.
jos de la misma y les siguen aguardando un personaje peculiar llamado Shrek, se En otras palabras, al igual que
males en su regreso-, no obstante -como intentará demostrar que esta creación fic- en la Odisea los fuertes y virtuosos en el
es evidente- Eurípides muestra que el que ticia es producto de la metamorfosis que combate no son los protagonistas y los
más sufrirá ese regreso es Ulises (vv. 428- sufrió la figura heroica de Ulises y que que triunfan; es más, en el caso de Shrek,
443); y se merece sus futuros padecimien- -al igual que el héroe antiguo- este ogro se invierten los roles y el príncipe encan-
tos ya que es el más despreciable de todos se diferencia de la estructura prototípica tador pasa a ser el malvado. Y no sólo
los griegos, incluso más que Agamenón. del personaje principal de los cuentos de esto, sino también los arquetipos heroicos
Así lo considera Eurípides cuando le hace hadas. Es decir: tanto Ulises como Shrek terminan sufriendo tanto en el film como
decir estas palabras a Hécuba, que se en- son héroes particulares en sus respectivos en dicha epopeya (Canto XI vv. 387-389):
tera que va a servir como esclava a Odiseo tiempos. “(…) vino allá, el Atrida; llegaba sumido
(vv. 280-291): “(…) ¡Ay de mí, ay! Me ha En 2001, DreamWorks Anima- en tristeza y en torno reuníanse las almas
tocado servir a un ser odioso y trapacero, tion presenta una película basada en el de aquellos que su sino cumplieron con
enemigo de la justicia, a una bestia sin ley libro infantil Shrek, de William Steig. En él en las casas de Egisto.”; además en vv.
(…). Lamentaos, troyanas, por mí. Me di- el film el personaje principal es el mismo 488-491 Aquiles le dice a Odiseo: “No
rijo a un triste destino. Yo, la desdichada, que el del libro, pero el argumento y el pretendas, Ulises preclaro, buscarme con-
he caído con el lote más adverso.” desarrollo de la trama es lo que varía; y suelos de la muerte, que yo más querría
De manera que, en los trági- tal fue el éxito de la historia que se pro- ser ciervo en el campo de cualquier la-
cos, el talante maquiavélico de Odiseo dujeron tres películas más que continúan brador sin caudal y de corta despensa que
es evidente. En resumen, se puede decir con esa trama. En resumen, el film pre- reinar sobre todos los muertos que allá
que lo consideran como un oportunis- senta a un ogro como personaje principal, fenecieron.”. Esto es un ejemplo más de
ta y sin escrúpulos morales a la hora de que rescata y se enamora de una princesa lo que se viene asegurando en el presente
conseguir la victoria para los suyos. Esta llamada Fiona -la cual, producto de un trabajo: que en la Odisea es más valeroso
imagen negativa de la figura de este hé- hechizo, por las noches se transforma en y virtuoso otro tipo de héroe, distinto al
roe, en contraste con héroes prototípicos ogra-. A lo largo de las películas, Shrek modelo prototípico de la épica. Así mis-
como Áyax o Aquiles, nos ayuda a evi- y Fiona deben sobrepasar las dificultades mo, y comparando a Aquiles con el prín-
denciar que Ulises se sale de la estructura cipe “encantador”, en la película de Shrek
heroica tradicional. En palabras de C. G. 14 Op. Cit., Homero; Odisea, “introducción” de C. no es dicho príncipe el que se casa y vive
G. Gual, p. XV.

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Symploké revista filosófica Héroes fuera de...

feliz por siempre, sino que todo ello lo lo- rencia al dragón, Bauzá -una vez más-
gra el ogro. dice que: “Se trata, en suma, de un mons-
Ahora bien, volviendo a la mor- truo ctónico e infernal que, bajo diferente
fología de Shrek, cabe la pregunta ¿por ropaje morfológico, aparece siempre
qué este ogro deja de lado su naturaleza como el antagonista del héroe.”16
bestial y se casa con la princesa? El sen- Conclusión
tido común diría que lo hizo por amor; La existencia de los mitos anti-
efectivamente acorde con la trama de la guos en nuestro siglo es clara y los héroes
película esta respuesta es acertada, pero constituyen una matriz muy rica para ex-
hay algo más. Al igual que Ulises, Shrek plorar esta temática. Según el presente
experimenta un periplo: para recuperar su trabajo, Odiseo es el primer héroe antiguo
pantano -invadido por criaturas de fan- que se abstrae de los patrones heroicos
tasía por orden del rey Lord Farquaad- clásicos e inicia la metamorfosis del mito
nuestro antisocial ogro acepta la misión heroico de la antigüedad. Si consideramos
del malvado rey que consiste en rescatar la riqueza de la materia mítica, no nos se-
a una princesa custodiada por un dragón. ría extraño la posibilidad de su variación;
Sin matar a la bestia, Shrek rescata a la es decir la pervivencia del mito en otras
princesa y emprende un nóstos, es decir formas. La metamorfosis es la prueba de
un “regreso”; y es cuando se completa el la eternidad del mito, y los héroes -al ser
periplo que Shrek se da cuenta de que ya ejemplares para las personas- se adscri-
no es el mismo. A mi entender, este cam- ben a dicha intemporalidad.
bio en el protagonista principal tiene su A mi entender, Shrek es un ejem-
paralelo en las variaciones modernas del plo de dicha metamorfosis. La idea de un
final homérico de la Odisea, en donde el ogro que no se corresponde al prototipo
tiempo cambia tanto a Ulises como a Íta- de héroe de los cuentos de hadas tiene
ca. su precedente en la Odisea. Tanto Ulises
Otra característica de Shrek que como Shrek son héroes fuera de serie: sus
hace que sea la metamorfosis de la figura naturalezas, habilidades e intereses no son
de Odiseo es que, al igual que Ulises y los habituales y recurrentes en los ámbi-
a diferencia de los restantes héroes -tanto tos en que ellos se desenvuelven. En otras
antiguos como modernos-, el ogro no usa palabras, ambos se apartan -aunque no to-
su fuerza física; por ejemplo, cuando res- talmente- de los patrones clásicos de los
cata a la princesa no mata al dragón, sino héroes tanto antiguos como modernos, y
que lo engaña y se escapa; o muchas ve- así configuran una nueva morfología he-
ces a entrado a lugares disfrazado y min- roica.
tiendo sobre su identidad y propósitos. Por otro lado, también se puede
Por último, puede preguntarse considerar la otra cara de esta cuestión: no
¿existen características del héroe antiguo decimos que Shrek sea la metamorfosis
que -al igual que en Ulises- continúan de Ulises, sino que es el mismo Ulises que
presentes en la figura heroica de Shrek? utilizó su ingenio para ponerse el ropaje
Como ya se ha dicho, es común que en de ogro. Al igual que cuando en Troya se
los héroes antiguos desaten la furia de al- ha disfrazado de vagabundo, esta vez el
guna divinidad; en el caso de Odiseo des- héroe se ha disfrazado de Shrek para vivir
ata la de Posidón, y por parte del ogro su entre nosotros y pasar desapercibido. La
hado adverso es el “hada madrina”. Ella cita de Borges al inicio intenta remarcar
es la que, tradicionalmente, se encarga de este sentido: lo clásico necesita pervivir
que el príncipe Encantador -en este caso en otras formas y por otros medios. De
su hijo- sea el que viva feliz por siem- manera que Odiseo continúa con sus ar-
pre; y emplea toda su industria en odiar timañas, y esta vez nos ha engañado a no-
y perjudicar al ogro. “Este odio o envidia sotros mismos.
(…) en el caso de los héroes, se muestra
como una de las funciones que denota su * Estudiante de Filosofía de la Universi-
morfología.”15, asegura Bauzá. Además, dad Nacional de San Martín
la presencia del dragón que custodia a la
princesa no es un detalle menor, ya que el Nota: la bibliografía utilizada
uso de serpientes guardianas es un tema para dicho artículo se encuentra en
recurrente en el antiguo mito del héroe. www.revistasymploke.com
Un claro ejemplo es el dragón Ladón, al
cual Heracles logra vencer y apoderarse
de los frutos de las Hespérides. En refe-
15 Op. Cit.; Bauzá H. F.; El mito del héroe, p. 58. 16 Ibídem., p. 77.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Nihilismo
Juego y pampa en
la filosofía de
Carlos Astrada
Lucas G. Aldonati*

Interpretaciones sobre el nihilismo preocupación por los efectos que puede cristiana es un fenómeno occidental que
El nihilismo1 como tema pun- llegar a sufrir Iberoamérica a partir de las no lleva a occidente según Nietzsche más
tual, aparece abordado dentro de la ex- decisiones que tome o no, dependiendo de que a una decadencia. Por lo que el autor
tensa obra de Astrada en dos libros. En cómo interprete la realidad europea y a sí alemán va a considerar necesario el he-
primer lugar, en la obra Nietzsche profeta mismo. La segunda lectura, encierra una cho de tener que erguir una nueva tabla
de una edad trágica (1945) donde en la preocupación por lo humano. Un camino de valores que afirmen la vida y no que
sección número XI lleva el nombre de “El hacia el desprendimiento y el rescate del la nieguen como lo han hecho los valores
nihilismo europeo”. La segunda obra en hombre de la enajenación. platónico-cristianos hasta ahora. Como
la que el nihilismo se recupera y ocupa un He aquí el meollo de la cuestión. sostiene Germán Cano en su interpreta-
lugar principal es en La revolución exis- El problema que Astrada interroga e in- ción, los valores creados por occidente
tencialista (1952); uno de sus capítulos se tenta aclarar en el fondo es un problema son “falsos valores”, valores fundados a
titula: “El nihilismo, clave de la recupera- por lo humano. El hombre en relación partir de un desprecio de la vida y que son
ción del hombre”. Si bien en ambas obras con el movimiento universal, con su mun- mera “voluntad de nada”. Pero, ¿de qué
aborda la misma temática y parte desde do circundante, lo lejano y lo cercano modo podemos encaminarnos a un modo
una mirada nietzscheana, las problemáti- en tanto que ocupa un valor y olvidando de valoración que logre afirmar la vida en
cas que aborda en ambos capítulos, son su libertad humana como posible, se ha lugar de despreciarla? Como respuesta
a primera vista diferentes. Las preocu- enajenado a ello como aprehendido a una Astrada encuentra en Nietzsche la distin-
paciones de Astrada en esencia no son verdad ultima. Dos análisis, dos adver- ción entre el nihilismo activo y el nihilis-
diversas; aunque el modo de ingresar al tencias y dos consejos para lograr el des- mo pasivo. El primero, “es signo de in-
nihilismo, el contexto, los personajes y el prendimiento de la enajenación es lo que cremento de poder en el espíritu, camino
enfoque cambie. La primera lectura sobre Astrada desarrolla en estos dos capítulos que nos conduce a una nueva valoración,
el nihilismo que realiza Astrada parece mencionados. y un nihilismo pasivo, que es signo de de-
resaltar cuestiones de tono más político. a) Nietzsche profeta de una cadencia e implica un aminoramiento del
En principio sólo critica la circunstancia edad trágica: hay un fenómeno al cual poder del espíritu”3. La respuesta es clara,
por la que atraviesa el espacio europeo Nietzsche llama “El nihilismo europeo”. optar por un nihilismo activo, y afrontar
y hacia el final del capítulo, aparece una Pero, ¿qué interpreta Astrada a partir de una transvaloración de los valores.
1 A partir de la interpretación que realiza Germán su lectura sobre Nietzsche que es el ni- Astrada rescata una lectura de
Cano, el nihilismo aparece según Nietzsche como hilismo de modo general? “El nihilismo, un Nietzsche profético, un Nietzsche que
estado psicológico bajo tres formas: 1) el sentimien- en general, es una consecuencia de la fe advierte, predice y ve lo que todavía no
to del absurdo (derroche de fuerza, tormento del ‘en en la moral, del imperativo de veracidad
vano’). 2) Se pierde toda fe respecto a una totalidad lismo se encuentra ya en la obra El nacimiento de
que ella ha formulado y desarrollado; es,
de sentido, decepción mayor por cuanto el hombre la tragedia con la figura de Sócrates y que luego se
ha proyectado estas categorías para creer en su pro- pues, el estado que tiene que resultar ne- torna un sistema a partir de la filosofía dualista de
pio valor. 3) surge de la conciencia de que como cesariamente de la concepción de la vida Platón. Lo que Nietzsche denomina la moral plató-
salida sólo queda la “condena del mundo”. Queda de la era cristiana”2. La moral platónica- nico-cristiana, es un planteamiento moral nihilista
explícito en la siguiente frase: “El nihilismo impli- en tanto que está obligado a combatir y denigrar por
ca, pues, ficción y negación de la vida, pero también 2 C. Astrada, Nietzsche profeta de una edad trágica, principio la realidad más inmediata (los sentidos, el
reacción contra esta misma ficción que es el mundo La Universidad, Bs. As., 1945. Con respecto a esta cuerpo, el lenguaje). Véase: (Germán Cano Cuenca,
suprasensible” (material extraído de: Germán Cano afirmación que toma Astrada puede tenerse en cuen- Estudio introductorio: Friedrich Nietzsche, crítico
Cuenca, Estudio introductorio: Friedrich Nietzsche, ta la interpretación sobre “El nihilismo y la «muerte de la moral, Editorial Gredos, Madrid, 2009, tomo
crítico de la moral, Editorial Gredos, Madrid, 2009, de Dios»” que desarrolla G. Cano donde describe I, LVIII.)
tomo I, LVIII – LX.) que el problema de Nietzsche con respecto al nihi- 3 Ibid., pp. 141-142.

