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Dicen los críticos de la versión oficial que cuando un avión es secuestrado, despegan
cazas que en pocos minutos alcanzan e interceptan al avión secuestrado.
Pero, ¿cuánto tiempo tuvieron realmente los militares para interceptar cada uno de los
aviones secuestrados? Hay que tener en cuenta varios factores. Primero de todo, el
control aéreo y, por tanto, la posibilidad de saber si un vuelo está secuestrado,
corresponde a la FAA, una agencia civil, que debe coordinarse con los militares cuando
un secuestro sucede. No es frecuente que los controladores se tengan que hacer cargo
de hasta cuatro secuestros en la misma mañana. Y tampoco suele ser frecuente que
los secuestradores hagan lo posible por esconderse y dificultar su localización.
Desde que un avión es secuestrado hasta que despegan cazas en un scramble, la
información tiene que ser transmitida en varios pasos. Primero de todo, los
controladores aéreos deben saber que se ha podido producir un secuestro. Es
entonces cuando pueden iniciar la cadena hasta llegar la información al centro militar
correspondiente. Éstos tienen que autorizar el despegue de cazas y ordenárselo a las
bases que ese día se hallen de guardia. Son varias las bases aéreas repartidas por el
país, pero preparar un caza requiere tiempo: comprobar que está en condiciones de
volar (instrumentación, sistema de presurización, hidráulico...), cargar combustible y
armamento, sacarlo del hangar, llevarlo a la pista... Un avión puede tardar entre 45
minutos y 3 horas en ser preparado y no se pueden tener a todos los aviones de todas
las bases dispuestos para despegar en cualquier momento todos los días del año. Y por
último, también hay que proporcionar a los cazas un plan de vuelo que interfiera lo
mínimo con otros aviones, un lugar al que dirigirse y reunirse con el avión a
interceptar.
El primer capítulo del informe de la comisión del 11-S relata cómo sucedieron los
secuestros y la respuesta que dio la FAA y el NEADS, según la versión oficial. Se basan
en las grabaciones de las transmisiones entre las torres y los vuelos y entre las distintas
agencias, así como en entrevistas con el personal de la FAA y el NEADS.
Respuesta frente al AA11
El tiempo de respuesta del NEADS para el primer vuelo suicida fue por tanto de 15
minutos: 8 para ordenar y autorizar el scramble y 7 más para que los aviones
despegaran. Y aún tenían que llegar a Nueva York, distante 153 millas. Si los cazas
hubieran volado a velocidad supersónica (Mach 1, unos 1.200 km/h), habrían tardado
unos 13 minutos en llegar. Es decir, para haber llegado a tiempo de hacer algo útil,
deberían haber despegado en el mismo momento en que el NEADS estaba siendo
informado del secuestro, o incluso antes.
El vuelo UA175 despegó de Boston y fue secuestrado 4 minutos antes de que el AA11
se estrellara. Según el Informe de la comisión del 11-S, quiso la mala suerte que el
mismo controlador que seguía al AA11 tuviera también asignado el UA175. El vuelo
AA11 había desconectado el transpondedor y era necesario seguirle a través del eco de
radar primario. Al estrellarse, el eco se perdió, pero el controlador no supo que era
debido al impacto, por lo que intentó volver a identificar el eco. Concentrado en esa
tarea, el controlador no vio cómo el UA175 cambiaba de rumbo sin permiso y
cambiaba el código del transpondedor por dos veces. Tardó 9 minutos en darse cuenta
de esta circunstancia, y dos más (11 en total) en pensar que podría tratarse de otro
avión secuestrado.
Empieza entonces de nuevo la cadena: del controlador al director del centro regional
de Nueva York, del director al centro general. Es el centro regional de Nueva York (al
igual que hizo el de Boston) el que finalmente habla con el NEADS 10 minutos después
de saber que el UA175 fue secuestrado. Justo en el momento en que el avión se
estrellaba en la Torre Sur. El NEADS no tuvo tiempo de saber qué pasaba con el vuelo
UA175 y, por tanto, no pudo hacer nada.
En cuanto a los cazas que despegaron de Otis, tras desaparecer la señal del AA11 de
los radares no había objetivo al que dirigirse, por lo que se quedaron en espera en una
zona a 115 millas de Nueva York para no molestar al tráfico aéreo (el NEADS no sabía
nada del segundo secuestro aún). Después de conocerse el segundo impacto, se les
ordena ir a Nueva York, donde llegan 12 minutos después de recibir dicha orden. Esto
significa que volaron a una velocidad media de 1.035 km/h (Mach 0,85)
Si no se les hubiera ordenado esperar a 115 millas de Nueva York, sino que se les
hubiera dirigido directamente a la zona, habrían llegado hacia las 9:05, más o menos
en el momento en que el UA175 se estrellaba en la Torre Sur. Poco podrían haber
hecho los cazas en ningún caso.
Respuesta frente al AA77
El vuelo AA77 despegó del aeropuerto de Dulles a las 8:20. Abandona la zona
controlada por el Control de Nueva York, pasa el de Cleveland, y entra en la zona
controlada por el Centro regional de Indianápolis. Es secuestrado a las 8:51, 5 minutos
después de que el AA11 se estrellara en la Torre Norte. Sin embargo, en Indianápolis
no tienen conocimiento aún del primer secuestro e impacto, ni del segundo secuestro.
