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Apuntes-De Derecho Comercial
Apuntes-De Derecho Comercial
Sociedades Comerciales
algo más que lucro. Si bien es cierto que en la mayoría de los casos las sociedades se
constituyen para ganar dinero, pueden darse casos en que tenga otra finalidad, por
ejemplo, ahorrar costos, participar del resultado de una investigación, etc.
Todos los socios deben participar de los beneficios y en caso de que se convenga
lo contrario, dicha cláusula será nula en virtud del inc. 1º del art. 13.
A demás, los socios deben siempre participar de las pérdidas, aún cuando esta
obligación esté limitada al aporte que efectuaron.
3) Atributos:
Atributo Consiste
Capacidad Es la aptitud potencial que tiene toda persona para ser titular de
derechos y deberes.
La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere solo a la
capacidad de derecho o aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones. La noción de capacidad de hecho es absolutamente
ajena a las personas jurídicas, que siempre actuarán a través de sus
órganos o representantes.
En el derecho anglosajón la Cámara de los Lores resolvió que la
capacidad de la sociedad está circunscripta por el objeto social
establecido en su estatuto, y que las estipulaciones realizadas fuera de
esos límites debían considerarse “ultra vires”. Nuestra Ley de
Sociedades nunca receptó esta teoría. En nuestro sistema tiene
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5) El principio de la tipicidad:
6) Abuso de la personalidad:
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7) Unipersonalidad:
excepcional que exista la sociedad abierta unipersonal cuando se produce la toma del
control absoluto.
El acto que vincula a los socios entre si y del cual sobrevendrá de la sociedad es
un contrato, con todas las cualidades y características de esta fuente de obligaciones.
Empero, donde aparece un aspecto especialísimo, propio de las sociedades es en la
circunstancia de producirse el nacimiento de una institución, un sujeto de derecho con
todas las consecuencias que derivan de ello.
En la sociedad concurren dos problemas: coexistencia de las normas de los
contratos con las normas y problemas de la persona jurídica. A raíz de ello, desde
principio del siglo XX, en Alemania e Italia se comenzó a discutir cual era la naturaleza
jurídica del acto constitutivo; es decir cual es el encuadramiento normativo que posee.
Si había un contrato donde los socios eran tres, y alguno moría o no cumplía con
su obligación de aportar ¿debía necesariamente extinguirse el ente, o podía este
continuar con los socios restantes?
Todo esto fue generando distintas teorías, como la que recepta la ley de
sociedades vigente dice la sociedad nace de un “contrato plurilateral de organización”.
Las consecuencias de esto se encuentran normadas en la propia ley, cuando regula el
régimen de la invalidez vincular en el art. 16, permitiendo que la sociedad continúe con
los socios restantes. Lo propio acontece con la muerte de un socio.
En los contratos plurilaterales las partes unen sus prestaciones para la
consecución de un fin común mediante el desarrollo de una actividad conjunta. Hay un
interés convergente, abarcativo tendiente a la constitución de la persona jurídica, dentro
de un marco jurídico predispuesto. Dicha constitución debe hacerse dentro de un marco
predeterminado en virtud de la tipicidad.
La prestación (que tiene un contenido jurídico preestablecido) de los socios se
realiza a favor de la persona jurídica. Estos derechos y deberes están fijados en la ley,
“no hay autonomía de la voluntad”, salvo en la modalidad de cumplimiento
Sujetos
Capacidad
Consentimiento
Esenciales Objeto
Elementos del Causa
contrato constitutivo Forma
Aportes
Especiales Participación en ganancias y pérdidas
Affectio societatis
Elementos esenciales
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El objeto del contrato de sociedad son las prestaciones de dar o hacer, que cada
uno de los socios se a obligado a hacer.
Por su parte el objeto social es la categoría o categorías de actos para cuyo
ejercicio se constituyo la sociedad. El objeto debe ser físicamente posible. Su
imposibilidad preexistente y absoluta es causal de la nulidad de la sociedad. Si es
sobreviniente, es causal de disolución de la sociedad.
También debe ser lícito, siendo su ilicitud causal de nulidad absoluta de la
sociedad, por aplicación del art. 18 de la L.S.
Finalmente, el objeto debe ser preciso y determinado, como lo dispone el inc. 3 del art.
11 de la ley 19.550.
d) Causa: La causa fin en materia societaria está dada por la participación en las
ganancias y las pérdidas. Esta participación es la función objetiva del negocio jurídica y
significa, por una parte, el derecho al goce exclusivo de una porción de las ganancias
comunes, y por otra, la obligación de soportar una deuda contraída en común, limitada o
no al aporte.
e) Forma: La forma es el conjunto de las prescripciones legales referidas a las
solemnidades que deben observarse al tiempo de la formación del contrato de sociedad.
Las sociedades comerciales requieren para su constitución un conjunto de formalidades
que se exigen para establecer la autenticidad del acto, precisar la voluntad de los socios
y garantizar los intereses de los terceros.
Elementos específicos
a) Aportes: Escuti dice que el aporte se puede definir como “el compromiso de
integrar bienes, de colocar dinero, etc., asumido por el socio en el contrato social”. Por
su parte, Muiño sostiene que por aporte se debe entender “aquello con que cada socio
contribuye a la formación del fondo social de la nueva persona jurídica”.
b) Participación en los beneficios y pérdidas: El art. 1º de la ley 19.550 no
determina que la sociedad deba tener por fin obtener un lucro o una utilidad apreciable
en dinero y, en este sentido, se reemplazan con ventaja las expresiones empleadas por el
Código de Comercio y el Código Civil, porque los beneficios no necesariamente deben
ser un lucro o una ganancia a repartir. El concepto de beneficio tiene un significado y
alcance mucho más amplio que el de lucro, y comprende o designa toda ventaja
patrimonial de origen social que aumenta la fortuna particular de los socios o les
disminuye las cargas.
A la par de la participación en las utilidades, debe analizarse el soporte de las
pérdidas. Esto último, se da en todos los tipos sociales pues si llegara a establecerse que
algún socio no soportará las pérdidas que pudieran derivarse de la gestión social, se
presentará la siguiente alternativa: no se estará ante un negocio de sociedad sino frente a
algún otro negocio jurídico de naturaleza distinta, o la cláusula que exonere al socio de
tal soportación será nula (por aplicación de las previsiones del art. 13).
c) Affectio societatis: Escuti la define como “la forma específica del
consentimiento en materia societaria. Los socios prestan consentimiento para formar
una determinada sociedad en un particular momento y con ciertas características”. Por
su parte, Muiño sostiene que “la affectio societatis es la intención de los socios de
trabajar todos juntos y en un plano de igualdad para el éxito de la empresa común”. Por
otro lado, Halperin la define como “una voluntad de colaboración positiva de los socios
jurídicamente igualitaria con la intención de sujetarse al orden jurídico de la sociedad”.
Hay quienes dicen que una cosa es el acto constitutivo, otra el contrato y otra los
estatutos. Algunos postulan que el acto constitutivo es el acto de voluntad mediante el
cual los socios deciden constituir una sociedad de determinadas características. Los
mismos socios, en ese acto constitutivo deciden que la sociedad se rija por determinadas
normas, denominándose esto último estatuto. En este momento está firmando un
contrato.
Es decir, el contrato es el acto constitutivo y a su vez contiene el estatuto. Para
algunos hay diferencias. Para Escuti conceptualmente no tienen mayor importancia y
menos en la práctica.
El acto constitutivo integra el interés de los socios y lo va actualizando de
acuerdo a las variaciones que se produzcan.
El acta constata el cumplimiento de cánones legales y su vigencia está acotada a
la constitución de la sociedad.
La sociedad debe tener un nombre y además una sede física. Esta última es el
“domicilio social” el cual determina las leyes a la que está sometida la sociedad y el
juez competente para entender en los asuntos que se susciten. También la ley dispone
que si en el contrato constitutivo no se fijare el barrio, calle, número, etc., de la
sociedad, lo cual constituye la sede social, se deberá hacer un acto complementario del
contrato social e inscribirlo en el Registro Público de Comercio. Esta habilitación se
hace a los efectos de facilitar los cambios de la sede, dentro de la misma jurisdicción,
sin que haga falta modificar el contrato social para este cambio. Favorece a la
operatividad.
El objeto social es la actividad o las actividades para cuya realización se
constituye la sociedad. Es una o más actividades y no uno o más actos jurídicos. La ley
dice que el objeto debe ser preciso y determinado, y esto apunta fundamentalmente a la
protección de los socios y de los terceros. De los socios por cuanto se les garantiza que
el aporte que realizaron se empleará para la actividad prevista en el contrato
constitutivo. La protección de los terceros en cambio radica en que la sociedad va a
quedar obligada por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
También se exige un capital social. Este es la expresión numérica del conjunto de
los aportes efectuados por los socios. Mientras que el patrimonio es algo totalmente
variable, el capital es un componente técnico fijo que determina la posición de los
socios, de los derechos y deberes que estos tienen.
5) Requisitos formales:
1º 2º 3º
4º
Los socios firman el Hay que Ante la La autoridad de
contrato social y comparecer ante autoridad fiscalización realiza u
cumplen con los la autoridad judicial o el control de legalidad del
recaudos específicos judicial organismo de contrato social,
de cada tipo. Ej.: en respectiva control se debe revisando si cumple con
las SA o en las SRL se haciendo una pedir la los requisitos exigidos
requiere una presentación con inscripción en por la ley y ordena la
integración mínima de el instrumento el Registro inscripción en el
aportes en dinero constitutivo. Público de Registro público de
Comercio. comercio.
6) Carácter de la inscripción:
7) Modificaciones estatutarias:
1) Socios y terceros:
Conforme al artículo 1711 del Código Civil son socios aquellos que firmaron el
contrato social invocando la calidad de partes y obligándose a realizar aportes para
dotar a la sociedad de un patrimonio con el cual poder desenvolver una actividad
productiva.
La posición jurídica del socio ha sido clasificada como un “status”, estado que
supone un núcleo de derechos y obligaciones de carácter individual, indisponible por la
sociedad.
Sin embargo, el estado de socio no es uniforme en todos los tipos sociales, pues
en las denominadas sociedades de interés o de persona (sociedades colectivas, de capital
e industria y en comandita simple) e incluso en las sociedades de responsabilidad
limitada en algunos casos, la relación personal entre el socio y la sociedad es mucho
más intensa y directa que en otros tipos societarios, a punto tal que el grave
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Los derechos de los socios pueden ser clasificados como de naturaleza política o
patrimonial. Los de naturaleza política están relacionados con la actuación del socio
dentro de la sociedad mientras que los de índole económica se relacionan con el
propósito de lucro que ha inspirado a cada uno de los socios al momento de constituir el
ente.
Los derechos que la ley 19.550 ha otorgado a favor de los socios o accionistas
tienen carácter esencial e inderogable, lo que significa que el contrato o estatuto sólo
puede reglamentar su ejercicio, pero nunca derogarlos ni disminuir su eficacia.
Son derechos políticos los siguientes:
a) El derecho de información: Este derecho ha sido asegurado por el legislador a
través de diversas normas:
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remuneraciones a los administradores, para evitar que ellos se queden con todas las
ganancias de la sociedad.
b) Derecho a la cuota de liquidación: Consiste en el derecho del socio al
reembolso de una suma de dinero proporcional a la participación societaria, en caso de
existir un remanente luego de la realización del activo y la cancelación del pasivo
durante la etapa liquidatoria. Pero en protección de los terceros, la ley 19.550 requiere
como requisito previo el pago de dicha cuota la confección de un balance final.
