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Camboya Memoria
Camboya Memoria
Alex Hinton
Resumen
A través del análisis del proceso genocida que se extendió en Camboya
entre abril de 1975 y enero de 1979 bajo el dominio de los Jemeres Rojos,
este artículo intenta abordar la temática referida a la destrucción y recons-
trucción de la memoria y de las representaciones desde aquellos años hasta
nuestros días.
Partiendo desde la consideración del objetivo genocida de atacar el pasa-
do a través de la eliminación de todo aquello que remitiese al “capitalismo” y a
la opresión de clase, se intenta mostrar y analizar las representaciones a través
de las cuales se buscó construir la “nueva sociedad revolucionaria”.
De esta forma, y teniendo en consideración el relato testimonial, este artí-
culo intenta explorar las diferentes dimensiones de la política de la memoria, de
manera especial aquellas que construyó la República Popular de Kampuchea
(RPK), el sucesor de KD apoyado por los vietnamitas, en la que se ligó su legi-
timidad con una serie de narrativas discursivas sobre este pasado violento. Y,
finalmente, percibir el cambio en la política de la memoria de Camboya cerca
de la época de las elecciones de 1993 apoyadas por la ONU.
* Queremos agradecer desde la Revista de Estudios sobre Genocidio a los editores, Alexandra Kent y David Chan-
dler, por permitirnos publicar la traducción de este artículo de Alex Hinton. La cita bibliográfica original corresponde
a: Hinton, Alex, “Truth, Representation and the Politics of Memory after Genocide”, en Alexandra Kent and David
Chandler (eds), People of Virtue. Reconfiguring Religion, Power and Morality in Cambodia Today, NIAS Press, Co-
penhagen, 2008. Traducción: Daniela Szenkman.
27
Revista de Estudios sobre Genocidio
1
Chandler, David P. ,Voices from S-21: Terror and History in Pol Pot’s Secret Prison, University of California Press,
Berkeley, 1999. Hinton, Alexander Laban, Why Did They Kill? Cambodia in the Shadow of Genocide, University of
California Press, Berkeley, 2005. Kiernan, Ben, The Pol Pot Regime: Race, Power, and Genocide in Cambodia under
the Khmer Rouge, 1975-79, Yale University Press, New Haven, 1996.
28
Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
da. Lut-dom describía el modo en que se clave en la sociedad camboyana (entre “la
esperaba que la gente fuera moldeada por nación kampucheana y el imperialismo, en
el Angkar (la Organización) para resultar especial el imperialismo estadounidense” y
los comunistas puros del futuro2. entre clases, especialmente “las capitalis-
La memoria iba a ser reestructurada tas y terratenientes”)5, el Partido fue capaz
durante este proceso hasta que estuviese de encender las llamas de la revolución
alineada con la línea del Partido, que co- que, “como la paja seca en campos de
loreó el pasado de rojo revolucionario. To- arroz” durante la estación cálida “necesita
mando prestada una metáfora maoísta que sólo de una pequeña chispa para prender-
resonaba con concepciones budistas de la le fuego”6. De ahí en adelante, planteó Pol
rueda de la vida y dos ruedas de dhamma, Pot, el fuego se extendió en todo el país,
los Jemeres Rojos hablaban de “la Rue- posibilitándole al movimiento revolucionario
da de la Historia” (kang bravattesas)3 que, vencer no sólo a la República Jemer, sino
propulsada por leyes naturales que habían también a los Estados Unidos. Así como la
sido distinguidas por la “ciencia” del mar- línea del Partido permitió a los Jemeres Ro-
xismo-leninismo, llevó y continuó llevando jos obtener la victoria, también conduciría
a Camboya hacia el comunismo, aplas- a Camboya hacia la utopía comunista más
tando todo en su camino. Esta visión del rápido que nunca.
