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CAPÍTULO III

LA VIDA Y SUS IDEALES


La fuente más abundante y angustiosa de problernaticidad para
el hombre es su propia vida. Es natural que se pregunte por el
mundo que lo rodea, porque depende de él y lo necesita. Pero 10
verdaderamente importante es el hombre mismo. De nada le
serviría conocer todas las cosas y dominarlas, si la vida se le escapa
como un poder extraño y sin sentido.
La esencia eJela vida es siempre vivir más. Es avanzar sobre
panoramas inexplorados hacia horizontes nuevos sin detenerse
nunca. y ahí está el peligro: antes de preguntarse acerca de la
vida, ésta es ya una realidad en cada uno. Se puede vivir sin
saber para qué. Como en los palacios de la corte, en el mundo
muchos entran y salen sin saber por qué van ni por qué
vienen 1.
No basta, pues, estar en clmundo ni realizar tareas más o
menos importantes fuera de nosotros mismos. El hombre es la
única tarea o. por lo menos, la más importante. Todo lo demás
adquiere sentido y plenitud en la medida en que sirva a la
realización humana. Y, sin embargo, el hombre no se realiza
sino en función de algo. Eso es lo extraño de la vida. Ni las
cosas ni los animales pueden preguntarse por qué están en el

Son entrantes y salientes


sin que sepan ellos mismos
por qué van ni por qué vienen.
,111/0" es más labcrmto (IV. p. :\02).
I()I LA VIDA Y SUS IDEAl.ES LA VIDA Y SUS IDEALES l05

1IlIIIlClo, El hombre tiene que encontrar el sentido de su propia e insulicicntc. La reSpllCSLa del que busca la verdad son siempre
ex isrcucia. IlIlCVOSinterrogames quc no permiten el descanso.
Si más allá de todas las realizaciones y metas particulares 110 Sor Juana Inés nunca intentó imponer a otros sus caminos ~.
hay un ideal y un proyecto que sirva de marco a todas ellas, la vida Sabía que cada uno tiene el suyo inscrito en las propias
se dispersa y pierde intensidad. Las cosas llaman en mil direcciones inclinaciones y cualidades), es necesario rcspetarlo. Pero la decisión
y el hombre que se deja llevar por su llamada se sentirá con v fortaleza con que supo ser fiel a sí misma es la mejor lección que
frecuencia dividido y lleno de provisionalidad. No se sabe si lo podía dejar. No basta, pues, leer sus obras para saber lo que ella
que hoy realiza con tanta ilusión tendrá que abandonarlo mañana pensaba de la vida y sus ideales. El testimonio de su propia vida es
a cambio de otros deseos y otras necesidades. más elocuente que todo lo que podía escribir.
Síntesis y compendio misterioso de realidades y energías
dispersas por el mundo, el hombre está llamado a la unidad. Nadie
realizará por él esta tarea. Así, pues, la primera condición para 1.- La vida auténtica
una vida auténtica es un ideal que unifique las fuerzas y los deseos.
Pero no basta cualquier icleal. Se trata de realizar todas las Parte sor Juana de una distinción fundamental para entender
posibilidades y de poner en tensión las energías acumuladas por el sentido de la vida del hombre. Contrapone vivir auténticamente
la naturaleza en el ser humano. Podría quedarse el hombre a medio al simple durar :'. El hombre puede estar en el mundo y dejarse
camino. La felicidad exige plenitud y no se contenta con llevar por las ocupaciones y los deseos, olvidándose de sí mismo;
realizaciones a medias. y puede vivir con plenitud, lrascendiendo el momento presente y
Una vez que el ideal ha ido adquiriendo fisonomía propia y se adelantándose al porvenir. En otras palabras, la vida humana
levanta en el horizonte como una invitación, queda la tarea de puede convertirse en una pura duración temporal, que es la medida
elegir los caminos que conducen a él. También aquí se exige de las cosas y su única dimensión.
autenticidad, porque no se pueden seguir los caminos que a otros La simple distinción de estos dos modos de existencia lleva
sirvieron, pero que no son los nuestros. consigo ya un sentido de normatividad )' una indicación de lo que
Es precisamente esta autenticidad lo que más sorprende al debe ser la tarea del hombre. No puede contentarse con ser una
asomarse a la vida de sorJuana. Se formó muy pronto su propio cosa más, renunciando a sus mejores capacidades. Debe tomar las
ideal: quería por encima de todo estudiar y saber. Buscó los riendas de su vida, dirigiéndola a los ideales que le darán la
caminos que la llevarían a esa meta y los recorrió sin titubeos. plenitud y la felicidad a que está llamado. Renunciar a esta tarea
No fue fácil. Primero, la superficialidad de la corte y después es renunciar a sí mismo.
los consejos de los que en· nombre del amor y del interés que Sin embargo, sor Juana no se queda en la simple distinción
sentían por ella para que abandonara esos caminos, hubieran entre durar y vivir. Va mucho más allá al señalar las características
quebrantado la firmeza de quien no viera tan claro como ella
cuál era su destino.
2 "Yo no estudio por escribir, ni menos para enseñar, sino sólo por ver
Pero si las envidias y los consejos no lograron hacerla cambiar, si COll estudiar ignoro menos".
algo dejaron a su paso. Fue la parte de angustia y desamparo con Respuesta (1\" p.U'I).
que tiene que contar lodo ser humano. Quien busca las cosas de :¡ Vivid)' vivid discreto
que es sólo vivir Ielicc:
este mundo, encuentra siempre una respuesta, aunque sea limitada
que dura y no vive quien
no sabe apreciar que vive,
[\Olll(.I1ICe al "t1irn'y marqués de la L.ogu1la (T, p. 46).
IO() LA VIDA Y SUS IDEALES LA VIDA Y SUS IDEALES 107

de esos dos moclos de existir para el hombre, indicando los ideales libertad. Si recorta ese horizonte y busca la felicidad en otros
a los que debe aspirar si quiere conseguir la autenticidad y la niveles, esto sigllificará que se limita a sí mismo y renuncia a su
plenitud. Traza así los rasgos fundamentales de un cxistcncialisrno dignidad. Se le ha dado un tesoro y no sabe que lo tiene.
cristiano, adelantándose a los existencialistas modernos. Desde Apreciar la vida es darse cuenta de que es un modo de
luego que para ella el hombre no será un absurdo. Será un ser existencia por encima de todas las cosas. Es, paralelamente,
libre y titubeante, angustiado con frecuencia y arrepentido, pero aceptar la responsabilidad de llevar a su plenitud esas
con la posibilidad de encontrar e! camino verdadero y la respuesta posibilidades. Pero es más fácil dejarse llevar y descender, que
de sus deseos más profundos. asumir el esfuerzo de elevarse y subir. El hombre tiene el triste
En primer lugar, vivir auténticamente significa saber apreciar privilegio de convertirse en una cosa más en el mundo.
lo que se tiene 4; y lo que e! hombre tiene entre sus manos es una Sor Juana ve esa dimensión del hombre disminuida y _hasta
vida llena de posibilidades, que lo ponen en contacto con valores anulada en la renuncia a una vida verdaderamente racional ". Los
superiores y, en última instancia, con Dios. Ni las cosas tienen valores superiores suponen siempre esfuerzo y no tienen la
estas posibilidades, ni son conscientes de su propia existencia. inmediatez y la fascinación de los bienes materiales y de los placeres
A cada ser corresponde un modo de perfección propio. Sor de los sentidos. Por eso es fácil renunciar él ellos y contentarse con
Juana Inés se hace eco aquí de las conclusiones de la filosofía esa alegría superficial que significa gozar de la vida. Pero, como la
griega, para la que la naturaleza de los seres lleva diseñada en su misma sor J uana advierte, quien elige esa opción ni siquiera llega
forma, como posibilidad todavía, la realidad que un día llegará a a disfrutar de los mismos valores de la vida sensible. En efecto,
ser mediante su actividad. Pero, si todas las cosas buscan su cuanclo los bienes materiales sirven de base y apoyo para otros
perfección, sólo el hombre es consciente de la plenitud que va valores más elevados, adquieren un sentido nuevo y una estabili-
adquiriendo a través de sus actos, por lo que sólo él puede dad que no tienen si se buscan aisladamente. Lo humano añade
conseguir la felicidad. algo, aun en el placer, a lo puramente biológico.
Así, pues, la idea que se tenga de perfección y felicidad depende Otra característica de la vida auténtica es saber vivir en la
del concepto que se tenga de la naturaleza humana. Para sor Juana realidad y no dejarse llevar por la imaginación (l. La imaginación
Inés ya hemos visto que el hombre es el compendio de toda la es una fuente de inautenticidad tanto más peligrosa, cuanto más
creación y el portento mayor que en ella podemos encontrar. superficial e insatisfecha es la vida de una persona. Porque, o bien
Puede, por consiguiente, llegar a incorporar a través del
conocimiento la perfección de todas las cosas y, apoyándose en
" Quien vive por vivir sólo
ellas, puede llegar a conocer al mismo Dios, que es la causa primera sin buscar más altos fines,
de todo lo que existe. cle lo viviente se precia,
Ser auténticos significará, pues, vivir en este horizonte infinito. de lo racional se exime.
Ibid. (1, p. 46).
Sin embargo, no basta tener estas posibilidades. Es preciso ponerlas
li Quien para ser viejo espera
en tensión y realizarlas, y esto depende de! mismo hombre y de su que los anos se deslicen,
no conserva lo que tiene
ni lo que cspera consigue.
Si no sabe lo que tiene Con lo cual casi a no ser
ni goza lo que recibe, viene elnceio a reducirse:
en vano blasona el jaspe pues ni b vejez le llega,
el don de lo incorruptible ni lajuventud le asiste.
lbid. (1, p. '[6). ¡bid. (1. l' 'leí).
108 LA VIDA Y SUS IDE¡\LES LA VIDA Y SUS IDEALES 109

se convierte en un refugio contra los fracasos y las limitaciones de Distingue, pues, sor J llana un tiempo biológico, que consiste
cada día, o bien lleva a pensar en un tiempo mejor en que todo en la duración y medida de los procesos naturales por los que el
tendrá remedio. "Diuturna enfermedad de la esperanza". La hombre participa del movimiento del mundo, y un tiempo
esperanza puede ser una huida de la realidad y así el hombre no psicológico, correspondiente a las actividades interiores. Es claro
sabe enfrentarse con la propia vida. . que nadie puede cambiar e! movimiento de los astros ni modificar
Sor Juana llega a decir que quien vive así se reduce a casi no ser. su medida. En cambio, sí se pueden acelerar los procesos
Es otro modo de destruirse y de renunciar a la plenitud. Ni lo irreal biológicos sacándolos de su dimensión cosmológica para
perfecciona al hombre, ni llegará nunca ese tiempo que siempre se acomodarlos a las necesidades humanas. Sor Juana conoce esta
va retrasando más. Lo que perfecciona son las cosas reales que en posibilidad y la aplica a la vida del hombre en su dimensión
cada momento se pueden conseguir, "El verdadero porvenir es hoy, psicológica. El tiempo aquí es la sucesión de vivencias v no
decía Unamuno. ¿Qué será de nosotros mañana? ¡No hay mañana' corresponde necesariamente a la medida de los años, Se pueden
¿Qué es de nosotros hoy, ahora? Esa es la única cuestión';7 hacer" otoño los abriles".
El porvenir es impredecible; está lleno de sorpresas. Nadie es Así, pues, vivir auténticamentc es vivir con intensidad, llenando
dueño de él. Esperar que el tiempo futuro va a ofrecer nuevas el vacío interior con valores que serán un punto de referencia para
posibilidades es una manera de soñar. La vida será lo que hasta cuando la memoria recorra los caminos del recuerdo. Un día apara
ahora ha sido, si nosotros mismos no la cambiamos. En todo caso, ella puede ser un largo camino lleno de vivencias en las que se va
el porvenir no nos pertenece. deteniendo, y un ario puede representar un vacío que se recorre
Sin embargo, hay un modo de predecir el futuro v de de un salto, porque nada ha quedado digno de señalarse en esa
adelantarse de alguna manera a él. Consiste, dice sor Juan~, en geografía interior. Durar no es lo mismo que uiuir:
aprovechar el momento presente con toda plenitud. En él está el Se puede ver el abismo que separa las conclusiones de sor Juana
pasado con las conquistas que se han hecho y está también la línea y las de los modernos existcncialistas. Quizás la única coincidencia
que en adelante se ha de seguir. Quien vive con plenitud ese sea el punto de partida con la distinción entre durar y vivir. No
momento, "lo pretérito contempla y lo futuro predice't". En esto hace falta esforzarse mucho para ver la correspondencia con la
precisamente se distingue la vida humana de la vida animal. El distinción de ser y existir, que es el núcleo alrededor del cual gira
animal empieza siempre en el mismo punto de partida. El hom- toda la filosofía existencialista. Pero a partir de ahí, los caminos se
bre, en cambio, continúa el esfuerzo, avanzando siempre. Es verdad separan.
que el verdadero porvenir es hoy. Por último, es interesante observar que todos estos
Con esto se indica ya e! tercer modo de plenitud y autenticidad pensamientos acerca de la existencia auténtica se encuentran en
en la vida. Consiste en superar la dimensión de simple duración un romance en el que sor Juana saluda por escrito al marqués de
para introducirse en un mundo en el que no existe la medida de! la Laguna, ya que no había podido verlo en una visita al convento
tiempo. En otras palabras, el que vive de verdad está por encima del para asistir a vísperas. Se trataba de un asunto sin mayor
tiempo y puede adelantar los frutos que otros tienen que esperar <) importancia. Sin embargo, sor Juana se eleva a consideraciones

honran anos juveniles.


