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Ejemplo de oda:

Oda a Cristin por Víctor Manuel

Tus ojos me miran sin recelo


el maquillaje arruina tu belleza para mí
tu carisma opaca la belleza de las otras
iluminas el camino de un destino gris

Como hombre caigo ante la sirena


tu presencia me rescata al mundo real
viajar lejos solo por verte es mejor
que vivir en el paraíso terrenal.

Hay firmeza en tu carácter


y dolor en tu silencio
algo roto hay en ti que yo debo reparar.

Oda a mi ciudad por Victor Manuel

Es muy bella no lo niego, con cariño yo lo digo


no más bella que otros lados pero más que donde hoy vivo
no creo que en el mundo alguien quiera otra tierra
como yo quiero a la que me vio nacer
aunque todos no lo crean, es verdad que he de volver.

En otros mundos he estado, y con respeto ahí me tratan


pero en mi tierra soy tan libre, que desaparezco en el entorno

Si necesito ayuda en otro lado, debo pedirla sin encono


aquí solo miro y el amigo está a mi lado.

Invadieron tu derecho, imponiendo tonterías


matando gente de tu lado y metiendo a depravados

Invadida por extraños, vas sufriendo tus heridas


que como obras nuevas nos anuncian
destrozando tus entrañas.

Hoy gobiernan asesinos pero no te destruirán.


pues por uno que nos quiten otros veinte seguirán.

Eras tricolor con orgullo y ahora amarilla despreciable.


pero en breve tus colores ondearán galantemente.
con orgullo sanaras, aunque queden cicatrices.
que jamás podrá borrar aunque mucho lo intentemos.

Ejemplos de elegía:

Elegía a una vida trágica

El fin se acerca, y no encuentro consuelo


a cada paso me acerco más

El tiempo ha cobrado su cuota inerme


dejando claro su poderío ante mí.

Mi vida fue un fracaso simple y trágico


No logré más a causa del miedo

Pero el miedo no fue a los demás ni al mundo


Fue un temor a mí mismo

Y que jamás logre entender


Hasta llegado el día final.

Autor: yotor911

Elegía de León Felipe

A la memoria de Héctor Marqués, Capital de la marina mercante española, que


murió en alta mar y fue enterrado en Nueva York.

Marineros,
¿por qué le dais a la tierra lo que no es suyo
y se lo quitáis al mar?
¿Por qué le habéis enterrado, marineros,
si era un soldado del mar?
Su frente encendida, un faro;
ojos azules, carne de iodo y de sal.
Murió allá arriba, en el puente,
en su trinchera, como un soldado del mar;
con la rosa de los vientos en la mano
deshojando la estrella de navegar.

¿Por qué le habéis enterrado, marineros?


¡Y en una tierra sin conchas! ¡¡En la playa negra!! ... Allá,
en la ribera siniestra
del otro mar;
¡Nueva York!
—piedra, cemento y hierro en tempestad—.
Donde el ojo ciclópeo del gran faro
que busca a los ahogados no puede llegar;
donde se acaban las torres y los puentes;
donde no se ve ya
la espuma altiva de los rascacielos;
en los escombros de las calles sórdidas
que rompen en el último arrabal;
donde se vuelve la culebra sombría de los elevados
a meterse otra vez en la ciudad...

Allí, la arcilla opaca de los cementerios, marineros,


allí habéis enterrado al capitán.

¿Por qué le habéis enterrado, marineros,


por qué le habéis enterrado,
si murió como el mejor capitán,
y su alma —viento, espuma y cabrilleo—
está ahí, entre la noche y el mar...?

Ejemplos de sátira:

Autor: Quevedo.

A una nariz:

Érase un hombre a una nariz pegado,


érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
una alquitara pensativa,
elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,


pirámide de Egipto,
las doce Tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz,
nariz tan fiera que en la cara de Anas fuera delito.

El economista
Necesito dinero, pero para eso debo pedir prestado, pero para poder tener
ganancia presto el dinero que tengo para poder obtener al final ganancias.

El que me prestó dinero quiere que se lo pague, pero no quiero pagar hasta tener
mis propias ganancias, por lo que le diré que ya realicé un pago, pues sé que él no
se acuerda de sus préstamos y así obtendré más ganancias.

En cambio les cobraré a mis deudores los pagos puntuales y los intereses para
poder obtener mi dinero integro.

Cómo quisiera que mi acreedor me perdonara la deuda.

Autor: Redacción de ejemplode.com

Ejemplos de Soneto:

 ¿Cómo era, Dios mío, cómo era? A


¡Oh corazón falaz, mente indecisa! B
¿Era como el pasaje de la brisa? B
¿Como la huida de la primavera? A

Tan leve, tan voluble, tan ligera A


cual estival villano… ¡Sí! Imprecisa B
como sonrisa que se pierde en risa… B
¡Vana en el aire, igual que una bandera! A

¡Bandera, sonreír, vilano, alada C


primavera de junio, brisa pura… D
¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste! E

Todo tu cambiar trocose en nada C


¡memoria, ciega abeja de amargura! D
¡No sé cómo eras, yo qué sé qué fuiste! E

Juan Ramón Jiménez, Retorno Fugaz


 Mientras por competir con tu cabello, A
oro bruñido al sol relumbra en vano; B
mientras con menosprecio en medio el llano B
mira tu blanca frente el lilio bello; A

mientras a cada labio, por cogello. A


siguen más ojos que al clavel temprano; B
y mientras triunfa con desdén lozano B
del luciente cristal tu gentil cuello: A

goza cuello, cabello, labio y frente, C


antes que lo que fue en tu edad dorada D
oro, lilio, clavel, cristal luciente, C

no sólo en plata o vïola troncada D


se vuelva, mas tú y ello juntamente C
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. D

Luís de Góngora, Mientras por competir

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