El socio aparente puede ser un testaferro del verdadero socio o aparentar se socio
para cumplir una formalidad, como por ejemplo, fingir ser socio para cumplimentar la
formalidad de integrantes mínimos en una SA de un único socio real.
Con relación al socio aparente y al socio oculto el artículo 34 dispone: “El que
no prestare su nombre como socio no será reputado como tal
respecto de los verdaderos socios, tenga o no parte en las ganancias
de la sociedad; pero con relación a terceros, será considerado con las
obligaciones y responsabilidades de un socio, salvo su acción contra
los socios para ser indemnizado de lo que pagare.
La responsabilidad del socio oculto es ilimitada y solidaria en la
forma establecida en el artículo 125.”
Por su parte, con relación al socio del socio el art. 35 establece: “Cualquier
socio puede dar participación a terceros en lo que le corresponde en
ese carácter. Los partícipes carecerán de la calidad de socio y de toda
acción social; y se les aplicarán las reglas sobre sociedades
accidentales o en participación”. Esta es una modalidad de sociedad accidental
o en participación, ajena a la principal. Lo fundamental es que la participación que un
socio confiere a terceros implica la constitución de una comunidad de intereses
inoponible a la sociedad que aquél integra. En otras palabras, el socio del socio carece
de toda injerencia y participación en los negocios sociales que éste último integra, aún
cuando, para hacer efectivo sus derechos, como tercero respecto de la sociedad, pueda
obtener medidas precautorias que permitan garantizar sus derechos contra el socio.
5) Aportes:
El capital social es la expresión numérica del conjunto de los aportes que han
comprometido los socios. Es un concepto técnico-jurídico, un componente fijo que
determina la posición de los socios, de los derechos y deberes que estos tienen.
La importancia del capital social está fuera de toda discusión, pues además de
servir como fondo patrimonial para la obtención de beneficios a través del ejercicio por
la sociedad de una determinada actividad empresarial (función productiva) o como
parámetro para medir matemáticamente la participación del socio en la sociedad,
cumple el capital social una trascendentalísima función de garantía frente a los terceros,
en especial en las sociedades de responsabilidad limitada y en la sociedad anónima,
donde los accionistas limitan su responsabilidad a las cuotas o acciones suscriptas, pues
la cifra del capital brinda a los terceros un dato de fundamental importancia al
permitirles conocer los bienes con que cuenta la sociedad para afrontar sus obligaciones.
El patrimonio social es el conjunto de derechos y obligaciones de la sociedad,
que se modifica continuamente en más o en menos conforme a las alternativas
favorables o desfavorables de la actividad societaria. Esta concepción dinámica del
patrimonio contrasta con la del capital social, cuyo concepto normativo implica un
monto dinerario estático.
El patrimonio neto de la sociedad resulta contablemente de restar a su activo el
pasivo; jurídicamente indica la cantidad resultante detraer el valor total asignado a los
bienes y derechos de que es titular la sociedad, el total de las deudas y obligaciones por
las cuales debe responder.
Los aportes que los socios hacen al capital social, determinando los derechos que
le corresponden sobre el patrimonio de la sociedad reciben distintos nombres según el
tipo social.
Parte de interés es la participación de cada socio en el capital de las sociedades
personalistas o de los socios personalistas en las sociedades en comandita. No son
enajenables por los acreedores individuales del socio, que sólo las pueden embargar
para expropiar la cuota de liquidación que le corresponda a su deudor, o impedir la
prórroga de la sociedad. El acreedor si puede cobrarse de las utilidades que generen las
partes de interés que hubiese embargado. El embargo se efectivizará en el Registro
público de comercio, con noticia al administrador de la sociedad para asegurar el
ejercicio de sus derechos.
Cuota es la división del capital social en porciones de igual valor en diez pesos
o sus múltiplos, en las sociedades por responsabilidad limitada, por lo que cada socio
podrá tener una o varias. Las cuotas son embargables y pueden ser enajenadas
coactivamente.
Acción es la división igual del capital social, denominándose también de la
misma forma su título representativo. Son embargables y enajenables. El embargo debe
efectivizarse sobre el título valor representativo, salvo que fuesen nominativas o
escriturales, en cuyo caso deben efectivizarse con noticia a la sociedad o al tercero que
lleve los registros.
La gestión es la realización concreta del objeto social, de los actos que atañen
al desarrollo de la actividad societaria prevista en el contrato, estatuto o acto
constitutivo. No es solamente la firma en nombre y representación de la sociedad sino la
actuación concreta. Es una función impuesta por la ley que se asienta sobre un deber, el
de administrar. Este deber no es potestativo de la voluntad de las partes, sino que se
debe llevar a cabo para crear un beneficio (valor) para los socios, que es la finalidad
perseguida por la sociedad.
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La gestión tiene dos proyecciones; una interna vinculada con la “administración” y otra
externa vinculada con la “representación”.
3) Organización de la administración.
manera tampoco puede exigirse a los terceros las consultas a registros públicos lejanos a
la jurisdicción donde residen.
Es importante en este punto detenernos en la teoría del Ultra Vires. En el
derecho anglosajón, la Cámara de los Lores resolvió que la capacidad de la sociedad
está circunscripta por el objeto social establecido en su estatuto, y que las estipulaciones
realizadas fuera de esos límites debían considerarse ultra vires y, por lo tanto, eran nulas
y no ratificables, salvo el voto unánime de los socios.
Sin embargo, en la actualidad la misma Cámara ha determinado que aunque los
administradores ejerciten sus poderes para una finalidad impropia, esto es para una
relación no autorizada explícita o implícitamente por el objeto social, la convención así
concluida será igualmente vinculante para la sociedad, salvo que el tercero haya sido de
mala fe.
La LSC no receptó la teoría del ultra vires. En nuestro derecho tiene vigencia el
principio de la capacidad plena de la sociedad, que puede realizar todos los actos en
forma genérica. Si el administrador obrase fuera del objeto social ello no podrá afectar a
terceros de buena fe, aunque internamente los socios puedan reclamarle al administrador
por ese comportamiento.
6) Representación aparente:
Hay empleados que llevan a cabo las actividades de la sociedad y generan frente
a terceros la apariencia de ser administradores, aún careciendo de poder y mandato. Si
bien estas actuaciones carecen de sustento legal y estatutario, la sociedad está facultada
para convalidar tales actividades.
Es la perdurabilidad en las tareas lo que otorga representación. Es decir, están
legitimados por el uso.
Sucede con frecuencia en el mundo de los negocios que la sociedad ha generado
la apariencia de su propia actuación, a través del actuar de determinadas personas, que
sin tener las facultades de obligar a la sociedad, han contratado en nombre de ellas, sin
ningún reparo por parte del ente, que ha tolerado dicha manera de proceder, para luego
invocar el desconocimiento de tal actuación, cuando es demanda para el cumplimiento
de las obligaciones asumidas por el representante rehecho.
En este caso, la jurisprudencia ha priorizado la seguridad de los terceros ajenos
al ente societario sobre los intereses de los socios o sobre las limitaciones internas que
ellos han establecido en el contrato constitutivo. En tal sentido ha sido sostenido que
“corresponde excluir la oponibilidad a terceros de las reglas estatutarias de
representación cuando la conducta del mandante ha sido idónea para crear una
apariencia en la atribución de las facultades que invocan los suscriptores. Ha de
computarse a tal efecto el silencio guardado por el mandante que no impidió, como
lógicamente hubiera podido y debido, que el firmante del documento cumpliera una
actuación idónea para crear una apariencia de la que los terceros pudieran prevalecerse,
al generarse la certidumbre de que la sociedad quedaba obligada. Y esta confusión no
puede recaer sobre los terceros de buena fe, sino sobre la sociedad misma que diere
lugar a ella.
Tipología Procedimiento
Sociedades El artículo 129 dispone: “El administrador, socio o no, aun
colectivas designado en el contrato social, puede ser removido por
decisión de mayoría en cualquier tiempo sin invocación de
causa, salvo pacto en contrario.
Cuando el contrato requiera justa causa, conservará su
cargo hasta la sentencia judicial, si negare la existencia de
aquella, salvo su separación provisional por aplicación de la
Sección XIV del Capítulo I (intervención judicial). Cualquier
socio puede reclamarla judicialmente con invocación de
justa causa. Los socios disconformes con la remoción del
administrador cuyo nombramiento fue condición expresa de
la constitución de la sociedad, tienen derecho de receso”.
Las medidas cautelares son medidas judiciales que anticipan los resultados de la
sentencia partiendo de la base de que quien peticiona tiene razón. Con ellas se apunta
fundamentalmente a asegurar los resultados del pleito. Supongamos el caso de un
administrador que sustrae ilegítimamente el dinero de la sociedad; si los socios tuvieran
que esperar la sentencia definitiva para removerlo de su cargo, cuando llegare esta
sentencia, sus efectos serían ilusorios y posiblemente los daños muy grandes. Se evita
que esto suceda a través de la intervención judicial.
a) Procedencia: La intervención judicial de una sociedad debe ser dispuesta con
criterio restrictivo, lo que obliga al tribunal a buscar el justo equilibrio entre los
intereses en juego.
El artículo 113 dispone: “Cuando el o los administradores de la
sociedad realicen actos o incurran en omisiones que la pongan en
peligro grave, procederá la intervención judicial como medida
cautelar con los recaudos establecidos en esta Sección, sin perjuicio
de aplicar las normas específicas para los distintos tipos de sociedad”.
Sólo los socios o en su caso la autoridad de control (IGJ) pueden requerir esta medida,
cuyo requisito esencial de asta procedencia es el “peligro grave” en que se encuentre el
interés o los derechos de la sociedad y/o los socios por acciones u omisiones de los
administradores en el cumplimiento de su función.
No hace falta que haya mala fe; aquí el problema de la buena o mala fe sólo es
relevante a los efectos de la graduación de la culpa en las acciones de responsabilidad.
Tampoco es necesario que los actos u omisiones de los administradores sean ilícitos en
sí mismo, más allá de que por su conexión y por su consecuencia si lo sean.
Para la procedencia de la intervención, basta con el análisis objetivo del peligro
y su gravedad.
b) Requisitos y prueba: El artículo 114 de la ley 19.550 dispone: “El
peticionante acreditará su condición de socio, la existencia del peligro
y su gravedad, que agotó los recursos acordados por el contrato
social y se promovió acción de remoción”. Por su parte el artículo 116
establece: “El peticionante deberá prestar la contracautela que se fije,
de acuerdo con las circunstancias del caso, los perjuicios que la
medida pueda causar a la sociedad y las costas causídicas”.
Conforme a los artículos mencionados, son medidas de procedencia:
1) Demostrar que se promovió la acción de remoción del administrador
societario. Esto es así, porque la intervención judicial es una medida cautelar accesoria a
la solicitud de remoción, que tiene por fin la sustitución del administrador mientras se
desarrolle el proceso de remoción.
2) Que el peticionante acredite su carácter de socio al interponer la acción. Ello
porque la intervención atendiendo exclusivamente al interés de la sociedad y de los
socios. Debe en consecuencia desecharse la petición de un acreedor social o de un socio.