El agricultor discreto
7 Vida dI' Don Quijote y Sancho (Madrid. 19(1), p. 12.
no espera que [1'11CI ifiquc
8 Romances (l. pp. 47-4R).
el tiempo: porquc la indusnia
') No en lo diuturno del tic lllp o
hace 010110 los abriles.
la larga vida conxiste:
¡bid. (1, plli).
tal vcz las canas del seso
110 LA VIDA Y SUS IDEALES 1.:\ \'lD}\ Y S S lDEALES llJ

que desbordan con mucho el 11l01llClItO y las circunstancias, mejor en una determinada circunstancia. Es claro que la voluntad
haciéndose eco de las preocupaciones que llenaban su propia vida. elige lo que la inteligencia le presenta COIllO lo más conveniente,
Ese es el privilegio de los genios: llegar al fondo de las cosas y de pero en último término esto depende de ella ruisma, ya que el
los problemas, cuando los demás se pierden en la superficie. entendimiento continuaría indefinidamente buscando y
conociendo nuevos aspectos de las cosas. Por eso decía santo Tomás
que la sede de la libertad es la voluntad, aunque su raíz sea la
2.- Libertad y liberación inteligencia 10
Pero se puede decir, como hace sor Juana, que la libertad es el
La idea de la vida que se eleva por encima del tiempo y de las atributo de la persona a través de la razón 11. Puede el hombre ser
leyes que rigen el mundo de las cosas materiales supone el concepto arrastrado por fuerzas extrañas, pero, si la razón permanece al
de libertad, no sólo como una posibilidad que está latente en la margen de esas fuerzas, siempre será posible la liberación. Y de ahí
misma estructura del hombre, sino también como un hecho. Nadie precisamente, de la razón, proviene la posibilidad de cambio en la
podría disponer de su vida si estuviera sometido a las leyes de la vida. Lo que hoy puede parccerle conveniente, cambiadas las
naturaleza rígida, como lo están las cosas y la vida de los animales. condiciones del conocimiento, puede aparecer como algo rechazable.
Así, pues,. hay una estrecha correspondencia entre vida auténtica Por eso el destino humano no se juega en un solo acto, sino en e!
y libertad, Si e! hombre es dueño de su destino y puede crear conjunto de una historia que va de! nacimiento a la muerte.
libremente el proyecto de su vida, también puede dejarse llevar Así, pues, e! hombre entra en e! reino de la libertad en la medida
por los demás o por los objetos que lo rodean, renunciando a ser en que emerge de las oscuras fuerzas del universo y se abre al reino
centro de decisión para convertirse en un objeto más dentro del del espíritu. Pero no es tan fácil liberarse de! determinismo de la
juego de las relaciones del mundo. Durar, diría sor Juana, es naturaleza. Lo lleva el hombre consigo en su cuerpo, por lo que la
precisamente eso: renunciar a la libertad. Por el contrario, vivir es libertad está siempre amenazada y no es un don que se recibe de
asumir la responsabilidad de llevar a cabo las posibilidades del una vez para siempre. Es más bien una conquista que se consigue en
ser humano más allá de la pasividad o la renuncia. la medida en que se vaya adquiriendo dominio sobre las fuerzas que
Sor Juana conoce cuál es el lugar de la libertad dentro de la arrastran al hombre hacia el determinismo del que ha surgido.
estructura humana y cuál es su sentido. Sabe que es el camino Sor Juana Inés resume esta lucha en la oposición entre la pasión
para llegar a la perfección y a la felicidad. Colocada ahí, entre la y la razón. La pasión es la voz de los instintos y de la materia; la
naturaleza racional y la felicidad, no se le escapa como algo razón es la invitación al mundo del espíritu. En las victorias o en
abrumador que aplasta con su poder al pobre ser humano. Por el las derrotas de esa lucha se irá descubriendo ese ser vacilante que
contrario, es algo que está a-su servicio y constituye su gloria y su
grandeza.
10 De ventate, 24, 2.
La libertad está inscrita en lo más profundo de la naturaleza 11 Dice, hablando del amor que se posesiona violentameute de la perso-
humana. Dentro de ella, sor Juana insiste con frecuencia en ver al na:
entendimiento como la facultad más libre y SOIXT<llla,condicionada Que aUllCJue dc vencer capaz
únicamente por la verdad. "Potencia libre que asiente y disientc es la pllllla de tu arpón
cl m.is duro corazón,
necesario a lo c¡ucjuzga ser o no ser verdad", dice ella haciéndose ¿qué importa el tiro violento,
cco de la doci rina del estoicismo. Sin embargo, ];1 libertad no si a pcsar del vcucimicuto
consiste sólo ClI conocer, sino en elegir aquello que se considera queda viva la razón:
Décimas (1.p. ~:l·I).
112 LI\ VIDA Y SUS IDEALES LA VIDA Y SUS IDEALES 113

es el hombre, con sus claridades, pero también COI1 sus sombras, humana. El hombre, por la imperfección de su conocimiento
COIl sus éxitos y sus posibilidades de fracaso. "Fábrica portentosa discursivo, 110 es capaz de oua cosa.
/ que cuanto más altiva al ciclo toca, / sella el polvo la boca" ... Ella misma insistió en ese conocimiento, reconociendo la im-
Por consiguiente, una vez que se ha afirmado la existencia de posibilidad de la intuición en el hombre. Ni las cosas, ni el mismo
la libertad, será preciso tener en cuenta sus múltiples hombre, ni Dios se nos presentan en su totalidad en el acto de
condicionamientos. Así como el hombre es un compendio de toda conocimiento. Es preciso ir descubriéndolos en actos parciales a
la creación, así también es un conjunto de fuerzas que luchan entre través del esfuerzo del raciocinio. De ahí la posibilidad del error,
sí, intentando sobreponerse y adquirir dominio unas sobre otras. lo mismo en el conocimiento que en la elección.
Hasta los astros influyen en el hombre, pudiendo "inclinarlo", Un aspecto importante de la libertad es la liberación. Si el hombre
aunque no forzarlo, dice sor Juana. tiene la posibilidad de romper ataduras y determinismos, tiene
Otra limitación de la libertad son las inclinaciones que se también el triste privilegio de crear sus propias cadenas 14, y ha
heredan junto con la naturaleza. Sor Juana descubre en sí misma usado con mucha frecuencia este privilegio. La historia está llena de
la inclinación al estudio, contra la que no puede luchar por más esas cadenas en las múltiples formas de esclavitud que los hombres
que lo intente 12. Estas inclinaciones naturales van encauzando la se han impuesto unos a otros. Sor Juana Inés contempla con tristeza
actividad humana ya desde el principio hacia los distintos objetos. el panorama de la sociedad en que vivía y entona cantos de liberación
¿Dónde termina la naturaleza y empieza la libertad? Nadie podría para todos los oprimidos. Can la con entusiasmo a san Pedro Nolasco,
señalar los límites exactos. el "quebrantador de prisiones", y lo propone como modelo del
También los hábitos, los buenos y los malos, limitan y hasta cristiano que quiera participar en esta tarea de liberación 1".
pueden llegar a destruir la libertad n, La energía acumulada en Pero ella sabe que hay una esclavitud peOl~formada por la cadena
ellos llega a hacerse autónoma y arrastra a la persona sin que a de los vicios y la ignorancia. Son las cadenas que uno mismo se va
veces pueda resistir. No desaparece, sin embargo, la creando. Es así como se va estrechando el horizonte y se va
responsabilidad, pues se renunció a la libertad libremente. adquiriendo esa mecanización del vicio que está muy cerca del
Finalmente, una limitación más importante, aunque por otro determinismo de la naturaleza. También aquí es preciso romper las
motivo muy distinto, está en la felicidad a la que el hombre aspira. cadenas y llegar a liberarse de sí mismo. Es la condición para poder
No puede renunciar a ella, como no puede renunciar al bien ya la liberar a los demás 16.
verdad. Se trata de elegir el bien, aquello que perfecciona y
14 Para el alma no hay encierro
complementa. SorJuana habla de una libertad para elegir el bien
ni prisiones que la impidan,
o el mal; pero esa capacidad es una limitación de la libertad porque sólo la aprisionan
las que se forma ella misma.
Romance a la condesa de Cáloez (1, p. 121).
1:') .olasco digo, el "aliente,
12 "Bien se deja en esto conocer cuál es la fuerza de mi inclinación. el de la vida penosa.
Bendito sea Dios que quiso fuese hacia las letras, )' no hacia 01'1'0 vicio, quebrantador de prisiones,
que fuera en mí casi insuperable". dcspoblador de mazmorras.
Res/mes/a (IV, p. 152). Vil/onócos a .1011 Pedro Nolasco (II, p. 3G).
1,'" La virtud y la costumbre 1 (j El que por ir más ligero
en el corazón pelean; sin la carga de los vicios,
y el corazón agon iza no sólo de bienes. pero
en tanto que lidian ellas. se de<cargó de sí mismo.
Romances (1, p. J(j8). Ibid .. p. 32.
11-1 LA VIDA Y SUS TDEALES L\ vu», Y SUS IDEAl.ES JJ5

Sor Juana se hace eco de 1;1 esclavitud de los negros y recoge empezar para llegar a la meta. La vida humana es eso:
sus lamentos el! su propio lenguaje. Oyen los cantos de liberación, caminar y buscar.
pero nadie se preocupa de su libertad: seguirán en la esclavitud -::En qué consiste la felicidad- ¿CÓIllO ellcolltrarla? Cada época
de sus trabajos 1,. Grito desgarrador, que continúa resonando tiene sus propios ideales)' su concepto de felicidad. Sobre todo, lo
hasta el día de hoy. "¡Somos gente! i'Icnemos los mismos derechos, tiene cada persona. Bienes materiales, placer, fama, poder, virtud,
aunque nos traten como a caballos!". ciencia, .. son los distintos nombres con los que se va sustituyendo
Otra esclavitud que sublevaba a sor Juana era la de la mujer. ese otro de felicidad, tan vaporoso y vacío. El hombre no puede
Nunca podrá entender por qué se le prohibía el acceso al saber, contentarse con ideales abstractos; necesita algo bien delimitado
él la poesía, a la enseñanza o a la crítica del pensamiento de los y concreto que pueda tocar con las manos.
demás. (l)or qué habría de haber dos normas de moral distintas, :Qué idea se forjó sor Juana de la felicidad? Es fácil ver en su
una para el hombre)' otra para la mujer? ¿En qué libro estaba vida el afán de subir:' elevarse por encima de las cosas de este mundo.
escrito eso? No en el de la naturaleza, y éste es el único que Con frecuencia se la puede sorprender contemplando desde las
vale ia cumbres el espectáculo de la vida. Lo mismo el! el conocimiento que
El filósofo, como decía Platón, una vez que se libera a sí mismo en el amor; aspiraba siempre a llegar a la cumbre, aunque tuviera
por el saber, trata de liberar a los demás. que volver una y otra vez a empezar el camino desde abajo.
Para volar, no solamente son inútiles las cosas de este mundo;
significan una carga de la que hay que desprenderse. Al fin, todo
3.- Los alimentos terrestres ha de quedar aquí. Miradas así las cosas, no tiene sentido pasarse
la vida haciendo más pesado el equipaje, que, llegada la tormenta,
El hombre aspira a la felicidad. Busca una plenitud que es preciso arrojar fuera dc la nave \\/.
no encuentra por ninguna parte. Las cosas de este mundo Sin embargo, 110 podemos imaginar a sor Juana en las nubes
muestran pronto una radical insuficiencia frente a los deseos; del ciclo, lejos de este inundo. Una cosa es Sallar y otra muy
sin embargo, son el único camino por el que se puede dist irua, vivir. Se pueden tener grandes y hermosos ideales; pero
los caminos de la vida pasan por entre las cosas de este mundo.
17 Ellos dicen que redimen, Sor .Juana supo lo que era el halago y el esplendor de la corte;
Cosa parece encantada, sintió aletear a su alrededor los elogios de la fama. Conoció la
que yo en el obraje vivo
y los Padres no me sacan ....
relativa abundancia que le permitía en su tiempo el voto de pobreza
Sólo sacan a españoles. en medio de los regalos que le llegaban de todas partes. Pero ella
¡Gran Diosl, mira la trampa, aspiraba a otras cosas.
que, aunque negros, gente somos,
aunque nos llamen caballos.
Ibid .. p. 40. (Traducción de Ezequicl A. Chaves). le)
Que para volar segura
Ii' Sorjuaua pone en boca de la Sinagoga, refiriéndose a la gentilidad. de la religión la nave.
estas palabras: ha de ser la carg'l poca
y sólo en ésta conformes y lllUy crecido el vckuucn.
estamos, pues observamos Pues, ~de qué cargar sirviera
aquel precepto que impone de riquezas temporales,
de que uno ~ otro 110 le haga ~i en llcgando la tormenta
lo qne (1 para sí no abone. era preciso alijarsc?
El Divino Narciso (llI, p. 2,1). Romances (1, J 0'\),
II () 1.1\ VlDA y SUS IDEAU:S LA VIDA Y SUS IDEALES 117

Es UIl poco la historia de todos los hombres. 1'\ adie puede vivir 110 permite que nadie sobresalga, porque eso sería una muda
de ideales únicamente: se necesitan los bienes de este inundo para condenación de su mediocridad. De ahí que procure por todos los
vivir. Pero he aquí que llega la tormenta y no hay más remedio medios hacer volver al camino de siempre a los que tienen la osadía
que aligerar la nave. Todo aquello que parecía tan necesario es de emprender caminos nuevos.
ahora una carga demasiado pesada. Es el momento en que de ¡Qué lejos están estos horizontes de toda una civilización ma-
nada sirve el oro o la plata, los aplausos o la fama. Es otra la terialista y sensible, que envuelve al hombre actual por todas partes!
moneda que ahora cuenta. Hasta se ha inventado una ascética para el hombre que quiera ser
La diferencia está en que para unos la tormenta es la muerte y feliz contentándose con "los alimentos terrestres". Es la ascética
ya no les quedará tiempo para cambiar su dinero. "Consumieron de la disponibilidad, que consiste, según Gide, en estar preparados
la vida en vanidades", diría sor Juana. Otros, en cambio, serán para recibir nuevas sensaciones manteniendo la sensibilidad
más precavidos y no se dejarán sorprender. Son los que prefieren siempre despierta.
"consumir las vanidades de la vida" y luchar ya desde ahora por La sensibilidad se embota y pierde agudeza frente a sus objetos,
conseguir valores que nada ni nadie les podrá quitar. como observaba ya sor Juana Inés ~:'. Necesitará estímulos cada
Hay que reconocer, sin embargo, que este lenguaje es muy vez más fuertes para poder responder, y llegará el momento en
difícil de entender. El hombre quiere ser feliz ya desde ahora, y que apenas haya respuesta. Es lo contrario él lo que sucede con las
para eso necesita de los bienes que tiene a mano. cEn nombre de facultades espirituales: cuanto más se ejercitan, más fuerza
qué se le podrá convencer de que renuncie a ellos- Únicamente en adquieren y mejor preparadas se encuentran para profundizar en
nombre de otros bienes mejores, pero éstos los siente demasiado sus objetos.
lejanos para entusiasmarse por ellos. Pero hay que reconocer la poca fuerza que tienen las palabras
Sor Juana confiesa que las riquezas de este mundo en el estado y las verdades abstractas. Mil de esas verdades no valen más que
de vida que ella profesaba sólo servían para despreciarse'". Nada la alegría de las cosas coloreadas de sus atractivos o el temor de
tiene, pues, de extraño que se dedicara a otras riquezas y tratara de una privación inmediata. Por otra parte, no siempre la vida de
acumularías, aun luchando contra el mundo entero. En ellas encontró los que han optado por este mundo habrá que imaginaria llena
la alegría y la felicidad que otros buscan por caminos muy distintos?' . de amargura y derrotas. Consiguieron quizá lo que esperaban y
Distinguirse así de los demás, elevándose por encima de ellos, no hay por qué poner en duda su testimonio. "He tenido bastante
no podía acarrearle más que envidias y persecuciones 22. La masa en esta tierra, escribió André Gide. Se establece cierto equilibrio
dichoso y se llega al término del festín sin desear mucho que se
20 De más que en el estado
prolongue todavía. Otros esperan el puesto: es su turno'<".
que Dios fue servido dairue, Pero tampoco hay que dudar de las palabras de sor juana. Si
sus riquezas solamente dice que encontró mayor felicidad en las riquezas del
sirven para despreciarse.
lbicl. (1, p. ¡03).
21 Yo no estimo tesoros ni riquezas;
)' así, siempre lile causa más contento ... Mas cansados
poner riquezas en mi pensamiento del deleite también (que también cansa
que no mi pcns.unicnio en las riquezas objeto continuado a los sentidos
Soneios (1, p. 277). aun siendo deleitoso).
~:l Porque el exceder a roclos Primero SlIeilo. versos 156-159.
es delito irremisible .. Cit. por Charles MocUcr, Literotura "ti siglo XX y Cristianismo, 1.. J (Ma-
El que a todos aventaja drid. 19(0). p. iso.
113 LA VIDA Y SUS lDI0\LES L\ \"IDA Y SUS Il).EALES 119