pasado fue planteada con claridad en un Alcanzar este objetivo exigía la crea-
discurso histórico que dio Pol Pot el 29 de ción de un país lleno de una nueva clase de
septiembre de 1977 para celebrar el deci- ser revolucionario que, luego de haber sido
moséptimo aniversario de la fundación del “templado” mediante un trabajo duro de
Partido Comunista de Kampuchea (PCK). campesino, sesiones de crítica y autocríti-
No sólo anunció en el discurso pública- ca, mitines políticos, y constante adoctrina-
mente por primera vez la existencia misma miento, desarrollara una conciencia política
del PCK y el liderazgo de éste por parte de progresista que estuviese de acuerdo con
Pol Pot, sino que también expuso la historia la línea e historia del Partido. De aquellas
de la lucha revolucionaria en Camboya, la evidencias de la incapacidad de librar-
cual había fallado en las etapas “esclavis- se de los vestigios del pasado “corrupto”
ta”, “feudal”, y “feudo-capitalista” debido a –por ejemplo, como es manifestado en el
la falta de una “línea política” apropiada4. detenerse demasiado en la vida pasada de
Esta línea sólo comenzó a establecerse, uno, quejándose de las difíciles condicio-
declaró Pol Pot, en el Primer Congreso del nes de vida, no demostrando el apropiado
PCK llevado a cabo entre el 28 y 30 de sep- entusiasmo por la revolución, cometiendo
tiembre de 1960 por 21 revolucionarios que errores en lo que respecta a sus respon-
se encerraron en un cuarto secreto en el sabilidades, o faltando al trabajo– se decía
depósito ferroviario de Phnom Penh. a menudo que sufrían “enfermedad de la
Habiendo percibido a través de un memoria” (comngii satiaramma)7. Si la en-
“análisis científico” las contradicciones fermedad era crónica o no sanaba rápida-
2
Criddle, Joan D. y Mam, Teeda Butt, To Destroy You Is No Loss: Te Odyssey of a Cambodian Family, Anchor, New York, 1987,
p. 101. Véase también Locard, Henri, Pol Pot’s Little Red Book: The Sayings of Angkar, Silkworm, Chiang Mai, 2004, p. 299.
3
Locard, Henri, ob. cit., p. 211.
4
Pol Pot, “Long Live the 17th Anniversary of the Communist Party of Kampuchea”, discurso dado por Pol Pot, Secre-
taría del Comité Central del Partido Comunista de Kampuchea pronunciado el 29 de septiembre de 1977, Ministerio
de Asuntos Exteriores, Phnom Penh, 1977.
5
Ibídem, pp. 25-26.
6
Ibídem, p. 38.
7
Véase Criddle, Joan D. y Mam, Teeda Butt, ob. cit., p. 99.
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Revista de Estudios sobre Genocidio
mente, era “curada” por medio de la eje- rumbo hacia la Pagoda en la Colina de los
cución. De hecho, la ejecución funcionaba Hombres en 1977, en medio de una grave
como el medio más directo y riguroso para purga. La familia de Chlat había vuelto al
obliterar recuerdos contra-revolucionarios pueblo natal de sus padres, donde la gente
del pasado. conocía el sospechoso trasfondo urbano;
su hermano mayor Sruon había trabajado
v
allí en la industria de importación y expor-
Chlat fumaba mientras me contaba las tación. Hablando bajo en un tono mono-
historias de cómo su familia se iba cami- corde, interrumpido por largas pausas y
nando de Phnom Penh bajo el abrasador repentinos golpes de su cigarrillo contra
sol, a veces avanzando sólo un metro en el cenicero, Chlat recordaba cómo Sruon
dos horas, de cómo los Jemeres Rojos re- fue llevado a la Pagoda, la cual había sido
quisaron su reloj, diploma, y ropa, cómo transformada en un centro de exterminio:
su cuñado, un antiguo oficial militar, fue
Primero oímos que los camiones
identificado y llevado, para nunca regresar,
habían estado viniendo para llevar
y cómo su abuelo murió y fue enterrado al gente de cooperativas vecinas a una
costado del camino en una tumba señali- “aldea nueva”. Se difundían rumores
zada sólo con incienso. La primera vez, me de que la gente era llevada para ser
ofreció un cigarrillo, que rechacé. Él sonrió asesinada. Los camiones llegaron a
de forma tirante y me contó cómo había mi aldea sin previo aviso. Nadie había
empezado a fumar durante KD cuando le sido informado. La gente comenzó a
fue asignado transportar excremento hu- ser llevada al mediodía. Podías ver
mano desde las letrinas para que pudiera que se trataba fundamentalmente de
ser utilizado como fertilizante. Explicó, “el gente de 1975, en especial aquellos
olor era insoportable y los cigarrillos ta- que eran perezosos o incapaces de
paban el hedor. Después de que dejé de trabajar duro, a quienes se les ha-
trabajar ahí, continué fumando debido al bía ordenado ir a la nueva aldea (...)