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Symploké revista filosófica Nihilismo...

nos ha alcanzado pero que no es ni más zación moribunda, dejándose llevar por existencial”. 1) El rescate del hombre de
ni menos que un inminente estado de de- el hecho de que son los señores del oro. su enajenación; 2) “La muerte de Dios”.
cadencia social y política; una decadencia Astrada señala que poseer el oro no ga- Y explica Astrada: “Para que el hombre
en valorar a los políticos. Es el filósofo rantiza que mañana sean los que dominen se afirme como hombre existente y libre
alemán quien ve la salida y el modo de el mundo. “Iberoamericana, el continente, es necesario superar un tipo de hombre, el
afrontar la situación. “«El periodo de la hasta ahora, sin destino, a menos que la hombre gregario y enajenado (…) y pen-
catástrofe», que, desde el abismo de la cri- Argentina, por propia gravitación historia sar en todo su alcance y significado la idea
sis, debe quizá conducir a la salud y forta- de país monitor, perfile uno auténtico, ini- entrañada en el “Dios ha muerto”, clave
lecimiento del hombre europeo, quien se ciando la revolución continental para abo- para hacer el tránsito al nihilismo activo
reconocerá a sí mismo en una nueva tabla lir las oligarquías económicas y políticas y afirmativo”9. Aquí es necesario retomar
de bienes y valores”4. Puede apreciarse en que han traicionado a Hispanoamérica”6. las preguntas realizadas poco más arriba
este aspecto profético que recupera As- El conflicto tiene aspecto mundial, y el y la cita que acompaña dichas preguntas.
trada, como Nietzsche también vincula la desenlace tiene para Astrada un tinte re- ¿Todos los hombres saben y asumen que
salud con la enfermedad, aspectos impor- volucionario. Argentina debe actuar, asu- “Dios ha muerto”? Todavía no. Astrada
tantes de su vida que producen a su vez mirse en un nihilismo activo y elegir con indica que “el hombre quiere rescatarse”,
fuerte impacto también en su filosofía. Un voluntad. quiere salir, desprenderse de esos valores
abismo necesario, un estado crítico que se b) La revolución existencialista: pero para aún es un mero querer, el hom-
convierte en indispensable para ayudar al el nihilismo es un estado necesario por el bre sigue enajenado y bajo el mandato de
hombre a impulsarse a lo más alto de una cual hay que pasar pero que necesaria- estos valores.
nueva escala de valores. mente debe ser superado como condición Para Astrada esto es una crisis
El filósofo cordobés, resaltando primera si se busca una transvaloración de profunda que hay que develar. Y la sali-
la visión profética de Nietzsche, continúa todos los valores tenidos como supremos. da no se encuentra dentro del orden de lo
con una crítica ‘personal’ al socialismo, la Para Astrada, el nihilismo va a ser clave viejo y tradicional con los supuestos que
democracia, y a las instituciones liberales. para la recuperación del hombre. ¿Recu- aquí reposan. “En el devenir se gesta y
En definitiva el problema que se plantea perar al hombre de qué, de dónde? Re- alumbra aquella nueva situación, no sólo
para él es “el del dominio del mundo, el cuperación de la existencia desvalorada, en lucha con lo viejo y tradicional, sino en
de una lucha por el poder hegemónico y de ese desprecio de la vida en pos de oposición y escisión con el orden que ello
y la expansión”5. El poder, el valor y el valores suprasensibles. “El nihilismo es el configura”10. Lo que adviene, el rescate
hombre; problemáticas que desbordan estado previo al desprendimiento y libe- del hombre. El hombre des-enajenado
la preocupación del pensamiento en el ración del hombre de estas superestructu- que se encuentra con su ser más propio.
s. XX. El mismo Astrada realiza una di- ras trascendentes en función de las cuales “El insurgir de la nueva forma entraña la
visión de naciones las cuales algunas se había sido puesta su existencia”7 esto, en desaparición definitiva de las demás, que
encaminan desenfrenadamente hacia la tanto que se adopte una posición afirma- ya, por perimidas, habían perdido toda
decadencia irremediable como es el caso tiva y no pesimista (quietista). Sin supe- vigencia y posibilidad de recobrarla”11.
desde su parecer de Francia, España e ración no aflora más que un pesimismo La crisis, interpreta Astrada, es algo que
Italia. Naciones estériles que se debaten eterno. Los valores se desvalorizan, ¿Pero nace y algo que muere. Muerte del hom-
entre el querer y el poder, mientras que todos los hombres son acaso conscientes bre que negaba la vida y se basaba en va-
las naciones latinas se encuentran como de esto? ¿Todos los hombres saben y asu- lores superiores; para dar lugar a un tipo
sombras derrumbándose junto con ellas, men que “Dios ha muerto”? Para Astra- de hombre que afirme la existencia y la
si es que no toman una decisión. Por otro da “el hombre quiere rescatarse de todas humanidad. Esta nueva afirmación no está
lado, son los alemanes y los rusos, los las estructuras y valores que él mismo ha exenta de peligros, quizá ya no será aquel
que resaltan para Astrada, representan el creado, y de los cuales ha terminado por Dios moral, sino la técnica y la economía
modelo de nación que lucha con pasión depender en la medida en que aquellos, quienes obstaculicen el desarrollo de su
política y por ideales políticos. Hombres por haber sido superestructurados por en- ser.
con voluntad de poderío. Los hombres cima de su existencia e hipostasiados, han Comprensión del ser –abismática sole-
alemanes y rusos se diferenciaban por cobrado imperio sobre él”8. Para Astrada dad
demás con los ejércitos anglo-yanquis el hombre se descubre enajenado de esa Antes de adentrarse en la noción
según Astrada; ya que detrás de estos moral platónico-cristiana. ¿Quién es ese de juego que presenta Carlos Astrada, es
últimos se dejaba asomar la mirada del hombre que menciona Astrada? ¿Acaso necesario recobrar una postura previa que
mercader. Son las naciones latinas las que habla de un “yo” o de un “nosotros”? él considera como fundamental a la hora
se apegan a ese plan anglo-yanqui que se De todas formas el filósofo ar- de desarrollar una filosofía. Esta postura,
encamina a la decadencia y a una civili- gentino analiza e interpreta el problema de se basa en la idea que él tiene sobre qué
4 Ibid., p. 142. C. Astrada cita a Nietzsche sin acla- la siguiente manera: encuentra en el pen- y cómo considera que es la filosofía. A lo
rar de que fuente proviene: “Yo prometo una edad samiento de Nietzsche dos ideas esclare- largo de sus obras, el filósofo cordobés,
trágica: el arte supremo de decir sí, la tragedia, rena- cedoras de la cuestión, y que no se pueden va construyendo distintas definiciones y
cerá cuando la Humanidad tenga a sus espaldas, sin pensar por separado; ambas ideas brotan puntos de vista con respecto a lo que es
sufrir por ello, la conciencia de la guerra más dura,
de una misma raíz que es “la voluntad la filosofía según él. Estas definiciones
pero necesaria… Habrá guerras como no las ha ha-
bido hasta ahora sobre la tierra.” (Ibid., p. 145) pue- 6 Ibid., p. 149. son un rasgo importante a tener en cuenta,
de verse en la cita tanto el aspecto profético, como 7 C. Astrada, La Revolución existencialista; hacia debido a que van a incidir de una manera
así también el abismo que habrá que afrontar para un humanismo de la libertad, Nuevo destino, Bs. 9 Ibid., p. 133.
surgir de forma renovada. As., 1952. 10 Ibid., p. 134.
5 Ibid., p. 146 8 Ibid., p. 132. 11 Idem.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