3) Que los administradores por medio de sus actos u omisiones hayan puesto en
peligro grave a la sociedad, tanto en su existencia como en su integridad patrimonial.
Se debe acreditar sumariamente el grave peligro como así también el periculum
in mora, es decir demostrar que la demora en la adopción de la medida puede derivar en
la mayor gravedad, profundizando la crisis en la administración.
4) Debe demostrarse que se han agotado los recursos internos previstos en el
contrato y los establecidos por la ley para el tipo social de que se trate. Por ejemplo, que
se ha solicitado al órgano de la administración, y en su defecto al síndico o a la
autoridad de contralor, la convocatoria a asamblea para tratar el problema que pone en
estado de gravedad la administración.
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1) Principios generales:
3. En interés del socio, pues sólo una regular contabilidad les permite
ejercer con plenitud sus inderogables derechos de información sobre la marcha de los
negocios sociales y sobre la gestión de los administradores.
El sistema creado por la LSC presupone y respeta el sistema del Código de
Comercio en cuanto a los principios generales orientadores, forma de confección del
balance y de llevar los libros, manteniendo el sistema tradicional de libros de comercio
y agregando la posibilidad de utilizar sistemas modernos de contabilización.
Los administradores de las sociedades regularmente constituidas rinden cuenta
de su gestión mediante la formulación de los estados contables, cuyo contenido ha sido
minuciosamente reglamentado por la ley 19.550, y que se integran con los balances, los
estados de resultado, los cuadros e información complementaria, la memoria del
ejercicio y el informe de la sindicatura.
Hay que tener en cuenta de que, si bien los administradores rinden cuenta de su
gestión mediante la formulación de los estados contables, la ley dispone que: “La
aprobación de los estados contables no implica la de la gestión de los
directores, administradores, gerentes, miembros del consejo de
vigilancia o síndicos, hayan o no votado en la respectiva decisión, ni
importa la liberación de responsabilidades”.
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2) Libros de comercio:
3) El balance:
a) Activo: comprende todos los bienes y derechos de que sea titular la sociedad,
así como aquellas erogaciones que se aprovecharán en ejercicios futuros. El activo
puede ser corriente o no corriente. Son activos corrientes aquellos cuya realización se
producirá dentro de los doce meses a partir de la fecha del balance general. Se entiende
por realización la conversión del respectivo activo en dinero o su equivalente.
4) Actas:
6) Memorias:
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7) Estado de resultados:
1) Resolución parcial:
a) Al existir un pacto entre los socios, se entiende que ha sido voluntad del causante que
sus sucesores hereden un puesto de socio y no la suma de dinero que ello pudiera
significar.
b) No perjudica el interés de los herederos porque ellos pueden condicionar su ingreso a
la transformación de su parte en comanditaria, limitando entonces su responsabilidad a
la participación social heredada, sin contar, además, que por principio general toda
herencia se presume efectuada bajo beneficio de inventario.
c) Amén de lo expuesto, pueden también los herederos repudiar la herencia.
El artículo 91 establece: “Cualquier socio en las sociedades
mencionadas en el artículo anterior, en los de responsabilidad
limitada y los comanditados de las de en comandita por acciones,
puede ser excluido si mediare justa causa. Es nulo el pacto en
contrario.
Justa causa.
Habrá justa causa cuando el socio incurra en grave
incumplimiento de sus obligaciones. También existirá en los
supuestos de incapacidad, inhabilitación, declaración en quiebra o
concurso civil, salvo en las sociedades de responsabilidad limitada.
Extinción del derecho.
El derecho de exclusión se extingue si no es ejercido en el
término de noventa (90) días siguientes a la fecha en la que se
conoció el hecho justificativo de la separación.
Acción de exclusión.
Si la exclusión la decide la sociedad, la acción será ejercida por
su representante o por quien los restantes socios designen si la
exclusión se refiere a los administradores. En ambos supuestos puede
disponerse judicialmente la suspensión provisoria de los derechos del
socio cuya exclusión se persigue.
Si la exclusión es ejercida individualmente por uno de los
socios, se sustanciará con citación de todos los socios”.
El grave incumplimiento de sus obligaciones por parte de uno o alguno de los
socios puede determinar su separación forzosa mediando acción en tal sentido por parte
de la sociedad o de los socios individualmente, ante la inacción de aquélla. También son
causales de exclusión la incapacidad, inhabilitación, declaración en quiebra o concurso,
siempre que sean sobrevinientes a la constitución de la sociedad o al ingreso del socio,
pues de ser originaria importaría el supuesto de nulidad del vínculo.
c) Efectos: Los efectos de la resolución parcial se encuentran en los artículos 92 y
93. El primero dispone: “La exclusión produce los siguientes efectos:
1) El socio excluido tiene derecho a una suma de dinero que
represente el valor de su parte a la fecha de la invocación de la
exclusión;
2) Si existen operaciones pendientes, el socio participa en los
beneficios o soporta sus pérdidas;
3) La sociedad puede retener la parte del socio excluido hasta
concluir las operaciones en curso al tiempo de la separación;
4) En el supuesto del artículo 49, el socio excluido no podrá exigir la
entrega del aporte si éste es indispensable para el funcionamiento de
la sociedad y se le pagará su parte en dinero;
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2) Disolución: concepto:
7) Prorroga y reconducción:
8) Liquidación:
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sido impuesta en el contrato constitutivo, aún cuando, tal obligación debió haber sido
impuesta para todos los tipos sociales.
La nulidad debe ser entendida como una sanción genérica de invalidez prevista
por la ley, por adolecer el acto jurídico de un vicio o por la inobservancia de ciertas
prescripciones legales. Debe distinguirse los términos ineficacia, invalidez y nulidad.
De estos conceptos, la ineficacia es el término jurídico más amplio, que comprende en
su seno todas aquellas situaciones en las cuales los negocios jurídicos carecen de vigor,
fuerza o eficacia para lograr sus efectos. Dentro de este concepto, quedan incluidas no
sólo la nulidad y la invalidez, sino que comprende también otros supuestos que afectan
la validez del acto, como lo son la caducidad, inoponibilidad, rescisión, resolución o
revocación del acto.
La invalidez, constituye una sanción legal que priva al acto de sus efectos
propios por causas existentes desde su mismo origen, incluyendo en su seno el concepto
de nulidad. Por lo tanto entre invalidez y nulidad existe una relación de género a
especie.
Cuando hablamos de nulidades societarias enfrentamos un vicio de invalidez de
carácter sustancial que afecta total o parcialmente la estructura del acto mismo, en
cuanto contiene vicios o deficiencias en su forma estructural.
ex nunc. Esta ausencia de efectos retroactivos vale para las relaciones vale para las
relaciones internas como externas de la sociedad.
La retroactividad de la sanción de nulidad al momento de la celebración del acto
viciado es sencillamente impensable al contrato de sociedad, pues el nacimiento de un
sujeto de derecho distinto a los socios otorgantes, y la evidente presunción de validez
que debe gozar la actuación de quien contrata a nombre de la sociedad, impone otorgar
plena legitimidad, frente a terceros, a los actos celebrados por aquella en cumplimiento
de su objeto social. Por ello, mal podría retrotraerse la nulidad del contrato social al
momento de la constitución de la sociedad pues se afectarían los derechos de los
terceros de buena fe y se atentaría contra la seguridad jurídica y la estabilidad de las
operaciones comerciales.
2. Opera como una causal de disolución de la sociedad, dando paso, en forma
automática, al proceso liquidatorio.
3. La declaración de nulidad no puede afectar los contratos celebrados frente a
terceros, salvo el caso de sociedades de objeto ilícito, en las cuales los terceros de mala
fe no pueden alegar la existencia de la sociedad.
4. La declaración de nulidad no borra la actuación asociativa desarrollada, pues
la irretroactividad también rige para las relaciones intrasocietarias. La actuación interna
ha de juzgarse por las mismas reglas que las previstas para las sociedades no
regularmente constituidas, pues es de toda evidencia que la nulidad del contrato traerá
aparejada un supuesto de actuación asociativa de hecho.
La acción de nulidad puede ejercerse por vía de acción o excepción. Son sujetos
legitimados para su ejercicio:
1. El socio afectado, en caso de un vicio que le atañen.
2. Cualquier socio si la sociedad fuere atípica o si el contrato careciera de un elemento
esencial no tipificante, antes de la subsanación.
3. El acreedor de la sociedad, dado que su interés radica en la responsabilidad personal,
solidaria e ilimitada de los socios que de tal nulidad deriva.
4. El acreedor particular de un socio cuando la nulidad es absoluta, a fin de posibilitar el
cobro de su crédito sobre el remanente que le corresponde a su deudor (salvo el caso de
la sociedad con objeto ilícito). En cambio, debe negarse este derecho al deudor de la
sociedad pues aún cuando esta sea nula, de nulidad absoluta, deberá pagar su debito, por
cuanto la sociedad se rige por las normas de la liquidación.
En cuanto a la legitimación pasiva, o sea, en contra de quién se ejerce la acción,
la regla general será que debe ejercer contra todos los socios y la sociedad.
3) Invalidez vincular:
5) Objeto ilícito:
la norma tiene un sentido moralizador; es una norma meramente preventiva pues trata
obsta a que mediante el ejercicio del comercio se puedan alcanzar fines ilícitos.
Los terceros quedan exonerados de cualquier ilicitud del objeto y pueden
reclamarle a cualquiera de los socios, porque aquí se impone una obligación solidaria.
En cambio, el socio no puede alegar ni la existencia de mancomunidad ni
refugiarse en la limitación mayor o menor, perfecta o imperfecta, de responsabilidad
derivada de la figura escogida. El socio no puede alegar las defensas propias de la
tipicidad, porque el error de derecho es inexcusable y porque además tampoco pueden
repetir entre si lo que han pagado al tercero dado que en tal caso habría un
enriquecimiento sin causa por parte del socio que quiere repetir en contra de los
terceros. De la ilicitud no surge repetición. Es un axioma capital del derecho de las
obligaciones; no hay pago sin causa.
Una vez que se ha constatado la causal de disolución, el juez nombra al
liquidador. En este caso no hay forma de liquidación alguna por los órganos societarios,
porque se supone que todos los órganos están viciados por la misma nulidad.
9) Participaciones recíprocas:
1) Generalidades:
Prueba: Para imputar una relación jurídica a éste sujeto de derecho, es necesario
acreditar no sólo la existencia de la sociedad y de quienes la integran, sino también que
las actuaciones de uno de sus integrantes corresponde a la sociedad. La LSC brinda
libertad probatoria en tanto que dispone en el artículo 25: “La existencia de la
sociedad puede acreditarse por cualquier medio de prueba”.
Por lo tanto, conforme a este artículo, los medios de prueba procesales comunes
pueden utilizarse para probar la existencia de estas sociedades. Sin embargo, parte de la
jurisprudencia entiende que “la existencia de la sociedad” requiere principio de prueba
por escrito”. Probada dicha existencia, las relaciones societarias, las actividades llevadas
a cabo por los socios, etc., pueden acreditarse por cualquier medio. Es necesario
recordar que, conforme con el art. 1192 del Código Civil, se considera principio de
prueba por escrito, cualquier documento público o privado que emane del adversario, de
su causante o de parte interesada en el asunto, o que tendría interés si viviera y que haga
verosímil el hecho litigioso.
