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LEGIONELLA PNEUMOPHILA

La familia Legionellaceae consta de 4 géneros: Legionella, fluoribacter, tatlockia y sarcobium. El género Legionella es el más importante.
Los microorganismos del género Legionella son saprofitos acuáticos ubicuos. Las especies tienen una distribución mundial. L. pneumophila
EPIDEMIOLOGÍA
es la causa del 90% de todas las infecciones, producidas mayormente en personas de 40 años o más, debido a la posibilidad de que su
inmunidad celular esté deprimida o que su función pulmonar comprometida. No se ha documentado la transmisión de una persona a otra.
Son bacilos gramnegativos, delgados y pleomorfos. Tienen aspecto de cocobacilos pequeños cuando se observan en el tejido, pero son
sumamente pleomorfos en medios artificiales. Son aerobios obligados y exigentes desde el punto de vista nutricional. Necesitan medios
enriquecidos con L-cisteína, y su crecimiento se estimula con la presencia de hierro. Aquellas que utilizan hierro son las más virulentas.
MORFOLOGÍA
Obtienen energía del metabolismo de los aminoácidos, pero no de los carbohidratos.
Son bacterias intracelulares facultativas que se multiplican en amebas de vida libre en la naturaleza, y en los macrófagos alveolares en
los huéspedes infectados.
La capacidad para infectar y replicarse en los macrófagos está mediada por:
-Unión del componente del complemento C3b a una porina proteica de la membrana externa sobre la superficie bacteriana.
-Posterior unión del receptor del complemento CR3 sobre la superficie del fagocito mononuclear.
Penetran a continuación en las células mediante endocitosis e inician la replicación. Las bacterias no son destruidas en las células por
PATOGENIA
especies reactivas del oxígeno, ya que está inhibida la fusión al fagolisosoma. Los microorganismos proliferan en sus vacuolas intracelulares
y producen enzimas proteolíticas que a la larga destruyen a las células huésped. La inmunidad a la enfermedad es principalmente celular.
Las bacterias no son destruidas hasta que los TH1 activan a los macrófagos parasitados. La producción de IFN-gama es crucial para eliminar
a los microorganismos de este género.
La afectación del sistema respiratorio por estas especies se desarrolla en los huéspedes susceptibles que inhalan aerosoles infecciosos.
Los microorganismos pueden sobrevivir en los ambientes húmedos durante bastante tiempo, a temperaturas relativamente elevadas y en
presencia de desinfectantes como el cloro. Las infecciones asintomáticas suelen ser frecuentes. Las infecciones sintomáticas se manifiestan
de dos formas:
- Enfermedad seudogripal (fiebre de Pontiac) caracterizada por fiebre, escalofríos, mialgias, malestar y cefalea, sin indicios de
CLÍNICA
neumonía, síntomas progresando a lo largo de 12h, persistiendo durante 2-5 días, por último, resolviéndose espontáneamente. Se
cree que es ocasionada por hipersensibilidad a una toxina bacteriana.
- Como una forma grave de neumonía (enfermedad de los Legionarios), que tiene un período de incubación de 2 a 10 días, después
del cual se manifiestan bruscamente fiebre, escalofríos, tos seca, cefalea. Frecuente afectación multiorgánica. La manifestación
fundamental es neumonía con consolidación multilobular e infección y microabscesos en el tejido pulmonar.
Los cultivos son la prueba de referencia para el diagnóstico. El medio utilizado con más frecuencia para aislar legionelas es agar con carbón
tamponado y extracto de levadura (BCYE). Crecen en aire o con dióxido de carbono al 3-5% a 35°C en 3-5 días. No se tiñen con reactivos
convencionales, pero pueden apreciarse en tejidos teñidos con plata de Dieterle. Los inmunoanálisis se utilizan para detectar antígenos
DIAGNÓSTICO lopopolisacáridos específicos del serogrupo 1 de Legionella excretados en la orina de los pacientes infectados; la sensibilidad es
relativamente alta (90%) en orinas concentradas. Los antígenos persisten en pacientes tratados, 50% positivos al mes, 25% a los 2 meses,
un año en pacientes inmunosupresos. Los análisis de amplificación de ácidos nucleicos son sumamente específicos y su sensibilidad es
equivalente a la del cultivo en las secreciones respiratorias.
Para tratar estas infecciones se utilizan macrólidos (azitromicina, claritromicina) o las fluoroquinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino). Los
antibióticos beta-lactámicos son ineficaces. La fiebre de Pontiac no se trata porque es autolimitada. Para la prevención es preciso identificar
TRATAMIENTO Y la fuente ambiental y reducir la carga microbiana. Como el microorganismo posee un potencial bajo para ocasionar enfermedad, la reducción
PREVENCIÓN del número de microorganismos en los suministros de agua podría ser una buena medida de control. Los hospitales con pacientes de alto
riesgo deben vigilar sus abastecimientos de agua. Si el cloro no funciona, podría ser precisa una ionización continua con cobre-plata del
agua.

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