u otra en la postura y definición de otros dentro del todo de las cosas”17. Es aquí tencia nos pongamos a jugar. Invitados a
conceptos suyos. donde comienza el juego para Astrada. jugar, un poco con la nada y otro tanto con
El filósofo argentino, va a reto- Interrogando el plano de lo óntico, la to- lo que hay –y por lo tanto es. Invitación
mar al filósofo danés Kierkegaard para talidad de las cosas, nos ponemos en jue- a un juego al cual no querer jugar es un
compartir la visión de hombre que presen- go a nosotros mismos, jugamos nuestro estar-ya-jugando, y haber elegido un per-
taba este. Hallar en Kierkegaard la figu- existir. Al movilizar las estructuras de las sonaje. Podemos convertirnos dentro del
ra de un hombre solitario, alejado de la cosas –del plano de lo que es– no se halla juego, en el motor que pone en marcha
charlatanería ordinaria y de las preocupa- tranquilidad, sino que contrariamente, se la negación de las cosas, partiendo des-
ciones superficiales, va a ser un punto de despierta “el alerta que lanza la angustia de ellas en pos de trascenderlas. Esto es
partida a la hora de definir la filosofía para de nuestro ser finito, alerta que sobre no- posible, si nos reconocemos como niños,
Astrada. Por otro lado se suma la idea de sotros refluye engendrando nueva inquie- figuras inocentes, que despliegan al vuelo
que el hombre es a partir de su estar-en- tud, más honda desazón”18. con seriedad las alas de su imaginación
el-mundo y que no puede comprender El juego de la interrogación, de libre y sin barreras, sin más límites que
sino desde allí, como afirma Heidegger en la puesta en duda del plano de lo óntico los que presente el devenir de la creación
Ser y tiempo. Estas dos afirmaciones des- y de la búsqueda de la relación de las misma. No es otro más que el niño el que
embocan en la propuesta Astradiana de cosas con el ser, podría pensarse en una vive “trans-creando lo creado” porque lo
que la filosofía es una tarea solitaria que re-interpretación que realiza el filósofo creado para él no se agota, como tampoco
pone a uno en relación con el mundo. “La cordobés con respecto al seminario de M. lo hace el juego. Por ello el juego se con-
labor del pensador en tanto existente no Heidegger Introducción a la metafísica y vierte en una superación del sin sentido
es algo que puede ser suplido, una tarea a su obra ya mencionada anteriormente y de lo absurdo de la vida; el juego pone
susceptible de ser realizada por otro”12. Ser y tiempo. Extrae ciertas bases para es- el fin y el sentido último en sí-mismo, sin
Así como también sostiene para acentuar tablecer su mirada filosófica, va a estar de depender de circunstancias ajenas. Existi-
esta necesaria soledad, que “no cabe la acuerdo en lo siguiente: lo que a las cosas mos estando en el mundo, pero más esen-
relación de maestro y discípulo”13 ya que las determina en tanto cosas es el ser. Pero cialmente, existimos porque jugamos. El
“cada uno ha de esforzarse por ser su pro- que, aunque a las cosas las conocemos, juego de la existencia, no es cualquier cla-
pio maestro”14. Por lo tanto, “el conocer Astrada al igual que Heidegger va a decir se de juego. Es el jugar a abandonar y co-
existencial, vale decir el conocer que ha que al ser, sólo lo comprendemos. “Nos sechar el ser, nuestro propio ser. Ser que
llegado a ser esencial para el cognoscente, mantenemos constantemente en una com- comprendemos, tomamos entre manos y
no es pasible de transmisión; el hombre prensión del ser”19. Comprendemos el ser lo mantenemos proyectado a sabiendas
existe solitario, sin mediación alguna, en pero carecemos de su concepto debido a del azar mismo que el juego implica. Sal-
la pasión de la interrogación filosófica”15. que no podemos sostenernos en estado tando y despegando del abismo, tras la
Esto no es para Astrada más que un drama de comprensión, en estado de propiedad, apertura de alguna ficción útil que permi-
y de allí su comparación con la biografía sólo tenemos relámpagos que nos ilumi- ta continuar. Viaja el niño por el mundo, a
del mismo Kierkegaard16. nan para dejarnos perplejos y al instante través del juego, trans-creando lo creado
Preguntar por lo que es, la in- de nuevo en oscuridad; dirá Astrada que de la existencia.
terrogación filosófica, lleva consigo la “el ser es permanente presencia o estabi- Luego de aclarar que Astrada
negación, un poner en duda la condición lidad en la presencia sólo en relación a la en sus textos toma siempre postura so-
de ser y por ende una movilización de las temporalidad finita de la existencia huma- bre lo que él considera que es la filoso-
estructuras del ser que componen tanto a na; sólo hay ser para la finitud realmente fía, en su obra antes mencionada El juego
lo interrogado como al interrogador. La existente, o sea para el hombre”20. El hom- existencial (1933), se tomará un espacio
pregunta, conlleva el modo de ser del que bre se descubre como finito y proyectado dedicado a la relación entre “existencia”
interroga; y la filosofía en su tarea, se pro- en una temporalidad existencial también y “mundo”. Espacio donde va a definir
pone asumir un preguntar pleno. Un pre- finita, aislante y singular, pero es el tiem- existencia diciendo que “no es otra cosa
guntar que haga tomar entre manos al que po el único horizonte, según dice Astrada, que estar en el mundo. Y este estar en el
interroga su propio ser y su comprensión en el que puede, para nosotros, alumbrar mundo pertenece a la esencia de la exis-
sobre sí. La filosofía, va a decir Astrada, el ser. No queda más remedio si se quiere tencia humana”22. Por estar en el mundo,
“es una actividad, una interrogación que encontrar una respuesta, que sumergirse Astrada va a entender, la estructura de la
llega hasta la raíz misma del que interro- en la interrogación sabiendo lo que ello trascendencia. “La existencia trasciende
ga, de nosotros que interrogamos en me- implica. Ya que como se ha dicho antes las cosas, y solo en este elevarse por en-
dio de las cosas. Filosofar es un interrogar “no podemos transferir –comunicar– ni la cima de todo ente puede ella relacionar-
esencia de la pregunta ni la esencia de la se con las cosas”23. Y continúa aclarando
respuesta. Comprensión del ser es, en de- que “desde el momento que la existencia
12 Carlos Astrada, El juego existencial, “Introduc-
ción”, Babel, Bs. As., 1993. finitiva, abismática soledad”21. es también un ente, ella sólo a base de la
13 Idem Existimos ↔ jugamos trascendencia puede relacionarse consigo
14 Idem Hemos acaecido de la nada, misma, aún más, ser sí misma”24. Una vez
15 C. Astrada, El juego metafísico: para una filo- como invitados pasajeros y finitos, para explicado por Astrada lo que entiende por
sofía de la finitud, Instituto Lucchelli Bonadeo, Bs.
que en lo inmediato y exigente de la exis- existencia y estar en el mundo, se pone a
As., 2013, p. 24
16 Va a decir Astrada que “Kierkegaard no podía 17 C. Astrada, El juego metafísico…, ed. cit., p. 20. trabajar sobre el juego que se da, se abre y
tener discípulos porque la existencia –y más la 18 Idem 22 C. Astrada, El juego existencial, “Existencia y
suya- es sencillamente incomunicable, es un secreto 19 Ibid., p. 21. mundo”, ed. cit.
quemante, suspenso sobre el abismo de la nada.” (C. 20 Ibid., p. 23. 23 Idem
Astrada, El juego metafísico…, ed. cit., p. 25) 21 Ibid., p. 25. 24 Idem

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se despliega estando en el mundo. necesarias para que el juego no se torne criptible de la trascendencia”31. Pero para
Astrada cita en su texto palabras absurdo. En el jugar, lo que importa es que esto sea posible, como se ha mencio-
de Kant donde dice que el mundo “es el hallarse jugando, encontrarse en situación nado, es necesario captar esa claridad y
juego de la vida”. Es en el mundo donde de juego y no en el obrar o hacer en sen- dejarse atrapar por ese acontecer inespe-
se juega, es en el mundo donde se vive; tido de ocupación. Tampoco el espacio es rado. Estos jugadores, ciertamente son los
y es por estos motivos que lo que se lla- problema, “en el jugar, todo juego se crea menos; además, no solamente “luchan”
ma aquí juego de la vida, no es algo que un espacio, un ámbito peculiar dentro del por encontrar claridad, sino también tie-
deviene por mera casualidad. El filósofo cual él se puede formar o transformar”28. nen que superar a su antagonista.
cordobés supone, que quizá la existencia Así, el jugar va trascendiendo el mundo “Sólo se entra en este juego cuando se
en su esencia oculta un carácter de juego. circundante, para transformarlo en algo ha transpuesto toda claridad cotidiana,
El mundo no es otra cosa que un espacio que va más allá del fin con el que fue- donde tiene su asiento y dominio la inte-
de juego; el mundo, y todo lo que allí es. ron creadas las cosas que lo rodean. La ligencia vulgar que teme y repugna todo
Por lo tanto el ser lleva el carácter de jue- esencia metafísica del hombre, va a decir riesgo, todo juego total. Es que esta in-
go. La pregunta que intenta contestarse Astrada, se encuentra latente en el juego teligencia, irritable y destemplada, que a
Astrada es ¿qué es el juego? Va a notar del niño. El niño al jugar, trasciende las todos nivela en una idéntica vigilia, en un
que hay diversas clases de juego, juegos cosas. “A través del juguete, o de un ob- estado luciente y opaco, es el antagonista
que van de sencillos a complejos, de uno o jeto cualquiera devenido “juguete” por del desvelo del jugador, el contradictor
varios jugadores, juegos de azar, etc. Pero obra de la imaginación infantil, tiende del juego metafísico, de la aventura de la
va a decir que por sobre todo los tipos de el proceso vivo que es el jugar del niño trascendencia32”.
juego, se encuentra el juego del niño25. a su propia plenitud”29. Esta imaginación Desde que presenta las dos fi-
¿Por qué motivos se señala al juego del infantil que deviene las cosas juguetes, se guras, la del jugador y la de su antago-
niño por sobre todos los otros como el debe a una actitud soberana que impone el nista, Astrada comienza también a jugar
más esencial? En la niñez se encuentra ya niño sobre las cosas con las que juega, ac- con las diferenciaciones entre sueño, en-
lo esencial del hombre, lo que necesitará titud que no permite que los objetos se le sueño y desvelo. Hay un mundo que es
para el resto de su vida. Ser plenamente impongan como lo que en “realidad” son, compartido por todos los hombres, este
hombre será en cierta medida hablar del sino que sean lo que él imagina o necesita precisamente, no es el mundo en el que se
niño eterno que postula Nietzsche. Esta fi- para su juego. El juego supera la realidad adentra el jugador metafísico. El cosmos
gura de niño eterno, realiza una inversión “apolínea” para llevarla al plano que el que se le ofrece como claridad entre las
de los valores y de las tareas; el juego no juego requiere para ser real. sombras al desvelo del jugador, es tam-
es ni más ni menos que un trabajo, con El antagonista del desvelo del jugador bién un cosmos humano, sin ser por ello
la seriedad y la responsabilidad que todo En el desvelo del jugador, el tampoco el mundo del sueño donde cada
trabajo requiere. El cuento del niño, es la jugador va a tentar fortuna; es decir, en uno se aísla de los demás. Debido a que
verdad que se va a encontrar en el mundo. el apostar de su juego, va a poner todo Astrada aclara que el mundo del sueño
Entonces, nuevamente se pre- lo que tiene, todo lo que es. Arriesgando “existe cuando, dormidos, soñamos; es el
gunta Astrada ¿qué es el juego? “El juego todo en el azar –hasta su propio ser– es la mundo de la adivinación, de las fuerzas
puede significar la ejecución de un juego, muestra de cómo se decide ir por lo ab- oscuras, del misterio en germinación”33.
es decir, el jugar mismo. También puede soluto. Pero para ganar el jugador debe El cosmos en el que se adentra el juga-
designar el conjunto de reglas conforme a estar atento, en vigilia. “Es en la calma dor metafísico es un espacio que se da
las cuales un juego se realiza”26. Un juego de la noche, frecuentemente voragino- “entre”. “El cosmos del desvelo metafísi-
no se limita por sus reglas, no se limita sa, cuando suelen amanecer inesperadas 31 Ibid., p. 14
por el espacio, ni por las cosas (objetos). claridades”30. En la calma, algo puede 32 Idem. Se podría identificar a la figura del “anta-
Pero para que el juego acontezca como gonista” que presenta Astrada como figura confor-
sorprender. Pero para eso, es necesario
mista, que no arriesga, que se mantiene en lo seguro,
juego es importante contar con una dis- esperar con calma, tratando de penetrar que nivela el mundo en una mediocridad sin posi-
posición para jugar; un estar dispuesto. El en la inadvertida oscuridad de lo cotidia- bilidad de abrirse a lo nuevo, mucho menos a tras-
estar alegre, convierte el estar en el mun- no que con frecuencia rehúye de nuestro cender las cosas, con lo que Heidegger presenta en
do en juego. “En toda auténtica alegría, en mirar. Aquel que se deja atrapar por lo Ser y tiempo como el Das Mann, ese “uno” imper-
todo buen estado de ánimo, hay juego”27. sonal, donde se piensa, se dice y se hace, como dice
inesperado y se adentra de un sobresalto
se –el impersonal por excelencia que resguarda todo
Como si uno se dejase poseer por el jue- al nuevo espacio-abismo que ha creado el asumir responsabilidades y por eso también nivela
go. Se decía anteriormente, que el jugar juego, “se decide por el juego metafísico, el mundo en una mediocridad. En la otra obra de
no se limita, pues es un libre acontecer, se pone en el acontecer inasible e indes- Astrada, también se hace alusión sobre la figura del
que puede estar sujeto a reglas –reglas que antagonista: “(La inteligencia vulgar es el antagonis-
en el jugar mismo van deviniendo como ta, el contradictor del filosofar como trascender. Jun-
28 Ibid tamente con el filosofar, como liberación del hombre
25 El juego del niño sostiene C. Astrada, es un “fe- 29 Ibid., “Trascendencia del juego”. en su existencia, nace la inteligencia vulgar y afirma
nómeno frecuentemente falseado e ignorado porque 30 C. Astrada, El juego metafísico, ed. cit., p. 13. Se frente al juego de la trascendencia su señorío, resuel-
se lo contempla y se lo juzga desde el ceño de serie- continuará utilizando la metáfora del claro como lo ta a permanecer siempre anclada en una posición
dad del adulto. Con razón afirma Nietzsche que es hace el autor en la obra citada. Es factible que utilice firme, en una postura (asidero) al margen de toda
una miopía, un error, pensar que el juego y el cuento esa imagen a partir de alguna lectura heideggeria- peligrosa vicisitud. De aquí que el filosofar –es de-
sólo pertenecen a la niñez, ¡como si en las otras eda- na pensando en los cursos dictados por Heidegger cir, el jugarse de la existencia en la trascendencia- es
des de la vida se pudiese vivir sin cuentos y sin jue- conocidos como “Caminos de bosque” (Holzwege). la permanente ofensiva, el incesante ataque contra la
go!” (C. Astrada, El juego existencial, “Existencia y Pero a criterio personal sería más adecuado utilizar inteligencia vulgar y su extrema y destemplada irri-
juego”, ed. cit.) alguna metáfora que haga alusión a lo sombrío, lo tabilidad).” (C. Astrada, El juego existencia, “Juego
26 Ibid caótico que no se muestra pero que está y aguarda de la trascendencia”, ed. cit.).
27 Ibid allí latente. 33 Ibid., p. 15.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