El derogado artículo 298 del Código de Comercio da una serie de pautas
presuncionales, que doctrinariamente siguen siendo útiles. Tal artículo rezaba: “Se
presume que existe o ha existido sociedad siempre que alguien
ejercita actos propios de sociedad, y que regularmente no hay
costumbre de practicar, sin que la sociedad exista. De esta naturaleza
son especialmente:
1º) Negociación promiscua y común.
2º) Enajenación, adquisiciones o pago hecho en común.
3º) Si uno de los asociados se declara socio y los otros no lo
contradicen de un modo público.
4º) Si dos o más personas proponen un administrador o gerente
común.
5º) El uso del pronombre nosotros o nuestro en la correspondencia,
libros, facturas, cuentas u otros papeles comerciales.
6º) El hecho de recibir o responder a cartas dirigidas a nombre o
firma social.
7º) El uso del nombre con el aditamento “y compañía”.
8º) La disolución de la asociación en forma de sociedad”.
Efectos: Podemos mencionar los siguientes efectos que surgen de las sociedades
no constituidas regularmente:
a) Los socios responden solidaria e ilimitadamente por las obligaciones sociales,
sin contar con el beneficio de excusión.
b) Quien fue designado en el contrato como gerente para obligar a la sociedad
también queda obligado personalmente cuando contrata.
c) En las relaciones con los terceros, cualquiera de los socios representa a la
sociedad.
d) El contrato social es inoponible entre los socios; ellos no pueden reclamarse
nada en función del contrato, el que solamente adquiere virtualidad cuando se produce
la disolución de la sociedad.
e) La sociedad puede ejercer los derechos emergentes de los contratos
celebrados.
3) Regularización:
4) Sociedades en formación:
1) Sociedades colectivas:
modificada por acuerdo entre los socios pero el pacto en cuestión sólo tendrá virtualidad
interna, sin que pueda ser opuesto a terceros, porque ellos contrataron a tenor de un tipo
societario específico.
b) Denominación: El artículo 126 de la LSC establece: “La denominación
social se integra con las palabras "sociedad colectiva" o su
abreviatura.
Si actúa bajo una razón social, ésta se formará con el nombre
de alguno, algunos o todos los socios. Contendrá las palabras "y
compañía" o su abreviatura si en ella no figuren los nombres de todos
los socios”.
Genéricamente, el nombre social, puede representarse mediante una “razón
social”, la cual se integra exclusivamente con el nombre de uno, alguno o todos los
socios (porque es indicativa de una responsabilidad subsidiaria, solidaria e ilimitada) o
mediante el empleo de una “denominación social” pasible de ser confirmada con
cualquier nombre, incluso de fantasía, relativo o no a su objeto, con el aditamento de la
designación correspondiente al tipo, o a su abreviatura.
La ley 19.550 introdujo una modificación sustancial respecto del derogado
régimen del Código de Comercio al permitir que las sociedades colectivas puedan optar
entre la utilización de razón social (antes obligatoria) o denominación social: en este
último caso, la exigencia de integrarla con las palabras “sociedades colectivas” o su
abreviatura cumple con la función específica de indicar a terceros el carácter de la
responsabilidad de los socios.
Se dispone, además, que en caso de optar por la utilización de razón social y no
conformarla con el nombre de todos los socios, ella se deberá integrar con las palabras
“y compañía” o su abreviatura.
c) Administración: El artículo 127 de la LSC dispone: “El contrato regulará
el régimen de administración. En su defecto administrará cualquiera
de los socios indistintamente”.
La norma establece el principio general y deja a la libre voluntad de los socios
prever el régimen de administración, pero dispone supletoriamente la administración
indistinta en caso de silencio contractual.
El artículo alude a la “administración”, pero su regla debe extenderse también a
la representación de la sociedad, porque, como lo entiende la doctrina dominante, los
administradores son los representantes de la sociedad, ya que la administración exige la
actuación a nombre de la sociedad.
Producto de la libertad de configuración de la administración social en las
sociedades colectivas, pueden presentarse varios supuestos:
1. Designar a una sola persona como administrador. En este caso, competerá al
exclusivo designado gestionar en representación de la sociedad la conclusión de los
negocios atinentes a su giro.
2. Designar a dos o más socios para ejercer la administración social, sin especificar que
funciones corresponden a cada uno, sin expresar que el uno no podrá obrar sin el otro.
En este caso, se entiende que pueden realizar indistintamente cualquier acto de la
administración.
3. Designar a varios administradores, con estipulación de que nada puede hacer el uno
sin el otro. En este caso, ninguno puede obrar individualmente, aún en el supuesto de
que uno de los administradores se hallase en la imposibilidad de actuar.
Un análisis literal de este artículo (127) parecería indicar que “en los casos de
administración conjunta, la ley no admite la actuación individual, sin dejar si quiera a
salvo los supuestos de peligro inminente, de daño grave e irreparable”. Sin embargo, el
57
pueden ser objeto de embargo ni ejecución de los acreedores de los socios, quienes sólo
pueden cobrarse sobre las utilidades y la cuota de liquidación (art. 56 de la LSC).
g) Resoluciones de los socios: El órgano de gobierno de las sociedades colectivas
lo constituye la reunión de los socios.
El artículo 131 establece: “Toda modificación del contrato, incluso la
transferencia de la parte a otro socio, requiere el consentimiento de
todos los socios, salvo pacto en contrario”. La unanimidad es la regla si se
piensa modificar el contrato; también para vender la parte social a un tercero o a un
extraño no socio; esta solución se justifica atento al carácter intuitu personae de estas
sociedades.
Por su parte, el artículo 132 dispone: “Por mayoría se entiende, en esta
Sección, la mayoría absoluta de capital, excepto que el contrato fije
un régimen distinto”. El capital al que se refiere el artículo es el capital social y no
el efectivamente presente en la asamblea o reunión de socios. Mayoría absoluta
significa el 50% más uno de los votos.
h) Renuncia y responsabilidad: El artículo 130 de la LSC establece: “El
administrador, aunque fuere socio, puede renunciar en cualquier
tiempo, salvo pacto en contrario, pero responde de los perjuicios que
ocasione si la renuncia fuere dolosa o intempestiva”. La renuncia es
facultad del administrador pero ella no puede causar perjuicio a la sociedad; por ello se
sanciona con justicia al que renuncia de mala fe o en un momento desfavorable para la
evolución de la sociedad. En estos casos, la ley obliga al administrador a anteponer el
interés del sujeto de derecho al interés personal.
i) Actividad en competencia: Por el carácter personalísimo del tipo social, los
socios no pueden realizar actos en competencia con la sociedad, sea por cuenta ajena o
por cuanta propia. El primer supuesto podría serlo a través de la constitución de otra
sociedad, caso en que se aplicarían las disposiciones del artículo 54 in fine de la LSC.
El incumplidor puede llegar a la exclusión, aplicándose en ese supuesto las
disposiciones del artículo 91 de la LSC. A diferencia de lo previsto para las sociedades
por acciones que limitan esta prohibición a los directores, le es impuesto a los socios,
por cuanto todos tienen libre acceso a el conocimiento de los negocios y los secretos
propios de la empresa, usufructuándolos en beneficio de terceros o personal y en contra
del interés social.
Son aplicable en este supuesto las previsiones del artículo 54 párrafos 1º y 2º de
la LSC: “El daño ocurrido a la sociedad por dolo o culpa de socios o de
quienes no siéndolo la controlen constituye a sus autores en la
obligación solidaria de indemnizar sin que puedan alegar
compensación con el lucro que su actuación haya proporcionado en
otros negocios.
El socio o controlante que aplicará los fondos o efectos de la sociedad
a uso o negocio de cuenta propia o de tercero está obligado a traer a
la sociedad las ganancias resultantes siendo las pérdidas de su
cuenta exclusiva”.
4) Sociedad civil:
1) Antecedentes:
En el régimen argentino tiene su origen en la década del treinta. Este tipo tuvo
una excelente acogida entre los comerciantes y empresarios nacionales, porque
incorporó como novedoso el límite de la responsabilidad. Hay que tener en cuenta que
en esos momentos las únicas sociedades que permitían esta ventaja de limitar la
responsabilidad eran las sociedades en comandita por acciones, que llevaban como
desventaja la necesidad de buscar al socio comanditado que respondiera con todo su
patrimonio, y las sociedades por acciones, que a diferencia de lo que sucede
actualmente, requerían autorización estatal, la que no era fácil de obtener.
Originariamente la ley 19.550 había organizado tres subtipos de sociedades de
responsabilidad limitada, atendiendo a la mayor o menor cantidad de socios. Sin
embargo, esa subclasificación ha sido removida por la reforma introducida por la ley
22.903. Esta reforma sustituyó el elemento personal por otro elemento cuantitativo: el
monto de capital, para determinar reglas de organización de control interno y de
realización de de las reuniones de socios, procurando erigir a la sociedad de
responsabilidad limitada como la estructura adecuada para la pequeña y mediana
empresa ejercida en forma “familiar”, disminuyendo de esa manera la utilización
excesiva de la sociedad anónima para esos emprendimientos.
No podemos sostener que subsisten subtipos de sociedades de responsabilidad
limitada en el actual régimen sino que existe un mayor margen a la autonomía de la
voluntad, cuando la sociedad no alcanza el capital previsto en el artículo 299 inc. 2, de
la LSC.
2) Concepto:
3) Denominación:
4) Capital de la SRL:
65
El capital debe ser suficiente para posibilitar el cumplimiento del objeto social.
Un capital desproporcionadamente reducido en su magnitud, determinará la
imposibilidad originaria de cumplir el objeto. Si bien la LSC no estableció un capital
mínimo, como lo hacían otras leyes, ello no implica la permisibilidad de sociedades de
responsabilidad limitada con capitales mínimos.
c) Garantía por los aportes: El artículo 150 establece: “Los socios garantizan
solidaria e ilimitadamente a los terceros la integración de los aportes.
Sobrevaluación de aportes en especie.
La sobrevaluación de los aportes en especie, al tiempo de la
constitución o del aumento de capital, hará solidaria e ilimitadamente
responsables a los socios frente a los terceros por el plazo del artículo
51, último párrafo.
Transferencia de cuotas.
La garantía del cedente subsiste por las obligaciones sociales
contraídas hasta el momento de la inscripción. El adquirente
garantiza los aportes en los términos de los párrafos primero y
segundo, sin distinciones entre obligaciones anteriores o posteriores
a la fecha de la inscripción.
El cedente que no haya completado la integración de las cuotas, está
obligado solidariamente con el cesionario por las integraciones
todavía debidas. La sociedad no puede demandarle el pago sin previa
interpelación al socio moroso.
Pacto en contrario.
Cualquier pacto en contrario es ineficaz respecto de terceros”.
Debido a que, por las obligaciones sociales, los socios limitan su responsabilidad
al capital aportado, la ley exige la efectiva integración de tales aportes. La integración
es el efectivo cumplimiento de esa la obligación de aportar, poniendo a disposición de
la sociedad la contribución en dinero o especie prometida.
Como garantía hacia terceros, la LSC, establece la responsabilidad solidaria e
ilimitada de los socios para los casos de falta de integración o sobrevaluación de los
aportes.
Conforme al texto legal, se entiende que la garantía solidaria e ilimitada de los
socios lo es por la efectiva integración de los aportes y que los terceros pueden hacer
valer esta garantía en caso de insolvencia o quiebra de la sociedad. Esto último, porque
la ley deja en claro que la norma del artículo 51 se aplica exclusivamente en caso de
sobrevaluación.