hambre. Nunca estaba lleno pero cuan- Cuando el nombre [de mi hermano
do fumaba mi hambre disminuía”. En otra mayor] Sruon no fue pronunciado
oportunidad me dijo que fumaba porque −había estado enfermo y no había
su cabeza estaba muy ocupada. Si cavila- podido trabajar mucho últimamente,
ba sobre algún tema difícil como KD, fumar con lo cual estábamos preocupa-
aliviaba su corazón. A medida que Chlat re- dos− él no podía creer su suerte. No
cordaba estos acontecimientos, iba dando paraba de decirnos a mí y a mi padre,
“soy realmente afortunado. Debo ha-
una pitada a su cigarrillo, las brasas por un
ber realizado buenas acciones en el
momento radiantes como sus recuerdos,
pasado para escaparle a la muerte,
luego ceniza.
porque esa gente no está yendo a un
Normalmente nos reuníamos al ano-
lugar nuevo, están yendo a ser asesi-
checer en la casa de un amigo en común, nados y desechados”.
luego de que Chlat terminara de trabajar en El nombre de Sruon aún no ha-
la oficina del gobierno provincial. La elec- bía sido llamado a las 8:00 de esa
tricidad a menudo fallaba y el solía sen- noche. Recién había terminado de
tarse en una mesa débilmente iluminada decir “estoy fuera de peligro. No voy
por una sola vela y el extremo del cigarrillo a morir” cuando Sieng, el jefe de la
encendido, que dibujaban su contorno y aldea, dio unos golpecitos en nuestra
proyectaban sombras contra las paredes. puerta y dijo a Sruon, ‘”recoge tus co-
Fue en una de esas noches que me contó sas. Los camiones te llevarán a una
por primera vez cómo su hermano giró su nueva aldea”. Sruon dejó de hablar y
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Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
se sentó lentamente sobre la cama, evocan, han probado ser una dinámica po-
aterrado, pensando en lo que él sos- derosa en Camboya, en la medida en que
pechaba que iba a sucederle a su fa- diferentes grupos han reescrito el horizonte
milia. Finalmente, dijo “de modo que del pasado de KD para satisfacer las nece-
mi nombre está en la lista también”. sidades del presente, reivindicando su legi-
Alguien, supongo que podría haber timidad y autoridad moral en el proceso.
sido un familiar lejano mío que es-
piaba para los Jemeres Rojos, debe v
haberlos hecho reemplazar su nom-
bre por el de mi hermano a último Este artículo explora varias dimensio-
momento. Sruon ordenó a su mujer nes de esta política de la memoria, en es-
e hijos que se prepararan para ir. Me pecial aquella de la República Popular de
dijo, “cuida de papá y nuestros her- Kampuchea (RPK), el sucesor de KD apo-
manos. En cuanto a mí, no creas que yado por los vietnamitas, la cual ligó su legi-
me están llevando a un nuevo lugar. timidad, de forma tan estrecha, a una serie
No existe tal. Nos están llevando para de narrativas discursivas sobre este pasa-
matarnos”. Todo estaba calmo; nadie do violento. Además, podemos percibir otro
hablaba. Todo lo que se podía escu- extenso cambio en la política de la memo-
char era el golpeteo de la lluvia. ria de Camboya cerca de la época de las
A las personas cuyos nombres
elecciones de 1993 apoyadas por la ONU
eran llamados se les ordenaba re-
en Camboya. En ese momento, organiza-
unirse en una pagoda cercana. Sruon
ciones no gubernamentales proliferaron en
levantó a su hijo menor, protegiéndo-
Camboya y discursos sobre reconciliación,
lo de la lluvia y el barro, y llevó a su
familia allí. Se estaba haciendo tarde,
derechos humanos, y justicia, fueron loca-
entonces los Jemeres Rojos orde- lizados, a menudo en términos budistas,
naron a todos quedarse a dormir en en otra revisión de la memoria del pasado
la pagoda esa noche. Los guardias genocida. Nuevos cambios pueden perci-
impedían que la gente saliera del es- birse nuevamente con el comienzo, en julio
tablecimiento. Los niños lloraban de del año 2006, del juicio respaldado por la
hambre porque no se les daba comi- ONU a los antiguos líderes de los Jemeres
da. Al día siguiente, con las primeras Rojos. Luego de discutir el aparato de ver-
luces, los Jemeres Rojos cargaron a dad, conocimiento, poder, y memoria de la
todos en los camiones y partieron. Mi RPK, pasaré a una reflexión acerca del bu-
hermano y su familia entera fueron dismo, el cual ha operado tanto en conjun-
ejecutados en la Pagoda en la Coli- ción como en disyunción con las narrativas
na de los Hombres (...) Algunos días a nivel estatal, así como lo han hecho otros
después, se distribuyó ropa a gente discursos a nivel local e internacional.
en nuestra aldea. Eran las prendas de
la gente que había sido cargada en
los camiones. Yo los vi entregar las Legitimidad y liberación
ropas de mi hermano.
