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Participantes:
Fernández Tahirys
Manrique Inés
Mendoza Janeth
Pedroza Andy
Pérez Coromoto
Profesor
:
Pedro Duran
Cada día se aprende con mayor efectividad, como agredir y cómo matar Y este
aprendizaje destructivo, principalmente se realiza, a través de la televisión, los juegos
de video, en las películas de adultos como en las de muñequitos hechos para niños, las
cuales tienen generosas porciones de violencia, aún de parte de los “buenos”. Muchas
veces los padres prefieren pagar por este tipo de aprendizaje, que invertir su dinero en
cómo aprender a enseñar cosas constructivas y en cómo enfrentar y anular o sustituir
estas destructivas enseñanzas.
Hace un tiempo, a muchos jóvenes de Estados Unidos les preguntaron qué les
dirían a sus padres si supieran que estos iban a morir al día siguiente. En vez de
hablarles de sus problemas, casi todos respondieron que les dirían “lo siento” y “los
amo muchísimo” (Solo para padres, de Shaunti Feldhahn y Lisa Rice).
Normalmente, los hijos quieren a sus padres, y los padres quieren a sus hijos.
Esto es cierto sobre todo entre los testigos de Jehová. Aun así, a veces es difícil lograr
que los padres y los hijos tengan una buena comunicación. ¿Por qué pasa eso? ¿Por qué
les cuesta hablar de algunos temas? ¿Qué pueden hacer para mejorar su comunicación?
¿Por qué a muchas familias les cuesta tener una buena comunicación? ¿Por qué
era fácil para las familias israelitas tener una buena comunicación?
Hoy día, a muchas familias les cuesta tener una buena comunicación porque no
tienen tiempo para hablar. Pero en tiempos de los israelitas era diferente. Moisés les
dijo a los padres que debían enseñarles a sus hijos las leyes de Dios. ¿Y cuándo tenían
que hacerlo? Moisés dijo: “Cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino
y cuando te acuestes y cuando te levantes”. En Israel, los niños pasaban el día en casa
con su madre o en el trabajo con su padre. Así que todos tenían mucho tiempo para
estar juntos y conversar. Gracias a eso, los padres podían saber lo que sus hijos
pensaban, querían y necesitaban. Y los hijos también podían conocer bien a sus padres.
¿Por qué en muchas familias no hay verdadera comunicación?
La vida es muy diferente hoy día. En algunos países, los niños empiezan a ir a
la escuela cuando todavía son muy pequeñitos, a veces con solo dos años de edad.
Muchos padres y madres trabajan fuera de su casa. Y cuando toda la familia está en la
casa, pasan las horas pegados a la televisión, la computadora o el teléfono. En muchas
familias, los padres y los hijos casi no se conocen. No hay verdadera comunicación
entre ellos.
¿Qué han hecho algunos padres para pasar más tiempo con sus hijos?
¿De dónde podría sacar más tiempo la familia para estar todos juntos? Algunas
familias han decidido pasar menos tiempo con la televisión o la computadora. Otras
han decidido comer todos juntos por lo menos una vez al día. Y muchas aprovechan la
Noche de Adoración en Familia para conocerse mejor mientras estudian la Biblia. Pero
esos no son los únicos momentos en los que pueden pasar tiempo en familia. Deben
encontrar tiempo para hablar todos los días. Antes de que los hijos se vayan a clase, los
padres pueden decirles algo positivo, analizar el texto diario o hacer una oración con
ellos. Eso los ayudará mucho durante el día.
¿De dónde podrían sacar más tiempo para estar con sus hijos?
Algunos padres han hecho cambios grandes en su vida para pasar más tiempo
con sus hijos. Por ejemplo, una hermana con dos niños pequeños dejó de trabajar a
tiempo completo. Ella explica por qué: “Por la mañana, todos salíamos corriendo para
ir al trabajo o la escuela. Cuando regresaba a casa por la noche, mis hijos estaban
durmiendo: ya los había acostado la niñera”. Claro, ahora tienen que vivir con menos
dinero. Pero ella está contenta porque ahora sabe lo que piensan sus hijos y cuáles son
sus problemas. También dice que escucha lo que le dicen a Jehová cuando oran, y así
puede guiarlos, animarlos y enseñarles.