La sobrevaluación es el acto unilateral del socio que va en contra de lo
dispuesto por el artículo 51. La sobrevaluación se produce cuando el socio genera un
ardid doloso que conlleva un daño para la sociedad dado que su patrimonio va a valer
menos que lo que figura en el contrato constitutivo. También los socios se ven dañados,
dado que el socio que ha sobrevaluado tendrá una participación mayor que la que le
corresponde y por ende tendrá mayores derechos.
El artículo 150, párrafo 3º, establece distintas situaciones:
1. Si la cesión no ha sido inscripta, el cedente garantiza las obligaciones hasta la
inscripción.
67
h) Aumento del capital: El aumento del capital implica una modificación del
contrato social y, por lo tanto, debe ser votado favorablemente por lo menos por las tres
cuartas partes del capital social. Esta mayoría es disponible, pudiendo reducirse o
aumentarse. El tope mínimo lo configuran votos que superen la mitad del capital.
Los socios que votaron en contra del aumento del capital social pueden, pese a
ello, suscribir cuotas proporcionalmente a su participación social, y si así no hiciesen
podrán acrecer su participación los otros socios o incorporarse nuevos socios.
Si la suscripción del aumento del capital por otros socios o por terceros no se
formalizara íntegramente en efectivo, los socios que votaron en contra podrán ejercer el
derecho de receso, pues en virtud del art. 160, “todo acuerdo que incremente las
obligaciones sociales o la responsabilidad de los socios que votaron en contra” da
derecho al receso.
7) Fiscalización:
8) Receso:
1) Antecedentes:
2) Concepto y caracterización:
3) Importancia económica:
4) Subtipos:
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Sociedad
Anónima Abierta: hacen oferta pública
General
5) Denominación social:
el artículo 164 autoriza a que pueda incluir el nombre de una o más personas de
existencia visible.
6) Constitución:
7) Instrumento constitutivo:
El artículo 166 regula la constitución por acto único y enumera los requisitos que
debe reunir el instrumento constitutivo. Dicho artículo dispone: “Si se constituye
por acto único, el instrumento de constitución contendrá los
requisitos del artículo 11 y los siguientes:
Capital.
79
8) Tramite administrativo:
1) Capital y patrimonio:
2) Acepciones:
4) Mora en la integración:
Esta regulada en los artículo 192 y 193 de la LSC. El primero de estos artículos
establece: “La mora en la integración se produce conforme al artículo
37 y suspende automáticamente el ejercicio de los derechos
inherentes a las acciones en mora”.
Sin perjuicio de las acciones que puedan resultar de lo dispuesto en el artículo
193, la mora en la integración de las acciones suscripta suspende automáticamente el
ejercicio de todos los derechos sociales a ellas adscriptos. Cabe aclarar que tal
suspensión lo es respecto de las “acciones en mora”, continuando el accionista en la
calidad de tal por las acciones que eventualmente hubiera integrado.
Por su parte el artículo 193 dispone: “El estatuto podrá disponer que
los derechos de suscripción correspondientes a las acciones en mora
sean vendidos en remate público o por medio de un agente de Bolsa
si se tratara de acciones cotizables. Son de cuenta del suscriptor
moroso los gastos del remate y los intereses moratorios, sin perjuicio
de su responsabilidad por los daños.
También podrá establecer que se produce la caducidad de los
derechos; en este caso la sanción producirá sus efectos previa
intimación a integrar en un plazo no mayor de treinta (30) días, con
pérdida de las sumas abonadas. Sin perjuicio de ello, la sociedad
podrá optar por el cumplimiento del contrato de suscripción”.
83
mismos derechos…”. Desde el punto de vista de los derechos que confieren, las
acciones pueden clasificarse en acciones ordinarias o privilegiadas.
el párrafo 1º del artículo 208 tiene que considerarse alusivo exclusivamente a que los
títulos pueden representar una o más acciones, debiendo ser nominativos no endosables.
Se elimina así, la posibilidad de emitir títulos al portador y aún nominativos
endosables, imponiéndose de este modo la existencia exclusiva de títulos nominativos
no endosables, o sea, los que extendidos a nombre de persona determinada confieren los
derechos a quien ostente la tenencia efectiva y figure inscripto con su nombre en el
título y en el libro de registro de acciones.
g) Cupón: Los cupones están adheridos a los títulos-acciones para legitimar al
tenedor a ejercer un derecho específico: cobro de dividendo, suscripción preferente, etc.
Pueden tener un régimen de circulación distinto al de los títulos a que van
adheridos, y en este sentido, el artículo 212 de la LSC expresa: “Los cupones
pueden ser al portador aun en las acciones nominativas. Esta
disposición es aplicable a los certificados”.
Estos cupones están destinados a la percepción de dividendos o bonificaciones,
pero también se usan para acreditar el ejercicio de otros derechos (por ejemplo, el
ejercicio del derecho de opción para suscribir con preferencia un aumento de capital).
El cupón representa un derecho eventual y es un título accesorio al principal que
se agotará en la recepción de un derecho determinado y desvalorizará consecuentemente
a la acción a la cual accede.
Pese a que en algún momento puede considerárselo autónomo del principal y ser
enajenado independientemente, no por ello perderá su dependencia al principal.
establecerse cláusulas limitativas por vía estatutaria, pero deberán juzgarse nulas
aquellas que entrañen, por su carácter o extensión, la prohibición de transferir.
Por su parte, con relación a la transmisión de las acciones nominativas y
escriturales, el artículo 215 dispone: “La transmisión de las acciones
nominativas o escriturales y de los derechos reales que las graven
debe notificarse por escrito a la sociedad emisora o entidad que lleve
el registro e inscribirse en el libro o cuenta pertinente. Surte efecto
contra la sociedad y los terceros desde su inscripción.
En el caso de acciones escriturales, la sociedad emisora o entidad
que lleve el registro cursará aviso al titular de la cuenta en que se
efectúe un débito por transmisión de acciones, dentro de los diez (10)
días de haberse inscripto, en el domicilio que se haya constituido; en
las sociedades sujetas al régimen de la oferta pública, la autoridad de
contralor podrá reglamentar otros medios de información a los socios.
Las acciones endosables se transmiten por una cadena
ininterrumpida de endosos y para el ejercicio de sus derechos el
endosatario solicitará el registro”.
Siendo el registro un recaudo de oponibilidad esencial, importa destacar que,
suscripto el contrato de cesión, el cesionario resulta propietario de los títulos auque no
accionista mientras no se produzca la pertinente inscripción. Hasta ese momento, las
obligaciones y derechos de tal calidad recaen sobre el cedente.
El último párrafo de este artículo es inaplicable a tenor del régimen de
nominatividad vigente.
Los bonos son títulos que puede emitir la sociedad, de naturaleza diferente a las
acciones, y que otorgan a sus titulares el derecho de participar exclusivamente en las
utilidades sociales.
Los bonos se clasifican de la siguiente manera:
1. Bonos de goce: Se otorgan a los titulares de acciones totalmente amortizadas y
dan derecho a la participación en las ganancias y en el producido de la liquidación,
después de reembolsado el valor nominal de las acciones no amortizadas.
2. Bonos de participación: Se emiten a favor de los accionistas por prestaciones
que no consistan en aportes de capital. A diferencia de los bonos de goce, sólo dan
derecho a participar en las ganancias del ejercicio.
Los bonos de participación se abonan contemporáneamente con el dividendo.
este orden de idea, por ejemplo, no se permite la emisión de nuevas acciones mientras
las anteriores no hayan sido suscriptas para evitar la creación de un capital ficticio.
Del mismo modo, el aguamiento del capital social, es decir, la debilitación de la
participación de algunos accionistas en el espectro económico y político del ente a
consecuencia de sucesivos aumentos de capital impuestos por eventuales mayorías ha
determinado la instauración del derecho de preferencia y, después de la ley 22.903, del
derecho de receso del accionista que no pueda o no quiera efectuar el desembolso que
implicaría suscribir el aumento.
El artículo 188 establece: “El estatuto puede prever el aumento del
capital social hasta su quíntuplo. Se decidirá por la asamblea sin
requerirse nueva conformidad administrativa. Sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 202, la asamblea solo podrá delegar en el
directorio la época de la emisión, forma y condiciones de pago. La
resolución de la asamblea se publicará e inscribirá.
En las sociedades anónimas autorizadas a hacer oferta pública de sus
acciones, la asamblea puede aumentar el capital sin límite alguno ni
necesidad de modificar el estatuto. El directorio podrá efectuar la
emisión por delegación de la asamblea, en una o mas veces, dentro
de los dos (2) años a contar desde la fecha de su celebración”.
Cumplida la suscripción del nuevo aumento del capital social, la sociedad puede
exhibir en sus estados contables la nueva cifra de su capital social, y emitir sus nuevos
títulos accionarios, sin que ello quede afectado por la falta de integración de las
acciones por los accionistas suscriptores, pues tal contingencia sólo habilita a la
sociedad a exigir el cumplimiento del contrato de suscripción o resolver el mismo. Ello
explica el fundamento por el cual el legislador establece que los conceptos de “capital
social” y “capital suscripto” se emplean indistintamente en la sección de la ley 19.550
dedicada al capital de la SA.
Ahora bien, el aumento previsto en el artículo 188 importa para los accionistas
nueva suscripción de capital; es decir que implica un desembolso para los socios.
Existen no obstante, otras modalidades de aumento de capital: así, encuadrados en lo
que se denomina modos de financiación interna se destacan:
1. Capitalización de reservas: es el medio por el cual pasan al capital
las reservas facultativas que se hubieran acumulado, entregándose acciones en
proporción a las que cada accionista posee.
2. Capitalización de utilidades: importa la incorporación al capital de
las utilidades realizadas y liquidas que, de éste modo, no se distribuyen entre los
accionistas, entregándose acciones a cambio.
3. Revaluación de activos: es el medio por el cual se incorporan en las
cifras el mayor valor adquirido por los bienes patrimoniales en virtud de la fluctuación
monetaria generada en los periodos inflacionarios.
En estas modalidades de financiación interna no existe obligación de nuevas
erogaciones para los accionistas, pues los importes de las acciones entregadas se
consideran abonados con los aportes ya realizados (de ahí que estas acciones se
denominan “liberadas” o “integradas”).
Entre los modos de financiación externa se encuentra la capitalización de
deudas, entrega de acciones por adquisición de bienes o pago de servicios y la
conversión de debentures u obligaciones negociales en acciones.
Derecho de suscripción preferente y derecho de acrecer que tienen los
socios: El artículo 194 reza: “Las acciones ordinarias, sean de voto simple
o plural, otorgan a su titular el derecho preferente a la suscripción de
90
III) Reducción del capital: Podemos distinguir tres supuestos: reducción voluntaria,
reducción por pérdidas y reducción obligatoria.
a) Reducción voluntaria: La reducción voluntaria es la que los socios deciden
realizar efectivizando de esta manera una disminución en el monto primitivo del capital
social.
Supone la existencia de un capital excesivo para el desenvolvimiento de las
actividades societarias, para el cumplimiento del objeto social.