entcuclimicnro, es porquc le preocupaba más el ser que el poseer. Pero se uata precisamente de ser otra cosa, de conseguir una
Las cosas exteriores nada añaden a la persona. Conocer, en cambio, mayor perfección. Y es que el yo con e! cual hay que coincidir
es crecer, asimilando las perfecciones de los objetos, como decía está hecho de aspiraciones y deseos de tal manera profundos,
Aristóteles. que forman un ser más real que la realidad misma del hombre.
Sin embargo, poner la felicidad en el conocimiento pudiera Pero se había pensado demasiado en el término y se había
parecer extraño. La insistencia de sor Juana no es solamente eco estudiado el ideal hacia el cual todo hombre dirige las flechas de
de las enseñanzas aristotélicas: refleja también la doctrina estoica sus deseos, como decía Aristóteles al comienzo de su Ética a
y hermética. Según el estoicismo griego, la felicidad consiste en Nicórnaco 2;. Tuvieron que pasar mucho siglos para que se fijara
conocer y adaptarse a la armonía del universo; la contemplación la atención más detenidamente en el pobre caminante, fatigado y
culmina en la unión mística con el Logos. Por el alma, la centella sudoroso, y en las fallas casi continuas de sus aspiraciones y
ígnea, el hombre participa de ese Logos y está llamado a la unión conquistas.
con él. Para lograr esa unión hay que entrar en el reino de la Sor J Llana Inés está convencida de que la salvación consiste en
belleza perfecta, más allá de todo lo sensible. Por otra parte, el el conocimiento y, en última instancia, en el conocimiento de Dios.
tema central del hermetismo era la salvación que se consigue por Pero, una vez señalada la meta, quedaba el duro caminar de cada
medio del conocimiento de Dios. día. Ningún conocimiento cumplía totalmente la promesa; la meta
También aquí nos encontramos con uno de esos frecuentes casos se alejaba indefinidamente. Al final, parece precipitarse en el
de ambigüedad y doble sentido en las palabras de sor Juana. En abismo, "deletreando las glorias entre los caracteres del estrago".
lenguaje cristiano, la felicidad del hombre consiste en conocer y Queda para otros el cantar la alegría y la seguridacl de las
amar a Dios. Pero el Dios de los cristianos no es el lagos griego, ni últimas etapas. Las cantaron los místicos. Los cantos de sor
el alto Ser, ni la armonía del universo. Ni el alma es esa centella Juana se refieren al duro caminar entre las cosas humildes de
que se perderá en el fuego del que ha brotado. este mundo, cuando la cumbre está todavía lejana. Es curioso
Por otra parte, sus titubeos o su claro platonismo al hablar de observar cómo cuando se refiere a los demás llena sus vidas de
las relaciones de! alma y clel cuerpo, necesariamente tenían que perfección y alegrías; en cambio, cuando sor Juana se refiere a
inJJuir en su concepción de la felicidad y de la perfección del sí misma, no descubre más que defectos e insaLisfacciones 2(;.
hombre. La perfección consistirá en liberarse de la oscuridad de La explicación quizás hay que buscarla en la diferencia con
la materia)' elevarse a las regiones de la belleza y de la verdad. El que ve a los otros y se mira a sí misma. A los demás los ve a
ingenio, decía sor Juana, es como el fuego; se muestra más claro, través de los ojos del amor, y el amor es creador. Ella se
cuanto más consume la materia. contempla despiadadarnente y hasta con odio por las veces
que se detuvo en el camino, atándose a lo que no merece más
que desprecio.
4.- Entre la angustia y la esperanza La felicidad en este mundo no es más que una ficción. Finjamos,
pues, que soy feliz, exclama, aunque sea por un momento. Si es
El hombre está hecho para la felicidad y la busca por todos los
caminos. Nunca dará por terminada en este mundo la tarea. ~;-) l~ti(a a ;"\'/CÓIJ!O(O, 1. l.
2(; señora. conciertos.
:,\ 1l1í.
Siempre sentirá el llamamiento de un más allá, cuando creía que
cuando yo en toda mi vida
alcanzaba la meta de sus aspiraciones. ESLél es su paradoja. Se le no he hecho cosa quc merezca
pide qne coincida consigo mismo, porque ahí está su autenticidad. souarmc bicn a mí misma'
ROl/fUMeS (l. ¡di 1).
120 LA VIDA Y SUS !l)EALES L-\ VIDA Y SUS IDEALES 121

verdad que todos los males estriban en el conocimiento, como Es preciso, pues, centrarse en el momento presente. Cada día
tantas veces se repetía a su alrededor, no es tan difícil renunciar él tiene sus preocupaciones y problemas; tiene también sus alegrías.
él para sentirse dichosa ~7. Pero nada se gana con eso. La verdad La esperanza mantiene el equilibrio "entre los bienes y los daños";
es que la insatisfacción forma parte de la vida misma, y así hay pero eso no hace más que prolongar la muerte 30 Nadie puede
que aceptarla. vivir sólo de esperanzas. La vida será un continuo pasar de los
Queda entonces la esperanza. Frente a los desengaños del bienes a los daños o de los daños a los bienes.
presente, siempre cabe imaginar un futuro más feliz. Este será el Ese es el hombre en su paso por el mundo. Está conclenado a
camino de los que creen que las cosas encierran un último secreto caminar, a ser libre. Sor Juana llega a ese fondo de angustia y cle
de felicidad y siguen incansables la búsqueda a pesar de las misterio que es la característica de la vicia auténtica. Ve en la es-
decepciones que encuentran a su paso. iloca esperanza, inútil y peranza un macla de salir de esa angustia: siempre será posible
vacía! Allá los que crean en ella y no aprendan la lección de sus un mañana mejor. Pero ese mañana nunca llega. La esperanza
fracasos. Sor Juana no formará parte de ese ejército de los que se no es más que un sueño; está vacía "01.
engañan a sí mismos, creyendo ver las cosas del color de sus deseos. Y, sin embargo, no se puede vivir sin esperanza. Una y otra vez
Ella sabe lo que puede dar el mundo, y no será mucho más cle lo aparece en los poemas de sor J llana Inés el tema de la ausencia.
. 28
que ve y toca ahora, aunque los otros crean lo contrario . "Óyeme con los ojos, ya que están tan distantes los oídos" ... Pero
Los griegos se preguntaban ya si es buena o mala la esperanza. algún día se realizará el encuentro y el alma se llenará de gozo y
Es buena, respondían, porque da perspectiva y sentido a la vida. alegría :-12. N o se puede vivir en el vacío.
Pero es mala, porque nos hace soñar y nos engaña con sus fantasías. ¿Cuándo se dará ese encuentro? La fe le hablaba de un
Sor Juana pensaba que la plenitud de la vicia consistía en encuentro más allá de las cosas o de las personas amadas. Pero la
adelantarse al tiempo; se pueden, decía, convertir los abriles en fe está ausente en los cantos de amor y en Primero Sueño, Más allá
otoños. Pero también es verdad que el mal crece con anticiparlo, de la búsqueda no hay nada: ni en el cielo de los astros, ni en la
pues hace sub-ir antes de que llegue20. tierra. En el cielo no se ve más que la "maquinosa pesadumbre"

:lO Diuturna enfermedad de la esperanza,


27 Finjamos que soy feliz,
que así entretienes mis cansados aúos
triste pensamiento un rato,
quizás podréis persuadirme,
y en el fiel de los bienes y los daños
tienes en equilibrio la balanza.
aunque yo sé lo contrario.
Sonetos (1, p.280).
Romances (1, p.5).
2R Sigan tu sombra en busca de tu día Verde embeleso de la vida humana
los que con verdes vidrios por anteojos loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado.
todo lo ven pintado a su deseo;
que yo, más cuerda con la fortuna mía, como de sueños, de tesoros vana.
tengo en entrambas manos ambos ojos Ibid. (I, p. 280).
¿Cuándo 111 voz sonora
y solamente lo que toco veo.
herirá mis oídos, delicada,
Sonetos (1, p. 281).
2') Especular las desd ichas
y el alma que te adora,
de inundación de gozos anegada,
y examinar los presagios
a rccibirte con amante prisa
sólo sirve de que el mal
saldrá a los ojos desatada en risa?
crezca COII anticiparlo.
Liras (1. pp. 314-::;15).
Romances (1, p. 7).
LA VIDA Y SUS lDEi\LES L\ VIDA Y SUS lDEALES

que aplasta al enteudnuicnto y lo precipita al abismo. Enla tierra, l-rcnte a la vida y al mundo caben dos actitudes opuestas. Unos
el amor se encuentra con sombras y fantasmas. lo VCI! todo ;¡ través de sus lágrimas)' su tristeza; otros lo
Así, pucs, tenían razón los que veían en el couocnuicm o la cont.cnip lan él través de sus alegrías :;:". El inundo es así 1111
causa de todos los males, aunque fuera por motivos muy distintos espectáculo muy diverso, en el que cada uno tiene su parte y su
de los que ellos creían. El que sabe profundizar en las cosas y no tarea , adic es tan desdichado que no encuentre alguna
quedarse en la superficie, descubrirá sus limitaciones y ya nunca compensación a sus tristezas; y nadie es tan feliz que en momentos
se dejará arrastrar por el engaño. El resultado será la inquietud y de sinceridad consigo mismo no vea las limitaciones de sus
la angustia. Sobre todo, si se ponen tantas esperanzas en el saber conquistas.
como ponía sor Juana. También sor .J uana contempla el espectáculo del mundo.
Hasta ahí conduce también una idea demasiado plaróuica ::Dónde se coloca ella misma, entre los que ríen o entre los que
del hombre. Si se desprecia la materia, cqué queda: Es verdad lloran- La vida fue para ella, como para todos los demás, un
que el hombre debe buscar valores superiores, pero o los claroscuro de alegrías y tristezas. Se sitúa más allá del optimismo
encuentra a través del mundo material o no los encontrará o pesimismo -110 se sabe quién tiene la razón '\1_, y emprende el
nunca. Un esp ir itualism o exagerado acerca del hombre camino de la vida. A veces, sus reflexiones la llevan a tocar ese
significa su deshumanización. Lo mismo habría que decir del fondo de angustia radical de la existencia humana. Entonces, la
materialismo. felicidad es sólo una ficción momentánea. En otras ocasiones, toma
Es un mérito de sorJ nana haberse preocupado de ese aspecto de las cosas más en broma, dejando la solemnidad a un lado, y se ríe
la vida, entre la angustia y la esperanza. Su pensamiento está más del mundo y de sí misma.
cerca de nosotros que los tratados aristotélicos y medievales acerca Demócrito y Heráclito eran los símbolos de la risa y de las
de la felicidad. De tanto hablar de la meta, se olvidaba el camino y, lágrimas. Estaba de moda en el tiempo de sorJuana tomar partido
sobre todo, se olvidaba al pobre caminante, que tantas veces pierde y defender a uno de esos filósofos y criticar al otro. Se conservan
la perspectiva de su camino y ya no sabe siquiera a dónde va. escritos de esa índole, entre otros. uno del P Antonio Vieyra. Sor
Juana no adopta una posición determinada, pues todavía "no está
averiguado" quién tenga la razón.
5.- "Horno risibilis" "El arte es alegre; la vida, seria", dirá L. Wittgenstein ~:-).En
efecto, el arte es un juego de luces y de signos abriéndose al es-
Los lógicos dicen del hombre que es un "animal risible". La pectáculo de la belleza; la vida es problematicidad y tarea, y es
capacidad de reír es una propiedad de su naturaleza racional, como
lo es la sociabilidad o el lenguaje. Ante el espectáculo del mundo,
cuando salta la sorpresa, la paradoja o el absurdo, es normal que ?,~ Uno dice que de risa
sólo es digno el mundo vario;
el hombre manifieste su alegría a través de la risa. Es la explosión
)" otros que sus inforumios
del regocijo interior, incontenible y violento. son sólo para llorarlos.
Pero, además, el mismo hombre se convierte en objeto de risa ROIl/UIICI'S (l. p. G).
frente él los demás, por las situaciones que crea, por la vanidad, la 'q Célebre su posición
ha sido por siglos tantos,
solemnidad o el ridículo que manifiesta en sus actos. Así, pues,
sin que cuál acertó esté
podemos reír con los demás, participando jUJ1tos de la ficsi él de la hasta ahora averiguado.
vida, y podemos reímos de otros o dc nosotros mismos. De la ]?Oll/IIIIUS (1, p. :í).
misma manera, podemos llorar. :~:.) Cir. por Ramón Xirau, o. c., p.7:3.
12<J LA VIDA Y SUS IDEAI.ES I.A VIDA Y SUS IDEALES 125

preciso tomarla en serio, como ella cs. Si no hay nada serio, no de burla y gracejo inocente para regocüo de la gente humilde. El
hay nada gracioso, decía Oscar Wilde. De ahí la doble vertiente alcalde de Belén quiere convertir en soles las calles del pueblo en
del alma de sor Juana: la del juego de palabras, pies forzados, espera del gran acontecimiento y manda que todos lleven sus
metáforas obligatorias, estribillos presentados de antemano, la del faroles. Al doctor se le apaga en el camino; pero no es exrraño,
juego también de los conceptos encarnados en violentas "pues no es el primero que ha muerto en sus manos". El poeta
contradicciones, en oposiciones dialécticas. La sor Juana de los sale sin linterna, "pues 110 tiene blanca y, aunque pueda salir a
villancicos y epigramas. Pero también la vertiente de la reflexión y encenderla, no sale a pagarla"%.
de la filosofía, la de Primero Sueño. La sociedad virrcinal del siglo XVII recibía entre sonrisas un
Sor Juana Inés ríe; en primer lugar, con los demás. Siguiendo mensaje que no llegó a entender. Alrededor del pesebre no pondrá
la tradición de los poetas que se mezclan con el pueblo para nunca sor Juana al virrey o a los grandes de la corte. Pone a los
postrarse ante el portal de Belén, ella acude con su gracia para humildes y a los pobres; a Flasiquilla, a los sacristanes Benito y
cantar con la gente sencilla y humilde. Y es precisamente en esos Llorente, a los esclavos negros. Si durante el año tenían que
cantos donde aparece su alma de niña, transparente y pura, tan padecer la pobreza y el desprecio, al menos en la noche de Navidad
lejos de los artificios de la corte y de los rebuscados conceptos sabrían que delante de Dios tenían 1111 lugar de privilegio.
barrocos. Aparece también su crítica a la sociedad de su tiempo. Era la forma más cruel de criticar a aquella sociedad: con risas
Cantar al Niño Dios era para ella volver a los a110Sde la niñez, y bromas. No lo pudo hacer de otra manera, porque muy pronto
a su natal Nepantla, "la tierra de en medio", entre las cumbres hubieran acallado su voz. Pero, ¿quién podía descubrir en aquellos
nevadas de los volcanes y las llanuras lejanas. Belén es también la inocentes villancicos una voz de denuncia y protesta?
tierra de en medio, entre Dios y los hombres. Noche de sacristanes, Aparece también la burla inocente en los ovillejos: sorJuana no
de indios y negros, a quienes presta su voz para que canten la puede resistir la tentación de reírse de metáforas, frases, figuras
maravilla de un Dios que los viene a liberar. mil veces repetidas en poesía :\7. Las palabras están ya gastadas,
Sor Juana reúne a toda la creación ante el portal de Belén: "cansadas las estrellas de ser ojos"; las perlas aprendieron muy
dulces serafines, estrellas y soles, campanas que tocan a fuego, pronto a ser dientes; la hermosura se mezcla entre rosas y claveles
auroras, silencio ... Allí están también todos los hombres. Se ya marchitos ... "Oh siglo desdichado y desvalido / en que todo lo
imagina una audiencia general: ha llegado una flota del cielo, hallamos ya servicio" ...
mucho más alegre que aquella que llegaba cada ario del viejo
:Hi Ln poeta salió sin linterna,
mundo al puerto de Veracruz. La Virgen es la nave, y de ella
por no tener blanca;
desciende el monarca repartiendo privilegios y gracias. Ahí
que, aunque pueda salir a encendería,
están los humildes, los negros con su lengua balbucie nte, no sale a pagarla.
los esclavos. Todos son iguales delante del rey. Del Doctor el farol apagóse,
No podían faltar los cuatro elementos de que se componen al ir visitando;
por más señas, que no es el primero
todas las cosas. Dios los asume en su cuerpo, comunicándoles así
que ha muerto en SIlS manos.
una dignidad superior. "Agua, fuego, tierra y aire, limpia, puro, Vill{)Jnicos (11, p(15).
frágil, fresco". Fuego para remediar su frío; aire que le da aliento; \!as esta tentación me quita eljuicio
agua que apaga sus ardores; tierra que le da descanso. y. sin dcjarmc pizca,
ya no sólo lile l icnta, lile pellizca,
Los villancicos de sor Juana son una mezcla de la sencillez del
me cozea. me hormiguca.
pueblo y de la profundidad de la teología. Son también un poco me punza, me rcmpuja )' lile aporrca.
Oi1illejos (1, p. 320).
LA VmA y SUS IDEALES

Más cruel es la burla en los epigraméls. La vanidosa Leonor


cree merecer la palma de la hermosura; pues "si le han dado la
palma, / es, Leonor, porque eres coco". 1\ quien la acusa de no
tener un padre honrado, le responde que él puede escoger entre
muchos el que quiera :'.g Al borracho linajudo que se precia de su
apellido Reyes, le contesta que esos reyes serán de copas ... CAPÍTULO IV
Sor Juana puede reírse de los demás porque sabe reírse de sí
misma. Si ella reconoce que no ha hecho nada en su vida que le
suene bien, iqué le importa lo que digan los demás! Sabe que,
cuando lean sus obras, unos se divertirán y arras murmurarán :),D;
pero también esto es divertirse. Ella se divierte acusando a los
hombres necios, humillando a los que se creen sabios, descubriendo
la envidia de los que la acusan. Aun en medio de la seriedad de la
Respuesta, deja aparecer el guiño de su sonrisa cuando habla de
los necios que saben muchas lenguas: su necedad es ran grande, EL AMOR HUMANO
que no cabe en una sola.
La vida es seria; la verdad es triste, decía Renán. Pero el hombre
es risible. Puede reír; también es objeto de risa. Desde la cumbre
del arte o de la filosofía, nada hay tan cómico como la solemnidad
de ese pobre ser humano que se cree el centro del universo.
Podemos imaginar a la monja de san jerónimo entre libros, sumida
en profundas cavilaciones. Pero ella se nos presenta gritando por
los claustros y espantando con sus gritos él los ratones 'lO.

