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El niño TDAH tiene una inteligencia normal, si no la tiene no es TDAH. Lo que ocurre es que el
trastorno puede limitar sus expectativas; les cuesta más aprender, fundamentalmente lo
académico, porque generalmente se asocian problemas específicos a nivel del lenguaje.
Así lo asegura Gustavo Lorenzo, Doctor en Medicina y Cirugía; profesor asociado de la Universidad
de Alcalá; especialista en pediatría con acreditación en Neurología Pediátrica y responsable de la
Unidad de Neurodesarrollo de Neurología Infantil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid; con quien
aclaramos conceptos fundamentales de este trastorno.
¿Qué es el TDAH?
Es un concepto de una clasificación que se hace en un manual americano de psiquiatría que es
el DSM; es un concepto, no una enfermedad.
El TDAH no se tiene, se es. El neurodesarrollo es el desarrollo neurológico de un niño hasta su
etapa adulta y tiene que ver con la maduracion del cerebro.
Les puede condicionar: dificultades a la hora del aprendizaje instrumental que hacemos en los
colegios o en el aprendizaje social, algo para lo que no vas al colegio, simplemente te relacionas y
por esa forma de ser o esa conducta, te perjudica.
¿Cuándo se manifiesta?
Se nace con ello y se manifiesta en las etapas preescolares, en torno a los siete años, cuando
iniciamos el aprendizaje y la relación. Un niño puede tener dificultades al relacionarse; sus
arranques impulsivos indican que tolera peor la frustración.
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EFE/Manuel Bruque
Todos los niños tiene al principio ese tipo de relación, pero aprenden y luego saben que eso no se
hace y empiezan a aprender a relacionarse; a estos niños les cuesta más. Ahí es donde se
empiezan a ver los casos.
Hay que analizar que esas características repercutan o no. El problema no es que sea TDAH sino
que te repercuta en la esfera social o en la esfera del aprendizaje.
La base fundamental de este problema es genético; influyen muchísimos genes que tienen que ver
con mucha estructuras cerebrales que son las que están coordinadas en este problema y falla esa
integración. No podemos buscarlo genéticamente porque hay demasiados genes implicados que
interactúan entre ellos.
Las pruebas genéticas que se hacen para demostrar que puedes tener este problema, no son
válidas.
No, es mucho más frecuente en niños. El cerebro del hombre y la mujer son diferentes y desde un
punto de vista genético también estamos preparados para cosas diferentes. Mientras que en niños
puede haber más síntomas de hiperactividad, en la niña es más inatención y pasa más
desapercibida. Podría haber niñas infradiagnosticadas porque no molestan.
Creo que se está abusando de la falta de atención como término diagnóstico. El TDAH ha existido
siempre, es el niño etiquetado de vago, excesivamente revoltoso, otro término es el “si quisiera”…
Yo estoy en contra del término vago, los vagos no existen.
Cuando un niño no le va bien en el colegio le entra la desmotivación. A veces se dice: tiene falta de
atención, pero cómo diferencias la atención de la motivación, si un niño no está motivado y no se
entera, no atiende.
Tenemos pruebas biológicas que demuestran la neurobiología del problema, pero no tenemos la
prueba que diagnostique el TDAH que es lo que se está buscando. En el Ramón y Cajal llevamos
tiempo estudiando un marcador biológico, un transportador; un trasportador vesicular buscando
la idea de un marcador biológico.
Es lo mismo. TDAH es la abreviatura del problema y este se puede manifestar más por problemas
de hiperactividad e impulsividad acompañados de problemas de atención o solo como problemas
de atención, a veces incluso con problemas de impulsividad. Puede haber TDAH que no sea
hiperactivo. El fallo es el mismo, pero lo clasificamos de una forma u otra.
El tratamiento es médico. Hay suficientes datos biológicos para que la primera medida, si hay
repercusión, sea médica. Esa repercusión se manifiesta a veces como si les faltase responsabilidad
para trabajar; para hacer lo que es habitual socialmente y de aprendizaje. El matiz de estos niños
es que son inmaduros, parece que van por detrás de su edad cronológica.
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La mayor parte de las personas pueden desarrollar cada inteligencia hasta un nivel adecuado de
competencia.
Las 8 inteligencias específicas propuestas en la Teoría de Gardner, con sus potencialidades y sus
vías de aprendizaje procedimental quedan indicadas de manera aproximada en el siguiente
cuadro:
ste modelo de funcionamiento cognitivo implicaría que un mismo sujeto podría presentar niveles y
rendimientos diferentes en diferentes áreas y que una persona podría ser muy habilidosa en un
campo en concreto si este se potencia y entrena.
Gardner (1996) apuntó que la escuela tradicional está centrada en el desarrollo de conocimientos
agrupados en el área del lenguaje, el procesamiento fonológico y el razonamiento lógico-
matemático y se olvida que se puede instruir y procesar la información por distintos canales como:
el aprendizaje sensorial, el aprendizaje musical, el aprendizaje por modelado, el aprendizaje
basado en la interacción social, el aprendizaje mediante vías estimulares sensitivas, el
autoconocimiento, etc. Por tanto, aquellos alumnos con dificultades en el área del lenguaje, de la
lectoescritura o del razonamiento lógico-numérico tendrían más dificultades de alcanzar
aprendizajes globales mediante estas vías de enseñanza tradicionales.
En la actualidad, esta perspectiva de procesamientos múltiples, se aprecia como un modelo
pedagógico sostenible de innovación dentro de las nuevas corrientes de la psicología de la
educación.
Esta conceptualización pedagógica ayuda a los alumnos a reflexionar sobre sus procesos de
aprendizaje, a generar cambios y a perder el miedo a descubrir ambientes de aprendizaje nuevos,
lo cual, supone un gran impulso en la aproximación pedagógica escolar de los alumnos con
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) quienes presentan dificultades
específicas en las áreas de lenguaje, la capacidad de abstracción y el razonamiento matemático
(Crespo y Narbona, 2009).
Siguiendo esta línea, León Sánchez, S. (2012) investigó las dificultades que podían mostrar, en sus
inteligencias múltiples, un grupo de niños con TDAH de los tres subtipos, con respecto a un grupo
de niños que no padecían dicho trastorno. Se comprobó que a pesar de que los niños con TDAH
puntuaban especialmente bajo en Inteligencia lingüístico verbal e Inteligencia matemática,
mostraban en cambio, como puntos fuertes la Inteligencia Corporal-Kinestésica, la Inteligencia
Musical y la Inteligencia Naturalista, y que los niños tenían una propensión hacia el aprendizaje y
a la resolución de problemas de manera particular en función de sus inteligencias específicas.
Como dice Thomas Armstrong, en su libro Inteligencias múltiples: cómo descubrirlas y estimularlas
en sus hijos, "sólo en la medida en la que se les enseñe a los niños en la forma en la que mejor
aprenden y por la vía de procesamiento que tienen más desarrollada y potenciada, aprovechando
sus talentos naturales, será más provechoso el aprendizaje, mayor rendimiento se sacará a su
atención y motivación y menor esfuerzo supondrá el aprendizaje.