Esta reducción voluntaria debe ser resuelta por asamblea general extraordinaria,
con informe fundado del síndico. Se debe realizar la publicación necesaria para la
transferencia de fondos de comercio, es decir, cinco días en diario de publicaciones
legales y sujeta a la oposición de los acreedores, los cuales pueden ver cercenadas sus
garantías ante la reducción del capital, que es precisamente lo que se tuvo en mira al
otorgar un crédito a la sociedad. La oposición de los acreedores no suspende el trámite
formal, pero no se podrá formalizar efectivamente la reducción si no son desinteresados
o debidamente garantizados.
b) Reducción por pérdidas: Dispone el artículo 205: “La asamblea
extraordinaria puede resolver la reducción del capital en razón de
pérdidas sufridas por la sociedad para restablecer el equilibrio entre
el capital y el patrimonio social”.
El fundamento de la llamada “reducción por pérdidas” no es otro que evitar la
publicidad engañosa de un capital social inexistente y prever las soluciones societarias a
una eventual insolvencia de la sociedad.
93
Este mecanismo procura que los socios a través de nuevos aportes efectúen
nuevos desembolsos para ser aplicados al activo social.
El reintegro es un recuso financiero que entraña la obligación de los socios de
integrar nuevos aportes con la única finalidad de engrosar el patrimonio social, sin
modificar la cifra nominal del capital, por lo que no se entregan nuevas acciones o
participaciones, siendo invariable, por ende, la situación política y/o patrimonial del
socio.
En estricto rigor, el reintegro no implica una modificación del capital, pues a lo
que tiende es a su mantenimiento, mediante el acrecentamiento del patrimonio social en
la medida necesaria para que el exceso de los valores del pasivo coincidan con la cifra
del capital, como ha señalado la doctrina.
12) Dividendos:
1) Competencia de la asamblea:
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3 Clases de asambleas:
5) Derecho de receso:
1) El directorio:
En este sentido el artículo 258 de la LSC, que fue reformado por la ley 22.903
atento a la necesidad de su coordinación con el nuevo texto del artículo 284 que prevé la
posibilidad de prescindencia de la sindicatura para aquellas no comprendidas en
ninguno de los supuestos a que se refiere el artículo 299, dispone: “El estatuto
podrá establecer la elección de suplentes para subsanar la falta de
los directores por cualquier causa. Esta previsión es obligatoria en las
sociedades que prescinden de sindicatura.
En caso de vacancia, los síndicos designarán el reemplazante hasta la
reunión de la próxima asamblea, si el estatuto no prevé otra forma de
nombramiento”.
d) Renuncia: No se halla condicionada a momento alguno la presentación de la
renuncia por parte del director. Si bien la renuncia del director no requiere justa causa,
cuando fuere abusiva genera responsabilidad para el renunciante.
El directorio deberá aceptar esa renuncia, en la primera reunión que celebre con
posterioridad a su presentación, siempre que aquella no afecte su funcionamiento
regular y no fuese dolosa o intempestiva. Sólo de lo contrario el renunciante deberá
continuar en funciones hasta tanto se pronuncie la próxima asamblea.
e) Remoción: Los directores son libremente removibles o revocables. El órgano
exclusivamente encargado es la asamblea general de accionistas, incluso cuado la
elección haya sido efectuada por el consejo de vigilancia, debiendo el tema estar
contemplado en el orden del día en forma clara.
Se trata de una figura de orden público; por lo tanto el estatuto no puede
suprimir ni restringir la revocabilidad en el cargo.
f) Remuneraciones: Dispone el artículo 261: “El estatuto podrá establecer
la remuneración del directorio y del consejo de vigilancia; en su
defecto, la fijará la asamblea o el consejo de vigilancia en su caso.
El monto máximo de las retribuciones que por todo concepto puedan
percibir los miembros del directorio y del consejo de vigilancia en su
caso, incluidos sueldos y otras remuneraciones por el desempeño de
funciones técnico-administrativas de carácter permanente, no podrán
exceder del veinticinco por ciento (25%) de las ganancias.
Dicho monto máximo se limitará al cinco por ciento (5%) cuando no
se distribuyan dividendos a los accionistas, y se incrementará
proporcionalmente a la distribución, hasta alcanzar aquel límite
cuando se reparta el total de las ganancias. A los fines de la
aplicación de esta disposición, no se tendrá en cuenta la reducción en
la distribución de dividendos, resultante de deducir las retribuciones
del Directorio y del Consejo de Vigilancia.
Cuando el ejercicio de comisiones especiales o de funciones técnico
administrativas por parte de uno o más directores, frente a lo
reducido o a la inexistencia de ganancias impongan la necesidad de
exceder los límites prefijados, sólo podrán hacerse efectivas tales
remuneraciones en exceso si fuesen expresamente acordadas por la
asamblea de accionistas, a cuyo efecto deberá incluirse el asunto
como uno de los puntos del orden del día”.
Este artículo establece pautas máximas para pagar honorarios a los directores,
con el fin de que, por esa vía, no se prive a los socios de los beneficios sociales. Se fijan
un monto máximo y un monto mínimo para el caso que no se repartan dividendos.
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Dentro de estos límites, las sociedades autorizadas a hacer oferta pública de sus
acciones pueden remunerar a sus directores con funciones ejecutivas o técnico-
administrativas mediante opciones de compra de acciones.
g) Carácter personal del cargo: La LSC en el artículo 266 establece: “El cargo
de director es personal e indelegable.
Los directores no podrán votar por correspondencia, pero en caso de
ausencia podrán autorizar a otro director a hacerlo en su nombre, si
existiera quórum. Su responsabilidad será la de los directores
presentes”.
La función no se puede delegar; la ley admite la delegación del voto, pero ella
sólo es posible en cabeza de otro director mediando quórum.
La disposición este articulo ha provocada una polémica doctrinaria respecto de si
una persona jurídica puede o no ser directora de la SA. Muiño y Zunino se inclinan por
la afirmativa.
h) Funcionamiento y reuniones del directorio: Conforme al artículo 260: “El
estatuto debe reglamentar la constitución y funcionamiento del
directorio. El quórum no podrá ser inferior a la mayoría absoluta de
sus integrantes”.
La redacción anterior de este artículo establecía un quórum de funcionamiento
que debía ser la mitad más uno de sus integrantes, lo cual traía aparejado singulares
problemas de interpretación cuando, por ejemplo, el número de los integrantes era
impar. La ley 22.903 impuso un quórum basado en la mayoría absoluta.
Por su parte, el artículo 267 establece: “El directorio se reunirá, por lo
menos, una vez cada tres (3) meses, salvo que el estatuto exigiere
mayor número de reuniones, sin perjuicio de las que se pudieren
celebrar por pedido de cualquier director. La convocatoria será hecha,
en éste último caso, por el presidente para reunirse dentro del quinto
día de recibido el pedido. En su defecto, podrá convocarla cualquiera
de los directores.
La convocatoria deberá indicar los temas a tratar”.
La ley 22.903 consideró conveniente establecer la reunión obligatoria del
directorio una vez cada tres meses, en lugar de la reunión mensual que preveía el
régimen anterior. Todo ello sin perjuicio de las disposiciones estatutarias y las que
deban celebrarse a pedido de cualquier director.
El estatuto de las sociedades comprendidas en el régimen de la oferta pública
puede prever la reunión a distancia, esto es, con los miembros del directorio
comunicados entre si por medio de transmisiones simultáneas de sonido, imágenes o
palabras. En tal caso, el cómputo del quórum se hará sobre la base de los miembros
presentes, salvo disposición en contraria de estatuto. El órgano de fiscalización deberá
dejar constancia de la regularidad de las decisiones y las actas serán confeccionadas por
los miembros presentes y el representante del órgano de fiscalización dentro de los
cinco días de celebrada la reunión.
Finalmente, corresponde decir que el directorio requiere que sus decisiones
queden registradas. El instrumento que registra esas decisiones es el acta de directorio.
El acata que debe labrarse de cada reunión contendrá la indicación de los
directores y síndicos presentes, un resumen de las deliberaciones, de la protesta que
pueda formular cualquiera de los directores presentes, los resultados de las distintas
votaciones realizadas. El acta deberá ser firmada por todos los presentes.
107
Responsabilidad.
Esta organización no modifica las obligaciones y responsabilidades de
los directores”.
El comité ejecutivo se justifica en sociedades con directorios numerosos; de ese
modo, se consigue mayor eficiencia en el manejo de la administración, sin que por ello
disminuya la responsabilidad de todo el órgano en su conjunto.
2. Gerentes: Otra forma de organización de las funciones ejecutivas del
directorio es la designación de gerentes nombrados por el directorio y libremente
revocables. La facultad de designarlos es del directorio y la revocación le corresponde
también a éste, sin perjuicio de poder hacerlo la asamblea.
Las funciones que pueden encomendarse a los gerentes son exclusivamente las
funciones ejecutivas de la administración, o sea, la gestión ordinaria de los negocios
sociales.
Su designación puede recaer sobre directores o terceros, y no excluye ni
restringe la responsabilidad de los directores, que deberán ejercer las funciones de
vigilancia sobre ellos, sin perjuicio de su responsabilidad frente a los directores por los
actos que le sean imputables.
Además de esa responsabilidad, los gerentes responden solidariamente con
directores, miembros del consejo de vigilancia y síndicos por los daños que en su
actuación irroguen a la sociedad.
j) Responsabilidad: El órgano administrativo tiene el deber fundamental de
desarrollar su actividad en interés del ente, observando las normas legales y estatutarias
que regulan su desempeño. Si los administradores descuidan aquel interés o actúan de
modo que estén en oposición con él, o violan las normas legales y estatutarias que les
imponen especiales deberes, irrogando con ello un perjuicio al patrimonio social, han de
responder de sus culpas ante los socios y los terceros.
El régimen de responsabilidad aparece así como equilibrio jurídico a las
facultades amplias de gestión, que busca a posteriori la reintegración del patrimonio
social injustamente perjudicado por la mala gestión (ilegal, antiestatutario), por medio
del mecanismo indemnizatorio, pero actúa también a priori, como límite que fija el
marco lícito de la gestión del interés social.
La regla básica está fijada en los artículos 59 y 274. El primero de ellos
dispone: “Los administradores y los representantes de la sociedad
deben obrar con lealtad y con la diligencia de un buen hombre de
negocios. Los que faltaren a sus obligaciones son responsables,
ilimitada y solidariamente, por los daños y perjuicios que resultaren
de su acción u omisión”. En el artículo 59 se ha establecido una pauta de
conducta objetiva. Obrar con lealtad significa que debe desempeñarse con honradez
y sinceridad; importa que el administrador deba actuar postergando los intereses
personales que vayan en desmedro de los intereses sociales, ya que su actividad debe
108
redundar en beneficio de la sociedad. En este punto podemos decir que el deber del
administrador tiene un contenido negativo pues deberá dejar de lado sus propios
intereses en aquellos casos en que se genere un conflicto de intereses. Es un
componente deontológico.
Mediante la lealtad se debe controlar el componente tecnológico.
La lealtad también exige que los contratos que celebre el administrador con la
sociedad se concierten en las condiciones del mercado, es decir que el administrador no
debe estar en mejores condiciones que terceros.