En enero de 1979, cuando un ejér-
El recuerdo que tiene Chlat de la muer- cito apoyado por los vietnamitas invadió
te de su hermano es escalofriante, más Camboya, poniendo fin al régimen de los
aun cuando uno tiene en cuenta que, en Jemeres Rojos, las arenas de la memoria
toda Camboya, millones de personas so- se modificaron una vez más. Las calles de
portaron similares situaciones de muerte, Camboya comenzaron a llenarse de gen-
sufrimiento, y terror durante KD. Tales re- te, algunos regresando a vidas y hogares
cuerdos, y las emociones intensas que perdidos, otros buscando unos nuevos, y
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Revista de Estudios sobre Genocidio
8
Chandler, David P., , ob. cit., p. 1f.
9
Gottesman, Evan, Cambodian after the Khmer Rouge: Inside the Politics of Nation Building, Yale University Press,
New Haven, 2003.
10
Ibidem, p. 60.
32
Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
11
Gottesman, Evan, ob. cit.; Ledgerwood, Judy, “The Cambodian Tuol Sleng Museum of Genocidal Crimes: National
Narrative”, en Museum Anthropology, 1997, 21, 1, pp. 82-98.
12
Ledgerwood, Judy, ob. cit., p. 82.
13
Gottesman, Evan, ob. Cit., pp. 7-8. Las siguientes citas del discurso de Heng Smarin son mencionadas en el mismo
texto y páginas.
14
Foucault, Michel, Discipline & Punís: the Birth of the Prison, Vintage, New York, 1979. Said, Edward W., Orientalism,
Vintage, New York, 1994.
33
Revista de Estudios sobre Genocidio
15
Ayres, David M., Anatomy of a Crisis: Education, Development, and the State in Cambodia, 1953-1998, University of
Hawai’i Press, Honolulu, 2000.
16
Locard, Henri, ob. cit., pp. 96-97.
17
Citado en Ayres, David M., ob. cit., p. 126.
18
Ministerio de Educación, Writing: Fourth Grade, Ministerio de Educación, Phnom Penh, 1983.
19
Ministerio de Educación, Moral Education: First Grade, Ministerio de Educación, Phnom Penh, 1984.
34
Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
20
Ibídem, p. 29.
21
Ministerio de Educación, Writing: Fourth Grade, Ministerio de Educación, Phnom Penh, 1988, p. 21.
22
Ledgerwood, Judy, ob. cit.; Boreth, Ly, “Devastated Vision(s): The Khmer Rouge Regime in Cambodia”, en Art
Journal, primavera, 2003, pp. 66-81.
23
Ledgerwood, Judy, ob. cit.; Williams, Paul, “Witnessing Genocide: Vigilance and Remembrance at Tuol Sleng and
Choeung Ek”, en Holocaust and Genocide Studies, 2004, 18, 2, pp. 234-254.
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Revista de Estudios sobre Genocidio
niciones en la cual hacían sus necesidades. te diariamente. Tuol Sleng y los monumen-
Una lista de reglas de prisión de los Jeme- tos son también evidencia, pruebas, de los
res Rojos –el único mensaje de texto escri- “actos criminales” que cometió el grupo de
to en el edificio– indica que un prisionero Pol Pot.
debía pedir permiso antes de hacerlas. El A lo largo de estas líneas, la (ausencia
último edificio recuerda un tanto más a un de) visión es una metáfora prominente en
museo “tradicional”, encontrándose vitri- estos monumentos conmemorativos, en
nas con artefactos de los Jemeres Rojos, particular el cráneo con los ojos vendados,
yendo desde dispositivos de tortura has- con todas sus poderosas significaciones26.