co es la zona intermedia entre la vigilia ser, son motivados y animados por absor- vamos, depende el rumbo y la suerte de
de todos –ilusión de todos los durmien- ción de los propios jugos de la tierra. El nuestras realizaciones y de todos nuestros
tes– y el sueño de cada uno, su poco de hombre argentino nutre sus posibilidades contenidos vitales, como asimismo el
muerte”34. Este “entre” no es más que un vitales de la tierra. de las expresiones culturales propias de
espacio abismático (Abgrund) al cual se Todas estas características con nuestra humanidad histórica, en trance de
ha llegado mediante un salto; salto que las que cuenta el ser del hombre argen- accesión a la universalidad”40. La necesi-
como toda interrogación que moviliza las tino, son provenientes de un origen y “ya dad de responder “¿qué es el ser del hom-
estructuras del ser, se dirige hacia la “au- sabemos que los orígenes se velan por bre argentino?” aflora de manera urgida.
sencia de todo asidero, de toda finalidad el olvido, y que el camino que conduce Es de esta respuesta, que nuestro propio
clara y consoladora, y emergiendo de la a ellos no es fácil de retomar y recorrer, ser y nuestro propio devenir existencial y
nada, siempre presente”35. sobre todo cuando el olvido ha sido lar- vital, tomarán un sentido más claro y defi-
Ser y espacialidad en el hombre argen- go y ha ido acompañado de un volunta- nido.
tino rio extrañamiento del ambiente nativo y Proponerse develar qué es el ser
El espacio abismático, ese es- del acervo raigal de la propia estirpe”37. del hombre argentino ayudará como res-
pacio “entre” que escapa de todo asidero ¿Cómo recuperar este olvido del ser pro- guardo de la dispersión, efecto provoca-
(dios-ley) y de todo hombre enajenado longado en el tiempo, ocultado por volun- do por la inmensidad pampeana, ayudará
(antagonista del desvelo del jugador); in- tades y negaciones? La respuesta, el ca- también contra la desolación cósmica que
tenta ser alcanzado a través de un salto mino al origen, se encuentra en el espacio asedia y contra la soledad telúrica; sen-
superador proveniente de un nihilismo mismo donde se juega el ser; se encuen- saciones que no provocan otra cosa que
activo generado como consecuencia de tra, pues, en el preguntar mismo. “¿Qué sufrimiento y naufragio. Crisis de senti-
un jugar comprometido. La consecuencia es el ser del hombre argentino?” De que do que como ya ha dicho Nietzsche, se
del “ni… ni”, ni lugar de Dios ni lugar es, de que hay un ser argentino, Astrada vuelve necesaria para comprender que
del hombre, es lugar abierto para que in- no lo pone en duda. Pero será necesario desde lo más hondo y abismático, se pue-
grese el mito a jugar su rol. Es momento para encontrar la respuesta a lo que es, de alcanzar una mayor certeza, una tierra
de verificar si recuperando el mito como poder captar como se da ese ser; como se más firme. Astrada sostiene a partir de su
herramienta y realizando una reinterpreta- nos des-oculta. A la pregunta que el mis- interpretación heideggeriana, que para el
ción de la actualidad a partir de este, pue- mo Astrada se formula, inmediatamente hombre, su ser es lo más distante, lo más
de lograrse reconfigurar una nueva escala responde: “el hombre argentino, hombre lejano. Y donde lo más inmediato es su
para órdenes provisorios que sustenten la de la pampa, posee una forma peculiar de vida psicofísica. “la revelación y posesión
existencia. existencia”38. Una existencia en proceso, de su existencia sólo las adquiere por re-
El hombre argentino se enca- vivenciada por un ser dinámico que busca torno, por un retornar o asir su ser desde
mina a una forma ciertamente original. como una tarea entre tantas, completarse, ese alejamiento ontológico. El hombre ar-
Posee un perfil original, personalidad, luchando para esto contra un desarraigo y gentino, hombre pampeano (…) es cons-
ideales y ensueños; posee carácter. Pero una disposición afectiva angustiante y so- titutivamente un ser de la lejanía, vale
ante todo, es el espacio en el que se juega. litaria que son en última instancia caracte- decir que es doblemente excéntrico, y a
Esta, la tierra argentina, la que lo impulsa rísticas constitutivas de su ser. Pero ¿cuál cuyo existir le es, a veces, difícil recupe-
y lo moldea a definirse como lo que es. Es es la meta que busca el hombre argentino? rarse por retorno, recogerse en su propio
la tierra, la que liberándolo ante la nada lo Para saberlo es necesario “poner al des- e inmanente impulso”41. Por ser, y por ser
hace suyo, y lo incita a su manera a descu- cubierto su estructura esencial y sus posi- pampeano el drama y la dificultad de de-
brir el mensaje y la esencia que ella guar- bilidades, en función del mito del cual es velar su ser, se torna aún más difícil.
da. El ser del hombre argentino no deja de oriundo. Conquistar estas precisiones no “Todo su ser es, en ocasiones no infre-
encontrarse bajo una etapa de proceso, en es, (…), sino una desazón que nos punza cuentes, una sombra en fuga y dispersión
camino hacia un ideal quizá lejano, pero y nos angustia”39. Preguntar por esto, pa- sobre su total melancolía, correlato espi-
al que ciertamente el jugador real se en- rece según Astrada, llegar a un punto deli- ritual de la infinitud monocorde de la ex-
camina. Un estilo anímico y telúrico se cado, donde la respuesta a nuestro destino tensión. Ontológicamente, la melancolía
encuentra en lo hondo de su esencia. Será se encuentra abierta. es aquí una inercia totalizadora. Totaliza
el carácter, “junto con la continuidad en el La tarea se muestra como parte la sombra de un ser sin dejarnos entrever
esfuerzo, con la constancia en la persecu- de una epopeya a la cual aún falta que el la imagen inestable y oscilante que la pro-
ción de los fines propuestos a la voluntad, héroe se asuma como tal y tome entre ma- yecta sobre la reiterada y total monotonía
lo que define la personalidad auténtica, le nos la responsabilidad que implica elegir de la pampa42”.
da sello y la enfrenta productivamente, ante una encrucijada de posibilidades y Esta sombra en fuga y dispersa
con impulso creador, a una tarea…”36. La sepa optar por una decisión superadora. vinculada anímicamente a la tierra, no es
voluntad y el impulso creador, rasgos del Como antaño los caballos han guiado a ni hombre europeo ni primitivo. No reside
34 Idem Parménides por la ruta de la diosa has- su ser en la escala europea, y esta, en todo
35 Ibid., p. 14. ta las puertas que guardan la noche y el caso no debe ser más que un lugar de paso
36 C. Astrada, El mito gaucho, Cruz del sur, Bs. As., día, el ser argentino debe jugarse por esta y de apoyo, en el camino hacia la madu-
1948., pp. 70-71. Características del hombre argen-
tino según Astrada: vivaz de inteligencia, rápido en
oportunidad existencial de elegir y asumir rez. El negar la pampa como espacio de
la concepción y en la asimilación, improvisador y el destino. Esta encrucijada de posibilida- juego nativo, y el miedo al azar de lo que
repentista, virtuoso en el entusiasmo por el entu- des, “según como la afrontemos y absol- surja como efecto de ese jugar, llevará a
siasmo mismo. aunque le resta mucho por aprender. 37 Ibid., p. 71. 40 Idem
Organizar y jerarquizar su curiosidad, depurarla, a 38 Ibid., p. 72. 41 Ibid., p. 73.
ponerla en íntimo acuerdo con las esencias propias. 39 Idem 42 Idem

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Symploké revista filosófica Nihilismo...

