Está en la página 1de 6

MODELO ATÓMICO DE

THOMSON

ALUMNO:

JUAN DIEGO PAREDES VÁSQUEZ


MODELO ATÓMICO DE THOMSON

A finales del siglo XIX, el físico inglés J. J. Thomson experimentaba con tubos
de descarga (tubos de Crookes), consistentes en tubos de vidrio que encerraban un gas a
muy baja presión y dos placas metálicas que, al ser conectadas a una fuente de
alimentación de alto voltaje, producían una emisión (rayos catódicos) desde la placa
negativa (cátodo) a la placa positiva (ánodo). Thomson descubrió que estas emisiones
estaban formadas realmente por pequeñas partículas cargadas negativamente, que
hoy conocemos como electrones.

La desviación de los rayos catódicos al ser sometidos a un campo eléctrico es una


prueba de que las partículas que los forman poseen carga negativa.

J.J. Thomson, propuso el modelo que lleva su nombre para explicar la estructura
atómica. Este consistía en una esfera de materia no uniforme cargada positivamente,
donde se encontraban insertadas las partículas negativas, es decir, los electrones, de ahí
que también se le conozca a este modelo como “budín de pasas”, por la semejanza con
éste dulce inglés.
El físico inglés realizó una serie de experimentos con tubos de rayos catódicos,
en su tercera prueba Thomson llegó a conclusiones avanzadas, llamando “corpúsculos”
a las partículas que procedían del interior de los átomos de los electrodos, formando los
rayos catódicos. Un tubo catódico era un tubo de vidrio vacío cerrado, al que se le
extraía el aire y se le introducía un gas a una presión reducida. Tras esta observación,
llegó a la conclusión de que los átomos son divisibles.
Gracias a estos experimentos también pudo estudiar la relación de masa entre las
partículas que eran atraídas por el polo positivo del tubo catódico.
Llegó así a imaginar que los átomos se componían de éstas partículas bautizadas como
corpúsculos dentro de un lago lleno de cargas positivas, o lo que es lo mismo, modelo
de budín de pasas.

Modelo del átomo de Thomson

Esta estructura explicaba que la materia era neutra eléctricamente hablando, ya


que en los átomos, según Thomson la carga positiva estaba neutralizada por la negativa.
Estas cargas negativas se encontraban algunas veces uniformemente
distribuidas entorno al núcleo, y en otros casos se usaba el ejemplo de nube positiva de
carga. Gracias a este descubrimiento Thomson recibió el premio Nobel de Física en
1906.
Microscópicamente, a este modelo se le puede decir que tiene una estructura
abierta, ya que los protones o cargas positivas, se sitúan introducidos en la masa que
define la neutra carga del átomo.
Este modelo fue el primero realmente atómico, aunque pronto se vio que era
muy limitado.
El modelo de Thomson fue discutido después del experimento de Rutherford, al
descubrirse el núcleo, ya que este modelo no puede explicar que el átomo esté formado
por un núcleo denso y una parte entorno a él llamada corteza, así que científicos como
Ernest Rutherford y Niels Bohr continuaron investigando, y dando teorías sobre los
átomos.
A modo anecdótico se puede decir, que Rutherford fue alumno de J.J Thomson,
en la Universidad de Cambridge, en los laboratorios Cavendish, donde más tarde
ocuparía su puesto. El hijo de Thomson, también destacó en física, recibiendo el premio
Nobel en 1937, por su estudio de las propiedades ondulatorias de los electrones. El
físico inglés también llegó a ser presidente de la Royal Society.
JOSEPH JOHN THOMSON

BIBLIOGRAFÍA

(Cheetham Hill, Reino Unido, 1856 - Cambridge, id., 1940) Físico británico. Hijo de un
librero, Joseph John Thomson estudió en el Owens College y más tarde en la
Universidad de Manchester y en el Trinity College de Cambridge. Se graduó en
matemáticas en 1880, ocupó la cátedra Cavendish y, posteriormente, fue nombrado
director del Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge.

Joseph John Thomson

Thomson investigó la naturaleza de los rayos catódicos y demostró que los campos
eléctricos podían provocar la desviación de éstos. Llevó a cabo numerosos experimentos
sobre su desviación, bajo el efecto combinado de campos eléctricos y magnéticos,
buscando la relación existente entre la carga y la masa de la partículas, proporcionalidad
que se mantenía constante aun cuando se alterase el material del cátodo.

En 1897 descubrió una nueva partícula y demostró que era aproximadamente mil veces
más ligera que el hidrógeno. Esta partícula sería bautizada con el nombre de electrón,
designación propuesta años antes por el irlandés George Johnstone Stoney, que había
teorizado sobre su existencia. Joseph John Thomson fue, por lo tanto, el primero que
identificó partículas subatómicas, y llegó a importantes conclusiones sobre estas
partículas cargadas negativamente: con el aparato que construyó obtuvo la relación
entre la carga eléctrica y la masa del electrón.
Thomson examinó además los rayos positivos, estudiados anteriormente por Eugen
Goldstein, y en 1912 descubrió el modo de utilizarlos en la separación de átomos de
diferente masa. El objetivo se consiguió desviando los rayos positivos en campos
eléctricos y magnéticos, método que en la actualidad se llama espectrometría de masas.
Con esta técnica descubrió que el neón posee dos isótopos, el neón-20 y el neón-22.

Todos estos trabajos sirvieron a Thomson para establecer un nuevo modelo de la


estructura del átomo que resultó incorrecto, pues suponía que las partículas cargadas
positivamente se encontraban mezcladas homogéneamente con las negativas.

Thomson recibió el premio Nobel de Física en 1906 por sus estudios acerca del paso de
la electricidad a través del interior de los gases. Calculó la cantidad de electricidad
transportada por cada átomo y determinó el número de moléculas por centímetro
cúbico. Escribió varias obras, entre las que destacan The Discarge of Electricity
Through Gases, Conduction of Electricity Through Gases, The Corpuscular Theory of
Matter, The Electron in Chemistry y Recollections and Reflections. En 1937, su
hijo George Paget Thomson obtuvo también el premio Nobel de Física por el
descubrimiento de la difracción de los electrones.

También podría gustarte