ta bustos de Pol Pot que estaban siendo De forma más directa, asocia KD con una
construidos en el local. Este edificio posee pérdida de la memoria y percepción sen-
más texto escrito que los otros, pero aun sorial. Muchos sobrevivientes recuerdan
así está dominado visualmente por los ar- KD como una época en la que la gente
tefactos e ilustraciones de las atrocidades se refugiaba en sí misma, hablando sólo
de los Jemeres Rojos pintadas por Vann cuando era necesario pero viviendo en si-
Nath, un antiguo prisionero. Hasta hace lencio la mayor parte del tiempo. Muchas
poco, sin embargo, probablemente la exhi- personas susurraban entre sí “Planta un
bición más imponente estaba localizada en árbol kapok” (dam dame kor), una frase
la última habitación, un mapa de Camboya que tenía una connotación secundaria de
de 12 metros cuadrados hecho con 300 mutismo y por lo tanto también significaba
cráneos, tomados de provincias a lo largo “Quedarse mudo”. A lo largo de estas lí-
de todo el país24, con las vías fluviales pin- neas la falta de visión está también ligada a
tadas de rojo sangre. la incapacitación, ya que la gente perdía su
Tales cráneos se han vuelto íconos de libertad y propios medios día tras día. Más
KD, funcionando como el foco de los mo- inquietantemente, KD estaba ligada a la in-
numentos en el “Centro de Genocidio en capacitación por medio de la muerte, tanto
Choeung Ek”, que abrió en 1980, y monu- literal –los cráneos con los ojos vendados
mentos municipales a lo largo de Camboya lo dicen todo en un sentido– como de for-
–incluyendo uno en el terreno del campo de ma más figurada a través de narraciones
exterminio de la Pagoda en la Colina de los sobre los desaparecidos y de cómo los Je-
Hombres– que fueron construidos siguien- meres Rojos algunas veces consumían los
do una directiva de la RPK en 198325. Los hígados de sus víctimas, un acto poderoso
cráneos condensan una serie de referentes en una sociedad en la cual el hígado está
ligados a los discursos de legitimidad de la relacionado con la vitalidad. Y entonces,
RPK, yendo desde la muerte, destrucción y por supuesto, el régimen de KD estás aso-
brutalidad de KD, al peligro de un retorno ciado con la muerte social y destrucción de
de la “camarilla de Pol Pot-Ieng Sary”. Las la memoria.
fotografías en Tuol Sleng tienen un propósi- Mientras las víctimas perdían su visión,
to similar, ya que los camboyanos conocen los Jemeres Rojos alegaban ser “todo-vi-
el destino de la gente retratada y pueden dentes”. El régimen de KD era en muchos
proyectarse a sí mismos hacia atrás en el aspectos panóptico, ya que una red de es-
pasado de KD cuando ellos, también, su- pías seguía la pista de lo que uno decía o
frieron enormemente y enfrentaron la muer- hacía. En panfletos políticos, el régimen era
24
Ledgerwood, Judy, ob. cit.
25
Hughes, Rachel, “The Abject Artefacts of Memory: Photographs from Cambodia’s Genocide.”, en Media, Culture &
Society, 2003, 25, pp. 23-44.
26
Véase Boreth, Ly, ob. cit.
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Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
descripto como “todo-vidente” y “clarividen- nes, mientras compartían con la RPK el ho-
te”. A nivel local, la gente susurraba: “Angkar rror por KD, veían a la RPK como un fren-
tiene los ojos de un ananá”. En tal sentido, te para el control vietnamita y creían que
el tema de la visión trascendía la propagan- Camboya debía ser “liberada” de la RPK
da de la RPK, indicando el terror, incapaci- y del archienemigo vietnamita con el que
tación e ignorancia asociados con KD. estaba aliada. Este narrativa era central a la
Tales zonas e imágenes funcionan en retórica de los Jemeres Rojos renacientes,
conjunto con otras dimensiones del apara- quienes intentaron reconstruir su movimien-
to de verdad y memoria de la RPK: festi- to arremetiendo contra los lazos de la RPK
vidades tales como la conmemoración de con Vietnam, que, sostenía, estaba perpe-
la “liberación” el 7 de enero, el “Día para trando genocidio contra los camboyanos y
Permanecer Atado al Odio” el 20 de mayo, había fabricado la “evidencia” en lugares
la subvención de parte de la RPK de publi- como Tuol Sleng y Choeung Ek. Lamenta-
caciones y películas sobre KD, el juicio a blemente, esta postura anti-Vietnam le fue
Pol Pot e Ieng Sary in absentia, leyes de la servida en bandeja a China, Tailandia, Es-
RPK sobre los Jemeres Rojos, y así suce- tados Unidos y otras potencias occidenta-
sivamente. les que veían a Camboya como la zona de
poder clave en la lucha global de la Guerra
Fría. Estos países no sólo apoyaban a los
Narrativas discrepantes
Jemeres Rojos, sino que de hecho, permi-
A pesar del poder de esas instituciones tieron que funcionarios de KD tuvieran el
y narrativas redundantes de la RPK, tales control de la banca de Camboya en la ONU
aparatos nunca son monolíticos. En cam- mientras ignoraban las peticiones para un
bio, siempre son desafiados desde aden- juicio internacional de antiguos líderes de
tro y afuera debido a la desigualdad entre los Jemeres Rojos27.