algunos hombres argentinos a refugiarse en la que el hombre dispersa su ser y lo bre argentino debido a la desolación del
en la cultura europea. Estos no cumplirán nihiliza. Perdido en ese espacio ilimitado, cosmos que le ha tocado. Pero no es por
otro papel más que el de los antagonistas no puede configurar ese mundo circun- menos una tarea imposible la de recupe-
del desvelo del jugador, los cuales Astrada dante ni mucho menos trascenderlo. Al rar nuestro mito y de reinterpretarlo. ¿Por
criticaba en El juego metafísico. El paso intentar ver, y ver nada; se queda uno fas- qué reinterpretarlo? “El mito no es úni-
del hombre pampeano hacia su destino es cinado por lo inmenso y lo interminable camente producto de épocas primitivas
“el del transeúnte descentrado y sorbido que produce la confusión en el horizonte (…), sino que él puede plasmarse e incre-
por los horizontes. (…) es un impulso de cielo-tierra, allí, donde abriga la sole- mentarse siempre de nuevo, tanto en un
errático, que hace que su llegar sea ya un dad como resultado de la contemplación y incipiente como en un elevado estadio de
partir”43. Una figura errante y discontinua la duda. la cultura”. Cuando esto sucede, el mito
que se distingue de la existencia europea Es este el drama existencial, renacido es la ebullición de la vida de la
que logra afirmarse en todo momento en el “del hombre anonadado por la exten- comunidad. Para dejar esclarecida la idea,
su paisaje y en su ser. “¿Qué es el ser del sión y entregado a una radical soledad Astrada escribe:
hombre argentino?” Se considera necesa- telúrica”46. Debe comprender que en “[E]l hombre, en tanto unidad inescindi-
rio analizar más detenidamente el espacio esencia la pampa no es lugar de morada y ble adherido a un suelo nativo y saturado
sobre el cual el hombre argentino vaga estabilidad, sino de azar y de riesgo, don- de sus esencias, contempla figurativamen-
errante y a partir del cual su carácter se de los vientos son devastadores y los ríos te, es decir en imágenes, las omnipotentes
torna original. arrasadores de lo que intenta morar en su fuerzas del ser y sus manifestaciones te-
Pampa mítica: espacio ilimitado de jue- tierra. Es tarea del hombre argentino re- lúricas y vitales. Retomar un mito supone
go solver estos contratiempos para poder le- el retorno a un módulo de vida nutrido e
Las palabras de Astrada recu- vantar sobre la pampa, bajo la Cruz del impulsado por las auténticas potencias de
peran análogamente la figura de la Es- Sur, una comunidad política, justa y libre. un gran símbolo viviente. Tal es, para los
finge diciendo “la pampa, la extensión En medio de aquella llanura, del azote de argentinos, el mito del gaucho, troquelado
ilimitada, como paisaje originario y, a la sus contratiempos y una pena extraordi- en el poema de Hernández, en la figura de
vez, como escenario y elemento consti- naria como marca imborrable, se yergue Martin Fierro”.
tutivo del mito, he aquí nuestra Esfinge, el gaucho y hace frente a la circunstancia. Es por el mito y los elementos
la Esfinge frente a la cual está el hombre Ejemplo de esta pugna, son las palabras que abarca consigo, la recuperación de los
argentino”44. La pampa interroga al hom- del gaucho Martin Fierro, héroe y figura fenómenos que se hayan en la naturale-
bre argentino que camina errante por ella, mitica que el propio Astrada recupera en za (el viento, la noche, la extensión de la
ir a la pampa es ir hacia uno mismo. La la búsqueda de resolver la pregunta “¿qué pampa y del cielo); la figura del gaucho-
pampa se alza y dice “¡O descifras mi se- es el ser del hombre argentino?”. Las pa- héroe, con características e impulsos ori-
creto o te devoro!”45. ¿Qué es lo que nos labras de Fierro: ginarios que la estepa demanda; y la con-
impide resolver el enigma al que nos obli- En el peligro ¡qué Cristos!/El corazón creción por medio de los poetas, en este
ga a resolver la pampa? Las característi- se me enancha,/Pues toda la tierra es caso José Hernández quién forma, modela
cas físicas de la pampa son similares al cancha,/Y de esto naides se asombre:/ y da fuerza al héroe. Es a partir de estos
modo de ser del hombre argentino. La de- El que se tiene por hombre/Ande quiera tres elementos que el hombre argentino
solación y el misterio están presentes en hace pata ancha./Soy gaucho, y entienda- se reencuentra con su ser y con su tarea,
ambos y no pueden desprenderse ya que ló/Como mi lengua lo explica:/Para mí la y al saberla ya no puede traicionarse a sí
el hombre despliega su ser en la pampa tierra es chica/Y pudiera ser mayor./Ni la mismo e intentar huir debajo del manto
y es esta a su vez la que lo dispone y lo víbora me pica/Ni me quema mi frente el de una Europa ya formada y que tienta.
invita a jugar y comprender el juego de sol. Pues el gaucho no es un mito que ha que-
manera original. El hombre no es nada, la Martin Fierro, dice Astrada, “es dado en el pasado, sino que se mantiene
pampa lo es todo. La pampa es la realidad el rapsoda del hado y de las posibilida- latente en cada argentino, en la expresión
43 Ibid., p. 74. des inmanentes del hombre argentino. del estilo biológico y en el estado anímico
44 Idem. Lo dioses del Olimpo tienen rasgos tem- Su canto, lleno de incisiva nostalgia y de tan peculiar que impulsa a vivir a pesar
peramentales similares a los de los hombres. Eran seriedad...”. Es el gaucho Fierro el que de toda adversidad. Pero este héroe que se
muy severos con aquellos que los defraudaban como sólo pide ayuda a Dios y a los santos del lleva dentro, debe tomar impulso y saltar
es el caso de Hera hermana de Zeus, quien tenía un
carácter vengativo y no perdonaba jamás una ofen-
cielo para que su memoria se halle fresca hacia ese espacio abismático, hacia ese
sa. Hera decidió castigar a los habitantes de Tebas y este claro su entendimiento, pero vive espacio que se encuentra “entre” Dios y
por un crimen cometido en la ciudad, y se sirvió de libre y ha de enfrentar la adversidad con el hombre, para ello se necesita de poetas
la Esfinge para conseguirlo. Apostada en un desfi- sus propias manos, dejándose llevar por más habilidosos que puedan poner pala-
ladero en el camino a Tebas por el que debían pa- impulsos espontáneos sin importar sus bras a esa soledad y a ese vacío que se
sar todos los viajeros, la Esfinge le cerraba el paso
y lo obligaba a detenerse. Para continuar, el viajero
limitaciones. “El gaucho, es decir el hom- vislumbra al tan dificultoso estar y ver la
debía resolver el siguiente acertijo: sólo tiene una bre argentino tal como emerge del seno pampa.
voz, y anda con cuatro pies por la mañana, dos al del mito, es el cimiento de nuestra vida
mediodía y tres por la noche. Cuantos menos pies nacional; en su roca viva se asentó la co- * Estudiante de Filosofía de la Universi-
tiene, más veloz corre. Si lo conoces, te ama, pero munidad política argentina”. Se convierte
si no lo conoces, lucha contra ti y te destruye. Si el dad Nacional de San Martín
viajero no respondía, la Esfinge lo devoraba. Edipo
en tarea necesaria interpretar el mito para
es quien termina resolviendo el acertijo librando a que el cimiento de las bases se mantenga Nota: la bibliografía utilizada
Tebas del terror y, la Esfinge sin aceptar su derrota firme. Tarea aún más difícil la del hom- para dicho artículo se encuentra en
se quita la vida.
www.revistasymploke.com
45 Ibid., p. 75. 46 Ibid., p. 77.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Victoria
Juliá
Entrevista
Cuando empezamos a delinear da… Yo de muy chica me miraba mucho pretación. Ese fue el comienzo. Después
la idea de la revista sabíamos que una de en el espejo y mi duda era si lo que yo vino la lucha familiar. Estudiar Filoso-
las secciones que más íbamos a disfrutar veía en el espejo era igual a lo que yo era. fía… todo un problema. Me costó un año
era la de Entrevistas. ¿Con quién comen- No le podía preguntar a mis hermanos de trabajo, con mi padre sobre todo. Pero
zar para el primer número? Esa decisión porque iba a ser motivo de burla. Enton- lo conseguí y estuvo toda la familia muy
fue fácil: Victoria Juliá. Si bien todavía ces le pregunté a mi tía. Ella, que era una feliz de que yo pudiera estudiar lo que me
no la habíamos tenido como profesora, ya típica muchacha porteña de los años 40 gustaba y avanzar. Lo que yo comenté en
su nombre resonaba entre nosotros como me dice: “sí, sos igual, al menos mis ojos la clase de apertura (primer cuatrimestre
una cara conocida. Así fue como, tími- te ven igual”. Creo que todo empezó con de 2015 de la Carrera de Filosofía de la
damente, nos acercamos en un recreo de ese agregado que hizo mi tía. Me dejó en UNSAM), para muchos de los chicos que
su clase a proponerle justamente esto. Su estado de duda, de conflicto, de inquisi- ingresaron este año, es un momento difí-
respuesta fue, no solamente cálida, sino ción…. Y bueno, hasta hoy. cil. Es difícil conseguir el reconocimiento
llena de la humildad que caracteriza a esta ¿En ese momento la elige como de que es una carrera más, una posibili-
gran profesora. carera? dad.
Llegó el día, fue un primero de Mirá, en el secundario tuve dos ¿Cómo fueron los primeros
julio, y el resultado es el que sigue a con- profesores excelentes que, en materias pasos en la carrera?
tinuación: distintas, me orientaron. Uno es Atilio Bien, muy normales. La organi-
¿Cómo fue su acercamiento a Piana, que enseñaba geometría del espa- zación de la carrera no difería demasia-
la Filosofía, es decir, por qué la elige? cio. Yo no era muy amante de las mate- do de lo que es ahora. Ha habido sí, unas
Todo empieza en el Colegio Na- máticas, pero ese profesor sabia enseñar modificaciones importantes pero siempre
cional de Morón. En el secundario. Yo en- a comprender. Claro, la enseñanza de las hubo un primer año con introducciones
tré al colegio en una época en que las chi- matemáticas después fue muy revisada, a la filosofía, a la historia. Un curso de
cas terminábamos los estudios primarios avanzados los años 50 y 60. Pero antes era gramática castellana, también en primer
en sexto grado. Eran siete años, igual que muy dogmática la enseñanza. Todo ter- año, que cuando cursé lo dictaba una gran
ahora, pero había un primero inferior y un minaba en un “es así” o “porque sí”. Era lingüística y filóloga, Ana María Barre-
primero superior. El destino de las chicas como tocar los principios aristotélicos, nechea. Ella también me abrió mucho la
era: o el secretariado, con las academias los axiomas. Pero este profesor, que era cabeza. El tema de la gramática es… Hay
Pitman, legendarias, que formaban en las extraordinariamente capaz de transmitir y algo que pone Marguerite Yourcenar en
ocupaciones auxiliares de la burocracia o, enseñar a comprender, me abrió una ma- la pluma de Adriano que dice que la gra-
por otro lado, corte y confección, que era nera de estudiar. Mas que nada el método. mática, con esa mezcla de regla lógica y
terminar como costurera o modista. Mis Después Eggers Lan, que daba Lógica, uso arbitrario va preparando a los jóvenes
padres eran de clase media-baja y siem- pero que nos puso en contacto con un para acceder a problemas más complejos.
pre tuvieron clara la idea de que sus hijos mundo, nos abrió un mundo… Ahí leía- Es muy lúcida esa observación de Your-
tenían que estudiar. Los cinco hermanos mos -a los 17 años y provenientes de sec- cenar. Hay otra cosa que le hace decir a
pudimos hacer el secundario. En mi caso, tores sociales muy diversos, porque coin- Adriano: “todo lo que los hombres pen-
en este colegio que les nombré, un muy cidió con la época en que se masificó el saron mejor, lo pensaron en griego”. Esas
buen colegio con muy buenos profeso- acceso al secundario- Kafka, Dostoievski, cosas se fueron conjugando. El tema de la
res, ahí empezó… En realidad no empezó Shakspeare. Él cumplía el programa rápi- gramática y el mundo griego. Después se
exactamente ahí porque siempre ha habi- do y después nos metía en estos mundos. dió que Eggers Lan entró como profesor
do una cierta inclinación desde chica. A Y también en un mundo de problemas, no en la universidad, yo era estudiante toda-
mi me gusta contar una anécdota familiar: solo de lecturas que uno podía tomar más vía y entré como ayudante con él. Ahí ya
algo que me pasó con una tía muy queri- o menos literalmente o con alguna inter- se selló un pacto. Y después me casé con

26
Symploké revista filosófica Entrevista

Mascialino. dice que la diferencia del que sabe y el lo conocerán a lo mejor de nombre, que
¿En el transcurso de la carre- que no sabe está en el saber enseñar, en no dejó demasiada producción escrita:
ra, tuvo desencantos? esa capacidad, me marcó mucho. Francisco Olivieri. Un gran profesor de
No era lo que me esperaba, fue ¿Cómo fue ingresar al mundo Filosofía Antigua. Una de las tácticas de
mejor. Cuando decidí estudiar Filosofía de la docencia y prepararse para eso? evaluación que el usaba, y yo se lo copié,
tenía una noción un poco vaga, a pesar de La preparación es… caminando. era dar un texto, unas treinta líneas, y que
las experiencias en el colegio. Una vez lo Se hace camino al andar. el estudiante hiciera cuatro o cinco pre-
planteó muy bien Cristina López, aquí en ¿Cómo ve el estado actual de la guntas sobre el texto. Que el estudiante
la UNSAM, ese tironeo entre vocación y filosofía, en particular en nuestro país? fantaseara con tener a Platón o Aristóte-
profesión. Tardé bastante en entrar en la Seguramente me han oído hablar les delante suyo. Bueno, qué preguntas le
mentalidad de la profesionalización de la de la distinción que Platón se ve obligado harías frente a este texto. Cuando puse en
filosofía. Pero la verdad es que tuve bue- a hacer en la República, pero también en práctica este tipo de ejercicios, muchos
nos profesores y estoy muy agradecida, otros contextos, entre filósofos y “pareci- alumnos me dijeron “¿nosotros qué pode-
sería muy ingrato que por alguna circuns- dos a filósofos”. Justamente les pido que mos preguntar?”. Algunos estudiantes, en
tancia aislada uno cuestione la carrera. no me llamen filósofa. No es lo mismo ser el escrito, hicieron esta observación muy
¿En qué momento se dio cuen- profesor de filosofía que ser un filósofo. lúcida: “como estudiantes, en las evalua-
ta que estaba preparada para decir o Hay demasiados “parecidos a filósofos”. ciones estamos acostumbrados a respon-
producir Filosofía? Por otra parte hay gente que trabaja en der, no a preguntar, el que pregunta es el
En qué momento… Momento filosofía con mucha seriedad. Pero filóso- profesor”. Y yo creo que eso se tiene que
se dice en muchos sentidos. Hay un pri- fos hay pocos, y quizá sean ellos los que rever. Es interesante ponerlos en situación
mer momento. Es como en el secundario más se resisten a ser llamados filósofos. de preguntar sin que la pregunta salga de-
cuando se pasa de primer a segundo año. No quiero entrar a dar nombres. Se des- masiado cantada del texto ni que tampoco
En primero se es un pollito mojado, en se- chavan solos. Mario Bunge ¿lo conocen? se pueda contestar desde la exposición
gundo se está más canchero. También en siempre tiene actitudes provocadoras. Es del profesor. Algunos me agradecieron
la facultad se dieron esas dos instancias. un intelectual polémico, con una carrera porque les ponía en movimiento el pensa-
Al entrar era un mundo nuevo, uno entra- notable, lúcido, muy inteligente y tam- miento de otra manera, desde otro lugar.
ba con respeto reverencial. Poco tiempo bién muy resistido en algunos medios En eso sí creo que hay algunas cuestiones
después se pasa a creer que se está en académicos. Profesor de epistemología y de la enseñanza que se podrían mejorar.
posición de filósofo o poco menos. En el filosofía de las ciencias en la UBA hasta Esto de privilegiar la pregunta sobre la
sentido de la producción, yo creo que en iniciada la década del 60. Hay cosas que respuesta, no en el sentido de que pregun-
la Filosofía hay un modo de la producción no se le perdonan: su postura ante el psi- ten cualquier cosa. El planteo tiene que
que es la docencia y entre las dos lineas coanálisis, ante líneas de filosofía como el estar bien acotado para que la pregunta no
que podríamos tipificar como docente o existencialismo suena escandalosa. Hace vaya a cualquier lado. Esto exige poner en
investigador, siempre privilegié la de la poco estuvo en Buenos Aires -desde hace juego algo más que la repetición.
docencia. Y eso se va dando de a poco. muchos años vive en Canadá-, y en una Esto que cuenta viene justa-
En un momento parece que se da un giro entrevista periodística, palabra más o me- mente a contestar la pregunta siguien-
en el que uno ya esta instalado en el que- nos, hizo esta observación: muchos de mis te que versa sobre qué cambios usted
hacer docente que también empieza con colegas se pretenden filósofos, pero co- propondría en la manera en la cual se
una gran timidez, no se, un cuidado de rren detrás de autores, no de problemas o enseña Filosofía.
no equivocarse. Después se va naturali- temas. Coincido con él; veo que eso se da Sí, sí. Yo creo que más diálogo.
zando. Son procesos que se van dando, es mucho. Por supuesto que en un profesor Menos doxografía. Más preguntas. El jue-
muy difícil saber exactamente el cuando. de filosofía es fundamental estar al tanto go este del preguntar.
A veces se va dando penosamente, con de desarrollos actuales y de novedades. ¿Considera que de alguna ma-
experiencias duras. La experiencia del Pero mucho de ese conocimiento tiene nera la institucionalización del saber
error es muy importante, muy valiosa. que formar parte de su subsuelo cognitivo filosófico condiciona la reflexión filosó-
Aunque en el momento que se produce, y no resolverse en una mera repetición. fica?
uno se quiere morir. Además tuve la suerte Lo que pretende señalar Bunge es que hay Es probable, porque la institucio-
de entrar a trabajar, siendo estudiante, en muchos doxógrafos y pocos filósofos. El nalización algo frena. Tampoco se puede
Filosofía Antigua. Primero como auxiliar profesor de filosofía debe ser conciente de vivir en la revolución permanente. Es un
de segunda. Tuve muy buena formación y esa diferencia para ejercer bien la docen- precio que se paga. La Filosofía ha tenido
muy buen acompañamiento. Tanto la cá- cia en una disciplina tan compleja. que pagar precios altos. Si nosotros pen-
tedra de Griego como la de Filosofía An- En relación al estado de la en- samos, entre Platón y Aristóteles… Por
tigua eran equipos con conducción. Hay señanza de la Filosofía, ¿cuál es su opi- ejemplo, un estudiante del Colegio Máxi-
profesores que no tienen tan acentuada la nión? mo, en San Miguel, esto habrá sido por
línea docente, no lo digo como crítica, y El tema de la institucionaliza- los años setenta. Habíamos estado leyen-
a veces se desentienden un poco del fun- ción del saber y particularmente en caso do Fedón, Banquete, diálogos de madurez
cionamiento de la cátedra. Dan su clase, de la Filosofía no es sencillo. Me parece de Platón y después pasamos a Aristóte-
transmiten su saber, pero sin ese compro- que lo de M. B. vale para contestar esta les. El estudiante dijo: “con Aristóteles la
miso docente profundo. Son dos tipos de respuesta también, ese aluvión doxográ- Filosofía se pone aburrida”. Creo que algo
actitud ante el trabajo intelectual. Desde fico que deja al estudiante un poco fue- de razón tenía porque salían de la euforia
que lo conocí, el principio aristotélico que ra. Me acuerdo de un profesor, ustedes vital que transmiten los diálogos de Pla-