El AA77 comienza un giro sin permiso hacia la izquierda, durante el cual desconecta el
transpondedor. El controlador intenta identificar el avión en el radar primario, pero
por la configuración del sistema de radares, el avión se halla en un punto ciego y el
controlador no puede ver cómo completa la media vuelta para dirigirse hacia el este. El
controlador cree que el avión va en dirección sur-suroeste.
Durante 29 minutos, el AA77 vuela sin que nadie sepa que ha sido secuestrado,
porque el controlador cree que se ha estrellado y se ha recibido una confirmación
falsa. Cuando por fin se descubre la confusión, el controlador empieza a pensar que el
AA77 ha podido ser secuestrado también y avisa a la central de la FAA de que un avión,
que no se sabe donde está, podría estar secuestrado. 8 minutos más tarde, aparece
un eco en el radar del aeropuerto de Dulles, quienes informan a los servicios secretos.
4 minutos después de ser detectado, la noticia llega al NEADS. Y tres minutos después,
el AA77 se estrella en el Pentágono.
El NEADS fue informado del secuestro 14 minutos después de que los controladores de
Indiana tuvieran la sospecha. Sin embargo, la noticia no le llegó por una llamada del
centro de Indianápolis, sino porque ellos llamaron a la FAA para preguntar por el AA11.
En ese momento supieron que el AA77 estaba perdido, y que se había detectado un
objeto volando en dirección a Washington, a 5 millas de distancia. Tuvieron 3 minutos
para intentar responder a esa amenaza, que claramente eran insuficientes. En cuanto a
los cazas de la base de Otis, se hallaban en Nueva York, y por tanto era imposible que
alcanzaran Washington en ese tiempo.
Había otros cazas en vuelo, que despegaron en scramble a las 9:30 de la base de
Langley, 116 millas al sur de Washington. Pero iban en persecución de una falsa
alarma, y no en busca del AA77. En cualquier caso, de haber sido informados, habrían
dispuesto de apenas un minuto para interceptar al AA77 antes de que se estrellara.
El UA93 despegó de Newark (Nueva York) a las 8:42 y fue secuestrado a las 9:28,
cuando se hallaba en zona de control de Cleveland. En esos momentos, ya se estaba
empezando a tener conciencia de lo que estaba pasando y se habían emitido
advertencias por radio a los pilotos para que no dejaran entrar a nadie en las cabinas.
Poco después de recibir el mensaje, el UA93 fue secuestrado.
Una vez más, el NEADS no tuvo tiempo de responder, sobre todo ayudado esta vez por
la inoperancia de la FAA, dominada por la confusión.
La confusión de un falso secuestro
Según la versión oficial, existió un factor que introdujo aún más confusión en los
eventos. Tras el impacto del UA175, los controladores de Boston fueron los primeros
en darse cuenta de que los secuestros no eran secuestros normales. Recuerdan una
transmisión que no terminaron de entender del AA11, que decía "tenemos unos
aviones", y avisan al centro general del tráfico aéreo para que se avise a todos los
vuelos de que tomen precauciones.
A las 9:20, los controladores de Boston sospechan que otro vuelo, el Delta 1989
también está secuestrado, y por otro lado informan al NEADS que el vuelo AA11 está
aún en el aire, volando en dirección sur hacia Washington. El NEADS tarda 2 minutos
en dar la orden de scramble a la base aérea de Langley y 7 minutos más tarde (a las
9:30) despegan en dirección a Washington, pero sin un objetivo concreto.
Más tarde, los controladores de Boston informan al NEADS sobre el Delta 1989, que
pasó posteriormente a ser controlado por el centro de Cleveland, aunque finalmente
se comprobó que era una falsa alarma.
Otras interceptaciones
http://archives.cnn.com/2002/US/06/20/plane.intercept/
En 2002, una avioneta Cessna violó el espacio aéreo de Washington D.C. Se dio la
orden de scramble a dos F-16 de la Base aérea de Andrews, cercana a la capital, y
tardaron en despegar 11 minutos. 4 minutos más que los scrambles del 11 de
septiembre.
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/articles/A35440-2004Jul7.html
En Junio de 2004, un bimotor se adentró en la zona de exclusión aérea de Washington
durante un evento de alta seguridad, y permaneció sin identificar durante varios
minutos, por tener el transpondedor averiado. Desde que se dio la orden de scramble,
un helicóptero Black Hawk tardó 4 minutos en despegar, mucho más rápido que los 15
minutos de media que emplean los cazas.
Por cierto, en ambos casos, los intrusos tampoco fueron derribados por las presuntas
defensas aéreas del pentágono.
Resumen
De acuerdo con la versión oficial, la confusión producida por el hecho de tener varios
aviones secuestrados, la paranoia que pareció apoderarse del centro regional de
Boston, informando sobre el AA11 cuando ya estaba estrellado, y otro posible
secuestro que no fue tal, junto con el colapso final de la FAA, incapaz de reaccionar, no
permitieron comunicar al NEADS el secuestro del UA93, quienes se enteraron de
rebote, a través de un contacto militar que tenían en el centro de control de Cleveland.
Queda la duda de si una mejor reacción de la FAA hubiera permitido alcanzar al UA93
antes de que se estrellara. Y de qué se hubiera hecho entonces.
En todo caso, según la versión oficial, el NEADS no tardó más de 15 minutos en
conocer los posibles secuestros, una vez los controladores fueron conscientes de ellos
(excepto el UA93). El NEADS actuó con rapidez para autorizar los despegues (sobre
todo en el segundo scramble). Una vez ordenado, el despegue en ambos casos tardó el
mismo tiempo, 7 minutos.