La lealtad tiene los siguientes componentes:
a) Prevenir un interés contrario: El interés contrario se puede dar cuando el
administrador compite con la sociedad, ya sea realizando el mismo la actividad o por
medio de un tercero, para su provecho personal. Con relación a este tema, el artículo
272 establece: “Cuando el director tuviere un interés contrario al de la
sociedad, deberá hacerlo saber al directorio y a los síndicos y
abstenerse de intervenir en la deliberación, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59”.
b) No competir con la sociedad: En este sentido, el artículo 273 de la LSC
dispone: “El director no puede participar por cuenta propia o de
terceros, en actividades en competencia con la sociedad, salvo
autorización expresa de la asamblea, so pena de incurrir en la
responsabilidad del artículo 59”.
Dada la calidad de su participación en el ente, la ley no prohíbe al accionista la
actividad en competencia con la sociedad como lo hace respecto de las sociedades por
parte de interés; mantiene este deber, en cambio, para los directores en virtud del deber
de lealtad, toda vez que son ellos quienes están en condiciones de utilizar las
informaciones, secretos, etc., que conocen en ocasión de su función.
c) No utilizar los activos de la sociedad, salvo que esté autorizado.
d) Celebrar contrato con la social dentro de las condiciones del
mercado: En este sentido, el artículo 271 de la LSC dispone: “El director puede
celebrar con la sociedad los contratos que sean de la actividad en
que éste opere y siempre que se concierten en las condiciones del
mercado.
Los contratos que no reúnan los requisitos del párrafo anterior sólo
podrán celebrarse previa aprobación del directorio o conformidad de
la sindicatura si no existiese quórum. De estas operaciones deberá
darse cuenta a la asamblea.
Si desaprobase los contratos celebrados, los directores o la
sindicatura en su caso, serán responsables solidariamente por los
daños y perjuicios irrogados a la sociedad.
Los contratos celebrados en violación de lo dispuesto en el párrafo
segundo y que no fueren ratificados por la asamblea son nulos, sin
perjuicio de la responsabilidad prevista en el párrafo tercero”.
Por su parte, la diligencia de un buen hombre de negocios es
la aptitud profesional para el exitoso desempeño de la actividad que constituye el
objeto social. Se exige al administrador idoneidad y eficiencia en el desarrollo de su
labor, con especificidad en la competencia para los negocios que hacen al objeto social.
Existen una serie de elementos relacionados con la diligencia que debe poseer el
administrador:
109
Sindicatura
111
Privada
Fiscalización Consejo de vigilancia
Permanente
Pública
Limitada
Fiscalización privada:
1) Sindicatura:
2) Consejo de vigilancia:
El consejo de vigilancia es un órgano de control más que la ley prevé para ser
adoptado junto a la sindicatura o en reemplazo de ésta. No es un órgano obligatorio,
debiendo estar previsto en el estatuto.
El artículo 280 de la LSC establece: “El estatuto podrá organizar un
consejo de vigilancia, integrado por tres a quince accionistas
designados por la asamblea conforme a los artículos 262 o 263,
reelegibles y libremente revocables. Cuando el estatuto prevea el
consejo de vigilancia, los artículos 262 y 263 no se aplicarán en la
elección de directores si éstos deben ser elegidos por aquél.
Normas aplicables.
Se aplicarán los artículos 234, inciso 2.); 241; 257; 258; párrafo
primero; 259; 260; 261; 264; 265; 266; 267; 272; 273; 274; 275; 276;
277; 278; 279; 286 y 305. También se aplicará el artículo 60. Cuando
en estas disposiciones se hacen referencia al director o directorio, se
entenderá consejero o consejo de vigilancia”.
115
Debe ser integrado por no menos de tres miembros ni más de quince debiendo
todos revestir la calidad de accionistas. Esto último es importante porque es lo que lo
diferenciará de la sindicatura, que se integra únicamente por profesionales.
Por disposición del artículo 280 de la LSC se aplican las normas siguientes:
1. La asamblea ordinaria los designa y remueve, y fija su retribución.
2. Son elegidos por un término que no puede exceder de tres ejercicios y deben
permanecer en el cargo hasta que se los remplace.
3. El estatuto puede prever la existencia de suplentes.
4. El consejero no puede renunciar si con ello se afecta el normal
funcionamiento del consejo.
5. El quórum es la mitad más uno de los miembros.
6. Rigen las mismas limitaciones que para las remuneraciones del directorio.
7. Les conciernen las mismas prohibiciones e incompatibilidades que sufren los
directores para poder ser electos y desempeñar el cargo.
8. El cargo es personal e indelegable.
9. Rigen también las mismas disposiciones que tienen por objeto resguardar a la
sociedad de las actuaciones de los directores; ello así por remisión del artículo 280 a los
artículos 272 y 275.
10. Es aplicable, asimismo, la inscripción prevista por el artículo 60.
En cuanto a las atribuciones de este órgano, el artículo 281 establece: “El
estatuto reglamentará la organización y funcionamiento del consejo
de vigilancia.
Atribuciones y deberes.
Son funciones del consejo de vigilancia:
a) Fiscalizar la gestión del directorio. Puede examinar la contabilidad
social, los bienes sociales, realizar arqueos de caja, sea directamente
o por peritos que designe; recabar informes sobre contratos
celebrados o en trámite de celebración, aun cuando no excedan de
las atribuciones del directorio. Por lo menos trimestralmente, el
directorio presentará al consejo informe escrito acerca de la gestión
social;
b) Convocará la asamblea cuando estime conveniente o lo requieran
accionistas conforme al artículo 236;
c) Sin perjuicio de la aplicación del artículo 58, el estatuto puede
prever que determinadas clases de actos o contratos no podrán
celebrarse sin su aprobación. Denegada ésta, el directorio podrá
someterlo a la decisión de la asamblea;
d) La elección de los integrantes del directorio, cuando lo establezca
el estatuto, sin perjuicio de su revocabilidad por la asamblea. En este
caso la remuneración será fija y la duración en el cargo podrá
extenderse a cinco (5) años;
e) Presentar a la asamblea sus observaciones sobre la memoria del
directorio y los estados contables sometidos a consideración de la
misma;
f) Designar una o más comisiones para investigar o examinar
cuestiones o denuncias de accionistas o para vigilar la ejecución de
sus decisiones;
g) Las demás funciones y facultades atribuidas en esta ley a los
síndicos”.
116
Fiscalización Estatal:
1) La oferta pública:
Las Bolsas de Comercio son asociaciones civiles con personería jurídica y con
sus respectivos Mercados de Valores adheridos. Sus funciones generales son:
Autoriza, suspende y cancela la autorización de cotización de títulos valores.
Establece requisitos y controles para las empresas cotizantes.
Dicta normas para asegurar la veracidad de balances de empresas cotizantes.
Registra y publica cotizaciones y precios.
Los Mercados de Valores son sociedades anónimas integradas por Agentes de
Bolsa personas físicas, sociedades entre Agentes de Bolsa o entre éstos y terceros, cuyo
objeto es:
Autorizar a funcionar como tales a los Agentes y Sociedades de Bolsa.
Registrar las operaciones de esos intermediarios.
Liquidar en forma compensada tales operaciones.
Garantizar a las partes el cumplimiento de la liquidación.
Los mercados de valores cumplen una importantísima función económica,
consistente en canalizar el ahorro, facilitar la circulación de bienes y equilibrar los
precios en el tiempo y en el espacio. La canalización del ahorro se opera a través de los
mercados de valores que promueven y facilitan la inversión en la adquisición de títulos
valores, especialmente fondos públicos y acciones de sociedades anónimas.
Es importante tener en cuenta que los mercados de valores no son sólo para
negociar acciones. Hoy en día en todas las bolsas del mundo se negocian acciones o
partes que representan el capital de las empresas, títulos que amparan deudas y
productos complejos que se derivan de unos y otros.
Los recursos que mueven los mercados son como el oxigeno vital que necesitan
las entidades para subsistir, desarrollarse y crecer. Podemos plantear la importancia del
mercado de valores desde cuatro enfoques principales:
1. El mercado es el sitio donde el Banco Central uno de los instrumentos más
relevantes de la política monetaria y crediticia: las operaciones de mercado abierto.
2. La bolsa concentra recursos que representan el grueso del ahorro del país.
3. Es la puerta de entrada de los flujos de inversión de carácter exterior.
4. El mercado de valores impacta en el desarrollo de la economía.
Podemos descomponer al mercado de valores en varios subgrupos que lo
componen y que hacen posible su funcionamiento:
Entidades emisoras
Persona física.
Puede ser Buscan un instrumento para hacer productivos
Persona jurídica recursos excedentes
El público requiere
para poder invertir
de un
Asiste a las sesiones de remate y compra o vende
según el pedido que le efectúe.
Intermediario
Ganan comisión
4) Caja de valores:
El decreto 677/01 fue sancionado para dar transparencia a la oferta pública y con
el objetivo final de proteger a inversores, atraer de este modo capitales financieros al
país y elevar así la tasa de crecimiento de la economía.
Para cumplir con esta finalidad, el decreto 677/01 regula minuciosamente los
deberes de los sujetos que intervengan en el ofrecimiento público de sus acciones o de
sus “valores negociables”.
a) Deber de información y confidencialidad: Regula el artículo 5 del decreto el
deber de información por parte de los participantes o intervinientes en el ámbito de la
oferta pública a la autoridad de aplicación, la Comisión Nacional de Valores, en forma
directa, veraz, suficiente, y oportuna ciertos hechos y circunstancia relevantes.
Asimismo los integrantes de los distintos órganos y los accionistas controlantes
de entidades emisoras que realicen oferta pública de sus acciones quedan obligados a
121
La oferta pública tiene como objetos únicamente los títulos valores emitidos en masa,
que por tener las mismas características y otorgar los mismos derechos dentro de su
clase, se ofrecen en forma genérica y se individualizan en el momento de cumplirse el
contrato respectivo.
Títulos valores:
Un título valor es un instrumento representativo de derechos y obligaciones de
determinada calidad jurídica. Existen diferentes clases de títulos valores: los emitidos
individualmente, tales como cheques, pagarés, letras de cambio, certificados de prenda,
etc. y los emitidos en serie, tales como las acciones, debentures, obligaciones
negociables, títulos públicos, cupones, cuotas partes de fondos comunes de inversión,
etc. Los títulos pueden ser de renta fija o variable:
a) Títulos de renta fija: Son títulos valores representativos de una deuda que da a
quien los posee el derecho de adquirir un interés fijo durante un plazo preestablecido.
Ejemplo: Bonos.
b) Títulos de renta variable: Son los títulos en los cuales la rentabilidad depende
del desempeño económico de la empresa emisora. Ejemplo: Acciones
Bonos:
Un bono es una promesa de pago por parte de un emisor que toma fondos de uno
o varios inversores. Un bono es una inversión a largo plazo con un nivel de riesgo
moderado, con un flujo de fondos conocido o predecible. Un bono simple o típico paga
intereses semestralmente y devuelve el capital al vencimiento.
Al momento de emitirse un bono se establece una tasa de interés ("cupón"), que se
llama renta anual. La renta anual de un bono es el rendimiento sobre el valor nominal
del mismo y puede ser fija o variable.
Los principales emisores son las compañías privadas, los gobiernos nacionales o
provinciales y en menor medida, los municipios. El objetivo de las entidades emisoras
es conseguir fondos para realizar inversiones o refinanciar deudas. Muchas empresas
recurren a los bonos para ampliar su capital, mejorar su tecnología o implementar
proyectos de investigación. El Estado emite bonos para crear nuevas instituciones,
financiar sus gastos o desarrollar su infraestructura.