Después de hablar con muchos jóvenes, las autoras del libro titulado Solo para
padres dijeron que la queja más común fue que los padres no escuchan. Muchos padres
también se quejan de que los hijos no escuchan. En realidad, para que haya buena
comunicación, todos deben escuchar con atención a los demás miembros de la familia.
Los hijos deben preguntarse: “¿De veras obedezco a mis padres?”. La Biblia
dice que los hijos deben escuchar los consejos de su padre y las advertencias de su
madre (Proverbios 1:8). ¿Por qué debes escuchar a tus padres y ser obediente? Porque
ellos te aman y solo buscan lo mejor para ti. Si tienes una buena comunicación con
ellos y no olvidas que te quieren mucho, te será más fácil obedecerles. Y para que ellos
te entiendan, trata de contarles lo que piensas. Claro está, tú también debes esforzarte
por entenderlos.
¿Haces caso de los consejos de otros jóvenes como tú? Pues ten cuidado. Sus
consejos pueden parecer buenos, pero muchas veces no lo son. Las personas jóvenes
no tienen tanta experiencia ni saben tanto como las personas mayores. La mayoría toma
decisiones sin pensar en lo que podría pasarles en el futuro. Piensa en la historia de
Rehoboam, el hijo del rey Salomón. Cuando llegó a ser rey de Israel, Rehoboam no
hizo caso de los buenos consejos de las personas mayores. En vez de eso, hizo caso de
los malos consejos de los jóvenes con los que había crecido. ¿Y qué pasó? Que la
mayoría de la gente de su reino se rebeló contra él. Así que no seas como Rehoboam.
Cuéntales a tus padres lo que piensas y lo que sientes. Haz caso de lo que te digan y
aprende de ellos (Proverbios 13:20).
Si los padres escuchan a sus hijos con calma, podrán entender lo que sienten
Si usted tiene hijos, ¿qué puede hacer para que le pidan consejos a usted, y no
a los amigos de su edad? Demuéstreles que con usted se puede hablar de cualquier cosa.
Una hermana adolescente dijo que sus padres se ponen nerviosos tan pronto como ella
les habla de algún chico. Esto hace que ella también se ponga nerviosa y deje de hablar
del tema. Otra joven Testigo escribió: “Muchos adolescentes desean que sus padres los
aconsejen, pero si los padres no los toman en serio, van a buscar a alguien que sí lo
haga, aunque tenga menos experiencia”. Demuéstreles a sus hijos que siempre está
dispuesto a escucharlos y a comprenderlos, sin importar de qué quieran hablarle.
Así ellos se sentirán cómodos y escucharán sus consejos.
¿Qué puede hacer que la comunicación entre padres e hijos sea más difícil?
Los padres no deben decir rápidamente lo que opinan. Es cierto que cuesta
callarse cuando un hijo se enoja y dice cosas que les preocupan. Pero es importante
escuchar antes de responder. El rey Salomón dijo algo muy sabio: “Cuando alguien
responde a un asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte” (Proverbios 18:13). Si
los padres escuchan con calma, quizá logren entender por qué el joven dijo lo que dijo.
Solo podrán ayudarlo si entienden bien la situación. Así que escuchen con amor a su
hijo y traten de comprender lo que ocurre. Entonces podrán decirle algo que realmente
lo ayude.
Los hijos también deben pensar antes de hablar. Recuerda que Dios les ha dado
a tus padres la responsabilidad de educarte (Proverbios 22:6). Así que no les digas
enseguida que no estás de acuerdo con lo que te dicen. Ellos tal vez ya estuvieron en la
misma situación en la que tú estás ahora. Tal vez cometieron algunos errores cuando
tenían tu edad, y no quieren que a ti te pase igual. Tus padres son tus amigos, no tus
enemigos. Ellos no quieren hacerte daño, sino ayudarte (lea Proverbios 1:5). La Biblia
dice: “Honra a tu padre y a tu madre”. Demuéstrales que los quieres tanto como ellos
te quieren a ti. Así los ayudarás a educarte como Jehová quiere que lo hagan.