el discurso de verdad más homogéneo del Estos, por su parte, utilizaron esta nue-
régimen y las creencias e interpretaciones va legitimidad para hacer demandas parti-
más heterogéneas de la población. Toda culares sobre el pasado. Antiguos líderes
la propaganda en el mundo acerca de la de los Jemeres Rojos podían ser encon-
“Amistad de Kampuchea y Vietnam”, por trados dando discursos a audiencias inter-
ejemplo, nunca podría mitigar la animo- nacionales en los cuales no sólo negaban
sidad de Chlat hacia los vietnamitas, un haber cometido masivas atrocidades sino
sentimiento compartido por algunos cam- que argüían que en realidad habían sido los
boyanos que sienten que los vietnamitas vietnamitas los destructores “genocidas” y
menosprecian a los camboyanos y han desecharon las pruebas de la RPK califi-
buscado, tanto en el pasado como en el cándolas como un invento. Una emisión de
presente, apoderarse del territorio cambo- radio de diciembre de 1994 planteaba:
yano. “Los odio”, me decía una y otra vez, Con respecto a aquellos esque-
“No tengo palabras para decirte cuánto los letos en Tuol Sleng, son lisa y llana-
odio”. Y luego se embarcaría en una diatri- mente parte de la guerra psicológica
ba acerca de la maliciosa e intrigante natu- librada por Vietnam en su agresividad
raleza de los vietnamitas. Vietnam también contra Camboya. Los vietnamitas co-
desempeñó un papel prominente para los munistas recogieron cráneos y hue-
camboyanos que vivían en el exterior, quie- sos de cementerios de todo Vietnam
27
Amer, Ramses, “The United Nations and Kampuchea: The Issue of Representation and its Implications”, en Bulletin
of Concerned Asian Scholars, 22, 3, 1990; Fawthrop, Tom y Jarvis, Helen, Getting Away with Genocide: Cambodia’s
Long Struggle Against the Khmer Rouge, Pluto, Londres, 2004.
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Revista de Estudios sobre Genocidio
del Sur y del Norte, los trajeron en proceso de paz, conduciendo a algunos
camión a Camboya, y los expusieron giros discursivos importantes. Luego de
en una exhibición en Tuol Sleng como 1993, por ejemplo, la mayoría de las men-
parte de una campaña de propagan- ciones sobre el período de KD desapareció
da psicológica para legalizar su agre- de textos escolares. Al mismo tiempo, los
sividad en la ocupación de Camboya discursos sobre derechos humanos, que
(16 de diciembre 1994). habían sido incorporados al lenguaje de los
El estrecho vínculo entre la RPK y los Acuerdos de Paz de París y la nueva Cons-
vietnamitas demostró ser una convincen- titución, y eran activamente fomentados
te herramienta propagandística para que por APRONUC, se multiplicaron, a menudo
los Jemeres Rojos ganaran reclutas. Tuvo mediados por interpretaciones budistas28.
ecos entre los miembros de la diáspora
pos-Jemeres Rojos, ya que lo camboya- Interpretaciones budistas
nos en el exterior reafirmaban su identidad
y autenticidad arremetiendo contra la pre- El budismo ha jugado un interesante
sencia vietnamita en Camboya. rol a lo largo de este proceso. Cuando fue
Con la firma de los Acuerdos de Paz de resucitado, con restricciones, por la RPK,
París en 1991, con la metamorfosis de la camboyanos a lo largo de todo el país co-
RPK en el Estado de Camboya, aún condu- menzaron a reconstruir templos y a recons-
cido por la facción del PPC (Partido Popu- tituir su vida ritual. La RPK veía al budismo
lar de Camboya) de Hun Sen, y la posterior como una institución a través de la cual po-
elección de la ONU en 1993, el aparato del dían ser difundidos los ideales del partido
PPC fue severamente debilitado por las na- y su destrucción en manos de los Jemeres
rrativas discursivas de otras facciones cam- Rojos sirvió como otro provechoso símbolo
boyanas y Jemeres en el exterior. Partidos de los abusos de KD. De todas formas, el
de la oposición arremetieron contra el PPC budismo también proporcionaba una serie
por sus lazos con Vietnam; el PPC, por su de interpretaciones acerca de los aconte-
parte, continuó reivindicando su legitimidad cimientos que habían ocurrido a través de
en términos de liberar y continuar prote- las nociones de karma, mérito y acción.