:IR Más piadosa Iuc In madre,


que hizo que a muchos sucedas;
para que, entre tantos puedas,
tomar el que más te cuadre.
E¡,igrama.> (1, p. 321).
;\') Y siempre te sirvo, pues
o le agrado o no le agrado:
si le agrado, le diviertes.
murmuras. si no le cuadro.
Romances (1, p. 4).
'10 Mío os ll.nuo r.u: sin riesgo,
que ;,1 eco de repetido,
lengo ya de los ratones
el convento todo limpio.
il don ha)' Ih)'o Enriquez (1, p. 33).
El tema más repetido en las obras de sor Juana es, sin duda
alguna, el del amor. Una y otra vez vuelve a él, cantando, llorando,
pensando, esperando o lamentando. Es un círculo, utilizando la
expresión que ella aplica a Dios, cuyo centro está en todas partes
y del que parten en todas direcciones las líneas de la vida.
Nada hay tan misterioso en la vida del hombre como el amor.
Para entenderlo, habría que llegar a los estratos más profundos
de la persona, a ese centro de subjetividad irrepetible que escapa
a cualquier teorización conceptual. Junto con la libertad, es el
secreto de cada uno, celosamente guardado tras altos muros de
palabras o artificiosidades casi imposibles de penetrar.
Sin embargo, el que ama no puede callar. Si no bastan las
palabras, acudirá al lenguaje de las lágrimas o de la risa, aun
sabiendo que el corazón permanece oculto. "Esta tarde, mi bien,
cuando te hablaba, / que el corazón me vieses deseaba" ... Tampoco
puede callar el poeta. Una fuerza superior a sí mismo lo empuja a
expresar sus sentimientos en ese otro lenguaje de la belleza, más
transparente y universal.
¿Qué pensó sorJuana Inés sobre el amor? y, sobre todo, ccómo
lo vivió? Cantar el amor es el privilegio del poeta; reflexionar
sobre el amor es la tarea del psicólogo. Sor.J uana cantó el amor y
reflexionó. sobre él. No es difícil recoger las múltiples referencias
que aparcccn a través de sus obras y tratar de sistematizarlas,
aunque siempre quedarán lagunas y aparecerán contradicciones.
130 EL AMOR HU¡'vlt\NO
EL AMOR HUMANO 131

Así es la vida, sobre todo en ese nivel del sentimiento, que con La pregunta queda flotando y quizá sólo tenga respuesta a la luz
frecuencia se rebela contra toda lógica. del pensamiento global de sor Juana. Por ahora, lo que interesa SOIl
Sor Juana expresó sus ideas en versos que están más cerca de la las ideas que ella tiene acerca del amor. Ortega y Gasset habló alguna
cátedra que de la inspiración poética. "Al amor cualquier curioso ¡ vez de la necesidad de una cultura del amor en nuestra época. "Toda
hallará una distinción" ... El amor se divide en afectivo o sensible y cultura -decía- consiste en la resolución de contradicciones. Barbarie,
racional. Pero con mucha más frecuencia abandona los esquemas en cambio, es aquella ceguera que nos permite quedamos en uno
racionales y se deja llevar por otras fuerzas. Así ya no es la maestra solo de los términos" l.
que explica y desmenuza los conceptos. Es el poeta que canta o llora, Sor Juana conoce ese amor sin contrarios, y aspira siempre
exponiendo el mundo interior a la contemplación de los demás. a él. Pero ese amor ¿es síntesis de elementos contrarios o es la
Pero, aun en esas obras, hay un marco de referencia que expresa la destrucción y negación de alguno de esos elementos? Ese es el
concepción que ella tenía acerca del amor. peligro: creer que para llegar al amor auténtico haya que
Al leer esas obras, surge inevitable la pregunta: ces su propio renunciar a ese nivel de sensibilidad y tendencias, que son la
amor el que canta sor Juana o se refiere al amor de los demás- base en que se apoya el verdadero amor humano. También
Sería muy fácil responder que se trata de temas que otros le aquí una concepción platónica de hombre tiene su influjo y su
proponían. Ella misma habla de obras de encargo. Pero, aún peligro. cEs humano ese "amor de entendimiento" de que
cuando eso fuera verdad, hay en sus versos ecos demasiado tantas veces habla sor Juana? ¿No necesita el amor de los
personales como para pensar que sólo se trata de describir sentidos y de todo el ser humano? 2.
sentimientos ajenos. Ya lo hacía notar Menéndez y Pelayo: los versos
de amor de sor Juana hablan con tal elocuencia y con voces tales 1.- El misterio del amor
de pasión sincera y mal correspondida o torpemente burlada, tanto
más penetrantes cuanto más se destacan del fondo de una poesía "Amor empieza por desasosiego", dice sor Juana. Y la vida
arnanerada y viciosa, que sólo quien no esté acostumbrado a también. Se empieza a vivir cuando se siente la necesidad de algo
distinguir el legítimo acento de la emoción lírica podrá creer que para llenar un vacío que no se sacia nunca. No podemos imaginar
se escribieron por pasatiempos de sociedad o para expresar afectos un ser viviente aislado, notando en la nada. Sería la muerte. Vivir
ajenos. es establecer un conjunto de relaciones con las cosas en derredor,
Por otra parte, esa pregunta está relacionada con otra mucho utilizando sus servicios.
más difícil de contestar. ¿Por qué los cantos de sor]uana se refieren Pero todavía se podría ir más allá de esto que podríamos llamar
casi exclusivamente al amor humano? Si se exceptúa El Divino la prehistoria del amor. Las cosas mismas están penetradas por
Narciso)' algunos poemas aislados, el tema religioso está ausente profundas atracciones y afinidades, que como hilos secretos
de sus cantos de amor. Aquí parece que tendrían razón los que la establecen una fundamental unidad en el universo. Los griegos se
acusaban de dedicarse a las letras humanas. frente al temor a la imaginaban un mundo regido por el amor y el odio. Dante hablaba
Inquisición, tenía el ejemplo de los grandes místicos del siglo XVI, del amor que mueve el sol y las estrellas. Ahí también, en la
el Cantar de los cantares, los Salmos. Nada de eso fue tema de profundidad de la existencia misma de las cosas, sorjuana descubre
inspiración para ella, a pesar de que conocía esas fuentes, como se la presencia de un amor que unifica todos los elementos, ciñéndolos
ve en algunos pasajes de El Dttnno Narciso, Las grandes metáforas
las tornará. de la mitología o de los astros, no de la Biblia o de la
J171a la cultura del amor (Obras completas, l. Ll, Madrid. 1961. p.14G).
liturgia. eL] osé Antonio Dacal Alonso, l a filosofía del amor en sorfuana (Logos,
revista de Filosofía. No. 68, 1995, pp. 25 - (0).
132 EL AMOR IIUM¡\:-JO EL AMOR HUMANO l :l3

con dulcísimos abrazos" y siendo como el alma de su misma Las cosas empiezan a existir cuando salen del mundo de lo posible,
existencia 'l. de ese mundo infinito de las ideas de Dios. "Mentales compañeros"
El amor; pues, hunde sus raíces en la tierra profunda de la vida y de las cosas que nunca existieron, he aquí que nosotros existimos
de la existencia de las cosas. Amor es atracción, necesidad de com- porque alguien nos eligió. Así, pues, e! amor no es sólo necesidad;
plemento, fuerza que impulsa a salir de la pobreza para llegar a la es también consecuencia de una plenitud que quiere comunicarse.
plenitud. Es todavía un indeciso balbuceo y anuncio del amor en la Ese es el amor sin correspondencia de que habla sor Juana: e! amor
vida de los hombres; pero hasta ahí será preciso llegar si se quiere que está en el origen de toda existencia 5
levantar un poco el velo del misterio. Las cosas aman, decía santo Tomás, por inclinación de! creador.
Cuando Platón habla de la escala del amor que se va elevando de Allí donde no hay conocimiento, la inclinación está dirigida por
las cosas sensibles hasta la belleza, pensaba en la proporción y la la misma naturaleza o los instintos. A nivel humano, es e!
armonía del mundo, reflejo de la belleza ideal, inaccesible para las conocimiento el que descubre el camino que hay que seguir. Pero
almas encarceladas en el cuerpo. Reflejo del Logos o de Dios, dirán por muy claro que sea el conocimiento, siempre quedará la voz
después los estoicos y la tradición hermética. El mecanicismo que surge de lo más profundo del ser, anterior a cualquier elección.
moderno rompe el encanto al reducir a fuerzas mecánicas esa Hay un amor que "concilian los astros", no la libre voluntad
armonía. Pero sor Juana está todavía en un mundo poético, aunque humana, dice sor Juana Inés.
no por eso menos real. El amor es la fuerza que une en cada cosa a En un marco tan amplio como éste caben todas las
los cuatro elementos; el amor mueve el sol y las estrellas. manifestaciones del amor; caben también todas las definiciones.
Parecería que se tocan ya las últimas fronteras y que no es posible Amor es inclinación, tendencia, deseo; es también instinto y
ir más allá de esta dimensión cósmica del amor. Pero el espíritu elección, entrega, alegría, tristeza; es duda, peligro, temor a
filosófico de sor Juana necesita ir hasta el final, y penetra en otras equivocarse, aventura ... Pero eso son solamente efectos. La esencia
dimensiones más misteriosas. Hay un amor anterior a la misma de! amor continúa siendo un misterio (i.
existencia; es e! amor que ella sintió por el hijo del marqués de la Esta radical ignorancia acerca de! amor se hará más oscura
Laguna antes de nacer 4; e! amor de los padres que da la vida a los todavía en sus manifestaciones a través de la vida. Siempre
hijos y, en última instancia, e! amor creador de Dios. habrá "un no sé qué para querer" y "muchos sí sé qué para
olvidar"!' Nada ni nadie hay en este mundo que pueda

v
.)
y yo, que siendo el amor,
soy alma de todo cuanto Amor no busca la paga
ser ostenta en lo viviente de voluntades conformes,
y existencia en lo criado; que tan bajo interés fuera
yo, que soy entre vosotros. indigna usura en los dioses.
con dulcísimos abrazos Romances (1, p. 21),
ti Su ser es inaccesible
lazo que a todos os ciño,
unión con que a todos ato. al discurso de los hombres;
Loa a los aiios del ley (Ill, p.28:l). que. aunque el efecto se sienta,
¡Cuánto deseé que salierai~ la esencia no se conoce.
de ser mental compañero ¡bid. (1, P 21).
7 Se cncucurra un no sé qué para qucrcrlc
de las criaturas posibles,
que no serán, son, ni fueron. y muchos sí sé qué para olvidartc.
Romances (1, p. 74). Sonetos (1. p. 2(3),
EL AMOR HUMANO EL AMOR HUMANO 130

tranquilizar ese desasosiego de la naturaleza. La inquietud y la identificación total de los que se aman!".
búsqueda continuará hasta el final, porque nada de lo que podemos Por eso el amor y la muerte van siempre unidos. Seguir viviendo
encontrar responde plenamente a la infinitud de los deseos. no tiene más sentido que poder seguir amando, ya que el amor no
Y, sin embargo, se ama. La realidad del amor es algo que se se deja condicionar por los estrechos límites del tiempo 11. Vivir
impone como la vida misma. cPor qué vivimos? cPor qué amamos? para sufrir, porque el amor está siempre amenazado por la
En el fondo se trata de una misma pregunta y la respuesta se inseguridad.
esconde en el misterio. Para algunos, el misterio será el absurdo; Vicente Aleixandre tituló uno de sus más hermosos libros La
estamos condenados a vivir, a ser libres. Para OITOS, el misterio es destrucción o el amor. Para él, el mundo está lleno de "tigres del
una luz demasiado intensa para enfrentarse a ella. tamaño del odio", de leones, de "fieras que muestran sus espadas
Sor Juana optó por la luz. Supo descubrir primero la dimensión o dientes como un latido de un corazón, que casi todo lo ignora
metafísica del amor -"todas las cosas aman" - )', después, la menos el amor". El poeta se muestra envuelto en esta lucha, y
dimensión religiosa: en el fondo de todo amor verdadero está el quiere morir para convertirse en la persona que ama 12.
amor de Dios. No se ama únicamente porque se espera una Sor Juana conoció también la violencia de esa lucha, de un
respuesta de correspondencia, ni sólo por las perfecciones que en amor que todo lo extermina hasta llegar a la victoria final 13 Amor
el objeto amado se descubren. El amor es también un don que empieza por desasosiego, continúa en una búsqueda incansable,
viene del cielo y se instala en las entrañas de la vida misma 8. termina cuando caen las fronteras y alguien se deja invadir
El misterio continúa en las etapas que va siguiendo el amor.
La necesidad, el deseo, el "desasosiego" como dice sor Juana, no
10 Porque siendo
es más que el comienzo. Más allá está el encuentro con las el que es verdadero amigo
personas, la mutua entrega sin razones, la victoria de ese "no sé yo, y no otro yo...
qué para querer" y la derrota de los muchos "sí sé qué ]Jara Ibid. (1, 226).
11 Bien sabes tú cómo
olvidar". El que ama se siente invadido por una presencia que
quien está tan cerca,
anula todo poder de resistencia.
no sólo la estimo (la "ida)
Sólo quienes hayan llegado a ese momento privilegiado en por sentir con ella.
la vida sabrán lo que es el amor. Y sólo ellos conocerán la y, porque perdida,
angustia de no poder expresar con palabras lo que sienten. perder era fuerza
un amor que pide
Están más allá de toda lógica, porque han salido de sí mismos duración eterna.
para dejar el lugar a aquel a quien aman 9. El amor llega a la Endechas (1, p. 187).
12 Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
8 No es amor correspondencia, que regando encerrada bellos miembros extremos,
causas tiene superiores: siente así los hermosos límites de la vida.
que lo conciíian los astros Obras completas (Madrid, 1960), p. 308.
o lo engendran perfecciones. 13 Todo el amor lo extermina;
Romances (I. p. 20). y con ardiente furor,
Y en fin, perdonad por Dios. sólo se oye entre el rumor
señora que os hable aSÍ, con que a su crueldad apoya:
que si yo estuviera en mí. aquí yace un alma Troya.
no estuviérais en mí vos. .Victoria por el arnor:
Romances (1, p. 226). Décimas (1. p. 237).
l:lG EL AMOR HUMANO EL AMOR HUMANO 1,\7