¿Cómo corrigió Jesús a sus discípulos? ¿Por qué nos impresiona que Jesús
reaccionara así?
Los padres deben pensar en el ejemplo de Jesús. Durante su última cena con los
apóstoles, ellos se pusieron a discutir sobre quién era el más importante. Pero él no les
gritó ni les habló con dureza. En vez de eso, los corrigió con calma. Les recordó que
habían estado a su lado en los malos momentos. Y como estaba seguro de que iban a
ser fieles cuando Satanás los atacara, les prometió que serían reyes con él en el cielO).
¿Por qué nos impresiona que Jesús reaccionara con tanta calma? Porque aquella era una
noche muy difícil para Jesús. Él sabía que pronto iba a ser torturado hasta morir. Y
también sabía que tenía que ser fiel hasta la muerte para limpiar el nombre de Dios y
salvar del pecado a toda la humanidad.
¿Por qué es importante el amor para que haya una buena comunicación en la
familia?
El apóstol Pablo escribió: “Ciertamente si alguno no provee para los que son
suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es
peor que una persona sin fe”. ¿En quién pensaba Pablo cuando dijo “alguno”? Pensaba
en el cabeza de familia, generalmente el padre, aunque Dios también confiere a la mujer
el digno papel de ser ayudante de su esposo. En tiempos bíblicos, las mujeres solían
ayudar a sus maridos a mantener a la familia (Proverbios 31:13, 14, 16). Hoy son cada
vez más comunes las familias monoparentales.* Muchos padres cristianos realizan una
labor admirable al cuidar de los suyos sin la ayuda de un cónyuge. Desde luego, lo ideal
es que la familia cuente con ambos progenitores y que sea el padre quien la dirija.
El padre que sostiene a su familia debe recordar que está cumpliendo un encargo
de Jehová. Las palabras inspiradas de Pablo indican que el hombre que está en
condiciones de obedecer este mandato y, sin embargo, no lo hace es comparable a uno
que “ha repudiado la fe”. El cristiano debe procurar por todos los medios que Dios no
lo considere así. Lamentablemente, en el mundo hay muchas personas que carecen de
“cariño natural”. De hecho, infinidad de padres eluden su obligación y dejan a sus
familias en una situación muy desafortunada. Los esposos cristianos no comparten esa
actitud insensible e irresponsable. A diferencia de muchos de sus compañeros de
trabajo, ellos consideran hasta el empleo más humilde como algo digno e importante,
un medio para agradar a Jehová Dios, puesto que les permite suministrar lo necesario
a sus seres queridos.
¿Por qué es apropiado que los padres tengan presente el ejemplo de Jesús?
Más importante aún que suministrar las cosas materiales es proveer lo necesario
en sentido espiritual. Dijo Jesús: “No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de
toda expresión que sale de la boca de Jehová”. ¿Cómo pueden los padres satisfacer las
necesidades espirituales de su familia?
En lo que a este tema se refiere, quizás ningún otro pasaje de las Escrituras se
cite tanto como. Sírvanse abrir la Biblia y leer esos versículos. Fíjense en que a los
padres se les manda primero cultivar su propia espiritualidad acrecentando su amor a
Jehová y tomando a pecho sus palabras. Es imperioso que ustedes sean estudiantes
concienzudos de la Palabra de Dios, que la lean con regularidad y mediten en ella, pues
de ese modo podrán entender y amar de verdad los caminos, principios y leyes de
Jehová. Entonces su corazón rebosará de verdades bíblicas fascinantes que les
infundirán gozo, reverencia y amor a Jehová, y tendrán así muchas cosas buenas que
transmitir a sus hijos.
Las sesiones del estudio en familia son ideales para impartir dicha enseñanza.
De hecho, un estudio de la Biblia regular, edificante y feliz es básico para la
espiritualidad de la familia. A las familias cristianas de todo el mundo les encantan
dichos estudios, en los que, según las necesidades de los hijos, se utilizan las distintas
publicaciones que ha provisto la organización de Jehová. Los libros Aprendamos del
Gran Maestro y Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas* han sido
valiosísimos a este respecto. Pero el estudio en familia no es la única oportunidad en la
cual enseñar a los hijos.