27
Symploké revista filosófica septiembre 2015

tón. Claro, de golpe encontrarse con estos creyente, una persona de fe. No demasia- Como esa frase de la Apología que dice
tratados en tercera persona... Es un precio do acorde con las institucionalizaciones que “una vida no examinada no es vida
que pagó la Filosofía para ganar terreno religiosas. Ante situaciones de pérdidas para un hombre”. Esta frase refleja mu-
en la institucionalización tanto política personales, y esto lo he dicho mucho a co- cho. Uno no termina nunca de responder
como pedagógica. Ahora estoy dando un legas que han sufrido pérdidas y a alum- o no termina satisfecho con las distintas
seminario sobre el giro didáctico en la Fi- nos, lo que experimenté fue la consola- respuestas que puede ir dando a la pre-
losofía clásica y tiene mucho que ver con ción de la Filosofía. No la de mi aspecto gunta que me hicieron ustedes.
esto que hablamos. Hay estas cuestiones religioso, aunque tenga algo que ver. De
de precios que se pagan. Pero también hay alguna manera se pone a prueba la Filo-
revitalizaciones. En la dialéctica aristoté- sofía en los trances más duros de la vida.
lica, por ejemplo, está formalizada hasta A veces me sorprende que algún colega
donde es posible la oralidad socrática. formado en Filosofía ante una pérdida
De otro modo se hubiese perdido. Si no naufraga en el dolor. No quiero decir que
la hubiesen recogido Platón y los demás esto sea la prueba de la legitimidad de es-
socráticos… Y digo Platón porque es de tudio de la Filosofía. Pero tiene relación.
quien más tenemos producción escrita. Es Porque conlleva un modo de vida que Nació en 1936. Profesora por la Universi-
fundamental el tránsito, tan bien represen- termina siendo una gran ayuda para vivir dad de Buenos Aires.
tado en el Fedro, de esa oralidad socráti- y para soportar todo lo que la vida nos Fue profesora de Lengua y Cultura Grie-
ca dialógica, postalfabética, a la escritura trae. Pero que, lógico, no se agota en esto. gas y de Filosofía Antigua en la Escuela
filosófica en clave dramática, el diálogo Pero digo, la capacidad de comprensión, de Humanidades (UNSAM) y en la Facul-
filosófico escrito. Esa oralidad dialógica de análisis frente a todo lo que tenemos tad de Filosofía y Letras (UBA).
ya había recogido, de algún modo, todo que enfrentar en nuestra vida cotidiana y Ha traducido al español el Banquete de
lo que aportó la escritura alfabética en política. La síntesis platónica de Filoso- Platón. También los fragmentos y testi-
materia de abstracción. En esa forma de fía y política yo creo que sigue vigente. monios de algunos filósofos presocráticos
escritura, tan lograda en los diálogos de Que de alguna manera tiene sentido eso para la editorial Gredos. Además, ha sido
Platón, se mantiene de modo dialéctico la de que los políticos tienen que aprender la editoria de varios volúmenes colectivos
oralidad dialógica, esencial en la filosofía, Filosofía, que tienen que filosofar. Claro, dedicados al estudio de la cultura y lengua
porque en ella pervive ese paso inicial del no lo vamos a pensar literalmente. No que griegas, como La tragedia griega y Los
preguntar aprendan en el sentido de la polimatía antiguos griegos y su lengua. Ha publica-
¿Qué consejos considera útiles sino en la capacidad de reflexión que sólo do numerosos estudios sobre los filósofos
para aquellos que se están iniciando en desde la Filosofía se consolida. Y también presocráticos, Platón, Aristóteles y los es-
este mundo? la capacidad de comprensión se amplía, toicos.
¿Consejos? Yo diría más bien su- de comprensión de eso que llamamos rea-
gerencias, modos de suscitar la reflexión. lidad en todas sus instancias, lo que nos
Estar como está institucionalizada, y no hace, quizás, un poco mejores prójimos.
sé si hay otra forma mejor, y creo que es Para cerrar, ¿qué es la Filoso-
mejor así en muchos aspectos… Lo que fía?
quiero decir es que a veces se pierde esa Esto no vale. Me dan ganas de
instancia de reflexión y se privilegia de- contestarles como Cordero, vaya uno a
masiado un modo del estudio y de la en- saber. Es un modo del saber que se codi-
señanza, ya desde la primaria, que es ese fica en distintas disciplinas y expresiones.
dogmatismo no intencionalmente pos- Pero creo que es efectivamente un meta
tulado y asumido. Como que saber es… saber, un saber de saberes. Vuelvo sobre
Bueno ese fragmento cuarenta y cuarenta el comentario que hice cuando una estu-
uno de Heráclito, la polimatía no enseña a diante me hizo una pregunta interesante,
tener nous. ¿Cómo se puede enseñar a po- en la clase inicial del año académico de la
ner en movimiento esa capacidad? A par- UNSAM, esto de que la Filosofía me si-
tir de cualquier texto esto se puede lograr. gue pareciendo que es el único saber que
Sobre todo hay que hacer pie en el tema. puede dar cuenta de si mismo. Uno no
Yo creo que eso sí se ha mejorado mucho. puede decir que la matemática es 8x5=40.
La Filosofía de manual ha sido terrible. O que la música es cantar. Esto lo trabajó
Sobre todo para la formación de profeso- bien Platón en el Gorgias, cuando Gor-
res de colegio secundario y de profesores gias pretende desde la retórica decir qué
de profesorados, esto todavía está joro- es la retórica. Y no, no se puede. Entonces
bando mucho. La cultura del manual. creo que esto es la Filosofía. Y no es poca
Una pregunta general estando cosa. No es una especie de proto episte-
ya cerca del final de la entrevista. ¿Por mología más o menos árida. Me parece
qué estudiar Filosofía? que tiene que ver con el núcleo profundo.
No quisiera parecer soberbia en Me gustaría ponerlo a prueba en diálo-
esto, pero como… Voy a dar un rodeo gos con los colegas y estudiantes, en fin,
para contestar. Miren, soy una persona siempre es una indagación permanente.

28
Symploké revista filosófica Reseña

Las críticas de
los filósofos
megáricos a la
ontología
platónica
Reseña
Gardella,  Mariana (2015). Las críticas de la ontología y filosofía del lenguaje desa- y por Miguel de Éfeso en su comentario a
los filósofos megáricos a la ontología pla- rrollada por los megáricos, sino también este tratado (capítulo 6). El libro incluye
tónica. Buenos Aires: Rhesis. ISBN 978- comprender aspectos de la teoría platóni- además un prólogo a cargo de los profeso-
987-3729-02-7 (144 páginas). ca de las Ideas, que es expuesta y criti- res Claudia Mársico y Esteban Bieda, una
cada por el mismo Platón en los diálogos introducción, dos apéndices y una lista de
La apuesta más valiosa de este de los períodos de madurez y vejez. Por bibliografía.
libro radica en el análisis de algunos tó- otra parte, dado que Aristóteles también
picos tradicionales de la filosofía platóni- fue autor de algunas versiones del argu-
ca a partir de las discusiones que Platón mento del tercer hombre, el conocimiento Revista Symploké
mantuvo con los megáricos. Con este ges- de las formulaciones megáricas permite
to el trabajo de Mariana Gardella se suma reconsiderar la importancia y los alcances
a los estudios que se proponen poner en de las versiones aristotélicas.
valor las ideas de aquellos discípulos de El libro se divide en seis capítu-
Sócrates que fueron juzgados injusta- los que incluyen una aproximación gene-
mente por la tradición como “menores”, ral al círculo socrático y al grupo de los
en contraposición a Platón y Jenofonte, filósofos megáricos (capítulo 1); el aná-
figuras emblemáticas que ocuparon un lisis de algunos aspectos de la ontología
lugar privilegiado en la historia de las megárica, caracterizada por la autora a
ideas. Por su organización, presentación partir de los testimonios de Euclides de
y cuidado en el tratamiento de las fuentes Mégara como agathología (capítulo 2); el
filosóficas este libro constituye una intro- estudio de la dialéctica megárica a través
ducción accesible a las principales ideas de las contribuciones de Brisón, Eubúli-
de los filósofos megáricos, y un comple- des, Diodoro Crono y Estilpón (capítulo
mento novedoso para las discusiones de 3); el análisis de las versiones regresivas
problemas tradicionales del platonismo. del argumento del tercer hombre presen-
El objetivo central de este estu- tadas por Platón en República y Parméni-
dio es analizar las críticas que los filóso- des, y por Aristóteles en el Sobre las ideas
fos megáricos presentaron contra la teoría (capítulo 4); el análisis de las versiones
platónica de las Formas, bajo la forma de no regresivas del argumento desarrolla-
objeciones usualmente conocidas como das por los megáricos Políxeno y Estil-
“el tercer hombre”. La apropiada com- pón (capítulo 5); y el tratamiento de las
prensión de la estructura y alcance de es- versiones no regresivas propuestas por
tos argumentos permite no sólo conocer Aristóteles en las Refutaciones sofísticas

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

Ellos
o nosotros
La otredad en la literatura
argentina del siglo XIX
Lucas L. Valle*