Los bonos que emiten las empresas suelen denominarse Obligaciones
Negociables (O.N.). Aunque se nombran de manera diferente, tienen las mismas
características generales que los bonos del Estado. La diferencia es que algunas O.N.
pueden ser convertibles en acciones. En ciertos casos, en el momento de la emisión se
fija una cláusula de conversión que permite al titular quedarse con acciones de la
sociedad emisora a cambio del monto en dinero acordado en el bono.
El decreto 677/01 establece que quien con el fin de alcanzar el control, en forma
directa o indirecta, de una sociedad cuyas acciones se encuentren admitidas al régimen
de la oferta pública, pretenda adquirir a título oneroso una cantidad de acciones con
derecho a voto, de derechos de suscripción u opciones sobre acciones, deberá promover
previamente, dentro del plazo que establezca la reglamentación, una oferta pública
obligatoria de adquisición o canje de valores de acuerdo con el procedimiento que
establezca la comisión nacional de valores.
Esta obligación no regirá en los supuestos en que la adquisición de la
participación significativa no conlleve la adquisición del control de la sociedad.
Tampoco regirá en los supuestos en que se produzca un cambio de control como
consecuencia de una reorganización societaria, una fusión o una escisión.
El régimen obligatorio no será aplicable a la adquisición de acciones u otros en
tanto, en su conjunto, no superen la "participación significativa". Hasta el límite que se
establezca como "participación significativa", regirá el principio de libre negociación
entre las partes.
Las obligaciones negociables son un valor mobiliario emitido en masa por una
persona jurídica, representativo de un empréstito generalmente a mediano y largo
plazo.
Podemos distinguir distintos tipos:
1. Simples: Son aquellas que representan un empréstito contraído por la empresa
emisora, dando derecho al titular de ellas al reembolso del capital y al pago del interés
conforme las condiciones de emisión. Su status es el de cualquier acreedor cuyo crédito
emana de un contrato de mutuo.
Su expectativa radica en recuperar el capital y recibir los intereses, si se trata de
una inversión a finish, o a lucrar con la venta de las obligaciones a un mejor precio que
el de suscripción o compra.
2. Convertibles: Son aquellas que además de otorgar al obligacionista todos los
derechos inherentes a su posición de acreedor, le conceden la opción de cancelar por
anticipado la relación crediticia mediante la suscripción de acciones de la sociedad
emisora, conforme a un precio determinado. Esto es lo que se conoce como derecho de
conversión. El ejercicio de este derecho puede representar, para el titular de las
obligaciones negociables, una plusvalía importante, sea porque de tal forma puede
hacerse de acciones por un precio menor al de mercado, sea porque espere que aquel
precio suba y esto le implique un rendimiento financiero mayor que el que resultara de
mantener la relación de crédito.
Una sociedad puede emitir obligaciones negociables convertibles con distintas
finalidades:
a) Obtener un préstamo a largo plazo en condiciones menos onerosas,
especulando con la conversión de su crédito en acciones.
b) Buscar un aumento indirecto de capital social, que en el presente fuere muy
dificultoso por estar las acciones subvaluadas o si se especulara con que el precio de
126
11) Debentures:
12) Negocios con acciones y otros títulos emitidos por sociedades anónimas:
1) Caracterización:
La ley instituye dos elementos tipificantes que como tales, no pueden faltar:
a) La existencia de dos categorías de socios: los comanditados que responden
por las obligaciones sociales de forma solidaria, ilimitada y subsidiariamente, y los
comanditarios que se obligan sólo hasta el capital que se comprometen a aportar.
b) La representación del capital comanditarios en acciones, lo cual instituye a su
vez la diferencia en este orden respecto de la sociedad en comandita simple.
2) Normas aplicables:
3) Denominación:
4) Administración:
Sociedades cooperativas:
1) Caracteres:
a) Caracteres materiales:
1º. Tienen capital variable y duración ilimitada.
2º. No ponen límite estatutario al número de asociados ni al capital.
3º. Conceden un solo voto a cada asociado, cualquiera sea el número de sus
cuotas sociales y no otorgan ventaja ni privilegio alguno a los iniciadores, fundadores y
consejeros, ni preferencia a parte alguna del capital.
4º. Reconocen un interés limitado a las cuotas sociales, si el estatuto autoriza
aplicar excedentes a alguna retribución al capital.
5º. Distribuyen los excedentes en proporción al uso de los servicios sociales.
b) Caracteres ideales:
1º. No hay finalidad política, religiosa, étnica o ideológica.
2º. Finalidad de fomentar la educación.
3º. Prever la integración cooperativa.
c) Caracteres organizativos naturales:
1º. Participación de un número mínimo de diez asociados.
2º. Prestar servicios a no asociados si lo confirma la autoridad de control.
3º. Limitar el ingreso de los socios de conformidad con el objeto social.
2) Clases:
3) Constitución:
4) Los socios:
Pueden ser asociados las personas físicas mayores de dieciocho años, los
menores de edad por medio de sus representantes legales y los demás sujetos de
derecho, inclusive las sociedades por acciones, siempre que reúnan los requisitos
establecidos por el estatuto.
Dentro de tales supuestos el ingreso es libre, es decir, no pueden existir
limitaciones de carácter político, religioso, de nacionalidad, de religión, de raza. etc.,
pero podrá ser supeditado a las condiciones derivadas del objeto social.
Cuando el estatuto establezca un derecho de ingreso no puede elevárselo a título
de compensación por las reservas sociales. Su importe no puede exceder el valor de una
cuota social.
El Estado Nacional, las Provincias, los Municipios, los entes descentralizados y
las empresas del Estado pueden asociarse a las cooperativas, salvo que ello estuviera
expresamente prohibido por sus leyes respectivas. También pueden utilizar sus
servicios, previo su consentimiento, aunque no se asocien a ellas.
a) Rechazo del socio: El rechazo del socio sólo puede fundarse en el
incumplimiento de los requisitos establecidos por el estatuto, debidamente aprobados
133
5) Órganos de la cooperativa:
6) Libros:
Las cooperativas deben llevar los libros diarios, balances e inventarios. Deben
llevar, además, los siguientes:
1º. Registro de asociados;
2º. Actas de asambleas;
3º. Actas de reuniones del consejo de administración;
4º. Informes de auditoría.
El órgano local competente puede autorizar por resolución fundada, en cada caso, el
empleo de medios mecánicos y libros de hojas movibles en reemplazo o complemento
de los indicados.
7) Excedentes repartibles:
Transformación:
1) Responsabilidad:
2) Requisitos:
3) Receso:
El derecho de receso es la facultad del socio de retirarse del ente social en caso
de estar disconforme con decisiones de la asamblea que implican alterar
sustancialmente las bases esenciales tenidas en cuenta al ingresar, o al constituir la
sociedad.
El artículo 78 establece: “En los supuestos en que no se exija
unanimidad, los socios que han votado en contra y los ausentes
tienen derecho de receso, sin que éste afecte su responsabilidad
hacia los terceros por las obligaciones contraídas hasta que la
transformación se inscriba en el Registro Público de Comercio.
El derecho debe ejercerse dentro de los quince (15) días del acuerdo
social, salvo que el contrato fije un plazo distinto y lo dispuesto para
algunos tipos societarios.
El reembolso de las partes de los socios recedentes se hará sobre la
base del balance de transformación.
La sociedad, los socios con responsabilidad ilimitada y los
administradores garantizan solidaria e ilimitadamente a los socios
recedentes por las obligaciones sociales contraídas desde el ejercicio
del receso hasta su inscripción”.
5) Rescisión de la transformación:
Fusión:
2) Requisitos:
3) Receso:
4) Revocación y rescisión:
Escisión:
1) Joint ventures:
Las sociedades en participación pueden constituirse con dos o más personas para
acometer algún negocio determinado, pero sin trascender en su ejecución la existencia
de una firma o razón social particularmente referida a tal sociedad. La titularidad de una
sociedad accidental o en participación queda en cabeza de una sola persona individuo o
sociedad, gestor que actúa a propio nombre en la negociación que es el objeto de la
participación.
150
2º) La duración, que será igual al de la obra, servicio o suministro que constituya
el objeto;
3º) La denominación, que será la de algunos o de todos los miembros, seguida de
la expresión "unión transitoria de empresas";
4º) El nombre, razón social o denominación, del domicilio y los datos de la
inscripción registral del contrato o estatuto de la matriculación o individualización, en
su caso, que corresponda a cada uno de los miembros. En caso de sociedades, la
relación de la resolución del órgano social que aprobó la celebración de la unión
transitoria, así como su fecha y número de acta;
5º) La constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven
del contrato de unión transitoria, tanto entre las partes como respecto de terceros;
6º) Las obligaciones asumidas, las contribuciones debidas al fondo común
operativo y los modos de financiar o sufragar las actividades comunes en su caso;
7º) El nombre y domicilio del representante;
8º) La proporción o método para determinar la participación de las empresas en
la distribución de los resultados o, en su caso, los ingresos y gastos de la unión;
9º) Los supuestos de separación y exclusión de los miembros y las causales de
disolución del contrato;
10) Las condiciones de admisión de nuevos miembros;
11) Las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los
administradores, llevarán, con las formalidades establecidas por el Código de Comercio,
los libros habilitados a nombre de la unión que requieran la naturaleza e importancia de
la actividad común.
12) Las sanciones por incumplimiento de obligaciones.
Administración y representación: Dispone el artículo 379: “El
representante tendrá los poderes suficientes de todos y de cada uno
de los miembros para ejercer los derechos y contraer las obligaciones
que hicieren al desarrollo o ejecución de la obra, servicio o
suministro. Dicha designación no es revocable sin causa, salvo
decisión unánime de las empresas participantes; mediando justa
causa la revocación podrá ser decidida por el voto de la mayoría
absoluta”.
Responsabilidad de sus integrantes: Salvo disposición en contrario
del contrato, no se presume la solidaridad de las empresas por los actos y operaciones
que deban desarrollar o ejecutar, ni por las obligaciones contraídas frente a terceros.
Quiebra o incapacidad de los partícipes: La quiebra de cualquiera
de las participantes o la incapacidad o muerte de los empresarios individuales no
produce la extinción del contrato de unión transitoria que continuará con los restantes si
éstos acordaren la forma de hacerse cargo de las prestaciones ante el comitente.
156
Bibliografía
1. Efraín Hugo Richard y Orlando Manuel Muiño: Derecho Societario.
Editorial Astrea.
Índice:
Bolilla Tema Pág.
1 La sociedad en general 1
2 El acto constitutivo 6
3 De los socios y la sociedad 13
4 De la gestión social 22
5 De la documentación y la contabilidad 29
6 Resolución parcial y disolución 36
7 Régimen de nulidades 43
8 Sociedades no constituidas regularmente 49
9 Sociedades personalistas 52
10 SRL 59
11 SA: Concepto, antecedentes y constitución 70
12 SA: Capital y patrimonio 75
13 SA: Órgano de gobierno 88
14 SA: Órgano de administración y representación 95
25 SA: Órgano de fiscalización 103
16 Oferta pública 109
17 Sociedades en comandita por acciones y cooperativas 120
18 Reorganización societaria: transformación, fusión y 127
escisión.
19 Sociedades constituidas en el extranjero. 134
Organización societaria y concentración económica
20 Sociedad accidental o en participación. Contratos de 139
colaboración empresarial
- Bibliografía 146