identificándose con otro. O es entonces cuando empieza el clase de conocimiento que pone en contacto al hombre con las
verdadero amor. cosas. A un conocimiento sensible, él través de los sentidos y la
El hombre va descubriendo a través de la vida los bienes que se imaginación, responde un amor también sensible; a un
le van presentando; los examina desde las diversas perspectivas; conocimiento racional, un amor electivo. En e! primero no existe
elige, rechaza, titubea. Pero a veces, las cosas no son tan claras: el libertad; se trata de una respuesta instintiva de la naturaleza frente
amor no responde a razones. Una cosa es la idea del amor y otra, al bien que se le presenta. Por eso sor Juana dice que este amor es
la realidad concreta dentro del marco psicológico de cada persona, más natural. El segundo, por el contrario, es el resultado de una
hecho de luces y sombras, de tendencias en ocasiones irresistibles elección, en la que la inteligencia ha ido sopesando las distintas
y de motivaciones racionales. opciones para quedarse con la mejor 1".
El mundo de las ideas es el reino de la luz, de la casi total Es claro que el amor racional es superior al sensible. Sor Juana
transparencia. Ahí es fácil establecer leyes, principios, prueba esa superioridad, no atendiendo a los objetos a que el
explicaciones. Pero el mundo en el que vive e! hombre es muy amor se refiere, sino a la totalidad de la persona exigida por el
distinto. Es e! mundo de los sentidos; de las cosas que llaman en amor racional. En cambio, la pura respuesta sensible está al margen
mil direcciones. Es el mundo de los aciertos y los fracasos, de la de la libertad, que se mueve en un nivel superior y afecta a todas
inseguridad y de la angustia. Ahí es donde se establece el amor. las facultades de la persona lG.
Por eso, su ser" es inaccesible al discurso de los hombres". Se pue- Pudiera parecer que se trata de una división demasiado violenta
den conocer sus causas o sentir sus efectos. Pero la esencia de! y artificial, que no corresponde a la profunda unidad de la vida
amor es un misterio. humana. En el hombre no hay fronteras que separen lo espiritual
y lo sensible, a no ser que no se tengan ideas muy claras acerca de
la unión de alma y cuerpo. Tampoco las hay en los objetos con
2.- Las formas del amor humano que el hombre se pone en contacto. Por muy elevado que sea el
amor, siempre tendrá resonancias y apoyos en el cuerpo; y, por
El amor es como un arco que va del hombre a las cosas que lo muy sensible que sea, siempre será posible descubrir en él un reflejo
rodean. Y así como las cosas se ofrecen en múltiples perfiles, el del espíritu.
eco que en el hombre despiertan es también múltiple. Son tan Teóricamente esto lo sabe muy bien sor Juana. Siempre será
variadas las formas del amor como las circunstancias de la vida. necesario recurrir a las palabras y a los gestos, y el que ama de
Un mismo objeto puede suscitar amor y odio; puede elevarse o verdad quisiera poder llegar a entregar su corazón "deshecho en
descender en la escala de apreciación. El objeto no ha cambiado, lágrimas". Pero sabe también que hay un amor en el que predomina
pero cambia el punto desde. el que se lo mira.
Una primera división que se impone con toda claridad según
sor Juana Inés es la del amor sensible y el amor racional 14. Dentro 15 Éste es más afectuoso
porque es el más natural,
de la más pura tradición aristotélico-tornista se atiende aquí a la
v así es más sensible. al cual
Ílalllarelllos afectivo.
y al otro que es electivo,
14 Al amor cualquier curioso llamaremos racional.
hallará una distinción: Ibid. (l, jl. 242).
que uno nace de elección j(j ]\0 le dará el alma entera.
y otro de influjo imperioso. pues ya sin consentimiento.
Décimas (1, p. 2·12). Ibid. (l, p. 2H).
138 EL AMOR IIUMANO EL AMOR HUMANO 139

el instinto y el deseo, y que suscita únicamente atrevimientos, frente No hay nada que la persona -hornbre o mujer- tema más
al amor de veneración y de respeto que va más allá y rinde culto a que el ser considerada como un objeto. El amor verdadero tiene
la persona amada 17. que llegar al centro mismo de la persona, más allá de todas las
Todavía hoy no se ha llegado a un acuerdo en los términos con apariencias sensibles. Y es la inteligencia la que descubre ese
los que se deben designar esas dos formas distintas de amor. Pasión, centro y ve en el otro una dignidad y unos valores que no se
emoción, afecto, sentimiento son palabras demasiado equívocas pueden subordinar a nada. Sólo en ese nivel puede nacer y
para referirse a los estados de ánimo del hombre frente a los objetos crecer el amor racional.
que atraen su atención y despiertan sus tendencias. Pero es claro Sin embargo, el pensamiento de sor Juana está muy lejos de
que hay objetos que suscitan profundas conmociones en el entender ese amor como algo desencarnado, situándolo en la pura
organismo y ejercen una fascinación irresistible sobre los sentidos, región del espíritu. No existe esa región para el hombre. Por muy
mientras que otros atraen de una forma mucho más espiritual, sin superficial que sea el amor, siempre aspira a la presencia del ser
que por eso dejen de llegar con su voz a lo más profundo de la amado, al gozo de su conversación y sus encantos [(l. Pero hay en la
persona. persona como una invitación a profundizar en su misterio. Y, cuando
Así, pues, el amor y el odio no son estados subjetivos que se llega ahí, se hacen inútiles las ayudas de los sentidos 20.
encuentren explicación únicamente en reacciones hormonales, Acecha aquí un peligro al que sor Juana parece sucumbir a causa
como creen muchos psicólogos modernos. No lloramos, dice W. de sus ideas platónicas: la separación en el plano existencial de esas
James, porque estamos tristes, sino que estamos tristes porque dos clases de amor. Se puede, y se debe, distinguir teóricamente el
lloramos. Estamos tristes o alegres, diría sor Juana, porque aquello amor sensible y el amor racional. Pero una separación tan radical
que amamos está cerca o lejos de nosotros. Aunque a veces ni como ella propone en el nivel de la vida es inaceptable 21. ¿Qué
siquiera nosotros mismos sabemos por qué estamos tristes 18. entendía por ese "amor independiente, exento", alejado de los
Existe, por tanto, un amor sensible y un amor racional, porque sentidos?
hay objetos que despiertan las capacidades del hombre a esos dos Sor Juana Inés vio muy claramente la diferencia de estas dos
niveles. Aun a riesgo de simplificar demasiado, se podría decir formas de amor. Cantó con acentos inigualables el amor de amistad,
que el hombre ama con amor sensible las cosas y con a1110rracional el amor de entendimiento, como ella decía: es ahí donde podemos
a las demás personas. Pero esta distinción desaparece cuando lo
que se ama en una persona es su cuerpo o sus formas externas.
1<) Mas no de esto infiráis que
Entonces el amor; según sor Juana, ya no es veneración. Es sólo
sin vos gustosa estar puedo;
atrevimiento. que una cosa es el amor
y otra cosa es el contento.
Romances (I, p. 114).
[7 Son en los dos los intentos 20 Y también sabéis que corno
tan varios y las acciones, es mi amor de entendimiento,
que en uno hay veneraciones no ha menester de la vista
y en otro hay atrevimientos. materiales alimentos.
1bid. (l, P 2'13). Ibid (1, p.I H).
[8 Y cuando con m:IS terneza 21 Radicado en el alma.
mi infeliz estado lloro, independiente y CXClllO,
sé que estoy triste e ignoro desprecia de los sentidos
la causa de mi tristeza. el iuúril minivrcrio.
Romanas (1, p. 21:». lbid. (l, p.ll-!)
140 EL AMOR Ill.JMANO EL AMOR HUMANO 111

encontrar los versos más hermosos entre sus obras. Sintió una tan ('1.1 crtcs , que parecerían extrañas en la pluma de una monja,
profunda repugnancia por el otro amor, el que sólo ticnc quc no fuera ella 2';.
atrevimientos y juega con la dignidad de la persona, sobre todo, Así, pucs, había otras razones: razones que oculta, porque sería
en el caso de la mujer. El verdadero amor borra las distancias y peligroso manifestarlas. Por tamo, las poesías de amor habría que
destruye todas las fronteras 22. Por eso es posible la identificación entenderlas en clave. Sor Juana se inscribe en este aspecto en una
con el que se ama. larga tradición que venía ya de! siglo XI. En los demás aspectos; la
Queda, una vez más, la duda y la sospecha. Que las almas fuente de su inspiración fue principalmente platónica.
ignoren la distancia es fácil de entender. No lo es tanto el que No basta analizar el amor, clasificarlo, ver sus objetos y las re-
ignoren el sexo, a no ser que se vuelva a la teoría del espíritu percusiones que estos objetos suscitan en el hombre o en la mujer.
encarcelado. Es necesario, además, sumergirse en la historia personal, donde
La lección doctoral continúa después de este largo hay amor y odio, ausencias, alegrías o celos. Sor Juana abandona
paréntesis. Hay dos clases de amor. Pero, además, el amor pronto la región en que son válidos los esquemas y las ideas, y sc
racional se puede dividir en muchas otras formas, atendiendo enfrenta al amor de cada día, con sus limitaciones y oscuridades,
a su objeto. Puede referirse a amigos, a familiares o a valores con el gozo y la esperanza. Sobre todo, con la esperanza del
su periores ~n. Aunque conoce estas formas, sor Juana se refiere encuentro, cuando el alma "salga a los ojos desatada en risa" ante
casi siempre en sus poemas al amor de amistad. A veces, habla la presencia del ser amado. Porque el amor de sor Juana es casi
del amor a DiOS, . ante el cual todos los amores pa lid I ecen 24 siempre un amor de ausencias y de sombras.
Pero son cantos que se refieren a otros o a la naturaleza humana
en general, como en El Divino Narciso.
Es extraña también la ausencia de cantos al amor conyugal, la 3.- Psicología del amor
cumbre del amor de amistad, como dice santo Tomás. Es verdad
que ese amor quedaba incluido en el amor de "entendimiento", La imagen aristotélica del hombre como arquero que dispara
el amor racional. Pero, épodrfa decir aquí que las almas "ignoran las flechas de sus deseos a las cosas debe completarse con ese genio
distancias y sexo"? Y no es que sor Juana tenga miedo a las alado que puebla el mundo, siempre dispuesto a echar mano de
palabras. Refiriéndose a otra cosa, tiene expresiones atrevidas y sus flechas y lanzarlas, certeras, al corazón. La vida es una batalla,
pensaba sorJuana; hay que levantar murallas para que e! enemigo
no invada el castillo del corazón. Pero, ces posible esto?
22 Ser rnujer y estar ausente
Las fronteras del alma son los sentidos. A través de ellos entran
no es de amarte impedimento,
que sabes tú que las almas las cosas despojadas de su materialidad física y se instalan en forma
distancia ignoran y sexo. de imágenes en lo más profundo de la sensibilidad. De ahí la
Romances (I, p. 57).
23 Éste a diversos respcctos,
tiene otras mil divisiones 2:', en ejemplo entre otros:
por las denominaciones Cuando estás enojada no resuello,
que loma de sus objetos. cuando me das picoucs, lile refino,
Décimas (1, p. 212). cuando sales de GISa no reposo;
21 Éste sí <¡ue es enamorado y espero, Inés, que entre esto y entre aquello,
como lo he menester yo; J'U amor, acompañado de mi vino,
éste sí, que los otros no. dé conmigo en la cama o en el coso.
Letras en la jJTojesión de uno 'religiosa. (II. p. 228). Sonetos burlescos (1. p 28!í).
lA2 EL AMOR IIUMA 'O El, A rou HUMA O

importancia del control de los sentidos, seleccionando como creen Aristótelcs y santo' Jamás, sea por el "influjo imperioso"
cuidadosamente aquello que pueda servir él los fines de la vida y de que habla sorJ uana, el hecho es que la imagen se va formando.
rechazando lo que pueda perjudicarlos. Una vez dentro, el control Al principio esta imagen apenas tiene personalidad propia; es
es casi imposible; las imágenes se rigen por sus propias leyes y la imagen de uno mismo prolongada a dimensiones ideales. Sólo
por los mismos estados orgánicos, imponiendo su tiranía en contra mucho después se empieza a distinguir entre uno mismo y aquello
de la misma voluntad 26, que se quiere, Pero, ¿que es lo que se quiere? Todo y nada al mismo
"Amor empieza por desasosiego", Estamos siempre en busca tiempo. Una imagen abstracta y desvaída coincide con toda la
de apaciguar esa inquietud que revela el vacío interior, Los sentidos realidad, pero no puede ser identificada con nada singular y
son los que en cada caso ponen en contacto con aquello que, de concreto ~~) Después de mil sueños e indecisiones :>0, la imagen
algún modo, puede remediar ese desasosiego, Un día despiertan pierde sus límites borrosos y se ilumina. Sólo falta el encuentro
de su sueño las tendencias ante cosas o personas hasta entonces con alguien que coincida con ella.
indiferentes, Las fronteras caen y se produce la invasión 'n, Frente Antes, pues, de este encuentro ya había surgido el amor como
a la violencia y a la fascinación de lo sensible, nada puede hacer la una ensoñación en el mundo ideal. El amor real vendrá después,
luz de la razón; el amor impone su ley 2H, cuando las cosas o personas coincidan con los rasgos esenciales
Sin embargo, este encuentro se venía preparando lentamente, que se habían soñado. Lo que se presentía y se había buscado
Es tan sólo el final de un largo proceso en el que el ideal del amor quizás durante mucho tiempo, irrumpe en la vicia a través de los
se iba concretando y adquiriendo fisonomía propia, No se sabe de sentidos con la violencia del fuego que todo lo arrasa ~1 ,
qué profundidades inconscientes van surgiendo los rasgos que al He ahí el comienzo de la aventura del amor. Pero no es más
fin configurarán esa fisonomía, Sea por la constitución orgánica, que el comienzo, y rodo puede quedar ahí. La persona que se ha
encontrado tiene también su imagen del amor; también ella anda
26 Como la vista buscando y todavía no ha encontrado el objeto amado. Por eso, el
minisrra especies al alma, mundo está lleno de esa falta de correspondencia y de mutuo
que despiertan el deseo encuentro. Por una coincidencia, hay mil fracasos, mil aventuras
y que susciten su llama,
que se quedan al principio del camino.
si yo una vez las recibo,
será imposible borrarlas He ahí también el dolor de un amor que no encuentra respuesta.
y difícil resistirlas. Pasó como un fuego devorador por el alma y no deja más que
El cetro de José (IJI, p, 213), desolación y cenizas. Será preciso entonces volver al mundo de
27 Amor astuto y tirano ..
Descuidada la razón
y sin armas los sentidos 2') A salga lo que saliere
dieron puerta inadvertidos. )' que a bulto se amartelan
Décimas (r, p, 235), no de belleza que es,
28 Dio al entendimiento muerte. sino de lo que ellos piensan,
que era rey de las potencias; Los clllj)f/¡os de IlIW casa (I\~ p, 138),
y sin hacer diferencias :)0 No acertaba a amar a alguno
de real o plebeya grey, viénrlomc amada de tantos ..
haciendo general ley [bid. (l\~ p. 138).
murieron a sus puñales :n Iras brotando y furores.
los discursos racionales, matando a los defensores,
porque eran hijos del rey. puso a toda el alma tu ego.
Décimas (1, p. 236), Décimos (1. p, 236).
EL AMOR I1UMAI\O EL AMOR HUMANO