Basta con que un hombre odie a otro El gaucho: De malevo a héroe Hidalgo, el gaucho debía ser un hombre
para que el odio vaya corriendo hasta la nacional que se levantase en armas frente a los rea-
humanidad entera. Cumplida su tarea de justiciero, ahora listas, un ícono del patriotismo y la iden-
Jean Paul Sartre era nadie. Mejor dicho era el otro: no tidad nacional aunque en textos como el
Introducción: La construcción de un tenía destino sobre la tierra y había Diálogo Patriótico Interesante, el autor
enemigo matado a un hombre. deja una semilla de reclamo social acerca
La literatura del siglo XIX, des- Jorge Luis Borges. El Fin (1944) de las injusticias que sufría el gaucho que
de los eventos revolucionarios hasta la Cuando hablamos del gaucho eclosionarían definitivamente en el Mar-
llamada Generación del ‘80, nunca estuvo la primera imagen que se nos viene a la tín Fierro.
exenta de los procesos sociales que se de- cabeza es aquel arquetipo de hombre de Autores del período rosista,
sarrollaban a su alrededor. Y debido a esto campo, laborioso, noble, fiel a su tierra y como Ascasubi o Pérez, tomarían una
parece ser que siempre necesitó buscar un representativo de lo autóctono del ser ar- imagen diferente de este personaje: exis-
enemigo común como tema central, como gentino. Sin embargo, también podemos tía, sí, un gaucho “bueno” o “malo”, pero
hilo conductor de estos textos, como ma- recordar aquella mirada del gaucho como esto dependía enteramente de la posición
nifestación de los ideales políticos de un un vago, adicto a todo tipo de vicios, des- ideológica que tuvieran, ya sea unitario o
autor o de un movimiento. Eran los Otros, de el alcohol al juego y como representa- federal. El gaucho bueno sería represen-
los ajenos, los que no podían formar parte tivo de lo salvaje. tado como mártir por su causa, mientras
del Estado moderno, aquellos de los cua- A simple vista podemos notar que el gaucho malo es la encarnación de
les nuestra propia identidad nacional de- una dicotomía irreconciliable entre estas los vicios de la facción contraria. El gau-
bía ser su imagen especular. dos miradas; ¿cómo puede ser un gaucho, cho pasa entonces a tomar su lugar como
Es necesario aclarar que estos ícono del salvajismo, la figura central y instrumento político para demonizar al
personajes no han sido construidos de emblemática de la argentinidad? enemigo o viceversa.
igual manera a lo largo del período, sino Podríamos tomar como ejemplo Sin embargo, el texto que ter-
que atravesaron distintos enfoques, mo- a priori aquella mutación que recibió el minó constituyendo casi de manera defi-
vimientos literarios. Este trabajo, sin em- gaucho por antonomasia: Martín Fierro. nitiva la imagen negativa del gaucho fue
bargo, tiene el objetivo de centrarse prin- El texto de Hernández, dividi- el Facundo o Civilización y barbarie,
cipalmente en aquellas representaciones do en dos partes comunmente llamadas de Domingo F. Sarmiento, publicado en
negativas que se han hecho acerca de los La ida y La vuelta, publicadas en 1872 y 1845. Aquí deberíamos hacer una aclara-
tres actores sociales más importantes del 1879 respectivamente, representa tal vez ción: a diferencia de los textos que hemos
siglo XIX: el gaucho, el indio y el inmi- el ejemplo más evidente de una mutación mencionado, Facundo no puede ser cla-
grante.1 acerca de la mirada que se tenía del gau- sificado dentro del género de la literatura
cho. La ida es, principalmente, un texto gauchesca. La principal razón es que el
1 Si bien otros actores sociales importantes de esta
época fueron los negros, esclavos o libertos, su par- de denuncia. Hasta ese momento, los tex- texto no maneja el lenguaje que utiliza
ticipación dentro de los procesos revolucionarios tos previos del género de la literatura gau- la gauchesca; ese lenguaje literario crea-
siempre fueron silenciados desde la literatura o, por chesca, tomaban una imagen del gaucho do exclusivamente por un autor letrado,
lo menos, no han sido tomados de manera igualmen- con distintos sentidos. Para autores como que intenta emular de manera escrita las
te relevante.

30
Symploké revista filosófica Ellos o...

variaciones fonológicas, barbarismos y mente Sarmiento, le concedería la amnis- y dejarían de ser perseguidos injustamen-
léxico del hombre de campo. Para citar a tía y permitiría su regreso. te como sucedía en tierras civilizadas. En
Josefina Ludmer en su texto El género La figura que se presenta en La La vuelta, en cambio, el Indio es repre-
gauchesco. Un tratado sobre la patria: ida es la de un gaucho que deviene en sentado como un ser completamente ani-
“El autor es el que construye lo oral como matrero a raíz de las injusticias y padeci- malizado y bárbaro, capaz de matar a un
oral para incluir en su interior la palabra mientos que sufrió, como el ser enviado niño indefenso y atar a la madre con sus
escrita, política, la suya, que aparece ci- a la frontera, encontrar su rancho desola- vísceras. Para citar a David Viñas, en su
tada y reproducida por la voz del gaucho. do cuando regresó, con su esposa e hijos texto José Hernández, del indio al trabajo
Traducida a la oralidad. O bien: se cons- desaparecidos, tal vez muertos. Todo esto y la conversión: “En las tolderías Martín
truye lo “oído” para citar y reproducir en hace que finalmente, junto a Cruz, otro Fierro aparece como lo que realmente es:
su interior lo escrito. Esta alianza […] gaucho que desierta y se une a su causa, un heterodoxo; los indios, en cambio, son
constituye la lógica del género”(Ludmer: tomen la decisión definitiva de abando- herejes.”(Viñas: 169). Ésta representa-
1988, 75-76). Lo que aquí realmente nos nar el territorio “civilizado” y emigrar a ción del indígena resulta bastante análoga
interesa es que el texto de Sarmiento tie- las tolderías indígenas. Es así que La ida con aquella que describe Esteban Echeve-
ne como personaje central también a un toma ese carácter desafiante y que reivin- rría en su poema La Cautiva2, de 1837.
gaucho, tal vez “el más gaucho de todos”: dica la figura del gaucho como sujeto so- Nuevamente, es necesario aclarar algunas
Facundo Quiroga, caudillo federal, muer- cial privado de sus libertades y derechos. cuestiones acerca del autor y su entorno.
to varios años antes de la publicación del En La vuelta, en cambio, podemos obser- Ubicado en la llamada Genera-
texto. Facundo, escrito en un lenguaje var claramente la transfiguración definiti- ción del ‘37, este movimiento artístico,
completamente erudito intenta justificar va de la figura del gaucho; Fierro decide centrado principalmente en las ideas del
la muerte de este caudillo, el cuál, dice volver a la “civilización” al contemplar romanticismo literario, contaba con fi-
Sarmiento, encontró su reencarnación los horrores y el salvajismo de la vida in- guras como Juan Bautista Alberdi y el
en la figura de Rosas, solo que con una dígena. Fierro ya no es aquel gaucho ma- propio Sarmiento. En lo que concierne
breve diferencia: a Facundo lo determinó levo y desafiante, sino que ahora el per- al lenguaje, es evidente que difiere com-
su entorno, tenía un cierto devenir ani- sonaje se construye desde el lugar de la pletamente de aquel utilizado en la gau-
mal, como en la representación de sus resignación, de un desencanto ante la vida chesca. Aunque si bien se trata de un len-
facciones físicas análogas a la naturaleza que ha vivido y que desearía recuperar. guaje estéticamente elaborado y similar
y su identificación como “el tigre de los Es por eso que al volver puede encontrar al utilizado por los románticos europeos,
llanos”. Según Feinmann en su texto Ra- a sus hijos, al hijo de Cruz, quien murió el uso de la métrica octosílaba, muy utili-
cionalidad e irracionalidad en Facundo: en las tolderías y, finalmente, al hermano zada en los cantos populares, y la llanura
“Comprobamos así que apenas aparece del Moreno, personaje que Fierro asesina pampeana como lugar de desarrollo de las
Quiroga, Sarmiento lo sumerge de in- durante la ida y es una de las causas de acciones hace que el poema resulte autóc-
mediato en el mundo de la naturaleza.”. su persecución. El Gaucho, encarnado en tono. Entiéndase con esto que si bien los
(Feinmann: 1992, 136). El salvajismo de Fierro especialmente en los últimos ver- románticos europeos utilizaban recursos
Rosas, en cambio, era imperdonable de- sos de La vuelta, representa nuevamente similares con el fin de alejarse de la rígida
bido a que provenía de una familia aris- las virtudes del argentino cristiano, re- estética neoclásica, la intención de Eche-
tocrática y letrada; no tenía justificación flexivo y sabio y será esta figura la que verría era generar un poema que emule las
hereditaria. Asimismo, Sarmiento, al co- se tomará en adelante como arquetípica estéticas románticas y que incluso fuese
mienzo de la obra, realiza una clasifica- cuando se represente al hombre de campo. leído y comprendido por las élites letra-
ción casi taxonómica acerca de los tipos La vuelta, a diferencia de La ida que era das europeas (prueba cabal de esto son las
de gauchos que existen en el territorio un texto de denuncia, cobra una intencio- repetidas notas al pie aclarando términos
nacional, las características de la llanura nalidad didáctica, algo manifestado por el rioplatenses) pero con una ambientación
pampeana como lugar de explotación y, propio Hernández quien deseaba que su regional distintiva. Ejemplo de esto es la
al concluir la obra, se ve manifestado el obra permitiera a los hombres instruirse y utilización del chajá en vez del águila o
deseo del autor de que llegue al país una cultivar el hábito de la lectura. del propio ombú.
ola inmigratoria, preferentemente de paí- El Indio: Lo irredimible de lo La Generación del 37 tenía
ses como Inglaterra, Francia o Alemania, salvaje como objetivo principal el formar una li-
para que puedan “civilizar” a esta nación ¡Oíd! Ya se acerca el bando/de salvajes, teratura enteramente nacional. Para ello,
emergente y bárbara. atronando/todo el campo convecino[...] debían tomar como referencia a aquellas
Volviendo al Martín Fierro, es Esteban Echeverría. La cautiva (1837) naciones que en ese entonces estaban en
evidente la diferencia ideológica que pre- Como hemos dicho, en La Vuel- el cenit de su desarrollo: Francia e Ingla-
senta la obra frente al texto de Sarmiento. ta del Gaucho Martín Fierro se nota una terra. Al mismo tiempo, mientras que el
Cabe resaltar que al momento de su escri- innegable transformación en lo que co- romanticismo fue el movimiento artístico
tura, Hernández se encontraba perseguido rresponde a la figura del hombre de cam- que predominaba en esta generación, el
y exiliado por Sarmiento mismo, debido po. Sin embargo, es notoria también cómo liberalismo sería el que primara desde las
a sus idea políticas federales y, principal- cambia la representación del indígena a ideas políticas y económicas: todas las ac-
mente, por su participación en la rebelión través de la obra. ciones que debía tomar el estado nacional
de Ricardo López Jordán que culminó En La ida, Fierro y Cruz están 2 Si bien las cautivas son otro grupo social intere-
con el asesinato de Justo José de Urquiza. convencidos de que en su huida, si bien sante para analizar desde su representación literaria,
Hernández permanecería en Santana do estaría plagada de peligros, serían recibi- teniendo en cuenta textos como Cuerpos de Fronte-
Livramento hasta 1872, año en que final- dos como iguales; no tendrían que trabajar ra de Susana Rotker, éste estudio sería demasiado
extenso, digno de un trabajo independiente.