giendo a la población de un retorno de los También proporcionaba una forma de lidiar
Jemeres Rojos (en particular luego de que con el pasado a través de la meditación y
abandonaran el proceso político). Estas conceptos de perdón y de dejar ir la ira.
luchas a veces ocurrían apoderándose de Así, cuando hablaba del aldeano que
los lugares simbólicos asociados con KD. fue responsable de enviar a Sruon a la
Por ejemplo, había un debate sobre si de- muerte, Chlat recurría a discursos a nivel
bían cremar o no los restos en Choeung Ek estatal, discursos budistas, y discursos no-
(con el PPC asegurando que esta eviden- estatales:
cia debía ser preservada y Sihanouk, por el Continúo pensando en venganza.
contrario, fomentando la “reconciliación” y Pero este pensamiento de venganza,
afirmando que a las almas de los muertos no sabe cómo detenerse. Y no debe-
se les debía permitir descansar), y sobre ríamos tener este pensamiento o el
el mapa de cráneos en Tuol Sleng (el cual tema crecerá y seguirá interminable-
fue quitado en 2003). Aparecieron nuevos mente por un largo tiempo. Debería-
discursos de reconciliación junto con el mos personas que piensan y actúan
28
Ledgerwood, Judy y Un, Kheang, “Global Concepts and Local Meaning: Human Rights and Buddhism in Cambo-
dia.”, en Journal of Human Rights, 2003, 2, 4, pp. 531-549.
38
Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
de acuerdo al dhamma. Una persona que es tan decisivo para el bienestar de los
que busca venganza sólo genera mi- camboyanos, tanto en términos de relacio-
seria para nuestra sociedad. Es un nes sociales como de salud corporal, es-
germen en la sociedad. Pero yo sigo tando ambas altamente interrelacionadas
pensando en venganza... La gente en la etnopsicología camboyana. Emocio-
que mató a mi hermano, quien anotó nes tales como la ira constituyen un tras-
su nombre para que subiera al ca- torno potencial de este balance, señalando
mión, están todos vivos, viviendo en una alteración en la estructura social en la
mi aldea. Hasta este día, todavía en
cual está inserta una persona y causando
verdad quiero venganza. Continúo
manifestaciones somáticas “sentidas”,
observándolos. No sé qué hacer... El
tales como dolor (chheu), malestar (min
gobierno lo prohíbe.
sruol khluon), mareos (vil), o calor (kdav),
Para comprender los comentarios de síntomas que los camboyanos detectan
Chlat, y así comenzar a entender su res- constantemente30. El “calor asfixiante” de
puesta a la violencia del pasado, uno debe la ira, entonces, alude metafóricamente a
también desembalar otras hablas locales la “presión” sentida a causa de un proce-
que estructuran su respuesta, en especial, so psicosocial estimulante pero potencial-
las resonancias ontológicas que les dan mente perturbador que “induce el corazón
poder y fuerza29. de una persona” intensamente a actuar31.
Las interpretaciones budistas son a La invocación del calor y la ira de Chlat,
menudo centrales a dichas respuestas. De entonces, indexa un estado culturalmente
este modo, los camboyanos a veces di- significativo de desequilibrio asociado con
cen que los perpetradores Jemeres Rojos el pasado, uno que no es simplemente una
“sufrirán de su karma”. Muchos invocan un “alteración interna”, sino que es un signifi-
dicho budista: “Haz el bien, recibe el bien. cante de sufrimiento social con sus impli-
Haz el mal, recibe el mal”. La doctrina bu- cancias políticas y morales32.
dista proporciona una ontología categórica Además de proporcionar una etiología
que explica cómo la violencia se origina en de la violencia y sus consecuencias, el bu-
la ignorancia y el deseo. Si las consecuen- dismo ofrece un remedio para esta tóxica
cias de la violencia se revelan en signos condición de ser –el camino medio−. A
manifiestos, tales acciones a su vez tienen nivel local, se les encarece a los cambo-
consecuencias a largo plazo. Por un lado, yanos que sigan cinco preceptos morales
la violencia puede conducir a otros a bus- (sel pram), el primero de los cuales es la or-
car venganza en tu contra. Por otro lado, den de no matar. Los monjes predican que
hacerles daño a otros es considerado un uno debe aprender a controlar y extinguir
pecado budista que resulta en la pérdida la propia ira, que surge de la ignorancia y
de mérito y, más probablemente, en un es- el deseo, y conduce a la violencia y el su-
tatus diminuido en la próxima vida. frimiento. En el budismo, el modo respon-
Además, quedarse envuelto en tales sable de lidiar con la ira es el de reconocer
ciclos de violencia e ira altera el equilibrio su origen y hacerla desaparecer, ya que la
29
Hinton, Alexander Laban, Why Did They Kill?..., ob. cit.