los sueños, de la dulce ficción de las imágenes y las sombras, puesto un cierto equilibrio porque las exigencias no son grandes, este
que la realidad se muestra tan esquiva ~~. Ahí no hay peligro de equilibrio no puede durar mucho, pues nada hay más cambiante
fracasos ni temor de perder lo que se ama. Está bien seguro tras que la sensibilidad. Pronto el cansancio la hará volverse hacia otros
los muros de la prisión que "labra la fantasía". lados, donde puede encontrar lo que tan fácilmente se le ofrece.
A veces, el dolor se produce por no poder dar la respuesta que Sólo una sensibilidad sometida a la razón adquiere estabilidad,
otros esperaban. No hay un eco vital en el corazón por más que se porque entonces se pone al servicio de unos ideales más elevados.
lo quiera encontrar; el corazón está en otra parte. Doble dolor, El amor empieza ahí, en la sensibilidad, porque ahí empieza
pues, en amar sin hallar correspondencia y en ser objeto de amor también la vida. Cualquier instancia superior a la materia supone
sin poder corresponder. Feliciano, Fabio, Silvio, Lisardo ... , icuántos esta base y apoyo. Pero ya no se trata de una materia inerte y
nombres tiene este amor a medias! disgregada, sino de una materia vivificada por el espíritu. El cuerpo
Sin embrago, siempre será mejor amar así que no amar. Si no )' sus gestos se llenan así de significados y sirven de lenguaje para
se puede dar una respuesta de amor, ahí está la compasión, que poner en comunicación a las almas. Despojados de ese significado,
puede ser algo parecido. Y si no se encuentra en quien se ama una sólo les queda el puro valor biológico.
respuesta, será que es osadía esperarla de quien tanto sobrepasa Quedarse, pues, en la sensibilidad es renunciar al amor
nuestros méritos, o porque el amor verdadero no espera verdadero. A veces, será consecuencia de la inmadurez: es necesario
correspondencia, Pero eso no son más que disfraces y dialéctica, empezar por ahí si se quiere seguir avanzando. Es como un
con los que sor Juana trata de ocultar la radical insatisfacción del momento de indecisión y titubeo hasta encontrar el camino que
amor humano o el miedo a un encuentro. se busca. Pero otras veces es consecuencia de haber empequeñecido
El amor verdadero es amor mutuo. Es coincidencia, al menos hasta ese extremo el ideal del amor.
en lo esencial, entre el ideal y la persona en la doble vertiente del La perfección en el amor, como en la vida, consiste en lograr la
que ama y el que es amado. De ahí el asombro y el misterio que integración de todos los elementos que constituyen a la persona.
rodea ese encuentro; de ahí también el gozo inexpresable: se ha Es una tarea llena de dificultades y de peligros. A veces, parece
encontrado el sentido de la vida y del mundo 33. Vivir para amar imposible superar tan profundas contradicciones ~4. La vida se

o para sufrir a causa del amor. convierte en una lucha que conduce a la muerte. Pero es porque se
Otro modo de quedarse el amor a mitad de camino es el ha elegido un camino equivocado; no se trata de destruir o negar
contentarse con un encuentro a nivel de sensibilidad. Es el encuentro uno de los elementos, sino de integrarIos en una unidad superior,
de dos egoísmos más que de dos personas. y, si es posible encontrar en el nivel de lo humano, que no es ni espiritual ni sensible
únicamente. Dividir aquí es destruir. Es la muerte.
Hay en la vida un anhelo constante de encontrar el amor que
no muere, el amor verdadero. Los que lo consiguen saben que ya
:~2 Deténte sombra de mi bien esquivo,
no tiene sentido hablar de límites de tiempo, porque están en los
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero, umbrales de la eternidad. Pero hay otros amores que nacen, crecen
dulce ficción por quien penosa vivo.
Sonetos (1, p. 287).
:'~ ,.'!
?,;~ Ya no me sirve de vida En dos partes dividida
esta vida que poseo, tcngo cl alma en confusión.
sino de condición sola una. esclava a la pasión,
necesaria al sentimiento. otra, a la razón medida.
Romances (1, 1'.24-25). Décimas (1, P 2:14).
II(j EL AMOR HUMAl\O EL AMOR HUMANO

y mueren; que ya no son más que un recuerdo al que se vuelve Por fin, el amor mucre; se apaga el fuego entre lágrimas. ¿Qué:
para lamentar las heridas que deja siempre el fracaso. Fueron sentido puede tener ahora la vida? Pero la vida continúa en su
quizás momentos de exaltación y de esperanza, mtcntos sinceros desasosiego y su inquietud. Empezará otro amor. Crecerá entre
de llegar al encuentro total. O quizá se aceptaron sabiendo su riesgos, tibiezas y despegos, Y morirá también 'l? O será el amor
provisionalidad y el germen de muerte que en sí mismos llevaban. que ya no mucre.
Eran amores "compuestos de elementos contrarios", que no Pudiera parecer que el amor es una fuerza devastadora y ciega,
pueden durar mucho. Todos ellos van formando la línea y que el hombre y la mujer no son más que juguetes llevados por
anecdótica del amor en la historia de cada persona. esa fuerza de una parte a otra, haciendo Cjue unas veces se
Nacieron, dice sor Juana, por el desasosiego y la solicitud, "en encuentren y otras se separen. Pero no es así. Sólo el amor que se
medio del ardor y del desvelo". Fue como el despertar de la vida identifica con la pasión llega a ejercer una verdadera tiranía sobre
en busca de la felicidad. Lo que antes era sólo una difusa inquietud, la razón y la libertad. La sensibilidad conserva en el hombre una
va adqu iriendo unos límites precisos y se desborda a través de los autonomía que la hace rcsp ond cr ante los objetos con
sentidos al encuentro del mundo. El amor se presenta así como independencia de la razón y a veces en su contra. Pero nada en el
un descubrimiento deslumbrante, ante el cual no se atiende a hombre puede llegar, si él no lo quiere, a ese centro que es la
prudencia ni a razones 3D. libertad. Se puede impedir momentáneamente su ejercicio; pero
El alma vive en continuos sobresaltos. Los celos "son signos de aún entonces es el hombre mismo el que renuncia a ella ?'S.
que hay amor", dice sor Juana; pero so también signos de Cualquier esclavitud empieza siendo esclavitud de la
inseguridad y desconfianza. Se teme que la persona amada dirija imaginación. Es esta facultad la que a través de sus imágenes
e ."
su atención a' otro con mas ,"
merccirmcntos :% . L a sospec 1'ia pone convierte las energías instintivas en pasiones. Nos coloca ante el
en vilo la vida. bien sensible o el placer. Si en este momento no interviene la razón,
pronto se descubre, sin embargo, que el amor es siempre el hombre aceptará naturalmente ese bien. Y a fuerza de moverse
una conquista amenazada por peligros que se presienten muy en ese horizonte, la razón misma se pondrá al servicio de la
cercanos. Se buscaba una respuesta total, y se encuentra una entrega sensibilidad, encerrándose en un círculo casi imposible de romper.
a medias. Es el momento de rogar, de pedir, de llorar. Una leve La fantasía, como dice sor Juana, "labra prisiones" para la persona
esperanza se esfuerza en descubrir signos propicios en gestos o amada por mucho que quiera huir; pero también las labra para el
palabras. Pero el engaño no puede durar mucho. que ama.
Sin embargo, el hombre es dueño de su imaginación, y por
eso es dueño de su amor o de su odio. Si es verdad que las
:F, En prisiones su belleza
de soldados atrevidos,
lamenta los no creídos Amor empieza por desasosiego ..
desastres que adivinó, conserva el ser entre engañosos velos,
pues por ma s voces quc dio hasta que con agravios o con celos
no la oyeron los sentidos. apaga con sus lágrimas su luego.
Détill/os (1, p. 236). Soneto» (l. pp 297-298).
'\() Un desconfiar de sí Tienes grande scnorío.
y un estar siempre temiendo pero tu JmisclIccióll
que porlr.i exceder al mío domina la incliuacion,
cualquiera mérito ajeno. mas no pasa al albedrío.
ROIIlOlliEI (1, p. H). ROIII0llce5 (1. p. 2(1).
HS EL AMOR HUMA 10
EL AMOR HUMA,O H9

imágenes conservan su propia dinamicidad, COIllOya reconocía


hacia el que oscuramente apuntan ya las mismas tendencias
la misma sor JU<I11a,también es verdad que se pueden aceptar o
naturales.
rechazar.
Situado el amor en la perspectiva de la felicidad, participa él
Es preciso, pues, admitir ese" gran sellaría" de la sensibilidad
también de la misma inseguridad y de las mismas limitaciones. El
y vigilar para que no salga de sus límites. 1:<1 senslblltd~d es
amor; dice sor Juana, empieza COIllOdeseo y termina en melancolía.
ambivalente: lo mismo puede ser una encrgla que 11l1pmSe a
El entusiasmo que al principio despierta se va diluyendo en una
alcanzar metas superiores, que un terrible obstáculo para llegar a
indefinible tristeza al comprobar la inmensa desproporción entre
ellas. En las manos del hombre está el lograr una síntesis de todas
el deseo y la realidad de su objeto 40 Se va así de frustración en
sus fuerzas, impulsándolas hacia los auténticos ideales humanos.
frustración y se acepta, aquí también, la provisionalidad. Quizás
No parece que sor Juana haya llegado a ver la posibilidad de
el amor, como la felicidad, no sea más que eso.
esa síntesis. El desprecio que muestra con frecuencia por el amor
Así, pues, en vez de seguir buscando, se va recortando la imagen
sensible y los acentos con que canta el amor intelectual muestra
que se había formado hasta hacerla coincidir con las cosas o
las ideas que a este respecto tenía. El amor verdadero, repite una
personas que se encuentran en la vida. "A quien lo huella, dice sor
y otra vez, es el amor espiritual, el que no necesita de los sentidos.
Juana, mancha inmundo el cieno", y le impide volar.
El otro, el amor sensible, nace, crece y muere; es un amor que
Será preciso que en el horizonte aparezca algo hermoso y noble
lleva en sí mismo un germen de destrucción, y no se puede
para que esa vida se transforme. Puede ser una persona la que
esperar de él otra cosa. Pasa como pasan las cosas de este
con su presencia radiante haga despertar la capacidad de amor
mundo 3~)
espiritual oculta. Puede ser Dios el que venga hasta la puerta y
Para el amor intelectual no importan las distancias, ni las
llame. En cualquier caso, es preciso levantarse y responder a esa
diferencias, ni el tiempo. Sor Juana aplica a este amor la
llamada 41.
incorruptibilidad propia de las formas celestes, que, por su
Aquí el proceso se invierte. Ya no es el hombre el que busca en el
perfección, superan lodo cambio. El amor intelectual es eterno;
mundo algo o alguien que coincida con su imagen ideal del amor.
no se deja contaminar por las sombras y las vicisitudes de la
Ahora es ese alguien quien lo invita a cambiar de imagen, a corregIr
materia. Ésta es la que introduce el cambio y es causa de la muerte.
sus defectos y a hacerla mucho más hermosa. Y para eso, tiene que
Pero la materia es también un elemento necesario para la vicia del
cambiar él mismo.
hombre.

4.- Los desengaños del amor


40 Y aunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho,
La mujer, decía Paul Claudel, es la promesa que no se puede de ver que padezco mucho
cumplir. También el hombre, y las cosas. SIempre se ~sper~l padeciendo por tan poco.
Romances (1, p. 214).
más de lo que el universo entero puede dar. Es el mas allá
41 Abre el cristalino sello
de ese centro claro )' frío
paril que entre el amor mío.
;'.') La posesión de cosas temporales.
Mira que traigo escarchada
temporal es, Alcino. y es abuso
la crencha de oro. rizada
el querer conservarías siempre iguales.
con las perlas del rocío.
Souetos (l. p. :¿C)2).
n Divino Narciso (IV p. G2).
ISO El, AMOR UUMA O EL AMOR ¡-ruMA O .15l

Un ideal produce el milagro de la transformación. Reúne las Es la eterna condición del ser humano. Ve siempre las cosas
fuerzas dispersas en mil direcciones)' las dirige a Ull solo objeto con parcialmente y ve, sobre todo, aquello que le conviene e11 esas
mucha mayor intensidad. Entonces, ese objeto entra a formar parte circunstancias. Los otros aspectos negativos y las limitaciones
de la propia vida por muy lejos que se encuentre. La vida adquiere quedan en la sombra y se necesita otra luz para descubrirlos.
así un sentido nuevo. Cuando llega esa luz, cambia el conocimiento y cambia también
Desde esa altura, las cosas se ven de otra manera y en otra la apreciación de los valores,
perspectiva. Lo que tanto atraía y seducía ahora llega a ser objeto Un amor superficial y sensible no puede durar mucho tiempo,
de odio, tanto mayor cuanto un día más se amó 42. Aparece como "Conserva el ser entre engañosos velos", pero "llega su término
un obstáculo que se interpuso entre nosotros y la felicidad que preciso". Se acepta así, sabiendo que va a terminar. Sin embargo,
ahora se ha conseguido )', si fuera posible, se borraría de la misma se desea que aquello se prolongue o se busca otro amor en esa
memoria para alejarlo más. Hasta llegamos a ocliarnos a nosotros misma línea de lo efímero y provisional. Es la lucha entre la luz
mismos, puesto que aquel amor nos había identificado con lo que y las sombras, entre la razón)' la pasión; es el desgarramiento
ahora se rechaza 43. intcri or. "Guerra civil encendida, que aflige el pecho
Pero no es fácil renunciar a uno mismo. Es fácil cuando ya se imp ort.u na" .
está lejos y se tienen otros bienes mejores, Cuando todavía no se Se busca el desengaño, pero no se quiere encontrar Vi,
había vislumbrado el bien o era un simple conocimiento teórico ¿Cómo se puede dejar lo que ya se tiene en favor de algo que
perdido en las altas regiones de la razón, lo que atraía era aquello todavía aparece lejano y que quizá nunca se pueda conseguir?
inmediato que ofrecían los sentidos 44. Ahora aparece como un Lo que atrae es lo inmediato, la felicidad que se tiene a mano,
mal que se lamenta o como un bien insignificante comparado con Pero el desengaño existe para el que lo quiera descubrir, Existe
lo que se ha conseguido. Pero, prendidos en sus redes)' sin ninguna por parte del que ama, porque cada día descubre su insatisfacción
otra perspectiva, era el bien, lo único que se podía entonces tener, y tristeza. Las cosas que tanto se buscaron cuando la imaginación
y no se podía renunciar a él. las envolvía en fulgores por ella creados, aparecen ahora con toda
su limitación, incapaces de cumplir las promesas que se creyó
contenían. Las cosas, o las personas que únicamente se vieron
4~ .... Cuando el amor como objetos. '
en odio se trueca, Hay, sobre todo, un profundo desengaúo en la persona que se
es más eficaz
siente amada así, aunque la vanidad la haga pensar de otro modo.
el rencor que engendra.
¡bid. (IV, pp. 35-36). Ese amor durará lo que duren los encantos o el deseo del que
4:, Tu aspecto vil a mi memoria ofrezco, ama 4!i .:: 'Q uien
'" pueue aceptar ser tratado así, como algo que
aunque con susto me lo contradice,
por danne yo la pena que merezco;
pues cuando considero lo que hice, 4:; En mi ciego devaneo
no sólo a ti, corrida, re aborrezco, bien hallada con mi engaño,
pero a mf por el tiempo que re quise. solicito el desengaúo
Soueios (1. p. 291). y no cncontrarlo deseo.
1'1 No huyo el mal ni busco el bien; rbid. (Ir, p 215).
porque mi confuso error, Ir; ¿Ves de tu candor quc aplll'a
ni me asegur<l el amor, al alba el primer albor?
ni me dcspccha el desdén. Pues tanto el riesgo es mayor
Redondillas (11, p. 215). cuanro es mayor la hermosura.
152 EL AMOR IIUMA O EL A IOR HUMA O 153