31
Symploké revista filosófica septiembre 2015

deberían ser en función del progreso. se tenía sobre el mismo y el “problema exponente europeo fue Balzac) del natu-
El indígena dentro del poema es indio” culminó con las campañas de ex- ralismo (cuyo exponente fue Zola): “Los
representado como un ser colmado de vi- terminio llevadas a cabo, principalmente, manuales de literatura diferencian estos
cios, sanguinario y salvaje; un humano por Avellaneda y Roca. dos movimientos basándose en una ma-
devenido en animal, diría Deleuze, por lo El Inmigrante: El nuevo ene- yor insistencia, por parte del naturalismo,
cual su erradicación no debe ser tomada migo nacional en los aspectos sórdidos y degradados de
como un asesinato sino como una faena. Pobre gringo solo y triste que a la améri- la realidad referida.” (Cambaceres: 2008,
“Toda política de exterminio debe comen- ca viniste con tu carga de ilusión 25).
zar por excluir de los terrenos de la con- Juan Andrés Caruso. Pobre gringo Para los naturalistas argentinos,
dición humana a aquellos que se propone (1928) aquel que mejor representaría estos es-
exterminar” (Feinmann: 1992, 148) La Pasado los años de enfrenta- tratos decadentes y corrompidos sería el
matanza de indios que ocurre en el poema miento entre facciones y con la unifica- inmigrante, actor social emergente dentro
no respondía solo a una venganza del cris- ción del territorio nacional llevada a cabo en las décadas finales del siglo XIX.
tiano sobre el infiel por la toma de cauti- después de la batalla de Pavón, el moder- Si bien Zola utilizó este movi-
vas sino que detrás esconde una ideología no estado nacional de la República Argen- miento para denunciar el tipo de vida que
de apropiación del territorio que estos tina veía una nueva edad de prosperidad llevaban las bajas clases sociales, la Ge-
ocupaban, en pos del progreso; la llanura y desarrollo, venciendo el estancamiento neración del ‘80 lo utilizó para crear un
pampeana, más allá de ser un escenario que los intelectuales de la generación an- “documento” verídico acerca de los vi-
que se podía explotar desde la estética era terior atribuían a la figura de Rosas. Lue- cios y los peligros que representaban los
también un escenario de posible explota- go de las sucesivas campañas al Desierto, inmigrantes
ción económica. Estas medidas se desa- atrás habían quedado los días en que las Como hemos dicho, Sarmien-
rrollarían años más tarde en las llamadas oleadas de malones eran un peligro inmi- to en su Facundo manifestaba su deseo
Campañas al Desierto, llevadas a cabo por nente. Buenos Aires, pese a su federali- acerca de que el país recibiera una ola
Sarmiento y Roca, en la cual se diezmó a zación, continuaba (y continuaría) siendo inmigratoria proveniente de países culti-
la población indígena. También tengamos la ciudad más importante del territorio, vados para que pudieran hacer lo mismo
en cuenta que Rosas, hacia 1833, también cuna de élites terratenientes y, por consi- en el nuestro, preferentemente de países
había realizado una campaña contra estos guiente, del poder político y económico. nórdicos. Sin embargo, los inmigrantes
pueblos, acto que Echeverría seguramen- Hacia finales del siglo XIX, se conformó que llegaron al país eran, en su mayoría,
te tenía muy presente. un nueva elite gobernante llamada la Ge- analfabetos, originarios de países en cri-
La cautiva, de este modo, pare- neración del ‘80 que, siguiendo en cierta sis económicas o sociales como España o
ce basarse en esta representación entera- medida algunos de los ideales de la gene- Italia. Es así que no llegaba un ciudadano
mente negativa que se tenía del indígena, ración del ‘37, como el liberalismo eco- “ilustrado y competente” sino mano de
aquel que no podía ser incluido dentro de nómico y el laicismo (no solo la separa- obra que sería explotada indiscrimina-
un proyecto de formación de estado na- ción de la Iglesia en torno a la educación damente por medio de las clases oligár-
cional. He aquí que observamos la prin- sino tambien de instituciones civiles, con quicas y que junto con él llegaban ideas
cipal diferencia entre indígena y gaucho: la implementación de la ley de matrimo- modernas como el anarquismo, sindica-
éste último, pese a la constante campaña nio y registro civil, por mencionar algu- lismo o socialismo, algo que la élite terra-
difamatoria que sufrió del lado de la lite- nas); tal vez uno de los mayores rasgos teniente de Buenos Aires observaba con
ratura, si lograba educarse podía formar que tuvo este movimiento fue el llamado preocupación
parte de la sociedad. El indio estaba exen- determinismo, la idea de que un ser está Ya en Martín Fierro podemos
to de esta posibilidad de redención; su predestinado a cierto tipo de vida, clase observar un acercamiento a la mirada des-
único futuro era el exterminio. social u oficio desde su nacimiento y su pectiva que se tenía sobre el inmigrante en
Sin embargo, textos como Una entorno. Esta idea no era completamente labores de campo en el episodio de Fierro
excursión a los indios ranqueles de Lucio nueva; podemos observar este determinis- con el napolitano. El inmigrante sería vis-
V. Mansilla, basado en sus propias expe- mo dentro del Facundo, cuando en base a to como aquel que desplazaría al verda-
riencias en Las Pampas, intentaron en su los rasgos físicos de Quiroga, Sarmiento dero ícono de la nacionalidad. El gaucho
momento mostrar al indígena de manera puede dar un perfil de su carácter. era patriota, había luchado por su tierra
mucho más racional a la que planteaban Este auge cientificista y determi- y no había nadie mejor para enfrentar
los románticos. La imagen que cobra la nista tiene su vertiente estética y literaria las labores del campo. El inmigrante era
figura de Mariano Rosas, líder de estas en el llamado naturalismo. En el estudio materialista, sólo le interesaba trabajar la
tribus, resulta mucho más civilizada por preliminar del texto En la Sangre, los tierra para acumular capital y poder regre-
momentos que la del propio Mansilla; es profesores Noemí García y Jorge Panesi sar a su tierra de origen Uno de los textos
un personaje elocuente, sagaz, con una definen puntualmente al naturalismo de la más representativos acerca de esta visión
fuerte ideología y conciencia social for- siguiente manera: “La novela es una con- sobre el inmigrante es En la Sangre, de
mada, ajeno a todo tipo de salvajismo tinuadora directa de la ciencia. […] Uno Eugenio Cambaceres, “típico hombre de
irracional que otros textos de la época de los fundamentos de la novela es la uti- los 80” (Jitrik: 1982, 44), escrito en 1887.
hacían caer sobre el indígena. Pese a que lización de documentos. […] Con el na- Fiel a la lógica del movimiento de la ge-
Mansilla reflexiona al final de su travesía turalismo aparecen los bajos fondos y los neración del ‘80, Cambaceres retrata al
sobre esta nueva mirada que se hace so- personajes degradados.” (Cambaceres: inmigrante de manera casi taxonómica,
bre el indio, su texto no fue suficiente para 2008, 24). Es esta última afirmación la un cuadro clínico que podía representar a
borrar la imagen negativa dominante que que diferencia al realismo (cuyo principal cualquier inmigrante. El lenguaje con el

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Symploké revista filosófica Ellos o...

que hace hablar a los personajes es, nue- XX, el indio ha sido prácticamente elimi- En Francia y España se han tomado a la
vamente, una forma de transcripción de lo nado, reducido a pequeños grupos que ya Chanson de Roland y al Cantar de mío
oral a lo escrito, similar a lo que ocurría no representaban un “peligro” inminente. Cid como los poemas épicos nacionales
en la gauchesca; en ambos casos, se tra- La figura del indio será retomada, no solo por antonomasia. Es así que estos inte-
ta de un lenguaje creado por el autor. Sin por la literatura, desde una mirada revi- lectuales argentinos vuelcan su mirada en
embargo, la intención del autor en este sionista, por diversos autores del siglo el Martín Fierro, uno de los pocos textos
caso es manifestar de la manera más fiel XX, al plantear que la llamada “Conquis- que podrían cumplir estas expectativas.
posible la “oralidad deficiente” de este ta al Desierto” no fue otra cosa más que Para Lugones, “Facundo y Recuerdos
grupo social; para Cambaceres, el inmi- una campaña xenofóbica de exterminio. de provincia son nuestra Ilíada y nuestra
grante realmente hablaba de este modo. Feinmann hace referencia a esto: “Fa- Odisea. Martín Fierro nuestro Roman-
Genaro es visto como alguien cundo propone de manera terminante una cero.” (Historia de Sarmiento, Leopoldo
que, a pesar de querer luchar contra su política de exterminio” (Feinmann: 1992, Lugones, 1911). Raúl Dorra comenta so-
destino, lleva precisamente en la sangre 147). Otros autores como Leopoldo Bri- bre esto en su texto El libro y el rancho.
los vicios y perversiones heredados de zuela en su texto El placer de la cautiva, Lecturas del Martín Fierro: “En 1913,
sus progenitores. El padre de Genaro ja- si bien toma la imagen del indio propuesta Lugones insistió, fragorosamente, en el
más había intentado negar su condición por los románticos como un salvaje que carácter épico del poema pero ahora vien-
de inmigrante ni quiso ocupar un estrato bebe sangre y mutila a las cautivas, éste se do en él la gesta de un héroe emblemático
socialmente superior. Por otro lado, la re- trata más de una reescritura de los textos y, por esa vía, mostrando que el poema –
presentación de la madre es mucho más canónicos del siglo XIX, una intertextua- como la Argentina – tenía sus raíces en la
benigna en cuestiones de valores, pero es lidad con Echeverría, ajena a querer forjar cultura helénica” (Dorra: 1983, 265)
ella quien desea que Genaro sea alguien actualmente una imagen negativa del in- Debido a estas lecturas que
de mayor status social, alguien importan- dígena. se han hecho sobre el Martín Fierro, el
te. Genaro, así, se convierte en el “peor de El inmigrante, por otro lado, gaucho pasó de ser un personaje análogo
los males”, al mezclar estas característi- pasa a tomar su lugar como aquel que de la barbarie al arquetipo de la cultura
cas de sus padres, en intentar ser alguien pone en jaque los intereses oligárquicos, nacional letrada. Ya en textos como Don
que no es ni podría llegar a ser y que, en no de manera territorial como represen- Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes el
su intento, logra corromper a todo su en- taba el indio sino de manera ideológica, gaucho se configura como un elemento
torno. En Cambaceres, pese a su fallido económica y social, algo que se continuó casi mitológico, perdido. Su personaje
intento de neutralidad cientificista, se ven (y lamentablemente en ocasiones con- principal representa todas las virtudes de
plasmados los miedos y prejuicios de una tinúa) durante gran parte del siglo XX. la llamada “nobleza gaucha”.
sociedad. Noe Jitrik, en su texto El mundo Sin embargo, es indiscutible la influencia En el siglo XX, el gaucho en la
del ochenta, define a este sector, que el cultural que ha tenido el inmigrante en la literatura pasó de ser denuncia a nostal-
denomina “oligarquía terrateniente”, de forja de una nueva identidad nacional que gia.
la siguiente manera: “Un grupo predes- se creó a lo largo de este siglo. Quedará
tinado que se propone la “salvación” de para otro trabajo el discutir si la verdadera
su país de acuerdo con las pautas ideoló- argentinidad pasa por las payadas de un
gicas prestigiosas y que no concibe que gaucho o las letras de un tango. Respecto * Estudiante de la carrera de Letras de la
alguien pueda no participar de ellas ni de al gaucho, estas son las reflexiones fina- Universidad Nacional de San Martín
sus creencias” (Jitrik: 1982, 37). Uno de les.
los grupos que conformaban este sector Desde finales del siglo XIX, au- Nota: la bibliografía utilizada
hegemónico y empezarán a tener ma- tores como Eduardo Gutiérrez y Rafael para dicho artículo se encuentra en
yor participación política y social eran Obligado escribieron textos acerca de www.revistasymploke.com
aquellas familias llamadas “patricias”, es gauchos verídicos, (Juan Moreira y San-
decir, aquellas que estaban ligadas a los tos Vega, respectivamente3), otorgándoles
procesos revolucionarios por algún ante- una mirada mucho más benigna de la que
pasado y, por consiguiente, se considera- tuvieron en vida y, por lo tanto, inmor-
ban “legítimas herederas y protectoras” talizando a estos personajes dentro de la
de la identidad nacional. cultura popular.
Epílogo Sin embargo, fue hacia la pri-
Ya has corrido mundo y te has hecho mera década de este nuevo siglo cuando
hombre, mejor que hombre, gaucho. El autores como Leopoldo Lugones aborda-
que sabe los males de esta tierra por rían la tarea de buscar aquellos textos que
haberlos vivido, se ha templao para representan los pilares de la argentinidad.
domarlos Nuevamente, este movimiento es reflejo
Ricardo Güiraldes. Don segundo sombra de aquellos que sucedían en las princi-
(1926) pales urbes europeas que se encontraban
A lo largo de este trabajo se ha en un período de extremo nacionalismo.
observado la paulatina evolución sobre 3 Cabe destacar que si bien autores como Bartolomé
la mirada, siempre sesgada, que la clase Mitre, Hilario Ascasubi y el mismo Eduardo Gu-
dominante ha tenido acerca de estos ac- tiérrez también escribieron textos acerca de Santos
tores sociales. Para comienzos de siglo Vega, la versión por antonomasia es aquella escrita
por Rafael Obligado, inspirada por Gutiérrez.

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Symploké revista filosófica septiembre 2015

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