Como muestra Deuteronomio 6:7, son muchas las ocasiones en las que los
padres pueden tratar asuntos espirituales con sus hijos. Sea que estén viajando,
haciendo las tareas del hogar o descansando juntos, pueden encontrar oportunidades
para satisfacer las necesidades espirituales de ellos. Claro está, no se trata de
“sermonearlos constantemente” sobre las verdades bíblicas, sino de procurar que el
diálogo se mantenga en un plano edificante y espiritual. Por ejemplo, la revista
¡Despertad! abunda en artículos que tratan una gran variedad de temas, los cuales
pueden dar pie a conversaciones sobre la creación animal de Jehová, lugares de gran
belleza natural del planeta y la asombrosa diversidad de culturas y costumbres de los
seres humanos. Este tipo de charlas pueden mover a los jóvenes a leer más las
publicaciones que proporciona la clase del esclavo fiel y discreto.
¿Qué pueden aprender los hijos al escuchar las oraciones de sus padres?
Jehová incluso toma la iniciativa de amar a sus hijos terrestres. Como señala,
“él nos amó primero”. Particularmente el padre debe copiar el ejemplo de Jehová
tomando la iniciativa para crear un vínculo amoroso con sus hijos. La Biblia lo insta
encarecidamente a que no exaspere a los hijos “para que ellos no se descorazonen”.
Pocas cosas descorazonan tanto a un hijo como sentir que su padre o su madre no lo
aman o no lo valoran. El padre que tiene dificultades para expresar sus sentimientos
debe recordar el ejemplo de Jehová, quien hasta habló desde los cielos para manifestar
que aprobaba y amaba a su Hijo. ¡Cuánto debió de reconfortar esto a Jesús! Igualmente,
las expresiones sinceras de amor y aprobación de los padres dan a los hijos ánimo y
fortaleza.
¿Por qué es importante la disciplina, y qué equilibrio procuran hallar los padres
cristianos?
Claro está que el amor de los padres no se limita a las palabras; se expresa más
que nada con hechos. Suministrar a los hijos lo necesario en sentido material y espiritual
es una muestra de amor, sobre todo cuando los padres les confirman que lo hacen
principalmente porque los aman. También la disciplina constituye una expresión
importantísima del amor de los padres. De hecho, “Jehová disciplina a quien ama”. Por
otro lado, no disciplinar a los hijos en realidad denota odio hacia ellos (Proverbios
13:24). Jehová siempre encuentra el equilibrio perfecto y disciplina “hasta el grado
debido”. Para los padres imperfectos no siempre es fácil hacer esto. Aun así, vale la
pena esforzarse al máximo por lograr dicho equilibrio. La disciplina amorosa y firme
ayudará al niño a convertirse en un adulto feliz y productivo (Proverbios 22:6). ¿No es
eso lo que todo padre cristiano quiere para su hijo?
¿Cómo pueden los padres dar a sus hijos una excelente oportunidad de “escoger
la vida”?
Padres e hijos
Proverbios 17:6
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus
padres.
Proverbios 23:24
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es
tristeza para su madre.
Proverbios 15:20
El hijo sabio alegra al padre, pero el hombre necio desprecia a su madre.
Proverbios 29:3
El que ama la sabiduría alegra a su padre, pero el que anda con rameras malgasta
{su} fortuna.
Proverbios 15:5
Proverbios 17:21
El que engendra un necio, para su tristeza {lo engendra,} y el padre del necio
no tiene alegría.
Proverbios 17:25
Proverbios 19:13
Cuando los padres están equilibrados y tienen claras las normas que hay que
seguir y los límites que hay que poner, son capaces de transmitírselos a los niños de
una forma positiva y los niños adquieren esas normas y límites.
Según Silvia Álava nos explicó que "es muy importante establecer ese modelo
de crianza donde haya una pautas claras, unos límites claros, y unas normas muy claras
y que los padres sean figuras de confianza y de seguridad. Eso no significa que tenga
que ser un estilo autoritario, ni muchísimo menos". Nuestra pedagoga nos lo explicó de
forma clara: tan malo es ser excesivamente autoritario, como excesivamente permisivo.