cuando ya no sirve se desecha? El cuerpo vale y debe ser estimado Ya no se trata, pues, de lamentar los agravios o las tragedias
en cuanto es depositario del alma. "Es neutro, abstracto", dice de un amor fracasado. Sor Juana parece tener la certeza de que
sorJuana. Frente él las que quieren "ser de todos a~lmiradas", ella todo amor humano es así, inseguro, amenazado, lleno de
aspira al amor personal de una amistad sincera 4 ', limitaciones. Por eso se llega a preferir la muerte 50. Sin embargo,
Es ése otro signo de inmadurez: el amor indiferenciado e nadie puede dejar de amar. Limitado e inseguro, el amor ofrece
impersonal. Cuando despiertan las tendencias ocultas en el cuerpo, ya alguna respuesta, aunque siempre haya que seguir buscando
se busca el encuentro en todas direcciones. Se ama a todos, porque respuestas mejores.
en realidad no se ama a ninguno todavía. Tendrá que pasar ese Cada nueva respuesta oscurece a la anterior. Al recorrer los
tiempo de tanteo y de búsqueda para que las tendencias se centren caminos del recuerdo, se ve con tristeza y se lamenta el tiempo en
en una persona y surja el amor verdadero. que se sintió el aleteo de un amor sensible, dejándose aprisionar
Parece que se ha llegado así a la cumbre y que ese amor de por sus redes. Pero es algo ya pasado :;1. Ahora se encontró el amor
amistad llena todas las aspiraciones del corazón humano, sobre verdadero, el amor que no necesita el "ministerio de los sentidos".
todo, cuando se trata de la "máxima amistad" entre el hombre y Sin embargo, continúa esa necesidad de ser amados de una
la mujer que comparten su vida en el matrimonio 48. Sor Juana manera tangible, aún sabiendo, dice sor Juana, que de nada sirve.
nunca se sintió entusiasmada por ese amor. Reconoció, por el Continúan las pasiones, la costumbre, el peso terrible que arrastra
contrario, su total negación para ese estado final de la amistad. hacia abajo. La lucha durará toda la vida ')2. Pero se sabe que hay un
¿Sabía que ella no podía cumplir la promesa de totalidad que ahí amor que no es "de contrarios", un amor que prescinde de todo lo
se espera, ni que nadie podía cumplirla para ella? sensible y material, y a él es necesario aspirar.
o es fácil responder a esa pregunta. Seguramente hubo otras La luz de la razón puede iluminar el amor cuando se toma
razones; pero no se puede olvidar la idea que ella tenía acerca
del amor, Los mejores versos de sor Juana se refieren a la ausencia,
como si temiera acercarse demasiado y descubrir las limitaciones :iO y cuando al golpe de uno y otro tiro,
que hay en todo amor. Por eso cree que los celos son el signo y la rendido el corazón daba penoso
señas de ciar el último suspiro,
consecuencia natural del amor 49. No hay seguridad nunca en
no sé con qué destino prodigioso
medio de tantos peligros, y hasta se llega a preferir la muerte o la volví en mi acuerdo y dije: «[ué me admiro?
ausencia a la misma "posesión con riesgos". ¿Quién en amor ha sido tan dichoso?
Sonetos (1, p. 291).
:;I \0 me acuerdo. .oh nunca fuera!
No vivas de ella segu ra .. que he querido en otro tiempo
Glosas (1, p. 264). lo que pasó de locura
47 Mas yo soy en aquesto tan medida, }' lo que excedió en extremo;
que, en viendo a muchos. mi atención zozobra, mas. como era amor bastardo,
y sólo quiero ser correspondida y de contrarios compuesto,
de aquel que de mi amor réditos cobra. fue fácil desvanecerse
Sonctos (l. p. 200) . de achaque de SU ser iuesmo.
.'j}{ Cf Santo Tomás, 1I1 contra Gentes, c. 12,1. Romances (l, p. 166).
'1~) Son ellos de que hay amor :-,2 La virtud y la costumbre
el signo m.is manifiesto. en el corazón pelean.
¿Hay celos? Luego hay amor. )' el corazón agoniza
¿¡-Iay amor? Luego habrá celos. en tamo que lidian ellas.
Romances (l. p. 215). Ibirl. (1, P 166).
154 EL AMOR HUl'vú\NO EL AMOR HUMANO 1!í5

COL1IO un objeto qlle se analiza desde distintas perspectivas, se 5.- El amor de sor Juana
divide, se se;lalan sus etapas. Pero en la vida las cosas no son así,
tan claras. Aquí hay comracliccioncs, divisiones, luchas; la mitad No es fácil gcncralizar Cll este terna del amor en el pensamiento
se inclina a amar y la otra mitad a aborrecer; por un lado ya el y en la vida de sor Juana. Aliado de los poemas didácticos, donde
espíritu y por otro, el cuerpo. es posible haccr esquemas y divisiones, están los otros cantos, los
La vida se convierte así en un laberinto, lleno de peligros y de amistad, dirigidos a María Luisa Manriquc de Lara, y los que
de miedo :;3. Será preciso avanzar a tientas, retroceder, buscar responden a circunstancias o personas muy diversas. El tema del
otra salida. Aquí no hay un hilo salvador que asegure el éxito del amor se repite con reflejos tan variados y hasta contradictorios,
caminar. La luz está lejana, aunque siempre se tiene la esperanza que impiden toda simplificación. Por otra parte, al no conocerse
de llegar a ella. ¿y si la vida fuera eso, caminar en la oscuridad? las fechas de composición, no es posible establecer una línea de
Platón había señalado muy claramente las etapas del amor: del evolución en el pensamiento o en los sentimientos de sor Juana.
cuerpo a las almas; de las almas a la belleza. Pero al intentar seguir Qucda además la duda acerca de si lo que sor Juana canta o
ese camino, se ve que no es tan luminoso como se prometía. lamenta se refiere a sus vivencias o a sentimientos ajenos. "Iodos
En la vida, no sirven las fórmulas de los demás; cada uno debe los que se han ocupado de ella han tratado de aclarar esa duda,
encontrar su propio camino. Llegar a la contemplación de la pero el misterio continúa. Ni en el romanticismo ni en nuestra
belleza a través del amor, prescindiendo del cuerpo y de la matena, misma época hay una equivalencia exacta entre la obra del poeta
puede ser un ideal en términos filosóficos. Pero, do es en la vida? y su mundo interior. Mucho menos habrá que buscar csa
¿Qué hayal final de ese laberinto? La filosofía no tiene respuesta: correspondencia en la época en que vivió sor Juana: el barroco
para esas preguntas. ¿Para qué el amor o para qué la libertad? imponía entonces sus normas.
Estamos condenados a amar y a desear ser amados, aunque de Tampoco se puede hacer una separación tan drástica como a
nada sirve, dice sor Juana 51 veces se ha hecho. Quevedo acusabaya a sus contemporáneos de
Es claro que este tema del amor preocupó a sor Juana durante "cantar sus pecados, como otros los lloran". No se trataba, pues,
toda la vida. Fue objeto de sus meditaciones y su estudio. de temas o personas imaginarios, independientes de la vida de
Seguramente se analizó a sí misma y trató de aclarar situaciones y los autores. Sor Juana no será una excepción; escribe acerca de lo
tendencias que descubría en su propio ser. El resultado fueron los que ella ha vivido, aunque sea en su imaginación o en sus deseos.
versos que fue dejando a través de sus obras. Ahí vemos lo que ella En todo caso, lo que interesa aquí es precisamente eso: lo que
pensaba acerca del amor. ¿Lo vivió ella así? pensó sor Juana acerca del amor. Lo demás es su secreto.
Cada época tiene su propio concepto acerca del amor, como lo
tiene también acerca de la vida o del arte. No es lo mismo el ideal
de los griegos que el que tuvieron los hombres de la Edad media
:",;\ El manto de la noche en sombras tinto, o los del siglo XVI ;"".También se podría pensar que cada hombre
que medroso vistió de mis temores
o mujer es un compendio de la humanidad y que en ellos es posible
tupido laberinto de pavores.
no es mayor que mi oscuro laberinto. ir descubriendo las distintas manifestaciones del amor. A veccs, se
¡Imo) es JIIás laberinto (1\1, p. 28'». acentuará el egoísmo, y las demás formas del amor apenas si
r,·1 Tan precisa es la apetencia aparecerán titubeantes o desvaídas. En otras circunstancias, será
que a ser amados tenemos,
que aún sabiendo que 110 sirve.
nunca dejada sabemos.
Ronumces (I. p. ] (7). el' Ortega y Casser. o. c. pp.Lt l ss.
156 EL AMOR HUMAT\O EL AMOR HUMANO 1!í7

la amistad la que prevalece. 'Iarupoco aquí caben simplificaciones, imposible sea y más diricultades haya que vencer, más grande es
como si los ideales de una época se reflejaran fielmente en las el amor.
personas. Al margen de esta concepción del amor, son bien conocidos
Con las reservas que todas esas consideraciones imponen, se los excesos y los desórdenes que se dieron ell el catarismo. El
puede delinear el trasfondo sobre el que sor Juana va levantando hombre no puede despreciar impunemente una parte de sí mismo;
su concepción del amor. Octavio Paz ha seguido la trayectoria del la naturaleza tiene sus venganzas y hace oír su voz, por mucho
amor cortés desde los palacios de Provenza hasta la época de sor que se la quiera acallar.
Juana, con los influjos árabes y neoplatónicos :)U. No hace falta También pudo influir en esta concepción del amor el amor
repetir sus conclusiones. Pero vamos a cletenernos en tres cortés de los beduinos. En este caso, no se trataba de una
momentos en la cultura del amor; que pueden iluminar, cada uno sublimación artificial, sino del "velo de una atracción del deseo
desde una perspectiva distinta, e! pensamiento de sor Juana. divino q~e mata"?". El amor sería el llamado de Dios y el fuego
Alrededor de! siglo XII empieza a distinguirse la pasión del que purifica de roda contaminación de la materia.
amor y el amor cortés. Según Denis de Rougemont, la distinción Un dualismo exagerado, COIlraíces orientales y platónicas, no
se debe a la doctrina dualista de los maniqueos. De hecho, podía conducir a otra cosa. El alma debe elevarse a las regiones
Lombardía era a la vez un centro de catarismo y de amor cortés: Ideales, superando los obstáculos del cuerpo. El amor verdadero
muchas de las canciones del siglo XII en la poesía provenzal aluden es el amor de "veneración", dirá sor Juana; no el amor sensible,
a dos mujeres; una, de quien se ocupa el poeta, y otra, a la que que termina en "atrevimientos".
envía su canción. Esa mujer misteriosa era la Virgen o la iglesia Otro mom:nto importante en la historia del amor lo constituye
cátara :;7. el final de la Edad media y su representante es Dante, A finales
El amor se canta al margen del matrimonio. Es una fuerza que c:el siglo XIII empieza una "vida nueva", no sólo porque ése es' el
ignora todo razonamiento e invade a la persona. Se separa también titulo. de una de las obras de Dante, sino porque se produce un
de toda manifestación sensible. Los tristes en el lenguaje alegórico cambio en el concepto del amor. La mujer deja de ser presa para
de la poesía provenzal son los que han visto su deseo carnal el hombre y se convierte en un premio que es preciso merecer. Es
satisfecho. Los que conservaban vivo el deseo, se mantenían en la también camino hacia las alturas del paraíso.
alegría del amor puro, el amor ausente, el único digno de la Beatriz, "la dama del saludo", llevará a Dante de la mano a
persona amada 58. descubrir los secretos del universo, abriéndole las puertas de otro
El alma prisionera quiere ir hacia la luz; debe elevarse por Inundo y guiándolo desde la selva oscura de la vida hasta la luz de
encima de la materia y no dejarse contaminar por ella. El camino los bienaventurados. El amor se convierte así en revelación: es la
es el amor, pero un amor puro, siempre insatisfecho, lleno de puerta que abre y el encuentro que anuncia otros encuentros.
obstáculos reales o imaginarios. Un amor padecido, más que Un saludo, un desdén, una sonrisa. Pudieran parecer
disfru tado. desproporcionados tan leves gestos para el fuego de amor que
Los amantes aman al amor; el otro no es más que un pretexto Beatriz despertó a su paso por la vida de Dante. Llega un momento
para la exaltación solitaria. Por eso, ese amor no exige la presencia en (pIe ya no se sabe si es pura creación ideal del poeta, si es el
física. Por el contrario, esa presencia estorba. Mientras 111<15 COllO,Cl11l1CllLO,sobrcniltlií'al de la teología o si fue la mujer real que
un día (OIlOClOen una calle de Herencia. Seguramente lo lúe todo
!,(i er. Octavio Paz, o. C., pp. 26/iss. al mismo tiempo. Beatriz es la mujer que despierta las energías
:-'7 El simbolismo esotérico, p. 209.
'iR lbid., p. 20:j. el' L !vlassignoll. cit. en m .IÚIlUO!iSIIlO esotérico, p. zoo.
EL AMOR IHJMANO EL AMOR HUMANO I ri'l
.158