30
Hinton, Devon; Um, Khin y Ba, Phalnaraith, ‘“Kyol Goeu’ (‘Wind Overload’) Part I: A Cultural Syndrome of Orthoss-
tatic Panic among Khmer Refugees”, Transcultural Psychiatry, 2001, 38, 4, pp. 403-432; Hinton, Devon; Um, Khin y
Ba, Phalnaraith, ‘“Kyol Goeu’ (‘Wind Overload’) Part II: Prevalence, Characteristics, and Mechanisms of Kyol Goeu
and Near-Kyol Goeu Episodes in Khmer Patients Attending a Psychiatric Clinic”, en Transcultural Psychiatry, 2001,
38, 4, pp. 433-460.
31
Diccionario Jemer, Vochânanukrâm Khmaer, Buddhist Institute, Phnom Penh, 1967.
32
Kleinman, Arthur; Das, Veena y Lock Margaret, eds., Social Suffering, University of California Press, Berkeley, 1997.
39
Revista de Estudios sobre Genocidio
33
Véase Haing, Ngor, A Cambodian Odyssey, Warner Books, New York, 1987, pp. 157 y 312.
34
Pin, Yatay, Stay Alive, My Son, Touchstone, New York, 1987, p. 63.
35
Véase Skidmore, Monique, “In the Shadow of the Bodhi Tree: Dhammayietra and the Reawakening of Community in
Cambodia”, en Crossroads, 1997, 10, 1, pp. 1-32.
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Verdad, Representación y las Políticas de la Memoria después del Genocidio
es un argumento budista para tener un tri- gente como Chlat. Ojalá pudiera preguntar-
bunal, también deja sentada la importancia le. La última vez que lo vi, en el verano de
de dejar ir al pasado y liberarse a uno mis- 2003, estaba escuálido y había estado en-
mo de la ira y el apego. Dependiendo de fermo durante un tiempo. Explicó con una
cómo sean invocadas, estas nociones po- sonrisa débil que tenía un parásito que era
drían entrar en conflicto con las afirmacio- resistente a la medicación, enfatizando el
nes de que el juicio permitirá a los cambo- concepto al apretar una mano abierta para
yanos conseguir “justicia”, para finalmente demostrar cómo el parásito se cerraba
ser capaces de “curarse ellos mismos”, e cada vez que tomaba medicina. Hablamos
imponer el “imperio de la ley”. Tales discur- durante un rato acerca de su pasado antes
sos están ligados a modelos jurídicos occi- de cenar con un amigo en común y su hijo.
dentales, nociones cristianas de perdón, y Algunos meses atrás, recibí un mensaje de
suposiciones acerca de la universalidad de aquel amigo diciendo que Chlat estaba en
procesos psicodinámicos. el hospital al borde de la muerte. Le habían
diagnosticado SIDA –la enfermedad que
constituyó probablemente el legado más
Las políticas de la memoria devastador del reestablecimiento de com-
en el presente promiso de Camboya con el mundo exte-
Esta historia está siendo escrita hoy rior−. Chlat murió un par de días después.
día cuando Camboya continúa luchando Creo que él hubiera querido un tribu-
con las complejidades del pasado, mien- nal, aunque no tengo duda alguna de que
tras un tribunal comienza el proceso. ¿Es hubiera criticado la corrupción del sistema
éste el camino apropiado, en este momen- jurídico camboyano, la hipocresía de la co-
to de la historia camboyana, para lidiar con munidad internacional, y el fracaso en el
el pasado? ¿Debería ser complementado proceso para atrapar gente como el cua-
el tribunal con modalidades de justicia y dro que envió a su hermano a la muerte en
rememoración, tales como una comisión la Pagoda de la Colina de los Hombres.
para la verdad o rituales budistas? ¿O la Me imagino las respuestas que podría ha-
gente simplemente debería dejar ir su eno- ber dado en la oscuridad, el contorno de
jo, olvidar el pasado y seguir adelante? la cara dibujado por nubes de humo y las
Cuando pienso en esas cuestiones, brasas de su cigarrillo radiantes como sus
me pregunto cómo hubiera respondido la recuerdos, luego ceniza.F
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