ocultas del hombre, porque es destructora de todo vicio y reina de Dantc 110 necesitó corregir en nada su ideal. Las fugaces
I odas las virtudes. apariciones de Beatriz y su alejamiento definitivo por la muerte le
Al final, el amor se transforma en amor a la verdad y en visión penniucrou sumergirse en ese mundo de la imaginación, donde no
espiritual del universo a través de los cantos de la Divina Comedia. hay límites ni decepciones. Era además el refugio contra las tristezas
Ya no se trata de contemplar la realidad en los oJos de la persona de una vicia llena de sinsabores. "Por eso es bueno el señorío del
amada. "Vuélvete y escucha que no está solamente en mis ojos el amor, dirá él, porque aleja el pensamiento de cosas viles". Se trata
paraíso", le tendrá que advertir Beatriz. Amar es contemplarjuntos de descubrir en los ojos de la persona amada e! esplendor de! paraíso
el resplandor de la gloria. ._ y adentrarsc después por los caminos de la gloria.
Conoció Dante otras formas de amor. Tuvo amigos entrañables Así, pues, el amor no necesita más que un leve apo)'o para
y amó a su esposa y a sus hijos. Pero ninguna de estas formas de elevarse y volar. Basta un saludo, una sonrisa. En realidad, lo que
amor le hubiera llevado a componer la Divina Comedia. Son se ama después es una sombra, una bella ilusión !io. Lo importante,
formas limitadas y estrechas, que sólo anuncian la dimensión total también aquí, es amar, porque el amor lleva a las alturas y él la luz.
a que aspira el corazón humano. Si Beatriz no hubiera Abajo quedan los problemas cle la vida y las tinieblas.
pennanccido inaccesible y lejana, se hubiera convertido en una Finalmente', es preciso recordar las ideas aristorélicas acerca de
anécdota más en la vida del poeta. Pero la dama genul y virtuosa la función de la poesía, porque estas ideas eran bien conocidas
sonríe y se aleja, elevándose a las alturas del cielo más allá de la desde el Renacimiento y pudieron influir en sorJuana. A la luz de
muerte. estas ideas se puede también intentar responder a la pregunta
Dante sabe que la mirada es el principio del amor y la sonrisa, siempre inquietante sobre la autenticidad de los sentimientos
su término. Cualquier otro premio rompería el encanto de la cantados por sor Juana.
ilusión. Una sonrisa de aprobación es como una inundación de El poeta, según Aristóteles, puede expresar las cosas como su-
gozo y se hará cualquier cosa para merecerla. Esasí como la vida cedieron; puede manifestar sus sentimientos como en realidad
se transforma para alcanzar el ideal que la mUjer tiene del hombre. son. De alguna manera lo hace siempre, porque cuando cree que
La historia de Dante es un poco la historia de todos los seres está describiendo el cielo, "está haciendo retablos de sus duelos",
humanos. Creía Platón que la verdadera realidad era el mundo como dice sor Juana. Sin embargo, también puede describir las
de las ideas y que las cosas no eran más que deficientes imitaciones cosas como parece que son, conservando un núcleo de realidad
de ese mundo ideal. Esto es verdad en lo que se refiere al amor. que adorna con su imaginación según las necesidades o las
En todo caso, el ideal del amor aparece mucho antes que la exigencias en que vive. A veces hay censuras más o menos explícitas
realidad. Cuando alguien se introduce en el horizonte afectivo de que impiden la expresión clara, y se acude a experiencias o
una persona, se realiza una misteriosa operación de contraste con símbolos que ocultan de alguna manera ese mundo interior, de-
una imagen que se tiene de antemano. SI no se da la coincidencia, jando sólo entrever alguna de sus manifestaciones. Finalmente, se
o se recorta y se corrige la imagen ideal o se añade un complemento pueden expresar las cosas como debieran ser, no como en realidad
de perfecciones imaginarias a la persona amada. sucedieron 1;l.
Sor .Juana conoce muy bien este proc~so~ Cuando ~anla a sus
seres queridos, los adorna con el poder de su unagmacion, aunque ()II Dciéntc sombra de mi bien esquivo.
sabe bien que la realidad está muy lejos de lo que ella imagina. No imagen del hechizo que Illás quiero ..
importa: el amor es creador. 501/1'105 (1. p. 287).
(;1 Cl. Arisl{llcles.l'oitirú. (Versión e inrroducción dc Carcía Bacca, México.
ICJS,j). pl72.
IliO El. AMOR HUMANO
EL AMOR HUMANO 1 () I

N o hay por qué buscar en la a poesía la verdad: .la verdad es el


objeto de la filosofía. La poesía intenta otra cosa. b]t~'e la verdad No es posible interpretar a sor juana con un solo criterio o en
y la falsedad está la verosimilitud, y en esa dimensión debe ser una única dimensión. Sus obras poéticas son tan variadas, que
interpretada la poesía G2. Querer, pues, aplicar los esquemas exigen vcrlas en cada caso él la luz de las circunstancias en que se
filosóficos o las normas de lo verdadero y de lo falso es destruir la compusieron o de las exigencias a que respondían. Aun así, queda
obra poética. He ahí un peligro del que las obras de sor Juana no siempre un margen de inseguridad y de misterio, que sólo se puede
conocer muy superficialmente.
se han librado. No tiene sentido el preguntarse por la autenticidad
o no autenticidad de los sentimientos que canta. Son verosímiles, Sor Juana sabe que amar es una necesidad. "Amor empieza
por desasosiego", y todos, tarde o temprano en su vida, sienten
diría Aristótelcs, yeso basta. .
esa inquietud. Se ama, aunque "de nada sirva": el amor se jusriíic»
El poeta trata de crear un clima artificial para las acciones y los
a sí mismo. Pero además es necesario fingir amor por exigencias
sentimientos separándolos de los sujetos histórico~ en qUIenes se
produjeron, pues allí estaban mezclados con su VIda individual, ajenas. Es lo que sucede en la vida cortesana: en palacio "quien no
es amante es grosero"(;4 El amor es entonces unjuego en el que
con sus pasiones concretas y con defectos inconscientes. Realiza
una labor de purificación, elevándose al mundo de lo universal, todos entran, sabiendo que no es más que eso. Será, pues, necesario
idealizando las cosas sin destruirlas. En ese mundo los afectos no tornar muy en cuenta ese juego de amor.
adquieren un estado de pureza que no tenían en el nivel en que se Amor fingido. Sor Juana conoce muy bien esa clase de amor,
vivieron (j:~. porque vivió ese juego de palacio. Reverencias, palabras, gestos,
Sin embargo, es preciso no confundir la filosofía con la poesía, no respondían a ningún sentimiento profundo, por más que
o viceversa. La filosofía se mueve siempre entre conceptos pareciera lo contrario. lodo era tan superficial como la misma
universales: su mundo es el reino de la luz, de la verdad y de los vida: en palacio, "nadie sabe por qué va ni por qué viene". El
poeta convierte en realidad lo que es pura ficción, y presenta el
principios. En cambio la poesía, como toda obra de arte, no puede
amor como la fuerza que mueve a los personajes en el escenario
desprenderse de lo sensible; ahí es donde se realiza la belleza.
de la corte (;5. Es la comedia de la vida.
Pero Aristóteles cree que los sentimientos nacen y crecen en el
Otras veces los poemas de amor responden a exigencias ajenas.
nivel del terror, conmiseración o exaltación sensible, que los
Sor Juana habla de obras de encargo, y no hay por qué dudar de
oscurece y los desfigura. Es necesario purificarlos de todo ele-
mento ajeno y presentarlos así, sin mezcla de otras cosas. su confesión. Algunos de sus poemas de amor tratan, pues, de
expresar los sentimientos de los que acudían a ella. También aquí
Así se vieron siempre las obras literarias, aun en las épocas en
tiene que fingir y tratar de imaginar ese mundo en el que otros
que no se intentaba reflejar un suceso o un sentimiento real del
vivían, felices o atormentados OG Rayos, desvelos, respetos ... , 1I0
autor. En el fondo, había. un núcleo de realidad: las aventuras
amorosas del poeta. Pero no se trataba de describir esa realidad,
sino de realizar una obra de arte. El autor prescindía de sí mismo
!i4 Las empeños de una casa (I\~ p. 66).
y de las circunstancias concretas para elevarse a o~ro niv~l ~e G;l Vayan saliendo a la plaza
ejemplaridacJ y de vivencia optativa del universo. ASl también 10 porque, aunque invisibles son,
veían los lectores. han de parecer reales,
aunque le pese a Platón.
Ibicl. (IV. ]J. (3).
(i(; lIaz cuenta fJlle eres poeta
W cr !bid., pp. 64-65. y que le hallas en un paso
(;') cr (bicI., pp. 43, 6·1 Y 71. cle comedia. donde es fucrva,
sin estar I enamorado,
ú
Jli~ EL Ai\1OR1lU lA '0 EL i\ 'IOR IlUMAl O Hi3

SOll más que palabras que, en todo caso, tcudrían algún signdicado En todo caso, hay esperallDl de que alg-ún día se dará el eucucnuo
p;lra los 01 ros, !lO para ella. v "el alma salga éllos ojos desalada en -risa". A veces es 1.<111intensa
¿Cuáles fueron esas obras de ellCargo~ Nadie podría scnalarlas la búsqueda -" de flor en flor, de planta en planta" - y tan esperado
con exacti tud. Lo cierto es que hay muchas sombras, ficciones y el encuentro, que pudiera parecer que se trata del amor de Dios.
fantasmas en la poesía amorosa de sor Juana, que no son más que Si así fuera, habría que interpretar muchos poemas de amor en
eso: fruto de su imaginación. Otros poemas, sin embargo, son tan clave religiosa.
espontáneos y sinceros, que no es posible siiuarlos en ese reino de Pero no parece ser ése el caso de sorJuana. El amor verdadero
la imaginación. Responden a sentimientos de alguna manera para ella es eso: ausencia y distancia; el amor que se justifica por
vividos por ella. Pero la frontera entre lo real y lo imaginario aquí sí mismo, sin necesidad de presencia física que rompería el encanto.
es invisible. En ese sentido habría que interpretar también la insistencia de
El amor real, decía sor Juana, se divide en sensible y racional. sor .Juana en afirmar que el verdadero amor no exi n ee
Para una mentalidad platónica y dualista la división es tajante y correspondencia. El amor cnconrraría la respuesta en sí mismo.
clara. En realidad, estas dos clases de amor se dan entremezcladas Es claro que sor Juana rechazó siempre el puro amor sensible.
y se apoyan mutuamente. Sor Juana consideraba la verdadera La materia mancha y contamina al espíritu; es preciso desprenderse
amistad corno amor de inteligencia, y ahí habría que colocar los de ella. El amor debe emprender el vuelo hacia las alturas. De ahí,
poemas dedicados a María Luisa Manriquc, y algunos otros. el arrepentimiento, los lamentos, el dolor, los tormentos buscados
También aquí es preciso creer el testimonio de la autora. y padecidos. El dolor purifica y apaga las exigencias de la carne.
Sin embargo, la insistencia con que habla de ese amor "de ve- Para Platón el amor culmina en la contemplación de la belleza.
neración", de inteligencia, de un amor para el que no es obstáculo Sor Juana sc quedó a mitad de camino. Corno en el caso del
la distancia -"muros de mar interpuestos" - ni exige la presencia conocimiento, la cumbre no produce más que desconcierto: allí
física, parece que insinúa el concepto del amor cortés. En otros no hay nada. Es preciso volver hacia abajo, al mundo de lo real,
casos, sor Juana es mucho más clara y habla de un amor quc todo donde tampoco se encuentra nada que apacigüe el desasosiego.
lo arrasa, que invade con su fuerza el ser entero, quc impide todo Entonces el amor se convierte en un objeto que se canta, se ensalza
razonamiento. o se lamenta.
Se explica así la insistencia en señalar la ausencia del ser amado, Un amor así no puede ser camino que lleve a la revelación de
su dignidad que sobrepasa todo merecimiento, la distancia que otros mundos, como en el caso de Daute. No hay nadie que guíe
separa de él (;7 No hay encuentro gozoso, ni promesas cumplidas. ni lleve de la malla. "El amor hace retornar a Dios las cosas de
este mundo, dice León Hebreo. Los seres superiores desean
comunicar su bien a los inferiores, )' los aman porque desean su
fingir otro que lo esté,
y diles soles y rayos. perfección. Los inferiores aman a los superiores por la perfección
ansias, desvelos. respetos, y hermosura que ven en ellos y porque aspiran a participar de su
temor, silencio)' cuidado. bien"!". Pero, :cuál es el camino? Primero es conocer: sólo después
y .ucución sin esperanza.
que es lo que ocurre en palacio,
y verás cómo lo aciertas.
¡I}l/o! es más labernüo (IV, ]l. :2:;0).
su .uuor .il mcrccimicnto
()7 El amautc verdadero
de la beldad a quien sirve.
ha de tener de lo .uu:ulo
Los empenos de /1 //(1 rasa (1\" p. 70).
uiu soberano concepto. (;S Cir. por C. Fraile. (l. c., p. 20,1.
quc ha dc pensar <¡uc no alcanza
EL AMOR HUMANO EL AMOR HUMANO 165

se puede amar. Pero el conocimiento se muestra ran enigmático síntesis en el amor de que hablaba Ortega y Casset. Negó uno de
para sor Juana corno el mismo amor. sus elementos, y con eso destruyó el mismo concepto del amor
Por último, hay que tener en cuenta que los cátaros utilizaron humano. El hombre no es ni su alma ni su cuerpo, decía santo
los cantos de amor como rebelión contra ia sociedad y la Iglesia. Tomás 7 t. 'j los sentidos solos conocen ni el entendimiento, sino
Fue la clave para criticar a la iglesia de Roma y exaltar su nueva el hombre entero, añadía en otro lugar 72. Lo mismo se podría
iglesia. El amor se convierte en un refugio contra la dura realidad decir del amor: es el hombre completo el que ama. O la mujer.
de la vida. Bajo las formas del amor humano se ocultaba un El amor sensible e instintivo es la primera respuesta del hombre
pensamiento, que sólo los iniciados podían descubrir. ante el mundo. No deberá quedarse ahí porque hay otros valores y
También para sorJuana la poesía amorosa Iue una evasión. En el otras respuestas. Pero esa primera forma del amor no lo abandonará
mundo de la fantasía no hay barreras que impidan volar. El amor a nunca, aún cuando haya alcanzado otras etapas más elevadas. Negar
la belleza hace crecer las alas del alma, había dicho Platón. "Los dos o destruir este amor es negar la posibilidad de seguir el camino.
caballos que el alma guía por los caminos del cielo no son COlllOlos Sor Juana sabe quc el amor humano eleva su mente hasta tocar
de los dioses, buenos y constituidos de buenos elementos. De los del el cielo, pero tiene sus pies sobre la tierra, como el mismo hombre.
alma, uno es bueno y constituido de la misma índole; el otro está Si hubiera sacado todas las consecuencias de esta afirmación, hubiera
constituido de elementos conrrarios'v". Por eso la vida es dura y llegado a un equilibrio, lo mismo en el amor que en el conocimiento.
difícil; es una lucha continua. Si hay una voz que nos llama hacia las Pero por lo que se desprende de sus obras, no llegó a ese equilibrio.
alturas, hay también fuerzas que arrastran hacia abajo. Será preciso decir que Lodo esto se refiere a su pensamiento.
Sor Juana sabe que Lama, Elisa, Elena, Florinda o Lucrccia Cómo vivió ella el amor es un misterio. Es claro que en los últimos
son creaciones de los poetas 70. Si eso hicieron en la antigüedad, años de su vida lo vivió de otra manera. Quedaban lejos losjuegos
también ella puede volar por los caminos de la fantasía y crear de la corte y del locutorio del convento, las comedias de enredo o
beldades que sólo existen en su mente. La realidad era muy distinta, las disquisiciones filosóficas. La vida ahora ya no era el juego al
lo mismo en la corte que en el convento. Puesta a imaginar y que todos entran sin saber bien por qué. En la ciudad alegre y
crear, creó e imaginó al mismo amor. confiada había estallado la peste. Cada uno se va a mostrar C01110
El amor "sin contrarios" a que sor Juana aspira no existe más es. Llegaba a su fin la comedia de la vida.
que en su fantasía. Es el amor "de inteligencia", sin mezcla de La respuesta de sor Juana es el silencio y las flagelaciones. Es
elementos sensibles. Nadie puede amar así, en una dimensión verdad que no era ella sola la que así respondía. Sin embargo, es
totalmente espiritual. Ni el amor místico más elevado puede sospechoso el fervor con que se entregó a esas penitencias. Era la
concebirse sin alguna respuesta y apoyo del cuerpo. Quizá ésa sea espiritualidad barroca, sangrante y sensiblera; pero podía ser
la razón por la que no aparece en la poesía amorosa de sor Juana también el desprecio maniqueo de la carne.
el amor divino, cantado por san Juan de la Cruz y santa Teresa. Claro que ése fue el peligro menor al que la concepción dualista
Así, pues, no parece que sor Juana haya logrado realizar la del hombre podría conducir. Hubo excesos peores y la historia es
testigo de muchas aberraciones en este campo. El hombre ni es
bestia ni es :lllgel: es hombre, elevando su altiva mente al cielo,
()') Fecho (Aguilar; 19(2), p. 63. pero con los pies en la tierra ...
'711 Pues a los poetas, icuánto
les revolvió los afeites
con que hacen que una hermosura
dure, aunque al tiempo le pese! 7t Cf. el comentario a J Coro XV, 2.
Romances (I, p.121). 7'2 De uerüate, 2. ti ad 3.

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